formacion une

República de Colombia MINISTERIO DE MINAS Y ENERGIA

INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN E INFORMACION GEOCIENTIFICA, MINERO-AMBIENTAL Y NUCLEAR

INGEOMINAS

CARACTERIZACION DE UNIDADES GEOLOGICAS Y GEOMORFOLOGICAS DE COLOMBIA

FORMACION UNE

Preparado por: Erasmo Rodríguez

Asesoría:

Dr. Hermann Duque C.

Trabajo realizado para INGEOMINAS

Bogotá, septiembre de 2000

INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN E INFORMACIÓN GEOCIENTÍFICA MINERO AMBIENTAL Y NUCLEAR INGEOMINAS Diagonal 532 No 30-54, A.A. No 48-65 Bogotá, D.C., Colombia www.ingeominas.gov.co Dirección General

Adolfo Alarcón Guzmán

Subdirección de Reconocimientos Geocientíficos Georgina Guzmán

Proyecto Levantamiento, Compilación y Generación de la Información Geológica y Geomorfológica

Alberto Ochoa

Subdirección de Información Geocientífica Julián Escallón Silva

Proyecto Almacenamiento, Suministro y Divulgación de la Información Geocientífica

José Nelson Patiño Pérez

Coordinación Producción Editorial Gladys María Pulido Reyes

Revisión Editorial

Margaret Mercado Producción Digital

Jacqueline Santofimio Pizo Impresión

INGEOMINAS

Esta publicación es de INGEOMINAS cofinanciada POR EL FONDO NACIONAL DE REGALÍAS

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin autorización escrita de INGEOMINAS

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TABLA DE CONTENIDO

TABLA DE CONTENIDO ......................................................................................... i 1. NOMBRE COMPLETO........................................................................................ 7 2. PROPONENTE DEL NOMBRE........................................................................... 7 3. ORIGEN DEL NOMBRE, DISTRIBUCION GEOGRAFICA, LOCALIDAD TIPO Y AREA TIPO ............................................................................................................. 7 4. RESEÑA HISTORICA ....................................................................................... 9 5. DESCRIPCION GEOLOGICA ......................................................................... 10

5.1. Concepto Básico........................................................................................ 10 5.2. Espesor...................................................................................................... 10 5.3. Litología ..................................................................................................... 11

5.3.1. Sección Une – Fosca .......................................................................... 11 5.3.2. Sector Cáqueza-Vereda Caraza ....................................................... 166 5.3.3. Sección Choachí (Cerro El Púlpito)...................................................... 18 5.3.4. Sección Ubaque (Río El Palmar)......................................................... 19 5.3.5. Sección Peña del Salitre-Peña del Higuerón ...................................... 19 5.3.6. Sección Cuchilla de La Laguna Gallina............................................... 20

5.4. Paleontología............................................................................................. 24 5.5. Caracterización de Subsuelo ..................................................................... 26 5.6. Geoquímica ............................................................................................... 32

6. LIMITES .......................................................................................................... 35 7. POSICION ESTRATIGRAFICA Y EDAD.......................................................... 37 8. ASPECTOS REGIONALES.............................................................................. 39 9. CORRELACION ............................................................................................... 39 10. GENESIS ...................................................................................................... 40 11. ESTRATOTIPO .............................................................................................. 52

Une-Fosca. (Sección de referencia suplementaria).......................................... 52 Cáqueza-Vereda Caraza. (Sección de referencia suplementaria).................... 54

12. RECURSOS MINERALES ............................................................................ 57 12.1. RECURSOS METALICOS....................................................................... 57

12.2. RECURSOS NO METALICOS .............................................................…57 12.3 RECURSOS ENERGETICOS ................................................................. .57 13. AMENAZAS GEOLOGICAS........................................................................... 61 14. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ............................................................... 63

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LISTA DE ANEXOS Figura 4: Columna Estratigráfica de la Formación Une, expuesto en la sección Choachi – cerro el Pulpito. Figura 5: Columna Estratigráfica de la Formación Une, expuesto en la sección Ubaque (Rio el Palmar). Figura 8: Mapa de Isopacas de la Formación Une Llanos Orientales. Plancha: Mapa geológico del sector centro oriental de la Cordillera Oriental.

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CUADROS

1 Espesores de la Formación Une. .......................................................................... 12 2. Correlación de la Formación Une. ....................................................................... 41 3. Ambientes de deposito de la Formación Une........................................................ 42

TABLAS

1. Relación de pozos utilizados para la elaboración del mapa de Isopacas de la Formación Une.......................................................................................................... 29 2. Localización de las columnas estratigraficas para la elaboración mapa Isopacas de la Formación Une ................................................................................................. 31

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ANEXOS

Figura 4. Columna estratificada de la Formación Une, expuesto en la sección Choachín - cerro el Pulpito. Figura 5. Columna estratigráfica de la Formación Une, expuesto en la sección Ubaque ( Rió el Palmar ). Figura 8. Mapa de Isópacas de la Formación Une, Llanos Orientales. Plancha . Mapa geológico del sector centro oriental de la Cordillera Oriental.

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1. NOMBRE COMPLETO

FORMACION UNE – Parte Media del Grupo Villeta ALBIANO – CENOMANIANO CODIGO: Kiu Parte central de la Cordillera Oriental.

2. PROPONENTE DEL NOMBRE

El nombre y rango de esta unidad litoestratigráfica han sido propuestos por (HUBACH, 1931b, p. 102 y 1957b, p. 47) para referirse a la sucesión de “estratos gruesos de areniscas, separados por bancos de arcillas esquistosas, duras, que en la parte alta de la unidad presenta un pequeño nivel de carbón antracítico”; esta secuencia sedimentaria suprayace a la Formación Fómeque e infrayace a la Formación Chipaque.

3. ORIGEN DEL NOMBRE, DISTRIBUCION GEOGRAFICA,

LOCALIDAD TIPO Y AREA TIPO El nombre de la formación proviene de la población de Une, localizada a una distancia aproximada de 20 km al sureste de la ciudad de Bogotá. Se accede a dicha población tomando un carreteable que se desprende de la carretera Chipaque – Cáqueza (carretera Bogotá – Villavicencio) en el sitio denominado Puente Caraza, en

una distancia aproximada de 5 km desde la intersección. (Figura 1). La Formación Une está ligada geográficamente a la parte central de la Cordillera Oriental, y se extiende con la nomenclatura de la Sabana de Bogotá, desde la región de Colombia, Huila en el sur, hasta la región de la Sierra Nevada del Cocuy en el norte, (Plancha 1, en bolsillo) donde a partir de esta región y hacia el norte se le denomina Formación Aguardiente, (VARGAS y otros, 1981) que corresponde a la nomenclatura utilizada en el área de la Concesión Barco. La Formación Une se halla bien expuesta en las regiones oriental y suroriental de la Sabana de Bogotá, donde presenta sus mayores espesores. Hacia el norte de la Sabana de Bogotá, en la carretera Chiquinquirá – Muzo, aflora una secuencia de areniscas que ha sido llamada también Arenisca de Une (HUBACH, 1957b, p. 48); sin embargo, Julivert (1968, p. 532) considera que “estas areniscas representan el acuñamiento o fraccionamiento en varios niveles de la Arenisca de Une, y por lo tanto se debe emplear una nueva nomenclatura y reservar el nombre de Arenisca de Une para los afloramientos orientales de la Sabana de Bogotá”.

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COLOMBIA

FORMACIÓN UNE)

(2000)

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FIGURA 1. Área Tipo de la Formación Une.

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(ULLOA Y RODRÍGUEZ, 1991, p. 12), se refieren a esta sucesión arenítica como Formación Areniscas de Chiquinquirá y la consideran una lengüeta superior de la Formación Une. La sección tipo de la Formación Une se encuentra al sureste de Bogotá, en la carretera Bogotá – Villavicencio, entre Chipaque y Cáqueza (HUBACH, 1931b) sin que en esta sección exista una descripción detallada de la formación. Su área tipo se localiza al este y sureste de la Sabana de Bogotá, donde presenta las mejores exposiciones, y podría considerarse limitada al norte y sur por las poblaciones de Choachí y Gutiérrez, respectivamente.

