guÍa de reflexiÓn sobre la justicia social catÓlica · 2021. 1. 28. · justicia social...

GUÍA DE REFLEXIÓN SOBRE LA JUSTICIA SOCIAL CATÓLICA

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ÍNDICE Introducción ................................................................................................................................................................................ 3

Como usar esta guía ............................................................................................................................................................ 3

Defiendan la dignidad de cada persona como un miembro valorado de la familia humana ....................... 6

Las Escrituras: 1 Juan 4:7-11 .............................................................................................................................................. 6

Aprendan de San Óscar Romero ..................................................................................................................................... 8

Oración Hermana Marge Clark, BVM ............................................................................................................................. 8

Acepten nuestro derecho y responsabilidad de participar con otras personas en nuestra vida pública compartida ................................................................................................................................................................................ 10

Las Escrituras: Santiago 2:14-17 ................................................................................................................................... 10

Aprendan de la Hermana Antona Ebo, FSM ............................................................................................................ 11

Oración: Herman Carmen Herring, RSM .................................................................................................................... 12

Estén en solidaridad con quienes están viviendo en la pobreza en la lucha contra las estructuras de la injusticia ..................................................................................................................................................................................... 13

Las Escrituras: 1 Juan3:17-18 ......................................................................................................................................... 13

Aprendan del Papa Francisco ....................................................................................................................................... 15

Oración: Hermana Patty Chappell, SNDdeN ............................................................................................................ 16

Superen la división, superando el individualismo para el bien de toda la comunidad ................................ 17

Las Escrituras: 1 Corintios 12:12-13 ............................................................................................................................. 17

Aprendan de Thomas Merton ....................................................................................................................................... 19

Oración: Hermanan Simone Campbell, SSS ............................................................................................................. 20

Únanse a los trabajadores para crear una economía que pone a las personas, no la ganancia, en el centro .......................................................................................................................................................................................... 21

Las Escrituras: Santiago 5:4-6 ........................................................................................................................................ 21

Aprendan de Dorothy Day ............................................................................................................................................. 22

Oración: Hermana Anne-Louise Nadeau, SNDdeN ............................................................................................... 23

Cuiden la Tierra, al reconocer que somos interdependientes con el resto de la creación de Dios .......... 25

Las Escrituras: Génesis 2:15 ........................................................................................................................................... 25

Aprendan de la Hermana Carol Coston, O.P. ........................................................................................................... 26

Oración: Hermana Leanne M. Kablonski, FMI .......................................................................................................... 27

Conclusión ................................................................................................................................................................................ 29



Introducción Los principios de la Justicia social católica son centrales a la misión de NETWORK, y han guiado las acciones del laicado y de las religiosas y religiosos por más de cien años. Esta guía de reflexión va a explorar los seis principios básicos, los cuales hemos usado aquí en NETWORK para fundamentar nuestro trabajo y dirigir nuestras acciones. En esta guía leerán historias personales, reflexionarán sobre la sabiduría de otras personas que también buscan la justicia y recibirán una invitación a contemplar cómo viven los principios de la Justicia social católica en sus vidas. Titulamos esta colección de sabiduría e instrucciones “Justicia social de la Iglesia” porque estos principios surgieron de textos sagrados católicos, la enseñanza oficial de la Iglesia y los escritos y el testimonio de mujeres católicas extraordinarias y de hombres católicos extraordinarios. Las personas de todos los credos o sin credo son bienvenidas y animadas a aprender de y a vivir estos principios.

Como usar esta guía Esta guía está diseñada para ser usada por personas individuales o en grupos. Hay seis secciones después de esta introducción y cada una está dedicada a un principio de la Justicia social católica, con lecturas, citas, preguntas para la reflexión y una oración. Recomendamos pasar seis semanas trabajando con todo el material. Pueden dividir el contenido en varios días para leer y reflexionar o dedicar un tiempo un día a la semana y repasar el material de la semana.

Les animamos a compartir sus experiencias, lo que aprendieron y a mandarnos comentarios por las redes sociales o un correo electrónico ([email protected]). Para unirse en nuestra abogacía mientras usan esta guía de reflexión o después de usarla, visiten el Centro de acción de NETWORK (NETWORK’S Action Center) www.networklobby.org/ActNow.

Establezcan una práctica de contemplación Empezando esta semana, pasen cinco minutos en contemplación silenciosa cada vez que abran esta Guía de reflexión sobre la justicia social católica. Piensen en las preguntas: “¿Qué necesito aprender?” y “¿Qué nueva información o nuevas ideas estoy invitada/o hoy a considerar?” Puede que no tengan una respuesta exacta, pero lo que importa es simplemente estar abiertos a escuchar en su interior. Ya estén solas/os o en un grupo, aquieten la mente por cinco minutos e inviten al Espíritu Santo a estar presente con ustedes y a guiarlas/os durante el tiempo que pasan con el material, antes de empezar a leer o a discutir.

¿Qué es la Justicia social católica? La misión y los valores de NETWORK surgen de la larga y rica tradición de la Justicia social católica. Esta tradición abarca las enseñanzas de la Iglesia (la Doctrina social católica), pero también es más amplia, e incluye el testimonio de todos los cristianos y las personas de fe que se han comprometido a proclamar el amor del Evangelio y la justicia del reino de Dios en la esfera pública. El compromiso inquebrantable de las Hermanas católicas de proclamar las buenas nuevas del Evangelio en solidaridad con personas oprimidas y que viven en la pobreza es lo que nos inspira a nosotros en NETWORK. La justicia social católica no es una teoría o algo intelectual, sino más bien la manera como personas de fe son llamadas a vivir el Evangelio en un mundo quebrado y sufriente.

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La fundación de la Justicia social católica

Las Escrituras La Justicia social católica está basada en las escrituras – en la sabiduría de los profetas hebreos y en la persona y enseñanzas de Jesús de Nazaret. Las Escrituras hebreas denunciaban la injusticia y anunciaban una nueva manera de vivir en el mundo y de relacionarse con Dios. En las Escrituras cristianas, Jesús se identifica con y cumple lo que la tradición profética judía dice, “El Espíritu del Señor me ha ungido para anunciar a los cautivos su libertad” (Lucas 4:18) y les da a sus seguidores un nuevo mandamiento: “Ámense unos con otros, como yo los he amado” (Juan 15:12). De la misma manera, también somos llamados a denunciar las injusticias donde las veamos y a anunciar unas nuevas maneras de vivir juntos en comunidad.

La Enseñanza social católica Además de las escrituras, los principios de nuestra Justicia social católica se inspiran en la Enseñanza social católica o la instrucción oficial de papas y obispos católicos relacionadas con cuestiones sociales. En Gaudium et Spes (1965), una de las cuatro constituciones del Concilio Vaticano II, los católicos son llamados a hacerle frente a los problemas sociales y económicos, debido a que es la responsabilidad de los cristianos en todas las épocas “escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio” (4). Cuando se nos instruye que le hagamos frente a la desigualdad mundial y la pobreza con valor para combatir y superar las injusticias, el documento vuelve a hacer hincapié en las enseñanzas básicas de la Iglesia a través de los años. Más recientemente, el Papa Francisco les ha dado nueva vida a estas enseñanzas al retarnos a trabajar juntos para construir una economía de inclusión.

La Tradición social católica La Justicia social católica también contempla el testimonio público de los creyentes que han personificado estos principios como fuentes adicionales de orientación, inspiración e instrucción. La Justicia social católica contempla a personas como a la Hermana Miriam Theresa, SNJM (Caroline Gleason) quien luchó por obtener condiciones decentes en el trabajo y el primer salario mínimo en la nación en Oregón y la Hermana Antona Ebo, FSM, quien ha vivido toda su vida luchando por la igualdad racial. Las fuentes de inspiración no solo son los ejemplos de mujeres y hombres religiosos profesos, sino también de personas laicas como Dorothy Day y César Chávez quienes nos han enseñado como las personas de fe pueden trabajar para crear una sociedad justa y más apacible.

