guerra y paz

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¿POR QUÉ LA PAZ NO ES LA SOLUCIÓN A LA GUERRA? Por José Germán Zuluaga Quiroga 1 La tesis que voy a defender es que una posición ingenua frente a la guerra y la paz es asumir que la única solución posible para la guerra es la paz y que hallando la paz los contendientes, se ha logrado terminar la guerra. Parto de la hipótesis que tanto la guerra como la paz no son antagonistas invalidantes la una de la otra, sino que todo lo contrario, cada una coexiste y se desarrolla autónomamente. El objetivo general de este ensayo es demostrar que la guerra no significa el fin de la paz y que la paz no determina el fin de un conflicto. Propongo dos objetivos específicos: Definir que guerra y paz por caminos diferentes son formas de la política. Volver a las causas de la guerra para evaluar la paz. La política como forma de la guerra. Los hombres que conocen las razones de la guerra suelen ser una minoría respecto a los que pelean en ella, casi siempre ciegos políticamente. Los estrategas suelen olvidar rápidamente las causas del conflicto y quedarse en las emociones que generan la violencia y la búsqueda del sometimiento por la fuerza de la voluntad del contrario. Las guerras prolongadas suelen llevar a eso, a que las causas se olvidan y el rencor enconado de los bandos en conflicto escala y degrada a guerras de exterminio. Entre más se prolonga una guerra más se desnaturaliza como mecanismo político de emergencia y se transforma en la forma de hacer política En países en los cuales generaciones no han conocido la paz y tampoco la guerra plena, se suele invertir el orden de la tesis del sabio estratega prusiano Clausewitz, “la guerra es una prolongación de la política por otros medios”, sino que la manera de hacer y concebir la política es ya de por sí una forma de guerra, de ahí que se convoca no a la participación en los medios democráticos de 1 Historiador en formación. Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, 2015.

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Ensayo breve sobre una visión dialéctica y no ingenua de la guerra y la paz en tiempos en que Colombia enfrenta un eventual postconflicto.

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POR QU LA PAZ NO ES LA SOLUCIN A LA GUERRA? Por Jos Germn Zuluaga Quiroga[footnoteRef:1] [1: Historiador en formacin. Universidad Nacional de Colombia sede Bogot, 2015.]