4. RESEÑA HISTORICA

El nombre de Une se debe a Hubach (1931b, p. 102), quien utiliza el término bajo la denominación de Conjunto de Areniscas de Une, para representar una sucesión formada “casi exclusivamente de areniscas, donde los bancos gruesos van separados por bancos más o menos delgados de esquisto endurecido y como guía se tiene en la parte alta del conjunto, un nivel débil de antracita, que según el autor original, fue explotado en el Río Une (finca Querenté), en la región de Ubaque (ascenso de Ubaque hacia el oeste) y en la región de Choachí”. Este Conjunto de Areniscas de Une constituye la parte media del “Piso de Villeta”, y se halla suprayaciendo al Conjunto de Fómeque e infrayaciendo al Conjunto de Chipaque (HUBACH, 1931b). El mismo Hubach (1931c, p. 47), no emplea en esta ocasión el término de

conjunto, sino simplemente Areniscas de Une, al referirse al hecho de que “las liditas de Hiló de la región occidental de la Cordillera Oriental, no se hallan expuestas en el lado oriental, sino que están representadas por areniscas que se denominaron de Une”. Posteriormente Hubach (1933), en una columna estratigráfica en la Cordillera Oriental “fajas interior y oriental de la Cordillera en Cundinamarca y Boyacá”, anexa al trabajo de Kehrer (1933), delimita y subdivide el “Piso de Villeta”, y utiliza para su parte media el término de Conjunto de Une. Así mismo, Hubach (1957a, p. 103), emplea la denominación Arenisca de Une para representar la parte media de la Formación Villeta, y luego Hubach (1957b, p. 47) le da la categoría de formación a esta unidad litoestratigráfica. (RENZONI, 1962, p. 69), utiliza simplemente el término Formación Une al describir las secciones litológicas que afloran en las carreteras Une – Fosca y Choachí – Bogotá. A partir de esa fecha y hasta la actualidad se ha utilizado esta denominación como nombre completo de esta unidad litoestratigráfica, la cual ha sido adoptada por los geólogos en sus trabajos de cartografía geológica, tanto por el Servicio Geológico Nacional, Inventario Minero – Ingeominas, como por las compañías de Petróleo e igualmente por profesores y estudiantes de geología, de la Universidad Nacional. (CAMPBELL y BÜRGL, 1965, p. 574), teniendo en cuenta que dentro de la Arenisca de Une se presenta un conjunto lodolítico que separa la unidad en dos

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niveles arenosos, en la correlación estratigráfica de las formaciones cretácicas de la Cordillera Oriental, restringen el nombre de Arenisca de Une al nivel superior de la unidad litoestratigráfica definida por Hubach (1931b), y emplean el término Ubaque Sandstone para el nivel inferior, dejando sin denominación la parte media. Estas subdivisiones del Une desde el punto de vista práctico de la cartografía geológica han tenido poca aceptación. (JULIVERT, 1968, p. 533), considera sin mayores argumentos, que debería conservarse el sentido original del término Une, con su rango de formación y distinguir miembros dentro de la unidad litoestratigráfica.

5. DESCRIPCION GEOLOGICA En este catálogo, se describe como Formación Une, la secuencia predominantemente arenítica que suprayace la Formación Fómeque e infrayace la Formación Chipaque en las áreas de Bogotá y Piedemonte Llanero; en la región de Boyacá suprayace la Formación Tibasosa e infrayace al Grupo Churuvita y en la región de la Sierra Nevada del Cocuy suprayace la Formación Tibú-Mercedes e infrayace la Formación Chipaque.

5.1. CONCEPTO BÁSICO La Formación Une en su sección tipo y regionalmente se caracteriza por estar constituida por una sucesión de capas de arenitas de cuarzo, las cuales predominan hacia la parte inferior, mientras que en la parte media y superior presenta intercalaciones importantes de lodolitas. El nivel antracítico que Hubach (1931b)

describe en la sección tipo, y que se halla en la parte alta de la unidad, no es una característica regional de la formación, por tratarse de capas lenticulares. Las capas areníticas tienen geometría cuneiforme y convergente. Esta unidad litoestratigráfica constituye el nivel detrítico más constante a través del flanco oriental de la Cordillera Oriental, y se destaca morfológicamente por dar escarpes muy pronunciados, contrastando con las unidades infrayacente y suprayacente.

5.2. ESPESOR A la Formación Une en la sección tipo (HUBACH, 1931b, p. 102), le estima un espesor que varía entre 400 y 500 m. La unidad aumenta de espesor de occidente a oriente, en la parte oriental del Cuadrángulo K-12 (ULLOA y RODRÍGUEZ, 1979, p. 24), mencionan un espesor de 1.100 m para la formación, y (FABRE, 1981, p. 82) un máximo de 1.250 m en la región de la Sierra Nevada del Cocuy, “lo que indica que el espesor de la Formación Une es relativamente constante en el borde este de la Cordillera Oriental desde el norte del Macizo de Quetame hasta la Sierra Nevada del Cocuy. Al este de la Cordillera, hacia el Escudo, la Formación Une se acuña probablemente por debajo de la cobertura de los Llanos”. La tectónica que afecta la Formación Une de acuerdo con el mapa Geológico Generalizado del Departamento de Cundinamarca (INGEOMINAS, 1997) en las secciones Une-Fosca, Cáqueza-Vereda Caraza, Ubaque (Río El Palmar) y Choachí (Cerro El Púlpito), no permite obtener para esta formación, en estas secciones, unas medidas en sus espesores realmente confiables.

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En el Cuadro 1 se presentan los espesores de la Formación Une, reportados por los diferentes autores.

5.3. LITOLOGÍA Teniendo en cuenta que no existe una descripción detallada de la secuencia litológica que conforma la Formación Une en su sección tipo, en este catálogo se describe con base en varias secciones, y considerando la descripción litológica detallada de la Formación Une en las secciones de Une-Fosca y Cáqueza-Vereda Caraza, éstas se proponen en este catálogo como secciones de referencia suplementarias.

5.3.1. Sección Une – Fosca Está localizada a lo largo de la carretera que de Une conduce a Fosca y Gutiérrez, y ha sido levantada por: 1. Renzoni (1962) en el sector Boquerón de Pueblo Viejo -Portachuelo, sin indicar su espesor. 2. INGEOMINAS (1990) medida a la altura de las veredas Los Colorados y La Jabonera (plancha 247-III-A del I.G.A.C.) y comprendida entre las coordenadas X = 973.361, Y = 1’011.042; X = 976.642, Y = 1’008.600, con un espesor de 829 m. 3. Arciniegas y Montoya (1992) en el sector de Une-Fosca midieron un espesor de 472 m. (Figura 2). Estos últimos autores dividieron la Formación Une, en el sector de Une-Fosca en siete litofacies, las cuales serán descritas en detalle en el capítulo correspondiente al Estratotipo, y en este item se hará un resumen de la sección.

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CUADRO 1. Espesores de la Formación Une

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CUADRO 1. Espesores de la Formación Une (continuación)

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FIGURA 2. Columna Estratigrafica de la Formación une Sector Une- Fosca

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a Formación Une en esta sección, está compuesta en su parte inferior por cuarzoarenitas de grano fino a medio, de color gris, tabulares y cuneiformes, con contactos plano paralelos y ondulosos, con estructuras sedimentarias internas tales como estratificación flaser, laminación interna inclinada en artesa y ondulitas linguoides, frecuentemente con niveles bioturbados. Dentro de esta parte inferior se presentan intercalaciones de arcillolitas de color negro y gris, laminares y lenticulares, con contactos ondulosos, con niveles de concreciones calcáreas con siderita, bioturbación, fósiles bivalvos, gasterópodos, amonitas y corales, así como la presencia de restos de vegetales y lentes de carbón. La parte más alta de este nivel inferior está compuesta por cuarzoarenita de grano fino a grueso en ciclos granocrecientes hacia el techo, en capas tabulares, con contactos plano paralelos, en capas lenticulares, con laminación interna inclinada en artesa multidireccional de pequeña a mediana escala, con bioturbación, restos vegetales y lentes de carbón. La parte media de la Formación Une, está constituida por cuarzoarenitas de grano grueso a fino en una secuencia con granodecrecimiento hacia el techo, son de color blanco, en estratos tabulares, con contactos plano paralelos y erosivos en la base, con laminación interna en artesa de pequeña a mediana escala. Le suprayace una cuarzoarenita de grano medio a fino hacia el techo, blanca, con estratos cuneiformes, con contactos ondulosos, curvos y estratificación ondulosa no paralela, laminación interna inclinada en artesa, con esporádicas intercalaciones de delgadas láminas de arcillolita negra. El nivel más alto de la parte media está

formado por cuarzoarenitas de grano fino a muy fino, grises, con estratos tabulares y algunos cuneiformes, con contactos ondulosos y ocasionalmente planos paralelos, presentando laminaciones internas plano bimodal y en artesa; en algunos sectores se observa abundante bioturbación y alto contenido de restos fósiles vegetales. La parte superior de la Formación Une en esta sección la forma una cuarzoarenita de grano muy grueso a fino, blanca a amarilla, en capas tabulares y cuneiformes, con contactos ondulosos parelelos y curvos, respectivamente; en los sectores basales de grano grueso los contactos son erosivos, presentando laminación interna inclinada en artesa bimodal en pequeña escala e incipiente desarrollo de estratificación flaser; dentro de este conjunto, ocurren intercalaciones de limolitas de color gris a negro, micáceas, con contactos ondulosos, en las cuales es abundante la bioturbación y la presencia ocasional de restos fósiles vegetales y arcillolitas de color gris, con laminación discontinua plano paralela. La parte alta de este nivel superior, está constituida por cuarzoarenita de grano grueso a fino con granodecrecimiento hacia el techo y aparición hacia el tope de arcillolita negra, con laminaciones paralela discontinua y lenticular (ARCINIEGAS Y MONTOYA, 1992). Con base en el mapa Geológico Generalizado del Departamento de Cundinamarca (INGEOMINAS, 1997), la Formación Une en la sección Une-Fosca, está afectada por una falla de cabalgamiento con inclinación hacia el oeste que separa la formación en dos franjas, una de las cuales cabalga la Formación Chipaque. Teniendo en cuenta

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esta situación tectónica, es muy probable que en la medida de la Formación Une levantada por el INGEOMINAS (1990) haya repetición de capas ocasionada por dicha falla. Para el caso de la columna estratigráfica levantada por Arciniegas y Montoya (1992), medida prácticamente en el mismo sitio, debiera existir igualmente repetición de capas, sin embargo, no hay una explicación del por qué existe esta diferencia tan marcada en los espesores de la Formación Une en esta sección para las dos columnas estratigráficas.

