guÍa de la toscana

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GUÍA DE LA TOSCANA DÍA 1. FIRENZE INTRODUCCIÓN Resulta complicado hablar de Firenze mediante una breve visión de conjunto. El ambiente cultural de esta ciudad, los magníficos monumentos que ésta contiene, su ingente patrimonio escultórico y pictórico, así como sus prestigiosos museos reconocidos internacionalmente, sus emblemáticas mansiones , los frescos excepcionales que adornan las paredes de las mismas y las de los palacios e iglesias florentinas, sin olvidarnos de su rica cultura gastronómica y enológica, hacen que unas líneas no puedan ser más que una cálida tarjeta de visita, entregada a quienes deseen visitar una de las ciudades más bellas de Italia. Para poder disfrutar de Firenze, como sin duda Vds. y esta capital merecen, hay que dedicarle un mínimo de 4 ó 5 días. Su hermosura puede dar lugar a episodios del llamado “Síndrome de Sthendal ” (el insigne escritor francés del XIX, quien describió con detalle el fenómeno del que fue protagonista, en 1817, ante la abrumadora belleza de la Iglesia de la Santa Cruz) ¡Considérense avisados, por favor! La historia de Firenze empieza con los etruscos quienes, en el siglo III a.C., descendieron desde la cercana Fiesole, para construir un poblado próximo a la ribera del río Arno. Con posterioridad, alrededor del año 50 a.C., Julio César agranda el poblado y ordena la construcción de murallas fortificadas, para proteger la Vía Flaminia - que conducía de Roma a Francia - del peligroso paso del Arno. La importancia de Firenze se incrementa en el transcurso del siglo XII, cuando se convierte en comunidad autónoma gobernada por el “Consejo de los Ciento”. En 1207, tras una encarnizada lucha entre las distintas facciones se elige un Podestà (gobernador) para que ejerza el mando sobre la ciudad. Entorno a 1250, empezaron los primeros conflictos entre Güelfos y Guibelinos. Firenze fue testigo del paso de una facción a la otra durante más de 100 años. Los güelfos también se separarían en dos facciones: Los “Blancos” y los “Negros”. Cuando los “Negros” prevalecieron sobre los “Blancos”, estos últimos tuvieron que exilarse de Firenze. Entre las varias personalidades que formaban parte de la facción derrotada, cabría destacar a Dante Alighieri . En 1348, la epidemia de peste (la llamada “Peste Negra” de 1348) diezmó la población y las revueltas de las clases sociales más desfavorecidas desestabilizaron el gobierno de Firenze. En la última parte del siglo XIV, Firenze estuvo bajo el mando de la

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GUÍA DE LA TOSCANA

DÍA 1. FIRENZE

INTRODUCCIÓN

Resulta complicado hablar de Firenze mediante una breve visión de conjunto. El ambiente cultural de esta ciudad, los magníficos monumentos que ésta contiene, su ingente patrimonio escultórico y pictórico, así como sus prestigiosos museos reconocidos internacionalmente, sus emblemáticas mansiones , los frescos excepcionales que adornan las paredes de las mismas y las de los palacios e iglesias florentinas, sin olvidarnos de su rica cultura gastronómica y enológica, hacen que unas líneas no puedan ser más que una cálida tarjeta de visita, entregada a quienes deseen visitar una de las ciudades más bellas de Italia.

Para poder disfrutar de Firenze, como sin duda Vds. y esta capital merecen, hay que dedicarle un mínimo de 4 ó 5 días. Su hermosura puede dar lugar a episodios del llamado “Síndrome de Sthendal” (el insigne escritor francés del XIX, quien describió con detalle el fenómeno del que fue protagonista, en 1817, ante la abrumadora belleza de la Iglesia de la Santa Cruz) ¡Considérense avisados, por favor!

La historia de Firenze empieza con los etruscos quienes, en el siglo III a.C., descendieron desde la cercana Fiesole, para construir un poblado próximo a la ribera del río Arno. Con posterioridad, alrededor del año 50 a.C., Julio César agranda el poblado y ordena la construcción de murallas fortificadas, para proteger la Vía Flaminia - que conducía de Roma a Francia - del peligroso paso del Arno.

La importancia de Firenze se incrementa en el transcurso del siglo XII, cuando se convierte en comunidad autónoma gobernada por el “Consejo de los Ciento”. En 1207, tras una encarnizada lucha entre las distintas facciones se elige un Podestà (gobernador) para que ejerza el mando sobre la ciudad.Entorno a 1250, empezaron los primeros conflictos entre Güelfos y Guibelinos. Firenze fue testigo del paso de una facción a la otra durante más de 100 años. Los güelfos también se separarían en dos facciones: Los “Blancos” y los “Negros”. Cuando los “Negros” prevalecieron sobre los “Blancos”, estos últimos tuvieron que exilarse de Firenze. Entre las varias personalidades que formaban parte de la facción derrotada, cabría destacar a Dante Alighieri.

En 1348, la epidemia de peste (la llamada “Peste Negra” de 1348) diezmó la población y las revueltas de las clases sociales más desfavorecidas desestabilizaron el gobierno de Firenze.En la última parte del siglo XIV, Firenze estuvo bajo el mando de la familia Albizi, güelfa, a quienes se apartó del poder en un corto plazo de tiempo, para dar paso a la familia Medici: Una saga de banqueros, prestigiosos comerciantes y mecenas.

En el siglo XV, Cosimo de Medici impulsó el fomento de las artes, de la cultura y de la modernización de Firenze, mediante la creación de obras y monumentos por artistas y arquitectos tan célebres como Leonbattista Alberti, Brunelleschi, Lorenzo Ghiberti, Fray Filippo Lippi, Donatello y Fray Angelico. Entre 1469 y 1492, empieza el período renacentista de la mano de Lorenzo El Magnífico. Un período que va más allá de la culminación de las artes, de la poesía y de la música, que hicieron de Firenze la capital artística de Italia, sino que aspiraba al Humanismo integral. Lorenzo El Magnífico fue el mentor de artistas de la talla de Ghirlandaio, Botticelli, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.

Tras la muerte de Lorenzo El Magnífico y la quiebra de la banca de los Medici, el religioso dominico Girolamo Savonarola pasa a gobernar Firenze. Savonarola ejerce sobre la ciudad un poder basado en el más estricto puritanismo. Por voluntad popular se le destituye del gobierno de la ciudad y, tras ser acusado de herejía, moriría en la hoguera en 1498.

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En 1512, Firenze estaba bajo el dominio de España. El Emperador Carlos I de España y V de Alemania, le concede la mano de su hija natural, Margarita de Austria, a Alessandro de Medici, Duque de Penne, quien se casaría con ella en 1533 y pasaría a ser Duque de Firenze. Tras su temprana muerte, en 1537, se nombra Gran Duque de Toscana a Cosimo I de Medici. En 1569, el Gran Ducado de Toscana derrota a la República de Siena.

En 1737, el Gran Ducado de Toscana recae sobre la casa de Lorena. Toscana pasaría después a estar bajo el gobierno del Imperio Francés y, en 1860, una vez reunificada Italia, se integraría en el Reino de Italia. Ya en el siglo XX, la Primera y Segunda Guerras Mundiales y la inundación provocada por el río Arno, en 1966, causarían graves daños a Firenze. No obstante, la ciudad ha sido siempre lo suficientemente fuerte y capaz como para mantener su historia y su cultura en el lugar de honor que ocupa en el mundo.

QUE VISITAR DE FLORENCIA EN UN DIA

En algunas ocasiones la “apretada agenda” de los viajeros no siempre permite dedicar todo el tiempo que se quisiera a poder disfrutar de las maravillas de lugares tan interesantes desde el punto de vista cultural como puede ser Florencia. En esos momentos siempre nos queda la duda de si se ha visto todo lo que realmente merecía la pena, y si hemos dejado algo en el tintero ya que resulta realmente complicado poder organizar una visita de pocas horas a un lugar como la bellísima capital Florentina. En este artículo queremos sugerir un itinerario para todos aquellos que disponiendo de poco tiempo no quieren perderse lo más destacado e importante de la ciudad. Lo primero que aconsejamos a todos aquellos que viajen a Florencia es que lleguen a la ciudad en autocar o tren ya que aparcar por las zonas del centro es “misión imposible”. Tanto la estación de autobús como la de tren están perfectamente situadas para desde allí poder pasear hacia el centro.

Quien este disfrutando de unos días de vacaciones en una Villa, Casa Rural o en un Hotel de la Toscana tendrá cerca alguna estación de tren o autobús para poder llegar con toda comodidad a la ciudad y disfrutar de un inolvidable día de turismo cultural. La primera parada llegando en tren o autobús sería la de la maravillosa Basílica de Santa Maria Novella, una de las iglesias más importantes y espectaculares de Florencia cuya fachada de mármol se encuentra entre las obras más importantes del Renacimiento.

Un tiempo aproximado de una media hora debería ser suficiente para marcharse con una visión general de esta maravilla arquitectónica. Seguidamente la segunda parada de nuestro recorrido florentino sería la Catedral de Florencia: Santa Maria in Fiore, la mayor protagonista de todas las fotografías que identifican a la ciudad. Su majestuosa cúpula y su innegable belleza hacen de esta catedral un punto obligado de visita . Su nombre que se traduce como Santa Maria de la Flor hace referencia al lirio, que es el símbolo de Florencia. La grandiosa cúpula de Brunelleschi con sus 100 m. de altura interior es de una belleza que justifica a la perfección que el turista quede preso del “síndrome de Stendhal” durante su visita.

El conjunto arquitectónico que configuran la iglesia, el campanario y el baptisterio de San Juan constituyen sin lugar a dudas el lugar más visitado y admirado de la ciudad. En este caso resultará díficil racionalizar el tiempo y dedicarle lo estrictamente necesario, ya que además de la visita al interior de la catedral hay que considerar la visita a la cúpula ya que a pesar de lo pesado e incómodo que resulta el ascenso, por sus estrecheces, el panorama desde lo alto es tan impresionante y sugestivo que sería una pena marcharse de la ciudad sin haberlo disfrutado. Tras la visita a la catedral hay dos lugares también de “obligada visita” como la Galleria de los Uffizi y la Galleria dell’Accademia.

Puede ser que resulte un recorrido realmente y denso y cansado pero considerando que entre ambos museos encierran colecciones únicas del mundo del arte vale la pena dedicar unas horas a poder disfrutar de ambos lugares. Durante los meses de verano es importante reservar con antelación las entradas para tener la certeza de que se podrá entrar sin problema. En muchas de las Villas, Casas Rurales y Hoteles tienen servicio de reserva de entradas, asi que si están disfrutando de sus vacaciones

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en uno de esos lugares pueden pedir información en la recepción para que les aconsejen y ayuden en la compra de entradas. Después de la intensa mañana cultural la tarde puede ser un buen momento para los bonitos paseos por la ciudad recorriendo el maravilloso Ponte Vecchio, a 200 metros del cual se encuentra el Palazzo Pitti con sus maravillosos Jardines de Boboli.

El Palazzo Pitti encierra una de las colecciones de arte más importantes de toda Florencia, si bien por sus dimensiones tanto del interior como de los jardines que lo rodean requiere de un mínimo de medio día para poder visitarlo con cierta calma. Para los amantes de las compras diremos que no habría que dejar Florencia sin haber pasado por el Mercado de San Lorenzo, un característico mercado de la ciudad que está abierto durante todo el día y en el que es posible encontrar todo tipo de artículos de segunda mano. Es un mercado único en su género que ofrece los más variados y singulares artículos. Asimismo la famosa Via Tornabuoni con las tiendas más exclusivas y las primeras marcas italianas es el punto de encuentro de todos los amantes de la moda. Antes de emprender el camino de regreso hay que acercarse a visitar la maravillosa Piazza della Signoria, el último de los lugares que queremos incluir en esta ruta de un día en Florencia. Esta bella plaza fue durante muchos siglos el eje político de la ciudad y en la actualidad es un punto de encuentro de muchos florentinos y de un gran número de visitantes extranjeros de paso en la ciudad. Somos conscientes de que es sumamente difícil concentrar todas las maravillas de Florencia en un sólo día pero si siguen esta ruta podrán tener una visión general de algunos de los lugares de interés de la ciudad para el día en que regresen con más tiempo a disposición.

Para la visita de Firenze se divide la ciudad en cuatro zonas.

El Casco Antiguo – Florencia Este.

Esta parte de la ciudad es seguramente una de las más interesantes a visitar ya que aquí se encuentran las dos iglesias más interesantes de la ciudad así como los Uffizzi. Esta parte de la ciudad es totalmente cerrada al tráfico y es muy agradable tanto por sus monumentos como por sus bonitas boutiques donde es posible comprar lo mejor de la moda Italiana.

Florencia El Duomo, el Campanile y el Baptisterio

Enclavada en el corazón de Florencia se encuentra el Duomo, uno de los monumentos más hermosos de esta ciudad. Esta emblemática Catedral, empezada a construir en el año 1400 y concluida 40 años después, es un templo majestuoso e imponente, totalmente recubierto de mármol blanco, verde y rojo.

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La cúpula del Duomo, proyectada y realizada por Brunelleschi, es la mayor de las construidas por el hombre. Se accede a ella tras subir 463 escalones.

Sin duda, vuestro esfuerzo se verá recompensado con la contemplación de una vista privilegiada de toda la ciudad. El Baptisterio, delante del Duomo, es otra obra de arte. Sus puertas, construidas por Lorenzo Ghiberti, están consideradas, por su sobriedad y elegancia, como uno de los primeros monumentos renacentistas. En su interior, los mosaicos del siglo XIII representan el Juicio Final. Para mayor información visitar la web http://www.duomofirenze.it/

El Museo dell´Opera del Duomo

El “Museo de la Catedral” estuvo situado, en un principio, cerca del Palazzo delle Magistrature. Desde el siglo XV, tiene su sede detrás de la Catedral, en la Piazza del Duomo. Inicialmente, el museo fue un área de almacenamiento de materiales, objetos y herramientas destinadas a la construcción de la Catedral. Su fundación como museo proviene de la última década del siglo XIX. Alberga muchas obras de arte y distintas obras maestras procedentes de la Catedral, del Campanario y del Baptisterio, así como urnas y relieves etruscos y romanos, además de la maquinaria original, objetos y herramientas que utilizaron los obreros quienes, bajo la dirección de Brunelleschi, construyeron la Catedral. El museo se renovó por entero entre 1998 y 2000.

Las indudables obras maestras que alberga son: “El Descendimiento” (conocido también como “La Piedad Florentina” de Miguel Ángel (1550 c.); las originarias “Puertas del Paraíso”, las puertas de la zona este del Baptisterio, de Lorenzo Ghiberti (realizadas entre 1425 y 1452, c.); la “Sala delle Cantorie” de la Catedral, obra de Lucca Della Robbia y de Donatello, grabada en mármol blanco con cristales de colores y mosaicos (1430); la impresionante escultura en madera policromada de “Maria Magdalena” de Donatello (1445) y los bustos de los Profetas, también de Donatello, procedentes del Campanario. De entre ellos, quizás los rostros de mayor contenido dramático sean los que representan a los profetas Jeremías y Abacuc; el espectacular “Altar de San Giovanni”, del Baptisterio, cuya realización se prolonga durante más de un siglo, empleándose 400 kilos de plata; la escultura gótica de “La Virgen de Ojos de Cristal” y la del Papa Bonifacio VIII, ambas de Arnolfo di Cambio; las esculturas de “San Juan” de Donatello y la de “San Lucas” de Nanni del Banco, todas ellas procedentes de la Catedral.

Santa Croce

La Basilica de la Santa Cruz, conocida también como la Iglesia de la Santa Cruz es una obra maestra de la arquitectura religiosa gótica italiana. La Basílica se encuentra en la Piazza di Santa Croce, al este de la Catedral (Il Duomo) y es la principal iglesia franciscana de Florencia y la mayor del mundo de dicha orden. La Basílica tiene una longitud de 138 metros y 39 metros de anchura.Su construcción comienza en 1294-1295, de acuerdo con el diseño del célebre arquitecto Arnolfo di Cambio. En 1442, el Papa Eugenio IV consagra la iglesia. El arquitecto Gaetano Baccani diseñaría el presente Campanario neogótico en 1847, para reemplazarlo por el original que se incendió en 1512. La fachada actual es obra del arquitecto Nicola Matas. Su construcción empezó en 1857 y se concluyó en 1863. Fue totalmente recubierta de mármol de distintos colores, por donación del gentilhombre británico Sir Francis Sloane-Stanley, quien residió en Florencia durante largo tiempo. El interior de la Basílica cuenta con una nave central (de 19 metros de anchura) y dos naves laterales.

La Basílica di Santa Croce alberga numerosas y hermosas obras de arte y obras maestras, tales como:El maravilloso Púlpito de mármol de Benedetto da Maiano; el monumento a Vittorio Alfieri de Antonio Canova; el monumento a Dante Alghieri de Stefano Ricci; el monumento a Michelangelo Buonarotti de Giorgio Vasari; el monumento a Niccolò Macchiavelli de Innocenzo Spinazzi; “La Crucifixión” de Cimabue; el relieve de “La Anunciación” y “San Luis de Toulouse” de Donatello; “La Crucifixión” y “La Última Cena” de Taddeo Gaddi; el relieve de “La Madonna del Latte” de Antonio Rosellino; “La Cena de Emaus” y “La Resurrección” de Santi di Tito; los “Santi Giovanni e Francesco” de Domenico Veneziano.

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Asimismo, la iglesia guarda una cuantiosa serie de sepulcros magníficos de ilustres personalidades florentinas, italianas y extranjeras, tales como:Leon Battista Alberti, famoso arquitecto del siglo XV; Vittorio Alfieri, prestigioso poeta y dramaturgo del siglo XVIII; la Princesa Charlotte Bonaparte (siglo XIX) hija de José Bonaparte, Rey de España; Dante Alighieri (siglos XIII y XIV) el máximo poeta italiano, nacido en Florencia; Galileo Galilei (siglos XVI y XVII) el celebérrimo científico italiano; Ugo Foscolo, afamado poeta del siglo XIX; Michelangelo Buonarotti, probablemente el pintor, escultor, arquitecto, ingeniero y poeta más genial del Renacimiento italiano, nacido en Florencia. Lorenzo Ghiberti (siglos XIV y XV) el creador de las fabulosas puertas del Baptisterio de Florencia; Niccolò Macchiavelli (siglos XV y XVI) el insigne político y filósofo florentino; Gioacchino Rossini (siglo XIX) uno de los más célebres compositores italianos; la Princesa Louise de Stolberg-Gedern (siglos XVIII y XIX) esposa del Príncipe Charles Edward Stuart; Guglielmo Marconi, el insigne físico italiano, Premio Nobel de Física en 1909.

La Basílica di Santa Croce cuenta con una abundante serie de capillas privadas antiguas. Las más sobresalientes son:

- La Cappella dei Pazzi: Diseñada por el genial Filippo Brunelleschi, se construyó entre 1430 y 1461. La capilla abovedada está situada en el Claustro principal de la Basílica. La gran estructura parece irradiar luminosidad desde su interior. Por dentro, está ornamentada con medallones de terracota de los Apóstoles por Lucca Della Robbia, así como por un friso de Desiderio di Santignano. Las puertas son obra de Benedetto y Giuliano da Marano.

- La Cappella dei Medici: Diseñada por el famoso arquitecto y escultor Michelozzo di Bartolommeo (1396-1472) y construida para Cosimo El Viejo. Contiene un retablo de Andrea Della Robbia y un espléndido bajorrelieve de Donatello.

- La Cappella dei Bardi: Con frescos de Giotto.

- LaCappella dei Bardi di Vernio: Cuenta con un crucifijo de Donatello.

- La Cappella dei Baroncelli: Alberga el impresionante panteón gótico de la familia Baroncelli, así como frescos de Taddeo Gaddi y la “Coronazione della Vergine” de Giotto.

- La Cappella dei Castellani: Con frescos de Agnolo Gaddi y una espléndida cancela con vidriera de colores del mismo artista.

- La Cappella dei Peruzzi: Con frescos de Giotto.

- La Cappella dei Rinuccini: Cuenta con un maravilloso retablo de Giovanni del Biondo y frescos que narran las vicisitudes de “Maria Maddalena e la Vergine” de Giovanni da Milano.

Para Mayores informaciones visitar la web http://www.operadisantacroce.it/

Palazzo Vecchio

El Palazzo Vecchio (Palacio Viejo), antiguamente conocido como Palazzo della Signoria, es la sede del Ayuntamiento de Florencia. El palacio se encuentra en la Piazza della Signoria.

El gobierno de Florencia encargó su construcción al ilustre arquitecto Arnolfo di Cambio, a finales del siglo XIII. El nuevo edificio debería tener la solidez necesaria para albergar a la Signoria - los Priori (el consejo de la ciudad) y el Gonfaloniere della Giustizia (el magistrado supremo) - en un lugar seguro que pudiera repeler cualquier posible ataque contra los mismos, en aquellos tiempos de revueltas políticas internas y de hostilidades entre Florencia y otros gobiernos de Toscana.

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De este modo, Arnolfo di Cambio concibió un diseño para el palacio similar al de una fortaleza. Arnolfo di Cambió empezó las obras en 1298 y éstas se concluyeron en 1314, doce años después de su muerte.El aspecto defensivo aumentaría durante la primera revisión de sus características exteriores, por disposición de Walter VI de Brienne, Conde Brienne y Duque de Atenas, en 1342.

El magnífico edificio está coronado por una inmensa galería abierta. Desde los cimientos del mismo se eleva una torre rectangular (de 95 metros de altura, aprox.). La torre se conoce como “Torre d’Arnolfo”, de acuerdo con el nombre de pila del arquitecto. La torre alberga dos celdas y un campanario en la cima que contiene una campana gigantesca que se utilizaba para convocar a los ciudadanos de Florencia o para advertirles en cualquier circunstancia adversa. En el nacimiento visible de la torre – a la altura de la galería que culmina el palacio – está incluido un enorme reloj. El mismo se encargó a Nicolò Bernardo y, en la segunda mitad del siglo XVII, se sustituyó por otro, obra de Vincenzo Viviani.

