galvanoplasti

23
Galvanoplastia - Recubrimientos de oro y plata Tip enviado por: Mario Gandara Barcelona, España Nociones generales de galvanoplastia. La electrometalurgia o galvanoplastia tiene dos ramas principales que se diferencian entre sí por la preparación de las superficies que se trata de recubrir. La electroplastia es la producción de capas metálicas adherentes sobre la superficie de los objetos, y su éxito depende de la limpieza perfecta de dicha superficie, que debe tratarse previamente. La electrotipia es la producción de depósitos no adherentes sobre moldes metálicos o no metálicos, cuya adherencia se evita cubriendo su superficie con plombagina o frotándola con trementina que contenga un poco de cera. La preparación de los objetos depende: primero, de la clase de depósito que se desee, y segundo, de la clase y naturaleza del objeto. En todos los casos hay que quitar toda suciedad, óxido, etcétera, ya que toda la copia obtenida por electrotipia reproduce todo detalle, hasta la señal de los dedos sobre la superficie del modelo. Preparación de los objetos Limpieza El cobre, el latón, el zinc y los metales preciosos se limpian con los ácidos que los atacan, preparándose el baño del modo siguiente, según la clase de metal: Agua Ácido Ácido Acido nítrico sulfúrico clorhídrico Para cobre y latón 100 50 100 2 Hierro 100 3 8 2 Fundición 100 3 12 3 Zinc 100 - 10 - Plata 100 10 - - Es mejor preparar siempre dos soluciones, reservando una para dar al metal un segundo baño que actúa más enérgicamente sobre su superficie ya limpia. Este segundo baño puede emplearse después de usado, como primero para otros objetos, acompañado de un fragmento con arena, etc; según la clase de objeto de que se trate. El plomo, el estaño y el metal Britania no debe echarse en ácido alguno, sino limpiarlos con sosa cáustica. Si los objetos han de pasar a soluciones de oro o de plata, debe quitárseles toda traza de ácidos; si el objeto se ha limpiado con sosa, no hay que tener tanto cuidado, ni

Upload: juan-duran

Post on 29-Mar-2016

214 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

manual de galvanoplastia

TRANSCRIPT

Page 1: galvanoplasti

Galvanoplastia - Recubrimientos de oro y plata

Tip enviado por: Mario Gandara

Barcelona, España

Nociones generales de galvanoplastia. La electrometalurgia o galvanoplastia tiene

dos ramas principales que se diferencian entre sí por la preparación de las superficies

que se trata de recubrir. La electroplastia es la producción de capas metálicas adherentes sobre la superficie de

los objetos, y su éxito depende de la limpieza perfecta de dicha superficie, que debe

tratarse previamente. La electrotipia es la producción de depósitos no adherentes sobre moldes metálicos o

no metálicos, cuya adherencia se evita cubriendo su superficie con plombagina o

frotándola con trementina que contenga un poco de cera. La preparación de los objetos

depende: primero, de la clase de depósito que se desee, y segundo, de la clase y

naturaleza del objeto. En todos los casos hay que quitar toda suciedad, óxido,

etcétera, ya que toda la copia obtenida por electrotipia reproduce todo detalle, hasta la

señal de los dedos sobre la superficie del modelo.

Preparación de los objetos

Limpieza El cobre, el latón, el zinc y los metales preciosos se limpian con los ácidos que los

atacan, preparándose el baño del modo siguiente, según la clase de metal:

Agua Ácido Ácido Acido

nítrico sulfúrico clorhídrico

Para cobre y latón 100 50 100 2

Hierro 100 3 8 2

Fundición 100 3 12 3

Zinc 100 - 10 -

Plata 100 10 - -

Es mejor preparar siempre dos soluciones, reservando una para dar al metal un

segundo baño que actúa más enérgicamente sobre su superficie ya limpia. Este

segundo baño puede emplearse después de usado, como primero para otros objetos,

acompañado de un fragmento con arena, etc; según la clase de objeto de que se trate. El plomo, el estaño y el metal Britania no debe echarse en ácido alguno, sino limpiarlos

con sosa cáustica.

Si los objetos han de pasar a soluciones de oro o de plata, debe quitárseles toda traza

de ácidos; si el objeto se ha limpiado con sosa, no hay que tener tanto cuidado, ni

Page 2: galvanoplasti

tampoco cuando el objeto tratado con ácido a de pasar a una solución ácida de

encobrar. En estos casos lo mejor es sumergir el objeto en agua limpia y pasarlo

enseguida a la cuba electrolítica. La operación más importante en la electroplastia es la limpieza química de la superficie

del metal sobre el cual se ha de depositar otro, porque de no llevarla a cabo con todo

rigor, no queda adherida esta capa al objeto. Claro está que los distintos metales requieren generalmente diferente tratamiento. La

superficie de casi todos los metales, cuando se limpia, no tarda en cubrirse de una

película de óxido al exponerse al aire, sobre todo si dicha superficie ha quedado

húmeda; para evitar este inconveniente es, de ordinario, preciso proceder al baño

galvanoplástico al terminar la limpieza del metal.

Antes de limpiar los objetos, se suelen armar éstos con alambres de cobre, para no

tener que tocarlos con las manos hasta terminar todas las operaciones. A veces basta

tocar ligeramente con los dedos el objeto para verse en la necesidad de limpiarlo

nuevamente.

Si el objeto que se trata de recubrir tiene su superficie lisa o bruñida, el depósito

resultará brillante. Al contrario, si dicha superficie es rugosa o mate, la capa

depositada será más bien mate. Si se deja mucho tiempo el objeto en el baño ácido, la

superficie pulimentada puede resultar chapeada mate. Las operaciones de limpieza

deben hacerse seguidamente, sin interrupción alguna. A continuación pueden verse distintos tratamientos para diferentes metales. Cobre y sus aleaciones

Potasa cáustica ½ kg, agua potable 4 litros. Se calienta hasta ebullición en una vasija

de hierro provista de tapa; se acepilla el objeto para quitar todos los cuerpos extraños

adheridos, se arma o rodea con alambre, y se suspende algún tiempo en la lejía

caliente; ordinariamente bastan unos cuantos minutos; si alguna de las partes del

objeto presenta soldaduras no debe tenerse mucho tiempo en el baño, ya que la

potasa cáustica ataca a la soldadura, y la solución ennegrece el cobre. al sacar el

objeto de esta lejía se lava bien en agua corriente. Si el objeto estuviera muy oxidado se limpia en un baño compuesto de 4 litros de agua

y ½ litro de ácido sulfúrico, hasta que desaparezca la parte más oscura; se lava

después en agua corriente y se sumerge en la siguiente solución: 4 litros de cianuro

potásico comercial 240 gm., se saca de este baño y rápidamente se cepilla todo muy

bien con un cepillo y piedra pómez en polvo muy fino humedecida en la solución de

cianuro. Hay quien prefiere dar al objeto un baño previo en ácido nítrico, para dar

brillo a su superficie, o en una mezcla de ácidos nítricos y sulfúricos, seguido de un

lavado en agua corriente; pero el cianuro y la acción mecánica de la piedra pómez y el

cepillo dan muy buenos resultados sin necesidad de dicho baño previo. Después del baño ácido, se sumerge por un momento el objeto en la solución de

cianuro, se lava con rapidez en agua corriente y se lleva enseguida al baño

electrolítico. Cuando se trata de dorar o platear, se acostumbra amalgamar la

superficie del objeto, para asegurar la adherencia del metal depositado. La

amalgamación se verifica sumergiendo el objeto, después del baño de cianuro durante

Page 3: galvanoplasti

unos segundos, en una solución de 30 a 210 gr de nitrato mercúrico, 30 a 150gr de

ácido sulfúrico y 4 litros de agua agitándola hasta que quede bien clara. Se lava

rápidamente el objeto en agua al salir del baño de mercurio, y se lleva a la cuba

electrolítica. Los baños de ácido, cianuro y mercurio deben conservarse en tarros de cristal o

porcelana (sin esmalte de plomo), provistos de tapa para evitar la evaporación. A los objetos de cobre o de alguna aleación de este metal, se les da un acabado mate

teniéndolos unos minutos en un baño compuesto de 10kg de ácido nítrico (36º), y 5 kg

de ácido sulfúrico (66º), de ½ a 5 kg de sal común, y la misma cantidad de sulfato de

zinc. se mezclan los ácidos poco a poco, se agrega la sal de zinc, después la de cocina,

poco a poco, se agita bien el líquido y se espera a que se enfríe antes de usarlo. Se

lava el objeto muy bien en agua y se pasa por el baño de cianuro antes de llevarlo al

galvanoplástico. Mientras se prepara el baño ácido deben tenerse las puertas abiertas

para evitar el respirar de vapores ácidos combinados. Hierro y fundición

Se le quita la grasa al hierro fundido, sumergiéndolo en una solución alcalina caliente

semejante a la empleada para el cobre, y lavado después muy bien con agua; se tiene

luego unas cuantas horas en agua acidulada con el 1 por 100 de ácido sulfúrico, y se

lava con agua, terminando frotándolo con arena o piedra pómez y un cepillo de fibra.

