HABLEMOS DE CONSERVACIÓN

(1) El Proyecto Loro Barranquero

Por: Dr. Juan F. Masello1, Biol. Mauricio Failla

2y Dr. Petra Quillfeldt

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Una vista del primer kilómetro de la colonia de loros barranquerosen las cercanías del Balneario El Cóndor. La colonia tiene una extensión de 12,4 km y contiene en promedio 35.000 nidos activos.

Como lector habitual de Hablemos de Loros, sabrá que el loro barranquero

(Cyanoliseus patagonus) es una especie colonial de Psittaciformes que, en Argentina,

habita principalmente en la provincia fitogeográfica de Monte. El loro barranquero

está considerado como una de las dos especies más representativas del ecosistema de

Monte, en Argentina.

1 Max Planck Institute for Ornithology, Vogelwarte Radolfzell, Alemania.2 Proyecto Noreste de Patagonia, Río Negro, Argentina.

40 Hablemos de LOROS

onte es una sabanasemidesértica ca-racterizada por unaestepa espesa ybosques de xerófi-tas que cubrenaproximadamente

46.000.000 hectáreas desde la Patagoniahasta el noroeste del país. Se caracterizapor una inusual variedad de biodiversidad,y algunas partes de ella están considera-das como unas de las últimas zonas sal-vajes de la tierra (Programa Últimas ZonasSalvajes 2008, de la Wildlife ConservationSociety, New York, http://www.wcs.org).

Los loros barranqueros excavan nidosen acantilados de arenisca, caliza o tie-rra, formando grandes colonias en elsector sureste de la región de Monte,aunque también forman pequeños gru-pos. Es una especie migratoria; ocupanlas colonias de cría algunos meses antesde la puesta de huevos y la abandonangradualmente según los pollos se vanemplumando. Los loros barranquerosadultos excavan sus propios nidos. Lasparejas de cría utilizan año tras año losmismos nidos, pero realizan arreglos ca-da temporada. Cada nido es utilizado poruna única pareja cada temporada. Los lo-ros barranqueros hacen una única pues-ta de dos a cinco huevos. Son muy so-ciables y genéticamente monógamos,llevando a cabo intensos cuidados a supareja. Estos loros desempeñan un rolecológico esencial en parte del ecosiste-ma de Monte: los nidos abandonadosson utilizados como lugares de cría porotras especies de pájaros.

En el pasado, los loros barranqueroseran muy comunes en toda Argentina, pe-ro ahora son únicamente abundantes endeterminadas zonas y han desaparecidode algunas partes del país. Este declive enArgentina es el resultado de una intensivareconversión de áreas salvajes en zonasde cultivo, cotos de caza, áreas de tram-pas para la captura de mascotas y su per-secución como animales dañinos para lascosechas, acusación ésta que nunca ha si-do probada.

El Proyecto LoroBarranquero: unainvestigación integral.

El Proyecto Loro Barranquero, tal y co-mo se denomina a este proceso de inves-tigación y conservación, se lleva acabo enel noreste de la Patagonia y cumple ahorasu décimo aniversario.

Desde su comienzo en marzo de 1998,hemos llevado a cabo una intensiva inves-tigación científica, particularmente en la

biología de la cría y el comportamientoecológico de esta espectacular especie.Durante estos diez años, nuestro trabajode investigación se ha centrado en aspec-tos como:

• Factores determinantes en el éxito dela cría bajo variables condiciones medio-ambientales y circunstancias climáticasglobales, como la oscilación de «El Niño»,que cada vez más frecuentemente afectaa ecosistemas naturales;

• Filogeografía de las especies de Ar-gentina y Chile, para determinar las su-bespecies del loro barranquero;

• Parámetros inmunológicos y hemato-lógicos que afectan al estado de cada indi-viduo;

• Influencia de los parásitos en el éxitode la cría y el crecimiento de la descen-dencia.