A mediados del siglo XV, durante el Gobierno de Cosimo de Medici, El Viejo, se realizaron otras modificaciones. Él encargó a su arquitecto de confianza, Michelozzo, la ornamentación del “Salone dei Duecento” (Sala de los Doscientos), así como la construcción del primer patio interior.En 1494, en tiempos de la invasión francesa en Florencia, la familia Medici fue depuesta del poder. El dominico Girolamo Savonarola (entonces primer mandatario de la República de Florencia) impartió instrucciones a Cronaca (sobrenombre de Simone del Pollaioulo) para la construcción del “Salone dei Cinquecento” (Sala de los Quinientos) para reunir allí a los miembros del “Consiglio Maggiore” (Consejo Mayor).Un complot en su contra, urdido para restaurar la monarquía en Florencia, hizo que el Papa Alejandro VI (nacido Rodrigo Borjia) excomulgara a Savonarola. En 1498, el Papa ordenó que fuera arrestado y ejecutado. Fue acusado con falsedad de herejía, sedición y error religioso.Girolamo Savonarola, tras ser torturado cruelmente, pasó los últimos días de su vida en una de la celdas de la “Torre d’Arnolfo”. Fue colgado y quemado en la Piazza della Signoria, el 23 de Mayo de 1498, junto a dos monjes dominicos (Fra Silvestro y Fra Domenico da Pescia) que le manifestaron su lealtad hasta el final. En el mismo lugar en el que se erigió el cadalso se ha colocado una placa conmemorativa para honrar su memoria.

Posteriormente, el Palazzo Vecchio aumentó sus dimensiones en dos ocasiones: En el siglo XVI, por obra de Giorgio Vasari , según el encargo que le hiciera el Gran Duque de Toscana, Cosimo I de Medici, y en el siglo XVII, por obra de Bernardo Buontalenti, conservando siempre su aspecto medieval.

En la segunda mitad del siglo XIX, el Palazzo Vecchio fue dos veces la sede central de los gobiernos provisionales. Cuando Florencia se constituyó en capital de Italia (1865-1871) el palacio alojaría la Cámara de los Diputados, así como el Ministerio de Asuntos Exteriores. Desde 1872 es la sede del Ayuntamiento.

La arquitectura interna del palacio es asimismo una obra maestra de distintos períodos artísticos, fundamentalmente de entre los siglos XIII y XVI. El palacio está compuesto por una planta baja, tres patios y dos plantas superiores.

La Planta Baja está compuesta por: Una gran entrada y tres patios.

- La Entrada está ornamentada por un maravilloso frontispicio de mármol de principios del siglo XVI; una réplica excelente del monumento a “David” de Miguel Ángel, siglos XV-XVI (el original se conserva en el Museo della Accademia), la escultura de “Ercole e Caco” de Baccio Bandinelli (siglo XVI) y el “Monogramma di Cristo” flanqueado por dos leones de bronce sobredorado.- El Pimer Patio, proyectado por Michelozzo (siglo XV), contiene una réplica de Giorgio Vasari (siglo XVI) de la “Fontana con Putto”, originalmente obra de Andrea del Verrocchio (siglo XV).- El Segundo Patio cuenta con numerosas columnas gigantescas, obra de Simone del Pollaiulo (siglo XV) para sostener el enorme “Salone dei Cinquecento”.- El Tercer Patio albergó distintas oficinas públicas.

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Palazzo Vecchio: La primera planta

Una espectacular y colosal escalinata, diseñada por Giorgio Vasari, que comienza entre los patios segundo y tercero, conduce a:

- El “Salone dei Cinquecento”, proyectado por Simone del Pollaiuolo y agrandado por Giorgio Vasari, quien también decoraría su interior y cubriría sus paredes de frescos fabulosos que describen episodios de la vida de Cosimo I de Medici. El Salón aloja el maravilloso grupo escultórico de Miguel Ángel “Il Genio della Vittoria”; seis esculturas de mármol que narran “I Lavori di Ercole” de Vincenzo Rossi (siglo XVI) y otras dos esculturas de V. Rossi. Una de ellas dedicada al Papa Leone X y, la otra, que representa “L’Incoronazione di Carlo V dal Papa Clemente VII”, así como diversos frescos de gran tamaño que describen escenas épicas. Antiguamente, este salón albergó también “La Battaglia di Cascina” de Miguel Ángel y “La Battaglia di Anghiari” de Leonardo da Vinci que, lamentablemente, se han perdido.

- El “Quartiere di Leone X” fueron los aposentos privados del Papa Leone X, diseñados y decorados por Giorgio Vasari.

- El “Studiolo”, diseñado y decorado por Giorgio Vasari y por alumnos aventajados de su escuela, fue la habitación de estudio de Francesco I de Medici. El estudio alberga: Un retrato de “Cosimo I de Medici y Eleonora de Toledo” de Bronzino (sobrenombre de Agnolo Bronzino, siglo XVI) y una serie de refinadas esculturas de Bartolomeo Ammanati (siglo XVI).

Palazzo Vecchio: La segunda planta

Una escalera bellísima, diseñada por Giorgio Vasari, conduce a la segunda planta, en la que se encuentran:

- La “Sala degli Elementi” cuenta a su vez con cinco habitaciones y dos terrazas. Las diseñó Giovan Battista del Tasso (siglo XVI) y Giorgio Vasari continuó la obra. Los techos y las paredes de las habitaciones y de las terrazas están recubiertos de frescos con motivos alegóricos y mitológicos. La escultura original de bronce del “Putto col Delfino” de Andrea del Verrocchio se encuentra en una de las habitaciones: La “Sala di Giunone”.

- El “Quartiere di Eleonora” fueron los aposentos privados de la esposa del Gran Duque de Toscana, Cosimo I de Medici, Eleonora de Toledo (1522-1562), nacida Leonor Álvarez de Toledo y Osorio, hija de Don Pedro Álvarez de Toledo, Marqués de Villafranca, y Virrey de Nápoles entre 1532 y 1553.

Las habitaciones principales del “Quartiere di Eleonora” son:

- La “Camera Verde” con el techo afrescado por Ridolfo del Ghirlandaio (siglo XV) y una puerta que da a un pasaje que comunica el Palazzo Vecchio con el Palazzo Pitti, por encargo de Cosimo I de Medici a Giorgio Vasari.

- La Capilla, afrescada por Bronzino, así como “La Pietà” que se encuentra sobre el Altar.

- La “Sala di Gualdrada”, pintada y decorada por Giovanni Stradano (nombre italianizado del pintor flamenco Jan Van der Straet, siglo XVI).

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- La “Sala dell’Udienza” que fuera la Cámara del Tribunal de Justicia. Giuliano da Maiano (siglo XV) realizó el techo encofrado y labrado, recubierto por entero de láminas de oro macizo. Esta sala cuenta con una puerta maravillosa, obra de Benedetto y Giuliano da Maiano. Las molduras del dintel son de mármol y la puerta es de marquetería grabada por Francione (sobrenombre de Francesco di Giovanni, siglo XV). La puerta se abre a la “Sala dei Gigli”. Las paredes están afrescadas por Cecchino del Salviati (siglo XVI) y representan “Le Storie dei Fatti di Furio Cammillo”.

- La “Sala dei Gigli” está ornamentada por un bellísimo friso con flores de lis, obra de Benedetto y Giuliano da Maiano. Alberga asimismo una estatua de “S. Giovanni Battista e Putti”, realizada también por los hermanos Maiano. Domenico Ghirlandaio (siglo XV) afrescaría las paredes con motivos religiosos y de la antigua Roma. La sala aloja la fabulosa escultura de Donatello “Giuditta e Oloferne”.

- La “Cappella della Signoria”: La Capilla está dedicada a San Bernardo. Ridolfo del Ghirlandaio afrescó las paredes y el techo.

- La “Sala delle Carte Geografiche” alberga la valiosa e ingente colección de mapas (53) de Cosimo I de Medici. El techo de madera labrada es obra de Dionigi Nigetti (siglo XVI). La sala alberga también el histórico y enorme “mappa mundi” de Cosimo I.

- La “Vecchia Cancelleria” fue el despacho particular de Niccolò Macchiavelli, en tiempos de la República de Florencia. Aloja un busto en terracota policromada y un retrato del célebre político y pensador florentino, obra de Santi di Tito (siglo XVI).

Plaza de la Signoria

La espléndida Piazza della Signoria es un museo exclusivo al aire libre situado en el centro de la capital de Toscana.Se construyó alrededor del siglo XIII, en el terreno en el que en tiempos de la antigua Roma se erigiera un anfiteatro. Su contorno simétrico distingue a la Piazza della Signoria de las otras plazas situadas en el centro histórico de Florencia que albergan los principales lugares de culto.

La Piazza della Signoria fue durante mucho siglos el eje político de la ciudad. Actualmente, es un punto de encuentro activo de muchos florentinos y visitantes extranjeros.

En la Edad Media, el terreno de la plaza perteneció a la noble familia guibelina de los Uberti.Cuando los güelfos tomaron el control de Florencia devastaron las propiedades de los guibelinos y determinaron que allí no se volvería a construir nada.A finales del siglo XIII, el primer edificio que asomó a la plaza fue diseñado por el arquitecto Arnolfo di Cambio: El Palazzo della Signoria, llamado después Palazzo Vecchio. Actualmente, el imponente palacio, con su emblemática y almenada “Torre d’Arnolfo”, es la sede del Ayuntamiento, que alberga una extraordinaria colección de obras de arte de entre finales del siglo XIII hasta el siglo XVI, fundamentalmente.En la entrada del Palazzo Vecchio se encuentra una réplica del “Marzocco” de Donatello (el original se conserva en el Museo del Bargello), una réplica del “David” de Miguel Ángel (el original se conserva en el Museo dell’Accademia), una réplica del grupo escultórico en bronce “Giuditta e Oloferne” de Donatello (el original se conserva en el Palazzo Vecchio) y el maravilloso grupo escultórico de “Ercole e Caco” de Baccio Bandinelli (1533).Junto al Palazzo Vecchio surge la fabulosa “Fontana di Nettuno” de Bartolomeo Ammannati (1575).

La plaza está presidida por la estatua ecuestre de Cosimo I de Medici de Giambologna (nombre italianizado del arquitecto y escultor flamenco Jean de Boulogne) erigida en 1575.

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Otros edificios históricos y bellísimos situados en la Piazza della Signoria son:

- La Loggia della Signoria (1376-1382) proyectada por Benzi di Cione y Simone di Francesco Talenti, repleta de estatuas romanas originales, así como de la maravillosa estatua de bronce de “Perseo”de Benvenuto Cellini (1545) y el magnífico grupo escultórico de mármol de “Il Ratto delle Sabine” de Giambologna (1583).La Loggia della Signoria alberga el “Caffé degli Uffizi”, situado en la galería abierta que corona la estructura. El “Caffé” goza de unas vistas preciosas de la plaza.

- El Palazzo degli Uguccioni (siglo XVI). El diseño de la fachada se atribuye a Rafael.

- El Palazzo del Tribunale della Mercanzia (1360, aprox.), actualmente la sede del Departamento de Agricultura de Florencia.

- El Palazzo delle Assicurazioni Generali (1870) construído en un refinado estilo renacentista.

Casa di Dante

El Museo - Casa di Dante está situado en el centro de la Florencia medieval, en Via Santa Margherita, 1.

En 1910, por encargo de las correspondientes autoridades florentinas, el prestigioso arquitecto Giuseppe Castellucci proyectó la reconstrucción de una casa con torre adyacente, del siglo XIII, para albergar un museo didáctico dedicado a Dante Alighieri.De acuerdo con el parecer de los medievalistas que, para tal fin, se consultaron en esa época, los restos de la antigua estructura estaban ubicados en las inmediaciones de la que fuera la casa natal de Dante.

El edificio se compone de una planta baja y tres plantas superiores. La planta baja se ha adaptado para alojar exposiciones de arte.

El Museo – Casa di Dante está clasificado en las tres plantas superiores:

En la primera planta está expuesta una serie de documentos relacionados con la niñez y la juventud de Dante, además de mapas, dibujos y objetos que representan diversas características de la Florencia medieval, así como los acontecimientos históricos más relevantes, que tuvieron lugar en el siglo XIII, en la actual capital de Toscana.

La segunda planta muestra una extensa serie de documentos correspondientes con la condena al destierro de Dante (1301) y con su atribulado exilio de Florencia, que se prolongaría hasta su muerte en Rávena, en 1321.

La tercera planta alberga una colección de documentos sobre la madurez de Dante, así como reproducciones de pinturas célebres que representan al poeta y distintos episodios de su vida.Dichas copias proceden de originales creados por artistas famosos, tales como: Giotto, Andrea del Castagno, Beato Angelico, Domenico y Andrea Ghirlandaio, Luca Signorelli o Rafael

El Museo cuenta con una buena librería en la que se pueden comprar algunas de las obras escritas por Dante Alighieri a lo largo de su vida. Los libros están disponibles en lengua vernácula o traducida a distintos idiomas.

http://www.museocasadidante.it/

Historia de los Uffizi

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El Museo de los Uffizi o la Galería de los Uffizi, situada en el Piazzale degli Uffizi, es uno de los museos de pintura y escultura más célebres del mundo.

En 1560, el Gran Duque de Toscana, Cosimo I de Medici, encarga su construcción al ilustre arquitecto y pintor Giorgio Vasari (Arezzo, 1511 – Florencia, 1574) para albergar las oficinas de la Magistratura de Florencia. Vasari concluye las obras en 1581. Asimismo, construye un pasadizo que uniría la Galería de los Uffizi con la Galería Pitti.

Cosimo I de Medici ya consideró el proyecto de destinar a museo el tercer piso del soberbio edificio, pero el mismo fue llevado a cabo por su hijo Francesco I. Éste encargó al prestigioso arquitecto, ingeniero y pintor Bernardo Buontalenti (sobrenombre de Bernardo Delle Ghiandole, ¿1536? – 1608) la construcción de la galería interior de las “Tribune” para albergar algunas obras de arte procedentes de la colección de los Medici, así como su valiosa colección de condecoraciones antiguas. Buontalenti construiría también un gran patio escénico en el que, en 1586-7, se organizaron festines fabulosos, así como representaciones teatrales dirigidas por el propio Buontalenti, quien diseñaría también el vestuario de los actores.

Más de un siglo después, Cosimo III, Gran Duque de Toscana entre 1670 y 1723, amplió la Galería para alojar la colección artística de sus ancestros y las obras de arte que había heredado de su tío, el Cardenal Leopoldo.En 1737, el último miembro de la familia Medici, Anna Maria Ludovica, impartió instrucciones para que todas las obras de arte coleccionadas por la dinastía de los Medici quedaran albergadas en la Galería de los Uffizi, a disposición de los amantes del arte del mundo entero durante su estancia en Florencia.

En 1782, se clasifica por primera vez la colección de los Medici en la Sala de Pintura Antigua. En 1919, se reordena la misma para ofrecer a los visitantes una disposición más orgánica.

Explorando el museo.

El Museo de los Uffizi conserva las mejores obras de arte del período renacentista existentes en el mundo. La familia Medici, que gobernó la ciudad durante siglos, fue incrementando y mejorando su colección con obras de artistas famosos que venían a Florencia. El museo alberga también obras de arte del período gótico. Desde 1737, el museo pertenece a la ciudad de Florencia, por donación de la última de los Medici: Maria Lodovica.

Las obras del museo.

En el museo se conservan obras famosas del gótico toscano, realizadas por Giotto, como, por ejemplo, la “Virgen degli Ognissanti”. El museo alberga también obras famosas del primer renacimiento, período ese en el que se empiezan a comprender mejor los principios de la geometría y de la perspectiva. Consecuentemente, los artistas renacentistas lograron plasmar la sensación de espacio y profundidad. Una ejemplar muestra de ello es la obra de Paolo Uccello: “La Batalla de San Romano”. No obstante, las obras más celebres ahí conservadas son, sin duda, “La Primavera” y “El Nacimiento de la Virgen”, ambas de Botticelli, en las que el artista florentino sobresale por la aportación de una nueva gama de colores y de un especial vigor en las formas. Asimismo, se pueden contemplar obras de Leonardo da Vinci, del Renacimiento tardío y del Manierismo.

Entre la gran colección de arte que aloja la Galería de los Uffizi, nos permitimos destacar:

- “La Maestà” de Cimabue; “La Maestà” de Duccio di Boninsegna ; “Madonna di Ognissanti” de Giotto; “L’Annunciazione” de Simone Martini; “La Battaglia di San Romano” de Paolo Uccello; el díptico“Ritratto di Battista Sforza e Federico da Montefeltro” de Piero della Francesca; “Madonna col Bambino e angeli” de Fra Filippo Lippi; “Battesimo di Cristo” de Andrea del Verrocchio; el tríptico “Portinari” de Hugo van der Goes; “La Primavera”, “La Nascita di Venere” y “L’Adorazione dei Magi” de Sandro Botticelli; “L’Annunciazione“ y “L’Adorazione dei Magi” de Leonardo da Vinci; “Perseo libera Andromeda” de Piero

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di Cosimo; “L’Adorazione dei Magi” de Albrecht Dürer; “La Sacra Famiglia” (“Tondo Doni”) de Michelangelo Buonarotti; “La Madonna del Cardellino” y el “Ritratto del Papa Leone X con i Cardinali Giulio de’Medici e Luigi de’Rossi” de Raffaello; “Flora” y “La Venere di Urbino” de Tiziano; “LaMadonna dal Collo Lungo” de Parmigianino ; “Bacco”, “Il Sacrificio di Isacco” y “Medusa” de Caravaggio.

La enorme colección artística de la Galleria degli Uffizi está conservada en la última planta del imponente palacio. Asimismo, otras estructuras del Museo albergan notables colecciones artísticas, tales como: Il Gabinetto Disegni e Stampe degli Uffizi (El Gabinete de Dibujos y Grabados) y la colección Contini Bonacossi.

El Casco Antiguo – Florencia Oeste

Basilica santa Maria Novella

La Basilica di Santa Maria Novella está situada en la Piazza di Santa Maria Novella, una de las mayores plazas del casco antiguo de Florencia. La impresionante plaza ha sido desde la Edad Media un prestigioso lugar en el que se han celebrado eventos tradicionales como torneos, mascaradas y demás festejos públicos. A principios del siglo XVI, la plaza se ensanchó considerablemente para poder celebrar la anual carrera de carruajes, conocida como el “Palio dei Cocchi”, según se menciona en los dos obeliscos de mármol situados en la plaza, erigidos por Giambologna (nombre italianizado del manierista flamenco Jean de Boulougne). La celebración del “Palio dei Cocchi” se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XIX.

Además de la Basílica, la plaza cuenta con otras estructuras espléndidas como la bellísima portada del “Ospedale di San Paolo” y la “Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella”, que fuera el antiguo laboratorio dominico en el que los monjes destilaban hierbas y plantas medicinales, para fabricar productos farmacéuticos destinados al hospital adyacente. Hoy en día, es una conocida perfumería en la que los visitantes pueden adquirir productos de belleza y perfumes en un marco neogótico.La Piazza está situada al sur de la “Stazione di Santa María Novella”, la estación central de ferrocarril de Florencia.

Alrededor de 1219, Santo Domingo de Guzmán - nacido en Caleruega, España, en 1170, fundador de la Orden Dominicana en 1217, y fallecido en Bolonia en 1221 – envió a Florencia, en su nombre y

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representación, una delegación compuesta por Fra Giovanni da Salerno (más tarde beatificado como Beato Giovanni) y por otros doce monjes dominicos de Bolonia, con el fin de obtener un lugar de culto en el que establecer la sede florentina de la Orden. Santo Domingo fue canonizado por el Papa Gregorio IX, en 1234. De esta forma, el antiguo Oratorio de Santa Maria delle Vigne, que en aquella época estaba situado fuera de las murallas de Florencia, se concedió a la Orden Dominicana. El Oratorio se había construido en el siglo IX, por encargo de la familia Tornaquinci.

La construcción de la Basílica di Santa Maria Novella, en el mismo terreno en el que se alzara el antiguo Oratorio, empezó en la segunda mitad del siglo XIII. El proyecto lo realizaron dos monjes dominicos, Fra Sisto da Firenze y Fra Ristoro da Campi. El trazado se basaba en una cruz latina dividida en una nave central y dos laterales con múltiples pilares con arcos ojivales. El eminente arquitecto dominico Fra Iacopo Talenti di Nipozzano (1310 aprox.-1362) dirigió las obras que concluyeron alrededor de 1360, complementadas por un elevado campanario en estilo románico-gótico y por la Sacristía, pero la fachada gótica, cuya construcción se había iniciado en 1300, quedó inacabada, a excepción de la parte inferior realizada en estilo románico y recubierta de mármoles blancos y verdes. La enorme Basílica fue la primera que se construyó en Florencia. Se consagró en 1420 y en 1429 tuvo lugar en la misma el Concilio de Florencia.

La fachada se terminó entre 1456 y 1470, por obra del famoso arquitecto Leone Battista Alberti (1404-1472). La fachada, que está considerada una obra maestra del Renacimiento temprano, está recubierta de mármol de distintos colores. La parte superior de la magnífica portada está recubierta de mármol blanco y negro, articulado en cuadrados anexos bordeados con los distintivos heráldicos de la familia Ruccellai, quien hizo donación de la construcción de la fachada. Dos grandes volutas invertidas sujetan los volúmenes laterales, así como los centrales, articulados por cuatro columnas blancas y verdes con capiteles corintios con terminación en un frontón triangular con el emblema solar de los Dominicos. La vidriera redonda, que representa “L’Inconorazione di Maria” se llevó a cabo basándose en un dibujo de Andrea Bonaiuto (siglo XIV). En 1567 el Gran Duque de Toscana, Cósimo I de Medici, encargó al ilustre artista Giorgio Vasari (1511-1574) la primera remodelación de la Basílica. En 1858, se realizó la segunda remodelación, de acuerdo con el proyecto del arquitecto Enrico Romoli. La obra duró dos años.

La nave central de la Basílica tiene 100 metros de longitud y está caracterizada por su austeridad gótica. Mirando hacia el ábside, la nave parece más larga de lo que es debido al efecto de trampantojo. El techo abovedado está compuesto por arcos ojivales y los cabos de las cuatro diagonales están pintados en blanco y negro.

La Basílica alberga numerosas obras de arte procedentes de los siglos XIV y XVI. Las principales son: Las magníficas vidrieras realizadas sobre dibujos de Filippino Lippi (siglo XV); el sepulcro del Patriarca de Constantinopla, fallecido en Florencia; el sepulcro conocido como la “Tomba della Beata Villana”, de Bernardo Rosellino (1451); el sepulcro de Leonardo Dati, de Lorenzo Ghiberti (1425); el sepulcro del Obispo de Fiesole y el busto de San Antonino, de Tino da Camaino (1285-1335); el Púlpito, diseñado por Filippo Brunelleschi (1443) y realizado por su discípulo Andrea Cavalcanti; el Crucifijo de bronce situado sobre el Altar Mayor, obra de Giambologna (nombre italianizado del manierista flamenco Jean de Boulougne) y el sobresaliente fresco que representa “La Trinità” y que está considerado como una de las obras maestras de Massaccio (1428).