5.3.2. Sector Cáqueza-Vereda Caraza Esta sección ha sido levantada por Arciniegas y Montoya (1992), con un espesor de 469 m (Figura 3) y dividida en nueve litofacies, cuya descripción detallada se hará en el capítulo correspondiente al Estratotipo. La Formación Une en esta sección está compuesta en su parte inferior por cuarzoarenita de grano grueso a fino, blanca y amarilla, en capas plano paralelas y cuneiformes, con contactos plano paralelos y de manera esporádica curvos, con estratificación flaser, e intercalaciones de arcillolitas carbonosas de color gris y negro, laminares, con estratos ondulosos y aparición de algunos pequeños lentes de carbón. A este conjunto le suprayace una cuarzoarenita de grano fino a muy fino, con colores claros, en estratos tabulares y algunos cuneiformes, con contactos ondulosos, plano paralelos y curvos respectivamente, con estructuras internas tales como estratificación flaser y esporádica laminación interna inclinada planar; dentro de este conjunto aparecen ocasionalmente intercalaciones de arcillolitas en delgadas láminas de colores

crema, gris y negro, con presencia de restos vegetales y laminación plano paralela discontinua. El nivel más alto de esta parte inferior lo forma una cuarzoarenita de grano fino a medio, con aumento de tamaño de grano hacia el techo, de color blanco, bien seleccionada, con estratos tabulares y lenticulares, con contactos ondulosos, curvos y algunos erosivos. Las estructuras internas presentes son laminaciones internas inclinada en artesa y planar. Hacia el techo aparecen capas de arcillolita de color gris claro, con laminación plano paralela, variando a limolita violácea, con espesores entre 10 y 15 cm, dentro de las cuales se hallan restos vegetales, lentes de carbón y bioturbación. La parte media de la Formación Une, está compuesta en su base por cuarzoarenitas de grano fino a medio hacia el techo, de color blanco y bien seleccionadas, en estratos tabulares y cuneiformes, presentando contactos ondulosos y planos. El tope de esta parte media de la Formación Une está compuesta por cuarzoarenita de grano grueso a fino en secuencia granodecreciente hacia el techo, con intercalación esporádica de limolitas y arcillolitas. Las cuarzoarenitas son de color blanco, en estratos cuneiformes y en ocasiones planos, con laminación interna inclinada plana y laminación plano paralela. Las limolitas y arcillolitas son de color negro, con espesores entre 20 y 50 cm, microplegadas, bioturbadas y con alto contenido de restos vegetales. La parte superior de la Formación Une en esta sección está compuesta por cuarzoarenita de grano fino a muy fino, oxidada, tabular, con contactos ondulosos, le suprayace una capa de arcillolita negra

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FIGURA 3. Columna Estratigrafica de la Formación une Sector Caqueza – Verda Caraza ( Tomada de Arcienagas y Montoya 1982)

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de 2 m de espesor con laminación paralela discontinua. Encima de este conjunto anterior aparece una sucesión formada por arcillolita intercalada con cuarzoarenita de grano fino a medio, blanca, en capas tabulares, con contactos ondulosos e irregulares, con estratificación planar a subhorizontal. El tope de la Formación Une, lo constituye una sucesión de cuarzoarenita de grano fino, de color blanco, en capas tabulares y cuneiformes, de contactos planos y ondulosos, con espesores que varían entre 5 y 80 cm. Las capas presentan laminación interna inclinada en artesa; dentro de esta sucesión arenosa, se presentan intercalaciones de arcillolitas de color negro, carbonosa, con estratificación plano paralela continua, variando de espesores entre 40 y 50 cm. (ARCINIEGAS Y MONTOYA, 1992). En el sector Cáqueza-Vereda Caraza, la Formación Une según el mapa Geológico Generalizado del Departamento de Cundinamarca (INGEOMINAS, 1997) se halla en contacto fallado con la Formación Fómeque y forma una estructura anticlinal invertida. Con base en esta situación tectónica podría pensarse por un lado que la Formación Une de esta sección está incompleta por no observarse su base por efecto de la falla y por otro lado podría existir alguna repetición de capas ocasionada por la estructura anticlinal invertida.

5.3.3. Sección Choachí (Cerro El Púlpito) “Está localizada aproximadamente en el km 35 de la vía Bogotá – Choachí y comprendida entre las coordenadas planas

X = 994.725, Y = 1’017.775; X = 994.850, Y = 1’016. 160, ubicadas en la plancha 247-I-B del I.G.A.C.” (INGEOMINAS, 1990). Esta sección ha sido levantada por Renzoni (1962) y por INGEOMINAS (1990), y la descripción que se presenta en este catálogo corresponde al trabajo realizado por INGEOMINAS (1990). La Formación Une en esta sección se halla “expuesta en un 90%, a lo largo del Cerro El Púlpito, sobre la carretera Bogotá – Choachí y se caracteriza por presentar en su parte inferior, una sucesión de arenita de grano fino a medio de cuarzo, gris clara a oscura, cemento silíceo, en capas delgadas a gruesas, cuneiformes y convergentes, con laminación interna ondulosa y láminas internas inclinadas. En la parte más baja de este nivel inferior aparecen esporádicos lentes de lodolitas negras. La parte media y superior, consiste de una sucesión alternante de capas de arenita de grano fino a medio de cuarzo, con trazas de materia orgánica, gris clara a oscura, cemento silíceo, en capas delgadas a gruesas, convergentes y cuneiformes, con laminación interna ondulosa no paralela, flaser y láminas internas inclinadas e intercalaciones de capas de lodolitas grises oscuras y negras, desde pocos centímetros hasta 15 m de espesor”. INGEOMINAS (1990). La Formación Une en esta sección alcanza un espesor medido de 892 m (Figura 4, en bolsillo). En la sección Choachí (Cerro El Púlpito), la Formación Une de acuerdo con el mapa Geológico Generalizado del Departamento de Cundinamarca (INGEOMINAS, 1997) se halla en contacto fallado con la Formación Fómeque y forma una estructura anticlinal invertida; esta

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situación tectónica ocasionaría que no se observara su base por efecto de la falla de cabalgamiento y por otro lado podría presentarse una repetición de capas en la medida de la unidad debida a la estructura anticlinal invertida.

5.3.4. Sección Ubaque (Río El Palmar) A esta sección se llega por la carretera Bogotá – Choachí – Ubaque, y desde esta última población por un carreteable paralelo al Río El Palmar, que conduce a la Vereda Sabanilla. Presenta buena exposición desde el Río El Palmar, formando hacia el norte el Alto Grande de Guayacundo, y ha sido levantada por INGEOMINAS (1990). La Formación Une en esta sección, está constituida por “arenitas de grano fino de cuarzo, blanco – amarillentas, cemento silíceo, en capas muy delgadas a muy gruesas, con predominio de capas medias, lenticulares y cuneiformes, con laminación interna plano paralela y ocasionalmente inclinada e intercalaciones de lodolitas negras y limolitas amarillentas, en capas plano paralelas, las cuales son más frecuentes hacia el tope de la unidad litoestratigráfica. En la parte inferior se presenta una capa lenticular de 30 cm de espesor, de arenita gruesa a conglomerática de cuarzo”. El espesor total medido para la Formación Une en esta sección fue de 1.112 m (Figura 5, en bolsillo). En la sección Ubaque (Río El Palmar), la Formación Une según el mapa Geológico Generalizado del Departamento de Cundinamarca (INGEOMINAS, 1997) se halla en contacto fallado con la Formación Fómeque y forma una estructura anticlinal invertida. Con base en esta situación

tectónica, el límite inferior de la Formación Une con la Formación Fómeque no se observa por efecto de la falla de cabalgamiento, y además la estructura anticlinal invertida podría ocasionar que en la medida de la unidad haya una repetición de capas.

5.3.5. Sección Peña del Salitre-Peña del Higuerón Está localizada al Este de la población de Aquitania, dentro de la Plancha 192 (cuadrícula D 4). Su acceso se hace a través de la carretera Bogotá-Sogamoso-Aquitania, y desde esta última localidad, tomando un carreteable que conduce a la Escuela Toquilla. Esta sección ha sido levantada por Fúquen y Osorno, y hace parte del trabajo de la Geología de la Plancha 192, Laguna de Tota (ULLOA, RODRÍGUEZ, FÚQUEN y ACOSTA, 1998). La Formación Une en esta sección ha sido dividida así: “Segmento A: (165 m de espesor). De este segmento sólo afloran los 15 m basales que corresponden a arenitas de cuarzo, de grano fino, estratificación plano paralela, en capas delgadas, algunas de las cuales presentan estratificación flaser; la parte superior del segmento (150 m), está cubierto por material de derrubio, pero por afloramientos aislados se observa que corresponde principalmente a arenitas de cuarzo”. “Segmento B: (350 m de espesor). Constituye paquetes de 80, 60, 20 m de arenitas de cuarzo, de grano fino a grueso,

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algunos estratos presentan lentes conglomeráticos con guijos de cuarzo. La estratificación varía de plano paralela a ondulosa no paralela y en varios estratos se observan juegos de láminas inclinadas”. “Segmento C: (120 m de espesor). Está compuesto por alternancia de paquetes de lodolitas y arenitas de cuarzo. Los paquetes de lodolitas hasta de 25 m de espesor presentan delgadas intercalaciones de arenitas de cuarzo, de grano fino, color gris oscuro y estratificación ondulada; los paquetes de arenitas de hasta 30 m de espesor, son de grano fino a grueso, color gris claro, en estratos medios a gruesos, con estratificación plano paralela”. “Segmento D: (320 m de espesor). Consta de arenitas de cuarzo, de grano fino a grueso, en paquetes hasta de 60 m de espesor, con estratificación plano paralela a inclinada no paralela y laminación inclinada; algunos de los paquetes son micáceos. Los estratos de arenitas están separados por pequeñas intercalaciones de lodolitas gris oscura a negras”. El espesor total medido para la Formación Une en esta sección fue de 955 m. (Figura 6).