• Patrones de desplazamientos diariosy estacionales, así como recursos alimen-ticios estacionales en el Noreste de la Pa-tagonia.

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Bandada de loros barranqueros sobrevolando la playa por delante del acantilado.

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«Es la colonia de lorosconocida más grandedel mundo, con unos35.000 nidos activos,que se disponen a lolargo de unos 12 km.de acantilados que se

asoman al océanoatlántico. Un lugar queno se puede describircon palabras. Un lugarque todos los amantesde los loros deberíanvisitar y disfrutar enprimera persona.»

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• Significado ecológico de la coloraciónde los loros: un tipo de pigmentos muyinusuales, las psittacofulvinas, fue descu-bierto hace tiempo por el profesor alemánDr. Krukenberg.

Como resultado de todas estas investi-gaciones, estamos en disposición de co-rroborar las hipótesis propuestas hacetiempo, sin base científica hasta nuestrotrabajo, sobre la monogamia genética deesta especie en libertad y su alta capaci-dad de defensa inmune, como muestrala ausencia de endoparásitos en sangreen loros salvajes. Nuestro trabajo en elnoreste de la Patagonia ha sufrido ungran impacto por la fuerte influencia delas oscilaciones de «El Niño» en el éxitode la cría en libertad de las colonias deloros barranqueros de la costa atlánticade Sudamérica. En cuanto a los pigmen-tos de las psittacofulvinas, los resultadosde nuestra investigación nos llevan a unmayor conocimiento del rol ecológico, encierto modo asombroso, que juegan esospigmentos en las plumas de estos loros.Estos pigmentos son claves para la for-mación de parejas y como indicadoresindividuales de calidad y condición de ca-da individuo.

Pero como en este artículo nos quere-mos centrar en otros aspectos de nuestrotrabajo, animamos a los lectores interesa-dos de Hablemos de Loros a visitar nuestra

página web, donde están disponibles de-tallados artículos de nuestra investigacióny descubrimientos (http://orn.mgp.de/ma-sello).

El Cóndor: un lugar desuperlativos.

En todos nuestros años de apasionadainvestigación en el noreste de la Patago-nia, una cosa que cada vez tenemos másclara nosotros, así como la población local

y los visitantes amantes de la naturaleza,es el inmenso valor que tiene la colonia deloros barranqueros de el Cóndor: es la co-lonia de loros conocida más grande delmundo, con unos 35.000 nidos activos,que se disponen a lo largo de unos 12 km.de acantilados que se asoman al océanoatlántico. Un lugar que no se puede des-cribir con palabras. Un lugar que todos losamantes de los loros deberían visitar y dis-frutar en primera persona.

La colonia de loros barranqueros de ElCóndor se localiza a lo largo de un acanti-lado de arenisca frente al océano Atlánti-co, 3 km. al oeste de la desembocaduradel Río Negro, el río más largo e importan-te de la Patagonia. La zona más orientaldel acantilado se compone de suave are-nisca, mientras que la parte más occiden-tal presenta una zona muy compacta dearcilla en la base, que no es utilizada porlos loros, y una zona de arenisca en su par-te superior. Durante los 10 años de investi-gaciones, hemos utilizado para estudiosmás detallados sobre la biología de la es-pecie la parte de la colonia que se sitúa enel kilómetro más oriental de toda la pobla-ción. Casi todos nuestros datos sobre lacría provienen de este sector de la colo-nia. El sector de estudio, como lo llama-mos, es de unos 30 m. de longitud por 25m. de altura y comprende unos 500 nidos.A lo largo de los años, hasta 109 nidos han

«Los lorosbarranqueros están

entre las especies paralas que los grandes

grupos son habituales.Los adultos viajan cadamañana en grupos dehasta 263 individuos a

las zonas dealimentación; según

avanza el día, seagrupan en grupos

menores».

Excelentes voladores, en un día se desplazan hasta zonas de alimento situadas a más de 60 km.

