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Hacia1917,eleximioartistairlandésHarryClarkeemprendióunodelostrabajosquedeterminaríasufama:lailustracióndeTalesofmisteryandimagination,unaantologíade losmásaltos relatosdePoepreparadapor laeditorialHarrap.Laedición,publicadaenLondresen1919,fuereconocidainmediatamentecomounadelasjoyasbibliográficasdelaépoca.Desdeentonces,lasestampasdeClarkesiguen ejerciendo un extraño magnetismo, fruto de una exquisita y laboriosaejecución,quehizohonoralassublimeshistoriasquelainspiraron.

EdgarAllanPoe

CuentosdeimaginaciónymisterioePubr1.1Blok26.10.14

Títulooriginal:Talesofmisteryandimagination

EdgarAllanPoe,1919

TraducciónyPrólogo:JulioCortázar

Ilustraciones:HarryClarke

Editordigital:Blok

ePubbaser1.2

PREFACIO

ImaginemosaEdgarAlianPoeundíade1843.Estásentadoaunadelasmuchasmesasdeuna de lasmuchas casas donde vivió de paso. Tiene delante una página en blanco. EsprobablementeelfinaldelatardeyprontoMrs.Clemmvendráatraerleunatazadecafé.

EdgarvaaescribiruncuentoyvamosaimaginarqueesElgatonegro,quesepublicóeseaño.Suautortienetreintaycuatroaños,estáenplenamadurezintelectual.HaescritoyaElpozoyelpéndulo,LacaídadelaCasaUsher,WilliamWilsonyLigeia.TambiénLoscrímenesde la rueMorgueyElhombrede lamultitud.Un añomás tarde terminaráElcuervo,elmásfamosodesuspoemas.

¿De qué aportes personales se habrá alimentado inevitablemente ese nuevo cuento,quéelementosexterioresse leañadirán?¿Cuáleselprocesodeeseciclónsilencioso,elacto literario cuyo centro está en la plumaquePoeposa en estemomento en el papel?Éraseunavezunhombrequeamabaasugato,hastaeldíaenqueempezóaodiarloylearrancó un ojo… Lo monstruoso está inmediatamente ahí, presente, inequívoco. Delconjuntodeelementosquecomponensuobra—cuentosypoesía—lanocióndeanormalsedesprendeconviolencia.Avecesesunidealangélico,unavisiónasexuadademujeresluminosasybenéficas,perootrasesasmismasmujeresincitanaenterraraunservivienteoaprofanarunatumba,yelhaloangélicoseconvierteenhalodemisterio,deenfermedadfatal, de revelación indecible. Otras veces es un destino de caníbales en un barco a laderiva,ungloboqueatraviesaelAtlánticoencincodíasollegaalalunaalcabodeunasaventuras pasmosas. Pero nada, diurno o nocturno, feliz o desdichado, es normal en elsentidocorrientedelapalabra:elsentidoenqueentendemoslasanomalíascorrientesquenosrodeanynosdominanhastaelpuntodequeyacasinolasconsideramoscomotales.LoanormalenPoeessiemprealgofueradelocomún.Elhombrequesedisponeaescribiresorgulloso,perosuorgullonacedeunadebilidadesencialqueseharefugiado,comoelmolusco ermitaño, en un caparazónde violencia luciferina, de arrebato incontenible.ElermitañoPoenoabandonasucaparazóndeorgullosalvofrentea laspersonasa lasquequiere,alospocosseresbienamados.Sóloellos—Mrs.Clemm,Virginia,algunasmujeresmás, siempremujeres—conoceránsus lágrimas, sunecesidadde refugiarseenellas,dequelocuiden,dequelomimen.

Ante el mundo y ante los hombres, Edgar Poe se alza, altivo, impone todo lo quepuedesusuperioridad intelectual, sucausticidad, su técnicadeataqueyde respuesta.Ycomosuorgulloeselorgullodeldébilyéllosabe,loshéroesdesuscuentosnocturnosseránobiencomoesél,obiencomoquisiera ser; seránorgullosospordebilidadcomoRoderich Usher, como el pobre diablo de El corazón delator, o bien serán orgullososporquesesientenfuertes,comoMetzengersteinoWilliamWilson.

Ese gran orgulloso es sin duda un débil, ¿pero quién ha calculado todo lo que ladebilidaddebealaliteratura?Poeresuelveesadebilidadenunorgulloqueloobligaadarlomejordesímismoenpáginassinrelaciónconelmundoexterior,escritasenlasoledad,divorciadas de una realidad tempranamente postulada comoprecaria, insuficiente, falsa.Porlodemás,eseorgulloasumeelsemblantetancaracterísticodelegotismo.Poeesunodelosegotistasmásdecididosdelaliteratura.Sienelfondoignorasiempreeldiálogo,lapresenciadeltúqueeselverdaderonacimientodelmundo,esporquenocondescendíaahablar más que a sí mismo. Por eso no le importaba que los seres que amaba no locomprendieran.Laternuradeellos,suscuidadoslebastaban.Encuantoasuspadresenel

mundoliterario,unRussellounHawthorne, le irritabaquenoaceptaranporceguerasusuperioridadintelectual.Suposicióndecríticoenlasrevistaslepermiteserun«pequeñodios»,árbitromenordeunmundoartísticotambiénmenor.Magroconsuelo,peroqueloapacigua.Alfinalelegotismodesembocaráenlalocura.LedirátranquilamentealeditordeEurekaquesulibroestanimportantequelaprimeratiradatienequeserdecincuentamil ejemplares pues provocará en el mundo una revolución de incalculablesconsecuencias. A la luz de todo lo que precede, ciertos párrafos de su Marginaliaadquierenuntonopatéticamentepersonal:«Mediviertoavecesimaginandocuálseríaeldestinodeunindividuodueño(omásbienvíctima)deunainteligenciasuperioraladelosde su raza. Naturalmente, tendría conciencia de su superioridad y no podría (si en lodemás era de constitución normal) dejar de manifestar esa conciencia. Se ganaría asíenemigos en todas partes. Y como sus opiniones y sus especulaciones diferiríanenormementedelasdetodalahumanidad,esinnecesariodecirquelotomaríanporloco.¡Qué horrible sería semejante condición! El infiernomismo es incapaz de inventar unatorturapeorqueladeseracusadodedebilidadanormalporseranormalmentefuerte…».

Laconsecuencia inevitablede todoorgulloyde todoegotismoes la incapacidaddecomprenderlohumano,detenerencuentaloscaracteres,demedirladimensióndelotro.Por eso Poe no conseguirá nunca crear un solo personaje dotado de vida interior. Lanovela llamada psicológica lo hubiera desconcertado. ¿Cómo imaginarlo por ejemploleyendoaStendhalquepublicabaenesaépocaLacartujadeParma?Sehaseñaladoenvarias oportunidades que sus héroes son maniquíes, seres movidos por una fatalidadexterior,comoArthurGordonPym,ointerior,comoelcriminaldeElgatonegro.Enelprimercasocedenalosvientos,alasmareas,alosazaresdelanaturaleza;enelotroseabandonan a la neurosis, a lamanía, a lo anormal o al vicio, sin lamenor sutileza, elmenormatiz, lamenor graduación.CuandoPoe nos presenta a unPym, unEgneus, unMontresor,yaestánentregadosasupropia«perversidad»(palabraquePoeexplicaráenEldemonio de la perversidad); si se trata de un Dupin, un Hans Pfaall, un Legrand, nisiquiera son seres humanos sino máquinas pensantes y actuantes, autómatas (como elMaelzelquePoeanalizódemaneratanpenetrante)enelinteriordeloscualesseintroduceél mismo para tirar de los hilos del razonamiento, a semejanza del jugador de ajedrezencerradoenelautómataquepasmóatodoslospúblicosdesutiempo.Enesesentidoeslógicoconsiderarelmundooníricocomounade las fuentesde loscuentosdePoe.Laspesadillascomponenserescomolosdesuscuentos:bastaverlosparasentirelhorror,unhorrorquenoseexplica,quenacedesusolapresencia,delafatalidadaquelaacciónloscondena o que guiará esa acción. Y el pasaje que vincula directamente el mundo delinconsciente con el escenario de los relatos de Poe sólo sirve para trasladar a lospersonajesy losacontecimientosdelplanodelsueñoalplanoverbal:Poenose tomaeltrabajo demirar a fondo esos personajes, de explorarlos, de descubrir sus resortes o deintentar una explicación de sus conductas. ¿Para qué?Por un lado sonPoemismo, suscriaturasmás profundas y por ello cree conocerlos como cree conocerse, y además sonpersonajes,esdecir, losotros,seresquelesonextranjerosyqueencuentra,enelfondo,insignificantes.

Si consideramos otro ámbito de su imaginación, el de los cuentos satíricos yhumorísticos,vemosenseguidaquelasituacióneslamisma.LasátiraenPoeessiempredesprecioybastaleerCómoescribirunartículoalamaneradelBlackwood(sinolvidarlasegundaparte),El timo, considerado comounade las ciencias exactas oElhombredenegociosoLosanteojosparaentenderelfríodesdénquelollevaacrearunosseresastutosqueengañanalamasadesdeñable,otítereslamentablesquevandecaídaencaídaenunaseriedeincontablestorpezas.Elhumor,porsulado,prácticamentenoexisteyesprobablequebuenapartedelaantipatíaquesientenporPoeloslectoresinglesesynorteamericanosprovenga de su incapacidad para emplear un recurso que esos lectores consideranprecisamenteinseparabledetodabuenaliteratura.CuandoPoehaceunsacrificioaloquecreequeeselhumor,escribeElalientoperdido,Bon-bon,ElángeldelosingularyElreyPeste,esdecir,derivaenseguidahacialomacabro,queessuterritorio,ohacialogrotescoqueconsideradesdeñosamentecomoelterritoriodelosotros.

Elorgulloyelegotismodeesedébillollevanadominarconsussolasarmas,lasdelainteligencia. En su época existía un medio fácil, más fácil que desarrollar a fondo lasposibilidadesdelgenio—elgenio,queesunacuestióndeperspectivayPoemismonopodíaestarsegurodeserlo—.Yesemedioeselsaber, laerudición,lamanifestaciónencadapáginadecríticaodeficción,deunaculturaextremadamentevasta,personal,teñidade misterio y de iniciación al esoterismo. Poe organiza tempranamente un sistema denotas,defichasenlasqueanotafrases,puntosdevistaheterodoxosopintorescosquesacadesus lecturas tandiversascomodesordenadas.Deniñoy luegoadolescentedevora lasrevistasliterariasinglesas,aprendeunpocodefrancés,delatínydegriego,deitalianoydeespañol, lenguasque juntoconelhebreoyelalemánpretendíaposeer.La lecturadeMarginalia muestra la verdadera extensión de esa cultura, sus pantanos inmensos, susasombrosospromontorios.Poees,parasuépoca,unnorteamericanodeculturafueradelocomún,peroinferioralaqueélcreetener.Citadememoria,sinvacilar,fraseserróneas,modifica el sentido de los textos, se repite. El lector encuentra sus citas predilectasaplicadas a temas diferentes en varios pasajes. Inventa autores, obras, opiniones comomejor le convienen. Le encanta emplear palabras francesas (las citas en latín sonfrecuentesensuépoca)ylaemprendeinclusoconelhebreoyelalemán[1].Cadamuestradeculturaloafirmaensufacilidadnaturalparatodoloqueleconcierne,ynocabedudaalgunadequehaleídocantidaddeobrasdematemáticas,defísica,deastronomía.Peroloconfundetodoobienreduceelconjuntoavagasreferencias,prefiriendocitarautoresdesegundoorden,mássugestivosymenoscomprometedores.Tieneeldonderecordarenelmomentooportunolafrasequeleayudaráaproducirunefecto,areforzarunaatmósfera.YenuncuentocomoLaincomparableaventuradeuntalHansPfaall,alinearátodossusrecuerdos de una buena cantidad de manuales de su tiempo y construirá un relatocientíficodelqueeselprimeroenburlarse,peroqueseráorigen—juntoconotroscuentossuyos—delaobradeJulesVerneydebuenapartedeladeWells.

Estehombre,queselasdadeeruditoantelosojosdelmundo,esteinventoraltanerodemáquinasliterariasypoéticasdestinadasaproducirexactamenteelefectoqueafirmará

haberse propuesto (engañar, aterrar, encantar, deslumbrar), este neuróticofundamentalmenteinadaptadoalmundoquelerodeayalasleyesgeneralesdelarealidadcorriente, escribirá cuentos, poemasy ensayosqueni la erudición, ni el egotismo,ni laneurosis,nilaconfianzaensímismoexplican.Todointentopuramentecaracterológicodeexplicar laobradePoe confundirá, como siempre, los finesy losmedios, tomandoporimpulsosmotoresloquesonresonanciasyconvergencias.DejemosquelospsicoanalistasestudienelcasoPoeysaquenunasconclusionesqueconfirmaneiluminanlosdatostantransparentesdesubiografía.Loque importaaquíes insistirenelhechodequehayunPoecreadorqueprecedeasuneurosisdeclarada,unPoeadolescentequesequierepoeta,que se elige poeta, para emplear un vocabulario hoy familiar, un Poe que escribe susprimeros versos entre los nuevey los doce años y que, en plena adolescencia, romperálanzascontraunhorizontedoradodemediocridadparaseguiruncaminoquesabesolitarioy que no puede ser sino triste ymiserable.Y esa fuerza que estalla en él antes de queestallenlastaras,esafuerzadelaquebebeantesdebebersuprimervasoderon,eslibre,estanlibrecomopuedeserlounadecisiónhumanacuandonacedeuncarácter—aunquesea un carácter que todavía no está plenamente construido—. Hemos escuchadodemasiado hablar de Poe esclavo de sus pasiones (o de su falta de pasiones) para noseñalarhoy,casialegremente,lapresenciainequívocadelalibertaddelpoetaeneseactoinicial que lo opone a su tutor, al mundo convencional y a las medidas de los seresracionales. Solamente más tarde lo anormal se deslizará por la puerta abierta. Con lamisma libertad y una técnica literaria idéntica, Hawthorne escribirá relatos de hombrenormalyPoerelatosdehombreanormal.DejemospuesdeatribuirlaobradePoeasustaras,deverlacomounasublimaciónounasatisfaccióndesusanomalías.LoquehaydeanormalenelcarácterdePoeseañadedesdeafueraasusobras,e inclusoeseelementotermina por convertirse en el centro de muchos relatos y poemas. Además habría queponersedeacuerdosobrelapalabracentro,yelhechodequeunhombrelearranqueunojoasugato(queeselprincipiomismodeuncuentodePoe)nosignificaqueelsadismobaste para producir el cuento. La mayoría de los actos sádicos los conocemos por lainformación que nos dan los cronistas policiales. Parafraseando a Gide, «los malossentimientosnobastanparahacerbuenaliteratura».

JulioCortázar,1972

P

WilliamWilson

«¿Quédecirdeella?

¿QuédecirdelatorvaCONCIENCIAdeese

espectroenmicamino?».

CHAMBERLAYNE,Pharronida

ermitidmeque,porelmomento,mellameamímismoWilliamWilson.Establancapágina no debe ser manchada conmi verdadero nombre. Demasiado ha sido yaobjetodelescarnio,delhorror,delodiodemiestirpe.Losvientos,indignados,¿no

han esparcido en las regiones más lejanas del globo su incomparable infamia? ¡Ohproscrito,ohtú,elmásabandonadodelosproscritos!¿Noestásmuertoparalatierra?¿Noestásmuertoparasushonras,susflores,susdoradasambiciones?Entretusesperanzasyelcielo,¿noaparecesuspendidaparasiempreunadensa,lúgubre,ilimitadanube?

Noquisiera,aunquemefueseposible,registrarhoylacrónicadeestosúltimosañosdeinexpresable desdicha e imperdonable crimen. Esa época —estos años recientes— hallegadobruscamenteal colmode ladepravación,peroahora sólome interesa señalar elorigendeestaúltima.Porloregular,loshombresvancayendogradualmenteenlabajeza.Enmicaso, lavirtudsedesprendióbruscamentedemícomosifueraunmanto.Deunaperversidad relativamente trivial,paséconpasosdegiganteaenormidadesmásgrandesque las de unHeliogábalo. Permitidme que os relate la ocasión, el acontecimiento quehizo posible esto. Lamuerte se acerca, y la sombra que la precede proyecta un influjocalmantesobremiespíritu.Mientrasatraviesoeloscurovalle,anhelo lasimpatía—casiiba a escribir la piedad— de mis semejantes. Me gustaría que creyeran que, en ciertamedida,fuiesclavodecircunstanciasqueexcedíaneldominiohumano.Megustaríaquebuscaranafavormío,enlosdetallesquevoyadar,unpequeñooasisdefatalidadenesedesiertodelerror.Megustaríaquereconocieran—comonohandedejardehacerlo—quesialgunavezexistierontentacionesparecidas,jamásunhombrefuetentadoasí,yjamáscayóasí.¿Seráporesoquenuncahasufridoenestaforma?Verdaderamente,¿nohabrévividoenunsueño?¿Nomuerovíctimadelhorroryelmisteriodelamásextrañadelasvisionessublunares?

Desciendo de una raza cuyo temperamento imaginativo y fácilmente excitable ladestacó en todo tiempo; desde la más tierna infancia di pruebas de haber heredado

plenamenteelcarácterde la familia.Amedidaqueavanzabaenaños,esamodalidadsedesarrollóaúnmás,llegandoaserpormuchasrazonescausadegraveansiedadparamisamigos y de perjuicios para mí. Crecí gobernándome por mi cuenta, entregado a loscaprichos más extravagantes y víctima de las pasiones más incontrolables. Débiles,asaltados por defectos constitucionales análogos a los míos, poco pudieron hacer mispadres para contener las malas tendencias que me distinguían. Algunos menguadosesfuerzos de su parte, mal dirigidos, terminaron en rotundos fracasos y, naturalmente,fuerontriunfosparamí.Desdeentoncesmivozfueleyennuestracasa;aunaedadenlaque pocos niños han abandonado los andadores, quedé dueño de mi voluntad y meconvertídehechoenelamodetodasmisacciones.

Misprimerosrecuerdosdelavidaescolarseremontanaunavastacasaisabelinallenade recovecos, en un neblinoso pueblo de Inglaterra, donde se alzaban innumerablesárbolesgigantescosynudosos,ydondetodaslascasaseranantiquísimas.Aquelvenerablepuebloeracomounlugardeensueño,propioparalapazdelespíritu.Ahoramismo,enmifantasía,sientolarefrescanteatmósferadesusavenidasensombra,aspirolafraganciadesusmilarbustos,ymeestremezconuevamente,conindefinibledelicia,aloírlaprofundayhuecavozdelacampanadelaiglesiaquebrandohoratrashoraconsuhoscoyrepentinotañidoelsilenciodelafuscaatmósfera,enlaqueelcaladocampanariogóticosesumíayreposaba.

Demorarmeen losmenudos recuerdosde laescuelaysusepisodiosmeproporcionaquizáelmayorplacerquemeesdadoalcanzarenestosdías.Anegadocomoestoyporladesgracia—¡ay, demasiado real!—, semeperdonaráquebusque alivio, aunque sea tanleve como efímero, en la complacencia de unos pocos detalles divagantes. Triviales yhastaridículos,esosdetallesasumenenmiimaginaciónunarelativaimportancia,puessevinculanaunperíodoyaunlugaren loscualesreconozcolapresenciade losprimerosambiguos avisos del destino que más tarde habría de envolverme en sus sombras.Dejadme,entonces,recordar.

Como he dicho, la casa era antigua y de trazado irregular. Alzábase en un vastoterreno, y un elevado y sólidomuro de ladrillos, coronado por una capa demortero yvidrios rotos, circundaba la propiedad. Esta muralla, semejante a la de una prisión,constituíaellímitedenuestrodominio;másalládeélnuestrasmiradassólopasabantresveces por semana: la primera, los sábados por la tarde, cuando se nos permitía realizarbreves paseos en grupo, acompañados por dos preceptores, a través de los camposvecinos; y las otras dos los domingos, cuando concurríamos en la misma forma a losoficiosmatinalesyvespertinosdelaúnicaiglesiadelpueblo.Eldirectordelaescuelaeratambién el pastor. ¡Con qué asombro y perplejidad lo contemplaba yo desde nuestrosalejados bancos, cuando ascendía al pulpito con lento y solemne paso! Este hombrereverente, de rostro sereno y benigno, de vestiduras satinadas que ondulabanclericalmente,depelucacuidadosamenteempolvada,tanrígidayenorme…¿podíaserelmismoque,pocoantes,agrioelrostro,manchadasderapélasropas,administrabaférulaen mano las draconianas leyes de la escuela? ¡Oh inmensa paradoja, demasiado

monstruosaparatenersolución!

En un ángulo de la espesa pared rechinaba una puerta aún más espesa. Estabaremachada y asegurada con pasadores de hierro, y coronada de picas de hierro. ¡Quésensaciones de profundo temor inspiraba! Jamás se abría, salvo para las tres salidas yretornosmencionados;poreso,encadacrujidodesusfortísimosgoznes,encontrábamoslaplenituddelmisterio…unmundodecosasparahacersolemnesobservaciones,oparameditarprofundamente.

El dilatadomuro tenía una forma irregular, conmuchos espaciosos recesos. Tres ocuatro de los más grandes constituían el campo de juegos. Su piso estaba nivelado ycubiertodefinagrava.Meacuerdodequenoteníaárboles,nibancos,ninadaparecido.Quedaba, claro está, en la parte posterior de la casa. En el frente había un pequeñocantero,dondecrecíanelbojyotrosarbustos;peroatravésdeestasagradadivisiónsólopasábamosenrarasocasiones,talescomoeldíadelingresoalaescuelaoeldelapartida,oquizácuandonuestrospadresounamigoveníanabuscarnosypartíamosalegrementeacasaparapasarlasvacacionesdeNavidadodeverano.

¡Aquella casa! ¡Qué extraño era aquel viejo edificio! ¡Y para mí, qué palacio deencantamiento! Sus vueltas y revueltas no tenían fin, ni tampoco sus incomprensiblessubdivisiones.Enunmomentodadoeradifícilsaberconcertezaencuáldelosdospisosse estaba. Entre un cuarto y otro había siempre tres o cuatro escalones que subían obajaban.Lasalaslaterales,además,eraninnumerables—inconcebibles—,yvolvíansobresímismasde talmaneraquenuestras ideasmásprecisasconrespectoaaquellacasanodiferían mucho de las que abrigábamos sobre el infinito. Durante mis cinco años deresidencia jamáspude establecer conprecisión enqué remoto lugar hallábanse situadoslos pequeños dormitorios que correspondían a los dieciocho o veinte colegiales queseguíamosloscursos.

Elaulaeralahabitaciónmásgrandedelacasay—nopuedodejardepensarlo—delmundoentero.Eramuylarga,angostaylúgubrementebaja,conventanasdearcogóticoytecho de roble. En un ángulo remoto, que nos inspiraba espanto, había una divisióncuadradadeunosochoodiezpies,dondesehallabaelsanctumdestinadoalasoracionesde nuestro director, el reverendo doctor Bransby. Era una sólida estructura, de macizapuerta; antes de abrirla en ausencia del «dómine» hubiéramos preferido perecervoluntariamenteporlapeineforteetdure.Enotrosánguloshabíadosrecintossimilaresmuchomenosreverenciadosporcierto,peroquenodejabandeinspirarnostemor.Unodeellosconteníalacátedradelpreceptor«clásico»,yelotrolacorrespondientea«inglésymatemáticas». Dispersos en el salón, cruzándose y recruzándose en interminableirregularidad,veíanseinnumerablesbancosypupitres,negrosyviejos,carcomidosporeltiempo,cubiertosdelibroshartohojeados,ytanllenosdecicatricesdeiniciales,nombrescompletos, figuras grotescas y otros múltiples esfuerzos del cortaplumas, que habíanllegadoaperderlopocoquepodíaquedarlesdesuformaoriginalenlejanosdías.Ungranbaldedeaguaaparecíaenunextremodelsalón,yenelotrohabíaunrelojdeformidablesdimensiones.

Encerrado por las macizas paredes de tan venerable academia, pasé sin tedio nidisgustolosañosdeltercerlustrodemivida.Elfecundocerebrodeunniñononecesitadelossucesosdelmundoexteriorparaocuparloodivertirlo;ylamonotoníaaparentementelúgubrede laescuelaestaba llenadeexcitacionesmás intensasque lasquemi juventudextrajodelalujuria,omivirilidaddelcrimen.Sinembargodebocreerqueelcomienzodemidesarrollomentalsalióyadelocomúnytuvoinclusomuchodeexagerado.Engeneral,loshombresdeedadmaduranoguardanunrecuerdodefinidodelosacontecimientosdelainfancia. Todo es como una sombra gris, una remembranza débil e irregular, unaevocaciónindistintadepequeñosplaceresyfantasmagóricosdolores.Peroenmicasonoocurreasí.En la infanciadebodehabersentidocon todas lasenergíasdeunhombre loqueahorahalloestampadoenmimemoriaconimágenestanvívidas,tanprofundasytanduraderascomolosexergosdelasmedallascartaginesas.

Ysinembargo,desdeunpuntodevistamundano,¡quépocohabíaallípararecordar!Despertarsepor lamañana,volvera lacamapor lanoche; losestudios, lasrecitaciones,las vacaciones periódicas, los paseos; el campo de juegos, con sus querellas, suspasatiempos,susintrigas…Todoeso,porobradeunhechizomentaltotalmenteolvidadomás tarde, llegaba a contener unmundo de sensaciones, de apasionantes incidentes, ununiversodevariadaemoción,llenodelasmásapasionadaseincitantesexcitaciones.Oh,lebontemps,quecesiècledefer!

El ardor, el entusiasmo y lo imperioso demi naturaleza no tardaron en destacarmeentremiscondiscípulos,yporunasuaveperonaturalgradaciónfuiganandoascendenciasobre todos los que nome superaban demasiado en edad; sobre todos…, con una solaexcepción.Setratabadeunalumnoque,sinserparientemío,teníamimismonombreyapellido;circunstanciapoconotable,yaque,apesardemiascendencianoble,miapellidoera uno de esos que, desde tiempos inmemoriales, parecen ser propiedad común de lamultitud.En este relatomehe designado amímismo comoWilliamWilson—nombreficticio,peronomuydistintodelverdadero—.Sólomi tocayo, entre losque formaban,segúnlafraseologíaescolar,«nuestrogrupo»,osabacompetirconmigoenlosestudios,enlos deportes y querellas del recreo, rehusando creer ciegamente mis afirmaciones ysometerseamivoluntad;enunapalabra,pretendíaoponerseamiarbitrariodominioentodoslossentidos.Ysiexisteenlatierraunsupremoeilimitadodespotismo,éseeselqueejerceunmuchachoextraordinariosobrelosespíritusdesuscompañerosmenosdotados.

La rebelióndeWilsonconstituíaparamíuna fuentedecontinuoembarazo;máximecuando,apesardelasbravatasquelanzabaenpúblicoacercadeélydesuspretensiones,sentíaqueenelfondoleteníamiedo,ynopodíadejardepensarenla igualdadquetanfácilmentemanteníaconrespectoamí,yqueerapruebadesuverdaderasuperioridad,yaquenosersuperadomecostabaunaluchaperpetua.Empero,estasuperioridad—inclusoesta igualdad—sóloyo la reconocía;nuestroscamaradas,poruna inexplicableceguera,noparecíansospecharlasiquiera.Laverdadesquesucompetencia,suoposicióny,sobretodo,suimpertinenteyobstinadainterferenciaenmispropósitoserantanhirientescomopoco visibles. Wilson parecía tan exento de la ambición que espolea como de la

apasionada energía queme permitía brillar. Se hubiera dicho que en su rivalidad habíasóloelcaprichosodeseodecontradecirme,asombrarmeymortificarme;aunqueavecesyonodejabadeobservar—conunamezcladeasombro,humillacióny resentimiento—quemirivalmezclabaensusofensas,susinsultososusoposicionesciertainapropiadaeintempestiva afectuosidad. Sólo alcanzaba a explicarme semejante conducta como elproductodeunaconsumadasuficiencia,queadoptabaeltonovulgardelpatronazgoylaprotección.

Quizá fuera este último rasgo en la conducta de Wilson, conjuntamente con laidentidaddenuestrosnombresylameracoincidenciadehaberingresadoenlaescuelaelmismodía, loquedioorigena laconviccióndequeéramoshermanos, cosaquecreíantodoslosalumnosdelasclasessuperiores.Estosúltimosnosueleninformarseendetallede las cuestiones concernientes a los alumnosmenores. Ya he dicho, o debí decir, queWilsonnoestabaemparentadonienelgradomásremotoconmifamilia.Perolaverdadesque,dehabersidohermanos,hubiésemossidogemelos,yaquedespuésdesalirdelaacademia del doctorBransby supe por casualidad quemi tocayo había nacido el 19 deenerode1813,ylacoincidenciaesbiennotable,puessetrataprecisamentedeldíademinacimiento.

Podrá parecer extraño que, a pesar de la continua inquietud que me ocasionaba larivalidad deWilson, y su intolerable espíritu de contradicción, me resultara imposibleodiarlo.Esciertoquecasidiariamente teníamosunaquerella,al finde lacual,mientrasmecedíapúblicamentelapalmadelavictoria,Wilsonselasarreglabadealgunamanerapara darme a entender que era él quien la había merecido; pero, no obstante eso, miorgulloyunagrandignidaddesupartenosmanteníaenloquesedaenllamar«buenasrelaciones», a la vez que diversas coincidencias en nuestros caracteres actuaban paradespertar en mí un sentimiento que quizá sólo nuestra posición impedía convertir enamistad.Meesmuydifícildefinir,einclusodescribir,misverdaderossentimientoshaciaWilson.Constituíanunamezclaheterogéneayabigarrada:algodepetulanteanimosidadquenollegabaalodio,algodeestima,aúnmásderespeto,muchomiedoyunmundodeinquieta curiosidad. Casi resulta superfluo agregar, para el moralista, queWilson y yoéramoscompañerosinseparables.

Nohaydudaqueloanómalodeestarelaciónencaminabatodosmisataques(queeranmuchos, francos o encubiertos) por las vías de la burla o de la broma pesada —quelastimanbajolaaparienciadeunadiversión—envezdeconvertirlosenfrancayabiertahostilidad.Peromisesfuerzosenese sentidono siempre resultaban fructuosos,pormáshábilmentequemaquinaramisplanes,yaquemitocayoteníaensucaráctermuchodeesamodestaytranquilaausteridadque,mientrasgozadeloafiladodesuspropiasbromas,noofreceningún talóndeAquilesy rechaza toda tentativadequealguien ríaacostasuya.Sólo pude encontrarle un punto vulnerable que, proveniente de una peculiaridad de supersona y originado acaso en una enfermedad constitucional, hubiera sido relegado porcualquier otro antagonista menos exasperado que yo. Mi rival tenía un defecto en losórganosvocalesqueleimpedíaalzarlavozmásalládeunsusurroapenasperceptible.Y

yonodejabadeaprovecharlasmíserasventajasqueaqueldefectomeacordaba.

LasrepresaliasdeWilsoneranmuyvariadas,perounadelasformasdesumaliciameperturbabamásalládelonatural.Jamáspodrésabercómosusagacidadllegóadescubrirqueunacosataninsignificantemeofendía;elhechoesque,unavezdescubierta,nodejode insistir en ella. Siempre había yo experimentado aversión hacia mi poco eleganteapellidoyminombretancomún,queeracasiplebeyo.Aquellosnombreseranvenenoenmi oído, y cuando, el día de mi llegada, un segundo William Wilson ingresó en laacademia,lodetestéporllevaresenombre,ymesentídoblementedisgustadoporelhechodeostentarloundesconocidoqueseríacausadeunaconstanterepetición,queestaríatodoeltiempoenmipresenciaycuyasactividadesenlavidaordinariadelaescuelaseríanconfrecuenciaconfundidasconlasmías,porculpadeaquellaodiosacoincidencia.

Este sentimientodeultrajeasíengendradose fueacentuandoconcadacircunstanciaquerevelabaunasemejanza,moralofísica,entremirivalyyo.Enaqueltiemponohabíadescubierto el curioso hecho de que éramos de la misma edad, pero comprobé queteníamos lamisma estatura, y que incluso nos parecíamosmucho en las facciones y elaspectofísico.Tambiénmeamargabaquelosalumnosdeloscursossuperioresestuvieranconvencidos de que existía un parentesco entre ambos. En una palabra, nada podíaperturbarme más (aunque lo disimulaba cuidadosamente) que cualquier alusión a unasemejanzaintelectual,personalofamiliarentreWilsonyyo.Porcierto,nadamepermitíasuponer(salvoenloreferenteaunparentesco)queestassimilaridadesfuerancomentadaso tan sólo observadas por nuestros condiscípulos. Que él las observaba en todos susaspectos, y con tanta claridad como yo, me resultaba evidente; pero sólo a suextraordinariapenetración cabía atribuir el descubrimientodeque esas circunstancias lebrindaranuncampotanvastodeataque.

Suréplica,queconsistíaenperfeccionarunaimitacióndemipersona,secumplíatantoenpalabrascomoenacciones,yWilsondesempeñabaadmirablemente supapel.Copiarmimododevestirno leeradifícil;misactitudesymimododemovermepasaronasersuyossinesfuerzo,yapesardesudefectoconstitucional,nisiquieramivozescapóasuimitación.Nuncatrataba,claroestá,deimitarmisacentosmásfuertes,perolatonalidadgeneral de mi voz se repetía exactamente en la suya, y su extraño susurro llegó aconvertirseenelecomismodelamía.

Nomeaventuraré a describir hasta quépunto esteminucioso retrato (puesno cabíaconsiderarlounacaricatura)llegóaexasperarme.Mequedabaelconsuelodeserelúnicoquereparabaenesaimitaciónynotenerquesoportarmásquelassonrisasdecomplicidadydemisteriososarcasmodemi tocayo.Satisfechodehaberprovocadoenmíelpenosoefecto que buscaba, parecía divertirse en secreto del aguijón que me había clavado,desdeñando sistemáticamente el aplauso general que sus astutas maniobras hubieranobtenidofácilmente.Durantemuchosmesesconstituyóunenigmaindescifrableparamíelque mis compañeros no advirtieran sus intenciones, comprobaran su cumplimiento yparticiparandesumofa.Quizálagradacióndesucopianolahizotanperceptible;oquizádebíamiseguridadalamaestríadeaquelcopistaque,desdeñandololiteral(queestodolo

que lospobresdeentendimientovenenunapintura)sóloofrecíaelespíritudeloriginalparaqueyopudieracontemplarloyatormentarme.

HealudidomásdeunavezaldesagradableaireprotectorqueasumíaWilsonconmigo,ydesusfrecuentesinterferenciasenloscaminosdemivoluntad.Estainterferenciasolíaadoptarladesagradableformadeunconsejo,antesinsinuadoqueofrecidoabiertamente.Yolorecibíaconunarepugnanciaquelosañosfueronacentuando.Y,sinembargo,enestedía ya tan lejano de aquéllos, séame dado declarar con toda justicia que no recuerdoocasiónalgunaenquelassugestionesdemirivalmeincitaranaloserrorestanfrecuentesenesa edad inexperta e inmadura;por lomenos su sentidomoral, si no su talentoy susensatez,eramuchomásagudoqueelmío;yyohabríallegadoaserunhombremejorymás feliz si hubiera rechazado con menos frecuencia aquellos consejos encerrados ensusurros,yqueenaquelentoncesodiabaydespreciabaamargamente.

Así las cosas, acabé por impacientarme al máximo frente a esa desagradablevigilancia,yloqueconsiderabaintolerablearroganciadesupartemefueofendiendomásymás.Hedichoyaqueenlosprimerosañosdenuestravinculacióndecondiscípulosmissentimientos haciaWilson podrían haber derivado fácilmente a la amistad; pero en losúltimos meses de mi residencia en la academia, si bien la impertinencia de sucomportamientohabíadisminuidomucho,missentimientosse inclinaron,enproporciónanáloga, almás profundo odio. En cierta ocasión creo queWilson lo advirtió, y desdeentoncesmeevitóofingióevitarme.

Enesamismaépoca,sirecuerdobien,tuvimosunviolentoaltercado,duranteelcualWilsonperdió lacalmaenmayormedidaqueotrasveces,actuandoyhablandoconunafranqueza bastante insólita en su carácter. Descubrí en ese momento (o me pareciódescubrir) en su acento, en su aire y en su apariencia general algo que empezó porsorprenderme,parallegarainteresarmeluegoprofundamente,yaquetraíaamirecuerdoborrosasvisionesde laprimera infancia;vehementes, confusosy tumultuosos recuerdosdeuntiempoenelquelamemoriaaúnnohabíanacido.Sólopuedodescribirlasensaciónque me oprimía diciendo que me costó rechazar la certidumbre de que había estadovinculado con aquel ser en una época muy lejana, en un momento de un pasadoinfinitamenteremoto.Lailusión,sinembargo,desvanecioseconlamismarapidezconquehabíasurgido,ysilamencionoesparaprecisareldíaenquehabléporúltimavezenelcolegioconmiextrañotocayo.

La enorme y vieja casa, con sus incontables subdivisiones, tenía varias grandeshabitacionescontiguas,dondedormíalamayorpartedelosestudiantes.Comoeranaturalenunedificiotantorpementeconcebido,habíaademáscantidadderecintosmenoresqueconstituían las sobras de la estructura y que el ingenio económico del doctor Bransbyhabía habilitado como dormitorios, aunque dado su tamaño sólo podían contener a unocupante.Wilsonposeíaunodeesospequeñoscuartos.

Unanoche,haciaelfinaldemiquintoañodeestudiosenlaescuela,einmediatamentedespuésdelaltercadoaquehealudido,melevantécuandotodossehubierondormidoy,

tomando una lámpara, me aventuré por infinitos pasadizos angostos en dirección aldormitoriodemirival.Durantelargotiempohabíaestadoplaneandounadeesasperversasbromaspesadasconlascualesfracasarahastaentonces.Mesentíadispuestoallevarladeinmediatoalapráctica,paraquemirivalpudieradarsebuenacuentadetodamimalicia.Cuando llegué ante su dormitorio, dejé la lámpara en el suelo, cubriéndola con unapantalla, y entré silenciosamente. Luego de avanzar unos pasos, oí su sereno respirar.Segurodequeestabadurmiendo,volvíatomarlalámparaymeaproximéallecho.Estabaéste rodeado de espesas cortinas, que en cumplimiento de mi plan aparté lenta ysilenciosamente,hastaque losbrillantes rayoscayeronsobreeldurmiente,mientrasmisojossefijabanenelmismoinstanteensurostro.Lomiré,ysentíquemicuerposehelaba,que un embotamiento me envolvía. Palpitaba mi corazón, temblábanme las rodillas,mientrasmi espíritu se sentíapresadeunhorror sin sentidopero intolerable. Jadeando,bajélalámparahastaaproximarlaaúnmásaaquellacara.¿Eranésos…ésos,losrasgosdeWilliamWilson?Bienveía que eran los suyos, perome estremecía comovíctimade lacalenturaalimaginarquenoloeran.Pero,entonces,¿quéhabíaenellosparaconfundirmede esa manera? Lo miré, mientras mi cerebro giraba en multitud de incoherentespensamientos.Noeraésesuaspecto…no,asínoeraélenlasactivashorasdevigilia.¡Elmismo nombre! ¡La misma figura! ¡El mismo día de ingreso a la academia! ¡Y suobstinadaeincomprensibleimitacióndemiactitud,demivoz,demiscostumbres,demiaspecto!¿Entrabaverdaderamentedentrodeloslímitesdelaposibilidadhumanaqueestoque ahora veía fuese meramente el resultado de su continua imitación sarcástica?Espantadoytemblandocadavezmás,apaguélalámpara,salíensilenciodeldormitorioyescapésinperderunmomentodelaviejaacademia,alaquenohabríadevolverjamás.

Luego de un lapso de algunos meses que pasé en casa sumido en una totalholgazanería,entréenelcolegiodeEton.Elbreveintervalohabíabastadoparaapagarmirecuerdo de los acontecimientos en la escuela del doctorBransby, o por lomenos paracambiarlanaturalezadelossentimientosqueaquellossucesosmeinspiraban.Laverdadylatragediadeaqueldramanoexistíanya.Ahorameeraposibledudardeltestimoniodemis sentidos; cada vez que recordaba el episodiome asombraba de los extremos a quepuede llegar la credulidadhumana,y sonreía alpensar en la extraordinaria imaginaciónquehereditariamenteposeía.Esteescepticismoestabalejosdedisminuirconelgénerodevida que empecé a llevar en Eton. El vórtice de irreflexiva locura en que inmediata ytemerariamentemesumergíbarriócontodoynodejómásquelaespumademispasadashoras, devorando las impresiones sólidas o serias y dejando en el recuerdo tan sólo lastrivialidadesdemiexistenciaanterior.

No quiero, sin embargo, trazar aquí el derrotero de mi miserable libertinaje, quedesafiabalasleyesyeludíalavigilanciadelcolegio.Tresañosdelocurasesucedieronsinningún beneficio, arraigando en mí los vicios y aumentando, de un modo insólito, midesarrollo corporal. Un día, después de una semana de estúpida disipación, invité aalgunos de los estudiantes más disolutos a una orgía secreta en mis habitaciones. Nosreunimos estando ya la noche avanzada, pues nuestro libertinaje habría de prolongarsehasta lamañana.Corría libremente elvinoyno faltabanotras seducciones todavíamás

peligrosas, al punto que la gris alborada apuntaba ya en el oriente cuando nuestrasdeliberantesextravaganciasllegabanasuápice.Excitadohastalalocuraporlascartasylaembriaguez me disponía a proponer un brindis especialmente blasfematorio, cuando lapuertademiaposentoseentreabrióconviolencia,atiempoqueresonabaansiosamentelavozdeunodeloscriados.Insistíaenqueunapersonamereclamabacontodaurgenciaenelvestíbulo.

Profundamenteexcitadopor elvino, la inesperada interrupciónmealegróenvezdesorprenderme.Salítambaleándomeyenpocospasoslleguéalvestíbulo.Nohabíaluzenaquel estrecho lugar, y sólo la pálida claridad del alba alcanzaba a abrirse paso por laventanasemicircular.Alponerelpieenelumbraldistinguí la figuradeun jovendemiedad,vestidoconunabatadecasimirblanco,cortadaconformealanuevamodaeigualala que llevaba yo puesta. La débil luz me permitió distinguir todo eso, pero no lasfaccionesdelvisitante.Alverme,vinoprecipitadamenteamiencuentroy,tomándomedelbrazoconungestodepetulanteimpaciencia,murmuróenmioídoestaspalabras:

—¡WilliamWilson!

Miembriaguezsedisipóinstantáneamente.

Había algo en los modales del desconocido y en el temblor nervioso de su dedolevantado,suspensoentrelaluzymisojos,quemecolmódeindescriptibleasombro;perono fue esto lo que me conmovió con más violencia, sino la solemne admonición queconteníanaquellassibilantespalabrasdichasenvozbaja,y,porsobretodo,elcarácter,elsonido,eltonodeesaspocas,sencillasyfamiliaressílabasquehabíasusurrado,yquemellegabanconmilturbulentosrecuerdosdedíaspasados,golpeandomialmaconelchoquedeunabateríagalvánica.Antesdequepudierarecobrarelusodemissentidos,elvisitantehabíadesaparecido.

Aunqueesteepisodionodejódeafectarvivamentemidesordenadaimaginación,bienpronto se disipó su efecto. Durante algunas semanasme ocupé en hacer toda clase deaveriguaciones,omeenvolvíenunanubedemorbosasconjeturas.Nointenténegarmeamí mismo la identidad del singular personaje que se inmiscuía de tal manera en misasuntosomeexacerbaba con sus insinuados consejos. ¿Quién era, qué era eseWilson?¿Dedónde venía? ¿Quépropósitos abrigaba?Me fue imposible hallar respuesta a estaspreguntas; sólo alcancé a averiguarqueun súbito accidente acontecido en su familia lohabía llevadoamarcharsede laacademiadeldoctorBransby lamisma tardedeldíaenqueemprendílafuga.Perobastópocotiempoparaquedejaradepensarentodoesto,yaque mi atención estaba completamente absorbida por los proyectos de mi ingreso enOxford. No tardé en trasladarme allá, y la irreflexiva vanidad de mis padres meproporcionóunapensiónanualquemepermitiríaabandonarmeallujoquetantoansiabami corazón y rivalizar en despilfarro con los más altivos herederos de los más ricoscondadosdeGranBretaña.

Estimulado por estas posibilidades de fomentar mis vicios, mi temperamento semanifestóconredobladoardor,ymancillélasmáselementalesreglasdedecenciaconla

loca embriaguez de mis licencias. Sería absurdo detenerme en el detalle de misextravagancias.Bastedecirqueexcedítodosloslímitesyque,dandonombreamultitudde nuevas locuras, agregué un copioso apéndice al largo catálogo de vicios usuales enaquellaUniversidad,lamásdisolutadeEuropa.

Apenaspodrácreerse,sinembargo,quepormásquehubieramancilladomicondiciónde gentilhombre, habría de llegar a familiarizarme con las innobles artes del jugadorprofesional,yque,convertidoenadeptodetandespreciableciencia, lapracticaríacomounmedioparaaumentartodavíamásmisenormesrentasaexpensasdemiscamaradasdecaráctermásdébil.Noobstante,ésaeslaverdad.Lomonstruosodeestatransgresióndetodoslossentimientoscaballerescosyhonorablesresultabalaprincipal,yaquenolaúnicarazón de la impunidad con que podía practicarla. ¿Quién, entre mis más depravadoscamaradas,nohubieradudadodeltestimoniodesussentidosantesdesospecharculpabledesemejantesactosalalegre,alfranco,algenerosoWilliamWilson,elmásnobleyliberalcompañerodeOxford,cuyaslocuras,aldecirdesusparásitos,noeranmásquelocurasdelajuventudylafantasía,cuyoserroressóloerancaprichosinimitables,cuyosviciosmásnegrosnopasabandeligerasyatrevidasextravagancias?

Llevaba ya dos años entregado con todo éxito a estas actividades cuando llegó a laUniversidadunjovennoble,unparvenullamadoGlendinning,aquienlosrumoresdabanpormásricoqueHerodesÁtico,sinquesusriquezaslehubierancostadomásqueaéste.Prontomedicuentadequeeraunsimple,y,naturalmente,loconsiderésujetoadecuadopara ejercer sobre él mis habilidades. Logré hacerlo jugar conmigo varias veces y,procediendo como todos los tahúres, le permití ganar considerables sumas a fin deenvolverlomásefectivamenteenmisredes.Porfin,madurosmisplanes,meencontréconél(decididoaqueestapartidafueradecisiva)enlashabitacionesdeuncamaradallamadoPreston, que nos conocía íntimamente a ambos, aunque no abrigaba la más remotasospechademisintenciones.Paradaratodoestounmejorcolor,mehabíaarregladoparaque fuéramos ocho o diez invitados, y me ingenié cuidadosamente a fin de que lainvitaciónajugarsurgieracomoporcasualidadyquelamismavíctimalapropusiera.Paraabreviartematanvil,noomitíningunadelasbajasfinezaspropiasdeestoslances,queserepiten de tal manera en todas las ocasiones similares que cabe maravillarse de quetodavíaexistanpersonastantontascomoparacaerenlatrampa.

ErayamuyentradalanochecuandoefectuéporfinlamaniobraquemedejófrenteaGlendinningcomoúnicoantagonista.Eljuegoeramifavorito,elécarté. Interesadosporeldesarrollodelapartida,losinvitadoshabíanabandonadolascartasysecongregabananuestro alrededor. El parvenu, a quien había inducido con anterioridad a beberabundantemente, cortaba las cartas, barajaba o jugaba con una nerviosidad que suembriaguez sólo podía explicar en parte. Muy pronto se convirtió en deudor de unaimportante suma, y entonces, luego de beber un gran trago de oporto, hizo lo que yoesperaba fríamente: me propuso doblar las apuestas, que eran ya extravagantementeelevadas. Fingí resistirme, y sólo después que mis reiteradas negativas hubieronprovocado en él algunas réplicas coléricas, que dieron a mi aquiescencia un carácter

destemplado,aceptélapropuesta.Comoesnatural,elresultadodemostróhastaquépuntolapresahabíacaídoenmisredes;enmenosdeunahorasudeudasehabíacuadruplicado.

Desdehacíaunmomento,elrostrodeGlendinningperdíalarubicundezqueelvinolehabíaprestadoymeasombróadvertirquesecubríadeunapalidezcasimortal.Sidigoqueme asombró se debe a que mis averiguaciones anteriores presentaban a mi adversariocomo inmensamente rico, y, aunque las sumas perdidas eran muy grandes, no podíanpreocuparloseriamenteymuchomenosperturbarloenlaformaenqueloestabaviendo.Laprimeraideaquesemeocurriófuequesetratabadelosefectosdelabebida;buscandomantenermireputaciónaojosdelostestigospresentes—ynoporrazonesaltruistas—medisponíaaexigirperentoriamente lasuspensiónde lapartida,cuandoalgunasfrasesqueescuchéamialrededor,asícomounaexclamacióndesesperadaqueprofirióGlendinning,me dieron a entender que acababa de arruinarlo por completo, en circunstancias que lollevaban a merecer la piedad de todos, y que deberían haberlo protegido hasta de lastentativasdeundemonio.

Difícilesdecirahoracuálhubierasidomiconductaenesemomento.La lamentablecondicióndemiadversariocreabaunaatmósferadepenosoembarazo.Hubounprofundosilencio,duranteelcualsentíquemeardíanlasmejillasbajolasmiradasdedesprecioodereprochequemelanzabanlosmenospervertidos.Confiesoinclusoque,alproducirseunasúbita y extraordinaria interrupción, mi pecho se alivió por un breve instante de laintolerable ansiedad que lo oprimía. Las grandes y pesadas puertas de la estancia seabrierondegolpeydeparenpar,conunímpetutanvigorosoyarrolladorquebastóparaapagar todas las bujías. La muriente luz nos permitió, sin embargo, ver entrar a undesconocido,unhombredemitalla,completamenteembozadoenunacapa.Laoscuridadera ahora total, y solamente podíamos sentir que aquel hombre estaba entre nosotros.Antesdequenadiepudiera recobrarsedelprofundoasombroquesemejanteconducta lehabíaproducido,oímoslavozdelintruso.

—Señores—dijo,conunavoztanbajacomoclara,conuninolvidablesusurroquemeestremecióhastalaméduladeloshuesos—.Señores,nomeexcusarépormiconducta,yaquealobrarasínohagomásquecumplirconundeber.Sindudaignoranustedesquiénesla persona que acaba de ganar una gran suma de dinero a Lord Glendinning. He deproponerles, por tanto, una manera tan expeditiva como concluyente de cerciorarse alrespecto:bastaráconqueexaminenelforrodesupuñoizquierdoylospequeñospaquetesqueencontraránenlosbolsillosdesubatabordada.

Mientrashablaba,elsilencioeratanprofundoquesehubieraoídocaerunaagujaenelsuelo. Dichas esas palabras, partió tan bruscamente como había entrado. ¿Puedodescribir… describiré mis sensaciones? ¿Debo decir que sentí todos los horrores delcondenado? Poco tiempo me quedó para reflexionar. Varias manos me sujetaronrudamente,mientrassetraíannuevasluces.Inmediatamentemeregistraron.Enelforrodemimangaencontraron todas las figurasesencialesenelécarté y, en losbolsillosdemibata,variosmazosdebarajasidénticosalosqueempleábamosennuestraspartidas,salvoque lasmíaseran loque técnicamente sedenominaarrondées;valedecirque lascartas

ganadoras tienen las extremidades ligeramente convexas, mientras las cartas de menorvalor son levemente convexas a los lados.En esa forma, el incauto que corta, comoesnormal, a lo largo del mazo, proporcionará invariablemente una carta ganadora a suantagonista, mientras el tahúr, que cortará también tomando el mazo por sus ladosmayores,descubriráunacartainferior.

Todo estallido de indignación ante semejante descubrimiento me hubiera afectadomenosqueelsilenciosodesprecioylasarcásticacomposturaconquefuerecibido.

—Señor Wilson —dijo nuestro anfitrión, inclinándose para levantar del suelo unalujosacapadepreciosaspieles—,estoesdesupertenencia.(Hacíafríoy,alsalirdemishabitaciones,mehabíaechadolacapasobremibata,retirándolaluegoalllegaralasalade juego). Supongo que no vale la pena buscar aquí—agregó,mientras observaba losplieguesdelabrigoconamargasonrisa—otraspruebasdesuhabilidad.Yahemostenidobastantes. Descuento que reconocerá la necesidad de abandonar Oxford, y, de todasmaneras,desalirinmediatamentedemihabitación.

Humillado,envilecidohastaelmáximocomoloestabaenesemomento,esprobablequehubierarespondidoatanamargolenguajeconunarrebatodeviolencia,denohallarsemiatencióncompletamenteconcentradaenunhechoporcompletoextraordinario.Lacapaquemehabíapuestoparaacudiralareunióneradepielessumamenteraras,aunpuntotalquenohablarédesuprecio.Sucorte,además,nacíademi invenciónpersonal,puesencuestiones tan frívolas era de un refinamiento absurdo. Por eso, cuando Preston mealcanzó la que acababa de levantar del suelo cerca de la puerta del aposento, vi conasombro lindanteenel terrorqueyo teníamipropiacapacolgadadelbrazo—donde lahabía dejado inconscientemente—, y que la queme ofrecía era absolutamente igual entodos y cada uno de sus detalles. El extraño personaje que me había desenmascaradoestabaenvueltoenunacapaalentrar,yapartedemíningúnotroinvitadollevabacapaesanoche.Conloquemequedabadepresenciadeánimo,tomélaquemeofrecíaPrestonylapusesobrelamíasinquenadiesedieracuenta.Salíasídelashabitaciones,desafianteelrostro,ya lamañanasiguiente,antesdelalba,empecéunpresurosoviajealcontinente,perdidoenunabismodeespantoydevergüenza.

Huía en vano. Mi aciago destino me persiguió, exultante, mostrándome que sumisteriosodominionohabíahechomásqueempezar.ApenashubellegadoaParís, tuvenuevas pruebas del odioso interés queWilson mostraba en mis asuntos. Corrieron losaños, sin que pudiera hallar alivio. ¡El miserable…! ¡Con qué inoportuna, con quéespectralsolicitudseinterpusoenRomaentremíymisambiciones!TambiénenViena…en Berlín… en Moscú. A decir verdad, ¿dónde no tenía yo amargas razones paramaldecirlodetodocorazón?Huí,alfin,deaquellainescrutabletiranía,aterradocomosisetrataradelapeste;huíhastalosconfinesmismosdelatierra.Yenvano.

Unayotravez,enlamássecretaintimidaddemiespíritu,meformulélaspreguntas:«¿Quién es? ¿De dónde viene? ¿Qué quiere?». Pero las respuestas no llegaban.Minuciosamente estudié las formas, los métodos, los rasgos dominantes de aquella

impertinente vigilancia, pero incluso ahí encontrémuy poco para fundar una conjeturacualquiera.Cabía advertir, sin embargo,queen lasmúltiples instancias enque sehabíacruzadoenmicaminoenlosúltimostiempos,sólolohabíahechoparafrustrarplanesomalograr actos que, de cumplirse, hubieran culminado en una gran maldad. ¡Pobrejustificación, sin embargo, para una autoridad asumida tan imperiosamente! ¡Pobrecompensaciónparalosderechosdeunlibrealbedríotaninsultantementeestorbado!

Mehabíavistoobligadoanotarasimismoque,enese largoperíodo(duranteelcualcontinuó con su capricho de mostrarse vestido exactamente como yo, lográndolo conmilagrosahabilidad),mi atormentador consiguióquenopudieraver jamás su rostro lasmuchasvecesqueseinterpusoenelcaminodemivoluntad.CualquieraquefueseWilson,esto, por lo menos, era el colmo de la afectación y la insensatez. ¿Cómo podía habersupuesto por un instante que en mi amonestador de Eton, en el desenmascarador deOxford, en aquel que malogró mi ambición en Roma, mi venganza en París, miapasionadoamorenNápoles,oloquefalsamentellamabamiavariciaenEgipto,queenél,miarchienemigoygeniomaligno,dejaríayodereconoceralWilliamWilsondemisdíasescolares,altocayo,alcompañero,alrival,alodiadoytemidorivaldelaescueladeldoctorBransby?¡Imposible!Peroapresurémonosallegaralaúltimaescenadeldrama.

Hastaaquelmomentoyomehabíasometidoporcompletoasuimperiosadominación.El sentimientode reverencia conquehabitualmente contemplaba el elevado carácter, elmajestuososaberylaubicuidadyomnipotenciaaparentesdeWilson,sumadoalterrorqueciertos rasgos de su naturaleza y su arrogancia me inspiraban, habían llegado aconvencerme de mi total debilidad y desamparo, sugiriéndome una implícita, aunqueamargamente resistida sumisión a su arbitraria voluntad. Pero en los últimos tiemposacabé entregándome por completo a la bebida, y su terrible influencia sobre mitemperamentohereditariomehizo impacientarmemásymásfrenteaaquellavigilancia.Empecéamurmurar,avacilar,aresistir.¿Yerasólolaimaginaciónlaquemeinducíaacreer que a medida que mi firmeza aumentaba, la de mi atormentador sufría unadisminución proporcional? Sea como fuere, una ardiente esperanza empezó aaguijonearme y fomentó en mis más secretos pensamientos la firme y desesperadaresolucióndenotolerarpormástiempoaquellaesclavitud.

EraenRoma,duranteelcarnavaldel18…,enunbailedemáscarasqueofrecíaensupalazzoelduquenapolitanoDiBroglio.Mehabíadejadoarrastrarmásquedecostumbreporlosexcesosdelabebida,ylasofocanteatmósferadelosatestadossalonesmeirritabasobremanera. Luchaba además por abrirme paso entre los invitados, cada vez másmalhumorado,puesdeseabaansiosamenteencontrar(nodiréporquéindignarazón)alaalegre y bellísima esposa del anciano y caduco Di Broglio. Con una confianza porcompleto desprovista de escrúpulos,me había hecho saber ella cuál sería su disfraz deaquellanochey,alpercibirlaaladistancia,meesforzabaporllegarasulado.Peroenesemomentosentíqueunamanoseposabaligeramenteenmihombro,yotravezescuchéaloídoaquelprofundo,inolvidable,malditosusurro.

Arrebatadoporuninconteniblefrenesíderabia,mevolvíviolentamentehaciaelque

acababa de interrumpirme y lo aferré por el cuello. Tal como lo había imaginado, sudisfrazeraexactamenteigualalmío:capaespañoladeterciopeloazulycinturónrojo,delcualpendíaunaespada.Unamáscaradesedanegraocultabaporcompletosurostro.

—¡Miserable!—grité con voz enronquecida por la rabia, mientras cada sílaba quepronunciaba parecía atizar mi furia—. ¡Miserable impostor! ¡Maldito villano! ¡No meperseguirás…no,nomeperseguiráshasta lamuerte! ¡Sígueme,o teatraviesode ladoaladoaquímismo!

Ymelancéfueradelasaladebaile,endirecciónaunapequeñaantecámaracontigua,arrastrándoloconmigo.

Cuandoestuvimosallí, lo rechacéconviolencia.Trastrabilló,mientrasyocerraba lapuerta con un juramento y le ordenaba ponerse en guardia. Vaciló apenas un instante;luego, con un ligero suspiro, desenvainó la espada sin decir palabra y se aprestó adefenderse.

Elduelofuebreve.Yomehallabaenunfrenesídeexcitaciónysentíaenmibrazolaenergía y la fuerza de toda una multitud. En pocos segundos lo fui llevandoarrolladoramente hasta acorralarlo contra una pared, y allí, teniéndolo a mi merced, lehundívariasveceslaespadaenelpechoconbrutalferocidad.

En aquelmomento alguienmovió el pestillo de la puerta.Me apresuré a evitar unaintrusión,volviendoinmediatamentehaciamimoribundoantagonista.¿Peroquélenguajehumanopuedepintaresa estupefacción,ese horror que se posesionaron demí frente alespectáculoquemeesperaba?El breve instante enquehabía apartadomisojosparecíahaber bastado para producir un cambiomaterial en la disposición de aquel ángulo delaposento.Dondeantesnohabíanada,alzábaseahoraungranespejo(oporlomenosmepareció así enmi confusión).Y cuando avanzabahacia él, en el colmodel espanto,mipropia imagen, pero cubierta de sangre y pálido el rostro, vino a mi encuentrotambaleándose.

Talmehabíaparecido,lorepito,peromeequivocaba.Eramiantagonista,eraWilson,quienseerguíaantemíagonizante.Sumáscaray sucapayacíanenel suelo,donde lashabía arrojado. No había una sola hebra en sus ropas, ni una línea en las definidas y

singularesfaccionesdesurostro,quenofueran lasmías,quenocoincidieranen lamásabsolutaidentidad.

EraWilson. Pero ya no hablaba con un susurro, y hubiera podido creer que era yomismoelquehablabacuandodijo:

—Hasvencido,ymeentrego.Perotambiéntúestásmuertodesdeahora…muertoparaelmundo,parael cieloypara laesperanza. ¡Enmíexistías…yalmatarme,veenestaimagen,queeslatuya,cómotehasasesinadoatimismo!

S

Elpozoyelpéndulo

Impiatortorumlongashicturbafurores

Sanguinainnocui,naosatiata,aluit.

Sospitenuncpatria,fractonuncfunerisantro,

Morsubidirafuitvitasalusquepatent.

Cuartetocompuestoparalaspuertasdeun

mercadoquehadesererigidoenelemplazamiento

delClubdelosJacobinosenParís.

entíanáuseas,náuseasdemuertedespuésdetanlargaagonía;y,cuandoporfinmedesataron y me permitieron sentarme, comprendí que mis sentidos meabandonaban. La sentencia, la atroz sentencia de muerte, fue el último sonido

reconocible que registraron mis oídos. Después, el murmullo de las voces de losinquisidores pareció fundirse en un soñoliento zumbido indeterminado, que trajo a mimente la idea de revolución, tal vez porque imaginativamente lo confundía con elronroneodeunaruedademolino.Estodurómuypoco,puesdeprontocesédeoír.Peroalmismo tiempo pude ver… ¡aunque con qué terrible exageración! Vi los labios de losjuecestogadosdenegro.Meparecieronblancos…másblancosquelahojasobrelacualtrazoestaspalabras,yfinoshastalogrotesco;finosporlaintensidaddesuexpresióndefirmeza,de inmutable resolución,deabsolutodespreciohacia la torturahumana.Viquelosdecretosdeloqueparamíeraeldestinobrotabantodavíadeaquellos labios.Losvitorcersemientraspronunciabanunafraseletal.Losviformarlassílabasdeminombre,ymeestremecí,porqueningúnsonidollegabahastamí.Yenaquellosmomentosdehorrordelirante vi también oscilar imperceptible y suavemente las negras colgaduras queocultabanlosmurosdelaestancia.Entoncesmivisiónrecayóenlassietealtasbujíasdelamesa.Alprincipiomeparecieronsímbolosdecaridad,comoblancosyesbeltosángelesquemesalvarían;peroentonces,bruscamente,unaespantosanáuseainvadiómiespírituysentíquetodasmisfibrasseestremecíancomosihubieratocadoloshilosdeunabateríagalvánica, mientras las formas angélicas se convertían en hueros espectros de cabezasllameantes,ycomprendíqueningunaayudamevendríadeellos.Comounaprofundanotamusicalpenetróenmifantasíalanocióndequelatumbadebíaserellugardelmásdulcedescanso.Elpensamientovinopocoapocoysigiloso,demodoquepasóuntiempoantes

depoderapreciarloplenamente;pero,enelmomentoenquemiespíritullegabaporfinaabrigarlo, las figuras de los jueces se desvanecieron como por arte demagia, las altasbujíassehundieronen lanada,mientrassus llamasdesaparecían,ymeenvolvió lamásnegradelastinieblas.Todasmissensacionesfuerontragadasporeltorbellinodeunacaídaen profundidad, como la del alma en el Hades. Y luego el universo no fue más quesilencio,calmaynoche.

Mehabíadesmayado, peronopuedo afirmarquehubieraperdido completamente laconciencia.Notratarédedefinirloquemequedabadeella,ymenosdescribirla;peronolahabíaperdidoporcompleto.Enelmásprofundosopor,eneldelirio,eneldesmayo…¡hasta la muerte, hasta la misma tumba!, no todo se pierde. O bien, no existe lainmortalidad para el hombre. Cuando surgimos del más profundo de los sopores,rompemoslatelasutildealgúnsueño.Y,sinembargo,unpocomástarde(tanfrágilpuede

habersidoaquella tela)nonosacordamosdehabersoñado.Cuandovolvemosa lavidadespués de un desmayo, pasamos por dosmomentos: primero, el del sentimiento de laexistenciamental o espiritual; segundo, el de la existencia física. Es probable que si alllegar al segundo momento pudiéramos recordar las impresiones del primero, éstascontendríanmultitudderecuerdosdelabismoqueseabremásatrás.Yeseabismo,¿quées?¿Cómo,porlomenos,distinguirsussombrasdelatumba?Perosilasimpresionesdeloquehellamadoelprimermomentonopuedenserrecordadasporunactodelavoluntad,¿no se presentan inesperadamente después de un largo intervalo, mientras nosmaravillamospreguntándonosdedóndeproceden?Aquelquenuncasehadesmayado,nodescubriráextrañospalaciosycaras fantásticamente familiaresen lasbrasasdelcarbón;nocontemplará,flotandoenelaire,lasmelancólicasvisionesquelamayoríanoescapazdever;nomeditarámientrasrespiraelperfumedeunanuevaflor;nosentiráexaltarsesumenteanteelsentidodeunacadenciamusicalquejamáshabíallamadoantessuatención.

Entre frecuentes y reflexivos esfuerzos para recordar, entre acendradas luchas paraapresaralgúnvestigiodeeseestadodeaparenteaniquilaciónenelcualsehabíahundidomi alma, ha habido momentos en que he vislumbrado el triunfo; breves, brevísimosperíodosenquepudeevocarrecuerdosque,alaluzdemilucidezposterior,sólopodíanreferirse a aquel momento de aparente inconsciencia. Esas sombras de recuerdo memuestran, borrosamente, altas siluetas que me alzaron y me llevaron en silencio,descendiendo…descendiendo…siempredescendiendo…hastaqueunhorriblemareomeoprimióalasolaideadelointerminabledeesedescenso.Tambiénevocanelvagohorrorque sentía mi corazón, precisamente a causa de la monstruosa calma que me invadía.Viene luego una sensación de súbita inmovilidad que invade todas las cosas, como siaquellosquemellevaban(¡atrozcortejo!)hubieransuperadoensudescensoloslímitesdeloilimitadoydescansarandelafatigadesutarea.Despuésdeestovienealamentecomoun desabrimiento y humedad, y luego, todo es locura, la locura de un recuerdo que seafanaentrecosasprohibidas.

Súbitamente, elmovimientoy el sonidoganaronotravezmi espíritu: el tumultuosomovimientodemicorazóny,enmisoídos,elsonidodesulatir.Sucedióunapausa,enlaquetodoeraconfuso.Otravezsonido,movimientoytacto—unasensacióndehormigueoen todomi cuerpo—.Y luego lamera conciencia de existir, sin pensamiento; algo quedurólargotiempo.Depronto,bruscamente,elpensamiento,unespantoestremecedoryelesfuerzomásintensoporcomprendermiverdaderasituación.Aestosucedióunprofundodeseoderecaerenlainsensibilidad.Otravezunviolentorevivirdelespírituyunesfuerzopormoverme,hastaconseguirlo.Yentonceselrecuerdovívidodelproceso,losjueces,lascolgadurasnegras,lasentencia,lanáusea,eldesmayo.Ytotalolvidodeloquesiguió,detodo lo que tiempos posteriores, y un obstinado esfuerzo,me han permitido vagamenterecordar.

Hasta esemomentonohabía abierto los ojos.Sentí queyacíade espaldasyquenoestabaatado.Alarguélamano,quecayópesadamentesobrealgohúmedoyduro.Ladejéallí algún tiempo, mientras trataba de imaginarme dónde me hallaba y qué era demí.

Ansiabaabrirlosojos,peronomeatrevía,porquemeespantabaesaprimeramiradaalosobjetos que me rodeaban. No es que temiera contemplar cosas horribles, pero mehorrorizabalaposibilidaddequenohubiesenadaquever.Porfin,llenodeatrozangustiamicorazón,abrídegolpelosojos,ymispeoressuposicionesseconfirmaron.Merodeabalatiniebladeunanocheeterna.Luchéporrespirar;lointensodeaquellaoscuridadparecíaoprimirmeysofocarme.Laatmósferaeradeunaintolerablepesadez.Mequedéinmóvil,esforzándome por razonar. Evoqué el proceso de la Inquisición, buscando deducir miverdadera situación a partir de ese punto.La sentencia había sido pronunciada; tenía laimpresióndequedesdeentonceshabíatranscurridolargotiempo.Peronisiquieraporunmomentomeconsideréverdaderamentemuerto.Semejantesuposición,noobstanteloqueleemosenlosrelatosficticios,esporcompletoincompatibleconlaverdaderaexistencia.Pero,¿dóndeyenquésituaciónmeencontraba?Sabíaque,porloregular,loscondenadosmorían en un auto de fe, y uno de éstos acababa de realizarse la misma noche de miproceso.¿Mehabríandevueltoamicalabozoalaesperadelpróximosacrificio,quenosecumpliríahastavariosmesesmástarde?Alpuntoviqueeraimposible.Enaquelmomentohabíaunademandainmediatadevíctimas.Y,además,micalabozo,comotodaslasceldasdeloscondenadosenToledo, teníapisodepiedrayla luznohabíasidocompletamentesuprimida.

Unahorribleideahizoquelasangreseagolparaatorrentesenmicorazón,yporunbreveinstanterecaíenlainsensibilidad.Cuandomerepuse,temblandoconvulsivamente,melevantéytendídesatinadamentelosbrazosentodasdirecciones.Nosentínada,peronomeatrevíaadarunsolopaso,portemordequemeloimpidieranlasparedesdeunatumba.Brotabaelsudorportodosmisporosyteníalafrenteempapadadegotasheladas.Perolaagoníadelaincertidumbreterminóporvolverseintolerable,ycautelosamentemevolvíadelante,conlosbrazostendidos,desorbitadoslosojoseneldeseodecaptarelmásdébilrayodeluz.Anduveasíunoscuantospasos,perotodoseguíasiendotinieblayvacío.Respiréconmayorlibertad;porlomenosparecíaevidentequemidestinonoeraelmásespantosodetodos.

Peroentonces,mientrasseguíaavanzandocautelosamente, resonaronenmirecuerdolosmilvagos rumoresde las cosashorriblesqueocurríanenToledo.Cosas extrañas secontabansobreloscalabozos;cosasqueyohabíatomadoporinvenciones,peroquenoporeso eranmenos extrañas y demasiado horrorosas para ser repetidas, salvo en voz baja.¿Me dejarían morir de hambre en este subterráneo mundo de tiniebla, o quizá meaguardabaundestinotodavíapeor?Demasiadoconocíayoelcarácterdemisjuecesparadudardequeelresultadoseríalamuerte,yunamuertemuchomásamargaquelahabitual.Todoloquemepreocupabaymeenloquecíaeraelmodoylahoradeesamuerte.

Mis manos extendidas tocaron, por fin, un obstáculo sólido. Era un muro,probablementedepiedra,sumamenteliso,viscosoyfrío.Mepuseaseguirlo,avanzandocontodaladesconfianzaqueantiguosrelatosmehabíaninspirado.Peroestonomedabaoportunidaddeasegurarmedelasdimensionesdelcalabozo,yaquedaríatodalavueltayretornaríaal lugardepartidasinadvertirlo,hasta talpuntoerauniformey lisa lapared.

Busqué, pues, el cuchillo que llevaba conmigo cuando me condujeron a las cámarasinquisitoriales;habíadesaparecido,yenlugardemisropasteníapuestounsayodeburdaestameña.Había pensado hundir la hoja en alguna juntura de lamampostería, a fin deidentificarmipuntodepartida.Pero,detodosmodos,ladificultadcarecíadeimportancia,aunque en el desorden de mi mente me pareció insuperable en el primer momento.Arranquéunpedazodel ruedodel sayoy lopusebienextendidoyenángulo rectoconrespectoalmuro.Luegode tentar toda lavueltademicelda,nodejaríadeencontrareljirónalcompletarelcircuito.Tales loque,por lomenos,pensé,puesnohabíacontadocon el tamaño del calabozo y con mi debilidad. El suelo era húmedo y resbaladizo.Avancé,titubeando,untrecho,peroluegotrastrabilléycaí.Miexcesivafatigameindujoapermanecerpostradoyelsueñonotardóendominarme.

Aldespertaryextenderunbrazohalléjuntoamíunpanyuncántarodeagua.Estabademasiadoexhaustopara reflexionaracercadeesto,perocomíybebíávidamente.Pocodespuésreanudémivueltaalcalabozoyconmuchotrabajollegué,porfin,alpedazodeestameña.Hastaelmomentodecaeral suelohabíacontadocincuentaydospasos,yalreanudarmivueltaotroscuarentayocho,hastallegaraltrozodegénero.Había,pues,untotaldecienpasos.Contandounayardaporcadadospasos,calculéqueelcalabozoteníaun circuito de cincuenta yardas. No obstante, había encontrado numerosos ángulos depared, demodoquenopodíahacermeuna idea clarade la formade la cripta, a la quellamoasípuesnopodíaimpedirmepensarqueloera.

Poca finalidad y menos esperanza tenían estas investigaciones, pero una vagacuriosidadmeimpelíaacontinuarlas.Apartándomedelapared,resolvícruzarelcalabozoporunodesusdiámetros.Avancéalprincipioconsumaprecaución,puesaunqueelpisoparecía de un material sólido, era peligrosamente resbaladizo a causa del limo. Cobréánimo,sinembargo,yterminécaminandoconfirmeza,esforzándomeporseguirunalíneatodo lo rectaposible.Había avanzadodiezodocepasosenesta formacuandoel ruedodesgarrado del sayo se me enredó en las piernas. Trastabillando, caí violentamente debruces.

Enlaconfusiónquesiguióalacaídanoreparéenunsorprendentedetalleque,pocossegundosmástarde,ycuandoaúnyacíabocaabajo,reclamómiatención.Heloaquí:teníaelmentónapoyadoenelpisodelcalabozo,peromislabiosylapartesuperiordemicara,que aparentemente debían encontrarse a un nivel inferior al de la mandíbula, no seapoyabaennada.Almismotiempomeparecióquebañabamifrenteunvaporviscoso,yelolorcaracterísticodeloshongospodridospenetróenmisfosasnasales.Tendíunbrazoymeestremecíaldescubrirquemehabíadesplomadoexactamentealbordedeunpozocircular,cuyaprofundidadmeera imposibledescubrirporelmomento.Tanteandoen lamampostería que bordeaba el pozo logré desprender unmenudo fragmento y lo tiré alabismo.Durante largossegundosescuchécómorepercutíaalgolpearensudescenso lasparedesdelpozo;huboporfin,unchapoteoenelagua,alcualsucedieronsonorosecos.En esemismo instante oí un sonido semejante al de abrirse y cerrarse rápidamenteunapuerta en lo alto,mientras un débil rayo de luz cruzaba instantáneamente la tiniebla y

volvíaadesvanecerseconlamismaprecipitación.

Comprendí claramente el destino que me habían preparado y me felicité de haberescapado a tiempo gracias al oportuno accidente. Un pasomás antes demi caída y elmundo no hubiera vuelto a saber de mí. Lamuerte a la que acababa de escapar teníajustamentelascaracterísticasqueyohabíarechazadocomofabulosasyantojadizasenlosrelatos que circulaban acerca de la Inquisición. Para las víctimas de su tiranía sereservaban dos especies demuerte: una llena de horrorosos sufrimientos físicos, y otraacompañada de sufrimientos morales todavía más atroces. Yo estaba destinado a estaúltima. Mis largos padecimientos me habían desequilibrado los nervios, al punto quebastaba el sonido demi propia voz para hacerme temblar, y por eso constituía en todosentidoelsujetoidealparalaclasedetorturasquemeaguardaban.

Estremeciéndomedepiesacabeza,mearrastréhastavolveratocarlapared,resueltoaperecer allí antes que arriesgarme otra vez a los horrores de los pozos —ya que miimaginaciónconcebíaahoramásdeuno—situadosendistintoslugaresdelcalabozo.Dehabertenidootroestadodeánimo,talvezmehubieraalcanzadoelcorajeparaacabardeunavezconmisdesgraciasprecipitándomeenunodeesosabismos;perohabíallegadoaconvertirmeenelpeordeloscobardes.Ytampocopodíaolvidarloquehabíaleídosobreesos pozos, esto es, que su horrible disposición impedía que la vida se extinguiera degolpe.

La agitación de mi espíritu me mantuvo despierto durante largas horas, perofinalmenteacabéporadormecerme.Cuandodesperté,otravezhabíaamiladounpanyuncántarodeagua.Meconsumíaunasedardienteydeunsolotragovaciéeljarro.Elaguadebía contener alguna droga, pues apenas la hube bebido me sentí irresistiblementeadormilado.Unprofundosueñocayósobremí,unsueñocomoeldelamuerte.Nosé,enverdad,cuántoduró,perocuandovolvíaabrirlosojoslosobjetosquemerodeabaneranvisibles.Graciasaun resplandor sulfuroso, cuyoorigenme fue imposibledeterminaralprincipio,pudecontemplarlaextensiónyelaspectodemicárcel.

Muchomehabíaequivocadosobresu tamaño.Elcircuitocompletode losmurosnopasaba de unas veinticinco yardas. Durante unos minutos, esto me llenó de una vanapreocupación. Vana, sí, pues nada podía tener menos importancia, en las terriblescircunstancias que me rodeaban, que las simples dimensiones del calabozo. Pero miespírituseinteresabaextrañamenteennimiedadesymeesforcépordescubrirelerrorquehabía podido cometer en mis medidas. Por fin se me reveló la verdad. En la primeratentativadeexploraciónhabíacontadocincuentaydospasoshastaelmomentoenquecaíalsuelo.Sinduda,eneseinstantemeencontrabaaunoodospasosdeljiróndeestameña,esdecir,quehabíacumplidocasicompletamente lavueltadelcalabozo.Aldespertardemisueñodebíemprenderelcaminoendireccióncontraria,esdecir,volviendosobremispasos,yasífuecómosupusequeelcircuitomedíaeldobledesuverdaderotamaño.Laconfusión de mi mente me impidió reparar entonces que había empezado mi vueltateniendo la pared a la izquierda y que la terminé teniéndola a la derecha. Tambiénmehabía engañado sobre la forma del calabozo. Al tantear las paredes había encontrado

numerososángulos,deduciendoasíqueel lugarpresentabaunagran irregularidad. ¡Tanpotenteeselefectodelastinieblassobrealguienquedespiertadelaletargiaodelsueño!Losángulosnoeranmásqueunasligerasdepresionesoentradasadiferentesintervalos.Mi prisión tenía forma cuadrada. Lo que había tomado por mampostería resultaba serhierrooalgúnotrometal,cuyasenormesplanchas,alunirseysoldarse,ocasionaban lasdepresiones.Laenterasuperficiedeestaceldametálicaaparecíatoscamentepintarrajeadacon todas las horrendas y repugnantes imágenes que la sepulcral superstición de losmonjeshabíasidocapazdeconcebir.Lasfigurasdedemoniosamenazantes,deesqueletosyotrasimágenestodavíamásterriblesrecubríanydesfigurabanlosmuros.Reparéenquelas siluetas de aquellas monstruosidades estaban bien delineadas, pero que los coloresparecíanborrososyvagos,comosilahumedaddelaatmósferaloshubieseafectado.Notéasimismoqueelsueloeradepiedra.Enelcentroseabríaelpozocirculardecuyasfauces,abiertascomosibostezara,acababadeescapar;peronohabíaningúnotroenelcalabozo.

Vitodoestosinmuchodetalleycongrantrabajo,puesmisituaciónhabíacambiadograndementeenel cursodemi sopor.Yacíaahoradeespaldas, completamenteestirado,sobreunaespeciedebastidordemadera.Estabafirmementeamarradoporunalargabandaqueparecíaun cíngulo.Pasaba, dandomuchasvueltas, pormismiembrosymi cuerpo,dejándomesolamenteenlibertadlacabezayelbrazoderecho,quecongrantrabajopodíaextender hasta los alimentos, colocados en un plato de barro ami alcance. Paramayorespanto, vi que se habían llevado el cántaro de agua. Y digo espanto porque la másintolerablesedmeconsumía.Por lovisto, la intencióndemis torturadoreseraestimularesased,pueslacomidadelplatoconsistíaencarnesumamentecondimentada.

Mirandohaciaarribaobservéel techodemiprisión.Tendríaunos treintaocuarentapies de alto, y su construcción se asemejaba a la de losmuros. En uno de sus panelesaparecía una extraña figura que se apoderó por completo de mi atención. La pinturarepresentabaalTiempotalcomoselosuelefigurar,salvoque,envezdeguadaña,teníaloquemepareciólapinturadeunpesadopéndulo,semejantealosquevemosenlosrelojesantiguos.Algo,sinembargo,en laaparienciadeaquella imagenmemovióaobservarlacon más detalle. Mientras la miraba directamente de abajo hacia arriba (pues seencontrabasituadaexactamentesobremí)tuvelaimpresióndequesemovía.Unsegundodespuésestaimpresiónseconfirmó.Laoscilacióndelpénduloerabrevey,naturalmente,lenta. Lo observé durante un rato con más perplejidad que temor. Cansado, al fin, decontemplarsumonótonomovimiento,volvílosojosalosrestantesobjetosdelacelda.

Unligeroruidoatrajomiatencióny,mirandohaciaelpiso,vicruzarvariasenormesratas.Habíansalidodelpozo,quesehallabaalalcancedemivistasobreladerecha.Aúnentonces, mientras las miraba, siguieron saliendo en cantidades, presurosas y con ojosfamélicosatraídasporelolordelacarne.Mediomuchotrabajoahuyentarlasdelplatodecomida.

Habría pasado unamedia hora, quizá una hora entera—pues sólo tenía una nociónimperfectadeltiempo—,antesdevolverafijarlosojosenloalto.Loqueentoncesvimeconfundió y me llenó de asombro. La carrera del péndulo había aumentado,

aproximadamente,enunayarda.Comoconsecuencianatural,suvelocidaderamuchomásgrande. Pero lo que me perturbó fue la idea de que el péndulo había descendidoperceptiblemente.Notéahora—yesinútilagregarconcuántohorror—quesuextremidadinferiorestabaconstituidaporunamedialunaderelucienteacero,cuyolargodepuntaapuntaalcanzabaaunpie.Aunqueafiladocomounanavaja,elpénduloparecíamacizoypesado, y desde el filo se iba ensanchando hasta rematar en una ancha y sólidamasa.Hallábasefijoaunpesadovástagodebronceytodoelmecanismosilbabaalbalancearseenelaire.

Ya no me era posible dudar del destino que me había preparado el ingenio de losmonjesparalatortura.LosagentesdelaInquisiciónhabíanadvertidomidescubrimientodelpozo.Elpozo,sí,cuyoshorroresestabandestinadosaunrecusantetanobstinadocomoyo;elpozo, símbolo típico del infierno, últimaThule de los castigos de la Inquisición,segúnlosrumoresquecorrían.Porelmáscasualdelosaccidenteshabíaevitadocaerenelpozoybiensabíaquelasorpresa,labruscaprecipitaciónenlostormentos,constituíanunaparte importante de las grotescas muertes que tenían lugar en aquellos calabozos. Nohabiendo caído en el pozo, el demoniaco plan de mis verdugos no contaba conprecipitarme por la fuerza, y por eso, ya que no quedaba otra alternativa,me esperabaahora un final diferente y más apacible. ¡Más apacible! Casi me sonreí en medio delespantoalpensarensemejanteaplicacióndelapalabra.

¿Dequévalehablardelaslargas, largashorasdeunhorrormásquemortal,durantelas cuales conté las zumbantes oscilaciones del péndulo? Pulgada a pulgada, con undescensoquesólopodíaapreciarsedespuésdeintervalosqueparecíansiglos…másymásíbaseaproximando.Pasarondías—puedeserquehayanpasadomuchosdías—antesdequeoscilaratancercademíqueparecíaabanicarmeconsuacrealiento.Elolordelafiladoaceropenetrabaenmissentidos…Supliqué,fatigandoalcieloconmisruegos,paraqueelpéndulodescendieramásvelozmente.Mevolvíloco,meexasperéehicetodoloposiblepor enderezarme y quedar en el camino de la horrible cimitarra.Y después caí en unarepentinacalmaymemantuveinmóvil,sonriendoaaquellabrillantemuertecomounniñoaunbonitojuguete.

Siguióotrointervalodetotalinsensibilidad.Fuebreve,puesalresbalarotravezenlavidanotéquenosehabíaproducidoningúndescensoperceptibledelpéndulo.Podía,sinembargo,haberduradomucho,puesbiensabíaqueaquellosdemoniosestabanaltantodemidesmayoyquepodíanhaberdetenidoelpénduloasugusto.Aldespertarmemesentíinexpresablementeenfermoydébil,comodespuésdeunaprolongadainanición.Aunenlaagoníadeaquellashoraslanaturalezahumanaansiabaalimento.Conunpenosoesfuerzoalarguéelbrazoizquierdotodoloquemelopermitíanmisatadurasymeapoderédeunapequeñacantidadquehabíandejadolasratas.Cuandomellevabaunaporciónaloslabiospasópormimenteunpensamientoapenasesbozadodealegría…deesperanza.Pero,¿quéteníayoqueverconlaesperanza?Eraaquél,comodigo,unpensamientoapenasformado;muchosasítieneelhombrequenolleganacompletarsejamás.Sentíqueeradealegría,deesperanza;perosentíalmismotiempoqueacababadeextinguirseenplenaelaboración.

Vanamente luché por alcanzarlo, por recobrarlo. El prolongado sufrimiento habíaaniquilado casi por completo mis facultades mentales ordinarias. No era más que unimbécil,unidiota.

Laoscilacióndelpéndulosecumplíaenángulorectoconmicuerpoextendido.Viquelamedia luna estabaorientadademanerade cruzar la zonadel corazón.Desgarraría laestameñademi sayo…, retornaríapara repetir laoperación…otravez…,otravez…Apesardesucarreraterriblementeamplia(treintapiesomás)ylasibilanteviolenciadesudescenso, capaz de romper aquellos muros de hierro, todo lo que haría durante variosminutosseríacortarmisayo.Aesaalturademispensamientosdebídehacerunapausa,puesnomeatrevía aprolongarmi reflexión.Memantuve en ella, pertinazmente fija laatención,comosialhacerlopudieradetenerenesepuntoeldescensodelahojadeacero.Meobliguéameditaracercadelsonidoqueharíalamedialunacuandopasaracortandoelgéneroylaespecialsensacióndeestremecimientoqueproduceenlosnervioselrocedeunatela.Penséentodasestasfrivolidadeshastaellímitedemiresistencia.

Bajaba… seguía bajando suavemente. Sentí un frenético placer en comparar suvelocidadlateralconladeldescenso.Aladerecha…alaizquierda…hacialoslados,conel aullido de un espíritu maldito… hacia mi corazón, con el paso sigiloso del tigre.Sucesivamentereíacarcajadasyclamé,segúnqueunauotraideamedominara.

Bajaba… ¡Seguro, incansable, bajaba! Ya pasaba vibrando a tres pulgadas de mipecho.Luchéconviolencia,furiosamente,parasoltarmibrazoizquierdo,quesóloestabalibre a partir del codo.Me era posible llevar lamano desde el plato, puesto ami lado,hastalaboca,peronomásallá.Dehaberrotolasatadurasarribadelcodo,hubieratratadodedetenerelpéndulo.¡Perolomismohubierasidopretenderatajarunalud!

Bajaba…¡Sincesar,inevitablemente,bajaba!Luché,jadeando,acadaoscilación.Meencogíaconvulsivamenteacadapasodelpéndulo.Misojosseguíansucarrerahaciaarribaoabajo,conlaansiedaddelamásinexpresabledesesperación;mispárpadossecerrabanespasmódicamenteacadadescenso,aunquelamuertehubierasidoparamíunalivio,¡ah,inefable!Perocadaunodemisnerviosseestremecía,sinembargo,alpensarqueelmáspequeñodeslizamientodelmecanismoprecipitaríaaquelreluciente,afiladoejecontramipecho.Eralaesperanzalaquehacíaestremecermisnerviosycontraermicuerpo.Eralaesperanza,esaesperanzaquetriunfaaúnenelpotrodelsuplicio,quesusurraaloídodeloscondenadosamuertehastaenloscalabozosdelaInquisición.

Vi que después de diez o doce oscilaciones el acero se pondría en contacto conmiropa, y en elmismomomento en que hice esa observación invadiómi espíritu toda lapenetrante calmaconcentradade ladesesperación.Porprimeravezenmuchashoras—quizádías—mepuseapensar.Acudióamimentelanocióndequelabandaocínguloqueme ataba eradeuna solapieza.Mis ligaduras no estaban constituidas por cuerdasseparadas.Elprimerrocedelaafiladísimamedialunasobrecualquierporcióndelabandabastaríaparasoltarla,yconayudademimanoizquierdapodríadesatarmedeltodo.Pero,¡cuánterrible,enesecaso,laproximidaddelacero!¡Cuánletalelresultadodelamásleve

lucha! Y luego, ¿era verosímil que los esbirros del torturador no hubieran previsto yprevenidoesaposibilidad?¿Cabíapensarquelaataduracruzaramipechoeneljustolugarpordondepasaríaelpéndulo?Temerosodedescubrirquemidébily,alparecer,postreraesperanzasefrustraba,levantélacabezalobastanteparadistinguirconclaridadmipecho.Elcínguloenvolvíamismiembrosymicuerpoentodasdirecciones,salvoenellugarpordondepasaríaelpéndulo.

Apenashabíadejadocaerhaciaatráslacabezacuandorelampagueóenmimentealgoque sólo puedodescribir como la informemitadde aquella idea de liberación a quehealudidopreviamenteydelacualsólounaparteflotabainciertamenteenmimentecuandollevé la comida a mis ardientes labios. Mas ahora el pensamiento completo estabapresente, débil, apenas sensato, apenas definido… pero entero. Inmediatamente, con lanerviosaenergíadeladesesperación,procedíaejecutarlo.

Durantehorasyhoras,cantidadderatashabíanpululadoenlavecindadinmediatadelarmazón de madera sobre el cual me hallaba. Aquellas ratas eran salvajes, audaces,famélicas; sus rojaspupilasmemirabancentelleantes,comosiesperaranverme inmóvilpara convertirme en su presa. «¿Aqué alimento—pensé— las han acostumbrado en elpozo?».Apesarde todosmisesfuerzospor impedirlo,yahabíandevoradoelcontenidodelplato, salvounaspocassobras.Mimanosehabíaagitadocomounabanicosobreelplato; pero, a la larga, la regularidad del movimiento le hizo perder su efecto. En suvoracidad,lasodiosasbestiasmeclavabansusafiladasgarrasenlosdedos.Tomandolosfragmentosdelaaceitosayespeciadacarnequequedabaenelplato,frotéconellosmisataduras allí donde era posible alcanzarlas, y después, apartando mi mano del suelo,permanecícompletamenteinmóvil,conteniendoelaliento.

Loshambrientosanimalessesintieronprimeramenteaterradosysorprendidosporelcambio… la cesación de movimiento. Retrocedieron llenos de alarma, y muchos serefugiaron en el pozo. Pero esto no durómás que unmomento. No en vano había yocontado con su voracidad.Al observar que seguía sinmoverme, una o dos de lasmásatrevidas saltaronalbastidordemaderayolfatearonel cíngulo.Esto fue como la señalpara que todas avanzaran. Salían del pozo, corriendo en renovados contingentes. Secolgaron de la madera, corriendo por ella y saltaron a centenares sobre mi cuerpo. Elacompasadomovimientodelpéndulonolasmolestabaparanada.Evitandosusgolpes,seprecipitabansobrelasuntadasligaduras.Seapretaban,pululabansobremíencantidadescadavezmásgrandes.Seretorcíancercademigarganta;susfríoshocicosbuscabanmislabios.Yomesentíaahogarbajosucrecientepeso;unascoparaelcualnoexistenombreenestemundollenabamipechoyhelabaconsuespesaviscosidadmicorazón.Unminutomás, sin embargo, y la lucha terminaría. Con toda claridad percibí que las ataduras seaflojaban.Medicuentadequedebíandeestarrotasenmásdeunaparte.Pero,conunaresoluciónqueexcedíalohumano,memantuveinmóvil.

No había errado enmis cálculos ni sufrido tanto en vano. Por fin, sentí que estabalibre.Elcíngulocolgabaen tirasa los ladosdemicuerpo.Peroyaelpasodelpénduloalcanzabamipecho.Habíadivididolaestameñademisayoycortabaahoralateladelacamisa.Dosvecesmáspasósobremí,yunagudísimodolorrecorriómisnervios.Peroelmomento de escapar había llegado.Apenas agité lamano,mis libertadoras huyeron entumulto. Con un movimiento regular, cauteloso, y encogiéndome todo lo posible, medeslicé, lentamente, fuera demis ligaduras,más allá del alcance de la cimitarra. Por elmomento,almenos,estabalibre.

Libre…¡yenlasgarrasdelaInquisición!Apenasmehabíaapartadodeaquellechodehorror para ponerme de pie en el piso de piedra, cuando cesó el movimiento de ladiabólicamáquina,ylavisubir,movidaporunafuerzainvisible,hastadesaparecermásallá del techo. Aquello fue una lección que debí tomar desesperadamente a pecho.

Indudablementeespiabancadaunodemismovimientos.¡Libre!Apenassihabíaescapadodelamuertebajolaformadeunatortura,paraserentregadoaotraqueseríapeoraúnquelamismamuerte.Pensandoeneso,paseénerviosamentelosojosporlasbarrerasdehierroquemeencerraban.Algoinsólito,uncambioque,alprincipio,nomefueposibleapreciarclaramente, se había producido en el calabozo.Durante largosminutos, sumido en unatemblorosa y vaga abstracciónme perdí en vanas y deshilvanadas conjeturas. En estosmomentos pude advertir por primera vez el origende la sulfurosa luz que iluminaba lacelda. Procedía de una fisura demedia pulgada de ancho, que rodeabapor completo elcalabozo al pie de las paredes, las cuales parecían —y en realidad estaban—completamenteseparadasdelpiso.Apesardetodosmisesfuerzos,mefueimposiblevernadaatravésdelaabertura.

Al ponerme otra vez de pie comprendí de pronto elmisterio del cambio que habíaadvertidoenlacelda.Yahedichoque,sibienlassiluetasdelasimágenespintadasenlosmuroseransuficientementeclaras,loscoloresparecíanborrososeindefinidos.Peroahoraesoscoloreshabíantomadounbrillointensoysorprendente,quecrecíamásymásydabaaaquellasespectralesydiabólicasimágenesunaspectoquehubieraquebrantadonerviosmás resistentes que los míos. Ojos demoniacos, de una salvaje y aterradora vida, mecontemplabanfijamentedesdemildirecciones,dondeningunohabíasidoantesvisible,ybrillaban con el cárdeno resplandor de un fuego que mi imaginación no alcanzaba aconcebircomoirreal.

¡Irreal…!Alrespirarllegóamisnariceselolorcaracterísticodelvaporquesurgíadelhierrorecalentado…Aquelolorsofocanteinvadíamásymáslacelda…Lossangrientoshorroresrepresentadosenlasparedesempezaronaponerserojos…Yojadeaba, tratandode respirar. Ya nome cabía duda sobre la intención demis torturadores. ¡Ah, losmásimplacables, losmás demoniacos entre los hombres! Corrí hacia el centro de la celda,alejándomedelmetalardiente.Alencararenmipensamientolahorribledestrucciónquemeaguardaba, la ideade la frescuradelpozo invadiómialmacomounbálsamo.Corríhastasubordemortal.Esforzándome,miréhaciaabajo.Elresplandordelardiente techoiluminaba susmás recónditos huecos. Y, sin embargo, durante un horrible instante, miespíritusenegóacomprenderelsentidodeloqueveía.Pero,alfin,esesentidoseabriópaso, avanzó poco a poco hasta mi alma, hasta arder y consumirse enmi estremecidarazón.¡Oh,poderexpresarlo!¡Ohespanto!¡Todo…todomenoseso!Conunalarido,saltéhaciaatrásyhundímicaraenlasmanos,sollozandoamargamente.

El calor crecía rápidamente, y una vezmásmiré a lo alto, temblando como en unataquedecalentura.Unsegundocambioacababadeproducirseenlacelda…,yestavezelcambio tenía que ver con la forma.Al igual que antes, fue inútil queme esforzara porapreciaroentenderinmediatamenteloqueestabaocurriendo.Peromisdudasnoduraronmucho.LavenganzadelaInquisiciónseacelerabadespuésdemidobleescapatoria,yyanohabríamáspérdidade tiempoporpartedelReyde losEspantos.Hasta entoncesmiceldahabíasidocuadrada.Deprontoviquedosdesusángulosdehierrosehabíanvueltoagudos, y los otros dos, por consiguiente, obtusos. La horrible diferencia se acentuaba

rápidamente,conunresonarprofundoyquejumbroso.Enuninstanteelcalabozocambiósu forma por la de un rombo. Pero el cambio no se detuvo allí, y yo no esperaba nideseaba que se detuviera. Podría haber pegado mi pecho a las rojas paredes, como sifueranvestidurasdeeternapaz.«¡Lamuerte!»—clamé—.«¡Cualquiermuerte,menosladel pozo!». ¡Insensato! ¿Acaso no era evidente que aquellos hierros al rojo tenían porobjetoprecipitarmeenelpozo?¿Podríaacasoresistirsufuego?Ysiloresistiera,¿cómooponermeasupresión?Elromboseibaachatandomásymás,conunarapidezquenomedejaba tiempoparamirar.Sucentroy,por tanto, sudiámetromayor llegabayasobreelabierto abismo. Me eché hacia atrás, pero las movientes paredes me obligabanirresistiblementeaavanzar.Porfinnohuboyaenelpisodelcalabozoniunapulgadadeasideroparamichamuscadoyconvulsocuerpo.Cesédeluchar,perolaagoníademialmase expresó en un agudo, prolongado alarido final de desesperación. Sentí que metambaleabaalbordedelpozo…Desviélamirada…

¡Y oí un discordante clamoreo de voces humanas! ¡Resonó poderoso un toque detrompetas!¡Escuchéunásperochirriarsemejantealdemiltruenos!¡Lasterriblesparedesretrocedieron!Unamano tendida sujetómibrazoenel instante enque,desmayado,meprecipitabaalabismo.EraladelgeneralLasalle.ElejércitofrancésacababadeentrarenToledo.LaInquisiciónestabaenpoderdesusenemigos.

D

Manuscritohalladoenunabotella

Quin’aplusqu’unmomentàvivre

N’aplusrienàdissimuler.

