Textos: Ing. Yasmani Ceballos y Manuel Iturralde Ilustraciones: Dmitry Bogdanov

En las montañas dePinar del Río se han

encontrado restos fósiles de animales antiquísimos, pues al morir, partes de sus esqueletos se convir-tieron en piedra, y perma-necieron muchos millones de años atrapados en las rocas, hasta su descubri-miento.

Mediante el estudio de la forma, la longitud y la disposición de cada hue-so fosilizado, los paleon-tólogos, investigadores de la vida antigua, han lo-grado saber no solo el as-pecto y cómo se movían aquellos animales, sino también lo que comían.

Gracias al trabajo pionero de estos científicos, cada nuevo fósil encontrado ha colocado en su sitio otra pieza del rompecabezas prehistórico. Hoy conoce-mos los grandes animales marinos, reyes de aquel mar primitivo, bichos im-ponentes y gigantes.

Las masas de tierra de los continentes han cambiado su forma durante millones de años. En un mapa de la prehistoria, apenas se pue-de distinguir el lugar donde hoy se encuentra nuestro país, pues se estaba co-menzando a formar el mar Caribe y en aquel entonces el agua cubría todo. En el mapa puedes ver el aspec-to que tenía el Caribe y la Tierra durante el Jurásico, hace unos 156 millones de años, cuando los saurios dominaban la región.

Hace 156 millones de años nuestro país no existía. En su lugar había un mar habitado por

peces; pero en la costa cercana caminaban gigantescos dinosaurios herbívoros, que

se extinguieron 65 millones de años atrás. Parte de sus huesos se convirtieron

en fósiles dentro de las rocas.

Caribeprimitivo

Océano Pacífico

Océano Atlántico

Especies que habitaron el mar Caribe primitivo y sus costas hace cerca de 161 millones de años.

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Rhacheosaurino. Cocodrilo adaptado a vivir en agua sala-da. Las membranas entre los dedos de sus extremidades y una prolongación de la cola en forma de aleta, lo convertían en un ágil nadador.

Caribemys. Significa tortuga del Caribe. Pequeña, con apenas

30-40 cm de largo, tenía familiares en los mares y costas del Atlántico

y del Pacífico, en lugares tan lejanos como Argentina

e Inglaterra.

Vinialesaurus. Estaba dotado de una peligrosa dentadura, con dos o tres hileras de dientes puntiagudos como espinas, que servían para atrapar su alimen-to. El nombre lo debe al valle de Viñales, lugar donde apareció un cráneo fosilizado.

Camarasaurus. Durante el período Jurásico existían estos enormes dinosaurios, incluso cerca del territorio que hoy ocupa nuestro país. Fueron parientes cercanos de los dinosaurios herbívoros que aparecen en la película Parque Jurásico. Alimentar un cuerpo con el peso de varios elefantes requería ingerir una exagerada cantidad de materia vegetal.

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Ophtalmosaurus. Era capaz de sumergirse en

profundidades donde escaseaba la luminosidad, y podían orientarse gracias a

sus enormes ojos.

Cacibupteryx. Con un ancho de dos metros entre las puntas de las alas

desplegadas, este reptil voló cerca de las costas del mar Caribe primitivo. Cacibú

significa, en lengua taína antillana, “señor de los cielos”, por eso se le bautizó con este nombre.

Gallardosaurus. Considerado el ma-yor depredador del antiguo mar Caribe, era una mole y sus dientes parecían cuchillos afilados, con los que podía morder e incluso partir huesos. Su nombre significa “saurio de Gallardo”, pues su descubridor fue Juan Gallardo, famoso cazador de fósiles.

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En la era Cenozoica ya había muchos anima-les que conocemos actualmente. Algunas de

las especies que vivieron durante aquel período eran mucho más grandes.

Imagocnus zazae, herbívoro terrestre parecido al oso.

Metaxytherium. Era como una vaca marina, herbívoro.

Antiguo pájaro carpintero.

Ornimegalonyx Búho gigante antepasado de la lechuza actual.

Ara.

Callicebus, mono que se alimentaba de frutas.