Santa Trinita

La Chiesa di Santa Trinità (Iglesia de la Santa Trinidad) está situada en Piazza Trinità, al norte del río Arno y haciendo esquina con Via de’Tornabuoni. La Iglesia es una de las más antiguas de Florencia. Desde su construcción ha mantenido un papel principal en la vida social, política y, lógicamente, religiosa de la capital de Toscana. Sus características externas e internas han suscitado a lo largo de los siglos la admiración de célebres artistas. Sólo por poner un ejemplo, Miguel Ángel se refería a la misma como: “La bella Dama”. Por suerte, la Iglesia no cuenta con una gran afluencia turística, pero sí constituye una cita ineludible para los amantes de la arquitectura manierista, gótica y románica. Su exquisito interior alberga, entre otros famosos artistas toscanos, obras de arte de Lorenzo Monaco y Domenico Ghirlandaio.

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La Iglesia da al espléndido Palazzo Bartolini Salimbeni, proyecto y obra de Agnolo di Baccio, entre 1517 y 1520.En el centro de la hermosa e interesante plaza de Santa Trinità se encuentra la imponente “Columna de la Justicia”, una obra maestra romana, procedente de las Termas de Caracalla y concedida por el Papa Pío IV (Giovanni Angelo Medici) al Gran Duque de Toscana. Otra escultura notable situada en la plaza es la estatua de “La Justicia”, en pórfido, creada por Il Tadda (sobrenombre de Romolo di Francesco Ferrucci, 1555-1621) y situada allí para conmemorar la derrota del ejército de Siena en la Batalla de Marciano (1554).

Al parecer, la Chiesa di Santa Trinità se construyó sobre los vestigios de una iglesia del siglo IX. En la segunda mitad del siglo XI, los monjes de la Orden de Vallombrosa comenzaron su construcción en estilo románico, con el patrocinio de varias acaudaladas familias florentinas. En los siglos siguientes se remodeló en distintas ocasiones. En el siglo XIV, se modernizó en estilo gótico. Una serie de remanentes del antiguo edificio románico son perceptibles en el interior del muro frontal; bajo el suelo actual de la planta y en la cripta. Los mosaicos románicos que cubrían el suelo se encuentran en el Museo del Bargello. La refinada fachada es obra del arquitecto manierista florentino Bernardo Buontalenti (1536 c.-1608).El trazado de la planta es el de una nave egipcia de crucero con dos laterales rodeados de capillas bellísimas. Dos de ellas están consideradas entre las más elegantes del siglo XV: La Capilla Sassetti y la Capilla Bartolini Salimbeni. Sobre el Altar Mayor estuvo inicialmente expuesta una obra maestra de Cimabue: “La Madonna della Santa Trinità” (1280, aprox.). Desde 1919, la maravillosa tabla se conserva en el Museo de los Uffizi. La Capilla Sassetti es la segunda situada junto al coro. El banquero florentino Farncesco Sasseti corrió con los gastos de su construcción y se la encargó al célebre arquitecto, ingeniero y escultor tardo renacentista Giuliano da Sangalo. La ornamentación de las paredes se la confío al genial Domenico Ghirlandaio. Las obras se llevaron a cabo entre 1480 c. y 1485. Ghirlandaio afrescó las paredes con un ciclo que representa algunos episodios de la vida de San Francisco de Asís: “La Renuncia a los Bienes Terrenales” y “Los Estigmas de San Francisco” (pared izquierda); “La Prueba de Fuego ante el Sultán” (trabajo conjunto de Domenico Ghirlandaio y de su hermano Andrea) y “Las Exequias de San Francisco” (pared derecha); “La ordenación de San Francisco por el Papa Honorio“ y “La resurrección de un muchacho”(descripción del milagro obrado por el Santo en Piazza Trinità) están situados en la parte superior de la pared trasera, encima del altar. El altar está coronado por el retablo “La Adoración de los Pastores”, una obra maestra de Domenico Ghirlandaio. Los bellos sarcófagos alojados en los muros de la Capilla contienen los restos mortales de Francesco Sassetti y de su esposa, la nobildonna Nera Corsi. La Capilla Bartolini Salimbeni, es la cuarta a la derecha. Las paredes las decoró el célebre pintor gótico toscano Lorenzo Monaco (1370, aprox.- 1425) con una serie de frescos que representan a algunos santos, profetas y episodios de la vida de la Santísima Virgen, así como su famoso retablo: “La Anunciación”. Dichas obras de arte proceden de los últimos años de la vida del artista, entre 1420 y 1425. En la pared situada en el crucero derecho hay otra manifestación del extraordinario talento de Domenico Ghirlandaio. El pintor afrescó la parte superior de esa pared, encima de la entrada a las capillas, con escenas que representan a David y “La Sibila vaticina el nacimiento de Jesús al Emperador Augusto”. En el crucero derecho hay una hermosa capilla conocida como “La Cruz de San Giovanni Gualberto”, de acuerdo con el argumento de una leyenda medieval acerca de una experiencia vivida por ese Santo toscano. Sobre el altar hay un relicario de cristal que contiene un fragmento de la columna a la que se ató a Jesús para flagelarle.La capilla siguiente alberga “La Decapitación de un Santo” y “La Flagelación de San Bartolomé”, ambas del pintor florentino Giovanni dal Ponte (sobrenombre de Giovanni di Marco, 1345-1438). A la izquierda está situado el magnífico sepulcro del Obispo Benozzo Federighi, una obra maestra de Luca Della Robbia (1400 c.- 1482). En el frente de la Iglesia, la primera capilla a la derecha cuenta con una maravillosa escultura dedicada a Santa María Magdalena (1464, aprox.), obra comenzada por Desiderio da Settignano y ultimada por el más famoso Benedetto da Maiano. La Capilla de Santa Caterina da Siena está situada dos capillas después de la anteriormente mencionada. Los frescos de las paredes son obra del pintor florentino Neri di Bicci (1419 c.- 1481) y representan episodios de la vida de la Santa, así como su célebre “Anunciación”. La Sacristía alberga numerosos frescos hermosísimos de inicios del siglo XIV. Esos frescos estaban desperdigados en las paredes de la Iglesia. Ocultos bajo una gruesa capa de pintura blanca procedente, probablemente, de finales del siglo XVII, y realizada, casi con seguridad, según las instrucciones impartidas por algún clérigo especialmente estricto de esa Iglesia. Los frescos se descubrieron en el transcurso de las obras de restauración de la Iglesia, a consecuencia de la tremenda

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inundación que padeció Florencia en Noviembre de 1966. Tras su restauración, los frescos se emplazaron en la Sacristía. Entre ellos, está el espléndido “Noli me Tangere” de Puccio Capanna (¿?- Asís, 1348), así como una “Piedad” y una “Crucifixión” atribuidas a alguno de los seguidores de Giotto.

Chiesa Ognissanti,

La Chiesa di Ognissanti está situada en Via Borgognissanti, 42, junto a la plaza del mismo nombre, en las inmediaciones del Lungarno Amerigo Vespucci. La Iglesia fue una sección del conjunto monástico fundado en la segunda mitad del siglo XIII, por la “Orden Menor de los Umiliati” y está dedicada “Ad Honorem Sanctorum Omnium” (en homenaje a todos los Santos). La Orden se instituyó en Milán y el Papa Inocencio III la aprobó en Junio de 1201. Los Umiliati llegaron a Florencia alrededor de 1238. Los religiosos eran especialmente conocidos por su extremada austeridad y por su intensa labor física, basada sobre todo en la producción de cristal y de ropa de lana. Al parecer, los Umiliati fundaron en Toscana la primera industria de lana. ;El esfuerzo lo ofrecían al Señor y la mayor parte de los beneficios de sus piezas de artesanía se destinaban a obras de caridad entre los indigentes. Un número considerable de intelectuales entró en religión a través de esa Orden. Entre ellos, quizás el más célebre fue Bonvesin Da La Riva (1240 c.-1315 c.) miembro de una prestigiosa familia milanesa, quien llegaría a ser un sobresaliente gramático, filósofo y poeta. Su obra más divulgada es el “Libro delle tre scritture” (Libro de las tres escrituras), fechado en 1274. El libro, escrito en verso en lengua vernácula, está dividido en tres partes: Las penas del Infierno, La alegría del Paraíso y La Pasión.

Los Umiliati se hicieron enseguida muy populares y apreciados entre los florentinos, quienes aportaron donativos importantes para la construcción de su lugar de culto. Con el paso del tiempo, su encomiable forma de vida y su concepción evangélica de servir a la humanidad mediante la Iglesia, haría que la Orden se encontrara en una situación crítica ante las altas jerarquías eclesiásticas más politizadas, quienes empezaron por excomulgar a muchos de sus miembros y, seguidamente, los acusaron de herejía. La práctica extinción de los Umiliati se produjo en el siglo XVI. La construcción de la Iglesia di Ognissanti se llevó a cabo entre 1250 y 1255, aprox.Entre 1620 y 1630 se reconstruyó por entero - por encargo de los Franciscanos, quienes habían reemplazado a los Umiliati en 1560, aprox. – en estilo barroco, de acuerdo con el diseño realizado por Bartolomeo Pettirossi, siendo una de las primeras iglesias barrocas de Florencia. La Iglesia se rebautizó como San Salvatore a Ognissanti. La nueva fachada fue diseñada y construida bajo la dirección del prestigioso arquitecto Matteo Nigetti, en 1637. Nigetti conservó la espléndida luneta en terracota barnizada, atribuida al escultor florentino Benedetto Buglioni (1459-1521) situada encima de la puerta de entrada. A la izquierda de la Iglesia está el campanario original construido en el siglo XIII.

En el interior, el ábside fue completamente reconstruido y el Altar Mayor se rehizo con distintas clases de pedernal, según el diseño realizado a finales del siglo XVI por el célebre pintor Jacopo Ligozzi. “La Madonna col Bambino e Angeli”, de Giotto (1310 c.) que originariamente adornaba el Altar Mayor, está conservada en la actualidad en el Museo de los Uffizzi. El techo abovedado de la nave ofrece una perspectiva de trepado que podría considerarse como la más importante de esas características existente en las iglesias de Florencia. El techo lo afrescó Giuseppe Romei, en 1769, aprox., con su magnífica “Gloria di San Francesco d’ Assisi”. “La Madonna della Misercordia e della Pietà” (1472 c.) es una obra conjunta de los hermanos Domenico y Davide Ghirlandaio. El bellísimo fresco está situado encima del altar de la Capilla Vespucci. En él están presentes distintos miembros de la familia Vespucci, quienes tenían una especial devoción por esta Iglesia y habían sido siempre unos de sus principales benefactores. Bajo la protección de la Madonna, se puede identificar al adolescente Amerigo Vespucci. La siguiente capilla alberga “La Madonna in Trono” (1565) de Santi di Tito. En la Capilla contigua se conserva “Il Martirio di S. Andrea”, de Matteo Rosselli (1578-1650). Encima de los confesionarios hay dos fresco maravillosos: “S. Girolamo” de Domenico Ghirlandaio y “S.Agostino nel suo Studio” de Sandro Botticcelli. El genial Sandro Botticcelli (sobrenombre de Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi, Florencia, 1445 – Florencia, 1510) yace bajo una lápida en la segunda capilla del crucero derecho. En la primera capilla a la izquierda se conserva el hábito que llevaba S. Francesco d’Assisi cuando recibió los Sagrados Estigmas, el 29 de Septiembre de 1224,

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mientras ayunaba para honrar al Arcángel S. Miguel en el Monte della Verna, situado en el territorio toscano de Casentino. La Sacristía alberga numerosas obras de arte del Renacimiento temprano. Las principales son: Una “Crucifixión” del pintor y arquitecto toscano Taddeo Gaddi (1300 c.-1366) y otra atribuida a un seguidor de Giotto, así como “La Resurrezione e L’Ascensione” de Agnolo Gaddi, hijo de Taddeo Gaddi.

El Refectorio está situado entre los dos claustros del antiguo Convento. La enorme sala tiene una soberbia puerta de entrada en piedra franca con unos lavamanos incluidos en cada lado de la misma (1479 c.). Las grandes hornacinas abovedadas están ornamentadas con frescos de Giuseppe Romei (1770 c.) que representan episodios bíblicos relacionados con la intensidad de las aguas. Una pared entera del Refectorio está recubierta por una monumental obra maestra de Domenico Ghirlandaio: “ L’Ultima Cena ”. Jesús y los Apóstoles están sentados ante una mesa alargada situada delante de la pared trasera de la habitación. En el centro de la pared hay una gran ventana ojival abierta, por la que se ve una arboleda alegórica del Monte de los Olivos. Jesús está sentado en el centro. A su izquierda está San Juan y, a su derecha, San Pedro. Judas Iscariote aparece separado del resto de los Apóstoles y está sentado enfrente de la mesa. Domenico Ghirlandaio pintó esa escena en distintas ocasiones a lo largo de su vida. Actualmente, solo existen tres de ellas y todas están conservadas en Toscana. La primera, que fue una obra conjunta con su hermano Davide, está fechada en 1476 y está alojada en el Refectorio de la Abadía dei Santi Micheli e Biagio, situada en Passignano sul Trasimeno. La segunda (1480) está en el Refectorio al que estamos haciendo referencia y es algo mayor que las otras dos. La tercera (1486) se alberga en la Iglesia de San Marco en Florencia.

Piazza della Repubblica

La Piazza della Repubblica es la plaza más grande de Florencia. Está situada en una de las zonas más antiguas de la ciudad. La plaza fue la sede del Foro romano y varias calles actualmente adyacentes a la misma: Via degli Strozzi, Via degli Speziali y Via del Corso configuraban el Decumanus Maximus, mientras que Via Roma y Via Calimaia trazaban el Cardus Maximus.En 1861, como continuación a la anexión de Toscana al Reino de Italia, se proyectó la demolición del Mercato Vecchio (Mercado Viejo) que se llevó a cabo en 1870. De esta manera, la Piazza della Repubblica se agrandó considerablemente, aunque para ello hubo que derribar irremediablemente varios monumentos y edificios antiquísimos y notables. Por suerte, la espléndida columna romana emplazada en las proximidades del Mercato Vecchio se pudo salvar y sigue estando expuesta en la plaza. La columna está coronada por la estatua de “L’Abbondanza” (abundancia), esculpida en el siglo XVIII.El elemento dominante de la gran plaza es el impresionante “Arco del Trionfo” que está situado en su parte oeste. El monumento se terminó de construir en 1895. El “Arco del Trionfo” se erigió en honor de la ciudad de Florencia, que fue designada capital del Reino de Italia, entre 1865 y 1871, durante el reinado de Vittorio Emmanuele II. En 1871, Roma pasaría a ser definitivamente la capital de Italia. En 1890, se levantó en Piazza della Repubblica la estatua ecuestre del Rey Vittorio Emmanuele II.

En Piazza della Repubblica y en sus alrededores hay muchos restaurantes, cafés históricos con terraza, así como comercios emblemáticos dedicados a la alta moda y al calzado.

Los Cafés con terraza más prestigiosos situados en Piazza della Repubblica y en la zona son:

- “Cafè Giubbe Rosse” (Piazza della Repubblica, 13-14). Desde los comienzos del siglo XX, ha sido el lugar de reunión de los más célebres literatos, músicos y artistas italianos y extranjeros que residían en Florencia. La tradición continúa. En el mismo se celebran con frecuencia distintas conferencias y actuaciones. Por lo que se dice, “Giubbe Rosse” ofrece los mejores cafés y “cappuccini” de Florencia.- “Café Concerto Paszkowski” (Piazza della Repubblica, 31-35). Se construyó alrededor de 1850. En su momento fue una cervecería emblemática. En la actualidad goza de la consideración de monumento histórico en toda Italia. Paszkowski ofrece en su bellísimo interior y terraza aperitivos, comidas y cenas y una amplia selección de bebidas de primera categoría.- “Café Gilli” (Piazza della Repubblica, 31-35). Procede de la primera mitad del siglo XVIII.El amplísimo Café tiene dos espléndidas salas traseras adornadas con paneles. Gilli tiene fama en toda

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Florencia por sus extraordinarios cócteles. - “Cafè Rivoire (Piazza della Signoria, 5). Este conocidísimo Café/Bistró constituye una parada obligatoria para los italianos y extranjeros que visitan Florencia. Es el lugar ideal para tomar un aperitivo o unos emparedados o para probar su deliciosa pastelería acompañada de un “cappuccino”. Su especialidad es su amplia variedad de pastelería de chocolate.

Los restaurantes más populares y de elevada categoría situados en las cercanías de Piazza della Repubblica:

- “Cantinetta Antinori” ** (Piazza Antinori, 3). Se trata de un encantador restaurante pequeño e informal situado en la planta baja de un maravilloso palacio renacentista. Cuenta una buena cocina florentina tradicional y una variedad de vinos escogidos, procedentes de las renombradas bodegas Antinori.- “Coquinaros” ** (Via delle Oche, 15). Es una trattoria pequeña y muy agradable. Su punto fuerte es su estupenda variedad de pasta hecha en casa. La carta de vinos está compuesta por una buena selección de vinos toscanos.- “Antico Fattore” *** (Via Lambertesca, 1-3). Es una antigua trattoria que data de principios del siglo XX. La carta está compuesta de platos selectos de la cocina tradicional toscana. Los vinos son especialmente buenos.- “Frescobaldi Wine Bar”*** (Via dei Magazzini, 2-4). Es una vinería y restaurante con estilo. Las comidas tienen un aire más casual mientras que las cenas son más bien formales. Ofrece una refinada cocina creativa impresionantemente preparada y servida. Sus vinos proceden de las prestigiosas bodegas Frescobaldi.“Da I Latini”*** (Via dei Palchetti, 6). Se trata de una trattoria popular y muy grande. Está siempre abarrotada de público. Su éxito se debe fundamentalmente a sus exquisitas carnes a la brasa: No omitan su soberbia “bistecca alla fiorentina”. Cuenta asimismo con unos vinos de Chianti dignos de elogio.- “Buca Mario”**** (Piazza degli Ottaviani, 16). Es indispensable conocer esta bodega y restaurante. Conserva su ambientación original florentina y su cocina es tan poco pretenciosa como sobresaliente. Su carta de vinos toscanos es excelente.- “Oliviero”***** (Via delle Terme, 51). Es un restaurante elegante decorado en estilo romántico. Cuenta con una exquisita cocina creativa basada en las raíces locales. Probar sus carnes y pescados es una sugerencia de la que no se debería prescindir. La carta de vinos es de alta categoría.

Clasificación por precios: ** 25/35 euros; *** 35/45 euros; **** 45/55 euros; ***** más de 50 euros.

Selección de tiendas de alta moda, complementos, lencería y de calzado situadas en las proximidades de Piazza della Repubblica.

Ropa/Complementos/Lencería:

- Hermes (Piazza Antinori, 6r)- La Perla (Via della Vigna Nuova, 17-19)- Luisa Via Roma (Via Roma, 19-21)- Raspini (Via Roma, 25-29)- Intimo Tre (Via de Corso, 27)- Matucci (Via del Corso, 71)- Taf (Via Por Santa Maria, 17)- Mandarina Duck (Via Por Santa Maria, 23)

Zapaterías:

- Divarese (Piazza del Duomo, 55)- Bata (Via dei Calzaiouli, 110)- Peppe Peluso (Via del Corso, 5-6- Romano (Via Porta Rossa, 14)

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Museo Marino Marini

La Iglesia de San Pancrazio es actualmente la sede del Museo Marino Marini. Está situada en Piazza San Pancrazio, entre Via della Vigna Nuova y Piazza Santa Maria Novella.

La anterior Iglesia de San Pancrazio ha sido una de las iglesias más antiguas de Florencia. Se erigió en el siglo IX. En el siglo XV se modernizó y se embelleció en estilo renacentista. El eminente arquitecto Leone Battista Alberti – considerado como el genio teórico de la perspectiva matemática - diseñó y edificó la bellísima fachada y el pórtico (1461-1467). Asimismo, construyó en su interior la “Capilla del Santo Sepulcro”, por encargo de la prestigiosa familia Ruccellai, quienes fueron unos de los principales benefactores de su iglesia parroquial.

En 1460, la familia Rucellai emparentaría con la familia Medici, por medio del matrimonio entre Bernardo Rucellai y Lucrezia de Medici, hija de Piero de Medici. En la “Capilla del Santo Sepulcro” está el sarcófago de Giovanni Ruccellai que es una versión renacentista, realizada por Alberti en 1467, del Santo Sepulcro de Jerusalén. En la cercana Via della Vigna Nuova, Leone Battista Alberti había diseñado ya para la familia Rucellai su imponente residencia palaciega (llamada Palazzo Ruccellai) que se construyó entre 1447 y 1470.

Desde 1988, la Iglesia de San Pancrazio alberga el Museo Marino Marini que está dedicado por entero a las obras creadas por Marino Marini, uno de los más célebres escultores europeos del siglo XX. El artista toscano es especialmente famoso por sus numerosas esculturas de bronce, madera, piedra y terracota de caballos, jinetes, guerreros y Pomonas, la deidad etrusca símbolo de la fertilidad de la tierra. Marini creó también una larga colección de bustos sobresalientes, grupos escultóricos, dibujos, grabados y pinturas. El Museo cuenta con 180 obras importantes de Marini que fueron donadas a Florencia por él mismo y, tras su muerte, acaecida el 6 de Agosto de 1980, por su viuda, Mercedes Pedrazzini. La colección está formada por esculturas, dibujos y grabados. Las obras de arte están más bien catalogadas por argumento que por orden cronológico.

Marino Marini utilizó una gran variedad de elementos para expresar sentimientos y sensaciones a través del color y de la forma, que está inspirada fundamentalmente en la sencillez arcaica de las tempranas figuras chinas y en las esculturas etruscas y greco-romanas. La gama de colores es intensa y los argumentos están relacionados sobre todo con el caballo, los jinetes y las sensuales Pomonas. Los retratos están dedicados en su mayoría a ilustres personalidades artísticas del siglo XX.

Para albergar el Museo, la iglesia fue objeto de una radical rehabilitación interior, proyectada y dirigida por los arquitectos Bruno Sacchi y Lorenzo Papi. El espacio interior quedó abierto y dispuesto en niveles diferentes con paseos, corredores, tarimas, escaleras y galerías. La importancia de la luz fue el primer objetivo que se propusieron los arquitectos. Marini solía hablar sobre ese factor determinante que contribuía de manera decisiva a crear empatía con sus obras.

Via Dei Tornabuoni

Via de’ Tornabuoni va desde la parte norte del río Arno hasta la Piazza della Repubblica, la plaza mayor de Florencia en tiempos de la civilización romana y, consecuentemente, el foro de la ciudad. La célebre calle de alta moda de la capital de Toscana toma su nombre de la familia Tornabuoni, una de las casas florentinas más antiguas y de mayor prestigio social que, en 1444, emparentó políticamente con la familia Medici.