QUINAULT,Atys

emipaísymifamiliapocotengoquedecir.Untratoinjustoyelandardelosañosmearrancarondelunoymealejarondelaotra.Mipatrimoniomepermitiórecibirunaeducaciónesmerada,ylatendenciacontemplativademiespíritumefacultó

paraordenarmetódicamentelasnocionesquemistempranosestudioshabíanacumulado.Lasobrasde losmoralistas alemanesmeproporcionabanunplacer superior a cualquierotro;noporqueadmiraraequivocadamentesuelocuentelocura,sinoporlafacilidadconquemisrígidoshábitosmentalesmepermitíandescubrirsusfalsedades.Confrecuenciaseme ha reprochado la aridez de mi inteligencia, imputándome como un crimen unaimaginacióndeficiente;elpirronismodemisopinionesmehadadofamaentodotiempo.Enrealidadtemoquemipredilecciónporlafilosofíafísicahayainficionadomimenteconunerrormuyfrecuenteennuestraépoca:aludoalacostumbredereferirtodohecho,aunelmenossusceptiblededichareferencia,alosprincipiosdeaquelladisciplina.Engeneral,nocreoquenadieestémenossujetoqueyoadesviarsedelosseveroslímitesdelaverdad,arrastrado por los ignes fatui de la superstición. Me ha parecido apropiado hacer esteproemio,paraqueelincreíblerelatoquehedehacernoseaconsideradocomoeldeliriodeunaimaginacióndesenfrenada,envezdelaexperienciapositivadeunainteligenciaparaquienlosensueñosdelafantasíasonletramuertaynulidad.

Despuésdevarios añospasadosenviajespor el extranjero,meembarquéenel año18… en el puerto deBatavia, capital de la rica y populosa isla de Java, para hacer uncruceroalarchipiélagodelasislasdelaSonda.Mehicealamarencalidaddepasajero,sinotromotivoqueunaespeciedeinquietudnerviosaquemehostigabacomosifueraundemonio.

Nuestroexcelentenavío,deunascuatrocientas toneladas, tenía remachesdecobreyhabíasidoconstruidoenBombaycontecadeMalabar.Llevabaunacargadealgodónenrama y aceite procedente de las islas Laquevidas. También teníamos a bordo bonote,melaza,aceitedemanteca,cocosyalgunoscajonesdeopio.Elarrumajehabíasidomalhechoy,porlotanto,elbarcoescoraba.

Iniciamoselviajeconmuypocovientoafavor,ydurantevariosdíaspermanecimosalo largode lacostaoriental javanesa, sinotro incidenteparaamenguar lamonotoníadenuestro derrotero que el encuentro ocasional con alguno de los pequeños grabs delarchipiélagoalcualnosencaminábamos.

Unatarde,mientrasmehallabaapoyadoenelcoronamiento,observéhaciaelnoroesteuna nube aislada de extraño aspecto. Era notable tanto por su color como por ser laprimeraqueveíamosdesdenuestrapartidadeBatavia.Laobservécontinuamentehastalapuesta del sol, en que comenzó a expandirse rápidamente hacia el este y el oeste,cerniendoelhorizonteconunaangostafajadevaporydandolaimpresióndeunadilatadaplaya baja. Pronto mi atención se vio requerida por la coloración rojo-oscuro quepresentaba la luna y la extraña apariencia del mar. Operábase en éste una rápidatransformación, y el agua parecía más transparente que de costumbre. Aunque me eraposibledistinguirmuybienelfondo,lancélasondaydescubríquehabíaquincebrazas.Elaire se había vuelto intolerablemente cálido y se cargaba de exhalaciones en espiralsemejantes a lasquebrotandel hierro al rojo.Amedidaque caía lanoche cesó lamásligerabrisayhubierasidoimposibleconcebircalmamásabsoluta.Lallamadeunabujíacolocada en la popa no oscilaba en lo más mínimo, y un cabello, sostenido entre dosdedos,colgabasinquefueraposibleadvertirlamenorvibración.Empero,comoelcapitánmanifestara que no veía ninguna indicación de peligro pero que estábamos derivandohacia la costa,mandó arriar las velas y echar el ancla.No se apostó ningún vigía y latripulación,formadaprincipalmentepormalayos,setendiósobreelpuenteadescansar.Encuanto a mí, bajé a la cámara, apremiado por un penoso presentimiento de desgracia.Todaslasaparienciasmehacíanverlainminenciadeunhuracán.Transmitímistemoresalcapitán, pero no prestó atención a mis palabras y se marchó sin haberse dignadocontestarme.Miinquietud,sinembargo,nomedejabadormir,yhaciamedianochesubíacubierta. Cuando apoyaba el pie en el último peldaño de la escala de toldilla, mesorprendióunfuerterumorsemejantealzumbidoquepodríaproducirunaruedademolinogirando rápidamente y, antes de que pudiera asegurarme de su significado, sentí que elbarcovibraba.Uninstantedespuésunmardeespumanoscaíadetravésy,pasandosobreelpuente,barríalacubiertadeproaapopa.

La excesiva violencia de la ráfaga significó en granmedida la salvación del navío.Aunquetotalmentesumergido,comotodossusmástileshabíanvoladoporlaborda,surgiólentamentealasuperficiealcabodeunminutoy,vacilandounosinstantesbajolaterriblepresióndelatempestad,acabóporenderezarse.

Imposible me sería decir por qué milagro escapé a la destrucción. Aturdido por elchoquedelaguavolvíaenmíparaencontrarmeencajadoentreelcodasteyelgobernalle.Mepusedepiecongrandificultady,mirandoentornopresadevértigo,semeocurrióquehabíamos chocado contra los arrecifes, tan terrible e inimaginable era el remolino queformaban las montañas de agua y espuma en que estábamos sumidos. Un momentodespuésoílavozdeunviejosuecoquesehabíaembarcadoconnosotrosenelmomentoenqueelbuquesehacíaalamar.Lollamécontodasmisfuerzasyvinotambaleándose.

Notardamosendescubrirqueéramoslosúnicossupervivientesdelacatástrofe.Todoloquesehallabaenelpuentehabíasidobarridoporlasolas;elcapitánylosoficialesdebíanhabermuertomientrasdormían,yaqueloscamarotesestabancompletamenteinundados.Sinayuda,pocoeraloquepodíamoshacer,ynossentimosparalizadosporlaideadequenotardaríamosenzozobrar.Comosesupondrá,elcabledelanclasehabíarotocomounbramantealprimerembatedelhuracán,yaquedenoserasínoshabríamoshundidoenuninstante. Corríamos a espantosa velocidad, y las olas rompían sobre cubierta. Elmaderamendepopaestabamuydestrozadoytodoelnavíopresentabagravísimasaverías;empero, vimos con alborozo que las bombas no se habían atascado y que el lastre noparecía haberse desplazado. Ya la primera furia de la ráfaga estaba amainando y nocorríamosmucho peligro por causa del viento; pero nos aterraba la idea de que cesaracompletamente, sabedores de que naufragaríamos en el agitado oleaje que seguiría deinmediato.Este legítimo temornosevio, sinembargo,verificado.Durantecincodíasycinconoches—duranteloscualesnosalimentamosconunapequeñacantidaddemelazadeazúcar,trabajosamenteobtenidaenelcastillodeproa—,eldesmelenadonavíocorrióaunavelocidadquedesafiabatodamedida,impulsadoporsucesivasráfagasque,sinigualarlaviolenciadelaprimera,eransinembargomásaterradorasquecualquierotratempestadquehubieravistoantes.Conpequeñasvariantesnavegamosdurante losprimeroscuatrodías hacia el sur-sudeste y debimos de pasar cerca de la costa de Nueva Holanda. Alquintodía el tiempo sepusomuy frío, aunque el vientohabíagiradounpuntohacia elnorte.El sol se alzó conuna coloración amarillenta y enfermiza y remontó unos pocosgradossobreelhorizonte,sinirradiarunaluzintensa.Noseveíannubesy,sinembargo,elvientoarreciabamásymás,soplandoconfuriosasráfagasirregulares.Haciamediodía—hastadondepodíamoscalcularlahora—elsolnosllamódenuevolaatención.Nodabaluz que mereciera propiamente tal nombre, sino un resplandor apagado y lúgubre, sinreflejos, como si todos sus rayos estuvieran polarizados. Poco antes de hundirse en elhenchidomar,sufuegocentralseextinguióbruscamente,comosiunpoderinexplicableacabaradeapagarlo.Sóloquedóunaropálidoyplateado,sumergiéndoseenelinsondablemar.

Esperamosenvanolallegadadelsextodía;paramíesedíanohallegado,yparaelsueconollegójamás.Desdeaquelmomentoquedamosenvueltosenprofundastinieblas,al puntoquenohubiéramospodidover nada aveintepasosdel barco.Lanoche eternacontinuórodeándonos,nisiquieraamenguadaporesabrillantezfosfóricadelmaralacualnos habíamos habituado en los trópicos.Observamos además que, si bien la tempestadcontinuaba con inflexible violencia, no se observaba ya el oleaje espumoso que nosenvolvía antes. Alrededor de nosotros todo era horror, profunda oscuridad y un negrodesiertodeébano.Elespantosupersticiosoganabapocoapocoelespíritudelviejosueco,ymialmaestabaenvueltaensilenciosoasombro.Descuidamos todaatencióndelbarco,por considerarla ociosa, y nos aseguramos lo mejor posible en el tocón del palo demesana,mirandoamargamentehaciaelinmensoocéano.Noteníamosmaneradecalcularel tiempo y era imposible deducir nuestra posición. Advertíamos, sin embargo, quellevábamos navegando hacia el sur una distancia mayor que la recorrida por cualquier

navegante,ymuchonosasombrónoencontrar loshabitualesobstáculosdehielo.Entretanto,cadaminutoamenazabaconserelúltimodenuestrasvidas,yolasgrandescomomontañas se precipitabanpara aniquilarnos.El oleaje sobrepasaba todo lo queyohabíacreído; sólo por milagro no zozobrábamos a cada instante. Mi compañero aludió a laligerezadenuestrocargamento,recordándomelasexcelentescualidadesdelbarco.Yonopodíadejardesentirlatotalinutilidaddelaesperanzaymepreparabatristementeaunamuerteque, enmiopinión,nopodíayademorarsemásdeunahora,puestoquea cadanudo que recorríamos el oleaje de aquel horrendomar tenebroso se volvíamás ymásviolento.Pormomentosjadeábamosenprocuradeaire,remontadosaunaalturasuperioraladel albatros; y enotrosnosmareaba la velocidaddel descenso aun infierno líquido,dondeelaireparecíaestancadoyningúnsonidoturbabaelsueñodel«kraken».

Noshallábamosenlaprofundidaddeunodeesosabismos,cuandounsúbitoclamordemicompañerosealzóhorriblementeenlanoche.«¡Mire,mire!»,megritabaaloído.«¡Diostodopoderoso,mire,mire!».

Mientras hablaba, advertí un apagado resplandor rojizo que corría por los lados delenormeabismodondenoshabíamoshundido,arrojandounainciertalumbresobrenuestracubierta. Alzando los ojos, contemplé un espectáculo que me heló la sangre. A unaespantosaelevación,inmediatamenteporencimadenosotros,yalbordemismodeaquelprecipiciolíquido,secerníaungigantesconavío,dequizácuatromil toneladas.Aunqueenlacrestadeunaola tanenormequelosobrepasabacienvecesenaltura,susmedidasexcedíanlasdecualquierbarcodelíneaodelaCompañíadeIndiasOrientales.Suenormecascoeradeunnegroprofundoyopaco,ynoteníaningunodelosmascaronesoadornospropiosdeunnavío.Por las abiertasportañolas asomabauna solahilerade cañonesdebronce, cuyas relucientes superficies reflejaban las luces de innumerables linternas decombatebalanceándoseenlasjarcias.Peroloquemásmellenódehorroryestupefacciónfue ver que el barco tenía todas las velas desplegadas en medio de aquel huracáningobernable y aquel mar sobrenatural. Cuando lo vimos por primera vez sólo sedistinguía suproa,mientras lentamente se alzaba sobreel tenebrosoyhorriblegolfodedondevenía.Durante un segundode inconcebible espanto semantuvo inmóvil sobre elvertiginoso pináculo, como si estuviera contemplando su propia sublimidad. Luegotembló,vaciló…ylovimosprecipitarsesobrenosotros.

No sé qué repentino dominio de mí mismo ganó mi espíritu en aquel instante.Retrocediendo todo lo posible esperé sin temor la catástrofe que iba a aniquilarnos.Nuestrobarcohabíarenunciadoyaalucharyseestabahundiendodeproa.Elchoquedelamasadescendenteloalcanzó,pues,ensuestructurayamediosumergida,ycomoresultadoinevitablemelanzóconviolenciairresistiblesobreelcordajedelnuevobuque.

Enelmomentoenquecaí,elbarcoviródebordo,ysupusequelaconfusiónreinanteme había hecho pasar inadvertido a los ojos de la tripulación. Me abrí camino sindificultadhasta la escotilla principal, que sehallabaparcialmente abierta, yno tardé enencontrarunaoportunidaddeescondermeen la cala.Nopodríaexplicar la razóndemiconducta. Quizá se debiera al sentimiento de temor que desde el primer momento me

habíaninspiradolos tripulantesdeaquelbuque,Nomeatrevíaaconfiarmea individuosque,despuésdelarápidaojeadaquehabíapodidoecharles,meproducíantantaextrañezacomodudayaprensión.Mepareciómejor,pues,buscarunescondrijoenlacala.Prontolohalléremoviendounapequeñapartedelaarmazónmovible,demaneradeasegurarmeunlugaradecuadoentrelasenormescuadernasdelnavío.

Apenas había completadomi trabajo, cuando unos pasos en la calame obligaron ahacer uso delmismo.Desdemi refugio vi venir a un hombre que semovía con pasosdébileseinseguros.Nolevilacara,peropudeobservarsuaparienciageneral.Entodasupersona se notaban las huellas deuna avanzada edad.Le temblaban las rodillas bajo elpesodelosañosysucuerpoparecíaagobiadoporaquellacarga.Hablabaconsigomismo,murmurando en voz baja y entrecortada unas palabras de un idioma que no pudecomprender,yanduvotanteandoenunrincónentreunapiladesingularesinstrumentosyviejascartasdenavegación.Ensuactitudhabíaunaextrañamezcladelmalhumordelasegundainfanciaconlasolemnedignidaddeundios.Porfinvolvióasubiralpuenteynolovimás.

Unsentimientoparaelcualnoencuentronombresehaposesionadodemialma;esunasensaciónquenoadmiteanálisis,frentealacuallasleccionesdetiempospasadosnome sirven y cuya clave me temo que no me será dada por el futuro. Para una menteconstituidacomolamía,estaúltimaconsideraciónesuntormento.Nunca,séquenuncallegaréaconocerlanaturalezademisconcepciones.Ysinembargonoesdeasombrarmeque esas concepciones sean indefinidas, puesto que se originan en fuentes tanextraordinariamentenuevas.Unnuevosentido,unanuevaentidadseincorporaamialma.

Haceyamuchoquesubíporprimeravezalpuentedeesteterriblenavíoypiensoquelos rayos demi destino se están concentrando en un foco. ¡Hombres incomprensibles!Envueltosenmeditacionescuyaespecienoalcanzoaadivinar,pasanamiladosinrepararenmí.Ocultarmeesunacompletalocura,puesesagentenoquierever.Haceapenasuninstantequepasédelantedelosojosdelsegundo;nohacemuchoquemeaventuréenelcamaroteprivadodelcapitánytomédeallí losmaterialesconqueescriboestoyloqueantecede. De tiempo en tiempo seguiré redactando este diario. Cierto que puedo noencontrar oportunidadde darlo a conocer almundo, pero nodejaré de intentarlo.En elúltimomomentoencerraréelmanuscritoenunabotellayloarrojaréalmar.

Un incidente ocurrido me ha dado nuevos motivos de meditación. ¿Ocurren estascosasporlaoperacióndeunazaringobernado?Habíasubidoacubiertayestabatendido,sinllamarlaatención,enunapiladefrenillosyviejasvelasdepositadasenelfondodeun

bote. Mientras pensaba en la singularidad de mi destino iba pintarrajeandoinadvertidamente con un pincel lleno de brea los bordes de un ala de trinquete queaparecíacuidadosamentedobladasobreunbarrilamilado.Lavelaestáahoratendidaylostoquesirreflexivosdelpincelsedesplieganformandolapalabra«descubrimiento».

Enesteúltimo tiempohehechomuchasobservacionessobre laestructuradelnavío.Aunque bien armado, no me parece que se trate de un barco de guerra. Sus jarcias,construcciónyequipocontradicenunasuposiciónsemejante.Puedopercibirfácilmenteloqueelbarconoes;metemoquenopuedodecirloquees.Nosécómo,peroalescrutarsuextrañomodeloysutipodemástiles,suenormetamañoysuextraordinariovelamen,suproa severamente sencilla y su anticuada popa, pormomentos cruza pormimente unasensacióndecosasfamiliares;yconesaimprecisasombraderecuerdosemezclasiempreunainexplicableremembranzadeantiguascrónicasextranjerasydeedadesremotas.

Estuve mirando el maderamen del navío. Está construido con un material quedesconozco.Hayenlamaderaalgoextrañoquemedalaimpresióndequenoseaplicaalpropósitoaquehasidodestinada.Aludoasuextremaporosidad,quenotienenadaqueverconlosdañoscausadosporlosgusanos,locualesconsecuenciadelanavegaciónenestos mares, y con la podredumbre resultante de su edad. Parecerá quizá que estaobservaciónesexcesivamentecuriosa,perodichamaderatendríatodaslascaracterísticasdelrobleespañol,sielrobleespañolfueradilatadopormediosartificiales.

Alleerlafrasequeantecedevieneamirecuerdounextrañodichodeunviejolobodemarholandés:«Tanseguroes—afirmabasiemprequealguienponíaendudasuveracidad—comoquehayunmardondelosbarcoscrecencomoelcuerpovivientedeunmarino».

Haceunashorasmemostrélobastanteosadocomoparamezclarmeconungrupodetripulantes.Nomeprestaronlamenoratencióny,aunquemehallabaenmediodeellos,nodieronningunaseñaldehaberreparadoenmipresencia.Aligualqueelprimeroquehabíavisto en la cala, todosmostraban señales de una avanzada edad. Sus rodillas achacosastemblaban, sus hombros se doblaban de decrepitud, su piel arrugada temblaba bajo elviento;hablabanconvocesbajas,trémulas,quebradas;ensusojosbrillabaelhumordelavejezysusgrisescabellosseagitabanterriblementeenlatempestad.Alrededor,entodalacubierta, yacían esparcidos instrumentos matemáticos de la más extraña y anticuadaconstrucción.

Mencioné hace algún tiempo que un ala del trinquete había sido izada. Desde esemomento,arrebatadoporelvientoelnavíohaseguidosuaterradoracarrerahaciaelsur,contodoeltrapodesplegadodesdelapuntadelosmástileshastalosbotalonesinferiores,hundiendo a cadamomento los penoles de las vergas del juanete en el más espantosoinfierno de agua que imaginación humana alcance a concebir. Acabo de abandonar elpuente, donde me es imposible mantenerme de pie aunque la tripulación no pareceexperimentar inconveniente alguno. Para mí es un milagro de milagros que nuestraenormemasanoseatragadadeunavezyparasiempre.Seguramenteestamosdestinadosarondar continuamente al borde de la eternidad, sin precipitarnos por fin en el abismo.

Pasamos a través de olasmil vecesmás gigantescas que las que he visto jamás, con lafacilidad de una gaviota; las colosales aguas alzan sus cabezas sobre nosotros comodemoniosdelaprofundidad,perosondemonioslimitadosasimplesamenazasyaquienesseleshaprohibidodestruir.Mesientoinclinadoaatribuirestacontinuasobrevivenciaalaúnica causa natural que puede explicar semejante efecto. Supongo que el barco estásometidoalainfluenciadealgunapoderosacorriente,odeunaimpetuosaresaca.

He visto al capitán cara a cara, en su propia cabina; pero, como lo suponía, nomeprestó lamenor atención.Aunquepara unobservador casual nadahay en su aparienciaquepuedaparecerporencimaopordebajodelohumano,unsentimientodeinconteniblereverenciaytemorsemezclóalasombroconquelocontemplaba.Tienecasimiestatura,es decir, cinco pies ocho pulgadas. Su cuerpo es proporcionado y sólido, sin serespecialmente robusto ni destacarse en nada. Mas la singularidad de su expresión, laintensa, laasombrosa, laestremecedoraevidenciadeunavejez tangrande, tanabsoluta,dominó mi espíritu con una sensación, con un sentimiento inefable. Aunque pocoarrugada,sufrenteparecesoportarelsellodeunamiríadadeaños.Suscabellosgrisessoncrónicasdelpasado,ysusojos,aúnmásgrises,sonsibilasdelfuturo.Elpisodelcamaroteestaba cubierto de extraños infolios con broches de hierro, estropeados instrumentoscientíficosyviejísimascartasdenavegaciónfueradeuso.Elcapitánapoyabalacabezaenlasmanos,mientrascontemplabaconllameanteseinquietosojosunpapelquetoméporunacomisión,yqueentodocasoostentabalafirmadeunmonarca.Murmurabaparasímismo,comolohabíahechoelprimermarineroaquienvienlacala,palabrasconfusasymalhumoradasenunidiomaextranjero,y,aunqueestabaaunpasodemí,suvozparecíallegaramisoídosdesdeunamilla.

El barco y todo lo que contiene está impregnado por el espíritu de la Vejez. Latripulaciónsedeslizadeaquíparaallá,comolosfantasmasdesiglossepultados;susojosreflejanunpensaransiosoeintranquilo;ycuandosusdedosseiluminanbajoelextrañoresplandordelaslinternasdecombate,mesientocomonomehesentidojamás,aunquedurantetodamividameinteresaronlasantigüedadesymesaturéconlassombrasderotascolumnasenBaalbek,enTadmoryenPersépolis,hastaquemipropiaalmaseconvirtióenunaruina.

Almirar en torno,me avergüenzo demis anteriores aprensiones. Si temblé ante elhuracánquenoshaperseguidohastaahora,¿cómonoquedartransidodehorrorfrentealasaltodeunvientoyunocéanoparaloscualeslaspalabrastornadoytempestadresultantriviales e ineficaces? En la vecindad inmediata del navío reina la tiniebla de la nocheeternayuncaosdeaguasinespuma;peroauna legua,acada lado,alcanzanaverseaintervalos y borrosamente, gigantescasmurallas dehieloque se alzanhasta el desoladocieloyqueparecenlasparedesdeluniverso.

Talcomo imaginaba,nohaydudadequeelnavíoestáenunacorriente, sicabedarsemejante nombre a una marea que, aullando y clamando entre las paredes de blancohielo, corre hacia el sur con la resonancia de un trueno y la velocidad de una cataratacayendoapico.

Supongoquees absolutamente imposible concebir elhorrordemis sensaciones; sinembargo,sobremidesesperaciónpredominalacuriosidaddepenetrarenlosmisteriosdeestas horribles regiones, y me reconcilia con la más atroz apariencia de la muerte. Esevidente que nos precipitamos hacia algún apasionante descubrimiento, un secretoincomunicable cuyoconocimiento entraña ladestrucción.Quizá esta corrientenos llevahacia el polo Sur mismo. Preciso es confesar que una suposición tan desorbitada enaparienciatienetodaslasprobabilidadesasufavor.

La tripulación recorre el puente con pasos inquietos y vacilantes; pero noto en susfisonomías una expresión donde el ardor de la esperanza sobrepasa la apatía de ladesesperación.

Elvientosigue,entretanto,depopa,ycomollevamosdesplegadastodaslasvelas,haymomentosenqueelbarcosevelevantadosobreelmar.¡Oh,horrordehorrores!¡Elhieloacaba de abrirse a la derecha y a la izquierda, y estamos girando vertiginosamente, eninmensos círculos concéntricos, bordeando un gigantesco anfiteatro, cuyas paredes sepierden hacia arriba en la oscuridad y la distancia! ¡Pero poco tiempo me queda parapensarenmidestino!Loscírculosseestánreduciendorápidamente…,nosprecipitarnoseneltorbellino…yentreelrugir,elaullaryeltronardelocéanoylatempestadelbarcoseestremece…¡oh,Dios…,ysehunde[2]!…

NElgatonegro

o espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que medispongoaescribir.Locoestaríasiloesperara,cuandomissentidosrechazansupropia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño.

Mañanavoyamoriryquisieraaliviarhoymialma.Mipropósito inmediatoconsisteenponer de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodiosdomésticos.Lasconsecuenciasdeesosepisodiosmehanaterrorizado,mehantorturadoy,porfin,mehandestruido.Peronointentaréexplicarlos.Siparamíhansidohorribles,paraotrosresultaránmenosespantososquebaroques.Másadelante,talvez,apareceráalguiencuyainteligenciareduzcamisfantasmasalugarescomunes;unainteligenciamásserena,más lógicaymuchomenosexcitableque lamía,capazdeveren lascircunstanciasquetemerosamentedescribiré,unavulgarsucesióndecausasyefectosnaturales.

Desdelainfanciamedestaquéporladocilidadybondaddemicarácter.Laternuraqueabrigabamicorazóneratangrandequellegabaaconvertirmeenobjetodeburlaparamiscompañeros.Megustaban especialmente los animales, ymis padresmepermitían tenerunagranvariedad.Pasabaasuladolamayorpartedeltiempo,yjamásmesentíamásfelizquecuandolesdabadecomerylosacariciaba.Esterasgodemicaráctercrecióconmigoy, cuando lleguéa lavirilidad, seconvirtióenunademisprincipales fuentesdeplacer.Aquellos que alguna vez han experimentado cariño hacia un perro fiel y sagaz nonecesitanquememolesteenexplicarleslanaturalezaolaintensidaddelaretribuciónquerecibía.Hayalgoenelgenerosoyabnegadoamordeunanimalquellegadirectamentealcorazóndeaquelqueconfrecuenciahaprobadolafalsaamistadylafrágilfidelidaddelhombre.

Me casé joven y tuve la alegría de quemi esposa compartieramis preferencias.Alobservarmigustoporlosanimalesdomésticos,noperdíaoportunidaddeprocurarmelosmás agradables de entre ellos. Teníamos pájaros, peces de colores, un hermoso perro,conejos,unmonitoyungato.

Esteúltimoeraunanimaldenotabletamañoyhermosura,completamentenegroydeunasagacidadasombrosa.Alreferirseasuinteligencia,mimujer,queenelfondoeranopocosupersticiosa, aludíacon frecuenciaa laantiguacreenciapopulardeque todos losgatosnegros sonbrujasmetamorfoseadas.Noquierodecir que lo creyera seriamente, ysólomencionolacosaporqueacaboderecordarla.

Plutón —tal era el nombre del gato— se había convertido en mi favorito y micamarada.Sóloyoledabadecomeryélmeseguíaportodaspartesencasa.Mecostabamuchoimpedirqueanduvieratrasdemíenlacalle.

Nuestra amistad duró así varios años, en el curso de los cuales (enrojezco alconfesarlo) mi temperamento y mi carácter se alteraron radicalmente por culpa deldemonio. Intemperancia. Día a día me fui volviendo más melancólico, irritable eindiferentehacia los sentimientosajenos.Llegué, incluso, ahablardescomedidamenteamimujeryterminéporinfligirleviolenciaspersonales.Misfavoritos,claroestá,sintieronigualmenteelcambiodemicarácter.Nosólo losdescuidaba,sinoque lleguéahacerlesdaño.HaciaPlutón,sinembargo,conservésuficienteconsideracióncomoparaabstenermede maltratarlo, cosa que hacía con los conejos, el mono y hasta el perro cuando, porcasualidadomovidosporelafecto,secruzabanenmicamino.Mienfermedad,empero,seagravaba—pues,¿quéenfermedadescomparablealalcohol?—,y finalmenteelmismoPlutón,queyaestabaviejoy,portanto,algoenojadizo,empezóasufrirlasconsecuenciasdemimalhumor.

Unanocheenquevolvíaacasacompletamenteembriagado,despuésdeunademiscorreríaspor laciudad,meparecióqueelgatoevitabamipresencia.Loalcéenbrazos,pero,asustadopormiviolencia,memordióligeramenteenlamano.Alpuntoseapoderódemíunafuriademoníacayyanosupeloquehacía.Fuecomosilaraízdemialmasesepararadegolpedemicuerpo;unamaldadmásquediabólica,alimentadaporlaginebra,estremeciócadafibrademiser.Sacandodelbolsillodelchalecouncortaplumas,loabrímientrassujetabaalpobreanimalporelpescuezoy,deliberadamente,lehicesaltarunojo.Enrojezco,meabraso,tiemblomientrasescribotancondenableatrocidad.

Cuandolarazónretornóconlamañana,cuandohubedisipadoenelsueñolosvaporesdelaorgíanocturna,sentíqueelhorrorsemezclabaconelremordimientoanteelcrimencometido;peromisentimientoeradébilyambiguo,noalcanzabaainteresaralalma.Unavez más me hundí en los excesos y muy pronto ahogué en vino los recuerdos de losucedido.

El gato, entretanto,mejorabapoco a poco.Cierto que la órbita donde faltaba el ojopresentabaunhorribleaspecto,peroelanimalnoparecíasufrirya.Sepaseaba,comodecostumbre, por la casa, aunque, como es de imaginar, huía aterrorizado al verme. Mequedabaaúnbastantedemiantiguamaneradeserparasentirmeagraviadoporlaevidenteantipatíadeunanimalquealgunavezmehaqueridotanto.Peroesesentimientonotardóencederpasoalairritación.Yentonces,paramicaídafinaleirrevocable,sepresentóelespíritu de la PERVERSIDAD. La filosofía no tiene en cuenta a este espíritu; y, sinembargo,tanseguroestoydequemialmaexistecomodequelaperversidadesunodelosimpulsosprimordialesdel corazónhumano,unade las facultadesprimarias indivisibles,unodeesossentimientosquedirigenelcarácterdelhombre.¿Quiénnosehasorprendidoa símismocienveces enmomentos enque cometíauna acción tontaomalvadapor lasimplerazóndequenodebíacometerla?¿Nohayennosotrosunatendenciapermanente,queenfrentadescaradamentealbuensentido,unatendenciaatransgredirloqueconstituye

laLeyporelsolohechodeserlo?Esteespíritudeperversidadsepresentó,comohedicho,enmi caída final.Y el insondable anhelo que teníami alma de vejarse a símisma, deviolentar supropianaturaleza,dehacermalporelmalmismo,me incitóacontinuary,finalmente,aconsumarelsuplicioquehabíainfligidoalainocentebestia.Unamañana,obrandoasangrefría,lepaséunlazoporelpescuezoyloahorquéenlaramadeunárbol;loahorquémientraslaslágrimasmanabandemisojosyelmásamargoremordimientomeapretabaelcorazón;loahorquéporquerecordabaquemehabíaqueridoyporqueestabaseguro de que nome había dadomotivo paramatarlo; loahorquéporque sabía que, alhacerlo,cometíaunpecado,unpecadomortalquecomprometeríamialmahastallevarla—si ello fuera posible—más allá del alcance de la infinitamisericordia del Diosmásmisericordiosoymásterrible.

Lanochedeaquelmismodíaenquecometítancruelacciónmedespertarongritosde:«¡Incendio!».Lascortinasdemicamaeranunallamavivaytodalacasaestabaardiendo.Congrandificultadpudimosescapardelaconflagraciónmimujer,unsirvienteyyo.Todoquedó destruido. Mis bienes terrenales se perdieron y desde ese momento tuve queresignarmealadesesperanza.

No incurriré en la debilidad de establecer una relación de causa y efecto entre eldesastre ymi criminal acción.Pero estoydetallandouna cadenadehechosynoquierodejarningúneslabónincompleto.Aldíasiguientedelincendioacudíavisitarlasruinas.Salvo una, las paredes se habían desplomado. La que quedaba en pie era un tabiquedivisoriodepocoespesor,situadoenelcentrodelacasa,ycontraelcualseapoyabaanteslacabecerademilecho.Elenlucidohabíaquedadoasalvodelaaccióndelfuego,cosaqueatribuíasurecienteaplicación.Unadensamuchedumbrehabíasereunidofrentealaparedyvariaspersonasparecíanexaminarpartedelamismacongranatenciónydetalle.Las palabras «¡extraño!, ¡curioso!» y otras similares excitaron mi curiosidad. Alaproximarme vi que en la blanca superficie, grabada como un bajorrelieve, aparecía laimagendeungigantescogato.Elcontornoteníaunanitidezverdaderamentemaravillosa.Habíaunasogaalrededordelpescuezodelanimal.

Al descubrir esta aparición —ya que no podía considerarla otra cosa— me sentídominadoporelasombroyel terror.Perolareflexiónvinoluegoenmiayuda.Recordéquehabíaahorcadoalgatoenun jardíncontiguoa lacasa.Alproducirse laalarmadelincendio,lamultitudhabíainvadidoinmediatamenteeljardín:alguiendebiódecortarlasogay tiraralgatoenmihabitaciónpor laventanaabierta.Sinduda,habían tratadodedespertarmeenesaforma.Probablementelacaídadelasparedescomprimióalavíctimademi crueldad contra el enlucido recién aplicado, cuya cal, junto con la acción de lasllamasyelamoniacodelcadáver,produjolaimagenqueacababadever.

Si bien en esta formaquedó satisfechami razón, ya quenomi conciencia, sobre elextrañoepisodio,loocurridoimpresionóprofundamentemiimaginación.Durantemuchosmesesnopudelibrarmedelfantasmadelgato,yentodoesetiempodominómiespírituunsentimiento informe que se parecía, sin serlo, al remordimiento. Llegué al punto delamentarlapérdidadelanimalybuscar,enlosvilesantrosquehabitualmentefrecuentaba,

algúnotrodelamismaespecieyaparienciaquepudieraocuparsulugar.

Una noche en que, borracho amedias,me hallaba en una tabernamás que infame,reclamómiatenciónalgonegroposadosobreunodelosenormestonelesdeginebraqueconstituíanelprincipalmoblajedellugar.Durantealgunosminutoshabíaestadomirandodichotonelymesorprendiónohaberadvertidoanteslapresenciadelamanchanegraenloalto.Meaproximéylatoquéconlamano.Eraungatonegromuygrande,tangrandecomoPlutónyabsolutamenteigualaéste,salvoundetalle:Plutónnoteníaelmenorpeloblanco en el cuerpo, mientras este gato mostraba una vasta aunque indefinida manchablancaquelecubríacasitodoelpecho.

Al sentirse acariciado se enderezó prontamente, ronroneando con fuerza, se frotócontramimano y pareció encantado demis atenciones.Acababa, pues, de encontrar elanimalqueprecisamenteandababuscando.Deinmediato,propusesucompraaltabernero,peromecontestóqueelanimalnoerasuyoyquejamáslohabíavistoantesnisabíanadadeél.

Continuéacariciandoalgatoy,cuandomedisponíaavolveracasa,elanimalpareciódispuesto a acompañarme.Lepermití que lo hiciera, deteniéndomeunay otra vez parainclinarmeyacariciarlo.Cuandoestuvoencasa,seacostumbróaellade inmediatoyseconvirtióenelgranfavoritodemimujer.

Por mi parte, pronto sentí nacer en mí una antipatía hacia aquel animal. Eraexactamentelocontrariodeloquehabíaanticipado,pero—sinquepuedadecircómonipor qué— su marcado cariño por mí me disgustaba y me fatigaba. Gradualmente, elsentimiento de disgusto y fatiga creció hasta alcanzar la amargura del odio. Evitabaencontrarmeconelanimal;unrestodevergüenzayelrecuerdodemicrueldaddeantañome vedabanmaltratarlo. Durante algunas semanasme abstuve de pegarle o de hacerlevíctima de cualquier violencia; pero gradualmente —muy gradualmente— llegué amirarlo con inexpresable odio y a huir en silencio de su detestable presencia, como sifueraunaemanacióndelapeste.

Loque,sinduda,contribuyóaaumentarmiodiofuedescubrir,alamañanasiguientedehaberlo traídoacasa,queaquelgato, igualquePlutón,era tuerto.Estacircunstanciafueprecisamentelaquelehizomásgratoamimujer,quien,comoyadije,poseíaenaltogradoesossentimientoshumanitariosquealgunavezhabíansidomirasgodistintivoylafuentedemisplaceresmássimplesymáspuros.

Elcariñodelgatopormíparecíaaumentarenelmismogradoquemiaversión.Seguíamispasosconunapertinaciaquemecostaríahacerentenderal lector.Dondequieraqueme sentara venía a ovillarse bajo mi silla o saltaba a mis rodillas, prodigándome susodiosascaricias.Siechabaacaminar,semetíaentremispies,amenazandoconhacermecaer,obienclavaba sus largasyafiladasuñasenmis ropas,parapoder treparhastamipecho. En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentíaparalizadoporelrecuerdodemiprimercrimen,perosobretodo—quieroconfesarloahoramismo—porunespantosotemoralanimal.

Aquel temor no era precisamentemiedo de unmal físico y, sin embargo,me seríaimposibledefinirlodeotramanera.Mesientocasiavergonzadodereconocer—sí,aúnenestaceldadecriminalesmesientocasiavergonzadodereconocerqueelterror,elespantoqueaquelanimalmeinspiraba,eraintensificadoporunadelasmásinsensatasquimerasqueseríadadoconcebir—.Másdeunavezmimujermehabíallamadolaatenciónsobrelaformadelamanchablancadelacualyahehablado,yqueconstituíalaúnicadiferenciaentre el extraño animal y el queyohabíamatado.El lector recordaráque estamancha,aunquegrande,mehabíaparecidoalprincipiodeformaindefinida;perogradualmente,demanera tan imperceptiblequemi razón luchódurante largo tiempopor rechazarlacomofantástica, la mancha fue asumiendo un contorno de rigurosa precisión. Representabaahora algo que me estremezco al nombrar, y por ello odiaba, temía y hubiera queridolibrarmedelmonstruosihubiesesidocapazdeatreverme;representaba,digo, laimagendeunacosaatroz,siniestra…,¡laimagendelPATÍBULO!;¡Ohlúgubreyterriblemáquinadelhorrorydelcrimen,delaagoníaydelamuerte!

Me sentí entoncesmásmiserable que todas lasmiserias humanas. ¡Pensar que unabestia, cuyo semejante había yo destruido desdeñosamente, una bestia era capaz deproducir tan insoportableangustiaenunhombrecreadoa imagenysemejanzadeDios!¡Ay, ni de día ni de noche pude ya gozar de la bendición del reposo! De día, aquellacriatura no me dejaba un instante solo; de noche, despertaba hora a hora de los máshorrorosossueños,parasentirelardientealientodelacosaenmirostroysuterriblepeso—pesadillaencarnadadelaquenomeeraposibledesprenderme—apoyadoeternamentesobremicorazón.

Bajoelagobiodetormentossemejantes,sucumbióenmílopocoquemequedabadebueno.Sólolosmalospensamientosdisfrutabanyademiintimidad;losmástenebrosos,los más perversos pensamientos. La melancolía habitual de mi humor creció hastaconvertirseenaborrecimientodetodoloquemerodeabaydelaenterahumanidad;ymipobremujer, que de nada se quejaba, llegó a ser la habitual y paciente víctima de losrepentinosyfrecuentesarrebatosdeciegacóleraaquemeabandonaba.

Ciertodía,paracumplirunatareadoméstica,meacompañóalsótanodelaviejacasadondenuestrapobrezanosobligabaavivir.Elgatomesiguiómientrasbajabalaempinadaescaleray estuvoapuntode tirarmecabeza abajo, lo cualmeexasperóhasta la locura.Alzandounhachayolvidandoenmirabialospuerilestemoresquehastaentonceshabíandetenidomimano,descarguéungolpequehubieramatadoinstantáneamentealanimaldehaberloalcanzado.Perolamanodemimujerdetuvosutrayectoria.Entonces,llevadoporsuintervenciónaunarabiamásquedemoníaca,mezafédesuabrazoylehundíelhachaenlacabeza.Sinunsoloquejido,cayómuertaamispies.

Cumplidoesteespantosoasesinato,meentreguéalpuntoycon todasangre fríaa latareadeocultarelcadáver.Sabíaqueeraimposiblesacarlodecasa,tantodedíacomodenoche,sincorrerelriesgodequealgúnvecinomeobservara.Diversosproyectoscruzaronmimente.Porunmomentopenséendescuartizarelcuerpoyquemarlospedazos.Luegosemeocurriócavarunatumbaenelpisodelsótano.Pensétambiénsinoconveníaarrojar

elcuerpoalpozodelpatioometerloenuncajón,comosise trataradeunamercaderíacomún,yllamaraunmozodecordelparaqueloretiraradecasa.Pero,alfin,diconloquemeparecióelmejorexpedienteydecidíemparedarelcadáverenelsótano,talcomosedicequelosmonjesdelaEdadMediaemparedabanasusvíctimas.

Elsótanoseadaptababienaestepropósito.Susmuroserandematerialpocoresistenteyestabanreciénrevocadosconunmorteroordinario,quelahumedaddelaatmósferanohabíadejadoendurecer.Además,enunade lasparedesseveía la salienciadeuna falsachimenea,lacualhabíasidorellenadaytratadademanerasemejantealrestodelsótano.Sinlugaradudas,seríamuyfácilsacarlosladrillosenesaparte,introducirelcadáverytapar el agujero como antes, de manera que ninguna mirada pudiese descubrir algosospechoso.

Nomeequivocabaenmiscálculos.Fácilmentesaqué los ladrillosconayudadeunapalancay,luegodecolocarcuidadosamenteelcuerpocontralaparedinterna,lomantuveenesaposiciónmientrasaplicabadenuevolamamposteríaensuformaoriginal.Despuésde procurarme argamasa, arena y cerda, preparé un enlucido que no se distinguía delanterior, y revoqué cuidadosamente el nuevo enladrillado. Concluida la tarea, me sentísegurodequetodoestababien.Laparednomostrabalamenorseñaldehabersidotocada.Habíabarridohastaelmenorfragmentodematerialsuelto.Miréentorno,triunfante,ymedije:«Aquí,porlomenos,nohetrabajadoenvano».

Mipasosiguienteconsistióenbuscaralabestiacausantedetantadesgracia,puesalfinalmehabíadecididoamatarla.Sienaquelmomentoelgatohubierasurgidoantemí,sudestino habría quedado sellado, pero, por lo visto, el astuto animal, alarmado por laviolenciademiprimeraccesodecólera,secuidabadeaparecermientrasnocambiaramihumor.Imposibledescribiroimaginarelprofundo,elmaravillosoalivioquelaausenciadeladetestadacriaturatrajoamipecho.Nosepresentóaquellanoche,yasí,porprimeravezdesdesu llegadaa lacasa,pudedormirprofunday tranquilamente,sí,pudedormir,aunconelpesodelcrimensobremialma.

Pasaronelsegundoyeltercerdíaymiatormentadornovolvía.Unavezmásrespirécomounhombrelibre.¡Aterrado,elmonstruohabíahuidodecasaparasiempre!¡Yanovolveríaacontemplarlo!Gozabadeunasupremafelicidad,ylaculpademinegraacciónmepreocupabamuypoco.Sepracticaronalgunasaveriguaciones,a lasquenomecostómucho responder. Incluso hubo una perquisición en la casa; pero, naturalmente, no sedescubriónada.Mitranquilidadfuturameparecíaasegurada.

Al cuarto día del asesinato, un grupo de policías se presentó inesperadamente yprocedió a una nueva y rigurosa inspección. Convencido de que mi escondrijo eraimpenetrable, no sentí la más leve inquietud. Los oficiales me pidieron que losacompañaraensuexamen.Nodejaronhueconirincónsinrevisar.Alfinal,porterceraocuartavez,bajaronalsótano.Losseguísinquemetemblaraunsolomúsculo.Micorazónlatíatranquilamente,comoeldeaquelqueduermeenlainocencia.Mepaseédeunladoalotrodelsótano.Habíacruzadolosbrazossobreelpechoyandabatranquilamentedeaquí

paraallá.Lospolicíasestabancompletamentesatisfechosysedisponíanamarcharse.Laalegríademicorazónerademasiadograndeparareprimirla.Ardíaendeseosdedecirles,porlomenos,unapalabracomopruebadetriunfoyconfirmardoblementemiinocencia.

—Caballeros—dije,porfin,cuandoelgruposubíalaescalera—,mealegromuchodehaberdisipadosussospechas.Lesdeseofelicidadyunpocomásdecortesía.Dichoseadepaso, caballeros, esta casa estámuy bien construida… (Enmi frenético deseo de deciralgunacosaconnaturalidad,casinomedabacuentademispalabras).Repitoqueesunacasa de excelente construcción. Estas paredes… ¿ya semarchan ustedes, caballeros?…tienenunagransolidez.

Yentonces,arrastradopormispropiasbravatas,golpeéfuertementeconelbastónquellevabaenlamanosobrelapareddelenladrilladotrasdelacualsehallabaelcadáverdelaesposademicorazón.

¡QueDiosmeprotejaymelibredelasgarrasdelarchidemonio!Apenashabíacesadoel eco demis golpes cuando una voz respondió desde dentro de la tumba.Un quejido,sordo y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un niño, que luego creciórápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y continuo alarido, anormal, comoinhumano,unaullido,unclamordelamentación,mitaddehorror,mitaddetriunfo,comosólopuedehaberbrotadoenelinfiernodelagargantadeloscondenadosensuagoníaydelosdemoniosexultantesenlacondenación.

Hablar de lo que pensé en ese momento sería locura. Presa de vértigo, fuitambaleándomehastalaparedopuesta.Poruninstanteelgrupodehombresenlaescaleraquedóparalizadoporel terror.Luego,unadocenade robustosbrazosatacaron lapared,quecayódeunapieza.Elcadáver,yamuycorrompidoymanchadodesangrecoagulada,apareciódepieantelosojosdelosespectadores.Sobresucabeza,conlarojabocaabiertayelúnicoojocomodefuego,estabaagazapadalahorriblebestiacuyaastuciamehabíainducidoalasesinato,ycuyavozdelatorameentregabaalverdugo.¡Habíaemparedadoalmonstruoenlatumba!

DLaverdadsobreelcasodelseñorValdemar

e ningunamanerame parece sorprendente que el extraordinario caso del señorValdemar haya provocado tantas discusiones. Hubiera sido un milagro queocurriera lo contrario, especialmente en tales circunstancias. Aunque todos los

participantes deseábamos mantener el asunto alejado del público —al menos por elmomento,ohastaquesenosofrecierannuevasoportunidadesdeinvestigación—,apesardenuestrosesfuerzosnotardóendifundirseunaversióntanespuriacomoexageradaquese convirtió en fuente demuchas desagradables tergiversaciones y, como es natural, deprofundaincredulidad.

Elmomentohallegadodequeyodéaconocerloshechos—enlamedidaenquemeesposiblecomprenderlos—.Helosaquísucintamente:

Durante los últimos años el estudio del hipnotismo había atraído repetidamente miatención. Hace unos nueve meses, se me ocurrió súbitamente que en la serie deexperimentosefectuadoshastaahoraexistíaunaomisión tancuriosacomo inexplicable:jamás se había hipnotizado a nadie in articulomortis.Quedaba por verse si, en primerlugar,unpacienteenesascondicionesseríasusceptibledeinfluenciamagnética;segundo,en caso de que lo fuera, si su estado aumentaría o disminuiría dicha susceptibilidad, ytercero,hastaquépunto,oporcuántotiempo,elprocesohipnóticoseríacapazdedetenerlaintrusióndelamuerte.Quedabanporaclararotrospuntos,peroéstoseranlosquemásexcitabanmi curiosidad, sobre todo el último, dada la inmensa importancia que podíantenersusconsecuencias.

Pensandosientremisrelacioneshabríaalgúnsujetoquemepermitieraverificaresospuntos, me acordé de mi amigo Ernest Valdemar, renombrado compilador de laBibliothecaForensicayautor(bajoelnomdeplumedeIssacharMarx)delasversionespolacasdeWallensteinyGargantúa.ElseñorValdemar,residentedesde1839enHarlem,NuevaYork,es(oera)especialmentenotableporsuextraordinariadelgadez,tantoquesusextremidades inferiores se parecían mucho a las de John Randolph, y también por lablancuradesuspatillas,enviolentocontrasteconsuscabellosnegros, locual llevabaasuponer con frecuenciaqueusabapeluca.Teníaun temperamentomuynervioso,que leconvertía en buen sujeto para experiencias hipnóticas. Dos o tres veces le habíaadormecido sin gran trabajo, pero me decepcionó no alcanzar otros resultados que suespecial constitución me había hecho prever. Su voluntad no quedaba nunca bajo mi

enterodominio,y,porloquerespectaalaclarividencia,nosepodíaconfiarennadadeloquehabíaconseguidoconél.Atribuíayoaquellosfracasosalmalestadodesaluddemiamigo. Unos meses antes de trabar relación con él, los médicos le habían declaradotuberculoso.ElseñorValdemaracostumbrabareferirsecontodacalmaasupróximofin,comoalgoquenocabenievitarnilamentar.

Cuandolasideasaquehealudidosemeocurrieronporprimeravez,lomásnaturalfuequeacudiese aValdemar.Demasiadobienconocía la serena filosofíademi amigoparatemer algún escrúpulo de su parte; por lo demás, no tenía parientes en América quepudieran intervenirparaoponerse.Lehablé francamentedel asuntoy,parami sorpresa,notéquese interesabavivamente.Digoparamisorpresa,puessibienhastaentoncessehabíaprestadolibrementeamisexperimentos,jamásdemostróelmenorinterésporloqueyohacía.Suenfermedaderadelasquepermitenuncálculoprecisosobreelmomentoenque sobrevendrá lamuerte. Convinimos, pues, en quememandaría llamar veinticuatrohorasantesdelmomentofijadoporsusmédicosparasufallecimiento.

Hacemásdesietemesesquerecibílasiguientenota,depuñoyletradeValdemar:EstimadoP…:

Ya puede usted venir. D… y F… coinciden en que no pasaré demañana amedianoche, y meparecequehancalculadoeltiempoconmuchaexactitud.

Valdemar.

Recibíelbilletemediahoradespuésdeescrito,yquinceminutosmástardeestabaenel dormitorio delmoribundo.No le había visto en los últimos diez días yme aterró laespantosa alteración que se había producido en tan breve intervalo. Su rostro tenía uncolorplomizo,nohabíaelmenorbrilloenlosojosy,tanterribleerasudelgadez,quelapiel se había abierto en los pómulos. Expectoraba continuamente y el pulso era casiimperceptible.Conservabanoobstante unanotable claridadmental, y cierta fuerza.Mehabló con toda claridad, tomó algunos calmantes sin ayuda ajena y, en elmomento deentrar en su habitación, le encontré escribiendo unas notas en una libreta. Semanteníasentadoenellechoconayudadevariasalmohadas,yestabanasuladolosdoctoresD…yE…

LuegodeestrecharlamanodeValdemar,llevéapartealosmédicosylespedíquemeexplicarandetalladamenteelestadodelenfermo.Desdehacíadieciochomeses,elpulmónizquierdo se hallaba en un estado semióseo o cartilaginoso, y, como es natural, nofuncionabaenabsoluto.Ensuporciónsuperiorelpulmónderechoaparecíaparcialmenteosificado, mientras la inferior era tan sólo una masa de tubérculos purulentos que seconfundíanunosconotros.Existíanvariasdilatadasperforacionesyenunpuntosehabíaproducidouna adherencia permanente a las costillas.Todos estos fenómenosdel lóbuloderechoerandefechareciente;laosificaciónsehabíaoperadoconinsólitarapidez,yaqueunmesantesnoexistíanseñalesdelamismaylaadherenciasólohabíasidocomprobableenlosúltimostresdías.Apartedelatuberculosislosmédicossospechabanunaneurismade la aorta, pero los síntomas de osificación volvían sumamente difícil un diagnóstico.AmbosfacultativosopinabanqueValdemarmoriríahacialamedianochedeldíasiguiente

(undomingo).Eranahoralassietedelatardedelsábado.

Alabandonarlacabeceradelmoribundoparaconversarconmigo,losdoctoresD…yF…sehabíandespedidodefinitivamentedeél.Noerasuintenciónvolveraverle,pero,amipedido,convinieronenexaminaralpacientealasdiezdelanochedeldíasiguiente.

Unavezquesefueron,habléfrancamenteconValdemarsobresupróximofin,ymereferíendetallealexperimentoquelehabíapropuesto.Nuevamentesemostródispuesto,e incluso ansioso por llevarlo a cabo, y me pidió que comenzara de inmediato. Dosenfermeros,unhombreyunamujer,atendíanalpaciente,peronomesentíautorizadoallevar a cabo una intervención de tal naturaleza frente a testigos de tan pocaresponsabilidadencasodealgúnaccidente repentino.Aplacé,por tanto, el experimentohasta las ocho de la noche del día siguiente, cuando la llegada de un estudiante demedicinademiconocimiento(elseñorTheodoreL…l)melibródetodapreocupación.Miintencióninicialhabíasidoladeesperara losmédicos,peromeviobligadoaproceder,primeramenteporlosurgentespedidosdeValdemaryluegopormipropiaconviccióndeque no había un minuto que perder, ya que con toda evidencia el fin se acercabarápidamente.

ElseñorL…ltuvolaamabilidaddeaccederamipedido,asícomodetomarnotadetodoloqueocurriera.Loquevoyarelatarahoraprocededesusapuntes,yaseaenformacondensadaoverbatim.

Faltabancincominutosparalasochocuando,despuésdetomarlamanodeValdemar,le pedí quemanifestara con toda la claridad posible, en presencia de L…l, que estabadispuestoaqueyolehipnotizaraenelestadoenqueseencontraba.

Débil, pero distintamente, el enfermo respondió: «Sí, quiero ser hipnotizado»,agregandodeinmediato:«Metemoqueseademasiadotarde».

Mientrasasídecía,empecéaefectuarlospasesqueenlasocasionesanterioreshabíansido más efectivos con él. Sentía indudablemente la influencia del primer movimientolateral de mi mano por su frente, pero, aunque empleé todos mis poderes, me fueimposiblelograrotrosefectoshastaalgunosminutosdespuésdelasdiez,cuandollegaronlosdoctoresD…yF…,talcomolohabíanprometido.Enpocaspalabraslesexpliquécuálerami intención, y, como no opusieron inconveniente, considerando que el enfermo sehallabayaenagonía,continuésinvacilar,cambiando,sinembargo,lospaseslateralesporotrosverticalesyconcentrandomimiradaenelojoderechodelsujeto.

A esta altura su pulso era imperceptible y respiraba entre estertores, a intervalos demediominuto.

Esta situación se mantuvo sin variantes durante un cuarto de hora. Al expirar esteperíodo,sinembargo,unsuspiroperfectamentenatural,aunquemuyprofundo,escapódelpechodelmoribundo,mientrascesaba larespiraciónestertorosao,mejordicho,dejabandepercibirselosestertores;encuantoalosintervalosdelarespiración,siguieronsiendolosmismos.Lasextremidadesdelpacienteestabanheladas.

A las once menos cinco, advertí inequívocas señales de influencia hipnótica. Lavidriosa mirada de los ojos fue reemplazada por esa expresión de intranquilo exameninteriorquejamássevesinoencasosdehipnotismo,ysobrelacualnocabeengañarse.Mediante unos rápidos pases laterales hice palpitar los párpados, como al acercarse elsueño,yconunospocosmásloscerréporcompleto.Nobastabaestoparasatisfacerme,sinembargo,sinoquecontinuévigorosamentemismanipulaciones,poniendoenellastodamivoluntad,hastaquehubelogradolacompletarigidezdelosmiembrosdeldurmiente,aquienpreviamentehabíacolocadoenlaposiciónquemepareciómáscómoda.Laspiernasestabancompletamenteestiradas;losbrazosreposabanenellecho,acortadistanciadelosflancos.Lacabezahabíasidoligeramentelevantada.

AldarestoporterminadoerayamedianocheypedíalospresentesqueexaminaranelestadodeValdemar.Luegodeunaspocasverificaciones,admitieronqueseencontrabaenunestadoinsólitamenteperfectodetrancehipnótico.Lacuriosidaddeambosmédicossehabíadespertadoensumogrado.EldoctorD…decidiópasartodalanochealacabeceradelpaciente,mientraseldoctorF…semarchaba,conpromesadevolverpor lamañanatemprano.L…lylosenfermerossequedaron.

DejamosaValdemarencompletatranquilidadhastalastresdelamadrugada,horaenquemeacerquéyviqueseguíaenelmismoestadoquealmarcharseeldoctorF…;valedecir, yacía en lamismaposición y su pulso era imperceptible.Respiraba sin esfuerzo,aunquecasinoseadvertíasualiento,salvoqueseaplicaraunespejoaloslabios.Losojosestaban cerrados con naturalidad y las piernas tan rígidas y frías como si fueran demármol.Noobstanteello,laaparienciageneraldistabamuchodeladelamuerte.

Alacercarme intentéun ligeroesfuerzopara influir sobreelbrazoderecho,a findeque siguiera losmovimientos delmío, quemovía suavemente sobre su cuerpo.En estaclasedeexperimentojamáshabíalogradobuenresultadoconValdemar,peroahora,paramiestupefacción,viquesubrazo,débilperoseguro,seguíatodaslasdireccionesqueleseñalabaelmío.Medecidíentoncesaintentarunbrevediálogo.

—Valdemar…,¿duermeusted?—pregunté.

Nomecontestó,peronotéqueletemblabanloslabios,porlocualrepetívariasveceslapregunta.Alaterceravez,todosucuerposeagitóconunligerotemblor;lospárpadosselevantaronlobastanteparamostrarunalíneadelblancodelojo;moviéronselentamenteloslabios,mientrasenunsusurroapenasaudiblebrotabandeellosestaspalabras:

—Sí…ahoraduermo.¡Nomedespierte!¡Déjememorirasí!

Palpé los miembros, encontrándolos tan rígidos como antes. Volví a interrogar alhipnotizado:

—¿Siguesintiendodolorenelpecho,Valdemar?

Larespuestatardóunmomentoyfueaúnmenosaudiblequelaanterior:

—Nosufro…Meestoymuriendo.

Nomeparecióaconsejablemolestarlemásporelmomento,ynovolvíahablarlehastala llegada del doctor F…, que arribó poco antes de la salida del sol y se quedóabsolutamenteestupefactoalencontrarqueelpacientesehallabatodavíavivo.Luegodetomarleelpulsoyacercarunespejoasus labios,mepidióque lehablaraotravez,a locualaccedí.

—Valdemar—dije—.¿Sigueusteddurmiendo?

Como la primera vez, pasaron unosminutos antes de lograr respuesta, y durante elintervaloelmoribundodiolaimpresióndeestarjuntandofuerzasparahablar.Alacuartarepeticióndelapregunta,yconvozqueladebilidadvolvíacasiinaudible,murmuró:

—Sí…Dormido…Muriéndome.

Laopinióno,mejor,eldeseodelosmédicoseraquenosearrancaseaValdemardesuactualestadodeaparente tranquilidadhastaque lamuertesobreviniera,cosaque, segúnconsenso general, sólo podía tardar algunosminutos.Decidí, sin embargo, hablarle unavezmás,limitándomearepetirmipreguntaanterior.

Mientraslohacía,unnotablecambioseprodujoenlasfaccionesdelhipnotizado.Losojosseabrieronlentamente,aunquelaspupilashabíangiradohaciaarriba;lapieladquirióunatonalidadcadavérica,mássemejantealpapelblancoquealpergamino,yloscírculoshécticos,quehastaesemomentosedestacabanfuertementeenelcentrodecadamejilla,seapagaronbruscamente.Empleoestaspalabrasporqueloinstantáneodesudesaparicióntrajoamimemorialaimagendeunabujíaqueseapagadeunsoplo.Almismotiempoellabio superior se replegó, dejando al descubierto los dientes que antes cubríacompletamente,mientraslamandíbulainferiorcaíaconunsacudimientoquetodosoímos,dejando la boca abierta de par en par y revelando una lengua hinchada y ennegrecida.Supongo que todos los presentes estaban acostumbrados a los horrores de un lecho demuerte,perolaaparienciadeValdemareratanespantosaenaquelinstante,queseprodujounmovimientogeneralderetroceso.

Comprendoquehellegadoahoraaunpuntodemirelatoenelqueellectorsesentirámovidoaunaabsolutaincredulidad.Meveo,sinembargo,obligadoacontinuarlo.

Elmás imperceptible signo de vitalidad había cesado enValdemar; seguros de queestabamuertoloconfiábamosyaalosenfermeros,cuandonosfuedadoobservarunfuertemovimientovibratoriode la lengua.Lavibración semantuvoaproximadamenteduranteunminuto.Alcesar,deaquellasabiertaseinmóvilesmandíbulasbrotóunavozqueseríainsensatopretenderdescribir.Esverdadqueexistendosotresepítetosquecabríaaplicarleparcialmente:puedodecir, por ejemplo,que su sonidoera ásperoyquebrado, así comohueco.Peroeltodoesindescriptible,porlasencillarazóndequejamásunoídohumanohapercibidoresonanciassemejantes.Doscaracterísticas,sinembargo—segúnlopenséenelmomentoylosigopensando—,puedenserseñaladascomopropiasdeaquelsonidoydar alguna idea de su calidad extraterrena. En primer término, la voz parecía llegar anuestrosoídos(porlomenosalosmíos)desdelargadistancia,odesdeunacavernaenlaprofundidaddelatierra.Segundo,meprodujolamismasensación(temoquemeresultará

imposible hacerme entender) que las materias gelatinosas y viscosas producen en elsentidodeltacto.

He hablado al mismo tiempo de «sonido» y de «voz». Quiero decir que el sonidoconsistíaenunsilabeoclarísimo,deunaclaridadinclusoasombrosayaterradora.ElseñorValdemarhablaba,yeraevidentequeestabacontestandoalainterrogaciónformuladapormíunosminutosantes.Comose recordará, lehabíapreguntadosi seguíadurmiendo.Yahoraescuché:

—Sí…No…Estuvedurmiendo…yahora…ahora…estoymuerto.

Ninguno de los presentes pretendió siquiera negar ni reprimir el inexpresable,estremecedorespantoqueaquellaspocaspalabras,asípronunciadas,teníanqueproducir.L…l, el estudiante, cayó desvanecido. Los enfermeros escaparon del aposento y fueimposible convencerlos de que volvieran. Por mi parte, no trataré de comunicar mispropias impresionesal lector.Duranteunahora, silenciosos, sinpronunciarunapalabra,nosesforzamosporreanimaraL…l.Cuandovolvióensí,pudimosdedicarnosaexaminarelestadodeValdemar.

Seguía, en todo sentido, como lo he descrito antes, salvo que el espejo noproporcionabayapruebasdesurespiración.Fueinútilquetratáramosdesangrarloenelbrazo. Debo agregar que éste no obedecía ya a mi voluntad. En vano me esforcé porhacerle seguir la dirección de mi mano. La única señal de la influencia hipnótica laconstituía ahora elmovimientovibratoriode la lengua cadavezquevolvía ahacerunapregunta aValdemar.Sediríaque tratabadecontestar, peroquecarecíayadevoluntadsuficiente.Permanecíainsensibleatodapreguntaqueleformularacualquieraquenofueseyo,aunquemeesforcéporponeracadaunodelospresentesenrelaciónhipnóticaconelpaciente.Creoqueconestoheseñaladotodolonecesarioparaquesecomprendacuáleralacondicióndelhipnotizadoenesemomento.Sellamóanuevosenfermeros,yalasdiezdelamañanaabandonélamoradaencompañíadeambosmédicosydeL…l.

Volvimosporlatardeaveralpaciente.Suestadoseguíasiendoelmismo.Discutimosunratosobrelaconvenienciayposibilidaddedespertarlo,peropoconoscostóllegaralaconclusióndequenadabuenoseconseguiríaconeso.Resultabaevidentequehastaahora,lamuerte(oesoquedecostumbresedenominamuerte)habíasidodetenidaporelprocesohipnótico.Parecíaclaroque,sidespertábamosaValdemar,loúnicoquelograríamosseriasuinmediatoo,porlomenos,surápidofallecimiento.

Desdeestemomentohastafinesdelasemanapasada—valedecir,casisietemeses—continuamosacudiendodiariamenteacasadeValdemar,acompañadosunayotravezpormédicosyotrosamigos.Durantetodoestetiempoelhipnotizadosemantuvoexactamentecomolohedescrito.Losenfermerosleatendíancontinuamente.

Porfin,elviernespasadoresolvimoshacerelexperimentodedespertarlo,otratardedespertarlo:probablementeel lamentable resultadodelmismoeselquehadado lugaratanta discusión en los círculos privados y a una opinión pública que no puedodejar deconsiderarcomoinjustificada.

Aefectosde librardel trancehipnóticoalpaciente, acudía lospaseshabituales.Deentrada resultaron infructuosos. La primera indicación de un retorno a la vida loproporcionó el descenso parcial del iris. Como detalle notable se observó que estedescenso de la pupila iba acompañado de un abundante flujo de icor amarillento,procedentededebajodelospárpados,quedespedíaunolorpenetranteyfétido.Alguienmesugirióquetrataradeinfluirsobreelbrazodelpaciente,comoalcomienzo.Lointenté,sinresultado.EntonceseldoctorF…expresósudeseodequeinterrogaraalpaciente.Asílohice,conlassiguientespalabras:

—SeñorValdemar…¿puedeexplicarnosloquesienteyloquedesea?

Instantáneamentereaparecieronloscírculoshécticosenlasmejillas;lalenguatembló,o, mejor dicho, rodó violentamente en la boca (aunque las mandíbulas y los labiossiguieronrígidoscomoantes),yentoncesresonóaquellahorrendavozquehetratadoyadedescribir:

—¡Por amor de Dios… pronto… pronto… hágame dormir… o despiérteme…pronto…despiérteme!¡Ledigoqueestoymuerto!

Perdíporcompletolaserenidady,duranteunmomento,mequedésinsaberquéhacer.Porfin,intentécalmarotravezalpaciente,peroalfracasar,debidoalatotalsuspensióndela voluntad, cambié el procedimiento y luché con todas mis fuerzas para despertarlo.Prontomedicuentadequelolograría,o,porlomenos,asímeloimaginé;yestoysegurodequetodoslosasistentessehallabanpreparadosparaverdespertaralpaciente.

Pero lo que realmente ocurrió fue algo para lo cual ningún ser humano podía estarpreparado.

Mientrasejecutabarápidamentelospaseshipnóticos,entrelosclamoresde:«¡Muerto!¡Muerto!»,queliteralmenteexplotabandesdelalenguaynodesdeloslabiosdelsufriente,bruscamente todo su cuerpo, en el espacio de unminuto, o aúnmenos, se encogió, sedeshizo…sepudrióentremismanos.Sobreellecho,antetodoslospresentes,noquedómásqueunamasacasilíquidaderepugnante,deabominableputrefacción.

EElcorazóndelator

s cierto! Siempre he sido nervioso,muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Peropor qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado missentidos,envezdedestruirlosoembotarlos.Ymioídoeraelmásagudodetodos.

Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo.Muchas cosas oí en el infierno.¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen… y observen con cuánta cordura, concuántatranquilidadlescuentomihistoria.

Meesimposibledecircómoaquellaideameentróenlacabezaporprimeravez;pero,unavezconcebida,meacosónocheydía.Yonoperseguíaningúnpropósito.Nitampocoestaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás meinsultó.Sudineronomeinteresaba.Meparecequefuesuojo.¡Sí,esofue!Teníaunojosemejantealdeunbuitre…Unojoceleste,yveladoporunatela.Cadavezqueloclavabaenmísemehelabalasangre.Yasí,pocoapoco,muygradualmente,mefuidecidiendoamataralviejoylibrarmedeaquelojoparasiempre.

Prestenatenciónahora.Ustedesmetomanporloco.Peroloslocosnosabennada.Encambio…¡sihubieranpodidoverme!¡Sihubieranpodidoverconquéhabilidadprocedí!¡Conquécuidado…conquéprevisión…conquédisimulomepusealaobra!Jamásfuimásamableconelviejoquelasemanaantesdematarlo.Todaslasnoches,hacialasdoce,hacía yo girar el picaporte de su puerta y la abría… ¡oh, tan suavemente!Y entonces,cuando la abertura era lo bastante grande para pasar la cabeza, levantaba una linternasorda,cerrada,completamentecerrada,demaneraquenosevieraningunaluzytrasellapasabalacabeza.¡Oh,ustedessehubieranreídoalvercuanastutamentepasabalacabeza!Lamovíalentamente…muy,muylentamente,afindenoperturbarelsueñodelviejo.Mellevabaunahoraentera introducircompletamente lacabezapor laaberturade lapuerta,hastaverlotendidoensucama.¿Eh?¿Esqueunlocohubierasidotanprudentecomoyo?Y entonces, cuando tenía la cabeza completamente dentro del cuarto, abría la linternacautelosamente… ¡oh, tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba abriendo la linterna(pues crujían las bisagras), la iba abriendo lo suficiente para que un solo rayo de luzcayerasobreelojodebuitre.Yestolohicedurantesietelargasnoches…cadanoche,alasdoce…perosiempreencontréelojocerrado,yporesomeeraimposiblecumplirmiobra,porque no era el viejo quienme irritaba, sino elmal de ojo. Y por lamañana, apenasiniciadoeldía,entrabasinmiedoensuhabitaciónylehablabaresueltamente,llamándolepor su nombre con voz cordial y preguntándole cómo había pasado la noche. Ya ven

ustedes que tendría que haber sido un viejo muy astuto para sospechar que todas lasnoches,justamentealasdoce,ibayoamirarlemientrasdormía.

Al llegar la octava noche, procedí con mayor cautela que de costumbre al abrir lapuerta.Elminuterodeunrelojsemueveconmásrapidezdeloquesemovíamimano.Jamás, antes de aquella noche, había sentido el alcance de mis facultades, de misagacidad. Apenas lograba contener mi impresión de triunfo. ¡Pensar que estaba ahí,abriendopocoapocolapuerta,yqueélnisiquierasoñabaconmissecretasintencionesopensamientos!Mereíentredientesanteestaidea,yquizámeoyó,porquelesentímoverserepentinamenteenlacama,comosisesobresaltara.Ustedespensaránquemeechéhaciaatrás… pero no. Su cuarto estaba tan negro como la brea, ya que el viejo cerrabacompletamente las persianas por miedo a los ladrones; yo sabía que le era imposibledistinguirlaaberturadelapuerta,yseguíempujandosuavemente,suavemente.

Habíayapasadolacabezaymedisponíaaabrirlalinterna,cuandomipulgarresbalóenelcierremetálicoyelviejoseenderezóenellecho,gritando:

—¿Quiénestáahí?

Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante una hora entera no moví un solomúsculo,yentodoesetiemponooíquevolvieraatenderseenlacama.Seguíasentado,escuchando… tal como yo lo había hecho, noche tras noche,mientras escuchaba en laparedlostaladroscuyosonidoanuncialamuerte.

Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el quejido que nace del terror. Noexpresabadoloropena…¡oh,no!Era el ahogado sonidoquebrotadel fondodel almacuandoelespantolasobrecoge.Bienconocíayoesesonido.Muchasnoches,justamentealas doce, cuando el mundo entero dormía, surgió de mi pecho, ahondando con suespantosoecolosterroresquemeenloquecían.Repitoqueloconocíabien.Comprendíloqueestabasintiendoelviejoyletuvelástima,aunquemereíaenelfondodemicorazón.Comprendíquehabíaestadodespiertodesdeelprimerleveruido,cuandosemovióenlacama.Habíatratadodedecirsequeaquelruidonoeranada,perosinconseguirlo.Pensaba:«Noesmásqueelvientoenlachimenea…oungrilloquechirrióunasolavez».Sí,habíatratadodedarseánimoconesassuposiciones,pero todoeraenvano.Todoeraenvano,porquelaMuertesehabíaaproximadoaél,deslizándosefurtivayenvolvíaasuvíctima.Yla fúnebre influencia de aquella sombra imperceptible era la que le movía a sentir—aunque no podía verla ni oírla—, a sentir la presencia de mi cabeza dentro de lahabitación.

Después de haber esperado largo tiempo, con toda paciencia, sin oír que volviera aacostarse,resolvíabrirunapequeña,unapequeñísimaranuraenlalinterna.Asílohice—nopuedenimaginarseustedesconquécuidado,conquéinmensocuidado—,hastaqueunfinorayodeluz,semejantealhilodelaaraña,brotódelaranuraycayódellenosobreelojodebuitre.

Estabaabierto,abiertodeparenpar…yyoempecéaenfurecermemientraslemiraba.Le vi con toda claridad, de un azul apagado y con aquella horrible tela queme helaba

hasta el tuétano. Pero no podía ver nada de la cara o del cuerpo del viejo, pues, comomovidoporuninstinto,habíaorientadoelhazdeluzexactamentehaciaelpuntomaldito.

¿No les hedichoyaque loque tomanerradamentepor locura es sólouna excesivaagudeza de los sentidos? En aquel momento llegó a mis oídos un resonar apagado ypresuroso,comoelquepodríahacerunrelojenvueltoenalgodón.Aquelsonidotambiénmeerafamiliar.Eraellatirdelcorazóndelviejo.Aumentóaúnmásmifuria,talcomoelredoblardeuntamborestimulaelcorajedeunsoldado.

Pero, inclusoentonces,mecontuveyseguícallado.Apenassí respiraba.Sostenía lalinternademodoquenosemoviera,tratandodemantenercontodalafirmezaposibleelhazdeluzsobreelojo.Entretanto,elinfernallatirdelcorazónibaenaumento.Sehacíacadavezmásrápido,cadavezmásfuerte,momentoamomento.Elespantodelviejoteníaqueserterrible.¡Cadavezmásfuerte,másfuerte!¿Mesiguenustedesconatención?Leshedichoque soynervioso.Sí, lo soy.Yahora, amedianoche, en el terrible silenciodeaquella antigua casa, un resonar tan extraño como aquél me llenó de un horrorincontrolable. Sin embargo,me contuve todavía algunosminutos y permanecí inmóvil.¡Peroellatidocrecíacadavezmásfuerte,másfuerte!Meparecióqueaquelcorazónibaaestallar.Yunanuevaansiedad se apoderódemí…¡Algúnvecinopodía escuchar aquelsonido!¡Lahoradelviejohabíasonado!Lanzandounalarido,abrídeltodolalinternaymeprecipitéenlahabitación.Elviejoclamóunavez…nadamásqueunavez.Mebastóunsegundoparaarrojarlealsueloyecharleencimaelpesadocolchón.Sonreíalegrementealverlofácilquemehabíaresultadotodo.Pero,durantevariosminutos,elcorazónsiguiólatiendo con un sonido ahogado. Claro que no me preocupaba, pues nadie podríaescucharloatravésdelasparedes.Cesó,porfin,delatir.Elviejohabíamuerto.Levantéelcolchónyexaminéelcadáver.Sí,estabamuerto,completamentemuerto.Apoyélamanosobre el corazón y lamantuve así largo tiempo.No se sentía elmenor latido. El viejoestababienmuerto.Suojonovolveríaamolestarme.

Siustedescontinúantomándomeporlocodejarándehacerlocuandolesdescribalasastutasprecaucionesqueadoptéparaesconderelcadáver.Lanocheavanzaba,mientrasyocumplíami trabajo con rapidez, pero en silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Lecortélacabeza,brazosypiernas.

Levantéluegotresplanchasdelpisodelahabitaciónyescondílosrestosenelhueco.Volvíacolocar los tablonescontantahabilidadqueningúnojohumano—nisiquieraelsuyo—hubierapodidoadvertir lamenordiferencia.Nohabíanadaquelavar…ningunamancha…ningúnrastrodesangre.Yoerademasiadoprecavidoparaeso.Unacubahabíarecogidotodo…¡ja,ja!

Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro de la madrugada, pero seguía tanoscuro como a medianoche. En momentos en que se oían las campanadas de la hora,golpearon a la puerta de la calle.Acudí a abrir con toda tranquilidad, pues ¿qué podía

temerahora?

Halléatrescaballeros,quesepresentaronmuycivilmentecomooficialesdepolicía.Durante la noche, un vecino había escuchado un alarido, por lo cual se sospechaba laposibilidad de algún atentado. Al recibir este informe en el puesto de policía, habíancomisionadoalostresagentesparaqueregistraranellugar.

Sonreí,pues…¿qué teníaque temer?Di labienvenidaa losoficialesy lesexpliquéque yo había lanzado aquel grito durante una pesadilla. Les hice saber que el viejo sehabíaausentadoalacampaña.Llevéalosvisitantesarecorrerlacasaylosinvitéaquerevisaran, a que revisaran bien. Finalmente, acabé conduciéndolos a la habitación delmuerto.Lesmostrésuscaudalesintactosycómocadacosasehallabaensulugar.Enelentusiasmodemisconfidenciastrajesillasalahabitaciónypedíalostrescaballerosquedescansaranallídesu fatiga,mientrasyomismo,con laaudaciademiperfecto triunfo,

colocabamisillaenelexactopuntobajoelcualreposabaelcadáverdemivíctima.

Losoficialessesentíansatisfechos.Mismodalesloshabíanconvencido.Pormiparte,mehallabaperfectamentecómodo.Sentáronseyhablarondecosascomunes,mientrasyoles contestaba con animación.Mas, al cabo de un rato, empecé a notar que me poníapálidoydeseéquesemarcharan.Medolía lacabezaycreíapercibirunzumbidoenlosoídos; pero los policías continuaban sentados y charlando. El zumbido se hizo másintenso; seguía resonando y era cada vez más intenso. Hablé en voz muy alta paralibrarme de esa sensación, pero continuaba lo mismo y se iba haciendo cada vez másclara…hastaque,alfin,medicuentadequeaquelsonidonoseproducíadentrodemisoídos.

Sinduda,debídeponermemuypálido,pero seguíhablandoconcreciente solturaylevantando mucho la voz. Empero, el sonido aumentaba… ¿y qué podía yo? Era unresonarapagadoypresuroso…,unsonidocomoelquepodríahacerunrelojenvueltoenalgodón.Yojadeaba,tratandoderecobrarelaliento,y,sinembargo,lospolicíasnohabíanoído nada. Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecíacontinuamente.Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en vozmuy alta y conviolentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban?Anduvedeunladoaotro,agrandespasos,comosilasobservacionesdeaquelloshombresmeenfurecieran;peroelsonidocrecíacontinuamente. ¡Oh,Dios!¿Quépodíahaceryo?Lancé espumarajos de rabia…maldije… juré…Balanceando la silla sobre la cual mehabíasentado,raspéconellalastablasdelpiso,peroelsonidosobrepujabatodoslosotrosy crecía sin cesar. ¡Más alto…más alto…másalto!Y entretanto los hombres seguíancharlandoplácidamenteysonriendo.¿Eraposiblequenooyeran?¡SantoDios!¡No,no!¡Claroqueoíanyquesospechaban!¡Sabían…yseestabanburlandodemihorror!¡Sí,asílo pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquella agonía!¡Cualquiercosaseríamástolerablequeaquelescarnio!¡Nopodíasoportarmástiemposussonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces… otra vez…escuchen…másfuerte…másfuerte…másfuerte…másfuerte!

—¡Basta ya de fingir,malvados!—aullé—. ¡Confieso que lomaté! ¡Levanten esostablones!¡Ahí…ahí!¡Dondeestálatiendosuhorriblecorazón!

H

UndescensoalMaelström

LoscaminosdeDiosenlanaturalezay

enlaprovidencianosoncomonuestroscaminos;

ynuestrasobrasnopuedencompararse

enmodoalgunoconlavastedad,laprofundidad

ylainescrutabilidaddeSusobras,

quecontienenensímismasunaprofundidad

mayorqueladelpozodeDemócrito.

JOSEPHGLANVILL

abíamos alcanzado la cumbre del despeñadero más elevado. Durante algunosminutos,elancianopareciódemasiadofatigadoparahablar.

—Hasta no hacemucho tiempo—dijo, por fin—podría haberlo guiado eneste ascenso tan bien como el más joven de mis hijos. Pero, hace unos tres años, meocurrióalgoquejamáslehaocurridoaotromortal…o,porlomenos,aalguienquehayaalcanzadoasobrevivirparacontarlo;ylasseishorasdeterrormortalquesoportémehandestrozadoelcuerpoyelalma.Ustedhadecreermemuyviejo,peronolosoy.Bastóalgomenosdeundíaparaqueestoscabellos,negroscomoelazabache,sevolvieranblancos;debilitáronsemismiembros, y tan frágiles quedaronmis nervios, que tiemblo almenoresfuerzo yme asusto de una sombra. ¿Creerá usted que apenas puedomirar desde estepequeñoacantiladosinsentirvértigo?

El «pequeño acantilado», a cuyo borde se había tendido a descansar con tantanegligencia que la parte más pesada de su cuerpo sobresalía del mismo, mientras secuidaba de una caída apoyando el codo en la resbalosa arista del borde; el «pequeñoacantilado», digo, alzábase formando un precipicio de negra roca reluciente, de milquinientosomil seiscientospies, sobre lamultituddedespeñaderossituadosmásabajo.Nadahubierapodidoinducirmeatomarposiciónamenosdeseisyardasdeaquelborde.Adecirverdad,tantomeimpresionólapeligrosaposturademicompañeroquecaíentierracuanlargoera,meaferréalosarbustosquemerodeabanynomeatrevísiquieraamirarhacia el cielo, mientras luchaba por rechazar la idea de que la furia de los vientosamenazabasacudirloscimientosdeaquellamontaña.Pasólargoratoantesdequepudiera

reunircorajesuficienteparasentarmeymiraraladistancia.

—Debeustedcurarsedeesasfantasías—dijoelguía—,yaquelohetraídoparaquetengadesdeaquílamejorvistadellugardondeocurrióelepisodioquemencionéantes…yparacontarletodalahistoriaconsuescenariopresente.

«Noshallamos—agregó,conlamaneraminuciosaquelodistinguía—,noshallamosmuy cerca de la costa de Noruega, a los sesenta y ocho grados de latitud, en la granprovinciadeNordland,yeneldistritodeLodofen.LamontañacuyacimaacabamosdeescalaresHelseggen,laNebulosa.Enderéceseustedunpoco…sujetándosealasmatassisesientemareado…¡Así!Mireahora,másalládelacinturadevaporquehaydebajodenosotros,haciaelmar».

Miré,llenodevértigo,ydescubríunavastaextensiónoceánica,cuyasaguasteníanuncolortanparecidoalatintaquemerecordaronladescripciónquehaceelgeógrafonubiodel Mare Tenebrarum. Ninguna imaginación humana podría concebir panorama máslamentablementedesolado.Aderechaeizquierda,yhastadondepodíaalcanzarlamirada,se tendían, como murallas del mundo cadenas de acantilados horriblemente negros ycolgantes,cuyolúgubreaspectoveíasereforzadoporlaresaca,querompíacontraellossublanca y lívida cresta, aullando y rugiendo eternamente. Opuesta al promontorio sobrecuya cima nos hallábamos, y a unas cinco o seismillas dentro delmar, advertíase unapequeña isla de aspecto desértico; quizá sea más adecuado decir que su posición seadivinabagraciasa lassalvajesrompientesque laenvolvían.Unasdosmillasmáscercaalzábaseotraislamáspequeña,horriblementeescarpadayestéril,rodeadaenvariaspartesporamontonamientosdeoscurasrocas.

Enelespaciocomprendidoentrelamayordelasislasylacosta,elocéanopresentabaunaspectocompletamente fuerade locomún.Enaquelmomentosoplabaunviento tanfuerteendireccióna tierra,queunbergantínquenavegabamarafuera semanteníaa lacapacondosrizosen lavelamayor,mientras laquillasehundíaacadamomentohastaperdersedevista;noobstante,elespacioaquehealudidonomostrabanadaquesemejaraunoleajeembravecido,sinotansólounbreve,rápidoyfuriosoembatedelaguaentodasdirecciones, tanto frentealvientocomohaciaotros lados.Tampocoseadvertíaespuma,salvoenlaproximidadinmediatadelasrocas.

—Laislamásalejada—continuóelanciano—eslaquelosnoruegosllamanVurrgh.LaquesehallaamitaddecaminoesMoskoe.AunamillaalnorteveráladeAmbaaren.MásalláseencuentranIslesen,Hotholm,Keildhelm,SuarvenyBuckholm.Aúnmásallá—entreMoskoeyVurrgh—estánOtterholm,Flimen,SandflesenyStockholm.Talessonlosverdaderosnombresdeestossitios;pero…¿quénecesidadhabíadedarlesnombres?Nolosé,ysupongoqueustedtampoco…¿Oyealgunacosa?¿Notaalgúncambioenelagua?

Llevábamos ya unos diez minutos en lo alto del Helseggen, al cual habíamosascendidoviniendodesdeelinteriordeLofoden,demodoquenohabíamosvistoniunasolavezelmarhastaquesepresentódegolpealarribaralacima.Mientraselancianome

hablaba,percibíunsonidopotenteyquecrecíapormomentos,algocomoelmugirdeunenormerebañodebúfalosenunapraderaamericana;yenelmismomomentoreparéenqueel estadodelocéanoanuestrospies, que correspondía a loque losmarinos llamanpicado, se estaba transformando rápidamente en una corriente orientada hacia el este.Mientraslaseguíamirando,aquellacorrienteadquirióunavelocidadmonstruosa.Acadainstantesurapidezysudesatadaimpetuosidadibanenaumento.Cincominutosdespués,todoelmarhastaVurrghhervíadecóleraincontrolable,perodondeesarabiaalcanzabasuápiceeraentreMoskoeylacosta.Allí,lavastasuperficiedelaguaseabríaytrazabaenmil canales antagónicos, reventaba bruscamente en una convulsión frenética —encrespándose,hirviendo,silbando—ygirabaengigantescose innumerablesvórtices,ytodoaquelloseatorbellinabaycorríahaciaelesteconunarapidezqueelaguanoadquiereenningunaotraparte,comonoseaelcaerenunprecipicio.

En pocos minutos más, una nueva y radical alteración apareció en escena. Lasuperficiedelaguasefuenivelandountantoylosremolinosdesaparecieronunotrasotro,mientrasprodigiosasfajasdeespumasurgíanallídondeantesnohabíanada.Alalarga,yluegodedispersarseaunagrandistancia,aquellasfajassecombinaronunasconotrasyadquirieronelmovimientogiratoriodelosdesaparecidosremolinos,comosiconstituyeranelgermendeotromásvasto.Depronto,instantáneamente,todoasumióunarealidadclaraydefinida,formandouncírculocuyodiámetropasabadeunamilla.Elbordedelremolinoestaba representado por una ancha faja de resplandeciente espuma; pero ni la menorpartícula de ésta resbalaba al interior del espantoso embudo, cuyo tubo, hasta donde lamiradaalcanzabaamedirlo,eraunapulida,brillanteytenebrosapareddeagua,inclinadaenunángulodecuarentaycincogradosconrelaciónalhorizonte,yquegirabaygirabavertiginosamente, con un movimiento oscilante y tumultuoso, produciendo un fragorhorrible,entrerugidoyclamoreo,quenisiquieralaenormecataratadelNiágaralanzaalespacioensutremendacaída.

Lamontaña temblaba desde sus cimientos y oscilaban las rocas.Medejé caer bocaabajo,aferrándomea losralosmatorralesenelparoxismodemiagitaciónnerviosa.Porfin,pudedeciramicompañero:

—¡EstonopuedesermásqueelenormeremolinodelMaelström!

—Así suelen llamarlo —repuso el viejo—. Nosotros los noruegos le llamamos elMoskoe-ström,acausadelaislaMoskoe.

Lasdescripcionesordinariasdeaquelvórticenomehabíanpreparadoenabsolutoparaloqueacababadever.LadeJonasRamus,quizálamásdetallada,nopuededarlamenornoción de la magnificencia o el horror de aquella escena, ni tampoco la perturbadorasensacióndenovedadqueconfundealespectador.Nosébienenquépuntodevistaestuvosituadoelescritoraludido,nienquémomento;peronopudoserenlacimadelHelseggen,ni durante una tormenta. He aquí algunos pasajes de su descripción que merecen, sinembargo,citarseporlosdetallesquecontienen,aunqueresultensumamentedébilesparacomunicarunaimpresióndeaquelespectáculo:

«EntreLofodenyMoskoe—dice—,laprofundidaddelaguavaríaentretreintayseisy cuarenta brazas; pero del otro lado, en dirección a Ver (Vurrgh), la profundidaddisminuyealpuntodenopermitirelpasodeunnavíosinelriesgodequeencalleenlasrocas, cosaposible aunenplenabonanza.Durante lapleamar, las corrientes semuevenentreLofodenyMoskoeconturbulentarapidez,alpuntodequeelrugidodesuimpetuosoreflujo hacia elmar apenas podría ser igualado por el de lasmás sonoras y espantosascataratas. El sonido se escucha a muchas leguas, y los vórtices o abismos son de taltamañoyprofundidadquesiunnavíoesatraídoporellossevetragadoirremisiblementeyarrastrado a la profundidad donde se hace pedazos contra las rocas; cuando el agua sesosiega,lospedazosdelbuqueasomanalasuperficie.Perolosintervalosdetranquilidadse producen solamente en los momentos del cambio de la marea y con buen tiempo;apenas duran un cuarto de hora antes de que recomience gradualmente su violencia.Cuandolacorrienteesmásturbulentayunatempestadacrecientasufuriaresultapeligrosoacercarseamenosdeunamillanoruega.Botes,yatesynavíoshansidotragadospornotomaresaprecaucióncontrasufuerzaatractiva.Ocurreasimismoconfrecuenciaquelasballenas se aproximan demasiado a la corriente y son dominadas por su violencia;imposibleresultaentoncesdescribirsusclamoresymugidosmientrasluchaninútilmenteporescapar.Ciertavez,unosoque tratabadenadardeLofodenaMoskoefueatrapadopor lacorrienteyarrastradoa laprofundidad,mientras rugía tan terriblementequese leescuchabadesdelacosta.Grandescantidadesdetroncosdeabetosypinos,absorbidosporlacorriente,vuelvenalasuperficierotosyretorcidosaunpuntotalquenopasandeserunmontón de astillas. Esto muestra claramente que el fondo consiste en rocas aguzadascontra lascuales sonarrastradosy frotados los troncos.Dichacorrientese regulaporelflujoyreflujomarino,quesesucedenconstantementecadaseishoras.Enelaño1645,enlamañanadeldomingodesexagésima, lafuriade lacorrientefue tanespantosaquelaspiedrasdelascasasdelacostasedesplomaban».

Por lo que se refiere a la profundidad del agua, no me explico cómo pudo serverificadaenlavecindadinmediatadelvórtice.Las«cuarentabrazas»tienenquereferirseindudablemente, a las porciones del canal linderas con la costa, sea de Moskoe o deLofoden.LaprofundidadenelcentrodelMoskoe-strömdebeserinconmensurablementegrande,ylamejorpruebadeelloladalamásligeramiradaqueseproyectealabismodelremolinodesdelacimadelHelseggen.Mientrasencaramadoenestacumbrecontemplabael rugienteFlegetónalláabajo,nopude impedirmesonreírde la simplicidadconqueelhonrado Jonas Ramus consigna —como algo difícil de creer— las anécdotas sobreballenasyosos,cuandoresultaevidentequelosmásgrandesbuquesactuales,sometidosala influencia de aquella mortal atracción, serían el equivalente de una pluma frente alhuracánydesapareceríaninstantáneamente.

Las tentativas de explicar el fenómeno—que, en parte, según recuerdo,me habíanparecido suficientemente plausibles a la lectura— presentaban ahora un carácter muydistinto e insatisfactorio.La idea predominante consistía en que el vórtice, al igual queotrostresmáspequeñossituadosentrelasislasFeroe,«notieneotracausaquelacolisiónde las olas, que se alzan y rompen, en el flujo y reflujo, contra un arrecife de rocas y

bancos de arena, el cual encierra las aguas al punto que éstas se precipitan como unacatarata;así,cuantomásaltasealamarea,másprofundaserálacaída,yelresultadoesunremolino o vórtice, cuyo prodigioso poder de succión es suficientemente conocido porexperimentos hechos en menor escala». Tales son los términos con que se expresa laEncyclopaedia Britannica. Kircher y otros imaginan que en el centro del canal delMaelströmhayunabismoquepenetraenelgloboterrestreyquevuelveasalirenalgunaregión remota (una de las hipótesis nombra concretamente el golfo de Botnia). Estaopinión, bastante gratuita en sí misma, fue la que mi imaginación aceptó con mayorprontitud una vez que hube contemplado la escena. Pero almencionarla ami guíamesorprendióoírledecirque,sibiencasitodoslosnoruegoscompartíanesepuntodevista,élno lo aceptaba. En cuanto a la hipótesis precedente, confesó su incapacidad paracomprenderla, y yo le di la razón, pues, aunque sobre el papel pareciera concluyente,resultabaporcompletoininteligibleeinclusoabsurdafrentealtronardeaquelabismo.

—Ya ha podido vermuy bien el remolino—dijo el anciano—, y si nos colocamosahoradetrásdeesarocaalsocaire,paraquenonosmolesteelruidodelagua,lecontaréunrelatoqueloconvencerádequeconozcoalgunacosasobreelMoskoe-ström.

Meubiquécomolodeseabaycomenzó:

«Misdoshermanosyyoéramosdueñosdeunquecheaparejadocomounagoleta,deunassetentatoneladas,conelcualpescábamosentrelasislassituadasmásalládeMoskoeycasihastaVurrgh.Aprovechandolasoportunidades,siemprehaybuenapescaenelmardurantelasmareasbravas,sisetieneelcorajedeenfrentarlas;detodosloshabitantesdelacostadeLofoden,nosotros treséramos losúnicosquenavegábamos regularmenteen laregióndelasislas.Laszonasusualesdepescasehallanmuchomásalsur.Allísepuedepescaracualquierhora,sindemasiadoriesgo,yporesosonlugarespreferidos.Perolossitiosescogidosquepuedenencontrarseaquí,entrelasrocas,nosóloofrecenlavariedadmásgrande,sinounaabundanciamuchomayor,demodoqueconfrecuenciapescábamosenunsolodíaloqueotrosmástímidosconseguíanapenasenunasemana.Laverdadesquehacíamosdeestounlancetemerario,cambiandoelexcesodetrabajoporelriesgodelavida,ysustituyendocapitalporcoraje.

»Fondeábamoselquecheenunacaleta,aunascincomillasalnortedeestacosta,ycuando el tiempo estaba bueno, acostumbrábamos aprovechar los quince minutos detranquilidadde lasaguasparaatravesarel canalprincipaldeMoskoe-strömmuchomásarriba del remolino y anclar luego en cualquier parte cerca de Otterham o Sandflesen,dondelasmareasnosontanviolentas.Nosquedábamosallíhastaquefaltabapocoparaunnuevointervalodecalma,enqueponíamosproaendirecciónanuestropuerto.Jamásiniciábamosunaexpedicióndeestegénerosintenerunbuenvientodeladotantoparalaida como para el retorno —un viento del que estuviéramos seguros que no nosabandonaría a la vuelta—, y era raro que nuestros cálculos erraran.Dos veces, en seisaños,nosvimosprecisadosapasarlanochealanclaacausadeunacalmachicha,locualescosamuyraraenestosparajes;yunaveztuvimosquequedarnoscercadeunasemanadondeestábamos,muriéndonosdeinanición,porculpadeunaborrascaquesedesatópoco

después de nuestro arribo, y que embraveció el canal en tal forma que era imposiblepensarencruzarlo.Enestaocasiónhubiéramospodidoserllevadosmarafueraapesardenuestros esfuerzos (pues los remolinos nos hacían girar tan violentamente que, al final,largamoselanclayladejamosquearrastrara),sinohubierasidoqueterminamosentrandoen una de esas innumerables corrientes antagónicas que hoy están allí y mañanadesaparecen, lacualnosarrastróhastael refugiodeFlimen,donde,porsuerte,pudimosdetenernos.

»No podría contarle ni la vigésima parte de las dificultades que encontrábamos ennuestro campo de pesca—que esmal sitio para navegar aun con buen tiempo—, perosiemprenos arreglamosparaburlar el desafíodelMoskoe-ström sin accidentes, aunquemuchasvecestuveelcorazónenlabocacuandonosatrasábamosonosadelantábamosenunminutoalmomentodecalma.Enocasiones,elvientonoeratanfuertecomohabíamospensadoalzarparyelquecherecorríaunadistanciamenordeloquedeseábamos,sinquepudiéramos gobernarlo a causa de la correntada. Mi hermano mayor tenía un hijo dedieciochoañosyyodosrobustosmozalbetes.Todosellosnoshubieransidodegranayudaenesasocasiones,yafueraapoyandolamarchaconlosremos,opescando;pero,aunqueestábamos personalmente dispuestos a correr el riesgo, no nos sentíamos con ánimo deexponer a los jóvenes, pues verdaderamente había un peligro horrible, ésa es la puraverdad.

»Prontosecumplirántresañosdesdequeocurrióloquevoyacontarle.Erael10dejuliode18…,díaquelasgentesdeestaregiónnoolvidaránjamás,porqueenélselevantóuno de los huracanes más terribles que hayan caído jamás del cielo. Y, sin embargo,durante toda lamañana,yhastabienentrada la tarde,habíasopladounasuavebrisadelsudoeste,mientrasbrillabaelsol,ylosmásavezadosmarinosnohubieranpodidopreverloqueibaapasar.

»Lostres—misdoshermanosyyo—cruzamoshacialasislasalasdosdelatardeynotardamosenllenarelquecheconunaexcelentepescaque,comopudimosobservar,eramás abundante ese día que en ninguna ocasión anterior. A las siete —por mi reloj—levamos anclas y zarpamos, a fin de atravesar lo peor del Ström en elmomento de lacalma,quesegúnsabíamosibaaproducirsealasocho.

»Partimosconunabuenabrisadeestriboryalprincipionavegamosvelozmenteysinpensarenelpeligro,puesnoteníamoselmenormotivoparasospecharqueexistiera.Pero,depronto,sentimosquesenosoponíaunvientoprocedentedeHelseggen.Estoeramuyinsólito; jamás nos había ocurrido antes, y yo empecé a sentirme intranquilo, sin saberexactamente por qué. Enfilamos la barca contra el viento, pero los remansos no nosdejaban avanzar, e iba a proponer que volviéramos al punto donde habíamos estadoancladoscuando,almirarhaciapopavimosquetodoelhorizonteestabacubiertoporunaextrañanubedelcolordelcobrequeselevantabaconlamásasombrosarapidez.

»Entretanto, la brisa que nos había impulsado acababa de amainar por completo yestábamos en una calma total, derivando hacia todos los rumbos. Pero esto no duró

bastantecomoparadarnostiempoareflexionar.Enmenosdeunminutonoscayóencimalatormenta,yenmenosdedoselcieloquedócubiertoporcompleto;conesto,yconlaespumade las olas que nos envolvía, todo se puso tan oscuro que no podíamos vernosunosaotrosenlacubierta.

»Seríaunalocuratratardedescribirelhuracánquesiguió.LosmásviejosmarinosdeNoruegajamásconocieronnadaparecido.Habíamossoltadotodoeltrapoantesdequeelvientonosalcanzara;pero,asuprimerembate,losdosmástilesvolaronporlabordacomosiloshubiesenaserrado…,yunodelospalossellevóconsigoamihermanomayor,quesehabíaatadoparamayorseguridad.

»Nuestraembarcaciónseconvirtióenlamáslivianaplumaquejamásflotóenelagua.El queche tenía un puente totalmente cerrado, con sólo una pequeña escotilla cerca deproa, que acostumbrábamos cerrar y asegurar cuando íbamos a cruzar el Ström, porprecaución contra el mar picado. De no haber sido por esta circunstancia, hubiéramoszozobrado instantáneamente, pues durante un momento quedamos sumergidos porcompleto.Cómoescapóalamuertemihermanomayornopuedodecirlo,puesjamásseme presentó la oportunidad de averiguarlo. Por mi parte, tan pronto hube soltado eltrinquete,metirébocaabajoenelpuente,conlospiescontralaestrechabordadeproaylasmanosaferrandounaarmellapróximaalpiedelpalomayor.El instintome indujoaobrarasí,yfue,indudablemente,lomejorquepodíahaberhecho;laverdadesqueestabademasiadoaturdidoparapensar.