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sido monitorizados bajo observación di-recta escalando por el acantilado. Esto nosha permitido precisar la estimación de va-rios parámetros para el éxito de la cría, ta-les como el tamaño del nido, su calidad ysus condiciones. El número de nidos ob-servado ha variado de un año a otro debi-do a la destrucción de algunos de ellos porpequeños derrumbes, algo que ocurre confrecuencia en toda la colonia. Muchos sec-tores de la colonia son accesibles única-mente durante unas pocas horas cuandobaja la marea y se muestra la playa debajode los nidos.

El lector puede preguntarse, ¿cómo pue-de establecerse con certeza el número denidos activos en una colonia de tales di-mensiones? La respuesta implica una pre-cisa metodología y un trabajo muy pacien-te. A lo largo de estos años, hemosregistrado el número de entradas a los ni-dos en todo el sector estudiado de la colo-nia a través de meticulosos conteos foto-gráficos. Durante los cinco primeros añosde nuestro estudio, utilizamos un métodode muestreo fotográfico para el sector másdenso de la colonia (los 4,2 km. más orien-tales); fue tomada una completa serie defotografías. Mientras que para el sectormás occidental, donde los nidos están másdispersos, se tomaron fotografías cada 450metros, y el número total de nidos fue ex-trapolado. Recientemente, el desarrollo de

la fotografía digital nos ha permitido desa-rrollar un trabajo de mayor calidad fotogra-fiando toda la colonia. Después, en el labo-ratorio, los nidos han sido contados uno auno desde las fotografías. Valoramos laexactitud de nuestro conteo fotográficocon conteos directos en la colonia. Enton-ces utilizamos los datos del sector de estu-dio para estimar el porcentaje de entradasen los nidos, que se corresponde con losnidos activos en toda la colonia. Para esto

asumimos que los distintos sectores delacantilado son perfectos para los loros porlas siguientes razones: (1) Los loros utilizanlas zonas de arenisca de similares caracte-rísticas y pertenecientes a las mismas for-maciones geológicas tanto en la parteoriental como en la occidental de la colo-nia. (2) El hábitat adyacente es idéntico; y(3) El régimen de mareas y oleaje, que afec-ta a la estabilidad del acantilado de arenis-ca, no difiere prácticamente entre el este yel oeste. El único factor que difiere nota-blemente entre ambas partes de la coloniaes el grado de influencia humana debido alos turistas en la playa, que es mayor en ellado oriental, justo donde está el sector enestudio. Esta metodología, por lo tanto, po-dría subestimar el éxito criador en la colo-nia debido a que el sector en estudio estáinfluenciado por la presencia humana du-rante las dos últimas semanas del periodode cría.

El análisis de las fotografías revelabaque la altura de los acantilados donde seasentó la colonia iba desde los 11 a los 27metros sobre el nivel del mar. Los nidosquedaban unos 3 m. por encima del nivelde la marea alta y a unos 50 centímetrosde la cima del acantilado. No se encontra-ron nidos en la arcilla compacta de la basede la parte más occidental de la colonia.Durante la temporada de cría 2001-2002,la colonia se extendió unos 9 km. y el total �

Debido a la extensión de los cultivos, los parches de vegetación que sirven de fuente de alimento al loro barranquero seencuentran cada vez más distantes.

«Estamos endisposición decorroborar las

hipótesis sobre lamonogamia genéticade esta especie enlibertad y su alta

capacidad de defensainmune, como muestra

la ausencia deendoparásitos ensangre en loros

salvajes».

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de nidos contados ascendió a 53.443. Enel sector de estudio, el 96,2 % de los nidosinvestigados tenía una entrada, y el 3,8 %tenía dos. Asumiendo que la disposiciónde nidos en toda la colonia es la misma,estimamos que toda la colonia contabaese año con 51.412 nidos.