Podría decirse que quizás los dos miembros más interesantes de la familia Tornabuoni fueron dos mujeres:

La primera fue Lucrezia Tornabuoni, una mujer notable conocida por su habilidad política y por su inclinación literaria, quien contrajo matrimonio con Piero de Medici, hijo de Cosimo de Medici, cuando

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contaba con diecinueve años. Alrededor de 1480, Agnolo Poliziano (1454-1494) poeta, humanista académico y uno de los gramáticos más prestigiosos de esa época, escribió acerca de los “laudi” (himnos poéticos escritos para el canto), sonetos y “trianari” (poemas narrativos en tercetos) compuestos por Lucrezia Tornabuoni en lengua vernácula. Una parte de esos poemas se publicaron antes de su muerte, acaecida entorno a 1482. Más tarde, se publicaría una antología de 49 cartas, escritas entre 1446 y 1448, aprox.

La segunda fue la aristócrata Giovanna degli Albizi, celebrada por su belleza celestial, quien se casó con Lorenzo Tornabuoni, primo de Lorenzo El Magnífico, a los diecisiete años. La boda tuvo lugar en la Catedral de Santa Maria del Fiore, el 15 de Junio de 1486, y la historiografía florentina la menciona como uno de los acontecimientos más fastuosos de su tiempo. La alianza se le entregó en presencia del Duque del Infantado, Grande de España, Embajador ante la Santa Sede, en representación de Felipe I, Rey de España. Giovanna degli Albizi murió en 1488 y recibió sepultura en la Basilica di Santa Maria Novella, en la Capilla Tornabuoni. Domenico Ghirlandaio la inmortalizaría en las paredes de Capilla. Se puede identificar a Giovanna, junto a Lucrezia Tornabuoni, en la escena de la “Visitación” (1490 aprox.) que es uno de los episodios del ciclo de frescos que describen la vida de San Juan Bautista. Dos años antes, Giovanna ya había sido la protagonista del maravilloso retrato de Domenico Ghirlandaio: “Giovanna degli Albizi Tornabuoni”. Una obra maestra que se conserva en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Entorno a 1486, Sandro Botticelli había incluido a Giovanna degli Albizi, como Venus, en su fresco: “Venus y las Gracias ofrecen dones a un hombre joven”. La obra está expuesta en el Museo del Louvre de Paris.

De esta forma, la calle más elegante de Florencia, dedicada fundamentalmente a albergar establecimientos comerciales de alta costura y joyería italiana y extranjera, no está dedicada solamente a la poderosa familia Tornabuoni sino que, azarosamente, rinde homenaje a esas dos espléndidas mujeres que formaron parte de dicha casa.

La larga Via de’ Tornabuoni y sus calles vecinas albergan, asimismo, algunos Hoteles de alta categoría, cafés y restaurantes selectos, todos ellos en el interior de magníficos palacios renacentistas, así como el exclusivo Jockey Club.

Los diseñadores italianos y extranjeros, cuyas firmas se encuentran en el bellísimo marco arquitectónico de Via de’ Tornabuoni, son:

- Salvatore Ferragamo, con su tienda y sobresaliente Museo (de entrada libre), ocupa por completo el Palazzo Spini Feroni, del siglo XIII, situado en Via Tornabuoni, nº 2-14, esquina con Piazza Trinità.- Gianni Versace (nº 13-15)- Max Mara (nº 22)- Tiffany (nº 25)- Yves Saint Laurent (nº 29)- Cartier (nº 40)- Christian Dior (nº 48)- Prada para mujeres (nº 53) y Prada para hombres, en el nº 67.- Bulgari (nº 61-63)- Bucellati (nº 71)- Gucci (nº 73)- Giorgio Armani (nº 81)- Roberto Cavalli (nº 83)- Pomellato (nº 89-91)- Tod’s (nº103)

En Via della Vigna Nuova, perpendicular a Via de’ Tornabuoni y paralela a Via degli Strozzi, se encuentran BP Studio (nº 15) y Dolce & Gabanna (nº 27). En la adyacente Piazza Strozzi está el Emporio Armani (nº 16).

Parco Le Cascine

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El Parque delle Cascine es el parque público más grande de Florencia (más de 118 H.) El parque está formado por una porción de tierra estrecha y larga situada entre el río Arno y el más pequeño río Mugnone. La entrada principal se encuentra en Piazza Vittorio Veneto.

Alessandro de Medici, primer Duque de Florencia, compró la parte central de una antigua propiedad agrícola en 1530, aprox. Encargó la construcción de una granja y dispuso el terreno para dedicarlo, progresivamente, a criar ganado vacuno. Asimismo, Alessandro de Medici encargó la construcción de un largo bulevar con la parte central flanqueada de pinos. Tras su muerte, acaecida en 1537, Cosimo I de Medici, primer Gran Duque de Toscana, expandió el área existente mediante la adquisición de todo aquel territorio agrícola y lo convirtió en un enorme parque arbolado destinado a uso particular de la familia Medici y de sus descendientes. Consecuentemente, se trazaron otros bulevares y avenidas rodeadas de parterres y el terreno se cubrió de encinares, robledales, así como de pinos, arces y olmos.

En 1737, cuando falleció el último descendiente de la casa de los Medici, Giangastone de Medici, el Parque delle Cascine pasó a ser propiedad de los nuevos Grandes Duques de Toscana, los Habsburgo-Lorena, quienes lo cedieron para el disfrute de los ciudadanos.

En 1787, Lepoldo I de Habsburgo Lorena, Gran Duque de Toscana, encargó a eminente arquitecto florentino, Giuseppe Manetti, la transformación de la antigua granja en una mansión palaciega. Los soportales de la mansión están ornamentados con espléndidos medallones con cabezas de toro. El arquitecto acometió también la reorganización del Parque delle Cascine y fue designado, asimismo, responsable de la organización de los festejos y eventos sociales que habrían de llevarse a cabo allí. Las celebraciones dirigidas por Manetti en 1791, con motivo de la coronación de Fernando III, Archiduque de Austria, como Gran Duque de Toscana - quien nació y falleció en Florencia – fueron tan fabulosas que están documentadas detalladamente en la historiografía de la capital de Toscana. La mansión palaciega se utilizaría fundamentalmente para las fiestas y las recepciones organizadas para los miembros de la corte del Gran Duque.

Desde la última década del siglo XVIII y durante el siglo XIX, el Parque delle Cascine se agrandó gradualmente y continuó embelleciéndose con nuevos bulevares, plazas y avenidas, así como una serie de pequeños monumentos de estilo neoclásico: Fuentes, estructuras de descanso para los jardineros, modeladas como templos diminutos, bancos refinados y otros elementos decorativos. La fuente más célebre es una bellísima y de forma piramidal conocida como la “Fonte di Narciso”. En otoño de 1819, el brillante poeta inglés Percival Bysshe Shelley (Co. Sussex, Agosto de 1792 – Roma, Julio de 1822) escribió cerca de la fuente la notable Oda al Viento del Oeste. Una lápida grabada con algunos de los versos está incluida en la base de la fuente para conmemorar el hecho. Desde entonces, la fuente se llama Narciso. En 1867, las autoridades municipales florentinas decidieron abrir un Café Restaurante en el Piazzale delle Cascine (la plaza más grande del Parque). En 1868, se inauguró “Doney”. En 1906, unos años antes de que “Doney” cerrara definitivamente, varias de las habitaciones situadas en la primera planta del mismo se cedieron a una sociedad que fundó la primera Escuela de Agricultura para Mujeres. Algunos años después, la mencionada Escuela se trasladó a un edificio emplazado en Via delle Cascine. Hoy en día es la sede del Istituto Agronomico per l’Oltremare (Instituto de Agronomía de Ultramar).

En 1914, por iniciativa de las autoridades florentinas se trasladó al edificio del antiguo Café Restaurante el Instituto Forestal de Vallombrosa, tras la oportuna rehabilitación del edificio y su expansión mediante la construcción de dos naves laterales. En 1924, después de levantar nuevos edificios y de reconvertir las dos naves laterales en salas de estudio y laboratorios, el Instituto Forestal de Vallombrosa, obtuvo el reconocimiento académico de Regio Istituto Superiore Agrario e Forestale. Actualmente, es la Facultad de Agronomía de la Università degli Studi de Florencia.

El Parque delle Cascine es probablemente el parque preferido de los florentinos para pasear, merendar y disfrutar del clima agradable de la capital. En su mayoría, lo frecuentan las familias con niños, parejas de pensionistas, gente joven, así como deportistas: corredores, ciclistas y jinetes que salen a cabalgar por la amplia avenida diseñada para tal fin. El conocido Hipódromo delle Muline está a poca distancia del Parque.

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En la zona este del Parque hay una gran piscina abierta para el verano. En la zona oeste hay un auditorio abierto en el que, en verano, tienen lugar habitualmente representaciones de danza y conciertos. También hay una cancha de baloncesto muy apreciada por los florentinos. Resulta muy interesante presenciar los partidos amateur que se llevan a cabo los sábados por la tarde.

El Día de la Ascensión se celebra en el Parque una antigua tradición florentina: “El Festival de Criquet”. La tradición consiste en que la pelota de críquet se sitúe a los pies de la joven elegida. Una leyenda popular dice que el hombre que lo consigue se casa con ella. Los partidos amateur de críquet son habituales en el Parque delle Cascine. De hecho, hay varios buenos stands en los que se venden juegos completos de críquet.

Relativamente cerca del Piazzale delle Cascine se encuentra el peculiar sepulcro de un príncipe hindú que falleció en Florencia. De acuerdo con la religión que profesaba está enterrado en la confluencia de dos ríos: el Arno y el Mugnone.

El Parque delle Cascine abre diariamente de 8 a 18 horas (otoño e invierno) y de 7 a 21 horas (primavera y verano).

El Mercado delle Cascine

Todos los martes, de 8 a 14 horas, está disponible el mayor mercado al aire libre de Florencia. En ese mercado encantador se puede comprar cualquier cosa imaginable. Desde flores, frutas y verduras hasta productos de charcutería y mantequería; objetos para la casa; ropa; accesorios; zapatos; bisutería; antigüedades y un larguísimo etcétera.

El Casco Antiguo – Florencia Norte

Esta zona de Florencia se desarrolló durante el Gobierno de Cosme el Viejo que fue el primer grande de la Familia de los Medici. Este hombre fundador de su dinastía gobernó Florencia inteligentemente sin jamás recurrir a la amenaza o a la violencia. Cosme era también un gran mecenas y quería que Florencia tuviera edificios, monumento e iglesias que pudieran durar en los siglos. Cosme se rodeó de los grandes arquitectos de su tiempo y les encargo algunas de las obras más bonitas de Florencia como las iglesias de San Lorenzo y de San Marco así el Palazzo Medici Riccardi que fue la residencia de los Medici hasta la construcción de Palazzo Pitti al otro lado del río Arno.

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LA BASILICA DI SAN LORENZO

La Basílica de San Lorenzo es la iglesia y el corazón del monumental complejo arquitectónico de culto de Florencia. El complejo arquitectónico incluye asimismo las Cappelle Medicee (Capillas de los Medici) y la Biblioteca Mediceo-Laurenziana. Está situado en Piazza San Lorenzo, en las proximidades del Mercato di San Lorenzo, el mercado más conocido e importante de Florencia. En la Plaza de San Lorenzo, cerca de la entrada de la Basílica, se encuentra el magnífico monumento dedicado a Giovanni delle Bande Nere, padre de Cosimo I de Medici, primer Gran Duque de Toscana. La estatua es obra del eminente escultor florentino Baccio Bandinelli (1540).

En el año 393, San Ambrosio consagró la Basílica de San Lorenzo. En aquellos tiempos la iglesia se encontraba en los extramuros de Florencia. En la antigüedad la Basílica fue la Catedral de Florencia hasta que, hacia los años 420-430, el Obispado se trasladó a la Iglesia de Santa Reparata, para honrar a la santa que dio nombre a la iglesia. De Santa Reparata se dice que facilitó la victoria de las tropas del ya cristiano Emperador Flavio Augusto Honorio contra el ejército de Radagaiso, Rey de los Ostrogodos, en el transcurso de la batalla librada alrededor del año 405.

Hacia 1060, la Basílica de San Lorenzo fue reconstruida en estilo románico.En 1419, Giovanni de Bicci de Medici encargó su reconstrucción en estilo renacentista al gran arquitecto y escultor florentino Filippo Brunelleschi (1377-1446). Desde entonces y hasta la extinción de la dinastía Medici, la Basílica fue la iglesia parroquial de la más notable y poderosa familia de Florencia.

Brunelleschi empezó su carrera artística como orfebre. En 1404, comenzó a trabajar como arquitecto en la construcción del Duomo (Catedral) de Florencia y su gran labor con la espectacular cúpula, diseñada y construida sin andamiaje, le situó por su creatividad y su dominio de las matemáticas entre los máximos arquitectos y, evidentemente, ingenieros de su época, estando considerado por los expertos como el padre de la Arquitectura del Renacimiento.

Alrededor de 1430, las obras de la Basílica de San Lorenzo estaban aún inconclusas.En 1459, (trece años después del fallecimiento de Brunelleschi) salvo las capillas situadas junto a la nave lateral derecha, la obras estaban prácticamente acabadas. Justo a tiempo para que el Papa Pio II hiciera una breve visita a la Basílica con motivo de su viaje a Florencia.

En 1518, el Papa León X (nacido Giovanni de Lorenzo de Medici, segundo hijo de Lorenzo El Magnífico) encargó a Miguel Ángel el diseño de la fachada que nunca llegó a completarse, por lo que desde el exterior se observa su inacabado. Miguel Ángel diseñó también la parte interior de la fachada que está compuesta de tres puertas situadas entre dos pilares espléndidamente ornamentados con guirnaldas de hojas de roble y de laurel y una balconada apoyada en dos columnas corintias.

La larguísima nave de crucero rectangular de la Basílica de San Lorenzo está separada de las dos naves laterales por columnas con capiteles corintios de color oscuro en piedra franca. La planta de la Basílica está coronada por un falso techo de madera con rosetas artesonadas. Una larga serie de importantes obras de arte y obras maestras adornan su interior. Entre ellas: dos púlpitos de bronce de Donatello (1463-1466); un exquisito tabernáculo de mármol, obra de Desiderio da Settignano (1460 c.); “La Anunciación” de Fra Filippo Lippi (1440 c.); “El Martirio de San Lorenzo” de Agnolo Bronzino (1539 c.) y “Los Esponsales de la Virgen” de Rosso Fiorentino (1529). El gran crucifijo de madera que se conserva en la capilla al sur del crucero derecho es de Antonio del Pollaiuolo (1460-1470 c.). El espléndido fresco de estilo figurativo, llamado “San José y Jesús Niño en la Ebanistería”, es obra del célebre pintor milanés Pietro Annigoni (1910-1988). Se trata, probablemente, de la única obra maestra contemporánea hasta ahora expuesta en una iglesia histórica de Florencia.

Junto al Altar Mayor está enterrado Cosimo El Viejo, fundador de la dinastía Medici. La tumba, excavada en el suelo, está cubierta solo por una lápida de piedra, de acuerdo con la sencillez expresada en su última voluntad. En el interior de la Basílica están enterrados también: Donatello (fallecido en 1466), quien probablemente fuera el máximo escultor del Renacimiento temprano. El sepulcro se encuentra en el crucero norte. En el crucero sur: Bernardo Cennini (fallecido en 1498). Orfebre, escultor e impresor

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florentino que, en 1471, imprimió el incunable “In tria Virgilli Opera Expositio”, un ensayo sobre la obra de Virgilio escrito por el gramático romano Mauro Servio Honorato (finales del siglo IV de nuestra era). Este fue el primer libro que se imprimió en Florencia mediante la técnica inventada por Johannes Gutenberg en 1449, cuyo procedimiento sería investigado minuciosamente por Cennini. En el crucero sur: Francesco Landini (fallecido en 1397), célebre compositor y organista, además de Maestro de Capilla de la Basílica. En el crucero norte: Niccoló Martelli (fallecido en 1555), prestigioso gramático y poeta florentino, fundador de la Accademia Fiorentina en 1541.

Las mundialmente famosas Cappelle Medicee (Capillas de los Medici) son en sí mismas las cámaras funerarias de los miembros principales de dicha familia, desde mediados del siglo XV hasta el siglo XVIII inclusive. Las Capillas de los Medici constituyen un museo exclusivo situado en el interior del complejo arquitectónico religioso.

Brunelleschi diseñó y construyó también la Sagrestia Vecchia (Antigua Sacristía) entre 1419 y 1428, que es la estructura más antigua del complejo arquitectónico. Está situada al fondo del crucero izquierdo. La Antigua Sacristía se compone de cuatro salas cuadradas, un pequeño ábside con el altar y dos capillas pequeñas a cada lado. Las salas están cubiertas por una cúpula y el ábside se extiende hasta uno de los muros.Entre 1435 y 1443, Donatello modeló en los medallones y en las lunetas de la Antigua Sacristía una serie de escenas impresionantes de la vida de San Juan Evangelista, así como los retratos de los Cuatro Evangelistas. Además, diseñó las puertas de bronce y realizó los relieves estucados que las ornamentan. Una de las salas contiene el delicado sarcófago de los gemelos recién nacidos Piero y Giovanni de Medici -hijos de Lorenzo el Magnífico- , obra de Andrea del Verrocchio (1472). En la sala más grande se encuentra el imponente sepulcro de mármol de Giovanni de Bicci de Medici (fallecido en 1429) y de su esposa, Piccarda Bueri, obra de Andrea di Lazzaro Cavalcanti, con la ayuda de sus asistentes, a partir del diseño realizado por Donatello entre 1429 y 1433.

La Sagrestia Nuova (Sacristía Nueva) está situada en el crucero derecho, frente a la Vecchia Sagrestia. Esta sacristía es, fundamentalmente, la cámara funeraria de Lorenzo de Medici, llamado El Magnífico, y de algunos miembros directos de su familia: Giuliano de Medici, hermano de Lorenzo; el Duque de Nemours, hijo de Lorenzo, y el Duque de Urbino, nieto de Lorenzo. Miguel Ángel realizó el proyecto de la Sacristía Nueva y diseñó, asimismo, los monumentos funerarios de los referidos miembros de la familia Medici, por encargo del Papa Clemente VII (nacido Giulio de Medici). Entre 1521 y 1534, el propio Miguel Ángel dirigió las obras. Después, se ausentó de Florencia por un largo período de tiempo y las mismas quedaron inacabadas hasta cerca de la segunda mitad del siglo XVI. Tanto el trabajo arquitectónico como el escultórico de la Sacristía están considerados como obras maestras del manierismo temprano. A modo de ejemplo, citamos la parte final del techo que está coronada por una extraordinaria cúpula artesonada. Cada una de las estatuas situadas en los diferentes sepulcros simboliza las características personales de los respectivos destinatarios. Las alegorías del Alba y el Crepúsculo y las de la Noche y el Día, están situadas en ese orden sobre los sepulcros del Duque de Nemours y del Duque de Urbino. Realizó también las estatuas que representan a Lorenzo y a Giuliano de Medici, cuyos sarcófagos, lamentablemente, están inacabados. Sobre esos dos últimos sarcófagos se encuentran además el grupo escultórico de “La Virgen y el Niño”, flanqueado por las estatuas dedicadas a San Cosme y a San Damián, obra conjunta de Giovannangelo da Montorsoli y Baccio di Montelupo, ambos discípulos de Miguel Ángel.

El Papa Clemente VII encargó también a Miguel Ángel el proyecto y la construcción de la Biblioteca Medicea-Laurenziana, cuya perfección y asombrosa belleza han hecho que nunca se haya alterado ni el más mínimo detalle. La colección de libros, compuesta en su mayoría por valiosos códices, la inició Cosimo El Viejo. Más tarde, su hijo Piero de Medici y, seguidamente, su nieto Lorenzo El Magnífico y los siguientes grandes exponentes de la familia Medici, aumentarían considerablemente la colección a lo largo de los siglos. Miguel Ángel comenzó las obras en 1524, pero no pudo acabarlas. El diseño de la Biblioteca es de una grandeza única. Todos y cada uno de los elementos decorativos están estrechamente vinculados al diseño arquitectónico. Las obras las concluyeron los alumnos más brillantes de Miguel Ángel, como Giorgio Vasari y Bartolommeo Ammanati. La Biblioteca Medicea-Laurenziana debido a su extraordinaria colección de códices y manuscritos está considerada como la más importante

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de Italia en su género. Una magnífica escalinata en piedra franca, que parte de un espléndido vestíbulo manierista, conduce a la Biblioteca. Miguel Ángel diseñó también los escritorios y el impresionante techo de la Biblioteca. La entrada está situada a la izquierda del complejo arquitectónico religioso de los Medici, junto a la de la Sacristía Nueva, colindante al espectacular claustro ajardinado de la Basílica, reconstruido en 1460 por obra del célebre arquitecto toscano Antonio di Tuccio Manetti, a partir del proyecto que realizó Brunelleschi.

En 1602, Ferdinando I de Medici, Gran Duque de Toscana, encargó al eminente arquitecto Matteo Nigetti el proyecto de la Cappella dei Principi (Capilla de los Príncipes), a partir del diseño de su hermano, Don Giovanni de Medici. La entrada está situada en la Piazza della Madonna degli Aldobrandini, en la fachada posterior del inmenso complejo arquitectónico.

La Cappella dei Principi es la más suntuosa de las Capillas de los Medici. La primera estructura es una gran cripta. Allí están enterrados, en sepulcros colosales, los Grandes Duques de Toscana, pertenecientes a la dinastía Medici, con sus respectivas esposas y vástagos.La otra cripta, situada bajo la anterior, fue construida por encargo de la familia Habsburgo-Lorena, Grandes Duques de Toscana entre 1736 y 1800 y entre 1814 y 1860, para enterrar los restos de los exponentes de su dinastía en Toscana. Ahí descansan cuarenta y nueve cuerpos, incluidos los de las respectivas esposas y descendientes.

En 1743, tuvo lugar en la Cappella dei Principi el último enterramiento. Fue el de la Princesa Anna María Ludovica de Medici, última descendiente directa de la dinastía Medici.

Las obras de la Capilla de los Príncipes comenzaron en 1602. Inicialmente, estuvieron dirigidas por Matteo Nigetti (1570 c.-1648) con la colaboración del célebre arquitecto, pintor, escultor y escenógrafo Bernardo Buontalenti (1536-1608), quien realizó el proyecto de la primera cripta y el de la espectacular cúpula de la Capilla, de características similares al proyecto de Brunelleschi para la cúpula de la Catedral de Florencia. Las obras del impresionante Mausoleo duraron más de cien años. En ellas, se involucraron los principales arquitectos, artistas, pintores y escultores de los correspondientes períodos.La enorme planta octogonal está completamente incrustada de piedras semipreciosas y de mármoles valiosísimos, procedentes del “Opificio delle Pietre Dure” (taller de piedras semipreciosas), fundado en 1604, por Ferdinando I de Medici, y que actualmente es un museo magnífico, además de ser la sede de la Facultad de Técnicas de Restauración más célebre del mundo, perteneciente a la Academia de Bellas Artes de Florencia.