5.3.6. Sección Cuchilla de La Laguna Gallina La secuencia arenítica de la Sierra Nevada del Cocuy que podría corresponder ya sea a la Formación Une o a la Formación Aguardiente, aparece en la Geología de la Plancha 137 El Cocuy (FABRE, 1981) como Formación Une o Aguardiente (Kia), sin embargo, en las memorias de la Plancha 137 El Cocuy, Fabre (1981) hace la siguiente consideración: “en relación con la litología de la sección tipo (Notestein, 1944), se puede observar que los bancos de calizas o de areniscas calcáreas están casi ausentes en toda la Serie del Aguardiente en la Sierra y que la presencia de glauconita es muy escasa. Este hecho fue observado también en el área del Cuadrángulo I-13 (VARGAS y otros, 1981). Este criterio podría eventualmente ser útil para distinguir una zona límite entre las formaciones Une y Aguardiente en trabajos posteriores y en este caso, el Aguardiente de la Sierra sería más bien designado como Une tal como lo hizo Bürgl (1959) o Renz (1977)”. Posteriormente, Fabre (1985, p. XIX-8) utiliza el término Formación Une para esta secuencia arenítica ya mencionada de la Sierra Nevada del Cocuy. Igualmente, Etayo (1985) relaciona la fauna colectada en la sección de La Laguna Gallina (Plancha 137, El Cocuy) dentro de la Formación Une.

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FIGURA 6. Columna Estratigrafica de la Formación une Levantada en la Peña del Salitre y Del Higueron ( Tomada de Ullos, Rodriguez y Otros,1998).

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Por las razones anteriormente expuestas, en este catálogo, se describe la sección de la Cuchilla de La Laguna Gallina, como una sección de la Formación Une para la Sierra Nevada del Cocuy, y se considera la extensión geográfica de la formación hasta esta región. La sección está localizada en la Sierra Nevada del Cocuy, “al sur de La Laguna Grande de los Verdes al oeste de La Laguna Gallina y comprendida entre las coordenadas planas: X = 1’218.800, Y = 862.400 para la base, y X = 1’217.900, Y = 861.000 para el techo” (FABRE, 1981). Esta sección ha sido levantada por Fabre (1981), quien la divide en los siguientes miembros: “Miembro G1 (30 m de espesor), constituido principalmente por arenitas claras, cuarcíticas, de grano medio a microconglomerático, en bancos de 0,5 a 1,0 m de espesor, con estructuras entrecruzadas planas unidireccionales de gran tamaño. Entre estos bancos existen intercalaciones delgadas de shales negros, carbonosos y micáceos. Al tope de este miembro, existe un nivel de 4 m de espesor de shales negros carbonosos y micáceos, con abundantes restos de plantas”. “Miembro G2 (1.180 m de espesor), está compuesto por arenitas cuarcíticas claras, con pátina gris, de grano medio a grueso, en bancos de 0,5 a 10 m de espesor, con intercalaciones de lodolitas negras, micáceas y arenitas de grano fino, oscuras, de 0,10 a 2 m de espesor. Las arenitas presentan estructuras entrecruzadas planas, generalmente unidireccionales de gran escala, en sets de 0,30 a más de 1 m de espesor, y a menudo dentro del mismo banco se observan varios sets separados

por planos de estratificación erosionales que siguen por cortas distancias. Otros bancos de arenitas presentan laminaciones subparalelas a la estratificación o ligeramente inclinadas. Al tope de varios bancos existen localmente niveles conglomeráticos. De manera general, la granulometría es más gruesa en la parte inferior de este miembro y los bancos son más espesos”. “Las arenitas de este miembro se pueden clasificar como cuarzoarenitas sub-maduras”. “Miembro G3 (40 m de espesor). Está compuesto por arenitas cuarcíticas de grano fino a medio, en bancos de 1 a 5 m de espesor, con delgadas intercalaciones de lutitas limosas oscuras; las arenitas presentan estructuras entrecruzadas de gran y pequeña escala”. “La parte superior de la Formación Une está caracterizada por una bioturbación intensa; en los niveles de lodolitas cercanos al contacto superior, se observan numerosas huellas horizontales bifurcadas (Thallassinnoides ?) y en las arenitas una abundancia de tubos de 5 mm de diámetro, rellenos de arena con cemento ferruginoso. En la parte superior de la formación se encuentran localmente películas de carbón”. El espesor total de la formación es de 1.250 m (Figura 7). “En general, las arenitas de la Formación Une pueden clasificarse petrográficamente como cuarzoarenitas submaduras a maduras y la madurez textural (redondez, selección de los granos) aumenta hacia la parte superior de la secuencia, la matríz es principalmente sericítica y el cemento es

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FIGURA 7 Columna Estratigrafica de la Formación Aguardiente (Une), en la Sierra Nevada del Cocuy. ( tomana de Fabre, 1981).

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silíceo en casi toda la secuencia. La porosidad es generalmente baja, pero en la parte superior, en los bancos donde la glauconita es abundante puede volverse más importante” (FABRE, 1981, p. 79).

5.4. PALEONTOLOGÍA (BÜRGL, 1957, p. 137), cita en la región de Chipaque y dentro de la Formación Une, la siguiente fauna que considera del Albiano Superior. Venezoliceras cf. trinitense (Gabb), Nucula subrecurva phil, Astarte debilidens Gerhardt, Nododelphinula ? cf. bellisculptata Jaworski, Turritella (Haustator) aff. columbiana Jaworski. El mismo autor reporta en la región cerca a Choachí la siguiente fauna que considera del Cenomaniano, y según Etayo (1964, p.34) se halla localizada en la parte alta de la Arenisca de Une: Mantelliceras cf. brazoense Bose, Acanthoceras cf. ospinae (Karsten). (CAMPBELL, 1962, p.106 -107) cita la siguiente fauna colectada en la carretera Une – Fosca y situada en la Arenisca de Une: Lylliceras pseudolyelli Parona & Bonarelli, Hypocanthoplites columbianus (Riedel), fauna que es considerada por el autor del Albiano inferior. Correspondiente al Albiano medio inferior, Campbell (1962), cita: Knemiceras attenuatum Hyatt y del Albiano medio Dipoloceras aff. evansi Spath. Para el Albiano medio superior al Albiano superior, Campbell (1962), cita la siguiente fauna: Knemiceras attenuatum semicostatum Sommermeier, Venezoliceras karsteni Stieler,

Oxytropidoceras karsteni Stieler, Oxytropidoceras roissyanum (D’Orbigny), Mojsisoviczia aff. ventanillensis (Gabb), Neophlycticeras aff. sexangulatum Seely, Mortoniceras sp. (CAMPBELL, 1962, p.106), cita además otra fauna dentro de la Arenisca de Une: Lima sp. , Venericardia subparallela Gerhardt, Corbis (Sphaera) ? cf. corrugata Sowerby, Inoceramus sp., Crassatella conservata Gerhardt, Trigonia (Notoscabrotrigonia) tocaimaana Lea, Trigonia cf. caudata Agassiz, Trigonia (Quadratrigonia) hondaana Lea, Cardita (Venericardia) neocomiensis D’Orbigny, Nododelphinula belliscultata Jaworski, Neithea atava Roemer, Perissonota muculoides Gabb, Petropoma peruana Gabb, Turritella (Haustator) columbiana Jaworski, Turritella aff. vibraya D’Orbigny, Durania sp. (Hippurites), Micraster sp. (s. Lato), Toxasterid. (ROYO Y GÓMEZ, 1939, p.43 y 44) reporta una fauna que coloca en el Albiano medio, procedente de un canto rodado de arenisca amarillo – rojiza limonitífera, hallado en la ribera sur del Río Cáqueza, junto al Puente Serviez, fauna que sitúa en la Arenisca de Une. Las principales especies determinadas por el autor son: Discoides ? exentrica D’Orbigny, Conoclypeus sp., Inoceramus concentricus Park, Cucullaea sp., Neithea aff. quadricostata Sow, Anatina colombiana D’Orbigny ?, Panopea cfr. rathbuni White, Venericardia sp., Lunatia subhumerosa White ?, Neithea sp., Nithyclobus (Trochus). Esta última fauna por su procedencia de un canto rodado tiene una localización imprecisa en la Arenisca de Une (ETAYO, 1964, p.35).