Se vuelve a lavar y se echa otro poco de tiempo en el baño ácido, se lava y se pasa ya

por el baño galvánico. Si se usa un baño de más de 1 por 100 de ácido, hay que

reducir la duración, por que de no hacerlo así el hierro queda muy corroído y el carbón

que el metal contiene, y que no es atacado por el ácido, no sede ni con mucho trabajo

a la arena y al cepillo. El hierro fundido no se dora o platea bien por simple deposición

los depósitos de cobre o bronce son mejores aunque no perfectos, pero si se estaña el

hierro, la capa es adherente y recibe con toda confianza los otros metales. Hierro forjado

El hierro forjado, si esta muy oxidado, se limpia del mismo modo que la fundición, pero

requiere un baño ácido más concentrado y de más duración. El hierro blanqueado,

limado o bruñido, se trata como el acero. Acero

Se limpia en la lejía que se emplea para el cobre, se lava bien, se frota con piedra

pómez húmeda, se lava y se sumerge en un baño compuesto de 4 litros de agua por 2

kg, de ácido clorhídrico. Se vuelve a lavar con agua muy rápidamente, y se pasa a la

cuba de galvanizar. Todo el acero como el hierro forjado se dora bien, sin ningún metal intermedio, en

baños electrolíticos calientes. Es difícil obtener una capa adherente plata sobre estos

metales, sin el intermedio de una capa de cobre o latón, que facilita grandemente el

plateado. Zinc, estaño y plomo

Page 4: galvanoplasti

El zinc se limpia teniéndolo unos momentos (por que el álcali atacar con rapidez al

metal) en la lejía caliente de potasa, lavándolo y echándolo en agua que contenga un

10 por 100 de ácido sulfúrico; a los pocos momentos se lava con mucho agua caliente,

y si es preciso se frota con piedra pómez y un cepillo duro mojado en una solución

diluida de cianuro, o se acepilla con una grata. Esta ultima operación es muy eficaz

cuando hay partes soldadas con estaño. El estaño, el plomo y la aleaciones de estos metales son más difíciles de limpiar que el

zinc y el hierro. Se frota rápidamente con un cepillo y potasa caliente, se lava

enseguida con agua y se acepilla, o se frota con un trozo de madera blanda y limpia.

Es muy difícil obtener un depósito satisfactorio de oro o plata directamente sobre estos

metales o sus aleaciones. Sus resultados son mucho mejores dándoles primero una

capa de cobre. Grasas o cepillos metálicos

Se emplean para abrillantar y suavizar los objetos metálicos. Están hechos

ordinariamente de alambres finos de latón o acero, y son de formas muy variadas

según la forma del objeto. Las ruedas de pelos de acero (cepillos o gratas circulares)

se emplean en el torno, acercando los objetos a las mismas, puesta en rápido

movimiento de rotación. Mientras se trabaja con estos cepillos se mantienen mojados

con un pequeño chorro de agua. Baño ácido

Se llama así ordinariamente a una mezcla que se emplea con mucha frecuencia para

dar una superficie brillante a los objetos de latón. Cuando se trata de niquelar el latón,

el baño ácido se compone de dos kg, de ácido sulfúrico, y 1 kg de ácido nítrico y 2

litros de agua. Al preparar este baño debe primero echarse el ácido nítrico en el agua,

y después se va agregando poco a poco el ácido sulfúrico, agitando la mezcla con una

varilla de vidrio. El baño se usa en frío. Esta mezcla debe conservarse en una vasija de

porcelana, que ha de taparse con una placa gruesa de cristal. Los metales deben

tratarse en este baño en sitio abierto o cerca de chimenea, para que puedan salir con

facilidad los vapores, que irritan mucho los pulmones cuando se respira. En el mismo

instantes de sacar los objetos del baño ácido, deben echarse en agua. Baño corrosivo

El hierro fundido, antes de niquelarlo, tiene que ser tratado en un baño ácido frío, para

disolver o desprender el óxido de la superficie. El baño puede prepararse en una cuba

de madera, y consiste de ordinario en una mezcla de 625 gr de ácido sulfúrico por 10

litros de agua; el hierro sumergido en este baño durante 20 minutos a media hora,

queda con la capa de oxido tan desprendida que puede separarse fácilmente con un

cepillo duro, arena y agua. Cuando es preciso que el objeto salga brillante del baño en

vez de presentar su superficie negra como sucede con la solución anterior, se emplea

doble proporción de ácido, es decir, se disuelven 1250 gr en 10 litros de agua en este

baño se disuelven 150 gr de zinc, en forma granulada, y después se agregan 625 de

ácido nítrico, agitando bien la mezcla.

El mayor cuidado hay que ponerlo al limpiar antes de niquelar.

Page 5: galvanoplasti

Recubrimientos galvánicos

A continuación pueden verse fórmulas y procedimientos para depositar sobre los

metales capas metálica adherentes, en baños electrolíticos.

Níquel Preparación del baño para electroniquelar Solución. Las sales de níquel que ordinariamente se emplean son: el sulfato doble de

níquel y amonio, que es de aspecto cristalino y de color verde esmeralda, y el cloruro

correspondiente. También se emplean otras sales, como el cianuro de níquel y potasio,

el acetato y el sulfato, pero ninguna de tan buen resultado como el sulfato doble

mencionado. La solución de esta sal se hace en la proporción de 9 kg de la misma por 100 litros de

agua echando primero la sal en una cuba limpia, de madera, donde se le echa una

cierta cantidad de agua hirviendo, se agita bien con una varilla durante uno minutos,

se echa la solución verde formada en el baño o cuba electrolítica, y se agrega más

agua caliente para disolver los cristales que queden, sin dejar de agitar hasta que no

quede ninguno sin disolver. Se agrega después agua fría para completar los 100 litros.

Es conveniente pasar la solución caliente por un colador antes de echarla en la cuba,

para quitarle las impurezas. El cloruro doble se disuelve en la proporción de 3 kg por cada 100 litros. El baño debe tenerse en sitio donde no pueda caerle polvo ni materia extraña alguna.

Expuesto al aire, se evapora el agua, que hay que reponer con adiciones frecuentes.

Por esta razón y para evitar la entrada de polvo conviene tapar la cuba. La solución

debe espumarse alguna que otra vez, y removerse con frecuencia para que su

concentración sea igual en todos los puntos. Cuba. La vasija en que se verifica la electrólisis, llamada cuba electrolítica, esta echa

ordinariamente con tablas de pino de 5 cm de ancho, bien encajadas y apretadas entre

sí, y enlucida por dentro con una tapa de asfalto de buena calidad, aplicado en estado

de fusión.

En vez de cubas de esta forma, se puede emplear medio tonel, con un aro más,

aunque a causa de la forma de este recipiente hay una gran parte del mismo llena de

líquido que no se utiliza.

Para baños pequeños se usa una cubeta de hierro esmaltado, de dimensiones

apropiadas. Ánodos. Es mejor emplear placas de níquel puro fundido, que ánodos de metal

granulado. Los tamaños más corriente están comprendidos entre 4 x 10 cm y 20 x 30

cm.

Los ánodos se suspenden en la cuba, siguiendo las paredes de la misma, o

atravesados delante y detrás del objeto, pero cuidando siempre que no estén tan

Page 6: galvanoplasti

próximos a éste que en modo alguno puedan llegar a ponerse en contacto con el

mismo. Pueden suspenderse, mediante pinzas de cobre (que no lleguen a tocar el

líquido), de las varillas gruesas de cobre que están en conexión eléctrica con la batería. Batería

En casi todos los grandes talleres de galvanoplastia se emplean dinamos en vez de

baterías por ser mas limpias, necesitar menos cuidados, ocupar menos espacio y dar

una corriente más adecuada al trabajo y aun precio mucho más bajo. Pero como su

coste inicial es considerable y requiere fuerza motriz, no están aún tan extendidas

como las baterías, que se encuentran en todos los talleres pequeños. La pila de carbón

o de ácido crómico es la más corriente, ya que con menor número de elementos hace

el trabajo con más rapidez; pero como la corriente que da es muy intensa es preciso

con frecuencia introducir en el circuito carretes de resistencia (reóstatos) para reducir

la intensidad al niquelar objetos pequeños.

Muy buenos servicios da también la pila de dos o tres elementos Smee (o de sulfato de

cobre) en serie. Para saber el número de elementos necesarios, hay que tener en

cuenta que la superficie (sumergida) de zinc de la batería ha de ser aproximadamente

igual a la superficie del objeto que se quiere niquelar, aparte de la multiplicación en

serie para obtener la tensión necesaria. Es decir, que si un elemento tiene una

superficie de zinc (sumergida) de cien centímetros cuadrados y el objeto tiene

quinientos, hay que disponer cinco elementos en paralelo para la intensidad, y tres en

serie para la tensión (si está ha de ser de tres voltios al empezar). O sea, que habrá

que montar la batería con quince elementos. Claro esta que esta batería es equivalente a la de tres elementos grandes, en que cada

uno tenga quinientos centímetros cuadrados de superficie sumergida de zinc (es decir,

una placa cuadrada de zinc, de casi 16 cm de lado, mojada por ambas caras). Son

muy convenientes por este motivo las baterías grandes, que admiten la inmersión de

la superficie necesaria de zinc.