En los años de estudio, la proporción denidos investigados que eran activos (quecontenían huevos o estaban ocupados) enel sector de estudio osciló entre un míni-mo del 62,5% (en 2003-2004) y un máxi-mo del 73,3% (en 2001-2002). El resto denidos estaban inactivos o no eran habita-bles debido a derrumbes. Utilizando estosparámetros de nidos activos y el de entra-das, se estableció el número total de ni-dos activos entre 32.130 y 37.527 (unamedia de 34.829, ± 2,699 nidos). La tem-porada de cría de 2003-2004 registró elnúmero menor de nidos activos con un62,5%, mientras que el máximo corres-pondió a la temporada 2001-2002 con un73,3%. La zona de arcilla compacta en laparte occidental de la colonia pareció noser adecuada para estos loros, ya que nose observó ningún nido allí, y esta varia-ción estructural en el acantilado se revelócomo el único factor diferenciador entrelas dos partes de la colonia. Fotografías dela temporada de cría de 2004-2005 revela-

ron una expansión de la colonia hacia eloeste. Ese año, la colonia alcanzó la longi-tud de 12.4 km. y se estabilizó desde en-tonces. Esa temporada el número de en-tradas registradas alcanzó 58.283, que secorresponde con 56.068 nidos actualmen-te. Estamos llevando a cabo el recuentode nidos de la actual temporada.

El valor de esta enorme colonia de lorosbarranqueros, conocida por poca gentedesde que Charles Darwin la visitó enagosto de 1833, ha sido tremendamentesubestimado hasta que comenzamosnuestro estudio de la que es la mayor co-lonia de loros del mundo. Como resultadode nuestra labor en el noreste de la Pata-gonia, la importancia de esta colonia y lanecesidad de su protección, comenzó arecibir una fuerte atención por la comuni-dad local e internacional, así como por losmedios de comunicación. En los últimosaños, medios como CNN, BBC, NationalGeographic Films, TV2 Andalucía, el CanalTV Terranova de Alemania, DeutschlandFunk, así como más de 60 artículos escri-tos en publicaciones y revistas en los paí-ses de habla alemana, nos han ayudado adarnos a conocer.

Pero las maravillas de la región de ElCóndor van más allá. Recientemente,nuestro trabajo nos ha conducido descu-brir que la colonia de loros barranquerosestá ejerciendo una gran influencia en doszonas adyacentes: los sectores de vege-tación de «Monte» y las marismas de ladesembocadura del Río Negro. La coloniaes de suprema importancia para muchasespecies de la región que utilizan sus ni-dos para la cría, ejemplos son: el milvago,el cernícalo americano, el halcón peregri-no, la lechuza común, el carpintero cam-pestre y la golondrina negra sudamerica-na. Durante un reciente trabajo de campo,averiguamos que la región de El Cóndoralberga una rica biodiversidad que incluyeal menos 166 especies de pájaros (el 17 %de todas las especies presentes en Argen-tina), una importante población de delfi-nes mulares, la población más importantede delfines franciscana que se encuentraen el sur, y el área más grande de cría demuchas especies de peces vulnerables dela Patagonia. Entre las especies amenaza-das a nivel mundial que se encuentranpróximas a los loros barranqueros de ElCóndor, podemos citar la loica pampeana,el ñandú y el cardenal amarillo. Esta áreaes utilizada también por muchas otras es-pecies como el flamenco chileno, el cau-quén colorado (que llega en otoño), el pe-trel gigante y la gaviota cangrejera.

Basándonos en todos estos hechos ydescubrimientos asombrosos, y siguiendo

44 Hablemos de LOROS

Es necesario escalar hasta los nidosde los loros barranqueros para poderrealizar durante la temporada repro-ductiva (noviembre-enero) los contro-les de condición corporal y crecimien-to de los pichones.

Los loros barranqueros regresan enparejas a sus nidos para alimentar alos pichones.