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(RENZONI, 1981, p.42), en el área del Cuadrángulo J – 12, reporta Venezoliceras y Oxytropidoceras consideradas del Albiano medio al superior, y situadas 30 m estratigráficos por debajo de la base de la Formación Une. De la región de la Sierra Nevada del Cocuy, y localizada en la Formación Une, Etayo (1985, XXIV – 9) cita la siguiente fauna: De la base de la formación (IGM 185135, Río Chuscal): Pecopteris columbiana Lipps, Weichselia cf. reticulata (Stokes & Webb), Otozamites sp., y de la parte media (IGM 185665, Cuchilla de Las Lajas), Otozamites sp., Nilssonia sp. (MORALES, DUEÑAS y NAVARRETE, 1996), citan de la Formación Une en la región del Piedemonte Llanero una asociación de fósiles que incluye polen, esporas, dinoflagelados y foraminíferos bentónicos. Entre las especies de microfósiles, consideradas del Cenomaniano y correspondientes a la zona de Crassulina, reportan: Crassulina sp., Kuklisporites variegatus, Cyathidites cf. minor, Classopollis sp., Retimonoletes sp., Cicatrisisporites halley – venustus gr., Elaterosporites Kloszi, Ephedripites pentacostatus, Spiniferites ramosus, Cyclonephelium distinctum, Coronifera oceanica, Subtilisphaera perlucida, Ammobaculites albertensis, Ammobaculites pacalis, Gavelinella cenomanica y Haplophragmoides eocalcula. (MORALES, DUEÑAS y NAVARRETE, 1996) citan además asociaciones de microfósiles indicativas de una edad Cenomaniano a Albiano y están

constituidas por palinomorfos y foraminíferos bentónicos. Estos conjuntos incluyen: Leptolepidites major, Cyathidites sp., Elaterosporites Klaszi, Cicatricosisporites avnilamechi, Cicatricosisporites venustus – halley gr., Concavisporites sp., Subtilisphaera perlucida, Rugulatisporites caperatus, Tetracolpites sp., Trochammina lattal, Pseudosigmoilina antigua, Anomalina cf. rubiginosa, Ammobaculites cf. advenus. Correspondientes al Albiano, los mismos autores citan los siguientes palinomorfos: Callialasporites dampieri, Callialasporites spp., Cyathidites sp., Cyathidites cf. minor, Inaperturopollenites sp. Este grupo de palinomorfos según Morales, Dueñas y Navarrete (1996) se encuentra acompañado variablemente por Araucariacites australis, Concavisporites spp., Cicatricosisporites avnilamechi, Cicatricosisporites venustus hallei, Pseudosigmollina aff. antigua, Giomospirella sp., Astacolus cf. mundus, y algunos ostrácodos Cytheraceos, Procythere nodigera, Cytherera spp., y Cytherella cf. ovata. Igualmente Morales, Dueñas y Navarrete (1996) reportan dos muestras que contienen una asociación de palinomorfos e indican “que en esta asociación se destaca la primera aparición hacia abajo en la sección de Callialasporites trilobatus, forma cuyo punto de extinción está en el Albiano inferior, se encuentra acompañada entre otros por los siguientes microfósiles”: Calliasporites dampieri, Stellatopollis barghoorni, Appendicisporites sp., Kuklisporites variegatus, Leptolepidites major, Aequivadites sp., Cyathidites sp., Cyathidites cf. minor, Araucariacites

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australis, Concavisporites sp., Hedbergella delrioensis y Hedbergella sp. Los autores indican que de acuerdo con los microfósiles mencionados, estas dos muestras examinadas de la parte inferior de la Formación Une corresponde a sedimentos del Albiano inferior al Aptiano depositados en un ambiente transicional.

5.5. CARACTERIZACIÓN DE SUBSUELO Para caracterizar en el subsuelo la Formación Une se consultaron 63 pozos del Piedemonte Llanero, (Tabla 1), y once columnas estratigráficas medidas en superficie (Tabla 2); con base en esta información el geólogo Bernardo Herrera elaboró un Mapa de Isopacas a escala 1:2’000.000, con intervalos de 50 a 100 m (Figura 8). En el mapa se observa que la unidad tiene espesores entre 50 y 1.100 m, presentándose los mayores en la cordillera y van disminuyendo hacia el este; dentro del Llano la unidad se extiende por 120 a 150 km aproximadamente. Igualmente con base en el Mapa de Isopacas se puede interpretar que en la región de los Llanos existía un paleorelieve con áreas positivas y negativas, en donde la Formación Une presenta los menores espesores en las zonas positivas y mayores en las áreas negativas, como es el caso de las zonas al este y oeste de la población de Maní, respectivamente. Con el objeto de conocer en el subsuelo las características litológicas, espesor, resistividad y radioactividad de la Formación Une, el geólogo Bernardo Herrera analizó los datos de los pozos Caño Cumare-1, Agualinda-1 y Dorotea-1 (Figura 9).

En el pozo Caño Cumare-1 se perforaron 179 m en la Formación Une (sin alcanzar la base), en el Agualinda-1, 186 m, y en el más oriental de los pozos, Dorotea-1, 59 m. Los registros de los pozos mencionados muestran que la Formación Une está compuesta predominantemente por arenitas que contrastan con las lutitas de la Formación Chipaque que le suprayace y con las unidades infrayacentes. Al correlacionar los diferentes pozos se puede notar que la formación presenta adelgazamiento en el sentido oeste-este; en el sentido NE-SW, el espesor de la unidad es relativamente constante con excepción de los pozos Apiay-1 y Medina-1, donde se presentan cambios bruscos (Figura 10); así mismo en esta figura se observa que la Formación Une tiene como suprayacente la Formación Gachetá (Formación Chipaque), y como infrayacentes el Ordovícico, desde el pozo Santa María-1 hacia el sur, y el Jurásico desde este mismo pozo hacia el norte. En el área de la cuenca de los Llanos Orientales se encuentran gran cantidad de líneas sísmicas, principalmente con rumbo SE-NW, las cuales han sido intepretadas con base en los datos obtenidos de los diferentes pozos. Para conocer las características sísmicas de la unidad se consultó el trabajo de Ecopetrol, Geotec y Robertson (1998), y se seleccionó la plancha 2.2.17, en donde se encuentran interpretadas las líneas CH-91-1A SP156-489 y CH-91-1B SP101-376, las cuales van desde el Piedemonte Llanero hasta aproximadamente 11,5 km dentro del Llano.

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FIGURA 8. Mapa de Isopacas de la Formación Une Cuenca Llanos Orientales

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FIGURA 9. Registros Gamma Ray y Resistividad en la Formación Une

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En la interpretación de las líneas sísmicas mencionadas se observa la falla frontal de los Llanos Orientales, fallas normales e inversas y las inconformidades Sub-Ordoviciano y Sub-Cretácico (Figura 11); en la base, entre estas dos inconformidades se encuentra la Formación Une, la cual ha sido determinada en las líneas sísmicas a escala convencional y en varios pozos perforados. En la línea sísmica al oriente del pozo Río Chitamena 1, la secuencia entre las dos discordancias (Sub-Ordoviciano y Sub-Cretácico) se halla repetida por una falla de cabalgamiento con inclinación hacia el occidente. Al oriente de este pozo la secuencia hace parte de un monoclinal con inclinación hacia el occidente. Los diferentes pozos perforados y las líneas sísmicas existentes en los Llanos han permitido la caracterización en el subsuelo de la Formación Une en cuanto a litología, edad, espesor, límites y accidentes tectónicos que la afectan.

5.6. GEOQUÍMICA Dentro de la Formación Une no se conocen recursos minerales y especialmente metálicos que justifiquen un estudio geoquímico, por tal razón los trabajos de este tipo han sido enfocados a la prospección de hidrocarburos, y en este aspecto podría pensarse que existe un buen conocimiento geoquímico de la Formación Une.

MAYORGA Y VARGAS, (1995), efectuaron un estudio geoquímico de la Formación Une, basados en las siguientes secciones: Sierra Nevada del Cocuy, localizada en el costado occidental de la Laguna de La Gallina, 5 km al norte de La Laguna Grande de los Verdes y con coordenadas N= 1’218.800, E = 862.400, plancha 137 – IV – C del I.G.A.C. De esta sección fueron seleccionadas tres muestras para análisis geoquímico, tomadas del nivel arcilloso, correspondiente a la parte inferior de la Formación Une. Sogamoso, localizada un kilómetro y medio al W de la vía Toca – Pesca, en el Cerro Tibamoa, con coordenadas N = 1’102.500, E = 1’106.875, plancha 191 – II – D del I.G.A.C.; de esta sección se analizaron geoquímicamente cinco muestras. Yopal, ubicada al NW del Corregimiento El Morro, en el sitio de confluencia de la Quebrada los Yopos con el Río Cravo Sur, de coordenadas N = 1’098.700, E = 841.700, plancha 193 – III – B; de esta sección se seleccionaron seis muestras para análisis geoquímico. Guavio, localizada al NW del Municipio de Monterrey, en la Quebrada La Pescana, con coordenadas N = 1’042.970, E = 1’132.560, plancha 211 – III – C, del I.G.A.C.; de esta sección fueron seleccionadas tres muestras para análisis geoquímico, situadas en la parte media y superior de la Formación Une.

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FIGURA 11. Sección Sísmica Cuenca Llanos Orientales Líneas CH -91-1B; CH-91-1ª.(Tomado de ECOPETROL, Geotec, y Robertson 1998).