Si la corriente es demasiado intensa, el metal depositado presenta un aspecto

empañado; y si es demasiado débil, queda la capa en forma granular o semicristalina. Hay que procurar que el polo cobre o carbón (positivo) de la batería vaya siempre

conectado (con alambres gruesos o varillas de cobre) con los ánodos o placas de

alimentación de la cuba, pues si se cambian los polos resultan dañados, el objeto y el

baño, por corrosión o solución parcial del primero en el segundo. Preparación del objeto

Se limpia perfectamente para quitarle toda traza de aceite, grasa, óxidos, barniz y

otras impurezas. El aceite, la grasa etc., se quitan con una solución acuosa

concentrada y caliente de potasa acústica, y después de lavado el objeto para separar

la potasa adherida, se le quita el oxido en un baño ácido, y si se trata de latón, cobre o

plata alemana, se frota con piedras pómez fina y una solución acuosa concentrada de

cianuro potásico. El hierro se limpia en una solución de ácido sulfúrico o clorhídrico al

10 por 100 aproximadamente y se frota con arena silícea blanca y fina, o con piedra

pómez. El latón y el cobre se abrillantan a veces, antes de ponerlos en el baño

electrolítico sumergiéndolos un instante en ácido nítrico diluido con unas veinte veces

su volumen de agua y lavándolos con rapidez en agua corriente; inmediatamente se

pasan a la cuba. Después de limpio el metal con el álcali no debe tocarse con la mano para nada.

Page 7: galvanoplasti

Al sacar el objeto ya niquelado de la cuba, se lava rápidamente con agua fría (pro sin

tocarlo); después se echa en agua caliente, que hace que, una vez fuera de la misma,

se seque pronto y bien. Si se quiere que el objeto presente una superficie bruñida

después de niquelado, debe bruñirse antes de entrar en la cuba. El níquel es muy duro

y no es a propósito para el bruñido. Al ponerse el objeto en circuito dentro del baño (no debiendo transcurrir más que un

momento entre su inmersión y la puesta en circuito), se mueve a uno y otro lado para

que no se formen burbujas en su superficie. El niquelado es muy sencillo, y con un poco de practica y atención, puede utilizarse el

baño meses y meses, obteniéndose depósitos de níquel que nada dejan que desear. Formulas para componer las soluciones

a) Sulfato doble de níquel y amonio de 5 a 8 partes, agua 100. Se disuelve el sulfato

en el agua, al calor; con cuidado se agrega amoníaco o sulfato amónico hasta que la

solución sea neutra al papel de tornasol. Esta solución es conocida con el nombre de

solución Adams.

b) Sulfato doble de níquel y amonio 10 partes, ácido bórico refinado de 2.5 a 5 parte,

agua de 150 a 200 partes.

Esta solución (de Weston) da un niquelado de color argentino, denso homogéneo y

tenaz, y se conserva en condiciones de niquelar bien y con uniformidad, durante

mucho tiempo.

La sal de níquel y el ácido bórico se disuelven por separado en agua hirviendo; se

mezclan las dos soluciones, y se agrega agua hasta completar el volumen indicado en

la formula. También pueden disolverse a la vez los dos ingredientes. c) Acetato de níquel 2.75 parte, acetato de calcio 2.5 partes, agua 100 partes. Por

cada litro de esta solución se le agregan 7 cm3 de ácido acético de densidad 1.047. Se

prepara este baño empezando por disolver carbonato de níquel (igual cantidad que la

dada en la fórmula para el acetato) en ácido acético, que se agrega poco a poco a la

sal, y se calienta la solución hasta que termine la efervescencia y toda la sal se haya

disuelto. El acetato de calcio se puede preparar disolviendo la misma cantidad que la

indicada en la formula, pero de carbonato cálcico (polvos de mármol), o la mitad de

cal, procediendo lo mismo que con el carbonato de níquel. Se mezclan las dos

soluciones, se agrega agua hasta completar la cantidad total dada por la formula, y se

agrega el ácido acético en la proporción indicada. d) Fosfato de níquel 10 parte, citrato de níquel 6 parte, pirofosfato sódico 10.5 parte,

bismuto sódico 1.5 parte, ácido cítrico 3 partes, amoníaco diluido 15 parte, agua 400

parte. e) Sulfato de níquel 6 partes, amoníaco 3 partes, agua 100 partes. Una vez disuelto el

sulfato de níquel se agregan 20 partes de amoniaco. Este baño es muy propio para aficionados, dando buenos resultados hasta con ánodo

de platino. Se mantiene a una temperatura de 38ºC y la corriente debe ser moderada.

Page 8: galvanoplasti

Este baño es preciso renovarlo de cuando en cuando con sal de níquel para reparar la

perdida de este metal; también debe mantenerse siempre alcalino, agregando

amoníaco. f) Sulfato de níquel y amonio 10 partes, sulfato amónico 2 partes, agua 250 partes. Se

disuelven las sales en agua hirviendo, y se espera a que se enfríe la solución. Esta

proporción esta muy indicada para niquelar objetos de fundición y acero. g) Sulfato de níquel y amonio 10 partes, sulfato amónico 2 partes, agua 300 partes. Se

procede como en la fórmula anterior. Este baño se emplea para niquelar objetos de

latón, cobre, estaño, metal ingles, plomo, zinc, etc. si presenta alguna acidez al papel

de tornasol, se agrega un poco de amoníaco. h) Sulfato de níquel y amonio 675 gr, sal amoníaco 375 gr, agua 17 litros. Se

disuelven las sales en agua hirviendo, y se hace el líquido ligeramente alcalino

agregándole 625 gr de amoníaco. i) Se prepara actualmente una solución, que da muy buenos resultados, mezclando el

líquido obtenido por disolución, en 1 kg de amoníaco, de la masa pastosa obtenida por

evaporación prolongada de la solución de 30 gr de níquel en agua regía con el

resultante de tratar la misma cantidad de níquel con una solución de 120 gr de cianuro

potásico en 1 litro de agua. Aumentado la dosis de cianuro resulta el deposito más

blanco y aumentado la de amoníaco, más gris. j) Método de Powell. Según este inventor, el ácido benzoico agregado a cualquier sal

de níquel impide la tendencia de estas a producir un deposito defectuoso, evita la

descomposición de la solución y por lo tanto la formación de sales derivadas. La

proporción de ácido benzoico es de 1 gr por cada litro de solución. Las dos formulas

siguientes son de este mismo autor:

j1) Sulfato de níquel y amonio 10 partes, sulfato amónico 4 partes, ácido cítrico 1

parte, agua 200 partes. Se prepara la solución al calor, y una vez fría, se le agrega un

poco de carbonato amónico hasta que sea neutra al papel de tornasol.

j2) Sulfato de níquel 6 partes, citrato de níquel 3 partes, ácido benzoico 1.5 partes,

agua 200 partes. k) Niquelado de objetos de aluminio. Cloruro de níquel 6 partes, fosfato sódico 7

partes, agua destilada 100 partes. Se calienta el baño a 60-70ºC y se mantiene esta

temperatura mientras dura el niquelado. l) Niquelado de objetos pequeños. Sulfato doble de níquel y amonio 7 Kg bicarbonato

sódico 800 gr, agua 100 litros. Se agrega el bicarbonato a la solución caliente del

sulfato, y poco apoco, por que de no hacerlo así la efervescencia producida haría

rebosar el líquido. El baño se conserva muy cerca del punto de ebullición. Si después

de haber trabajado algún tiempo, resulta el deposito de color oscuro, se agrega un

poco de sulfuro sódico. Desniquelado

Cuando hay que niquelar por segunda vez un objeto, siempre es mejor quitarle la capa

primera de níquel con una solución corrosiva, ya que el níquel no se adhiere bien a una

Page 9: galvanoplasti

capa del mismo metal. Un buen baño corrosivo es el siguiente: ácido sulfúrico 8 kg,

ácido nítrico 2 kg, agua 2 litros. Se agrega poco apoco el ácido sulfúrico al agua (nunca

lo contrarío, que es muy peligroso) y una vez fría la mezcla, se agrega el ácido nítrico,

y se agita el líquido con una varilla de cristal. Esta solución se emplea en frío. Los

objetos a que se quiere despojar de la capa vieja de níquel se sujetan con un alambre

grueso de cobre o latón y se echan en dicha solución; al cabo de unos instantes se

observan, ya que no deben permanecer en el líquido ni un momento después de

disuelta la capa de níquel, si no sacarlos inmediatamente y echarlos en agua fría. Según otro procedimiento, los objetos que hay que desniquelar se sumerge en un baño

de bicromato potásico 5 partes, ácido sulfúrico 5 partes, agua 100 partes, y se retiran

del baño en cuanto desaparece todo vestigio del niquelado. Tratamiento de la sarna de níquel

Esta enfermedad de la piel es bien conocida de todo los galvanizadores, a pesar de que

sólo ataca a determinados individuos habiendo otros que son completamente inmunes.