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nuestro consejo, Aves Argentinas declaróla colonia de loros barranqueros de El Cón-dor y su área de influencia como un ÁreaImportante de aves (IBA), bajo el progra-ma llevado a cabo en todo el planeta porBirdlife International. Actualmente, El Cón-dor es considerada como una de las IBAde mayor prioridad en la Patagonia.

Un día en El Cóndordurante la temporada de cría.

Hasta aquí, hemos descrito de una ma-nera global la colonia de barranqueros deEl Cóndor. Pero imagine todas estas dece-nas de miles de loros volando alrededor,llamándose unos a otros, pavoneando asus parejas, buscando comida, o alimen-tando a sus pollos, por mencionar única-mente alguna de sus actividades. ¡Comouna explosión de vida y sonido!

Una de las primeras actividades que ele-gimos estudiar en El Cóndor fue el aprovi-sionamiento diario de alimento a los po-llos. Como otros muchos pájaros, los lorosbarranqueros han desarrollado mecanis-mos para salvar las fluctuaciones en el su-ministro de alimento, que incluyen flexibi-lidad en la ingesta de los adultos, yflexibles tasas de crecimiento en los po-llos. En época de escasez, los pollos insufi-cientemente alimentados pueden retardarel proceso de crecimiento en respuesta alas restricciones dietéticas. Como resulta-

do, serán capaces de emplumarse a pesarde la restricción de alimentos, y así el éxitoen la cría no describiría fielmente la cali-dad de la temporada. Por ello, el creci-miento de los pollos y las tasas de alimen-tos son parámetros importantes paratener en cuenta. Para esto usamos siste-mas de video que consisten en unas mini-cámaras con seis luces infrarrojas y queincorporan un micrófono. El sistema de vi-

deo se coloca a la entrada del túnel y esdirectamente enfocado hacia el nido, peroel nido no se altera en absoluto.

Se eligieron tres nidos accesibles y acti-vos para grabar durante cuatro días el pri-mer y segundo nido y durante tres días eltercero. No se pudieron hacer más graba-ciones debido a su rotura durante una tor-menta. Todas las grabaciones realizadasrecogían el momento en el que las nida-das alcanzaron su mayor demanda de ali-mentos, y en todos los nidos la talla de lospollos era la que les correspondía a su mo-mento de desarrollo, lo que permite com-pararlos con el resto de los nidos. Todaslas demás monitorizaciones en el sectoren estudio fueron suspendidas para nomolestar a los loros en sus actividades deaprovisionamiento. Por la misma razón, lasgrabaciones se realizaron únicamenteaquellos días en los que no había presen-cia de turistas en la playa. Grabamos eltiempo de llegada de los adultos, el tiempode partida y el proceso de emplumado delos pollos. Averiguamos que los polloseran alimentados de 3 a 6 veces al día. Enlos tres nidos monitorizados y durante to-dos los días de observación, los dos adul-tos permanecían en el nido por la noche. Ala llegada de los adultos por la noche siem-pre le seguía la alimentación de los pollos.Los pollos eran alimentados de nuevo enel alba, antes de que los adultos abando-naran el nido. Los adultos parten tempra-

Cada temporada los pichones de nuestro sector de estudio en la colonia de El Cóndor son medidos y pesados regular-mente para determinar su condición corporal.

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«La vigilancia terrestrey aérea nos mostró

que los barranquerosrealizaban

desplazamientosdiarios en la época decría en distancias queoscilaban entre los 26

y los 66 km. de lacolonia de El Cóndor,

siguiendo las dos rutasprincipales desuministro de

alimento.»

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no y regresan a los nidos de 4 a 6 horasmás tarde, la mayoría de ellos sobre las 9o las 10 de la mañana. Había un pico deactividad alimenticia sobre las 10 de la ma-ñana cuando el 75 % de las parejas regre-saban con comida a los nidos. Por la tardeesta actividad estaba menos sincronizada.Un resultado interesante fue que todas lassalidas y llegadas al nido grabadas, excep-to una, fueron llevadas a cabo por los dospadres simultáneamente.