»Durante algunos momentos, como he dicho, quedamos completamente inundados,mientrasyocontenía la respiraciónymeaferrabaa la armella.Cuandonopude resistirmás,me enderecé sobre las rodillas, sosteniéndome siempre con lasmanos, y pude asíasomar lacabeza.Prontonuestrapequeñaembarcacióndiounasacudida,comohaceunperroalsalirdelagua,yconesoselibróenciertamedidadelasolasquelatapaban.Porentoncesestabatratandoyodesobreponermealaturdimientoquemedominaba,recobrarlossentidosparadecidirloqueteníaquehacer,cuandosentíquealguienmeaferrabadelbrazo.Eramihermanomayor,ymicorazónsaltódejúbilo,puesestabasegurodequeelmar lo había arrebatado.Mas esa alegría no tardó en transformarse en horror, puesmihermanoacercólabocaamioreja,mientrasgritaba:¡Moskoe-ström!

»Nadiepuedeimaginarmissentimientosenaquelinstante.Meestremecídelacabezaalospies,comosisufrieraunviolentoataquedecalentura.Demasiadobiensabíaloquemihermanomeestabadiciendoconesasimplepalabrayloquequeríadarmeaentender:Conelvientoquenosarrastraba,nuestraproaapuntabahaciaelremolinodelStröm…¡ynadapodíasalvarnos!

»Seimaginaráustedque,alcruzarelcanaldelStröm,lohacíamossiempremuchomásarriba del remolino, incluso con tiempo bonancible, y debíamos esperar y observarcuidadosamente el momento de calma. Pero ahora estábamos navegando directamentehacia el vórtice, envueltos en el más terrible huracán. “Probablemente —pensé—llegaremos allí en un momento de la calma… y eso nos da una esperanza”. Pero, un

segundo después, me maldije por ser tan loco como para pensar en esperanza alguna.Sabía muy bien que estábamos condenados y que lo estaríamos igual aunque noshalláramosenunnavíocienvecesmásgrande.

»A esta altura la primera furia de la tempestad se había agotado, o quizá no lasentíamos tanto por estar corriendo delante de ella. Pero el mar, que el viento habíamantenidoaplacadoyespumosoalcomienzo, sealzabaahoraengigantescasmontañas.Un extraño cambio se había producido en el cielo. Alrededor de nosotros, y en todasdirecciones, seguía tan negro como la brea, pero en lo alto, casi encima de dondeestábamos,seabriórepentinamenteuncírculodecielodespejado—tandespejadocomojamáshevueltoaver—,brillantementeazul,yatravésdelcualresplandecíalalunallenacon un brillo que no le había conocido antes. Iluminaba con sus rayos todo lo que nosrodeaba,conlamásgrandeclaridad;pero…¡Diosmío,quéescenanosmostraba!

»Hiceunaodostentativasparahacermeoírdemihermano,pero,porrazonesquenopudecomprender,elestruendohabíaaumentadodemanera talquenoalcancéahacerleentenderuna solapalabra, pese aquegritaba con todasmis fuerzas en suoreja.Prontosacudió la cabeza, mortalmente pálido, y levantó un dedo como para decirme:“¡Escucha!”.

»Al principio no me di cuenta de lo que quería significar, pero un horriblepensamiento cruzó por mi mente. Extraje mi reloj de la faltriquera. Estaba detenido.Contempléelcuadrantealaluzdelalunaymeechéallorar,mientraslanzabaelrelojalocéano. ¡Se había detenido a las siete! ¡Ya había pasado el momento de calma y elremolinodelströmestabaenplenafuria!

»Cuando un barco es de buena construcción, está bien equipado y no lleva muchacarga,alcorrerconelvientoduranteunaborrascalasolasdanlaimpresiónderesbalarpordebajodelcasco,locualsiempreresultaextrañoparaunhombredetierrafirme;aesoselellamacabalgarenlenguajemarino.

»Hastaesemomentohabíamoscabalgadosindificultadsobrelasolas;perodeprontounagigantescamasadeaguanosalcanzóporlabovedillaynosalzóconella…arriba…más arriba… como si ascendiéramos al cielo. Jamás hubiera creído que una ola podíaalcanzar semejante altura. Y entonces empezamos a caer, con una carrera, undeslizamientoyuna zambullidaquemeprodujeronnáuseas ymareo, como si estuvieradesplomándome en sueños desde lo alto de unamontaña. Pero en el momento en quealcanzamos la cresta, pude lanzar una ojeada alrededor… y lo que vi fue más quesuficiente.Enuninstantecomprobénuestraexactaposición.ElvórticedeMoskoe-strömsehallabaauncuartodemillaadelante;peroesevórticeseparecíatantoaldetodoslosdías como el que está viendo usted a un remolino en una charca. Si no hubiera sabidodóndeestábamosyloqueteníamosqueesperar,nohubiesereconocidoenabsolutoaquelsitio. Tal como lo vi, me obligó a cerrar involuntariamente los ojos de espanto. Mispárpadosseapretaroncomoenunespasmo.

»Apenashabríanpasadootrosdosminutos,cuandosentimosquelasolasdecrecíany

nosvimosenvueltosporlaespuma.Laembarcacióndiounabruscamediavueltaababoryseprecipitóensunuevadireccióncomounacentella.Almismotiempo,el rugidodelaguaquedócompletamenteapagadoporalgoasícomounestridentealarido…unsonidoquepodríausted imaginar formadopormilesdebarcosdevaporquedejaranescaparalmismotiempolapresióndesuscalderas.Noshallábamosahoraenelcinturóndelaresacaquerodeasiempreelremolino,ypenséqueunsegundomástardenosprecipitaríamosalabismo, cuyo interior veíamos borrosamente a causa de la asombrosa velocidad con lacualnosmovíamos.Elquechenodaba la impresiónde flotar enel agua, sinode flotarcomounaburbujasobrelasuperficiedelaresaca.Subandadeestribordabaalremolino,yporbaborsurgíalainmensidadoceánicadelaqueacabábamosdesalir,yquesealzabacomounaenormeparedoscilandoentrenosotrosyelhorizonte.

»Puede parecer extraño, pero ahora, cuando estábamos sumidos en las fauces delabismo,me sentímás tranquiloquecuandoveníamosacercándonosaél.Decididoanoabrigaryaningunaesperanza,melibrédeunabuenapartedelterrorquealprincipiomehabíaprivadodemisfuerzas.Creoquefueladesesperaciónloquetemplómisnervios.

»Tal vez piense usted que me jacto, pero lo que le digo es la verdad: Empecé areflexionarsobrelomagníficoqueeramorirdeesamanerayloinsensatodepreocuparmeporalgotaninsignificantecomomipropiavidafrenteaunamanifestacióntanmaravillosadelpoderdeDios.Creoqueenrojecídevergüenzacuandolaideacruzópormimente.Yalcabodeunmomentoseapoderódemílamásvivacuriosidadacercadelremolino.Sentíeldeseodeexplorarsusprofundidades,aunalpreciodelsacrificioqueibaacostarme,ylapenamásgrandequesentífuequenuncapodríacontaramisviejoscamaradasdelacostatodoslosmisteriosquevería.Nohaydudaqueeranéstasextrañasfantasíasenunhombrecolocadoen semejante situación,ycon frecuenciahepensadoque la rotacióndelbarcoalrededordelvórticepudotrastornarmeuntantolacabeza.

»Otra circunstancia contribuyó a devolverme la calma, y fue la cesacióndel viento,queyanopodíallegarhastanosotrosenellugardondeestábamos,puestoque,comoustedmismohavisto,elcinturónderesacaestásensiblementemásbajoqueelnivelgeneraldelocéano,alqueveíamosdescollarsobrenosotroscomounaltobordemontañosoynegro.Sinuncalehatocadopasarunaborrascaenplenamar,nopuedehacerseunaideadelaconfusiónmentalqueproducelacombinacióndelvientoylaespumadelasolas.Ambosciegan,ensordecenyahogan,suprimiendotodaposibilidaddeacciónodereflexión.Peroahoranosveíamosengranmedidalibresdeaquellasmolestias…asícomoloscriminalescondenadosamuertesevenfavorecidosconciertasliberalidadesqueselesnegabanantesdequesepronunciaralasentencia.

»Imposible es decir cuántas veces dimos la vuelta al circuito.Corrimos y corrimos,unahoraquizá,volandomásqueflotando,yentrandocadavezmáshaciaelcentrodelaresaca,loquenosacercabaprogresivamenteasuhorriblebordeinterior.Durantetodoestetiempo no había soltado la armella que me sostenía. Mi hermano estaba en la popa,sujetándose a un pequeño barril vacío, sólidamente atado bajo el compartimiento de labovedilla, y que era la única cosa a bordoque la borrasca nohabía precipitado almar.

Cuando ya nos acercábamos al borde del pozo, soltó su asidero y se precipitó hacia laarmelladelacual,enlaagoníadesuterror,tratódedesprendermismanos,yaquenoerabastantegrandeparaproporcionaraambosunsosténseguro.Jamáshesentidopenamásgrandequecuandolovihacereso,aunquecomprendíquesuprocedereraeldeuninsano,a quien el terror ha vuelto loco furioso.De todosmodos, no hice ningún esfuerzo paraoponerme.Sabíaqueyanoimportabaquiéndelosdosseaferraradelaarmella,demodoqueselacedíypaséapopa,dondeestabaelbarril.Nomecostómuchohacerlo,porqueelqueche corría en círculo conbastante estabilidad, sólobalanceándosebajo las inmensasoscilaciones y conmociones del remolino. Apenas me había afirmado en mi nuevaposición, cuando dimos un brusco bandazo a estribor y nos precipitamos de proa en elabismo.MurmurépresurosamenteunaplegariaaDiosypenséquetodohabíaterminado.

»Mientras sentía la náusea del vertiginoso descenso, instintivamente me aferré conmás fuerzaalbarrilycerré losojos.Durantealgunos segundosnomeatreví aabrirlos,esperandomianiquilacióninmediataymemaravillédenoestarsufriendoyalasagoníasde la lucha final con el agua. Pero el tiempo seguía pasando. Y yo estaba vivo. Lasensacióndecaídahabíacesadoyelmovimientodelaembarcaciónseparecíaaldeantes,cuando estábamos en el cinturón de espuma, salvo que ahora se hallabamás inclinada.Juntécorajeyotravezmiréloquemerodeaba.

»Nuncaolvidarélasensacióndepavor,espantoyadmiraciónquesentíalcontemplaraquella escena. El queche parecía estar colgando, como por arte demagia, amitad decamino en el interior de un embudo de vasta circunferencia y prodigiosa profundidad,cuyas paredes, perfectamente lisas, hubieran podido creerse de ébano, a no ser por laasombrosavelocidadconquegiraban,yellívidoresplandorquedespedíanbajolosrayosdelaluna,que,enelcentrodeaquellaaberturacircularentrelasnubesaquehealudidoantes,sederramabanenundiluviogloriosamenteáureoalolargodelasnegrasparedesyseperdíanenlasremotasprofundidadesdelabismo.

»Alprincipiomesentídemasiadoconfundidoparapoderobservarnadaconprecisión.Todoloquealcanzabaeraeseestallidogeneraldeespantosagrandeza.Pero,alrecobrarmeun tanto,misojosmiraron instintivamentehaciaabajo.Teníaunavistacompletaenesadireccióndadalaformaenqueelquechecolgabadelasuperficieinclinadadelvórtice.Suquilla estaba perfectamente nivelada, vale decir que el puente se hallaba en un planoparaleloaldelagua,peroestaúltimasetendíaformandounángulodemásdecuarentaycinco grados, de modo que parecía como si estuviésemos ladeados. No pude dejar deobservar, sin embargo, que, a pesar de esta situación, no me era mucho más difícilmantenermeaferradoamipuestoquesielbarcohubieseestadoanivel;presumoquesedebíaalavelocidadconquegirábamos.

»Losrayosdelalunaparecíanquereralcanzarelfondomismodelprofundoabismo,peroaunasínopudevernadaconsuficienteclaridadacausadelaespesanieblaqueloenvolvía todo y sobre la cual se cernía un magnífico arco iris semejante al angosto ybamboleante puente que, según los musulmanes, es el solo paso entre el Tiempo y laEternidad. Aquella niebla, o rocío, se producía sin duda por el choque de las enormes

paredes del embudo cuando se encontraba en el fondo; pero no trataré de describir elaullidoquebrotabadelabismoparasubirhastaelcielo.

»Nuestroprimerdeslizamientoenelpozo,apartirdelcinturóndeespumasdelapartesuperior, nos había hecho descender a gran distancia por la pendiente; sin embargo, lacontinuacióndeldescensonoguardabarelaciónconelanterior.Unayotravezdimoslavuelta,noconunmovimientouniformesinoentrevertiginososbalanceosysacudidas,quenos lanzaban a veces a unos cuantos centenares de yardas, mientras otras nos hacíancompletarcasielcircuitodel remolino.Acadavuelta,yaunque lento,nuestrodescensoresultabaperceptible.

»Mirando en torno la inmensa extensión de ébano líquido sobre la cual éramos asíllevados,advertíquenuestraembarcaciónnoeraelúnicoobjetocomprendidoenelabrazodel remolino. Tanto por encima como por debajo de nosotros se veían fragmentos de

embarcaciones,grandespedazosdemaderamendeconstrucciónytroncosdeárboles,asícomootrascosasmáspequeñas,talescomomuebles,cajonesrotos,barrilesyduelas.Healudidoyaalacuriosidadanormalquehabíareemplazadoenmíelterrordelcomienzo.Amedidaquemeibaacercandoamihorribledestinoparecíacomosiesacuriosidadfueraenaumento.Comencéaobservarconextrañointeréslosnumerososobjetosqueflotabancercadenosotros.Debodehaberestadobajolosefectosdeldelirio,porquehastabusquédiversión en el hecho de calcular sus respectivas velocidades en el descenso hacia laespumadelfondo.“Eseabeto—meoídecirenunmomentodado—seráelqueahoraseprecipitehaciaabajoydesaparezca”;yunmomentodespuésmequedédecepcionadoalverquelosrestosdeunnavíomercanteholandésseleadelantabanycaíanantes.Alfinal,después de haber hecho numerosas conjeturas de esta naturaleza, y haber errado todas,ocurrió que el hecho mismo de equivocarme invariablemente me indujo a una nuevareflexión,yentoncesmeechéatemblarcomoantes,yunavezmáslatiópesadamentemicorazón.

»No era el espanto el que así me afectaba, sino el nacimiento de una nueva yemocionanteesperanza.Surgíaenpartede lamemoriay,enparte,de lasobservacionesque acababa de hacer. Recordé la gran cantidad de restos flotantes que aparecían en lacostadeLofodenyquehabíansidotragadosydevueltosluegoporelMoskoe-ström.Lagranmayoríadeestosrestosaparecíadestrozadadelamaneramásextraordinaria;estabancomofrotados,desgarrados,alpuntoquedabanla impresióndeunmontóndeastillasyesquirlas. Pero al mismo tiempo recordé que algunos de esos objetos no estabandesfiguradosenabsoluto.Meeraimposibleexplicarlarazóndeesadiferencia,salvoquesupusieraquelosobjetosdestrozadoseranlosquehabíansidocompletamenteabsorbidos,mientrasquelosotroshabíanpenetradoenelremolinoenunperíodomásadelantadodelamarea, o bien, por alguna razón, habían descendido tan lentamente luego de serabsorbidos,quenohabíanalcanzadoatocarelfondodelvórticeantesdelcambiodelflujoodel reflujo, según fueraelmomento.Meparecióposible, enamboscasos,quedichosrestoshubieransidodevueltosotravezalniveldelocéano,sincorrereldestinodelosquehabíanpenetradoantesenelremolinoohabíansidotragadosmásrápidamente.

»Almismotiempohicetresobservacionesimportantes.Laprimerafueque,porreglageneral,losobjetosdemayortamañodescendíanmásrápidamente.Lasegunda,queentredosmasasdeigualtamaño,unaesféricayotradecualquierforma,lamayorvelocidaddedescensocorrespondíaalaesfera.Latercera,queentredosmasasdeigualtamaño,unadeellascilíndricaylaotradecualquierforma,laprimeraeraabsorbidaconmayorlentitud.Desdequeescapédemidestinohepodidohablarmuchasvecessobreestostemasconunviejo preceptor del distrito, y gracias a él conozco el uso de las palabras “cilindro” y“esfera”.Meexplicó—aunquemeheolvidadode laexplicación—que loqueyohabíaobservadoentoncesera laconsecuencianaturalde las formasde losobjetos flotantes,yme mostró cómo un cilindro, flotando en un remolino, ofrecía mayor resistencia a susucciónyeraarrastradoconmuchamayordificultadquecualquierotroobjetodelmismotamaño,cualquierafuesesuforma[3].

»Había además un detalle sorprendente, que contribuía en gran medida a reformarestasobservacionesymellenabadedeseosdeverificarlas:acadarevolucióndenuestrabarcasobrepasábamosalgúnobjeto,comoserunbarril,unavergaounmástil.Ahorabien,muchos de aquellos restos, que al abrir yo por primera vez los ojos para contemplar lamaravilladelremolino,seencontrabananuestronivel,estabanahoramuchomásarribaydabanlaimpresióndehabersemovidomuypocodesuposicióninicial.

»Novaciléentoncesenloquedebíahacer:resolvíasegurarmefuertementealbarrildelcualmetenía,soltarlodelabovedillayprecipitarmeconélalagua.Llamélaatencióndemi hermano mediante signos, mostrándole los barriles flotantes que pasaban cerca denosotros,ehicetodoloqueestabaenmipoderparaquecomprendieraloquemedisponíaahacer.Meparecióqueal fin entendíamis intenciones,pero fuera así ono, sacudió lacabeza con desesperación, negándose a abandonar su asidero en la armella. Me eraimposiblellegarhastaélylasituaciónnoadmitíapérdidadetiempo.Asífuecomo,llenodeamargura,loabandonéasudestino,meatéalbarrilmediantelascuerdasquelohabíansujetadoalabovedillaymelancéconélalmarsinunsegundodevacilación.

»Elresultadofueexactamenteelqueesperaba.Puestoqueyomismoleestoyhaciendoesterelato,porlocualyasabeustedqueescapésanoysalvo,yademásestáenteradodecómomelasarregléparaescapar,abreviaréelfindelahistoria.Habríatranscurridounahoraocosaasídesdequehicieraabandonodelqueche,cuandolovi,agranprofundidad,girarterriblementetresocuatrovecesenrápidasucesiónyprecipitarseenlínearectaenelcaosdeespumadelabismo,llevándoseconsigoamiqueridohermano.Elbarrilalcualmehabía atado descendió apenas algo más de la mitad de la distancia entre el fondo delremolinoyellugardesdedondemehabíatiradoalagua,yentoncesempezóaproducirseungrancambioenelaspectodelvórtice.Lapendientedelosladosdelenormeembudosefue haciendo menos y menos escarpada. Las revoluciones del vórtice disminuyerongradualmente su violencia. Poco a poco fue desapareciendo la espuma y el arco iris, ypareciócomosi el fondodelabismoempezaraa levantarse suavemente.Elcieloestabadespejado,nohabíavientoylalunallenaresplandecíaeneloeste,cuandomeencontréenlasuperficiedelocéano,aplenavistadelascostasdeLofodenyenellugardondehabíaestadoelremolinodeMoskoe-ström.Eralahoradelacalma,peroelmarseencrespabatodavíaengigantescasolasporefectosdelhuracán.FuiimpulsadoviolentamentealcanaldelStröm,ypocosminutosmástardellegabaalacosta,enlazonadelospescadores.Unbote me recogió, exhausto de fatiga, y, ahora que el peligro había pasado, incapaz dehablaracausadelrecuerdodeaquelloshorrores.Quienesmesubieronabordoeranmisviejoscamaradasycompañeroscotidianos,peronomereconocieron,comosiyofueseunviajeroqueretornabadelmundodelosespíritus.Micabello,negrocomoaladecuervolavíspera,estabatanblancocomoloveustedahora.Tambiénsedicequelaexpresióndemirostrohacambiado.Lescontémihistoria…ynomecreyeron.Selacuentoahoraausted,sin mayor esperanza de que le dé más crédito del que le concedieron los alegrespescadoresdeLofoden».

HEltoneldeamontillado

abíayosoportadohastadondemeeraposiblelasmilofensasdequeFortunatomehacíaobjeto,perocuandoseatrevióainsultarmejuréquemevengaría.Vosotros,sinembargo,queconocéishartobienmialma,nopensaréisqueproferíamenaza

alguna. Me vengaría a la larga; esto quedaba definitivamente decidido, pero, por lomismoqueeradefinitivo,excluíatodaideaderiesgo.Nosólodebíacastigar,sinocastigarconimpunidad.Nosereparaunagraviocuandoelcastigoalcanzaalreparador,ytampocoesreparadosielvengadornoescapazdemostrarsecomotalaquienlohaofendido.

Téngase en cuenta que ni mediante hechos ni palabras había yo dado motivo aFortunato para dudar demi buena disposición. Tal comome lo había propuesto, seguísonrienteanteél,sinquesedieracuentadequemisonrisaprocedía,ahora,delaideadesuinmolación.

UnpuntodébilteníaesteFortunato,aunqueenotrossentidoserahombrederespetaryaunde temer.Enorgullecíasedeserunconnaisseurenmateriadevinos.Pocos italianosposeenlacapacidaddelverdaderovirtuoso.Ensumayorparte,elentusiasmoquefingense adapta almomento y a la oportunidad, a fin de engañar a losmillonarios ingleses yaustriacos. En pintura y en alhajas Fortunato era un impostor, como todos suscompatriotas; pero en lo referente a vinos añejos procedía con sinceridad. No era yodiferente de él en este sentido; experto en vendimias italianas, compraba con larguezatodoslosvinosquepodía.

Anochecía ya, una tarde en que la semana de carnaval llegaba a su locura másextrema,cuandoencontréamiamigo.Acercósemeconexcesivacordialidad,pueshabíaestadobebiendoendemasía.Disfrazadodebufón,llevabaunajustadotrajearayasylucíaenlacabezaelcónicogorrodecascabeles.Mesentítancontentoalverle,quemeparecióquenoterminaríanuncadeestrecharsumano.

—Mi querido Fortunato —le dije—, ¡qué suerte haberte encontrado! ¡Qué buensemblantetienes!Figúratequeacaboderecibirunbarrildevinoquepasaporamontillado,perotengomisdudas.

—¿Cómo?—exclamóFortunato—.¿Amontillado?¿Unbarril?¡Imposible!¡Yamitaddecarnaval…!

—Tengomis dudas—insistí—, pero he sido lo bastante tonto como para pagar su

preciosinconsultarteantes.Nopudedarcontigoyteníamiedodeecharaperderunbuennegocio.

—¡Amontillado!

—Tengomisdudas.

—¡Amontillado!

—Yquierosalirdeellas.

—¡Amontillado!

—Comoestásocupado,mevoyabuscaraLucresi.Sihayalguienconsentidocrítico,esél.Mediráque…

—Lucresiesincapazdedistinguirentreamontilladoyjerez.

—Ysinembargonofaltantontosqueafirmanquesugustoescomparablealtuyo.

—¡Ven!¡Vamos!

—¿Adónde?

—Atubodega.

—No,amigomío.Noquieroaprovecharmedetubondad.Notoqueestásocupado,yLucresi…

—Notengonadaquehacer;vamos.

—No, amigo mío. No se trata de tus ocupaciones, pero veo que tienes un fuertecatarro.Lascriptassonterriblementehúmedasyestáncubiertasdesalitre.

—Vamoslomismo.Estecatarronoesnada.¡Amontillado!Tehasdejadoengañar.EncuantoaLucresi,esincapazdedistinguirentrejerezyamontillado.

Mientras decía esto, Fortunato me tomó del brazo. Yome puse un antifaz de sedanegray,ciñéndomeunaroquelaure,dejéquemellevaraapresuradamenteamipalazzo.

Noencontramossirvientesenmimorada;habíanseescapadoparafestejaralegrementeel carnaval.Como les había dicho que no volvería hasta lamañana siguiente, dándolesórdenesexpresasdenomoversedecasa,estababiensegurodequetodosellossehabíanmarchadodeinmediatoapenasleshubevueltolaespalda.

Saquédosantorchasdesusanillasy,entregandounaaFortunato,lecondujeatravésdemúltipleshabitacioneshastalaarcadaquedabaaccesoalascriptas.Descendimosunalargaescaleradecaracol,mientrasyorecomendabaamiamigoquebajaraconprecaución.Llegamos por fin al fondo y pisamos juntos el húmedo suelo de las catacumbas de losMontresors.

Mi amigo caminaba tambaleándose, y al moverse tintinearon los cascabeles de sugorro.

—Eltonel—dijo.

—Estámásdelante—contesté—,peroobservalasblancastelarañasquebrillanenlasparedesdeestascavernas.

Sevolvióhacíamíymemiróenlosojosconveladaspupilas,quedestilabanelflujodesuembriaguez.

—¿Salitre?—preguntó,despuésdeunmomento.

—Salitre—repuse—.¿Desdecuándotienesesatos?

Elviolentoaccesoimpidióamipobreamigocontestarmedurantevariosminutos.

—Noesnada—dijoporfin.

—Vamos —declaré con decisión—. Volvámonos; tu salud es preciosa. Eres rico,respetado, admirado, querido; eres feliz como en un tiempo lo fui yo. Tu desapariciónsería lamentada, cosa que no ocurriría enmi caso. Volvamos, pues, de lo contrario, teenfermarásynoquieroteneresaresponsabilidad.AdemásestáLucresi,que…

—¡Basta!—dijoFortunato—.Estatosnoesnadaynomematará.Novoyamorirdeunaccesodetos.

—Ciertamentequeno—repuse—.Noqueríaalarmarteinnecesariamente.UntragodeesteMedocnosprotegerádelahumedad.

Rompíelcuellodeunabotellaquehabíaextraídodeunalargahileradelamismaclasecolocadaenelsuelo.

—Bebe—agregué,presentándoleelvino.

Mirándomedesoslayo,alzólabotellahastasuslabios.Detúvoseymehizoungestofamiliar,mientrastintineabansuscascabeles.

—Brindo—dijo—porlosenterradosquereposanentornodenosotros.

—Yyobrindoporquetengasunalargavida.

Otravezmetomódelbrazoyseguimosadelante.

—Estascriptassonenormes—observóFortunato.

—LosMontresors—repliqué—fueronunadistinguidaynumerosafamilia.

—Heolvidadovuestrasarmas.

—Ungranpiehumanodeoroencampodeazur;elpieaplastaunaserpienterampante,cuyasgarrassehundeneneltalón.

—¿Yellema?

—Nemomeimpunelacessit.

—¡Muybien!—dijoFortunato.

Chispeabaelvinoensusojosytintineabanloscascabeles.ElMedochabíaestimuladotambiénmifantasía.Dejamosatráslargosmurosformadosporesqueletosapilados,entreloscualesaparecíantambiéntonelesypipas,hastallegaralapartemásrecónditadelascatacumbas.Medetuveotravez,atreviéndomeahoraa tomardelbrazoaFortunatoporencimadelcodo.

—¡Mira cómo el salitre va en aumento! —dije—. Abunda como el moho en lascriptas.Estamosdebajodellechodelrío.Lasgotasdehumedadcaenentreloshuesos…Ven,volvámonosantesdequeseademasiadotarde.Latos…

—Noesnada—dijoFortunato—.Sigamosadelante,perobebamosantesotrotragodeMedoc.

RompíelcuellodeunfrascodeDeGrâveyseloalcancé.Vaciolodeuntragoysusojossellenarondeunaluzsalvaje.Riéndose,lanzólabotellahaciaarriba,gesticulandoenunaformaquenoentendí.

Lomiré,sorprendido.Repitióelmovimiento,unmovimientogrotesco.

—¿Nocomprendes?

—No—repuse.

—Entoncesnoeresdelahermandad.

—¿Cómo?

—Noeresunmasón.

—¡Oh,sí!—exclamé—.¡Sílosoy!

—¿Tú,unmasón?¡Imposible!

—Unmasón—insistí.

—Hazunsigno—dijoél—.Unsigno.

—Mira —repuse, extrayendo de entre los pliegues de mi roquelaure una pala dealbañil.

—Teestásburlando—exclamóFortunato,retrocediendoalgunospasos—.Perovamosavereseamontillado.

—Puestoqueloquieres—dije,guardandoelutensilioyofreciendootravezmibrazoaFortunato, que se apoyó pesadamente. Continuamos nuestro camino en busca delamontillado. Pasamos bajo una hilera de arcos muy bajos, descendimos, seguimosadelantey, luegodebajarotravez, llegamosaunaprofundacripta,dondeelaireestabatanviciadoquenuestrasantorchasdejarondellamearyapenasalumbraban.

En el extremo más alejado de la cripta se veía otra menos espaciosa. Contra susparedessehabíanapiladorestoshumanosquesubíanhastalabóveda,comopuedeverseen las grandes catacumbas de París. Tres lados de esa cripta interior aparecíanornamentados de estamanera. En el cuarto, los huesos se habían desplomado y yacían

dispersosenelsuelo,formandoenunaparteunamontonamientobastantegrande.Dentrodelmuroasíexpuestoporlacaídadeloshuesos,vimosotracriptaonichointerior,cuyaprofundidad seríadeunoscuatropies,mientras suanchoerade tresy sualtode seisosiete.Parecíahabersidoconstruidasinningúnpropósitoespecial,yaquesóloconstituíaelintervalo entredosde los colosales soportesdel techode las catacumbas, y formaba suparteposteriorlapared,desólidogranito,quelaslimitaba.

FueinútilqueFortunato,alzandosumortecinaantorcha,trataradeverenlohondodelnicho.Ladébilluznopermitíaadivinardóndeterminaba.

—Continúa—dije—.Allíestáelamontillado.EncuantoaLucresi…

—Esunignorante—interrumpiómiamigo,mientrasavanzabatambaleándoseyyoleseguíapegadoasustalones.Enuninstantellegóalfondodelnichoy,alverquelarocainterrumpía su marcha, se detuvo como atontado. Un segundo más tarde quedabaencadenadoalgranito.Habíaenlarocadosargollasdehierro,separadashorizontalmentepor unos dos pies. De una de ellas colgaba una cadena corta; de la otra, un candado.Pasándole la cadena alrededor de la cintura, me bastaron apenas unos segundos paraaherrojarlo.Demasiadoestupefactoestabapararesistirse.Extrajelallaveysalídelnicho.

—Pasatumanoporlapared—dije—ysentiráselsalitre.Teaseguroquehaymuchahumedad.Unavezmás,teimploroquevolvamos.¿Noquieres?Puesentonces,tendréquedejarte.Peroanteshedeofrecertetodosmisservicios.

—¡Elamontillado!—exclamómiamigo,quenohabíavueltoaúndesuestupefacción.

—Escierto—repliqué—.Elamontillado.

Mientras decía esas palabras, fui hasta elmontón de huesos de que ya he hablado.Echándolos a un lado, puse en descubierto una cantidad de bloques de piedra y demortero.Conestosmaterialesyconayudademipaladealbañilcomencévigorosamenteacerrarlaentradadelnicho.

Apenashabíacolocadolaprimerahilerademampostería,advertíquelaembriaguezdeFortunato se había disipado en buena parte. La primera indicación nació de un quejidoprofundoqueveníadelohondodelnicho.Noeraelgritodeunborracho.Siguióunlargoyobstinadosilencio.Puselasegundahilera,laterceraylacuarta;entoncesoílafuriosavibración de la cadena. El ruido duró variosminutos, durante los cuales, y para poderescucharloconmáscomodidad,interrumpímilaborymesentésobreloshuesos.Cuando,porfin,cesóelresonardelacadena,tomédenuevomipalayterminésininterrupciónlaquinta,lasextaylaséptimahilera.Laparedmellegabaahorahastaelpecho.Detúvemenuevamentey,alzandolaantorchasobrelamampostería,proyectésusdébilesrayossobrelafiguraallíencerrada.

Unasucesióndeagudosypenetrantesalaridos,brotandosúbitamentedelagargantadeaquella forma encadenada, me hicieron retroceder con violencia. Vacilé un instante ytemblé.Desenvainandomiespada,mepusea tantearconellael interiordelnicho,peromebastóunarápidareflexiónparatranquilizarme.Apoyélamanosobrelasólidamuralla

de la catacumba yme sentí satisfecho. Volví a acercarme al nicho y contesté conmisalaridosaaquelqueclamaba.Fuisueco,loayudé,losobrepujéenvolumenyenfuerza.Sí,asílohice,ysusgritosacabaronporcesar.

Ya eramedianocheymi tarea llegaba a su término.Había completado la octava, lanovenayladécimahilera.Terminéunapartedelaundécimayúltima;sóloquedabaporcolocaryfijarunasolapiedra.Luchéconsupesoylacoloquéparcialmenteenposición.Pero entonces brotó desde el nicho una risa apagada que hizo erizar mis cabellos. Lasucedióunavozlamentable,enlaquemecostóreconocerladelnobleFortunato.

—¡Ja,ja…ja,ja!¡Unaexcelentebroma,porcierto…unaexcelentebroma…!¡Cómovamosareírnosenelpalazzo…ja,ja…mientrasbebamos…ja,ja!

—¡Elamontillado!—dije.

—¡Ja, ja…! ¡Sí… el amontillado…! Pero… ¿no se está haciendo tarde? ¿No nosestaránesperandoenelpalazzo…miesposaylosdemás?¡Vámonos!

—Sí—dije—.Vámonos.

—¡PorelamordeDios,Montresor!

—Sí—dije—.PorelamordeDios.

Esperéenvanolarespuestaamispalabras.Meimpacientéyllaméenvozalta:

—¡Fortunato!

Silencio.Llaméotravez.

—¡Fortunato!

Nohuborespuesta.Paséunaantorchapor laaberturay ladejécaerdentro.Sólomefuedevueltountintineardecascabeles.Sentíqueunanáuseameenvolvía;sucausaeralahumedaddelascatacumbas.Meapresuréaterminarmitrabajo.Puselaúltimapiedraensusitioylafijéconelmortero.Contralanuevamamposteríavolvíaalzarlaantiguapiladehuesos.Durantemediosiglo,ningúnmortalloshaperturbado.¡Requiescatinpace!

LLamáscaradelaMuerteRoja

a «MuerteRoja» había devastado el país durante largo tiempo. Jamás una pestehabíasidotanfatalytanespantosa.Lasangreerasuencarnaciónysusello:elrojoyelhorrorde lasangre.Comenzabaconagudosdolores,unvértigo repentino,y

luegolosporossangrabanysobreveníalamuerte.Lasmanchasescarlataenelcuerpoylacara de la víctima eran el bando de la peste, que la aislaba de toda ayuda y de todasimpatía.Ylainvasión,progresoyfindelaenfermedadsecumplíanenmediahora.

PeroelpríncipePrósperoerafeliz,intrépidoysagaz.Cuandosusdominiosquedaronsemidespoblados llamó a su lado a mil robustos y desaprensivos amigos de entre loscaballeros y damas de su corte, y se retiró con ellos al seguro encierro de una de susabadíasfortificadas.Eraéstadeampliaymagníficaconstrucciónyhabíasidocreadaporel excéntrico aunque majestuoso gusto del príncipe. Una sólida y altísima muralla lacircundaba. Las puertas de la muralla eran de hierro. Una vez adentro, los cortesanostrajeron fraguas y pesados martillos y soldaron los cerrojos. Habían resuelto no dejarningunavíadeingresoodesalidaalossúbitosimpulsosdeladesesperaciónodelfrenesí.Laabadíaestabaampliamenteaprovisionada.Conprecaucionessemejantes,loscortesanospodían desafiar el contagio. Que el mundo exterior se las arreglara por su cuenta;entretanto,eraunalocuraafligirseomeditar.Elpríncipehabíareunidotodolonecesarioparalosplaceres.Habíabufones,improvisadores,bailarinesymúsicos;habíahermosurayvino.Todoesoylaseguridadestabandelladodeadentro.AfueraestabalaMuerteRoja.

Alcumplirseelquintoosextomesdesureclusión,ycuando lapestehacía losmásterriblesestragos,elpríncipePrósperoofrecióasusmilamigosunbailedemáscarasdelamásinsólitamagnificencia.

Aquellamascaradaerauncuadrovoluptuoso,peropermitidmequeantesosdescribalos salones donde se celebraba. Eran siete —una serie imperial de estancias—. En lamayoríadelospalacios,lasucesióndesalonesformaunalargagaleríaenlínearecta,pueslasdoblespuertasseabrenhastaadosarsealasparedes,permitiendoquelavistaalcancelatotalidaddelagalería.Peroaquísetratabadealgomuydistinto,comocabíaesperardelamordelpríncipeporloextraño.Lasestanciassehallabandispuestascontalirregularidadquelavisiónnopodíaabarcarmásdeunaalavez.Cadaveinteotreintayardashabíaunbruscorecodo,yencadaunonacíaunnuevoefecto.Aderechaeizquierdaenmitaddelapared, una alta y estrecha ventana gótica daba a un corredor cerrado que seguía el

contornodelaseriedesalones.Lasventanasteníanvitralescuyacoloraciónvariabaconeltonodominantedeladecoracióndelaposento.Si,porejemplo,lacámaradelaextremidadorientalteníatapiceríasazules,vívidamenteazuleseransusventanas.Lasegundaestanciaostentaba tapiceríasyornamentospurpúreos,yaquí losvitraleseranpúrpura.La terceraeraenteramenteverde,ylomismoloscristales.Lacuartahabíasidodecoradaeiluminadacontononaranja;laquinta,conblanco;lasexta,convioleta.Elséptimoaposentoaparecíacompletamentecubiertodecolgadurasde terciopelonegro,queabarcabanel techoy lasparedes,cayendoenpesadosplieguessobreunaalfombradelmismomaterialytonalidad.Peroenestacámaraelcolordelasventanasnocorrespondíaaladecoración.Loscristaleseranescarlata,teníanunprofundocolordesangre.

Apesardelaprofusióndeornamentosdeoroqueaparecíanaquíyalláocolgabandelostechos,enaquellassieteestanciasnohabíalámparasnicandelabros.Lascámarasnoestaban iluminadas con bujías o arañas. Pero en los corredores paralelos a la galería, yopuestos a cada ventana, se alzaban pesados trípodes que sostenían un ígneo brasero,cuyos rayos proyectábanse a través de los cristales teñidos e iluminaban brillantementecada estancia. Producían en esa forma multitud de resplandores tan vivos comofantásticos.Peroenlacámaradelponiente,lacámaranegra,elfuegoque,atravésdeloscristales de color de sangre, se derramaba sobre las sombrías colgaduras, producía unefectoterriblementesiniestro,ydabaunacoloracióntanextrañaalosrostrosdequienespenetrabanenella,quepocoseranlobastanteaudacesparaponerallílospies.

En este aposento, contra la pared del poniente, se apoyaba un gigantesco reloj deébano.Supéndulo sebalanceabaconun resonar sordo,pesado,monótono;y cuandoelminuterohabíacompletadosucircuitoylahoraibaasonar,delasentrañasdebroncedelmecanismonacíauntañidoclaroyresonante, llenodemúsica;massutonoysuénfasiseran talesque,acadahora, losmúsicosde laorquesta seveíanobligadosa interrumpirmomentáneamentesuejecuciónparaescucharelsonido,ylasparejasdanzantescesabanpor fuerza sus evoluciones; durante unmomento, en aquella alegre sociedad reinaba eldesconcierto;y,mientrasaúnresonabanlostañidosdelreloj,eraposibleobservarquelosmás atolondrados palidecían y los demás edad y reflexión se pasaban lamano por lafrente,comosiseentregaranaunaconfusameditaciónoaunensueño.Peroapenas losecoscesabandeltodo,livianasrisasnacíanenlaasamblea;losmúsicossemirabanentresí,comosonriendodesuinsensatanerviosidad,mientrasseprometíanenvozbajaqueelsiguientetañidodelrelojnoprovocaríaenellosunaemociónsemejante.Mas,alcabodesesentaminutos(queabarcantresmilseiscientossegundosdelTiempoquehuye),elrelojdabaotravezlahora,yotraveznacíaneldesconcierto,eltemblorylameditación.

Peseaello, la fiestaeraalegreymagnífica.Elpríncipe teníagustos singulares.Susojos se mostraban especialmente sensibles a los colores y sus efectos. Desdeñaba loscaprichos de la mera moda. Sus planes eran audaces y ardientes, sus concepcionesbrillaban con bárbaro esplendor. Algunos podrían haber creído que estaba loco. Suscortesanos sentían que no era así. Era necesario oírlo, verlo y tocarlo para tener laseguridaddequenoloestaba.

Elpríncipesehabíaocupadopersonalmentedegranpartedeladecoracióndelassietesalas destinadas a la gran fiesta, y su gusto había guiado la elección de los disfraces.Grotescoseranéstos,anodudarlo.Reinabaenelloselbrillo,elesplendor,lopicanteylofantasmagórico —mucho de eso que más tarde habría de encontrarse en Hernani—.Veíanse figuras de arabesco, con siluetas y atuendos incongruentes; veíanse fantasíasdelirantes, como las que aman los maniacos. Abundaba allí lo hermoso, lo extraño, lolicencioso,ynofaltabaloterribleylorepelente.Enverdad,enaquellassietecámarassemovía,deunladoaotro,unamultituddesueños.Yaquellossueñossecontorsionabanentodas partes, cambiando de color al pasar por los aposentos, y haciendo que la extrañamúsicadelaorquestaparecieraelecodesuspasos.

Masotravez tañeelrelojquesealzaenelaposentode terciopelo.Porunmomentotodo queda inmóvil; todo es silencio, salvo la voz del reloj. Los sueños están helados,rígidos en sus posturas. Pero los ecos del tañido se pierden —apenas han durado uninstante—,yunarisaligera,amediassofocada,flotatrasellosensufuga.Otravezcrecelamúsica,vivenlossueños,contorsionándosedeaquíparaalláconmásalegríaquenuncacoloreándosealpasarantelasventanas,porlascualesirrumpenlosrayosdelostrípodes.Masen lacámaraquedaaloesteningunamáscaraseaventura,pues lanocheavanzayunaluzmásrojasefiltraporloscristalesdecolordesangre;aterradoraeslatiniebladelas colgadurasnegras; y, para aquel cuyopie sepose en la sombría alfombra, brotadelreloj de ébano un ahogado resonarmuchomás solemne que los que alcanzan a oír lasmáscarasentregadasalalejanaalegríadelasotrasestancias.

Congregábasedensamultitudenestasúltimas,dondeafiebradamentelatíaelcorazónde lavida.Continuaba lafiestaensu torbellinohastaelmomentoenquecomenzaronaoírselostañidosdelrelojanunciandolamedianoche.Callóentonceslamúsica,comoyahe dicho, y las evoluciones de los que bailaban se interrumpieron; y como antes, seprodujo en todo una cesación angustiosa. Mas esta vez el reloj debía tañer docecampanadas,yquizáporesoocurrióquelospensamientos invadieronenmayornúmerolasmeditacionesdeaquellosquereflexionabanentre lamultitudentregadaa lafiesta.Yquizátambiénporesoocurrióque,antesdequelosúltimosecosdelcarillónsehubieranhundido en el silencio, muchos de los concurrentes tuvieron tiempo para advertir lapresenciadeunafiguraenmascaradaquehastaentoncesnohabíallamadolaatencióndenadie.Y,habiendocorridoenunsusurrolanoticiadeaquellanuevapresencia,alzosealfinal un rumor que expresaba desaprobación, sorpresa y, finalmente, espanto, horror yrepugnancia.

Enunaasambleadefantasmascomolaqueacabodedescribiresdeimaginarqueunaapariciónordinarianohubieraprovocadosemejanteconmoción.Eldesenfrenodeaquellamascaradano tenía límites,pero la figuraencuestión loultrapasabae iba, incluso,másalládeloqueelliberalcriteriodelpríncipetoleraba.Enelcorazóndelosmástemerarioshaycuerdasquenopueden tocarse sinemoción.Aunelmás relajadode los seres,paraquienlavidaylamuertesonigualmenteunjuego,sabequehaycosasconlascualesnosepuedejugar.Losconcurrentesparecíansentirenlomáshondoqueeltrajeylaapariencia

deldesconocidonorevelabanniingenionidecoro.Sufigura,altayflaca,estabaenvueltadelacabezaalospiesenunamortaja.Lamáscaraqueocultabaelrostroseparecíadetalmanera al semblante deun cadáver ya rígido, que el escrutiniomásdetallado se habríavistoendificultadesparadescubrirelengaño.Cierto;aquellafrenéticaconcurrenciapodíatolerar,sinoaprobar,semejantedisfraz.Peroelenmascaradosehabíaatrevidoaasumirlas apariencias de laMuerte Roja. Sumortaja estaba salpicada de sangre, y su ampliafrente,asícomoelrostro,aparecíanmanchadosporelhorrorescarlata.

CuandolosojosdelpríncipePrósperocayeronsobrelaespectral imagen(queahora,conunmovimientolentoysolemnecomoparadarrelieveasupapel,sepaseabaentrelosbailarines), convulsionoseenelprimermomentoconunestremecimientode terrorodedisgusto;pero,alpunto,sufrenteenrojecióderabia.

—¿Quién se atreve—preguntó, con voz ronca, a los cortesanos que lo rodeaban—,quién se atreve a insultarnos con esta burla blasfematoria? ¡Apoderaos de él ydesenmascaradlo,paraquesepamosaquiénvamosaahorcaralalbaenlasalmenas!

Alpronunciarestaspalabras,elpríncipePrósperosehallabaenelaposentodeleste,elaposento azul. Sus acentos resonaron alta y claramente en las siete estancias, pues elpríncipe era hombre osado y robusto, y la música acababa de cesar a una señal de sumano.

Conungrupodepálidoscortesanosasuladohallábaseelpríncipeenelaposentoazul.Apenashubohablado,lospresenteshicieronunmovimientoendirecciónalintruso,quien,en ese instante, se hallaba a su alcance y se acercaba al príncipe con paso sereno ydeliberado.Mas la indecible aprensión que la insana apariencia del enmascarado habíaproducidoen los cortesanos impidióquenadie alzara lamanoparadetenerlo;y así, sinimpedimentos, pasó éste a una yarda del príncipe, y, mientras la vasta concurrenciaretrocedía en un solo impulso hasta pegarse a las paredes, siguió andandoininterrumpidamente,peroconelmismosolemneymesuradopasoquedesdeelprincipiolohabíadistinguido.Ydelacámaraazulpasóalapúrpura,delapúrpuraalaverde,delaverdea laanaranjada,desdeéstaa lablancaydeallía lavioletaantesdequenadiesehubieradecididoadetenerlo.MasentonceselpríncipePróspero,enloquecidoporlarabiay la vergüenza de su momentánea cobardía, se lanzó a la carrera a través de los seisaposentos,sinquenadielosiguieraporelmortalterrorqueatodosparalizaba.Puñalen

mano,acercoseimpetuosamentehastallegaratresocuatropasosdelafigura,queseguíaalejándose, cuandoésta, al alcanzar el extremodel aposentode terciopelo, sevolviódegolpe y enfrentó a su perseguidor. Oyose un agudo grito, mientras el puñal caíaresplandecientesobrelanegraalfombrayelpríncipePrósperosedesplomabamuerto.

Reuniendoel terriblecorajede ladesesperación,numerosasmáscaras se lanzaronalaposentonegro;pero,alapoderarsedeldesconocido,cuyaaltafigurapermanecíaerectaeinmóvilalasombradelrelojdeébano,retrocedieronconinexpresablehorroraldescubrirqueelsudarioylamáscaracadavéricaquecontantarudezahabíanaferradonoconteníanningunaformatangible.

YentoncesreconocieronlapresenciadelaMuerteRoja.Habíavenidocomounladrónen lanoche.Yunoporunocayeron losconvidadosen las salasdeorgíamanchadasdesangre, y cada unomurió en la desesperada actitud de su caída.Y la vida del reloj deébanoseapagócon ladelúltimodeaquellosalegresseres.Y las llamasde los trípodesexpiraron.Ylastinieblas,ylacorrupción,ylaMuerteRojalodominarontodo.

HElentierroprematuro

ayciertos temasde interésabsorbente,perodemasiadohorriblesparaserobjetode una obra de ficción. El mero escritor romántico debe evitarlos si no deseaofender o desagradar. Sólo se los usa con propiedad cuando lo severo y lo

majestuoso de la verdad los santifican y los sostienen. Nos estremecemos con el másintensodelos«doloresagradables»antelosrelatosdelpasodelBeresina,delterremotodeLisboa,delapestedeLondresydelamatanzadeSanBartolomé,olaasfixiadeloscientoveintitrésprisionerosenelPozoNegrodeCalcuta.Peroenestosrelatosloexcitanteeselhecho,larealidad,lahistoria.Comoinvencionesnosinspiraríansimpleaversión.

Hemencionadoalgunasdelasmásdestacadasyaugustascalamidadesqueregistralahistoria;peroenellaselalcance,nomenosqueelcarácterdelacalamidad,esloquecontantavivacidadimpresionalaimaginación.Nonecesitorecordarallectorque,dellargoyhorripilante catálogo de miserias humanas, podría haber elegido muchos ejemplosindividualesmás llenosde sufrimientoesencialquecualquieradeestosvastosdesastresgenerales. La verdadera desgracia, el infortunio por esencia, es particular, no difuso.¡Agradezcamos a Dios misericordioso que los horribles extremos de agonía seansoportadosporelhombresoloynuncaporelhombreenmasa!

Ser enterrado vivo es, fuera de toda discusión, elmás terrible de los extremos quejamás haya caído en suerte al simplemortal. Que ha caído con frecuencia, conmuchafrecuencia,nadiecapazdepensarlonegará.LoslímitesqueseparanlaVidadelaMuerteson,enelmejordeloscasos,vagoseindefinidos.¿Quiénpuededecirdóndeterminaunaydónde empieza la otra?Sabemosquehay enfermedades en las cuales se produceunacesación totalde lasfuncionesaparentesde lavida,y,sinembargo,esacesaciónesunasimple suspensión para darle su justo nombre. Hay tan sólo pausas temporarias en elincomprensiblemecanismo.Transcurridociertoperíodo,algúnmisteriosoprincipioocultoponedenuevoenmovimientolosmágicospiñonesylasruedasdehechicería.Lacuerdade plata no estaba suelta para siempre, ni irreparablemente roto el vaso de oro. Pero,entretanto,¿dóndesehallabaelalma?

Sin embargo, fuera de la inevitable conclusión a priori de que tales causas debenproducir tales efectos, de que los bien conocidos casos de vida en suspenso debenprovocarnaturalmente,unayotravez,prematurosentierros, fueradeestaconsideracióntenemoseltestimoniodirectodelaexperienciamédicayvulgarparaprobarquerealmente

ungrannúmerodeestasinhumacionessellevaacabo.Yopodríareferirdeinmediato,sifuera necesario, cien ejemplos bien probados. Uno de características muy notables, ycuyascircunstanciasquizáseconservenfrescastodavíaenlamemoriadealgunosdemislectores,aconteciónohacemuchoenlavecinaciudaddeBaltimore,dondeprovocóunapenosa,intensaydilatadaconmoción.Lamujerdeunodelosmásrespetablesciudadanos—abogadoeminenteymiembrodelConsejo—fueatacadaporunasúbitaeinexplicableenfermedadqueburlóelingeniodesusmédicos.Despuésdemuchopadecermurió,osesuponequemurió.Nadiesospechó,adecirverdad,nihabíarazónparasospechar,quenoestabarealmentemuerta.Presentabatodaslasaparienciascomunesdelamuerte.Elrostrotenía el habitual contorno contraído, sumido. Los labios mostraban la habitual palidezmarmórea.Los ojos carecían de brillo. Faltaba el calor.Las pulsaciones habían cesado.Durantetresdíaselcuerpoestuvosinenterrar,yenesetiempoadquirióunarigidezpétrea.El funeral, en suma, fue apresurado a causa del rápido avance de lo que se supuso eradescomposición.

La señora fuedepositada en labóveda familiar, quepermaneció cerradadurante lostresañossiguientes.Alexpiraresteplazofueabiertapara larecepcióndeunsarcófago;mas,¡ah!,¡quéespantosochoqueaguardabaalmaridocuandoabrióenpersonalapuerta!Alempujarlosbatientes,unobjetovestidodeblancocayórechinandoensusbrazos.Eraelesqueletodesumujerconlamortajatodavíapuesta.

Una cuidadosa investigación brindó la evidencia de que había revivido dos díasdespuésdesusepultura;quesu luchadentrodelataúdhabíaprovocado lacaídadeéstedesdeunnichooestantealsuelo,yquealromperseelféretropudosalirdeél.Aparecióvacíaunalámparaquehabíaquedadoaccidentalmentellenadeaceitedentrodelatumba;quizá se hubiera agotado, sin embargo, por evaporación. En el peldaño superior de laescaleraquedescendíaa laespantosacámarahabíaungran fragmentodelataúd,conelcual,segúnlasapariencias,lamujerhabíaintentadollamarlaatencióngolpeandolapuertadehierro.Mientraslohacía,probablemente,sedesmayóoquizámuriódepuroterror,yalcaer,lamortajaseenredóenalgunapiezadehierroqueseproyectabahaciaadentro.Allíquedóyasísepudrió,erecta.

En el año 1810 hubo en Francia un caso de inhumación prematura, rodeado decircunstanciasquejustificanampliamenteelasertodequelaverdadesmásextrañaquelaficción. La heroína de la historia eramademoiselle Victorine Lafourcade, una joven deilustrefamilia, ricaydegranbelleza.EntresusnumerososcortejantessecontabaJulienBossuet,unpobre littérateuro periodistadeParís.Su talentoy suafabilidadgeneral lohabíanseñaladoalaatencióndelaheredera,quienparecíahaberseenamoradorealmentedeél,perosuorgullodecastaladecidió,porúltimo,arechazarloyacasarseconuntalmonsieurRenelle,banqueroydiplomáticodeciertadistinción.Despuésdelmatrimonio,estecaballerodescuidóasumujeryquizállegóamaltratarladehecho.Despuésdepasarjuntos algunos añosdesdichados, ellamurió; por lomenos, su estado semejaba tanto lamuertequeengañóatodosquieneslavieron.Fueinhumadanoenunabóveda,sinoenunatumba común, en su aldea natal. Lleno de desesperación, y todavía inflamado por el

recuerdo de su profundo cariño, el enamorado viaja de la capital a la remota provinciadonde se encuentra la aldea, con el propósito romántico de desenterrar el cuerpo yapoderarse de sus exuberantes trenzas. Llega a la tumba. A medianoche desentierra elataúd, lo destapa y, en elmomento de desprender el cabello, lo detienen los ojos de laamada, que se abren. La mujer había sido enterrada viva. La vitalidad no habíadesaparecidodel todo,y lascariciasdelenamorado ladespertarondel letargoque fueraequivocadamentetomadoporlamuerte.Eljovenlallevófrenéticoasualojamientoenlaaldea.Empleóciertospoderososreconstituyentesaconsejadospornopocosconocimientosmédicos.Alfin,ellarevivió.Reconocióasusalvador.Permanecióconélhastaque,lentay gradualmente, recobró toda su salud. Su corazón no era empedernido, y esta últimaleccióndeamorbastóparaablandarlo.LoentregóaBossuet.Novolviómás juntoa sumarido;ocultandosuresurrección,huyóconsuamanteaAmérica.Veinteañosdespués,los dos regresaron a Francia, persuadidos de que el tiempo había cambiado tanto laaparienciadelaseñoraquesusamigosnopodríanreconocerla.Peroseequivocaron,puesalprimerencuentromonsieurRenellereconoció,efectivamente,asumujerylareclamó.Ella rechazó el reclamo y el tribunal la apoyó, resolviendo que las peculiarescircunstancias, junto con el largo lapso transcurrido, habían abolido, no sólo desde elpuntodevistadelaequidad,sinolegalmentelaautoridaddelmarido.

LaRevistadeCirugíadeLeipzig,publicacióndegranautoridadymérito,quealgunoslibrerosamericanosharíanbienentraduciryeditar,relataenunodelosúltimosnúmerosunsucesomuypenosoquepresentalascaracterísticasencuestión.

Unoficialdeartillería,hombredegigantescaestaturay robustasalud, fuederribadopor un caballo indomable, recibiendo una contusión muy fuerte en la cabeza que enseguida le hizo perder el sentido. Tenía una ligera fractura de cráneo, pero sin peligroinmediato.Latrepanaciónserealizóconéxito.Selepracticóunasangríayseadoptaronotrosmuchosmétodoscomunesdealivio.Perocayógradualmenteenunsoporcadavezmásgravey,porúltimo,selediopormuerto.

Hacíacaloryloenterraronconprisaindecorosaenunodeloscementeriospúblicos.Sus funerales se realizaron un día jueves. El domingo siguiente frecuentaban elcementerio,comodecostumbre,numerososvisitantescuando,alrededordemediodía,seprodujo un gran revuelo provocado por las palabras de un campesino que, habiéndosesentado en la tumba del oficial, sintió claramente una conmoción en la tierra, como sialguien estuviera luchandodebajo.Al principionadie prestó atención a las palabras delhombre,perosuevidenteterrorylatercainsistenciaconquerepetíasuhistoriatuvieron,alfin,naturalesefectossobrelamultitud.Algunosconsiguierondeinmediatounaspalas,ylatumba,vergonzosamentesuperficial,estuvoenpocosminutostanabiertaquedejóverlacabezadesuocupante.Dabala impresióndeestarmuerto,peroaparecíacasisentadodentrodelataúd,cuyatapa,enunafuriosalucha,habíalevantadoparcialmente.

Fuellevadoenseguidaalhospitalmáscercano,dondeseledeclaróvivo,aunqueenestado de asfixia. Después de algunas horas reaccionó, reconoció a sus amigos y, confrasesentrecortadas,hablódesusangustiasenelsepulcro.

Atravésdesurelatoresultóclaroquelavíctimadebíahaberconservadoconcienciadelavidadurantemásdeunahoradespuésdelainhumación,hastaperderelsentido.Lafosahabía sido llenada descuidadamente con una tierramuy porosa, sin apisonarla, y así lellegóalgodeaire.Oyólospasosdelamultitudsobresucabezaytratóasuvezdehacerseoír. El tumulto en el interior de la tierra, dijo, fue lo que pareció despertarlo de unprofundosueño,peroapenasdespiertocomprendióelespantosohorrordesuestado.

Este paciente, según se dice, iba mejorando y parecía encaminado hacia unrestablecimiento definitivo, cuando sucumbió víctima del charlatanismo de laexperimentaciónmédica.Se le aplicó labateríagalvánicayexpiródeprontoenunodeesosparoxismosestáticosqueenocasionesproduce.

Lamencióndelabateríagalvánica,sinembargo,metraealamemoriauncasobienconocidoymuyextraordinario,dondesuacciónbrindólamaneradevolveralavidaaunjovenabogadodeLondresqueestuvieraenterradodurantedosdías.Estoocurrióen1831,y en el momento causó profunda sensación en todas partes donde fue tema deconversación.

El paciente, Mr. Edward Stapleton, había muerto aparentemente de fiebre tifus,acompañadadealgunos síntomasanómalosqueexcitaron la curiosidadde susmédicos.Despuésdesuaparentedeceso,sesolicitóalosamigosunaautorizaciónparaunexamenpostmortem,peroéstossenegaronapermitirlo.Comosucedeconfrecuenciaante talesnegativas, losmédicosresolvierondesenterrarelcuerpoydisecarloagusto,enprivado.Se hicieron fáciles arreglos con algunos de los numerosos ladrones de cadáveres queabundanenLondres,ylaterceranochedespuésdelainhumaciónelsupuestocadáverfuedesenterradodeunatumbadeochopiesdeprofundidadydepositadoenlasalaoperatoriadeunhospitalprivado.

Al practicarse una incisión de cierta longitud en el abdomen, el aspecto fresco eincorruptodel sujeto sugirió laconvenienciadeaplicar labatería.Sehicieronsucesivosexperimentosconlosefectosacostumbrados,sinnadapeculiarenningúnsentido,salvo,en una o dos ocasiones, una apariencia de vida mayor que la ordinaria en la acciónconvulsiva.

Eratarde.Estabaporamanecerysejuzgóoportuno,alfin,procederdeinmediatoaladisección.Perounodelosestudiantesteníaespecialesdeseosdeprobarunateoríapropiaeinsistió en la aplicación de la batería a uno de los músculos pectorales. Después depracticar una tosca incisión, se estableció apresuradamente un contacto; entonces elpaciente,conunmovimientorápidoperonadaconvulsivo,selevantódelamesa,caminóhasta el centro del recinto, miró extrañado a su alrededor unos instantes y entonces…habló. Lo que dijo fue ininteligible, pero pronunció unas palabras; el silabeo era claro.Despuésdehablar,cayópesadamentealsuelo.

Por un momento todos quedaron paralizados de espanto, pero la urgencia del casoprontolesdevolviólapresenciadeánimo.SevioqueMr.Stapletonestabavivo,aunqueen síncope. Después de administrársele éter revivió y recobró rápidamente la salud,

retornandoalasociedaddesusamigos,aquienesseocultó,sinembargo,todanoticiadesuresurrecciónhastaqueyanohubopeligrodeunarecaída.Esdeimaginarlamaravilladeaquéllosysuarrobadoasombro.

Lanotamásespeluznantedeesteincidenteseencuentra,sinembargo,enloqueafirmaelmismoMr.Stapleton.Declaraqueenningúnmomentoperdiótodoelsentido,quedeunmodo oscuro y confuso percibía lo que le estaba ocurriendo desde elmomento en quefueradeclaradomuertoporlosmédicoshastaaquélenquecayódesmayadosobreelpisodelhospital.«Estoyvivo»,fueronlaspalabrasincomprensiblesque,despuésdereconocerlasaladedisección,habíaintentadoensuapuroproferir.

Seríacosafácilmultiplicarhistoriascomoéstas,peromeabstengoporque,enrealidad,no nos hacen falta para sentar el hecho de que se producen entierros prematuros. Alreflexionar en las muy raras veces en que, por la naturaleza del caso, tenemos laposibilidaddeconocerlos,debemosdeadmitirquehandeocurrirfrecuentementesinquelosepamos.Enrealidad,raravezseharemovidoconciertaextensiónuncementerio,porcualquiermotivo,sinqueaparecieranesqueletosenposturasqueinsinúanlamáshorribledelassospechas.

¡Horrible, sí, la sospecha, pero más horrible el destino! Puede asegurarse sinvacilaciónqueningúnsucesoseprestatanterriblementecomolainhumaciónantesdelamuerteparallevaralcolmodelaangustiafísicaymental.Laintolerableopresióndelospulmones,lassofocantesemanacionesdelatierrahúmeda,lasvestidurasfúnebresqueseadhieren, el rígido abrazo de la morada estrecha, la negrura de la noche absoluta, elsilencio como un mar abrumador, la invisible pero palpable presencia del vencedorgusano, estas cosas, junto con los recuerdos del aire y la hierba que crecen arriba, lamemoria de los amigos queridos que volarían a salvarnos si se enteraran de nuestrodestino, y la conciencia de que nunca podrán enterarse de él, de que nuestra suertedesesperanzada es la de los muertos de verdad, estas consideraciones, digo, llevan alcorazón aún palpitante a un grado de espantoso e intolerable horror, ante el cual laimaginaciónmás audaz retrocede. No conocemos nada tan angustioso en la Tierra, nopodemospensarennadatanhorribleenlosdominiosdelmásprofundoInfierno.Yporesotodoslosrelatossobreestetópicotienenuninterésprofundo;interésque,sinembargo,enelsagradoespantodeltópicomismo,dependejustayespecíficamentedenuestracreenciaen laverdad del asunto narrado.Loquevoy a contar ahora esmi propio conocimientoreal,míexperienciaefectivaypersonal.

Durante varios años sufrí accesos de ese singular trastorno que losmédicos se hanpuestodeacuerdoenllamarcatalepsia,afaltadeunnombremásdefinitivo.Aunquetantolas causas inmediatas como las predisposiciones y aun el diagnóstico real de estaenfermedad siguen siendo misteriosos, su carácter evidente y manifiesto es de sobraconocido.Lasvariacionesparecenserloespecialmentedegrado.Aveceselpacienteyacesólo un día, o un período aún más breve, en una especie de exagerado letargo. Estáprivadodeconocimientoyaparentementeinmóvil,perolaspulsacionesdelcorazónaúnsepercibendébilmente,quedanalgunashuellasdecalor,unaligeracoloraciónsedemoraen

elcentrodelasmejillasy,aplicandounespejoaloslabios,podemosdescubrirunatorpe,desigualyvacilanteactividaddelospulmones.Otrasveceseltrancedurasemanasyaunmeses,mientraselexamenmásminuciosoylasmásrigurosaspruebasmédicasnologranestablecer ninguna distinciónmaterial entre el estadodel paciente y lo que concebimoscomomuerteabsoluta.Muyamenudolosalvandelentierroprematurosusamigos,quelosabíanyaatacadodecatalepsia,y laconsiguiente sospecha,pero sobre todo lo salva suapariencia incorrupta. La enfermedad avanza, por fortuna, gradualmente. Las primerasmanifestaciones, aunque marcadas, son inequívocas. Los ataques son cada vez máscaracterísticosycadaunoduramásqueelanterior.Enestoresidelaseguridadprincipalencuantoalainhumación.Eldesdichadocuyoprimerataquetuvieraelcaráctergravequeenocasionessepresenta,seríacasiinevitablementedepositadovivoenlatumba.

Micasodiferíaencaracterísticassinimportanciadelosmencionadosenloslibrosdemedicina.Aveces, sin ninguna causa aparente,me sumíapoco a poco enun estadodesemisíncope,ocasidesmayo,yeseestado,sindolor,sincapacidadparamovermeoparahablaropensar,peroconunaconfusaconciencia letárgicadevidayde lapresenciadeaquellosquerodeabanmilecho,durabahastaquelacrisisdelaenfermedadmedevolvía,deimproviso,elperfectoconocimiento.Otrasveceselaccesoerarápido,fulminante.Mesentía enfermo, aterido, helado, con vértigo y, de pronto, caía postrado. Entonces todoestabavacíosemanasenteras,ynegro,silencioso,ylanadaseconvertíaeneluniverso.Latotalaniquilaciónnopodíasermayor.Deestosúltimosataquesdespertaba,sinembargo,enunalentagradacióncomparadaconlainstantaneidaddelacceso.Asícomoamaneceeldíaparaelmendigosincasaysinamigos,paraelqueruedapor lascallesenla largaydesoladanochedeinvierno,así, tantardía,tancansada,tanalegrevolvíaamílaluzdelAlma.

Pero, fuerade la tendenciaal síncope,mi saludgeneralparecíabuena,ynohubieraadvertidoque sufría tal enfermedad amenosqueunapeculiaridaddemi sueño pudieraconsiderarsecomoprovocadaporella.Aldespertarme,nuncapodíarecobrardeinmediatolaposesióndemissentidosypermanecíasiempredurantealgunosminutosenunestadodeextravíoyperplejidad,pueslasfacultadesmentalesengeneralylamemoriaenespecialsehallabanenabsolutasuspensión.

En todos mis padecimientos no había sufrimiento físico, sino una infinita angustiamoral.Miimaginaciónsetornómacabra.Hablaba«degusanos,detumbas,deepitafios».Me perdía en ensueños de muerte, y la idea del entierro prematuro poseíapermanentementemiespíritu.Elhorriblepeligroalcualestabaexpuestomeobsesionabadía y noche. Durante el primero, la tortura de la meditación era excesiva; durante lasegunda,erasuprema.CuandolastorvastinieblasseextendíansobrelaTierra,entonces,presa de los más horrendos pensamientos, temblaba, temblaba como los trémulospenachos de la carroza fúnebre. Cuandomi naturaleza ya no podía soportar la vigilia,luchabaantesdeconsentirendormirme,puesmeestremecíapensandoque,aldespertar,podíaencontrarmemetidoenunatumba.Ycuando,alfin,mehundíaenelsueño,erasólopara precipitarme de pronto en unmundo de fantasmas sobre el cual se cernía con sus

vastas,negrasalastenebrosas,laúnica,lasepulcralIdea.

De las innumerables imágenes lúgubres que me oprimían en sueños elijo para mirelato una visión solitaria. Soñé que había caído en trance cataléptico de duración yprofundidadmayoresquelashabituales.Deprontounamanoheladaseposóenmifrenteyunavozimpaciente,farfullante,susurróenmioído:«¡Levántate!».

Mesenté.Laoscuridaderatotal.Nopodíaverlafiguradelquemehabíadespertado.Nopodíatraeralamemorianielperíododuranteelcualhabíacaídoentrance,niellugardondeyacíaahora.Mientraspermanecíainmóvil,intentandoreunirmispensamientos,lafríamanomeaferróconfuerzadelamuñeca,sacudiéndolaconpetulancia,mientraslavozfarfullantedecíadenuevo:

—¡Levántate!¿Noteordenéquetelevantaras?

—Ytú—pregunté—,¿quiéneres?

—Notengonombreenlasregionesdondehabito—replicólavoz,plañidera—.Fuiunhombreysoyundemonio.Soyimplacable,perodignodelástima.Túhasdesentirquemeestremezco.Merechinanlosdientesmientrashabloy,sinembargo,noesporelfríodelanoche, de la noche sin fin. Pero este horror es insoportable. ¿Cómo puedes tú dormirtranquilo?Nomedejandescansar losgritosdeesasgrandesagonías.Estosespectáculossonmásdeloquepuedosoportar.¡Levántate!Venconmigoalanocheexteriorydejaquetemuestrelastumbas.¿Noesésteunespectáculodedolor?¡Contempla!

Miré,ylafigurainvisiblequeseguíaaferrándomelamuñecahizoabrirlastumbasdetoda la humanidad, y de cada una salían las débiles irradiaciones fosfóricas de laputrefacción,demodoquepudeverensusmásrecónditosescondrijos,yelespectáculodelos cuerpos amortajados en su triste y solemne sueño con el gusano. Pero, ¡ay!, losverdaderosdurmienteseranmenos,entremuchosmillones,queaquellosquenodormían,yhabíaunadébillucha,yhabíauntristedesasosiegogeneral,ydelasprofundidadesdelosinnúmerospozossalíaelmelancólicofrotardelasvestidurasdelosenterrados.Yentreaquellosqueparecíanreposartranquilosvigrannúmeroquehabíacambiado,enmayoromenorgrado,larígidaeincómodaposiciónenquehabíansidooriginariamentesepultos.Ylavozmedijodenuevo,mientrasyomiraba:

—¿Noes,acaso,¡ah!,noes,acaso,unlastimosoespectáculo?

Pero antes de que hallara palabras para replicarle, la figura dejó de aferrarme lamuñeca, las luces fosforescentes se extinguieron y las tumbas se cerraron con súbitaviolencia,mientrasdeellasbrotabauntumultodegritosdesesperadosquerepetían:«¿Noesacaso,¡ohDios!,noesacasounespectáculolastimoso?».

Fantasíascomoéstasepresentabanporlanocheyextendíansuterroríficainfluenciaaun amis horas de vigilia.Mis nervios se trastornaron y fui presa de perpetuo horror.Vacilabaencabalgar,encaminaropracticarcualquierejercicioquemeapartaradecasa.Enrealidad,yanomeatrevíaaconfiarenmímismofuerade la inmediatapresenciadeaquellos que conocíanmi propensión a la catalepsia, pormiedo de que, en uno demis

habituales ataques, me enterraran antes de que se determinara mi verdadero estado.Dudabadelcuidado,delafidelidaddemisamigosmásqueridos.Measustabapensarque,en un trancemás largo de lo acostumbrado, se convencieran de que no tenía remedio.Llegabaatemerque,comolescausabamuchasmolestias,quizásealegrarandeconsiderarcualquier ataque muy prolongado como excusa suficiente para librarse de mídefinitivamente.Envanotratabandetranquilizarmeconlasmássolemnespromesas.Lesexigía,porlosjuramentosmássagrados,queenningunacircunstanciameenterraranhastaqueladescomposiciónmaterialestuvieratanavanzadaqueimpidiesetodaconservación.Yaunentoncesmisterroresmortalesnoatendíananingunarazón,noaceptabaconsuelo.Comencé una serie de laboriosas precauciones. Entre otras cosasmandé rehacer de talmanera la bóveda familiar, que era posible abrirla fácilmente desde el interior. Lamásligerapresióndeunalargapalancaqueseextendíadentrodelacriptabastabaparaabrirrápidamentelosportalesdehierro.Tambiénestabaprevistalalibreadmisióndeaireyluz,y adecuados receptáculos para alimentos y agua, al alcance del ataúd preparado pararecibirme.Esteataúdestabaforradoconunmaterialcálidoysuaveyprovistodeunatapaelaboradasegúnelprincipiodelapuertadelabóveda,conelañadidoderesortesideadosdetalmodoqueelmásdébilmovimientodelcuerpohubierasidosuficienteparasoltarla.Ademásdetodoesto,deltechodelatumbacolgabaunagrancampanacuyasoga(estabaprevisto)entraríaporunagujeroenelataúd,siendoatadaaunadelasmanosdelcadáver.Mas,¡ay!,¿dequésirvelavigilanciacontraelDestinodelhombre?¡Nisiquieraesasbienurdidas seguridades bastaban para librar de las más extremadas angustias de lainhumaciónenvidaauninfelizdestinadoaellas!

Llegó una época—como ya había ocurrido amenudo— en queme encontré amímismoemergiendodeunatotalinconscienciaalaprimerasensacióndébileindefinidadeexistencia.Lentamente,congradacióndetortuga,seacercabaelalbagris,pálida,deldíapsíquico. Un desasosiego aletargado. Una sensación apática de dolor sordo. Ningunapreocupación, ninguna esperanza, ningún esfuerzo. Después de un largo intervalo, unretintínen losoídos; luego, trasun lapsoaúnmás largo,unasensacióndehormigueoocomezón en las extremidades; luego, un período aparentemente eterno de placenteraquietud, durante el cual las sensaciones que despiertan luchan por convertirse enpensamientos;luego,otrabrevezambullidaenlanada;luego,unsúbitorestablecimiento.Al fin, el ligero estremecerse de un párpado, e inmediatamente después, un choqueeléctrico de terror,mortal e indefinido, que envía la sangre a torrentes de las sienes alcorazón.Yentonceselprimeresfuerzopositivoporpensar.Yentonceselprimerintentode recordar. Y entonces un éxito parcial y evanescente. Y entonces la memoria harecobradotantosudominio,queenciertamedidatengoconcienciademiestado.Sientoquenoestoydespertandodeunsueñoordinario.Recuerdoquehepadecidodecatalepsia.Y entonces, por fin, como si fuera la embestida de un océano, abruma mi almaestremecidaelúnicopeligrohorrendo,laúnicaideaespectral,siempredominante.

Duranteunosminutos,yaposeídoporestafantasía,permanecí inmóvil.¿Yporqué?No podía reunir valor para moverme. Nome atrevía a hacer el esfuerzo que había detranquilizarmesobremidestino,y,sinembargo,algoenelcorazónmesusurrabaqueera

seguro. La desesperación —tal como ninguna otra desdicha produce—, sólo ladesesperaciónmeapremió,despuésdeuna largaduda, a levantar lospesadospárpados.Loslevanté.Estabaoscuro,todooscuro.Supequeelataquehabíaterminado.Supequelacrisisdemitrastornohabíapasadoya.Supequehabíarecobradoelusodemisfacultadesvisuales,y,sinembargo,estabaoscuro,todooscuro,conlaintensaytotalcapacidaddelaNochequeduraparasiempre.

Intentégritar,ymislabiosymilenguaresecasemovieronconvulsivos,peroningunavozbrotódeloscavernosospulmonesque,oprimidoscomoporelpesodeunamontaña,jadeabanypalpitabanconelcorazónencadainspiraciónlaboriosaydifícil.

El movimiento de las mandíbulas en el esfuerzo por gritar memostró que estabanatadas,comosehacehabitualmentecon losmuertos.Sentí tambiénqueyacíasobreunasustanciaásperayquealgosimilar,aloscostados,meestrechaba.Hastaesemomentonomehabíaatrevidoamoverningunodelosmiembros,peroentonceslevantéviolentamentelos brazos que estaban estirados, con las muñecas cruzadas. Golpearon una sustanciasólida,leñosa,queseextendíasobremicuerpoanomásdeseispulgadasdemicara.Yanopudedudardequereposabaalfindentrodeunataúd.

Yentonces,enmediodemiinfinitadesgracia,vinodulcementelaEsperanza,comounquerubín, pues pensé en mis precauciones. Me retorcí y ejecuté espasmódicos conatospara forzar la tapa; no se movía. Me palpé las muñecas en busca de la soga: no laencontré.YasílaConsoladorahuyóparasiempreyunadesesperaciónaúnmásvehementereinótriunfal,puesnopodíamenosdeadvertirlaausenciadelasalmohadillasquehabíapreparado tan cuidadosamente, y entonces llegó de improviso amis narices el fuerte ypeculiarolordelatierrahúmeda.Laconclusiónerairresistible.Noestabaenlabóveda.Habíacaídoentrancefuerademicasa,entreextraños,dóndeycómonopodíarecordarlo,y ellosmehabían enterrado comoaunperro,metido enun ataúd comúnclaveteado, yarrojado a lo profundo, en lo profundo y para siempre, de alguna tumba ordinaria,anónima.

Cuandoestahorribleconvicciónseabriópasoenlasmásíntimasestanciasdemialma,luchéunavezmásporgritar.Yeste segundo intento tuvoéxito.Un largo, salvajegritocontinuo,unalaridodeagoníaresonóenlosámbitosdelanochesubterránea.

—Vamos,vamos,¿quéeseso?—dijounavozáspera,enrespuesta.

—¿Quédiablospasaahora?—dijounsegundo.

—¡Fueradeahí!—exclamóuntercero.

—¿Porquéaúlladeesamanera,comosifueseungatomontés?—dijouncuarto.

Y entonces unos individuos muy rústicos me sujetaron y me sacudieron sinceremonias.Nomedespertarondemisueño,puesestababiendespiertocuandogrité,peromedevolvieronalaplenaposesióndemimemoria.

EstaaventuraocurríacercadeRichmond,enVirginia.Acompañadodeunamigomehabíainternado,enunaexpedicióndecaza,variasmillasabajoaorillasdelríoJames.Seacercabalanochecuandonossorprendióunatormenta.Lacabinadeunapequeñachalupaancladaenlacorrienteycargadadetierravegetalnosbrindóelúnicoabrigodisponible.Lesacamoselmayorprovechoposibleypasamoslanocheabordo.Medormíenunadelasdosúnicasliteras;nohacefaltadescribirlasliterasdeunachalupadesesentaosetentatoneladas.Laqueyoocupabanoteníaropadecama.Suanchoeradedieciochopulgadas.La distancia entre el fondo y la cubierta era precisamente la misma. Me resultódificilísimo introducirme en ella. Sin embargo dormí profundamente y toda mi visión,puesnoerasueñonipesadilla,surgiónaturalmentedelascircunstanciasdemiposición,delgirohabitualdemispensamientosydeladificultad,alacualhealudido,deconcentrarmis sentidos y especialmente de recobrar la memoria durante largo tiempo después dedespertardeunsueño.Loshombresquemesacudieroneranlatripulacióndelachalupayalgunosjornaleroscontratadosparacargarla.Delacargamismaprocedíaeloloratierra.Lavendaalrededordelasmandíbulaseraunpañuelodesedaconelcualmehabíaatadolacabezaafaltademiacostumbradogorrodedormir.

Las torturas sufridas fueron indudablemente iguales en aquel momento a las de laverdaderasepultura.Eranespantosas,deunhorrorinconcebible;perodelMalprocedeelBien,porque sumismoexcesoprovocóenmiespírituuna inevitable reacción.Mialmaadquirióvigor,adquiriótemple.Viajéalextranjero.Hicevigorososejercicios.Respiréelaire libre del cielo. Pensé en otros temas que la muerte. Dejé a un ladomis libros demedicina. Quemé a Buchan. No leí más Pensamientos nocturnos, ni grandilocuenciassobre cementerios, ni cuentos demiedo como éste. En poco tiempome convertí en unhombrenuevoyvivíunavidadehombre.Desdeaquellanochememorabledescartéparasiempre mis aprensiones sepulcrales, y con ellas se desvanecieron los trastornoscatalépticos,deloscualesfueran,quizá,menosconsecuenciaquecausa.

Haymomentosenque,aunparaelserenoojodelarazón,elmundodenuestratristehumanidadpuedecobrarlaaparienciadelinfierno,perolaimaginacióndelhombrenoesCaratis para explorar con impunidad todas sus cavernas. ¡Ay!, la torva legión de losterrores sepulcrales no puede considerarse totalmente imaginaria, pero, como losDemoniosencuyacompañíaAfrasiab realizó suviajeporelOxus,debendormironosdevorarán,debemospermitirleselsueño,opereceremos.

H

Lacita

Venecia¡Espérameallá!Yoiréaencontrarteenelprofundovalle.

HENRYKING,obispodeChichester,

Funeralesenlamuertedesuesposa

ombre misterioso, de aciago destino! ¡Exaltado por la brillantez de tuimaginación, ardido en las llamas de tu juventud! ¡Otra vez, en mi fantasía,vuelvoacontemplarte!Denuevosealzaantemítufigura…¡No,nocomoeres

ahora,enelfríovalle,enlasombra!,sinocomodebistedeser,derrochandounavidademagníficameditaciónenaquellaciudaddeconfusasvisiones,tuVenecia,Elíseodelmar,amadadelasestrellas,cuyosampliosbalconesdelospalaciosdePalladiocontemplanconprofundoyamargoconocimiento lossecretosdesussilentesaguas. ¡Sí, lo repito:comodebistedeser!Sindudahayotrosmundosfueradeéste,otrospensamientosquelosdelamultitud,otrasespeculacionesquelasdelsofista.¿Quién,entonces,podríaponerenteladejuiciotuconducta?¿Quiéntereprocharíatushorasvisionarias,odenunciaríatumodode vivir como un despilfarro, cuando no era más que la sobreabundancia de tusinagotablesenergías?

FueenVenecia,bajolaarcadacubiertaquellamanelPontediSospiri,dondeencontréporterceraocuartavezalapersonadequienhablo.Lascircunstanciasdeaquelencuentroacuden confusamente a mi recuerdo. Y, sin embargo, veo… ¡ah, cómo olvidar!… laprofunda medianoche, el Puente de los Suspiros, la belleza femenina y el genio delromancequeerrabaporelangostocanal.

Venecia estaba extrañamenteoscura.El gran reloj de laPiazzahabíadado la quintahoradelanocheitaliana.LaplazadelCampanilesemostrabasilenciosayvacía,mientraslas luces del viejo Palacio Ducal extinguíanse una tras otra. Volvía a casa desde laPiazzetta,siguiendoelGranCanal.CuandomigóndolallegóantelabocadelcanaldeSanMarcos,oídesdesusprofundidadesunavozdemujer,queexhalabaenlanocheunalaridoprolongado,histéricoyterrible.Meincorporésobresaltado,mientraselgondolerodejabaresbalar su único remo y lo perdía en la profunda oscuridad, sin que le fuera posiblerecobrarlo.Quedamosasíamercedde lacorriente,queenesepuntosemuevedesdeelcanal mayor hacia el pequeño. Semejantes a un pesado cóndor de negras alas nos

deslizábamosblandamenteendirecciónalPuentedelosSuspiros,cuandomilantorchas,llameando desde las ventanas y las escalinatas del Palacio Ducal, convirtieroninstantáneamenteaquellaprofundaoscuridadenunlívidodíapreternatural.

Escapando de los brazos de su madre, un niño acababa de caer desde una de lasventanassuperioresdelelevadoedificioalasprofundasyoscurasaguasdelcanal,quesehabían cerrado silenciosas sobre suvíctima.Aunquemigóndola era laúnica a la vista,muchos arriesgados nadadores habíanse precipitado ya a la corriente y buscabanvanamenteensusuperficieeltesoroque,¡ay!,sólohabríadeencontrarseenelabismo.Enlas grandes losas demármol negro que daban entrada al palacio, apenas a unos pocospeldañossobreelagua,veíaseunafiguraquenadiehapodidoolvidar jamásdespuésdecontemplarla. Era lamarquesaAfrodita, la adoración de todaVenecia, lamás alegre yhermosa de las mujeres —allí donde todas eran bellas—, la joven esposa del viejo eintriganteMentoniymadredelhermosoniño,suprimeryúnicovástagoque,sumidoenlasprofundidadesdelagualóbrega,estaríarecordandoamargamentelasdulcescariciasdesumadreyagotandosudébilvidaenlosesfuerzosporllamarla.

Lamarquesapermanecíasola.Susdiminutosyplateadospiesdesnudosresplandecíanenelnegroespejodemármolquepisaba.Sucabello,queconservabaamediaselpeinadodel baile, rodeaba entre una lluvia de diamantes su clásica cabeza, llena de buclesparecidosaljacintojoven.Unatúnicaalbacomolanieveysemejantealagasaparecíaserlaúnicaproteccióndesusdelicadasformas;peroelaireestivaldeaquellamedianocheeracaliente,denso,estático,yaquellaimagenestatuariatampocohacíaelmenormovimientoquealteraralosplieguesdelavestiduracomodevaporquelaenvolvía,talcomoelpesadomármol envuelve la imagen de Niobe. Y, sin embargo, ¡cosa extraña!, sus grandes ybrillantesojosnomirabanhaciaabajo,endirecciónalatumbadondesumejoresperanzahabía sido sepultada, sino que aparecían como clavados en una dirección por completodiferente.LaprisióndelaantiguaRepúblicaes,segúncreo,eledificiomásmajestuosodeVenecia;pero,¿cómopodíaaquelladamacontemplarlotanfijamente,mientrasallíabajoseestabaahogandosuúnicohijo?Unnegro,lúgubrenichohallábasesituadoexactamentefrentealaventanadelaposentodelamarquesa.¿Quépodíahaber,pues,ensussombras,ensuarquitectura,ensussolemnescornisascubiertasdehiedra,queladamanohubieracontempladomilvecesantes?¡Oh,desatino!¿Quiénnorecuerdaque,enmomentoscomoése,lamirada,semejanteaunespejotrizado,multiplicalasimágenesdesudesolaciónyveeninnumerableslugareslejanoslapenamáscercana?

VariosescalonesmásarribaquelamarquesaydentrodelarcodelacompuertaseveíaaMentoni,todavíaconsutrajedefiesta,semejanteaunsátiro.Ocupábasepormomentosderasguearlascuerdasdeunaguitarrayparecíaennuyéenextremo,mientras,decuandoencuando,dabainstruccionesparaelsalvamentodesuhijo.Estupefactoydespavorido,nohabíapodidomovermedelaposiciónenquemecolocaraalescucharelgrito;seguíadepieydebídepresentar aojosdel agitadogrupounaaparienciaominosayespectral,mientraspasaba,pálidoyrígido,enaquellafúnebregóndola.

Todos losesfuerzosparecíanvanos.Losmásdecididosen labúsquedaempezabanacansarseyseentregabanaunaprofundatristeza.Pocaesperanzaquedabayadesalvaralniño (¡y cuántomás desesperada estaría lamadre!). Pero entonces, desde el interior deaqueloscuronichoquehemencionadocomoparteintegrantedelaprisióndelaantiguaRepública—yquequedabafrentealasventanasdelamarquesa—,unasiluetaembozadaavanzóhastalaslucesy,luegodehacerunapausaalbordedelabismolíquido,zambullosedecabezaenelcanal.Unminutodespués,alemergerllevandoensusbrazosalniñoqueaúnrespirabayalzarseenlospeldañosdemármoldelladodelamarquesa,laempapadacapasesoltódesushombrosy,cayendoasuspies,mostróalosestupefactosespectadoreslagraciosafiguradeunhombrejoven,cuyonombreresonabaentoncesentodaEuropa.

Niunapalabrapronuncióel salvador.Pero lamarquesa…¡Ah,ya ibaa recibira suhijo!¡Yaibaaestrecharensusbrazoselpequeñocuerpoyreanimarloconsuscaricias!

Mas,¡ay!,losbrazosdeotroloalzaban,losbrazosdeotroselollevaban,lointroducíanenelpalacio.¿Ylamarquesa?…Suslabios,sushermososlabiostemblaban;laslágrimassearracimabanensusojos,esosojosque,comoelacantodePlinio,eran«suavesycasilíquidos».Sí,laslágrimasseagolpabanensusojos,ydeprontotodoelcuerpodeaquellamujerseestremecióconuntemblorqueleveníadelalma…¡Ylaestatuarecobróvida!Visúbitamentecómolapalidezmarmóreadesusfacciones,elalentardesusenoylapurezade sus blancospies se anegaban enuna inconteniblemarea carmesí.Yun leve tembloragitósudelicadocuerpo,comolabrisagentildeNápolesagita losplateadosliriosenelcampo.

¿Por qué se sonrojaba la dama?No hay respuesta a tal pregunta.Verdad es que, alabandonar, con el apresuramiento y el terror de un corazónmaterno la intimidad de suboudoir,lamarquesahabíaolvidadoaprisionarsusmenudospiesenchinelasycubrirsushombros venecianos con elmanto que les correspondía… ¿Qué otra razón podía tenerparasonrojarseasí?¿Ylamiradadeesosojosqueimplorabandesesperadamente?¿Yeltumultodelagitadoseno?¿Ylaconvulsivapresióndeaquellamanotemblorosaque,enmomentos enqueMentoni retornaba al palacio, seposó accidentalmente sobre lamanodeldesconocido?¿Yquérazónpodíahaberparaaquellaspalabrasenvozbaja,envoztanextrañamentebaja,aquellaspalabrassinsentidoqueladamamurmurópresurosamenteenelinstantededespedirlo?

—Has vencido —dijo, a menos que el murmullo del agua me engañara—. Hasvencido…Unahoradespuésdelasalidadelsol…¡Asísea!

El tumulto se había apaciguado, murieron las luces en el interior del palacio y eldesconocido,aquienyo,sinembargo,habíareconocido,permanecíasoloenlaescalinata.Estremecioseconinconcebibleagitaciónysusojosmiraronentodasdireccionesbuscandounagóndola.Nopodíamenosdeofrecerlelamía,ylaaceptó.Luegodeobtenerunremoenunacompuerta,continuamosjuntoshastasuresidencia,mientrasmihuéspedrecobrabarápidamenteeldominiodesímismoysereferíaanuestrasuperficialrelaciónentérminosdegrancordialidad.

Frente a ciertos temas, me gusta ser minucioso. La persona del desconocido —permitidme llamarlo así, ya que lo era todavía para elmundo entero—, la persona deldesconocido constituye uno de esos temas. Su estatura era algo inferior a la mediana,aunque en momentos de intensa pasión su cuerpo crecía como para desmentir esaafirmación.La livianayesbeltasimetríadesu figuraantesanunciaba lavivazactividaddemostrada en el Puente de los Suspiros, que la hercúlea fuerza que, en ocasiones demayorpeligro,habíadesplegadosinaparenteesfuerzo.Subocaymentóneranlosdeunadeidad; los ojos, singulares, ardientes, enormes, líquidos, de una tonalidad fluctuandoentreelpurocastañoyelmásintensoybrillanteazabache;unaprofusióndecabellonegroy rizado,bajoel cual sedestacabauna frentedenocomúnanchura,quepormomentosresplandecíacomomarfililuminado;taleseransusrasgos,tanclásicamenteregularesquejamáshevistootrossemejantes,salvo,quizá,enlasimágenesdelemperadorCómodo.Y,sinembargo,surostroeradeesosquetodohombrehavistoenalgúnmomentodesuvida,

peroquenohavueltoaencontrarnuncamás.Noteníanadapeculiar,ningunaexpresiónpredominantequefijarenlamemoria;unrostrovistoeinstantáneamenteolvidado,peroolvidadoconunvagoycontinuodeseoderecordarlootravez.Ynoporqueelespíritudecadarápidapasiónnodejaradeimprimirsupropiayclaraimagenenelespejodeaquelrostro; pero el espejo, al igual que todos los espejos, perdía todo vestigio de la pasiónapenasdesaparecía.

Aldespedirnoslanochedeaquellaaventuramepidió,deunamaneraquemeparecióurgente,quenodejaradevisitarlomuytempranoporlamañana.Pocodespuésdelasalidadel sol llegué a su Palazzo, uno de aquellos enormes edificios de sombría y fantásticapompa que se alzan sobre las aguas del Gran Canal, en la vecindad del Rialto. Fuiconducido por una ancha escalinata de mosaico hasta un aposento cuyo incomparableesplendorirrumpíaporlaspuertasabiertas,conlujotalquemecegóymeconfundió.

Noignorabaquemiconocidoerarico.Losrumorescirculantessereferíanasusbienesentérminosqueyomehabíaatrevidoacalificarderidículasexageraciones.Pero,cuandomiré en torno, no pude creer que la riqueza de un europeo hubiese sido capaz deproporcionarlaprincipescamagnificenciaqueardíaybrillabaentodaspartes.

Aunque, comoya he dicho, ya había salido el sol, el aposento seguía profusamenteiluminado.Juzguéporestacircunstancia,asícomoporlaexpresióndefatigadelrostrodemiamigo,quenosehabíaacostadoentodalanoche.

Tanto la arquitectura como la ornamentación de la cámara tenían por finalidadevidente la de deslumbrar y confundir. Poca atención se había prestado a lo quetécnicamentesedenominaarmonía,oalascaracterísticasnacionales.Lamiradaerrabadeobjetoenobjeto,sindetenerseenninguno,fueranlosgrotesquesdelospintoresgriegos,lasesculturasdelasmejoresépocasitalianas,olaspesadastallasdelrústicoEgipto.Ricascolgaduras,en todos losángulosdelaposento,vibrabanbajo losacentosdeunasuaveymelancólicamúsicacuyoorigeneraimposibleadivinar.Lossentidosquedabanoprimidosporlamezcladediversosperfumesquebrotabandeextrañosincensariosconvolutos,juntoconmúltiples lenguas oscilantes y resplandecientes de fuegos violeta y esmeralda. Losrayos del sol que apenas asomaban caían sobre aquel conjunto a través de ventanasformadas por un solo cristal carmesí. Saltando de un lado a otro, en mil refracciones,desdelascortinasquebajabandesuscornisascomocataratasdeplatafundida,losrayosdel astro rey se mezclaban por fin con la luz artificial y caían en masas vencidas ytemblorosassobreunaalfombratejidaconriquísimoorodeChile,quedabalaimpresióndelíquido.

—¡Ja, ja, ja!—rióel señordeaquelpalacio,ofreciéndomeasientoy tendiéndoseenuna otomana—. Bien veo —agregó al advertir que no alcanzaba a adaptarmeinmediatamentealabienséancedeunrecibimientotansingular—,bienveoqueestáustedasombradodemicámara,misestatuas,mispinturas,laoriginalidaddemiconcepciónenmateriadearquitecturaytapicería…¿Verdadquesesientecomoembriagadofrenteamimagnificencia? Pero, perdóneme usted, querido señor —y aquí el tono de su voz

descendióhastatocarelespíritumismodelacordialidad—,perdónememipococaritativarisa. ¡Parecíausted tancompletamente asombrado!Por lodemás, ciertas cosas sona talpuntocómicas,queunotienequereíromorirse.¡Morirsederisadebeserelmásgloriosode todos los fines!SirThomasMore…, ¡yquéhombreerasirThomasMore!…,murióriéndose, como usted sabe. En losAbsurdos de Ravisius Textor hay una larga lista depersonajes que terminaron de la misma magnífica manera. Y ha de saber usted —continuó,pensativo—queenEsparta(quesellamaahoraPalaeochori),haciaeloestedelaciudadela,entreuncaosderuinasapenasvisibles,existeunaespeciedesocle,enelcualtodavía son legibles las letras ΛΑΣΜ. Indudablemente, forman parte de ΙΕΛΑΣΜΑ.Ahora bien, en Esparta se alzaban mil templos y altares dedicados a mil divinidadesdistintas. ¡Qué extraordinariamente raro que el altar de la Risa sea el único que hasobrevividoa losdemás!Peroenestemomento—agregó,mientras suvozy suactitudvariabanextrañamente—notengoderechodeestaralegreaexpensasdeusted.Ynomeextrañaquesehayaquedadoestupefactoalentrar.Europanoescapazdeproducirnadatanhermosocomomipequeñogabinetereal.Elrestodelashabitacionesnoseleparecenparanada;sonsimplesultrasdeinsipidezalamoda.Peroestoesmejorquelamoda,¿noleparece?Y,sinembargo,bastaríaquevieranesteaposentoparaqueseiniciaralamodamás furiosa… entre aquéllos, claro está, que pudieran pagarla al precio de su enteropatrimonio.Peromehecuidadodesemejanteprofanación.Salvounapersona,esustedelúnico ser humano, fuera demí y demivalet, queha sido admitido en losmisterios deestosaposentosrealesdesdeeldíaenquefueronadornadoscomopuedeverlo…

Meinclinéenseñaldeagradecimiento,yaqueaquellujosobrecogedor,losperfumes,lamúsicaylainesperadaexcentricidaddeltonoylaactituddemihuéspedmeimpedíanexpresarconpalabrasloquedeotramanerahubieranconstituidounelogio.

—Aquí—dijoél,levantándoseyapoyándoseenmibrazo,mientrasíbamosdeunladoaotrodelaestancia—,aquíhaypinturasdesdelosgriegoshastaCimabue,ydeCimabuehasta la hora actual.Muchas han sido escogidas, comopuede usted ver, conmuy pocorespetopor lasopinionesde losentendidos.Y,sinembargo,constituyenunadecoraciónadecuadaparaunaposentocomoéste.Hayasimismoalgunoschefsd’oeuvredegrandesdesconocidos…yaquífigurandibujosinconclusosdehombresquefueroncelebradosensudíaycuyosnombreshanquedadoreservadosalsilencioyamí,graciasalaperspicaciadelasacademias.¿Quépiensausted—dijo,volviéndosebruscamentemientrashablaba—deestaMadonnadellaPietà?

—¡EslaobradeGuido!—exclamécontodoelentusiasmodemiespíritu,pueshabíaestadocontemplandointensamentesu incomparablehermosura—.¡Es laobradeGuido!¿Cómo pudo usted obtenerla? ¡No cabe duda de que es en pintura lo que la Venus enescultura…!

—¡Ah! —dijo pensativamente—. Venus… la hermosa Venus… ¿La Venus deMédicis?¿Ladelapequeñacabezayelresplandecientecabello?Partedelbrazoizquierdo—aquí su voz se tornó tan baja que me costó oírla— y todo el derecho han sidorestaurados;piensoqueenlacoqueteríadeesebrazoderechoresidelaquintaesenciadela

afectación. ¡Paramí, laVenus deCanova! ElmismoApolo es una copia… no cabe lamenor duda… ¡Oh, estúpido y ciego que soy, incapaz de alcanzar la tan mentadainspiración del Apolo! Perdóneme usted, pero no puedo evitar…, ¡téngame lástima!…,unapreferenciaporelAntinoo.¿NofueSócratesquienafirmóqueelescultorencuentrasuestatuaenelbloquedemármol?Enesecaso,MiguelÁngelnosemostrónadaoriginalensusversos:

Nonhal’ottimoartistaalcunconcetto

Cheunmarmosoloinsenoncirconscriva.

Se ha afirmado—o debería afirmarse— que en la actitud del verdadero gentlemancabeadvertirsiempreunadiferenciaconelcomportamientodelhombrevulgar,sinqueenelinstantepuedaprecisarseenquéconsiste.Suponiendoquedichaobservaciónseaplicaracontodasufuerzaalaconductaexteriordemiamigo,aquellamemorablemañanasentíquecorrespondíareferirlaaúnmásasutemperamentomoralyasucarácter.Paradefiniresa peculiaridad de espíritu que parecía apartarlo esencialmente del resto de los sereshumanos,lallamaréunhábitodeintensoycontinuopensamiento,queinvadíainclusosusacciones más triviales, penetraba en sus momentos de gozo y se entrelazaba con susestallidosdealegría,comolosáspidesquesurgendelosojosdelasmáscarassonrientesenlascornisasdelostemplosdePersépolis.