Lo mejor no es emplear en trabajos con níquel a los propensos adquirir dicha infección,

pero si esta sobre viene, se aplicara el siguiente tratamiento: las manos atacadas se

sumergen durante 5 a 10 minutos en una disolución acuosa de perborato sódico. Se

seca y se unta con una pomada de vaselina o lanolina y perborato de zinc. Es muy

recomendable el empleo, al terminar el trabajo, de la llamada pomada de galvanizador

o del jabón del mismo nombre, pues con ello se proviene en absoluto la enfermedad

que nos ocupa.

Oro

Generalidades sobre el dorado galvánico

Los baños que se emplean para el dorado electrolítico son de ordinario calientes, pues

de este modo el depósito obtenido es más homogéneo, tenaz y duradero, y de

hermoso color, además de que a igualdad de tiempo se deposita más cantidad de

metal que con el baño frío. A causa del alto precio del oro, es raro el caso de tener que dorar grandes objetos; y

como los baños no tardan en gastarse y deben renovarse con nuevas cantidades de

líquido, se emplean cubas lo más pequeñas posible, que pueden ser de cristal,

porcelana o hierro esmaltado. Estos recipientes se calientan en baño maría o de vapor. El mismo baño no sirve para todos los metales, por lo cual tiene que modificarse según

el metal, o cubrirse este previamente con otro metal para adaptarlo al baño. El oro se

deposita con más facilidad sobre la plata y el cobre o sobre sus aleación, y sobre todo

metal recubierto con aquellos. Con estos metales se obtienen buenos resultados con

un baño caliente (a unos 77 ºC) y con una corriente algo intensa con aleaciones, como

la plata alemana, los mejores resultados se obtienen con un baño débil, muy poco

caliente. El hierro y el acero, si no se cubren previamente con cobre, requieren una

corriente muy intensa y un baño muy caliente. Las aleaciones de plomo, zinc, estaño,

antimonio y bismuto, es preferible encobrarlas antes de proceder a su dorado

galvánico. Las vasijas que se quieren dorar interiormente se llenan con la solución ordinaria, se

suspende un ánodo de oro en el líquido y se hace pasar la corriente. Los bordes de las

Page 10: galvanoplasti

tazas y de las vasijas de perfil irregular se doran haciendo pasar la corriente por un

ánodo de oro y un paño empapado en la solución, que siga el borde en cuestión. A veces sucede que, al dorar por dentro ciertos objetos (copas, etc.) muy repujados o

cincelados, las partes más entrantes no reciben del todo bien el depósito de oro. En

este caso, debe lavarse el objeto con agua y cepillase muy bien, agregando después

un poco más de cianuro a la solución. El ánodo debe moverse continuamente y se

aumenta la corriente hasta que los puntos más recónditos queden bien dorados. Cepille con frecuencia el objeto (con el cepillo de pelo de latón) resulta mejor el

dorado, a causa de la ligera película de latón que se forma sobre la superficie. Los objetos quedan dorados de muy diversa manera si se mueven o no durante la

operación. Por ejemplo, si se coloca una tapa de reloj en la cuba de dorar y se deja quieta

durante unos instantes, es probable que adquiera un color rojo oscuro si la solución ha

actuado bastante tiempo; pero si se mueve rápidamente, cambia de color, tomando un

color rojo paja pálido. De aquí resulta que el color del dorado puede regularse por el

movimiento del objeto en el baño, siendo este un punto muy digno de tener en cuenta. Al dorar cadenas, alfileres, anillos, etc., u otros objetos que haya habido necesidad de

soldar, se encuentra, a veces, que el oro no se deposita bien sobre las partes soladas;

en estos casos, es muy conveniente frotar la soldadura con un cepillo de pelo metálico,

habiéndose encontrado que muchas veces estos cepillamos en seco (sin el chorro de

cerveza que ordinariamente se emplea) hacen a la superficie metálica mejor

conductora y de conductibilidad más uniforme, por lo cual el oro se deposita mucho

mejor. Se aplica esta propiedad cuando haya objetos sobre los cuales se deposita el

oro o la plata con mucha dificultad, si no se les cubre con una película muy tenue de

latón, que es el efecto que produce el cepillo. Al cepillar sin cerveza u otro líquido hay

que tener mucho cuidado en no prolongar demasiado la operación, ya que las

partículas metálica tan pequeñas desprendidas por el cepillo son muy perjudiciales a la

salud cuando se respira en cierta cantidad. Dorado parcial

Cuando sólo se trata de dorar determinadas partes de un objeto, se resguardan las

demás con el siguiente barniz: resina clara 10 partes, cera amarilla 6 partes, lacre rojo

bueno 4 partes, peróxido de hierro 3 partes. Se derriten los tres primeros ingredientes

juntos, agitando bien la mezcla, y se agrega el peróxido de hierro poco apoco y sin

dejar se agitar. El objeto parcialmente cubierto de este modo no debe introducirse en

el baño (ni frío ni caliente) antes de haberse secado y endurecido el barniz. Baño caliente

Mientras los objetos están en el baño deben moverse continuamente, y hay que

conectarlos con la batería antes o inmediatamente después de entrar en el baño. En

muchos casos es preferible emplear una cinta de alambre de platino en ves de un

ánodo soluble de oro: dicho alambre o cinta no sufre alteración alguna en el baño, e

introduciéndole más o menos en el líquido puede variarse el color del depósito; por

ejemplo, cuando se saca casi del todo de manera que sólo quede un poco dentro,

resulta un dorado de color amarillo pálido; si se sumerge un poco más, se obtiene otro

amarillo claro, y si se introduce del todo, resulta de color rojizo. La concentración del

Page 11: galvanoplasti

baño puede mantenerse constante con adiciones sucesivas de cloruro de oro con la

proporción correspondiente de agua y de las demás sales; pero es preferible gastar el

baño del todo y preparar uno nuevo, ya que no tarda en cargarse de cobre o plata si

se doran muchos objetos de estos metales en el baño. En un baño casi agotado que

contenga disuelto cobre, el depósito resulta de <<oro rojo>>, <<oro verde>>. El oro

y el cobre, o el oro y la plata, se depositan a la ves como una aleación, dependiendo el

color resultante de la proporción relativa de los metales, de la intensidad de la

corriente, de la concentración del baño, etc. El dorado mate se tiene por deposición lenta de una cantidad considerable de oro,

dando a la superficie del objeto un acabado mate, con ácidos, antes de dorarlo:

primero se le da una capa de plata deslustrada, o se deposita el oro sobre una densa

capa de cobre producida por una corriente débil en un baño de sulfato de cobre. Pare que el dorado resulte bueno es de todo punto necesario que el objeto no tenga la

menor traza de oxido, grasa, aceite u otra impureza cualquiera, lo cual se consigue por

los métodos de limpieza antes indicados. A continuación se dan varias fórmulas para dorar con baño caliente. a) Para cobre, plata o aleaciones ricas en estos metales. Agua destilada 4 litros, fosfato

sódico cristalizado 285 gr, bisulfito sódico 45 gr, cianuro potásico puro 5 gr, cloruro de

oro 10.5 gr.

Se disuelve el fosfato sódico en parte del agua caliente, y en otra parte se disuelve el

bisulfito sódico y el cianuro potásico. El cloruro de oro de disuelve en el resto del agua, se mezcla la solución con la de

fosfato, y se agrega la de cianuro y bisulfito. El baño debe ser incoloro. b) Para bronce y latón.

1) Agua destilada 4 litros, fosfato sódico cristalizado 190 gr, disulfito sódico 45 gr,

bicarbonato potásico 24 gr, sosa cáustica 24 gr, cianuro potásico puro 6 gr, cloruro de

oro 10 gr. se disuelve todo menos el cloruro de oro, en el agua caliente; se filtra, se

enfría y se agrega poco a poco, y sin dejar de agitar, el cloruro de oro disuelto en un

poco de agua. Se calienta al baño a 50-60º C para dorar. La corriente debe ser

intensa. 2) Agua destilada 4 litros, ferrocianuro potásico 55 gr, carbonato potásico puro 50 gr,

sal amoníaco 20 gr, cloruro de oro 20 gr. se prepara como el baño anterior, se hierve

media hora, se repone el agua evaporada y ya queda en condiciones de uso. 3) Agua destilada 4litros, cianuro potásico 75 gr, cloruro de oro 30 gr. Se disuelve el

cloruro de oro en el agua, se agrega el cianuro y se agita hasta que la solución se haya

completado. Estos baños tan fáciles de preparar tienen el inconveniente de no trabajar

con uniformidad, desde luego ganan con el uso. c) Para hierro y acero sin encobrar. Agua destilada 4 litros, fosfato sódico cristalizado

235 gr, bisulfito sódico 60 gr, cianuro potásico puro 13 gr, cloruro de oro 10.5 gr.