Realidades vividas Como el Papa Francisco dijo en Evangelli Gaudium, “La realidad es superior que la idea” (2013). Por consiguiente, nuestro entendimiento de la Justicia social católica se vuelve más profundo por la experiencia de quienes sufren por la injusticia y su llamado profético al cambio: mujeres, comunidades de color, los explotados económicamente y todas las personas a quienes se les niega la dignidad por sistemas y estructuras injustas. La Justicia social católica prioriza la experiencia que las personas han vivido y escucha su llanto.



Conclusión En NETWORK, como comunidad unida e inspirada por los principios de la Justicia social católica, nos comprometemos a defender la dignidad humana, a acoger nuestro derecho y responsabilidad de participar, a ser solidarios con quienes viven en la pobreza, a salvar las divisiones, a unirnos con los trabajadores y a cuidar la Tierra.



Defiendan la dignidad de cada persona como un miembro valorado de la familia humana

Descripción La Justicia social católica nos enseña que todas las personas son creadas a imagen de Dios y poseen un valor igual e inalienable. Debido a esta dignidad esencial, cada persona tiene un derecho a todo lo que necesita para permitirle vivir su pleno potencial según Dios lo dispuso. Dios es amor y fuimos creados para amar y relacionarnos unos con otros. La dignidad humana se mantiene cuando las necesidades de cada persona se satisfacen y cuando viven en armonía con otras personas en una comunidad que junta busca el bien común.

Las Escrituras “Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, pues Dios es amor. Envió Dios a su Hijo Único a este mundo para darnos la Vida por medio de él. Así se manifestó el amor de Dios entre nosotros. No somos nosotros los que hemos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados. Queridos, si tal fue el amor de Dios, también nosotros debemos amarnos mutuamente”. (1 Juan 4:7-11)

Algo que nunca se puede quitar Por James Luisi

La primavera pasada fui a la cárcel por primera vez. No fui porque me habían acusado de un crimen o porque me habían arrestado – estaba con un grupo de estudiantes de la Escuela de teología y ministerio de Boston College. Estuvimos juntos en la cárcel ese domingo por la mañana, intentando rezar y partir el pan con los presos.

Supongo que la cárcel correspondió con lo que yo podía imaginar basado en una temporada de Orange is the New Black en la televisión. Las puertas se cerraban cada vez que pasábamos de un lugar a otro. Los oficiales penitenciarios estaban colocados periódicamente por los pasillos, dejándonos pasar al tocar un timbre.

Ni siquiera estaba seguro de por qué estaba allí esa mañana o lo que se esperaba que hiciera. Como parte de una semana de servicio de todo el colegio, algunos de nosotros tuvimos la oportunidad de ir a la cárcel a hacer algo en “el ministerio de la prisión” pero yo no tenía idea de lo que eso verdaderamente significaba. ¿Se suponía que hablara con los prisioneros? ¿Que los aconsejara? ¿Que les hablara de Dios?

Entonces dijo Dios: Hagamos a los

seres humanos a nuestra imagen y

semejanza.

Génesis 1:26



Sentí un respiro de alivio cuando supe que ese día no iba a ir solo por la cárcel. Nuestra tarea más bien sería clara y sencilla: mis compañeros estudiantes y yo iríamos con el capellán experimentado a tres lugares en la cárcel. Íbamos a celebrar un servicio de comunión con una reflexión escrita previamente por el capellán e invitaríamos a los prisioneros a decir unas palabras acerca de la lectura si deseaban hacerlo. Después recogeríamos las cosas e iríamos al próximo lugar. Me consoló la fórmula sencilla del formato de nuestro día, sabiendo que no había mucho que yo pudiera estropear mientras que no me quedara atrás al cerrarse una de las puertas.

Verdaderamente no sabía nada acerca de los hombres que conocí en la cárcel esa mañana. Rápidamente me di cuenta de que no se me pedía “hacer” nada por ellos. No había nada que hacer. El acto sencillo de estar presente, de reconocer la dignidad humana fundamental de los hombres en la cárcel al rezar con ellos, al compartir la Eucaristía con ellos – eso era todo lo que yo podía hacer.

A menudo la sociedad valora la vida humana solo por lo que puede contribuir a su prosperidad. Puede que la mayoría de las personas estén de acuerdo con la idea que parece razonable de que, en su mayor parte, la sociedad debe ser estructurada para darle a cada persona lo que se ha ganado. Es difícil argumentar con la lógica de una meritocracia – si usted trabaja duro, debe poder avanzar en la vida. Si sigue estudios superiores, debe ganar más dinero haciendo tareas menos pesadas. Si tiene una idea innovadora, debe beneficiarse de su ingenio.

Las personas en la cárcel están extremadamente restringidas en cuanto a poder contribuir a la sociedad. De hecho, precisamente han sido removidas de la sociedad para que la sociedad les pueda cobrar una deuda. No soy quien para decir si los hombres que conocí ese día merecían su sentencia. En realidad, puede que muchos, si no todos ellos, habían sido debidamente procesados por una ley que habían violado.

Pero esto es precisamente el punto. La dignidad humana es algo que no solo no se puede ganar sino que también es algo que nunca se puede quitar, ni siquiera cuando alguien ha cometido un crimen odioso. Lo que aprendí al rezar con los prisioneros es que la dignidad humana transciende el mérito y el demérito – nada puede añadirle o restarle jamás a la humanidad de cualquier ser humano, sin importar las circunstancias. ¡Nadie puede renunciar su propia dignidad humana porque está conectada intrínsecamente con su propio ser!

Debemos poder acordar que esas cosas que son necesarias para respetar la dignidad humana de nuestras hermanas y hermanos – cosas como la nutrición, el albergue, la atención médica, la comunidad, la oportunidad de participar en la sociedad – son cosas por las cuales nadie tiene que demostrar que las merecen. Entonces, quizás, podamos empezar a tener un debate racional de cómo podemos proceder para proveer estas cosas para todas las personas. Esto puede que suene un poco radical, pero de nuevo, eso es la dignidad humana.

James Luisi es un estudiante de tercer año en Boston College School of Theology and Ministry y un antiguo asesor de relaciones gubernamentales de NETWORK (A NETWORK Government Relations Associate).



Aprendan de San Óscar Romero “Cuando ahora luchamos por los derechos humanos, la libertad, la dignidad, cuando sentimos que es un ministerio de la Iglesia preocuparse por los que tienen hambre, por los que no tienen escuela, por los que sufren marginación, no nos estamos apartando de la promesa de Dios. Viene a librarnos del pecado y la Iglesia sabe que las conclusiones del pecado son todas esas injusticias y atropellos. Por eso la Iglesia sabe que está salvando al mundo cuando se mete a hablar también de estas cosas”.

- San Óscar Romero, La violencia del amor Arzobispo de San Salvador del 1977-1980, el Arzobispo Romero fue martirizado

por hablar en contra de la pobreza, la violencia y la opresión en El Salvador.

La enseñanza de la Iglesia “No puede tener bases sólidas, una sociedad que – mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz – se contradice radicalmente aceptando y tolerando las más variadas formas de menosprecio y violación de la vida humana, sobre todo si es débil y marginada”.

Papa Benedicto XVI, Caritas Veritate (2009)

El Papa Francisco dice “Promover la dignidad humana de la persona significa reconocer que posee derechos inalienables, de los cuales no puede ser privada arbitrariamente por nadie y, menos aún, en beneficio de intereses económicos”.