Nopudemenosdeobservar,sinembargo,que,apesardeltonoalternadodeliviandadysolemnidadquemihuéspedadoptabaparareferirseacuestionesdemenudaimportancia,habíaenélunaciertavacilación,algocomounfervornerviosoenlaacciónylapalabra,una inquieta excitabilidadde conductaque en todomomentomepareció inexplicableyque a ratos llegó a alarmarme.Con frecuencia, deteniéndose amitaddeuna frase cuyocomienzo había aparentemente olvidado, quedábase escuchando con la más profundaatención,talcomosiesperaralallegadadeunvisitanteuoyerasonidosquesóloexistíanensuimaginación.

Ocurrióque,duranteunadeesasensoñacionesopausasdeaparenteabstracción,mepuse a hojear la hermosa tragedia del poeta y humanista Poliziano,Orfeo—la primeratragedia italiana—, que había encontrado ami alcance sobre una otomana. Al hacerlo,descubrí un pasaje subrayado con lápiz. Correspondía al final del tercer acto, y era unfragmentoapasionadamenteemocionanteunpasajeque,aunquemanchadodeimpurezas,nopodríaserleídoporhombrealgunosindespertarenélnuevosestremecimientosyhacersuspiraralasmujeres.Aquellapáginaestababorrosadelágrimasreciénvertidasy,enlaparteenblancodelfolioopuesto,leílossiguientesversoseninglés,escritosconunaletratandiferentedelamuysingulardemiamigo,quealprincipiomecostódarmecuentadequeeralamisma:

Túfuisteparamí,ohamor,

todoloquemiespírituanhelaba,

islaverdeenelmar,

fuenteysantuario,

conguirnaldasdefrutasydeflores,

ohamor,quefueronmías.

¡Ahhermososueño,porhermosoefímero!

¡AhestrelladaEsperanzaquesurgiste

paraprontomorir!

Unavozdelfuturomereclama:

—¡Adelante!¡Adelante!—Massecierne

sobreelpasado(¡negroabismo!)mialma

medrosa,inmóvil,muda.

¡Ay,yanoestáconmigo

laluzdemiexistencia!

«Yanunca…nunca…nunca».

(asímurmuraelmarsolemne

alasarenasdelaplaya),

yanuncaelárbolrotodaráflores

nieláguilamurientealzarásuvuelo.

Hoymisdíassonvanos

ymisnocturnossueños

andanalládondetusojosgrises

miran,dondepisantusplantas,

¡oh,enquédanzasetéreas,alaorilla

deitálicosarroyos!

¡Ay,enquéaciagodía

porelmartellevaron

robándotealamor,paraentregarte

acaducosblasonesmancillados!

¡Robándoteamiamor,anuestratierra

dondelloranlossaucesenlaniebla!

Que aquellos versos hubieran sido escritos en inglés—idioma con el cual no creíafamiliarizadoamihuésped—mesorprendiópoco.Demasiadosabía laextensióndesus

conocimientosyelsingularplacerqueexperimentabaenocultarlosa losdemás.Peroellugar donde estaba fechado el poemame causó, debo admitirlo, no poca confusión. Lapalabra original era Londres, y, aunque aparecía cuidadosamente tachada, podía, sinembargo,serdescifradaporunojoescrutador.Hedichoquemecausónopocaconfusión,puesbienrecordabaunaconversaciónanteriorconmiamigodurantelacuallepreguntarasi alguna vez había conocido enLondres a lamarquesa deMentoni (la cual residía enaquellacapitalantesdesumatrimonio);sinomeequivoco,surespuestamedioaentenderquejamáshabíapisadolametrópoliinglesa.Bienpuedomencionardepasoquemuchasveces había oído decir (sin dar crédito a un rumor, al parecer, tan improbable) que elhombredequienhabloeranosóloporsunacimiento,sinoporsueducación,inglés.

—Hayunapintura—dijo él, sin advertir queyohabía estado leyendo la tragedia—quetodavíanohavistousted.

Y, apartando una colgadura, descubrió un retrato de tamaño natural de lamarquesaAfrodita.

Elartehumanonopodíahaberhechomáseneltrazadodesubellezasobrehumana.Lamismaetérea figuraquesealzabaantemí lanocheanterioren laescalinatadelPalacioDucalvolvíaaofrecerseamisojos.Peroen laexpresióndesu rostro,que resplandecíasonriente,seinsinuaba—¡incomprensibleanomalía!—esainciertamáculademelancolía,quesiempreseráinseparabledelaperfeccióndelahermosura.

El brazo derecho de la marquesa aparecía doblado sobre el seno. Con el izquierdomostraba, en la parte inferior del cuadro, un vaso de extraña factura. Un diminuto piecomodehada,apenasvisible,parecíarozarlatierra;y,apenasdiscernibleenlabrillanteatmósferaqueparecía circundary envolver subelleza, flotabaunpardealasde lamásdelicadaconcepción.

Misojospasaronde lapinturaa la figurademiamigo,y lasvigorosaspalabrasdelBussyd’AmboisdeChapmansubieroninstintivamenteamislabios:

Estáerguido

comounaestatuaromana.¡Yasípermanecerá

hastaquelamuertelohayavueltomármol!

—¡Vamos!—exclamóporfin,volviéndosehaciaunamesadeplatamaciza,ricamenteesmaltada,sobre lacualaparecíanalgunascopasfantásticamentecoloreadas, juntamentecon dos grandes vasos etruscos, semejantes en su factura al extraordinariomodelo queaparecíaenlaparteinferiordelretrato,yllenosdeloquemeparecióserJohannisberger.

—¡Vamos!—repitióbruscamente—.Esmuytemprano,perolomismobeberemos.Sí,ciertamente es temprano —continuó pensativo, en momentos en que un querubíndescargaba su pesadomartillo de oro, haciendo resonar la estancia con la primera horaposterior a la salida del sol—. ¡Oh, sí, es temprano! Pero, ¿qué importa? ¡Bebamos!¡Brindemoscomoofrendaaesesolemnesolquenuestrasbrillanteslámparaseincensarios

seobstinanensometer!

Y,despuésdebrindarconmigo,bebiósucesivamentevariascopasdevino.

—Soñar —continuó, recobrando el tono de su inconexa conversación—, soñar haconstituido el findemivida.Por esohe construido, comoveusted, este lugarpara lossueños.¿PodríahabercreadounomejorenplenocorazóndeVenecia?Ciertoqueloquese percibe es unamezcla de ornamentaciones arquitectónicas. La castidad jónica se veofendidaporlasformasantediluvianas,ylasesfingesegipciassetiendensobrealfombrasde oro. Sin embargo, el efecto sólo resulta incongruente para un espíritu tímido. Lasunidades, las convenciones de lugar y, sobre todo, de tiempo, son los espantajos queaterranalahumanidadylaapartandelacontemplacióndelasmagnificencias.Yomismoprofeséenuntiempoeserigor,perosemejantesublimacióndelalocuraacabóporestragarmi alma. Lo que ahora me rodea es lo más adecuado a mi propósito. Como esosincensariosdearabescos,miespírituseretuerceenelfuego,yeldeliriodeestaescenamepreparaalasvisionesmásexaltadasdeesatierradesueñosrealeshaciadondevoyapartirenseguida.

Detúvose bruscamente, dejó caer la cabeza sobre el pecho y pareció escuchar unsonidoquemisoídosnopercibían.Porfin,enderezándose,miróhaciaarribayprorrumpióenlosversosdelobispodeChichester:

¡Espérameallá!Yoiréaencontrarte

Enelprofundovalle.

Uninstantedespués,cediendoalafuerzadelvino,sedejócaercuanlargoerasobreunaotomana.

Oyéronsepasospresurososenlaescalerayresonaronpesadosgolpesenlapuerta.Medisponía a impedir que volvieran amolestarnos cuando un paje de la casa deMentoniirrumpió en el aposento y gritó, con palabras que la emoción ahogaba y volvíaincoherentes:

—¡Mi señora… mi señora… envenenada… envenenada…! ¡Oh la hermosa… lahermosaAfrodita!

Estupefacto,meprecipitéalaotomanaytratédequeeldurmienterecobraraelusodelos sentidos. Pero sus miembros estaban rígidos, lívidos los labios, y aquellos ojosbrillantes aparecían ahora fijos para siempre por la muerte. Retrocedí tambaleándomehasta lamesaymimanocayósobreunacoparotayennegrecida.Ylaconcienciade laentera,delaterribleverdad,seabriópasocomounrayoenmialma.

U

Morella

Elmismo,sóloporsímismo,eternamenteUnoyúnico.

PLATÓN,Elbanquete

n sentimiento de profundo pero singularísimo afecto me inspiraba mi amigaMorella.Llegué a conocerlapor casualidadhacemuchos años, ydesdenuestroprimer encuentromi alma ardió con fuego hasta entonces desconocido; pero el

fuegonoeradeEros,yamargaytorturadoraparamiespíritufuelaconviccióngradualdeque enmodoalgunopodíadefinir su carácter insólitoo regular suvaga intensidad.Sinembargo,nosconocimosyeldestinonosunióanteelaltar,ynuncahablédepasión,nipenséenelamor.Ella,noobstante,huyódelasociedady,apegándosetansóloamí,mehizofeliz.Esunafelicidadmaravillarse,esunafelicidadsoñar.

La erudición deMorella era profunda. Tan cierto como que estoy vivo, sé que susaptitudesnoerandeíndolecomún;elpoderdesuespíritueragigantesco.Yolosentíayenmuchos puntos fui su discípulo. Pronto descubrí, sin embargo, que quizá a causa de sueducaciónenPresburgoexponíaamiconsideracióncantidaddeesosescritosmísticosquese juzgan habitualmente la escoria de la primitiva literatura alemana. Eran, no puedoimaginar por qué razón, objeto de su estudio favorito y constante, y, si con el tiempollegaronaserloparamí,ellodebeatribuirsealasimpleperoeficazinfluenciadelhábitoyelejemplo.

Entodoesto,sinomeequivoco,mirazónpocoparticipaba.Misopiniones,amenosqueme desconozca amímismo, enmodo alguno estaban influidas por el ideal, ni eraperceptible ningún matiz del misticismo de mis lecturas, a menos que me equivoquemucho, ni enmis actos ni enmis pensamientos. Convencido de ello,me abandoné sinreservasa ladireccióndemiesposaypenetréconánimoresueltoenel laberintodesusestudios. Y entonces, entonces, cuando escudriñando páginas prohibidas sentía que unespírituaborrecibleseencendíadentrodemí,Morellaposabasufríamanosobrelamíaysacabade las cenizasdeuna filosofíamuerta algunaspalabrashondas, singulares, cuyoextrañosentidosegrababaenmimemoria.Yentonces,horatrashora,medemorabaasulado,sumidoenlamúsicadesuvoz,hastaquealfinsumelodíaseinficionabadeterroryuna sombra caía sobre mi alma y yo palidecía y temblaba interiormente ante aquellasentonacionessobrenaturales.Yasílaalegríasedesvanecíasúbitamenteenelhorrorylomáshondoseconvertíaenlomáshorrible,comoelHinnomseconvirtióenlaGehenna.

Esinnecesarioexplicarelcarácterexactodeaquellasdisquisicionesque,surgidasdelosvolúmenesquehemencionado,constituyerondurantetantotiempocasielúnicotemade conversación entreMorella y yo. Los entendidos en lo que puede designarsemoralteológicalocomprenderánrápidamente,ylosprofanos,entodocaso,pocoentenderán.Elimpetuoso panteísmo de Fichte, la παλιγγενεσίαmodificada de los pitagóricos y, sobretodo, las doctrinas de la identidad preconizadas por Schelling, eran generalmente lospuntos de discusión más llenos de belleza para la imaginativaMorella. Esta identidaddenominada personal creo que ha sido definida exactamente por Locke como lapermanencia del ser racional. Y puesto que por persona entendemos una esenciainteligentedotadaderazón,yelpensarsiemprevaacompañadoporunaconciencia,ellaes la que nos hace ser eso que llamamos nosotros mismos, distinguiéndonos, enconsecuencia,delosotrosseresquepiensanyconfiriéndonosnuestraidentidadpersonal.Peroelprincipiumindividuationis,lanocióndeesaidentidadqueconlamuertesepierdeonoparasiempre,fueparamí,entodotiempo,untemadeintensointerés,notantoporlaperturbadora y excitante índole de sus consecuencias, como por la insistencia y laagitaciónconqueMorellalosmencionaba.

Masenverdadllegóelmomentoenqueelmisteriodelanaturalezademimujermeoprimiócomounmaleficio.Yanopodíasoportarelcontactodesusdedospálidos,nieltonoprofundodesupalabramusical,nielbrillodesusojosmelancólicos.Yellalosabía,peronomeloreprochaba;parecíaconscientedemidebilidadodemilocuray,sonriendo,le daba el nombre de Destino. También parecía tener conciencia de la causa, para mídesconocida, del gradual desapego demi actitud, pero nome insinuó nime explicó suíndole. Sin embargo, eramujer y languidecía evidentemente. Con el tiempo lamanchacarmesí se fijódefinitivamenteen susmejillasy lasvenasazulesde supálida frente seacentuaron; si por unmomentome ablandaba la compasión, al siguiente encontraba elfulgordesusojospensativos,yentoncesmialmasesentíaenfermayexperimentabaelvértigodequienhundelamiradaenalgúnabismolúgubre,insondable.

¿Diréentoncesqueanhelabaconansia,conundeseovoraz,elmomentodelamuertede Morella? Así fue; mas el frágil espíritu se aferró a su envoltura de arcilla durantemuchosdías,durantemuchassemanasymesesdetedio,hastaquemisnerviostorturadosdominaronmirazónymeenfurecíporlademora,yconelcorazóndeundemoniomaldijelosdíasylashorasylosamargosmomentosqueparecíanprolongarse,mientrassunoblevidadeclinabacomolassombrasenlaagoníadeldía.

Pero, una tarde de otoño, cuando los vientos se aquietaban en el cielo,Morellamellamóasucabecera.Unaespesanieblacubríalatierra,ysubíauncálidoresplandordesdelasaguas,yentreelricofollajedeoctubrehabíacaídodelfirmamentounarcoiris.

—Ésteeseldíaentrelosdías—dijocuandomeacerqué—,eldíaentrelosdíasparaviviroparamorir.Esunhermosodíapara loshijosdela tierraydelavida…¡ah,máshermosoparalashijasdelcieloydelamuerte!

Besésufrente,ycontinuó:

—Memuero,ysinembargoviviré.

—¡Morella!

—Nuncaexistieronlosdíasenquehubieraspodidoamarme;peroaquéllaaquienenvidaaborreciste,seráadoradaportienlamuerte.

—¡Morella!

—Repitoquememuero.Perohaydentrodemíunaprendadeeseafecto—¡ah,cuanpequeño!—quesentistepormí,porMorella.Ycuandomiespírituparta,elhijovivirá,tuhijoy elmío, el deMorella.Pero tusdías serándías dedolor, esedolor que es lamásperdurabledelasimpresiones,comoelcipréseselmásresistentedelosárboles.Porquelashorasdetudichahanterminado,ylaalegríanosecosechadosvecesenlavida,comolas rosasdePestumdosvecesenelaño.Yano jugarásconel tiempocomoelpoetadeTeos,mas,ignorantedelmirtoydelaviña,llevarásencima,portodalatierra,tusudario,comoelmusulmánenlaMeca.

—¡Morella!—exclamé—.¡Morella!¿Cómolosabes?

Pero volvió su cabeza sobre la almohada; un ligero estremecimiento recorrió susmiembrosymurió;ynooímássuvoz.

Sinembargo,comolohabíapredicho,suhija—aquiendieraaluzalmoriryquenorespiró hasta que su madre dejó de alentar—, su hija, una niña, vivió. Y crecióextrañamenteentallaeinteligencia,yeradeunasemejanzaperfectaconladesaparecida,ylaaméconamormásperfectodelquehubieracreídoposiblesentirporningúnhabitantedelatierra.

Peroantesdemuchoseoscurecióelcielodeestepuroafecto,ylatristeza,elhorror,laaflicciónlorecorrieronconsusnubes.Hedichoquelaniñacrecíaextrañamenteentallaeinteligencia.Extraño,enverdad,eraelrápidocrecimientodesucuerpo,peroterribles,ah,terribleseranlostumultuosospensamientosqueseagolpabanenmímientrasobservabaeldesarrollode su inteligencia. ¿Cómonohabíade serasí sidescubríadiariamenteen lasideas de la niña el poder del adulto y las aptitudes de la mujer; si las lecciones de laexperienciacaíandeloslabiosdelainfancia;siyoencontrabaacadainstantelasabiduríao las pasiones de lamadurez centelleando en sus ojos profundos y pensativos?Cuandotodo esto, digo, llegó a ser evidente paramis espantados sentidos, cuando ya no pudeocultarlo a mi alma ni apartarla de estas evidencias que la estremecían, ¿es desorprendersequesospechasdecarácterterribleyperturbadorseinsinuaranenmiespíritu,o que mis pensamientos recayeran con horror en las insensatas historias y en lassobrecogedorasteoríasdeladifuntaMorella?Arrebatéalacuriosidaddelmundounsercuyo destino me obligaba a adorarlo, y en la rigurosa soledad de mi hogar vigilé conmortalansiedadtodoloconcernientealacriaturaamada.

Yamedidaquepasabanlosañosyyocontemplabadíatrasdíasurostropuro,suave,elocuente,yvigilaba lamaduracióndesus formas,día trasdía ibadescubriendonuevospuntosdesemejanzaentrelaniñaysumadre,lamelancólica,lamuerta.Yporinstantesse

espesaban esas sombras de parecido y su aspecto era más pleno, más definido, másperturbador y más espantosamente terrible. Pues que su sonrisa fuera como la de sumadre,esopodíasoportarlo,peroentoncesmeestremecíaanteuna identidaddemasiadoperfecta;que susojos fuerancomo losdeMorella, esopodía sobrellevarlo,peroesquetambiénsesumíanconhartafrecuenciaenlasprofundidadesdemialmaconlaintenciónintensa,desconcertante,delosdeMorella.Yenelcontornodelafrenteelevada,yenlosrizosdel sedoso cabello, y en lospálidosdedosque sehundían en él, en el tono triste,musical de su voz, y sobre todo—¡ah, sobre todo!—en las frases y expresiones de lamuertaenlabiosde laamada,de laviviente,encontrabaalimentoparaunaideavorazyhorrible,paraungusanoquenoqueríamorir.

Asípasarondoslustrosdesuvida,ymihijaseguíasinnombresobrelatierra.«Hijamía»y«querida»eranlosapelativoshabitualesdictadosporunafectopaternal,yelrígido

apartamiento de su vida excluía todaotra relación.El nombredeMorella habíamuertoconella.Delamadrenuncahabíahabladoalahija;eraimposiblehablar.Adecirverdad,durante el breveperíodode su existencia esta últimanohabía recibido impresiones delmundoexterior,salvolasquepodíanbrindarlelosestrechoslímitesdesuretiro.Pero,alfin, la ceremonia del bautismo se presentó ami espíritu, en su estado de nerviosidad einquietud, como una afortunada liberación del terror de mi destino. Y, ante la pilabautismal,vaciléalelegirelnombre.Ymuchosepítetosde lasabiduríay labelleza,deviejosymodernos tiempos,demi tierrayde tierras extrañas, acudieronamis labios,ymuchos,muchosepítetosde lagracia, ladicha, labondad.¿Quémeimpulsóentoncesaagitar el recuerdo de lamuerta? ¿Qué demoniome incitó amusitar aquel sonido cuyosimplerecuerdosolíahacerafluir torrentesdesangrepurpúreade lassienesalcorazón?¿Quéespíritumalignohablódesdelomásrecónditodemialmacuando,enaquellabóvedaoscura,enelsilenciodelanoche,susurréaloídodelsantovarónelnombredeMorella?¿Quiénsinounespíritumalignoconvulsionólasfaccionesdemihijaylascubrióconelmatiz de lamuerte cuando, sobresaltada por esa palabra apenas perceptible, volvió susojoslímpidosdelsueloalfirmamentoy,cayendoderodillasenlaslosasnegrasdenuestracriptafamiliar,respondió«¡Aquíestoy!»?

Precisas,fríamente,tranquilamenteprecisas,cayeronestassimplespalabrasenmioídoy de allí, como plomo derretido, rodaron silbando a mi cerebro. ¡Los años, los añospuedenpasar,peroelrecuerdodeaquelmomento,nunca!Noignorabayolasfloresylaviña,peroel acónitoyel ciprésmecubrieronconsu sombranocheydía.Yperdí todanoción de tiempoy espacio, y las estrellas demi sino se apagaron en el cielo, y desdeentonceslatierraseentenebrecióysusfiguraspasaronamiladocomosombrasfugitivas,yentreellassóloveíauna:Morella.Losvientosmusitabanunasolapalabraenmisoídos,y las ondas del mar murmuraban incesantes: «¡Morella!». Pero ella murió, y con mispropias manos la llevé a la tumba; y lancé una larga y amarga carcajada al no hallarhuellasdelaprimeraMorellaenelsepulcrodondedepositéalasegunda.

L

Berenice

Dicebantmihisodales,sisepulchrumamicaevisitarem,

curasmeasaliquantulumforelevatas.

EBNZAIAT

adesdichaesdiversa.Ladesgraciacundemultiformesobre la tierra.Desplegadasobreelanchohorizontecomoelarcoiris,suscoloressontanvariadoscomolosde éste y también tan distintos y tan íntimamente unidos. ¡Desplegada sobre el

ancho horizonte como el arco iris! ¿Cómo es que de la belleza he derivado un tipo defealdad;delaalianzaylapaz,unsímildeldolor?Peroasícomoenlaéticaelmalesunaconsecuencia del bien, así, en realidad, de la alegría nace la pena.O lamemoria de lapasadabeatitudeslaangustiadehoy,olasagoníasquesonseoriginanenloséxtasisquepudieronhabersido.

MinombredepilaesEgaeus;nomencionarémiapellido.Sinembargo,nohayenmipaís torres más venerables que mi melancólica y gris heredad. Nuestro linaje ha sidollamado raza de visionarios, y en muchos detalles sorprendentes, en el carácter de lamansiónfamiliar,enlosfrescosdelsalónprincipal,enlascolgadurasdelosdormitorios,enlosrelievesdealgunospilaresdelasaladearmas,peroespecialmenteenlagaleríadecuadrosantiguos,enelestilodelabibliotecay,porúltimo,enlapeculiarísimanaturalezadesuslibros,hayelementosmásquesuficientesparajustificarestacreencia.

Los recuerdos de mis primeros años se relacionan con este aposento y con susvolúmenes,deloscualesnovolveréahablar.Allímuriómimadre.Allínacíyo.Peroessimplementeociosodecirquenohabíavividoantes,queelalmanotieneunaexistenciaprevia. ¿Lo negáis? No discutiremos el punto. Yo estoy convencido, pero no trato deconvencer. Hay, sin embargo, un recuerdo de formas aéreas, de ojos espirituales yexpresivos,de sonidosmusicales, aunque tristes,un recuerdoqueno será excluido,unamemoria como una sombra, vaga, variable, indefinida, insegura, y como una sombratambiénenlaimposibilidaddelibrarmedeellamientrasbrilleelsoldemirazón.

Eneseaposentonací.Aldespertardeimprovisodelalarganochedeesoqueparecía,sinserlo,lano-existencia,aregionesdehadas,aunpalaciodeimaginación,alosextrañosdominiosdelpensamientoylaerudiciónmonásticos,noesraroquemiraraamialrededorcon ojos asombrados y ardientes, quemalgastarami infancia entre libros y disiparami

juventud en ensoñaciones; pero sí es raro que transcurrieran los años y el cenit de lavirilidadmeencontraraaúnenlamansióndemispadres;sí,esasombrosalaparalizaciónque subyugó las fuentes demi vida, asombrosa la inversión total que se produjo en elcarácterdemispensamientosmáscomunes.Lasrealidadesterrenalesmeafectabancomovisiones, y sólo comovisiones,mientras las extrañas ideas delmundode los sueños setornaron,encambio,noenpastodemiexistenciacotidiana,sinorealmenteenmisolayenteraexistencia.

Bereniceyyoéramosprimosycrecimosjuntosenlaheredadpaterna.Perocrecimosdedistintamanera:yo,enfermizo,envueltoenmelancolía;ella,ágil,graciosa,desbordantede fuerzas; suyos eran los paseos por la colina; míos, los estudios del claustro; yo,viviendo encerrado en mí mismo y entregado en cuerpo y alma a la intensa y penosameditación;ella,vagandodespreocupadamenteporlavida,sinpensarenlassombrasdelcaminooenlahuidasilenciosadelashorasdealasnegras.

¡Berenice! Invocosunombre…¡Berenice!Yde lasgrises ruinasde lamemoriamiltumultuosos recuerdos se conmueven a este sonido. ¡Ah, vívida acude ahora su imagenantemí, como en los primeros días de su alegría y de su dicha! ¡Ah, espléndida y, sinembargo,fantásticabelleza!¡OhsílfideentrelosarbustosdeArnheim!¡Ohnáyadeentresusfuentes!Yentonces,entoncestodoesmisterioyterror,yunahistoriaquenodebeserrelatada. La enfermedad —una enfermedad fatal— cayó sobre ella como el simún, ymientras yo la observaba, el espíritu de la transformación la arrasó, penetrando en sumente,ensushábitosyensucarácter,ydelamaneramássutilyterriblellegóaperturbarsuidentidad.¡Ay!Eldestructoribayvenía,ylavíctima,¿dóndeestaba?Yonolaconocíao,porlomenos,yanolareconocíacomoBerenice.

Entre la numerosa serie de enfermedades provocadas por la primera y fatal, queocasionó una revolución tan horrible en el ser moral y físico de mi prima, debemencionarsecomolamásafligenteyobstinadaunaespeciedeepilepsiaqueterminabanorara vez en catalepsia, estado muy semejante a la disolución efectiva y de la cual sumanera de recobrarse era, en muchos casos, brusca y repentina. Entretanto, mi propiaenfermedad —pues me han dicho que no debo darle otro nombre—, mi propiaenfermedad,digo,crecía rápidamente,asumiendo,porúltimo,uncaráctermonomaniacode una especie nueva y extraordinaria, que ganaba cada vezmás vigor y, al fin obtuvosobremíun incomprensibleascendiente.Estamonomaníasiasídebo llamarla,consistíaenuna irritabilidadmorbosadeesaspropiedadesde lamenteque lacienciapsicológicadesignaconlapalabraatención.Esmásqueprobablequenosemeentienda;perotemo,en verdad, que no haya manera posible de proporcionar a la inteligencia del lectorcorrienteunaideaadecuadadeesanerviosaintensidaddelinterésconqueenmicasolasfacultadesdemeditación(pornoemplear términostécnicos)actuabanysesumíanenlacontemplacióndelosobjetosdeluniverso,aundelosmáscomunes.

Reflexionarlargashoras,infatigable,conlaatenciónclavadaenalgunanotatrivial,almargendeunlibrooensutipografía;pasarlamayorpartedeundíadeveranoabsortoenuna sombra extraña que caía oblicuamente sobre el tapiz o sobre la puerta; perderme

durante toda una noche en la observación de la tranquila llama de una lámpara o losrescoldosdelfuego;soñardíasenterosconelperfumedeunaflor;repetirmonótonamentealgunapalabracomúnhastaqueelsonido,porobradelafrecuenterepetición,dejabadesuscitarideaalgunaenlamente;perdertodosentidodemovimientoodeexistenciafísicagraciasaunaabsolutayobstinadaquietud,largotiempoprolongada;taleseranalgunasdelas extravagancias más comunes ymenos perniciosas provocadas por un estado de lasfacultades mentales, no único, por cierto, pero sí capaz de desafiar todo análisis oexplicación.

Masnosemeentiendamal.Laexcesiva,intensaymórbidaatenciónasíexcitadaporobjetos triviales en sí mismos no debe confundirse con la tendencia a la meditación,común a todos los hombres, y que se da especialmente en las personas de imaginaciónardiente. Tampoco era, como pudo suponerse al principio, un estado agudo o unaexageración de esa tendencia, sino primaria y esencialmente distinta, diferente. En uncaso,elsoñadoroelfanático,interesadoenunobjetohabitualmenteno trivial, lopierdedevistapocoapocoenunamultituddededuccionesysugerenciasquedeélproceden,hastaque,alfinaldeunensueñocolmadoamenudodevoluptuosidad,elincitamentumoprimera causa de sus meditaciones desaparece en un completo olvido. En mi caso, elobjetoprimarioera invariablemente trivial, aunqueasumiera,a travésdel intermediodemivisiónperturbada,unaimportanciarefleja,irreal.Pocasdeducciones,siesqueaparecíaalguna,surgían,yesaspocasretornabantercamentealobjetooriginalcomoasucentro.Lasmeditacionesnuncaeranplacenteras,yalcabodelensueño,laprimeracausa,lejosdeestar fuera de vista, había alcanzado ese interés sobrenaturalmente exagerado queconstituía el rasgo dominante del mal. En una palabra: las facultades mentales másejercidasenmicasoeran,comoyalohedicho,lasdelaatención,mientrasenelsoñadorsonlasdelaespeculación.

Mislibros,enesaépoca,sinoservíanenrealidadparairritareltrastorno,participabanampliamente, como se comprenderá, por su naturaleza imaginativa e inconexa, de lascaracterísticaspeculiaresdel trastornomismo.Puedorecordar,entreotros,el tratadodelnoble italianoCoeliusSecundusCurioDeAmplitudineBeatiRegnidei, la granobradeSanAgustínLa ciudad deDios, y la de Tertuliano,DeCarneChristi, cuya paradójicasentencia:Mortuus est Deifilius; credibili est quia ineptum est: et sepultas resurrexit;certum est quia impossibili est, ocupó mi tiempo íntegro durante muchas semanas delaboriosaeinútilinvestigación.

Se verá, pues, que, arrancada de su equilibrio sólo por cosas triviales, mi razónsemejaba a ese risco marino del cual habla Ptolomeo Hefestión, que resistía firme losataquesdelaviolenciahumanaylaferozfuriadelasaguasylosvientos,perotemblabaalcontacto de la flor llamada asfódelo. Y aunque para un observador descuidado puedaparecerfueradedudaquelaalteraciónproducidaenlacondiciónmoraldeBereniceporsudesventuradaenfermedadmebrindaríamuchosobjetosparaelejerciciodeesaintensay anormalmeditación, cuya naturalezame ha costado cierto trabajo explicar, enmodoalgunoeraésteelcaso.Enlosintervaloslúcidosdemimal,sucalamidadmedabapena,y,

muyconmovidoporlaruinatotaldesuhermosaydulcevida,nodejabademeditarconfrecuencia, amargamente, en los prodigiosos medios por los cuales había llegado aproducirseunarevolucióntansúbitayextraña.Peroestasreflexionesnoparticipabandelaidiosincrasiademienfermedad,yeransemejantesalasque,ensimilarescircunstancias,podíanpresentarseenelcomúndeloshombres.Fielasupropiocarácter,mitrastornosegozaba en los cambios menos importantes, pero más llamativos, operados en laconstitución física de Berenice, en la singular y espantosa distorsión de su identidadpersonal.

Enlosdíasmásbrillantesdesubellezaincomparable,seguramentenolaamé.Enlaextrañaanomalíademiexistencia,lossentimientosenmínuncaveníandelcorazón,ylaspasiones siempre venían de la inteligencia. A través del alba gris, en las sombrasentrelazadas del bosque a mediodía y en el silencio de mi biblioteca por la noche, suimagen había flotado ante mis ojos y yo la había visto, no como una Berenice viva,palpitante, sino como la Berenice de un sueño; no como una moradora de la tierra,terrenal,sinocomosuabstracción;nocomounacosaparaadmirar,sinoparaanalizar;nocomo un objeto de amor, sino como el tema de una especulación tan abstrusa cuantoinconexa.Yahora, ahora temblaba en su presencia y palidecía cuando se acercaba; sinembargo,lamentandoamargamentesudecadenciaysuruina,recordéquemehabíaamadolargotiempo,y,enunmalmomento,lehablédematrimonio.

Yalfinseacercabalafechadenuestrasnupciascuando,unatardedeinvierno—enunodeestosdíasintempestivamentecálidos,serenosybrumososquesonlanodrizadelahermosaAlción[4]—,mesenté,creyéndomesolo,enelgabineteinteriordelabiblioteca.Peroalzandolosojosvi,antemí,aBerenice.

¿Fuemiimaginaciónexcitada, la influenciadelaatmósferabrumosa, la luzincierta,crepusculardelaposento,olosgrisesvestidosqueenvolvíansufigura,losqueledieronuncontornotanvacilanteeindefinido?Nosabríadecirlo.Noprofirióunapalabrayyopornada del mundo hubiera sido capaz de pronunciar una sílaba. Un escalofrío heladorecorrió mi cuerpo; me oprimió una sensación de intolerable ansiedad; una curiosidaddevoradora invadió mi alma y, reclinándome en el asiento, permanecí un instante sinrespirar,inmóvil,conlosojosclavadosensupersona.¡Ay!Sudelgadezeraexcesiva,yniun vestigio del ser primitivo asomaba en una sola línea del contorno. Mis ardorosasmiradas cayeron, por fin, en su rostro. La frente era alta, muy pálida, singularmenteplácida; y el que en un tiempo fuera cabello de azabache caía parcialmente sobre ellasombreandolashundidassienesconinnumerablesrizos,ahoradeunrubioreluciente,quepor su matiz fantástico discordaban por completo con la melancolía dominante de surostro.Susojosnoteníanvidanibrilloyparecíansinpupilas,yesquivéinvoluntariamentesumiradavidriosaparacontemplar los labios, finosycontraídos.Seentreabrieron,yenuna sonrisa de expresión peculiar los dientes de la cambiada Berenice se revelaronlentamente a mis ojos. ¡Ojalá nunca los hubiera visto o, después de verlos, hubiesemuerto!

Elgolpedeunapuertaalcerrarsemedistrajoy,alzandolavista,viquemiprimahabía

salidodelaposento.Perodeldesordenadoaposentodemimente,¡ay!,nohabíasalidoniseapartaríaelblancoyhorribleespectrodelosdientes.Niunpuntoensusuperficie,niunasombraenelesmalte,niunamelladuraenelbordehuboenesapasajerasonrisaquenosegrabaraafuegoenmimemoria.Losvientoncesconmásclaridadqueunmomentoantes. ¡Los dientes! ¡Los dientes! Estaban aquí y allí y en todas partes, visibles ypalpables,antemí;largos,estrechos,blanquísimos,conlospálidoslabioscontrayéndoseasu alrededor, como en el momento mismo en que habían empezado a distenderse.Entoncessobrevino toda la furiademimonomaníay luchéenvanocontrasuextrañaeirresistible influencia. Entre los múltiples objetos del mundo exterior no teníapensamientossinopara losdientes.Losansiabaconundeseo frenético.Todos losotrosasuntosytodoslosdiferentesinteresesseabsorbieronenunasolacontemplación.Ellos,ellos eran los únicos presentes amimiradamental, y en su insustituible individualidadllegaronaserlaesenciademividaintelectual.

Los observé a todas las luces. Les hice adoptar todas las actitudes. Examiné suscaracterísticas. Estudié sus peculiaridades. Medité sobre su conformación. Reflexionésobre el cambiode sunaturaleza.Meestremecía al asignarles en imaginaciónunpodersensibleyconsciente,yaun,sinlaayudadeloslabios,unacapacidaddeexpresiónmoral.Se ha dicho bien demademoiselle Salléque tous ses pas étaient des sentiments, y deBereniceyocreíaconlamayorseriedadquetoutessesdentsétaientdesidées.Desidées!¡Ah,éstefueelinsensatopensamientoquemedestruyó!Desidées!¡Ah,poresoeraquelos codiciaba tan locamente! Sentí que sólo su posesión podía devolverme la paz,restituyéndomealarazón.

Ylatardecayósobremí,yvinolaoscuridad,duróysefue,yamanecióelnuevodía,ylasbrumasdeuna segundanoche seacumularonyyo seguía inmóvil, sentadoenaquelaposentosolitario;yseguísumidoenlameditación,yelfantasmadelosdientesmanteníasuterribleascendientecomosi,conlaclaridadmásvivaymásespantosa,flotaraentrelascambianteslucesysombrasdelrecinto.Alfin,irrumpióenmissueñosungritocomodehorroryconsternación,y luego, trasunapausa, el sonidode turbadasvoces,mezcladasconsordoslamentosdedolorypena.Melevantédemiasientoy,abriendodeparenparunadelaspuertasdelabiblioteca,vienlaantecámaraaunacriadadeshechaenlágrimas,quien me dijo que Berenice ya no existía. Había tenido un acceso de epilepsia por lamañanatemprano,yahora,alcaerlanoche,latumbaestabadispuestaparasuocupanteyterminadoslospreparativosdelentierro.

Me encontré sentado en la biblioteca y de nuevo solo.Me parecía que acababa de

despertar de un sueño confuso y excitante. Sabía que era medianoche y que desde lapuestadelsolBereniceestabaenterrada.Perodelmelancólicoperíodointermedionoteníaconocimientorealo,porlomenos,definido.Sinembargo,surecuerdoestabarepletodehorror,horrormáshorriblepor lovago, terrormás terriblepor su ambigüedad.Eraunapágina atroz en la historia de mi existencia, escrita toda con recuerdos oscuros,espantosos, ininteligibles.Luchépordescifrarlos,peroenvano,mientrasunayotravez,comoelespíritudeunsonidoausente,unagudoypenetrantegritodemujerparecíasonarenmisoídos.Yohabíahechoalgo.¿Quéera?Melopreguntéamímismoenvozalta,ylossusurrantesecosdelaposentomerespondieron:¿Quéera?

Enlamesa,amilado,ardíaunalámpara,yhabíajuntoaellaunacajita.Noteníanadadenotable,ylahabíavistoamenudo,pueserapropiedaddelmédicodelafamilia.Pero,¿cómohabíallegadoallí,amimesa,yporquémeestremecíalmirarla?Erancosasquenomerecíanser tenidasencuenta,ymisojoscayeron,al fin,en lasabiertaspáginasdeunlibro y en una frase subrayada:Dicebantmihi sedales si sepulchrum amicae visitarem,curas meas aliquantulum fore levatas. ¿Por qué, pues, al leerlas se me erizaron loscabellosylasangresecongelóenmisvenas?

Entoncessonóunligerogolpeenlapuertadelabibliotecay,pálidocomounhabitantedelatumba,entróuncriadodepuntillas.Habíaensusojosunviolentoterrorymehablóconvoztrémula,ronca,ahogada.¿Quédijo?Oíalgunasfrasesentrecortadas.Hablabadeunsalvajegritoquehabíaturbadoelsilenciodelanoche,delaservidumbrereunidaparabuscarelorigendelsonido,ysuvozcobróuntonoespeluznante,nítido,cuandomehabló,susurrando, de una tumba violada, de un cadáver desfigurado, sin mortaja y que aúnrespiraba,aúnpalpitaba,aúnvivía.

Señalómisropas:estabanmanchadasdebarro,desangrecoagulada.Nodijenada;metomó suavemente la mano: tenía manchas de uñas humanas. Dirigió mi atención a unobjeto que había contra la pared; lo miré durante unosminutos: era una pala. Con unalaridosaltéhastalamesaymeapoderédelacaja.Peronopudeabrirla,yenmitemblorse me deslizó de la mano, y cayó pesadamente, y se hizo añicos; y de entre ellos,entrechocándose,rodaronalgunosinstrumentosdecirugíadental,mezcladoscontreintaydosobjetospequeños,blancos,marfilinos,quesedesparramaronporelpiso.

J

Ligeia

Yallídentroestálavoluntadquenomuere.

¿Quiénconocelosmisteriosdelavoluntadysufuerza?

PuesDiosnoessinounagranvoluntad

quepenetralascosastodasporobradesuintensidad.

Elhombrenosedoblegaalosángeles,

nicedeporenteroalamuerte,comonoseapor

laflaquezadesudébilvoluntad.

JOSEPHGLANVILL

uro pormi alma que no puedo recordar cómo, cuándo ni siquiera dónde conocí aLady Ligeia. Largos años han transcurrido desde entonces y el sufrimiento hadebilitadomimemoria.Oquizánopuedorememorarahoraaquellascosasporque,a

decirverdad,elcarácterdemiamada,su rarosaber, subellezasingulary, sinembargo,plácida, y la penetrante y cautivadora elocuencia de su voz profunda y musical, seabrieroncaminoenmicorazónconpasostanconstantes,tancautelosos,quemepasaroninadvertidoseignorados.Noobstante,creohaberlaconocidoyvisto,lasmásdelasveces,enunavasta, ruinosa ciudad cerca delRin.Seguramente le oí hablar de su familia.Nocabedudadequesuestirpeeraremota.¡Ligeia,Ligeia!Sumidoenestudiosque,porsuíndole,puedencomoningunoamortiguarlasimpresionesdelmundoexterior,sóloporestadulce palabra, Ligeia, acude a los ojos demi fantasía la imagen de aquella que ya noexiste.Yahora,mientrasescribo,measaltacomounrayoelrecuerdodequenuncasupeel apellido de quien fuera mi amiga y prometida, luego compañera de estudios y, porúltimo,laesposademicorazón.¿FueporunaamableordendepartedemiLigeiaoparaponerapruebalafuerzademiafecto,quemeestabavedadoindagarsobreesepunto?¿Ofuemásbienuncaprichomío,unalocayrománticaofrendaenelaltardeladevociónmásapasionada?Sólo recuerdoconfusamenteelhecho.¿Esdeextrañarsequehayaolvidadopor completo las circunstancias que lo originaron o lo acompañaron? Y en verdad, sialguna vez ese espíritu al que llamanRomance, si alguna vez la pálida Ashtophet delEgipto idólatra, con sus alas tenebrosas, han presidido, como dicen, los matrimoniosfatídicos,seguramentepresidieronelmío.

Hayunpuntomuycaroenelcual,sinembargo,mimemorianofalla.EslapersonadeLigeia.Eradealtaestatura,unpocodelgaday,ensusúltimostiempos,casidescarnada.Sería vano intentar la descripción de sumajestad, la tranquila soltura de su porte o lainconcebible ligerezayelasticidaddesupaso.Entrabaysalíacomounasombra.Nuncaadvertíayosuapariciónenmicerradogabinetedetrabajodenoserporlaamadamúsicadesuvozdulce,profunda,cuandoposabasumanomarmóreasobremihombro.Ningunamujerigualólabellezadesurostro.Eraelesplendordeunsueñodeopio,unavisiónaéreayarrebatadora,másextrañamentedivinaquelasfantasíasquerevoloteabanenlasalmasadormecidasdelashijasdeDelos.Sinembargo,susfaccionesnoteníanesaregularidadquefalsamentenoshanenseñadoaadorarenlasobrasclásicasdelpaganismo.«Nohaybellezaexquisita—diceBacon,lordVerulam,refiriéndoseconjustezaatodaslasformasygeneradelahermosura—sinalgodeextrañoenlasproporciones».Noobstante,aunqueyoveíaquelasfaccionesdeLigeianoerandeunaregularidadclásica,aunquesentíaquesuhermosuraera,enverdad,«exquisita»ypercibíamuchode«extraño»enella,envanointenté descubrir la irregularidady rastrear el origendemi percepciónde lo «extraño».Examiné el contornode su frente alta, pálida: era impecable—¡qué fría enverdad estapalabraaplicadaaunamajestadtandivina!—porlapiel,querivalizabaconelmarfilmáspuro, por la imponente amplitud y la calma, la noble prominencia de las regionessuperciliares; y luego los cabellos, como ala de cuervo, lustrosos, exuberantes ynaturalmenterizadosquedemostrabantodalafuerzadelepítetohomérico:«cabelleradejacinto».Mirabaeldelicadodiseñodelanarizysóloenlosgraciososmedallonesdeloshebreos he visto una perfección semejante.Tenía lamisma superficie plena y suave, lamisma tendencia casi imperceptible a ser aguileña, las mismas aletas armoniosamentecurvas,querevelabanunespíritulibre.Contemplabaladulceboca.Allíestabaenverdadeltriunfodetodaslascosascelestiales:lamagníficasinuosidaddelbrevelabiosuperior,lasuave, voluptuosa calma del inferior, los hoyuelos juguetones y el color expresivo; losdientes,quereflejabanconunbrillocasisorprendentelosrayosdelaluzbenditaquecaíansobre ellos en la más serena y plácida y, sin embargo, radiante, triunfal de todas lassonrisas.Analizabalaformadelmentónytambiénaquíencontrabalanobleamplitud,lasuavidady lamajestad, laplenitudy laespiritualidadde losgriegos,elcontornoqueeldiosApolorevelótansóloensueñosaCleomenes,elhijodelateniense.YentoncesmeasomabaalosgrandesojosdeLigeia.

Paralosojosnotenemosmodelosenlaremotaantigüedad.Quizáfuera,también,queenlosdemiamadayacíaelsecretoalcualaludelordVerulam.Eran,creo,másgrandesquelosojoscomunesdenuestraraza,másquelosdelasgacelasdelatribudelvalledeNourjahad.Pero sólopor instantes—en losmomentosde intensa excitación—sehacíamásnotableestapeculiaridaddeLigeia.Yentalesocasionessubelleza—quizálaveíaasímiimaginaciónferviente—eraladelosseresqueestánporencimaofueradelatierra,labellezadelafabulosahurídelosturcos.Losojoserandelnegromásbrillante,veladosporoscurasylargaspestañas.Lascejas,dediseñolevementeirregular,erandelmismocolor.Sinembargo,lo«extraño»queencontrabaensusojoseraindependientedesuforma,delcolor,delbrillo,ydebíaatribuirse,alcabo,a laexpresión. ¡Ah,palabra sin sentido tras

cuyavasta latitudde simple sonido se atrincheranuestra ignoranciade lo espiritual!Laexpresiónde losojosdeLigeia…¡Cuántashorasmeditésobreella! ¡Cuántasnochesdeverano luchépor sondearla! ¿Quéera aquello,másprofundoqueelpozodeDemócritoque yacía en el fondo de las pupilas demi amada? ¿Qué era?Me poseía la pasión dedescubrirlo. ¡Aquellos ojos! ¡Aquellas grandes, aquellas brillantes, aquellas divinaspupilas!LlegaronaserparamílasestrellasgemelasdeLeda,yyoeraparaellaselmásfervorosodelosastrólogos.

Nohay,entrelasmuchasanomalíasincomprensiblesdelacienciapsicológica,puntomásatrayente,másexcitantequeelhecho—nunca,creo,mencionadoporlasescuelas—de que en nuestros intentos por traer a la memoria algo largo tiempo olvidado, confrecuenciallegamosaencontrarnosalbordemismodelrecuerdo,sinpoder,alfin,asirlo.Yasícuántasveces,enmiintensoexamendelosojosdeLigeia,sentíquemeacercabaalconocimientocabaldesuexpresión,meacercaba,aúnnoeramío,yalfindesaparecíaporcompleto.Y(¡extraño,ah,elmásextrañodelosmisterios!)encontrabaenlosobjetosmáscomunes del universo un círculo de analogías con esa expresión. Quiero decir que,después del período en que la belleza de Ligeia penetró enmi espíritu, dondemorabacomo en un altar, yo extraía de muchos objetos del mundo material un sentimientosemejantealqueprovocaban,dentrodemí,susgrandesyluminosaspupilas.Peronoporellopuedodefinirmejorese sentimiento,nianalizarlo,ni siquierapercibirloconcalma.Lohereconocidoaveces,repito,enunaviñaquecrecíarápidamente,enlacontemplacióndeunafalena,deunamariposa,deunacrisálida,deunvelozcursodeagua.Lohesentidoenelocéano,enlacaídadeunmeteoro.Lohesentidoenlamiradadegentesmuyviejas.Y hay una o dos estrellas en el cielo (especialmente una, de sexta magnitud, doble ycambiante, que puede verse cerca de la gran estrella de Lira) que, miradas con eltelescopio,me han inspirado elmismo sentimiento.Me ha colmado al escuchar ciertossonesdeinstrumentosdecuerda,ynopocasvecesalleerpasajesdedeterminadoslibros.Entre innumerablesejemplos, recuerdobienalgodeunvolumendeJosephGlanvillque(quizá simplemente por lo insólito, ¿quién sabe?) nunca ha dejado de inspirarme esesentimiento:«Yallídentroestálavoluntadquenomuere.¿Quiénconocelosmisteriosdela voluntad y su fuerza?PuesDios no es sino una gran voluntad que penetra las cosastodasporobradesuintensidad.Elhombrenosedoblegaalosángeles,nicedeporenteroalamuerte,comonoseaporlaflaquezadesudébilvoluntad».

LosañostranscurridosylasreflexionesconsiguientesmehanpermitidorastrearciertaremotaconexiónentreestepasajedelmoralistainglésyunaspectodelcarácterdeLigeia.La intensidad de pensamiento, de acción, de palabra, era posiblemente en ella unresultado,oporlomenosuníndice,deesagigantescavoluntadquedurantenuestraslargasrelacionesnodejódedarotraspruebasmásnumerosasyevidentesdesuexistencia.Detodas lasmujeresque jamáshe conocido, la exteriormente tranquila, la siempreplácidaLigeia,erapresaconmásviolenciaquenadiedelostumultuososbuitresdeladurapasión.Ynopodíayomediresapasióncomonofueseporelmilagrosodilatarsedelosojosquemedeleitabanyaterrabanalmismotiempo,porlamelodíacasimágica,lamodulación,laclaridadylaplacidezdesuvoztanprofunda,yporlasalvajeenergía(doblementeefectiva

porcontrasteconsumaneradepronunciarlas)conqueproferíahabitualmentesusextrañaspalabras.

HehabladodelsaberdeLigeia:era inmenso,comonunca lohalléenunamujer.Suconocimientodelaslenguasclásicaseraprofundo,y,enlamedidademisnocionessobrelosmodernosdialectosdeEuropa,nuncaladescubríenfalta.Adecirverdad,encualquiertema de la alabada erudición académica, admirada simplemente por abstrusa, ¿descubríalguna vez a Ligeia en falta? ¡De qué modo singular y penetrante este punto de lanaturalezademiesposaatrajo, tansóloenelúltimoperíodo,miatención!Dijequesusconocimientoserantalesquejamásloshalléenotramujer,pero,¿dóndeestáelhombrequehacruzado,y conéxito, toda la amplia extensiónde las cienciasmorales, físicasymetafísicas?Novi entonces lo que ahora advierto claramente: que las adquisiciones deLigeiaerangigantescas,eranasombrosas; sinembargo tenía suficienteconcienciade suinfinitasuperioridadparasometermeconinfantilconfianzaasuguíaenelcaóticomundode la investigaciónmetafísica, a la cual me entregué activamente durante los primerosañosdenuestromatrimonio.¡Conquéampliosentimientodetriunfo,conquévivodeleite,conquéetéreaesperanzasentíayo—cuandoellaseentregabaconmigoaestudiospocofrecuentes, poco conocidos— esa deliciosa perspectiva que se agrandaba en lentagradaciónantemí,porcuya largaymagnífica sendanoholladapodíaal finalcanzar lametadeunasabiduríademasiadopremiosa,demasiadodivinaparanoserprohibida!

¡Así,conquépunzantedolorhabrévisto,despuésdealgunosaños,emprendervueloamis bien fundadas esperanzas y desaparecer! Sin Ligeia era yo un niño a tientas en laoscuridad. Sólo su presencia, sus lecturas, podían arrojar vívida luz sobre los muchosmisterios del trascendentalismo en los cuales vivíamos inmersos. Privadas del radiantebrillo de sus ojos, esas páginas, leves y doradas, tornáronsemás opacas que el plomosaturnino.Yaquellosojosbrillaroncadavezconmenosfrecuenciasobrelaspáginasqueyoescrutaba.Ligeiacayóenferma.Losextrañosojosbrillaronconunfulgordemasiado,demasiadomagnífico;lospálidosdedosadquirieronlatransparenciacerúleadelatumbaylas venas azules de su alta frente latieron impetuosamente en las alternativas de lamásligera emoción. Vi que iba a morir y luché desesperadamente en espíritu con el torvoAzrael.Y las luchasde laapasionadaesposaeran,paramiasombro,aúnmásenérgicasquelasmías.Muchosrasgosdesuadustocaráctermehabíanconvencidodequeparaellalamuertellegaríasinsusterrores;peronofueasí.Laspalabrassonimpotentesparadaruna idea de la fiera resistencia que opuso a la Sombra. Gemí de angustia ante ellamentable espectáculo.Yohubiera querido calmar, hubiera querido razonar; pero en laintensidad de su salvaje deseo de vivir, vivir, sólo vivir, el consuelo y la razón eran elcolmo de la locura. Sin embargo, hasta el último momento, en las convulsiones másviolentasdesuespírituindómito,noseconmoviólaplacidezexteriordesuactitud.Suvozsetornómássuave;másprofunda,peroyonoqueríademorarmeenelextrañosignificadode las palabras pronunciadas con calma.Mi mente vacilaba al escuchar fascinada unamelodía sobrehumana, conjeturas y aspiraciones que la humanidad no había conocidohastaentonces.

Desuamornopodíadudar,ymeerafácilcomprenderque,enunpechocomoelsuyo,elamornoreinabacomounapasiónordinaria.Perosóloenlamuertemedítodalafuerzadesuafecto.Durantelargashoras,reteniendomimano,desplegabaantemílosexcesosdeun corazón cuya devoción más que apasionada llegaba a la idolatría. ¿Cómo habíamerecidoyolabendicióndesemejantesconfesiones?¿Cómohabíamerecidolacondenadequemiamadamefuesearrebatadaenelmomentoenquemelashacía?Peronopuedosoportarelextendermesobreestepunto.SólodiréqueenelabandonomásquefemeninodeLigeiaalamor,ay,inmerecido,otorgadosinseryodigno,reconocíelprincipiodesuansioso,desuardientedeseodevida,esavidaquehuíaahoratanvelozmente.Soyincapazdedescribir,notengopalabrasparaexpresaresaansiasalvaje,esaanhelantevehemenciadevivir,sólovivir.

Lamedianoche en quemurióme llamó perentoriamente a su lado, pidiéndome que

repitieraciertosversosquehabíacompuestopocosdíasantes.Laobedecí.Helosaquí:

¡Vedla!¡Esnochedegala

enlosúltimosañossolitarios!

Lamultituddeángelesalados,

consusvelos,enlágrimasbañados,

sonpúblicodeunteatroquecontempla

undramadeesperanzasytemores,

mientrastocalaorquesta,indefinida,

lamúsicasinfíndelasesferas.

ImágenesdelDiosqueestáenloalto,

allílosmimosgruñenymascullan,

correnaquíyallá;ylosapremian

vastascosasinformes

queelescenarioalterandecontinuo,

vertiendodesusalasdesplegadas,

uninvisible,largoSufrimiento.

¡Estemúltipledramayajamás,

jamásseráolvidado!

ConsuFantasmasiempreperseguido

porunamultitudquenoloalcanza,

enuncírculosiemprederetorno

allugarprimitivo,

ymuchodeLocura,ymásPecado,

ymásHorror—elalmadelaintriga.

¡Ah,ved:entrelosmimosentumulto

unaformareptanteseinsinúa!

¡Rojacomolasangreseretuerce

enlaescenadesnuda!

¡Seretuerceyretuerce!Ventormentos

losmimossonsupresa,

ysusfaucesdestilansangrehumana,

ylosángeleslloran.

¡Apáganselasluces,todas,todas!

Ysobrecadaformaestremecida

caeeltelón,cortinafuneraria,

confragordetormenta.

Ylosángelespálidosyexangües,

yadepie,yasinvelos,manifiestan

queeldramaeseldel«Hombre»,yqueessuhéroe

elVencedorGusano.

—¡Oh,Dios!—gritócasiLigeia,incorporándosedeunsaltoytendiendosusbrazosalcielo con un movimiento espasmódico, al terminar yo estos versos—. ¡Oh Dios! ¡Oh,PadreCelestial!¿Estascosasocurriránirremisiblemente?¿ElVencedornoseráalgunavezvencido?¿Nosomosunaparte,unaparceladeTi?¿Quién,quiénconocelosmisteriosdelavoluntadysufuerza?Elhambrenosedoblegaa losángeles,nicedeporenteroa lamuerte,comonoseaporlaflaquezadesudébilvoluntad.

Y entonces, como agotada por la emoción, dejó caer los blancos brazos y volviósolemnementea su lechodemuerte.Ymientras lanzaba losúltimos suspiros,mezcladoconellosbrotóunsuavemurmullodesuslabios.AcerquémioídoydistinguídenuevolaspalabrasfinalesdelpasajedeGlanvill:«Elhombrenosedoblegaa losángeles,nicedeporenteroalamuerte,comonoseaporlaflaquezadesudébilvoluntad».

Murió; y yo, deshecho, pulverizado por el dolor, no pude soportar más la solitariadesolacióndemimorada,ylasombríayruinosaciudadaorillasdelRin.Nomefaltabaloqueelmundo llamafortuna.Ligeiamehabía legadomás,muchomás,de loquepor locomún cae en suerte a los mortales. Entonces, después de unos meses de vagabundeotedioso,sinrumbo,adquiríyreparéenparteunaabadíacuyonombrenodiré,enunadelasmás incultas ymenos frecuentadas regiones de la hermosa Inglaterra.La sombría ytristevastedaddeledificio,elaspectocasisalvajedeldominio, losnumerososrecuerdosmelancólicos y venerables vinculados con ambos, tenían mucho en común con lossentimientosdeabandonototalquemehabíanconducidoaesaremotayhurañaregióndelpaís. Sin embargo, aunque el exterior de la abadía, ruinoso, invadido demusgo, sufriópocos cambios,me dediqué con infantil perversidad, y quizá con la débil esperanza dealiviarmispenas,adesplegarensuinteriormagnificenciasmásquereales.Siempre,aunenlainfancia,habíasentidogustoporesasextravagancias,yentoncesvolvieroncomounacompensacióndeldolor.¡Ay,ahorasécuántodeincipientelocurapodíadescubrirseenlossuntuosos y fantásticos tapices, en las solemnes esculturas de Egipto, en las extrañascornisas,enlosmoblajes,enlosvesánicosdiseñosdelasalfombrasdeororecamado!Mehabíaconvertidoenunesclavopresoen las redesdelopio,ymis trabajosymisplanes

cobraron el color demis sueños. Pero nome detendré en el detalle de estos absurdos.Hablaré tan sólo de ese aposento por siempre maldito, donde en un momento deenajenacióncondujealaltar—comosucesoradelainolvidableLigeia—aLadyRowenaTrevanion,deTremaine,laderubioscabellosyojosazules.

Nohayunasolapartículadelaarquitecturayladecoracióndeaquellacámaranupcialque no se presente ahora antemis ojos. ¿Dónde tenía el corazón la altiva familia de lanovia para permitir,movida por su sed de oro, que una doncella, una hija tan querida,pasaraelumbraldeunaposentotanadornado?Hedichoquerecuerdominuciosamentelosdetallesdelacámara—yo,quetristementeolvidocosasdeprofundaimportancia—y,sinembargo,nohabíaorden,nohabíaarmoníaenaquellujofantástico,queseimpusieranamimemoria. La habitación estaba en una alta torrecilla de la abadía fortificada, era deforma pentagonal y de vastas dimensiones. Ocupaba todo el lado sur del pentágono laúnica ventana, un inmenso cristal deVenecia de una sola pieza y dematiz plomizo, desuertequelosrayosdelsolodelaluna,alatravesarlo,caíanconbrillohorriblesobrelosobjetos.En lo alto de la inmensaventana se extendía el entejadodeuna añosavidquetrepaba por los macizos muros de la torre. El techo, de sombrío roble, era altísimo,abovedadoydecorosamentedecoradoconlosmotivosmásextraños,másgrotescos,deunestilosemigótico,semidruídico.Delcentromismodeesamelancólicabóvedacolgaba,deunasolacadenadeorode largoseslabones,un inmenso incensariodelmismometal,enestilo sarraceno, con múltiples perforaciones dispuestas de tal manera que a través deellas,comodotadasdelavitalidaddeunaserpiente,veíanselascontorsionescontinuasdellamasmulticolores.

Habíaalgunasotomanasycandelabrosdeorodeformaoriental,ytambiénellecho,ellechonupcial,demodelo indio,bajo, esculpidoenébanomacizo, conbaldaquinocomouna colgadura fúnebre. En cada uno de los ángulos del aposento había un gigantescosarcófagodegranitonegroprovenientedelastumbasrealeserigidasfrenteaLuxor,consusantiguastapascubiertasdeinmemorialesrelieves.Peroenlascolgadurasdelaposentosehallaba,ay,lafantasíamásimportante.Loselevadosmuros,degigantescaaltura—alpuntodeserdesproporcionados—,estabancubiertosdearribaabajo,envastospliegues,porunapesadayespesatapicería,tapiceríadeunmaterialsemejantealdelaalfombradelpiso, lacubiertade lasotomanasyel lechodeébano,delbaldaquinoyde lassuntuosasvolutasdeloscortinajesquevelabanparcialmentelaventana.Estematerialeraelmásricotejidodeoro,cubiertoíntegramente,conintervalosirregulares,porarabescosenrealce,deun pie de diámetro, de un negro azabache. Pero estas figuras sólo participaban de lacondición de arabescos cuando se las miraba desde un determinado ángulo. Por unprocedimientohoycomún,quepuedeenverdadrastrearseenperíodosmuyremotosdelaantigüedad, cambiaban de aspecto. Para el que entraba en la habitación tenían laapariencia de simples monstruosidades; pero, al acercarse, esta apariencia desaparecíagradualmentey,pasoapaso,amedidaqueelvisitantecambiabadeposiciónenelrecinto,seveíarodeadoporunainfinitaseriedeformashorriblespertenecientesalasupersticiónde los normandos o nacidas en los sueños culpables de los monjes. El efectofantasmagóricoeragrandementeintensificadoporlaintroducciónartificialdeunafuertey

continua corrientede airedetrásde los tapices, la cual dabaunahorrenda e inquietanteanimaciónalconjunto.

Entreesosmuros,enesacámaranupcial,paséconLadydeTremainelasimpíashorasdelprimermesdenuestromatrimonio,ylaspasésindemasiadainquietud.Quemiesposatemieralaíndolehoscademicarácter,quemehuyeraymeamaramuypoco,nopodíayopasarloporalto;peromecausabamásplacerqueotracosa.Mimemoriavolaba(¡ah,conqué intensa nostalgia!) haciaLigeia, la amada, la augusta, la hermosa, la enterrada.Meembriagaba con los recuerdos de su pureza, de su sabiduría, de su naturaleza elevada,etérea,desuamorapasionado, idólatra.Ahoramiespírituardíaplenay libremente,conmás intensidad que el suyo. En la excitación demis sueños de opio (puesme hallabahabitualmenteaherrojadoporlosgrilletesdeladroga)gritabasunombreenelsilenciodelanoche,oduranteeldía,enlossombreadosretirosdelosvalles,comosiconesasalvajevehemencia, con la solemne pasión, con el fuego devorador de mi deseo por ladesaparecida,pudierarestituirlaalasendaquehabíaabandonado—ah,¿eraposiblequefueseparasiempre?—enlatierra.

Alcomenzarelsegundomesdenuestromatrimonio,LadyRowenacayósúbitamenteenfermayserepusolentamente.Lafiebrequelaconsumíaperturbabasusnoches,yensuinquietosemisueñohablabadesonidos,demovimientosqueseproducíanenlacámaradelatorre,cuyoorigenatribuíalosextravíosdesuimaginaciónoquizáalafantasmagóricainfluencia de la cámara misma. Llegó, al fin, la convalecencia y, por último, elrestablecimiento total. Sin embargo, había transcurrido un breve período cuando unsegundo trastorno más violento la arrojó a su lecho de dolor; y de este ataque, suconstitución,quesiemprefueradébil,nuncaserepusodeltodo.Sumal,desdeentonces,tuvo un carácter alarmante y una recurrencia que lo era aún más, y desafiaba elconocimiento y los grandes esfuerzos de losmédicos.Con la intensificación de sumalcrónico—elcualparecíahaber invadidode talmodo suconstituciónqueera imposibledesarraigarlopormedioshumanos—,nopudemenosdeobservarunaumentosimilarensuirritabilidadnerviosayensuexcitabilidadparaelmiedomotivadoporcausastriviales.

Denuevohablaba,yahoraconmásfrecuenciaeinsistencia,delossonidos,deloslevessonidos y de los movimientos insólitos en las colgaduras, a los cuales aludiera en uncomienzo.

Unanoche,próximoelfindeseptiembre,impusoamiatenciónestepenosotemaconmásinsistenciaquedecostumbre.Acababadedespertardeunsueñoinquieto,yyohabíaestadoobservando,conunsentimientoenpartedeansiedad,enpartedevagoterror, losgestos de su semblante descarnado.Me senté junto a su lecho de ébano, en una de lasotomanasdelaIndia.Seincorporóamediasyhabló,conunsusurroansioso,bajo,delossonidosqueestabaoyendoyyonopodíaoír,delosmovimientosqueestabaviendoyyonopodíapercibir.Elvientocorríavelozmentedetrásdelostapicesyquisemostrarle(cosaen lacual,debodecirlo,nocreíayodel todo)queaquellossuspiroscasi inarticuladosyaquellaslevísimasvariacionesdelasfigurasdelaparederantansólolosnaturalesefectosde lahabitualcorrientedeaire.Pero lapalidezmortalqueseextendióporsu rostromeprobóquemisesfuerzosportranquilizarlaseríaninfructuosos.Pareciódesvanecerseynohabíacriadosaquienrecurrir.Recordéellugardondehabíaunfrascodevinoligeroquelehabíanprescrito losmédicos,y crucépresurosoel aposentoen subusca.Pero, al llegarbajolaluzdelincensario,doscircunstanciasdeíndolesorprendentellamaronmiatención.Sentíqueunobjetopalpable,aunqueinvisible,rozabalevementemipersona,yviqueenla alfombra dorada, en el centromismo del rico resplandor que arrojaba el incensario,habíaunasombra,unasombraleve,indefinida,deaspectoangélico,comocabeimaginarlasombradeunasombra.Peroyoestabaperturbadoporlaexcitacióndeunainmoderadadosisdeopio;pococasohiceaestascosasynolasmencionéaRowena.Encontréelvino,crucénuevamentelacámarayllenéunvaso,quellevéaloslabiosdeladesvanecida.Yasehabíarecobradountanto,sinembargo,ytomóelvasoensusmanos,mientrasyomedejabacaerenlaotomanaqueteníacerca,conlosojosfijosensupersona.Fueentoncescuandopercibíclaramenteunpasosuaveen laalfombra,cercadel lecho,yunsegundodespués,mientrasRowena alzaba la copadevinohasta sus labios, vi oquizá soñéqueveía caer dentro del vaso, como surgida de un invisible surtidor en la atmósfera delaposento,tresocuatrograndesgotasdefluidobrillante,delcolordelrubí.Siyolovi,noocurriólomismoconRowena.Bebióelvinosinvacilarymeabstuvedehablarledeunacircunstancia que, según pensé, debía considerarse como sugestión de una imaginaciónexcitada,cuyaactividadmórbidaaumentabanelterrordemimujer,elopioylahora.

Sinembargo,nopudedejardepercibirque,inmediatamentedespuésdelacaídadelasgotascolorrubí,seproducíaunarápidaagravaciónenelmaldemiesposa,desuertequelaterceranochelasmanosdesusdoncellaslaprepararonparalatumba,ylacuartalapasésolo, con su cuerpo amortajado, en aquella fantástica cámara que la recibiera reciéncasada.Extrañasvisionesengendradasporelopiorevoloteabancomosombrasdelantedemí. Observé con ojos inquietos los sarcófagos en los ángulos de la habitación, lascambiantes figuras de los tapices, las contorsiones de las llamas multicolores en elincensario suspendido. Mis ojos cayeron entonces, mientras trataba de recordar lascircunstanciasdeunanocheanterior,enellugardonde,bajoelresplandordelincensario,habíavistolasdébileshuellasdelasombra.Peroyanoestabaallí,y,respirandoconmás

libertad, volví la mirada a la pálida y rígida figura tendida en el lecho. Entonces measaltaronmilrecuerdosdeLigeia,ycayósobremicorazón,conlaturbulentaviolenciadeunamarea,todoelindecibledolorconquehabíamiradosucuerpoamortajado.Lanocheavanzaba,yconelpecho llenodeamargospensamientos, cuyoobjetoeramiúnico,misupremoamor,permanecícontemplandoelcuerpodeRowena.

Quizáfueramedianoche,talvezmástempranoomástarde,puesnoteníaconcienciadeltiempo,cuandounsollozosofocado,suave,peromuyclaro,mesacóbruscamentedemiensueño.Sentíqueveniadel lechodeébano,del lechodemuerte.Prestéatenciónenuna agonía de terror supersticioso, pero el sonido no se repitió. Esforcé la vista paradescubrir algún movimiento del cadáver mas no advertí nada. Sin embargo, no podíahaberme equivocado.Había oído el ruido, aunque débil, ymi espíritu estaba despierto.Mantuvecondecisión,conperseverancia,laatenciónclavadaenelcuerpo.Transcurrieronalgunosminutossinqueningunacircunstanciaarrojaraluzsobreelmisterio.Porfin,fueevidentequeuncolorligero,muydébilyapenasperceptiblesedifundíabajolasmejillasyalolargodelashundidasvenasdelospárpados.Conunaespeciedehorror,deespantoindecible,queno tiene enel lenguajehumanoexpresión suficientemente enérgica, sentíque mi corazón dejaba de latir, que mis miembros se ponían rígidos. Sin embargo, elsentimientodeldebermedevolviólapresenciadeánimo.Yanopodíadudardequenoshabíamosapresuradoen lospreparativos,dequeRowenaaúnvivía.Eranecesariohaceralgo inmediatamente; pero la torre estaba muy apartada de las dependencias de laservidumbre,nohabíanadiecerca,yonoteníamododellamarenmiayudasinabandonarlahabitaciónunosminutos,ynopodíaaventurarmeasalir.Luchésolo,pues,enmiintentode volver a la vida el espíritu aún vacilante. Pero, al cabo de un breve período, fueevidente la recaída, el color desapareció de los párpados y lasmejillas, dejándolosmáspálidos que el mármol; los labios estaban doblemente apretados y contraídos en laespectral expresión de la muerte; una viscosidad y un frío repulsivos cubrieronrápidamente la superficie del cuerpo, y la habitual rigidez cadavérica sobrevino deinmediato. Volví a desplomarme con un estremecimiento en el diván de donde melevantaratanbruscamenteydenuevomeentreguéamisapasionadasvisionesdeLigeia.

Así transcurrió una hora cuando (¿era posible?) advertí por segunda vez un vagosonidoprocedentedelaregióndellecho.Prestéatenciónenelcolmodelhorror.Elsonidoserepitió:eraunsuspiro.Precipitándomehaciaelcadáver,vi—claramente—temblarloslabios. Un minuto después se entreabrían, descubriendo una brillante línea de dientesnacarados.Laestupefacciónluchabaahoraenmipechoconelprofundoespantoquehastaentoncesreinarasolo.Sentíquemivistaseoscurecía,quemirazónseextraviaba,ysóloporunviolentoesfuerzologréalfincobraránimosparaponermealatareaquemideberme señalabaunavezmás.Había ahora cierto color en la frente, en lasmejillas y en lagarganta; un calor perceptible invadía todo el cuerpo; hasta se sentía latir levemente elcorazón.Mi esposa vivía, y con redoblado ardorme entregué a la tarea de resucitarla.Frotéyfriccionélassienesylasmanos,yutilicétodoslosexpedientesquelaexperienciaynopocaslecturasmédicasmeaconsejaban.Peroenvano.Depronto,elcolorhuyó,laspulsaciones cesaron, los labios recobraron la expresión de la muerte y, un instante

después, el cuerpo todo adquiría el frío de hielo, el color lívido, la intensa rigidez; elaspectoconsumidoytodaslashorrendascaracterísticasdequienhasido,pormuchosdías,habitantedelatumba.

Y de nuevo me sumí en las visiones de Ligeia, y de nuevo (¿y quién ha desorprendersedequemeestremezcaalescribirlo?),denuevollegóamisoídosunsollozoahogado que venía de la zona del lecho de ébano.Mas, ¿a qué detallar el inenarrablehorrordeaquellanoche?¿Aquédetenermearelatarcómo,hastaacercarseelmomentodelalba gris, se repitió este horrible drama de resurrección; cómo cada espantosa recaídaterminabaenunamuertemásrígidayaparentementemásirremediable;cómocadaagoníacobraba el aspecto de una lucha con algún enemigo invisible, y cómo cada lucha erasucedida por no sé qué extraño cambio en el aspecto del cuerpo? Permitidme que meapresureaconcluir.

Lamayorpartedelaespantosanochehabíatranscurrido,ylaqueestuvieramuertasemoviódenuevoahoraconmásfuerzaqueantes,aunquedespertasedeunadisoluciónmáshorrenda y más irreparable. Yo había cesado hacía rato de luchar o de moverme, ypermanecía rígido sentado en la otomana, presa indefensa de un torbellino de violentasemociones,detodaslascualeselpavoreraquizálamenosterrible,lamenosdevoradora.El cadáver, repito, semovía, y ahora conmás fuerza que antes.Los colores de la vidacubrieronconinusitadaenergíaelsemblante, losmiembrosserelajarony,denoserporlospárpadosaúnapretadosyporlasvendasypañosquedabanunaspectosepulcralalafigura, podía haber soñado queRowena había sacudido por completo las cadenas de lamuerte.Perosientoncesnoaceptédel todoesta idea,por lomenospudesalirdedudascuando, levantándose del lecho, a tientas, con débiles pasos, con los ojos cerrados y lamanera peculiar de quien se ha extraviado en un sueño, aquel ser amortajado avanzóosadamente,palpablemente,hastaelcentrodelaposento.

No temblé,nomemoví,puesunamultitudde ideas inexpresablesvinculadasconelaire,laestatura,elportedelafiguracruzaronvelozmentepormicerebro,paralizándome,convirtiéndomeenfríapiedra.Nomemoví,perocontemplélaaparición.Reinabaunlocodesorden enmis pensamientos, un tumulto incontenible. ¿Podía ser, realmente,Rowenavivalafiguraqueteníadelante?¿PodíaserrealmenteRowena,LadyRowenaTrevaniondeTremaine,ladeloscabellosrubiosylosojosazules?¿Porqué,porquélodudaba?Elvendajeceñíalaboca,pero¿podíanoserlabocadeLadydeTremaine?Ylasmejillas—conrosascomoenlaplenituddesuvida—,sípodíanserenverdadlashermosasmejillasde la vivienteLady de Tremaine.Y elmentón, con sus hoyuelos, como cuando estabasana,¿podíanoserelsuyo?Peroentonces,¿habíacrecidoelladurantesuenfermedad?¿Qué inenarrable locura me invadió al pensarlo? De un salto llegué a sus pies.Estremeciéndoseamicontacto,dejócaerdelacabeza,sueltas,lashorriblesvendasquelaenvolvían, y entonces, en la atmósfera sacudida del aposento, se desplomóuna enormemasa de cabellos desordenados: ¡eran más negros que las alas de cuervo de lamedianoche!Ylentamenteseabrieronlosojosdelafiguraqueestabaantemí.«¡Enesto,porlomenos—grité—,nunca,nuncapodréequivocarme!¡Éstossonlosgrandesojos,los

ojosnegros,losextrañosojosdemiperdidoamor,losdeLady…losdeLADYLIGEIA!».

D

LacaídadelaCasaUsher

Soncoeurestunluthsuspendu;

Sitôtqu’onletouche,ilrésonne.

DEBÉRANGER

urantetodoundíadeotoño,triste,oscuro,silencioso,cuandolasnubessecerníanbajas y pesadas en el cielo, crucé solo, a caballo, una región singularmentelúgubredelpaís;y,alfin,alacercarselassombrasdelanoche,meencontréala

vistadelamelancólicaCasaUsher.Nosécómofue,peroalaprimeramiradaqueechéaledificio invadió mi espíritu un sentimiento de insoportable tristeza. Digo insoportableporqueno loatemperabaningunodeesos sentimientos semiagradablespor serpoéticos,conloscualesrecibeelespírituaunlasmásausterasimágenesnaturalesdelodesoladooloterrible.Miréelescenarioqueteníadelante—lacasayelsencillopaisajedeldominio,lasparedesdesnudas, lasventanascomoojosvacíos, los ralosy siniestros juncos,y losescasos troncos de árboles agostados— con una fuerte depresión de ánimo únicamentecomparable,comosensaciónterrena,aldespertardelfumadordeopio,laamargacaídaenlaexistenciacotidiana,elhorribledescorrersedelvelo.Eraunafrialdad,unabatimiento,un malestar del corazón, una irremediable tristeza mental que ningún acicate de laimaginación podía desviar hacia forma alguna de lo sublime. ¿Qué era—me detuve apensar—, qué era lo que así me desalentaba en la contemplación de la Casa Usher?Misterio insoluble; y yo no podía luchar con los sombríos pensamientos que secongregaban a mi alrededor mientras reflexionaba. Me vi obligado a incurrir en lainsatisfactoria conclusión de que mientras hay, fuera de toda duda, combinaciones desimplísimos objetos naturales que tienen el poder de afectarnos así, el análisis de estepoder seencuentraaúnentre lasconsideracionesqueestánmásalládenuestroalcance.Era posible, reflexioné, que una simple disposición diferente de los elementos de laescena,delosdetallesdelcuadro,fuerasuficienteparamodificaroquizáanularsupoderde impresióndolorosa;y,procediendodeacuerdoconesta idea,empujémicaballoa laescarpadaorilladeunestanquenegroyfantásticoqueextendíasubrillotranquilojuntoalamansión;peroconunestremecimientoaúnmássobrecogedorqueantescontemplé laimagen reflejada e invertidade los juncosgrises, y los espectrales troncos, y las vacíasventanascomoojos.

En esamansión demelancolía, sin embargo, proyectaba pasar algunas semanas. Su

propietario,RoderickUsher,habíasidounodemisalegrescompañerosdeadolescencia,pero muchos años habían transcurrido desde nuestro último encuentro. Sin embargo,acababaderecibirunacartaenunaregióndistintadelpaís—unacartasuya—,lacual,porsutonoexasperadamenteapremiante,noadmitíaotrarespuestaquelapresenciapersonal.La escritura denotaba agitación nerviosa. El autor hablaba de una enfermedad físicaaguda,deundesordenmentalqueleoprimíaydeunintensodeseodevermeporsersumejor y, en realidad, su único amigo personal, con el propósito de lograr, gracias a lajovialidaddemicompañía,algúnalivioasumal.Lamaneraenquesedecíaestoymuchomás, estepedidohechode todocorazón, nomepermitieronvacilar y, en consecuencia,obedecídeinmediatoalque,noobstante,considerabaunrequerimientosingularísimo.

Aunquedemuchachoshabíamossidocamaradasíntimosenrealidadpocosabíademiamigo.Siempresehabíamostradoexcesivamentereservado.Yosabía,sinembargo,quesu antiquísima familia se había destacadodesde tiempos inmemoriales por unapeculiarsensibilidad de temperamento desplegada, a lo largo de muchos años, en numerosas yelevadas concepciones artísticas y manifestada, recientemente, en repetidas obras decaridad generosas, aunque discretas, así como en una apasionada devoción a lasdificultades más que a las bellezas ortodoxas y fácilmente reconocibles de la cienciamusical.Conocía tambiénelhechonotabilísimodeque laestirpede losUsher, siemprevenerable,nohabíaproducido,enningúnperíodo,unaramaduradera;enotraspalabras,que toda la familia se limitaba a la línea de descendencia directa y siempre, coninsignificantes y transitorias variaciones, había sido así. Esta ausencia, pensé, mientrasrevisaba mentalmente el perfecto acuerdo del carácter de la propiedad con el quedistinguíaasushabitantes,reflexionandosobrelaposibleinfluenciaquelaprimera,alolargode tantos siglos, podíahaber ejercido sobre los segundos, esta ausencia, quizá, deramascolaterales,ylaconsiguientetransmisiónconstantedepadreahijo,delpatrimoniojuntoconelnombre,eralaque,alfin,identificabatantoalosdos,hastaelpuntodefundireltítulooriginariodeldominioenelextrañoyequívoconombredeCasaUsher,nombrequeparecíaincluir,entreloscampesinosquelousaban,lafamiliaylamansiónfamiliar.

Hedichoqueel soloefectodemiexperimentoun tanto infantil—eldemirarenelestanque— había ahondado la primera y singular impresión. No cabe duda de que laconcienciadelrápidocrecimientodemisuperstición—pues,¿porquénohededarleestenombre?— servía especialmente para acelerar su crecimiento mismo. Tal es, lo sé deantiguo,laparadójicaleydetodoslossentimientosquetienencomobaseelterror.Ydebedehabersidoporestasolarazónquecuandodenuevoalcélosojoshacialacasadesdesuimagenenelestanque,surgióenmimenteunaextrañafantasía,fantasíatanridícula,enverdad, que sólo lamenciono paramostrar la vívida fuerza de las sensaciones quemeoprimían.Miimaginaciónestabaexcitadaalpuntodeconvencermedequesecerníasobretodalacasayeldominiounaatmósferapropiadeambosydesuinmediatavecindad,unaatmósfera sin afinidad con el aire del cielo, exhaladapor los árbolesmarchitos, por losmuros grises, por el estanque silencioso, un vapor pestilente y místico, opaco, pesado,apenasperceptible,decolorplomizo.

Sacudiendodemiespírituesaque teníaqueser un sueño, examinémásde cerca elverdaderoaspectodeledificio.Surasgodominanteparecíaserunaexcesivaantigüedad.Grande era la decoloración producida por el tiempo.Menudos hongos se extendían portodalasuperficie,suspendidosdesdeelaleroenunafinayenmarañadateladearaña.Peroestonadateníaqueverconningunaformadedestrucción.Nohabíacaídopartealgunadelamampostería,yparecíahaberunaextrañaincongruenciaentrelaperfectaadaptacióndelas partes y la disgregación de cada piedra. Esto me recordaba mucho la aparenteintegridad de ciertos maderajes que se han podrido largo tiempo en alguna criptadescuidada,sinque intervengaelsoplodelaireexterior.Apartedeeste indicioderuinageneral la fábrica deba pocas señales de inestabilidad. Quizá el ojo de un observadorminucioso hubiera podido descubrir una fisura apenas perceptible que, extendiéndosedesdeel tejadodel edificio, enel frente, se abría caminoparedabajo, enzig-zag,hastaperderseenlassombríasaguasdelestanque.

Mientras observaba estas cosas cabalgué por una breve calzada hasta la casa. Unsirviente que aguardaba tomómi caballo, y entré en la bóvedagótica del vestíbulo.Uncriado de paso furtivome condujo desde allí, en silencio, a través de varios pasadizososcuroseintrincados,haciaelgabinetedesuamo.Muchodeloqueencontréenelcaminocontribuyó, no sé cómo, a avivar los vagos sentimientos de los cuales he hablado ya.Mientraslosobjetoscircundantes—losrelievesdeloscielorrasos,lososcurostapicesdelas paredes, el ébano negro de los pisos y los fantasmagóricos trofeos heráldicos querechinaban ami paso—eran cosas a las cuales, a sus semejantes, estaba acostumbradodesdelainfancia,mientrasnocavilabaenreconocerlofamiliarqueeratodoaquello,measombrabanporloinsólitaslasfantasíasqueesasimágeneshabitualesprovocabanenmí.Enunadelasescalerasencontréalmédicodelafamilia.Laexpresióndesurostro,pensé,eraunamezcladebajaastuciaydeperplejidad.Elcriadoabrióentoncesunapuertaymedejóenpresenciadesuamo.

La habitación donde me hallaba era muy amplia y alta. Tenía ventanas largas,estrechasypuntiagudas,yadistanciatangrandedelpisoderoblenegro,queresultabanabsolutamenteinaccesiblesdesdedentro.Débilesfulgoresdeluzcarmesíseabríanpasoatravésdeloscristalesenrejadosyservíanparadiferenciarsuficientementelosprincipalesobjetos; losojos,sinembargo, luchabanenvanoparaalcanzar losmásremotosángulosdelaposentoaloshuecosdeltechoabovedadoyesculpido.Oscurostapicescolgabandelas paredes. El moblaje general era profuso, incómodo, antiguo y destartalado. Habíamuchos libros e instrumentos musicales en desorden, que no lograban dar ningunavitalidad a la escena. Sentí que respiraba una atmósfera de dolor. Un aire de dura,profundaeirremediablemelancolíaloenvolvíaypenetrabatodo.

Amientrada,Usherseincorporódeunsofádondeestabatendidocuanlargoeraymerecibió con calurosa vivacidad, que mucho tenía, pensé al principio, de cordialidadexcesiva, del esfuerzo obligado del hombre de mundo ennuyé. Pero una mirada a susemblante me convenció de su perfecta sinceridad. Nos sentamos y, durante unosinstantes,mientrasnohablaba,loobservéconunsentimientoenpartedecompasión,en

parte de espanto. ¡Seguramente hombre alguno hasta entonces había cambiado tanterriblemente,enunperíodotanbreve,comoRoderickUsher!Aduraspenaspudellegaraadmitir la identidad del ser exangüe que tenía ante mí, con el compañero de miadolescencia. Sin embargo, el carácter de su rostro había sido siempre notable. La tezcadavérica;losojos,grandes,líquidos,incomparablementeluminosos;loslabios,untantofinosymuypálidos,perodeunacurvaextraordinariamentehermosa;lanariz,dedelicadotipo hebreo, pero de ventanillasmás abiertas de lo que es habitual en ellas; elmentón,finamentemodelado,revelador,ensufaltadeprominencia,deunafaltadeenergíamoral;los cabellos, más suaves y más tenues que tela de araña: estos rasgos y el excesivodesarrollo de la región frontal constituían una fisonomía difícil de olvidar. Y ahora lasimpleexageracióndel carácterdominantedeesas faccionesyde suexpresiónhabitualrevelabanuncambio tangrande,quedudéde lapersonaconquienestabahablando.Lapalidezespectraldelapiel,elbrillomilagrosodelosojos,porsobretodaslascosasmesobresaltaronyaunmeaterraron.Elsedosocabello,además,habíacrecidoaldescuidoy,comoensudesordenadatexturadetelarañaflotabamásquecaíaalrededordelrostro,meera imposible, aun haciendo un esfuerzo, relacionar su enmarañada apariencia con ideaalgunadesimplehumanidad.

Enlasmanerasdemiamigomesorprendióencontrar incoherencia, inconsistencia,yprontodescubríqueeramotivadaporunaseriededébilesyfútilesintentosdevencerunazoramiento habitual, una excesiva agitación nerviosa. A decir verdad, ya estabapreparadoparaalgodeestanaturaleza,nomenosporsucartaqueporreminiscenciasdeciertos rasgos juveniles y por las conclusiones deducidas de su peculiar conformaciónfísica y su temperamento. Sus gestos eran alternativamente vivaces y lentos. Su vozpasabadeunaindecisióntrémula(cuandosuespírituvitalparecíaencompletalatencia)aesaespeciedeconcisiónenérgica,esamaneradehablarabrupta,pesada, lenta,hueca;aesa pronunciación gutural, densa, equilibrada, perfectamente modulada que puedeobservarseenelborrachoperdidooenelopiómanoincorregibledurantelosperíodosdemayorexcitación.

Asímehablódelobjetodemivisita,desuvehementedeseodevermeydelsolazqueaguardabademí.Abordóconciertaextensión loqueél consideraba lanaturalezade suenfermedad.Era,dijo,unmalconstitucionalyfamiliar,ydesesperabadehallarleremedio;unasimpleafecciónnerviosa,añadiódeinmediato,queindudablementepasaríapronto.Semanifestaba en una multitud de sensaciones anormales. Algunas de ellas, cuando lasdetalló,me interesaron yme desconcertaron, aunque sin duda tuvieron importancia lostérminos y el estilo general del relato. Padecía mucho de una acuidad mórbida de lossentidos; apenas soportaba los alimentos más insípidos; no podía vestir sino ropas decierta textura; los perfumes de todas las flores le eran opresivos; aun la luzmás débiltorturabasusojos,ysólopocossonidospeculiares,yéstosdeinstrumentosdecuerda,noleinspirabanhorror.

Vi que era un esclavo sometido a una suerte anormal de terror. «Moriré—dijo—,tengoquemorirdeestadeplorablelocura.Así,asíynodeotromodomeperderé.Temo

lossucesosdelfuturo,noporsímismos,sinoporsusresultados.Meestremezcopensandoen cualquier incidente, aun el más trivial, que pueda actuar sobre esta intolerableagitación.Noaborrezcoelpeligro,comonoseaporsuefectoabsoluto:elterror.Enestedesaliento,enestalamentablecondición,sientoquetardeotempranollegaráelperíodoenquedebaabandonarvidayrazónauntiempo,enalgunaluchaconeltorvofantasma:elmiedo».

Conocíademásporintervalos,yatravésdeinsinuacionesinterrumpidasyambiguas,otro rasgo singular de su condición mental. Estaba dominado por ciertas impresionessupersticiosasrelativasalamoradaqueocupabaydedonde,durantemuchosaños,nuncasehabíaaventuradoasalir,supersticionesrelativasaunainfluenciacuyasupuestaenergíafuedescritaentérminosdemasiadosombríospararepetirlosaquí;influenciaquealgunaspeculiaridadesdelasimpleformaymaterialdelacasafamiliarhabíanejercidosobresuespíritu, decía, a fuerza de soportarlas largo tiempo; efecto que elaspecto físico de losmuros y las torrecillas grises y el oscuro estanque en el cual éstos se miraban habíaproducido,alalarga,enlamoraldesuexistencia.

Admitía, sin embargo, aunque con vacilación, que podía buscarse un origen másnaturalymáspalpableamuchodelapeculiarmelancolíaqueasí loafectaba: lacruelyprolongadaenfermedad,ladisoluciónevidentementepróximadeunahermanatiernamentequerida,suúnicacompañíadurantemuchosaños,suúltimoysoloparientesobrelatierra.«Sumuerte—decíaconunaamarguraquenuncapodréolvidar—harádemí (demí,eldesesperado,elfrágil)elúltimodelaantiguarazadelosUsher».Mientrashablaba,LadyMadeline(queasísellamaba)pasólentamenteporunlugarapartadodelaposentoy,sinnotar mi presencia, desapareció. La miré con extremado asombro, no desprovisto detemor, y sin embargo me es imposible explicar estos sentimientos. Una sensación deestupormeoprimió,mientrasseguíaconlamiradasuspasosquesealejaban.Cuandoporfinunapuertasecerrótrasella,misojosbuscaroninstintivayansiosamenteelsemblantedelhermano,peroéstehabíahundidolacaraentrelasmanosysólopudepercibirqueunapalidezmayorquelahabitualseextendíaenlosdedosdescarnados,porentreloscualessefiltrabanapasionadaslágrimas.

LaenfermedaddeLadyMadelinehabíaburladodurantemucho tiempo lacienciadesusmédicos.Unaapatíapermanente,unagotamientogradualdesupersonayfrecuentesaunque transitorios accesos de carácter parcialmente cataléptico eran el diagnósticoinsólito. Hasta entonces había soportado con firmeza la carga de su enfermedad,negándoseaguardarcama;pero,alcaerlatardedemillegadaalacasa,sucumbió(comome lo dijo esa noche su hermano con inexpresable agitación) al poder aplastante deldestructor, y supe que la breve visión que yo había tenido de su persona seríaprobablementelaúltimaparamí,quenuncamásveríaaLadyMadeline,porlomenosenvida.

Enlosvariosdíasposteriores,niUsherniyomencionamossunombre,yduranteesteperíodo me entregué a vehementes esfuerzos para aliviar la melancolía de mi amigo.Pintábamos y leíamos juntos; o yo escuchaba, como en un sueño, las extrañas

improvisacionesdesuelocuenteguitarra.Yasíamedidaqueunaintimidadcadavezmásestrechame introducía sin reserva en lomás recóndito de su alma, iba advirtiendo conamargura la futileza de todo intento de alegrar un espíritu cuya oscuridad, como unacualidad positiva, inherente, se derramaba sobre todos los objetos del universo físico ymoral,enunaincesanteirradiacióndetinieblas.

Siempre tendrépresente el recuerdode lasmuchashoras solemnesquepasé a solasconelamodelaCasaUsher.Sinembargo,fracasaríaentodointentodedarunaideasobreelexactocarácterdelosestudiosolasocupacionesaloscualesmeinducíaocuyocaminomemostraba.Unaidealidadexaltada,enfermiza,arrojabaunfulgorsulfúreosobretodaslascosas.Suslargoseimprovisadoscantosfúnebresresonaráneternamenteenmisoídos.Entre otras cosas, conservo dolorosamente en la memoria cierta singular perversión yamplificacióndelextrañoairedelúltimovalsdeVonWeber.Delaspinturasquenutríasulaboriosaimaginaciónycuyavaguedadcrecíaacadapincelada,vaguedadquemecausabaunestremecimientotantomáspenetrante,cuantoqueignorabasucausa;deesaspinturas(tanvívidasqueaúntengosusimágenesantemí)seríainútilmiintentodepresentaralgomásquelapequeñaporcióncomprendidaenloslímitesdelasmeraspalabrasescritas.Porsu extremada simplicidad, por la desnudez de sus diseños, atraían la atención y lasubyugaban.Sijamásunmortalpintóunaidea,esemortalfueRoderickUsher.Paramíalmenos —en las circunstancias que entonces me rodeaban—, surgía de las purasabstracciones que el hipocondríaco lograba proyectar en la tela, una intensidad deintolerableespanto,cuyasombranuncahesentido,nisiquieraenlacontemplacióndelasfantasíasdeFuseli,resplandecientes,porcierto,perodemasiadoconcretas.

Unade lasfantasmagóricasconcepcionesdemiamigo,quenoparticipabacon tantorigordel espíritudeabstracción,puede servagamenteesbozada, aunquedeunamaneraindecisa,débil,enpalabras.Elpequeñocuadrorepresentabael interiordeunabóvedaotúnel inmensamente largo,rectangular,conparedesbajas, lisas,blancas,sin interrupciónniadornoalguno.Ciertoselementosaccesoriosdeldiseñoservíanparadarlaideadequeesa excavación se hallaba a mucha profundidad bajo la superficie de la tierra. No seobservaba ninguna saliencia en toda la vasta extensión, ni se discernía una antorcha ocualquierotrafuenteartificialdeluz;sinembargo,flotabaportodoelespaciounaoladeintensosrayosquebañabanelconjuntoconunesplendorinadecuadoyespectral.

He hablado ya de ese estado mórbido del nervio auditivo que hacía intolerable alpacientetodamúsica,conexcepcióndeciertosefectosdeinstrumentosdecuerda.Quizálos estrechos límites en los cuales se había confinado con la guitarra fueron los queoriginaron,engranmedida,elcarácterfantásticodesusobras.Peronoesposibleexplicarde lamismamanera la fogosa facilidad de sus impromptus.Debían de ser—y lo eran,tanto las notas como las palabras de sus extrañas fantasías (pues no pocas veces seacompañabaconimprovisacionesverbalesrimadas)—,debíandeserlosresultadosdeeseintenso recogimiento y concentración mental a los cuales he aludido antes y que eranobservables sólo en ciertos momentos de la más alta excitación mental. Recuerdofácilmentelaspalabrasdeunadeesasrapsodias.Quizáfuelaquemeimpresionóconmás

fuerzacuandoladijo,porqueenlacorrienteinternaomísticadesusentidocreípercibir,yporprimeravez,unaacabadaconcienciaporpartedeUsherdequesuencumbradarazónvacilabasobresutrono.Losversos,queéltitulóElpalacioencantado,decíanpocomásomenosasí:

Enelmásverdedelosvalles

quehabitanángelesbenéficos,

erguíaseunpalaciolleno

demajestadyhermosura.

¡DominiodelreyPensamiento,

allísealzaba!

Ynuncaunserafínbatiósusalas

sobrecosatanbella.

Amarillospendones,sobreeltecho

flotaban,áureosygloriosos

(todoesofuehacemucho,

enlosmásviejostiempos);

yconlabrisaquejugaba

entangozososdías,

porlasalmenasseexpandía

unafraganciaalada.

Ylosqueerrabanenelvalle,

pordosventanasluminosas

alosespíritusveían

danzaralritmodelaúdes,

entornoaltronodonde

(¡porfirogéneto!)

envueltoenmerecidapompa,

sentábaseelseñordelreino.

Yderubíesydeperlas

eralapuertadelpalacio,

dedondecomounríofluían,

fluíancentelleando,

losEcos,degentiltarea:

ladecantarconaltasvoces

elgenioyelingenio

desureysoberano.

Mascriaturasmalignasinvadieron,

vestidasdetristeza,aqueldominio.

(¡Ah,dueloyluto!¡Nuncamás

naceráotraalborada!)

Yentornodelpalacio,lahermosura

queantañoflorecíaentrerubores,

essólounaolvidadahistoria

sepultaenviejostiempos.

Ylosviajeros,desdeelvalle,

porlasventanasahorarojas,

venvastasformasquesemueven

enfantasmalesdiscordancias,

mientras,cualespectraltorrente,

porlapálidapuerta

saleunahorrendamultitudqueríe…

pueslasonrisahamuerto.

Recuerdobienquelassugestionesnacidasdeestabaladanoslanzaronaunacorrientede pensamientos donde se manifestó una opinión de Usher que menciono, no por sunovedad (pues otros hombres[5] han pensado así), sino para explicar la obstinación conqueladefendió.Enlíneasgeneralesafirmabalasensibilidaddetodoslosseresvegetales.Peroensudesordenadafantasía la ideahabíaasumidouncaráctermásaudaze invadía,bajociertascondiciones,elreinodeloinorgánico.Mefaltanpalabrasparaexpresartodoel alcance, o el vehemente abandono de su persuasión. La creencia, sin embargo, sevinculaba(comoyaloheinsinuado)conlaspiedrasgrisesdelacasadesusantepasados.Lascondicionesdelasensibilidadhabíansidosatisfechas,imaginabaél,porelmétododecolocación de esas piedras, por el orden en que estaban dispuestas, así como por losnumerososhongosquelascubríanylosmarchitosárbolescircundantes,pero,sobretodo,porlaprolongacióninmodificadadeesteordenysuduplicaciónenlasquietasaguasdelestanque.Suevidencia—laevidenciadeesasensibilidad—podíacomprobarse,dijo(yal

oírlomeestremecí),en lagradualperoseguracondensacióndeunaatmósferapropiaentornoalasaguasyalosmuros.Elresultadoeradiscernible,añadió,enesasilenciosa,masimportuna y terrible influencia que durante siglos había modelado los destinos de lafamilia,haciendodeélesoqueahoraestabayoviendo,esoqueélera.Talesopinionesnonecesitancomentario,ynoharéninguno.

Nuestros libros—los libros que durante años constituyeran no pequeña parte de laexistencia intelectualdelenfermo—estaban,comopuedesuponerse,enestrictoacuerdoconestecarácterespectral.EstudiábamosjuntosobrastalescomoelVeveretChartreuse,deGresset,elBelfegor,deMaquiavelo;DelCieloydelInfierno,deSwedenborg;elViajesubterráneo de Nicolás Klim, de Holberg; la Quiromancia, de Robert Flud, Jeand’IndaginéyDelaChambre;elViajealadistanciaazul,deTieck;ylaCiudaddelSol,deCampanella.Nuestro libro favorito era un pequeño volumen en octavo delDirectoriumInquisitorium, del dominico Eymeric de Gironne, y había pasajes de PomponiusMelasobre losviejossátirosafricanosyegibanos,con loscualesUshersoñabahorasenteras.Peroencontrabasuprincipaldeleiteenlalecturacuidadosadeunrarísimoycuriosolibrogóticoencuarto—elmanualdeuna iglesiaolvidada—, lasVigiliæMortuorumChorumEclesiæMaguntiæ.