Page 12: galvanoplasti

Se hace la solución como queda dicho en las fórmulas anteriores. Se calienta 80-82ºC.

Para dorar el acero, se pasa por un baño de potasa caliente, después por otro de ácido

clorhídrico diluido (1 parte de ácido por 15 de agua), se cepilla y se conecta con la

batería. Al principio es preciso una gran intensidad de corriente. Baño frío

Agua destilada 4 litros, cianuro potásico puro 95 gr, cloruro de oro 90 gr. se disuelve el

cianuro en parte del agua, y se agrega poco a poco el cloruro de oro disuelto en el

resto del agua. Se hierve media hora, se enfría y ya puede emplearse, en cuba de

madera forrada de gutapercha o (si el objeto es pequeño) de hierro esmaltado. Los

ánodos son placas finas de hierro laminado, completamente sumergidas en el líquido

(mientras sé esta dorando) por medio de alambres de platino suspendidos a su vez de

varillas de platón bien limpias conectadas con el polo carbón o cobre de la batería, las

varillas de donde cuelga el objeto están conectadas con el zinc de la misma.

Procediendo como es debido, el color de la capa depositada es amarillo. Si el depósito

resulta negro o rojo oscuro, se agrega mas cianuro ( disuelto en agua) al baño, y se

reduce la intensidad de la corriente. Si hay un exceso de cianuro, el dorado se efectúa con gran lentitud o de modo

incompleto, o, como a veces sucede, los objetos pierden el oro después de dorados: en

este caso se agrega un poco más de cianuro de oro o se aumenta la intensidad de la

corriente. El dorado con baño frío debe hacerse lentamente, y requiere una gran cantidad por

parte del operador. Los objetos deben observares con frecuencia para descubrir los

depósitos irregulares o las manchas oscuras ( se quitan con el cepillo de pelo metálico,

colocando otra vez el objeto en el baño). Con frecuencia es necesario también agregar

o quitar un elemento de la batería, sobre todo si se introducen o se sacan objetos del

baño. Con demasiada intensidad de corriente, el depósito resulta negro o rojo; en

cambio, si es demasiado reducida, las partes opuestas al nodo quedan muy mal

doradas. Para dorar plata alemana hay que emplear un baño diluido y poca superficie

de ánodo sumergida. Con esta aleación se obtienen los mejores resultados calentando

lago la solución.

Baño especial para aficionados

La solución mejor y más barata para un aficionado, y también para dorar doraderos en

pequeña escala, es la de cianuro doble de oro y potasio, que contiene algo de oxido

potásico, pero que si se hace con oro puro y con cianuro potásico puro al 90 x 100, da

muy buenos resultados durante años enteros, si se conserva en buenas condiciones.

Esta solución se prepara del modo siguiente: Se procuran 8 gr de oro puro, en panes,

cinta o alambre, y 5 gr de cianuro potásico blanco y puro a 98 x 100; se disuelve el

cianuro en 1 litro de agua destilada caliente, en vasija esmaltada, y se mantiene casi

hirviendo, mientras se prepara la solución de oro. Se dispone una batería de dos pilas

Bunsen, o de tres Daniell, en serie. El alambre o cinta de oro se divide en dos partes,

cada una de las cuales se une a un alambre que parte de uno de los polos de la

batería. Se llena casi del todo con un baso blanco, pequeño y poroso, de los empleados

en las baterías, con la solución de cianuro, y se coloca en la vasija esmaltada: en este

vaso poroso se suspende el alambre de oro conectado con el polo zinc de la batería, el

otro trozo de oro se suspende en la solución de cianuro exterior, y se hace pasar la

corriente de uno a otro durante dos o tres horas. En este tiempo, parte del oro del

ánodo se disuelve o combina con el cianuro potásico, formando el cianuro doble de oro

y potasio, sin que haya sufrido perdida alguna el oro de dentro. Si al cabo de este

Page 13: galvanoplasti

tiempo se suspende un objeto en la plata alemana del cátodo en la solución exterior y

recibe una capa de oro en pocos momentos, el baño esta en condiciones de dorar

enseguida. El contenido del vaso poroso puede echarse en la solución de fuera, usando

las dos tiras o alambres de oro como ánodos. Puede utilizarse uno o más elementos de

la batería, según sea preciso. Al principio hay demasiado cianuro libre, y el depósito

puede resultar muy oscuro, pro este defecto se corrige pronto sumergiendo

completamente los ánodos mientras se está dorando. Al contrario, si hubiera muy poco

cianuro, o los ánodos no se disolvieran bien o estuvieran sucios, se agrega un poco

más de cianuro. Esta solución es de poco coste, por no haber perdida de material en su preparación.

Aunque toda la tira de oro se disuelva en la solución de cianuro, el baño no será muy

rico en oro, ya que tiene 3 gr de oro por litro de solución, pudiéndose hacer más

cantidad con la misma proporción. Dorado en color

Pueden obtenerse diversos tonos de rojo y verde en el dorado de objetos de arte, del

modo siguiente: si quiere obtenerse dorado rojo, de diferentes tonos, se sumerge una

placa de cobre puro en un baño de oro algo concentrado (al 5 ó 6 por 100), que se

conecta con la batería de modo que el oro se deposite sobre el objeto de que se trate.

La corriente eléctrica hace que se disuelva el cobre de la placa, y a la vez que el oro se

deposite sobre el objeto, formando una aleación cobre-oro, de color dependiente de las

cantidades de cobre y oro que contenga. Una vez conseguido el tono de color deseado

se saca la placa de cobre y se sustituye por otra compuesta de aleación de oro-cobre,

obtenida también por electrólisis, y se vuelve a dorar el objeto en este baño. En

algunas fabricas importantes de artículos de oro se colorean de este modo los objetos

de oro puro, para darles un aspecto más agradable. Para producir un dorado verde, se

emplea una placa de plata en vez de la de cobre, resultando una aleación oro-plata

sobre el objeto de que se trate. Después se cambia la placa de plata por otra de oro-

plata, del color buscado, y se dora nuevamente el objeto con esta placa. También se puede dorar en verde por el siguiente procedimiento: se prepara un baño

electrolítico, con los ánodos de platino, y la composición que sigue: agua 10000 partes,

fosfato sódico 200 partes, sulfato sódico 35 partes, carbonato potásico 10 partes, oro

(del cloruro) 1 parte, cianuro potásico (al 100 por 100) 20 partes. Se disuelven las tres

primeras sales en 10000 partes de agua fría y se agregan, con agitación continua, el

cloruro de oro y el cianuro potásico. Se hierve la solución hasta reducirla a la mitad, se

repone el agua evaporada y se filtra después de fría si se ha formado algún sedimento.

A este baño de oro se agrega con cuidado un poco de baño de plata. Los ánodos son

tiras de platino de 4 cm de longitud, 8 mm de anchura y 0.25 mm de grueso; con

estos ánodos puede regularse el tono del dorado, introduciéndolos más o menos en la

solución mientras se esta dorando. La corriente empleada debe tener una tensión de 3

a 4 voltios. Si se emplean pilas, basta con tres elementos Bunsen. Es difícil dar una capa de oro viejo a la plata, sobre todo cuando las partes más

salientes han de aparecer verdes. En este caso resulta más ventajoso encobrar

primero ligeramente la plata, quitando el cobre de los puntos más salientes con piedra

pómez, y sumergiendo después el objeto en la solución anterior. Si las partes de

relieve quedan demasiado mates, se abrillantan un poco frotándolas con un cepillo fino

de pelo de latón. De este modo resulta un color castaño en las partes bajas y verde en

las elevadas. Este procedimiento requiere bastante práctica, y por producir un dorado

muy fino, conviene dar a los objetos una mano de barniz incoloro.

Page 14: galvanoplasti

Dorado de los diversos metales

Aluminio. Cloruro de oro, cianuro potásico y fosfato sódico 2 partes de cada una, agua

destilada 100 partes. Acero bruñido. Se mezcla una solución casi neutra de cloruro de oro con éter sulfúrico

y se agita bien. El éter al oro. Y la solución así formada flota sobre el resto del líquido.

Si esta solución se aplica con un pincel de pelo de camello sobre acero o hierro

bruñido, el éter se evapora, y el oro, que se adhiere con más o menos firmeza, queda

reducido al estado metálico sobre su superficie, y puede bruñirse o pulimentarse. El

acero queda recubierto de oro con gran rapidez, aun empleando una corriente eléctrica

muy débil. Hierro y acero. Los objetos de hierro y acero bruñido pueden encobrarse primero en

una solución de 5 partes de sulfato de cobre y 2 partes de ácido sulfúrico en 1000

partes de agua. Después se sumergen en una solución de 6 partes de cloruro de oro y

22.5 partes de sosa cristalizada en 75 partes de agua. Este dorado puede bruñirse. Latón. Sobre el latón puede depositarse el oro con gran economía empleando

soluciones diluidas. El depósito resulta muy fino, pero es bastante fijo. Las mejores

proporciones para asegurar la adherencia y uniformidad del dorado son las que

siguen: a) Fosfato sódico 5 partes, potasa acústica 3 partes, disuélvanse en 750 partes de

agua, y en sitio aparente se disuelven 1 parte de cloruro de oro y 16 partes de cianuro

potásico en 250 partes de agua se mezclan las dos soluciones y se hierve el líquido

resultante, sumergiendo después en el mismo los objetos de latón. El oro que hay en

el baño se utiliza sin perdida alguna.

