gestión - 29-05-2015 - el cambio climático como oportunidad de transformar el modo de hacer...

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16 Viernes 29 de mayo del 2015 GESTIÓN BAJO LA LUPA adopción de fuentes de energía reno- vable, es una oportunidad para hacer un negocio millonario. Dentro de nuestra empresa tam- bién tenemos oportunidades: redu- cir el impacto ambiental, que evitó que desde el 2008 incurriéramos en costos fabriles de más de cuatro- cientos millones de euros. Obser- vamos que nuestras marcas susten- tables, que representaron la mitad del crecimiento de la empresa en 2014, crecen el doble que las otras marcas: los consumidores las eli- gen cada vez más. Asimismo, nos ayuda a garanti- zar nuestras reservas. En la actua- lidad, más del 55% de la materia prima agrícola de Unilever es sus- tentable, es más de la mitad de nuestro objetivo para el 2020. Para lograrlo, hemos capacitado hasta el momento a 800,000 pequeños agricultores para que incrementen sus cosechas. La capacitación me- jora su fuente de sustento y también nos ayuda a prevenir futuros pro- blemas en nuestro negocio en un mundo tan volátil. Así, demostra- mos que es posible hacer crecer una empresa y, al mismo tiempo, re- ducir el impacto ambiental y ayu- dar a la sociedad. Además, me resulta alentador saber que los jóvenes son los que más lo ven. No solo los cientos de miles que se sumaron a la People’s Climate March de Nueva York y de otras ciudades del mundo, sino también los jóvenes empresarios que voy conociendo, quienes ven cómo la innovación puede mejorar la vida de millones de personas. En solo siete meses, habrá una cumbre en París donde los presi- dentes de más de 190 países se reunirán para firmar un acuerdo sobre el cambio climático. Sin em- bargo, aún queda un muy arduo camino por andar. Del mismo mo- do que en un principio algunos criticaron los telares automatiza- dos que instaló Arkwright, en esa cumbre habrá antagonistas y de- tractores con intereses particula- res y otros que demuestren una preocupante apatía. Sin embargo, las empresas tie- nen que aprovechar esa oportu- nidad: son cada vez más las que exigen a los gobiernos medidas sobre el cambio climático. Más de mil organizaciones firmaron la Declaración del Banco Mundial sobre el Precio del Carbono pi- diendo a los gobiernos que le pon- gan un precio. Los miembros del B-Team, entre ellos, Sir Richard Branson y yo, hemos exigido que, para el 2050, las emisiones de car- bono se reduzcan a cero, objetivo difícil pero necesario para mini- mizar los riesgos que corre el pla- neta a raíz de esas emisiones, y maximizar las posibilidades de hacer negocios. En la cumbre de Cambio Climá- tico de la ONU en París vamos a insistir con esta iniciativa. La ne- cesidad de tomar medidas nunca ha sido tan clara, lo cual me llena de optimismo. Ojalá que, dentro de muchos años, al mirar atrás y contemplar el 2015 del mismo modo que aho- ra contemplamos la gran inven- ción de Richard Arkwright, poda- mos ver que en ese año se produjo un punto de inflexión y comenzó la segunda gran Revolución In- dustrial: el año en que los gobier- nos, los empresarios líderes y la sociedad civil se unieron para sen- tar la bases de un mundo mejor. H ace más de doscientos cincuenta años, un empresario británico llamado Richard Arkwright construyó la primera máquina textil automatizada, y con ello, dio inicio a la Revolución Industrial. El carbón desempeñó un papel esencial en ella y, con el paso de los años, se potenciaría con la llegada del petróleo y el gas. La revolución transformó los pai- sajes y la vida en general: millones de personas amasaron fortunas y salieron de la pobreza. Sin embargo, los combustibles fósiles no solo han transformado la manera en que vivimos y trabaja- mos, sino también han transforma- do el planeta y, por ello, nosotros de- bemos cambiar una vez más nues- tra forma de hacer negocios. No ha- cerlo tiene un costo demasiado alto: si continuamos con la misma pos- tura, ponemos en peligro el planeta y la prosperidad económica. Durante la última década, en Estados Unidos, los gastos que provocaron los fenómenos meteo- rológicos graves como el huracán Sandy y las sequías de California y Texas, han superado los tres- cientos mil millones de dólares. San Pablo, que representa un ter- cio del PBI de Brasil y depende de la energía hidráulica para generar el 80% de su electricidad, se vio afectada por la peor sequía de los últimos ochenta años. Las Nacio- nes Unidas estiman que las pérdi- das ocasionadas desde el 2000 por los desastres naturales, que son cada vez más consecuencia del calentamiento global, son de dos mil quinientos billones de dó- lares. Estimamos que solo Unile- ver gasta cerca de trescientos mi- llones de euros al año por los efec- tos del cambio climático. La buena noticia es que ese cambio representa la oportuni- dad de transformar el modo de hacer negocios, ahorrar costos, reducir riesgos e innovar en ma- teria de combustibles. El informe Better Growth, Better Climate, publicado el año pasado por la Comisión Mundial sobre la Economía y el Clima, muestra que, contrario a lo que se cree, el creci- miento económico y las medidas para combatir el cambio climático son compatibles. El crecimiento de las ciudades, sumado a la rápida El cambio climático: una oportunidad de transformar el modo de hacer negocios LAS EMPRESAS DEBEN SER PARTE DE LAS CONVERSACIONES SOBRE EL CAM- BIO CLIMÁTICO QUE SE REALIZARÁN ESTE AÑO, NO SOLO POR UNA CUESTIÓN MORAL, SINO TAMBIÉN PORQUE ES UN MODO DE GENERAR CRECIMIENTO. Xasd El crecimiento de las ciudades, sumado a la rápida adopción de fuentes de energía renovable, es una oportunidad para hacer un negocio millonario. Director ejecutivo de Unilever y presidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible. PAUL POLMAN En la actualidad, más del 55% de la materia pri- ma agrícola de Unilever es sustentable, es más de la mitad del objetivo de dicha empresa para el 2020”.