Nopodíadejardepensarenelextrañoritualdeesaobrayensuprobableinfluenciasobre el hipocondríaco cuando una noche, tras informarme bruscamente de que LadyMadeline había dejado de existir, declaró su intención de preservar su cuerpo durantequince días (antes de su inhumación definitiva) en una de las numerosas criptas deledificio.Elhumanomotivoquealegabaparajustificarestasingularconductanomedejóenlibertaddediscutir.Elhermanohabíallegadoaestadecisión(asímedijo)considerandoel carácter insólito de la enfermedad de la difunta, ciertas importunas y ansiosasaveriguacionesporpartede susmédicos, la remotay expuesta situacióndel cementeriofamiliar.Nohedenegarque,cuandoevoquéelsiniestroaspectodelapersonaconquienmecruzaraenlaescaleraeldíademillegadaalacasa,notuvedeseodeoponermealoqueconsideréunaprecaucióninofensivayenmodoalgunoextraña.

A pedido de Usher, lo ayudé personalmente en los preparativos de la sepulturatemporaria.Yaenelataúd, losdossolos llevamoselcuerpoasu lugardedescanso.Lacripta donde lo depositamos (por tanto tiempo clausurada que las antorchas casi seapagaron en su atmósfera opresiva, dándonos poca oportunidad para examinarla) erapequeña, húmeda y desprovista de toda fuente de luz; estaba a gran profundidad,justamente bajo la parte de la casa que ocupaba mi dormitorio. Evidentemente habíadesempeñado, en remotos tiempos feudales, el siniestro oficio de mazmorra, y en losúltimostiemposeldedepósitodepólvoraoalgunaotrasustanciacombustible,puesunaparte del piso y todo el interior del largo pasillo abovedado que nos llevara hasta allíestaban cuidadosamente revestidos de cobre. La puerta, de hierro macizo, tenía unaprotecciónsemejante.Suinmensopeso,almoversesobrelosgoznes,producíaunchirridoagudo,insólito.

Unavezdepositadalafúnebrecargasobreloscaballetes,enaquellaregióndehorror,

retiramosparcialmentehaciaunladolatapatodavíasueltadelataúd,ymiramoslacaradesuocupante.Unsorprendenteparecidoentreelhermanoylahermanafueloprimeroqueatrajo mi atención, y Usher, adivinando quizá mis pensamientos, murmuró algunaspalabras,por lascualessupequelamuertayéleranmellizosyqueentreamboshabíanexistido siempre simpatías casi inexplicables. Nuestros ojos, sin embargo, no sedetuvieron mucho en la muerta, porque no podíamos mirarla sin espanto. El mal quellevara aLadyMadeline a la tumba en la fuerza de la juventud había dejado, como esfrecuenteentodaslasenfermedadesdenaturalezaestrictamentecataléptica,laironíadeundébilruborenelpechoylacara,yesasonrisasuspicaz,lánguida,queestanterribleenlamuerte. Volvimos la tapa a su sitio, la atornillamos y, asegurada la puerta de hierro,emprendimoscamino,confatiga,hacialosaposentosapenasmenoslúgubresdelapartesuperiordelacasa.

Yentonces, transcurridosalgunosdíasdeamargapena, sobrevinouncambiovisibleen las características del desordenmental demi amigo. Susmaneras habituales habíandesaparecido. Descuidaba u olvidaba sus ocupaciones comunes. Erraba de aposento enaposento con paso presuroso, desigual, sin rumbo. La palidez de su semblante habíaadquirido,sieraposibletalcosa,untintemásespectral,perolaluminosidaddesusojoshabía desaparecido por completo.El tono a veces ronco de su voz ya no se oía, y unavacilacióntrémulacomoenelcolmodelterror,caracterizabaahorasupronunciación.Pormomentos, enverdad, penséque algún secretoopresivodominaba sumente agitada sindescanso, y que luchaba por conseguir valor suficiente para divulgarlo.Otras veces, encambio,meveíaobligadoareducirlotodoalasmeraseinexplicablesdivagacionesdelalocura, pues lo veía contemplar el vacío horas enteras, en actitud de profundísimaatención,comosiescucharaalgúnsonidoimaginario.Noesdeextrañarsequesuestadomeaterrara,quemeinficionara.Sentíaqueamialrededor,apasoslentosperoseguros,sedeslizabanlasextrañasinfluenciasdesussupersticionesfantásticasycontagiosas.

AlretirarmeamidormitoriolanochedelséptimouoctavodíadespuésdequeLadyMadelinefueradepositadaenlamazmorra,ysiendoyamuytarde,experimentédemaneraespecialycontodasufuerzaesossentimientos.Elsueñonoseacercabaamilechoylashoraspasabanypasaban.Luchéporracionalizar lanerviosidadquemedominaba.Tratédeconvencermedequemucho,sinotodoloquesentía,eracausadoporladesconcertanteinfluencia del lúgubre moblaje de la habitación, de los tapices oscuros y raídos que,atormentadosporelsoplodeuna tempestad incipiente,sebalanceabanespasmódicosdeaquíparaallásobrelosmurosycrujíandesagradablementealrededordelosadornosdellecho. Pero mis esfuerzos eran infructuosos. Un temblor incontenible fue invadiendogradualmentemicuerpo,yalfinseinstalósobremipropiocorazónuníncubo,elpesodeunaalarmaporcompletoinmotivada.Losacudí,jadeando,luchando,meincorporésobrelas almohadas y, mientras miraba ansiosamente en la intensa oscuridad del aposento,prestéatención—ignoroporqué,salvoquemeimpulsóunafuerzainstintiva—aciertossonidos ahogados, indefinidos, que llegaban en las pausas de la tormenta, con largosintervalos,nosédedónde.Dominadoporunintensosentimientodehorror,inexplicableperoinsoportable,mevestíaprisa(puessabíaquenoibaadormirmásdurantelanoche)e

intenté salir de la lamentable condición en que había caído, recorriendo rápidamente lahabitacióndeunextremoalotro.

Habíadadounaspocasvueltas,cuandounligeropasoenunaescaleracontiguaatrajomi atención. Reconocí entonces el paso deUsher.Un instante después llamaba con untoque suave a en la puerta y entraba con una lámpara. Su semblante tenía, como decostumbre, una palidez cadavérica, pero además había en sus ojos una especie de locahilaridad, unahysteria evidentemente reprimida en toda su actitud. Su aireme espantó,pero todoerapreferiblea lasoledadquehabíasoportado tanto tiempo,yhastaacogísupresenciaconalivio.

—¿Nolohasvisto?—dijobruscamente,despuésdeecharunamiradaasualrededor,en silencio—. ¿No lo has visto? Pues aguarda, lo verás —y diciendo esto protegiócuidadosamentelalámpara,seprecipitóaunadelasventanasylaabriódeparenparalatormenta.

Laráfagaentróconfuriatanimpetuosaqueestuvoapuntodelevantarnosdelsuelo.Era,enverdad,unanochetempestuosa,perodeunabellezasevera,extrañamentesingularensuterroryensuhermosura.Alpareceruntorbellinodesplegabasufuerzaennuestravecindad, pues había frecuentes y violentos cambios en la dirección del viento; y laexcesivadensidaddelasnubes(tanbajasqueoprimíancasilastorrecillasdelacasa)nonos impedía advertir la viviente velocidad con que acudían de todos los puntos,mezclándose unas con otras sin alejarse. Digo que aun su excesiva densidad no nosimpedíaadvertirlo,ysinembargononosllegabaniunatisbodelalunaodelasestrellas,niseveíaelbrillodeunrelámpago.Perolassuperficiesinferioresdelasgrandesmasasdeagitadovapor,asícomotodoslosobjetosterrestresquenosrodeaban,resplandecíanenlaluzextranaturaldeunaexhalacióngaseosa,apenasluminosayclaramentevisible,quesecerníasobrelacasaylaamortajaba.

—¡No debes mirar, no mirarás eso! —dije, estremeciéndome, mientras con suaveviolencia apartaba a Usher de la ventana para conducirlo a un asiento—. Estosespectáculos,queteconfunden,sonsimplesfenómenoseléctricosnadaextraños,oquizátengansuhorribleorigenenelmiasmacorruptodelestanque.Cerremosestaventana;elaire está frío y es peligroso para tu salud.Aquí tienes una de tus novelas favoritas.Yoleeréymeescucharás,yasípasaremosjuntosestanocheterrible.

ElantiguovolumenquehabíatomadoeraMadTrist,desirLauncelotCanning;perolohabíacalificadodefavoritodeUshermásportristebromaqueenserio,puespocohabíaen su prolijidad tosca, sin imaginación, que pudiera interesar a la elevada e idealespiritualidaddemiamigo.Peroeraelúnicolibroqueteníaamano,yalimentélavagaesperanza de que la excitación que en ese momento agitaba al hipocondríaco pudierahallar alivio (pues la historia de los trastornos mentales está llena de anomalíassemejantes)aunen laexageraciónde la locuraqueyo ibaa leerle.Dehaber juzgado,adecirverdad,por laextrañay tensavivacidadconqueescuchabaoparecíaescuchar laspalabrasdelahistoria,mehubierafelicitadoporeléxitodemiidea.

Había llegado a esaparte bien conocidade la historia enqueEthelred, el héroedelTrist, después de sus vanos intentos de introducirse por las buenas en la morada deleremita,procedeaentrarporlafuerza.Aquí,serecordará,laspalabrasdelrelatorsonlassiguientes:

«Y Ethelred, que era por naturaleza un corazón valeroso, y fortalecido, además,graciasalpoderdelvinoquehabíabebido,noaguardóelmomentodeparlamentarconeleremita, quien, en realidad, era de índole obstinada y maligna; mas sintiendo la lluviasobresushombros,ytemiendoelestallidodelatempestad,alzóresueltamentesumazayagolpesabrióunrápidocaminoenlastablasdelapuertaparasumanoconguantelete,y,tirandoconfuerzahaciasí,rajó,rompió,lodestrozótodoentalformaqueelruidodelamaderasecayhuecaretumbóenelbosqueylollenódealarma».

Al terminaresta frasemesobresaltéyporunmomentomedetuve,puesmepareció(aunqueenseguidaconcluíquemiexcitadaimaginaciónmehabíaengañado),meparecióque,dealgunaremotísimapartedelamansión,llegabaconfusamenteamisoídosalgoquepodíaser,porsuexactasimilitud,eleco(aunquesofocadoysordo,porcierto)delmismoruidode rotura,dedestrozoque sirLauncelot había descrito con tantodetalle.Fue, sindudaalguna,lacoincidencialoqueatrajomiatenciónpuesentreelcrujirdelosbastidoresdelasventanasylosmezcladosruidoshabitualesdelatormentacreciente,elsonidoensímismo nada tenía, a buen seguro, que pudiera interesarme o distraerme. Continué elrelato:

«PeroelbuencampeónEthelredpasólapuertayquedómuyfuriosoysorprendidoalno percibir señales delmaligno eremita y encontrar, en cambio, un dragón prodigioso,cubiertodeescamas,conlenguadefuego,sentadoenguardiadelantedeunpalaciodeoroconpisodeplata,ydelmurocolgabaunescudodebroncerelucienteconestaleyenda:

Quienentreaquí,conquistadorserá;

Quienmatealdragón,elescudoganará.

»YEthelred levantó sumaza y golpeó la cabeza del dragón, que cayó a sus pies ylanzósuapestadoalientoconunrugidotanhórridoybroncoyademástanpenetrantequeEthelredsetapódebuenaganalosoídosconlasmanosparanoescucharelhorribleruido,talcomojamássehabíaoídohastaentonces».

Aquí me detuve otra vez bruscamente, y ahora con un sentimiento de violentoasombro, pues no podía dudar de que en esta oportunidad había escuchado realmente(aunque me resultaba imposible decir de qué dirección procedía) un grito insólito, unsonido chirriante, sofocado y aparentemente lejano, pero áspero, prolongado, la exactaréplicadeloquemiimaginaciónatribuyeraalextranaturalalaridodeldragón,talcomolodescribíaelnovelista.

Oprimido, como por cierto lo estaba desde la segunda y más extraordinariacoincidencia,pormilsensacionescontradictorias,enlascualespredominabanelasombroy un extremado terror, conservé, sin embargo, suficiente presencia de ánimo para noexcitarconningunaobservación lasensibilidadnerviosademicompañero.Noeranadaseguroquehubieseadvertidolossonidosencuestión,aunquesehabíaproducidodurantelosúltimosminutosunaevidenteyextrañaalteraciónensuapariencia.Desdesuposiciónfrenteamíhabíahechogirargradualmentesusilla,demodoqueestabasentadomirandohacia la puerta de la habitación, y así sólo enparte podía ver yo sus facciones, aunquepercibíasuslabiostemblorosos,comosimurmuraranalgoinaudible.Teníalacabezacaídasobreelpecho,perosupequenoestabadormidoporlosojosmuyabiertos,fijos,quevialecharle unamirada de perfil. Elmovimiento del cuerpo contradecía también esta idea,puessemecíadeunladoaotroconunbalanceosuave,peroconstanteyuniforme.Luegodeadvertirrápidamentetodoesto,proseguíelrelatodesirLauncelot,quedecíaasí:

«Yentonceselcampeón,despuésdeescaparalaterriblefuriadeldragón,seacordódelescudodebronceydelencantamientoroto,apartóelcuerpomuertodesucaminoyavanzóvalerosamentesobreelargentadopavimentodelcastillohastadondecolgabadelmuroelescudo,elcual,entonces,noesperósullegada,sinoquecayóasuspiessobreelpisodeplatacongrandísimoyterriblefragor».

Apenas habían salido demis labios estas palabras, cuando—como si realmente unescudodebronce,enesemomento,hubieracaídocontodosupesosobreunpavimentodeplata— percibí un eco claro, profundo, metálico y resonante, aunque en aparienciasofocado. Incapaz de dominar mis nervios, me puse en pie de un salto, pero elacompasadomovimientodeUshernoseinterrumpió.Meprecipitéalsillóndondeestabasentado.Susojosmirabanfijoshaciaadelanteydominabasupersonaunarigidezpétrea.Pero, cuando posé mi mano sobre su hombro, un fuerte estremecimiento recorrió sucuerpo;unasonrisamalsanatemblóensuslabios,yviquehablabaconunmurmullobajo,apresurado,ininteligible,comosinoadvirtieramipresencia.Inclinándomesobreél,muycerca,bebí,porfin,elhorriblesignificadodesuspalabras:

—¿Nolooyes?Sí,yolooigoyloheoído.Mucho,mucho,muchotiempo…muchosminutos,muchashoras,muchosdíasloheoído,peronomeatrevía…¡Ah,compadéceme,míserodemí,desventurado! ¡Nomeatrevía…nomeatrevía ahablar! ¡La encerramosviva en la tumba! ¿No dije que mis sentidos eran agudos? Ahora te digo que oí susprimerosmovimientos,débiles,enelfondodelataúd.Losoíhacemuchos,muchosdías,ynomeatreví,¡nomeatrevíahablar!¡Yahora,estanoche,Ethelred,ja,ja!¡Lapuertarotadeleremita,yelgritodemuertedeldragón,yelestruendodelescudo!…¡Di,mejor,elruidodel ataúdal rajarse,yel chirriarde los férreosgoznesde suprisión,y sus luchasdentro de la cripta, por el pasillo abovedado, revestido de cobre! ¡Oh! ¿Adónde huiré?¿Noestaráaquípronto?¿Noseprecipitaareprocharmemiprisa?¿Noheoídosuspasosenlaescalera?¿Nodistingoelpesadoyhorriblelatidodesucorazón?¡INSENSATO!—yaquí, furioso,deunsalto,sepusodepieygritóestaspalabras,comosieneseesfuerzoentregarasualma—:¡INSENSATO!¡TEDIGOQUEESTÁDELOTROLADODELA

PUERTA!

Como si la sobrehumana energía de su voz tuviera la fuerza de un sortilegio, losenormesyantiguosbatientesqueUsher señalabaabrieron lentamente, enesemomento,suspesadasmandíbulasdeébano.Eraobradelaviolentaráfaga,peroallí,delotroladodelapuerta,ESTABAlaaltayamortajadafiguradeLadyMadelineUsher.Habíasangreensusropasblancas,yhuellasdeacerbaluchaencadapartedesudescarnadapersona.Porunmomentopermaneciótemblorosa,tambaleándoseenelumbral;luego,conunlamentosofocado, cayó pesadamente hacia adentro, sobre el cuerpo de su hermano, y en suviolenta agonía final lo arrastró al suelo, muerto, víctima de los terrores que habíaanticipado.

Deaquelaposento,deaquellamansiónhuíaterrado.Afueraseguíalatormentaentodasuiracuandomeencontrécruzandolaviejaavenida.Deprontosurgióenelsenderouna

luzextrañaymevolvíparaverdedóndepodíasalirfulgortaninsólito,pueslavastacasay sus sombrasquedaban solasamisespaldas.El resplandorveníade la luna llena, rojacomolasangre,quebrillabaahoraatravésdeaquellafisuracasi imperceptibledibujadaenzig-zagdesdeeltejadodeledificiohastalabase.Mientraslacontemplaba,lafisuraseensanchó rápidamente, pasó un furioso soplo del torbellino, todo el disco del satéliteirrumpiódeprontoantemisojosymiespírituvacilóalverdesmoronarselospoderososmuros,yhubounlargoytumultuosoclamorcomolavozdemiltorrentes,yamispieselprofundoycorrompidoestanquesecerrósombrío,silencioso,sobrelosrestosdelaCasaUsher.

U

ElcoloquiodeMonosyUna

Μέλλονταταύτα

Cosasdelfuturoinmediato.

SÓFOCLES,Antígona

na.—¿Resucitado?

Monos.—Sí, hermosa ymuy amadaUna, «resucitado».Ésta era la palabrasobre cuyo místico sentido medité tanto tiempo, rechazando la explicación

sacerdotal,hastaquelamuertemismamedevelóelsecreto.

Una.—¡Lamuerte!

Monos.—¡Dequéextrañamanera,dulceUna, repitesmispalabras!Observoque tupasovacilayquehayunajubilosainquietudentusojos.Tesientesconfundida,oprimidapor la majestuosa novedad de la vida eterna. Sí, nombré a la muerte. Y aquí… ¡cuánsingularmente suena esa palabra que antes llevaba el terror a todos los corazones, quemanchabatodoslosplaceres!

Una.—¡Ah,muerte, espectro presente en todas las fiestas! ¡Cuántas veces,Monos,nosperdimosenespeculacionessobresunaturaleza!¡Cuánmisteriosaseerguíacomounlímitealabeatitudhumana…diciéndole:«Hastaaquí,ynomás»!Aquelprofundoamorrecíproco,Monos, que ardía en nuestro pecho… ¡cuán vanamente nos jactamos, en lafelicidaddesusprimeraspalpitaciones,dequenuestrafelicidadsefortaleceríaenlasuya!¡Ay, amedidaquecrecía aumentaba tambiénennuestroscorazonesel temordeaquellahoraaciagaqueacudíaprecipitadaasepararnos!Yasí,coneltiempo,elamorsenoshizopenoso.Yelodiohubierasidounamisericordia.

Monos.—Nohablesaquídeaquellaspenas,queridaUna…¡ahoraparasiempre,parasiempremía!

Una.—Peroelrecuerdodeldolorpasado,¿noesalegríapresente?Muchotengoquedeciraúndelascosasquefueron.ArdosobretodoporconocerlosincidentesdetupasajeatravésdeloscuroValleydelaSombra.

Monos.—¿YcuándolaradianteUnapidióenvanoalgunacosaasuMonos?Todotelonarraréendetalle…Pero,¿dóndehabrádeempezarelsobrecogedorrelato?

Una.—¿Dónde?

Monos.—Sí.

Una. —Te comprendo. En la muerte hemos aprendido ambos la propensión delhombreadefinir loindefinible.Notediré,pues,quecomiencesporelmomentoenquecesótuvida,sinoenaqueltriste,tristeinstantecuando,habiéndoteabandonadolafiebre,tehundisteenunsoporsinalientonimovimientoyyotecerrélospálidospárpadosconlosapasionadosdedosdelamor.

Monos.—Permítemedeciralgo,Una,acercadelacondicióngeneraldeloshombresenaquellaépoca.Recordarásqueunoodossabiosentrenuestrosantecesores—sabiosdeverdad,aunquenogozarande laestimacióndelmundo—sehabíanatrevidoaponerendudalapropiedaddelapalabra«progreso»aplicadaalavancedenuestracivilización.Encadaunodeloscincooseissiglosqueprecedieronnuestradisolución,hubomomentosenlos cuales surgió algún intelecto vigoroso que contendía audazmente por aquellosprincipios cuya verdad parece ahora tan evidente a nuestra razón despojada de susfranquicias;principiosquedeberíanhaberenseñadoanuestrarazaasometersealaguíadelas leyes naturales, en vez de pretender dirigirlas.Muy de tiempo en tiempo aparecíanmentesgenialesqueconsiderabancadaavancede lacienciaprácticacomoun retrocesocon respecto a la verdadera utilidad. En ocasiones, la inteligencia poética —esainteligenciaque,ahoralosabemos,eralamásexcelsadetodas,puesaquellasverdadesdeimperecedera importanciaparanosotrossólopodíanseralcanzadaspor laanalogía, quehabla irrebatiblemente a la sola imaginación y que no pesa en la razón aislada—, esainteligencia poética se adelantó en ocasiones a la evolución de la vaga concepciónfilosófica y halló en lamística parábola quehabla del árbol de la ciencia y de su frutoprohibidoyletal,unclaroindiciodequeelconocimientonoerabuenoparaelhombreenesaetapaaúninfantildesualma.Yaquellospoetas,quevivieronymurierondespreciadosporlos«utilitaristas»—zafiospedantesquesearrogabanuntítuloquesólomerecíanlosdespreciadosporellos—,aquellospoetasevocarondolorosa,perosabiamente,losdíasdeantaño, cuandonuestras necesidades eran tan simples comopenetrantes nuestros gozos,días enque el regocijo era una palabra desconocida, tan profundamente solemne era lafelicidad; santos, augustos y beatos días en que los ríos azules corrían sin diques entrecolinas intactas, penetrando en las soledades de las florestas primitivas, fragantes einexploradas.

Y,sinembargo,aquellasnoblesexcepcionesalafalsareglageneralsóloservíanparareforzarlaporcontraste.¡Ay,habíamosllegadoalosmásaciagosdenuestrosaciagosdías!Elgran«movimiento»—taleralajerigonzaqueseempleaba—seguíaadelante;erauna

perturbación mórbida, tanto moral como física. El arte —en sus diversas formas—erguíasesupremo,y,unavezentronizado,encadenabaalintelectoquelohabíaelevadoalpoder.ComoelhombrenopodíadejardereconocerlamajestaddelaNaturaleza,incurríaenpuerilesentusiasmosporsucrecientedominiosobreloselementosdeaquélla.Mientrassepavoneabacomoundiosensupropia fantasía, lodominabauna imbecilidad infantil.Talcomoeradesuponerporelorigendesutrastorno,sufriólainfeccióndelossistemasyde la abstracción. Se envolvió en generalidades. Entre otras ideas extrañas, la de laigualdaduniversalganóterreno,yaunfrentealaanalogíayaDios,apesardelasclarasadvertenciasdelasleyesdegradaciónquetanvisiblementedominantodaslascosasenlatierra y en el cielo, se empeñó obstinado en lograr una democracia que imperara pordoquier.

Y,sinembargo,estemalsurgíanecesariamentedelmalprincipal,elConocimiento.Elhombrenopodíaalmismotiempoconocerysometerse.Entretanto,sealzaronenormeseinnumerablesciudadeshumeantes.Lasverdeshojassearrugabananteelardientealientode los hornos. El bello rostro de la Naturaleza se deformó como si lo arrasara algunahorrorosaenfermedad.Ypienso,dulceUna,quenuestro sentidode loquees forzadoyartificial, aunamediasdormido,podríahabernosdetenidoenesepunto.Perohabíamospreparadoelcaminodeladestrucciónalpervertirnuestrogustoomásbienaldescuidarciegamentesucultivoenlasescuelas.Puesenverdad,frenteaaquellacrisis, tansóloelgusto—esafacultadque,ocupandounasituación intermediaentreel intelectopuroyelsentido moral, jamás podía ser descuidada sin peligro— habría podido devolvernosdulcemente a la Belleza, a la Naturaleza y a la Vida, ¡ay del espíritu puramentecontemplativo y la magna intuición de Platón! ¡Ay de la μουσική, que aquel sabioconsiderabaconjusticiaeducaciónsuficienteparaelalma!¡Aydeélydeella!¡Cuandomásdesesperadamenteselosnecesitaba,másolvidadosodespreciadosestaban[6]!

Pascal,unfilósofoquetúyyoamamos,¡cuánverdaderamentehadichoquetoutnotremisonnementseréduitàcederausentiment!Ynoesimposiblequeelsentimientodelonatural,dehaberlopermitidoeltiempo,hubieserecobradosuantiguoascendientesobreladurarazónmatemáticadelasescuelas.Peroellonopudoser.Prematuramentedescarriadapor la intemperancia del conocimiento, la vejez del mundo se acentuó. La masa de lahumanidad no lo advertía, o bien, viviendo depravadamente, aunque sin felicidad,pretendíanoadvertirlo.Encuantoamí,losdocumentosdelatierramehabíanenseñadoquelasruinasmásgrandessonelpreciodelasmásaltascivilizaciones.HabíaadquiridounaprescienciadenuestrodestinoporcomparaciónconChina,lasimpleyduradera;conAsiria, la arquitecta; conEgipto, el astrólogo; conNubia,más sutilqueninguna,madreturbulenta de todas las artes. En la historia[7] de aquellas regiones atisbé un rayo delfuturo.Lasartificialidadesindividualesdelastresúltimasnombradaseranenfermedadeslocalesdelatierra,yensuscaídasindividualeshabíamosvistolaaplicaciónderemedioslocales;peroenlainfeccióngeneraldelmundoyonopodíaanticiparregeneraciónalguna,salvoenlamuerte.Paraqueelhombrenoseextinguieracomoraza,comprendíqueeranecesarioqueresucitara.

Yentonces,muyhermosaymuyamada,diariamenteenvolvimosensueñosnuestrosespíritus. Y entonces, al atardecer, discurrimos sobre los días que vendrían, cuando lasuperficiedelatierra,llenadecicatricesdelArte,despuésdesufrirlaúnicapurificación[8]queborraríasusobscenidadesrectangulares,volvieraavestirseconelverdor,lascolinasylassonrientesaguasdelParaíso,yseconvirtiera,porfin,enlamoradaconvenienteparaelhombre; para el hombre purgado por la Muerte, para el hombre en cuyo sublimadointelecto el conocimiento dejaría de ser un veneno… para el hombre redimido,regenerado,venturosoyahorainmortal,aunquematerialsiempre.

Una.—Bien recuerdo aquellas conversaciones, queridoMonos; pero la época de laígneadestrucciónnoestaba tancercanacomocreíamos,como lacorrupcióndequehashablado nos permitía con tanta seguridad creer. Los hombres vivían y luego moríanindividualmente.Tambiéntúenfermasteydescendistealatumba,yallítesiguióprontotufielUna.Yaunqueelsiglotranscurridodesdeentonces,ycuyaconclusiónnoshareunidonuevamente,no torturónuestrosadormiladossentidosconla impacienciadel tiempo,detodasmaneras,Monosmío,fueunsiglo.

Monos.—Dimásbienquefueunpuntoenelvagoinfinito.Mimuerteseprodujo,esverdad,duranteladecrepituddelatierra.Cansadomicorazónporlasangustiasquenacíande aquel tumulto y corrupción generales, sucumbí víctima de una terrible fiebre. Trasalgunos días de dolor y muchos de un delirio soñoliento colmado de éxtasis, cuyasmanifestaciones tomaste por sufrimientos sin que yo pudiera comunicarte la verdad…despuésdeunosdías,comohasdicho,meinvadióunsoporquemeprivódelalientoydelmovimiento,yaquellosquemerodeabanlollamaronMuerte.

Las palabras son cosas vagas.Mi estado nome privaba de sensibilidad. Parecíamesemejantealaquietuddeaquelque,despuésdedormirlargayprofundamente,inmóvilypostradoenundíaestival,empiezaarecobrarlentamentelaconciencia,poragotamientonaturaldesusueño,ysinqueningunaperturbaciónexteriorlodespierte.

Norespiraba.Elpulsoestabadetenido.Elcorazónhabíacesadodelatir.Lavoluntadpermanecía,peroeraimpotente.Missentidossemostrabaninsólitamenteactivos,aunquecaprichosos, usurpándose al azar sus funciones. El gusto y el olfato estabaninextricablementeconfundidos,constituyendounsolosentidoanormaleintenso.Elaguaderosasconlacualtuternurahabíahumedecidomislabioshastaelfinprovocabaenmíbellísimas fantasías florales; flores fantásticas,muchomáshermosasque las de la viejatierra, pero cuyos prototipos vemos florecer ahora en torno de nosotros. Los párpados,transparentesyexangües,noseoponíancompletamentealavisión.Comolavoluntadsehallaba suspendida, las pupilas no podían girar en las órbitas, pero veía con mayor omenor claridad todos los objetos al alcance del hemisferio visual; los rayos que caíansobrelaparteexternadelaretinaoenelángulodelojoproducíanunefectomásvívidoqueaquellosque incidíanen la superficie frontaloanterior.Empero,enelprimercaso,este efectoera tananómaloque sólo loaprehendíacomosonido—dulceodiscordante,segúnquelosobjetospresentesamiladofueranclarosuoscuros,curvosoangulosos—.Eloído,aunquemuchomássensible,noteníanadadeirregularensuacciónyapreciaba

los sonidos reales con una precisión y una sensibilidad exageradísimas. El tacto habíasufridounaalteraciónmásextraña.Recibíaconretardo las impresiones,pero las reteníapertinazmente, produciéndose siempre el más grande de los placeres físicos. Así, lapresión de tus dulces dedos sobre mis párpados, sólo reconocidos al principio por lavisión,llenaronmástardetodomiserdeunainconmensurabledeliciasensual.Sí,deunadelicia sensual. Todas mis percepciones eran puramente sensuales. Los elementosproporcionados por los sentidos al pasivo cerebro no eran elaborados en absoluto poraquellainteligenciamuerta.Pocodolorsentíaymuchoplacer;peroningúndoloroplacermorales. Así, tus desgarradores sollozos flotaban en mi oído con todas sus dolorosascadenciasyeranapreciadosporaquélencadaunadesustristesvariaciones;peroerantansólo suaves sonidos musicales; no provocaban en la extinta razón la sospecha de lasangustiasdedondenacían,yasítambiénlascopiosasycontinuaslágrimasquecaíansobremi rostro, y que para todos los asistentes eran testimonio de un corazón destrozado,estremecíandeéxtasiscadafibrademiser.YésaeralaMuerte,delacuallospresenteshablabanreverentemente,susurrando,ytú,dulceUna,entresollozosygritos.

Meprepararonparaelataúd—tresocuatrofigurassombríasqueibancontinuamentede un lado a otro—.Cuando atravesaban la línea directa demi visión, las sentía comoformas, pero al colocarse a mi lado sus imágenes me impresionaban con la idea dealaridos, gemidos y otras atroces expresiones del horror y la desesperación. Sólo tú,vestidadeblanco,pasabasmusicalmenteparamíentodasdirecciones.

Transcurrióeldíay,amedidaquelaluzsedegradaba,mesentíposeídoporunvagomalestar, una ansiedad como la que experimenta el durmiente cuando llegan a su oídoconstantes y tristes sones, lejanas y profundas campanadas solemnes, a intervalosprolongados,peroiguales,yentremezclándoseconsueñosmelancólicos.Anochecióyconla sombravinounapesada aflicción.Oprimíami cuerpocomo si pesara sobre él, y erapalpable.Oíaseasimismouna lamentación,semejanteal lejanofragorde la resaca,pero

más continuo, y que, nacido con el crepúsculo, había ganado en fuerza a medida quecrecíalaoscuridad.Depronto,lahabitaciónsellenódelucesyaquelfragorsecambióenfrecuentesestallidosdesigualesdelmismosonido,peromenoslóbregoymenosdistinto.Lapenosaopresiónquemeagobiabadisminuyómuchoy,emanandodelallamadecadalámpara—pues había varias—, fluyó hasta mis oídos un canto continuo demelodiosamonotonía.Y cuando tú, queridaUna, acercándote al lecho donde yacía yo tendido, tesentastegentilmenteamilado,perfumándomecontusdulceslabios,ylosposasteenmifrente,surgióentoncesenmipecho,trémulo,mezclándoseconlassensacionesmeramentefísicasque las circunstancias engendraban, algoque separecía al sentimiento, un sentirqueenparteaprehendí,yenparterespondíaatuprofundoamoryatutristeza;peroaquelsentir no tenía sus raíces en el inmóvil corazón, y más parecía una sombra que unarealidad; pronto se desvaneció, primero en un profundo reposo, y luego en un placerpuramentesensualcomoantes.

Y entonces, del naufragio y el caos de los sentidos usuales pareció nacer enmí unsextosentido,absolutamenteperfecto.Halléensuejerciciounaextrañadelicia,queseguíasiendo una delicia física en cuanto el entendimiento no participaba de ella. En el seranimal todo movimiento había cesado. No se estremecía ningún músculo, no vibrabaningúnnervio,nolatíaningunaarteria.Peroenmicerebroparecíahabersurgidoesoparalo cual no hay palabras que puedan dar una concepción aun borrosa a la inteligenciameramente humana. Permíteme denominarlo una pulsación pendular mental. Era laencarnaciónmoralde la ideahumanaabstractadelTiempo.Laabsolutacoordinacióndeestemovimientoodealgunoequivalentehabíareguladoloscielosdelosgloboscelestes.Porélmedíaahoralasirregularidadesdelrelojcolocadosobrelachimeneaydelosrelojesdelospresentes.Suslatidosllegabansonorosamisoídos.Lamásligeradesviacióndelamedidaexacta (yesasdesviacionesprevalecíanen todosellos)meafectabandelmismomodo que las violaciones de la verdad abstracta afectan en la tierra el sentido moral.Aunqueningunodelosrelojesenlahabitacióncoincidíaconotroenmarcarexactamentelossegundos,nomecostaba,sinembargo,retenereltonoyloserroresmomentáneosdecadauno.Yestepenetrante,perfectosentimientodeduraciónexistenteporsímismo,estesentimiento existente (como el hombre no podría haber imaginado que existiera) conindependenciadetodasucesióndeeventos,estaidea,estesextosentido,brotandodelascenizasdetodoelresto,fueelprimerevidenteyseguropasodelalmaintemporalenlosumbralesdelaEternidadtemporal.

Era ya media noche y tú seguías a mi lado. Los demás habíanse marchado de lacámara mortuoria. Descansaba yo en el ataúd. Las lámparas ardían intermitentemente,pues así me lo indicaba lo trémulo de las monótonas melodías. Súbitamente aquelloscantosperdieronclaridadyvolumen,hastacesardeltodo.Elperfumedejódeimpresionarmi olfato. Las formas no afectaban yami visión. El peso de la Tiniebla se alzó por símismodemipecho.Unchoqueapagado,comounadescargaeléctrica,recorriómicuerpoy fue seguidoporunapérdida totalde la ideadecontacto.Todoaquelloqueelhombrellamasentidossesumióenlasolaconcienciadeentidadyenelsentimientodeduraciónúnicoqueperduraba.Elcuerpomortalhabíasidoalfingolpeadoporlamanodelaletal

Corrupción.

Y, sin embargo, no toda sensibilidad se había apagado, pues la conciencia y elsentimiento remanentes cumplían algunas de sus funciones a través de una letárgicaintuición.Apreciabaelespantosocambioqueseestabaoperandoenmicarne,ytalcomoelsoñadoradvierteavoceslapresenciacorporaldeaquelqueseinclinasobresulecho,así,dulceUna,sentíayoqueaúnseguíasamilado.Ycuandollegóelsegundomediodía,tampoco dejé de tener conciencia de los movimientos que te alejaron de mi lado, meencerraronenelataúd,llevándomealacarrozafúnebre,metransportaronhastalatumba,bajándomeaella,amontonandopesadamentelatierrasobremí,dejándomeenlatinieblayenlacorrupción,entregadoamitristeysolemnesueñoencompañíadelosgusanos.

Y aquí, en la prisión que pocos secretos tiene para revelar, pasaron los días, y lassemanas, y los meses, y el alma observaba atentamente el vuelo de cada segundo,registrándolosinesfuerzo;sinesfuerzoysinobjeto.

Pasóunaño.Laconcienciadesersehabíavueltodehoraenhoramásindistinta,ylademera situación había usurpado en granmedida su puesto.La idea de entidad estabaconfundiéndose con la de lugar. El angosto espacio que rodeaba lo que había sido elcuerpoibaaserahoraelcuerpomismo.Porfin,comoocurreconfrecuenciaaldurmiente(sólo el sueño y sumundo permiten figurar laMuerte), tal como a veces ocurría en latierraalqueestabasumidoenprofundosueño,cuandoalgúnresplandor lodespertabaamedias,dejándoloemperoenvueltoenensoñaciones,así,amí,ceñidoenelabrazodelaSombra,mellegóaquellaúnica luzcapazdesobresaltarme…la luzdelAmorduradero.Los hombres acudieron a cavar en la tumba donde yacía oscuramente. Levantaron lahúmedatierra.SobreelpolvodemishuesosbajóelataúddeUna.

Yotraveztodofuevacío.Lanebulosasehabíaextinguido.Eldébilestremecimientohabíase apagado en reposo.Muchos lustros transcurrieron. El polvo tornó al polvo.Nohabíayaalimentoparaelgusano.Elsentimientodeserhabíadesaparecidoporcompletoyen su lugar, en lugar de todas las cosas, dominantes y perpetuos, reinabanautocráticamenteelLugaryelTiempo.Paraesoquenoera,paraesoquenoteníaforma,para esoqueno teníapensamiento, para esoqueno tenía sensibilidad, para esoquenoteníaalma,paraesoquenoteníamateria,paratodaesanaday,sinembargo,paratodaesainmortalidad,latumbaeratodavíaunamorada,ylascorrosivashoras,compañeras.

E

Silencio

FábulaΕυδουσινδ’όρκωνκορυφαˆτεκαˆφαράγες

Πρώονεςτεκαˆχαράδραι

(Lascrestasmontañosasduermen;losvalles,

losriscosylasgrutasestánensilencio).

ALCMAN[60(10),646]

scúchame—dijoelDemonio,apoyandolamanoenmicabeza—.LaregióndequehabloesunalúgubreregiónenLibia,aorillasdelríoZaire.Yallánohaynicalmanisilencio.

Lasaguasdelríoestánteñidasdeunmatizazafranadoyenfermizo,ynofluyenhaciaelmar, sino que palpitan por siempre bajo el ojo purpúreo del sol, con unmovimientotumultuosoyconvulsivo.Alolargodemuchasmillas,aambosladosdellegamosolechodel río, se tiende un pálido desierto de gigantescos nenúfares. Suspiran entre sí en esasoledadytiendenhaciaelcielosuslargosypálidoscuellos,mientrasinclinanaunladoyotrosuscabezassempiternas.Yunrumorindistintoselevantadeellos,comoelcorrerdelaguasubterránea.Ysuspiranentresí.

Perosureinotieneunlímite,ellímitedelaoscura,horrible,majestuosafloresta.Allí,comolasolasenlasHébridas,lamalezaseagitacontinuamente.Peroningúnvientosurcael cielo. Y los altos árboles primitivos oscilan eternamente de un lado a otro con unpotenteresonar.Ydesusaltascopassefiltran,gotaagota,rocíoseternos.Yensusraícesseretuercen,enuninquietosueño,extrañasfloresvenenosas.Yenloalto,conunagudosonido susurrante, las nubes grises corren por siempre hacia el oeste, hasta rodar encataratassobrelasígneasparedesdelhorizonte.Peroningúnvientosurcaelcielo.YenlasorillasdelríoZairenohaynicalmanisilencio.

Era de noche y llovía, y al caer era lluvia, pero después de caída era sangre.Y yoestaba en la marisma entre los altos nenúfares, y la lluvia caía en mi cabeza, y losnenúfaressuspirabanentresíenlasolemnidaddesudesolación.

Y de improviso levantose la luna a través de la fina niebla espectral y su color era

carmesí.Ymisojosseposaronenunaenormerocagrisquesealzabaalaorilladelrío,iluminadaporlaluzdelaluna.Ylarocaeragris,yespectral,yalta;ylarocaeragris.Ensufazhabíacaracteresgrabadosen lapiedra,yyoanduvepor lamarismadenenúfareshastaacercarmealaorilla,paraleerloscaracteresenlapiedra.Peronopudedescifrarlos.Ymevolvíaalamarismacuandolalunabrillóconunrojomásintenso,yalvolvermeymirarotravezhacialarocayloscaracteresviqueloscaracteresdecíanDESOLACIÓN.

Ymiré hacia arriba y en lo alto de la roca había un hombre, yme oculté entre losnenúfaresparaobservarloquehacíaaquelhombre.YelhombreeraaltoymajestuosoyestabacubiertodesdeloshombrosalospiesconlatogadelaantiguaRoma.Ysusiluetaera indistinta,perosus faccioneseran las faccionesdeunadeidad,porqueelpaliode lanoche,ylaluna,ylaniebla,yelrocío,habíandejadoaldescubiertolasfaccionesdesucara. Y su frente era alta y pensativa, y sus ojos brillaban de preocupación; y en lasescasasarrugasdesusmejillasleílasfábulasdelatristeza,delcansancio,deldisgustodelahumanidad,yelanhelodeestarsolo.

Y el hombre se sentó en la roca, apoyó la cabeza en la mano y contempló ladesolación.Miró los inquietosmatorrales,y losaltosárbolesprimitivos,ymásarribaelsusurrante cielo, y la luna carmesí. Y yo me mantuve al abrigo de los nenúfares,observando las acciones de aquel hombre. Y el hombre tembló en la soledad, pero lanochetranscurría,yélcontinuabasentadoenlaroca.

YelhombredistrajosuatencióndelcieloymiróhaciaelmelancólicoríoZaireylasamarillas, siniestrasaguasy laspálidas legionesdenenúfares.Yelhombreescuchó lossuspirosde losnenúfaresyelmurmulloquenacíadeellos.Yyomemanteníaocultoyobservabalasaccionesdeaquelhombre.Yelhombretemblóenlasoledad;perolanochetranscurríayélcontinuabasentadoenlaroca.

Entoncesmesumíenlasprofundidadesdelamarisma,vadeandoatravésdelasoledadde los nenúfares, y llamé a los hipopótamos que moran entre los pantanos en lasprofundidadesde lamarisma.Y loshipopótamosoyeronmi llamadayvinieroncon losbehemot al pie de la roca y rugieron sonora y terriblemente bajo la luna. Y yo memantenía oculto y observaba las acciones de aquel hombre. Y el hombre tembló en lasoledad;perolanochetranscurríayélcontinuabasentadoenlaroca.

Entonces maldije los elementos con la maldición del tumulto, y una espantosatempestadsecongregóenelcielo,dondeantesnohabíaviento.Yelcielosetornólívidoconlaviolenciadelatempestad,ylalluviaazotólacabezadelhombre,ylasaguasdelríose desbordaron, y el río atormentado se cubría de espuma, y los nenúfares alzabanclamores,ylaflorestasedesmoronabaanteelviento,yrodabaeltrueno,ycaíaelrayo,ylarocavacilabaensuscimientos.Yyomemanteníaocultoyobservabalasaccionesdeaquelhombre.Yelhombretemblóenlasoledad;perolanochetranscurríayélcontinuabasentado.

Entoncesmeencolericéymaldije,conlamaldicióndelsilencio,elríoylosnenúfaresyelvientoylaflorestayelcieloyeltruenoylossuspirosdelosnenúfares.Yquedaron

malditosysecallaron.Ylalunacesódetreparhaciaelcielo,yeltruenomurió,yelrayonotuvoyaluz,ylasnubessesuspendieroninmóviles,ylasaguasbajaronasunivelyseestacionaron,ylosárbolesdejarondebalancearse,ylosnenúfaresyanosuspiraronynoseoyómáselmurmulloquenacíadeellos,nilamenorsombradesonidoentodoelvastodesierto ilimitado.Ymiré loscaracteresde la roca,yhabíancambiado;y loscaracteresdecían:SILENCIO.

Y mis ojos cayeron sobre el rostro de aquel hombre, y su rostro estaba pálido. Ybruscamente alzó la cabeza, que apoyaba en lamano y, poniéndose de pie en la roca,escuchó.Peronoseoíaningunavozentodoelvastodesiertoilimitado,yloscaracteressobrelarocadecían:SILENCIO.Yelhombreseestremecióy,desviandoelrostro,huyóatodacarrera,alpuntoquecesédeverlo.

Puesbien,haymuyhermososrelatosenloslibrosdelosMagos,enlosmelancólicos

librosdelosMagos,encuadernadosenhierro.Allí,digo,hayadmirableshistoriasdelcieloyde la tierra,ydelpotentemar,yde losGeniosquegobiernanelmar,y la tierra,yelmajestuoso cielo. También había mucho saber en las palabras que pronunciaban lasSibilas,ysantas,santascosasfueronoídasantañoporlassombríashojasquetemblabanentornoaDodona.Pero,tanciertocomoqueAlávive,digoquelafábulaquemecontóelDemonio,quesesentabaamiladoalasombradelatumba,eslamásasombrosadetodas.YcuandoelDemonioconcluyósuhistoria,sedejócaer,enlacavidaddelatumbayrió.Yyonopudereírmeconél,ymemaldijoporquenoreía.YellincequeeternamentemoraenlatumbasaliódeellaysetendióalospiesdelDemonio,ylomirófijamentealacara.

H

Elescarabajodeoro

¡Hola,hola!¡Estehombrebailacomounloco!

Lohapicadolatarántula.

Todoalrevés

acemuchosañostrabéíntimaamistadconuncaballerollamadoWilliamLegrand.Descendíadeunaantiguafamiliaprotestanteyenuntiempohabíadisfrutadodegran fortuna, hasta que una serie de desgracias lo redujeron a la pobreza. Para

evitarelbochornoquesigueatalesdesastres,abandonóNuevaOrleans,laciudaddesusabuelos,yseinstalóenlaisladeSullivan,cercadeCharleston,enlaCarolinadelSur.

Estaislaesmuycuriosa.Laformacasiporcompletolaarenadelmarytieneunastresmillasdelargo.Suanchonoexcedeenningúnpuntodeuncuartodemilla.Seencuentraseparadadetierrafirmeporunarroyoapenasperceptible,queseinsinúaenunadesoladazonadejuncosylimo,residenciafavoritadelasfojas.Comocabesuponer,lavegetaciónes escasa o alcanzamuy poca altura. No se ven árboles grandes o pequeños. Hacia elextremo occidental, donde se halla el fuerte Moultrie y se alzan algunas miserablesconstruccioneshabitadasenveranoporlosquehuyendelpolvoylafiebredeCharleston,puedeadvertirse lapresenciadelerizadopalmito;pero,aexcepciónde lapuntaoesteyunafranjadeplayablancayduraenlacosta,laislaenterasehallacubiertaporunadensamaleza de arrayán, planta que tanto aprecian los horticultores de Gran Bretaña. Estearbusto alcanza con frecuencia quince o veinte pies de altura y forma un soto casiimpenetrable,alavezqueimpregnaelaireconsufragancia.

Enlasmáshondasprofundidadesdeestesoto,nolejosdelaextremidadorientalymásalejadadelaisla,Legrandhabíaconstruidounapequeñachoza,enlacualvivía,yfueallídonde, pormera coincidencia, trabé relación con él. Pronto llegamos a intimar, pues lamanera de ser de aquel exiliado inspiraba interés y estima. Descubrí que poseía unaexcelente educación y una inteligencia fuera de lo común, pero que lo dominaba lamisantropía y estaba sujeto a lamentables alternativas de entusiasmo ymelancolía. Eradueñodemuchoslibros,aunquerarasveceslosleía.Susprincipalesdiversionesconsistíanenlacazay lapesca,oenerrarpor laplayaylossotosdearrayánbuscandoconchasoejemplaresentomológicos;sucoleccióndeestosúltimoshubierasuscitado laenvidiadeunSwammerdamm.

PorloregularloacompañabaensusexcursionesunviejonegrollamadoJúpiter,quienhabíasidomanumitidopor lafamiliaLegrandantesdequeempezaransusreveses,peroquesenegó,apesardeamenazasypromesas,aabandonarloqueconsiderabasudeber,esdecir, cuidar celosamente de su jovenmassaWill. Y no es difícil que los parientes deLegrand, considerando a éste un tanto desequilibrado, hubieranhecho lo necesario parafomentaresaobstinaciónenJúpiter,afindeasegurarlavigilanciayelcuidadodeaquelerrabundo.

EnlalatituddelaisladeSullivanlosinviernossonraravezcrudos,yseconsideraqueencenderfuegoenotoñoestodounacontecimiento.Haciamediadosdeoctubrede18…hubo,sinembargo,undíanotablementefresco.Pocoantesdeponerseelsolmeabrípasoporlossotoshasta llegara lachozademiamigo,aquiennohabíavisitadodesdehacíavarias semanas; en aquel entonces vivía yo enCharleston, situado a nuevemillas de laisla,y las facilidadesde transporte eranmuchomenoresque las actuales.Al llegar a lacabañagolpeéalapuertasegúnmicostumbrey,comonoobtuvierarespuesta,busquélallavedondesabíaqueestabaescondida,abrílapuertayentré.Unmagníficofuegoardíaenelhogar.Eraaquéllaunanovedadynodesagradableporcierto.Mequitéelabrigo,meinstaléenunsillóncercadeloschispeantestroncosyesperépacientementeelregresodemishuéspedes.

Pocodespuésdeanochecidollegaronalachozaymesaludaroncongrancordialidad.Sonriendo de oreja a oreja, Júpiter se afanó en preparar algunas fojas para la cena.Legrand se hallaba en uno de sus accesos —¿qué otro nombre podía darles?— deentusiasmo.Habíaencontradounbivalvodesconocido,queconstituíaunnuevogénero,y,loqueesmás,habíaperseguidoycazadoconayudadeJúpiterunscarabæusque,ensuopinión,noeratodavíaconocido,ysobreelcualdeseabaconocermipuntodevistaalamañanasiguiente.

—¿Y por qué no esta noche misma? —pregunté, frotándome las manos ante lasllamas,mientrasmentalmenteenviabaaldemoniolaenteratribudelosscarabæi.

—¡Ah,sihubierasabidoqueustedestabaaquí!—dijoLegrand—.Perohemospasadoun tiempo sin vernos… ¿Cómo podía adivinar que vendría a visitarme justamente estanoche?Mientrasvolvía a casameencontré conel tenienteG…,del fuerte, y cometí latonteríadeprestarleelescarabajo;demaneraquehastamañanaporlamañananopodráusted verlo.Quédese a pasar la noche; Jup irá a buscarlo al amanecer. ¡Es la cosamásencantadoradelacreación!

—¿Qué?¿Elamanecer?

—¡No,hombre,no!¡Elescarabajo!Sucoloresdeorobrillante,ytieneeltamañodeunagrannuezdenogal,condosmanchasdenegroazabacheenunextremodeldorso,yotrasdos,algomásgrandes,enelotro.Lasantennæson…

—¡No tiene nada de estaño, massaWill!—interrumpió Júpiter[9]—.Ya le dijemilvecesqueelbichoesdeoro,tododeoro,cadapedazodeoro,afuerayadentro,menoslas

alas…Nuncaviunbichomáspesadoenmivida.

—Pongamosqueasísea,Jup—replicóLegrandconmayorvivacidaddeloqueamientendermerecíalacosa—.¿Esésaunarazónparaquedejesquemarselasaves?Elcolor—agregó,volviéndoseamí—seríasuficienteparaquelaopinióndeJúpiternoparecieradescabellada.Nuncasehavistounbrillometálicosemejantealqueemiten losélitros…peroyajuzgaráporustedmismomañana.Porelmomento,tratarédedarleunaideadesuforma.

Mientrasdecíaesto fuea sentarseaunamesita,dondehabíaplumay tinta,peronopapel.Buscóenuncajón,sinencontrarlo.

—Noimporta—dijoalfin—.Estoservirá.

Y extrajo del bolsillo del chaleco un pedazo de lo que me pareció un pergaminosumamentesucio,sobreelcualprocedióatrazaruntoscocroquisapluma.Mientrastantoyoseguíaenmiasientojuntoalfuego,porqueaúnmedurabaelfríodeafuera.Terminadoeldibujo,Legrandmeloalcanzósinlevantarse.Enmomentosenquelorecibíaoyoseunsonoro ladrido, mientras unas patas arañaban la puerta. Abriola Júpiter y un granterranova,propiedaddeLegrand,entróalacarrera,mesaltóaloshombrosymecubriódecaricias,retribuyendolomuchoqueyolohabíamimadoenmisanterioresvisitas.Cuandohubieron terminado sus cabriolas, miré el papel y, a decir verdad, me quedé no pocoasombradodeloquemiamigoacababadediseñar.

—¡Vaya! —dije, luego de examinarlo unos minutos—. Debo reconocer que elescarabajoesrealmenteextraño.Jamásvinadaparecidoaesteanimal…comonoseaunacalavera,alacualseasemejamásqueacualquierotracosa.

—¡Unacalavera!—repitióLegrand—.¡Oh,sí…!Enfin,nohaydudadequeeldibujopuedeteneralgúnparecidoconella.Lasdosmanchasnegrassuperioresdanlaimpresióndeojos,¿noesverdad?,ylasmásgrandesdelaparteinferiorformancomounaboca…,sincontarquelaformageneralesovalada.

—Puedeser—dije—,pero temoqueustednoseamuyartista,Legrand.Tendréqueesperaraverpersonalmenteelescarabajo,paradarmeunaideadesuaspecto.

—Tal vez—replicó él, un tanto picado—. Dibujo pasablemente… o por lo menosdebíaserasí,yaquetuvebuenosmaestros,ymejactodenoserunestúpido.

—Pues en ese caso, querido amigo, está usted bromeando —declaré—. Estorepresenta bastante bien un cráneo, y hasta me atrevería a decir que es un excelentecráneo,conformealasnocionesvulgaressobreesaregiónanatómica,ysisuescarabajoseleparece,hadeserelescarabajomásrarodelmundo.Inclusopodríamosdarorigenaunapequeñasupersticiónllenadeatractivo,aprovechandoelparecido.Meimaginoqueusteddenominaráasuinsectoscarabæuscaputhominis,oalgoparecido…Nofaltannombressemejantesenlahistorianatural.¿Perodóndeestánlasantenasdequehablabausted?

—¡Lasantenas!—exclamóLegrand,queparecíainexplicablementeacalorado—.¡No

puedeserquenodistingalasantenas!Lasdibujécontantaclaridadcomopuedevérselasenelinsectomismo,ysupongoqueconesobasta.

—Muybien,muybien—repuse—.Admitamosqueasílohayahecho,pero,detodosmodos,nolasveo.

Yletendíelpapelsinmáscomentarios,paranoexcitarlo.Mesentíasorprendidoporelgiroquehabíatomadonuestrodiálogo,yelmalhumordeLegrandmedejabaperplejo;en cuanto al croquis del insecto, estaba bien seguro de que no tenía antenas y que elconjuntomostrabamarcadísimasemejanzaconlaformageneraldeunacalavera.

Legrand tomóelpapelconaire sumamentemalhumoradoysedisponíaaestrujarlo,sindudaconintencióndearrojarloalfuego,cuandounaojeadacasualaldibujoparecióreclamar intensamente suatención.Su rostro sepusomuy rojo,parapasarunmomentomástardeaunaextremapalidez.Sinmoversededondeestabasentadosiguióescrutandoatentamenteeldibujodurantealgunossegundos.Levantoseporfiny,tomandounabujíade lamesa, fue a sentarse enun cofre situadoen el rincónmás alejadodel cuarto.Allívolvió a examinar ansiosamente el papel, dándolevueltas en todasdirecciones.Nodijonada,empero,ysuconductamedejóestupefacto,aunquejuzguéprudentenoacrecentarsu malhumor con algún comentario. Poco después extrajo su cartera del bolsillo de lachaqueta,guardócuidadosamenteelpapelymetiótodoenunpupitrequecerróconllave.Su actitud se había serenado, pero sin que le quedara nada de su primitivo entusiasmo.Parecía,contodo,másabsortoqueenfurruñado.Amedidaquetranscurríalaveladasefueperdiendomásymásensuensoñación,sinquenadadeloquedijeloarrancaradeella.Era mi intención pasar la noche en la cabaña, mas, al ver el estado de ánimo de mihuésped,juzguépreferiblemarcharme.Legrandnotratóderetenerme,pero,aldespedirsedemí,meestrechólamanoconunacordialidadaúnmásvivaquedecostumbre.

Habíatranscurridounmes,sinqueeneseintervalovolvieraaveraLegrand,cuandosusirvienteJúpitersepresentóenCharlestonparahablarconmigo.Jamáshabíavistoalviejo y excelente negro tan desanimado, y temí quemi amigo hubiese sido víctima dealgunadesgracia.

—Puesbien,Jup—ledije—,¿quéocurre?¿Cómoestátuamo?

—Adecirverdad,massa,noestátanbiencomodeberíaestar.

—¿Deveras?¡Cuánto losiento!¿Ydequésequeja?—¡Ah!¡Ésaes lacosa!Nosequejadenada…peroestámuyenfermo.

—¿Muyenfermo,Júpiter?¿Porquénomelodijisteenseguida?¿Estáencama?

—¡No,noestá!¡Noestáenningunaparte!¡Esoesloquemedamalaespina,massa!¡Estoymuy,muyinquietoporelpobremassaWill!

—Júpiter,quisieraentenderloquemeestáscontando.Dicesquetuamoestáenfermo.¿Notehaconfiadoloquetiene?

—¡Oh,massa,esinútilromperselacabeza!MassaWillnodiceloquelepasa…pero

entonces, ¿por qué anda así, de un lado a otro, con la cabeza baja y los hombroslevantados y blanco como las plumas de un ganso? ¿Y por qué está siempre haciendonúmerosymásnúmeros,y…?

—¿Quédicesquehace,Júpiter?

—Números,massa, y figuras… en una pizarra. Las figurasmás raras que he visto.Estoyempezandoaasustarme.Nolepuedosacarlosojosdeencimaniunminuto,perolomismoelotrodíasemeescapóantesdelasalidadelsolysepasóafueraeldíaentero…Yahabíacortadounbuengarroteparadarleunapalizaalavuelta,peronotuvecorajedehacerlocuandolovivolver…¡Teníaunairetantriste!

—¿Eh?¿Cómo?¡Ah,sí!Mira,Júpiter,creoquenodebesmostrartedemasiadoseveroconelpobremuchacho.Noloazotes,porquenopodríasoportarlo.Perodime,¿notienesidea de lo que le ha producido esta enfermedad, omás bien este cambio de conducta?¿Ocurrióalgodesagradabledespuésdemivisita?

—No,massa, no pasó nada desagradabledesde entonces…;Me temo que eso pasóantes…elmismodíaqueustedestuvoallá.

—¿Cómo?¿Quéquieresdecir?

—Massa…merefieroalbicho…nadamásqueeso.

—¿Elbicho?

—Sí,massa.EstoysegurodequeelbichodeorohadebidopicaramassaWillenlacabeza.

—¿Yquérazonesencuentras,Júpiter,parasemejantesuposición?

—Tienebastantespinzasparaeso,massa…ytambiénboca.Nuncaenmividaviunbichomás endiablado…Pateabaymordía todo loque encontraba cerca.MassaWill loatrapóelprimero,perotuvoquesoltarloenseguida…Seguramentefueenesemomentocuando lo picó. Tampoco a mí me gustaba la boca de ese bicho, y por nada queríaagarrarloconlosdedos…Poresoloenvolvíconunpapelqueencontré,yademáslepuseunpedacitodepapelenlaboca…Asíhice.

—¿Ypiensasrealmentequetuamofuemordidoporelescarabajo,yqueesolotieneenfermo?

—Yonopiensonada,massa…Yosé. ¿Porqué sueña tantoconoro, sinoespor lapicaduradelbichodeoro?Yoheoídohablardeesosbichosantesdeahora.

—Pero,¿cómosabesquesueñaconoro?

—¿Quecómosé,massa?Puesporquehablaensueños…poresosé.

—Enfin,Jup,puedequetengasrazón,pero…¿aquéafortunadacircunstanciadeboelhonordetuvisita?

—¿Cómo,massa?

—¿MetraesalgúnmensajedelseñorLegrand?

—No,massa.Traigoestacarta—dijoJúpiter,alcanzándomeunanotaquedecía:Querido…:

¿Por qué hace tanto tiempo que no lo veo? Supongo que no habrá cometido la tontería deofenderseporalgunapequeñabrusqueriedemiparte.Perono,esdemasiadoimprobable.

Desdelaúltimavezquenosvimoshetenidosobradosmotivosdeinquietud.Hayalgoquequierodecirle,peronosécómo,ynisiquieraestoysegurodesidebodecírselo.

Enlosúltimosdíasnomehesentidobien,yelbuenodeJupmefastidiahastamásnopoderconsusbienintencionadasatenciones.

¿Querráustedcreerlo?Elotrodíapreparóungarroteparacastigarmeporhabérmeleescapadoypasado el día solo en las colinas de tierra firme. Estoy convencido de que solamentemi rostrodemacradomesalvódeunapaliza.

Noheagregadonadanuevoamicoleccióndesdenuestroúltimoencuentro.

Si no leocasionademasiados inconvenientes, le ruegoquevengaconJúpiter.Por favor, venga.Quieroverloestanoche,porunasuntoimportante.Leaseguroqueesdelamásaltaimportancia.

Contodoafecto,

WilliamLegrand.

Había algo en el tono de la carta que me llenó de inquietud. Su estilo difería porcompleto del deLegrand. ¿En qué estaría soñando? ¿Qué nueva excentricidad se habíaposesionado de su excitable cerebro? ¿Qué asunto «de la más alta importancia» podíatenerentremanos?LasnoticiasquedeélmedabaJúpiternoaugurabannadabueno.Temíqueelcontinuopesodelinfortuniohubieraterminadopordesequilibrardeltodolarazóndemiamigo.Poreso,sinunsegundodevacilación,mepreparéparaacompañaralnegro.

Llegados al muelle vi que en el fondo del bote donde embarcaríamos había unaguadañaytrespalas,todasellasnuevas.

—¿Quésignificaesto,Jup?—pregunté.

—Eso,massa,esunaguadañaytrespalas.

—Evidentemente.Pero,¿quéhacenaquí?

—SonlaguadañaylaspalasquemassaWillmehizocomprarenlaciudad,ymalditosinohancostadounacantidaddedinero.

—Pero,dime,ennombrede todos losmisterios:¿quées loquevaahacer tumassaWillconguadañasypalas?

—Nomepregunteloquenosé,massa,peroqueeldiablomellevesimassaWillsabemásqueyo.Todoestoesporculpadelbicho.

Comprendiendo que no lograría ninguna explicación de Júpiter, cuyo pensamientoparecía absorbido por «el bicho», salté al bote e icé la vela. Aprovechando una brisafavorable,prontollegamosalapequeñacaletasituadaalnortedelfuerteMoultrie,yunacaminatadedosmillasnosdejóenlacabaña.Seríanlastresdelatardecuandollegamos.Legrandnoshabía estadoesperandoconansiosa expectativa.Estrechómimanoconunexpressement nervioso que me alarmó y me hizo temer todavía más lo que venía

sospechando.Mi amigo estaba pálido, hasta parecer un espectro, y sus profundos ojosbrillabanconunresplandoranormal.Despuésdeindagaracercadesusalud,ysinsaberquédecir,lepreguntésieltenienteG…lehabíadevueltoelescarabajo.

—¡Oh,si!—merespondió,ruborizándoseviolentamente—.Lorecuperéalamañanasiguiente.Nadapodríasepararmedeeseescarabajo.¿SabeustedqueJúpiter tenía razónacercadeél?

—¿Enquésentido?—pregunté,conunpenosopresentimiento.

—Alsuponerqueeraunescarabajodeoroverdadero.

Dijoestaspalabrasconprofundaseriedad,cosaquemeapenóindeciblemente.

—Esteinsectoestádestinadoahacermifortuna—continuómiamigoconunasonrisatriunfante—, y devolverme las posesiones demi familia. ¿Le extraña, entonces, que loconsideretanvalioso?PuestoquelaFortunahadecididoconcedérmelo,nomequedamásqueusarloadecuadamente,yasíllegaréhastaelorodelcualélesíndice.¡Júpiter,tráemeelescarabajo!

—¿Qué?¿Elbicho,massa?Prefieronotenernadaqueverconesebicho…Mejorquevayaabuscarloustedmismo.

Legrandselevantóconairegraveymetrajoelinsecto,quesehallabadepositadoenuna caja de cristal. Era un hermoso scarabæus, desconocido para los naturalistas deaquella época y sumamente precioso desde un punto de vista científico. En unaextremidaddeldorsoteníadosmanchasnegrasyredondas,yunamanchalargaenelotroextremo.Poseíaélitrosextremadamentedurosyrelucientes,contodalaaparienciadelorobruñido.Elpesodelinsectoerarealmentenotable,porlocual,todobienconsiderado,nopodíareprocharaJúpitersuopiniónalrespecto;peroqueLegrandcompartieraeseparecereramásdeloquealcanzabaaexplicarme.

—Lohemandadollamar—medijocontonograndilocuenteyapenashubeterminadodeexaminarelinsecto—paragozardesuconsejoysuayudaenelcumplimientodelasdecisionesdelDestinoydelescarabajo…

—MiqueridoLegrand—exclamé, interrumpiéndolo—, evidentementeustedno estábien,yseríamejorquetomaraalgunasprecauciones.Leruegoqueseacueste,mientrasyomequedoacompañándolounosdías,hastasucompletamejoría.Estáafiebradoy…

—Tómemeelpulso—medijo.

Asílohicey,adecirverdad,noadvertílamenorindicacióndefiebre.

—Esposibleestarenfermoynotenerfiebre—insistí—.Permítame,porestavez,sersumédico.Antetodo,vayaaacostarse.Yluego…

—Seequivocausted—dijoLegrand—.Mesientotanbiencomoesposibleestarloconlaexcitaciónquemedomina.Sirealmentedeseamibien,ayúdemeaterminarconella.

—¿Ycómoesposible?

—Muysencillamente.Júpiteryyopartimosaunaexpedicióna lascolinas,en tierrafirme,ynoshacefalta laayudadeunapersonaenquienpodamosconfiar.Ustedesesapersona.Triunfemosono,laexcitaciónqueahoramedominacesaráigualmente.

—Tengoelmayordeseodeserleútil—repuse—,pero…¿quiereusteddaraentenderqueesteinfernalescarabajoserelacionaconnuestraexpediciónalascolinas?

—Porsupuesto.

—Entonces,Legrand,notomaréparteentanabsurdaempresa.

—Losiento…losientomuchísimo…porquetendremosquearreglárnoslassolos.

—¡Solos!¡Ah,seguramenteestehombresehavueltoloco!¡Espere!¿Cuántotiempodurarásuausencia?

—Probablementetodalanoche.Saldremosenseguiday,paseloquepase,estaremosdevueltaalasalidadelsol.

—¿Me promete usted, por su honor que una vez acabado este capricho suyo, yliquidadoelasuntodel insecto (¡santoDios!),volveráacasayseguiráalpiede la letramisprescripcionesylasdesumédico?

—Sí,loprometo.Yahoravámonos,porquenohaytiempoqueperder.

Profundamente deprimido, acompañé a mi amigo. A eso de las cuatro, Legrand,Júpiteryyonospusimosenmarcha, llevandotambiénalperro.Júpiterseencargódelaguadañaylaspalaseinsistióenacarrearcontodo,creoquemáspormiedodequealgunode esos implementos quedara en manos de su amo que por exceso de complacencia.Estabamuymalhumorado,y«malditobicho»fueronlasúnicaspalabrasquebrotarondesus labios durante todo el viaje. Por mi parte, me habían confiado un par de linternassordas,mientrasLegrandsecontentabaconelescarabajo,quehabíaatadoalextremodeunhiloyhaciagirarasualrededormientrasandaba,conairedeprestidigitador.Cuandoreparéenestaúltimayclarapruebadelademenciademiamigo,apenaspudecontenerlaslágrimas. Me pareció, sin embargo, preferible seguirle la corriente, al menos por elmomento, hasta que pudiese adoptar medidas más enérgicas con garantías de buenresultado. Inútilmente tratéde sondearlo sobre lospropósitosde laexpedición.Unavezquehubo logradoconvencermedeque lo acompañara, noparecíadispuesto amantenerconversación sobre ningún tema menudo, y a todas mis preguntas respondíainvariablemente:«¡Yaveremos!».

Pormediodeunesquifecruzamoselarroyoenlapuntadela islay,remontandolasonduladas colinas de la orilla opuesta, nos encaminamos hacia el noroeste, atravesandounaregióntansalvajecomodesolada,dondeeraimposibledescubrir lamenorhuelladepiehumano.Legrandrompíalamarchacongrandecisión,deteniéndoseaquíyalláparaconsultar ciertas indicaciones en el terreno, que supuse había hecho él mismo en unaocasiónanterior.

Deestamaneraavanzamosduranteunasdoshoras,yelsolseponíacuandoentramos

enunazonamuchísimomásdesoladade loquehabíamosvistohastaentonces.Eraunaespeciedemeseta,cercadelacimadeunmontecasiinaccesible,cuyasladerasaparecíandensamentearboladasysembradasdeenormespeñascosquedabanlaimpresióndeestarsueltosenelsuelo,ya losquesóloelsoportede los troncos impedía rodara losvallesinferiores.Profundosprecipiciosendistintasdireccionesdabanaaquelescenariounairetodavíamásgrandedesolemnidad.

Laplataformanaturala laquehabíamostrepadoestabacubiertadeespesaszarzas,através de las cuales hubiera sido imposible pasar de no tener con nosotros la guadaña.Bajo las órdenes de su amo, Júpiter empezó a abrir un camino en dirección a ungigantesco tulípero, que se alzaba allí en unión de unos ocho o diez robles,sobrepasándolosatodos(comohubierasobrepasadoacualquierotroárbol)porlabellezadesufollaje,suforma,laenormeextensióndelasramasysumajestuosaapariencia.

Unavez llegadosalpiedel tulípero,Legrandsevolvióa Júpitery lepreguntósi seanimaba a trepar a la copa. El buen viejo se quedó un tanto aturdido y no contestó alprincipio. Acercose por fin al enorme árbol, dio lentamente la vuelta, examinándolominuciosamente.Terminadoelescrutinio,selimitóadecir:

—Sí,massa.Júpiterpuedetreparseacualquierárboldelmundo.

—Pues arriba entonces, y lo antes posible, porque está oscureciendo y pronto noveremosnada.

—¿Cuántotengoquesubir,massa?—inquirióJúpiter.

—Empieza por el tronco, y ya te diré qué camino tienes que tomar… ¡Espera unmomento!Llévateelescarabajocontigo.

—¿El bicho,massaWill? ¿El bichode oro?—gritó el negro—. ¿Que trepe con él?¡Malditosilohago…!

—Sitienesmiedo,Jup,unnegrotangrandeyfuertecomotú,dellevarenlamanounpequeñoescarabajomuertoe inofensivo…¡Mira,sipuedes tenerlode lapuntadelhilo!De todasmaneras, si no subes con él en una forma u otrame veré en la necesidad derompertelacabezaconestapala.

—¿Por qué se pone así, massa? —se quejó Jup, evidentemente avergonzado ydispuestoasometerse—.¡Siempreandabuscandocamorraasupobrenegro!Sisolamentebromeaba…¿Yotenermiedodelbicho?¿Quémeimportaamíelbicho?

Y tomando con todo cuidado el extremo del hilo, para mantener al insecto lo másalejadoposibledesupersona,sedispusoatreparalárbol.

Eltulípero—LiliodendronTulipiferum—,elmásmagníficodelosárbolesamericanos,tiene cuandoes jovenun troncoparticularmente liso, que con frecuencia se alza agranalturasinningunaramalateral;peroalenvejecerlacortezasevuelveirregularynudosa,ala vez que surgen en el tronco diversas ramas cortas. Por eso, en el presente caso, ladificultaddetrepareramásaparentequereal.Abrazandocomomejorpodía,conbrazosy

rodillas, el enorme cilindro, buscando con lasmanos algunas saliencias y apoyando enotrassuspiesdescalzos,Júpiterlogróencaramarse,porfin,hastalaprimerabifurcación,después de estar a punto de caerse una o dos veces, y pareció considerar que su tareaterminabaallí.Enrealidad,elpeligromayordelaempresahabíapasado,aunqueelpeligrosehallabaaunossesentaosetentapiesdealtura.

—¿Paradóndetengoqueirahora,massaWill?—preguntó.

—Siguelaramamásgruesa…ladeestelado—indicóLegrand.

Elnegroleobedecióprontamentey,alparecer,conpocotrabajo;trepócadavezmásalto,hastaquedejamosdeversufigurarampanteentreeldensofollajequelaenvolvía.Perosuvoznotardóenllegarnosdesdeloalto:

—¿Cuántomástengoquesubir?

—¿Aquéalturaestás?—preguntóLegrand.

—Tanalto,tanalto,quepuedoverelcieloentrelashojasdelárbol.

—Noteocupesdelcielo,peroescuchabienloquetedigo.Mirahaciaabajoycuentalasramasquehaydebajodeti,deestelado.¿Cuántasramaspasaste?

—Una,dos,tres,cuatro,cinco…Pasécincograndesramas,massa,deestelado.

—Entoncessubeunamás.

Pocos minutos más tarde oímos otra vez la voz de Júpiter, anunciando que habíallegadoalaséptimarama.

—¡Ahoraescucha,Jup!—gritóLegrand,evidentementemuyexcitado—.Quieroqueavanceslomásquepuedasporesarama.Sivesalgoraro,avísame.

A esta altura, las pocas dudas que aún podía tener sobre la demencia demi pobreamigo se habían disipado.Noquedaba otro remedio que declararlo insano, y empecé apreocuparmeseriamentesobre la formade llevarloacasa.Mientras reflexionabaseoyónuevamentelavozdeJúpiter:

—Tengomuchomiedodeseguirporestarama…Esunaramamuerta,massa.

—¿Dijistequeesunaramamuerta,Júpiter?—gritóLegrandconvoztemblorosa.

—Sí,massa,muertaybienmuerta…Terminadaparasiempre,lapobre…

—En nombre del cielo, ¿qué voy a hacer?—exclamó Legrand, sumido en la másgrandedesesperación.

—¿Qué va a hacer?—dije, aprovechando la posibilidad de intercalar una frase—.¡Pues… volver a casa y acostarse! ¡Vamos, ahora mismo! Se está haciendo tarde y,además,noseolvidedesupromesa.

—¡Júpiter!—gritóél,sinprestarmelamenoratención—.¿Meoyes?

—Sí,massaWill,looigomuybien.

—Pruebalamaderacontucuchilloyfíjatesiestámuypodrida.

—Estápodrida,massa, eso es seguro—repuso el negrodespuésdeunmomento—.Peronotanpodridaquenopuedaaventurarmeunpoquitínmásporlarama,sivoysolo.

—¡Sivassolo!¿Quéquieresdecir?

—Quierodecirelbichodeoro.Esunbichomuypesado.Pongamosquelodejocaer,yentonceslaramaaguantarámuybienelpasodeunnegrosólo.

—¡Maldito bribón! —gritó Legrand, que parecía muy aliviado—. ¿Qué clase dedisparates estás diciendo? ¡Si llegas a soltar ese escarabajo te retuerzo el pescuezo!¡Júpiter!¿Meoyes?

—Sí,massa,nohayquehablardeesemodoaunpobrenegro.

—¡Bueno,escucha!Siteaventuraslomásquepuedasporlaramaynodejascaerelinsecto,tanprontohayasbajadoteregalaréundólardeplata.

—¡Yaestoyandando,massaWill!—replicóelnegrocongranprontitud—.¡Yalleguécasialapunta!

—¡Casia lapunta!—aullóLegrand—.¿Quieresdecirqueestás en lapuntade esarama?

—Prontovoyallegar,massa…¡Ooooh…!¡Diosmeproteja…!¿Quéesestoquehayenelárbol?

—¡Ybien!—gritóLegrand,enelcolmodeljúbilo—.¿Quéesloquehay?

—¡Es…esunacalavera!Alguiendejósucabezaenelárbolyloscuervossecomierontodalacarne.

—¿Unacalavera,dices?¡Perfecto!¿Cómoestásujetaalarama?

—Voy a ver,massa…Pues esmuy curioso, sí, señor;muy curioso…Hay un granclavoenlacalavera,quelatienesujetaalárbol.

—Bueno,Júpiter,ahorahazexactamenteloquevoyadecirte.¿Meoyes?

—Sí,massa.

—Prestaatenciónentonces.Primerobuscaelojoizquierdodelcráneo.

—¡Hum…!¡Vaya…!¡Estosíqueescurioso!¡Notieneojoizquierdo!

—¡Malditaseatuestupidez!¡Elagujerodondeestabaelojo!¡Oye!¿Sabesdistinguirtumanoderechadelaizquierda?

—¡Oh,sí,massa!Losémuybien.Lamanoizquierdaeslaqueusoparahacharlaleña.

—Perfecto: ya sé que eres zurdo. Pues tu ojo izquierdo está delmismo lado que tumanoizquierda.Supongoqueahorasabrásencontrarelojoizquierdodelcráneooelsitiodondeestuvoelojo.¿Yalotienes?

Siguióunalargapausa,trasdelacualdijo,porfin,elnegro:

—¿Elojo izquierdode lacalaveraestádelmismo ladoque lamano izquierdade lacalavera?Perolacalaveranotienemanoizquierda…¡Bueno,noimporta!Yatengoelojoizquierdo…¡Aquíestá!¿Quéhagoahora?

—Pasa el escarabajo por él y déjalo caer hasta donde alcance el hilo… pero tencuidadodenosoltarelextremo.

—¡Yaestá,massaWill!Esmuyfácilpasarelbichoporelagujero.¡Mírelocómobaja!

Durante este diálogo no podía verse porción alguna de Júpiter; pero ahora, aldescender, el escarabajo apareció en el extremodel hilo y brilló comounglobodeoropurobajolosúltimosrayosdelsolponiente,queaúnalcanzabanailuminarlaeminenciadondeestábamos.Elescarabajocolgabapordebajodelniveldelasramasy,siJúpiterlohubiesesoltado,habríacaídoanuestrospies.Legrandseapoderóalpuntodelaguadañaydespejóunespaciocirculardeunastresocuatroyardasdediámetro,exactamentedebajodelinsecto,hechoesto,ordenóaJúpiterquesoltaraelhiloyquebajaradelárbol.

Clavando con todo cuidado una estaca en el suelo, exactamente en el lugar dondehabíacaídoelescarabajo,miamigoextrajodelbolsillounacintamétrica.Fijóunextremodelapartedel troncodelárbolmáscercanaa laestacay ladesenrollóhastaalcanzarelpunto donde estaba ésta; siguió luego desenrollando la cinta, siguiendo la dirección yaestablecida por los dos puntos, hasta una distancia de cincuenta pies, mientras Júpiterlimpiabadezarzasel lugarconayudade laguadaña.Enel sitioasíalcanzado,Legrandfijó otra clavija y, tomándola por centro, trazó un tosco círculo de unos cuatro pies dediámetro.Empuñandounapalaydándonoslasotrassepusoacavarcontodalarapidezposible.

A decir verdad, jamás he tenidomucha inclinación hacia semejante tarea, y en estecasohabría renunciado congusto a ella, porque la noche se acercabay la caminatamehabía fatigado mucho. Pero no había escapatoria y temí turbar con mi negativa laserenidad de mi amigo. Si hubiera podido contar con la ayuda de Júpiter no habríavacilado en arrastrar por la fuerza al lunático y devolverlo a su casa; pero conocíademasiadobien lamanerade serdelviejonegroparaesperarque sepusieraami lado,bajocualesquieracircunstancias,enunaluchapersonalcontrasuamo.Nocabíadudadequeéstesehabíadejadoatraparporunadelasinnumerablessupersticionessureñasacercade tesoros enterrados, y que su fantasía se había exacerbado con el hallazgo delescarabajo,oquizáporlaobstinacióndeJúpiteralsostenerquesetratabade«unbichodeoroverdadero».Unamentecontendenciaa la insaniaestáprontaadejarsearrastrarporsemejantes sugestiones —especialmente si coinciden con ideas preconcebidas—. Meacordétambiéndelafrasedelpobrehombreacercadequeelinsectosería«elíndicedesufortuna».Mesentíaprofundamenteafectadoyperplejo,perodecidífinalmentetomarlascosas lo mejor posible, cavar con mi mejor voluntad y convencer lo antes posible alvisionario,porcomprobaciónocular,delafalaciadesusensueños.

Unavezencendidaslaslinternas,nospusimosatrabajarconuntesóndignodemotivo

másracional;yamedidaquelaluzcaíasobreunouotro,nopodíadejardepensarenelpintoresco grupo que formábamos y cuan extrañas y sospechosas habrían parecidonuestrasactividadesacualquierintrusoquepasaraporcasualidadcercadeallí.

Durante dos horas cavamos de firme. No hablábamos gran cosa y nuestra mayorpreocupación eran los ladridos del perro, que se mostraba sumamente interesado pornuestrotrabajo.Alalargasevolviótanfastidioso,quetemimosdieselaalarmaaquienesvagaranporlasinmediaciones;aunque,enrealidad,eraLegrandquienseinquietabamás,pues yome hubiera sentido bien contento de cualquier interrupción queme ayudase ahacervolveramiamigoasucasa. Júpiterseencargófinalmentedeacallarelestrépito;saliendodelpozoconairedegranresolución,convirtióenbozalsustirantes,y,luegodecerrarasílabocadelanimal,volvióconunagravesonrisaasutrabajo.

Terminadas las dos horas, estábamos ya a una profundidad de cinco pies, sin queaparecieralamenorseñaldetesoro.Siguióunmomentodedescansoycomencéaesperarquelafarsa terminaríaallí.Legrand,sinembargo,aunqueevidentementedesconcertado,sesecólafrenteconairepensativoyreanudóeltrabajo.Habíamosexcavadoporcompletoelcírculodecuatropiesdediámetro;ampliamosunpocomásellímiteyahondamosotrosdos pies. Nada apareció. El buscador de oro, queme inspiraba lamás sincera lástima,saltó,porfin,delpozoconlamásamargadecepciónimpresaencadaunodesusrasgosycomenzólentamenteaponerselachaquetaquesehabíaquitadoaliniciarsulabor.Yonohicelamenorobservación.Aunaseñaldesuamo,Júpiterrecogiólosutensilios.Hechoesto,yluegodequitarelbozalalperro,iniciamosenprofundosilencioelregresoacasa.

Habríamos caminado apenas unos doce pasos, cuando Legrand soltó un juramento,corrióhaciaJúpiterylosujetóporelcuello.Elestupefactonegroabrióenormementelosojosylaboca,soltólaspalasysepusoderodillas.

—¡Tunante!—gritóLegrand, haciendo silbar la palabra entre sus dientes—. ¡Negroinfernal, maldito pícaro! ¡Habla, te digo! ¡Contéstame ahora mismo y, sobre todo, novayasasoltarunembuste!¿Cuál…cuálestuojoizquierdo?

—¡Oh,Diosmío,massaWill…!¿Noes éstemiojo izquierdo?—clamóel aterradoJúpiter, tapándose con la mano el ojo derecho y manteniéndola allí con desesperadaobstinación,comositemieraquesuamofueseaarrancárselo.

—¡Me lo imaginé! ¡Pero, claro! ¡Hurra! —vociferó Legrand, soltando al negro yejecutandounaseriedecabriolasysaltos,connopocoasombrodesucriado,quien,yadepie,nosmirabaunayotravezalternativamente.

—¡Vamos!¡Volvamosallá!—dijoLegrand—.¡Lacazanohaterminado!

Yseencaminóresueltamenteendirecciónaltulípero.

—Júpiter, ven aquí—ordenó cuando llegamos al pie del árbol—.Dime, ¿estaba elcráneoclavadoalaramaconlacaraparaafueraoconlacaracontralarama?

—Conlacaraparaafuera,massa,paraqueloscuervospudieranllegarlealosojossin

ningúntrabajo.

—Muybien.¿Yfueporesteojooporesteotroquedejastepasarelescarabajo?—insistióLegrand,tocandoalternativamentelosojosdeJúpiter.

—Poréste,massa…porelizquierdo…comoustedmemandó—ydenuevoelnegrosetocabaelojoderecho.

—Bueno,bastaconeso.Hayquerecomenzar.

Ymiamigo,encuyalocurayoveíaahoraomeimaginabaqueveíaciertosindiciosdemétodo, retiró la estaca que señalaba el lugar donde había caído el escarabajo y la fijóunastrespulgadashaciaeloestedesuanteriorposición.Colocandolacintamétricacomoantes,apartirdelpuntomáspróximodeltroncodelárbolhastalaestaca,continuólalíneahastaunadistanciadecincuentapies,señalandoallíunlugarquequedabaavariasyardasdedistanciadelsitiodondehabíamosestadocavando.

Legrandtrazóuncírculoen tornoaestenuevopunto,haciéndoloalgomayorqueelanterior,yotraveznospusimosatrabajarconlaspalas.Yoestabaterriblementecansado;pero, sin darme cuenta de lo que había alterado el curso demis pensamientos, dejé desentir aversión por la labor que me imponían. Inexplicablemente me sentía lleno deinterés…deexcitación.QuizáhubieraalgoenlaextravaganteconductadeLegrand,algodepremoniciónodeseguridad,quemeimpresionaba.Cavétesoneramenteymásdeunavez me sorprendí pensando—con algo que tenía mucho de esperanza— en el tesoroimaginariocuyavisiónhabíaenloquecidoamiinfortunadocompañero.Enelmomentoenqueesasfantasíasmedominabanconmayorviolencia,ycuandollevábamosmásdeunahora trabajando, losviolentos ladridosdelperrovolvierona interrumpirnos.Laprimeravezsuconductahabíanacidodeuncaprichosodeseodejugar,peroahoraadvertimosensus ladridos un tono de profunda inquietud. Cuando Júpiter trató de embozalarlonuevamente opusouna furiosa resistencia y, saltando al agujero, cavó frenéticamente latierra con sus patas. Segundos más tarde ponía en descubierto una masa de huesoshumanos que formaban dos esqueletos completos, entre los cuales se advertían variosbotonesmetálicosyaparentesrestosdelanapodrida.Unoodosgolpesdepalasacaronala superficie un ancho cuchillo español; seguimos cavando y descubrimos tres o cuatromonedasdeoroydeplata.

Alavistadeestasúltimas,laalegríadeJúpiterpudoapenascontenerse,peroelrostrodesuamoexpresólamásprofundadecepción.Nospidió,sinembargo,quesiguiéramoscavandoy, apenas había pronunciado las palabras, cuando tropecé y caí hacia adelante,enganchadalapuntademibotaenungrananillodehierroqueyacíasemienterradoenlatierraremovida.

Reanudamos el trabajo con renovado ardor y jamás viví diez minutos de mayorexcitación.Nosbastóese tiempoparadesenterraramediasuncofreoblongodemaderaque, a juzgar por su perfecto estado de conservación y dureza de sumaterial, debía dehabersufridoalgúnprocesodemineralización—probablementeconayudadelbiclorurodemercurio—.Lacajateníatrespiesymediodelargo,tresdeanchoydosymediode

profundidad.Estabafirmementeaseguradaporbandasremachadasdehierroforjado,quehacíanunaespeciedeenrejadosobretodoelcofre.Acadalado,cercadelapartesuperior,se veían tres anillos de hierro, seis en total, mediante los cuales el cofre podía sercómodamentetransportadoporotrostantoshombres.Nuestrosesfuerzoscombinadossólosirvieron para mover ligeramente el cofre en su lecho de tierra. Inmediatamentecomprendimos la imposibilidaddemoversemejantepeso.Por fortuna, la tapanoestabasujeta más que por dos pasadores. Los corrimos temblando, jadeando de ansiedad. Uninstantemástardebrillabaantenosotrosuntesorodeincalculablevalor.Losrayosdelalinternacayeronsobreél,haciendobrotardeunconfusomontóndeoroyplatafulgoresyreflejosqueliteralmentenoscegaron.

Nopretenderédescribirlossentimientosquemedominaronalcontemplaraquello.Laestupefacción,claroestá,predominaba.Legrandparecíaagotadoporlaexcitaciónysólohablóunaspocaspalabras.Durantealgunosminutos,elrostrodeJúpitersepusotodolopálidoque lanaturalezapermitea lacaradeunnegro.Parecíaatónito, fulminado.Peroprontocayóderodillasenelpozoy,hundiendolosdesnudosbrazoshastaloscodoseneloro, los dejó así como si estuviera gozandode las delicias de un baño.Por fin, con unsuspiro,exclamócomosihablaraconsigomismo:

—¡Ytodoestovienedelbichodeoro!¡Delpreciosobichodeoro,delpobrebichodeoro, que yo traté con tanta brutalidad! ¿No estás avergonzado de ti mismo, negro?¡Contesta!

Fuenecesario,finalmente,quehicieranotaraamoycriadolanecesidaddetransportarel tesoro.Ya era tarde y no poco trabajo tendríamos hasta haber depositado todo en lacabaña antes del amanecer.Resultaba difícil decidir elmejor procedimiento, y pasamoslargoratodeliberando;tanconfusaserannuestrasideas.Porfin,retiramosdosterciosdelcontenidodelcofreycongrantrabajopudimoslevantarloalasuperficie.Losobjetosquehabíamosretiradofuerondepositadosentrelaszarzasydejamosalperroqueloscuidara,conórdenesestrictasdeJúpiterdequenosemovieraparanadadellugarniabrieralabocahastanuestroregreso.Llevandoelcofre,emprendimosapresuradamenteelretornoacasa,adondellegamossanosysalvos,aunqueagotados,alaunadelamañana.Exhaustoscomoestábamos, era humanamente imposible proseguir. Descansamos, pues, hasta las dos ycenamos,paravolverinmediatamentealascolinasprovistosdetressólidossacosqueporfortuna había en la cabaña. Llegamos al pozo poco antes de las cuatro, dividimos elremanente del botín entre los tres y, sin tapar el pozo, retornamos a casa, adonde

arribamos con nuestras áureas cargas en momentos en que las primeras luces del albacomenzabanaasomarenelestesobrelascimasdelosárboles.

Estábamoscompletamenteagotados,perolaintensaexcitaciónquenosdominabanonos permitía descansar. Luego de un sueño intranquilo de tres o cuatro horas noslevantamoscomodecomúnacuerdoparaexaminarnuestrotesoro.

Elcofrehabíaestadollenohastalosbordes,ypasamostodoeldíaygranpartedelanochesiguientehaciendoelinventariodesucontenido.Nohabíaenéllamenorseñaldeorden. Las cosas estaban mezcladas y revueltas. Luego de separarlas con cuidado,descubrimosqueéramosdueñosdeunafortunaaúnmayordeloquehabíamossupuesto.Nadamás que enmonedas su valor excedía de cuatrocientos cincuentamil dólares—calculandolomejorposibleelvalordelasmonedasconarregloalastablasdelaépoca—.Nohabíaunasolapartículadeplata.Todoeraoro,deantiguadataygranvariedad,dinerofrancés,españolyalemán,juntoconunaspocasguineasinglesasyalgunasfichas,delascualesnuncahabíamosvistoningúnejemplar.Descubrimosvariasmonedas tangrandescomo pesadas, pero las inscripciones eran indescifrables por el uso. No encontramosmonedasamericanas.

Más difícil era calcular el valor de las joyas. Los diamantes (algunos de ellosextraordinariamente grandes y hermosos) sumaban en total ciento diez, sin que hubieraunosolopequeño;dieciochorubíesdenotabletransparencia;trescientasdiezesmeraldas,todasmuyhermosas;veintiúnzafirosyunópalo.Laspiedrashabíansidoarrancadasdesumontura y arrojadas enmontón al cofre. Encontramos también lasmonturasmezcladasconelrestodeloro;parecíanhabersidoaplastadasamartillazos,afindeimpedirqueselas identificara. Aparte de esto había cantidad de joyas y objetos de oro macizo: casidoscientosanillosyaros,ricascadenas—unastreinta,sirecuerdobien—,ochentaytresgrandesypesadoscrucifijos,ycincoincensariosdegranvalor;unaprodigiosacopaparapunch,ornamentadaconpámpanosricamentecincelados,yfigurasbáquicas;dospuñosdeespadaexquisitamentetrabajados,ymultituddeobjetosmáspequeñosquenorecuerdo.Elpeso total de estas joyas pasaba de trescientas cincuenta libras, y en este cálculo no hecontado ciento noventa y siete magníficos relojes de oro, de los cuales tres valíanquinientosdólarescadauno.Muchoseranantiquísimosysinvalorcomorelojes,yaquelamáquinahabíasufridoporlacorrosión,perotodosestabanricamenteornadosdepedreríasy teníanestuchesdegrandísimovalor.Aquellanochecalculamosqueel contenido totaldel cofre valía un millón y medio de dólares; pero, cuando más tarde procedimos aliquidar los dijes y las joyas (guardando unas pocas para nuestro uso personal),descubrimosquelashabíamosestimadomuypordebajodelarealidad.

Cuando acabó, por fin, nuestro inventario y la intensa exaltación del momentodisminuyóuntanto,Legrandadvirtióqueyomemoríadeimpacienciaporlasolucióndetanextraordinarioenigmayprocedióaproporcionarmetodoslosdetallesvinculadosconelmismo.

—Recordaráusted—empezó—lanocheenquelealcancéeltoscodibujoqueacababa

de hacer del scarabæus. También recordará queme chocómuchísimo su insistencia enquemidiseñohacíapensar enunacalavera.Laprimeravezqueme lodijocreíque seestaba burlando, pero luego recordé las curiosas manchas en el dorso del insecto yreconocíquesuobservaciónteníaalgúnfundamento.Noobstante,susreferenciasirónicasamisaptitudesgráficasmeirritaron,yaquesemeconsiderabaunbuenartista;poreso,cuandomedevolvióeltrozodepergamino,medispuseaarrugarloytirarloalfuego.

—Serefiereustedaltrozodepapel—dije.

—No.Separecíabastantealpapelyporunmomentocreíqueloera,perocuandomepuse a dibujar descubrí que se trataba de un trozo de pergamino sumamente delgado.Recordará usted que estaba muy sucio. Pues bien, iba a estrujarlo, cuando mis ojoscayeron sobre el croquis que usted había estado mirando, y puede imaginarse miestupefacción al advertir que, verdaderamente, en el lugar donde yo había trazado eldiseñodelescarabajohabíaunacalavera.Porunmomentomequedétansorprendidoquenopudepensardistintamente.Sabíamuybienquemidibujodiferíaporcompletodeaquélensusdetalles,aunque,enlíneasgenerales,hubieraciertasemejanza.Tomandounabujíamefuialotroextremodelsalónparaestudiardecercaelpergamino.Alvolverlovienélmicroquis,talcomolohabíahecho.Miprimeraideafuepensarenlocuriosodeaquellasimilaridad de diseño, en la extraña coincidencia de que, sin saber, del otro lado delpergamino hubiese un cráneo exactamente debajo de mi croquis del escarabajo, y quedicho cráneo se le parecía tanto en la figura como en el tamaño. Admito que lasingularidad de esta coincidenciame dejó completamente estupefacto por unmomento.Tal es el efecto usual de las coincidencias. La inteligencia lucha por establecer unaconexión, un enlace de causa y efecto, y, al no conseguirlo, queda momentáneamentecomoparalizada.Pero,alrecobrarmedelestupor,gradualmenteempezóasurgirenmíunanociónquemesorprendiótodavíamásquelacoincidencia.Comencéarecordarpositivayclaramentequeenelpergaminonohabíaningúndibujocuandotrazaraeldelescarabajo.Estaba completamente seguro, porque me acordaba de haberlo vuelto en uno y otrosentido, buscando la parte más limpia. Si el cráneo hubiese estado allí, no podíahabérsemeescapado.Indudablementeestabaenpresenciadeunmisterioquemeresultabaimposibleexplicar;pero, inclusoenaquelmomento,meparecióqueen lomáshondoysecretodemiinteligenciaseiluminabaalgoasícomounaluciérnagamental,unanocióndeesaverdadquenuestraaventuradeanochedemostrótanmagníficamente.Melevantéenseguiday,guardandoelpergaminoenlugarseguro,dejétodaslasreflexionesparaelmomentoenquemequedarasolo.

»Una vez que usted se hubomarchado y Júpiter dormía profundamente,me puse ainvestigarelasuntoconmayormétodo.Enprimer términoconsideré la formaenqueelpergaminohabíallegadoamismanos.Ellugardondeencontramoselescarabajoquedaenlacostadelcontinente,aproximadamenteunamillaalestedelaislayapocadistanciadelniveldelamareaalta.Cuandoloatrapé,memordióconfuerza,obligándomeasoltarlo.Júpiter,procediendoconsuprudenciaacostumbrada,miróalrededorenbuscadeunahojaodealgoquelepermitieraapoderarseconseguridaddelinsecto,quehabíavoladoensu

dirección.Fueentoncescuandosusojosylosmíoscayeronsobreeltrozodepergamino,queenelmomentomepareciópapel.Aparecíaenterradoamediasenlaarenaysólounapuntasobresalía.Cercadellugardondeloencontramosreparéenlosrestosdelaquilladeunaembarcaciónquedebióserlachalupadeunbarco.Aquellosrestosdabanlaimpresióndehallarseallídesdehacíamucho,porqueapenaspodíareconocerselaformaprimitivadelasmaderas.

»Júpiter recogió el pergamino, envolvió en él el escarabajo yme lo dio. PocomástardedesandamoselcaminoymeencontréconeltenienteG…Almostrarleelinsectomepidió que se lo prestara para llevarlo al fuerte. Acepté, y se lo puso en el bolsillo delchaleco,sinelpergaminoenquehabíaestadoenvueltoyqueyoconservabaenlamanodurantelainspección.Quizáeltenientetemióqueyocambiaradeopiniónypensóqueerapreferible asegurarse en seguida…Ya sabe usted cuán entusiasta es en todo lo que serefierealahistorianatural.Almismotiempo,ysintenerideadeloquehacía,yodebídeguardarmeelpergaminoenelbolsillo.

»Recordará usted que, cuando me senté a la mesa con intención de dibujarle elescarabajo, no encontré papel donde suele estar.Miré en el cajón sin verlo.Revisémisbolsillosenbuscadealgunaviejacarta,cuandomisdedostocaronelpergamino.Siledoytodosestosdetallessobrelaformaenqueesepapelllegóamiposesiónsedebeaqueloocurridomeimpresionóprofundamente.

»Nodudoqueustedmetacharádefantasioso,perohabíaestablecidoyaunaespeciedeconexión.Doseslabonesdeunagrancadenasejuntaban.Habíaunboteenunaplaya,ynolejosdelbotehabíaunpergamino—nounpapel—conunacalaverapintada.Ustedmepreguntará cuál puede ser la conexión.Le contesto que la calavera es el bien conocidoemblemadelospiratas.Entodosloscombatesseizalabanderaconelcráneodemuerto.