Las tumbas imponentes de seis de los Grandes Duques de Toscana de la dinastía Medici están situadas en las paredes. El artista toscano Pietro Tacca (1577-1640), que está considerado como el escultor más importante del período Barroco en Italia, realizó las estatuas de bronce sobredorado que ornamentan, respectivamente, los sepulcros de Ferdinando I y Cosimo II de Medici. Bajo las tumbas están tallados el escudo de armas de los Medici y los emblemas de dieciséis ciudades de Toscana. Todos ellos con incrustaciones de piedras semipreciosas, obra del propio Matteo Nigetti.

En 1740, los prestigiosos arquitectos y escultores Ferdinando y Giuseppe Ruggieri acabaron la estructura superior de la Capilla de los Príncipes. Asimismo, diseñaron las exquisitas ventanas en forma de campana y los pilares situados en las esquinas. Hacia el mismo año, se finalizó también la construcción del hermoso campanario del complejo arquitectónico, proyectado y dirigido por Ferdinando Ruggieri. El célebre pintor toscano Pietro Benvenuti (1769-1844) realizó, entre 1823 y 1837, los frescos que adornan el interior de la grandiosa cúpula de la Cappella dei Principi, con representaciones de episodios del Antiguo y del Nuevo Testamento.

La Basílica de San Lorenzo está abierta para visitas de lunes a sábado, desde las 10 hasta las 17 horas.El precio de la entrada es de: 2,50 euros.

La Biblioteca Medicea-Laurenziana está abierta de lunes a sábado, desde las 9 hasta las 13 horas.

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Las Capillas de los Medici están abiertas todos los días, desde las 8,15 hasta las 16,50 horas, excepto el primer, tercer y quinto lunes y el segundo y cuarto domingo del mes.

El precio de la entrada es de: 6 euros.

Mercado San Lorenzo

El mercado de san Lorenzo es unos de los lugares preferidos por los turistas que visitan Florencia para comprar souvenir típicos o objetos de piel. Este lugar es testimonio histórico de la eterna Florencia Mercantil y para comprar objetos es importante saber regatear. Un paseo por el mercado y por las callejuelas del barrio querido por Cosme I tiene que incluirse en la visita de Florencia.

Florencia Iglesia San Marco,

El convento de San Marco se fundó en el siglo XIII y se amplió en 1437 al trasladarse allí los monjes del monasterio de Fiesole. El monasterio, como la mayoría de las obras en esta parte de la Ciudad fue querido por Cosme el Viejo que atraves de su arquitecto Michelozzo restauro todo el Convento. En el Convento se conservan en las celdas de los monjes estupendos frescos. Para mayores informaciones visitar la web oficial del museo de San Marco http://www.firenzemusei.it/sanmarco/index.html

Florencia Palazzo Pucci

El Palazzo Pucci está situado en Via dei Pucci, 6, junto a Via Cavour, que conduce a la Piazza di San Marco.

El proyecto para la construcción del magnífico palacio lo encargó la familia Pucci, en la segunda mitad del siglo XVI, al célebre arquitecto y escultor manierista toscano Bartolommeo Ammannati (1511-1592).Como escultor, su estilo denota la gran influencia ejercida por el arte del genial Miguel Ángel.

En 1557, antes de regresar a Florencia, Ammanatti había colaborado en Roma con dos de los máximos exponentes de la arquitectura de su tiempo en la construcción de la villa del Papa Julio III: Giacomo da Vignola (1507-1573, quien fuera el arquitecto favorito del Papa) y Giorgio Vasari (1511-1574, arquitecto, pintor, experto en arte y escritor). Vasari regresó a Florencia en 1547 y se vinculó profesionalmente hasta el final de sus días a Cosimo I de Medici, Gran Duque de Toscana. En Roma, Ammanatti realizó además los proyectos para la construcción del Palacio Ruspoli y el claustro del Collegio Romano. Cuando volvió a Florencia, Cosimo I de Medici le nombró arquitecto de la Casa del Gran Duque. Ammanati proyectó y condujo las obras del Ponte di Santa Trinità, un puente espléndido que cruza las aguas del río Arno, así como algunas de las fuentes más importantes de Florencia, siendo la más célebre la de “Neptuno”, emplazada en Piazza della Signoria. Además del Palazzo Pucci, diseñó la fachada del Palazzo Pitti, el Palazzo Guigni y el claustro de la Iglesia dello Santo Spirito.

Al finalizarse las obras del palacio, la familia Pucci se trasladó definitivamente a vivir en él.A lo largo de los siglos, el Palazzo Pucci fue restaurado en varias ocasiones, pero su cuerpo central conserva todavía el sobresaliente buen hacer arquitectónico de Bartolommeo Ammanati: Los suelos originales de piedra de la planta baja; la fabulosa gran ventana central; el blasón de la familia con el cápelo cardenalicio y los mascarones situados sobre el tímpano abierto de las ventanas de la segunda planta. Desde la entrada principal, a través de una antigua y ornamentada verja de hierro forjado, se accede al bellísimo patio que, al igual que la planta baja, puede visitarse hoy en día.

La familia Pucci, de antiguo linaje toscano, conoció muchos siglos de fama y poder debido, fundamentalmente, a sus actividades bancarias y comerciales, así como por su proximidad al gobierno de Toscana. Desde el Renacimiento temprano, siguiendo la tradición comenzada por Puccio Pucci, la familia fue conocida también por estar incluida entre las que ejercieron con mayor dedicación el mecenazgo de las artes. Por ejemplo, el patronazgo de Sandro Botticcelli es especialmente conocido. En 1483, en ocasión del matrimonio de Giannozzo Pucci y Lucrezia Bindi, Antonio Pucci encargó a

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Botticcelli un ciclo de cuatro tablas (considerado como una de las obras maestras del último periodo del artista) que representan la historia de “Nastagio degli Onesti”, del “Decamerón” de Giovanni Boccaccio. Las tres primeras tablas las pintó Botticcelli junto a algunos miembros de su taller. La cuarta es una creación de Sandro Botticelli con la colaboración de Bartolomeo di Giovanni, un célebre pintor toscano que había sido alumno y asistente del genial Domenico Ghirlandaio. Como era habitual, el mecenas y otras personalidades destacadas de su entorno social fueron retratados también en las tablas. Antonio Pucci, el padre de Giannozzo, aparece en la tercera tabla. En la cuarta, además de otros personajes florentinos y de sus respectivos escudos de armas, está reproducido - en la parte central de la tabla – el escudo de armas de los Medici. Al parecer, fue Lorenzo de Medici quien planeó esa boda.Las tablas pertenecieron a la familia Pucci hasta 1868.

Las tres primeras tablas las adquirió, alrededor de 1927, el político y economista español Francesc Cambó i Batlle (Gerona, 1876 – Buenos Aires, 1946). En 1941, Cambó se trasladó a residir a Buenos Aires y donó al Estado español dichas tablas, además de otras pinturas del Renacimiento italiano procedentes de su magnífica colección particular. Las tablas de Botticelli quedaron albergadas en el Museo del Prado de Madrid. Se conservan en la Sala 49. La cuarta tabla, que se expuso en Florencia en el año 2004, con motivo de una exposición temporal que tuvo lugar en el Palazzo Strozzi, la había adquirido Emilio Pucci en una subasta, en 1960. Actualmente, se conserva en una colección privada.

No obstante la amistad y la alianza política existente entre la familia Pucci y los Medici, Pandolfo Pucci (nacido en 1506) fue acusado de un acto de traición contra Cosimo I de Medici y fue condenado a morir en la horca, en 1560, en el Palazzo Bargello que, en aquella época, era una de las cárceles más temidas de Florencia, tristemente célebre por sus implacables métodos de tortura. Más tarde, cuando el Gran Duque de Toscana restableció las relaciones con la familia Pucci, Niccolò Pucci recuperó el palacio y su valioso contenido.

En el siglo XX, el descendiente más célebre de esa noble familia ha sido Emilio Pucci, Marqués de Barsento.Emilio Pucci, quien nació en Nápoles, el 20 de Noviembre de 1914 y falleció en Florencia, el 29 de Noviembre de 1992, fue un famoso diseñador italiano y político.

Emilio Pucci se crió en Palazzo Pucci. A los 18 años se matriculó en la Universidad de Milán (1933-35). En 1935, se marchó a estudiar a los EEUU. Frecuentó la Universidad de Georgia (1935-36) y el “Reed Collage” de Portland (1936-37). En 1941, en el transcurso de su participación como piloto de caza bombardero de la Aviación italiana, se licenció en Arte por la Universidad de Florencia.En 1947, cuando estaba esquiando en St. Moritz un fotógrafo de moda de la célebre revista “Harper’s Bazaar” tomó unas instantáneas suyas. Cuando la revista publicó que Emilio Pucci había diseñado el glamoroso traje de esquí que llevaba en Suiza, diversas firmas de moda norteamericanas se pusieron inmediatamente en contacto con él. De esta casualidad, surgió su carrera de diseñador.

En 1947, instaló su taller en el Palazzo Pucci y, en 1950, presentó su primera colección en Francia.Poco después, Pucci abrió showrooms en Florencia, Capri, Milán y Roma e instaló una tienda exclusiva en Nueva York. Seguidamente, la marca Pucci ya estaba presente en las ciudades más importantes del mundo, impresa en sus complementos, zapatos, maletas, ropa, trajes de baño, pijamas, ropa interior femenina, perfumes y un largo etcétera, en calidad de uno de los representantes más elegantes y cotizados de la moda italiana.

Sus prendas de alta costura se incluyeron rápidamente entre las favoritas de un gran número de mujeres famosas: la Princesa Grace de Mónaco, Jacqueline Kennedy, Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Marilyn Monroe y otras muchas, a quienes Emilio Pucci recibía personalmente en su magnífico palacio manierista de Florencia.

En 1965, Emilio Pucci fue elegido miembro del Parlamento italiano. En el mismo período recibió el encargo por parte de Braniff International Airways de diseñar los uniformes de las azafatas, pilotos y personal de tierra de dicha compañía aérea. Pucci aceptó y mantuvo el cargo hasta 1977.

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Tras su muerte, Laudomia Pucci continuó diseñando las colecciones de su padre. En el año 2000, el grupo Luois Vuitton-Moet-Henessy adquirió el 63% del capital de la sociedad de moda toscana y Laudomia Pucci pasó a ocupar el puesto de Directora de Imagen. Desde 2006, el Director Artístico es Matthew Williamson, quien ha relevado a Christian Lacroix que ocupó dicho cargo desde 2002 hasta 2005.

Actualmente, hay 29 boutiques Emilio Pucci abiertas en todo el mundo, desde Paris a Moscú y desde Palm Beach hasta Bangkok.

En la antigua bodega del Palazzo Pucci se encuentra ahora uno de los restaurantes más atractivos y entrañables de esa zona exclusiva de Florencia: “Il Ritrovo”. Como es natural, no tiene ventanas a la calle, pero sí una amplia entrada que conduce al encantador comedor subterráneo con techos abovedados y amueblado con mesas rurales toscanas de madera y sillas de enea y decorado con velas y ramilletes de flores. Sus especialidades son una deliciosa variedad de pastas hechas a mano, servidas con salsa natural de la casa, y un delicado surtido de postres con chocolate.

Para mayores informaciones acerca de la tienda de Pucci visitar la web oficial: http://www.emiliopucci.com

Palazzo Medici Riccardi,

El Palacio Medici Riccardi está situado en Via Cavour, 1 (antes Via Larga) en las proximidades de la Iglesia de San Lorenzo. Este palacio no sólo es uno de los más importantes de Florencia, sino que representa el paradigma de la armonía alcanzada mediante la unión de la arquitectura del Renacimiento temprano con la del Barroco tardío.

La construcción del palacio se llevó a cabo entre 1444 c. y 1460. El escultor y arquitecto florentino Michelozzo Michelozzi (1396-1472) diseñó el proyecto. En aquel período histórico, Michelozzo era el arquitecto de confianza de Cosimo I El Viejo y demás miembros de la familia Medici. En su juventud, Michelozzo había sido discípulo de Brunelleschi y de Ghiberti y, más tarde, llegó a ser ayudante del gran Donatello.Cosimo I El Viejo le encargó el proyecto a Michelozzo tras haber desestimado el diseño que realizó Brunesleschi, al considerar demasiado ostentosas las características externas del edificio.

Michelozzo realizó también otros proyectos para los máximos exponentes de la familia Medici: El primer patio del Palazzo Vecchio; la Capilla de los Medici, albergada en la Basílica de Santa Croce; la Capilla del Crucifijo, en el interior de la Basílica de San Miniato al Monte (1458), por encargo de Piero de Medici “Il Gotoso”, con motivo de conservar el crucifijo milagroso de San Giovanni Gualberto ( ahora custodiado en la Iglesia de la Santísima Trinidad de Florencia) y las maravillosas villas de los Medici situadas en Cafaggiolo (1452 c.) y Careggi (1458 c.).

El soberbio edifico diseñado por Michelozzo denota el inicio del arquetipo seguido en los principales palacios de Florencia, en la medida en que cada planta está visiblemente definida y una gran cornisa media entre la parte superior de la fachada y la línea de inicio del tejado.Las contundentes columnas dóricas y los soportales del patio, con sus respectivas entradas asimétricas, situadas en la esquina de la planta baja proceden del prototipo de patio palaciego creado por su ilustre maestro, Filippo Brunelleschi, en el siglo XV. Desde entonces, y a lo largo de más de un siglo, los palacios de las familias florentinas de elevada posición se diseñaron, en su mayoría, de acuerdo con el estilo del Palacio Medici Riccardi.

En 1450 c., Piero de Medici, hijo de Cosimo El Viejo, encargó a Michelozzo la construcción de una capilla en la primera planta del edificio. El diseño de la Capilla fue de una simetría perfecta.El interior de la Capilla se dividió en dos planos cuadrados adyacentes; un gran hall; un ábside muy alto y rectangular con el altar y dos pequeñas sacristías a cada lado.El magnífico techo, diseñado también por Michelozzo, se recubrió de madera tallada policromada y

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abundantemente sobredorada. Esa ornamentación fue obra de Pagno di Lapo (1408-1470), llamado “Il Portigiani”.

Pagno di Lapo pasó la mayor parte de su juventud como ayudante de Donatello y de Michelozzo. Le contrataron en distintos lugares de culto de Toscana para llevar a cabo trabajos de ornamentación como, por ejemplo: la pila bautismal del Baptisterio de Siena (1428) y el púlpito de la Catedral de Prato (1430 c.). En Florencia, decoró trabajos de gran importancia albergados en la Iglesia de San Lorenzo, así como las puertas de la sacristía situada en la zona norte del Duomo.

Michelozzo se encargó, asimismo, de diseñar el sofisticado suelo de la Capilla, recubierto de mosaicos de mármol, divididos en diseños geométricos y compuesto de materiales de alto valor como el pórfido y el granito.

La tabla antes situada sobre el altar, que representa a la Virgen adorando al Niño, fue una obra encargada para tal fín al eminente pintor florentino Fra Filippo Lippi, realizada en 1459 c. La tabla se vendió a principios del siglo XIX y, actualmente, se conserva en la Gemaeldergalerie de Berlín. En su lugar, se muestra una excelente copia, atribuida a Pier Francesco Fiorentino, de la escuela de Fra Filippo Lippi. Pero, por encima de cualquier otro mérito, la Capilla es mundialmente famosa por sus series de frescos, obra de Benozzo di Lese di Sandro (“rebautizado” por el gran Giorgio Vasari, su primer biógrafo, como Bennozzo Gozzoli), llamados: “La Adoración de los Ángeles” -situado en el ábside rectangular- y “El Viaje de los Reyes Magos”, en las paredes del gran hall. Gozzoli llevó a cabo los frescos entre 1459 y 1463 c.

El propio Bennozzo y otros miembros de la familia Medici están retratados en estos frescos. En “El Viaje de los Reyes Magos”, en la pared norte del hall, Lorenzo de Medici (después, Lorenzo El Magnífico) representa al Rey Gaspar. Entre el séquito del Rey Gaspar se pueden identificar claramente a Cosimo El Viejo, a sus hijos Piero (después, Piero “Il Gotoso”) Giovanni y Carlo, así como a los jovencísimos príncipes Lorenzo y Giuliano, hijos de Piero, y a Benozzo Gozzoli.

Benozzo Gozzoli nació en Florencia en 1420 y murió en Pistoia en 1497. Empezó trabajando como orfebre con el célebre Lorenzo Ghiberti. Más tarde conoció en Roma a Fra Angelico, quien se convirtió en su maestro de pintura y, rápidamente, empleó al joven Benozzo en calidad de ayudante. Entre 1444-47, volvió a colaborar con Ghiberti en la realización de “Las Puertas del Paraíso”, destinadas al Baptisterio de Florencia, En 1447, el Papa Eugenio IV encargó a Fra Angelico y a Benozzo Gozzoli la decoración de una de las capillas de los Palacios del Vaticano. Después, el Papa Nicolás V encargó a ambos la ornamentación de la Capilla Nicolina. Benozzo Gozzoli está considerado como uno de los máximos maestros del Quattrocento italiano, y los frescos situados en la Capilla del Palacio Medici Riccardi figuran entre sus obras maestras. En el fabuloso interior de la Capilla se conserva también un espléndido baldaquín de madera que fue diseñado, tallado y esculpido por Giuliano da Sangallo en 1469.

En 1460, cuando se ultimaron las obras del Palacio Medici Riccardi (antes llamado Palazzo Medici, al ser propiedad de dicha familia) la familia Medici se trasladó a vivir allí.

En la segunda década del siglo XVI, se remodeló una parte del palacio. Los soportales se cerraron, convirtiéndose en una logia cubierta, y el celebérrimo Miguel Ángel diseño dos ventanas suplementarias. En ese periodo se colocó en el patio la famosa estatua de “Orfeo”, obra del escultor y pintor florentino Baccio Bandinelli (1493-1560), uno de los escultores más insignes del manierismo italiano.

En 1540, el Gran Duque de Toscana, Cosimo I de Medici, y su familia se trasladaron al Palazzo Vecchio, entonces la sede del gobierno de Toscana.

El Palacio Medici Riccardi fue la residencia de la familia Medici durante más de dos siglos: desde que la dinastía estuvo encabezada, respectivamente, por Cosimo El Viejo, Piero de Medici “Il Gotoso”, Lorenzo

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de Medici “El Magnífico” y Cosimo I de Medici , hasta que este último se trasladó al Palazzo Vecchio. Seguidamente, el palacio se convirtió en la residencia de otros miembros menores de la familia. En 1699, Ferdinando II de Medici, Gran Duque de Toscana entre 1620 y 1670, vendió el palacio a los Marqueses Gabriello y Francesco Riccardi, quienes lo adquirieron por una suma total de 40.000 escudos (en aquella época, la moneda en curso en Toscana).

La familia Riccardi amplió la parte de atrás del edificio y encargó la construcción de la magnífica “Galería de los Espejos” (ahora llamada “Galería de Luca Giordano”). El famoso pintor napolitano Luca Giordano (1634-1704) afrescó el inmenso techo abovedado de la galería, entre 1682 y 1686. Giordano pintó una larguísima serie de frescos que son una alegoría de la sabiduría divina. Estos frescos forman parte de las obras maestras del genial maestro napolitano. Algunos de ellos, representan escenas de la mitología griega, como las encarnadas por los impresionantes Caronte y Morfeo, pero quizás los más soberbios son los frescos llamados: “La Creación del Hombre” y “El Triunfo de los Medici sobre las Nubes del Monte Olimpo”. Estos últimos se encargaron en honor de la familia Medici, conocida por sus excelentes relaciones con los Marqueses Riccardi.

Luca Giordano está considerado como el máximo maestro de la ornamentación italiana de la segunda mitad del siglo XVII. En la adolescencia ya era un alumno aventajado del célebre pintor español José de Ribera (1591-1652) quien le introdujo en su círculo artístico. En 1616, Ribera se trasladó definitivamente a Nápoles. En 1618 c., se convirtió en el pintor de confianza del Duque de Osuna, Virrey de Nápoles, hasta su muerte. En 1629, el Duque de Alcalá, entonces Virrey de Nápoles, nombró a Ribera pintor de la Corte de Nápoles.

En 1692 c., Carlos II de Habsburgo, Rey de España, Rey de Nápoles y de las Dos Sicilias, encargó a Luca Giordano una serie de frescos destinados al Real Monasterio de El Escorial y, a continuación, otros para el Casón del Buen Retiro, para la Basílica de la Vírgen de Atocha, para la Sacristía de la Catedral de Toledo y para el Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, además de otras pinturas y cuadros realizados por encargo de altos exponentes de la Corte española. Giordano permaneció diez años en España. Carlos II le confirió el título de Caballero.

Luca Giordano ornamentó, asimismo, la enorme biblioteca del palacio, situada junto a la llamada “Galería de Luca Giordano”. Desde los comienzos del siglo XVIII, dicha biblioteca ha mantenido la consideración de ser una de las más bellas, más extensas y selectas bibliotecas privadas de Italia, actualmente en perfecto estado de conservación y mantenimiento. Riccardo Romolo Riccardi dio, en el siglo XVI, el primer impulso a la colección de libros de la familia Riccardi. Más tarde, el Marqués Francesco Riccardi aumentó considerablemente la colección, debido sobre todo a la dote de su mujer, Cassandra Capponi, que conllevaba un gran número de libros antiguos de ciencias, filosofía, literatura y poesía, aportados por su padre, Vincenzo Capponi, quien fue un prestigioso intelectual y erudito cercano al círculo de Galileo Galilei.

La biblioteca, conocida como “Biblioteca Riccardiana”, alberga asimismo un valioso patrimonio en manuscritos. Además de la colección de trabajos y documentos autógrafos de Petrarca, Boccaccio, Savonarola, Alberti, Ficino, Poliziano y Pico della Mirandola, incluye espléndidos códices miniados, incunables y una larga serie de volúmenes procedentes de bibliotecas patricias y humanistas, así como cartas escritas por personalidades públicas y valiosos documentos históricos, políticos y artísticos.