A la vez que grabábamos la actividad dealimentación de los pollos, pudimos reco-ger imágenes de la actividad de vuelo so-bre una de las dos rutas principales hacialas áreas de provisión de alimento utiliza-das por los loros barranqueros de la colo-nia de El Cóndor. Se hicieron observacio-nes con prismáticos desde lo alto de unacolina con un alcance de visión de 360º so-bre la zona. Registramos el número de lo-ros, el tamaño de las bandadas y la direc-ción del vuelo. Tal y como esperábamos,los movimientos diarios de los grupos secorrespondían con los de aprovisiona-miento de la colonia. Vimos que los adul-tos hacían de 1 a 4 viajes diarios a las zo-nas de alimentos con un elevado aumentodel número justo después del amanecer, yotro pico elevado unas cuatro horas des-pués cuando regresaban a la colonia.

La actividad de vuelo continuaba duran-te el mediodía y la tarde, pero no mostraba

la sincronización observada por las maña-nas. Los loros barranqueros están entrelas especies para las que los grandes gru-pos son habituales. Los adultos viajan ca-da mañana en grupos de hasta 263 indivi-duos a las zonas de alimentación; segúnavanza el día, se agrupan en grupos me-nores. Sobre todo, el tamaño más fre-cuente del grupo es el de dos, indicandoque la pareja es la unidad social básica du-rante la época de cría, aunque individuossueltos también fueron observados (qui-zás eran elementos que no estaban crian-do). Un patrón común de la actividad diariaen las Psittaciformes consiste de un perio-do de actividad que comienza al alba y du-ra varias horas, seguido durante el medio-día por un periodo de inactividad. Laactividad recomienza unas horas antes dela puesta de sol. En muchos estudios, eldescenso de actividad coincide con las ho-ras de más calor en el día, y es lógico pen-sar en la necesidad de reducirla de acuer-do a las necesidades metabólicas de laestación. Las temperaturas relativamentesuaves en diciembre en las estepas delnoreste de la Patagonia (temperaturas má-ximas de 27º C), comparadas con las delos hábitats de otras especies de loros, po-drían ser una razón de la actividad descritaen la colonia de El Cóndor en el mediodía yla tarde. Por otro lado, el escaso suminis-tro de alimentos de la zona hace que de-

ban alimentarse a lo largo de todo el día.Pero ¿dónde van los barranqueros de El

Cóndor a alimentarse? ¿Hasta donde lle-gan? Estas preguntas nos llevaron a reali-zar un amplio número de investigacionespara averiguar dónde están las zonas deaprovisionamiento de los loros de la colo-nia. Buscamos meticulosamente en unárea de unos 1.400 km2 por donde sospe-chábamos que iban a alimentarse. Losgrandes grupos de loros son fácilmentedetectables en esta área despoblada devegetación. La vigilancia aérea la llevamosa bordo de una avioneta Cessna 182, y auna altitud de unos 150 metros cubriendouna distancia lineal de 400 km. Dos obser-vadores cubrían cada uno 180º de visión aizquierda y derecha del aparato. Registra-mos el número de loros, grupos, tamañosy direcciones de vuelo. Las localizacionesde los puntos de abastecimiento de losgrupos de barranqueros fueron fijadosusando un GPS.

El área adyacente de la colonia de ElCóndor, Monte, se ha transformado enuna zona agrícola. Nuestros resultados su-gieren que los barranqueros de El Cóndorllevan a cabo largos viajes diarios para en-contrar zonas de vegetación natural. La vi-gilancia terrestre y aérea nos mostró quelos barranqueros realizaban desplaza-mientos diarios en la época de cría en dis-tancias que oscilaban entre los 26 y los 66

46 Hablemos de LOROS

El Proyecto Loro Barranquero incluye un programa de visitas escolares de los colegios de la zona.