Papa Francisco, Discurso al Parlamento europeo 2014

Preguntas para la reflexión • ¿Cómo honro yo mi propia dignidad y la dignidad de los demás? • ¿Trato a los desconocidos como si fueran mis hermanas y hermanos y miembros de una sola

familia humana? ¿Qué previene que yo lo haga siempre? • ¿Qué necesitan los seres humanos para vivir una vida verdaderamente humana merecedora

de la dignidad que poseen? • ¿Cuáles son las causas fundamentales de la discriminación y la opresión? • ¿Cómo podemos responder al discrimen? ¿Como individuos? ¿Como comunidad? • ¿Cómo puedo usar mis habilidades para defender la dignidad de cada persona y para trabajar

con otros para crear una sociedad justa? • ¿Cómo sería nuestra sociedad si “Amar al prójimo” fuera el principio guía?

Oración Dios de amor, tú has creado todo lo que es bueno y rico y pleno, todo lo que sustenta y da energía a la humanidad. Tú has creado a todas las mujeres y a los hombres a tu imagen – de bondad y valor. Creemos que verdaderamente estás presente en cada uno de nosotros, sin importar nuestro patrimonio o credo.



Oramos para que todas las personas puedan vivir en armonía con un lugar que puedan llamar su hogar y ser nutridos en cuerpo y espíritu. Esperamos que los inmigrantes sean bienvenidos y nos entristece cuando, por su raza, sexo o patrimonio, alguien experimenta la opresión. Nos aflige la violencia y el odio en nuestras ciudades y países por todo el mundo.

Te pedimos que nos perdones por las veces que hemos sucumbido a palabras o acciones que hieren a otra persona. Ayúdanos a que siempre respetemos a cada persona por ser creada a tu imagen.

Esperamos que abras todos los corazones humanos, que nos guíes para que demostremos tu bondad al poner siempre a las personas antes del dinero o el poder.

Escrita por la Hermana Marge Clark, BVM



Acepten nuestro derecho y responsabilidad de participar con otras personas en nuestra vida pública compartida

Descripción La Justicia social católica nos enseña que tenemos una responsabilidad de participar en la política dada la preocupación y el compromiso con el bien de la comunidad. Esto significa que no podemos ser espectadores que se burlan del proceso político. Al contrario, estamos llamados a votar, a informarnos acerca de los asuntos actuales, a participar en conversaciones serias sobre el futuro de nuestra nación y a aprender a escuchar perspectivas diferentes con compasión. Esta responsabilidad de participar significa que cada persona también tiene un derecho fundamental de participar y tiene que equiparse con los recursos necesarios para hacerlo.

Las Escrituras “Hermanos, ¿qué provecho saca uno cuando dice que tiene fe, pero no la demuestra con su manera de actuar? ¿Será esa fe la que lo salvará? Si a un hermano o a una hermana les falta la ropa y el pan de cada día, y uno de ustedes les dice: ‘Que les vaya bien, que no sientan frío ni hambre’, sin darles lo que necesitan, ¿de qué les sirve? Así pasa con la fe si no se demuestra por la manera de actuar: está completamente muerta”. (Santiago 2:14-17)

Comprometerse con entusiasmo Por la Senadora Catherine Cortez Masto

Hace más de 60 años, mi padre y mi madre se conocieron en Las Vegas, Nevada. Mi padre, hijo de un inmigrante mexicano, comenzó estacionando autos en el Hotel Dunes y con el tiempo llegó a ser el jefe de Las Vegas Convention and Visitors Authority – trabajando para convertir Las Vegas en el destino principal que es hoy día. Mi padre, Manny Cortez, vivió toda su vida siguiendo tres normas: trabajar duro, ser honesto y respetar a todo el mundo.

Si no hubiera sido por el trabajo duro de mis abuelos y mis padres y las oportunidades que este país les ofreció, mi hermana y yo no hubiéramos sido las primeras en nuestra familia en graduarnos de la universidad y yo no sería la primera senadora latina en el Senado de los Estados Unidos.

Para mí, el atractivo de un cargo público nunca ha sido ser el centro de atracción o la influencia política. Siempre ha sido el devolver – un principio importante que mis padres me enseñaron desde chiquita. Me postulé para un cargo público porque quiero devolverle a la comunidad que le ha dado tanto a mi familia.

Yavé dijo a Caín: “¿Dónde está tu hermano Abel?” Y él

respondió: “No lo sé; ¿soy acaso el guardián de mi

hermano?” Entonces Yavé le dijo: “¿Qué has hecho?

Habla la sangre de tu hermano y desde la tierra

grita hasta mí”.

Génesis 4:9-10



He pasado mi carrera trabajando para resolver problemas. Como fiscal general de Nevada, introduje más de 40 proyectos de ley bipartidistas que un gobernador republicano firmó para convertirlas en leyes. Como la senadora de Nevada más joven de los Estados Unidos, voy a trabajar para encontrar la base común con mis nuevos colegas para terminar el estancamiento político en Washington y para trabajar en los asuntos más importantes para las personas de Nevada.

También creo en asegurar que las personas más vulnerables entre nosotros tengan las oportunidades que necesitan y que se merecen para tener éxito. La primera vez que me postulé para ocupar un cargo público y más tarde para el Senado, prometí que sería una voz para quienes a menudo han sido ignorados. Por eso es que he sido una defensora incansable del problema de los derechos humanos, especialmente la violencia doméstica y la prevención de la agresión sexual. Cuando a las mujeres se les da el apoyo y las destrezas que necesitan para tener éxito, nuestras comunidades prosperan. Por eso es que estoy comprometida a pasar legislación que garantiza un salario igual por el mismo trabajo, a aumentar el salario mínimo y a pasar reforma migratoria integral para mantener juntas a las familias de inmigrantes muy trabajadores.

Mientras tuvimos un presidente que no perdió tiempo en convertir la retórica anti-inmigrante, en contra de las mujeres y de los inmigrantes que usó durante su campaña en acciones peligrosas, continué luchando cada día por una América que incluye a todos y les da la bienvenida, no una que nos divide y nos hace retroceder. Pero no puedo hacerlo sola. Todos tenemos que comprometernos con entusiasmo en nuestras comunidades. Juntos, nuestras voces y nuestras acciones pueden, y lo harán, marcar una diferencia.

La Senadora Catherine Cortez Masto representa el estado de Nevada. Cuando fue fiscal general, ella defendió los derechos de las personas vulnerables y luchó por la reforma integral de la ejecución hipotecaria.

Aprendan de la Hermana Antona Ebo, FSM “¿Quiere verdaderamente, de hecho aprender acerca de la Paz? Bueno, ocúpese de hacer algo por la

justicia… Cada uno de nosotros está llamado a hacer algo por nuestro prójimo para expresar nuestro amor”.

La Hermana Antona Ebo, FSM, servicio de oración Faith in Ferguson, 2015.

La Hermana Antona fue una de las primeras mujeres afroamericanas que entró a la orden Franciscan Sisters of Mary y fue una promotora en el movimiento de derechos civiles.

La enseñanza de la Iglesia “En la Tradición católica, la ciudadanía responsable es una virtud, y la participación en la vida política es una obligación moral”.

Conferencia de los Estados Unidos de los Obispos católicos, Forming Consciences for Faithful Citizenship (2015)



El Papa Francisco dice “A veces hemos oído decir: un buen católico no se interesa en la política. Pero no es verdad: un buen católico toma parte en política ofreciendo lo mejor de sí para que el gobernante pueda gobernar”.

