hábitos operativos

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H ÁBITOS Los hábitos son GLVSRVLFLRQHVHVWDEOHVSDUDDFWXDUHQXQVHQWLGR GHWHUPLQDGR. Explicaremos ahora las partes de esta definición. Los hábitos, como toda GLVSRVLFLyQ, GLVSRQHQ o preparan al sujeto en determinado sentido. Quien está dispuesto a algo puede estarlo externamente y por otro, así como apoyamos el salero sobre el mantel cuando ponemos la mesa para que esté dispuesto en el momento en que se sirve la comida. La disposición puede ser también interna, como en el caso del hábito, ya que esta disposición es GHVGHHO PLVPRVXMHWRhacia la acción. El hábito es disposición HVWDEOH, contra otras que no lo son, y que incluso pueden ser sólo momentáneas. Una disposición inestable es la salud, que todos sabemos que con poca cosa puede caer. Una disposición momentánea es la disposición del jugador de fútbol en el momento justo en que puede patear la pelota y hacer un gol, disposición que un par de segundos después no existirá. Estables no implica que duren un poco más que la pelota en situación de gol, sino que son difíciles de remover. Una persona con el hábito de mentir deberá hacer enormes esfuerzos para quitarlo. Los hábitos son además LQWHQFLRQDOHV. Esta palabra la tomamos en su sentido original, proveniente del latín “intentio”, que significa que tiende hacia un objeto. Los hábitos son tan intencionales (en este sentido, es decir que HVWiQRULHQWDGRV QHFHVDULDPHQWHKDFLDDOJR) como lo es cualquier acto de conocimiento, que siempre es un conocimiento GHDOJR. El hábito tiene que ser un hábito con respecto a una acción, y el conocimiento tiene que ser un conocimiento de algo. Por esto se dice que es una disposición SDUDDFWXDU, para distinguirla de otras disposiciones que no son para actuar, como por ejemplo la disposición a ser llevado o a ser conocido. Pero además decimos que es una disposición para actuar en un sentido GHWHUPLQDGR. Porque quien tiene el hábito de fumar está dispuesto a realizar el acto de fumar, pero tal vez no el de cazar, que lo tiene quien tiene el hábito de cazar. Por ello cada hábito dispone para realizar una clase particular y determinada de acto. Es claro que nada impide que un mismo sujeto tenga varios hábitos distintos al mismo tiempo. El hábito es entonces XQD DSWLWXGDGTXLULGDSDUDUHSURGXFLUFLHUWRVDFWRVFRQWDQWDPD\RUIDFLOLGDGFXDQWRPD\RU VHDODIUHFXHQFLDFRQODTXHVHUHDOL]DQ. El hábito es entonces algo distinto de la FRVWXPEUH, la que se realiza con frecuencia, pero que no habla de una disposición de ningún tipo. Alguien puede tener la costumbre de viajar en tren para ir a su trabajo. Pero bastará que cambie de trabajo para rápidamente adquirir otra costumbre, como la de ir en bicicleta o a pie. En una costumbre hay una cierta acomodación a algo, pero no necesariamente un cambio interno que nos prepare a actuar. Alguien puede tener la costumbre de despertarse temprano, pero esto no implica que se forme el hábito de hacerlo.

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Explicaremos ahora las partes de esta definición. Los hábitos, preparan al sujeto en determinado sentido.