Cuando la solución ya no dora bien, se agrega un poco de cianuro potásico y se emplea

para dar un baño previo a los objetos, que después se doran en un baño recién

preparado. Esta solución es muy débil. Pudiéndose preparar otra más concentrada

disolviendo dos o tres partes de cloruro de oro en muy poco agua, a la que

previamente de haya agregado 1 parte de salitre. En esta solución se mojan trapos de

hilo, que se ponen a secar en sitio oscuro y después se reducen a cenizas en un plato o

cubeta de porcelana. En los polvos que así resultan se impregna un tapón de corcho

ligeramente quemado y humedecido con vinagre (o simplemente con los dedos), y se

frota el objeto de latón. La misma solución primera sirve para dorar cobre. b) Dorados de objetos de bisutería (broches, dijes, etc.). Primero se sumergen los

objetos un momento en una mezcla compuesta de partes iguales de ácidos sulfúrico y

nítrico, con un poco de sal común; enseguida se echan en agua fría. Se lavan en dos o

tres aguas y se introducen en el baño de dorar, donde al cabo de poco toman el color

deseado de oro. se lavan después en agua caliente, y se secan por último en aserrín

caliente de boj. c) Baño de Roseleur. Pirofosfato sódico o potásico 800 gr, ácido cianhídrico (prúsico) 8

gr, cloruro de oro cristalizado 20 gr, agua destilada 10 litros. El pirofosfato de sosa es

Page 15: galvanoplasti

el que más se emplea y puede prepararse fundiendo al blanco, en un crisol, fosfato

cristalizado ordinario. La cantidad de oro dada en esta fórmula presenta los gramos de

metal puro disuelto en agua regia. Para preparar el baño se agrega el pirofosfato a 9

litros de agua, en una vasija de porcelana, agitándose un poco de cuando en cuando y

calentando algo para que se disuelva la sal. Se filtra la solución y se enfría. Después de

cristalizado el cloruro de oro se disuelve en un poco de agua destilada y se filtra la

solución. Se agrega esta solución a la de pirofosfato, ya fría, después se agrega el

ácido prúsico y se calienta todo casi asta ebullición. Con este baño se obtiene un dorado muy fino sobre objetos bien limpios, que deben

pasarse previamente por una solución muy diluida de nitrato de mercurio, sin lo cual el

depósito de oro resultaría rojo e irregular. Los objetos deben moverse continuamente

en el baño, suspendidos con un gancho o dentro de una cuchara de porcelana

agujereada. d) Baño de Rod. Fosfato sódico cristalizado 60 partes, bisulfito sódico 10 partes,

cianuro potásico 1 parte, cloruro de oro 2.5 partes, agua destilada o de lluvia 1000

partes. para preparar este baño se divide el agua en tres porciones, 1 de 700 partes y

las otras dos de 150 cada una. Se disuelve el fosfato sódico en la primera porción, el

cloruro de oro en la segunda y el bisulfito sódico en la tercera. Se mezclan las dos

primeras soluciones poco a poco, y se agrega la tercera. Con esta solución, que debe

emplearse entre 50 y 80ºC, se usa ánodo de platino (alambre o cinta), agregando

nuevas cantidades de cloruro de oro, a medida que la solución se va agotando. e) Baño frío. Se emplea a veces el baño frío para objetos de mucho tamaño, para

evitar el tener que calentar grandes cantidades de líquido, siendo su composición la

siguiente: ferrocianuro potásico 20 partes, carbonato potásico puro 30 partes, sal

amoniaco tres partes, cloruro de oro 15 partes, agua 1000 partes. Se agregan todas

las sales al agua, excepto el cloruro de oro; se hierve la mezcla y se filtra. Se disuelve

el cloruro de oro en un poco de agua destilada y se agrega a la mezcla anterior. El

dorado que se obtiene con los baños fríos es muy variable en color; cuando estos

están en las mejores condiciones y se emplea una corriente algo intensa, el dorado

debe ser de color amarillo puro. f) Baño de Briant. Se disuelven 34 gr de oro en agua regía, y se evapora la solución

asta que resulte cloruro de oro neutro: se disuelve este cloruro en 1 litro de agua

caliente y se agregan 200 gr de magnesia, precipitándose el oro que se filtra y lava

con agua clara; se digiere el precipitado en 40 partes de agua, se mezcla con 3 partes

de ácido nítrico para quitar la magnesia, se lava el oxido de oro resultante con agua,

asta que esta no de reacción ácida con el papel de tornasol. Se disuelven entonces 400

gr de ferrocianuro potásico y 100 gr de potasa cáustica en 4 litros de agua se agrega el

oxido de oro y se hierve la solución durante unos 20 minutos. Una vez disuelto el oxido

de oro, queda una pequeña cantidad de hierro precipitado que puede hacerse

desaparecer por filtración, quedando el líquido, de color de oro fino, en condiciones de

empleo, lo cual puede hacerse en frío o en caliente. g) Baños de Fizeau. 1 grado. Cloruro de oro seco 1 parte; se disuelve en 160 partes de

agua destilada, agregando poco a poco una solución de un carbonato alcalino en agua

destilada, hasta que el líquido quede turbio, pudiéndose emplear inmediatamente. 2

grados. Cloruro de oro 1 gr, hiposulfito sódico 4 gr, agua destilada 1 litro.

Page 16: galvanoplasti

h) Baño de Wood. Cianuro potásico 120 gr, cianuro de oro 30 gr, agua destilada 4

litros. Se emplea la solución a la temperatura de unos 30º C, con una corriente de dos

elementos cuando menos. i) Imitación. Para dar al latón color de oro se tiene en la siguiente solución caliente

hasta que se obtenga el tono deseado; sosa cáustica 4 partes, lactosa 4 partes, agua

100 partes; después de hervir esta solución durante un cuarto de hora se le agregan 4

partes de sulfato de cobre disuelto en la menor cantidad posible de agua. Plata Alemana. La plata alemana tiene la propiedad de reducir el oro de la solución del

cianuro (sobre todo sí la solución es concentrada), sin necesidad de corriente eléctrica;

por esta razón, para dorar esta aleación con batería, hay que emplear la solución tan

diluida, que aquélla no haga por si sola depositar el oro en su superficie; de no hacerlo

así, el oro se deposita con tanta rapidez, que se desprende al bruñir o acepillar el

dorado. Por otra parte, la superficie expuesta del ánodo debe ser pequeña. Plomo, metal Britannia, etc. Cuando hay que dorar objetos hechos de plomo, estaño,

metal ingles, hierro o acero, lo mejor es darles primero una capa de cobre en un baño

alcalino, o enlatonados por electrólisis, después de lo cual se pueden dorar

perfectamente. Zinc. Cloruro de oro 2 partes, cianuro potásico 5 partes, sulfito sódico 10 partes,

fosfato sódico 60 partes, agua 1000 partes. Esta solución se emplea caliente. También puede hacerse uso de un baño frío compuesto de 7 partes de cloruro de oro,

30 partes de ferrocianuro potásico. 30 partes de potasa, 30 partes de sal común y 100

partes de agua.

Dorado de la seda

Se hace primero que el tejido sea conductor impregnándolo con una solución de nitrato

de plata y reduciendo ésta con glucosa y álcali diluido, o mejor aún con sal reductora

de Raschig. En vez del nitrato de plata, puede emplearse una solución de acetato de

plomo o de cobre. Se trata la seda, así impregnada, con una solución de un sulfuro

alcalino (el sódico o el amónico, por ejemplo) o con ácido sulfhídrico, resultando así

una capa conductora de un sulfhídrico, resultando así una capa conductora de un

sulfuro metálico, sobre la cual se deposita electrolíticamente el oro, como si se tratara

de dorar un metal.

Incrustaciones del oro

Se bruñe primero muy bien el objeto, y las partes que se trata de dorar se cubren con

una mezcla de blanco de España y agua de goma, que se aplica, en estado pastoso,

con una pluma o pincel. Las partes no cubiertas de este modo, se pintan con barniz de

asfalto, compuesto de una solución de asfalto en bencina a la que se agrega aguarrás

para que sea menos volátil. Se echa después el objeto en agua, para que desaparezca

el blanco de España, y se pasa al baño de dorar, en el que el oro se deposita sobre las

partes descubiertas del objeto. Cuando la capa de oro es bastante gruesa, se saca el

objeto, se lava y después de seco se echa en una vasija llena de benzol, que disuelve

al asfalto, quedando bien marcado el dibujo en oro sobre el metal de que esté hecho el

objeto.

