glosario de términos de filosofía
DESCRIPTION
Términos básicos de FilosofíaTRANSCRIPT
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD YACAMBÚ
FACULTAD DE HUMANIDADES
FUNDAMENTOS DE FILOSOFÍA
GLOSARIO DE TÉRMINOS
Autor:
Benito Kristofer, Pérez Márquez
C.I. 13.741.269
Tutor:
Psic. Aurora González MSc.
Maracaibo, 03 de junio de 2013
AFORISMO:
Uno de los modos posibles de expresión (VÉASE) de una filosofía es el aforismo.
Hay varios ejemplos de su empleo en la literatura filosófica. En su mayor parte los
aforismos filosóficos versan sobre asuntos de carácter moral (como los aforismos
de los moralistas franceses o españoles de los siglos XVII y XVIII, los Aforismos
para la sabiduría de la vida —o prudencia—, de Schopen-hauer, algunas de las
obras de Nietz-sche). Pero pueden también expresarse aforísticamente otros tipos
de pensamiento: es el caso del Tractatus y de las Investigaciones filosóficas, de
Wittgenstein. Se puede alegar que un aforismo de Wittgenstein es cosa muy
distinta que un aforismo de La Rochefoucauld o uno de Nietzsche. Así es desde el
punto de vista de su contenido. Pero aquí nos interesa el aforismo como forma de
expresión y exposición; en este sentido se puede decir que todos los ejemplos
anteriores pertenecen a la misma especie.
FERRATER M, José. (2002) Diccionario de Filosofía. Buenos Aires – Argentina.
Editorial Sudamericana.
ANTROPOLOGÍA:
Desde el punto de vista científico, la antropología es la ciencia del hombre en
cuanto ser psicofísico o simplemente en cuanto entidad biológica dentro de los
demás seres animados y, en última instancia, dentro de la Naturaleza. La
antropología científica es así, por una parte, un capítulo de la biología o, por lo
menos, un capítulo de la ciencia natural, y, por otra, una ciencia que requiere el
concurso de múltiples disciplinas, que no solamente se sirve de la biología, sino
también de la psicología, de la sociología, de cuanto contribuya al esclarecimiento
de la naturaleza del hombre. Sin embargo, en este último caso, la antropología, sin
dejar de ser, por supuesto, "científica", es menos científico- natural que científico-
cultural, e inclusive es llamada a veces antropología cultural para distinguirla de la
antropología clásica. En cambio, la antropología filosófica, pese a la identidad
formal de su pregunta —¿Qué es el hombre y cuál su puesto en el cosmos?— con
respecto a la pregunta científica, sobrepasa a ésta por considerar al hombre no
sólo en su ser natural, sino también en su ser esencial, no sólo en su puesto
dentro de la Naturaleza, sino también dentro del espíritu. La antropología científica
y la filosófica son, consiguientemente, dos disciplinas cuya coincidencia en la
preocupación acerca del hombre no suprime su radical diferencia en el sentido de
la pregunta que les da origen.
FERRATER M, José. (2002) Diccionario de Filosofía. Buenos Aires – Argentina.
Editorial Sudamericana.
ARETÉ:
Término griego con el que se designaba la excelencia de alguien o de algo y que,
especialmente desde los sofista y Platón, y luego también por Aristóteles, fue
utilizado con el significado de virtud.
ALBORNOZ, José H. (2007). Diccionario de Filosofía. Caracas – Venezuela.
Vadell Hermanos Editores.
COSMOLOGÍA:
En sentido general se llama cosmología a toda doctrina acerca del mundo
(VÉASE), concebido como una totalidad. La cosmología se ocupa, por lo tanto, del
conjunto del mundo, de su origen y de sus leyes. El término ha sido utilizado sobre
todo por los escolásticos y por la escuela de Wolff, que han incluido dentro de la
cosmología las investigaciones relativas al "sistema del mundo" tal como fueron
realizadas por los antiguos y proseguidas, con supuestos distintos, por los
filósofos y cultivadores de la moderna ciencia de la Naturaleza.
FERRATER M, José. (2002) Diccionario de Filosofía. Buenos Aires – Argentina.
Editorial Sudamericana.
DIALÉCTICA:
Del verbo griego "dialeghestai" que se refiere originalmente al arte del diálogo y
de la discusión razonada ("dialectiké techné") y que adquirirá distintos significados
a lo largo de la historia del pensamiento.
En Platón la dialéctica se opone a la erística, y se identifica generalmente con el
movimiento ascendente del alma en busca de una comprensión cada vez más
universal de la realidad, que culminaría en el conocimiento de la Idea, tal como lo
expone, por ejemplo, en la "alegoría de la línea" (República, VI). En este sentido,
formarían parte de la dialéctica platónica dos movimientos lógicos, uno de
"composición" (en busca de una mayor generalización) y otro de "división" (el
establecimiento de las distinciones entre los distintos géneros).
En Aristóteles la dialéctica se identifica con la parte de la lógica que se ocupa del
estudio del razonamiento probable, pero no de la demostración, por lo que el
término irá quedando asociado, así, a la habilidad para argumentar,
confundiéndose a menudo con la retórica, y terminando por adquirir un significado
peyorativo que todavía se puede observar en la filosofía de Kant, quien considera
que la dialéctica es una mera "lógica de la apariencia".
En Hegel la dialéctica volverá a convertirse en el núcleo mismo de la filosofía,
siendo considerada como un método de conocimiento y como la expresión del
devenir de la realidad (de su despliegue y realización) en la que la oposición
sujeto/objeto se manifiesta como la unión de elementos opuestos en una síntesis
que lleva a la comprensión de la realidad como Absoluto.