»Dijequeaqueltrozoeradepergaminoynodepapel.Elpergaminoesdurable,casiindestructible.Lascuestionesdepocaimportanciaseconsignanraravezenpergamino,yaquenoseprestacomoelpapelparalasfinalidadesordinariasdelaescrituraoeldibujo.Esta reflexión sugería que aquel cráneo tenía un sentido… y un sentido importante.Tampoco dejé de observar, de paso, la forma del pergamino. Aunque algún accidentehabía destruido una de sus puntas, podía verse que la forma original era oblonga.Justamente el tipoy la forma adecuadospara consignar undocumento importante, algoquedebíasercuidadosamentepreservadoylargamenterecordado».

—Unmomento—interrumpí—.Dijoustedquealdibujarelescarabajoelcráneonoestabaenelpergamino.¿Cómopuedeestablecer,entonces,unaconexiónentreelboteyelcráneo, puesto que este último debió de ser dibujado (¡Dios sabe cómo y por quién!)despuésqueustedhubotrazadoeldiseñodelescarabajo?

—¡Ah, todo elmisterio está ahí! Y eso que, por comparación, nome costómuchoresolverlo.Mispasoseransegurosynopodíanllevarmemásqueaunasolución.Heaquí,por ejemplo, cómo razoné. Al dibujar el escarabajo no había ningún cráneo en elpergamino.Alcompletarmicroquisselopaséausted,ynodejédeobservarlodecerca

hastaquemelodevolvió.Ustedportanto,nopodíahaberdibujadolacalavera,ynohabíanadiemás capaz de hacerlo. Vale decir que aquel dibujo no nacía de una intervenciónhumana.Ysinembargo…estabaahí.

»A esta altura demis reflexiones traté de recordar, y recordé con toda claridad, losincidentes acaecidosdurante el período en cuestión.El tiempoera frío (¡oh raroy felizaccidente!) y ardía un fuego en el hogar.Comomi caminatame había hecho entrar encalor,me senté cerca de lamesa. Pero usted acercó su silla a la chimenea. Justamentecuandolealcanzabaelpergaminoyustedsedisponíaainspeccionarlo,aparecióLobo,miterranova,ylesaltóaloshombros.Ustedloacaricióylomantuvoadistanciaconlamanoizquierda,mientrasladerecha,quesosteníaelpergamino,colgabaentresusrodillasmuycerca del fuego. En un momento dado pensé que las llamas iban a alcanzarlo, y medisponíaaprevenírselo,peroantesdequepudierahablar retiróustedelpergaminoyseabsorbióensuexamen.Considerandotodosestosdetalles,nodudéuninstantedequeelcalor erael agentequehabíahechosurgir en la superficiedelpergaminoel cráneoqueencontrédibujadoenél.Biensabeustedquesiemprehanexistidopreparacionesquímicasmediantelascualessepuedeescribirsobrepapelopergamino,demodoqueloscaracteresresultan invisiblesmientras no se los someta a la acción del fuego. Suele emplearse elzafredisueltoenaquaregiaydiluidoencuatrovecessupesoenagua;resultadeellounacoloraciónverde.Elrégulodecobaltodisueltoenesenciadesalitreproduceuncolorrojo.Estoscoloresdesaparecenenun tiempomásomenos largodespuésde laescrituraperovuelvenaservisiblescuandoselosexponealcalor.

»Mepuse,pues,aexaminarconcuidadoelcráneo.Suscontornosexteriores,esdecir,las líneasmáspróximasalbordedelpergaminoeranmuchomásprecisosque losotros.No cabía duda de que la acción del calor había sido desigual e imperfecta. Encendíinmediatamente un fuego y sometí cada porción del pergamino almáximode calor.Alprincipio,loúnicoquenotéfuequelaslíneasmáspálidasdeldibujosereforzaban;pero,continuando el experimento, vi aparecer en un rincón, opuesto diagonalmente a aqueldondeseencontrabaelcráneo,eldibujodealgoquealprincipiomeparecióunacabra.Examinándoloconmásdetalleterminéporreconocerquesetratabadeuncabrito».

—¡Vamos,vamos!—exclamé—.Bienséquenotengoderechoareírmedeusted,yaqueunmillónymediodedólaresesdemasiadodineroparaningunabroma…Peronoiráustedaagregaruntercereslabónasucadena;noiráabuscarunarelaciónespecialentresuspiratasyunacabra.Biensesabequelospiratasnotienennadaqueverconlascabras.Solamentelosgranjerosseinteresanporellas.

—Yalehedichoqueeldibujonorepresentabaunacabra.

—Uncabrito,entonces…peroescasilamismacosa.

—Casi…,aunquenoenteramente—dijoLegrand—.Quizáhayaoídohablardeuntalcapitán Kidd. Por mi parte, consideré inmediatamente que el dibujo equivalía a unaespecie de firma jeroglífica o simbólica[10]. Si digo firma es porque su posición en elpergamino sugería esta idea. Del mismo modo, el cráneo colocado en el ángulo

diagonalmenteopuestoproducíaelefectodeunsello,deunsímboloestampado.Peroloquemedesconcertóprofundamentefuelaausenciadetodaotracosa:faltabaelcuerpodemiimaginadodocumento…eltextomismo.

—Supongoqueesperabausteddescubrirunacartaentreelselloylafirma.

—Algoasí,enefecto.Deboconfesarquemesentíainvadidoporunpresentimientodebuenafortunainminente.Apenassipuedodecirporqué…Supongoqueeraundeseomásqueunaverdaderaseguridad,pero…¿creeráustedquelastontaspalabrasdeJúpitersobreelescarabajo,cuandoafirmóqueeradeoroverdadero,tuvieronungranefectosobremifantasía? Y luego, la serie de accidentes y coincidencias… tan extraordinarias. ¿Se daustedcuentadeloaccidentalqueresultaquetodosesosacontecimientostuvieranlugarelúnicodíadelañoenqueelfríofuelobastanteintensopararequerirfuego,yquesinaquelfuego, o sin la intervención del perro en el precisomomento en que se produjo, yo nohabríallegadojamásaverelcráneoynoestaríaenposesióndeltesoro?

—Prosigausted…ardodeimpaciencia.

—Puesbien,nocreoqueignorelasmuchashistoriasquesecuentanylosmilvagosrumoressobretesorosenterradosporKiddysuscompañerosenlascostasatlánticas.Sindudatalesrumoresdebendeteneralgúnfundamento.Yelhechodequehayancontinuadotantotiempoyenformaininterrumpidamellevóapensarqueeltesoroseguíaenterrado.Si Kidd hubiese escondido por un tiempo el fruto de sus pillajes, para recobrarlomástarde, es difícil que los rumores hubieran llegado a nosotros sin mayores variantes.Observaráustedquelashistoriasquesecuentanaludensiempreabuscadoresdetesorosynoa losque losencuentran.Sielpiratahubiera recobradosudinero, lacuestiónestaríaterminada. Se me ocurrió que algún accidente —digamos la pérdida del documentoindicadordelsitioexacto—lehabía impedidorecobrarsu tesoro,yquedichoaccidentellegó a conocimiento de sus compañeros, que de otra manera no hubieran oído hablarjamás de tesoro alguno; en su afán por descubrirlo a su turno, sin resultado, aquélloshabríandadoorigenalosrumoresqueconeltiempollegaronasergeneralesycorrientes.¿Oyóustedhablaralgunavezdequeenestacostaseencontraraalgúntesoroimportante?

—Jamás.

—Y sin embargo es bien sabido que Kidd llegó a acumular inmensas riquezas.Consideré, pues, como cosa segura que la tierra guardaba aún su tesoro, y no lesorprenderá si le digo que tuve la esperanza, por no hablar de certeza, de que aquelpergaminohalladodemanera tan raracontenía las informacionesconcernientesal lugardondeseencontrabaelbotín.

—Pero,¿cómoprocedióusted?

—Volvíaacercarelpergaminoalfuego,luegodeavivarelcalor,peronadaapareció.Penséentoncesquelacapadesuciedadquelocubríaeraresponsabledelfracaso,porlocuallimpiécuidadosamenteelpergaminoconaguacaliente.Hechoesto,locoloquéenelfondo de una olla de estaño, con el cráneo hacia abajo, y puse la olla sobre brasas de

carbón.Pocosminutosdespués,cuandoelfondosehuborecalentado,retiréelpergaminoy,paramiinexpresablejúbilo,loencontrémanchadoenvariaspartes,porloqueparecíansernúmerostrazadosenhilera.Volvíacolocarloenelfondodelaolla,dejándoloasíunminutomás.Cuandolosaquépresentabaelaspectoquevaustedaver.

Yluegoderecalentarelpergamino,Legrandlosometióamiinspección.Toscamentetrazadosenrojo,entrelacalaverayelcabrito,aparecíanlossiguientessignos:

53‡‡†305))6*;4826)4‡).4‡);806*:48†8¶60))85;1‡(;:‡*8†83

(88)5*†;46(;88*96*’;8)*‡(;485);5*†2:*‡(;4956*2(5*—4)8¶8*;

4069285);)6†8)4‡‡;1(‡9;48081;8:‡1;48†85;4)485†528806*81

(‡9;48;(88;4(‡?34;48)4‡;161;:188;‡?;

—Puesbien—declaré, devolviéndole el pergamino—,pormipartemequedo tan aoscuras como antes. Si todas las joyas deGolconda dependieran de la solución de esteenigma,estoysegurodequenollegaríaaconseguirlas.

—Sin embargo —repuso Legrand— la solución no es tan difícil como parecedesprenderse de una primera mirada a los caracteres. Bien ve usted que los mismosconstituyenunacifra,esdecir,queencierranunsentido;pero,teniendoencuentaloquesesabedeKidd,nopodíaimaginarlocapazdeemplearloscriptogramasmásdifíciles.Decidíinmediatamenteque se tratabadeuna cifrade la especiemás sencilla, peroquepara latorpeinteligenciadelmarinoresultabaabsolutamenteindescifrablesinlaclave.

—¿Yladescifróusted?

—Muy fácilmente. He resuelto otras que eran mil veces más difíciles. Lascircunstanciasyciertatendenciapersonalmehanllevadoainteresarmesiempreporestosenigmas, y considero muy dudoso que una inteligencia humana sea capaz de crear unenigma de este tipo, que otra inteligencia humana no llegue a resolver si se aplicaadecuadamente. Es decir, que apenas hube fijado en forma ordenada y legible aquelloscaracteres,pocomepreocupóladificultaddedescifrarlos.

»En este caso—y en todos los casos de escritura secreta— la primera cuestión serefierealidiomadelacifra,yaquelosprincipiosparalograrlasolución—sobretodoenelcasode lascifrasmás sencillas—dependende lascaracterísticasdecada idioma.Engeneral, no queda otro recurso que ensayar, basándose en las probabilidades, todos losidiomas conocidos por el investigador, hasta coincidir con el que corresponde. Pero ennuestrocasolasdificultadesseveíansuprimidasporlafirma.Eljuegodepalabrasacercade“Kidd”sólotienevaloreninglés.Denomediarestaconsideración,hubieraempezadomisbúsquedasenespañolyenfrancés,considerandoqueunsecretodetalnaturalezanopodíahabersidoescritoenotrosidiomas,tratándosedeunpiratadelosmaresespañoles.Pero,envistadeloanterior,estiméqueelcriptogramaestabatrazadoeninglés.

»Notaráustedqueentrelaspalabrasnohayespacios.Denoserasí,eltrabajohubieraresultado comparativamente sencillo. Me hubiese bastado empezar por un cotejo y un

análisisdelaspalabrasmásbreves;apenashalladaunapalabradeunasolaletra,comoseraoI(uno,yo),habríaconsideradoobtenidalasolución.Perocomonohabíadivisión,miprimer tarea consistió en establecer las letras predominantes, así como las más raras.Luegodecontarlas,preparélasiguientetabla:

Elsigno 8 aparece 33 veces» ; » 26 »» 4 » 19 »» ‡ » 16 »» ) » 16 »» * » 13 »» 5 » 12 »» 6 » 11 »» ( » 10 »» † » 8 »» 1 » 8 »» 0 » 6 »» 9 » 5 »» 2 » 5 »» : » 4 »» 3 » 4 »» ? » 3 »» ¶ » 2 »» — » 1 vez» . » 1 »

»Ahorabien, la letraqueaparececonmayorfrecuenciaen inglésese.Las restantesletrassesucedenenelsiguienteorden:aoidhnrstuycfglmwbkpqxz.Laepredominadetalmanera,queesraroencontrarunafrasedecualquierextensióndondenofigurecomoletradominante.

»Tenemos,pues,algomásqueunamerasuposicióncomobaseparacomenzar.Elusogeneralquepuededarseaestatablaresultaevidente,peroenestacifrasólolausaremosenparte.Puestoqueelsignopredominantees8,empezaremosporsuponerquesetratadelaedelalfabetonatural.Paraverificarestasuposiciónrepararemosenqueel8aparececonfrecuenciaenparejas,yaquelaesedoblamuchasveceseninglés:vayancomoejemplolas palabrasmeet, fleet, speed, seen, been, agree, etc. En nuestra cifra vemos que noaparecedobladamenosdecincoveces,apesardequesetratadeuncriptogramabreve.

»Consideremos,pues,queel8eslae.Ahorabien,detodaslaspalabrasinglesas,“the”eslamásusual;fijémonosentoncessinoexistenrepeticionesdetressignoscolocadosenelmismoorden,elúltimodeloscualessea8.Sidescubrimosrepeticionesdeestetipo,lomásprobableesquerepresentenlapalabra“the”.Bastamirarelpergaminoparareparar

enquehaynomenosdesietedeestasseries:lossignosson;48.Cabe,puessuponerque;representa la t, 4 lah y 8 la e, confirmándose así el valor de este último signo.De talmanera,hemosdadoungranpasoadelante.

»Sólo hemos determinado una palabra, pero esto nos permite fijar algo muyimportante,esdecir,elcomienzoylas terminacionesdevariasotraspalabras.Tomemospor ejemplo la combinación ;48 en su penúltima aparición, casi al final de la cifra.Sabemosqueelsigno;,queaparecedeinmediato,representaelcomienzodeunapalabra,y además conocemos cinco de los signos que aparecen después de “the”. Escribamos,pues,lasequivalenciasqueconocemos,dejandounespacioparaloqueignoramos:

teeth.

»Porloprontopodemosafirmarquelaporciónthnoconstituyeunapartedelapalabraqueempiezaconlaprimerat,yaqueluegodeprobartodoelalfabetoafindeadaptarunaletraalespaciolibre,convenimosenqueesimposibleformarunapalabradelacualdichothseaunaparte.Nosquedamos,pues,con

tee,

y, ensayando otra vez el alfabeto, llegamos a la palabra tree (árbol) como únicaposibilidad.Ganamosasíotraletra,lar,representadapor(,ydospalabrasyuxtapuestas,«thetree».

»Simiramosalgodespuésdeestaspalabras,volvemosaencontrarlacombinación;48,queempleamoscomoterminacióndeloqueprecedeinmediatamente.Tenemosasí:

thetree;4‡?34the,

o,sustituyendolossignosporlasletrascorrespondientesqueconocemos:

thetreethr‡?3hthe.

»Si ahora, en el lugar de los signos desconocidos, dejamos espacios o puntossuspensivos,leeremos:

thetreethr…the,

y la palabra through (por, a través), se pone demanifiesto por símisma. Pero estedescubrimientonosproporcionatresnuevasletras,o,uyg,representadaspor‡,?y3.

»Examinandoconcuidadoelmanuscritoparabuscarcombinacionesdecaracteresyaconocidos,encontramosnolejosdelcomienzolasiguienteserie:

83(88,oseaegree

que,evidentemente,es laconclusiónde lapalabradegree (grado),yquenosdaotraletra,d,representadapor†.

»Cuatroletrasdespuésdelapalabra“degree”vemoslacombinación

;46(;88*.

»Traduciendoloscaracteresconocidos,yrepresentandoporpuntoslosdesconocidos,tenemos:

thrtee,

combinaciónque sugiere inmediatamente la palabra«thirteen» (trece), yquenosdadosnuevoscaracteres:iyn,representadospor6y*.

»Observandoahoraelcomienzodelcriptograma,vemoslacombinación

53‡‡†.

»Traducidanosda

5good,

locualnosaseguradequelaprimeraletraesA,yquelasdosprimeraspalabrasdebenleerse:«Agood»(unbuen,unabuena).

»Yaestiempodequepongamosnuestraclaveenformadetablaparaevitarconfusión.Hastadondelaconocemos,eslasiguiente:

5 significa a† » d8 » e3 » g4 » h6 » i* » n‡ » o( » r; » t

»Tenemos, pues, las equivalencias de diez de las letras más importantes, y resultainnecesariodar austedmásdetallesde la solución.Creohaberledicho lobastanteparaconvencerlodequelascifrasdeestaclasesonfácilmentedescifrablesymostrarlealgodelanálisisracionalqueconduceaesedesciframiento.Tengaencuenta,sinembargo,queelejemploantenosotrosperteneceaunadelasformasmássencillasdelacriptografía.Sólomerestaproporcionarlelatraduccióncompletadelossignosdelpergamino.Helaaquí:

Un buen vidrio en el hotel del obispo en la silla del diablo cuarenta y ungradostreceminutosynornordestetroncoprincipalséptimaramaladoestetiraddelojoizquierdodelacabezadelmuertounalíneadeabejadelárbolatravésdeltirocincuentapiesafuera.

—Por lo que veo —exclamé—, el enigma no parece aclarado en absoluto. ¿Quésentidopuedeextraersedetodaesajergasobre«silladeldiablo»,«cabezadelmuerto»,y«hoteldelobispo»?

—Admito—repusoLegrand—queelasuntosepresentasumamentedifícilaprimeravista.Misesfuerzosinicialesconsistieronendividirlafraseconformealadivisiónnaturalquedebiótenerencuentaelcriptógrafo.

—¿Puntuarla,quiereusteddecir?

—Algoasí,enefecto.

—Pero,¿cómoesposible?

—Penséqueelautorde lacifrahabíadecididoescribirdeliberadamente laspalabrassinseparación,afindequeresultaramásdifícildescifrarlas.Ahorabien,alhaceresto,unhombredeinteligenciarústicatenderácontodaseguridadaexagerar;esdecir,quecuandoenelcursodesuredacciónllegueaunlugarquerequieraunaseparaciónounpunto,seapresuraráaamontonarlossignos,poniéndolosmásjuntosqueenotraspartes.Siexaminaustedelmanuscrito,podráadvertircincolugaresdondeeseamontonamientoesfácilmentevisible.Partiendodeestanoción,dividíeltextoenlasiguienteforma:

Unbuen vidrio en el hotel del obispo en la silla del diablo—cuarenta y ungrados treceminutos—nornordeste—troncoprincipalséptimaramaladoeste—tiraddelojo izquierdode lacabezadelmuerto—unalíneadeabejadelárbolatravésdeltirocincuentapiesafuera.

—Inclusoestadivisiónmedejaaoscuras—confesé.

—También a mí durante algunos días —dijo Legrand— mientras indagabaactivamenteenlasvecindadesdelaisladeSullivan,enbuscadealgúnedificioconocidopor el «hotel del obispo».Comonoobtuviera informaciones al respecto,medisponía aextendermiesferadeacciónyaprocederdemaneramássistemáticacuandounamañaname acordé repentinamente de que este «hotel del obispo» podía referirse a una antiguafamiliallamadaBessopque,desdetiemposinmemoriales,poseeunacasasolariegaaunascuatromillasde lasplantaciones.Reanudandomisaveriguacionesenelnortede la isla,meencaminéhaciaalláparahablarconlosnegrosmásviejosdelasplantaciones.Porfin,unamujer demucha edadme dijo haber oído hablar de un sitio denominadoBessop’sCastle(castillodeBessop),yquecreíapoderguiarmehastaallá,peroquenosetratabadeningúncastilloniposada,sinodeunaelevadaroca.

»Ofrecí pagarle bien por su trabajo y, después de dudar un poco, consintió enacompañarme.No le costómucho encontrar el sitio, queme puse a examinar luego dedespediramiguía.El“castillo”consistíaenunamontonamientoirregulardeacantiladosyrocas, una de las cuales se destacaba notablemente, tanto por su tamaño como por suaspecto artificial y aislado. Trepé a su cima y, una vez allí, me sentí profundamentedesconcertadoysinsaberquéhacer.

»Mientrasreflexionabamisojosseposaronenunaestrechasalienteenlacaraorientaldelaroca,aunayardamásomenospordebajodelaeminenciaenquemehallaba.Estasalientetendríaunasdieciochopulgadasdelargoyapenasunpiedeancho;unhuecodelacantilado,exactamenteencimadeella,ledabauntoscoparecidoconunadelassillasde

respaldocóncavousadaspornuestrosantepasados.Nomecupodudadequeallíestaba“lasilladeldiablo”mencionadaenelmanuscrito,ymeparecióqueacababadepenetrarenelsecretodelenigma.

»Sabíabienqueel“buenvidrio”sólopodíareferirseauncatalejo,yaquelosmarinosdehabla inglesa sólousan lapalabra“glass”,vidrio,para referirseadicho instrumento.Comprendíquesetratabadeaplicaruncatalejodesdeunlugardefinidoyquenoadmitíavariación.Tampocodudédequelasexpresiones«cuarentayungradostreceminutos»y«nornordeste»constituían las indicacionespara laorientacióndelcatalejo.Grandementeexcitadoporestosdescubrimientos,volvíenseguidaacasa,meproporcionéuncatalejoyretornéalaroca.

»Deslizándomesobrelacornisaviquesóloenunaposicióneraposiblemantenermesentado. Este hecho confirmabamis suposiciones.Me dispuse entonces a servirme delcatalejo.Porsupuesto,los“cuarentayungradostreceminutos”sólopodíanreferirsealaelevación sobre el horizonte visible, ya que la dirección horizontal quedaba claramenteindicada por la palabra “nornordeste”. Establecí este rumbo mediante una brújula debolsillo,yluego,apuntandoelcatalejoenunángulodeelevaciónlomáspróximoposibleacuarentayungrados,lomovícontodocuidadohaciaarribayabajo,hastaquemellamólaatenciónunorificiooaperturaenelfollajedeungranárbolquesobrepujabaatodoslosotrosa ladistancia.Notéqueenelcentrodedichoagujeroseveíaunamanchablanca,peroalprincipionologrédistinguirloqueera.Porfin,ajustandomejorelcatalejo,volvíamirarycomprobéquesetratabadeuncráneohumano.

»Estedescubrimientomellenódetalentusiasmoqueconsideréresueltoelenigma,yaquelafrase“troncoprincipal,séptimarama,ladoeste”,sólopodíareferirsealaposicióndel cráneo en el árbol, mientras “tirad del ojo izquierdo de la cabeza del muerto” noadmitía a su turno más que una interpretación, vinculada a la búsqueda de un tesoroescondido.Comprendíquesetratabadedejarcaerunabalaounpesocualquieradesdeelojoizquierdodelcráneo,yqueuna“líneadeabeja”o,enotraspalabras,unalínearecta,debíasertendidadesdeelpuntomáscercanodeltroncoatravés“deltiro”,oseaellugardonde cayera la bala, y extendida desde allí a una distancia de cincuenta pies, dondeindicaría un punto preciso; debajo de dicho punto era por lo menos posible encontraralgúndepósitovalioso».

—Todo esto es sumamente claro —dije— y muy sencillo y explícito, a pesar delingenioqueencierra.¿Quéhizoustedalabandonarelhoteldelobispo?

—Puesbien,unavezquemehubeaseguradoexactamentedelaubicacióndelárbol,me volví a casa. Apenas hube abandonado la «silla del diablo», el agujero circular sedesvaneció;desdecualquiersitioquemiraramefueimposiblevolveradescubrirlo.Estoes lo que me parece una obra maestra de ingenio (y conste que lo he verificado trasmuchosexperimentos):elorificiocircularsóloesvisibledesdeunpuntodemira,elqueofrecelaangostasalienteenelflancodelaroca.

»Enestaexpediciónal“hoteldelobispo”fuiacompañadoporJúpiter,quiensinduda

veníaobservandodesdehacíaalgunassemanas ladistracciónquemedominaba,y teníabuencuidadodenodejarmesolo.Peroalsiguientedíamelevantémuytempranoymelasarregléparaescaparmesolo,marchándomea lascolinasenbuscadelárbol.Despuésdemuchotrabajodiconél;pero,cuandoregreséporlanocheacasa,micriadoteníatodalaintenciónde darmeunapaliza.En cuanto al resto de la aventura, la conoceusted tantocomoyo».

—Supongo—dije—quelaprimeratentativafallóacausadelatonteríadeJúpiter,quedejócaerelescarabajodesdeelojoderechoynoelizquierdodelcráneo.

—Precisamente.Esteerrorprodujounadiferenciadeunasdospulgadasymediaenel«tiro», vale decir en la posición de la estacamás cercana al árbol; si el tesoro hubieseestado debajo del «tiro», la cosa no hubiera tenido consecuencias; pero el «tiro»,conjuntamenteconellugarmáscercanodeltroncodelárbol,sóloconstituíandospuntosparafijarunalíneadedirección.Elerror, insignificanteensí,fueaumentandoamedidaque trazábamos la línea, y al llegar a los cincuenta pies nos habíamos alejado porcompleto del buen lugar. De no haber estado tan absolutamente convencido de querealmentehabíaallíuntesoroescondido,todosnuestrosesfuerzoshabríanterminadoenlanada.

—Perosugrandilocuencia,Legrand,yesamaneradebalancearelescarabajo…¡cuánextraño era todo eso! Llegué a convencerme de que se había vuelto loco. ¿Y por quéinsistióenhacerdescenderelescarabajo,ynounabalauotropeso?

—Paraserle franco,mesentíaun tantopicadoporsussospechasconcernientesamisaludmentalydecidícastigarloamimanera,conunpoquitíndemistificaciónenfrío.Poreso balanceaba el escarabajo, y también por eso lo hice bajar desde el cráneo. Unaobservaciónsuyasobrelomuchoquepesabaelinsectomedecidióaadoptaresteúltimoprocedimiento.

—¡Ah,yaentiendo!Yahorasóloquedaunpuntoporaclarar.¿Quédeduciremosdelosesqueletosqueencontramosenelagujero?

—Heaquíunacuestiónqueniustedniyopodríamoscontestar.Sólosemeocurreunaexplicación plausible… y, sin embargo, cuesta creer una atrocidad como la que misugestiónimplica.MepareceevidentequeKidd(sifueélmismoquienescondióeltesoro,cosaquepormipartenodudo)necesitóayudaensutrabajo.Pero,unavezterminadoéste,debióconsiderar laconvenienciadeeliminara todos losqueparticipabandesusecreto.Quizálebastóunpardeazadonazosmientrassusayudantesestabanocupadosenelpozo;talvezhizofaltaunadocena…¿Quiénpodríadecirlo?

L

LoscrímenesdelacalleMorgue

Lacanciónquecantabanlassirenas,oel

nombrequeadoptóAquilescuandoseescondió

entrelasmujeres,soncuestionesenigmáticas,

peroquenosehallanmásalláde

todaconjetura.

SIRTHOMASBROWNE

as características de la inteligencia que suelen calificarse de analíticas son en símismas poco susceptibles de análisis. Sólo las apreciamos a través de susresultados.Entreotrascosassabemosque,paraaquelquelasposeeenaltogrado,

son fuentedelmásvivogoce.Así comoel hombre robusto se complace en sudestrezafísicaysedeleitaconaquellosejerciciosquereclamanlaaccióndesusmúsculos,asíelanalista halla su placer en esa actividad del espíritu consistente en desenredar. Gozaincluso con las ocupacionesmás triviales, siempre que pongan en juego su talento. Leencantanlosenigmas,losacertijos,losjeroglíficos,yalsolucionarlosmuestraungradodeperspicacia que, para lamente ordinaria, parece sobrenatural. Sus resultados, frutos delmétodo en su formamás esencial y profunda, tienen todo el aire de una intuición. Lafacultad de resolución se ve posiblemente muy vigorizada por el estudio de lasmatemáticas,yenespecialporsuramamásalta,que,injustamenteytansóloacausadesus operaciones retrógradas, se denomina análisis, como si se tratara del análisis parexcellence.Calcular,sinembargo,noesensímismoanalizar.Unjugadordeajedrez,porejemplo,efectúaloprimerosinesforzarseenlosegundo.Deahísesiguequeelajedrez,por lo que concierne a sus efectos sobre la naturaleza de la inteligencia, es apreciadoerróneamente.Nohedeescribiraquíuntratado,sinoquemelimitoaprologarunrelatoun tanto singular, con algunas observaciones pasajeras; aprovecharé por eso laoportunidadparaafirmarqueelmáximogradodelareflexiónsevepuestoapruebaporelmodesto juego de damas en formamás intensa y beneficiosa que por toda la estudiadafrivolidaddel ajedrez.Enesteúltimo,donde laspiezas tienenmovimientosdiferentesysingulares, con varios y variables valores, lo que sólo resulta complejo esequivocadamente confundido (error nada insólito) con loprofundo.Aquí se trata, sobretodo, de la atención. Si ésta cede un solo instante, se comete un descuido que da por

resultadounapérdidaoladerrota.Comolosmovimientosposiblesnosólosonmúltiplessino intrincados, lasposibilidadesdedescuido semultiplicany, ennuevecasosdecadadiez,triunfaeljugadorconcentradoynoelmáspenetrante.Enlasdamas,porelcontrario,donde hay un solo movimiento y las variaciones son mínimas, las probabilidades deinadvertencia disminuyen, lo cual deja un tanto de lado a la atención, y las ventajasobtenidasporcadaunodelosadversariosprovienendeunaperspicaciasuperior.

Para hablarmenos abstractamente, supongamos una partida de damas en la que laspiezassereducenacuatroydonde,comoesnatural,nocabeesperarelmenordescuido.Obvio resulta que (si los jugadores tienen fuerza pareja) sólo puede decidir la victoriaalgúnmovimientosutil,resultadodeunpenetranteesfuerzointelectual.Desprovistodelosrecursosordinarios,elanalistapenetraenelespíritudesuoponente,seidentificaconélyconfrecuenciaalcanzaaverdeunasolaojeadaelúnicométodo(avecesabsurdamentesencillo)porelcualpuedeprovocarunerroroprecipitaraunfalsocálculo.

Hace mucho que se ha reparado en elwhist por su influencia sobre lo que da enllamarselafacultaddelcálculo,yhombresdelmásexcelsointelectosehancomplacidoenéldemaneraindescriptible,dejandodelado,porfrívolo,alajedrez.Sindudaalguna,nadaexiste en ese orden que ponga de tal modo a prueba la facultad analítica. El mejorajedrecista de la cristiandad no puede ser otra cosa que el mejor ajedrecista, pero laeficienciaenelwhist implica lacapacidadpara triunfaren todasaquellasempresasmásimportantesdondelamenteseenfrentaconlamente.Cuandodigoeficiencia,aludoaesaperfeccióneneljuegoqueincluyelaaprehensióndetodaslasposibilidadesmediantelascuales se puede obtener legítima ventaja. Estas últimas no sólo son múltiples sinomultiformes, y con frecuencia yacen en capas tan profundas del pensar que elentendimiento ordinario es incapaz de alcanzarlas. Observar con atención equivale arecordarconclaridad;enesesentido,elajedrecistaconcentrado jugarábienalwhist, entanto que las reglas de Hoyle (basadas en el mero mecanismo del juego) soncomprensiblesdemanerageneralysatisfactoria.Portanto,elhechodetenerunamemoriaretentivayguiarsepor«ellibro»sonlascondicionesqueporreglageneralseconsiderancomolasumadelbuenjugar.Perolahabilidaddelanalistasemanifiestaencuestionesqueexceden los límites de las meras reglas. Silencioso, procede a acumular cantidad deobservacionesydeducciones.Quizásuscompañeroshacenlomismo,ylamayoromenorproporciónde informacionesasíobtenidasno reside tantoen lavalidezde ladeduccióncomoenlacalidaddelaobservación.Lonecesarioconsisteensaberquésedebeobservar.Nuestrojugadornoseencierraensímismo;nitampoco,dadoquesuobjetivoeseljuego,rechazadeduccionesprocedentesdeelementosexternosaéste.Examinaelsemblantedesu compañero, comparándolo cuidadosamente con el de cada uno de sus oponentes.Consideraelmodoconquecadaunoordenalascartasensumano;amenudocuentalascartasganadorasy las adicionalespor lamanera conque sus tenedores las contemplan.Adviertecadavariacióndefisonomíaamedidaqueavanzaeljuego,reuniendouncapitalde ideas nacidas de las diferencias de expresión correspondientes a la seguridad, lasorpresa, el triunfo o la contrariedad. Por la manera de levantar una baza juzga si lapersona que la recoge será capaz de repetirla en el mismo palo. Reconoce la jugada

fingidaporlamaneraconquesearrojanlascartassobreel tapete.Unapalabracasualodescuidada, la caída o vuelta accidental de una carta, con la consiguiente ansiedad onegligenciaenelactodeocultarla,lacuentadelasbazas,conelordendesudisposición,elembarazo, lavacilación,elapurooel temor…todoelloproporcionaasupercepción,aparentemente intuitiva, indicaciones sobre la realidad del juego. Jugadas dos o tresmanos, conoce perfectamente las cartas de cada uno, y desde ese momento utiliza laspropiascontantaprecisióncomosilosotrosjugadoreshubierandadovueltaalassuyas.

Elpoderanalíticonodebeconfundirseconelmeroingenio,yaquesielanalistaespornecesidadingenioso,confrecuenciaelhombreingeniososemuestranotablementeincapazde analizar. La facultad constructiva o combinatoria por la cual se manifiestahabitualmente el ingenio, y a la que los frenólogos (erróneamente, a mi juicio) hanasignadounórganoaparte,considerándolaunafacultadprimordial,hasidoobservadacontanta frecuenciaenpersonascuyo intelecto lindabacon la idiotez,quehaprovocado lasobservacionesdelosestudiososdelcarácter.Entreelingenioylaaptitudanalíticaexisteuna diferenciamuchomayor que entre la fantasía y la imaginación, pero de naturalezaestrictamenteanáloga.Enefecto,cabeobservarquelosingeniososposeensiempremuchafantasíamientrasqueelhombreverdaderamenteimaginativoessiempreunanalista.

El relato siguiente representará para el lector algo así como un comentario de lasafirmacionesqueanteceden.

Mientras residía en París, durante la primavera y parte del verano de 18…, merelacionéconunciertoC.AugusteDupin.Este jovencaballeroprocedíadeuna familiaexcelente —y hasta ilustre—, pero una serie de desdichadas circunstancias lo habíanreducidoatalpobrezaquelaenergíadesucaráctersucumbióanteladesgracia,llevándoloaalejarsedelmundoyanopreocuparseporrecuperarsufortuna.Graciasalacortesíadesus acreedores le quedó una pequeña parte del patrimonio, y la renta que le producíabastaba, mediante una rigurosa economía, para subvenir a sus necesidades, sinpreocuparse de lo superfluo. Los libros constituían su solo lujo, y en París es fácilprocurárselos.

Nuestro primer encuentro tuvo lugar en una oscura librería de la rue Montmartre,dondelacasualidaddequeambosanduviéramosenbuscadeunmismolibro—tanrarocomonotable—sirvió para aproximarnos.Volvimos a encontrarnos una y otra vez.MesentíprofundamenteinteresadoporlamenudahistoriadefamiliaqueDupinmecontabadetalladamente,contodoesecandoraqueseabandonaunfrancéscuandosetratadesupropiapersona.Mequedéasombrado,almismotiempo,porlaextraordinariaamplituddesucultura;pero,sobretodo,sentíencendersemialmaanteelexaltadofervorylavívidafrescuradesuimaginación.DadoloqueyobuscabaeneseentoncesenParís,sentíquelacompañía de un hombre semejanteme resultaría un tesoro inestimable, y no vacilé endecírselo. Quedó por fin decidido que viviríamos juntos durantemi permanencia en laciudad,y,comomisituaciónfinancieraeraalgomenoscomprometidaquelasuya,logréque quedara a mi cargo alquilar y amueblar —en un estilo que armonizaba con lamelancolía un tanto fantástica de nuestro carácter— una decrépita y grotesca mansión

abandonadaacausadesupersticionessobrelascualesnoinquirimos,yqueseacercabaasuruinaenunaparteaisladaysolitariadelFaubourgSaint-Germain.

Sinuestramaneradevivirenesacasahubierallegadoalconocimientodelmundo,éstenoshubieraconsideradocomolocos—aunqueprobablementecomolocosinofensivos—.Nuestroaislamientoeraperfecto.Noadmitíamosvisitantes.Ellugardenuestroretiroeraun secreto celosamente guardado para mis antiguos amigos; en cuanto a Dupin, hacíamuchosañosquehabíadejadodevergentesodeserconocidoenParís.Sólovivíamosparanosotros.

Unararezademiamigo(¿quéotronombredarle?)consistíaenamarlanocheporlanoche misma; a esta bizarrerie, como a todas las otras, me abandoné a mi vez sinesfuerzo, entregándome a sus extraños caprichos con perfecto abandono. La negradivinidad no podía permanecer siempre con nosotros, pero nos era dado imitarla.A lasprimeras luces del alba, cerrábamos las pesadas persianas de nuestra vieja casa yencendíamos un par de bujías que, fuertemente perfumadas, sólo lanzaban débiles ymortecinos rayos.Con ayuda de ellas ocupábamos nuestros espíritus en soñar, leyendo,escribiendo o conversando, hasta que el reloj nos advertía la llegada de la verdaderaoscuridad.Salíamosentoncesa lacalle tomadosdelbrazo,continuando laconversacióndel día o vagando al azar hasta muy tarde, mientras buscábamos entre las luces y lassombras de la populosa ciudad esa infinidad de excitantes espirituales que puedeproporcionarlaobservaciónsilenciosa.

Enesasoportunidades,nodejabayoderepararyadmirar (aunquedadasuprofundaidealidad cabía esperarlo) una peculiar aptitud analítica de Dupin. Parecía complacerseespecialmenteenejercitarla—yaquenoenexhibirla—ynovacilabaenconfesarelplacerque leproducía.Se jactaba,conuna risitadiscreta,deque frenteaél lamayoríade loshombres teníancomounaventanapor la cualpodíaverse sucorazónyestabaprontoademostrar sus afirmaciones con pruebas tan directas como sorprendentes del íntimoconocimientoquedemítenía.Enaquellosmomentossuactituderafríayabstraída;susojosmirabancomosinver,mientras suvoz,habitualmentedeun rico registrode tenor,subíaaunfalsetequehubieraparecidopetulantedenomediarlodeliberadoyloprecisode sus palabras. Al observarlo en esos casos, me ocurría muchas veces pensar en laantiguafilosofíadelalmadoble,ymedivertíaconlaideadeundobleDupin:elcreadoryelanalista.

No se suponga, por loque llevodicho, que estoy circunstanciando algúnmisteriooescribiendounanovela.Loquehereferidodemiamigofrancéseratansóloelproductodeuna inteligencia excitada o quizá enferma. Pero el carácter de sus observaciones en elcursodeesosperíodosseapreciaráconmásclaridadmedianteunejemplo.

Errábamos una noche por una larga y sucia calle, en la vecindad del Palais Royal.Sumergidosennuestrasmeditaciones,nohabíamospronunciadounasola sílabaduranteuncuartodehoraporlomenos.Bruscamente,Dupinpronuncióestaspalabras:

—Sí,esunhombrecillomuypequeño,yestaríamejorenelThéâtredesVariétés.

—No cabe duda —repuse inconscientemente, sin advertir (pues tan absorto habíaestado en mis reflexiones) la extraordinaria forma en que Dupin coincidía con mispensamientos. Pero, un instante después, me di cuenta y me sentí profundamenteasombrado.

—Dupin—dijegravemente—,estovamásalládemicomprensión.Leconfiesosinrodeosqueestoyatónitoyqueapenaspuedodarcréditoamissentidos.¿Cómoesposiblequehayasabidoqueyoestabapensandoen…?

Aquíme detuve, para asegurarme sin lugar a dudas de si realmente sabía en quiénestabayopensando.

—EnChantilly—dijoDupin—.¿Porquéseinterrumpe?Estabausteddiciéndosequesupequeñaestaturalevedalospapelestrágicos.

Talera,exactamente,el temademis reflexiones.Chantillyeraunexremendónde larue Saint-Denis que, apasionado por el teatro, había encarnado el papel de Jerjes en latragediahomónimadeCrébillon,lograndotansóloquelagenteseburlaradeél.

—Ennombre del cielo—exclamé—, dígame cuál es elmétodo…si es que hay unmétodo…quelehapermitidoleerenlomásprofundodemí.

Enrealidad,mesentíaaúnmásasombradodeloqueestabadispuestoareconocer.

—El frutero —replicó mi amigo— fue quien lo llevó a la conclusión de que elremendóndesuelasnoteníaestaturasuficienteparaJerjesetidgenusomne.

—¡Elfrutero!¡Measombrausted!Noconozconingúnfrutero.

—Elhombrequetropezóconustedcuandoentrábamosenestacalle…haráuncuartodehora.

Recordé entonces que un frutero, que llevaba sobre la cabeza una gran cesta demanzanas,habíaestadoapuntodederribarmeaccidentalmentecuandopasábamosde larueC…alaquerecorríamosahora.PeromeeraimposiblecomprenderquéteníaesoqueverconChantilly.

—Se lo explicaré —me dijo Dupin, en quien no había la menor partícula decharlatanerie— y, para que pueda comprender claramente, remontaremos primero elcursodesusreflexionesdesdeelmomentoenquelehabléhastaeldesuchoqueconelfruteroencuestión.Loseslabonesprincipalesdelacadenasonlossiguientes:Chantilly,Orión,eldoctorNichols,Epicuro,laestereotomía,elpavimento,elfrutero.

Pocas personas hay que, en algúnmomento de su vida, no se hayan entretenido enremontarelcursodelasideasmediantelascualeshanllegadoaalgunaconclusión.Confrecuencia,estatareaestállenadeinterés,yaquelquelaemprendesequedaasombradopor la distancia aparentemente ilimitada e inconexa entre el punto de partida y el dellegada.

¡Cuálhabrásidoentoncesmiasombroaloír laspalabrasqueacababadepronunciar

Dupinyreconocerquecorrespondíanalaverdad!

—Si no me equivoco —continuó él—, habíamos estado hablando de caballosjustamentealabandonarlarueC…Éstefuenuestroúltimotemadeconversación.Cuandocruzábamos hacia esta calle, un frutero que traía una gran canasta en la cabeza pasórápidamente a nuestro lado y le empaló a usted contra una pila de adoquinescorrespondiente a un pedazo de la calle en reparación. Usted pisó una de las piedrassueltas, resbaló, torciéndose ligeramente el tobillo;mostró enojoomalhumor,murmuróalgunaspalabras,sevolvióparamirarlapiladeadoquinesysiguióandandoensilencio.Yonoestabaespecialmenteatentoasusactos,peroenlosúltimostiemposlaobservaciónsehaconvertidoparamíenunanecesidad.

»Mantuvo usted los ojos clavados en el suelo, observando con aire quisquilloso losagujerosy los surcosdelpavimento (por locualcomprendíqueseguíapensandoen laspiedras), hasta que llegamos al pequeño pasaje llamado Lamartine, que con finesexperimentales ha sido pavimentado con bloques ensamblados y remachados. Aquí surostroseanimóy,alnotarquesuslabiossemovían,notuvedudasdequemurmurabalapalabra “estereotomía”, término que se ha aplicado pretenciosamente a esta clase depavimento.Sabíaqueparaustedseríaimposibledecir“estereotomía”sinversellevadoapensarenátomosypasardeahíalasteoríasdeEpicuro;ahorabien,cuandodiscutimosnohace mucho este tema, recuerdo haberle hecho notar de qué curiosa manera—por lodemásdesconocida—lasvagasconjeturasdeaquelnoblegriegosehanvistoconfirmadasenlarecientecosmogoníadelasnebulosas;comprendí,portanto,queustednodejaríadealzar los ojos hacia la gran nebulosa de Orión, y estaba seguro de que lo haría.Efectivamente,miróustedhacialoaltoymesentísegurodehaberseguidocorrectamentesus pasos hasta esemomento. Pero en la amarga crítica aChantilly que apareció en elMuséedeayer,elescritorsatíricohacealgunaspenosasalusionesalcambiodenombredelremendónantesdecalzarloscoturnos,ycitaunversolatinosobreelcualhemoshabladomuchasveces.Merefieroalverso:

Perdiditantiquumliteraprimasonum.

»Ledijeaustedque se referíaaOrión,queenun tiemposeescribióUrión;ydadaciertaacritudquesemezclóenaquelladiscusión,estabasegurodequeustednolahabíaolvidado.Eraclaro,pues,quenodejaríadecombinarlasdosideasdeOriónyChantilly.Que así lo hizo, lo supe por la sonrisa que pasó por sus labios. Pensaba usted en lainmolacióndelpobrezapatero.Hastaesemomentohabíacaminadoalgoencorvado,perodeprontolevierguirseentodasuestatura.Mesentísegurodequeestabapensandoenladiminuta figura deChantilly.Y en este punto interrumpí susmeditaciones para hacerlenotarque,enefecto,el talChantillyeramuypequeñoyqueestaríamejorenelThéâtredesVariétés.

Pocotiempodespuésdeesteepisodio,leíamosunaediciónnocturnadelaGazettedesTribunauxcuandolossiguientespárrafosatrajeronnuestraatención:

«EXTRAÑOSASESINATOS.—Estamañana,hacialastres,loshabitantesdelquartierSaint-Rochfueron arrancados de su sueño por los espantosos alaridos procedentes del cuarto piso de una

casasituadaenlarueMorgue,ocupadapormadameL’Espanayeysuhija,mademoiselleCamilleL’Espanaye.Comofueraimposiblelograrelaccesoalacasa,despuésdeperderalgúntiempo,seforzófinalmente lapuertaconunaganzúayochoodiezvecinospenetraronencompañíadedosgendarmes.Poreseentonceslosgritoshabíancesado,perocuandoelgruporemontabaelprimertramo de la escalera se oyeron dos o más voces que discutían violentamente y que parecíanproceder de la parte superior de la casa.Al llegar al segundopiso, las voces callaron a su vez,reinandounaprofundacalma.Losvecinossesepararonyempezarona recorrer lashabitacionesunaporuna.Alllegaraunagrancámarasituadaenlaparteposteriordelcuartopiso(cuyapuerta,cerradapordentroconllave,debióserforzada),sevieronenpresenciadeunespectáculoquelesprodujotantohorrorcomoestupefacción.

»Elaposentosehallabaenelmayordesorden:losmuebles,rotos,habíansidolanzadosentodasdirecciones.Elcolchóndelúnicolechoaparecíatiradoenmitaddelpiso.Sobreunasillahabíaunanavajamanchadadesangre.Sobrelachimeneaaparecíandosotreslargosyespesosmechonesde cabello humano igualmente empapados en sangre y que daban la impresión de haber sidoarrancadosderaíz.Seencontraronenelpisocuatronapoleones,unarodetopacio,trescucharasgrandesdeplata,tresmáspequeñasdemétald’Alger,ydossacosqueconteníancasicuatromilfrancos en oro. Los cajones de una cómoda situada en un ángulo habían sido abiertos yaparentemente saqueados, aunque quedaban en ellos numerosas prendas. Descubriose unapequeñacajafuertedehierrodebajodelacama(ynodelcolchón).Estabaabiertayconlallaveenlacerradura.Noconteníanada,apartedeunasviejascartasypapelesigualmentesinimportancia.

»No se veía huella alguna demadame L’Espanaye, pero al notarse la presencia de una insólitacantidaddehollínalpiedelachimeneaseprocedióaregistrarla,encontrándose(¡cosahorriblededescribir!)elcadáverdesuhija,cabezaabajo,elcualhabíasidometidoalafuerzaenlaestrechaaberturayconsiderablementeempujadohaciaarriba.Elcuerpoestabaaúncaliente.Alexaminarloseadvirtieronenélnumerosasexcoriaciones,producidas,sinduda,porlaviolenciaconquefueraintroducidoyporlaquerequirióarrancarlodeallí.Veíanseprofundosarañazosenelrostro,yenlagargantaaparecíancontusionesnegruzcasyprofundashuellasdeuñas,comosilavíctimahubierasidoestrangulada.

»Luegodeunacuidadosabúsquedaencadaporcióndelacasa,sinqueaparecieranadanuevo,losvecinos se introdujeron en un pequeño patio pavimentado de la parte posterior del edificio yencontraronelcadáverdelaancianaseñora,lacualhabíasidodegolladatansalvajementeque,altratardelevantarelcuerpo,lacabezasedesprendiódeltronco.Horriblesmutilacionesaparecíanenlacabezayenelcuerpo,yesteúltimoapenaspresentabaformahumana.

»Hasta el momento no se ha encontrado la menor clave que permita solucionar tan horriblemisterio».

Laedicióndeldíasiguienteconteníalossiguientesdetallesadicionales:«La tragedia de la rue Morgue.—Diversas personas han sido interrogadas con relación a esteterribleyextraordinariosuceso,peronadaha trascendidoquepuedaarrojaralguna luzsobreél.Damosacontinuaciónlasdeclaracionesobtenidas:

»PaulineDubourg,lavandera,manifiestaqueconocíadesdehacíatresañosalasdosvíctimas,decuyaropaseocupaba.Laancianaysuhijaparecíanhallarseenbuenostérminosysemostrabansumamentecariñosasentre sí.Pagabanmuybien.Nosabíanadasobresumododeviday susmedios de subsistencia. Creía quemadame L. decía la buenaventura. Pasaba por tener dineroguardado.Nuncaencontróaotraspersonasenlacasacuandoibaabuscarlaropaoladevolvía.Estabaseguradequenoteníanningúncriadoocriada.Opinabaqueenlacasanohabíaningúnmueble,salvoenelcuartopiso.

»PierreMoreau, vendedor de tabaco, declara que desde hace cuatro años vendía regularmentepequeñas cantidades de tabaco y de rapé amadame L’Espanaye. Nació en la vecindad y haresididosiempreenella.Laextintaysuhijaocupabandesdehacíamásdeseisañoslacasadondeseencontraronloscadáveres.Anteriormentevivíaenellaunjoyero,quealquilabalashabitacionessuperioresadiversaspersonas.LacasaeradepropiedaddemadameL.,quiensesintiódisgustadaporlosabusosquecometíasuinquilinoyocupópersonalmentelacasa,negándoseaalquilarpartealguna. La anciana señora daba señales de senilidad. El testigo vio a su hija unas cinco o seisvecesduranteesosseisaños.Ambasllevabanunavidamuyretiradaypasabanportenerdinero.HabíaoídodeciralosvecinosquemadameL.decíalabuenaventura,peronolocreía.Nuncavio

entraranadie,salvoalaancianaysuhija,aunmozodeservicioqueestuvoallíunaodosveces,yaunmédicoquehizoochoodiezvisitas.

»Muchosotrosvecinoshanproporcionadotestimonioscoincidentes.Nosehahabladodenadiequefrecuentaralacasa.SeignorasimadameL.ysuhijateníanparientesvivos.Pocasvecesseabríanlaspersianasdelasventanasdelanteras.Lasdelaparteposteriorestabansiemprecerradas,salvolasdelagranhabitaciónenlapartetraseradelcuartopiso.Lacasasehallabaenexcelenteestadoynoeramuyantigua.

»IsidoreMuset,gendarme,declaraquefuellamadohacialastresdelamañanayque,alllegaralacasa, encontró a unas veinte o treinta personas reunidas que se esforzaban por entrar. Violentófinalmentelaentrada(conunabayonetaynoconunaganzúa).Nolecostómuchoabrirla,puessetrataba de una puerta de dos batientes que no tenía pasadores ni arriba ni abajo. Los alaridoscontinuaronhastaqueseabrió lapuerta,cesando luegodegolpe.Parecíangritosdepersona(opersonas) que sufrieran losmásagudosdolores; erangritos agudos y prolongados, nobreves yprecipitados.El testigotrepóelprimero lasescaleras.Al llegaralprimerdescansooyódosvocesquediscutíancon fuerzayagriamente;unadeellasera ruday laotramuchomásagudaymuyextraña.Pudoentenderalgunaspalabrasprovenientesde laprimeravoz,quecorrespondíaaunfrancés. Estaba seguro de que no se trataba de una voz demujer. Pudo distinguir las palabrassacré ydiable. La vozmás aguda era de un extranjero.No podría asegurar si se trataba de unhombreounamujer.Noentendióloquedecía,peroteníalaimpresióndequehablabaenespañol.Elestadodelahabitaciónydeloscadáveresfuedescritoporeltestigoenlamismaformaquelohicimosayer.

»HenriDuval,vecino,deprofesiónplatero,declaraqueformabapartedelprimergrupoqueentróenlacasa.Corroboraengeneral ladeclaracióndeMuset.Tanpronto forzaron lapuerta,volvieronacerrarlaparamanteneralejadaalamuchedumbre,que,pesealoavanzadodelahora,seestabareuniendo rápidamente. El testigo piensa que la voz más aguda pertenecía a un italiano. Estáseguro de que no se trataba de un francés. No puede asegurar que se tratara de una vozmasculina.Pudo ser la de unamujer.No está familiarizado con la lengua italiana.Noalcanzó adistinguir laspalabras,peropor laentonaciónestáconvencidodequequienhablabaera italiano.ConocíaamadameL.yasuhija.Habíaconversadofrecuentementeconellas.Estabasegurodequelavozagudanopertenecíaaningunadelasdifuntas.

»Odenheimer, restaurateur. Este testigo se ofreció voluntariamente a declarar. Como no hablafrancés, testimoniómediante un intérprete.Es originario deÁmsterdam.Pasaba frente a la casacuando se oyeron los gritos. Duraron varios minutos, probablemente diez. Eran prolongados yagudos, tanhorribles comopenososdeoír.El testigo fueunode losqueentraronenel edificio.Corroboró lasdeclaracionesanterioresentodossusdetalles,salvouno.Estabasegurodeque lavozmás aguda pertenecía a un hombre y que se trataba de un francés. No pudo distinguir laspalabraspronunciadas.Eranfuertesyprecipitadas,desigualesypronunciadasaparentementecontantomiedocomocólera.Lavozeraáspera;notantoagudacomoáspera.Eltestigonolacalificaríadeaguda.Lavozmásgruesadijovariasveces:sacré,diable,yunavezMonDieu!

»JulesMignaud,banquero,de la firmaMignaudehijos,en lacalleDeloraine.Eselmayorde losMignaud.Madame L’Espanaye poseía algunos bienes. Había abierto una cuenta en su bancodurante la primavera del año 18… (ocho años antes). Hacía frecuentes depósitos de pequeñassumas.Nohabíaretiradonadahastatresdíasantesdesumuerte,enquepersonalmenteextrajolasumade4000francos.Lasumalefuepagadaenoroyunempleadolallevóasudomicilio.

»AdolpheLebon,empleadodeMignaudehijos,declaraqueeldíaencuestiónacompañóhastasuresidencia amadame L’Espanaye, llevando los 4000 francos en dos sacos. Una vez abierta lapuerta,mademoiselleL.vinoatomarunodelossacos,mientraslaancianaseñoraseencargabadel otro. Por su parte, el testigo saludó y se retiró. No vio a persona alguna en la calle en esemomento.Setratadeunacallepocoimportante,muysolitaria.

»WilliamBird,sastre,declaraqueformabapartedelgrupoqueentróenlacasa.Esdenacionalidadinglesa.LlevadosañosderesidenciaenParís.Fueunodelosprimerosensubirlasescaleras.Oyóvocesquedisputaban.Lamásrudaeraladeunfrancés.Pudodistinguirvariaspalabras,peroyanolasrecuerdatodas.Oyóclaramente:sacréymonDieu.Enesemomentoseoíaunruidocomosivariaspersonasestuvieranluchando,eraunsonidodeforcejeo,comosialgofuesearrastrado.Lavozagudaeramuyfuerte,muchomásquelavozruda.Estásegurodequenosetratabadelavozdeun inglés.Parecía la de unalemán.Podía ser una voz demujer.El testigo no comprendeel

alemán.

»Cuatrodelostestigosnombradosmásarribafueronnuevamenteinterrogados,declarandoquelapuertadelaposentodondeseencontróelcadáverdemademoiselleL.estabacerradapordentrocuandollegaronhastaella.Reinabaunprofundosilencio;noseescuchabanquejidosnirumoresdeningunaespecie.Nosevioanadieenelmomentode forzar lapuerta.Lasventanas, tantode lahabitación del frente como de la trasera, estaban cerradas y firmemente aseguradas por dentro.Entreambashabitacioneshabíaunapuertacerrada,perolallavenoestabaechada.Lapuertaquecomunicaba la habitación del frente con el corredor había sido cerrada con llave por dentro.Uncuartopequeñosituadoenelfrentedelcuartopiso,alcomienzodelcorredor,aparecióabierto,conlapuertaentornada.Lahabitaciónestaballenadecamasviejas,cajonesyobjetosporelestilo.Seprocedió a revisarlos uno por uno, no se dejó sin examinar una sola pulgada de la casa. Seenviaron deshollinadores para que exploraran las chimeneas. La casa tiene cuatro pisos, conmansardes. Una trampa que da al techo estaba firmemente asegurada con clavos y no parecehaber sido abierta durante años. Los testigos no están de acuerdo sobre el tiempo transcurridoentre elmomento en que escucharon las voces que disputaban y la apertura de la puerta de lahabitación.Algunossostienenque transcurrieron tresminutos;otroscalculancinco.Costómuchoviolentarlapuerta.

»AlfonsoGarcio, empresario de pompas fúnebres, habita en la rueMorgue. Es de nacionalidadespañola.Formabapartedelgrupoqueentróenlacasa.Nosubiólasescaleras.Tienelosnerviosdelicadosytemelasconsecuenciasdetodaagitación.Oyólasvocesquedisputaban.Lamásrudapertenecíaaunfrancés.Nopudocomprenderloquedecía.Lavozagudaeraladeuninglés;estásegurodeesto.Nocomprendeelinglés,perojuzgabasándoseenlaentonación.

»AlbertoMontani,confitero,declaraquefuedelosprimerosensubirlasescaleras.Oyólasvocesen cuestión. La voz ruda era la de un francés. Pudo distinguir varias palabras. El que hablabaparecíareprocharalgunacosa.Nopudocomprenderlaspalabrasdichasporlavozmásaguda,quehablaba rápida y desigualmente. Piensa que se trata de un ruso. Corrobora los testimoniosrestantes.Esdenacionalidaditaliana.NuncahablóconunnativodeRusia.

»Nuevamenteinterrogados,variostestigoscertificaronquelaschimeneasdetodaslashabitacioneserandemasiadoangostasparaadmitirelpasodeunserhumano.Sepasaron“deshollinadores”—cepilloscilíndricoscomolosqueusanlosquelimpianchimeneas—portodoslostubosexistentesen la casa.Noexiste ningúnpasaje en los fondospor el cual alguienhubiera podidodescendermientras el grupo subía las escaleras. El cuerpo de mademoiselle L’Espanaye estaba tanfirmementeencajadoenlachimenea,quenopudoserextraídohastaquecuatroocincopersonasunieronsusesfuerzos.

»PaulDumas,médico,declaraque fue llamadoalamanecerparaexaminar loscadáveresde lasvíctimas. Los mismos habían sido colocados sobre el colchón del lecho correspondiente a lahabitación donde se encontró a mademoiselle L. El cuerpo de la joven aparecía lleno decontusionesyexcoriaciones.El hechodequehubiesesidometidoen la chimeneabastabaparaexplicar tales marcas. La garganta estaba enormemente excoriada. Varios profundos arañazosaparecían debajo delmentón, conjuntamente con una serie demanchas lívidas resultantes, contodaevidencia, de la presióndeunosdedos.El rostro estabahorriblementepálido y los ojos sesalíandelasórbitas.Lalenguaaparecíaamediascortada.Enlaregióndelestómagosedescubrióuna gran contusión, producida, aparentemente, por la presión de una rodilla. Según opinión deldoctorDumas,mademoiselleL’Espanayehabíasidoestranguladaporunaovariaspersonas.

»Elcuerpode lamadreestabahorriblementemutilado.Todos loshuesosde lapiernayelbrazoderechos se hallaban fracturados en mayor o menor grado. La tibia izquierda había quedadoreducidaaastillas,asícomotodas lascostillasdel lado izquierdo.Elcuerpoaparecíacubiertodecontusionesyestabadescolorido.Resultabaimposibleprecisarelarmaconquesehabíaninferidotalesheridas.Unpesadogarrotedemano,ounaanchabarradehierro,quizáunasilla,cualquierarma grande, pesada y contundente, enmanos de un hombre sumamente robusto, podía haberproducidoesosresultados.Imposiblequeunamujerpudierainfligirtalesheridasconcualquierarmaque fuese. La cabeza de la difunta aparecía separada del cuerpo y, al igual que el resto,terriblementecontusa.Eraevidentequelagargantahabíasidoseccionadaconuninstrumentomuyafilado,probablementeunanavaja.

»AlexandreEtienne,cirujano,fuellamadoalmismotiempoqueeldoctorDumasparaexaminarloscuerpos.Confirmóeltestimonioylasopinionesdeesteúltimo.

»Nosehaobtenidoningúnotrodatodeimportancia,apesardehaberseinterrogadoavariasotraspersonas. Jamás se ha cometido en París un asesinato tanmisterioso y tan enigmático en susdetalles…si es queen realidad se trata de unasesinato. La policía está perpleja, lo cual no esfrecuenteenasuntosdeestanaturaleza.Pero resulta imposiblehallar lamáspequeñaclavedelmisterio».

LaediciónvespertinadeldiariodeclarabaqueenelquartierSaint-Rochreinabaunaintensa excitación,que sehabíapracticadounnuevoyminuciosoexamendel lugardelhecho,mientras se interrogaba a nuevos testigos, pero que no se sabía nada nuevo.Unpárrafofinalagregaba,sinembargo,queuntalAdolpheLebonacababadeserarrestadoyencarcelado,aunquenadaparecíaacusarlo,ajuzgarporloshechosdetallados.

Dupin se mostraba singularmente interesado en el desarrollo del asunto; o por lomenos así me pareció por sus maneras, pues no hizo el menor comentario. Tan sólodespués de haberse anunciado el arresto de Lebon me pidió mi parecer acerca de losasesinatos.

No pude sino sumarme al de todo París y declarar que los consideraba unmisterioinsoluble.Noveíamodoalgunodeseguirelrastroalasesino.

—No debemos pensar en los modos posibles que surgen de una investigación tanrudimentaria—dijo Dupin—. La policía parisiense, tan alabada por su penetración, esmuyastutaperonadamás.Noprocedeconmétodo,salvoeldelmomento.Tomamuchasdisposiciones ostentosas, pero con frecuencia éstas se hallan tan mal adaptadas a suobjetivoquerecuerdanaMonsieurJourdain,quepedíasarobedechambre…pourmieuxentendrelamusique.Losresultadosobtenidossonconfrecuenciasorprendentes,peroensumayoría se logran por simple diligencia y actividad.Cuando éstas son insuficientes,todos sus planes fracasan.Vidocq, por ejemplo, era hombre de excelentes conjeturas yperseverante. Pero como su pensamiento carecía de suficiente educación, errabacontinuamenteporelexcesivoardordesusinvestigaciones.Dañabasuvisiónpormirarelobjeto desde demasiado cerca. Quizá alcanzaba a ver uno o dos puntos con singularacuidad,peroprocediendoasíperdíaelconjuntodelacuestión.Enelfondosetratabadeunexcesodeprofundidad,ylaverdadnosiempreestádentrodeunpozo.Porelcontrario,creo que, en lo que se refiere al conocimiento más importante, es invariablementesuperficial.Laprofundidadcorrespondealosvalles,dondelabuscamos,ynoalascimasmontañosas, donde se la encuentra. Las formas y fuentes de este tipo de error seejemplifican muy bien en la contemplación de los cuerpos celestes. Si se observa unaestrelladeunaojeada,oblicuamente,volviendohaciaellalaporciónexteriordelaretina(muchomássensiblealasimpresionesluminosasdébilesquelaparteinterior),severálaestrella con claridad y se apreciará plenamente su brillo, el cual se empaña apenas lacontemplamosdelleno.Esverdadqueenesteúltimocaso llegananuestrosojosmayorcantidadderayos,perolaporciónexteriorposeeunacapacidadderecepciónmuchomásrefinada. Por causa de una indebida profundidad confundimos y debilitamos elpensamiento,yVenusmismapuedellegaraborrarsedelfirmamentosilaescrutamosdemanerademasiadosostenida,demasiadoconcentradaodirecta.

»En cuanto a esos asesinatos, procedamos personalmente a un examen antes de

formarnos una opinión. La encuesta nos servirá de entretenimiento (me pareció que eltérminoeraextraño,aplicadoalcaso,peronodijenada).Además,Lebonmeprestóciertavezunservicioporelcualleestoyagradecido.Iremosaestudiarelterrenoconnuestrospropiosojos.ConozcoaG…,elprefectodepolicía,ynohabrádificultadenobtenerelpermisonecesario.

Laautorizaciónfueacordada,ynosencaminamosinmediatamentealarueMorgue.SetratadeunodeesosmíserospasajesquecorrenentrelarueRichelieuylarueSaint-Roch.Atardecía cuando llegamos, pues el barrio estaba considerablemente distanciado del denuestra residencia. Encontramos fácilmente la casa, ya que aún había varias personasmirandolaspersianascerradasdesdelaaceraopuesta.Eraunatípicacasaparisiense,conunapuertadeentradayunacasilladecristalesconventanacorrediza,correspondientealaloge du concierge. Antes de entrar recorrimos la calle, doblamos por un pasaje y,volviendoadoblar,pasamosporlapartetraseradeledificio,mientrasDupinexaminabalaenteravecindad,asícomolacasa,conunaatenciónminuciosacuyoobjetomeresultabaimposibledeadivinar.

Volviendo sobrenuestrospasos retornamosa lapartedelanteray, luegode llamarymostrarnuestrascredenciales, fuimosadmitidospor losagentesdeguardia.Subimos lasescaleras, hasta llegar a la habitación donde se había encontrado el cuerpo demademoiselle L’Espanaye y donde aún yacían ambas víctimas. Como es natural, eldesordendelaposentohabíasidorespetado.NovinadaquenoestuviesedetalladoenlaGazette des Tribunaux. Dupin lo inspeccionaba todo, sin exceptuar los cuerpos de lasvíctimas.Pasamosluegoalasotrashabitacionesyalpatio;ungendarmenosacompañabaatodaspartes.Elexamennostuvoocupadoshastaqueoscureció,yeradenochecuandosalimos.Enelcaminodevuelta,miamigosedetuvoalgunosminutosenlasoficinasdeunodelosdiariosparisienses.

Hedichoyaquesuscaprichoseranmuchosyvariados,yquejelesménageais(puesno hay traducción posible de la frase). En esta oportunidad Dupin rehusó todaconversación vinculada con los asesinatos, hasta el día siguiente amediodía. Entonces,súbitamente, me preguntó si había observado alguna cosa peculiar en el escenario deaquellasatrocidades.

Algo había en su manera de acentuar la palabra, que me hizo estremecer sin quepudieradecirporqué.

—No, nada peculiar—dije—. Por lo menos, nada que no hayamos encontrado yareferidoeneldiario.

—Metemo—repusoDupin—quelaGazettenohayapenetradoenelinsólitohorrordeesteasunto.Perodejemosdeladolasvanasopinionesdeesediario.Tengolaimpresiónde que se considera insoluble este misterio por las mismísimas razones que deberíaninduciraconsiderarlofácilmentesolucionable;merefieroaloexcesivo,alooutrédesuscaracterísticas.Lapolicíasemuestraconfundidaporlaaparentefaltademóvil,ynoporelasesinatoensí,sinoporsuatrocidad.Estáasimismoperplejaporlaaparenteimposibilidad

deconciliar lasvocesque seoyerondisputando,conelhechodequeen loalto sólo seencontróaladifuntamademoiselleL’Espanaye,apartedequeeraimposibleescapardelacasasinqueelgrupoqueascendíalaescaleralonotara.Elsalvajedesordendelaposento;elcadávermetido,cabezaabajo,enlachimenea;laespantosamutilacióndelcuerpodelaanciana, son elementos que, junto con los ya mencionados y otros que no necesitomencionar, han bastado para paralizar la acción de los investigadores policiales yconfundirpor completo su tan alabadaperspicacia.Hancaídoen elgruesopero comúnerror de confundir lo insólito con lo abstruso. Pero, justamente a través de esasdesviacionesdelplanoordinariodelascosas,larazónseabrirápaso,sielloesposible,enlabúsquedade laverdad.En investigaciones como laque ahora efectuamosnodeberíapreguntarse tanto«quéhaocurrido»,como«quéhayenloocurridoquenoseparezcaanadaocurridoanteriormente».Enunapalabra,lafacilidadconlacualllegaréohellegadoalasolucióndeestemisteriosehallaenrazóndirectadesuaparenteinsolubilidadaojosdelapolicía.

Mequedémirandoamiamigoconsilenciosaestupefacción.

—Estoy esperando ahora —continuó Dupin, mirando hacia la puerta de nuestrahabitación— a alguien que, si bien no es el perpetrador de esas carnicerías, debe dehabersevistoenvueltodealgunamaneraensuejecución.Esprobablequeseainocentedelapartemáshorribledeloscrímenes.Confíoenquemisuposiciónseaacertada,puesenellaseapoyatodamiesperanzadedescifrarcompletamenteelenigma.Esperolallegadadeesehombreencualquiermomento…yenestahabitación.Ciertoquepuedenovenir,perolomásprobableesquellegue.Siasífuera,habráqueretenerlo.Heahíunaspistolas;losdossabemosloquesepuedehacerconellascuandolaocasiónsepresenta.

Tomé las pistolas, sabiendo apenas lo que hacía y, sin poder creer lo que estabaoyendo, mientras Dupin, como si monologara, continuaba sus reflexiones. Ya hemencionadosuactitudabstraídaenesosmomentos.Suspalabrassedirigíanamí,perosuvoz, aunque no era forzada, tenía esa entonación que se emplea habitualmente paradirigirseaalguienquesehallamuylejos.Susojos,privadosdeexpresión,sólomirabanlapared.

—Lasvocesquedisputabanyfueronoídasporelgrupoquetrepabalaescalera—dijo—noeranlasdelasdosmujeres,comohasidobienprobadoporlostestigos.Conestoqueda eliminada toda posibilidad de que la anciana señora haya matado a su hija,suicidándoseposteriormente.Mencionoestopor razonesmetódicas,yaque la fuerzademadamedeL’Espanayehubierasidoporcompleto insuficientepara introducirelcuerpode su hija en la chimenea, tal como fue encontrado, amén de que la naturaleza de lasheridas observadas en su cadáver excluye toda idea de suicidio. El asesinato, pues, fuecometido por terceros, y a éstos pertenecían las voces que se escucharon mientrasdisputaban.Permítameahorallamarlelaatención,nosobrelasdeclaracionesreferentesadichasvoces,sinoaalgopeculiarenesasdeclaraciones.¿Noloadvirtióusted?

Hicenotarque,mientrastodoslostestigoscoincidíanenquelavozmásrudadebíaser

la de un francés, existían grandes desacuerdos sobre la voz más aguda o —como lacalificóunodeellos—lavozáspera.

—Tal es el testimonio en sí—dijo Dupin—, pero no su peculiaridad. Usted no haobservado nada característico.Y, sin embargo,había algo que observar. Como bien hadicho, los testigos coinciden sobre la voz ruda. Pero, con respecto a la voz aguda, lapeculiaridadnoconsisteenqueesténendesacuerdo,sinoenqueunitaliano,uninglés,unespañol, unholandésyun francés han tratadodedescribirla, y cadaunode ellos se hareferidoaunavozextranjera.Cadaunodeellosestásegurodequenosetratadelavozdeun compatriota. Cada uno la vincula, no a la voz de una persona perteneciente a unanación cuyo idioma conoce, sino a la inversa. El francés supone que es la voz de unespañol, y agrega que «podría haber distinguido algunas palabras sí hubiera sabidoespañol».Elholandéssostienequesetratadeunfrancés,peronosenteramosdequecomonohablafrancés,testimoniómedianteunintérprete.Elingléspiensaquesetratadelavozdeunalemán,peroeltestigonocomprendeelalemán.Elespañol«estáseguro»dequesetrata de un inglés, pero «juzga basándose en la entonación», ya que no comprende elinglés.Elitalianocreequeeslavozdeunruso,peronuncahablóconunnativodeRusia.Unsegundotestigofrancésdifieredelprimeroyestásegurodequesetratadelavozdeun italiano.No está familiarizado con la lengua italiana, pero al igual que el español,«está convencidopor la entonación».Ahorabien: ¡cuánextrañamente insólita tienequehabersidoesavozparaquepudieranreunirsesemejantestestimonios!¡Unavozencuyostonos los ciudadanos de las cinco grandes divisiones de Europa no pudieran reconocernadafamiliar!Mediráustedquepodíatratarsedelavozdeunasiáticoounafricano.NiunosniotrosabundanenParís,pero,sinnegaresaposibilidad,melimitaréallamarlelaatenciónsobretrespuntos.Untestigocalificalavozde«áspera,másqueaguda».Otrosdosseñalanqueera«precipitadaydesigual».Ningunodelostestigosserefirióapalabrasreconocibles,asonidosqueparecieranpalabras.

»Nosé—continuóDupin—la impresiónquepudohabercausadohastaahoraensuentendimiento, pero no vacilo en decir que cabe extraer deducciones legítimas de estapartedeltestimonio—laqueserefierealasvocesrudayaguda—,suficientesparacrearunasospechaquedebedeorientartodoslospasosfuturosdelainvestigacióndelmisterio.Digo “deducciones legítimas”, sin expresar plenamente lo que pienso. Quiero dar aentenderque lasdeducciones son lasúnicas que corresponden, yque la sospecha surgeinevitablementecomoresultadodelasmismas.Noledirétodavíacuálesestasospecha.Pero tenga presente que, por lo que a mí se refiere, bastó para dar forma definida ytendenciadeterminadaamisinvestigacionesenellugardelhecho.

»Transportémonosahoraconlafantasíaaesahabitación.¿Québuscaremosenprimerlugar?Losmediosdeevasiónempleadosporlosasesinos.Supongoquebienpuedodecirqueningunodelosdoscreeenacontecimientossobrenaturales.MadameymademoiselleL’Espanaye no fueron asesinadas por espíritus. Los autores del hecho eran de carne yhueso,yescaparonpormediosmateriales.¿Cómo,pues?Afortunadamente,sólohayunamanera de razonar sobre este punto, y esa manera debe conducirnos a una conclusión

definida.Examinemosunoporuno losposiblesmediosdeescape.ResultaevidentequelosasesinossehallabanenelcuartodondeseencontróamademoiselleL’Espanaye,oporlomenosenlapiezacontigua,enmomentosenqueelgruposubíalasescaleras.Valedecirquedebemosbuscarlassalidasenesosdosaposentos.Lapolicíahalevantadolospisos,los techosy lamamposteríade lasparedesen todasdirecciones.Ningunasalidasecretapudoescaparasusobservaciones.Perocomonomefíodesusojos,miréellugarconlosmíos. Efectivamente, no había salidas secretas. Las dos puertas que comunican lashabitaciones con el corredor estaban bien cerradas, con las llaves por dentro. Veamosahoralaschimeneas.Aunquedediámetroordinarioenlosprimerosochoodiezpiesporencimadeloshogares,lostubosnopermitiríanmásarribaelpasodelcuerpodeungatogrande. Quedando así establecida la total imposibilidad de escape por las víasmencionadas nos vemos reducidos a las ventanas.Nadie podría haber huido por la delcuartodelantero,yaquelamuchedumbrereunidalohubiesevisto.Losasesinostienenquehaberpasado,pues,porlasdelapiezatrasera.Llevadosaestaconclusióndemanerataninequívoca, no nos corresponde, en nuestra calidad de razonadores, rechazarla por suaparente imposibilidad. Lo único que cabe hacer es probar que esas aparentes“imposibilidades”nosontalesenrealidad.

»Haydosventanasenelaposento.Contraunadeellasnohayningúnmueblequelaobstruya, y es claramente visible. La porción inferior de la otra queda oculta por lacabecera del pesado lecho, que ha sido arrimado a ella. La primera ventana apareciófirmemente asegurada desde dentro. Resistió los más violentos esfuerzos de quienestratarondelevantarla.Enelmarco,alaizquierda,habíaunagranperforacióndebarreno,yenellaunsolidísimoclavohundidocasihastalacabeza.Alexaminarlaotraventanasevio que había un clavo colocado en forma similar; todos los esfuerzos por levantarlafueronigualmenteinútiles.Lapolicía,pues,sesintióplenamenteseguradequelahuidanosehabíaproducidoporeselado.Y,portanto,considerósuperfluoextraerlosclavosyabrirlasventanas.

»Miexamenfuealgomásdetallado,yesoporlarazónqueacabodedarle:allíeraelcasodeprobarquetodaslasaparentesimposibilidadesnoerantalesenrealidad.

»Seguírazonandoenlasiguienteforma…aposteriori.Losasesinosescaparondesdeunadeesas ventanas. Por tanto, no pudieron asegurar nuevamente losmarcos desde elinterior, tal como fueron encontrados (consideración que, dado lo obvio de su carácter,interrumpiólabúsquedadelapolicíaeneseterreno).Losmarcosestabanasegurados.Esnecesario,pues,que tenganunamaneradeasegurarsepor símismos.Laconclusiónnoadmitía escapatoria.Me acerqué a la ventanaque tenía libre acceso, extraje con algunadificultad el clavoy tratéde levantar elmarco.Tal como lohabía anticipado, resistió atodosmis esfuerzos.Comprendí entonces que debía de haber algún resorte oculto, y lacorroboracióndeestaideameconvenciódequeporlomenosmispremisaserancorrectas,aunqueeldetallereferentealosclavoscontinuarasiendomisterioso.Unexamendetalladonotardóenrevelarmeelresortesecreto.Looprimíy,satisfechodemidescubrimiento,meabstuvedelevantarelmarco.

»Volvíaponerelclavoensusitioyloobservéatentamente.Unapersonaqueescapaporlaventanapodíahaberlacerradonuevamente,yelresortehabríaaseguradoelmarco.Pero, ¿cómo reponer el clavo?La conclusión era evidente y estrechaba una vezmás elcampodemisinvestigaciones.Losasesinosteníanquehaberescapadoporlaotraventana.Suponiendo, pues, que los resortes fueran idénticos en las dos ventanas, como parecíaprobable,necesariamenteteníaquehaberunadiferenciaentrelosclavos,oporlomenosensumaneradeestarcolocados.Trepandoalarmazóndelacama,miréminuciosamenteel marco de sostén de la segunda ventana. Pasé la mano por la parte posterior,descubriendoenseguidaelresorteque,talcomohabíasupuesto,eraidénticoasuvecino.Miréluegoelclavo.Eratansólidocomoelotroyaparentementeestabafijodelamismamanerayhundidocasihastalacabeza.

»Pensará usted que me sentí perplejo, pero si así fuera no ha comprendido lanaturaleza de mis inducciones. Para usar una frase deportiva, hasta entonces no habíacometidofalta.Nohabíaperdidolapistaunsoloinstante.Loseslabonesdelacadenanotenían ninguna falla. Había perseguido el secreto hasta su última conclusión: y esaconclusióneraelclavo.Yahedichoqueteníatodaslasaparienciasdesuvecinodelaotraventana; pero el hecho, por más concluyente que pareciera, resultaba de una absolutanulidad comparado con la consideración de que allí, en ese punto, se acababa el hiloconductor.“Tiene que haber algo defectuoso en el clavo”, pensé.Al tocarlo, su cabezaquedóentremisdedos juntamenteconuncuartodepulgadade laespiga.El restode laespiga se hallaba dentro del agujero, donde se había roto. La fractura eramuy antigua,pueslosbordesaparecíanherrumbrados,yparecíahabersidohechodeunmartillazo,quehabíahundidoparcialmentelacabezadelclavoenelmarcoinferiordelaventana.Volvíacolocarcuidadosamente lapartede lacabezaenel lugardedonde lahabíasacado,yvique el clavo daba la exacta impresión de estar entero; la fisura resultaba invisible.Apretandoelresorte, levantéligeramenteelmarco; lacabezadelclavosubióconél,sinmoversedesulecho.Cerrélaventana,yelclavodiootravezlaimpresióndeestardentro.

»Hastaahora,elenigmaquedabaexplicado.Elasesinohabíahuidoporlaventanaquedaba a la cabecera del lecho.Cerrándose por símisma (o quizá ex profeso) la ventanahabíaquedadoaseguradaporsuresorte.Ylaresistenciaofrecidaporéstehabíainducidoala policía a suponer que se trataba del clavo, dejando así de lado toda investigaciónsuplementaria.

»La segunda cuestión consiste en elmodo del descenso.Mi paseo con usted por lapartetraseradelacasamesatisfizoalrespecto.Aunoscincopiesymediodelaventanaencuestióncorreunavarilladepararrayos.Desdeesavarillahubieraresultadoimposiblealcanzarlaventana,ymuchomenosintroducirseporella.Observé,sinembargo,quelaspersianasdelcuartopisopertenecenaesacuriosaespeciequeloscarpinterosparisiensesdenominan ferrades; es un tipo rara vez empleado en la actualidad, peroque se ve confrecuencia en casas muy viejas de Lyon y Bordeaux. Se las fabrica como una puertaordinaria (de una sola hoja, y no de doble batiente), con la diferencia de que la parteinferior tiene celosías o tablillas que ofrecen excelente asidero para lasmanos. En este

caso las persianas alcanzan un ancho de tres pies ymedio. Cuando las vimos desde laparteposteriordelacasa,ambasestabanentornadas,esdecir,enángulorectoconrelaciónalapared.Esprobablequetambiénlospolicíashayanexaminadolosfondosdeledificio;pero,siasílohicieron,miraronlasferradesenelánguloindicado,sindarsecuentadesugran anchura; por lomenosno la tomaron en cuenta.Sinduda, segurosdequepor esaparte era imposible toda fuga, se limitaron a un examen muy sumario. Para mí, sinembargo,eraclaroquesiseabríadeltodolapersianacorrespondientealaventanasituadasobreellecho,subordequedaríaaunosdospiesdelavarilladelpararrayos.Tambiéneraevidente que, desplegando tanta agilidad como coraje, se podía llegar hasta la ventanatrepando por la varilla. Estirándose hasta una distancia de dos pies y medio (ya quesuponemoslapersianaenteramenteabierta),unladrónhabríapodidosujetarsefirmementedelastablillasdelacelosía.Abandonandoentoncessusosténenlavarilla,afirmandolospiesen laparedy lanzándosevigorosamentehaciaadelantehabríapodidohacergirar lapersiana hasta que se cerrara; si suponemos que la ventana estaba abierta en estemomento,habríalogradoentrarasíenlahabitación.

»Le pido que tenga especialmente en cuenta queme refiero a un insólito grado devigor, capazde llevar a cabounahazaña tan azarosaydifícil.Mi intención consiste endemostrarle,primeramente,queelhechopudoserllevadoacabo;pero,ensegundolugar,ymuyespecialmente, insistoen llamarsuatenciónsobreelcarácterextraordinario,casisobrenatural,deesevigorcapazdecosasemejante.

»Usando términos judiciales, ustedme dirá sin duda que para “redondearmi caso”deberíasubestimarynoponerdetalmodoenevidencialaagilidadqueserequiereparadichaproeza.Perolaprácticadelostribunalesnoesladelarazón.Miobjetivofinalestan sólo laverdad.Ymipropósito inmediato consiste en inducirlo aqueyuxtaponga lainsólita agilidad que he mencionado a esa voz tan extrañamente aguda (o áspera) ydesigualsobrecuyanacionalidadnopudieronponersedeacuerdolostestigosyencuyosacentosnoselogródistinguirningúnvocabloarticulado.

Al oír estas palabras pasó pormimente una vaga e informe concepción de lo quequería significar Dupin. Me pareció estar a punto de entender, pero sin llegar a lacomprensión,asícomoavecesnoshallamosapuntoderecordaralgoquefinalmentenoseconcreta.Peromiamigoseguíahablando.

—Habránotadousted—dijo—quehepasadodelacuestióndelasalidadelacasaaladelmododeentrarenella.Eramiintenciónmostrarqueambascosassecumplieronenlamismaformayenelmismolugar.Volvamosahoraalinteriordelcuartoyexaminemosloqueallíaparece.Sehadichoqueloscajonesdelacómodahabíansidosaqueados,aunquequedaronenellosnumerosasprendas.Estaconclusiónesabsurda.Nopasadeunasimpleconjetura,bastantetontaporlodemás.¿Cómopodemosasegurarquelasropashalladasenloscajonesnoeranlasqueéstosconteníanhabitualmente?MadameL’Espanayeysuhijallevabanunavidamuyretirada,noveíananadie,salíanrarasveces,ypocasocasionesselespresentabandecambiardetocado.Loqueseencontróenloscajoneseradetanbuenacalidadcomocualquieradelosefectosqueposeíanlasdamas.Siunladrónsellevóuna

parte,¿porquénotomólomejor…porquénose llevótodo?Enunapalabra:¿porquéabandonó cuatro mil francos en oro, para cargarse con un hato de ropa? El oro fueabandonado. La sumamencionada pormonsieurMignaud, el banquero, apareció en sucasi totalidad en los sacos tirados por el suelo. Le pido, por tanto, que descarte de suspensamientosladesatinadaideadeunmóvil,nacidaenelcerebrodelospolicíasporesaparte del testimonio que se refiere al dinero entregado en la puerta de la casa.Coincidenciasdiezvecesmásnotablesqueésta(laentregadeldineroyelasesinatodesusposeedores tres días más tarde) ocurren a cada hora de nuestras vidas sin que nospreocupemosporellas.Engeneral,lascoincidenciassongrandesobstáculosenelcaminodeesospensadoresquetodoloignorandelateoríadelasprobabilidades,esateoríaalacual los objetivos más eminentes de la investigación humana deben los más altosejemplos.Enestainstancia,sielorohubiesesidorobado,elhechodequelasumahubiesesido entregada tres días antes habría constituido algomás que una coincidencia. Antesbien,hubieracorroboradolanocióndeunmóvil.Pero,dadaslasverdaderascircunstanciasdelcaso,sihemosdesuponerqueeloroeraelmóvildelcrimen,tenemosentoncesqueadmitir que su perpetrador era lo bastante indeciso y lo bastante estúpido como paraolvidareloroyelmóvilalmismotiempo.

»Teniendo,pues,presenteslospuntossobreloscualeshellamadosuatención—lavozsingular, la insólita agilidad y la sorprendente falta demóvil en un asesinato tan atrozcomo éste—, echemos una ojeada a la carnicería en sí. Estamos ante una mujerestranguladaporlapresióndeunasmanoseintroducidaenelcañóndelachimeneaconlacabeza hacia abajo. Los asesinos ordinarios no emplean semejantesmétodos.Ymuchomenos esconden al asesinado en esa forma. En el hecho de introducir el cadáver en lachimenea admitirá usted que hay algo excesivamente inmoderado, algo por completoinconciliableconnuestrasnocionessobrelosactoshumanos,inclusosisuponemosquesuautoreselmásdepravadodeloshombres.Piense,asimismo,enlafuerzaprodigiosaquehizo falta para introducir el cuerpo hacia arriba, cuando para hacerlo descender fuenecesarioelconcursodevariaspersonas.

»Volvámonosahoraalasrestantesseñalesquepudodejaresemaravillosovigor.Enelhogar de la chimenea se hallaron espesos (muy espesos)mechones de cabello humanocanoso.Habían sido arrancados de raíz.Bien sabe usted la fuerza que se requiere paraarrancarenesaformaveinteotreintacabellos.Yademásviolosmechonesencuestióntanbiencomoyo.Susraíces(cosahorrible)mostrabanpedazosdelcuerocabelludo,pruebaevidentedelaprodigiosafuerzaejercidaparaarrancarquizámediomillóndecabellosdeuntirón.Lagargantadelaancianaseñoranosolamenteestabacortada,sinoquelacabezahabíaquedadocompletamenteseparadadelcuerpo;elinstrumentoeraunasimplenavaja.Lo invito a considerar la brutal ferocidad de estas acciones. No diré nada de lascontusiones que presentaba el cuerpo deMadame L’Espanaye.Monsieur Dumas y suvalioso ayudante, monsieur Etienne, han decidido que fueron producidas por uninstrumentocontundente,yhastaahílaopinióndedichoscaballerosesmuycorrecta.Elinstrumentocontundentefueevidentementeelpavimentodepiedradelpatio,sobreelcualcayólavíctimadesdelaventanaquedasobrelacama.Porsimplequesea,estoescapóa

la policía por la misma razón que se les escapó el ancho de las persianas: frente a lapresenciadeclavossequedaronciegosante laposibilidaddeque lasventanashubieransidoabiertasalgunavez.

»Si ahora, en adición a estas cosas, ha reflexionado usted adecuadamente sobre elextrañodesordendelaposento,hemosllegadoalpuntodepodercombinarlasnocionesdeunaasombrosaagilidad,unafuerzasobrehumana,unaferocidadbrutal,unacarniceríasinmotivo,unagrotesquerieenelhorrorporcompletoajenoalohumano,yunavozdetonoextranjeroparalosoídosdehombresdedistintasnacionalidadesyprivadadetodosilabeointeligible.¿Quéresultadoobtenemos?¿Quéimpresiónheproducidoensuimaginación?

AlescucharlaspreguntasdeDupinsentíqueunestremecimientorecorríamicuerpo.

—Unmaníacoes el autordel crimen—dije—.Un loco furiosoescapadode algunamaisondesantédelavecindad.

—Enciertosentido—dijoDupin—,su ideanoes inaplicable.Pero,aunensusmássalvajesparoxismos,lasvocesdeloslocosjamáscoincidenconesaextrañavozescuchadaen lo alto.Los locos pertenecen a alguna nación, y, pormás incoherentes que sean suspalabras,tienen,sinembargo,lacoherenciadelsilabeo.Además,elcabellodeunloconoescomoelqueahoratengoenlamano.ArranquéestepequeñomechóndeentrelosdedosrígidamenteapretadosdemadameL’Espanaye.¿Puededecirmequépiensadeellos?

—¡Dupin…estecabelloesabsolutamenteextraordinario…!¡Noescabellohumano!;—grité,trastornadoporcompleto.

—Nohedichoquelofuera—repusomiamigo—.Peroantesdequeresolvamosestepunto,leruegoquemireelbosquejoquehetrazadoenestepapel.Esunfacsímildeloqueen una parte de las declaraciones de los testigos se describió como «contusionesnegruzcas,yprofundashuellasdeuñas»enlagargantademademoiselleL’Espanaye,yenotra (declaraciónde los señoresDumasyEtienne) como«una serie demanchas lívidasque,evidentemente,resultabandelapresióndeunosdedos».

»Notaráusted—continuómiamigo,mientrasdesplegabaelpapel—queestediseñoindicaunapresiónfirmeyfija.Nohayseñalalgunadedeslizamiento.Cadadedomantuvo(probablemente hasta la muerte de la víctima) su terrible presión en el sitio donde sehundió primero. Le ruego ahora que trate de colocar todos sus dedos a la vez en lasrespectivasimpresiones,talcomoapareceneneldibujo.

Lointentésinelmenorresultado.

—Quizá no estemos procediendo debidamente —dijo Dupin—. El papel es unasuperficie plana, mientras que la garganta humana es cilíndrica. He aquí un rodillo demadera, cuya circunferencia es aproximadamente la deunagarganta.Envuélvala con eldibujoyrepitaelexperimento.

Asílohice,perolasdificultadeseranaúnmayores.

—Estamarca—dije—noesladeunamanohumana.

—Leaahora—replicóDupin—estepasajedeCuvier.

Eraunaminuciosadescripciónanatómicaydescriptivadelgranorangutánleonadodelas islas de la India oriental. La gigantesca estatura, la prodigiosa fuerza y agilidad, laterrible ferocidad y las tendencias imitativas de estos mamíferos son bien conocidas.Instantáneamentecomprendítodoelhorrordelasesinato.

—Ladescripcióndelosdedos—dijealterminarlalectura—concuerdaexactamentecon este dibujo. Sólo un orangután, entre todos los animales existentes, es capaz deproducirlasmarcasqueaparecenensudiseño.YelmechóndepelocoincideenuntodoconelpelajedelabestiadescritaporCuvier.Detodasmaneras,noalcanzoacomprenderlosdetallesdeesteaterradormisterio.Además,seescucharondosvocesquedisputabanyunadeellasera,sinduda,ladeunfrancés.

—Cierto, Y recordará usted que, casi unánimemente, los testigos declararon haberoídodeciraesavozlaspalabras:MonDieu!Dadaslascircunstancias,unodelostestigos(Montani,elconfitero)acertóalsostenerquelaexclamaciónteníauntonodereprocheoreconvención. Sobre esas dos palabras, pues, he apoyado todas mis esperanzas de unasolucióntotaldelenigma.Unfrancésestuvoaltantodelasesinato.Esposible—einclusomuy probable— que fuera inocente de toda participación en el sangriento episodio. Elorangután pudo habérsele escapado.Quizá siguió sus huellas hasta la habitación; pero,dadaslasterriblescircunstanciasquesesucedieron,lefueimposiblecapturarlootravez.Elanimalandatodavíasuelto.Nocontinuaréconestasconjeturas(puesnotengoderechoa darles otro nombre), ya que las sombras de reflexión que les sirven de base poseenapenas suficiente profundidad para ser alcanzadas por mi intelecto, y no pretenderémostrarlasconclaridadalainteligenciadeotrapersona.Lasllamaremosconjeturas,pues,y nos referiremos a ellas como tales. Si el francés en cuestión es, como lo supongo,inocente de tal atrocidad, este aviso que deje anoche cuando volvíamos a casa en lasoficinasdeLeMonde (undiarioconsagradoacuestionesmarítimasymuy leídopor losnavegantes)loharáacudiranuestracasa.

Mealcanzóunpapel,dondeleí:Capturado. —En el Bois de Boulogne, en la mañana del… (la mañana del asesinato), se hacapturadoungranorangutánleonadodelaespeciedeBorneo.Sudueño(dequiensesabequeesunmarineropertenecienteaunbarcomaltés)puedereclamarlo,previaidentificaciónsatisfactoriaypagodelosgastosresultantesdesucapturaycuidado.Presentarsealnúmero…calle…FaubourgSaint-Germain…tercerpiso.

—Pero,¿cómoesposible—pregunté—quesepaustedqueelhombreesunmarineroyqueperteneceaunbarcomaltes?

—Nolosé—dijoDupin—ynoestoysegurodeello.Peroheaquíuntrocitodecintaque,ajuzgarporsuformaysugrasientacondición,debiódeserusadoparaatarelpeloenunadeesas largasqueues de que tanorgullosos semuestran losmarineros.Además, elnudoperteneceaesaclasequepocaspersonassoncapacesdehacer,salvolosmarinos,yes característico de losmalteses. Encontré esta cinta al pie de la varilla del pararrayos.Imposible que perteneciera a una de las víctimas. De todos modos, si me equivoco al

deducirdelacintaqueelfrancéseraunmarineropertenecienteaunbarcomaltes,nohecausadoningúndañoalestamparloenelaviso.Simeequivoco,elhombrepensaráquemeheconfundidoporalgunarazónquenosetomaráeltrabajodeaveriguar.Perosiestoyenlocierto,haymuchodeganado.Conocedor,aunqueinocentedelosasesinatos,elfrancésvacilará, comoesnatural, antesde responder al avisoy reclamar el orangután.He aquícómorazonará:«Soy inocenteypobre;miorangutánesmuyvaliosoyparaunhombrecomo yo representa una verdadera fortuna. ¿Por qué perderlo a causa de una tontaaprensión?Estáahí, amialcance.LohanencontradoenelBoisdeBoulogne,amuchadistanciade laescenadelcrimen.¿Cómopodríasospecharalguienqueeseanimaleselculpable?Lapolicíaestádesorientadaynohapodidoencontrarlamáspequeñahuella.Sillegaran a seguir la pista del mono, les será imposible probar que supe algo de loscrímenes o echarme alguna culpa como testigo de ellos. Además, soy conocido. Elredactor del aviso me designa como dueño del animal. Ignoro hasta dónde llega suconocimiento.Sirenuncioareclamaralgodetantovalor,quesesabedemipertenencia,las sospechas recaerán, por lomenos, sobre el animal.Contestaré al aviso, recobraré elorangutánylotendréencerradohastaquenosehablemásdelasunto».

Enesemomentooímospasosenlaescalera.

—Preparelaspistolas—dijoDupin—,peronolasusenilasexhibahastaquelehagaunaseña.

Lapuertadeentradadelacasahabíaquedadoabiertayelvisitantehabíaentradosinllamar, subiendo algunos peldaños de la escalera. Pero, de pronto, pareció vacilar y looímosbajar.Dupincorríayaalapuertacuandoadvertimosquevolvíaasubir.Estaveznovaciló,sinoque,luegodetrepardecididamentelaescalera,golpeóennuestrapuerta.

—¡Adelante!—dijoDupinconvozcordialyalegre.

Elhombrequeentró era, con toda evidencia, unmarino, alto, robustoymusculoso,conunsemblanteenelqueciertaexpresiónaudaznoresultabadesagradable.Surostro,muyatezado,aparecíaengranparteocultoporlaspatillasylosbigotes.Traíaconsigoungrueso bastón de roble, pero al parecer ésa era su única arma. Inclinose torpemente,dándonoslasbuenasnochesenfrancés;apesardeunciertoacentosuizodeNeufchatel,seveíaqueeradeorigenparisiense.

—Siéntese usted, amigo mío —dijo Dupin—. Supongo que viene en busca delorangután.Palabra,seloenvidiounpoco;esunmagníficoanimal,quepresumodebedetenergranvalor.¿Quéedadlecalculausted?

Elmarinerorespiróprofundamente,conelairedequiensesientealiviadodeunpesointolerable,ycontestócontonoreposado:

—Nopodríadecirlo,peronotienemásdecuatroocincoaños.¿Loguardaustedaquí?

—¡Oh,no!Carecemosdelugaradecuado.EstáenunacaballerizadelarueDubourg,cerca de aquí. Podría usted llevárselo mañana por la mañana. Supongo que estará encondicionesdeprobarsuderechodepropiedad.

—Porsupuestoquesí,señor.

—Lamentarésepararmedeél—dijoDupin.

—No quisiera que usted se hubiese molestado por nada —declaró el marinero—.Estoydispuestoapagarunarecompensaporelhallazgodelanimal.Unasumarazonable,seentiende.

—Puesbien—repusomiamigo—,esomeparecemuyjusto.Déjemepensar:¿quélepediré?¡Ah,yasé!Heaquícuálserámirecompensa:mecontaráustedtodoloquesabesobreesoscrímenesenlarueMorgue.

Dupin pronunció las últimas palabras en voz muy baja y con gran tranquilidad.Después, con igual calma, fue hacia la puerta, la cerró y guardó la llave en el bolsillo.Sacandoluegounapistola,lapusosinlamenorprisasobrelamesa.

Elrostrodelmarineroenrojeciócomosiunaccesodesofocaciónsehubieraapoderadodeél.Levantándose,aferrósubastón,perounsegundodespuéssedejócaerdenuevoenel asiento, temblando violentamente y pálido como lamuerte.No dijo una palabra. Locompadecídesdelomásprofundodemicorazón.

—Amigomío,seestáustedalarmandosinnecesidad—dijocordialmenteDupin—.Leaseguro que no tenemos intención de causarle elmenor daño.Lejos de nosotros quererperjudicarlo:ledoymipalabradecaballeroydefrancés.EstoyperfectamenteenteradodequeesustedinocentedelasatrocidadesdelarueMorgue.Peroseríainútilnegarque,enciertomodo,sehallaimplicadoenellas.Fundándoseenloquelehedicho,supondráqueposeomediosdeinformaciónsobreesteasunto,mediosqueleseríaimposibleimaginar.Elcasoseplanteadelasiguientemanera:ustednohacometidonadaquenodebierahabercometido, nada que lo haga culpable.Ni siquiera se le puede acusar de robo, cosa quepudollevaracaboimpunemente.Notienenadaqueocultarnirazónparahacerlo.Porotraparte, el honor más elemental lo obliga a confesar todo lo que sabe. Hay un hombreinocenteenlacárcel,acusadodeuncrimencuyoperpetradorpuedeusteddenunciar.