El Papa Francisco, Meditación, 16 de septiembre de 2013

Preguntas para la reflexión • ¿Cómo estoy llamada/o a participar en la toma de decisiones de la comunidad y en nuestra

vida pública compartida? • ¿Qué me preocupa o a qué le temo de participar en la política y la vida pública? • ¿Cómo es que su fe influye la adopción de decisiones relacionadas con la política? • ¿Quién tiene el poder en nuestra sociedad de hacer cambios? ¿Cuentan todas las voces? ¿Por

qué o por qué no? ¿Qué significa que tenemos un derecho y una responsabilidad de participar? ¿Por qué y cómo pertenecen juntas estas dos cosas?

• ¿Cómo es que algunas personas han sido excluidas sistemáticamente de nuestro proceso político? ¿Quién se benefició de este sistema de exclusión?

• Cuando me encuentro desanimada/o por los políticos o la política, ¿cómo puedo no perder la esperanza y puedo seguir buscando la justicia?

Oración “Démosle gracias a Dios que vivimos hoy día cuando nos enfrentamos al mal por todas partes, y no nos abandona nunca hasta que demos el paso más largo de nuestras almas que jamás dimos…” Tomado de A Sleep of Prisioners por Christopher Fry

Dios de los tiempos, tú nos pusiste en este momento de la historia con el mandato de servirte. Estamos parados sobre los hombros de los gigantes que nos trajeron a este lugar de libertad e igualdad. Nos pides que continuemos sus buenas obras y que corrijamos las injusticias que existen todavía. Tenemos el poder de decir nuestra verdad, de votar, de trabajar en beneficio de quienes todavía sueñan con la libertad y la plena inclusión en la sociedad.

Este es nuestro momento. Nuestro reto es levantar a quienes han sido echados a un lado. Fortalécenos para ir más allá de las apariencias y encontrarte en los demás. Bendícenos con el don del liderazgo, el valor de caminar sin miedo hacia el futuro, la compasión de extenderles la mano a los necesitados y la convicción de mantenernos firmes y si es necesario, de hacerlo solos.

Nos volvemos a comprometer a trabajar por la justicia inspirados por el líder de los derechos civiles, A. Philip Randolph – “Una comunidad es democrática solo cuando la persona más humilde y débil puede disfrutar los máximos derechos civiles, económicos y sociales que las más grandes y poderosas poseen”.

Amén.

Escrita por la Hermana Carren Herring, RSM



Estén en solidaridad con quienes están viviendo en la pobreza en la lucha contra las estructuras de la injusticia

Descripción La Justicia social católica nos enseña a examinar la realidad a través de los ojos de quienes son pobres debido a la opresión y la injusticia. Hacemos esto cuando nos unimos para ponerle fin a la pobreza. Las personas que son forzadas a ser pobres tienen la reclamación más urgente de la conciencia de la nación porque se les niega el derecho de vivir una vida conforme a su dignidad inalienable. La responsabilidad de defender la dignidad de cada persona significa que tenemos que juzgar nuestros estilos de vida, las políticas y las instituciones sociales en términos de cómo afectan a quienes sufren de la injusticia de la pobreza.

Las Escrituras “Cuando alguien goza de las riquezas de este mundo, y, viendo a su hermano en apuros, le cierra su corazón, ¿cómo permanecerá el amor de Dios en él? Hijitos, no amemos con puras palabras y de labios afuera, sino verdaderamente y con obras”. (1 Juan 3:17-18)

Nos ayudamos los unos a los otros Por Alice Kitchen

Mi inspiración para buscar la justicia viene de una confluencia de familia, experiencias educacionales y la exposición a muchos líderes espirituales a través de los años. Estos líderes notables han hablado cuando sus palabras no fueron bienvenidas, marcharon en el frío del invierno, desobedecieron leyes injustas y se convirtieron en escudo de protección para las personas que estaban en peligro. Aprendí de ellos que cuando se guarda silencio, uno es cómplice en la injusticia y la opresión.

En mi comunidad, he encontrado que mi trabajo con los organizadores locales de Jobs with Justice (JwJ), parte de la organización nacional Jobs with Justice, como una Co-miembro de Loretto me ha dado una conexión profunda con lo que es la Solidaridad. Nosotros, los líderes espirituales, trabajamos como parte del equipo que apoya las prioridades que el comité central de JwJ adopta. Esto nos ha llevado a trabajar con sindicatos en el movimiento de

No es así como debe ser el ayuno que me gusta, o el día en que el hombre

se humilla. ¿Acaso se trata nada más que de doblar la cabeza como un

junco o de acostarse sobre sacos y ceniza? ¿A eso llamas ayuno y día

agradable a Yavé? ¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas, desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos

y romper toda clase de yugo. Compartirás tu pan con el

hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu casa, vestirás al que

veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano.

Isaías 58:5-7



trabajadores, ahora en su cuarto año, de bajos salarios.

Tenemos que trabajar para revocar el prejuicio contra los trabajadores y su derecho de sindicalizarse. Los sindicatos son la manera estructural de proveerles dignidad humana a las personas. Cien años de Enseñanza social de la Iglesia está profundamente a favor de los sindicatos y cinco encíclicas lo declaran en voz alta.

Al aplicar localmente la visión de la política de NETWORK del año 2020, Mend the Gaps, me concentro en la diferencia de salarios de los empleados de lugares de comida rápida, los que prestan servicios en los hogares, los empleados que cuidan de niños y profesores auxiliares y quienes los emplean. Por ser líderes espirituales y buscadores de la justicia, se nos anima a acompañarlos en las siguientes acciones:

• Al ir a la huelga cuando los trabajadores ejercitan su derecho legal a irse de huelga sin miedo a ser despedidos, ponerlos en contacto con los medios de comunicación (no somos su voz, sino que la amplificamos)

• Asegurar firmas para las iniciativas de votación y peticiones de referéndum, escribir cartas a los editores, hablar en la radio y las redes sociales

• Unirnos con trabajadores en ejercicios de desobediencia civil para dar testimonio de la injusticia

• Acompañar a los trabajadores a manifestaciones para demostrar la necesidad de rebajar la diferencia de salarios, asegurar la cobertura médica y la licencia por enfermedad y un lugar de trabajo favorable para las familias. (Recuerden el modelo de acompañamiento, de la experiencia de las mujeres en Nicaragua que trabajaban con trabajadores sociales canadienses. Acompañamiento se caracteriza por la colaboración no invasiva, la confianza mutua, el acuerdo sobre el mal social, el espíritu igualitario, el compromiso con la solidaridad y un plan de acción de común acuerdo)

• Ir con un trabajador cuando va a los tribunales, ir a la capital del estado para educar a los funcionarios elegidos para aprobar leyes sobre el salario mínimo -- $15 dólares y un sindicato

La solidaridad significa trabajar con organizaciones por todas las comunidades y estados de una manera unificada para lograr objetivos compartidos. Eso significa que nos reunimos con ellos, creamos planes para la implementación y apoyamos las agencias principales que se han identificado. La cohesión es un reto debido a que cada organización tiene una misión única y a menudo tiene enfoques diferentes. Esto requiere la dura labor de identificar, analizar y planificar la estrategia. Puede que signifique un compromiso, respaldar a otros y convencer a nuestros miembros a que apoyen a otros.

El poder de trabajar conjuntamente con otros es: la fuerza en los números, voces y la habilidad de impulsar un cambio estructural y aumentar los salarios. Esta no es una calle de dirección única. La reciprocidad es el ingrediente necesario para que esto funcione. Nos ayudamos los unos a los otros, en solidaridad, sin importar si el asunto es las reformas ecológicas, reguladores de préstamos del día de pago, cobertura de cuidado médico o el aumento del salario mínimo.



Alice Kitchen es miembro de la junta de directores de NETWORK, co-miembro de las Hermanas de Loretto, Profesora adjunta en la Universidad de Missouri-Kansas City, Escuela de Posgrado de Trabajo social y trabajadora social, retirada, con licencia.