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  • 16 viernes 29 de mayo del 2015 Gestinbajo la lupa

    adopcin de fuentes de energa reno-vable, es una oportunidad para hacer un negocio millonario.

    Dentro de nuestra empresa tam-bin tenemos oportunidades: redu-cir el impacto ambiental, que evit que desde el 2008 incurriramos en costos fabriles de ms de cuatro-cientos millones de euros. Obser-vamos que nuestras marcas susten-tables, que representaron la mitad del crecimiento de la empresa en 2014, crecen el doble que las otras marcas: los consumidores las eli-gen cada vez ms.

    Asimismo, nos ayuda a garanti-zar nuestras reservas. En la actua-lidad, ms del 55% de la materia prima agrcola de Unilever es sus-tentable, es ms de la mitad de nuestro objetivo para el 2020. Para lograrlo, hemos capacitado hasta el momento a 800,000 pequeos agricultores para que incrementen sus cosechas. La capacitacin me-jora su fuente de sustento y tambin nos ayuda a prevenir futuros pro-blemas en nuestro negocio en un mundo tan voltil. As, demostra-mos que es posible hacer crecer una

    empresa y, al mismo tiempo, re-ducir el impacto ambiental y ayu-dar a la sociedad.

    Adems, me resulta alentador saber que los jvenes son los que ms lo ven. No solo los cientos de miles que se sumaron a la Peoples Climate March de Nueva York y de otras ciudades del mundo, sino tambin los jvenes empresarios que voy conociendo, quienes ven cmo la innovacin puede mejorar la vida de millones de personas.

    En solo siete meses, habr una cumbre en Pars donde los presi-dentes de ms de 190 pases se reunirn para firmar un acuerdo sobre el cambio climtico. Sin em-bargo, an queda un muy arduo camino por andar. Del mismo mo-do que en un principio algunos criticaron los telares automatiza-dos que instal Arkwright, en esa cumbre habr antagonistas y de-tractores con intereses particula-res y otros que demuestren una preocupante apata.