Page 17: galvanoplasti

También puede hacerse esta clase de dorados, llamados incrustaciones, cubriendo todo

el objeto con barniz de asfalto, y haciendo el dibujo con un punzón romo, que solo

quite el barniz, sin rayar el metal. Sobre estas partes así descubiertas se deposita el

oro electrolíticamente, y después se quita la capa de barniz.

Renovación del dorado mate

Para renovar recubrimientos de oro mate (lo cual es en general imposible, porque el

oro mate es muy flojo), es lo mejor encobrarlos antes de dorarlos. Una vez depositado

el cobre, se limpia y pule bien el objeto, y se pasa al baño de dorar. De este modo se

ahorra mucho tiempo y trabajo, adquiriendo además el objeto un aspecto nuevo sin el

menor defecto. Para preparar el baño de cobre dan excelentes resultados estas dos fórmulas: a) Agua destilada hirviendo 2000 partes, sulfato sódico 10 partes, cianuro potásico 15

partes, acetato cúprico 15 partes, carbonato sódico 20 partes, amoniaco 12 partes. b) Cardenillo cristalizado 20 partes, cianuro potásico 42 partes, agua hirviendo 1000

partes.

Paladio

a) El paladio, que es un metal más ligero y más blanco, más fusible que el platino, se

emplea desde hace poco tiempo para recubrir piezas de los mecanismos de relojería

con excelente resultado. Según M. Pilet, basta con cuatro miligramos de paladio para

cubrir todas las piezas de un reloj de bolsillo de tamaño corriente; la fórmula que

aconseja como mejor es la que sigue: Agua 2 litros, cloruro de paladio 10 gramos,

fosfato amónico 10 gramos. Con este baño se pueden electropaladiar todos los

metales, menos el zinc. b) También puede depositarse el paladio de una solución de cianuro doble de paladio y

potasio, o del cloruro doble de los mismos.

Plata

Generalidades sobre el plateado galvánico.

Para electroplatear se emplea un baño compuesto de cianuro de plata y potasio,

preparado precipitando una solución de nitrato de plata con cianuro potásico, y

volviendo a disolver el precipitado lavado en un exceso de cianuro potásico disuelto,

resultando la composición final la siguiente: cianuro potásico 360 gr, agua 4 litros,

cianuro de plata unos 30 gr se filtra y usa en un recipiente de porcelana o esmaltado.

Para preparar el baño de blanqueo, se disuelven 500 gr de cianuro potásico en 4 litros

de agua, se agregan 8 gr de cianuro de plata y se filtra la solución. Los baños van

provisto de placas de plata como ánodos, de tamaño proporcionado al del objeto que

Page 18: galvanoplasti

se quiere platear. Estas placas se unen eléctricamente con el polo positivo de la

batería: los objetos, bien limpios, se unen mediante un alambre de cobre con el polo

zinc de la batería; se tienen uno o dos minutos en el baño blanqueo, y una vez

cubiertos con una capa uniforme de plata. Se pasan al baño de plata, donde basta con

veinte o treinta minutos para que los objetos queden bien plateados. Los objetos de cobre, latón o plata alemana que se trate de platear, se limpian primero

teniéndolos varios minutos en potasa cáustica concentrada e hirviente, para que

desaparezca toda taza de aceite o grasa, y después de lavados con agua, se pasan por

ácido nítrico diluido, para quitar todo óxido, y por ultimo se lavan bien otra vez.

Después de limpios, no deben tocarse con los dedos. Inmediatamente antes de introducir los objetos en el baño, se sumergen por un

instante en ácido nítrico concentrado o en una mezcla de partes iguales de nítrico y

sulfúrico, y se lavan bien con agua clara, pero muy rápidamente. Después se sumerge,

a veces, por un momento en una solución acuosa de nitrato mercurioso y se vuelven a

lavar. De este modo queda el metal cubierto con una película de mercurio que asegura

una adherencia perfecta de la plata.

Preparación del baño

Los baños indicados en el párrafo anterior se pueden preparar como sigue. Agua 4

litros, cianuro potásico (puro) 240 gr, nitrato de plata 255 gr. Se disuelve el nitrato de

plata en suficiente cantidad de agua destilada o de lluvia y se agrega poco a poco y sin

dejar de agitar, ácido cianhídrico (prúsico), hasta que la plata se precipite en forma de

cianuro, lo cual se conoce en que agregando a una porción del líquido claro una gota

de ácido, no se forma nubosidad alguna. Debe evitarse agregar un exceso de ácido. Se

coloca el precipitado en un filtro de tela fina de algodón, y una vez pasado el líquido,

se lava el precipitado, varias veces, con agua, en el mismo filtro. Se disuelve el cianuro

potásico en el agua, y se agrega el cianuro de plata, cuidadosamente desprendido del

filtro: se agita bien y si no se disuelve del todo en el líquido, se agrega más cianuro

potásico hasta disolución completa, sin dejar de agitar. Se espera a que se asienten las

impurezas y ya puede usarse el baño. El baño de blanqueo que antes se ha indicado, se emplea con frecuencia como baño

previo; tiene en esencia la misma composición que el baño de plateado, pero con más

cantidad de cianuro potásico y menos plata, y la corriente ha de ser algo más intensa.

El objeto, ya limpio, puede sumirse unos momentos en una solución de 30 gr de

nitrato de mercurio en 4 litros de agua; después se pasa al baño de blanqueo, donde

se tiene unos minutos, y después de cepillado, al baño de platear. Los recipientes empleados deben ser lo bastante altos para que queden unos 10 cm de

líquido por encima de los objetos sumergidos, cuya distancia al fondo y a las paredes

deben ser aproximadamente la misma, para que el depósito de plata sea uniforme

sobre toda la superficie. El borde superior de la cuba lleva dos varillas de latón superpuestas, pero sin tocar una

con otra, de modo que puedan colocarse otras transversales sobre la superior o la

inferior, sin tocar a las dos. La varilla de arriba se conecta con el zinc y la de abajo con

el carbón o el cobre de la batería, o con los polos correspondientes de la dínamo. Las

varillas transversales que se apoyan sobre la inferior, van unidas a los ánodos de

Page 19: galvanoplasti

plata; las que se apoyan sobre la superior, van unidas al objeto que se trata de

platear, que se coloca entre dos ánodos. Como las capas más bajas del baño tienden a ponerse más densas (más ricas en plata)

que las superiores, es necesario con frecuencia invertir los objetos durante el plateado,

para obtener un espesor uniforme de plata. Con el mismo fin, los objetos pequeños

deben moverse lo más posible mientras se están plateando. El depósito resulta más fino y más denso con corriente débil y exposición prolongada,

que con una corriente intensa. En tres o cuatro horas puede depositarse una cantidad

suficiente de plata, pero resulta de mejor calidad y más fácilmente pulimentable, si se

tiene el objeto en el baño doce o quince horas con unos cuantos elementos en la

batería. Cuando los objetos han adquirido una capa de plata adherida, se sacan del baño, se

acepillan bien y se limpian con alcohol, o mejor aún en un baño caliente de platear, de

donde se pasan otra vez a la solución mercurial y finalmente al baño frío nuevamente. El primer cepillado, que no siempre es necesario, contrarresta la tendencia de ciertas

aleaciones a tomar aspecto cristalino, y además corrige las imperfecciones de la

limpieza. Si los ánodos se ponen negros mientras pasa la corriente, la solución contiene poco

cianuro, y aunque el depósito resulta adherente, es muy lento, perdiendo el baño más

plata de la que toma de los ánodos. En cambio, si los ánodos permanecen blancos

durante el paso de la corriente, el baño contiene un exceso de cianuro potásico, y el

depósito que queda bien adherido; en este caso basta agregar cianuro de plata hasta

que se disuelva con dificultad. En buenas condiciones de funcionamiento, los ánodos presentan la superficie gris

mientras pasa la corriente, quedando blanco al cortar el circuito. El peso específico del baño debe variar entre 5 y 15º Bé. Los baños para platear no trabajan generalmente bien recién preparados. Tratándolos

bien, mejorando mucho con el uso. Al principio el depósito es con frecuencia

granulado, y de tono azulado o amarillento. Se acostumbra de ordinario mezclar una

porción de baño ya usado con otra de uno recién preparado. También hay quien, en

vez de emplear baños usados, agregar un poco de amoníaco al nuevo. El sulfuro de carbono en pequeñas cantidades comunica gran brillo a los objetos

plateados; para ello se echa 30 gr de sulfuro en una botella de medio litro llena de una

solución concentrada de cianuro de potasio y de plata; se agita bien y se agregan de

cuando en cuando unas gotas de este líquido al baño, hasta que el objeto resulte bien

brillante. No debe emplearse demasiado sulfuro de carbono porque se estropea el

baño. El baño puede emplearse caliente o frío, aunque este último es el más generalizado

para artículos que requieren gran solidez. El baño caliente se emplea para objetos

pequeños, y con preferencia si éstos son de acero, hierro, zinc, plomo o estaño

Page 20: galvanoplasti

previamente encobrados. Los baños calientes se usan en vasijas de hierro esmaltadas,

y los objetos se suspenden o se mueven sin cesar. Un depósito gris o negro indica que

la corriente es demasiado intensa, lo mismo que si la superficie queda cubierta de

burbujas gaseosas. Las cubas de madera empleadas para los baños fríos son

semejantes a las usadas para encobrado y el niquelado, pero deben forrarse muy bien

con gutapercha por el interior. Plateado del aluminio

Se lava primero el objeto con una solución diluida de un álcali (sosa o potasa), o con

una solución débil de ácido clorhídrico, y se enjuaga con agua. Los ánodos son placas

de pata, y el baño de compone de 2 pares de cianuro potásico, 4 partes de fosfato

sódico y 100 partes de agua destilada. Plateado del metal Britannia

Se sumerge el objeto en una solución caliente saturada de carbonato potásico, y con