Aprendan del Papa Francisco “El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres, tanto que hasta Él mismo ‘se hizo pobre’ (2 Corintios 8:9). Todo el camino de nuestra redención está signado por los pobres. Esta salvación vino a nosotros a través del ‘sí’ de una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio. El Salvador nació en un pesebre, entre animales, como lo hacían los hijos de los más pobres; fue presentado en el Templo junto con dos pichones, la ofrenda de quienes no podían permitirse pagar un cordero (cf. Lucas 2:24; Levítico 5:7); creció en un hogar de sencillos trabajadores y trabajó con sus manos para ganarse el pan”.

El Papa Francisco, Evangelii Gaudium – La alegría del Evangelio, 2013

La enseñanza de la Iglesia “Solo que en la protección de los derechos individuales se habrá de mirar principalmente por los débiles y los pobres. La gente rica, protegida por sus propios recursos, necesita menos de la tutela pública”.

El Papa León XIII, Rerum Novarum (1891)

Preguntas para la reflexión • ¿Cuándo he ignorado a una persona que pide ayuda? ¿Qué sentí o pensé que me hizo actuar

así? • ¿Cómo debilita la dignidad humana la pobreza? ¿Qué siente alguien cuando no se le respeta la

dignidad? • ¿Cómo es la vida para personas que viven por debajo o cerca de la línea de pobreza? ¿Cómo

podemos ver la realidad a través de sus ojos? ¿Por qué es esto importante? • Reflexionen sobre esta cita de Lilla Watson, una mujer indígena de Australia: “Si ha venido a

ayudarme, está perdiendo su tiempo. Si ha venido porque su liberación está comprometida con la mía, entonces trabajemos juntos”. ¿Qué significa esto? ¿Qué diferencia hay entre “estar en solidaridad con” y “ayudar”?

• ¿Qué significa hablar “por” alguien en vez de “con alguien”? ¿Cómo podemos hablar “con” y no “por”?

• ¿Cómo es que las políticas y las decisiones de nuestra comunidad afectan a las personas pobres? ¿Siempre consideramos el impacto que nuestras políticas y decisiones van a tener en personas que viven en la pobreza? ¿Cómo podemos asegurarnos de que las personas pobres tengan prioridad en las decisiones que tomamos?



Oración Dios de la Sabiduría, ábrenos los ojos y mentes a las estructuras económicas injustas que hemos creado y que han reducido a nuestras hermanas y hermanos a una vida de subsistencia. Porque creemos que

Respuesta: No somos libres hasta que todos seamos libres.

Dios de la Transformación, ayúdanos a encontrar maneras de cambiar nuestros estilos de vida y de apoyar la avaricia para que todos tengan suficientes recursos de la tierra para vivir en abundancia y dignidad. Porque creemos que


Dios del Conocimiento, permítenos ver más allá de nuestras perspectivas limitadas y darnos cuenta de que nuestras instituciones sociales y políticas nacionales han creado las fuerzas degradantes que condenan a nuestras hermanas y hermanos a generaciones de pobreza. Porque creemos que


Dios de la Bondad y la Compasión, concédenos misericordia porque nuestra ceguedad es el NO verte en quienes son pobres debido a la opresión y la injusticia y concédenos una gran pasión para unirnos en la lucha para acabar con la pobreza. Porque creemos que


Escrita por la Hermana Patty Chappell, SNDdeN



Superen la división, superando el individualismo para el bien de toda la comunidad

Descripción La Justicia social católica nos enseña que todas las personas son hijas e hijos de Dios así que todas las personas pertenecen a una sola e interrelacionada familia humana. Como hermanas y hermanos, nuestras necesidades se cubren en relación unos con otros. Cuando tomamos decisiones individuales y colectivas, tenemos una responsabilidad de considerar el bien de la comunidad por encima de los intereses de unos pocos. Las autoridades en todos los niveles tienen que trabajar juntas por el bien de la comunidad en total. Una comunidad justa está unida en la creación de las condiciones para que todas las personas prosperen y realicen plenamente su potencial humano como hijas e hijos de Dios.

Las Escrituras “Del mismo modo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros, aun siendo muchos forman un solo cuerpo, así también Cristo. Todos nosotros, ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un único cuerpo. Y a todos se nos ha dado a beber del único Espíritu”. (1 Corintios 12:12-13)

Comprendan que todos estamos conectados Por la Hermana Nancy Sylvester, IHM

Uno de los principios de la enseñanza de la Justicia social católica se necesita hoy día más que nunca. Es el del Bien Común. Nosotros, como nación, hemos perdido nuestro sentido de responsabilidad como ciudadanos de atender las necesidades de toda la comunidad y parece que solo promovemos las políticas que me afectan a mí y a mi grupo. Al alejarnos más y más unos de otros y de la identidad propia con grupos específicos, se hace más difícil tratar lo que necesitamos como personas, como nación, para realizar plenamente nuestro potencial como hijas e hijos de Dios.

Cuando yo estaba en NETWORK, escuché a personas del Congreso hablar del bien común. Hoy, es raro que alguien lo mencione. Sin embargo, para mí está cobrando importancia al navegar un terreno político cada vez más complicado que se ha convertido en mal intencionado y divisivamente partidario. Hemos olvidado que los gobiernos desempeñan un rol importante en nuestras vidas. La enseñanza de la Justicia social católica nos recuerda esto cuando en la encíclica Pacem in Terris, el Papa Juan XXIII escribió que “la razón de ser de cuantos gobiernan radica

Ya se te ha dicho, hombre, lo que es

bueno y lo que el Señor te exige: Tan solo que practiques la justicia, que sepas amar y te

portes humildemente con tu Dios

Miqueas 6:8



por completo en el bien común”. Cada sociedad necesita un grupo que promueva el bien de cada uno de nosotros y que tenga la autoridad y la capacidad de dar un paso atrás y dirigirse al bien de todos.

En la enseñanza de la Justicia social católica, promover el bien común es crear las condiciones para que cada persona realice plenamente su potencial como hijas e hijos de Dios. Hacer esto es salvaguardar y promover los varios derechos que se expusieron primero en Pacem in Terris. Estos derechos incluyen: la vida, el derecho a la integridad corporal y los medios necesarios para su correcto desarrollo – comida, ropa, albergue, cuidado médico, descanso y servicios sociales, libertad de ofrecer culto, de trabajar, de crear asociaciones, de inmigrar y emigrar y a tomar parte activa en la vida pública.

Este entendimiento del bien común, que protege lo que necesitamos para prosperar como plenos seres humanos, refleja la imagen de las escrituras que todos somos parte de un cuerpo y necesarios para que la totalidad funcione y sea sana. Somos el Cuerpo de Cristo y encontramos nuestra plenitud en las relaciones unos con otros.

A nuestra sociedad le falta mucho para acoger tal enseñanza, sin embargo creo que es fundamental para nuestro futuro. Es comprender que todos estamos conectados y compartimos la misma Tierra-hogar que nos va a permitir renunciar a agendas de grupos por el bien común para que podamos ir hacia adelante juntos como nación.

Mi trabajo por la justicia y el cambio sistémico ha evolucionado en estos últimos años para dirigirse a la transformación de conciencia. Creo que la contemplación – individualmente y en comunidad – es transformativa. Al estar más conscientes de que Dios está obrando en su interior, ustedes se sienten libres para ver sus prejuicios, sus suposiciones, su visión del mundo. Ustedes despiertan al miedo que le tienen a quienes no son como ustedes. Ustedes empiezan a no reaccionar a las personas y las ideas y empiezan a responder.