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“Las muestras analizadas, en su mayoría son de arcillolitas y en menor proporción de carbón, y fueron colectadas de afloramientos, teniendo en cuenta las rocas menos alteradas, las más oscuras y con menor grado de bioperturbación”. (MAYORGA Y VARGAS, 1995). Para la interpretación de los resultados, los autores utilizaron los datos de Pirólisis Rock – Eval y Ro, los cuales relacionaron con los aspectos geológicos, tales como “ambiente de depósito, posición estratigráfica de las muestras y características litológicas de la formación, teniendo en cuenta además los procesos evolutivos que han afectado la materia orgánica original”. Este estudio permitió obtener los siguientes resultados: “Carbono orgánico total (TOC) de 1.3 ± 0.6, 3.1 ± 0.5, 3.5 ± 2.1, y 2.5 ± 2.9 para las secciones de la Sierra Nevada del Cocuy, Sogamoso, Yopal y Guavio, respectivamente. Estos valores ubican a la Formación Une dentro del rango de buena generadora de hidrocarburos”. “La Formación Une en las secciones de la Sierra Nevada del Cocuy y Sogamoso se presenta como roca generadora pobre, con valores de S1 + S2 (Potencial de generación) de 0.2 y 0.22 partes por mil. Para las secciones de Yopal y el Guavio, se registra un cambio significativo en el potencial de generación, alcanzando valores promedios de S1 + S2 de 5.6 y 7.3 partes por mil”. “En la Sierra Nevada del Cocuy, la Formación Une también sigue presentando altos valores de la reflectancia de la vitrinita, Ro (2.89), alcanzando niveles de metagénesis en donde se estaría en los

últimos niveles de generación de gas seco. De acuerdo con los valores bajos de HI (Indice de hidrógeno) y S2/S3 (análisis numérico) el tipo de hidrocarburos generado es gas seco”. “En la sección de Sogamoso, el valor promedio de Ro para la Formación Une es de 0.99 y la fluorescencia es anaranjado oscuro ?, lo que indica que la materia orgánica se encuentra en un estado medio de catagénesis, y teniendo en cuenta además el valor de T máx (temperatura máxima de pirólisis) de 571ºC, se puede pensar que la formación presenta condiciones propicias para la generación de gas húmedo”. “Los parámetros de HI (máx de 13) y de S2/S3 (máx de 0.64) también son indicativos de este tipo de hidrocarburo”. “En la sección de Yopal, el valor de Ro para la Formación Une varía entre 0.77 y 1.08, con fluorescencia principalmente anaranjado oscuro, T máx en promedio de 459o C ± 7 y un promedio de PI (Indice de Productividad) de 0.14, lo que ubica a la Formación Une dentro del rango de generadora de gas húmedo y aceite, como lo comprueba también los valores altos de S2/S3 y de HI”. “El valor de Ro de la Formación Une en la sección del Guavio tiene un promedio de 0.53, fluorescencia de amarillo a anaranjado y un T máx de 434ºC ± 6, indicando que la materia orgánica se encuentra en un temprano estado de catagénesis, en el cual se está comenzando la generación de aceite, además teniendo en cuenta la alta relación de S2/S3 y los valores altos de HI, se puede concluir que la formación en esta sección es apta para la generación de

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aceite”. Como conclusión del trabajo, (MAYORGA y VARGAS, 1995) “indican que la Formación Une en la sección de la Sierra Nevada del Cocuy presenta buen contenido de materia orgánica, pero los altos estados de madurez, sólo permiten una muy escasa generación de gas seco. En la sección de Sogamoso, el grado de madurez con base en el Ro, es menor que en la sección de la Sierra Nevada del Cocuy y podría tener condiciones propias para generar gas húmedo”. “En las secciones de Yopal y Guavio, los efectos de calentamiento son menores (T máx y Ro) y se obtuvieron buenos resultados en 8 de las 9 muestras colectadas, las cuales son aptas para la generación de aceite y gas”. “La relación de HI (índice de hidrógeno) y OI (índice de oxígeno) para las secciones de la Sierra Nevada del Cocuy y Sogamoso no permitió determinar el tipo de materia orgánica, contrario a la relación que se presenta en las secciones de Yopal y El Guavio, en donde se registra principalmente un Kerógeno de tipo II, que corresponde a la facies orgánica II de Demaison y otros (1984) caracterizada por la producción moderada de aceite y gas”.

6. LIMITES En la sección tipo, (HUBACH, 1957b, p.48) indica que el límite inferior de la Formación Une con la Formación Fómeque es una “posible disconformidad fuerte”, basado en que la Arenisca de Une es Cenomaniana y la parte alta de la Formación Fómeque que no contiene fósiles puede ser Aptiano Superior o Albiano, ya que su parte media

contiene amonitas Aptianas y la parte baja Barremianas. Con respecto al límite inferior de la unidad en la localidad tipo, Renzoni (1962, p.69) dice “el autor desea evidenciar la situación debajo del Portachuelo, en donde la Formación Fómeque parece entrar en la Formación Une, y la presencia de los lentejones arenosos en Ubaque”. (CAMPBELL, 1962, en Julivert, 1968, p. 295) menciona en su corte de la zona oriental de la Sabana que la “Arenisca de Une es fuertemente discordante sobre los niveles inferiores”. Según Julivert (1968, p.295) “este hecho no ha sido suficientemente comprobado e incluso puede considerarse como improbable, por lo menos en el grado señalado en el corte, ya que si bien se ha hablado repetidamente del carácter transgresivo sobre los bordes de la cuenca o sobre zonas umbrales de la misma de algunos niveles del Cretáceo, en ningún caso se ha encontrado una discordancia angular dentro del mismo”. En cuanto al límite superior de la Formación Une, Hubach (1957b) no indica textualmente el tipo de contacto, sin embargo parece ser que se refiere a un contacto concordante cuando menciona que debajo de la Formación Chipaque Cenomaniana se halla la Formación Une también Cenomaniana. En la sección Une-Fosca, en los límites de contacto de la Formación Une con la infrayacente Formación Fómeque y suprayacente Formación Chipaque, “se observa una alternancia de capas de arcillolita carbonosa y arenita de grano fino, razón por la cual estos contactos se consideran de tipo transicional”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992).

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En esta misma sección, INGEOMINAS (1990) menciona que los “contactos tanto inferior como superior de la Formación Une con las unidades infrayacente y suprayacente son concordantes y netos, y fueron determinados el inferior en el paso de unas lodolitas negras en capas delgadas, plano paralelas y arenitas de cuarzo, de grano fino a medio, blancas, en capas delgadas a gruesas, convergentes, con estratifcación interna inclinada y plano paralelas, y el límite superior con la Formación Chipaque en el tope de unas arenitas de cuarzo de grano fino a grueso, dentro de las cuales se intercalan capas delgadas de conglomerado de cuarzo”. En la sección Cáqueza-Vereda Caraza, los “contactos de la Formación Une con la Formación Chipaque y la Formación Fómeque son considerados de tipo transicional, dada la aparición hacia el tope y la base de la formación de intercalaciones de capas de cuarzoarenita de grano fino y arcillolitas carbonosas”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). En la sección Choachí (Cerro El Púlpito), “el contacto de la Formación Une con la Formación Fómeque se observó en la Quebrada Termales en forma concordante y neto, y se determinó donde desaparecen los niveles de lodolitas carbonosas y comienza la sucesión continua de arenitas de cuarzo, que en este sitio del contacto presenta cemento calcáreo; el contacto con la Formación Chipaque se observó sobre la carretera Bogotá-Choachí, en la finca Capellanía, en el sitio denominado La Mina, donde se presenta en forma concordante y transicional en 80 m de secuencia, habiéndose determinado donde terminan los niveles de arenitas de cuarzo y comienza el predominio de lodolitas”. (INGEOMINAS, 1990).

En la sección Ubaque (Río El Palmar), “el límite inferior de la Formación Une con la Formación Fómeque no se observó por estar cubierta esta última unidad; mientras que el superior con la Formación Chipaque es concordante y transicional” (INGEOMINAS 1990). En la sección Gutiérrez (Río Taguaté), “el límite inferior de la Formación Une con la Formación Fómeque es concordante y neto y se marcó en el paso de una sucesión predominante de lodolitas negras y un conjunto potente de arenitas de cuarzo, y el límite superior con la Formación Chipaque es igualmente concordante y neto, y fue determinado en el contacto entre un conjunto de arenitas de cuarzo y una sucesión de lodolitas negras con niveles limolíticos, con cemento calcáreo”. (INGEOMINAS, 1990). En la sección Nazareth (Río Blanco), “el límite inferior de la Formación Une con la Formación Fómeque es concordante y neto, y se marca en el paso de unas arenitas de cuarzo de grano fino y una sucesión de lodolitas negras, y el superior con la Formación Chipaque es fallado”. (INGEOMINAS, 1990). En la sección San Juan (Laguna de Sumapaz), “los límites tanto inferior como superior de la Formación Une con las unidades infrayacente Formación Fómeque y suprayacente Formación Chipaque no se observaron por estar cubiertos” (INGEOMINAS, 1990). En la sección Peña del Salitre y la Peña del Higuerón “el contacto con la infrayacente Formación Fómeque se observa neto y concordante al igual que el contacto con las arcillolitas de la Formación Chipaque suprayacente”. Estos límites están

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marcados, el inferior en el cambio de unas arenitas de cuarzo de grano fino y una sucesión de arcillolitas físiles negras y el superior en el tope de unas arenitas de cuarzo de grano medio a grueso (ULLOA, RODRÍGUEZ, FÚQUEN y ACOSTA, 1998). En la sección Cuchilla de la Laguna Gallina, el contacto inferior de la Formación Une con el “Tibú-Mercedes” “es concordante y marcado por el último banco de caliza de la Formación Tibú-Mercedes” y el superior es “concordante y muy nítido, caracterizado por la aparición de las lodolitas negras y areniscas finas oscuras de la Formación Capacho”. (FABRE, 1981). Por la Quebrada Dorbaquirá (Cuadrángulo J-12, 5 d, columna estratigráfica 6), la Formación Une “yace concordantemente sobre el Miembro Calcáreo Superior (Kmt1) de la Formación Tibasosa, en las localidades de Tibasosa, Toledo y cerca de Rondón (8 c) y por debajo de las capas calcáreas del Grupo Churuvita” y en el Páramo de Bijagual (Cuadrángulo J-12, 8 c, columna estratigráfica 5), la Formación Une “yace concordantemente sobre el Miembro Calcáreo Superior (Kmt1) y debajo de un conjunto de shales negros del Grupo Churuvita” (RENZONI, 1981, p.42). 7. POSICION ESTRATIGRAFICA Y EDAD