Mientras Dupin pronunciaba estas palabras, el marinero había recobrado en buenaparte su compostura, aunque su aire decidido del comienzo habíase desvanecido porcompleto.

—¡Diosvengaenmiayuda!—dijo,despuésdeunapausa—.Sí,ledirétodoloquesésobre este asunto, aunque no espero que crea ni la mitad de lo que voy a contarle…¡Estaríalocosipensaraquevanacreerme!Y,sinembargo,soy inocente,y loconfesarétodoaunquemecuestelavida.

Ensustancia,loquenosdijofuelosiguiente:Pocotiempoatrás,habíahechounviajealarchipiélagoíndico.UngrupodelqueformabapartedesembarcóenBorneoypenetróenelinteriorafindehacerunaexcursiónplacentera.Entreélyuncompañerocapturaronalorangután.Comosucompañerofalleciera,quedódueñoúnicodelanimal.Despuésdeconsiderablesdificultades,ocasionadasporlaindomableferocidaddesucautivoduranteelviajedevuelta,logrófinalmenteencerrarloensucasadeParís,donde,paraaislarlode

laincómodacuriosidaddesusvecinos,lomanteníacuidadosamenterecluido,mientraselanimal curaba de una herida en la pata que se había hecho con una astilla a bordo delbuque.Unavezcurado,elmarineroestabadispuestoavenderlo.

Una noche, o más bien una madrugada, en que volvía de una pequeña juerga demarineros, nuestro hombre se encontró con que el orangután había penetrado en sudormitorio, luego de escaparse de la habitación contigua donde su captor había creídotenerlosólidamenteencerrado.Navajaenmanoyembadurnadodejabón,habíasesentadofrenteaunespejoy tratabadeafeitarse, talcomo,sinduda,habíavistohacera suamoespiándoloporelojodelacerradura.Aterradoalverarmatanpeligrosaenmanosdeunanimalque,ensuferocidad,erahartocapazdeutilizarla,elmarinerosequedóuninstantesinsaberquéhacer.Porloregular,lograbaconteneralanimal,aunensusarrebatosmásterribles,conayudadeunlátigo,ypensóacudirotravezaeserecurso.Peroalverlo,elorangutánselanzódeunsaltoa lapuerta,bajólasescalerasy,desdeellas,saltandoporunaventanaquedesgraciadamenteestabaabierta,sedejócaeralacalle.

Desesperado,elfrancésseprecipitóensuseguimiento.Navajaenmano,elmonosedeteníaparamiraryhacermuecasasuperseguidor,dejándoloacercarsecasihastasulado.Entonces echaba a correr otra vez. Siguió así la caza durante largo tiempo. Las callesestabanprofundamentetranquilas,pueserancasilastresdelamadrugada.AlatravesarelpasajedelosfondosdelarueMorgue,laatencióndelfugitivosevioatraídaporlaluzquesalíade laventanaabiertadelaposentodemadameL’Espanaye,enelcuartopisodesucasa. Precipitándose hacia el edificio, descubrió la varilla del pararrayos, trepó por ellacon inconcebible agilidad, aferró la persiana que se hallaba completamente abierta ypegadaalapared,yenestaformaselanzóhaciaadelantehastacaersobrelacabeceradelacama.Todoestohabíaocurridoenmenosdeunminuto.Alsaltarenlahabitación,laspatasdelorangutánrechazaronnuevamentelapersiana,lacualquedóabierta.

Elmarinero,atodoesto,sesentíatranquiloypreocupadoalmismotiempo.Renacíansusesperanzasdevolveracapturaralabestia,yaqueleseríadifícilescapardelatrampaenqueacababademeterse, salvoquebajaraotravezpor elpararrayos,ocasiónenqueseríaposibleatraparlo.Porotraparte, se sentíaansiosoalpensaren loquepodríaestarhaciendoenlacasa.Estaúltimareflexiónindujoalhombreaseguiralfugitivo.Paraunmarinero no hay dificultad en trepar por una varilla de pararrayos; pero, cuando hubollegadoalaalturadelaventana,quequedabamuyalejadaasuizquierda,nopudoseguiradelante;lomásquealcanzófueaecharseaunladoparaobservarelinteriordelaposento.Apenashubomirado,estuvoapuntodecaeracausadelhorrorquelosobrecogió.FueenesemomentocuandoempezaronlosespantososalaridosquearrancarondesusueñoalosvecinosdelarueMorgue.MadameL’Espanayeysuhija,vestidasconsuscamisonesdedormir, habían estado aparentemente ocupadas en arreglar algunos papeles en la cajafuerteyamencionada,lacualhabíasidocorridaalcentrodelcuarto.Hallábaseabierta,yasu lado, en el suelo, los papeles que contenía. Las víctimas debían de haber estadosentadas dando la espalda a la ventana, y, a juzgar por el tiempo transcurrido entre laentradadelabestiaylosgritos,parecíaprobablequeenunprimermomentonohubieran

advertidosupresencia.Elgolpeardelapersianapudoseratribuidoporellasalviento.

En el momento en que el marinero miró hacia el interior del cuarto, el gigantescoanimal había aferrado amadame L’Espanaye por el cabello (que la dama tenía suelto,como si se hubiera estado peinando) y agitaba la navaja cerca de su cara imitando losmovimientosdeunbarbero.Lahijayacíapostradaeinmóvil,víctimadeundesmayo.Losgritos y los esfuerzos de la anciana señora, durante los cuales le fueron arrancados losmechones de la cabeza, tuvieron por efecto convertir los propósitos probablementepacíficosdelorangutánenotrosllenosdefuror.Conunsologolpedesumusculosobrazoseparó casi completamente la cabeza del cuerpo de la víctima. La vista de la sangretransformósucóleraenfrenesí.Rechinandolosdientesyechandofuegoporlosojos,saltósobreelcuerpodelajoveny,hundiéndolelasterriblesgarrasenlagarganta,lasmantuvoasíhastaquehuboexpirado.Lasfuriosasmiradasdelabestiacayeronentoncessobrelacabeceradellecho,sobreelcualelrostrodesuamo,paralizadoporelhorror,alcanzabaapenasadivisarse.Lafuriadelorangután,que,sinduda,noolvidabaeltemidolátigo,secambióinstantáneamenteenmiedo.Segurodehabermerecidouncastigo,pareciódeseosodeocultarsussangrientasacciones,yse lanzóporelcuarto llenodenerviosaagitación,echandoabajoyrompiendolosmueblesacadasaltoyarrancandoellechodesubastidor.FinalmenteseapoderódelcadáverdemademoiselleL’Espanayeylometióenelcañóndela chimenea, tal como fue encontrado luego, tomó luego el de la anciana y lo tiró decabezaporlaventana.

En momentos en que el mono se acercaba a la ventana con su mutilada carga, elmarinero se echóaterrorizadohacia atrásy,deslizándose sinprecauciónalgunahasta elsuelo, corrió inmediatamente a su casa, temeroso de las consecuencias de semejanteatrocidad y olvidando en su terror toda preocupación por la suerte del orangután. Laspalabrasque los testigosoyeron en la escalera fueron las exclamacionesde espantodelfrancés,mezcladasconlosdiabólicossonidosqueproferíalabestia.

Pocomequedaporagregar.Elorangutándebiódeescaparporlavarilladelpararrayosunsegundoantesdequelapuertafueraforzada.Sinduda,cerrólaventanaasupaso.Mástarde fue capturado por sumismodueño, quien lo vendió alJardindesPlantes en unaelevadasuma.

Lebonfuepuestoenlibertadinmediatamentedespuésquehubimosnarradotodaslascircunstanciasdelcaso—conalgunoscomentariosporpartedeDupin—enelbureaudel

prefectodepolicía.Estefuncionario,aunquemuybiendispuestohaciamiamigo,nopudoocultardeltodoelfastidioqueleproducíaelgiroquehabíatomadoelasunto,ydeslizóuno o dos sarcasmos sobre la conveniencia de que cada uno se ocupara de sus propiosasuntos.

—Déjeloustedhablar—medijoDupin, queno se habíamolestado en replicarle—.Deje que se desahogue; eso aliviará su conciencia.Me doy por satisfecho con haberloderrotado en su propio terreno.De todosmodos, el hecho de que haya fracasado en lasolucióndelmisterionoesningunarazónparaasombrarse;enverdad,nuestroamigoelprefectoesdemasiadoastutoparaserprofundo.Nohayfibraensuciencia:muchacabezaynadadecuerpo,comolasimágenesdeladiosaLaverna,o,alosumo,muchacabezaylomos, como un bacalao. Pero después de todo es un buen hombre. Lo estimoespecialmenteporciertaformamaestradegazmoñería,alacualdebesureputación.Merefieroalamaneraquetienedeniercequiest,etd’expliquercequin’estpas[11].

A

ElmisteriodeMarieRogêt[12]

Continuaciónde«LoscrímenesdelarueMorgue»(Hayseriesidealesdeacaecimientos

quecorrenparalelosalosreales.Raravezcoinciden;

porlogeneral,loshombresylascircunstancias

modificanlaserieidealperfecta,ysusconsecuencias

sonporlotantoigualmenteimperfectas.

TalocurrióconlaReforma:envezdelprotestantismo

tuvimoselluteranismo).

NOVALIS,MoralAnsichten

un entre los pensadoresmás sosegados, pocos hayque algunavez no se hayansorprendido al comprobar que creían amedias en lo sobrenatural—demaneravagapero sobrecogedora—,basándosepara ello encoincidencias de naturaleza

tan asombrosa que, en cuanto meras coincidencias, el intelecto no ha alcanzado aaprehender.Talessentimientos(yaque lascreenciasamediasdequehablono logran laplena fuerzadelpensamiento) nunca se borran del todo hasta que se los explica por ladoctrina de las posibilidades. Ahora bien, este cálculo es puramente matemático enesencia,yasínosencontramosconlaanomalíadequelacienciamásrígidayexactaseaplicaalassombrasyvaguedadesdelaespeculaciónmásintangible.

Los extraordinarios detalles que me toca dar a conocer constituyen, por lo que serefiereal tiempo, la ramaprincipaldeunaseriedecoincidenciasapenascomprensibles,cuya rama secundaria o final reconocerán todos los lectores en el reciente asesinato deMaryCeciliaRogers,enNuevaYork.

Cuandoenun relato titulado«Loscrímenesde lacalleMorgue»,publicadohaceunaño,tratédeponerdemanifiestoalgunasnotablescaracterísticasdelamentalidaddemiamigo,elchevalierC.AugusteDupin,nosemeocurrióquevolvería jamásaocuparmedel tema. Era mi intención describir esas características, y su objeto fue plenamentelogradodentrodelaterribleseriedecircunstanciasquepusierondemanifiestoelmodode

ser de Dupin. Podría haber aducido otros ejemplos, pero no hubieran resultado másprobatorios. Los recientes sucesos, sin embargo, con su sorprendente desarrollo, meobliganaproporcionarnuevosdetallesquetendránlaaparienciadeunaconfesiónforzada.Pero,luegodeloqueheoídoenestosúltimostiempos,seríaverdaderamenteextrañoqueguardarasilenciosobreloqueviyoíhacemucho.

UnavezresueltalatragediadelamuertedemadameL’Espanayeysuhija,Dupinsedespreocupó inmediatamente del asunto y recayó en sus viejos hábitos de melancólicaensoñación.Pormiparte,inclinadocomosoyalaabstracción,nodejédeacompañarloensuhumor;seguíamosocupandolasmismashabitacionesenelFaubourgSaint-Germain,yabandonamos toda preocupación por el futuro para sumergirnos plácidamente en elpresente,reduciendoasueñoselmortecinomundoquenosrodeaba.

Estossueños,sinembargo,solíaninterrumpirse.FácilmenteseimaginaráqueelpapeldesempeñadopormiamigoeneldramadelarueMorguenohabíadejadodeimpresionaralapolicíaparisiense.ElnombredeDupinsehabíavueltofamiliaratodossusmiembros.LasencillanaturalezadeaquellasinduccionesporlacualeshabíadesenredadoelmisterionofuenuncaexplicadoporDupinanadie,fuerademí—nisiquieraalprefecto—,porlocualnosorprenderáquesuintervenciónseconsiderarapocomenosquemilagrosa,oquelasaptitudesanalíticasdelchevalierlevalieranfamadeintuitivo.Sufranquezalohubierallevado a desengañar a todos los que creyeran esto último, pero su humor indolente loalejabadelareiteracióndeuntópicoquehabíadejadodeinteresarlehacíamucho.FueasícomoDupinseconvirtióenelblancodelasmiradasdelapolicía,yennopocoscasoslaprefectura trató de contratar sus servicios. Uno de los ejemplos más notables loproporcionóelasesinatodeunajovenllamadaMarieRogêt.

Elhechoocurrióunosdosañosdespuésdelasatrocidadesde larueMorgue.Marie,cuyonombreyapellidollamaráninmediatamentelaatenciónporsuparecidoconlosdelainfortunadavendedoradecigarrosdeNuevaYork,erahijaúnicadelaviudaEstelleRogêt.Su padre había muerto cuando Marie era muy pequeña, y desde entonces hasta unosdieciochomesesantesdelasesinatoquenosocupa,madreehijahabíanvividojuntasenlarue Pavee Saint André[13], donde la señora Rogêt, ayudada por la joven, dirigía unapensión.LascosassiguieronasíhastaqueMariecumplióveintidósaños,ysugranbellezaatrajo la atención de un perfumista que ocupaba uno de los negocios en la galería delPalais Royal, cuya clientela principal la constituían los peligrosos aventureros queinfestaban la vecindad.Monsieur LeBlanc[14] no ignoraba las ventajas de que la bellaMarieatendiera laperfumería,ysugenerosapropuesta fueprontamenteaceptadapor lajoven,aunquesumadrenodejódemostraralgunavacilación.

Lasprevisionesdelcomerciantesecumplieron,ysussalonesnotardaronenhacersefamosos gracias a los encantos de la vivazgrisette.Un año llevaba ésta en su empleo,cuandosusadmiradoresquedaronconfundidosporsubruscadesaparición.MonsieurLeBlancnoseexplicabasuausencia,ymadameRogêtestaballenadeansiedadyterror.Losperiódicos se ocuparon inmediatamente del asunto y la policía empezaba a efectuarinvestigaciones cuando, una semanadespuésde sudesaparición,Marie sepresentóotra

vezenlaperfumeríayreanudósus tareas,dandola impresióndehallarseperfectamentebien,aunquesuexpresiónreflejabacierta tristeza.Comoesnatural, toda indagaciónfueinmediatamentesuspendida,salvolasdecarácterprivado.MonsieurLeBlancsemostróimperturbableynodijounapalabra.Atodaslaspreguntasformuladas,tantoMariecomosumadrerespondieronquelaprimerahabíapasadolasemanaconparientesquevivíanenel campo. La cosa acabó ahí y fue bien pronto olvidada, sobre todo porque la joven,deseosa de evitar las impertinencias de la curiosidad, no tardó en despedirsedefinitivamentedelperfumistaybuscórefugioencasadesumadre,enlaruePaveeSaintAndré.

Habríanpasadocincomesesdesuretornoalhogar,cuandoalarmóasusamigosunasegunda y no menos brusca desaparición. Pasaron tres días sin que se tuviera noticiaalguna.Alcuartodía,elcadáveraparecióflotandoenelSena[15],cercadelaorillaopuesta

albarriodelarueSaintAndré,enunpuntonomuyalejadodelaaisladavecindaddelaBarrièreduRoule[16].

La atrocidad del crimen (pues desde un principio fue evidente que se trataba de uncrimen), la juventud y hermosura de la víctima y, sobre todo, su pasada notoriedad,conspiraron para producir una intensa conmoción en los espíritus de los sensiblesparisienses. No recuerdo ningún caso similar que haya provocado efecto tan general yprofundo.Durantevarias semanas ladiscusióndel absorbente temahizo inclusoolvidarlos temaspolíticosdelmomento.Elprefectodesplegóuna insólitaactividady,comoesnatural,losrecursosdelapolicíadeParísfueronempleadosensutotalidad.

Aldescubrirseelcadáver,nadiesupusoqueelasesinoevadiríapormuchotiempolainvestigación inmediatamente iniciada. Sólo al cumplirse la primera semana se estimónecesario ofrecer una recompensa, y aun así quedó limitada a la suma demil francos.Entretanto la indagación procedía con vigor, ya que no siempre con tino, y numerosaspersonas fueron interrogadas envano,mientras la excitaciónpopular iba en aumento aladvertir que no se daba con la menor clave que develara el misterio. Al cumplirse eldécimodíasecreyóconvenientedoblarlasumaofrecida.Transcurriólasegundasemanasin llegar a ningún descubrimiento, y como la animosidad siempre existente en Paríscontra la policía se manifestara en una serie de graves disturbios, el prefecto asumiópersonalmente la responsabilidad de ofrecer la suma de veinte mil francos «por ladenuncia del asesino»o, en caso de que se tratara demás de uno, «por la denuncia decualquieradelosasesinos».Enlaproclamacióndeestarecompensaseprometíacompletoperdónacualquiercómplicequesepresentaraadeclararcontraelautordelhecho;alpiedelcartelseagregóunsegundo,porelcualuncomitédeciudadanosofrecíaotrosdiezmilfrancosderecompensa.Lasumatotalalcanzaba,pues,atreintamilfrancos,locualdebeconsiderarse extraordinario teniendo en cuenta la humilde condición de la víctima y lagranfrecuenciaconqueenlasgrandesciudadesacontecenatrocidadesdeestegénero.

Nadiedudóentoncesdequeelmisteriosoasesinatoseríainmediatamenteesclarecido.Pero,aunqueseefectuaronunoodosarrestosqueprometíanbuenosresultados,nadapudoaclararsequecomprometieraalaspersonasencuestión,lascualesrecobraronlalibertad.Pormás raroqueparezca,habían transcurrido tressemanasdesdeeldescubrimientodelcuerpo sin que surgiera la menor luz reveladora, antes de que el rumor de losacontecimientosquetantoagitabanlaopiniónpúblicallegaraaoídosdeDupinydemí.Sumidosen investigacionesquereclamabantodanuestraatención,hacíamásdeunmesque ninguno de los dos salía a la calle, recibía visitas o leía los diarios, aparte de unaojeadaaloseditorialespolíticos.LaprimeranoticiadelasesinatonosfuetraídaporG…enpersona.Se presentó en la tarde del 13 de julio de 18…ypermaneció connosotroshastamuyentrada lanoche.Se sentíapicadoanteel fracasode todos susesfuerzosporatraparalosasesinos.Sureputación—segúndeclaróconunairetípicamenteparisiense—estaba comprometida. Incluso su honor se veía mancillado. Los ojos de la sociedadestabanclavadosenélynohabíasacrificioquenoestuviesedispuestoarealizarparaqueelmisterioquedaraaclarado.Terminósucuriosaperorataconuncumplidosobre loque

denominabaeltactodeDupin,ylehizounaproposicióntandirectacomogenerosa,cuyanaturalezaprecisanoestoyencondicionesdedeclarar,peroquenotienerelacióndirectaconeltemafundamentaldemirelato.

Mi amigo rechazó el cumplido lo mejor que pudo, pero aceptó inmediatamente laproposición, aunque sus ventajas eran momentáneas. Arreglado este punto, el prefectoprocedió a ofrecernos sus explicaciones del asunto, mezcladas con largos comentariossobre los testimonios recogidos (que no conocíamos aún). Habló largo tiempo,indudablementeconmuchasapiencia,mientrasyo insinuabaunaqueotrasugestióny lanoche avanzaba con interminable lentitud. Dupin, cómodamente instalado en su sillónhabitual, era la encarnación misma de la atención respetuosa. No se quitó en ningúnmomentolosanteojos,yunaojeadaocasionalquelancépordetrásdeloscristalesverdesbastóparaconvencermedequedormíatanprofundacomosilenciosamente,alolargodelassieteuochopesadísimashorasqueprecedieronlapartidadelprefecto.

Alamañanasiguientemeprocuréenlaprefecturauninformecompletodetodoslostestimoniosobtenidosy,enlasoficinasdelosdiarios,unejemplardecadaediciónenlacualsehubieranpublicadonoticiasimportantessobreeltristecaso.Libresdetodoloquecabíarechazardeplano,eltotaldelasinformacioneseraelsiguiente:

Marie Rogêt abandonó la casa de su madre en la rue Pavee Saint André hacia lasnuevedelamañanadeldomingo22dejuniode18…AlsalirinformóaunseñorJacquesSt.Eustache[17]—ysolamenteaél—queteníaintencióndepasareldíaencasadeunatíaquehabitabaenlaruedesDrômes.Estacalle,angostaybreveperomuypopulosa,noestálejosdelaorilladelríoyquedaaunasdosmillas—siguiendolalíneamásdirectaposible—delapensióndemadameRogêt.St.EustacheeraelnoviooficialdeMarie,yvivíaenlapensióndondeasimismoalmorzabaycenaba.Quedóconvenidoqueiríaabuscarasuprometida al anochecer, para acompañarla de regreso.Aquella tarde, empero, se puso allovercopiosamentey,alsuponerqueMariesequedaríaencasadesutía(comolohabíahechoencircunstanciassimilares),sunovionocreyónecesariomantenersupromesa.Amedida que avanzaba la noche, oyose decir a madame Rogêt (que era una ancianaachacosa, de setenta años) «que no volvería a ver nunca más a Marie»; pero en elmomentonadietomóencuentasuobservación.

EllunessesupoconcertezaquelamuchachanohabíaestadoenlaruedesDrômes,ycuando transcurrió el día sin noticias de ella se inició una tardía búsqueda en distintospuntosdelaciudadyalrededores.Perosóloalcuartodíadeladesapariciónsetuvieronlasprimerasnoticiasconcretas.Esedía(miércoles,25dejunio),unseñorBeauvais[18],queenunióndeunamigohabíaestadohaciendoindagacionessobreMariecercadelaBarrièreduRoule,enlaorilladelSenaopuestaalaruePaveeSaintAndré,fueinformadodequeunospescadoresacababandeextraery llevara laorillauncadáverquehabíaaparecidoflotando en el río. En presencia del cuerpo, y luego de alguna vacilación, Beauvais loidentificócomoeldelamuchachadelaperfumería.Suamigolareconocióantesqueél.

Elrostroestabacubiertodesangrecoagulada,partedelacualsalíadelaboca.Nose

advertíaningunaespuma,comoocurreconlosahogados.Lostejidoscelularesnoestabandecolorados.Alrededordelagargantaseadvertíanmagulladurasyhuellasdededos.Losbrazosestabandobladossobreelpechoy rígidos.Lamanoderechaaparecíacerrada; laizquierda, abierta en parte. En la muñeca izquierda había dos excoriaciones circulares,aparentemente causadas por cuerdas o por una cuerda pasada dos veces. Parte de lamuñeca derecha aparecía también muy excoriada, lo mismo que toda la espalda y enespecial losomoplatos.Al traerelcuerpoa laorilla lospescadores lohabíanatadoconuna soga, pero ninguna de las excoriaciones había sido producida por ésta. El cuelloaparecíasumamentehinchado.Noseveíaningunaherida,nicontusionesqueprovinierandegolpes.Alrededordelcuelloseencontróuncordónatadocon tanta fuerzaquenosealcanzabaadistinguirlo,detalmodoestabaincrustadoenlacarne;habíasidoaseguradoconunnudosituadoexactamentedebajodelaorejaizquierda.Estosolohubierabastadoparaprovocarlamuerte.Eltestimoniomédicodejóexpresamenteestablecidalavirtuddeladifunta,expresandoquehabíasidosometidaaunabrutalviolencia.Alserencontradoelcuerpo se hallaba en un estado que no impedía su identificación por parte de susconocidos.

Lasropasdelavíctimaaparecíanllenasdedesgarronesyendesorden.Unatiradeunpiedeanchohabíasidoarrancadadelvestido,desdeelruedodelafaldahastalacintura,peronodesprendidaporcompleto.Aparecíaarrolladatresvecesenlacinturayaseguradamediante una especie de ligadura en la espalda. La bata queMarie llevaba debajo delvestidoeradefinamuselina;unatiradedieciochopulgadasdeanchohabíasidoarrancadapor completo de esta prenda, de manera muy cuidadosa y regular. Dicha tira aparecióalrededor del cuello, pero no apretada, aunque había sido asegurada con un nudofirmísimo.Sobre la tirademuselinayelcordónhabíaun lazoprocedentedeunacofia,queaúncolgabadeél.Dicholazoestabaaseguradoconunnudodemarinero,ynoconelqueempleanlasseñoras.

Luego de identificado, el cadáver no fue conducido a la morgue, como seacostumbraba,yaque laformalidadparecíasuperflua,sinoenterradopresurosamentenolejos del lugar donde fuera extraído del agua. Gracias a los esfuerzos de Beauvais, elasuntosemantuvocuidadosamenteensecretoytranscurrieronvariosdíasantesdequeelinterés público despertara. Un semanario, sin embargo[19], se ocupó por fin del tema;exhumoseelcadáver,procediéndoseaunnuevoexamendelmismo,peronadaseagregóaloanteriormenteconocido.Masestavezsemostraron las ropasa lamadreyamigosdeMarie,quieneslasidentificaroncomolasquevestíalamuchachaalabandonarsucasa.

La agitación, entre tanto, aumentaba de hora en hora. Numerosas personas fueronarrestadas y puestas nuevamente en libertad. St.Eustache, en especial, provocaba vivassospechas, pues en un comienzo fue incapaz de explicar satisfactoriamente susmovimientosa lo largodeldomingoenqueMarie salióde sucasa.Más tarde,empero,presentóamonsieurG…testimoniosescritosquedabancuentaclaradecadahoradeldíaen cuestión. A medida que transcurría el tiempo sin que se hiciera el menordescubrimiento, empezaron a circular mil rumores contradictorios, y los periodistas se

entregaronalatareadeproponersugestiones.Entreellas,laquemásllamólaatenciónfuela de que Marie Rogêt estaba todavía viva, y que el cuerpo hallado en el Senacorrespondía a alguna otra desventurada mujer. Creo oportuno someter al lector lospasajes que contienen la sugestión aludida. Son transcripción literal de artículosaparecidosenL’Etoile[20],periódicoredactadohabitualmenteconmuchacompetencia.

«MademoiselleRogêtabandonólacasadesumadreenlamañanadeldomingo22dejunio,conelostensiblepropósitodevisitarasutíaoaalgúnotroparienteenlaruedesDrômes.Desde esa hora, nadie parece haber vuelto a verla.No hay lamenor huella ninoticia.Hastalafecha,porlomenos,nosehapresentadonadiequelahayavistounavezquesaliódelacasamaterna.Ahorabien,aunquecarecemosdetestimoniosdequeMarieRogêtsehallabaaúnentrelosvivosdespuésdelasnuevedelamañanadeldomingo22dejunio,haypruebasdequeloestabahastaesahora.Elmiércoles,amediodía,uncuerpodemujerfuedescubiertoaflotecercadelaorilladelaBarrièreduRoule.AunpresumiendoqueMarieRogêtfueraarrojadaalríodentrodelastreshorassiguientesalasalidadesucasa,estosignificauntérminodetresdías,horamásomenos,desdeelmomentoenqueabandonó su hogar. Pero sería absurdo suponer que el asesinato (si se trata de unasesinato)pudoserconsumadolobastanteprontoparapermitiralosperpetradoresarrojarelcuerpoalríoantesdemedianoche.Quienescometentanhorriblescrímenesprefierenlaoscuridadalaluz…Vemosasíque,sielcuerpohalladoenelríoeraeldeMarieRogêt,sólopudoestarenelaguadosdíasymedio,otrescomomáximo.Lasexperienciashandemostradoque loscuerposde losahogados,ode losarrojadosalagua inmediatamentedespuésdeunamuerteviolenta,requierendeseisadiezdíasparaqueladescomposiciónestélobastanteavanzadacomoparadevolverlosalasuperficie.Inclusosisedisparauncañonazo sobre el lugardondehayun cadáver, y éste sube a la superficie antesdeunainmersióndecincooseisdías,volveráahundirsesinoseloamarra.Preguntamosahora:¿quépudodeterminarsemejantealteraciónenelcursonaturaldelascosas?Sielcuerpo,maltratado como estaba, hubiera permanecido en tierra hasta la noche del martes, nohabría dejado de aparecer en la costa alguna huella de los asesinos. Asimismo, resultadudosoqueelcuerpohubierasubido tanprontoa flote,aun lanzadoalaguadespuésdedosdíasdeproducida lamuerte.Y, loqueesmás,parecealtamente improbableque losmiserablescapacesdesemejantecrimenhayanarrojadoelcadáveralaguasinatarlealgúnpesoparamantenerlosumergido,cosaquenoofrecíalamenordificultad».

El articulista continúa arguyendo que el cuerpo debió de estar en el agua «nosolamente tres días, sino, por lo menos, cinco veces ese tiempo», pues aparecía tandescompuesto que Beauvais tuvo gran dificultad para identificarlo. Este último punto,empero,fueplenamenterefutado.Continúotraduciendo:

«¿Enquésebasa,pues,monsieurBeauvaisparaafirmarquenodudadequeelcuerpoes el deMarie Rogêt? Sabemos que procedió a desgarrar la manga del vestido y queafirmó que había advertido en el brazo marcas que probaban su identidad. El públicohabrápensadoque se tratabadealgunacicatrizocicatrices.PeromonsieurBeauvaisselimitó a frotar el brazo y comprobar que tenía vello, lo cual es el detalle menos

concluyente que nos sea dado imaginar y tan poco probatorio como encontrar el brazodentrodelamanga.MonsieurBeauvaisnoregresóesanoche,perohizosaberamadameRogêt,alassietedelatardedelmiércoles,quesecontinuabalainvestigaciónreferenteasu hija. Si concedemos que, dada su edad y su aflicción, madame Rogêt no podíaidentificarpersonalmenteelcuerpo(locualesconcedermucho),cabesuponerquebienpodíahaberalgunaotrapersonaopersonasqueconsiderarannecesariohacersepresentesyseguir de cerca la investigación si creían que el cadáver era el deMarie. Pero nadie sepresentó. No se dijo ni se oyó una sola palabra sobre el asunto en la rue Pavee SaintAndré,nadaquellegaraaconocimientodelosocupantesdelamismacasa.MonsieurSt.Eustache,elprometidodeMarie,quehabitabaenlapensióndesumadre,declaraquenosuponada del descubrimiento del cuerpode su novia hasta que, a lamañana siguiente,monsieurBeauvaisentróensuhabitaciónylecomunicólanoticia.Sediríaquesemejantenoticiafuerecibidaconsumafrialdad».

Deestamanera,elarticulistaseesforzabaporcrearlaimpresióndeunaciertaapatíapor parte de los parientes de Marie, contradictoria con la suposición de que dichosparientescreíanqueelcadávereraeldelajoven.Lasinsinuacionespuedenreducirsealosiguiente:Marie,conlacomplicidaddesusamigos,sehabíaausentadodelaciudadporrazonesqueimplicabanuncargocontrasucastidad.AlaparecerenelSenauncuerpoqueseparecíaalgoaldelamuchacha,susparienteshabíanaprovechadolaoportunidadparaimpresionar al público con el convencimiento de su muerte. Pero L’Etoile volvía aapresurarse.Proboseclaramenteque laaludidaapatíanoera tal;que lamadredeMarieestabamuydébil y tan afligidaque era incapazdeocuparsedenada;queSt.Eustache,lejosdehaberrecibidofríamentelanoticia,hallábaseentalestadodedesesperaciónyseconducíadeunamaneratanextraviada,quemonsieurBeauvaisdebiópediraunamigoypariente que no se separara de su lado y le impidiera presenciar la exhumación delcadáver. L’Etoile afirmaba, además, que el cuerpo había sido nuevamente enterrado acosta del municipio, que la familia había rechazado de plano una ventajosa oferta desepulturaprivada,yqueenlaceremonianohabíaestadopresenteningúnmiembrodelafamilia.Perotodoeso,publicadoafindereforzarlaimpresiónqueelperiódicobuscabaproducir,fuesatisfactoriamenterefutado.UnnúmeroposteriordelmismodiariotratabadearrojarsospechassobreelmismoBeauvais.Elredactormanifestaba:

«Sehaproducidounanovedadenesteasunto.Nosinformanque,enocasióndeunavisita de ciertamadame B… a la casa demadame Rogêt,monsieur Beauvais, que sedisponíaasalir,dijoa laprimeranombradaqueno tardaríaenvenirungendarme,peroque no debía decir una sola palabra hasta su regreso, pues él mismo se ocuparía delasunto.Enelestadoactualdecosas,monsieurBeauvaispareceserquientienetodosloshilosenlamano.Esimposibledarelmenorpasosintropezarenseguidaconsupersona.Por alguna razón este caballero ha decidido que nadie fuera de él se ocupara de lasactuaciones, y se las ha compuesto para dejar de lado a los parientesmasculinos de ladifunta, procediendo en forma harto singular. Parece, además, haberse mostrado muyrefractarioaquelosparientesdelavíctimavieranelcadáver».

UnhechoposteriorcontribuyóadaralgunaconsistenciaalassospechasasíarrojadassobreBeauvais.Días antes de la desaparición de la joven, una persona que acudió a laoficina de aquél, en ausencia de su ocupante, observó que en la cerradura de la puertahabíaunarosa,yqueenunapizarracolgadaalladoaparecíaelnombreMarie.

Hastadondepodíamosdeducirloporlalecturadelosdiarios,laimpresióngeneraleraque la muchacha había sido víctima de una banda de criminales, quienes la habíanarrastradocercadelrío,maltratadoy,finalmente,asesinado.LeCommerciel[21]periódicodegraninfluencia,combatía,sinembargo,vigorosamenteestaopiniónpopular.Citounoodospasajesdesuscolumnas:

«Estamos persuadidos de que, al encaminarse hacia la Barrière du Roule, laindagaciónhaseguidohastaahorauncaminoequivocado.Esimposiblequeunapersonatanpopularmenteconocidacomolajovenvíctimahubierapodidocaminartrescuadrassinque la viera alguien, y cualquiera que la hubiese visto la recordaría, porque su figurainteresaba a todo el mundo. Las calles estaban llenas de gente cuando Marie salió.Imposible que haya llegado a la Barrière du Roule o a la rue des Drômes sin serreconocidaporunadocenadetestigos.Y,sinembargo,nosehapresentadonadiequelahaya visto fuera de la casa de su madre; aparte del testimonio que se refiere a lasintencionesexpresadasporMarie,noexistepruebaalgunadequerealmentehayasalidodesucasa.

»El traje de la víctima había sido desgarrado, arrollado a su cintura y atado; elpropósitoera llevarelcadávercomose llevaunenvoltorio.Sielasesinatohubiera sidocometidoenlaBarrièreduRoulenohabríahabidolamenornecesidaddesemejantecosa.ElhechodequeelcuerpohayasidoencontradoflotandocercadelaBarrièrenopruebaellugar donde fue arrojado al agua…Un trozo de una de las enaguas de la infortunadamuchacha,dedospiesdelargoporunodeancho,lefueaplicadobajoelmentónyatadodetrás de la cabeza, probablemente para ahogar sus gritos. Los individuos que hicieronestonoteníanpañueloenelbolsillo».

Uno o dos días antes de que el prefecto nos visitara, la policía recibió importantesinformacionesqueparecieroninvalidarlosargumentosesencialesdeLeCommerciel.Dosniños,hijosdeciertamadameDeluc,quevagabundeabanpor losbosquespróximosa laBarrière du Roule, entraron casualmente en un espeso soto, donde había tres o cuatrograndes piedras que formaban una especie de asiento con respaldo y escabel. Sobre lapiedra superior aparecían unas enaguas blancas; en la segunda, una chalina de seda.También encontraron una sombrilla, guantes y un pañuelo de bolsillo. Este últimoostentaba el nombre «Marie Rogêt». En las zarzas circundantes aparecieron jirones devestido.La tierraestaba removida, rotos losarbustosynocabíadudadequeuna luchahabía tenido lugar. Entre el soto y el río se descubrió que los vallados habían sidoderribadosylatierramostrabaseñalesdequesehabíaarrastradounapesadacarga.

Un semanario, Le Soleil[22], contenía el siguiente comentario del descubrimiento,comentarioqueeracomoelecodelaprensaparisiense:

«Contodaevidencia,losobjetoshalladosllevabanenellugartresocuatrosemanas,porlomenos;aparecíanestropeadosyenmohecidosporlaaccióndelaslluvias;elmoholoshabíapegadoentresí.Elpastohabíacrecidoentornoyencimadealgunosdeellos.Lasedade lasombrillaeramuyfuerte,perosus fibrassehabíanadheridounasaotraspordentro.Lapartesuperior,deteladobleyplegada,estabaenmohecidaporlaaccióndelaintemperieyserompióalquererabrirla.Losjironesdelvestidoenlaszarzasteníanunastres pulgadas de ancho por seis de largo. Uno de ellos correspondía al dobladillo delvestidoyhabíasido remendado;otro trozoerapartede la falda,peronodeldobladillo.Dabanlaimpresióndeserpedazosarrancadosysehallabanenlazarzaespinosa,aunpiedel suelo…No cabe ninguna duda, pues, de que se ha descubierto el escenario de tanespantosoatentado».

Otros testimonios surgieron a consecuencia del descubrimiento. Madame Delucdeclaróserladueñadeunaposadasituadasobreelcamino,nolejosdelaorilladelrío,enla parte opuesta a la Barrière du Roule. Esta región es particularmente solitaria yconstituyeelhabituallugardeesparcimientodelospájarosdecuentadeParís,quecruzanel río enbote.Hacia las tresde la tardedeldomingoencuestión llegóa laposadaunamuchachaaquienacompañabaunhombrejovenymoreno.Ambospermanecieronalgúntiempoenlacasa.Alpartirseencaminaronrumboalosespesosbosquesdelavecindad.MadameDeluchabíaobservadoconatencióneltocadodelamuchacha,pueslerecordabamuchounoquehabíatenidounaparientasuyafallecida.Reparó,sobretodo,enlachalina.Pocodespuésdelapartidadelaparejasepresentóunapandillademalandrines,quienessecondujeronescandalosamente,comieronybebieronsinpagar,siguieronluegolarutaquehabíantomadolosdosjóvenesyregresaronalaposadaalanochecer,volviendoacruzarelríocomosituvieranmuchaprisa.

Poco después de oscurecer, aquella misma tarde,madame Deluc y su hijo mayoroyeronlosgritosdeunamujerenlavecindaddelaposada.Losgritoseranviolentos,peroduraronpoco.MadameD.no solamente reconoció la chalinahalladaenel soto, sinoelvestidoqueteníaelcadáver.Unconductordeómnibus,Valence[23],testimonióasimismohabervistoaMarieRogêtcuandocruzabaenun ferry elSena,eldomingoencuestión,acompañadaporunjovenmoreno.Valenceconocíaalamuchachayestabasegurodesuidentidad.Losefectosencontradosenelsotofueronreconocidossinlugaradudasporlosparientesdelavíctima.

Los distintos testimonios e informaciones recogidos por mí a pedido de Dupincontenían tan sólounpuntomás,pero, alparecer,degran importancia. InmediatamentedespuésdeldescubrimientodelasropasqueacabandedescribirseencontroseelcuerpodeSt. Eustache, el prometido deMarie, quien yacía moribundo en la vecindad de la quetodos suponían la escena del atentado. Un frasco con la inscripción láudano aparecióvacíoasulado.Elalientodelagonizanterevelabalapresenciadelveneno.St.Eustachemuriósindecirunapalabra.EnsusropassehallóunacartadondebrevementereiterabasuamorporMarieysuintencióndesuicidarse.

—Apenasnecesitodecirle—declaróDupinalfinalizarelexamendemisnotas—que

este caso es mucho más intrincado que el de la rue Morgue, del cual difiere en unimportanteaspecto.Estamosaquíenpresenciadeuncrimenordinario,pormásatrozquesea.Nohaynadaparticularmenteexcesivo,outré,ensuscaracterísticas.Observaráustedqueporestarazónseconsideróqueelmisterioerasencillo,cuando,enrealidad,yporlamisma razón, debía considerárselo muy difícil. Al principio, por ejemplo, no se creyónecesario ofrecer una recompensa. Los agentes de G… fueron capaces de comprenderinmediatamentecómoyporquépodíahabersecometidoesaatrocidad.Serepresentaronimaginariamenteunmodo—muchosmodos—yunmóvil—muchosmóviles—.Ycomonoeraimposiblequecualquieradetannumerososmodosymóvilespudierahabersidoelverdadero,descontaronqueunodeellosteníaqueserelverdadero.Perolafacilidadconquenacierontandiversasfantasíasyloplausibledecadaunadeberíanhaberindicadolasdificultades del caso antes que su facilidad.Ya le he hecho notar que la razón se abrecamino por encima del nivel ordinario, si es que ha de encontrar la verdad, y que laverdaderapreguntaencasoscomoéstosnoes tanto:«¿Quéhaocurrido?», sino:«¿Quéhay en lo ocurrido, que no se parece a nada de lo ocurrido anteriormente?». En lasinvestigaciones en casa de madame L’Espanaye[24], los agentes de G… quedaronconfundidos y descorazonados por lo insólito, lo infrecuente del caso que, para unintelectodebidamenteordenado,hubiesesignificadoelmásseguroauguriodebuenéxito;mientras esemismo intelectopodríadesesperarse ante el carácterordinariode todas lasaparienciasenelcasode lamuchachade laperfumería,quepara los funcionariosde laprefecturaeransignosdeunfáciltriunfo.

»En el caso de madame L’Espanaye y su hija, desde el principio de nuestrainvestigación no cupo duda alguna de que se había cometido un crimen. La idea desuicidio fue inmediatamente excluida. También aquí, desde el comienzo, podemoseliminar toda suposición en ese sentido. El cuerpo hallado en la Barrière du Roule sehallabaenunestadoqueeliminatodavacilaciónsobrepuntotanimportante.Perosehasugerido que el cadáver hallado no es el deMarie Rogêt; y la recompensa ofrecida serefierea ladenunciadelasesinooasesinosdeésta,y lomismoelacuerdoaquehemosllegadoconelprefecto.Bienconocemosaestecaballeroynodebemosconfiardemasiadoen él. Si iniciamos nuestras investigaciones a partir del cadáver hallado y seguimos lahuella del asesino hasta descubrir que el cadáver pertenece a otra persona, o bien sipartimosdelasuposicióndequeMarieestávivayverificamosque,efectivamente,ésaesla verdad, en ambos casos perdemos el precio de nuestras fatigas, ya que tenemos queentendernosconmonsieurG…Valedecirquenuestroprimerobjetivo—sipensamosennosotros tanto como en la justicia— debe consistir en dejar bien establecido que elcadáverhalladopertenecealaMarieRogêtdesaparecida.

»Los argumentos de L’Etoile han tenido gran repercusión entre el público, y elperiódico mismo está tan convencido de su importancia que comienza así uno de suscomentariossobreeltema:“Variosdiariosdelamañana,ensuedicióndehoy,aludenalconcluyente artículo de L’Etoile del domingo”. Para mí el tal artículo no es nadaconcluyente y sólo demuestra el celo de su redactor.Debemos tener en cuenta que, en

general, nuestros periódicos se proponen fines sensacionalistas y triunfos personalesmuchomásqueservirlacausadelaverdad.Esteúltimoobjetivosolamenteesperseguidocuandocoincideconlosanteriores.Eldiarioqueseconformaconlaopinióngeneral(porbien fundada que esté) no logra los sufragios de la multitud. La masa popular sóloconsideraprofundoaquelloqueestáenabiertacontradicciónconlasnocionesgenerales.Tantoenelraciociniocomoenlaliteratura,elepigramaobtienelaaprobacióninmediatayuniversal.Yenamboscasossehallaenlomásbajodelaescalademéritos.

»Quiero decir que la mezcla de epigrama y melodrama que hay en la idea de queMarieRogêtestátodavíavivavalemásparaL’Etoilequeloquepuedahaberdeplausibleen esa sugestión, y le ha ganado la favorable acogida del público. Examinemos loprincipaldelosargumentosdeldiario,tratandodeevitarlaincoherenciaconlacualhansidoexpuestos.

»El primer propósito del redactor consiste en mostrar, basándose en lo breve delintervaloentreladesaparicióndeMarieyelhallazgodelcuerpoenelrío,queesteúltimonopuedesereldeMarie.Deinmediato,elredactortratadereducirdichointervaloasusmenores proporciones. En la ansiosa persecución de este objetivo, no vacila enabandonarseameras suposiciones.“Seríaabsurdosuponer—declara—queelasesinato(si se trata de un asesinato) pudo ser consumado lo bastante pronto para permitir a losperpetradores arrojar el cuerpo al río antes de media noche”. Con toda naturalidadpregunto:¿porqué?¿Porquéesabsurdosuponerqueelcrimenpodosercometidocincominutos después de que la muchacha salió de casa de sumadre? ¿Por qué es absurdosuponer que el crimen fue cometido en cualquier momento de ese día? Ha habidoasesinatos a todas horas. Pero si el crimen hubiese tenido lugar en cualquiermomentoentre las nueve de lamañana del domingo y un cuarto de hora antes demedia noche,siempre habría habido tiempo suficiente “para arrojar el cuerpo al río antes de medianoche”. La suposición, pues, se reduce a esto: el asesinato no fue cometido el díadomingo.Pero si permitimos aL’Etoile suponer eso, bien podemospermitirle todas laslibertades. El párrafo que comienza: “Sería absurdo suponer que el asesino, etcétera”,debióhabersidoconcebidoporelredactorenlaformasiguiente:«Seríaabsurdosuponerqueelasesinato(sisetratadeunasesinato)pudoserconsumadolobastanteprontoparapermitir a los perpetradores arrojar el cuerpo al río antes demedia noche; es absurdo,decimos,suponertalcosa,yalavez(comoestamosresueltosasuponer)queelcuerponofuetiradoalríohastadespuésdemedianoche…»Frasebastanteinconsistenteensí,peronotanridículacomolaimpresa.

»Simipropósito—continuóDupin—se limitarameramentea impugnarestepasajedelargumentodeL’Etoile,podríadejarlacosaasí.PeronotenemosquehabérnoslasconL’Etoile,sinoconlaverdad.Talcomoaparece,lafraseencuestiónsólotieneunsentido,peroresulta importantísimoquevayamosmásalládelasmeraspalabras,enbuscadelaideaqueéstastrataronobviamentedeexpresarsinconseguirlo.Laintencióndelperiodistaerahacernotarqueencualquiermomentodeldíaode lanochedeldomingoenquesehubiera cometido el crimen, resultaba improbable que los asesinos hubieran osado

transportar el cuerpo al río antes demedianoche.Yes aquí donde reside la suposicióncontralacualmerebelo.Sedaporsupuestoqueelasesinatofuecometidoenunlugaryen tales circunstancias que hacían necesario transportar el cadáver. Ahora bien, elasesinatopudoproducirsea laorilladelríooenelríomismo;valedecirqueelactodearrojarelcadáveralríopudoocurrirencualquiermomentodeldíaodelanoche,comolaformadeocultamientomásinmediataymásobvia.Comprenderáquenosugieronadadeesto como probable o como coincidente con mi propia opinión. Hasta ahora, misintencionesnoserefierenaloshechosdelcaso.SimplementedeseoprevenirlocontraeltonodeesasugestióndeL’Etoile,mostrándoledesdeuncomienzosucarácter.

»Luegodefijarunlímiteadecuadoasusnocionespreconcebidasydesuponerque,detratarsedelcuerpodeMarie,sólopodríahaberpermanecidobrevetiempoenelagua,eldiariocontinúadiciendo:

»“Lasexperienciashandemostradoqueloscuerposdelosahogadosodelosarrojadosalaguainmediatamentedespuésdeunamuerteviolentarequierendeseisadiezdíasparaque ladescomposición esté lobastante avanzada comoparadevolverlos a la superficie.Incluso si sedisparauncañonazo sobre el lugardondehayuncadávery éste subea lasuperficie antes de una inmersión de cinco o seis días volverá a hundirse si no se loamarra”.

»EstasafirmacioneshansidotácitamenteaceptadasportodoslosdiariosdeParís,conexcepcióndeLeMoniteur[25],Esteúltimoseesfuerzapordesvirtuaresapartedelpárrafoqueserefierea“loscuerposdelosahogados”,citandocincooseiscasosenloscualesloscadáveresdepersonasahogadasreaparecieronaflotetrasunlapsomenordelquesostieneL’Etoile. PeroLeMoniteur procede demaneramuy poco lógica al pretender refutar latotalidad del argumento deL’Etoile mediante ejemplos particulares que lo contradicen.Aunquehubierasidoposibleaducircincuentaenvezdecincoejemplosdecuerposquesehallaron flotando después de dos o tres días, esos cincuenta ejemplos podrían seguirsiendo razonablemente considerados como excepciones a la regla de L’Etoile hasta elmomentoenquepudierarefutarselareglamisma.Admitiendoestaúltima(comolohaceLeMoniteur,queselimitaaseñalarsusexcepciones),elargumentodeL’Etoileconservatodasufuerza,yaquesóloserefierealaprobabilidaddequeelcuerpohayasurgidoalasuperficie enmenos de tres días, y esta probabilidad seguirámanteniéndose a favor deL’Etoilehastaque losejemplos tanpuerilmenteaducidos tengannúmerosuficienteparaconstituirunareglaantagónica.

»Verá usted de inmediato que toda argumentación opuesta debe concentrarse en lareglaensí,yatalfindebemosexaminarlarazónmismadelaregla.Engeneral,elcuerpohumanonoesnimáslivianonimáspesadoqueelaguadelSena;valedecirqueelpesoespecífico del cuerpo humano en condición natural equivale aproximadamente al delvolumen de agua dulce que desplaza. Los cuerpos de gentes gruesas y corpulentas, dehuesos pequeños, y en general los de las mujeres, son más livianos que los cuerposdelgados,dehuesosgrandes,yengeneraldelosmasculinos;asuvezelpesoespecificodelaguaderíosevemásomenosinfluidoporelflujoprovenientedelmar.Pero,dejando

esto a un lado, puede afirmarse quemuy pocos cuerpos se hundirían espontáneamente,inclusoenaguadulce.Prácticamente todos losquecaenenun ríopuedenmantenerseaflote,siemprequelogrenequilibrarelpesoespecíficodelaguaconelsuyo;valedecir,quequedencasicompletamentesumergidos,conelmininoposiblefueradelagua.Laposiciónadecuadapara el queno sabenadar es la vertical, como si estuviera caminando, con lacabezacompletamenteechadahaciaatrásysumergida,salvolabocaylanariz.Colocadosen esa forma, descubriremos que nos mantenemos a flote sin dificultad ni esfuerzo.Naturalmente que el peso del cuerpo y el volumen de agua desplazado se equilibranestrechamente,y lamenordiferenciadeterminará lapreponderanciadeunodeellos.Unbrazolevantadofueradelagua,porejemplo,yprivadoasídesusostén,representaunpesoadicionalsuficienteparasumergirporcompletolacabeza,mientrasquelaayudadelmáspequeñotrozodemaderanospermitirásacarlacabezalosuficienteparamirarentorno.Ahora bien, cuando alguien que no sabe nadar se debate en el agua, levantaráinvariablemente los brazos, mientras se esfuerza por mantener la cabeza en posiciónvertical. El resultado de esto es la inmersión de la boca y la nariz, que acarrea, en losesfuerzosporrespirar,laentradadelaguaenlospulmones.Elaguapenetraigualmenteenelestómago,yelcuerpopesamásporladiferenciaentreelpesodelairequepreviamentellenabadichascavidadesyeldellíquidoquelasocupaahora.Taldiferenciabastaparaqueelcuerposehundaporreglageneral,aunqueesinsuficienteencasodepersonasdehuesosmenudosyunacantidadanormaldemateriagrasa.Estaspersonassiguenflotandoinclusodespuésdehaberseahogado.

»Suponiendoqueelcuerposeencuentreenelfondodelrío,permaneceráallíhastaqueporalgúnmotivosupesoespecíficovuelvaasermenorquelamasadeaguaquedesplaza.Esto puede deberse a la descomposición o a otras razones.La descomposición producegasesquedistiendenlostejidoscelularesytodaslascavidades,produciendoenelcadáveresa hinchazón tanhorrible de ver.Cuando la distensiónha avanzado a punto tal que elvolumendelcuerpoaumentadetamañosinunaumentocorrespondientedemasa,supesoespecífico resulta menor que el del agua desplazada y, por tanto, se remonta a lasuperficie.Peroladescomposiciónsevemodificadaporinnumerablescircunstanciasyesacelerada o retardada por múltiples causas; vayan como ejemplos el calor o frío de laestación,ladensidadmineralolapurezadelagua,laprofundidaddeésta,sumovimientoo estancamiento, las características del cuerpo, su estado normal o anormal antes de lamuerte.Resulta,pues,evidentequenopodemosseñalarconseguridadunperíodoprecisotras el cual el cadáver saldrá a flote a causa de la descomposición. Bajo ciertascondiciones, este resultado puede ocurrir dentro de una hora; bajo otras, puede noproducirse jamás. Existen preparados químicos por los cuales un cuerpo puede serpreservadoparasiempredelacorrupción;unodeelloseselbiclorurodemercurio.Pero,aparte de la descomposición, suele producirse en el estómago una cantidad de gasderivada de la fermentación acetosa de materias vegetales, gas que también puedeoriginarse en otras cavidades y provenir de otras causas, en cantidad suficiente paraprovocarunadistensiónqueharásubirelcuerpoalasuperficie.Elefectoproducidoporeldisparo de un cañón es el resultante de las simples vibraciones. Éstas desprenderán el

cuerpodelbarrooellimoenelcualsehalledepositadopermitiéndolesalirafloteunavezque las causas antes citadas lo hayan preparado para ello; también puede vencer laresistencia de algunas partes putrescibles de los tejidos celulares, permitiendo que lascavidadessedistiendanbajolainfluenciadelosgases.

»Así,unavezque tenemosantenosotros todos losdatosnecesariossobreeste tema,podemos emplearlos para poner fácilmente a prueba las afirmaciones deL’Etoile. “Lasexperiencias han demostrado—dice éste— que los cuerpos de los ahogados, o de losarrojadosalaguainmediatamentedespuésdeunamuerteviolenta,requierendeseisadiezdías para que la descomposición esté lo bastante avanzada como para devolverlos a lasuperficie.Inclusosisedisparauncañonazosobreellugardondehayuncadáver,yéstesubealasuperficieantesdeunainmersióndecincooseisdías,volveráahundirsesinoseloamarra”.

»A la luzde loquesabemos, la totalidaddeestepárrafoaparececomoun tejidodeinconsecuencias e incoherencias. La experiencia no demuestra que los “cuerpos deahogados”requierandeseisadiezdíasparaqueladescomposiciónavancelosuficientepara devolverlos a la superficie. Tanto la ciencia como la experienciamuestran que eltérminodesureapariciónesydebesernecesariamentevariable.Si,además,uncuerpohasalidoafloteporeldisparodeuncañón,no“volveráahundirsesinoseloamarra”hastaque la descomposición haya avanzado lo bastante para permitir el escape del gasacumulado en el interior.Quiero llamar su atención sobre el distingoque se hace entre“cuerpos de ahogados” y cuerpos «arrojados al agua inmediatamente después de unamuerteviolenta».Aunqueelredactoradmiteladistinción,losincluyeemperoenlamismacategoría. Ya he demostrado que el cuerpo de un hombre que se ahoga se vuelveespecíficamentemáspesadoquelamasadeaguaquedesplaza,yquenosehundiríasinofuerapor losmovimientosenelcursodeloscualessacalosbrazosfueradelagua,ysuansiedad por respirar debajo de ésta, con lo cual el espacio que ocupaba el aire en lospulmonesseve reemplazadoporagua.Peroestosmovimientosyestas respiracionesnoocurrenenuncuerpo«arrojadoalaguainmediatamentedespuésdeunamuerteviolenta».Enesteúltimocaso,pues,esreglageneralqueelcuerponosehunda,detallequeL’Etoileevidentemente ignora.Cuando ladescomposiciónalcanzaungradoavanzado,cuando lacarne se ha desprendido en gran parte de los huesos, entonces, pero sólo entonces,perderemosdevistaelcadáver.

»¿QuénosquedaahoradelargumentoporelcualelcuerpoencontradonopuedesereldeMarieRogêtdadoqueaparecióflotandoatresdíasapenasdesudesaparición?Encasodehaberseahogado,elcuerpopudonohundirsenunca,yaquesetratabadeunamujer;o,encasodehundirse,pudoreapareceralcabodeveinticuatrohorasomenos.Sinembargo,nadie supone que Marie se haya ahogado, y, habiendo sido asesinada antes de que laarrojaranalrío,sucadáverpudoserencontradoafloteencualquiermomento.

»“Pero—diceL’Etoile—sielcuerpo,maltratadocomoestaba,hubierapermanecidoen tierra hasta la noche delmartas, no habría dejado de encontrarse en la costa algunahuellade losasesinos”.Aquí resultadifícildarsecuentaalprincipiode la intencióndel

razonador. Trata de anticiparse a algo que supone puede constituir una objeción a suteoría: vale decir que el cuerpo fue guardado dos días en tierra, entrando endescomposiciónconmayorrapidezquesihubieraestadosumergidoenelagua.Suponeque,siésefueraelcaso,elcadáverpodríahabersurgidoalasuperficieeldíamiércoles,ypiensa que sólo gracias a esas circunstancias podría haber aparecido. Se apresura, portanto, a mostrar que no fue guardado en tierra, pues, de ser así, “no habría dejado deencontrarseenlacostaalgunahuelladelosasesinos”.Meimaginoqueustedsonríeanteestesequitur.Noalcanza aver cómo lamerapermanencia del cadáver en tierrapodríamultiplicarlashuellasdelosasesinos.Tampocoloveoyo.

»“Y,loqueesmás—continuanuestrodiario—,parecealtamenteimprobablequelosmiserablescapacesdesemejantecrimenhayanarrojadoelcadáveralaguasinatarlealgúnpesoparamantenerlo sumergido, cosaquenoofrecía lamenordificultad”. ¡Observeenesta parte la risible confusión de pensamiento!Nadie—ni siquieraL’Etoile— pone enduda el crimen cometido contra el cuerpo encontrado. Las señales de violencia sondemasiadoevidentes.LafinalidaddenuestrorazonadorconsistesolamenteenmostrarqueestecuerponoeseldeMarie.QuiereprobarqueMarienofueasesinada,sindudardequeelcuerpohalladolohayasido.Perosusobservacionessólopruebanesteúltimopunto.Heaquí un cadáver al que no han atado ningún peso. Si lo hubieran echado al agua losasesinos, éstos no habrían dejado de hacerlo. Por lo tanto, no lo echaron al agua losasesinos.Si alguna cosa seprueba, es solamente eso.La cuestiónde la identidadno setoca ni remotamente, yL’Etoile se ha tomado todo ese trabajo para contradecir lo queadmitíaunmomentoantes.“Estamoscompletamenteconvencidos—manifiesta—queelcuerpohalladoeseldeunamujerasesinada”.

»Noeslaúnicavezquenuestrorazonadorsecontradicesindarsecuenta.Comoyaheseñalado, su evidente finalidad consiste en reducir lo más posible el intervalo entre ladesaparición deMarie y el hallazgo del cadáver. Sin embargo, lo vemos insistir en elhechodequenadievioalamuchachadesdeelmomentoenqueabandonólacasadesumadre.“Carecemosdetestimonios—declara—dequeMarieRogêtsehallabaaúnentrelosvivosdespuésdelasnuevedelamañanadeldomingo22dejunio”.Dadoqueesésteunargumentoevidentementeparcial,hubierasidopreferiblequelodejaradelado,yaquesisesupieradealguienquehubiesereconocidoaMarie,digamosellunesoelmartas,elintervaloencuestiónsehabríareducidomuchoy,conformealrazonamientoanterior,lasprobabilidades de que el cadáver hallado fuera el de la grisette habrían disminuido enmucho.Resultadivertido,pues,observarcómoL’Etoileinsistesobreestepuntoconplenoconvencimientodequerefuerzasuargumentacióngeneral.

»ExamineahoranuevamentelapartedelartículoqueserefierealaidentificacióndelcadáverporBeauvais.Apropósitodelvellodelbrazo,esevidentequeL’Etoilepecaporfalta de ingenio. Dado que monsieur Beauvais no es ningún tonto, jamás se habríaapresuradoaidentificarelcadáverbasándosetansóloenqueteníavelloenelbrazo.Todobrazotienevello.LageneralizaciónenqueincurreL’Etoileesunasimpledeformacióndela fraseología del testigo. Éste debió referirse a alguna particularidad del vello. Pudo

referirsealcolor,alacantidad,allargooaladistribución.

»“Sus pies eran pequeños —sigue diciendo el diario—, pero hay miles de piespequeños.Tampococonstituyenunapruebasusligasysuszapatos,yaqueunosyotrossevendenen lotes.Lomismocabedecirde las floresdesusombrero.MonsieurBeauvaisinsisteenqueelbrochedelasligashabíasidocambiadodelugarparaqueajustaran.Estono significa nada, ya quemuchasmujeres prefieren llevar las ligas nuevas a su casa yajustarlas allí al diámetro de su pierna, en vez de probarlas en la tienda donde lascompran”. Aquí resulta difícil suponer que el razonador obra de buena fe. Si en subúsqueda del cuerpo de Marie, monsieur Beauvais encontró un cadáver que en susmedidasyaparienciasgeneralescorrespondíaalajovendesaparecida,cabesuponerque,sintomarencuentaparanadalacuestióndelavestimenta,debióimaginarquesetratabadeella.Si,ademásdelasmedidasyformasgenerales,descubrióenelbrazounvellocuyoaspectocorrespondíaalquehabíaobservadoenvidadeMarie,suopinióndebió,contodajusticia,acentuarse,yelaumentodeseguridadpudomuybienestarenrelacióndirectaconla particularidad o rareza del vello del brazo. Si los pies de Marie eran pequeños, ytambiénloeranlosdelcadáver,elaumentodeprobabilidadesdequeéstecorrespondieraaaquélla no se daría ya en proporción meramente aritmética, sino geométrica oacumulativa.Agreguemosaestoloszapatos,análogosalosqueMariellevabapuestoseldíadesudesaparición;aunquedichoszapatos“sevendanenlotes”,aumentaatalpuntolaprobabilidad, que casi la vuelven certeza. Lo que en sí mismo no sería una prueba deidentidad se convierte, por su posición corroborativa, en lamás segura de las pruebas.Agréguese a esto las flores del sombrero, coincidentes con las que llevaba la jovendesaparecida,ynopediremosnadamás.Ysiporunasolaflornoexigiríamosotraprueba,¿quédiremosdedos,o tres,omás?Cadaunaqueseagregaesunapruebamúltiple;nounapruebasumadaaotra,sinomultiplicadaporcientosomiles.Descubramosahoraenelcadáver un par de ligas como las que usaba la difunta, y sería casi una locura seguiradelante.Pero,además,ocurrequeestasligasaparecenajustadas,medianteelcorrimientodesubroche,enlamismaformaenqueMariehabíaajustadolassuyaspocoantesdesalirde su casa. Dudar, ahora, es hipocresía o locura. Cuando L’Etoile sostiene que esteacortamientodelasligasesunaprácticahabitual,loúnicoquedemuestraessupertinaciaenelerror.Lacalidaddeelásticadetodaligademuestraporsímismaquelanecesidaddeacortarlaesmuypocofrecuente.Loqueestáhechoparaajustarporsímismosóloraraveznecesitaráayudaparacumplirsucometido.Sóloporaccidente,ensumásestrictosentido,lasligasdeMarierequirieronseracortadas.Yellassolashubieranbastadoparaasegurarampliamentesu identidad.Peroaquínose tratadequeelcadáver tuviera las ligasde lajovendesaparecida,osuszapatos,osugorro,o lasfloresdesugorro,osuspies,ounamarcapeculiarenelbrazo,osumedidayaparienciagenerales,sinoqueelcadáverteníatodoesojunto.Sisepudieraprobarque,frenteaello,elredactordeL’Etoileexperimentóverdaderamente dudas no haría falta en su caso unmandato de lunático inquirendo. Anuestrohombrelehaparecidomuysagazhacerseecodelascharlasdelosabogados,que,porsuparte,secontentanconrepetirlosrígidospreceptosdelostribunales.Leharénotaraquíquemuchodeloqueenuntribunalserechazacomopruebaconstituyelamejorde

laspruebasparalainteligencia.Ocurrequeeltribunal,guiándoseporprincipiosgeneralesyareconocidosyregistrados,nogustadeapartarsedeellosencasosparticulares.Yestapertinazadhesiónalosprincipios,contotalomisióndelasexcepcionesenconflicto,esunmedio seguro para alcanzar el máximo de verdad alcanzable, en cualquier períodoprolongadodetiempo.Estapráctica,enmasse,es,portanto,razonable;peronoesmenosciertoqueengendracantidaddeerroresparticulares[26].

»Con respecto a las insinuaciones apuntadas contra Beauvais, estará usted pronto adesecharlasdeunsoplo.Supongoquehabráyaadvertidolaverdaderanaturalezadeesteexcelente caballero. Es un entrometido, lleno de fantasía romántica y con muy pocoingenio.Enunasituaciónverdaderamenteexcitantecomolapresente,todapersonacomoélseconducirádemaneradeprovocarsospechasporpartedelosexcesivamentesutilesode losmal dispuestos. Según surge de las notas reunidas por usted,monsieur BeauvaistuvoalgunasentrevistasconeldirectordeL’Etoile,ylodisgustóalaventurarlaopinióndequeelcadáver,pesealateoríadeaquél,erasinlugaradudaseldeMarie.“Persiste—dice el diario— en afirmar que el cadáver es el deMarie, pero no es capaz de señalarningúndetalle, fuerade losya comentados,que imponga sucreencia a losdemás”.Sinreiterar el hecho de que mejores pruebas “para imponer su creencia a los demás” nopodrían haber sido nunca aducidas, conviene señalar que en un caso de este tipo unhombrepuedemuybienestarconvencido,sinsercapazdeproporcionarlamenorrazóndesu convencimiento a un tercero.Nada esmás vago que las impresiones referentes a laidentidad personal. Cada uno reconoce a su vecino, pero pocas veces se está encondicionesdedarunarazónqueexpliqueesereconocimiento.EldirectordeL’EtoilenotienederechodeofenderseporquelacreenciademonsieurBeauvaiscarezcaderazones.

»Lassospechosascircunstanciasque lo rodeancuadranmuchomásconmihipótesisde entrometimiento romántico que con la sugestión de culpabilidad lanzada por elredactor.Una vez adoptada la interpretaciónmás caritativa, no tendremos dificultad encomprenderlarosaenelagujerodelacerradura,elnombre“Marie”enlapizarra,elhaber“dejado de lado a los parientes masculinos de la difunta”, la resistencia “a que losparientesdelavíctimavieranelcadáver”,laadvertenciahechaamadameB…dequenodebía decir nada al gendarme hasta que él,monsieur Beauvais, estuviera de regreso y,finalmente, su decisión aparente de que “nadie, fuera de él, se ocuparía de lasactuaciones”. Me parece incuestionable que Beauvais cortejaba a Marie, que ellacoqueteabaconél,yquenuestrohombreestabaansiosodequelocreyerandueñodesuconfianzaeíntimamentevinculadoconella.Noinsistirésobreestepunto.Porlodemás,las pruebas refutan redondamente las afirmaciones de L’Etoile tocantes a la supuestaapatíaporpartedelamadreyotrosparientes,apatíacontradictoriaconsuconvencimientodequeelcadávereraeldelamuchacha;pasemosadelante,pues,comosilacuestióndelaidentidadquedaraprobadaanuestraenterasatisfacción».

—¿Yquépiensausted—pregunté—delasopinionesdeLeCommerciel?

—En esencia, merecen mucha mayor atención que todas las formuladas sobre elasunto. Las deducciones derivadas de las premisas son lógicas y agudas, pero, en dos

casos, las premisas se basan en observaciones imperfectas.LeCommerciel insinúa queMariefuesecuestradaporalgunabandademalandrinesapocadistanciadelacasadesumadre. «Es imposible—señala—que una persona tan popularmente conocida como lajoven víctima hubiera podido caminar tres cuadras sin que la viera alguien». Esta ideanace de un hombre que reside hace mucho en París, donde está empleado, y cuyasandanzas en uno u otro sentido se limitan en sumayoría a la vecindad de las oficinaspúblicas. Sabe que raras veces se aleja más de doce cuadras de su oficina sin serreconocido o saludado por alguien. Frente a la amplitud de sus relaciones personales,comparaestanotoriedadconladelajovenperfumista,sinadvertirmayordiferenciaentreambas, y llega a la conclusión de que, cuandoMarie salía de paseo, no tardaba en serreconocidapordiversaspersonas,comoensucaso.Peroestopodría serciertosiMariehubiesecumplidoitinerariosregularesymetódicos,tanrestringidoscomolosdelredactor,yanálogosalossuyos.Nuestrorazonadorvayvieneaintervalosregularesdentrodeunaperiferialimitada,llenadepersonasqueloconocenporquesusinteresescoincidenconlossuyos, puesto que se ocupan de tareas análogas. Pero cabe suponer que los paseos deMarie carecían de rumbo preciso. En este caso particular lomás probable es que hayatomado por un camino distinto de sus itinerarios acostumbrados. El paralelo quesuponemos existía en lamente deLeCommerciel sólo es defendible si se trata de dospersonasqueatraviesanlaciudaddeextremoaextremo.Enestecaso,siimaginamosquelasrelacionespersonalesdecadaunosonequivalentesennúmero,tambiénseránigualeslasposibilidadesdequecadaunoencuentreelmismonúmerodepersonasconocidas.Pormiparte,nosólocreoposible,sinomuyprobable,queMariehayaandadoporlasdiversascallesqueunensucasaconladesutía,sinencontraraningúnconocido.Alestudiaresteaspecto como corresponde, no se debe olvidar nunca la gran desproporción entre lasrelacionespersonales(inclusolasdelhombremáspopulardeParís)ylapoblacióntotaldelaciudad.

»De todos modos, la fuerza que aparentemente pueda tener la sugestión de LeCommerciel disminuyemucho si pensamos en lahora enqueMarie abandonó su casa.“Las calles estaban llenas de gente cuando salió”, diceLeCommerciel; pero no es así.Eranlasnuevedelamañana.Esverdadquedurantetodalasemanalascallesestánllenasdegentealasnueve.Peronoeldomingo.Esedía,lamayoríadelosvecinosestánensucasa, preparándose para ir a la iglesia. Ninguna persona observadora habrá dejado dereparar en el aire particularmente desierto de la ciudad, entre las ocho y las diez deldomingo. De diez a once, las calles están colmadas, pero nunca en el período antesseñalado.

»En otro puntome parece queLeCommerciel parte de una observación deficiente.“Un trozo de una de las enaguas de la infortunadamuchacha—dice—, de dos pies delargo por uno de ancho, le fue aplicado bajo el mentón y atado detrás de la cabeza,probablementeparaahogarsusgritos.Losindividuosquehicieronestonoteníanpañueloenelbolsillo”.Yaveremossiestaideaestábienfundadaono;peropor“individuosquenoteníanpañueloenelbolsillo”elredactorentiendelapeorraleademalhechores.Ahorabien, ocurre que precisamente éstos tienen siempre un pañuelo en el bolsillo, aunque

carezcan de camisa. Habrá tenido usted ocasión de observar cuan indispensable se havueltoenestosúltimosañoselpañueloparaelmatónmásempedernido».

—¿Yquécabepensar—pregunté—delartículodeLeSoleil?

—Puescabepensarqueesunalástimaquesuredactornohayanacidoloro,encuyocasohubierasidoelmásilustredesuraza.Sehalimitadoarepetirlosdistintospuntosdelaspublicacionesajenas,escogiéndolosconlaudableesfuerzodeunoyotrodiario.«Contoda evidencia —manifiesta— los objetos hallados llevaban en el lugar tres o cuatrosemanas,porlomenos…Nocabeningunaduda,pues,quesehadescubiertoellugardetanespantosoatentado».LoshechosseñaladosaquíporLeSoleilestánsinembargomuylejos de disipar mis dudas al respecto, y vamos a examinarlos detalladamente másadelante,enrelaciónconotroaspectodelasunto.

»Ocupémonos por ahora de cosas distintas.No habrá dejado usted de reparar en laextremanegligenciadelexamendelcadáver.Ciertoquelacuestióndelaidentidadquedóo debió quedar prontamente terminada, pero había otros aspectos por verificar ¿No fuesaqueado el cadáver? ¿No llevaba la difunta joyas al salir de su casa? De ser así, ¿seencontró alguna al examinar el cuerpo? He aquí cuestiones importantes, totalmentedescuidadas por la investigación, y quedan otras igualmente importantes que no hanmerecido la menor atención. Tendremos que asegurarnos mediante indagacionesparticulares. El caso de St. Eustache exige ser nuevamente examinado. No abrigosospechassobreél,peroesprecisoprocedermetódicamente.Nosaseguraremossinlugaraninguna duda sobre la validez de los testimonios escritos que presentó acerca de susmovimientos en el curso del domingo. Los certificados de este género suelen prestarsefácilmentealamistificación.Sinoencontramosnadadeanormalenellos,desecharemosaSt.Eustachedenuestrainvestigación.Susuicidio,quecorroboraríalassospechasencasode que los certificados fueran falsos, constituye una circunstancia perfectamenteexplicableencasocontrario,yquenodebealejarnosdenuestralíneanormaldeanálisis.

»Enloquemepropongaahora,dejaremosdeladolospuntosinterioresdelatragedia,concentrandonuestra atención en su periferia.Unode los errores en investigaciones deestegéneroconsisteenlimitarlaindagaciónaloinmediato,contotalnegligenciadelosacontecimientoscolateralesocircunstanciales.Lostribunalesincurrenenlamalaprácticadereducirlostestimoniosylosdebatesaloslímitesdeloqueconsideranpertinente.Perolaexperienciahamostrado,comolomostrarásiemprelabuenalógica,queunapartemuygrande, quizá la más grande de la verdad, surge de lo que se consideraba marginal yaccesorio.Basándoseenelespíritudeesteprincipio,sinoensuletra,lacienciamodernasehadecididoacalcularsobreloimprevisto.Peroquizánomehagoentender.Lahistoriadel conocimiento humano ha mostrado ininterrumpidamente que la mayoría de losdescubrimientos más valiosos los debemos a acaecimientos colaterales, incidentales oaccidentales;sehahechonecesario,pues,convistasalprogreso,concederelmásamplioespacioaaquellas invencionesquenacenporcasualidadycompletamentealmargendelasesperanzasordinarias.Yanoesfilosóficofundarseenloquehasidoparaalcanzarunavisión de lo que será. El accidente se admite como una porción de la subestructura.

Hacemosdelaposibilidadunacuestióndecálculoabsoluto.Sometemosloinesperadoyloinimaginadoalasfórmulasmatemáticasdelasescuelas.

»Repitoqueesunhechoverificadoquelamayorporcióndetodaverdadsurgedelocolateral;ydeacuerdoconelespíritudelprincipioquesederiva,desviarélaindagacióndelahuellatantransitadacomoestérildelhechomismo,paraestudiarlascircunstanciascontemporáneas que lo rodean. Mientras usted se asegura de la validez de esoscertificados,yoexaminarélosperiódicosenformamásgeneraldeloquehahechoustedhastaahora.Porelmomento,sólohemosreconocidoelcampodeinvestigación,peroseríararoqueunaojeadapanorámicacomolaquemepropongononosproporcionaraalgunosmenudosdatosqueestablezcanunadirecciónparanuestratarea».

Encumplimientode las indicacionesdeDupin,procedíaverificarescrupulosamenteel asunto de los certificados. Resultó de ello una plena seguridad en su validez y laconsiguiente inocencia de St. Eustache. Mi amigo se ocupaba entretanto —con unaminucia que en mi opinión carecía de objeto— del escrutinio de los archivos de losdiferentesdiarios.Alcabodeunasemana,mepresentólossiguientesextractos:

«Hace tres años y medio, la misma Marie Rogêt desapareció de la parfumerie demonsieurLeBlanc,enelPalaisRoyal,causandounrevuelosemejantealdeahora.Unasemanadespués,Marie reaparecióenelmostradorde la tienda, tanbiencomosiempre,apartedeunaligerapalidezquenoerausualenella.MonsieurLeBlancymadameRogêtdieronaentenderqueMariehabíapasadolasemanaencasadeamigos,enelcampo,yelasuntofuerápidamentecallado.Presumimosqueestaausenciarespondeauncaprichodelamismaespecieyque,dentrodeunasemana,oquizádeunmes,volveremosateneraMarieentrenosotros».(EveningPaper,domingo23dejunio[27]).

«Un diario de la tarde de ayer se refiere a una misteriosa desaparición anterior demademoiselle Rogêt. Es bien sabido que, durante la semana de su ausencia de laparfumeriedeLeBlanc,estuvoacompañadaporunjovenoficialdemarinamuynotoriopor su libertinaje.Cabe suponerqueunaquerellaprovidencial la trajonuevamentea sucasa.Conocemoselnombredellibertinoencuestión,quesehallaactualmentedestacadoenParís,peronolohacemospúblicoporrazonescomprensibles».(LeMercure,mañanadelmartes24dejunio[28]).

«Elmásrepudiabledelosatentadoshatenidolugaranteayerenlasproximidadesdeestaciudad.Alanochecer,uncaballeroquepaseabaconsuesposaysuhija,comprometiólosserviciosdeseishombresjóvenesquepaseabanenbotecercadelasorillasdelSena,afindequelostransportaranalotrolado.Alllegaradestinolospasajerosdesembarcaron,ysealejabanyahastaperderdevistaelbotecuandolahijadescubrióquehabíaolvidadosusombrilla.Al volver en su busca fue asaltada por la pandilla, llevada al centro del río,amordazadaysometidaaunbrutalultraje, tras locual losvillanos ladepositaronenunpuntocercanoaaqueldondehabíaembarcadoconsuspadres.Losmiserables sehallanprófugos,perolapolicíalessiguelahuellayprontoalgunosdeellosseráncapturados».(MorningPaper,25dejunio[29]).

«Hemos recibido una o dos comunicaciones tendentes a echar la culpa del horriblecrimen aMennais[30]; pero, como este caballero ha sido plenamente exonerado de todasospecha por la indagación legal, y los argumentos de nuestros distintos corresponsalesparecenmásentusiastasqueprofundos,nocreemosoportunodarlosaconocer».(MorningPaper,28dejunio[31]).

«Hemos recibido varias enérgicas comunicaciones, que aparentemente proceden dediversasfuentesyquedanporseguroquelainfortunadaMarieRogêthasidovíctimadeunadelasnumerosasbandasdemalhechoresqueinfestancadadomingolosalrededoresde la ciudad.Nuestra opinión se inclina decididamente en favor de esta suposición.Ennuestras próximas ediciones dejaremos espacio para exponer los aludidos argumentos».(EveningPaper,martes31dejunio[32]).

«Ellunes,unodeloslancherosdelserviciodeaduanasvioenelSenaunbotevacíoaladeriva.Lavelasehallabaenelfondodelbote.Ellancheroloremolcóylodejóenelamarraderodesupuesto.Alamañanasiguientefueretiradodeallísinpermisodeningunodelosempleados.Eltimónseencuentraeneldepósitodelanchas».(LaDiligence,jueves26dejunio[33]).

Leyendo losdiversospasajes,nosolamentemeparecieronajenosa lacuestión, sinoquenoalcancéaimaginarlamaneraenquecualquieradelosmismospodíapesarsobreaquélla.Esperé,pues,algunaexplicacióndeDupin.

—Porelmomento—medijo—,nomedetendréenlosdosprimerospasajes.Loshecopiado,sobretodo,paramostrarlelaextraordinarianegligenciadelapolicía,que,hastadondepuedosaberloporelprefecto,nosehamolestadoeninterrogaraloficialdemarinamencionadoenunodeellos.Sinembargo,seríaunalocuraafirmarqueentrelaprimeraylasegundadesaparicióndeMarienocabesuponerningunaconexión.Admitamosquelaprimera fuga terminó en una querella entre los enamorados y el retorno a casa de ladecepcionadaMarie. Podemos ahora encarar una segunda fuga o rapto (si realmente setratadeello)comoindicacióndequeelseductorhareanudadosusavancesynocomoelresultado de la intervención de un segundo cortejante. Miramos la cosa como unareconciliaciónentreenamoradosynocomoelcomienzodeunanuevaaventura.Haydiezprobabilidades contra una de que el hombre que huyó una vez con Marie le hayapropuesto una segunda escapatoria, y no que a la primera propuesta haya sucedido unasegundahechaporotro individuo.Le haré notar, además, que el lapso entre la primerafuga(sobrelacualnocabeduda)ylasegunda—presumible—abarcapocosmesesmásque la duración general de los cruceros de nuestros barcos de guerra. ¿Fueroninterrumpidos los bajos designios del seductor por la necesidad de embarcarse, yaprovechó la primera oportunidad a su retorno para renovar esos designios aún nocompletamente consumados…o, por lomenos, no completamente consumadospor él?Nadasabemosdetodoello.

»Dirá usted, sin embargo, que en el segundo caso no hubo realmente una fuga.Deacuerdo;pero,¿estamosencondicionesdeasegurarquenoexistióundesigniofrustrado?

FueradeSt.Eustache,yquizádeBeauvais,noencontramosningúnpretendienteconocidodeMarie.Nadasehadichoquealudaaalguno.¿Quiénes,pues,eseamantesecretodelcuallosparientesdeMarie(porlomenos,lamayoría)nosabennada,peroconquienlajovensereúneenlamañanadeldomingo,yquegozahastatalpuntodesuconfianzaqueno vacila en quedarse a su lado hasta que cae la noche en los solitarios bosques de laBarrièreduRoule?¿Quiéneseseenamoradosecreto,pregunto,delcual losparientes(ocasi todos) no saben nada? ¿Y qué significa la extraña profecía proferida pormadameRogêtlamañanadelapartidadeMarie:“Temoquenovolveréaverlanuncamás”?

»Pero si nopodemos suponer quemadameRogêt estaba al tanto de la intención defuga,¿nopodemos,porlomenos,imaginarquelajovenabrigabaesaintención?Alsalirde su casa dio a entender que iba a visitar a su tía en la rue desDrômes, y pidió aSt.Eustachequefueraabuscarlaalanochecer.Aprimeravista,estocontradiceabiertamentemi sugestión. Pero reflexionemos.Es bien sabido queMarie seencontró con alguien ycruzóelríoensucompañía,llegandoalaBarrièreduRoulehacialastresdelatarde.Alconsentirenacompañaraesteindividuo(concualquierpropósito,conocidoonoporsumadre),Mariedebiópensaren loquehabíadichoal salirdesucasayen la sorpresaysospechaqueexperimentaríasuprometido,St.Eustache,cuandoalacudirensubuscaalaruedesDrômesseencontraraconquenohabíaestadoallí;sincontarquealvolvera lapensión con esta alarmante noticia se enteraría de que su ausencia duraba desde lamañana.RepitoqueMariedebiópensarentodasesascosas.DebiópreverlacóleradeSt.Eustacheylassospechasdetodos.Nopodíapensarenvolveracasaparaenfrentaresassospechas; pero éstas dejaban de tener importancia si suponemos que Marie no teníaintencionesdevolver.

»Imaginemosasísusreflexiones:“Tengoqueencontrarmeconciertapersonaafindefugarmeconellaoparaotrospropósitosquesóloyosé.Esnecesarioquenoseproduzcaningunainterrupción;debemoscontarcontiemposuficienteparaeludirtodapersecución.Daréaentenderquepiensopasareldíaencasademitía,enlaruedesDrômes,ydiréaSt.Eustachequenovayaabuscarmehastalanoche;deestamanerapodréausentarmedecasa el mayor tiempo posible sin despertar sospechas ni ansiedad; todo estaráperfectamenteexplicadoyganarémástiempoquedecualquierotramanera.SipidoaSt.Eustachequevayaabuscarmealanochecer,seguramentenosepresentaráantes;pero,sinoselopido,tendrémenostiempoamidisposición,yaquetodosesperaránquevuelvamás temprano, y mi ausencia no tardará en provocar ansiedad. Ahora bien, si misintencionesfueranlasdevolveracasa,sisólomeinteresaradarunpaseoconlapersonaencuestión,nomeconvendríapediraSt.Eustachequefueraabuscarme,yaquealllegaralaruedesDrômessedaríaperfectacuentadequelehementido,cosaquepodríaevitarsaliendo de casa sin decirle nada, volviendo antes de la noche y declarando luego queestuvedevisitaencasademitía.Perocomomiintenciónesladenovolvernunca,onovolver por algunas semanas, o no volver hasta que ciertos ocultamientos se hayanefectuado,loúnicoquedebepreocuparmeeslamaneradeganartiempo”.

»Ustedhahechonotarensusapuntesquelaopinióngeneralmásdifundidasobreeste

tristeasuntoesquelamuchachafuevíctimadeunapandillademalandrines.Ahorabien,ybajociertascondiciones,laopiniónpopularnodebeserdespreciada.Cuandosurgeporsímisma,cuandosemanifiestademaneraespontánea,cabeconsiderarlaparalelamenteaesaintuiciónqueeselprivilegiodetodoindividuodegenio.Ennoventaynuevecasossobrecien,me sientomovido a conformarme con sus decisiones. Pero lo importante es estarsegurosdequenohayenellalamáslevehuelladesugestión.Lavozpúblicatienequeserrigurosamente auténtica, y con frecuencia es muy difícil percibir y mantener esadistinción.Enestecaso,meparecequela“opiniónpública”referenteaunapandillasehavistofomentadaporelsucesocolateralquesedetallaeneltercerodelospasajesquelehemostrado.TodoParísestáexcitadoporeldescubrimientodelcadáverdeMarie,unajoventanhermosacomoconocida.Elcuerpomuestraseñalesdeviolenciayapareceflotandoenelrío.PeroentoncessedaaconocerqueenesosmismosdíasenquesesuponequeMariefueasesinada,otra jovenhasidovíctimadeunapandilladedepravadosyhasufridounultrajeanálogoalpadecidoporladifunta.¿Cabemaravillarsedequelaatrocidadconocidahaya podido influir sobre el juicio popular con respecto a la desconocida? Ese juicioesperabaunadirección,yelultrajeyaconocidoparecíaindicarlaoportunamente.TambiénMarie fueencontradaenel río,y fueallídonde tuvo lugarelotroatentado.La relaciónentreamboshechoseratanpalpable,queloasombrosohubierasidoquelaopinióndejaradeapreciarlayutilizarla.Pero,enrealidad,sidealgosirveelprimerultraje,cometidoenlaformaconocida,esparaprobarqueelsegundo,ocurridocasialmismotiempo,nofuecometidoenesaforma.Hubierasidounmilagroque,mientrasunabandademalhechoresperpetrabaenciertolugarunatentadodelamásnefandaespecie,otrabandasimilar,enunlugar igualmente similar, en la misma ciudad, bajo idénticas circunstancias, con losmismosmediosyrecursos,estuvieraentregadaaunatentadodelamismanaturalezayenel mismo período de tiempo. Sin embargo, la opinión popular así movida pretendejustamentehacernoscreerenesaextraordinariaseriedecoincidencias.

»Antes de seguir, consideremos la supuesta escena del asesinato en el soto de laBarrièreduRoule.Aunquedenso,elsotosehallaenlainmediatavecindaddeuncaminopúblico.Habíaensu interior tresocuatrograndespiedrasqueformabanunaespeciedeasiento, con respaldo y escabel. Sobre la piedra superior se encontraron unas enaguasblancas;enlasegundaunachalinadeseda.Tambiénaparecieronunasombrilla,guantesyun pañuelo de bolsillo. El pañuelo ostentaba el nombre “Marie Rogêt”. En las zarzasaparecíanjironesderopas.Latierraestabapisoteada,rotaslasramasynocabíadudadequehabíatenidolugarunaviolentalucha.

»Noobstanteelentusiasmoconquelaprensarecibióeldescubrimientodeestesotoylaunanimidadconqueaceptóquesetratabadelescenariodelatentado,precisoesadmitirlaexistenciademuyseriosmotivosdeduda.Puedoonocreerqueéseseaelescenario,peroinsistoenquehaymuchosmotivosdeduda.Si,comolosugiereLeCommerciel,elverdadero escenario se encontrara en las vecindades de la rue Pavee St. André y losperpetradoresdelcrimensehallarantodavíaenParís,éstosdebieronquedarseaterradosalverquelaatenciónpúblicaeraorientadacontantaagudezaporlabuenasenda.Ciertotipode inteligencia no habría tardado en advertir la urgente necesidad de dar un paso que

volvieraadesviarlaatención.YpuestoqueelsotodelaBarrièreduRoulehabíayadadomotivo a sospechas, la idea de depositar allí los objetos que se encontraron eraperfectamentenatural.PesealoquediceLeSoleil,noexisteverdaderapruebadequelosobjetos hayan estado allí mucho más de algunos días, en tanto abundan las pruebascircunstancialesdequenopodríanhaberseencontradoenellugarsindespertarlaatencióndurante los veinte días transcurridos desde el domingo fatal a la tarde en que fueronhallados por los niños. “Los efectos —dice Le Soleil, siguiendo la opinión de suspredecesores—aparecíanestropeadosyenmohecidosporlaaccióndelaslluvias;elmoholoshabíapegadoentresí.Elpastohabíacrecidoentornoyencimadealgunosdeellos.Lasedade lasombrillaeramuyfuerte,perosus fibrassehabíanadheridounasaotraspordentro.Lapartesuperior,deteladobleyforrada,estabaenmohecidapor laaccióndelaintemperie y se rompió al querer abrirla”.Con respecto al pasto “que había crecido entorno y encima de algunos de ellos”, no cabe duda de que el hecho sólo pudo serregistrado partiendo de las declaraciones y los recuerdos de dos niños, ya que éstoslevantaron los efectos y los llevaron a su casa antes dequeun tercero los viera.Ahorabien,entiempocalurosoyhúmedo(comoelcorrespondientealmomentodelcrimen)elpastocrecehastadoso trespulgadasenunsolodía.Unasombrilla tiradaenuncamporeciénsembradodecéspedquedarácompletamenteocultaenunasemana.Y,porloqueserefiereaesemoho,sobreelcualLeSoleilinsistealpuntodeempleartresveceseltérminoosusderivadosenunsoloybrevecomentario,¿cómopuedeignorarsuscaracterísticas?¿Habráqueexplicarlequesetratadeunadelasmuchasvariedadesdefungus,cuyorasgomáscomúnconsisteennacerymorirdentrodelasveinticuatrohoras?

»Vemos así, de una ojeada, que todo lo que con tanta soberbia se ha aducido parasostenerque losobjetoshabíanestado“tresocuatrosemanaspor lomenos”enel soto,resultatotalmentenulocomoprueba.Porotraparte,cuestamuchocreerqueesosefectospudieronquedarenelsotodurantemásdeunasemana(digamosdeundomingoaotro).Quienes saben algo sobre los aledaños deParís no ignoran lo difícil que esaislarse enellos,amenosdealejarsemuchodelossuburbios.Niporunmomentocabeimaginarunsitio inexplorado omuy poco frecuentado entre sus bosques o sotos. Imaginemos a unenamoradodelanaturaleza,atadoporsusdeberesalpolvoyalcalordelametrópoli,quepretenda, incluso en días de semana, saciar su sed de soledad en los lugares llenos deencantonaturalquerodeanlaciudad.Acadapasonuestroexcursionistaverádisiparseelcrecienteencantoantelavozylapresenciadealgúnindividuopeligrosoodeunapandilladepájarosdeaveríaenplenafiesta.Buscarálasoledadenlomásdensodelavegetación,peroenvano.Heahílosrinconesespecíficosdondeabundalacanalla,heahílostemplosmás profanados. Lleno de repugnancia, nuestro paseante volverá a toda prisa al sucioParís,muchomenosodiosocomosumideroqueesoslugaresdondelasuciedadresultatanincongruente.PerosilavecindaddeParíssevecolmadadurantelasemana,¿quédiremosdeldomingo?Enesedía,precisamente,elmatónquesevelibredelpesodeltrabajoonotieneoportunidaddecometerningúndelito,buscalosaledañosdelaciudad,noporquelegustelacampiña,yaqueladesprecia,sinoporqueallípuedeescaparalasrestriccionesyconvencionessociales.Nobuscaelairefrescoyelverdordelosárboles,sinolacompleta

licenciadelcampo.Allí,enlaposadaalbordedelcaminoobajoelfollajedelosbosques,seentregasinotrostestigosquesuscamaradasalosdesatadosexcesosdelafalsaalegría,dobleproductodelalibertadydelron.Loqueafirmopuedeserverificadoporcualquierobservador desapasionado: habría que considerar como una especie demilagro que losartículos en cuestión hubieran permanecido ocultos durante más de una semana encualquieradelossotosdelosalrededoresinmediatosdeParís.

»Perohayademásotrosmotivosparasospecharqueesosefectosfuerondejadosenelsoto con miras a distraer la atención de la verdadera escena del atentado En primertérmino,observeustedlafechadesudescubrimientoyrelaciónelaconladelquintopasajeextraído por mí de los diarios. Observará que el descubrimiento siguió casiinmediatamente a las urgentes comunicaciones enviadas al diario. Aunque diversas yprovenientes,alparecer,dedistintasfuentes,todasellastendíanalomismo,valedeciraencaminar la atención hacia una pandilla como perpetradora del atentado en lasvecindades de la Barrière du Roule. Ahora bien, lo que debe observarse es que esosobjetos no fueron encontrados por los muchachos como consecuencia de dichascomunicacionesoporlaatenciónpúblicaquelasmismashabíanprovocado,sinoquelosefectosnofueronencontradosantesporlasencillarazóndequenosehallabanenelsoto,y que fueron depositados allí en la fecha o muy poco antes de la fecha de lascomunicacionesaldiarioporlosculpablesautoresdelascomunicacionesmismas.

»Dichosotoesunlugarsumamentecurioso.Lavegetaciónesmuydensa,ydentrodeloslímitescercadosporellaaparecentresextraordinariaspiedrasqueformanunasientoconrespaldoyescabel.Estesoto, tan llenodearte,sehallaen lavecindadinmediata,apoquísima distancia de la morada de madame Deluc, cuyos hijos acostumbraban aexplorarminuciosamente los arbustos en busca de corteza de sasafrás. ¿Sería insensatoapostar—yapostarmilcontrauno—quejamástranscurrióunsolodíasinquealgunodelosniñospenetraraenaquelsombríorecintovegetalyseencaramaraenel trononaturalformadoporlaspiedras?Quienvacilaraenhaceresaapuestanohasidonuncaniñoohaolvidado el carácter infantil. Lo repito: es muy difícil comprender cómo esos efectospudieron permanecer en el soto más de uno o dos días sin ser descubiertos. Y elloproporciona un sólido terreno para sospechar—pese a la dogmática ignorancia de LeSoleil—quefueronarrojadosenesesitioenunafechacomparativamentetardía.

»Peroaúnhayotrasymássólidasrazonesparacreerestoúltimo.Permítameseñalarlelo artificioso de la distribución de los efectos. En la piedra más alta aparecían unasenaguas blancas; en la segunda, una chalina de seda; tirados alrededor, una sombrilla,guantesyunpañuelodebolsilloconelnombre“MarieRogêt”.Heaquíunadistribuciónquenaturalmente haría una persona no demasiado sagaz queriendo dar la impresión denaturalidad.Peroestadisposiciónnoesenabsolutonatural.Lomáslógicohubierasidosuponer todos los efectos en el suelo y pisoteados. En los estrechos límites de esaenramada parece difícil que las enaguas y la chalina hubiesen podido quedar sobre laspiedras,mientraseransometidasalostironesenunoyotrosentidodevariaspersonasenlucha.Sediceque“la tierraestabaremovida, rotos losarbustosynocabíadudadeque

unaluchahabíatenidolugar”.Perolasenaguasylachalinaaparecencolocadasallícomoen los cajones de una cómoda. «Los jirones del vestido en las zarzas tenían unas trespulgadasdeanchoporseisdelargo.Unodeelloscorrespondíaaldobladillodelvestidoyhabía sido remendado… Daban la impresión de pedazos arrancados». Aquí,inadvertidamente,Le Soleil emplea una frase extraordinariamente sospechosa. Según ladescripción, en efecto, los jirones «dan la impresión de pedazos arrancados», peroarrancadosamanoydeliberadamente.Esunaccidenterarísimoque,enropacomolaquenos ocupa, un jirón «sea arrancado» poruna espina. Dada la naturaleza de semejantestejidos,cuandounaespinaounclavoseenganchaenelloslosdesgarrarectangularmente,dividiéndolosendosdesgarraduras longitudinalesenángulorecto,queseencuentranenun vértice constituido por el punto donde penetra la espina; en esa forma, resulta casiimposibleconcebirqueeljirón«seaarrancado».Pormipartenolohevistonunca,yustedtampoco.Paraarrancarunpedazodesemejantetejidoharáfaltacasisiemprelaaccióndedosfuerzasactuandoendiferentesdirecciones.Sólosiel tejido tienedosbordes,como,porejemplo,enelcasodeunpañuelo,ysedeseaarrancarunatira,bastaráconunasolafuerza.Peroenestainstanciasetratadeunvestidoquenotienemásqueunborde.Paraqueunaespinapudieraarrancarunatiradelinterior,dondenohayningúnborde,hubierahechofaltaunmilagro,apartedequenobastaríaconunasolaespina.Aunsihubieraunborde,serequeriríandosespinas,delascualesunaactuaríaendosdireccionesylaotraenuna. Y conste que en este caso suponemos que el borde no está dobladillado. Si loestuviera,nohabríalamenorposibilidaddearrancarunatira.Vemos,pues,losmuchosygrandesobstáculosque seofrecen a las espinaspara«arrancar» tiras deuna tela, y, sinembargo,sepretendequecreamosqueasíhansidoarrancadosvariosjirones.¡Yunodeelloscorrespondíaaldobladillodelvestido!Otradelastiraserapartedelafalda,peronodel dobladillo. Vale decir que había sido completamente arrancado por las espinas delinterior sin bordes del vestido.Bien se nos puede perdonar por no creer en semejantescosas;y,sinembargo,tomadascolectivamente,ofrecenquizámenoscampoalasospechaquelasolaysorprendentecircunstanciadequeesosartículoshubieransidoabandonadosenelsotoporasesinosquesehabíantomadoeltrabajodetransportarelcadáver.Empero,usted no habrá comprendido claramentemi pensamiento si supone quemi intención esnegarqueelsotohayasidoelescenariodelatentado.Lavillaníapudoocurrireneselugaro,conmayorprobabilidad,unaccidentepudoproducirseenlaposadademadameDeluc.Pero éste es un punto de menor importancia. No es nuestra intención descubrir elescenariodelcrimen,sinoencontrarasusperpetradores.Loqueheseñalado,noobstantelominuciosodemisargumentos,tieneporobjeto,enprimerlugar,mostrarleloabsurdodelas dogmáticas y aventuradas afirmaciones de Le Soleil, y en segundo término, y demaneraespecial,conducirloporunarutanaturalaunnuevoexamendeunaduda:ladesiesteasesinatohasidoonolaobradeunapandilla.

»Resumiremoselasuntoaludiendobrevementealosodiososdetallesquesurgendelasdeclaraciones del médico forense en la indagación judicial. Basta señalar que susinferencias dadas a conocer con respecto al número de los bandidos participantes en elatentadofueronridiculizadascomoinjustasytotalmenteprivadasdefundamentoporlos

mejoresanatomistasdeParís.Nosetratadequeellonohayapodidosercomoseinfiere,sinodequenohabíafundamentosparaesa inferencia.¿Ynoloshabía,encambio,paraotra?