ánodo de plata se emplea una corriente eléctrica intensa. La solución de carbonato

potásico disuelve la superficie del metal Britannia, facilitando asís a la plata una firme

adherencia cobre el mismo. Plateado del zinc

Según Buchner, se disuelven 10 partes de nitrato de plata en agua, y se agrega ácido

clorhídrico para precipitar la plata en forma de cloruro, que se lava varias veces con

agua clara; se disuelven 70 partes de sal amoníaco en agua, se agregan 40 partes de

sosa cristalizada, 40 partes de cianuro potásico puro y 15 partes de sal común. Se

mezcla todo y se agrega agua destilada en cantidad suficiente para componer un total

de 1000 partes.

Platino

Para platinar, se procede del modo siguiente:

Platinado del carbón Se purifica el carbón (placa) teniéndolo varios días en ácido sulfúrico diluido con tres o

cuatro veces su volumen de agua, y echándolo después en un baño de ácido sulfúrico

diluido con diez veces su volumen de agua, agregando cristales de cloruro de platino

hasta que quede de color pajizo. Se conecta el carbón con el polo negativo de la batería, y como ánodo se emplea una

placa de platino o de carbón unida al polo positivo. Al cabo de veinte minutos queda el

carbón platinado, como puede probarse descomponiendo el agua electrolíticamente

con el mismo, viéndose que el hidrógeno se desprende de su superficie. Platinado del cobre y del latón

Para platinar joyas y objetos pequeños se emplea una solución de 10 partes de cloruro

de platino y 200 partes de sal común en 1000 partes de agua, alcalinizada con lejía de

sosa.

Page 21: galvanoplasti

Platinado del hierro

Se emplea una solución ácida de platino en agua regía. Platinado de los metales en general

Para platinar los metales deben encobrarse previamente y emplear baterías que den

corrientes muy intensas; los baños más usuales son los siguientes:

a) Borato potásico 300 partes, cloruro de platino 12 partes, agua destilada 1000

partes.

b) Carbonato sódico 250 partes, cloruro de platino 10 partes, agua destilada 1000

partes.

c) Sulfocianuro potásico 12 partes, cloruro de platino 12 partes, carbonato sódico 12

partes, agua destilada 1000 partes.

d) Borato sódico 500 partes, cloruro de platino 12 partes, agua destilada 1000 partes. Platinado de la plata

Para platinar una placa de plata se sumerge ésta en un baño de cloruro de platino y

agua acidulada. La plata sirve de cátodo, y como ánodo se emplea una placa o alambre

de platino, quedando la primera recubierta de este último metal.

Abrillantado de los recubrimientos metálicos

Cuando se deposita un metal blando sobre otro duro, o al contrario, el metal de fuera

(el depositado) debe pulimentarse y no bruñirse, por la razón siguiente: si se deposita,

por ejemplo, plata sobre plomo, la gran presión necesaria en el bruñido para producir

el brillo buscado haría que el metal más blando se extendiera, resultando por lo tanto

una separación de los dos metales. Por otra parte, siendo la plata más blanda que el

acero, si se bruñe el acero plateado, el metal de fuera se extiende, separándose del

interior, es decir, del acero.

Electrotipias

Generalidades.

La electrotipia es la producción de depósitos no adherentes sobre moldes metálicos o

no metálicos, cuya adherencia se evita cubriendo su superficie con plombagina o

frotándola con trementina que contenga un poco de cera. La preparación de los objetos

depende: primero, de la clase de depósito que se desee, y segundo, de la clase y

naturaleza del objeto. En todos los casos hay que quitar toda suciedad, óxido,

etcétera, ya que toda la copia obtenida por electrotipia reproduce todo detalle, hasta la

señal de los dedos sobre la superficie del modelo.

Muchos objetos que se quieren reproducir electrolíticamente deben resguardarse

parcialmente del depósito metálico, para que éste no pueda extenderse a ciertas

partes: por ejemplo, al copiar una cara de una medalla o medallón de bronce, la cara

opuesta debe cubrirse con una especie de barniz, cera o grasa, para evitar que quede

también cubierta; si se trata de dorar el interior de una copa o taza cuyo exterior se ha

plateado, hay que barnizar éste para que no quede dorado también. Para dorar y, en

general, siempre que se empleen baños calientes, se usa generalmente para las

reservas barniz copal; pero si se trata de baños fríos, basta con un barniz ordinario,

Page 22: galvanoplasti

como el que emplean los grabadores con el mismo fin. A falta de otra cosa, puede

emplearse una solución de lacre en nafta. Método para electrotipias sobre cuerpos no conductores

Cuando se trata de obtener electrotipias sobre cuerpos no conductores de la

electricidad, como la loza y la porcelana, se emplea un procedimiento que consiste en

disolver azufre en aceite de espliego hasta consistencia ciruposa, después se disuelve

cloruro de oro o de plata en éter, y se mezclan las dos soluciones en caliente. se

evapora el líquido resultante hasta consistencia de pintura ordinaria, y se aplica en

estas condiciones con un pincel a las partes del objeto de loza, vidrio, etc., que se

quiere reproducir. Los objetos se encuentran del modo corriente antes de introducirlos

en el baño electrolítico.

Coloración de los metales por electrólisis Anillos coloreados Para obtener los llamado anillos de Nobili es preciso hacer pasar la corriente que

procede de uno de los polos de la batería, por un hilo de platino cuya punta solamente

entra en el líquido que se va a descomponer, mientras que el otro plomo se conecta

con una placa metálica sumergida en el mismo líquido. Esta placa se coloca

perpendicularmente a la dirección del hilo de platino, y a 1 mm de la punta de este. Pueden emplearse soluciones de sulfato de cobre, sulfato de zinc, sulfato de

manganeso, acetato de plomo, acetato de cobre, acetato potásico, tártaro de

antimonio y potasio, ácido fosfórico ácido oxálico, carbonato sódico, cloruro de

manganeso y acetato de manganeso. Procedimiento de Mathey

Consiste en precipitar en la superficie de los metales que se quieren colorear, un

peróxido metálico transparente. El fenómeno de la coloración electroquímica de los

metales es el mismo que el que tiene lugar cuando se calienta un objeto de acero

bruñido: primero toma este un color amarillo, a causa de la capa muy fina de óxido

férrico formado en su superficie; al seguir calentando aumenta el espesor de esta capa

de óxido tomando sucesivamente color rojo, violeta y azul. En el caso del pavonado

eléctrico la coloración es debida al aumento del espesor de la capa del óxido metálico

precipitado por una solución alcalina. Pueden emplearse los óxidos de plomo, estaño, zinc, cromo, aluminio, molibdeno,

tungsteno, etc., disuelto en potasa; también se pueden usar los protóxidos de hierro,

zinc, cadmio o cobalto disuelto en amoníaco. La coloración electroquímica da excelentes resultados con metales no oxidables, como

oro y platino, pero no con la plata, y es el método que se sigue para colorear las

manecillas de los relojes. Se coloca el objeto en el polo positivo, bajo una capa de

líquido de unos 3 cm de espesor, y se pone el electrodo negativo en la superficie del

baño. En pocos segundos se obtienen todos los colores posibles. Solución de hierro. Se disuelve sulfato ferroso en agua hirviendo y se mantiene la

solución resguardada del aire: cuando se va a usar, se echa una cierta cantidad en una

Page 23: galvanoplasti

vasija y se agrega amoníaco hasta que se vuelva a disolver el precipitado que se haya

podido formar. Esta solución, se oxida con gran rapidez en contacto con el aire, no

puede emplearse durante más de 1 hora. Solución de plomo. Potasa 400 partes, litargirio 125 partes. Se hierve durante 10

minutos, se filtra y se diluye hasta 25º Bé.

Coloración del níquel

Se une el objeto de níquel con el polo positivo de la batería, y se coloca en una

solución de acetato de plomo. Como electrodo negativo se emplea una red de alambre

de cobre, siguiendo el contorno del dibujo que se quiera obtener, y a poca distancia del

objeto. Si la distancia entre la rejilla de cobre y el objeto es la misma en todos los

puntos, la coloración resultante es uniforme.