Alrededor de 1685, la familia Riccardi encargó al arquitecto y escultor florentino Giovan Battista Foggini (1652-1725) -quien, en 1687, era el primer arquitecto del Gran Duque de Toscana y, pocos años después, fue nombrado arquitecto de la Corte- la construcción de la impresionante escalinata de entrada. Además, la familia Riccardi encargó otras ornamentaciones barrocas para el patio y las zonas interiores del palacio. En 1715, se agrandó considerablemente la parte anterior del edificio, cuya fachada asomaba a Via Larga (ahora Via Cavour), y se añadieron siete ventanas distribuidas, respectivamente, entre la primera y la segunda planta. Pero los proyectos y las consiguientes obras de dichas remodelaciones se realizaron con tal perfección que el diseño original de Michelozzo no perdió su equilibrio en ningún momento.

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A comienzos del siglo XIX, la familia Riccardi, debido a una importante crisis económica, se vio en la obligación de subastar las obras más importantes de su espléndida colección de arte, dejando el palacio en 1814. En 1847, se extinguió la dinastía Riccardi y el título nobiliario recayó en la familia Manelli Galilei. En 1865, cuando se nombró a Florencia capital del Reino de Italia, el palacio se convirtió en la sede del Ministerio del Interior. En 1871, el edificio pasó a ser la sede de la Prefectura de Florencia. Hoy en día, el Palazzo Medici Riccardi es también la sede del Consejo Provincial. Se pueden visitar algunas de sus salas, incluidos el patio, la Capilla afrescada por Benozzo Gozzoli y la Galería de Luca Giordano. Además, en su interior se ha construido un ala en la que se conservan una serie de estatuas bellísimas y otros objetos antiguos.

El Palazzo Medici Riccardi alberga, asimismo, frecuentes exposiciones de carácter temporal.En la actualidad, desde el 4 de Marzo hasta el 24 de Abril de 2007, se encuentra la exposición llamada: “Valencia a Firenze”, que presenta una selección de pinturas en tabla que van desde el Gótico tardío al primer Renacimiento. Se trata, fundamentalmente, de obras españolas, italianas y flamencas. En su mayoría, proceden del Museo de Bellas Artes de Valencia.

El Palazzo Medici Riccardi está abierto al público los Martes y los Jueves, desde las 9 hasta las 19 horas. El precio de la entrada es de: 4 euros.

Para mayores informaciones visitar la web oficial http://www.palazzo-medici.it

Florencia Galeria de la Accademia,

El Museo dell’Accademia está junto a la Accademia di Belle Arti (Facultad de Bellas Artes), al Conservatorio Musicale Luigi Cherubini y al Opificio delle Pietre Dure (museo e instituto público para la enseñanza de técnicas artesanales para la producción de pinturas incrustadas - así como una amplia variedad de trabajos artísticos - en mármol y piedras semipreciosas). El Museo dell’Accademia alberga una de las colecciones clave de pintura y escultura existentes en Italia. Va desde el siglo XIII hasta el XIX.

El Museo está situado en Via Ricasoli, 58-60. La anteriormente conocida como Escuela de Bellas Artes de Florencia se fundó en 1563 con el patrocinio de la familia Medici. Fue la primera Escuela Superior instituida en Europa para la enseñanza de técnicas de dibujo, pictóricas y escultóricas. En aquella época, la Escuela estaba instalada en los claustros de la Basílica de la Santissima Annunziata (construida en 1250), situada en la plaza del mismo nombre. En 1784, Leopoldo I de Habsburgo Lorena, Gran Duque de Toscana, decidió situar todas las Escuelas Superiores florentinas de Arte en edificios colindantes. Las escuelas se instalaron en los edificios que en su día pertenecieron al Convento de San Nicola in Adagio y al Hospital de San Matteo. El Museo dell’Accademia es especialmente célebre por albergar algunas sobresalientes esculturas de Miguel Ángel. Entre ellas, está el David: una de las obras maestras incuestionables del Renacimiento, creada entre 1501 y 1504 (mármol; altura 420 cm.) que, en 1873, se trasladó del lugar que ocupaba en la florentina Piazza della Signoria al Museo dell’Accademia. En su lugar, está expuesta en dicha plaza una copia prácticamente perfecta. Las otras esculturas de Miguel Ángel conservadas en el Museo son: la estatua de San Matteo; el grupo escultórico de La Pietà di Palestrina (atribuido a Miguel Ángel) y los impresionantes I Quattro Prigioni (los cuatro cautivos o esclavos). Estas cuatro últimas esculturas son también de mármol, con alturas que oscilan entre los 277 y los 267 cm., y están fechadas entre 1530 y 1536 c. En un principio, estaban destinadas a ornamentar el monumental sepulcro del Papa Julio II en Roma. Las obras maestras y las obras de arte conservadas en la Gallería dell’Accademia están clasificadas en 11 salas y junto a la gran escalinata.

- “Tribuna del David”- “Sala del Colosso”- “Galleria dei Prigioni”- “Sala degli Orcagna”- “Sala del Gotico Internazionale”- “Sala di Lorenzo Monaco”

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- “Sala del Tardo Trecento” (período tardío del siglo XIV)- “Sala di Giovanni da Milano”- “Salone dell’Ottocento” (siglo XIX)- “Sala dei Giotteschi” (seguidores de Giotto)- “Sala del Duecento e del primo Trecento” (siglo XIII e inicios del XIV)

La Galleria dell’Accademia alberga asimismo una amplísima y exclusiva antología de Iconos Rusos, procedentes en su mayoría de la colección de la casa de Habsburgo Lorena, Grandes Duques de Toscana entre 1737 y 1801 y entre 1814 y 1860. La colección está expuesta junto a la escalinata del Museo. En anexo encontrarán el catálogo completo de las obras maestras y de arte (esculturas, bocetos y derivados de escayola; pinturas, que incluyen sobredorados, relieves, bajorrelieves, arcones de madera, dípticos, trípticos, polípticos y cuadros) expuestas en la Galleria dell’Accademia.La Galleria dell’Accademia está abierta de Martes a Domingo, desde las 8,15 hasta las 18,50 horas. El precio del billete de entrada es de 6,50 euros. Desde 1996, el Museo de la Academia conserva una importante colección de instrumentos antiguos procedentes del colindante Conservatorio Musicale Luigi Cherubini. Entre ellos, probablemente los más valiosos son: La viola que perteneció a Antonio Stradivari; el cello creado en 1690 en el taller de Stradivari, por encargo del Príncipe Fernando de Medici, destinado al “Quinteto de Cuerdas Mediceo”; un cello de 1650, obra de Nicola Amati; dos instrumentos que pertenecieron a Bartolomeo Cristofori (inventor del pianoforte) y el pianoforte vertical más antiguo conservado actualmente en un museo público del mundo. La colección se encuentra en el Museo degli Strumenti Musicali, que está situado en el interior del Museo dell’Accademia. El billete de entrada para visitar la Galleria dell’Accademía es válido para el antedicho Museo.

Florencia Museo archeologico

El emblemático Palazzo della Crocetta es la sede del Museo Arqueológico de Florencia. Está situado en Via della Colonna, 38, cerca de la Plaza della Santissima Annunziata.

El llamado Palazzo della Crocetta, con su peculiar apariencia externa de cruz cristiana, fue diseñado y construido, entre 1619 y 1620, destinado a la Gran Duquesa Maria Magdalena de Austria, que había contraído matrimonio con el Príncipe Cosimo de Medici en 1608, por el insigne arquitecto Giulio Parigi (1571-1635) quien fuera alumno aventajado del aún más célebre Bernardo Buontalenti.El palacio estaba unido por un corredor elevado a la Iglesia della Santissima Annunziata, así como vinculado al monasterio colindante por medio de dos pasadizos subterráneos.La familia Medici encargó asimismo la construcción de una Capilla en el interior del magnífico jardín del palacio, situado en la zona junto al Oratorio della Compagnia di San Jacopo del Nicchio, una hermandad florentina, fundada en la edad media, que ya en esa época era especialmente culta y avanzada. Se dedicaba, además de a sus pertinentes actividades religiosas, a impulsar las artes y, muy especialmente, la composición de música sacra, organizando los correspondientes conciertos.

En la última década del siglo XVIII, el Gran Duque de Toscana, Pedro Leopoldo de Habsburgo-Lorena, remodeló el palacio y trasladó la Capilla situada en el jardín a la Accademia di Belle Arti (Academia de Bellas Artes). Por lo tanto, el jardín quedó directamente conectado con el antiguo Oratorio, que se transformó en un enorme jardín de invierno. La Hermandad de San Jacopo del Nicchio, así como todas las hermandades religiosas que había en Florencia, que en aquella época eran más de doscientas – fue abolida por real decreto durante el gobierno de los Habsburgo-Lorena.Desde 1865 hasta 1871, en los años en los que Florencia fue designada capital del Reino de Italia, el palacio albergó la sede central del Tribunale dei Conti (Tribunal de Cuentas).

Desde 1880, el Palazzo della Crocetta alberga el Museo Arqueológico, que el más antiguo de Italia.El célebre arquitecto e ingeniero Giuseppe Poggi (1811-1901, quien había realizado el proyecto urbanístico de reestructuración de Florencia cuando fue nombrada capital del Reino de Italia) junto a su ayudante, el prestigioso diseñador de jardines Attilio Pucci, confirieron al jardín del palacio una importancia clave, ya que la Sección Topográfica Etrusca del Museo iba a emplazarse en el mismo. El jardín fue embellecido, entre otros árboles y plantas, con cedros del Líbano, pinos, cipreses, tamarindos

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y magnolios. De esta manera, el jardín se convirtió en una sección al aire libre del Museo en la que se exponen esculturas, columnas, tumbas etruscas y fragmentos procedentes de enormes construcciones antiguas.

Gran parte de las obras etruscas, griegas, helénicas y romanas que forman parte de la colección del Museo, que se trasladaron del Museo de los Uffizi al Palazzo della Crocetta, estaban conservadas antiguamente en el Palazzo Vecchio, ya que constituían la colección arqueológica privada de la familia Medici.

La soberbia colección de obras etruscas, griegas, helénicas y romanas estaba formada por esculturas; estatuas; una importante colección numismática; piezas de cristal; joyas y diversos artefactos, tuvo su inicio, en el siglo XV, con Cosimo El Viejo. Subsiguientemente, sus descendientes la enriquecieron por obra, sobre todo, de Cosimo I de Medici, Gran Duque de Toscana, en el segundo y tercer cuarto del siglo XVI, y del Cardenal Leopoldo de Medici, en la segunda mitad del siglo XVII.

En la segunda mitad del siglo XVIII, cuando Pedro Leopoldo de Habsburgo-Lorena fue coronado Gran Duque de Toscana, la colección arqueológica de los Medici, que ya se encontraba en el Museo de los Uffizi, se agrandó considerablemente de la mano de esta dinastía que fundó, asimismo, la Sección Egipcia del Museo. La colección egipcia aumentaría más tarde con la adquisición, en la segunda década del siglo XIX, de la espléndida colección privada de Giuseppe Nizzoli (diplomático, egiptólogo y coleccionista), así como por los excepcionales hallazgos resultantes de la expedición arqueológica de Egipto (1828-1829) financiada por Leopoldo II, Gran Duque de Toscana, y dirigida por el filólogo, Catedrático de Lenguas Orientales Antiguas de la Universidad de Pisa, Ippolito Rossellini (1800-1843). La expedición científica toscana se llevó a cabo en unión con la francesa que estaba encabezada por el egiptólogo más famoso de la historia de Europa: Jean-François Champollion (1790-1832, conocido como el Maestro del descifre de jeroglíficos; miembro de la Academie des Inscriptions, así como el primer Director del Museo Egipcio de Paris, con sede en el Louvre). En 1885 y 1891, respectivamente, el célebre arqueólogo Ernesto Schiaparelli (1856-1928, Catedrático de Egiptología y Director del Museo Egipcio de Turín) dirigió dos expediciones a Egipto. Muchos de los importantes hallazgos de sendas expediciones se incluyeron en la Sección Egipcia del Museo, convirtiéndose en un Museo Egipcio con sede en el Museo Arqueológico.

Por lo tanto, la colección egipcia – paulatinamente enriquecida por donaciones privadas y adquisiciones- actualmente conservada en el Museo Arqueológico está considerada como la segunda de Italia, después de la existente en el Museo Egipcio de Turín. Consiguientemente, el Museo Arqueológico de Florencia alberga una de las mejores y más completas colecciones de obras antiguas (etruscas, griegas, helénicas, romanas y egipcias).

El Museo está dividido en tres secciones: La Sección Topográfica Etrusca, La Sección Etrusca – Griega- Helénica y Romana y la Sección Egipcia.

En la primera Sala de la planta baja se conservan varias obras maestras etruscas. Entre ellas, está la gran escultura en bronce llamada “La Quimera Injuriada de Belerofon”, de significación mitológica. Se trata de un león de cuyo dorso sobresale la cabeza de un macho cabrío y que tiene una serpiente como cola. Procede de los comienzos del siglo IV a.C. y se descubrió en 1553, en un campo de la provincia de Arezzo. Benvenuto Cellini la restauró y Giorgio Vasari la clasificó, entregándosela al Gran Duque de Toscana, Cosimo I de Medici. Otras obras maestras etruscas son: la imponente “Anfora de Baratti”, de plata, procedente del siglo IV a.C. El ánfora está ornamentada con cerca de 125 relieves que representan dioses y héroes. Se conserva en la tercera Sala.; la gran estatua de bronce de Minerva; el “Arringatore” (Orador), procedente del siglo II a.C. y descubierto en 1566 en los alrededores del Lago Trasimeno. Se trata de una gran estatua de bronce que retrata al aristócrata Aulas Metullus. El gentilhombre, vestido ya con una toga romana, parece estar dirigiéndose a una audiencia. Constituye una prueba evidente del gran peso que la civilización romana ejercía sobre la etrusca en esa época. Se conserva en la Sala trece.

La enorme y valiosa colección de de tumbas y sarcófagos etruscos comprende, asimismo, algunas obras maestras: el llamado sarcófago “Mater Matris”, del siglo V a.C., que fue hallado en Chiusi; el sarcófago

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conocido como “Las Amazonas”, del siglo IV a.C.; el sarcófago de la aristócrata Lathia Seianti, del siglo II a.C. y el sarcófago llamado del “Hombre Gordo”, del siglo II a.C., hallado también en Chiusi.

Probablemente, la obra maestra más célebre conservada en el Museo es la también conservada en la Sala trece: El “Idolino”. Se trata de un pequeño bronce griego que representa un torso varonil desnudo. Procede del año 480 c. a.C. y está atribuida a Policito. Unos pescadores la encontraron en el mar, en las proximidades de Livorno. En la misma Sala está expuesta la muy conocida “Cabeza de Caballo” (siglo I a.C.) que está considerada como un fragmento de una escultura helénica. Esta obra maestra procedía de la colección privada de los Medici.

Entre la extensa colección de ánforas se encuentra el “François Vase” (del año 570 c. a.C.) y está firmado por Ergotimos y Kleitas. Decorada con una compleja profusión de imágenes negras y rojas, describe escenas de la mitología griega. El ánfora de terracota policromada se encontró en una tumba etrusca situada en la provincia de Chiusi. Se conserva en la Sección de las Ánforas Griegas Negras Grabadas.

La Sección Egipcia, actualmente situada en la primera planta del Museo, estuvo otrora albergada en el Cenacolo de Foligno. La sobresaliente colección expuesta está fundamentalmente compuesta de telas, artefactos de madera y de hueso procedentes de sepulturas egipcias. Probablemente, la obra maestra de esta sección, conservada en la tercera Sala, sea el excepcional y exclusivo carro de guerra, de madera y hueso, procedente de la civilización Hitita (siglo XIV a.C.)

El Museo Arqueológico cierra los sábados y el segundo y cuarto lunes de todos los meses.

Horario: Los lunes, de 14 a 19 horas; los martes y los jueves, 8,30 a 19 horas; los jueves, viernes y domingos, de 8,30 a 14 horas.

Precio del billete de entrada: 4 euros.

Florencia – El casco antiguo la zona Oltrarno

Florencia Capella Brancacci,

La Capilla Brancacci está situada en la Iglesia de Santa Maria del Carmine, que domina la espaciosa y hermosa plaza del mismo nombre.

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En la segunda mitad del siglo XV, el complejo arquitectónico formado por la Iglesia y el Monasterio de Santa Maria del Carmine era la majestuosa sede en Florencia de la Orden del Carmelo.

La construcción de la Iglesia se llevó a cabo gracias al legado testamentario de Cione di Tifa di Rinieri Vernacci, padre de Petrello, el Guibelino que participó en la suscripción del enésimo tratado de paz con los Güelfos, gracias a la intercesión del Papa Niccolò III, actuando en su nombre el Cardenal Latino Frangipane. Dicho tratado permitió que muchos Guibelinos que habían sido desterrados de Florencia por los Güelfos pudieran regresar a la ciudad.

La construcción de la Iglesia empezó en 1268 y acabó en 1476. El diseño original se atribuye tanto al prestigioso arquitecto gótico Lapo Tedesco (nombre italianizado del arquitecto alemán que se asentó en Colle Val d’Elsa, Florencia) como a su más afamado hijo Arnolfo di Cambio (1240 c – 1302 c.). Por otra parte, teniendo en cuenta la larga duración de las obras, no existe una fuente fiable y detallada de los arquitectos que participaron en su construcción.

En 1422, se consagró la Iglesia en presencia del Arzobispo Amerigo Corsini. El genial pintor toscano Massaccio* (1401- 1427 c.) afrescó en el Claustro las escenas que representan su consagración. Lamentablemente, ese ciclo de frescos conocido popularmente como “La Sagra” sufrió grandes daños, casi con toda seguridad durante las obras de restauración de Claustro en 1600 c.

Massacio, sobrenombre de Tommaso Cassai, profundamente influenciado por la arquitectura de Filippo Brunelleschi y por la obra escultórica de Donatello, está considerado como el principal maestro de la pintura del Renacimiento temprano en Italia. Su perfección matemática en el uso de las técnicas de la perspectiva, el realismo en el trazo vigoroso de los escorzos, marcado por formas redondeadas, así como la utilización de la luz para definir los cuerpos y los paños, establecen la edad moderna en pintura.Massacio fue probablemente el pintor que ejerció una mayor influencia en Miguel Ángel. Además de sus sobresalientes frescos en el Claustro de la Iglesia de Santa Maria del Carmine y en los de la Capilla Brancacci, albergada en esa Iglesia, las obras más celebres de su muy activa, pero malograda existencia, son: el fresco “Trinidad” (1425 c., en el Duomo de Florencia) y el retablo de la Iglesia de Santa Maria del Carmine de Pisa (1426) cuya tabla central, llamada “La Adoración de los Magos”, se conserva en el Staatliche Museo de Berlín.

La Iglesia de Santa Maria del Carmine tiene una estructura medieval. Sus laterales conservan huellas significativas del diseño original románico gótico. Desde su construcción hasta el año1600 c. -cuando se llevó a cabo la primera remodelación-, las características de la Iglesia permanecieron inalteradas. La fachada no se completó nunca y, por otra parte, el Campanario tuvo que ser reconstruido a consecuencia del incendio de 1771. El colosal incendio destruyó asimismo una gran parte de la Iglesia, pero afortunadamente no afectó a la Capilla Brancacci. La reconstrucción de la Iglesia la llevó a cabo el prestigioso arquitecto italiano Giulio Mannaioni (quien participó también en la construcción del Teatro alla Pergola de Florencia) sobre el proyecto realizado por el eminente arquitecto florentino, del siglo XVIII, Giuseppe Ruggieri. Las obras concluyeron en 1782.

La construcción de la Cappella Brancacci se debió a un encargo de Antonio Brancacci en 1386, miembro de una poderosa familia toscana de la época establecida en Florencia, como consecuencia del legado de su hermano Pietro, fallecido en 1367. El patrón de la misma, entre 1422 y 1426, fue Felice Brancacci, sobrino de Pietro, rico mercader de sedas vinculado a la política, quien fuera embajador de Florencia en El Cairo hasta 1422.

La Capilla está situada a la derecha del crucero de la Iglesia. En su momento, se diseñó con una bóveda transversal, iluminada por dos vidrieras estrechas y altísimas.

En 1424, Felice Brancacci encargó la ornamentación de la Capilla a los célebres pintores toscanos Masolino da Panicale y Massaccio*. Ambos pintaron un ciclo de frescos -que está considerado como una de las obras maestras del Renacimiento temprano- que describe los episodios más importantes de la vida de San Pedro, encabezado en las jambas de entrada a la Capilla por “El Pecado Original” y “La

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expulsión de Adán y Eva”, con motivo de establecer una conexión entre el Antiguo Testamento y la labor apostólica de San Pedro.

Masolino da Panicale (1400-1447, sobrenombre de Tommaso di Cristoforo) fundó, en 1423, la Unión de Pintores Florentinos. Como estaba asociado con el más joven Massaccio (de 22 años de edad) ambos participaron en la ornamentación de la Capilla. La contribución artística de Masolino en la Capilla terminó en el verano de1425, probablemente a causa de sus compromisos de trabajo en Hungría. La de Massacio concluyó en 1427 c., al trasladarse a Roma donde moriría enseguida.

Además de los sobresalientes frescos de Masolino en la Capilla Brancacci: “La Tentación” (en relación con el antes mencionado Pecado Original); “La Resurrección de Tabhita” y “La Predicación de San Pedro”, pintó en Italia otros frescos grandiosos en la Iglesia de S. Clemente en Roma y en la Iglesia de S. Agostino en Empoli. Por otra parte, dos de sus obras maestras de juventud -pintura en tabla- se conservan actualmente en la Kunsthalle de Bremen (“La Virgen con el Niño”, de 1423) y en la National Gallery of Art de Washington (“La Anunciación”, de 1426 c.)

Florencia Capella Brancacci,

Mientras que los frescos excepcionales de Massaccio en la Capilla Brancacci, son: “La Expulsión del Jardín” (en relación con la antes mencionada “Expulsión de Adán y Eva”); “El Tributo Dinerario”; “El Bautismo de los Neófitos”; “San Pedro Curando a los Enfermos con su Sombra” y “El Reparto de las Limosnas y Muerte de Ananías”.

En 1435, con el exilio del ilustre político, banquero, pensador y filólogo florentino Palla di Onofrio Strozzi (1372-1462) quien junto a Rinaldo degli Albizi era el máximo oponente del régimen de Cosimo El Viejo, Felice Brancacci, por entonces suegro de Palla Strozzi, cayó en desgracia. Se le acusó de conspiración política y tuvo que exilarse. En 1458 fue declarado en rebeldía. A causa de todo ello, las autoridades florentinas ordenaron que se borraran de los frescos de Masolino y Massaccio en la Capilla Brancacci todas las imágenes que guardaran alguna relación con dicho linaje.

Entre 1481 y 1482, el célebre pintor toscano Filippino Lippi (1457 c.-1504) fue designado para acabar el ciclo de frescos de la Capilla Brancacci, así como para restaurar los frescos dañados de Masolino y Massacio.