»Reflexionemosahorasobre“lashuellasdeunalucha”ypreguntémonosquéesloquetaleshuellasalcanzanademostrar.¿Unapandilla?¿Peronodemuestran,porelcontrario,la ausencia de una pandilla? ¿Qué lucha podía tener lugar, tan violenta y prolongada,comoparadejar“huellas”entodasdireccionesentreunadébileindefensamuchachaylaimaginablepandillademalhechores?Elsilenciosoabrazodeunospocosbrazosrobustosytodohabríaterminado.Lavíctimadebíaquedarreducidaaunatotalpasividad.Recordaráusted que los argumentos empleados sobre el soto como escenario de lo ocurrido seaplican,ensumayorparte,aunultrajecometidopormásdeunindividuo.Solamentesiimaginamosaunvioladorpodremosconcebir(ysóloentonces)unaluchatanviolentayobstinadacomoparadejarsemejantes«huellas».

»Ya he mencionado la sospecha que nace de que los objetos en cuestión fueranabandonados en el soto. Parece casi imposible que semejantes pruebas de culpabilidadhayan sidodejadasaccidentalmentedonde se las encontró.Si suponemosuna suficientepresenciadeánimopara retirar el cadáver, ¿quépensardeunapruebaaúnmáspositivaque el cuerpo mismo (cuyas facciones hubieran sido borradas prontamente por lacorrupción)abandonadaalavistadecualquieraenlaescenadelatentado?Merefieroalpañueloconelnombredelamuerta.Siquedóallíporaccidente,nohaydudadequenosetrataba de una pandilla. Sólo cabe imaginar ese accidente relacionado con una solapersona.Veamos:unindividuoacabadecometerelasesinato.Estásoloconelfantasmadelamuerta.Sesienteaterradoporloqueyaceinanimadoanteél.Elarrebatodesupasiónhacesadoyensupechoseabrepasoelmiedodeloqueacabadecometer.Lefaltaesaconfianzaque lapresenciadeotros inspira.Estásolo conel cadáver.Tiembla, se sienteconfundido. Pero es necesario ocultar el cuerpo. Lo arrastra hacia el río dejando atrástodas lasotraspruebasde suculpabilidad; seríadifícil, sino imposible, llevar todoa lavez,yademásnohabrádificultaden regresarmás tardeenbuscadel resto.Masenesetrabajosorecorridohastaelaguasutemorredobla.Lossonidosdelavidaacechanensucamino.Diezvecesoyeocreeoírlospasosdeunobservador.Hastalasmismaslucesdelaciudadloespantan.Contodo,despuésdelargasyfrecuentespausas,llenasdeterribleansiedad,llegaalaorilladelríoyhacedesaparecersuespantosacargaquizáconayudadeun bote. Pero ahora, ¿qué tesoros tiene el mundo, qué amenazas de venganza paraimpulsaralsolitarioasesinoarecorrerunavezmáseltrabajosoyarriesgadocaminohastaelsoto,dondequedan losespeluznantes recuerdosde losucedido?No,novolverá,seancualesfuerenlasconsecuencias.Aunsiquisiera,nopodríavolver.Suúnicopensamientoes el de escapar inmediatamente.Da la espaldapara siempre a esos terribles bosquesyhuyecomodeunamaldición.

»¿Pasaría lo mismo con una banda? Su número les habría inspirado recíprocaconfianza,enelcasodequeéstafaltealgunavezenelpechodeuncriminalempedernido;yunapandillasólopodemossuponerla formadapor individuosdeesa laya.Sunúmero,pues, hubiera impedido el incontrolable y alocado temor que, según imagino, debió deparalizaraunhombresolo.Sipodemospresumirundescuidoporpartedeuno,dosotres,sin duda el cuarto hubiera pensado en ello. No habrían dejado huella alguna a susespaldas,yaquesunúmerolespermitíallevarsetododeunasolavez.Nohabíaningunanecesidaddevolver.

»Considere ahora el hecho de que en el vestido que llevaba el cadáver al serencontrado,“unatiradeunpiedeanchohabíasidoarrancadadelvestido,desdeelruedode la falda hasta la cintura; aparecía arrollada tres veces en la cintura y aseguradamedianteunaespeciede ligaduraen laespalda”.Estosehizoconevidente intenciónde

obtenerunasamediantelacualtransportarelcuerpo.Pero,encasodetratarsedevarioshombres,¿habríanrecurridoaeso?Paratresocuatrodeellos,losmiembrosdelcadáverproporcionaban no sólo suficiente asidero, sino el mejor posible. El sistema empleadocorrespondeaunsoloindividuo,yestonosllevaalhechodeque“entreelsotoyelríosedescubrióque losvalladoshabíansidoderribadosy la tierramostrabaseñalesdequesehabía arrastrado una pesada carga”. ¿Cree usted que varios individuos se hubieranimpuestolasuperfluatareadederribarunvalladoparaarrastraruncuerpoquepodíaserpasadoporencimaenunmomento?¿Creeustedquevarioshombreshubieranarrastradouncuerpoalpuntodedejarevidenteshuellas?

»Aquí corresponde referirse a una observación de Le Commerciel, que en ciertamedida ya he comentado antes. “Un trozo de una de las enaguas de la infortunadamuchacha—dice—,dedospiesdelargoporunodeancho,lefueaplicadobajoelmentóny atado detrás de la cabeza, probablemente para ahogar sus gritos. Los individuos quehicieronestonoteníanpañuelosenelbolsillo”.

»Yahehechonotarqueunverdaderopillastrenocarecenuncadepañuelo.Peronomerefiero ahora a eso.Quedicha atadurano fue empleadapor falta depañueloypara losfines que suponeLeCommerciel, lo demuestra el hallazgo del pañuelo en el lugar delhecho;yquesufinalidadnoeralade“ahogarsusgritos”,surgedequesehayaempleadoesaataduraenvezdealgoquehubierasidomuchomásadecuado.Perolostérminosdelostestimoniosaludenalatiraencuestióndiciendoque“aparecióalrededordelcuello,perono apretada, aunque había sido asegurada con un nudo firmísimo”. Estos términos sonbastante vagos, pero difieren completamente de los de Le Commerciel. La tira teníadieciocho pulgadas de ancho y, por lo tanto, aunque fuera de muselina, constituía unabandamuyfuertesiseladoblabasobresímismalongitudinalmente.Asífuecomoselaencontró.Mideducciónes la siguiente:El asesino solitario, despuésde llevar alzadoelcuerpoduranteuntrecho(seadesdeelsotouotraparte)ayudándoseconlatiraarrolladaala cintura, notó que el peso resultaba excesivo para sus fuerzas. Resolvió entoncesarrastrarsucarga,ylainvestigacióndemuestraque,enefecto,elcuerpofuearrastrado.Atalfin,eranecesarioatarunaespeciedecuerdaaunadelasextremidades.Elmejorlugarera el cuello, yaque la cabeza impediría que se zafara.En este punto, el asesinodebiópensarenlatiraquecircundabalacinturadelavíctima.Hubieraqueridousarla,peroseleplanteabaelinconvenientedequeestabaarrolladaalcadáver,sujetaporunaatadura,sincontar que no había sido completamente arrancada del vestido. Más fácil resultabaarrancarunanuevatiradelasenaguas.Asílohizo,ajustándolaalcuello,yenesaformaarrastró a su víctima hasta la orilla del río. El hecho de que este lazo, difícil ypenosamente obtenido, y sólo a medias adecuado a su finalidad, fuera sin embargoempleado por el asesino, nace del hecho de que éste estaba ya demasiado lejos parautilizarlachalina,valedecir,despuésquehuboabandonadoelsoto(sisetratabadelsoto)yseencontrabaamitaddecaminoentreésteyelrío.

»Dirá usted que el testimonio de madame Deluc (!) apunta especialmente a lapresenciadeunapandillaenlavecindaddelsoto,aproximadamente,enelmomentodel

asesinato. Estoy de acuerdo. Inclusome pregunto si no había una docena de pandillascomo la descrita por madame Deluc en la vecindad de la Barrière du Roule yaproximadamenteenelmomentodelatragedia.Perolapandillaqueseganólamarcadaenemistad—yeltestimoniotardíoybastantesospechoso—demadameDeluc,eslaúnicaalacualestahonestayescrupulosaancianareprochahaberseregaladoconsuspastelesyhaberbebidosucoñacsintomarselamolestiadepagarlosgastos.Ethincillæiræ?

»Pero,¿cuáleselprecisotestimoniodemadameDeluc?“Sepresentóunapandillademalandrines,loscualessecondujeronescandalosamente,comieronybebieronsinpagar,siguieron luego la ruta que habían tomado los dos jóvenes y regresaron a la posada alanochecer,volviendoacruzarelríocomosituvieranmuchaprisa”.

»Ahora bien, esta “gran prisa” debió probablemente parecer más grande a ojos demadameDeluc,quienreflexionabatristeynostálgicamentesobresuspastelesysucervezaprofanados,ypor loscualesdebióabrigaraúnalgunaesperanzadecompensación.¿Porqué, si no, se refirió a la prisa, desde elmomento que ya era “el anochecer”?No hayninguna razón para asombrarse de que una banda de pillos se apresure a volver a casacuandoquedaporcruzarenboteunanchorío,cuandoamenaza tormentayseacerca lanoche.«Digoqueseacerca,pueslanocheaúnnohabíacaído.Eratansólo“alanochecer”cuando laprisa indecentedeaquellos“bandidos”ofendió losmodestosojosdemadameDeluc. Pero estamos enterados de que esamismanoche, tantomadameDeluc como suhijomayor,“oyeronlosgritosdeunamujerenlavecindaddelaposada”.¿YquépalabrasempleamadameDelucparaseñalarelmomentodelanocheenqueseoyeronesosgritos?“Pocodespuésdeoscurecer”,afirma.Pero“pocodespuésdeoscurecer”significaqueyahaoscurecido.Valedecir,resultaperfectamenteclaroquelapandillaabandonólaBarrièredu Roule antes de que se produjeran los gritos escuchados (?) pormadame Deluc. Yaunqueenlasmuchastranscripcionesdeltestimoniolasexpresionesencuestiónsonclaraeinvariablementeempleadascomoacabodehacerloenmiconversaciónconusted,hastaahora ninguno de los diarios parisienses, ni ninguno de los funcionarios policiales haseñaladotangruesadiscrepancia.

»Sóloañadiréunargumentocontralanocióndeunabanda,peroelmismotiene,enmiopinión,unpesoirresistible.Dadalaenormerecompensaofrecidayelplenoperdónqueseconcedeportodadeclaraciónprobatoria,nocabeimaginarunsoloinstantequealgúnmiembrodeunapandillademiserables criminales—ode cualquierpandilla—nohayatraicionadohaceratoasuscómplices.Enunapandillacolocadaenesasituación,cadaunodesusmiembrosnoestá tanansiosoderecompensaode impunidad,comotemerosodesertraicionado.Seapresuraadelatarloantesposible,afindenoserdelatadoasuturno.Yqueelsecretonohayasidodivulgadoeslamejorpruebadequerealmentesetratadeunsecreto.LoshorroresdeesaterribleacciónsólosonconocidosporDiosyporunaodospersonas.

»Resumamoslosmagrosperoevidentesfrutosdenuestroanálisis.Hemosllegado,yaseaa lanocióndeunaccidente fatal en laposadademadameDeluc,odeunasesinatoperpetradoenelsotodelaBarrièreduRouleporunamanteo,entodocaso,poralguien

íntimaysecretamentevinculadoconladifunta.Estapersonaesdetezmorena.Dichatez,laligaduraenlatiraquerodeabaelcuerpo,yel“nudodemarinero”conelcualaparecióatadoelcordóndelacofia,apuntanaunmarino.Sucamaraderíaconladifunta,muchachaalegreperonodepravada,lodesignacomopertenecienteaungradosuperioraldesimplemarinero.Lascomunicacionesaldiario,correctamenteescritas, sonengranmedidaunacorroboraciónde loanterior.Lacircunstanciade laprimerafuga,conformelamencionaLeMercure, tiende a conectar la idea de estemarino con la del “oficial demarina”, dequien se sabe que fue el primero en inducir a la infortunada víctima a cometer unairregularidad.

»Y aquí, de la manera más justa, interviene el hecho de la continua ausencia delhombre moreno. Permítame hacerle notar de paso que la tez del mismo es morena yatezada;noesuncolormorenocomúnelqueatrajolaatencióntantodeValencecomodemadameDeluc.Pero,¿porquéestáausenteestehombre?¿Fueasesinadoporlapandilla?Siesasí,¿cómonohaymásquehuellasdelajovenasesinada?Esnaturalsuponerquelosdosatentadosseprodujeronenelmismolugar.¿Ydóndesehallasucadáver?Contodaprobabilidad,losasesinoshubieranhechodesapareceraambosenlamismaforma.Peroloquecabesuponeresqueestehombrevive,yqueloquele impidedarseaconocereselmiedodequeloacusendelasesinato.Estarazóneslaqueinfluyesobreélactualmente,enestaúltimafasedelainvestigación,yaquelostestimonioshanseñaladoqueselevioconMarie; pero no tenía ninguna influencia en el período inmediato al crimen. El primerimpulso de un inocente hubiera sido denunciar el ultraje y ayudar a identificar a losculpables.Eraloquecorrespondía.Elhombrehabíasidovistoconlajoven.Cruzóelríoconellaenunferryboat.Aunparaunatrasadomentalladenunciadelosasesinoseraelúnico y más seguro medio de librarse personalmente de toda sospecha. No podemosimaginarlo,enlanochedeldomingofatal,inocenteyalavezignorantedelatentadoqueacababa de cometerse. Y, sin embargo, sólo cabría suponer esas circunstancias paraconcebirquehubiesedejadodedenunciaralosasesinosencasodehallarseconvida.

»¿Quémedios tenemospara llegar a la verdad?Amedidaque sigamos adelante losveremos multiplicarse y ganar en claridad. Cribemos hasta el fondo la cuestión de laprimera escapatoria. Documéntemenos sobre la historia de “el oficial”, con suscircunstanciasactualesysusandanzasenelmomentoprecisodelasesinato.Comparemoscuidadosamenteentresílasdistintascomunicacionesenviadasaldiariodelanoche,cuyoobjetoerainculparaunapandilla.Hechoesto,comparemosdichascomunicaciones,tantodesdeelpuntodevistadelestilocomodesupresentación,conlasenviadasaldiariodelamañana, en un período anterior, y que tenían por objeto insistir con vehemencia en laculpabilidad de Mennais. Cumplido todo esto, comparemos el total de esascomunicacionesconpapelesescritosdepuñoyletraporelsusodichooficial.Tratemosdeasegurarnos,medianterepetidosinterrogatoriosamadameDelucyasushijos,asícomoaValence, el conductor del ómnibus, de más detalles sobre la apariencia personal del“hombredelatezmorena”.Hábilmentedirigidas,estasindagacionesnodejarándeextraerinformacionessobreestospuntosparticulares(osobreotros),queinclusolosinterrogadospuedennosaberqueestánencondicionesdeproporcionar.Ysigamosentonceslahuella

delboterecogidoporellancheroenlamañanadellunesveintitrésdejunio,botequefueretirado,sineltimón,deldepósitodelanchas,aescondidasdelempleadodeturnoyenunmomento anterior al descubrimiento del cadáver. Con la debida precaución yperseverancia daremos infaliblemente con ese bote, pues no sólo el lanchero que loencontrópuedeidentificarlo,sinoquetenemossutimón.Elgobernalledeunbotedevelano hubiera sido abandonado fácilmente, si se tratara de alguien que no tenía nada quereprocharse.Yaquíharéunparéntesisparainsinuarundetalle.Elhallazgodelbotealaderivanofueanunciadoenelmomento.Conducidodiscretamentealdepósitodelanchas,fueretiradoconlamismadiscreción.Perosupropietarioousuario,¿cómopudosaber,enlamañanadelmartesysinayudadeningúnanuncio,dóndesehallabaelbote,salvoquesupongamosqueestávinculadodealgunamaneracon lamarina,yqueesavinculaciónpersonalypermanente lepermitía enterarsede susmenoresnovedades,de susmínimasnoticiaslocales?

»Alhablardelasesinosolitario,quearrastraasuvíctimahastalacosta,hesugeridoyalaposibilidaddequehubierahechousodeunbote.Podemos sostener ahoraqueMarieRogêtfueechadaalaguadesdeunbote,locualmeparecelógico,yaquenocabíaconfiarelcadáveralasaguaspocoprofundasdelacosta.Laspeculiaresmarcasdelaespaldayhombrosdelavíctimaapuntanalascuadernasdelfondodeunbote.Tambiéncorroboraestaideaelqueelcadáverfueraencontradosinunpesoatadocomolastre.Dehabersidoechadoalaguaenlacosta,lehubieranagregadoalgúnpeso.Cabesuponerquelafaltadelmismo se debió a un descuido del asesino, que olvidó llevarlo consigo al alejarse ríoadentro.Enelmomentodelanzarelcuerpoalaguadebiódeadvertirsuolvido,peronoteníanadaamanopararemediarlo.Debiódepreferircualquierriesgoantesqueregresaraaquellaterribleplaya.Luego,libredesufúnebrecarga,elasesinoseapresuróaregresarala ciudad. Allí, en algún muelle mal iluminado, saltó a tierra. En cuanto al bote, ¿loamarraría allímismo?Debió de proceder con demasiada prisa para pensar en tal cosa.Además,deamarrarlo,hubierasentidoquedejabaasusespaldaspruebascontrasímismo.Sureacciónnaturaldebiódeser ladealejar lomásposible todoloqueguardaraalgunarelaciónconelcrimen.Nosóloqueríahuirdeaquelmuelle,sinoquenopermitiríaqueelbotequedaraallí.Seguramente lo lanzóa laderiva.Pero sigamosadelanteconnuestrassuposiciones. A lamañana siguiente, elmiserable se siente presa delmás inexpresablehorroralenterarsedequeelbotehasidorecogidoyllevadoaunlugarqueélfrecuentadiariamente; un lugar donde quizá sus obligaciones lo hacen acudir de continuo. A lanochesiguiente,sinatreverseapedirel timón, seapoderadelbote.Ahorabien:¿dóndeestá ese bote sin gobernalle? Descubrirlo debe constituir uno de nuestros primerospropósitos. De la luz que emane de ese descubrimiento comenzará a nacer el día denuestro triunfo.Conuna rapidezquenos sorprenderá,elbotevaaguiarnoshastaaquelqueloutilizóenlamedianochedeldomingofatal.Unacorroboraciónseguiráaotrayelasesinoseráidentificado».

[Por razones que no especificaremos, pero que resultarán obvias amuchos lectores,noshemostomadolalibertaddeomitirlapartedelmanuscritoconfiadoanuestrasmanosdóndesedetallaelseguimientodelaapenasperceptiblepistalogradaporDupin.Sólonos

parececonvenientedejar constancia, en resumen,deque los resultadosprevistos fueronalcanzados,yqueelprefectocumpliófielmente,aunquesinmuchasganas, los términosde su convenio con el chevalier. El artículo del señor Poe concluye con las siguientespalabras(Losdirectores[34])]:

Secomprenderáquehablodecoincidenciasynadamás.Loquehedichosobreestepuntodebebastar.Nohayfeenmicorazónsobrelopreternatural.QuelanaturalezaysuDiossondos,nadiecapazdepensarlonegará.Queelsegundo,creandolaprimera,puedecontrolarlaymodificarlaasuvoluntad,esasimismoincuestionable.Digo«asuvoluntad»porquesetratadeunacuestióndevoluntadyno,comoelextravíodelalógicasupone,depoder.NosetratadequelaDeidadnopuedamodificarsusleyes,sinoquelainsultamosalsuponer una posible necesidad de modificación. En sus orígenes, esas leyes fueronplaneadasparaabrazartodas lascontingenciasquepodríanpresentarseenelfuturo.ConDios,todoesahora.

Repito,pues,quesólohablodeestascosascomodecoincidencias.Másaún:enloquehe relatado se verá que entre el destino de la infortunadaMary Cecilia Rogers (hastadondedichodestinoesconocido)yeldeunatalMarieRogêt(hastaunmomentodadodesuhistoria)existióunparalelodetanextraordinariaexactitudquefrenteaél larazónsesienteconfundida.Hedichoqueestoseverá.Peronosesupongaporunsoloinstanteque,alcontinuarconlatristenarraciónreferenteaMariedesdelaépocamencionada,yseguirhasta su desenlace el misterio que rodeó su muerte, abrigo la encubierta intención deinsinuar que el paralelo continúa, o sugerir que lasmedidas adoptadas en París para eldescubrimiento del asesino de una grisette, o cualquier medida fundada en raciociniossimilares,produciríanenelotrocasoresultadosequivalentes.

Precisoestenerencuenta—refiriéndonosalaúltimapartedelasuposición—quelamásnimiavariaciónenloshechosdelosdoscasospodríadarmotivoalosmásgrandeserroresalhacertomaraambasseriesdeeventosdistintasdirecciones; lomismoque,enaritmética, un error que en sí mismo es insignificante, por mera multiplicación en losdistintos pasos de un proceso llega a producir un resultado enormemente alejado de laverdad.Con respectoa laprimerapartede las suposiciones,nodebemosolvidarqueelcálculodeprobabilidadesalcualmereferíantesprohíbetodaideadelaprolongacióndelparalelismo,ylohaceconunafuerzaydecisiónproporcionalesalamedidaenquedichoparalelo se ha mostrado hasta entonces exacto y acertado. Es ésta una de esasproposiciones anómalas que, reclamando en apariencia un pensar diferente del pensarmatemático, sólo puede ser plenamente abarcada por unamentematemática.Nadamásdifícil,porejemplo,queconvencerallectorcorrientedequeelhechodequeelseishayasidoechadodosvecesporunjugadordedados,bastaparaapostarquenovolveráasalirenlaterceratentativa.Elintelectorechazacasisiempretodasugestiónenestesentido.Noseaceptaquedos tirosyaefectuados,yquepertenecenporcompletoalpasado,puedaninfluir sobreun tiroquesóloexisteenel futuro.Lasprobabilidadesdeechardosseisesparecenexactamentelasmismasqueencualquierotromomento,valedecirquesóloestánsometidas a la influencia de todos los otros tiros que pueden producirse en el juego de

dados.Estareflexiónparecetanobviaquelastentativasdecontradecirlasoncasisiemprerecibidas con una sonrisa despectiva antes que con atención respetuosa. No pretendoexponer aquí, dentro de los límites de este trabajo, el craso error involucrado en esaactitud;paralosqueentiendendefilosofía,nonecesitaexplicación.Bastedecirqueformapartedeunainfinitaseriedeengañosquesurgenenlasendadelarazón,porculpadesutendenciaabuscarlaverdadeneldetalle.

A

ElReyPeste

RelatoenelquehayunaalegoríaLosdiosestoleranalosreyes

Aquelloqueaborrecenenlacanalla.

BUCKHURST,

LatragediadeFerrexyPorrex

l toquede las docede cierta nochedelmesdeoctubre, durante el caballerescoreinadodeEduardoIII,dosmarinerosdelatripulacióndelFreeandEasy,goletaquetraficabaentreSluisyelTámesisyqueanclabaporelmomentoenesterío,

seasombraronmuchísimoalhallarseinstaladosenelsalóndeunatabernadelaparroquiadeSt.Andrews,enLondres,tabernaqueenarbolabapormuestralafiguradeun«AlegreMarinero».

Aquelsalón,aunquedepésimaconstrucción,ennegrecidoporelhumo,bajodetechoycoincidenteentodosentidoconlostuguriosdesuespecieenaquellaépoca,seadaptababastante bien a sus fines, según opinión de los grotescos grupos que lo ocupaban,instaladosaquíyallá.

Deaquellosgrupos,nuestrosdosmarinosconstituíanelmásinteresante,sinoelmásnotable.

Elqueaparentabamásedad,yaquiensucompañerodabaelcaracterísticoapelativode «Patas», era mucho más alto que el otro. Debía de medir seis pies y medio, y elencorvamiento de su espalda era sin duda consecuencia natural de tan extraordinariaestatura. Lo que le sobraba en un sentido, veíase más que compensado por lo que lefaltaba en otros. Era extraordinariamente delgado y sus camaradas aseguraban que,estandoborracho,hubieraservidomuybiencomogallardeteenelpalomayor;mientrasque,hallándosesobrio,nohabríaestadomalcomobotalóndebauprés.Peroestasbromasyotrasdelamismanaturalezanoparecíanhaberprovocadojamáslamenorreacciónenlos músculos de la risa de nuestro marino. De pómulos salientes, gran nariz aguileña,mentónhuyente,mandíbula inferiorcaídayenormesojosprotuberantes, laexpresióndesu semblante parecía reflejar una obstinada indiferencia hacia todas las cosas de estemundoengeneral,aunquealmismotiempomostrabaunairetansolemneytanserioque

inútilseríaintentardescribirlo.

Porlomenosenlaaparienciaexterior,elmarineromásjoveneraelexactoreversodesucamarada:Suestaturanopasabadecuatropies.Unpardesólidasyarqueadaspiernassosteníasurechonchaypesadafiguramientrasloscortosyrobustosbrazos,terminadosenunpardepuñosmásgrandesquelohabitual,colgabanbalanceándosealosladoscomolasaletasdeunatortugamarina.Unosojillosdecolor imprecisochispeabanprofundamenteincrustados bajo las cejas.La nariz se perdía en lamasa de carne que envolvía su cararedondaypurpúrea,ysugruesolabiosuperiordescansabasobreelinferior, todavíamáscarnoso, con una expresión de profundo contento que se hacía más visible por lacostumbredesudueñodelamérselosdetiempoentiempo.Nocabíadudadequemirabaasu altísimo camarada con una mezcla de maravilla y de burla; de cuando en cuandocontemplabasurostroenloalto,comoelrojosolponientecontemplalospicosdelBenNevis.

Varias y llenas de incidentes habían sido las peregrinaciones de aquella meritoriaparejadurantelasprimerashorasdelanoche,porlasdiferentestabernasdelavecindad.Peroni lasmayores fortunasduransiempre,ynuestrosamigossehabíanaventuradoenesteúltimosalónconlosbolsillosvacíos.

Enelmomentoenqueempiezaestahistoria,PatasysucamaradaHughTarpaulin[35]hallábanseinstaladosconloscodossobrelagranmesaderobledelcentrodelasala,ylasmanosenlasmejillas.Másalládeungranfrascodecerveza(sinpagar),contemplabanlasominosaspalabras:«Nosedacrédito»,queparasu indignaciónyasombro,habíansidogarrapateadas en la puerta mediante el mismísimo mineral cuya presencia pretendíannegar[36].Lejosestamosdepretenderqueeldondedescifrarcaracteresescritos—donqueen aquellos días se consideraba apenas menos cabalístico que el arte de trazarlos—hubiera sido conferido a nuestros dos hijos delmar; pero la verdad es que en aquellasletras había cierto carácter retorcido, ciertos bandazos de sotavento totalmenteindescriptibles pero que, en opinión de ambosmarinos, presagiaban abundancia demaltiempo, y que los determinaron al unísono, conforme a las metafóricas expresiones dePatas,a«darlealasbombas,arriartodoeltrapoylargarsevientoenpopa».

Habiendo, pues, apurado la cerveza que quedaba, y abotonados apretadamente suscortosjubones,selanzaronambosatodacarrerahacialapuerta.AunqueTarpaulinrodódos veces en la chimenea, confundiéndola con la salida, acabaron por escabullirsefelizmente,ymediahoradespuésdelasdoce,nuestroshéroesestabanotravezprontosacualquiertravesura,huyendoatodacarreraporunaoscuracallejarumboaSt.Andrews’Stair,encarnizadamenteperseguidosporlahuéspedadel«AlegreMarinero».

En los tiempos de este memorable relato, así como muchos años antes y muchosdespués, en toda Inglaterra, y especialmente en Londres, resonaba periódicamente elespantoso clamor de: «¡La peste!».La ciudad había quedadomuy despoblada, y en lashorribles regiones vecinas al Támesis, donde entre tenebrosas, angostas e inmundascallejuelasypasajesparecíahabernacidoelDemoniodelaEnfermedad,errabantansólo

elTemor,elHorrorylaSuperstición.

Porordendelreyaquellosdistritoshabíansidocondenados,yseprohibía,bajopenademuerte, penetrar en sus espantosas soledades. Empero, elmandato delmonarca, lasbarreraserigidasalaentradadelascallesy,sobretodo,elpeligrodeunamuerteatrozquecon casi absoluta seguridad se adueñaba del infeliz que osara la aventura, no podíanimpedir que las casas, vacías y desamuebladas, fueran saqueadas noche a noche porquienes buscaban el hierro, el bronce o el plomo, que podía luego venderseventajosamente.

Loqueesmás,cadavezquealllegarelinviernoseabríanlasbarreras,comprobábasequeloscerrojos,lascadenasylossótanossecretoshabíanservidodepocoparaprotegerlosricosdepósitosdevinosylicoresque,teniendoencuentaelriesgoyladificultaddetodo traslado, fueran dejados bajo tan insuficiente custodia por los comerciantes dealcoholesdeaquellasbarriadas.

Pocos,sinembargo,entreaquellosempavorecidosciudadanosatribuíanlospillajesalamanodelhombre.Losdemoniospopularesdelmaleran losespíritusde lapeste, losdueñosdelaplagaylosdiablosdelafiebre;contábansehistoriastanescalofriantes,queaquellamasadeedificiosprohibidosterminóenvueltaenelterrorcomoenunamortaja,yhasta los saqueadores solían retroceder aterrados por la atmósfera que sus propiasdepredaciones habían creado; así, el circuito estaba entregado por completo a la máslúgubremelancolía,alsilencio,alapestilenciayalamuerte.

En una de aquellas aterradoras barreras que señalaban el comienzo de la regióncondenadaviéronsesúbitamentedetenidosPatasyeldignoHughTarpaulinenelcursodesucarreracallejuelasabajo.Imposibleeraretrocederytampocoperderunsegundo,puessusperseguidoreslespisabanlostalones.Pero,paralobosdemarcomoellos,treparporaquellas toscas planchas demadera era cosa de juego; excitados por la doble razóndelejercicio y del licor, escalaron en un santiamén la valla y, animándose en su carrera deborrachos con gritos y juramentos, no tardaron en perderse en el fétido e intrincadolaberinto.

Denohaberestadoborrachosperdidos,sustambaleantespasossehubieranvistomuyprontoparalizadosporelhorrordesusituación.Elaireeraheladoybrumoso.Laspiedrasdel pavimento, arrancadas de sus alvéolos, aparecían en montones entre los pastoscrecidos, que llegabanmás arriba de los tobillos.Casas demolidas ocupaban las calles.Loshedoresmásfétidosyponzoñososloinvadíantodo;yconayudadeesaluzespectralque, aun a medianoche, no deja nunca de emanar de toda atmósfera pestilencial, eraposible columbrar en los atajos y callejones, o pudriéndose en las habitaciones sinventanas,loscadáveresdemuchosladronesnocturnosaquieneslamanodelapestehabíadetenidoenelmomentomismoenquecometíansusfechorías.

Aquellasimágenes,aquellassensaciones,aquellosobstáculosnopodían,sinembargo,detener lacarreradehombresque,deporsívalientesyardiendodecorajeydecervezafuerte, hubieran penetrado todo lo directamente que su tambaleante condición lo

permitiera en las mismísimas fauces de la muerte. Adelante, siempre adelantebalanceábase el lúgubrePatas, haciendo resonar laprofundadesolación con los ecosdesus terribles alaridos, semejantes al espantoso grito de guerra de los indios; y adelante,siempreadelantecontoneábaseelrobustoTarpaulin,colgadodel jubóndesumásactivocompañero,perosobrepasandosusmásasombrososesfuerzosenmateriademúsicavocalconrugidosinbassoquenacíandelaprofundidaddesusestentóreospulmones.

Nocabíadudadequehabíanllegadoalaplazafuertedelapeste.Acadapaso,acadatropezón, su camino se volvía más fétido y horrible, los senderos más angostos eintrincados. Enormes piedras y vigas que de tiempo en tiempo se desplomaban de lospodridos tejados mostraban con la violencia de su caída la enorme altura de las casascircundantes;ycuando,paraabrirsepasoatravésdecontinuosmontonesdebasura,habíaqueapelaraenérgicosesfuerzos,noerararoquelasmanosencontraranunesqueleto,osehundieranenlacarnedescompuestadealgúncadáver.

Súbitamente, cuando los marinos se tambaleaban frente a la entrada de un alto yespectral edificio, un grito más agudo que de ordinario, brotando de la garganta delexcitadoPatas,fuerespondidodesdeadentroconunarápidasucesióndesalvajesalaridos,que semejaban carcajadas demoníacas. En nada acoquinados por aquellos sonidos que,dada su naturaleza, el lugar y la hora, hubieran helado la sangre de corazones menosígneos que los suyos, nuestra pareja de borrachos se lanzó de cabeza contra la puerta,abriéndoladeparenparyentrandoatropezones,enmediodeundiluviodejuramentos.

La habitación en la cual se encontraron resultó ser la tienda de un empresario depompas fúnebres; pero una trampa abierta en un rincón del piso, próximo a la entrada,dejabaverelcomienzodeunabodegaampliamenteprovista,comoloproclamabaademáslaocasionalexplosióndeunaqueotrabotella.Enmediodelahabitaciónhabíaunamesa,en cuyo centro surgía un enorme cubo de algo que parecía punch. Profusamentedesparramadasentornoaparecíanbotellasdediversosvinosycordiales,asícomojarros,tazasyfrascosdetodasformasycalidades.Sentadossobresoportesdeataúdesveíaseaseispersonasalrededordelamesa.Tratarédedescribirlasunaporuna.

Defrentealaentradayalgomáselevadoquesuscompañerossentábaseunpersonajequeparecíapresidirlamesa.

Eratanaltocomoflaco,yPatassequedóconfundidoalveraalguienmásdescarnadoqueél.Teníaun rostroamarillocomoelazafrán,pero, salvoun rasgo,sus faccionesnoestabanlobastantedefinidascomoparamerecerdescripción.Elrasgonotableconsistíaenunafrentetaninsólitayhorriblementeelevada,quedabalaimpresióndeunboneteounacoronadecarneencimadelaverdaderacabeza.Subocateníaunmohínyunplieguedeespectral afabilidad, y sus ojos —como los de todos los presentes— estaban fijos yvidriosos por los vapores de la embriaguez.Este caballero hallábase envuelto de pies acabezaenunpañomortuoriodeterciopelonegroricamentebordado,quecaíaenplieguesnegligentescomosi fueraunacapaespañola.Tenía lacabeza llenadeplumascomo lasqueseponenaloscaballosenlascarrozasfúnebres,ylasagitabaaunladoyotroconaire

tangarbosocomoentendido;sosteníaenlamanoderechaunenormefémurhumano,conelcualparecíahaberestadoapaleandoaalgunodelgrupoporcualquierfruslería.

Frente a él, y dando la espalda a la puerta, veíase a una dama cuya extraordinariaapariencia no le iba a la zaga.Aunque casi tan alta como la personadescrita, nopodíaquejarsedeunaflacuraanormal.Alcontrario,hallábaseporlovistoenelúltimogradodehidropesíaysucuerposeasemejabaextraordinariamentealaenormepipadecervezaque,saltadalatapa,aparecíacercadeellaenunángulodelaposento.Aquellaseñorateníaelrostroperfectamenteredondo,rojoyrelleno,ypresentabalamismapeculiaridad(o,másbien,faltadepeculiaridad)quemencionamosenelcasodelpresidente;valedecirquetansólounodesusrasgosalcanzabaadistinguirseclaramenteensucara.ElsagazTarpaulinnohabíadejadodenotarquelamismaobservaciónpodíaaplicarseatodoslosasistentesala fiesta, pues cada uno parecía poseer el monopolio de una determinada porción delrostro. En la dama de quien hablamos, se trataba de la boca. Comenzando en la orejaderechaabríaseenun terroríficoabismohasta la izquierda,alpuntoque loscortosarosque llevaba se le metían todo el tiempo en la abertura. Esforzábase, sin embargo, pormantenerla cerrada, adoptando un aire de gran dignidad. Su vestido consistía en unamortajareciénplanchadayalmidonadaquelellegabahastalabarbilla,cerrándoseenunvolanterizadodemuselinadealgodón.

Sentábaseasuderechaunajovencitaminúscula,aquienladamaparecíaproteger.Estadelicada y frágil criatura daba evidentes señales de una tisis galopante a juzgar por eltemblordesusdescarnadosdedos,lalívidacoloracióndesuslabiosylasmanchashéticasqueaparecíanensupiel terrosa.Peseaello,en todasufiguraseadvertíaunextremadohautton;lucíaconunairetangraciosocomonegligenteunanchoyhermososudariodelmásfinolinóndelaIndia;elcabellolecolgabaenbuclessobreelcuello,yhabíaensubocaunasuavesonrisajuguetona;perosunariz,extraordinariamentelarga,fina,sinuosa,flexibleyllenadebarrillos,lellegabahastamásabajodellabioinferior;apesardelairedelicadoconquedecuandoencuandolamovíaaunoyotroladoconayudadelalengua,aquellanarizdabaasufisonomíaunaaparienciauntantoequívoca.

Alotro lado,a la izquierdade ladamahidrópica,veíaseaunhombrecilloachacoso,rechoncho, asmático y gotoso, cuyas mejillas descansaban en los hombros de supropietariocomodosenormesodresdevinooporto.Cruzadodebrazosyconunapiernavendada puesta sobre la mesa, parecía imaginar que tenía derecho a alguna especialconsideración.Sindudasesentíaprofundamenteorgullosodecadapulgadadesupersona,pero se esmeraba especialmente en llamar la atención sobre su abigarrado levitón. Nopoco dinero le habría costado este último, que le sentaba admirablemente, pues estabahechoconunadeesasfundasdesedabordadaqueenInglaterrayotraspartessirvenparacubrirlosescudosquesecuelganenlugaresvisiblescuandohamuertoalgúnmiembrodeunacasaaristocrática.

Asulado,yaladerechadelpresente,veíaseauncaballeroconlargascalzasblancasycalzonesdealgodón.Estremecíasedelamaneramásridícula,comosisufrieraunaccesode lo que Tarpaulin llamaba «los espantos». Su mentón, recién afeitado, estaba

apretadamentesujetoporunvendajedemuselina,ysusbrazos,igualmenteatadosporlasmuñecas,nolepermitíanservirseagustodeloslicoresdelamesa,precauciónquePatasencontrómuyacertadaenvistadelaireembrutecidoyavinadodesufisonomía.Detodasmaneras, las inmensasorejasdeaquelpersonaje,quepor lovistonoeraposible sujetarcomo el resto de su cuerpo, se proyectaban en el espacio y, cada vez que alguiendescorchabaunabotella,seestremecíancomoenunespasmo.

Frenteaél, sextoyúltimode la reunión,veíaseaunpersonajeextrañamenterígido,atacadodeparálisis,quiendebíasentirsesumamenteincómododentrodesusvestiduras.Enefecto,suúnicoatavío loconstituíaunflamanteyhermosoataúddecaoba.Supartesuperior apretaba la cabeza de quien lo vestía, extendiéndose hacia adelante como unacaperuza,ydabaasurostrounaireindescriptiblementeinteresante.Alosladosdelataúdsehabíanpracticadoagujerosparalosbrazos,teniendoencuentatantolaeleganciacomolacomodidad;peroaqueltrajeimpedíaasupropietariomantenersetanerguidocomosuscompañeros; y mientras yacía reclinado contra su soporte, en un ángulo de cuarenta ycinco grados, un par de enormes ojos protuberantes giraban sus terribles globosblanquecinoshaciaeltecho,comosiestuvieranestupefactosdesupropiaenormidad.

Frenteacadaunodelospresentesveíaseunacalaveraqueservíadecopa.Deloaltocolgabaunesqueleto,atadoporunapiernaaunasogasujetaenunganchodeltecho.Laotra pierna, suelta, se apartaba del cuerpo en ángulo recto, haciendo que aquella masacrujientegiraraysebalancearaacadaráfagadevientoquepenetrabaenlaestancia.Enelcráneodetanhorriblesrestoshabíacarbonesencendidos,quearrojabanunaluzvacilanteperointensasobrelaescena;encuantoalosataúdesyotrosimplementospropiosdeunaempresadepompasfúnebres,habíansidoapiladosentornodelahabitaciónycontralasventanas,impidiendoqueelmenorrayodeluzescaparaalacalle.

A lavistade tanextraordinariaasambleaydesusatavíosnomenosextraordinarios,nuestrosdosmarinosnosecondujeronconeldecoroquecabíaesperar.Apoyándoseenlapared que tenía más próxima, Patas dejó caer más de lo acostumbrado su mandíbulainferior,mientrasabríalosojoshastaquealcanzaroneldiámetromáximomientrasHughTarpaulin,agachándosehastaquesunarizquedóalniveldelamesa,apoyólaspalmasdelas manos en las rodillas y estalló en un mar de carcajadas tan agudas, sonoras yestrepitosascomofueradelugarydescomedidas.

No obstante, sin ofenderse por tan grosera conducta, el alto presidente dirigió unaafable sonrisa a los intrusos, saludándolos muy dignamente con unmovimiento de lasplumasdelacabeza;trasdelocual,levantándose,lostomódelbrazoyloscondujoaunasientoqueotrosdelospresenteshabíanpreparadoparaellos.Patasnoofreciólamenorresistenciayseinstalócomoleindicaron,peroelgalanteHugh,llevandosucaballetedeataúd desde donde lo habían puesto hasta un lugar próximo a la jovencita tísica de lamortaja, se instaló a su lado lleno de alegría y, zampándose una calavera llena de vinotinto, brindó por una amistad más íntima. Al oír esto, el rígido caballero en el ataúdpareció excesivamente incomodado, y hubieranpodidoproducirse consecuencias gravesdenomediar la intervencióndel presidente, quien, luegodegolpear en lamesa con suhueso,reclamólaatencióndelospresentesconeldiscursosiguiente:

—Entalfelizocasión,esnuestrodeber…

—¡Sujetaesecabo!—lointerrumpióPatascongranseriedad—.¡Sujetaesecabo, tedigo,yquesepamosquiénessoisyquédemonioshacéisaquí,equipadoscomotodoslosdiablos del infierno y bebiéndoos las buenas bebidas que guarda para el invierno miexcelentecamaradaWillWimble,elempresariodepompasfúnebres!

Ante esta imperdonable demostración de descortesía, todos los presentes seenderezaronamedias,profiriendounanueva seriedeespantososydemoníacosalaridoscomolosquehabíanllamadolaatencióndelosmarinos.Peroelpresidentefueelprimeroenrecobrarlacomposturay,volviéndosecongrandignidadhaciaPatas,ledijo:

—Conelmayorplacersatisfarétanrazonablecuriosidadporpartedenuestrosilustreshuéspedes, a pesar de no haber sido invitados. Sabed que en estos dominios soy elmonarcayquegobiernomiimperioabsolutobajoeltítulode«ReyPesteI».

»Esta sala, que suponéis injuriosamente la tienda deWillWimble, el empresario depompas fúnebres, persona a quien no conocemos y cuyo plebeyo nombre no habíaofendidohastaahoranuestrosrealesoídos…estasaladigo,eslaSaladelTronodenuestropalacio,consagradaalconsejodelreinoyaotrassagradasyaugustasfinalidades.

»Lanobledamasentadafrenteamíesla“ReinaPeste”,nuestraserenísimaconsorte.Los otros augustos personajes que contempláis sonmiembros demi familia y llevan lainsigniade la sangre realbajo sus títulos respectivosde “SuGracia elArchiduquePes-tífero”, «Su Gracia el Duque Pest-ilencial», «Su Gracia el Duque Tem-pestad» y «SuAltezaSerenísimalaArchiduquesaAna-Pesta».

»Con referencia a vuestra consulta sobre las razones de nuestra presencia en esteconsejo, se nos perdonará que contestemos que sólo nos concierne, y que es asuntoexclusivodenuestroprivadoyrealinterés,sinquenadieesteautorizadoainmiscuirseenabsoluto.Peroenconsideraciónaesosderechosdeque,comohuéspedesydesconocidos,podéis imaginaros poseedores, os explicaremos que nos encontramos aquí esta noche,luego de profundas búsquedas y prolongadas investigaciones, para examinar, analizar ydeterminar exactamente ese espíritu indefinible, esas incomprensibles cualidades ycaracteresdelosinestimablestesorosdelpaladar,valedecirlosvinos,cervezasylicoresdeestaexcelentemetrópoli;todoelloparallevaradelantenosolamentenuestrospropiosdesignios, sino para acrecentar la prosperidad de ese soberano extraterreno cuyo reinocubretodoslosnuestros,cuyosdominiossonilimitados,ycuyonombrees“Muerte”».

—¡CuyonombreesDavyJones!—gritóTarpaulin,sirviendouncráneodelicora ladamaqueteníaasuladoybebiéndoseotroporsucuenta.

—¡Profano lacayo! —dijo el presidente, concentrando su atención en el meritorioHugh—. ¡Profano y execrable canalla! Hemos dicho que, en consideración de esosderechos que, aun en tu repugnante persona, no queremos quebrantar, hemoscondescendidoa responderavuestrasgroserase insensatasdemandas.Empero, frenteatan sacrílega intrusión en nuestro consejo, creemos de nuestro deber condenarte ymultarte, a ti y a tu compañero, a beber un galón de ron con melaza, que tragaréisbrindandoporlaprosperidaddenuestroreinodeunsolotragoyderodillas;traslocual

quedaréislibresparaseguirvuestrocaminooquedarosyseradmitidosalosprivilegiosdenuestramesa,conformeavuestrosgustosrespectivoseindividuales.

—Sería cosa por completo imposible—dijo entonces Patas, a quien las frases y ladignidad del Rey Peste I habían inspirado evidentemente cierto respeto, por lo cual sepuso de pie para hablar, sujetándose a la vez a la mesa—. Sería imposible, sabedlo,majestad,queyoestibaraenmibodegalacuartapartedellicorqueacabáisdemencionar.Aundejandodeladoelcargamentosubidoabordoestamañanaamaneradelastre,ysinmencionarlasdistintascervezasylicoresembarcadosporlatardeendiversospuertos,meencuentroahoraconunarrumajecompletodecerveza,adquiridoydebidamentepagadoen la enseña del «Alegre Marinero». Vuestra Majestad tendrá, pues, la gentileza deconsiderarquelaintenciónreemplazaelhecho,puesdeningunamanerapodríatragarunasola gota…ymuchomenos una gota de esa infame agua de sentina que responde a ladenominaciónderonconmelaza.

—¡Amarra eso!—interrumpió Tarpaulin, no menos asombrado por la longitud deldiscursodesucompañeroqueporlanaturalezadesunegativa—.¡Amarraeso,marinerodeaguadulce!¡Bastadecharla,Patas!Micascoestátodavíaliviano,aunqueyaveoquetúteestáshundiendounpoco.Encuantoa tupartedecargamento, envezdearmar tantojaleomeanimoaencontrarsitioparaélenmipropiacala,pero…

—Semejantearreglo—interrumpióelpresidente—noestáparanadadeacuerdoconlos términosde lamultaosentencia,queespornaturaleza irrevocablee inapelable.Lascondicionesquehemosimpuestodebensercumplidasalpiedelaletrasinunsegundodevacilación… ¡Y si así no se hiciere, decretamos que ambos seáis atados juntos por elcuelloylostalonesyahogadosporrebeldesenaquelcascodecerveza!

—¡Magnífica sentencia! ¡Justa y apropiada sentencia! ¡Gloriosa decisión! ¡La másmeritoria,adecuadaysacrosantacondena!—gritóalunísonolafamiliaPeste.Elreyhizoaparecer en su frente una infinidad de arrugas; el hombrecillo gotoso sopló como dosfuellesjuntos;ladamadelamortajabalanceabasunarizdeunladoalotro;elcaballerodeloscalzoneslevantólasorejas,yladamadelsudariojadeócomounpezfueradelagua,mientraseldelataúdparecíamásrígidoquenuncayrevolvíalosojos.

—¡Uh,uh,uh!—rióTarpaulin,sincuidarsedelaexcitacióngeneral—.¡Uh,uh,uh!Estaba yo diciendo, cuando Mr. Rey Peste se inmiscuyó en la conversación, que unatonteríadedosotresgalonesmásomenosderonconmelazanadapuedenhacerleaunbarco tan sólido comoyo si no anda demasiado cargado. Pero si se trata de beber a lasaluddelDiablo(¡aquienDiosperdone!)yponermederodillasdelantedeeseespantajode rey, a quien conozco tan bien como a mí mismo, pobre pecador que soy… ¡Sí, loconozco,puestoquesetratadeTimHurlygurly,elactor…!Puesbien,enesecaso,yanosérealmentequépensarniquécreer.

Nopudoterminarenpazsudiscurso.AloírelnombredeTimHurlygurly, laenteraasambleasaltódesusasientos.

—¡Traición!—gritósumajestadelReyPesteI.

—¡Traición!—exclamóelhombrecillogotoso.

—¡Traición!—chillólaArchiduquesaAna-Pesta.

—¡Traición!—murmuróelcaballerodelasmandíbulasatadas.

—¡Traición!—gruñóeldelataúd.

—¡Traición, traición! —aulló su majestad la de la inmensa boca. Y, sujetando alinfortunado Tarpaulin por la parte posterior de sus pantalones enmomentos en que sedisponíaabeberotracalaveradelicor,loalzóenelaireylodejócaersinceremoniaenelgrancascoabiertodesuamadacerveza.Luegodeflotaryhundirsevariasvecescomounamanzanaenunjarrodetoddy,terminópordesaparecerenuntorbellinodeespumaquesusmovimientoscreabanenelyaefervescentebrebaje.

Patas,empero,noestabadispuestoasoportarmansamenteladerrotadesucompañero.LuegodearrojaralReyPesteporlatrampaabierta,elvalientemarinoledejócaerlatapasobre la cabeza, mientras lanzaba un juramento, y corrió al centro de la habitación.Aferrando el esqueleto que colgaba sobre lamesa, empezó a agitarlo con tal energía ybuena voluntad que, en momentos en que los últimos resplandores se apagaban en laestancia,alcanzóaromperlacabezadelhombrecillogotoso.LanzándoseluegocontodassusfuerzascontraelfatalcascollenodecervezaydeHughTarpaulin,loderribóalsueloen un segundo. Brotó un verdadero diluvio de cerveza, tan terrible, tan impetuoso, tanarrollador,queelcuartoseinundódeparedapared,lamesasevolcócontodasucarga,los caballetes quedaron patas arriba, el jarro de ponche cayó en la chimenea… y lasseñorasengrandesataquesdenervios.Montonesdeartículosmortuoriosflotabanaquíyallá.Jarros,picheles,damajuanasseconfundíanenlamelée,y lasbotellas revestidasdepaja se entrechocaban desesperadamente con los botellones vacíos. El hombre de losestremecimientosseahogóallímismo,elcaballeroparalíticosalióflotandoensuataúd…yelvictoriosoPatas,tomandoporlacinturaalagruesadamadelamortaja,lanzoseconellaalacalle,corriendoenlínearectahaciaelFreeandEasy,seguidoconvientofrescoporeltemibleHughTarpaulin,quien,luegodeestornudartresocuatroveces,jadeabayresoplabatrasél,llevándoseconsigoalaArchiduquesaAna-Pesta.

S

Losleones

…Ylasgentessefueronpisando

sobresusdiezdedos,llenasdeasombro

SátirasdelobispoHall

oy—valedecirfui—ungranhombre;nosoy,sinembargo,nielautordejuniusnielhombredelamáscaradehierro.PuedecreérsemequeminombreesRobertJonesyquenacíenalgunapartedelaciudaddeFum-Fudge.

La primera acción demi vida consistió en tomarme la nariz con ambasmanos.Mimadrevioestoymellamógenio;mipadrelloródealegría,regalándomeluegountratadodeNasología.Meloaprendíantesdeusarlosprimerospantalones.

Comencéaabrirmecaminoenestacienciaynotardéencomprenderquesiunhombredisponía de unanariz lo suficientemente conspicua le bastaría andar detrás de ella parallegar a convertirse en un «león» social. Pero nome limitaba a atender solamente a lateoría.Todaslasmañanasaplicabaamiproboscisunpardetironesymeenviabaalcoletomediadocenadetragos.

Cuando llegué a la mayoría de edad, mi padre me invitó cierto día a entrar en sudespacho.

—Hijomío—manifestócuandonoshubimossentado—.¿Cuáleslafinalidadesencialdetuexistencia?

—Padre—contesté—,eselestudiodelaNasología.

—¿YquéeslaNasología,Robert?

—Lacienciadelasnarices,señor—contesté,amostazado.

—¿Ypuedesdecirmecuáleselsignificadodeunanariz?

—Una nariz, padre mío —dije, grandemente aplacado—, ha sido diversamentedefinida por unos mil autores diferentes. (Aquí saqué el reloj y lo consulté). Es casimediodía,esdecir,quetendremostiempodemencionarlosatodosantesdemedianoche.Comencemos, pues: La nariz, según Bartolinus, es esa protuberancia, esa saliente, esaexcrecencia,esa…

—Ya basta, Robert —me interrumpió aquel excelente caballero—. Me quedoestupefactoante laextensióndetusconocimientos.Mepasmas,palabradehonor.(Aquícerró losojosy se llevó lamanoalcorazón). ¡Acércate! (Aquíme tomódelbrazo).Tueducación puede considerarse como terminada… y es tiempo de que te arregles por tucuenta.Nadamejorpodríashacerquelimitarteaseguira tunariz…así…así…yasí…(Aquímeechóapuntapiésescalerasabajo).¡Vetedemicasa,pues,yqueDiostebendiga!

Comosentíadentrodemíeldivinoafflatus,consideréesteaccidentemásafortunadoqueotracosa.Resolvíguiarmeporelconsejopaterno.Decidíseguiraminariz.LediunoodostironesyescribíalpuntounfolletosobreNasología.

TodaFum-Fudgeentróenconmoción.

—¡Geniomaravilloso!—dijoelQuarterly.

—¡Fisiólogosoberbio!—dijoelWestminster.

—¡Unhombreinteligente!—dijoelForeign.

—¡Magníficoescritor!—dijoEdinburgh.

—¡Pensadorprofundo!—dijoelDublin.

—¡Grandehombre!—dijoelBentley.

—¡Almadivina!—dijoelFraser.

—¡Unodelosnuestros!—dijoelBlackwood.

—¿Quiénpodráser?—dijolaseñoraMarisabidilla.

—¿Quiénpodráser?—dijolaprimeraseñoritaMarisabidilla.

—¿Quiénpodráser?—dijolasegundaseñoritaMarisabidilla.

Peroyonoprestabaatenciónaesasgentes.Todoloquehicefueentrarenelestudiodeunartista.

LaduquesaFulanaposabaparasuretrato.ElmarquésMenganoseocupabadelperritode la duquesa. El conde deZutano jugaba con sus Frasquitos de sales. SuAltezaRealPerenganoinclinábasesobrelasilladeladuquesa.

Acerquemealartistaylevantólanariz.

—¡Oh,cuanhermosa!—suspirósuGracia.

—¡Oh,rayos!—susurróelmarqués.

—¡Oh,quérepugnante!—gruñóelconde.

—¡Oh,quéabominable!—bramósuAltezaReal.

—¿Cuántoquiereusted?—preguntóelartista.

—¡Porsunariz!—gritósuGracia.

—Millibras—dije,tomandoasiento.

—¿Millibras?—repitióelartista,pensativo.

—Millibras—dije.

—¡Hermosa!—murmuróél,extático.

—Millibras—dije.

—¿Lagarantizausted?—preguntó,colocándolademodoqueledieralaluz.

—Lagarantizo—contesté,soplandoconfuerzaporella.

—¿Escompletamenteoriginal?—inquirió,tocándolaconreverencia.

—¡Hum!—dije,retorciéndola.

—¿Nosehansacadocopiasdeella?—interrogó,examinándolaconunmicroscopio.

—Ninguna—dije,alzándola.

—¡Admirable!—pronunció,tomadocompletamentedesorpresaantelabellezadelamaniobra.

—Millibras—dije.

—¿Millibras?—dijoél.

—Precisamente—dije.

—¿Millibras?—dijoél.

—Enefecto—dije.

—Lastendráusted—declaróelartista—.¡Quépiezatanperfecta!

Me entregó un cheque de inmediato y se puso a dibujar mi nariz. Alquilé undepartamentoenlacalleJermynyenviéaSuMajestadlanonagesimonovenaedicióndemiNasología, con un retrato de la proboscis. Aquel pobre insignificante libertino, elPríncipedeGales,meinvitóacenar.

Todoséramos«leones»yrecherchés.

Había un platónico moderno. Citó a Porfirio, a Yámblico, a Plotino, a Proclo, aHierocles,aMáximoTirioyaSiriano.

Habíaundefensordelaperfectibilidadhumana.CitóaTurgot,aPrice,aPriestley,aCondorcet,aDeStaëlyal«EstudianteAmbiciosodeMalaSalud».

EstabaSirParadojaPositiva.Hizonotarquetodosloslocoseranfilósofos,yquetodoslosfilósofoseranlocos.

EstabaÉticoEstético.Hablódel fuego, launidady los átomos;del almabipartitaypreexistente;delaafinidadyladiscordia;delainteligenciaprimitivaylashomeomerías.

EstabaTeologíaTeólogo.HablódeEusebioydeArrio;delaherejíayelconciliodeNicea,delpuseyismoyelconsustancialismo,delhomousiosydelhomouioisios.

Estaba Fricassée del Rocher de Cancale. Mencionó elmuritón de lengua roja, lascolifloresconsalsavelouté,laterneraàlaSt.Menehoult,lamarinadaàlaSt.Florentinylasjaleasdenaranjasenmosaïques.

Estaba Bíbulo O’Barril. Se refirió al Latour y al Markbrünnen, al Mousseux y alChambertin,alRichbourgyalSt.George,alHaubrion,LeonvilleyMedoc,alBaracyalPreignac,alGrâveyalSauternes,alLafitte,alSt.Peray.MeneólacabezaanteelClosdeVougeot,y,cerrandolosojos,nosdijoladiferenciaquehayentreeljerezyelamontillado.

EstabaelSignorTintontintino,deFlorencia.DisertósobreCimabue,Arpino,CarpacioyArgostino,delamelancolíadeCaravaggio,delaamenidaddeAlbano,deloscoloresdeTiziano,delasdamasdeRubensydelasbufonadasdeJanSteen.

EstabaelPresidentedelaUniversidaddeFum-Fudge.ManifestólaopinióndequelalunasellamaBendisenTracia,BubastisenEgipto,DianaenRomayArtemisaenGrecia.

Había un Gran Turco procedente de Estambul. No podía impedirse pensar que losángeles eran caballos, gallos y otros; que alguien en el sexto cielo tenía setenta milcabezas, y que la tierra estaba sostenida por una vaca color celeste, con incalculablecantidaddecuernosverdes.

Estaba Poligloto Delfino. Nos dijo lo que les había ocurrido a las ochenta y trestragediasperdidasdeEsquilo,alascincuentaycuatrooracionesdeIseo,alostrescientosnoventayundiscursosdeLisias,aloscientoochentatratadosdeTeofrasto,aloctavolibrodeltratadodelasseccionescónicasdeApolonio,aloshimnosyditirambosdePíndaroyalascuarentaycincotragediasdeHomero(hijo).

EstabanFerdinandoFitzFeldespatoFósilus.Nosinformódetodoloconcernientealosfuegosinternosylasformacionesterciarias;sobreaeriformes,fluidiformesysolidiformes;sobrecuarzoymarga,esquistoyturmalina;sobreyesoyrocatrapeana,talcoycal,blendayhornablenda;sobrelamicaylapiedrapómez,lacianitaylalepidolita;sobrelahematitay la tremolita, el antimonio y la calcedonia; sobre el manganeso, y todo lo que ustedquiera.

Estabayo.Hablédemí.Demí,demí,demí.DelaNasología,demifolletoydemí.Levantélanarizyhablédemí.

—¡Quémaravillosainteligencia!—dijoelpríncipe.

—¡Soberbia!—dijeronsushuéspedes.Ya lamañanasiguiente recibí lavisitadesuGracialaduquesaFulana.

—¿Irá usted al Salón de Almack, encantadora criatura?—me dijo, dándome unosgolpecitosenelmentón.

—Pormihonor…iré—dije.

—¿Connarizytodo?—preguntó.

—Comoqueestoyvivo—dije.

—Puesbien,vidamía,aquítienemitarjeta.¿Puedodecirqueestaráustedpresente?

—Queridaduquesa,detodocorazón.

—¡Bah,nomeinteresaelcorazón!Diga,másbien:«Detodanariz».

—Cada trocito de ella, amormío—dije; y luego de retorcerme una o dos veces lanariz,meencontréenelSalóndeAlmack.

Lasdiversasestanciashallábansecolmadashastalasofocación.

—¡Ahíviene!—dijoalguienenlaescalera.

—¡Ahíviene!—dijootroalgomásarriba.

—¡Ahíviene!—dijountercero,aúnmáslejos.

—¡Hallegado!—exclamóladuquesa—.¡Hallegadoelencantadoramorcillo!

Y,tomandomismanosconfuerza,mebesótresvecesenlanariz.

Siguióaestounagranconmociónentrelospresentes.

—Diavolo!—gritóelcondeCapricornutti.

—¡Diosguarde!—murmuróDonEstilete.

—Milletonnerres!—exclamóelpríncipedeGrenouille.

—TousandTeufel!—gruñóelelectordeBluddennuff.

Estoyaeraintolerable.Meencolericé.EnfrentéaBluddennuff.

—¡Caballero—ledije—,esustedunmandril!

—Caballero—repusoél,luegodeunapausa—,DonnerundBlitzen!

Conestobastaba.Cambiamostarjetas.Alamañanasiguiente,enChalk-Farm,lehicevolarlanarizdeunpistoletazoyluegomefuiavisitaramisamigos.

—Bête!—dijoelprimero.

—¡Tonto!—dijoelsegundo.

—¡Mastuerzo!—dijoeltercero.

—¡Asno!—dijoelcuarto.

—¡Badulaque!—dijoelquinto.

—¡Mentecato!—dijoelsexto.

—¡Fueradeaquí!—dijoelséptimo.

Todoestomemortificó,yfuiavisitaramipadre.

—Padre—pregunté—.¿Cuáleslafinalidadesencialdemiexistencia?

—Hijomío—mecontestó—,siguesiendoelestudiodelaNasología;pero,alheriral

electorenlanariz,tehasexcedidolamentablemente.Tienesunahermosanariz,esverdad;pero ahoraBluddennuff no tieneninguna.Estás condenado, y él se ha convertido en elhéroe del día. Doy fe de que en Fum-Fudge la grandeza de un «león» se hallaproporcionadaconel tamañode suproboscis.Pero, ¡santocielo!,no sepuedecompetirconunleónquenotieneabsolutamenteningunaproboscis.

Notas

Enlasnotassiguientes, luegodel títulooriginaldecadacuento,semenciona laprimerapublicación del mismo. La cifra entre paréntesis indica el orden cronológico de cadapublicaciónconreferenciaaltotal(67cuentos).Así,WilliamWilson,publicadoen1840,es el vigesimotercer relato publicado de Poe. Este dato puede servir para situaraproximadamentelafechadecomposicióndeloscuentos,aunqueestoúltimoesmateriadeabundantecontroversia.

WilliamWilson

WilliamWilson.

TheGift:AChristmasandNewYear’sPresentfor1840.Filadelfia,1839(23)

Laideadeundoppelgängercirculadesdehacemuchoenlastradicionesylaliteratura.LausualreferenciaaHoffmann(Elelixirdeldiablo)nopareceaplicarseaestememorablerelato.SehacitadocomofuenteaCalderón(víaShelley),cuyodramaElpurgatoriodeSanPatricio habría inspirado a Byron un proyecto de tragedia donde el doblemoría amanosdelhéroe,revelándoseentoncescomolaconcienciadelmatador.Poepudoleerunamención de este plan en un artículo de Washington Irving (Knickerbocker Magazine,agosto de 1835).Baldini recuerda elMonosandDaimonos, deBulwer, yTheHauntedMan,deDickens.EdwardShanksveaquíelgermendeThePortraitofDorianGray,deOscar Wilde. Newcomer menciona Dr. Jekyll and Mr. Hyde, de Stevenson. El cine,finalmente,lediounaversiónenElestudiantedePraga.

Como en Usher, Berenice y Ligeia, el retrato psicológico y aun físico del héroecoincide con los rasgos más profundos del mismo Poe. En cuanto a la verdadautobiográficade losepisodiosescolaresdelcomienzo,escosadebatida.SegúnHerveyAllen,PoecombinósusrecuerdosdelaescueladeIrvine,enEscocia,ylaManorHouseSchool,enStokeNewington,Londres,incorporandomúltipleselementosimaginarios.ElretratodeldoctorBransby,porejemplo,esinexacto;eldoctorteníaapenastreintaytresañoscuandoPoeentróensuescuela.

Elpozoyelpéndulo

ThePitandthePendulum,

TheGift:AChristmasandNewYear’sPresentfor1843.Filadelfia,1842(38)

A.H.QuinnhaseñaladoaquílainfluenciadelcapítuloXVdeEdgarHuntley,noveladeCharlesBrockdenBrown,unodelospionerosdelcuentocortoenEstadosUnidos.EnUnamalaventura, escrito antes que este relato,Poeusa ya el recurso del péndulo—eneste caso, la aguja de un reloj gigantesco—, pero en tono de farsa. El mismo QuinnrecuerdalamenciónhechaporPoedeTheManintheBell,truculentorelatopublicadoenelBlackwood,yquepudoinfluirensutema(véaseCómoescribirunartículoalamaneradel Blackwood). En su estudio sobre Poe, el reverendo Griswold lo acusa de haberplagiado el cuento de otro publicado asimismo en el Blackwood: Vivenzio, or ltalianVengeance.Baldini,porsuparte,remitealcantoXXXIIIdelInfierno.

Sehaqueridoverenestecuentolautilizacióndeunapesadilla(olacombinacióndemásdeuna)resultantedelopio;alguienlohaclasificado,despuésdeElescarabajodeoroyLoscrímenes de la calleMorgue, entre los relatosmás famosos del autor. El hecho,generalmenteadmirado,dequeelpersonajenoosedecirloquevioenelfondodelpozo,encolerizabaaR.L.Stevenson,queveíaeneso«unaimpostura,unaudaze imprudenteescamoteo».

Manuscritohalladoenunabotella

MS.foundinaBottle.

BaltimoreSaturdayVisiter,19deoctubrede1833(6)

GeorgeSnellhacreídoverenestecuento«unaparáboladelpasodelhombrepor lavida».LaperfeccióndesufacturafueelogiadaporJosephConrad.ParaEdwardShanks«poseeesaatmósferadeloinexplicablementeterriblequeperteneceaPoe,aunospocosautoresmásyalosanónimoscreadoresdeleyendas».

El héroe del relato muestra los rasgos románticos del nomadismo, el desasosiegoinexplicable,elexilioaperpetuidad;pordebajoseadivinan impulsosmenos literariosymás terribles que, al igual que el drama en sí, no alcanzarán explicación final. Pero lacaracterísticamásmemorableresideenlaintensidaddeefectologradaconunmínimodepalabras.«Sudondearmarsituacionesconcienpalabras»,decíadePoeelcríticoCharlesWhibley.

EstecuentoganóelpremioofrecidoporelBaltimoreSaturdayVisitereinicióenciertomodolacarreraliterariadePoe.EncartaaBeverlyTucker,ésteafirmaquesetratadeunadesusprimerascomposiciones.

Elgatonegro

TheBlackCat.

UnitedStatesSaturdayPost(SaturdayEveningPost),19deagostode1843(41)

Conmásingenuidadqueingenio,AlfredCollingveeneltríocentral(elnarrador,suesposa,elgato)unreverso infernaldePoe,Virginiay lagataCaterina, tanmimadaporellos. Parece más interesante recordar que Baudelaire conoció a Poe a través de unatraducción francesa deEl gato negro, publicada enLaDémocratie Pacifique, de París.

MarieBonaparte ha demostrado psicoanalíticamente los elementos constitutivos de estecuento,unodelosmásintensosdePoe.

LaverdadsobreelcasodelseñorValdemar

TheFactsintheCaseofM.Valdemar.

American Review, diciembre de 1845. Título original:The Facts ofM.Waldemar’sCase(59)

EnMarginalia,I,PoeseocupadelasrepercusionesqueesterelatotuvoenLondres,donde fue tomado por un informe científico. El mesmerismo y sus campos afinesinteresaban extraordinariamente en su época; el tono clínico del cuento, donde no seretrocedeanteelmenordetalledescriptivo,porrepugnantequesea,explicaelengaño.UnpreludioaesterelatopuedeverseenRevelaciónmesmérica(véasetambiénCuentodelasMontañas Escabrosas). Margaret Alterton ha mostrado la influencia de la literaturaefectistadelBlackwood’sMagazineenPoe,sobretodoenlatendenciaalasdescripcionesquebuscancrearunasensacióndeinformecientífico.PerodeloscuentosdelBlackwoodaValdemarhayexactamenteladistanciadelperiodistaalpoeta.

Elcorazóndelator

TheTell-TaleHeart.

ThePioneer,enerode1843(39)

EltemadeCaín—lasoledadquesiguealcrimen,eldescubrimientogradualquehaceelasesinodesuseparacióndelrestodeloshombres—seexpresaenPoeatravésdeunaserie de grados, El demonio de la perversidad es su forma más pura;William Wilsonilustra laalucinaciónvisual;Elcorazóndelator, la auditiva.En los trescasosel crimenrebotacontrasuautoryloaniquila.

SehavistoenestecuentootraexpresióndeobsesionessádicasenPoe.Elojode lavíctima reaparecerá en el del gato negro. La admirable concisión del relato, su fraseobreveynervioso,ledanunvalororal,deconfesiónescuchada,quelohaceinolvidable.

UndescensoalMaelström

ADescentintotheMaelström.

Graham’sLady’sandGentleman’sMagazine,mayode1841(29)

ArlinTurnerhamostradocuatrofuentesquePoehabríausadoparaesterelato.Lamásimportanteprocededeuncuentopublicado,en1836,enunperiódicofrancésilustrado,LeMagasinUniversel,quelotomódeotroaparecidoenelFraser’sMagazine(septiembrede1834). W. T. Bandy hace notar que Poe debió de leer la historia en el Fraser y queaprovechósutema—lacaídaenelremolinoylaexpulsiónposterior—paraelaborarunateoría explicativa de cómo pudo producirse esta última. La Enciclopedia británica leproporcionóacasoloselementoscientíficosqueseutilizanenelrelato.

Eltoneldeamontillado

TheCaskofAmontillado.

Godey’sLady’sBook,noviembrede1846(61)

LasuertedeUgolino,lavisióndetantamazmorradondeseconsumólavenganzadelque sacrifica el espectáculo del sufrimiento del enemigo, sustituyéndolo por laimaginacióndeunaagoníainfinitamentemáscruel,danaesterelatosufuerzairresistible.Ytambiénlabrillantetécnicanarrativa,eldiálogoincisivo,seco,lapresenciadelcarnavalen esa comedia monstruosa de desquite y sadismo. D. H. Lawrence ha señalado laequivalenciaentreUsheryestecuento:FortunatoesenterradovivoporodiocomoLadyMadelineloesporamor.«Elansiaquenacedelodioesundeseoirracionaldeposeeryconsumirelalmadelapersonaodiada,asícomoelansiaamorosaeseldeseodeposeerhastaellímitealapersonaamada».

Brownell,queveenel tono lomejorde loscuentosdePoe,dicedeldeéstequees«comoelgolpeteardecastañuelasmalignas».YR.L.Stevenson:«TodoelespíritudeEltoneldeamantilladodependedeldisfrazcarnavalescodeFortunato,elgorrodecascabelesyeltrajedebufón.UnavezquePoeacertóenvestirasuvíctimagrotescamente,hallólaclavedelcuento».

LamáscaradelaMuerteRoja

TheMaskoftheRedDeath.

Graham’sLady’sandGentleman’sMagazine,mayode1842,títulooriginal:TheMaskoftheRedDeath:AFantasy(36)

Shanksdicedeestecuentoque«sucontenidoeselpurohorrordelapesadilla,perohasidoelaboradoyejecutadoporunartíficedesupremaydeliberadahabilidad».SutemayatmósferacorrespondenenlapoesíadePoeaTheConquerorWorm(incluidoenLigeia).Almargende suobvia alegoría—quequizáPoenegara—haycampoparaotras, todasellasigualmenteajenasalafuerzayalaeficaciadelrelato.Enlosúltimosaños,JosephPatrickRoppolohaproporcionadounanálisisexhaustivodelasfuenteseintencionesdeesterelato.

Elentierroprematuro

ThePrematureBurial.

DallarNewspaper,31dejuliode1844(47)

Enrigor,setratamenosdeuncuentoquedeunartículodondeseenumerancasosdeenterramientosprematuros,seguidosdeunasupuestaexperienciapersonaldelautor.Sehavistoeneste tema—fundándoseensu tonoobsesivoy laspropiaspalabrasdePoe—elresultadodelaspesadillasdelopioo,mejoraún,delostrastornoscardíacosconsensacióndeahogoqueaquélexperimentabaenocasiones.

Lacita

TheAssignation.

Godey’sLady’sBook,enerode1834.Titulooriginal:TheVisionary(7)

HobsonQuinnhaseñaladoelparalelismodeesterelatoconDogeundDogaressa,deHoffmann,mostrando,empero,unaesencialdiferenciadeclima.Laextravaganteefusiónromántica del principio, nada frecuente enPoe, y el nomenos extravagante absurdodequeunniñopuedapermaneceralrededordediezminutosbajoelaguasinahogarse,ysersalvadoporunhéroequesearrojaalcanalembozadoensucapa,contrastanconlajustezahabitualdelosrelatospoeianos.

DigamosdelpoemaTooneinParadisequePoeintercalóenelcuento,quesuversiónespañola no pasa de un equivalente aproximado, que busca salvar algo del ritmo deloriginal.LomismocabedecirdelospoemasqueaparecenenLigeiayLacaídadelacasaUsher.

Morella

Morella.

SouthernLiteraryMessenger,abrilde1835(9)

Este relato constituye la primera expresión de uno de los temas capitales de lanarrativadePoe,quealcanzarásuperfecciónenLigeia(véasenotacorrespondiente).PoeteníaaltaestimaporMorella,yenunacartade1835escribe:«ElúltimocuentoqueheescritosellamaMorella,yeselmejorquehecompuesto»,opiniónqueluegotraspasaríaaLigeia.

CharlesWhibleyhaseñaladoaquílapresenciadelarisa,«queseconvierteenterror»,yquePoeusaenlafrasefinaldesurelato,enLacita(dondelarisaesunadiosa)yenEltoneldeamantillado.

Berenice

Berenice

SouthernLiteraryMessenger,marzode1835(8)

UnodelosprimeroscuentosdePoe—hayquienlocreeelprimero—,tieneyatodalaeficacia de los mejores: el horror se instala aquí de lleno en unas pocas páginasimpecables.Laprimeraversión(laquetradujoBaudelaire)conteníapasajesreferentesalopioyunavisitadelnarrador a la cámaradondeestánvelandoaBerenice.Al suprimirvariospasajes,Poemejorósensiblementeelcuento.En1835escribíaaWhite:«Eltemaesdemasiadohorrible,yconfiesoquevaciléantesderemitirleelcuento…Elrelatonaciódeunaapuesta;sedijoqueyonopodríalograrnadaefectivoconuntematansingularsilotratabaenserio…Reconozcoquellegaalbordemismodelmalgusto,peronovolveréapecartanegregiamente…».

Ligeia

Ligeia.

AmericanMuseumofScience,LiteratureantheArts,Septiembrede1838(18)

Poe proporciona interesantes noticias sobre la concepción de este cuento —supreferido—enunacartaaPhilipP.Cooke:«Tieneustedrazón,muchísimarazón,acercadeLigeia.LapercepcióngradualdelhechodequeLigeiavuelveavivirenlapersonadeRowenaconstituyeunaideamuchomáselevadayexcitantequelaexpresadapormí.Meparecequeofreceelcampomásamplioalaimaginaciónypodríallegaralosublime.Miideaeraprecisamenteésa,y,anoserporunarazón,lahubieraadoptado;perohabíaquetener en cuenta aMorella. ¿Recuerda usted la gradual convicción del padre de que elespíritudelaprimeraMorellahabitalapersonadelasegunda?PuestoqueMorellaestabaescrita,sehacíanecesariomodificarLigeia.Meviobligadoacontentarmecon lasúbitasemiconcienciaquetieneelnarradordequeLigeiasealzaanteél.Hayunpuntoquenohedesarrollado completamente: hubiera debido insinuar que la voluntad no alcanzaba aperfeccionarsuintención;hubiéraseproducidounarecaída,laúltima,yLigeia(quiensólohabría logrado provocar una idea de la verdad en el narrador) hubiese sido finalmenteenterrada comoRowena, al desvanecerse gradualmente lasmodificaciones físicas. PeropuestoqueMorellahasidoescrita,dejaréqueLigeiaquedecomoestá.Suafirmacióndequees“inteligible”mebasta.Encuantoa lamultitud,dejémoslaquehable.Mesentiríaagraviadosicreyeraquemecomprendeenestepunto».

Joseph Wood Krutch menciona una nota, escrita a lápiz por Poe y agregada a unpoemaqueésteenvióaHelenWhitman:«Todoloqueheexpresadoaquísemeapareciódeverdad.RecuerdoelestadomentalquedioorigenaLigeia…».Lasreferenciasalopioenelrelatoseenlazandesdelaficciónconestaspalabras,queseríainsensatocreerfalsas.

D.H.Lawrencehaanalizadolamutuadestruccióndelosenamorados,suvampirismoespiritual, la lucha encarnizada de sus voluntades. Según Snell, el cuento debe serentendidode otramanera: «El narrador, loco, ha asesinado aRowena, y sólo la lecturaliteral de la segunda parte puede dar la impresión de que una transmigración deidentidadeshatenidorealmentelugar».Lafraseenqueelnarradordicehabercreídoverqueunasgotascaíanenelvaso,«eslapruebaconcluyentedequeéllahaenvenenado…Desea la vuelta de Ligeia, la quiere, y en su locura le parece (tratando, además, depersuadirnos)que lasconvulsionesdeRowenaen la agonía son la luchadel espíritudeLigeiaparaentrarensucuerpo.Ycuando,al fin,seconvencedequeelatrozdramahaterminado, la megalomanía final lo envuelve y el relato se cierra cuando “una locurainenarrable”seapoderadeél».EnSexSymbolism,andPsychologyinLiterature,RoyP.BasleraportaunnuevoeinteresanteanálisisdelasmotivacionesdePoe,ydelapugnadelescritorentresuracionalismoteóricoylosimpulsosirrefrenablesqueseabrenpasoensusmejoresrelatos.

LacaídadelaCasaUsher

TheFalloftheHouseofUsher.

Burton’sGentleman’sMagazine,septiembrede1839(22)

«Poenoconsiguiósuperarjamásestacreacióndeunaatmósferamaléfica»—hadichoColling—. Si los temas son repetición de los de otros relatos—el opio, la angustia, la

enfermedad, lahiperestesiamórbida, el entierroprematuro, los sentimientos incestuosos—,«elgenioparece aquíun fluidoque todo lo sensibiliza».HerveyAllen insiste en lacarga autobiográfica:Usher es «el retrato dePoe a los treinta años»;LadyMadeline esVirginia. «Sus extrañas relaciones con su hermanoy la inconfesable razón de éste paradesear su entierro en vida, todo ello recuerda las prolongadas torturas de Poe junto allechodesumoribundaesposayprimahermana».

EltonodelrelatolepareceaBrownellsupersonajecentral:«Nadaocurrequenoseatrivial o inconvincente comparado con su eficazmonotonía, su atmósfera de fantásticalobreguez ymelancolía desintegradora». D.H. Lawrence lo ha estudiado partiendo delincestocomotemacentralydelprincipiodequetodohombretiendeamataraquelloqueama.ParaShanks,Usheres«lapresentacióndeunestadodeánimo».ComoenEleonora,hayaquíunestrechoparalelismoentreeldramaylasalteracionesdelmundoexterior.La«casadeUsher»,caeenundoblesentido:comolinajeycomoedificio.ElmismoShankspodrádecirirrefutablemente:«LacasadeUsheresunaimagendelalmamismadePoe,yen ella encontramos como un epítome de sus supremas contribuciones a la literaturamundial. Es la historia de una debilidad, y, sin embargo, su fuerza nace de esemismoabandonoaladebilidad.PoseeenellalaesenciadeloquelosadmiradoresextranjerosdePoe habrían de encontrar admirable en él, y aunque no es la más perfecta de susnarraciones,debeconsiderársela,porsuscualidadestípicasylaextravaganteriquezadesupresentación,comolasupremaentretodas».

Baldini—coincidiendodesdeotroánguloconBrownell—hamostradosagazmentelasanalogíasmusicales de la estructura de este cuento. En general, los personajes de Poe«estánreguladosporunaleysemejantealaqueregulaentreellosyjustificalaspasionesdelospersonajesdeldramamusical.Éstosnocedenasusinstintos,asusdeseos,norigensusimpulsos,nofrenanlavoluntadparabienoparamal,sinomedianteunaleyarmónicayestructural,yseríavanoyestériltratardeexplicarseelmundodesusefectosmediantelaconfrontación con los humanos. Ahora bien, el sentimiento del horror, del miedo, delabatimiento,como tambiénelde laalegríadesenfrenaday salvaje, son,paraPoe,comootrastantastonalidadesotiemposmusicales,conloscualesorganizalaestructuradesusdramas… y sólo un orden similar al armónico preside y regula las relaciones entre laintrigayaquéllosaquienesseríamejorllamarfigurasantesquepersonajes,yquedebenhabitarla…LacaídadelacasaUsherconstituyelaobramaestradeestapoesía,alavezque el corolario de esta poética. El argumento —que también tiene su relieve—, lospersonajes, sus contrastes y, en una palabra, su drama son movidos como otras tantasestructurasindispensablesparaconseguirlaarmoníadelacomposición,peronomásqueeso.Esinteresantenotar,así,quelastresimágenesofigurasdelhuésped,LadyMadelineyUsher,sondespuéslamismafigura,lacualserevistedeesetripleropajetansóloparapoder habitar más intensamente, y ubicarse con mayor libertad en el escenario, en laatmósferadelcuento;atmósferaque,másfácilmentesusceptibledecuajarentornosuyoesamusicalidad(enelsentidoantesexpuesto),constituyelaprotagonistaabsolutadeesteexcepcionalciclopoético».

Gioconda de Poe, caja de resonancia por excelencia,La caída de la casaUsher hasuscitadolasmásvariadasycontradictoriasinterpretaciones.ArthurHobsonQuinn,LyleH.Kendall,Jr.,HarryLevin,DarrelAbel,RichardWilbur,EdwardH.Davidson,MauriceBeebe, JamesM. Cox,Marie Bonaparte, por no citar más que un pequeño número decríticosyexégetas,hanescrutadoeste relatoenbuscadesusclavesydel secretodesufascinación.

ElcoloquiodeMonosyUna

TheColloquyofMonosandUna.

Graham’sLady’sandGentleman’sMagazine,agostode1841(31)

EladmirablerelatoquehaceMonosdesumuerteexplicaentretantasotraspruebaslaprodigiosainfluenciadeEdgarPoesobrelossimbolistasfranceses.Lainterfusióndelossentidos (donde se ha señalado la presencia del opio), la visión por el olfato, la visióncomo sonido, preludian las correspondencias que Baudelaire habría de ilustrar en sufamososoneto,ylassabiassustitucionesdeDesEsseintesenlanoveladeHuysmans.

Silencio

Silence:AFable.

TheBaltimoreBookandNewYear’sPresent,Baltimore,1837.Títulooriginal:Siope:AFable(17)

Una«fábula»,ymejoraúnpoemaenprosa,quelatradicióninduceaincluirentreloscuentos. La metafísica alemana, a través de Coleridge, parece haber influido en estaspáginas,quePoepresentó«alamaneradelosautobiógrafospsicológicos».Allendicedeellas que son «la contribuciónmás majestuosa de Poe a la prosa», lo cual parece unaconfusión de géneros. Silencio es poesía, exige ser leído como un poema, escondidorítmicamente, salmodiado como un conjuro o un texto profético. El lector pensará enWilliamBlake,enciertospasajesdeRimbaud,enciertascadenciasdelprimerSaint-JohnPerse.

Elescarabajodeoro

TheGoldBug.

DollarNewspaper,21-28dejuniode1843(40)

Poe vendió este cuento por 52 dólares al editor Graham. Enterado luego de que elDollarNewspaperofrecía100dólaresalvencedordeunconcurso, lopermutóporunasreseñasyganóelpremio.Probablemente eshoyel cuentomáspopulardePoe,pues laenormelatituddesuinterésabarcatodaslasedadesynivelesmentales.ComoenlanoveladeStevenson,comoenAHighWindinJamaica,deRichardHughes,elatractivomundodelosbucanerosvuelvememorablecadaunadesuslíneas.

Apartede algunosdetallesorográficos (nohaymontañas en la zonadeCharleston),PoeutilizófielmentelosrecuerdosdesuvidamilitarenFortMoultrie.Hayunaabundante

bibliografía sobre este cuento, y no faltan quienes han reconstruido el misteriosoescarabajo,suponiendoquePoecombinótresespeciesconocidasparalograrsubug(véaseAllen,Israfel,págs.171ss).

ElpersonajedeLegrandfueigualmentetrazadodelnaturalyPoeleincorporóelgenioanalíticodeDupin.Peseaello—segúnKrutch—,«suúnicoesfuerzoporcrearpersonajesrealistas fue un fracaso abismal, y jamás logró Poe describir nada que se vinculara niremotamentecon lavidaque lo rodeaba».Apartede laexageracióndeeste juicio,cabepreguntarsesiverdaderamentePoeseproponía talcosa;esterelatonodebesubellezaalos elementos realistas, sino almisterio que late, ambiguo y amenazador, en la primeraparte,yalabrillantelaborderaciocinioquellenalasegunda.

LoscrímenesdelacalleMorgue

TheMurdersintheRueMorgue.

Graham’sLady’sandGentleman’sMagazine,diciembrede1841(28)

EnEstadosUnidosseha llamadoaPoeelpadredelcuento, the fatherof the short-story, afirmación que tiene defensores e impugnadores igualmente encarnizados.Concretamente,nadienegaráqueinventóelcuento«detectivesco»,loquehoyllamamoscuento(onovela)policíaca.PareceserqueConanDoyleseburló,porbocadeSherlockHolmes, de losmétodos del chevalier Dupin; a ellos le debía, sin embargo, su técnicaanalítica,yhastaeltrucodeutilizarcomorepresentanteindirectodellectoraunsupuestoamigooconfidente,porlogeneralbastantebobo.

Estememorable relato,que inicia la seriede losdelchevalierDupin, figura en casitodaslaslistasdelos-diez-cuentos-que-uno-se-llevaría-a-la-isla-desierta.Lacombinaciónfelicísima —salvo para paladares demasiado delicados— de folletín truculento y fríoensayoanalíticoesdelasqueatacanallectorconfuegoscruzados.

PareceserquePoetomóelnombre«Dupin»delaheroínadeunrelatopublicadoenelBurton’sGentleman’sMagazine, que se refería al famosoVidocq, elministrodepolicíafrancés.LaspesquisasdeVidocqdebieroninteresaraPoe,quiencriticasumétodoenelcursodelrelato(lahistoriaserepite,comoseve)yloaprovechaparaexplayarsupropiateoríasobrelosinconvenientesdeserdemasiadoprofundo.

ElmisteriodeMarieRogêt

TheMysteryofMarieRogêt.

Ladies’Compartían,noviembre-diciembrede1842,febrerode1843(37)

MaryCeciliaRogers,empleadadelnegociodetabacosdeJohnAnderson,enLibertyStreet,NuevaYork,fueasesinadaenagostode1841.Poeparecehaberseprocuradotodoslos recortes periodísticos concernientes a este famoso crimen, y los delegó al chevalierDupin,instalandolaescenaenParísparaexponerconmáslibertadsuteoría,tendienteaprobarqueel asesinatohabía sidocometidoporunsolo individuo (unenamoradode lavíctima)ynoporunapandillademalhechores.Engeneral,estecuentohamerecidotodos

losreparosquesehacenaLoscrímenesdelacalleMorgue,sinningunodesuselogios.

ElReyPeste

KingPest.

SouthernLiteraryMessenger,septiembrede1835.Títulooriginal:KingPesttheFirstATaleContaininganAllegory(12)

Shanks ha visto aquí «una bufonada increíblemente estúpida e ineficaz». Quizácupiera ver también un gran fracaso; la primera mitad del relato es excelente, y ladescripcióndeLondresbajolapesteparecedignadecualquieradelosbuenoscuentosdePoe;perohayalgodecallejónsinsalidaalfinal,yhastapodríapensarseenunaresoluciónvertiginosacomoladelossueños,unbruscovirajequeechaabajoelcastillodenaipes.Baldini ve en este cuento algún eco de I Promessi Sposi, de Manzoni, que Poe habíareseñadounosmesesantes.ParaR.L.Stevenson,«elsercapazdeescribirElReyPestehabíadejadodeserhumano».

Losleones

Lionizing.

SouthernLiteraryMessenger,mayode1835(19A)

EscribiendoaJohnP.Kennedy ledicePoe:«Los leonesyElalientoperdido fueronsátiraspropiamentedichas:laprimera,delamaníadelos“leones”sociales,ylaotra,delasextravaganciasdelBlackwood».

EDGAR ALLAN POE (Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809 – Baltimore,Estados Unidos, 7 de octubre de 1849). Poeta, cuentista y crítico estadounidense. Suspadres,actoresdeteatroitinerantes,murieroncuandoéleratodavíaunniño.EdgarAllanPoefueeducadoporJohnAllan,unacaudaladohombredenegociosdeRichmond,yde1815a1820vivióconésteysuesposaenelReinoUnido,dondecomenzósueducación.

Después de regresar a Estados Unidos, Edgar Allan Poe siguió estudiando en centrosprivadosy asistió a laUniversidaddeVirginia, pero en1827 su afición al juegoy a labebida le acarreó la expulsión. Abandonó poco después el puesto de empleado que lehabía asignado su padre adoptivo, y viajó a Boston, donde publicó anónimamente suprimerlibro,Tamerlányotrospoemas(TamerlaneandOtherPoems,1827).

Sealistóluegoenelejército,enelquepermaneciódosaños.En1829apareciósusegundolibrodepoemas,AlAaraf,yobtuvo,porinfluenciadesupadreadoptivo,uncargoenlaAcademia Militar de West Point, de la que a los pocos meses fue expulsado pornegligenciaenelcumplimientodeldeber.

En1832,ydespuésdelapublicacióndesutercerlibro,Poemas(PoemsbyEdgarAllanPoe,1831),sedesplazóaBaltimore,dondecontrajomatrimonioconsujovencísimaprimaVirginiaClem,quecontabasólocatorceañosdeedad.PorestaépocaentrócomoredactorenelperiódicoSouthernBaltimoreMessenger,ymástardeenvariasrevistasenFiladelfiayNuevaYork,ciudadenlaquesehabíainstaladoconsuesposaen1837.

Su labor como crítico literario incisivo y a menudo escandaloso le granjeó ciertanotoriedad,ysusoriginalesapreciacionesacercadelcuentoydelanaturalezadelapoesíanodejaríandeganarinfluenciaconeltiempo.Lalargaenfermedaddesuesposaconvirtiósu matrimonio en una experiencia amarga; cuando ella murió, en 1847, se agravó su

tendencia al alcoholismo y al consumo de drogas, según testimonio de suscontemporáneos.Ambasfueron,contodaprobabilidad,lacausadesumuerte.

Según Poe, la máxima expresión literaria era la poesía, y a ella dedicó sus mayoresesfuerzos.EsjustamentecélebresuextensopoemaElcuervo(TheRaven,1845),dondesudominiodelritmoylasonoridaddelversolleganasumáximaexpresión.Lascampanas(The Bells, 1849), que evoca constantemente sonidos metálicos, Ulalume (1831) yAnnabelLee(1849)manifiestanidénticovirtuosismo.

Pero la genialidad y la originalidad de Edgar Allan Poe encuentran quizás su mejorexpresión en los cuentos, que, según sus propias apreciaciones críticas, son la segundaforma literaria, pues permiten una lectura sin interrupciones, y por tanto la unidad deefectoqueresultaimposibleenlanovela.

PublicadosbajoeltítuloCuentosdelogrotescoydeloarabesco(TalesoftheGrotesqueandArabesque,1840),aunquehubonuevasrecopilacionesdenarracionessuyasen1843y1845, la mayoría se desarrolla en un ambiente gótico y siniestro, plagado deintervenciones sobrenaturales, y en muchos casos preludian la literatura moderna deterror; buen ejemplo de ello es La caída de la casa Usher (The Fall of the House ofUsher).

Su cuento Los crímenes de la calle Morgue (The Murders in the Rue Morgue) se haconsiderado, con toda razón, como el fundador del género de la novela de misterio ydetectivesca.DestacatambiénsuúnicanovelaLasaventurasdeArthurGordonPym(TheNarrativeofArthurGordonPym),decrudo realismoyen laque reaparecennumerososelementos de sus cuentos. La obra de Poe influyó notablemente en los simbolistasfranceses,enespecialenCharlesBaudelaire,quienlodioaconocerenEuropa.

Notas

[1]Citaenalemán,porejemplo,sinsabernadadeesalengua.ÉmileLauvrièreseñalaunerrorgrosero:Poehabladeunlibroescritopor«SuardetAndré»,corrigiendoloquecreeunaerrata(SaudundAndre).<<

[2] ElManuscrito hallado en una botella se publicó por primera vez en 1831; pasaronmuchos años antes de que llegaran a mi conocimiento los mapas de Mercator, en loscuales se representa al océano como precipitándose por cuatro bocas en el golfo Polar(Norte),paraserabsorbidoporlasentrañasdelatierra.ElPoloaparecerepresentadoporunarocanegra,queseelevaaunaalturaprodigiosa.E.A.P.<<

[3]VéaseArquímedes,DeIncidentibusinFluido,lib.2.<<

[4]PuescomoJúpiter,duranteelinvierno,dapordosvecessietedíasdecalor,loshombreshan llamado a este tiempo clemente y templado, la nodriza de la hermosa Alción(Simónides).<<

[5]Watson,eldoctorPercival,Spallanzaniy,especialmente,elobispodeLandaff.VéanselosEnsayosquímicos,tomoV.<<

[6] «Difícil será descubrir unmejor (métodode educación) que el descubierto yapor laexperienciadetantasedades;puederesumírseloengimnasiaparaelcuerpoymúsicaparael alma» (República, lib. 2). «Por esta razón lamúsica es una educación esencial, pueshaceque elRitmoy laArmoníapenetren íntimamente en el alma, afirmándose en ella,llenándoladebellezayembelleciendolamentehumana…Alabaráyadmirarálohermoso;lo recibirá con alegría en su alma, se alimentará de él e identificará con él su propiacondición» (id. lib. 3).Lamúsica, μουσική, tenía entre los atenienses una significaciónmuchísimomás amplia que entre nosotros.No sólo abarcaba las armonías de tiempo ymelodía, sino la dicciónpoética, el sentimientoy la creación, todos ellos enun sentidomásamplio.EnAtenaselestudiodelamúsicaconsistíaenelcultivogeneraldelgusto—ese gusto que reconoce lo hermoso—distinguiéndolo claramente de la razón, que sóloatiendealoverdadero.<<

[7]«Historia»,deίστορείν,contemplar.<<

[8]Purificaciónpareceemplearseaquíconreferenciaasuraízgriegaπϋρ,fuego.<<

[9]Júpiterconfundeantennæcontin,estaño.Resultaimposibletraduciradecuadamentelajerga con que se expresa Júpiter, y que es propia de los negros del sur de los EstadosUnidos.(N.delT).<<

[10]Kid,cabrito.(N.delT).<<

[11]Rousseau,NouvelleHéloïse.(E.A.P).<<

[12]EnocasióndelapublicaciónoriginaldeMarieRogêt,lasnotasqueahoraseagreganal pie fueron consideradas innecesarias; pero los varios años transcurridos desde latragediaenlacualsefundaesterelatoobliganaincorporarlas,asícomoadecirenpocaspalabraselpropósitogeneraldelpresenteescrito.UnajovenllamadaMaryCeciliaRogersfue asesinada en las cercanías de Nueva York y, aunque su muerte produjo intensa yduraderaconmoción,elmisterioque la rodeabaseguía sin resolversecuandoeste relatofueescritoypublicado(noviembrede1842).Fingiendonarrareldestinodeunagrisetteparisiense,elautorsiguiócontododetalleloshechosesenciales(parafraseandolosmenosimportantes) del verdadero asesinato deMary Rogers. Así, todos los argumentos de laficciónseaplicanalaverdad,puessuobjetoeralainvestigacióndeesaverdad.

ElmisteriodeMarieRogêtfueescritolejosdelaescenadelasesinatoysinotrosmediosdeinvestigaciónquelosdatosde losperiódicos.ELautorcareció,por tanto,demuchoselementos que habría obtenido de hallarse en el lugar y haber podido recorrer lasvecindades.De todosmodosno está demás recordarque la confesióndedospersonas(una de ellas la madame Deluc del relato), efectuadas en distintos momentos y muyposterioresa lapublicación,confirmaronplenamentenosólolaconclusióngeneral,sinotodos los detalles hipotéticos principales por los cuales dicha conclusión había sidoalcanzada.<<

[13]NassauStreet.<<

[14]Anderson.<<

[15]ElHudson.<<

[16]Weehawken.<<

[17]Payne.<<

[18]Crommelin.<<

[19]ElMercury,deNuevaYork.<<

[20]BrotherJonathan,deNuevaYork,dirigidoporH.HastingsWeld,Esq.<<

[21]JournalofCommerce,NuevaYork.<<

[22]SaturdayEveningPost,deFiladelfia,dirigidoporC.I.Peterson,Esq.<<

[23]Adam.<<

[24]VéaseLoscrímenesdelacalleMorgue.<<

[25]TheCommercialAdvertiser,deNuevaYork,dirigidoporelcoronelStone.<<

[26] «Toda teoría basada en las cualidades de un objeto no podrá desarrollarse en loconcernienteasusfines;aquelqueordenatópicosconreferenciaasuscausas,cesarádevalorarlos con relación a sus resultados. Así, la jurisprudencia de todas las nacionesmuestra que, cuando la ley se convierte en una ciencia y en un sistema, cesa de serjusticia.Loserroresenqueincurreelderechousualporsuciegadevociónalosprincipiosdeclasificaciónsonclaramentevisiblessiseobservaconcuántafrecuencialalegislaturase ha visto obligada a intervenir para restablecer la equidad que sus formas habíanperdido».Landor.<<

[27]TheExpress,NuevaYork.<<

[28]TheHerald,NuevaYork.<<

[29]CourierandInquirer,deNuevaYork.<<

[30]Mennaiseraunodelossospechososaquienessearrestóenunprimermomento,peroquefueexcarceladoporfaltadepruebas.<<

[31]CourierandInquirer,deNuevaYork.<<

[32]EveningPost,deNuevaYork.<<

[33]TheStandard,deNuevaYork.<<

[34]Delarevistadondesepublicóporprimeravezestetrabajo.<<

[35]Tarpaulin,lienzoosombreroencerado,ytambiénmarinero.(N.delT).<<

[36]Juegodepalabrasintraducibie.Elletrerodice:«Nochalk»,literalmente:Notiza,osealanegativaallevarcuentas,adarcrédito.(N.delT).<<