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km. de la colonia de El Cóndor, siguiendolas dos rutas principales de suministro dealimento. Hasta ahora, la amplia mayoríade estos grupos han sido localizados enzonas de vegetación (en Monte), y sólounos pocos han sido localizados en las zo-nas de cultivo de un área de campos irri-gados a unos 30 km. de El Cóndor. Aun-que muchos de los grupos son pequeñostal y como pudimos comprobar, algunosgrupos llegaban hasta los 100 individuos.La naturaleza y distribución de las fuentesde alimentación indudablemente tienengran influencia en los desplazamientosdiarios de los loros. Especies que explotanefímeras o dispersas fuentes de alimenta-ción como los barranqueros de El Cóndor,se ven forzados a recorrer grandes distan-cias para alcanzar adecuadas zonas deabastecimiento.

Hasta aquí, hemos mencionado casitodas las actividades de los barranque-ros. Pero ¿qué ocurre con aquellos queno están criando y que mencionamosanteriormente? Nuestras observacionesde video habían indicado que las parejasde cría de barranqueros pasaban toda lanoche con sus pollos en el nido en laépoca de cría. Confirmamos estas ob-servaciones con inspecciones directasde los nidos en el sector de estudio en elatardecer. Así pues, los barranquerosque reposan en el exterior de los nidosdurante la época de cría no cuidan depolluelos. Estos no criadores pueden co-rresponderse con parejas que han inten-tado criar y no han tenido éxito, ejempla-res que todavía no han intentado criar, oloros jóvenes construyendo nidos parapróximas temporadas de cría.

Entre el fin de noviembre y el fin de di-ciembre, algunos grupos de barranquerospasaban la noche en el pueblo de El Cón-dor, descansando en los cables de la luz.Esta es una estampa de color y sonidodesde las nueve de la noche hasta el ama-necer. Antes de nuestros trabajos en ElCóndor, esto era considerado una moles-tia por la mayor parte de los vecinos. Aho-ra, muchos de ellos confiesan que echande menos el sonido de los loros en los fríosinviernos de El Cóndor, cuando la mayoríahan migrado hacia la zona de la Pampa. Laciudad y sus calles periféricas son la únicazona próxima a la colonia en un radio de30 km. Con frecuencia, la mayoría de es-tos loros son los no criadores. Por esto, unequipo de seis expertos, en dos vehículos,contó todos los ejemplares de la ciudad ala hora del crepúsculo. A esa hora, los ba-rranqueros no suelen estar en las estepasque bordean la colonia o la ciudad de ElCóndor. Los conteos se llevaron a cabosiempre después de que eclosionara el úl-

timo huevo y justo antes de que se avista-ran los primeros pollos emplumados de-jando el nido. De esta manera, nos asegu-ramos de que todos los no criadorescontados eran mayores de un año. El nú-mero de loros no criadores oscilaba deunos años a otros, aunque la media estabaen unos 6.500 ejemplares descansando enla ciudad. Un número de loros inimagina-ble si no se ha visto antes en directo. ¡Osanimamos a visitar la colonia de barran-queros de El Cóndor!

----------Nota: Para aquellos interesados en

leer más sobre estas investigaciones,por favor consulte el siguiente artículo:

- Masello JF, Pagnossin ML, SommerC & P Quillfedldt (2006): «Tamaño de lapoblación, frecuencia de aprovisiona-miento, tamaño de los grupos y distan-cia de la fuente de alimentación de lamayor colonia de Psittaciformes: los lo-ros barranqueros del noreste de la Pa-tagonia», Emu 106: 69-79.

47Hablemos de LOROS

Los loros barranquerosson verdaderos maestros

del arte de volar.

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«La colonia es de suprema

importancia paramuchas especies de la región que

utilizan sus nidos parala cría, ejemplos son:

el milvago, el cernícaloamericano, el halcónperegrino, la lechuzacomún, el carpintero

campestre y lagolondrina negrasudamericana.»