Filippino Lippi era hijo y alumno del más famoso pintor Filippo Lippi, quien murió cuando Filippino tenía 12 años. Prosiguió sus estudios con Sandro Botticelli, llegando a ser uno de sus discípulos más aventajados, así como su asistente. No obstante, el estilo de Filippino, aunque especialmente delicado y poético es más vigoroso que el de Botticelli, estando considerado hoy en día como un manierista de finales del siglo XV. Entre otras ilustres personalidades de su tiempo, Filippino Lippi fue también uno de los pintores favoritos de Lorenzo El Magnífico.

Además de su espléndida obra en la Capilla Brancacci, realizada cuando contaba solo con 24 años, una de sus máximas obras de juventud es “La Anunciación” (1483 c., en el Museo Civico de San Gimignano).Entre sus frescos, quizás los más sobresalientes son: el ciclo de frescos que describe varios episodios de la vida de Sto. Tomás de Aquino (1488-1493, en la Capilla Carafa, Basílica de Santa Maria sopra Minerva, en Roma) y el ciclo que representa las vidas de San Juan Evangelista y San Felipe (1495-1502, en la Capilla Strozzi, Catedral de Florencia).

Muchas obras de Filippino Lippi están expuestas en la actualidad en los principales museos del mundo: “La Natividad” (Johnson Museum, Filadelfia); “La Anunciación” (Metropolitan Museum of Art, Nueva York): “San Girolamo” (Museo de los Uffizi, Florencia); “Retrato de un músico” (National Gallery of Ireland, Dublín); la “Madonna del Mare” y “La Virgen con el Niño” (ambos en la Galería de la Academia, Florencia); “La Virgen con el Niño” (National Gallery, Londres); “La Virgen con el Niño y ángeles” y “Las Exequias de San Esteban” (ambos en el Cleveland Museum of Art, Cleveland) y “La Visión de San Agustín” (Museo del Ermitage, San Petersburgo).

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Los maravillosos frescos de Filippino Lippi en la Capilla Brancacci, son: “La Visita de San Pablo a San Pedro en la Cárcel”; “Pedro liberado de Prisión”; “La Disputa con Simón Mago y Crucifixión de San Pedro”, así como el acabado de “La Resurrección del hijo de Teófilo y la Entronización de San Pedro” que Massaccio dejó incompleto.

En el Altar de la Capilla Brancacci se encuentra una tabla llamada “La Virgen del Pueblo” (de pintor incierto del siglo XII). En las grandes lunetas de la bóveda: “La Virgen del Carmen”, obra del prestigioso pintor florentino Vincenzo Meucci (1699-1766). En 1765, Meucci pintó asimismo varios frescos anteriormente creados por Masolino y Massaccio, que estaban tan gravemente dañados, o incluso borrados, como para poder restaurarlos. Con el mayor respeto hacia ambos, Meucci reprodujo los episodios originales de la vida de San Pedro Apóstol que estuvieron situados allí.

La Cappella Brancacci está abierta al público, desde las 10 hasta las 17 horas, los lunes, miércoles, jueves, viernes y sábados. El domingo se abre de 13 a 17 horas. Los martes permanece cerrada. El precio de la entrada es de: 4,00 euros.

Florencia Basilica di San Miniato al Monte

La Basilica di San Minaito al Monte está situada en un colina al sur del barrio de Oltrarno, a pocos minutos a pie desde el Piazzale Michelangelo.

La Basílica está dedicada a San Miniato. Según la tradición, San Miniato fue el primer evangelizador y mártir de Florencia. Al parecer, era un acomodado mercader armenio o, quizá, un noble que salió de su tierra natal para dirigirse a Roma en peregrinación. Hacia el año 250, San Miniato llegó a una colina situada en Mons Fiorentinus (actualmente, el sur de Oltrarno) y se quedó a vivir allí como ermitaño.En el transcurso de la persecución sistemática contra los cristianos del Emperador Decio (249-251) quien dio orden de acabar con cualquier brote de cristiandad en los territorios de Roma, San Miniato fue decapitado. La leyenda dice que el santo recogió su cabeza, cruzó el río Arno y continuó caminando hasta llegar a la cueva de la colina en la que tenía su habitáculo. En el siglo IV, se levantó allí una Capilla para honrar su memoria.

Alrededor del 1010, el Obispo Alibrando de Florencia, señor de Volterra, encargó a un arquitecto, cuyo nombre se desconoce, la construcción de un Monasterio en el mismo lugar en el que estuviera situada la antiquísima capilla. El Emperador Enrique II en persona donó los fondos para acometer las obras.

Inicialmente, el Monasterio estuvo regido por la Orden Benedictina. En el siglo XI, la rectoría del Monasterio pasó a manos de la Orden de Cluny (los exponentes religiosos de la reforma Gregoriana del medioevo, quienes renovaron, asimismo, la Orden Benedictina). Hacia las últimas décadas del siglo XIV, el Monasterio se convirtió en la sede de Florencia de la Orden de Santa Maria del Monte Oliveto, bajo la regla de San Benito. Esta última orden rigió el Monasterio hasta el siglo XIX, cuando se decretó la supresión de las órdenes religiosas. En los años 70 del pasado siglo, regresaron al Monasterio. En la actualidad, sigue estando a su cargo. Los religiosos administran también una tienda llena de encanto, situada en las proximidades de la Basílica, en la que venden los célebres licores y dulces elaborados por ellos mismos.

Las obras de edificación de la fachada comenzaron en 1070 c. y se concluyeron en el siglo XIII.La impresionante fachada, recubierta de dibujos geométricos en mármoles de distintos colores, que se avista desde el valle en el que está situada la colina, está ornamentada en su parte inferior por gráciles soportales. Encima de la ventana central, embelleciendo aún más si cabe la parte superior de la fachada, se encuentra un espléndido mosaico de estilo bizantino, procedente de la segunda mitad del siglo XIII, que representa a Jesús entre la Virgen y San Miniato.

El Arte di Calimala, que por entonces era el nombre adoptado por la unión de comerciantes florentinos de tejidos, sufragó la construcción de la fachada. Hacia el año 1288, dicha unión de comerciantes se responsabilizó del mantenimiento de la Basílica. Para manifestar públicamente el compromiso

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adquirido, el Arte di Calimala encargó a un artesano que creara y situara su conocido emblema en la cima de la fachada: un águila majestuosa de bronce con las garras clavadas en un simbólico fardo de lana.

Cuando los visitantes entren en la Basílica se encontrarán ante una joya de la arquitectura románica: tres naves, un presbiterio elevado y una cripta. Las naves están divididas entre sí por columnas y diversos tipos de pilares. El techo está ornamentado por un singular entramado de maderas policromas. El bellísimo suelo con incrustaciones de mármol, situado en la nave central, que representan animales míticos y los signos del zodíaco, data del siglo XIII.

La Cripta se encuentra bajo el coro. Ocupa un gran espacio cerrado por una verja de hierro forjado, regiamente trabajada, que procede de 1340 c. La Cripta se construyó a comienzos del siglo XI y está dividida en siete naves muy pequeñas mediante treinta y ocho pilares gráciles y sobredorados, decorados por el célebre pintor florentino Taddeo Gaddi (1300 c.- 1366). La Cripta alberga asimismo algunos fragmentos de los frescos extraordinarios que Taddeo pintó allí.

Los restos mortales de San Miniato están conservados en el Altar Mayor.

El soberbio presbiterio sobreelevado mantiene el púlpito y la tarima original de 1207 c., así como el coro exclusivo con refinadas incrustaciones de madera en los bancos.

En la cóclea que preside el ábside se encuentra un mosaico de estilo bizantino de 1280 c., que representa a Jesús flanqueado por la Virgen y Santos. Se sostiene que ese mosaico lo realizó el mismo artesano desconocido que creara el mosaico localizado en la fachada.

La Sacristía está separada del coro sobreelevado. Está recubierta por un ciclo de frescos del eminente pintor toscano Spinello Aretino (sobrenombre de Spinello di Luca Spinelli, 1350 c.-1410) que describe diez y seis episodios de La Vida de San Benito. Spinello pintó dicho ciclo entre 1387 y 1388.

A la izquierda se encuentra la maravillosa Cappella del Cardinale del Portogallo, que se construyó en honor del Cardenal Jaime de Portugal (1455-1459), un joven aristócrata, teólogo y humanista erudito, que murió en Florencia -donde estaba destinado en calidad de Embajador de su país- a los 26 años de edad. Hacia el año 1460, se encargó al genial matemático y arquitecto florentino Antonio Manetti (1423-1497) la construcción de la Capilla. La ornamentación de la misma corrió a cargo del famoso escultor y ceramista florentino Luca Della Robbia (1400-1482) quien creó cinco medallones espléndidos que simbolizan el Espíritu Santo y las Cuatro Virtudes Cardinales. A la derecha, dominando la Capilla, se encuentra el refinado sepulcro del Cardenal, esculpido por el eminente artista toscano Antonio Rossellino (1427-1479).

La Cappella del Crocefisso (Capilla del Crucifijo) que tiene las características clásicas de un tabernáculo, conocida también por esta última denominación, se construyó en 1448, a partir del proyecto realizado por el gran arquitecto y escultor florentino Michelozzo Michelozzi, por encargo de Cosimo de Medici “El Viejo”.Por entonces, la Capilla albergaba el milagroso crucifijo de San Giovanni Gualberto, actualmente conservado en la Basílica di Santa Trinità, Florencia.

Florencia Ponte Vecchio,

El Ponte Vecchio (el Puente Viejo o Antiguo) es el puente más célebre de Florencia, así como el más antiguo. Está situado en el distrito de Oltrarno cuyo significado literal es “más allá del Arno”.

Es sabido que a este puente le precedió otro construido por los romanos en el año 980, sobre las ruinas de un puente etrusco. El objetivo del mismo era el de dar paso a una carretera situada sobre el punto

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más ancho del río Arno en su curso por Florencia. En 1177, una inundación destruyó el antiguo puente romano. Tras ser reconstruido, otra inundación tremenda lo redujo a ruinas en 1333.

Su última reconstrucción data de 1345. De acuerdo con las distintas fuentes históricas, la obra se atribuye tanto a Taddeo Gaddi como a Neri di Fioravante. Probablemente, Gaddi realizó el diseño y Fioravante llevó a cabo los correspondientes trabajos de ingeniería y arquitectura.Giorgio Vasari, uno de los máximos arquitectos e historiadores de arte del Renacimiento en Italia, asigna el diseño a Taddeo Gaddi.

No existen indicaciones precisas sobre el lugar y las fechas de nacimiento y muerte del prestigioso arquitecto del Gótico italiano Neri di Fioravante. No obstante, se sabe que estuvo activo desde 1340 hasta 1380 c. Las obras más afamadas en las que participó en Florencia son: La Iglesia de Orsanmichele, la Iglesia de San Carlo dei Lombardi, la Iglesia de Santa Trinità -entre 1360 y 1362, en colaboración con Benci di Cione y Francesco Talento- así como la realización del primer proyecto para la construcción de la Cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore. Giorgio Vasari atribuye asimismo a Fioravante la ampliación del Palazzo Bargello (1340).

Se sabe, sin embargo, que el famoso pintor gótico Taddeo Gaddi nació en Florencia, en 1300 c. y falleció, también en Florencia, en 1366 c. Gaddi fue discípulo sobresaliente del celebérrimo Giotto, comenzando su carrera artística como ayudante suyo. Taddeo Gaddi está considerado, tras la muerte de Giotto (1337), como el máximo exponente de la pintura florentina por espacio de casi tres décadas. Entre sus numerosas obras de arte, destacan: las vidrieras que describen La Estigmatización de San Francisco y la serie de frescos que representan la vida de Jesús, todo ello ejecutado para ornamentar la Capilla Baroncelli (Basílica de Santa Croce, Florencia); “La Natività” (en el Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid); “L’Adorazione dei Magi” (en la Galería dell’Accademia, Florencia); “Madonna in Trono con Bambino, Apostoli e Profeti”; “San Francesco risuscita un fanciullo” y “Pentecoste” (las tres en la Gemaeldegalerie, Berlín); “Le Storie di Giobbe” (en el Cementerio de Pisa); la “Madonna con il Bambino in Trono e angeli” (en la Galería degli Uffizi, Florencia); “San Eligio dinanzi al Re Clotario” y “San Eligio nella bottega dell’orefice” (ambas tablas en el Museo del Prado, Madrid).

El Ponte Vecchio fue el primer puente medieval con arcos segmentados construido en Europa.El puente está formado por tres arcos. La extensión del arco central es de 30 metros, mientras los dos arcos laterales tienen una extensión de 27 metros cada uno. La altura es de 4,4 y 3,9 metros, respectivamente. La superficie del puente es de 32 metros.

El Ponte Vecchio ha estado siempre habitado. Antiguamente, alojaba los establecimientos de los carniceros, tintoreros y herreros. Dichas edificaciones tienen unas características externas peculiares. Están colgadas sobre el Arno, sostenidas por sólidas vigas de madera ajustadas a los estribos del puente.

A finales del siglo XVI, Ferdinando I de Medici, Gran Duque de Toscana, obligó a los comerciantes a desalojar el puente, debido al alboroto y al hedor que se desprendía de los establecimientos.Como la mayoría de los artesanos se rebelaron ante dicha orden, las autoridades enviaron tropas para que derribaran los establecimientos y rompieran las bancas en las que vendían sus mercancías. A causa de aquello, muchos de ellos se encontraron en bancarrota (del italiano “banca rotta”) ya que no disponían de otro lugar para trabajar y vender sus productos.

Seguidamente, los plateros, orfebres y pañeros ocuparon el lugar de los anteriores en el Ponte Vecchio, reconstruyendo los antiguos establecimientos para convertirlos en tiendas agradables que, con el paso de los siglos, llegaron a ser las joyerías y tiendas estupendas existentes hoy en día.

En 1900, se situó en el centro de la cubierta del Ponte Vecchio, junto al arco principal, un busto dedicado al genial orfebre florentino Benvenuto Cellini (1500-1571).

El Ponte Vecchio fue el único puente de Florencia que permaneció intacto tras la retirada de la Wehrmacht, en Agosto de 1944. El Generalfeldmarschal (Mariscal de Campo) Albrecht Kesselring

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(Bayreuth, 1885- Baviera, 1960) había sido designado, a finales de 1943, Comandante en Jefe de las fuerzas armadas alemanas de ocupación en Italia. Además del Ponte Vecchio, Kesselring consiguió eludir el destrozo de muchos monumentos artísticos y ciudades de Italia, incluidas Roma, Florencia, Siena y Orvieto. Asimismo, hizo lo posible por impedir la destrucción de Montecassino, pero Berlín hizo oídos sordos a sus intenciones. En 1947, Kesselring fue condenado a muerte. Después, se le conmutó la sentencia por reclusión a cadena perpetua. En 1952, a causa de una grave enfermedad, fue puesto en libertad.

En 1565, Cosimo I de Medici, Gran Duque de Toscana, encargó al genial arquitecto, escultor, pintor e historiador de arte toscano Giorgio Vasari (1511-1574) la construcción de un amplio corredor cubierto, de un km. de longitud, con bellísimas ventanas redondas, para unir el Palazzo Vecchio -su residencia por entonces- con el Palazzo Pitti, el siguiente domicilio de la dinastía Medici, para evitar que los miembros de la familia Medici tuvieran que cruzar el puente para atravesar el actual casco antiguo de Florencia. Además, Cosimo I de Medici y su esposa, Leonor Álvarez de Toledo y Osorio, concibieron la construcción del Corredor como un obsequio para su primogénito, el Príncipe Francesco, siguiente Gran Duque de Toscana (1574-1578) quien había contraído matrimonio, en 1541, con Juana de Habsburgo, hija de Fernando I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

El Corredor Vasariano pasa por encima del Ponte Vecchio, a través del punto más alto de la Galleria degli Uffizi, antiguamente la sede de las oficinas de la Magistratura de Florencia.El propio Giorgio Vasari dirigió las obras que se concluyeron en solo cinco meses.El arquitecto situó la puerta de acceso al Corredor en la “Camera Verde” del Palazzo Vecchio, que era una de las suntuosas habitaciones privadas de la esposa de Cosimo I de Medici.Seguidamente, el Corredor Vasariano, conocido también como “Il Percorso del Principe” (el trayecto del Príncipe) se ornamentó con el máximo esplendor. El Corredor, que linda con las alas este y oeste del Museo de los Uffizi, pertenece actualmente a este último.

Para la edificación del Corredor, Cosimo I de Medici dio instrucciones a Vasari de derribar todas las construcciones que entorpecieran su recorrido, incluida una parte de la Iglesia de Santa Felicità y la Torre Mannelli, que era la estructura medieval defensiva del Palacio Manelli, situado en la esquina del Ponte Vecchio con Via dei Bardi. La familia Manelli, que durante siglos había sido uno de los linajes de mayor abolengo de Florencia, se negó a autorizar ese propósito del Gran Duque. Cosimo I de Medici reconsideró su postura inicial y Vasari, teniendo en cuenta que el Corredor se cimentaba sobre ménsulas, prosiguió con su construcción, soslayando la Torre Mannelli.

El Corredor Vasariano alberga una extensa y sobresaliente colección de estatuas romanas, procedentes en su mayoría de la colección particular de los Medici, así como una espléndida colección de autorretratos de Rubens, Bernini, Ingres y Delacroix, entre otros. Además, conserva una hermosa colección de cuadros de los siglos XVII y XVIII.

En 1969, una parte de la soberbia colección de arte del Conde Alessandro Contini Bonacossi, fallecido en 1955, que había sido donada al Estado italiano, se albergó en el Museo de los Uffizi. Actualmente está expuesta en el Corredor Vasariano. Dicha parte de la colección Bonacossi está compuesta por treinta y cinco cuadros, entre los que destacan las siguientes obras maestras: “Madonna con San Francesco e San Lorenzo” de Cimabue; “Madonna della Neve” de El Sassetta (1432 c.); “Madonna Pazzi” de Andrea del Castagno (1445 c.); “San Girolamo” de Giovanni Bellini (1479 c.) y “El Torero” de Francisco de Goya (pintado probablemente en 1771, durante la estancia de Goya en Parma). Doce esculturas, entre las que se incluye la obra maestra en mármol “Il Martirio di San Lorenzo” de Gian Lorenzo Bernini (1616 c.). Cuarenta y ocho piezas espléndidas y antiguas de mayólica. Once escudos de armas realizados por diversos miembros de la familia Della Robbia y treinta y ocho piezas de mobiliario de distintas épocas, cuidadosamente seleccionadas, procedentes de las propiedades solariegas del Conde Bonacossi.

La entrada actual al Corredor Vasariano se encuentra en el Museo de los Uffizi, en Via Lambertesca, 6. El acceso está muy limitado y solo está permitido si se ha reservado con antelación.

Florencia Piazzale Michelangelo

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El Piazzale Michelangelo está situado a pocos minutos a pie de la histórica Porta a San Niccolò (Puerta de San Niccolò) ubicada en Piazza Poggi, en las inmediaciones de los célebres Jardines de Boboli.Porta a San Niccolò es la única puerta de Florencia, cuya elevada torre de defensa (1327 c.) permaneció intacta durante el sitio de Florencia (1529-1530). Se atribuye su edificación al eminente pintor, escultor y arquitecto florentino Andrea Orcagna (sobrenombre de Andrea di Cione di Arcangelo, 1308c.-1368).Con el tiempo, la puerta la puerta se restauró cuidadosamente, para que fuera incluida como monumento histórico de elevado interés en la actualmente llamada Piazza Poggi.

El Piazzale Michelangelo, con las características de enorme plaza en forma de terraza panorámica, parece estar colgada encima del flanco sur del río Arno. Desde allí, los visitantes se entusiasmarán ante espléndidas vistas que ofrece de Florencia, como el Duomo (Catedral), su majestuosa cúpula de color verde y el espléndido campanario, que dominan la ciudad, así como ante las vistas del Valle del Arno, rodeado de encantadoras colinas verdes y onduladas.

En 1864, las autoridades municipales de Florencia encargaron al insigne arquitecto e ingeniero florentino Giuseppe Poggi (1811-1901) que diseñara el nuevo trazado urbano de la ciudad, ya que ésta había sido elegida para ser la capital del Reino de Italia (1865-1870). El ambicioso proyecto incluía también el soberbio Piazzale Michelangelo, además de la prolongación de los bulevares circulares más importantes de la ciudad, que proceden de las colinas y llegan hasta el sur de la actual capital de Toscana.

Giuseppe Poggi está considerado el urbanista más importante del siglo XIX en Italia.Nacido en el seno de una conocida familia florentina de intelectuales, estaba en posesión tanto de un refinado gusto artístico como de un elevado dominio técnico.Poggi reconstruyó o restauró también varios palacios de Florencia. Entre otros, el Palazzo della Gherardesca, Villa Favard y el Palazzo Gondi . Cuando se demolieron las murallas principales del centro histórico de la ciudad - por entonces, capital de Italia – Poggi dirigió las obras de los Viali della Circonvallazione (bulevares de circunvalación), flanqueados por hermosos edificios de estilo neo renacentista y, diseñando, asimismo, algunas plazas preciosas como Piazza Cavour (en la actualidad, Piazza della Libertà) y Piazza della Beccaria.

En el Piazzale Donatello, el arquitecto ensanchó el histórico Cementerio Protestante de Florencia, en forma de óvalo, conocido también como “Cementerio de los Ingleses”, ya que la mayor parte de las tumbas allí situadas pertenecieron a ingleses que habían residido y fallecido en Florencia, como la de la familia Stibbert; las de los renombrados poetas Arthur Hugh Clough y Elizabeth Barret Browning, o las de los dos últimos descendientes de William Shakespeare, Beatrice Shakespeare y Claude Shakespeare Clench.Poggi rodeó el maravilloso cementerio de estilo romántico de espléndidos estudios de artistas que, en la segunda mitad del siglo XIX, solían trabajar allí inspirados por la belleza silenciosa del elegante entorno consagrado. Entre ellos, probablemente el más conocido fue el concerniente al célebre pintor florentino Michele Gordigiani (1830-1909). El Piazzale Michelangelo y el “Cementerio de los Ingleses” están considerados las obras maestras de Giuseppe Poggi en Florencia.

Florencia Palazzo Pitti

El magnífico Palazzo Pitti -la antigua residencia principal de la dinastía de los Medici y de los siguientes soberanos de Toscana- reúne desde 1883 uno de los complejos museísticos más importantes de Florencia. El palacio está situado en Piazza Pitti, en la orilla sur del río Arno, a escasa distancia a pie desde el Ponte Vecchio.