La dialéctica hegeliana es asumida por Marx, quien manifiesta haber invertido sus
fundamentos, para terminar concibiendo la síntesis superadora no como la simple
reconciliación de la unidad originaria de la Idea, sino como la eliminación del
momento negativo de la realidad, a la que, en su dimensión social, concibe como
al devenir hacia el comunismo.
ALBORNOZ, José H. (2007). Diccionario de Filosofía. Caracas – Venezuela.
Vadell Hermanos Editores.
DOXA:
Término griego que se suele traducir por "opinión" y con el que nos referimos a
aquel tipo de conocimiento que no nos ofrece certeza absoluta, y que no podría
ser, pues, más que una creencia razonable, un conocimiento "aparente" de la
realidad. En este sentido parecen utilizarlo tanto Parménides, al distinguir la "vía
de la verdad" de la "vía de la opinión", como Platón, al distinguir, también
contraponiéndolas, la "doxa" de la "episteme", es decir, el conocimiento aparente
(el conocimiento de la realidad sensible) del verdadero conocimiento (el
conocimiento de la verdadera realidad, de las Ideas).
ALBORNOZ, José H. (2007). Diccionario de Filosofía. Caracas – Venezuela.
Vadell Hermanos Editores.
REMINISCENCIA:
(ανά μ ν η σι ς) llamaba Platón al recuerdo que tiene el hombre en este mundo de
la vida anterior en que contemplaba de un modo inmediato y directo las ideas. La
reminiscencia explica, según Platón, la aprehensión actual de las ideas a través de
las sombras de los sentidos y constituye la única fuente de conocimiento
verdadero. La reminiscencia no es, empero, sólo el fundamento del saber
verdadero, sino una de las pruebas principales de la inmortalidad del alma. Pues
"si este principio es exacto —escribe Platón en el Fedón— es indispensable que
hayamos aprendido en otro tiempo las cosas de que nos acordamos en éste, lo
cual sería imposible si nuestra alma no hubiera existido antes de asumir forma
humana".
FERRATER M, José. (2002) Diccionario de Filosofía. Buenos Aires – Argentina.
Editorial Sudamericana.
SEMIÓTICA:
Del griego "semeiotiké", término que deriva, a su vez, de "seméion" (signo). El
término semiótica (usado originalmente en el mundo anglosajón) o semiología
(más usado en el mundo francófono) se aplica al estudio de la naturaleza de los
signos: su origen, significado, formas de transmisión, relación entre ellos, etc.
Ya desde la antigüedad el estudio de los signos (especialmente de los lingüísticos)
despertó la curiosidad y el interés tanto de los sofistas, como de Platón y
Aristóteles, así como de las escuelas estoica y la epicúrea, interés que se continúa
observando en los lógicos gramáticos medievales.
En la época moderna, el impulso dado por Locke al estudio del lenguaje hará que
la semiótica se desarrolle considerablemente en la filosofía moderna, desarrollo
que recibirá un fuerte impulso en la época contemporánea con las aportaciones de
C. S. Peirce y F. de Saussure, a quienes se suele considerar los padres de la
semiótica contemporánea, que llegará a ocupar un lugar central en las reflexiones
filosóficas.
Es habitual dividir la semiótica en tres partes: la sintaxis (el estudio de las
relaciones de los signos entre sí) la semántica (el estudio de las relaciones de los
signos con el objeto significado) y la pragmática (el estudio de las relaciones de
los signos con los sujetos que los utilizan).
Dada la universalidad del empleo de signos, las investigaciones semióticas
abarcan todo tipo de fenómenos: cine, teatro, arquitectura, música, literatura, arte,
y el estudio de la cultura en general.
ALBORNOZ, José H. (2007). Diccionario de Filosofía. Caracas – Venezuela.
Vadell Hermanos Editores.
SER:
La noción de ser es una de las más complejas que podamos encontrar en
filosofía. Podemos distinguir dos usos del término "ser": un uso como verbo y otro
como sustantivo. En cuanto verbo, tendría una función meramente copulativa al
relacionar un sujeto con un predicado, función que, al no haber sido observada
convenientemente, fue causa de muchos malentendidos. En la historia de la
filosofía ha prevalecido, preferentemente, su consideración como sustantivo, como
nombre abstracto, adquiriendo un valor existencial, absoluto, que ha sido objeto de
distintas especulaciones metafísicas.
En esta última acepción, como nombre abstracto, podemos considerar de un
modo muy general que el ser (en singular) remite a "lo que es", a cualquier
realidad individual a la que llamamos ente, y a la que consideramos un "ser",
independientemente de que su existencia sea o no física, material; pero también
podemos considerar que remite a lo que hace que una cosa sea, es decir, al
elemento común que comparten todas las cosas que son, de las que decimos que
"tienen ser", y en este sentido consideramos al ser como el fundamento último de
la realidad. En este sentido, es el objeto de estudio tradicional de la metafísica, el
estudio "del ser en cuanto tal", considerando que el ser es la categoría suprema
de la realidad, o que es algo más que una categoría de la realidad, a la que
necesariamente han de referirse todos los seres que existen.
Son muchas las interpretaciones del ser, a lo largo de la historia de la filosofía, de
Parménides a Heidegger. Y también las críticas a dichas concepciones, entre las
que destacan, entre otros, las de la filosofía analítica y el positivismo lógico, que
consideran esas elaboraciones como el resultado de equívocos lingüísticos.
ALBORNOZ, José H. (2007). Diccionario de Filosofía. Caracas – Venezuela.
Vadell Hermanos Editores.