La tesis que voy a defender es que una posicin ingenua frente a la guerra y la paz es asumir que la nica solucin posible para la guerra es la paz y que hallando la paz los contendientes, se ha logrado terminar la guerra. Parto de la hiptesis que tanto la guerra como la paz no son antagonistas invalidantes la una de la otra, sino que todo lo contrario, cada una coexiste y se desarrolla autnomamente. El objetivo general de este ensayo es demostrar que la guerra no significa el fin de la paz y que la paz no determina el fin de un conflicto. Propongo dos objetivos especficos: Definir que guerra y paz por caminos diferentes son formas de la poltica. Volver a las causas de la guerra para evaluar la paz.La poltica como forma de la guerra. Los hombres que conocen las razones de la guerra suelen ser una minora respecto a los que pelean en ella, casi siempre ciegos polticamente. Los estrategas suelen olvidar rpidamente las causas del conflicto y quedarse en las emociones que generan la violencia y la bsqueda del sometimiento por la fuerza de la voluntad del contrario. Las guerras prolongadas suelen llevar a eso, a que las causas se olvidan y el rencor enconado de los bandos en conflicto escala y degrada a guerras de exterminio. Entre ms se prolonga una guerra ms se desnaturaliza como mecanismo poltico de emergencia y se transforma en la forma de hacer polticaEn pases en los cuales generaciones no han conocido la paz y tampoco la guerra plena, se suele invertir el orden de la tesis del sabio estratega prusiano Clausewitz, la guerra es una prolongacin de la poltica por otros medios, sino que la manera de hacer y concebir la poltica es ya de por s una forma de guerra, de ah que se convoca no a la participacin en los medios democrticos de representacin y toma colectiva de decisiones, sino que se concita a la campaa y la contienda electoral, ambos significantes son propios de la batalla. Y por ende, no es extrao que se derive al crimen poltico para neutralizar al contrario, para ganar las elecciones de forma anticipada.La paz como forma de la guerra. Es ingenuo pensar que la paz es la solucin a la guerra, que si se acuerda se pacifican los espritus y que hacer que cese el ruido de los sables y de los fusiles es alcanzarla. Eso es infantil. La paz nunca ser suficiente para solucionar la guerra porque la naturaleza humana frente a ella se manifiesta de la siguiente manera: las causas de la guerra suelen ser ignoradas por los combatientes y comenzada la guerra las emociones propias de la contienda hacen que los involucrados polticamente hablando conciban que ante la accin blica slo queda posible una accin an ms contundente, de ah que toda paz es slo un descanso estratgico para retomar fuerza en la accin.Qu significa volver a las causas de la guerra para evaluar la paz. La ignorancia de las causas de la guerra no slo implica desconocimiento involuntario, un descuido, un olvido motivado por la conflagracin del presente. Recurriendo a una metfora, incendiada la casa y mientras se quema, poco importa saber cmo y dnde se inici el fuego, son pocas las cosas que hay que hacer para apagar el fuego. Ahogar la llama usando el medio correcto segn la naturaleza de los materiales que combusten. Esperar que se desgaste la construccin, intentar contener el fuego para evitar que destruya a las casas vecinas. Incluso derribar las casas vecinas, para cerrarle el paso a su propagacin.En ocasiones el desconocimiento de las causas de la guerra es polticamente voluntario con el propsito de deslegitimar al contrario, de decirle continuamente que su guerra no tiene una causa justa, que es origen de una actitud irracional, que su pugnacidad para la guerra slo demuestra su atraso, su insensatez, su barbarie, su falta de inteligencia. Porque todo lo que en la guerra ha hecho el contrario es presentado polticamente como una atrocidad, como un crimen. Y el acusador se defiende y legitima argumentando que su actitud fue la de defenderse ante el ataque de un contrario que hizo una guerra insensata e injusta. En toda guerra se desconocen las causas del contrario y se justifican las propias.Conclusiones. La solucin a la guerra est en la guerra misma y es volver a examinar de manera objetiva y racional, superando las emociones, las causas que llevaron a la guerra y han mantenido viva la conflagracin. Sorprendentemente los bandos enfrentados podra a nivel del alto mando y de los estrategas polticos y militares llegar a observar que las circunstancias histricas que dieron vida a las causas de la guerra han cambiado y que fue la violencia en desarrollo continuo la que ha mantenido vivo un conflicto que debi terminar cuando las causas que lo originaron mutaron o desaparecieron. Pero persistir en la guerra para no tener que asumir responsabilidades jurdicas, polticas e histricas.Es en esa direccin que tiene razn Juan Jacobo Rousseau, no en el sentido literal que cuando los hombres no tiene argumentos de razn siempre recurren a la violencia sino en el significado profundo de eso, que cuando los hombres ya no saben ni les importa las causas de la guerra, vale la guerra por la guerra misma, esos conflictos son desgastantes, no tienen resolucin poltica, se prologan en el tiempo y es claro y llano que no es posible que la solucin a una guerra sin razones claras sea la paz. Mientras preexistan las causas objetivas de la guerra, cambian los actores pero no se puede construir la paz. Slo quienes realmente estn preparados para la guerra tienen la capacidad para hacer la paz.Recomendaciones. Es necesario construir la paz en medio de la guerra y mantener viva la esperanza de la paz en medio del conflicto. De la misma manera para que la paz perdure es necesario que las sociedades no olviden nunca el sufrimiento que han vivido por la guerra. Quienes ignoran los dolores de parto de la guerra siempre estarn dispuestos a retornar a ella y es fcil declararla cuando los hijos y los nietos de los otros son los que perecern en la batalla. Los grandes estrategas de la guerra siempre han buscado vencer. Lamentablemente la paz nunca ha tenido grandes estrategas porque la lgica belicista se mantiene firme, en que negociar la paz polticamente es una forma de perder la guerra.

ReferenciasClausewitz, Von Karl. De la Guerra. (Biblioteca virtual universal).Consulta realizada el 31 de marzo de 2015 en: http://www.biblioteca.org.ar/libros/153741.pdfRousseau, Juan Jacobo. El Contrato Social. (Laberintos del Tiempo). Consulta realizada el 31 de marzo de 2015 en: http://laberintosdeltiempo.blogspot.com/2014/09/jean-jacques-rousseau-obras-completas.html