La Formación Une suprayace e infrayace a diferentes unidades litoestratigráficas así: en la región oriental y suroriental de la Sabana de Bogotá se encuentra comprendida entre la Formación Fómeque sobre la cual descansa y la Formación Chipaque que la suprayace, ambos contactos en forma concordante; en el área

del Páramo de Sumapaz, la unidad litoestratigráfica considerada como Formación Une, suprayace a una sucesión de capas de conglomerados Cretácicos, denominados Conglomerados del Gallo (INGEOMINAS, 1990) e infrayace a la Formación Chipaque. “La posición estratigráfica de la unidad de Conglomerados del Gallo, hasta el momento no se conoce con exactitud; puede representar un cambio de facies que afecta la Formación Fómeque o una parte baja de la Formación Une. Ambas posibilidades están abiertas teniendo en cuenta que se conocen también lentes de conglomerados de cuarzo dentro de la Formación Fómeque” (INGEOMINAS, 1990). En el área del Cuadrángulo J–12, la Formación Une, suprayace concordantemente al Miembro Calcáreo Superior (Kmt1) de la Formación Tibasosa e infrayace igualmente concordante al Grupo Churuvita (RENZONI, 1981, p.42). En la región de la Sierra Nevada del Cocuy, la Formación Une suprayace a la Formación Tibú – Mercedes, perteneciente a la nomenclatura estratigráfica de la Concesión Barco e infrayace en forma concordante a la Formación Chipaque o Capacho (FABRE, 1981). Teniendo en cuenta los fósiles descritos en un item anterior de este catálogo y la determinación de sus edades, principalmente en el área tipo, puede indicarse para la Formación Une una edad que oscila entre el Albiano y el Cenomaniano. (MORALES, DUEÑAS y NAVARRETE, 1996) en el área del Piedemonte Llanero y

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con base en dos muestras palinológicas colectadas en la parte inferior de la Formación Une consideran que estas muestras abarcan una edad desde el Albiano inferior al Aptiano. (CAMPBELL Y BÜRGL, 1965, p.574), hacen coincidir la base de la unidad Ubaque Sandstone con el límite Aptiano–Albiano y colocan el límite Albiano–Cenomaniano dentro de la Arenisca de Une en el sentido establecido por ellos. Según Julivert (1968, p.533), “la edad precisa del límite inferior de la Formación Une no se puede resolver satisfactoriamente ya que la Formación Fómeque sobre la cual descansa ha dado fauna Hauteriviana y Barremiana en su parte baja, pero no ha dado fauna en su parte alta”. 8. ASPECTOS REGIONALES

La Formación Une aflora a lo largo de la parte central de la Cordillera Oriental, extendiéndose desde la región de Colombia, Huila, en el sur, donde las unidades del Cretácico han sido cartografiadas y denominadas tentativamente en la plancha 303, Colombia, en el cañón del Río Ambicá como formaciones Une, Chipaque y Grupo Guadalupe (INGEOMINAS, 1980). Posteriomente Renzoni (1994) llama a la secuencia arenosa correspondiente a la unidad inferior del Cretácico de esta área como Formación Caballos, sin que exista una sustentación para el cambio de nombre. Hacia el norte, la Formación Une se extiende hasta la Sierra Nevada del Cocuy, donde a partir de esta región y más hacia el norte se le denomina Formación Aguardiente, la cual enlaza perfectamente

con la Formación Une de la cuenca de la Sabana de Bogotá (VARGAS y otros, 1981, Cuadrángulo I-13, Málaga), y según Fabre (1981) no existe una diferencia bien marcada entre estas dos formaciones. La Formación Une a lo largo de su distribución geográfica conserva relativamente constante sus características litológicas, de una unidad predominantemente arenítica, mientras que sus espesores en superficie disminuyen de occidente a oriente, variación ésta que se manifiesta en el subsuelo a través del Mapa de Isopacas donde se observa que la Formación Une tiene espesores entre 1.100 y 50 m, presentándose los mayores en la cordillera y disminuyen hacia el oriente; en cuanto a su edad Albiano-Cenomaniano, parece ser una constante regional. La Formación Une desde el sureste de la población de Nazareth, hacia el noreste en el área de Manta, está afectada por pliegues sinclinales y anticlinales de poca extensión y generalmente apretados, de dirección NE y por fallas de cabalgamiento de dirección NE y con inclinación principalmente hacia al oeste; en gran parte de esta área, la Formación Une se halla en contacto fallado con las formaciones Fómeque y Chipaque. Hacia el noreste de la región de Manta y en dirección de la Sierra Nevada del Cocuy, la unidad se encuentra menos afectada tectónicamente, y únicamente se observan estructuras sinclinales y anticlinales relativamente amplias de dirección noreste, presentándose en contactos normales con las unidades litoestratigráficas sobre las cuales descansa e infrayace (Plancha 1, en bolsillo).

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9. CORRELACION La Formación Une según Ulloa y Rodríguez (1979), Fabre (1981, 1983), se puede correlacionar litoestratigráficamente con la Formación Aguardiente de la Concesión Barco y del Cuadrángulo I–13, idea que es compartida por Vargas, y otros (1981, p. 41), cuando menciona que la “Formación Aguardiente del área del Cuadrángulo I–13 enlaza con la Formación Une de la Cuenca de la Sabana de Bogotá, formando un paquete detrítico constante a través del flanco este de la Cordillera Oriental”. (FABRE, 1981, 1983), indica que no “existe una diferencia bien marcada entre estas dos formaciones y que la transición de la una a la otra no está bien definida litológica y geográficamente”, y plantea sin embargo, que según las “definiciones originales en la sección tipo, la Formación Aguardiente presenta bancos de caliza o de areniscas calcáreas que están ausentes en toda la serie de la Sierra Nevada del Cocuy, y la presencia de glauconita que es característica en la Formación Aguardiente de la Concesión Barco es muy escasa en la sucesión de la Sierra Nevada del Cocuy”. Según Fabre (1981), este criterio “podría eventualmente ser útil para distinguir una zona límite entre las formaciones Une y Aguardiente en trabajos posteriores”. (ULLOA y RODRÍGUEZ, 1991, p. 10), correlacionan cronoestratigráficamente la Formación Une con una parte de la Formación San Gil Inferior, con la totalidad de la Formación San Gil Superior y parte de la Formación Churuvita de la región de Villa de Leiva, definida por Etayo (1968b), y con la Formación Arenisca de Chiquinquirá de la región noroccidental de la Sabana de Bogotá. Igualmente establecen una

correlación cronoestratigráfica con la Formación Simití de la región de la Plancha 190, Chiquinquirá elaborada por Ulloa y Rodríguez (1991). La Formación Une parece corresponder a la Formación Caballos de la Cuenca del Putumayo (ULLOA y RODRÍGUEZ, 1979, p. 24), y como se mencionó anteriormente, la parte inferior de la Formación Une equivale litológicamente a la unidad Ubaque Sandstone establecida por Campbell y Bürgl (1965). La sucesión arenítica que constituye la Formación Une no ocurre en la región occidental de la Cordillera y probablemente está representada cronológicamente por la facies lidítica de la Formación Hiló y las lodolitas indenominadas que le suprayacen. En el Cuadro 2, se presenta la correlación tanto estratigráfica como cronoestratigráfica de la Formación Une. 10. GENESIS El ambiente de depósito de la Formación Une ha sido descrito de una manera general por varios autores que se relacionan en el Cuadro 3. Los estudios más completos sobre ambiente de depósito de la formación son los realizados por Arciniegas y Montoya (1992), Fonseca y Mesa (1995) y Fabre (1985), los cuales en su mayor parte se transcribirán a continuación. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992), dividen la Formación Une en el sector de Une–Fosca de base a techo en siete litofacies, las cuales han sido descritas en este catálogo en el item correspondiente al Estratotipo, de tal manera que en este

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capítulo únicamente se indicará el tipo de ambiente asignado por los autores a cada litofacies.

Para Arciniegas y Montoya (1992), la asociación de las litofacies pertenece a un “sistema deposicional de Isla-Barrera y plano costero asociado”.