La parte central del actual palacio fue, inicialmente, la residencia de Luca Pitti (1398-1472), uno de los principales banqueros de Florencia. Luca Pitti, armado caballero por Cosimo El Viejo, fue asimismo magistrado supremo de la República de Florencia en tiempos de Cosimo.La construcción del palacio data de 1458. Todavía sigue sin saberse con certeza quien fue el arquitecto encargado de realizar el proyecto. No obstante, Giorgio Vasari (1511-1574), el celebérrimo arquitecto florentino, así como historiador de arte, afirmaba que Filippo Brunelleschi (1337-1446) empezó el

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diseño del palacio en 1440. Más tarde, se llevó a término, en estilo clásico romano, de la mano de uno de sus discípulos más jóvenes, el prestigioso arquitecto y escultor toscano Luca Fancelli (1430 c.-1495?) quien también dirigió las obras.

En 1549, la aristócrata española Leonor Álvarez de Toledo y Osorio, esposa de Cosimo I de Medici, Gran Duque de Toscana, adquirió el palacio, que estaba destinado a convertirse en la residencia habitual de la familia de los Grandes Duques. Por entonces, el inacabado y gran edificio –cuya construcción se paralizó en 1465, debido a problemas financieros de Luca Pitti- constaba de planta baja, dos plantas superiores y cinco ventanas amplias por planta.

En 1560, los Grandes Duques encargaron su ampliación y modificación, con el fin de convertir la antigua propiedad de los Pitti en una residencia real, al célebre arquitecto y escultor manierista florentino Bartolomeo Ammanati (1511-1592) quien había sido alumno aventajado y ayudante de los grandes artistas toscanos Bartolommeo Bandinelli y Jacopo Sansovino. Entre 1560 y 1570, Ammanati, muy influido por las características arquitectónicas de Miguel Ángel, había terminado ya la construcción de las dos alas laterales, el majestuoso patio, así como la completa reestructuración de los jardines, iniciada en 1549 por el brillante artista toscano Bernardo Buontalenti. Nos referimos a los emblemáticos Jardines de Boboli, que constituyen uno de los primeros y más exquisitos ejemplos del llamado Jardín Italiano.

En las primeras décadas del siglo XVII, el eminente arquitecto florentino Giulio Parigi (1571-1635), alumno y asistente en sus comienzos del ilustre Bernardo Buontalenti, confirió a la imponente fachada del palacio las características que tiene en la actualidad, con incontables e inmensas ventanas, de tamaño superior al de las puertas principales de entrada de algunos de los palacios aristocráticos más importantes de Florencia. Giulio Parigi contó con la inestimable ayuda de su hijo Alfonso (1606-1656), quien en breve plazo de tiempo gozaría de gran prestigio.

La unión al palacio de los dos pabellones laterales data de 1830, aprox. La obra fue realizada por los renombrados arquitectos toscanos Pasquale Poccianti (1774-1858) y Gaspare Maria Paoletti (1727-1813) considerado el arquitecto más importante de Toscana de la época, por encargo de la familia Habsburgo-Lorena, siguientes monarcas de Toscana tras la extinción de los Medici. Poccianti construyó también el palacete conocido como “La Meridiana”, situado detrás del Palazzo Pitti y asomado a los maravillosos jardines.

El Palacio Pitti fue también residencia temporal del Emperador Napoleón Bonaparte mientras Toscana estuvo bajo el gobierno del Primer Imperio Francés. Florencia fue elegida una vez más capital de Toscana (1809-1814), siendo su regente la Gran Duquesa Maria Anna Elisa Bonaparte (Ajaccio, 1777 – Trieste, 1820), hermana de Napoleón.

Cuando Florencia fue designada capital del Reino de Italia (1864-1869), Vittorio Emmanuele II de Savoia , primer rey de Italia entre 1861 y 1878, trasladó su residencia habitual al Palazzo Pitti.

Hoy en día, el Palacio Pitti alberga varios de los museos más importantes de Florencia: la Galleria Palatina, los Apartamentos Reales, el Museo degli Argenti (“Museo de Orfebrería”) y la Galería de Arte Moderno.El Museo de la Porcelana se encuentra en los Jardines Boboli, detrás del palacio, y el Museo del Costume (“Museo del Traje”) está en el palacete de “La Meridiana”.

Florencia Jardines Boboli

Los Giardini di Boboli están situados detrás del Palazzo Pitti, la antigua residencia oficial de los monarcas de Toscana. Los jardines tienen una extensión de 45 hectáreas y constituyen el paradigma de jardines paisajísticos de estilo Italiano. Van desde el Palazzo Pitti hasta el lado este de Forte Belvedere -una inusual e impresionante fortificación, recientemente restaurada, así como extraordinario lugar panorámico con bellísimas vistas de Florencia- construida a finales del siglo XVI por Bernardo Buontalenti y Don Giovanni de Medici, con motivo de proteger el Palazzo Pitti de ataques enemigos.

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Si la historia del Palazzo Pitti resulta una narración enrevesada, la de los Jardines de Boboli es de difícil ajuste, incluso cronológicamente, a causa de la insuficiencia existente de datos históricos.

Niccolò Tribolo, sobrenombre de Niccolò di Raffaello, 1500-1550, fue el reputado arquitecto manierista florentino que se encargó, en 1549, del trazado de los jardines, por encargo de Leonor Álvarez de Toledo, esposa de Cosimo I de Medici, Gran Duque de Toscana. Tribolo realizó el diseño de todo el plano de los jardines situados en la hermosa colina, pero murió al poco, de manera que las obras tuvieron que suspenderse.Se reiniciaron alrededor de 1558, a cargo del ilustre arquitecto y escultor manierista florentino Bartolomeo Ammannati (1511-1592) quien comenzó a construir la Grotta Grande (gruta) a la izquierda del Palazzo Pitti. La prosecución y terminación de la obra, entre 1583 y 1593, corrió a cargo del genial escenógrafo, arquitecto e ingeniero militar Bernardo Buontalenti (1536-1608). La gruta alberga unas esculturas impresionantes como: Ceres y Apolo de Baccio Bandinelli (1448 c.-1560), así como cuatro copias espléndidas de los Quattro Prigioni (cuatro cautivos o esclavos) cuyos originales, creados por Miguel Ángel en 1530 c., se trasladaron, en 1909, a la Galleria dell’Accademia (Museo de la Accademia, Florencia).

A escasa distancia de la Grotta Grande, cerca de la entrada a los Jardines de Boboli, se encuentra la peculiar Fontana di Bacco, obra de 1560 de Valerio Cigolo (1529-1599). El bufón de la corte de Cosimo I de Medici, llamado Pietro Barbino, representa al dios Baco a caballo de una tortuga gigantesca.

Buontalenti construyó también el así llamado Grotto di Buontalenti, situado cerca de la salida a Piazza de’ Pitti. La estructura, tanto exterior como interiormente, está ornamentada con auténticas estalactitas y estalagmitas, diseños acuáticos y una vegetación exuberante. El Grotto está compuesto por tres amplias y maravillosas salas intercomunicadas entre sí. La primera alberga una serie de frescos magníficos obra del prestigioso pintor e impresor manierista florentino Bernardino Poccetti (1548-1612). La segunda conserva el espléndido grupo escultórico llamado Paris raptando a Helena de Vincenzo Rossi da Fiesole (1525-1577). Pasquale Poccianti (1774-1858) afrescó la tercera que alberga, además, la refinada fuente conocida como Baño de Venus, obra del Flamenco Jean de Boulogne (1529-1608).

Buontalenti se encargó también de la ampliación de los jardines, así como de transformarlos de manera modélica. Más tarde, los eminentes arquitectos florentinos Giulio Parigi (1571-1635) y su hijo Alfonso (1606-1656) continuaron con dicha tarea.

El Anfiteatro está situado detrás del inmenso patio del Palazzo Pitti y se construyó en posición elevada respecto al patio, cuya edificación se realizó después.

Probablemente, Bartolomeo Ammanati diseñó el Anfiteatro, aunque numerosos historiadores de arte consideran que tanto el proyecto como su construcción, al menos inicialmente, fue obra conjunta de Ammanati y Buontalenti. El grandioso anfiteatro tiene forma de herradura y está situado en un prado. Su aspecto recuerda el de los hipódromos clásicos. En el centro del prado se encuentra el Obelisco Egipcio, dispuesto originalmente en Villa Medici, Roma. En 1599, se colocan las gradas de piedra del anfiteatro. La parte superior de las mismas se ornamentó con edículos que albergan hornacinas con bustos de bronce y antiquísimas urnas de terracota.

El Anfiteatro de los Jardines de Boboli tiene características similares al más pequeño, construido por Buontalenti varios años después, para decorar los jardines de estilo Italiano de la Villa in Pratolino, por encargo de Francesco I de Medici, primogénito de Cosimo I y Gran Duque de Toscana entre 1574 y 1587.

Alfonso Parigi terminó las obras del Anfiteatro en 1634. Su inauguración se llevó a cabo ese mismo año con un magnífico espectáculo, en ocasión de la boda de Ferdinando II de Medici, Gran Duque de Toscana entre 1621 y 1670, y su prima Vittoria della Rovere, hija del Duque de Urbino.

En la primera década del siglo XVII, Giulio Parigi, más tarde con la ayuda de su hijo Alfonso, empezó a construir el maravilloso Piazzale dell’Isolotto, situado al final del Viottolone (gran avenida), flanqueado

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por cipreses impresionantes de esa época y por elegantes estatuas, que datan tanto de la antigua Roma como del clasicismo. Las estatuas representan distintas personalidades de las civilizaciones romana y griega, así como personajes mitológicos.

El Viottolone -a continuación de una avenida lateral que se cruza con él y en la que están expuestas las valiosísimas estatuas romanas que representan a Serapis, Júpiter, un dios romano no identificado, y al Emperador Tiberius Claudius Caesar Agustus Germanicus –conduce al Prato delle Colonne, un prado con forma de hemiciclo, rodeado por un seto altísimo, que se decoró con doce hornacinas que contienen unos bustos magníficos y preserva, además, dos columnas antiguas de granito rojo oscuro coronadas por sendos e impresionantes jarrones de mármol, situadas en el centro del prado.

El Piazzale dell’Isolotto (plaza) está ornamentado con flores exuberantes, limoneros y estatuas únicas. Toma su nombre del islote situado en medio de un lago que preside el Piazzale. Por ello, al lago se le conoce como La Vasca dell’Isolotto (“la bañera del islote”) de donde surge la magnífica Fontana di Nettuno (Fuente de Neptuno). El renombrado escultor toscano Stoldo Lorenzi (1534 c.-1583), seguidor de Niccolò Tribolo y de Jean de Boulogne, esculpió la fuente hacia 1565. La fuente representa a un caballo de mármol de proporciones titánicas conducido con orgullo por el dios Neptuno (en bronce).Se usó como carro triunfal en Diciembre de 1565, en el transcurso de los grandes festejos, organizados por Buontalenti por encargo de los Medici, que siguieron a la celebración del matrimonio de Francesco I de Medici con Juana de Austria, hija de Ferdinand I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Tras los mismos, el carro de Neptuno se situó en La Vasca dell’Isolotto. La fuente está considerada la obra maestra de Lorenzi en Florencia.

En 1617, cuando Giulio Parigi hubo acabado la obra del segundo eje –perpendicular al principal y que conduce a Porta Romana, entrelazando con el primero en las cercanías de la Fuente de Neptuno, y prosigue en descenso a través de una hermosa serie de terrazas ajardinadas con esculturas clásicas y cascadas artificiales rodeadas de encantadores bosquecillos verdes - construyó la fantástica Grotticina di Vulcano (pequeña gruta de Vulcano).

En 1739, año en el que la dinastía de los Habsburgo-Lorena relevó a los Medici de su mandato en Toscana y, por tanto, trasladaron su residencia al Palazzo Pitti, los Jardines de Boboli fueron revisados y parcialmente modificados por el célebre arquitecto francés Jean-Nicolas Jadot (1710-1761).

En 1766, el Gran Duque de Toscana, Peter Leopold I de Habsburgo-Lorena, decretò la apertura de los Jardines de Boboli al pueblo llano. Diez años después, el Gran Duque encargó al insigne arquitecto toscano Zanobi del Rosso (1724-1798) la construcción de un pabellón para alojar el famoso Kaffehaus: un espléndido Café en el que el Gran Duque se encontraba con los exponentes de su corte y con sus amigos de Florencia. El pabellón está rodeado por un jardín espléndido, diseñado también por Zanobi, donde el arquitecto situó algunas estatuas originales de la antigua Roma.

Ferdinando III de Habsburgo-Lorena, Gran Duque de Toscana entre 1790 y 1799 y desde 1814 a 1824, realizó algunas modificaciones en el trazado de los Jardines de Boboli. No obstante, respetó la mayor parte de la estructura de los mismos y encargó que se restaurara todo lo restante con el máximo refinamiento.

Cuando Florencia fue designada capital del Reino de Italia (1864-1869), Vittorio Emmanuele II de Saboya optó porque no se alteraran más los jardines.

Durante el siglo XX, los Jardines de Boboli se han utilizado a menudo como teatro abierto, especialmente para la ejecución de conciertos y, a partir de los años 30, también para representaciones de ballet y ópera. Entre ellas, destacan las producciones operísticas, famosas en el mundo entero, organizadas por el Maggio Musicale Fiorentino.

RESTAURANTES EN FLORENCIA

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CASCO ANTIGUO ESTE:

- Enoteca Pinchorri ( Via Ghibellina, 87) . Se trata de un restaurante condecorado con tres estrellas por la guía Michelin, ubicado en el interior de un palacio renacentista. Está considerado como uno de los mejores y más bellos restaurantes de Italia y de Europa que, además, cuenta con una de las bodegas mejor surtidas del mundo: más de 80.000 botellas.Su espléndida cocina creativa y su maravilloso ambiente bien merecen una visita.Una comida completa está por encima de los 100 €.

- Ristorante “Il Cibreo” ( Via Andrea del Verrochio, 8/ Via de’Macci ). Este restaurante señorial goza de gran prestigio en Florencia y en Italia. Ofrece una cocina toscana exquisita, así como especialidades innovadoras, basadas en antiguas recetas locales, cocinadas con la máxima delicadeza, como su amplia variedad de sopas y menestras o el cordero con alcachofas o las aves estofadas. Los postres de la casa son extraordinarios. La carta de vinos es óptima.Una comida completa está por encima de los 70 €.

- Trattoria “Il Cibreo” (Via Andrea del Verrocchio, 40/Via de’Macci). Es la pequeña y preciosa trattoria (tasca ilustrada) del restaurante anteriormente reseñado. Ubicada cerca del restaurante, ofrece unos platos sensacionales de tradición toscana, muy especialmente las carnes a la parilla y los estofados. La carta de vinos es tan buena como la del restaurante.Una comida completa sale por unos 40 €.

- Antico Ristorante Paoli (Via de’Tavolini, 12). Es un restaurante elegante y soberbiamente decorado en estilo Art Noveau, con las paredes afrescadas y con valiosas antigüedades, que se inauguró en 1909. Ofrece una sobresaliente cocina local y toscana tradicional. La carta de vinos es de primera categoría.Una comida completa rebasa los 50 €.

- Trattoria “Le Mossacce” (Via del Proconsolo, 55). Es una tasca muy bonita y cordial, que ofrece una selecta variedad de cocina casera florentina. Imprescindible probar sus verduras frescas y sus “picci” (una especie de spaghetti gruesos de harina de sémola) con salsa de jabalí. Los vinos de la casa son muy buenos.Una comida completa ronda los 30/35 €.

CASCO ANTIGUO OESTE:

- Trattoria “13 Gobbi” (Via del Porcellana, 9) . Esta tasca encantadora y de mucho prestigio está situada en las inmediaciones de la Iglesia de San Pancrazio, que actualmente alberga el espléndido Museo Marino Marini. La tasca se encuentra en el interior de un palacio antiguo y ofrece una extraordinaria selección de auténticos platos tradicionales toscanos. La carta de vinos es muy buena.Una comida completa sale por unos 40/45 €.

- Trattoria “Marione” (Via della Spada, 27). Es una tasca preciosa, con dos alturas y techos abovedados, amueblada en antiguo estilo lugareño, situada en las inmediaciones de la elegante Via Tornabuoni. Su cocina está basada en antiguas recetas de tradición toscana, preparadas con el máximo esmero. Las carnes son soberbias y los vinos de Chianti buenísimos.Una comida completa ronda los 40 €.

- Ristorante “Il Latini”( Via dei Palchetti, 6). Está situado en una calle pequeña, a la derecha de la Via della Vigna Nuova. Es un restaurante grande, muy bonito y muy frecuentado. No hay carta y los clientes tienen que elegir entre los platos que enumeran los camareros, quienes ofrecen una selecta variedad de especialidades florentinas. Los entrantes, las pastas de elaboración artesanal y los soberbios chuletones a la brasa son extraordinarios. Los vinos de Chianti de la casa son muy buenos.Una comida completa está entre 35 y 40 €.

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- Ristorante “La Grotta Guelfa” (Via della Pellicceria, 5) . Se trata de un restaurante muy bonito y de ambiente amigable, con una encantadora terraza para comer al aire libre. Estupendas sus especialidades de cocina marinera y su gran selección de pizzas. Los vinos de Chianti son buenos.Una comida completa está entorno a los 35 ó 40 €.

CASCO ANTIGUO NORTE

- Ristorante “Il Tozzo di Pane” (Via Guelfa, 94). Es un restaurante de moda, muy bonito y cuidadosamente dirigido por un equipo joven. Cuenta con un encantador jardín en la parte de atrás para comer al aire libre. Ofrece una cocina creativa espléndida, basada en antiguas recetas locales. Las verduras frescas y los guisos de carne son soberbios, así como muy buenos los vinos de Toscana.Una comida completa ronda los 45 €.

- Trattoria “Za Za” (Piazza del Mercato, 26). Se trata de una tasca ilustrada a la antigua usanza, muy bien decorada, que se encuentra entre las más prestigiosas, simpáticas y frecuentadas de Florencia. No se pierdan su deliciosa “ribollita”, una típica y muy sabrosa sopa toscana, su soberbia “pasta e fagioli” (alubias caldosas con pasta) y su excelente carne a la brasa. Los postres caseros son exquisitos y los vinos de Chianti muy buenos.Una comida completa sale por unos 45 €.

- Ristorante - Trattoria “Da Mario” (Via Rosina, 2). Es un restaurante frecuentadísimo, encantador y simpático, situado cerca del célebre Mercado de San Lorenzo. Ofrece una serie de platos tradicionales, caseros y muy sabrosos. El menú cambia a diario y se encuentra, escrito a mano, clavado en una pared junto a la cocina. La pasta hecha a mano, las carnes y los pescados frescos son óptimos. Los vinos toscanos que ofrecen son genuinos y estupendos.Una comida completa sale por unos 40 €.

- Trattoria “Da Sergio” (Piazza San Lorenzo, 8) . Es una tasca muy concurrida y encantadora, dirigida desde hace generaciones por una familia florentina, quienes ofrecen una espléndida y generosa cocina casera toscana. Las pastas hechas en casa y los pescados frescos son sensacionales. El vino de la casa es estupendo.Una comida completa está entre unos 35 ó 40 €.

- Bistrot dell’Accademia (Via Valdinievole, 12/18). Se trata de un local de moda, muy actual y encantador, que ofrece una serie de sabrosos platos tradicionales toscanos. Las pastas artesanales y las carnes a la parrilla son estupendas. La carta de vinos es satisfactoria.Una comida completa ronda los 30 ó 35 €.

OLTRARNO

- Ristorante “Onice” (Viale Michelangelo, 78). Es un restaurante señorial, señalado en la guía Michelin, y situado en una villa maravillosa, en las cercanías del Piazzale Michelangelo, desde la que se domina la ciudad de Florencia. Ofrece una exquisita cocina creativa de raíces toscanas. La carta de vinos es excelente.Una comida completa rebasa los 70 €.

- Osteria “Cavolo Nero” (Via dell’Ardiglione, 22). Es un restaurante pequeño y precioso, decorado con un gusto extraordinario. Su cocina destaca por sus soberbias especialidades marineras, así como por sus carnes a la parrilla y las aves con paté. Los postres de la casa son magníficos. La carta de vinos es muy buena.Una comida completa está por encima de los 60 €.

- Ristorante “La Greppia” (Lung’Arno Ferrucci, 4/6/8). Próximo al Piazzale Michelangelo, este hermoso restaurante, fundado en 1955, goza de mucho prestigio en la zona. Cuenta con unas vistas maravillosas sobre el río Arno y se caracteriza por su excelente cocina tradicional toscana, que incluye unos platos

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estupendos de pescado fresco, de carnes a la parrilla, además de unas pizzas extraordinarias. La carta de vinos es tan amplia como buena.Una comida completa está por encima de los 50 €.

- Trattoria “4 Leoni” (Via dei Vellutini, 1). Es una muy conocida y encantadora tasca ilustrada, situada cerca de la Piazza della Passera, con una bonita terraza en la que comer al aire libre. Ofrece una suculenta cocina tradicional toscana, en la que destacan los magníficos entrantes y la soberbia selección de embutidos y de quesos locales. Los viernes no se olviden de pedir su delicioso pescado fresco. Los vinos de Chianti son realmente buenos.Una comida completa ronda los 40 ó 45 €.

- Osteria di Santo Spirito (Piazza Santo Spirito, 16). Es un restaurante grande y muy bonito, al estilo de una brasserie francesa, en el que la música actual y el jazz acompañan muy bien a su sabrosa cocina toscana, especializada en ensaladas, pasta hecha en casa y chuletones a la brasa. Las “orecchiette” con salsa de tomate picante y los “gnocchi” con aroma de trufa son fantásticos. La carta de vinos es buena.Una comida completa sale por unos 35 ó 40 €.

- Trattoria del Carmine (Piazza del Carmine, 18). Se trata de una tasca típica toscana, pequeña y con mucho encanto, amueblada en estilo rural antiguo con unas piezas de madera noble muy hermosas. Cuenta con una terracita preciosa para comer al aire libre. Su cocina es sencilla, casera, generosa y muy sabrosa. Las carnes a la parrilla y los postres caseros son exquisitos. Los vinos de la casa son muy buenos.Una comida completa ronda los 35/40 €.

- Trattoria Santo Bevitore ( Via Santo Spirito, 64/66) . Es una tasca pequeña, bonita y muy acogedora con un excelente menú turístico, basado en platos tradicionales toscanos, y una carta muy breve, con unas cuantas especialidades. Entre estas, no se pierdan los platos de pasta o de arroz caldoso con mariscos, las carnes a la parrilla y las verduras frescas. Un vaso del buen vino de la casa, blanco o tinto, cuesta 3 €.Una comida completa sale por unos 20/25 €.