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Page 1: Hábitos Operativos

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Los hábitos son GLVSRVLFLRQHV�HVWDEOHV�SDUD�DFWXDU�HQ�XQ�VHQWLGR�GHWHUPLQDGR. Explicaremos ahora las partes de esta definición. Los hábitos, como toda GLVSRVLFLyQ, GLVSRQHQ o preparan al sujeto en determinado sentido. Quien está d ispuesto a algo puede estarlo externamente y por otro, así como apoyamos el salero sobre el mantel cuando ponemos la mesa para que esté d ispuesto en el momento en que se sirve la comida. La d isposición puede ser también interna, como en el caso del hábito, ya que esta d isposición es GHVGH�HO�PLVPR�VXMHWR�hacia la acción. El hábito es d isposición HVWDEOH, contra otras que no lo son, y que incluso pueden ser sólo momentáneas. Una d isposición inestable es la salud , que todos sabemos que con poca cosa puede caer. Una d isposición momentánea es la d isposición del jugador de fútbol en el momento justo en que puede patear la pelota y hacer un gol, d isposición que un par de segundos después no existirá. Estables no implica que duren un poco más que la pelota en situación de gol, sino que son d ifíciles de remover. Una persona con el hábito de mentir deberá hacer enormes esfuerzos para quitarlo. Los hábitos son además LQWHQFLRQDOHV. Esta palabra la tomamos en su sentido original, proveniente del latín “intentio”, que significa que tiende hacia un objeto. Los hábitos son tan intencionales (en este sentido, es decir que HVWiQ�RULHQWDGRV�QHFHVDULDPHQWH�KDFLD�DOJR) como lo es cualquier acto de conocimiento, que siempre es un conocimiento GH�DOJR. El hábito tiene que ser un hábito con respecto a una acción, y el conocimiento tiene que ser un conocimiento de algo. Por esto se d ice que es una d isposición SDUD�DFWXDU, para d istinguirla de otras d isposiciones que no son para actuar, como por ejemplo la d isposición a ser llevado o a ser conocido. Pero además decimos que es una d isposición para actuar en un sentido GHWHUPLQDGR. Porque quien tiene el hábito de fumar está d ispuesto a realizar el acto de fumar, pero tal vez no el de cazar, que lo tiene quien tiene el hábito de cazar. Por ello cada hábito d ispone para realizar una clase particular y determinada de acto. Es claro que nada impide que un mismo sujeto tenga varios hábitos d istintos al mismo tiempo. El hábito es entonces XQD�DSWLWXG�DGTXLULGD�SDUD�UHSURGXFLU�FLHUWRV�DFWRV�FRQ�WDQWD�PD\RU�IDFLOLGDG�FXDQWR�PD\RU�VHD�OD�IUHFXHQFLD�FRQ�OD�TXH�VH�UHDOL]DQ.

El hábito es entonces algo d istinto de la FRVWXPEUH, la que se realiza con frecuencia, pero que no habla de una d isposición de ningún tipo. Alguien puede tener la costumbre de viajar en tren para ir a su trabajo. Pero bastará que cambie de trabajo para rápidamente adquirir otra costumbre, como la de ir en bicicleta o a pie. En una costumbre hay una cierta acomodación a algo, pero no necesariamente un cambio interno que nos prepare a actuar. Alguien puede tener la costumbre de despertarse temprano, pero esto no implica que se forme el hábito de hacerlo.

Page 2: Hábitos Operativos

&21)$5$'( son las características GH�OD�SHUVRQD�que tiene un hábito:

&21fianza en sí mismo en cuanto a este acto )$cilidad para las operaciones propias de ese hábito 5$pidez en la ejecución del acto '(bilidad ante el bien (fragilidad), ante las oportunidades de ejecutar el acto

),56(0$6�son características del sujeto en relación con la acción:

),5meza ante el bien arduo 6(guridad en sí mismo 0É6 porque a mayor virtud mayor es el deseo de aumentar en la virtud

La d iferencia entre CONFARADE y FIRSEMAS consiste en que las primeras son características del su jeto del hábito (del jugador habilidoso de tenis, por ejemplo), las segundas son también del sujeto, pero con relación especial hacia su acción (el modo de jugar al tenis). Como el obrar sigue al ser, el jugador de tenis jugará de acuerdo al modo en que él mismo sea (por ello no todos tienen el mismo estilo), estas características modifican al sujeto ind irectamente. Por tal motivo la seguridad no sería "d irectamente" la del jugador en sí mismo, sino la seguridad en el modo de realizar la acción. Si bien, obviamente, lo segundo repercute en lo primero. Como quien luego de estar seguro de escalar bien, también empieza a estar seguro de sí mismo.