Es con esta autoconciencia, arraigada en lo más profundo de nuestro interior, donde mora lo Divino que nos liberamos para crear un espacio para encontrarnos con quienes no estamos de acuerdo. Necesitamos hablarnos y hablar con quienes elegimos acerca de los valores y la visión que tenemos como pueblo, como nación, como una comunidad planetaria. Necesitamos llegar a un entendimiento de que todos somos hermanas y hermanos. Todos estamos conectados, los seres sensibles y los no sensibles. Si comprendemos eso y nos respetamos mutuamente, entonces existe la posibilidad de que al pasar el tiempo podemos imaginar una nueva manera de ir hacia delante donde el bien común se examina de maneras mutuamente beneficiosas.

Nancy Sylvester, IHM, es fundadora y directora del Institute for Communal Contemplation and Dialogue (ICCD) desde el año 2002. Ella sirvió como parte del liderazgo de su comunidad religiosa, las Sisters Servants of the Immaculate Heart of Mary, Monroe, MI www.ihmsisters.org al igual que en la Presidencia del Leadership Conference of Women Religious. Anterior a eso ella fue la coordinadora nacional de NETWORK, del National Catholic Social Justice Lobby. Un recurso gratis que se relaciona

http://www.ihmsisters.org/



con este tema se puede encontrar en www.iccdinstitute.org haga clic en “Finding Our Balance Post Election”.

Aprendan de Thomas Merton “En Louisville, en la esquina de las calles Fourth y Walnut, en el centro del distrito comercial, de pronto me sentí sobrecogido porque descubrí que amaba a todas esas personas, que me pertenecían y que yo les pertenecía a ellas, que no podíamos ser extraños, aunque no nos conocíamos. Fue como despertar de un sueño de separación, de un falso autoaislamiento en un mundo especial, el mundo de la renunciación y presunta santidad…. Este sentido de liberación de una diferencia ilusoria fue tal alivio y alegría para mí que casi me reí en voz alta… Tengo la gran alegría de ser hombre, un miembro de una raza en la que el mismo Dios se encarnó. Como si las penas y estupideces de la condición humana pudieran abrumarme, ahora me doy cuenta de lo que somos todos. ¡Y si solo todos pudieran darse cuenta de esto! Pero no se puede explicar. No hay manera de decirles a las personas que todas caminan brillando como el sol”.

-Thomas Merton, Conjectures of a Guilty Bystander Thomas Merton, O.C.S.O. fue un monje trapense, poeta y el autor de numerosos escritos sobre la paz, la

justicia y el ecumenismo.

La enseñanza de la Iglesia “[La solidaridad] no es, pues, un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos”.

El Papa Juan Pablo II, Sollicitudo Rei Socialis (1987)

El Papa Francisco dice “La política – dice la Doctrina social de la Iglesia, es una de las formas más elevadas de la caridad, porque sirve al bien común. No puedo lavarme las manos, ¿no? ¡Todos tenemos que dar algo!”

El Papa Francisco, Homilía diaria, 16 de septiembre de 2013

Preguntas para la reflexión • ¿Cómo estamos experimentando las divisiones en nuestra comunidad? ¿Cómo puedo

responder cuando alguien no está de acuerdo con unos de mis valores fundamentales? • La Hermana Simone Campbell ha dicho que debemos acercarnos con una “curiosidad santa” a

quienes son diferentes que nosotros o que tienen perspectivas diferentes. ¿Qué pensamos que quiere decir la Hermana Simone con eso? ¿Cómo podemos practicar la curiosidad santa?

• ¿Cómo es que la superación del individualismo y la consideración del bien de toda la comunidad se ven en la práctica?

• ¿Tenemos un sistema de impuestos justo donde nadie sufre de una carga injusta y todos contribuyen su participación equitativa? ¿Qué ideas tenemos para reformar nuestro sistema de impuestos?

• Cuando nos imaginamos una comunidad sana y activa, ¿cómo nos imaginamos esa visión? ¿Cómo podemos actuar juntos para hacer esta visión una realidad?

http://www.iccdinstitute.org/



Oración Oh Amor Divino, nos creas en cada momento y nos llamas a la plenitud de la vida en comunidad.

Ábrenos los ojos para que podamos ver que por ser humanos, todos estamos conectados unos con otros y con toda la creación.

Ábrenos la mente para que podamos tener imaginación y comprensión para crear políticas para el bien de todos.

Ábrenos los corazones para que podamos trascender más allá de las preferencias personales, el temor y el individualismo para superar las divisiones en nuestro mundo.

Ábrenos las manos para que podamos dar y recibir cuidado hasta de quienes no están de acuerdo con nosotros.

Oh Amor Divino, enciende tu llama en nosotros para que podamos entender que juntos reflejamos tu plenitud de vida.

No permitas que nada nos separe de la realidad de que en ti vivimos, nos movemos y existimos.

Oramos en nombre de todo lo que es santo.

Amén

Escrita por la Hermana Simone Campbell, SSS



Únanse a los trabajadores para crear una economía que pone a las personas, no la ganancia, en el centro

Descripción La Justicia social católica nos enseña que el trabajo es más que ganarse la vida. Es una manera de continuar la participación en la creación de Dios. El trabajo debe realzar la dignidad de la persona al permitir que todos los trabajadores expresen su singularidad de una forma que contribuye al bien común. La comunidad también tiene que reconocer la dignidad del trabajo al asegurar que es compensado justamente con un sueldo de subsistencia. Debido a que los seres humanos son sociales, los mismos tienen un derecho fundamental a organizarse colectivamente para crear condiciones de trabajo mejores para ellos y para otros.

Las Escrituras “Las quejas de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los Ejércitos. Ustedes no buscaron más que lujo y placer en este mundo, y lo pasaron muy bien mientras otros eran asesinados. Ustedes mataron al inocente; era fácil condenarlo, puesto que no se podía defender”. (Santiago 5:4-6)

Llamados a defender los derechos de los trabajadores Por Joseph Geevarghese

Todos los días, Charles Gladden se despierta y va a trabajar en el Capitolio de los EE.UU. Es cocinero y limpia en el Senado y por eso sirve a algunas de las personas más ricas y poderosas de nuestra nación. Pero todas las noches, Charles se acuesta a dormir afuera de una estación del metro a unas cuantas cuadras de la Casa Blanca. Aunque Charles trabajaba a tiempo completo, él era una persona sin hogar.

Charles es uno de los millones de trabajadores federales de contrato con salarios bajos que ganan tan poco que no pueden vivir con dignidad. De hecho, el gobierno de los EE.UU. es el creador principal de trabajos con bajos salarios, usando nuestros dólares fiscales para financiar más empleos de pobreza que Wal-Mart y McDonalds juntos.

Esto significa que nosotros, las personas, – como contribuyentes y ciudadanos – somos cómplices en la creación de una economía que mantiene a Charles y a otros trabajadores luchando por sobrevivir. Pero también significa que tenemos el poder de luchar y transformar un sistema que no funciona.

¡Pobre de aquel que construye su casa con cosas robadas,

edificando sus pisos sobre la injusticia!

Jeremías 22:13



Ya Charles está tomando medidas junto con otros trabajadores de contrato con salarios bajos. Durante los últimos cuatro años, miles de estos trabajadores – apoyados por la Hermana Simone y otros líderes religiosos – se fueron de sus trabajos 20 veces para ayudar a que 20 millones de trabajadores de contrato obtuvieran mejores salarios, protección contra el robo de salarios y de otros abusos laborales y beneficios de licencia pagada por medio de la acción del Presidente.

Sin embargo, ahora se corre el riesgo de perder estos beneficios. Igual que nuestras hermanas y hermanos latinos y musulmanes, los derechos de los trabajadores están siendo atacados.