    Sin embargo, las empresas tie-nen que aprovechar esa oportu-nidad: son cada vez ms las que exigen a los gobiernos medidas sobre el cambio climtico. Ms de mil organizaciones firmaron la Declaracin del Banco Mundial sobre el Precio del Carbono pi-diendo a los gobiernos que le pon-gan un precio. Los miembros del B-Team, entre ellos, Sir Richard Branson y yo, hemos exigido que, para el 2050, las emisiones de car-bono se reduzcan a cero, objetivo difcil pero necesario para mini-mizar los riesgos que corre el pla-neta a raz de esas emisiones, y maximizar las posibilidades de hacer negocios.

    En la cumbre de Cambio Clim-tico de la ONU en Pars vamos a insistir con esta iniciativa. La ne-cesidad de tomar medidas nunca ha sido tan clara, lo cual me llena de optimismo.

    Ojal que, dentro de muchos aos, al mirar atrs y contemplar el 2015 del mismo modo que aho-ra contemplamos la gran inven-cin de Richard Arkwright, poda-mos ver que en ese ao se produjo un punto de inflexin y comenz la segunda gran Revolucin In-dustrial: el ao en que los gobier-nos, los empresarios lderes y la sociedad civil se unieron para sen-tar la bases de un mundo mejor.

    Hace ms de doscientos cincuenta aos, un empresario britnico l l a m ado R ic h a r d Arkwright construy la primera mquina textil automatizada, y con ello, dio inicio a la Revolucin Industrial. El carbn desempe un papel esencial en ella y, con el paso de los aos, se potenciara con la llegada del petrleo y el gas. La revolucin transform los pai-sajes y la vida en general: millones de personas amasaron fortunas y salieron de la pobreza.

    Sin embargo, los combustibles fsiles no solo han transformado la manera en que vivimos y trabaja-mos, sino tambin han transforma-do el planeta y, por ello, nosotros de-bemos cambiar una vez ms nues-tra forma de hacer negocios. No ha-cerlo tiene un costo demasiado alto: si continuamos con la misma pos-tura, ponemos en peligro el planeta y la prosperidad econmica.

    Durante la ltima dcada, en Estados Unidos, los gastos que provocaron los fenmenos meteo-rolgicos graves como el huracn Sandy y las sequas de California y Texas, han superado los tres-cientos mil millones de dlares. San Pablo, que representa un ter-cio del PBI de Brasil y depende de la energa hidrulica para generar el 80% de su electricidad, se vio afectada por la peor sequa de los ltimos ochenta aos. Las Nacio-nes Unidas estiman que las prdi-das ocasionadas desde el 2000 por los desastres naturales, que son cada vez ms consecuencia del calentamiento global, son de dos mil quinientos billones de d-lares. Estimamos que solo Unile-ver gasta cerca de trescientos mi-llones de euros al ao por los efec-tos del cambio climtico.

    La buena noticia es que ese cambio representa la oportuni-dad de transformar el modo de hacer negocios, ahorrar costos, reducir riesgos e innovar en ma-teria de combustibles.

    El informe Better Growth, Better Climate, publicado el ao pasado por la Comisin Mundial sobre la Economa y el Clima, muestra que, contrario a lo que se cree, el creci-miento econmico y las medidas para combatir el cambio climtico son compatibles. El crecimiento de las ciudades, sumado a la rpida

    El cambio climtico: una oportunidad de transformar el modo de hacer negociosLas empresas deben ser parte de Las conversaciones sobre eL cam-

    bio cLimtico que se reaLizarn este ao, no soLo por una cuestin

    moraL, sino tambin porque es un modo de generar crecimiento.

    Xasd

    El crecimiento de las ciudades, sumado a la rpida adopcin de fuentes de energa renovable, es una oportunidad para hacer un negocio millonario.

    Director ejecutivo de Unilever y presidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible.

    Paul Polman

    En la actualidad, ms del 55% de la materia pri-

    ma agrcola de Unilever es sustentable, es ms de

    la mitad del objetivo de dicha empresa para el

    2020.