gabino campos y jesús díaz neri
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Jóvenes locutores de la radio en Mazatlán. Escrito de Juan Lizárraga, publicado en NOROESTE en abril de 1984.TRANSCRIPT
Gabino Campos y Jesús Díaz Neris, dos jóvenes valores de la radio
Por Juan Lizárraga Tisnado
NOROESTE-Mazatlán, 6 de abril de 1984.
La juventud se impone y por ello la
XETK ha adoptado el lema "El sonido
joven de Mazatlán". para seguir esta
línea programática, tiene tras el
micrófono a dos jóvenes de cuerpo y
alma que tienen una constante
comunicación con el público juvenil
de Mazatlán.
Gabino Campos, más conocido
como "El hombre lobo", se ha
destacado por su comicidad y por los
efectos que maneja en cabina. Él
nació un día alegre en Acapulco,
Guerrero y fue en ese Estado, pero en
Tuxtla, donde tuvo sus primeros
contactos con la radio, en la estación
XEPI, cuando participó en el programa
"Mensaje al campesino".
Este primer contacto le definió
la vocación... Espíritu inquieto,
aventurero, se fue a Campeche a
estudiar, luego a Torreón, Coahuila.
Trabajó en la XEGZ entre 1969 y 1971
en un programa llamado "La panterita
de la juventud".
Llegó a El Dorado, a la estación
que ha sido semillero de locutores, la
XEEX, que aún funciona, pero en Culiacán, con el distintivo "Radio felicidad".
En 1975, como "chícharo" o comodín, Mazatlán lo recibió. Andaba de estación en
estación hasta en 1976 encontró plaza en lo que fue la XEOW, ahora XEVOX. Ahí trabajó
por cinco años. Tres meses después del cambio de siglas, se fue a su natal Acapulco.
En otro arranque aventurero, se trasladó a Los Ángeles, California, donde aprendió
bastante para desarrollar su inquietud latente, ya exteriorizada, de presentar programas
de interés popular.
Así, regresó a Mazatlán a reforzar el programa "Pídalas cantando", en XEVU; echó a
andar "Amor en el aire", programas ambos en los que participaba el auditorio.
Se cambia a XENX, donde por primera vez echa a andar un programa juvenil
moderno que aún subsiste. Se trata de "La hora de los poderosos".
A principios de 1983 ingresó a KETK, Radio Hit, donde tiene su programa "El
Hombre Lobo de Petatiux", petatiux porque quiere ser una imitación del programa que
con el mismo nombre se transmite en Nueva York. Usted ya lo ha escuchado:
complacencias, chistes y efectos de sonido.
Gabino Campos prefiere la música de juventud, la balada rítmica, lenta (aunque
gusta también de lo vernáculo) y casi siempre se ha desempeñado en este medio. Con la
autoridad que le brinda su experiencia, dice algo que ya muchos conocemos: que la
música moderna en México está en decadencia, tanto en lo que se refiere a compositores
como a cantantes. Juan Gabriel, Napoleón, son parte de las excepciones; los demás son
españoles o norteamericanos.
Gabino campos es uno de los locutores predilectos del auditorio juvenil por su bien
timbrada voz, su amenidad, su humor y su ingenio para el manejo de los efectos de
sonido.
JESÚS DÍAZ NERIS LLEGÓ PARA QUEDARSE
—¿Cual canción quería?
—Fulana de tal.
—Aquí la tiene.
A la voz sigue la música de la canción solicitada. Los que no son auditores cautivos
del programa de complacencias de Jesús Díaz Neris, se admiran de la prontitud y exactitud
con que complace al auditorio. la verdad es que no hay tal premura. Lo que sucede es que
son radioescuchas fieles que ya saben cómo corre el agua o el sonido.
Antes de explicarles el "secreto", abrimos un largo paréntesis para platicar con Díaz
Neris.
Él empezó, adivínenlo, en la XEEX de El Dorado, en 1968. Entró de mirón con el hijo
del que fuera su propietario, Martín Larios, y entre mira que mira y juega que juega,
aprendió a mover los aparatos y la voz. Le gustó.
Sacó su licencia en México y se fue a Culiacán a probar fortuna. No la hubo. No
encontró plaza, trabajó de cubreturnos. Lo mismo le pasó en Mexicali.
En 1972 llegó a Mazatlán a la XETK y ahí lo tienen hasta el momento. Su amabilidad
con el auditorio, regularmente jóvenes del sexo femenino, la atención que les brinda, lo
han hecho el preferido de un nutrido auditorio.
Terminemos. Cuando empieza la canción solicitada, cuelga el teléfono,
inmediatamente vuelve a sonar y contesta: "Dígame cuál canción quiere", "Fulana de tal",
Me espera un momento, por favor".
Y mientras se escucha la canción y los comerciales busca en su programación la
canción solicitada y si no la tiene, la pide a la discotecaria. Terminados los comerciales
pone una cinta con "ring ring" y pregunta "¿cuál canción quería..?".