La Enseñanza social católica nos llama a ser solidarios con trabajadores para transformar sistemas políticos y económicos injustos que ponen a las personas en último lugar. Estamos llamados a defender el derecho de los trabajadores que se están organizando para crear una vida mejor para sí mismos y para sus familias. Estamos llamados a proteger el derecho de los trabajadores de disfrutar de los frutos de sus labores. Y, mayormente, estamos llamados a unirnos con los trabajadores como Charles para pedirle cuentas a los funcionarios elegidos para que le pongan fin a los bajos salarios patrocinados por nuestro gobierno.

Joseph Geevarghese es el Director de Good Jobs Nation, una organización de trabajadores de contrato con salarios bajos que se organizan para obtener salarios dignos y derechos sindicales. Lean más en: http://goodjobsnation.org.

Aprendan de Dorothy Day “Lo que quisiéramos hacer es cambiar el mundo – que les sea más fácil a las personas alimentarse, vestirse y albergarse como Dios propuso que hicieran. Y, al luchar por obtener mejores condiciones, al clamar incesantemente por los derechos de los obreros, los pobres, los desposeídos – en otras palabras, los derechos de los pobres dignos e indignos – podemos, hasta cierto punto, cambiar el mundo. Podemos trabajar por el oasis, la pequeña célula de alegría y paz en un mundo atormentado. Podemos tirar nuestra piedra en la laguna y confiar que su círculo creciente va a ir alrededor del mundo. Repetimos, no hay más nada que podamos hacer que amar, y Dios mío, por favor agranda nuestros corazones para amarnos mutuamente, amar a nuestro prójimo, amar a nuestro enemigo como amigo”.

- Dorothy Day, The Catholic Worker, junio 1946 Dorothy Day fue cofundadora del Catholic Worker Movement en 1933. Ha llegado a contar más de 200 comunidades en los EE.UU. e internacionalmente donde los trabajadores católicos viven una vida más

sencilla en comunidad, sirven a los pobres y se oponen a la guerra y a la injusticia social.

La enseñanza de la Iglesia “La obligación de ganar el pan con el sudor de la propia frente supone, al mismo tiempo, un derecho. Una sociedad en la que este derecho se niegue sistemáticamente y las medidas de política económica no permitan a los trabajadores alcanzar niveles satisfactorios de ocupación, no puede conseguir su legitimación ética ni la justa paz social”.

Papa Juan Pablo II, Centesimus Annus – ‘En el centenario’ (1991)

http://goodjobsnation.org/



El Papa Francisco dice “El derecho fundamental al trabajo no va rechazado. Esto no puede considerarse una variable que depende de los mercados financieros y monetarios. Esto es un bien fundamental con respecto a la dignidad, a la formación de una familia, a la realización del bien común y de la paz”.

El Papa Francisco, discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, 2 de octubre de 2014

Preguntas para la reflexión • ¿Valoro por igual el trabajo de todas las personas? ¿Trato a algunos trabajadores de una

manera diferente que a otros? ¿Por qué? ¿Cómo puedo respetar la dignidad de todos los trabajadores?

• Cómo es que nuestra economía pone las ganancias en el centro de todo y no a las personas? ¿Cuáles son las consecuencias?

• Si todo el mundo tiene dones y talentos para ofrecer, pero no todos tienen la oportunidad de compartirlos, ¿qué efecto tiene esto en los individuos y en la sociedad?

• ¿Cómo afecta a las personas y a la sociedad la inhabilidad de ganar un salario digno? • ¿Cómo podemos unirnos con los trabajadores para crear una economía de inclusión, donde

todas las personas se ganan un salario digno y pueden cuidar de sus familias? • Como sociedad, ¿qué podemos hacer para asegurar que las personas tienen suficiente trabajo

que les permite expresar sus dones y talentos únicos?

Oración Oh Dios,

Clamamos por la justicia para trabajadores que tienen el derecho a un salario digno, a condiciones laborales seguras y a un trabajo que realza su dignidad humana.

Clamamos por la justicia para los trabajadores que laboran en ambientes insalubres y así ponen en peligro su salud y la seguridad de sus familias.

Clamamos por la justicia para los inmigrantes que quieren una vida mejor para sí y para sus hijos.

Clamamos por la justicia para los refugiados que quieren seguridad y un lugar para vivir y trabajar pero son objeto de discriminación debido a sus países de origen, posición, su idioma y su raza.

Clamamos por la justicia para cambiar un sistema económico que ha antepuesto la ganancia y la avaricia al bien común de las personas que emplean y sirven.

Clamamos por la justicia para nuestras hermanas y hermanos musulmanes que son difamados y perseguidos por su credo y creencia en Alá.



Clamamos por la justicia para los desempleados que quieren trabajar pero debido a circunstancias no reciben una oportunidad.

Clamamos por la justicia para tener trabajos que le permiten a cada trabajador expresar su creatividad, y así ser co-creadores con el Dios de la Creación.

Clamamos por la justicia … clamamos por la paz.

Amén

Escrita por la Hermana Anne-Louise Nadeau, SNDdeN



Cuiden la Tierra, al reconocer que somos interdependientes con el resto de la creación de Dios

Descripción Dios le dio a los seres humanos la tarea de cuidar de y nutrir toda la creación. Debido a que los seres humanos están íntimamente conectados con todo los que existe, nuestra salud y bienestar dependen de la tierra y de todas sus criaturas. Tenemos que cultivar y cuidar de la tierra de tal manera que su abundancia pueda proveer a y apoyar a las generaciones futuras. La creación se le confió a todas las hijas e hijos de Dios, y por lo tanto todas las personas tienen el mismo derecho a respirar aire limpio y beber agua limpia. Debido a que

la degradación ambiental afecta desproporcionadamente a los marginados de la sociedad, la preocupación por la creación no se puede separar de la preocupación por la justicia.

Las Escrituras “Yavé tomó, pues, al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara”. (Génesis 2:15)

El cuidado por toda la creación de Dios Por Shantha Ready Alonso

Encuentro que es algo profundo ofrecerle culto a un Dios que se deleita en saber que la diversidad de la creación es muy buena. Empezando con el libro del Génesis, aprendemos que hay un Creador que se deleita con las diferencias – al distinguir la tierra del agua, al crear una variedad de plantas y criaturas y al llamar a los seres humanos de géneros diferentes, de muchos colores y varios credos.

En Laudato Si’, el Papa Francisco nos presenta el concepto de la ecología integral, la cual expande nuestro concepto de lo que se incluye cuando pensamos en “la creación de Dios”. La creación no solo abarca el mundo natural, sino también todo lo que co-creamos con Dios: medios construidos, economías, sistemas políticos, unidades monetarias, gastronomías, idiomas y música. Desde la perspectiva ecológica integral, el cuidado de la creación de Dios significa cuidar toda la tierra habitada y el universo.

Por ser personas que vivimos en los EE.UU., una manera de cuidar de la creación es por medio de nuestro vasto sistema de tierras públicas: parques nacionales, bosques, monumentos, refugios, santuarios y áreas silvestres. Juntas, (nosotros las personas), colectivamente compartimos la responsabilidad de la administración de estas

Pues, si bien a él no lo podemos ver, lo contemplamos,

por lo menos, a través de sus

obras.

Romanos 1:20



tierras públicas. Por medio de este sistema, juntos podemos conservar nuestro patrimonio espiritual, natural, histórico y cultural.

El patrimonio preservado en nuestras tierras publicas es algo que todos podemos atesorar. Pero, la historia racista de nuestra nación de expulsar a la fuerza a personas de la tierra, confinarlas a reservas, segregación, discriminación y prácticas laborales injustas o forzadas han dejado una herencia penosa – hasta en nuestro sistema de tierras públicas. De la misma manera, la historia de nuestra nación de tener poco respeto por especies raras y amenazadas necesita ser superada por un mayor cuidado. Tenemos que trabajar para asegurar que nuestras tierras públicas le pertenecen a toda la creación de Dios.