CONFARADE asegura que en la realización del acto no es necesaria la meditación. Quien tenga el hábito de tocar el chelo lo hará con seguridad y rapidez, sin ninguna d ificultad y sin dudar. Es claro que quien no tiene el hábito al tocar lo hará confundiéndose muchas veces, pensando y considerando de qué modo será mejor que se acomode al instrumento, se mueva la vaina y muchas cosas más. En cambio el virtuoso podrá incluso realizar esta operación mientras piensa en otra cosa, no deteniéndose en estos detalles técnicos. Quien tenga el hábito de escribir a máquina usando todos los dedos no deberá considerar dónde se encuentra cada tecla cada vez que lo hace. Esto conlleva la ventaja de poder ocupar la mente en otra cosa, y de este modo quien sepa tipear pensará exclusivamente en lo que quiere expresar en el texto. Desde este punto de vista puede considerarse a los hábitos como IXQFLRQHV�GH�HFRQRPtD.

El hábito tiene tres consecuencias:

1. 5HIXHU]D�ORV�yUJDQRV�\�ODV�IDFXOWDGHV: Nuestros órganos corpóreos y nuestras facultades tienen su natural debilidad , y su inactividad los atrofia volviéndolos inferiores. El hábito desarrolla los órganos y las facultades dándoles IXHU]D, UHVLVWHQFLD�y DJLOLGDG.

2. 'LVPLQX\H�OD�FRQFLHQFLD. Cuando alguien tiene determinado hábito, ya no necesita pensar en la acción que le es propia para realizarla. Así

Page 3: Hábitos Operativos

como la atención fue necesaria para adquirir los hábitos, una vez que estos se encuentran asentados, ésta se ve nuevamente libre. Esto permite prestar atención a otras cosas y, además, el exceso de atención muchas veces es origen de errores, porque al prestar demasiada atención a los detalles se puede perder el punto de vista general. Aplica en la vida d iaria un criterio de economía en nuestra atención: no focalizarla en más cosas que las ind ispensables.

3. 5HIXHU]D�ODV�QHFHVLGDGHV. El hábito no crea necesidades, propiamente hablando. Pero refuerza las ya existentes. De este modo actúa como la naturaleza, y por eso es que los hábitos constituyen lo que se llama VHJXQGD�QDWXUDOH]D. Y por eso es que lo que es habitual para nosotros, comúnmente lo llamamos QDWXUDO, y aquello que no es habitual nos parece antinatural, como el bailar para quien no lo hace nunca o comer hormigas para el que no tiene ese hábito.

Un hábito se forma con la repetición del acto del cual es hábito. La

repetición de la acción de levantarse temprano por la mañana forma el hábito de levantarse temprano. Pero como el hábito es una d isposición estable, por lo general es d ifícil la formación del hábito y lleva mucho tiempo. Pero no siempre es así: en algunos casos puede bastar un solo acto para establecer un hábito. Quien nunca temió a los caballos puede adquirir en una sola vez el hábito de tenerles miedo si recibe una coz de uno de ellos. Pero, salvo excepciones, se forma con la repetición de muchos actos.

Los hábitos pueden clasificarse de muchos modos. Los más conocidos son los hábitos morales, que reciben los nombres de YLFLRV�y YLUWXGHV. De este modo son conocidos los 7 pecados capitales (ira, gula, envid ia, lujuria, pereza, soberbia y avaricia en su clasificación más popular) o las cuatro virtudes card inales (justicia, prudencia, templanza y fortaleza) y las tres teologales (fe, esperanza y caridad).

Es importante destacar que el interés en los hábitos no es exclusivo de la ética. Por lo común es en ella donde se los estudia, pero su importancia en una sana concepción del hombre es fundamental. De hecho, son el principal constituyente de nuestra cultura. Nuestros hábitos alimenticios, comunicativos, sociales, religiosos, etc. son lo que nos identifica dentro de nuestra cultura y nos d istingue de otras. Quien lea y entienda este escrito sabrá que posee un mismo hábito con quien lo escribió. Ambos comparten un mismo id ioma y lo usan sin prestar atención al significado de cada una de las palabras empleadas ni a la estructuración gramatical de las oraciones. Esto sin duda es porque ambos tienen la misma d isposición adquirida, seguramente, después de años de aprendizaje del castellano.