Recientemente, los valores de la diversidad cultural y la biodiversidad han cobrado más importancia en nuestras tierras públicas y sistemas de agua. En los últimos cinco años, hemos visto más nombramientos de monumentos que honran a líderes valientes de la justicia social, incluyendo el monumento Cesar Chavez National Monument en California, el monumento Harriet Tubman Underground Railroad National Monument en Washington DC. Por primera vez en nuestra historia, el sistema de tierras públicas tiene un monumento nacional con un enfoque en el patrimonio de indígenas americanos: Bears Ears National Monument. Estos 1.35 acres de tierra en Utah son sagrados para múltiples tribus y por medio de este monumento, podemos beneficiarnos todos de la sabiduría de las tribus que reclaman Bears Ear como su tierra ancestral.

Nuestras tierras y aguas públicas cuentan nuestras historias y le dan forma a nuestros recuerdos colectivos. Son lugares donde aprendemos, jugamos y rezamos. Todos dependemos de la integridad de la creación de Dios, que nos une. Todos queremos aire puro, agua y tierra para nosotros y para nuestras familias. Ojalá que atesoremos la tierra y esos lugares bellos que revelan las maravillas de nuestro Creador. Al reflexionar sobre la importancia y lo sagrada que es la tierra, ojalá podamos comprender que es un lente para nosotros poder ver nuestra interconexión y celebrar nuestra diversidad.

Shantha Ready Alonso es la Directora ejecutiva de Creation Justice Ministries, que representa el cuidado de la creación y las políticas de justicia ambiental de las denominaciones cristianas principales en los Estados Unidos. Lean más sobre su trabajo en http://www.creationjustice.org.

Aprendan de la Hermana Carol Coston, O.P. “Tenemos que tener un cambio de conciencia, como seres humanos, como cristianos. Tenemos que cambiar nuestra conciencia a una que se centra más en nosotros como una de muchas especies vivientes. No somos tan importantes. La idea de que tenemos que ser el número uno ha cambiado. La Tierra puede cuidarse ella misma si la dejamos en paz. Este es nuestro llamado por ser católicos de justicia social, por ser cristianos que participan en la vida social”.

-La Hermana Carol Coston, O.P., co-fundadora de Santuario Sisterfarm y Fundadora y Directora del Lobby de NETWORK por la justicia social católica.

http://www.creationjustice.org/



La enseñanza de la Iglesia “A menudo usamos la palabra progreso para describir lo que ha pasado en los últimos decenios. No se puede negar que en algunas áreas nuestras carreteras han mejorado y que la electricidad es de un acceso más fácil. ¿Pero podemos decir que hay verdadero progreso? ¿Quién se ha beneficiado más y quién ha pagado el verdadero precio? Los pobres siguen tan desfavorecidos como antes y el mundo natural ha sido herido gravemente. Lo hemos despojado por completo, silenciado sus sonidos y desterrado a otras criaturas, de la comunidad de los seres vivientes. Por nuestra falta de consideración y avaricia hemos pecado contra Dios y su creación. Una cosa es cierta: no podemos continuar ignorando y menospreciando la Tierra”.

Conferencia de los Obispos católicos de las Filipinas, What is happening to our Beautiful Land: A Pastoral Letter on Ecology (1988)

El Papa Francisco dice “Pero la vocación de custodiar no solo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra San Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos”.

El Papa Francisco, Homilía, 19 de marzo de 2013

Preguntas para la reflexión • ¿Cómo estamos conectados íntimamente los seres humanos conectados con toda la

creación? • ¿Dé qué manera hemos actuado como si toda la tierra solo nos perteneciera a los seres

humanos? • ¿Qué he aprendido acerca de Dios de los animales o de la Tierra? • ¿Qué daño vemos en nuestra propia comunidad que le ha sido causado a nuestro medio

natural? ¿Cómo afecta esto a los seres humanos y los animales? • ¿Cómo es que la destrucción del medio ambiente afecta a las personas marginadas

desproporcionadamente? ¿Cómo podemos ser solidarios con ellas? • ¿Qué quiere decir el Papa Francisco cuando habla de una “cultura del desecho” o una

“cultura del desperdicio”? ¿Cómo podemos combatir una cultura del desperdicio con una cultura de solidaridad con toda la creación?

• ¿Cuál es el papel que desempeñan las personas de fe en el movimiento ambiental más amplio?

Oración Dios de toda vida, gracias por el don de nuestro hogar en la Madre tierra y por unirnos íntimamente como hermanas y hermanos con toda tu creación de la cual dependen nuestra salud y bienestar. Queremos vivir con más cuidado y en solidaridad con la tierra y con las personas marginadas que son afectadas desproporcionalmente por la degradación ambiental.



Dale poder a nuestra respuesta a los retos del Papa Francisco – al rechazar los peligros de una cultura de desperdicio y una economía de exclusión, al nutrir la vida apoyando un desarrollo sostenible, al invertir en trabajos ecológicos y al defender a los pobres.

Inspíranos con Sabiduría para que podamos cultivar y cuidar de la tierra de manera que su abundancia permita que las generaciones futuras vivan en un mundo en paz que está libre de guerras por obtener recursos y que sostiene a todos con aire puro para respirar, agua potable para beber y comida nutritiva para comer.

Guíanos en todos estos caminos de justicia, ahora y siempre, Amén.

Escrita por la Hermana Leanne M. Jablonski, FMI



Conclusión Una manera útil de profundizar nuestro entendimiento y apreciación del alcance de cada persona individualmente es si nos concentramos, uno por uno, en los principios de la Justicia social católica. Sin embargo, es importante recordar que, en su totalidad, los principios crean un enfoque único para evaluar nuestra realidad y para mantener viva la esperanza en el futuro. Esa manera de pensar es un regalo que pueden traer a sus familias y a sus comunidades y a todos sus funcionarios electos.

Ver que un cambio en el mercado de valores recibe más publicidad que los trabajadores que luchan por ganar un salario digno o enterarse de que ha habido daños ambientales y no existen planes para prevenir daños futuros a la Tierra, el simplemente aceptar que así es como son las cosas en el mundo puede ser una verdadera tentación. Recordar la Justicia social católica y juzgar lo que experimentamos de acuerdo a cuán bien se defienden los principios de la Justicia social católica es una manera de recordar que somos llamados a vivir de acuerdo a unas prioridades diferentes que las de los sistemas políticos o económicos dominantes. Esta manera de ser se opone a lo que el Papa Francisco llama la “globalización de la indiferencia”, nuestra “cultura del desperdicio” o una “economía de exclusión y la inequidad”. Más bien, busca difundir la globalización de solidaridad y cooperación.

La Justicia social católica no es un ejercicio teorético moral. Está viva en el mundo y se puede interactuar con ella por medio de encuentros con quienes sufren por la injusticia y al luchar con otras personas que buscan la justicia. Si quieren aumentar su fe, vivan más como Jesús vivió, o simplemente sean mejores vecinos. La Justicia social católica puede llevarlos a una manera más profunda de vivir y de relacionarse con Dios. Como Alice Kitchen, miembro de la junta de NETWORK, sugiere en su reflexión: “váyanse en huelga con los trabajadores, viajen a la capital del estado para presionar a los funcionarios elegidos, escríbanle cartas al editor y hablen por la radio y por las redes sociales”.

Comprométanse a defender la dignidad humana, aceptando nuestro derecho y responsabilidad de participar, siendo solidarios con quienes viven en la pobreza, eliminando divisiones, uniéndose con los trabajadores y cuidando de la Tierra. Comprométanse a mantenerse activos en NETWORK y continúen buscando el bien común por medio de la política federal.

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guÍa de reflexiÓn sobre la justicia social catÓlica · 2021. 1. 28. · justicia social...

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