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Las características descritas en la litofacies 1, según Arciniegas y Montoya (1992), “permiten establecer un ambiente marino somero de baja energía, semiconfinado y de poca oxigenación (presencia de pirita, carbón, siderita; Heinrich, 1980). Estos procesos tienen lugar en un ambiente de Llanura de Marea (Tidal Flat) y sectores aledaños de marismas (Reinech & Singh, 1980)”. Las cuarzoarenitas de la litofacies 2, son consideradas por Arciniegas y Montoya (1992) como “pertenecientes al sector posterior de un sistema de Isla de barrera denominado depósito de sobrelavado (Washover), el cual es producido por tormentas de sobreoleaje debidas a la acción del viento, retrabajando los sedimentos de la playa posterior (Backshore) y transportándolos hacia el interior de la albúfera. La migración hacia el continente de la facies arenosa, permite el desarrollo de una zona de transición entre el Washover y el marisma en la cual se presenta la estratificación flaser”. “El aumento del tamaño del grano hacia el techo y la laminación interna de la litofacies 3, permiten establecer un ambiente de Playa trasera (Backshore; Campbell, 1971), sector deposicional dentro del sistema Isla barrera sometido a grandes oscilaciones de la energía, debido a la acción combinada del viento, tormentas y mareas”. Para Arciniegas y Montoya (1992), la litofacies 4 presenta “variación en la energía, de alta en la parte inferior, permitiendo depósitos de cuarzoarenita gruesa a conglomerática con superficies de reactivación erosionales, propios de sectores de fondo de canal; la pérdida de energía en el segmento intermedio,

generando capas de cuarzoarenita de grano medio, con laminación interna inclinada en artesa, que representa una facies de canal profundo, y el segmento superior corresponde a un sector de canal somero. Esta litofacies pertenece a un ambiente de Bocana de Marea (Inlet-Channel; Carter, 1978; Hayes, 1980; Barwis, 1978)”. La litofacies 5, es considerada por Arciniegas y Montoya (1992) “depositada en un subambiente de delta por creciente de marea”. La secuencia de la litofacies 6, “presenta superficies de reactivación que reflejan un alto gradiente de energía, representado por cuarzoarenitas basales gruesas que corresponden a depósitos de fondo de canal. Esta litofacies muestra un decrecimiento en el nivel de la energía hacia el tope, permitiendo el depósito de arena más fina que presenta laminación inclinada en artesa bimodal, como reflejo de los procesos de migración lateral y progradación dentro del canal, hasta llegar a depósitos de limolita y arcillolita con presencia de bioturbación y restos fósiles vegetales propios de la fase de abandono del canal (Llanura de Abandono; Allen, 1965). Este tipo de ambiente de depósito se localiza en el sector de canales abandonados (Abandoned Channels, Carter, 1978)”. Según Arciniegas y Montoya (1992), “la cuarzoarenita basal gruesa de la litofacies 7 y los procesos de granodecrecimiento hacia el techo permiten establecer para esta litofacies un alto nivel de energía en el sector inferior y un paulatino decrecimiento de ésta hacia el sector superior, con depósitos de sedimentos finogranulares. Las estructuras internas que demuestran la

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progradación en el sector inferior y los fenómenos agradacionales observados hacia el tope, indican el desarrollo de un depósito de barra de meandro (Point bar) dentro de un canal distributario (Distributary Channel)”. (ARCINIEGAS Y MONTOYA, 1992) hacen igualmente una interpretación del ambiente de depósito de la Formación Une con base en el sector Cáqueza-Vereda Caraza, para lo cual dividen la secuencia litológica en nueve litofacies, “que corresponden a un sistema deposicional de delta dominado por río y ambientes de playa asociados”. Según Arciniegas y Montoya (1992), “la secuencia de la Formación Une en el sector de Cáqueza-Vereda Caraza inicia en la parte basal con depósitos de canales distributarios abandonados (Abandoned Interdistributary Channel; litofacies 1) que indican la migración de los canales en el sector de plano deltáico superior, haciendo posible dentro de este marco ambiental la aparición de una secuencia de bahía interdistributaria (litofacies 2) propias de períodos de disminución en la energía con la aparición de depósitos agradacionales”. Para Arciniegas y Montoya (1992), “la facies constructiva continúa dentro del sistema deltáico, apareciendo genéticamente asociados depósitos de rotura de canal (litofacies 3), barra de desembocadura de distributarios (litofacies 4), relleno de canal (litofacies 5) y canales distributarios (litofacies 6), secuencia que según Arciniegas y Montoya (1992) se ve abruptamente interrumpida por la aparición de una arenita basal transgresiva que marca el período de máximo ingreso del mar sobre el continente, iniciándose una fase destructiva dentro del ciclo deltáico con depósitos arenosos marino someros

de ambiente de zona de transición (litofacies 7) y de frente de playa (litofacies 8)”. “La terminación del dominio de las litofacies arenosas marino someras está representada por los depósitos de pantano (litofacies 9), con y la influencia combinando agentes de tipo tanto continental como marino somero hacia el techo de la secuencia de la Formación Une en el sector Cáqueza-Vereda Caraza”. (ARCINIEGAS Y MONTOYA, 1992). (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992), presentan un análisis diagenético sobre los intervalos arenosos más representativos de la Formación Une, en la Cordillera Oriental“ a través de la franja con dirección SW-NE, comprendida entre Lagunas de Sumapaz (Municipio de San Juan, Cundinamarca) al sur y Cerro El Púlpito (Municipio de Choachí, Cundinamarca) al norte, área geográficamente ubicada al sureste de Bogotá”, y para lo cual se basaron en datos obtenidos de 29 secciones delgadas. Según Arciniegas y Montoya (1992), “las arenitas de la Formación Une muestran un conjunto variado de cambios diagenéticos, productos de seis procesos dominantes. Estos procesos son: 1. Compactación, 2. Cementación, 3. Autigénesis, 4. Disolución, 5. Lixiviación selectiva y 6. Estilolitización”. “El proceso de pérdida de porosidad por compactación mecánica dentro de las arenitas de la Formación Une es bastante uniforme y es propio de la fase Redoxomórfica (cambios químicos por óxido-reducción) de la diagénesis de arenitas según (Dapples, 1967). Las características que confirman la ocurrencia

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de este proceso son la predominancia de contactos saturados (43.7%) y cóncavo-convexos (32%), así como la muy escasa aparición de contactos flotantes y puntuales y la deformación de láminas de micas, que presentan formas curvadas y fracturamiento debido a la presión ejercida por los granos adyacentes. La cementación es el proceso diagenético más importante en la pérdida de la porosidad de las arenitas de la Formación Une, y su valor promedio es del 15%. Los tres tipos de cemento encontrados son: sílice, caolinita y óxidos de hierro”. “La cementación silícea predomina, manifestándose como sobrecrecimientos alrededor de los granos de cuarzo preexistentes, con desarrollo de contactos longitudinales, exhibiendo continuidad óptica debido a la limpieza de la arenita, lo cual ocasiona gran dificultad para su diferenciación al microscopio”. Para Arciniegas y Montoya (1992), “el origen del cemento silíceo se atribuye a: 1. la acción de aguas mixtas (mezcla de aguas meteóricas y marinas modificadas isotópicamente) sobre aluminosilicatos amorfos. (Fisher, 1982), 2. el enriquecimiento en sílice por la acción de estos mismos fluidos con arcillas (Milliken et al, 1981); situación última de fácil ocurrencia en la Formación Une debido a la aparición frecuente de niveles arcillosos adyacentes a los paquetes de arenita y 3. procesos mecánicos de compactación que causan disolución por presión de los bordes de los granos de cuarzo, generando sobrecrecimiento de sílice con pérdida de porosidad”. “Otro proceso diagenético de común ocurrencia es la aparición de caolinita que se considera un mineral autigénico,

desarrollado como producto de la acción de aguas intersticiales ácidas, sobre feldespatos y líticos, generadas en profundidad como productos de maduración de materia orgánica en niveles de arcillolitas, CO2 y H2CO3 que son los compuestos que le dan acidez al medio. (Hunt, 1979; Curtis, 1983; Surdam et al, 1984; Iman & Shaw, 1987). En general la cementación por sílice y caolinita de las arenitas de la Formación Une se desarrolla en un medio ácido, situación facilitada por la abundante aparición de materia orgánica, llegando a presentarse en algunos sectores impregnación por hidrocarburos”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “El tercer tipo de cemento corresponde a óxidos de hierro, los cuales se observan en las secciones delgadas desarrollándose de las siguientes maneras: a. en forma anular desde los bordes de los granos de cuarzo hacia el interior de los poros; b. impregnando las láminas de caolinita, lo cual genera un aspecto moteado y rojizo; c. a lo largo de los conductos que comunican los poros, como producto de la penetración de fluidos enriquecidos en hierro, que precipitaron dentro de la roca”. “La fuente de aporte de hierro se considera de minerales tales como biotita, moscovita, glauconita presentes en la formación. Este tipo de cementación ocurre en un promedio que no supera el 1%, pudiendo ser el resultado de procesos meteóricos superficiales en las etapas más tardías de la diagénesis”. “La aparición de relictos de calcita en los espacios porales, permiten establecer que existió una fase en el proceso de cementación en la que se precipitaron carbonatos (posterior a la etapa de sobrecrecimiento de sílice), los cuales

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fueron atacados por fluidos ácidos produciendo gran parte de la porosidad secundaria presente actualmente en las arenitas de la Formación Une. El proceso de autigénesis está restringido al desarrollo de caolinita la cual se presenta en su típica textura de “libro”, tanto en observaciones hechas al microscopio petrográfico, como al microscopio electrónico de barrido”. “El origen de este filosilicato se asocia con la alteración de feldespato potásico y líticos por la acción de aguas meteóricas dentro de un ambiente poral ácido, así como con el aporte de aluminio y silicio por migración de fluidos desde los niveles arcillosos adyacentes a las arenitas, siendo la caolinita uno de los filosilicatos de más fácil precipitación debido a los bajos rangos de temperatura (50-2000C) a los cuales suele aparecer”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “La autigénesis de la caolinita contribuye en una importante proporción a la pérdida de la porosidad, siendo un evento de carácter regional en el área de estudio. Además la caolinita bajo el efecto de aumento de temperatura y presión puede transformarse en minerales tales como illita y esmectita, este último considerado como un agente destructor de porosidad. (Pettijohn et al, 1972)”. “Otro mineral autigénico presente de manera muy escasa es la clorita, observada en las secciones delgadas creciendo desde los bordes de los granos de cuarzo hacia el centro de los poros con geometría radial. Land y Dutton (1978), sugieren que la clorita diagenética es temprana y puede ser el resultado de reacciones entre aluminosilicatos pobres y óxido de hierro en aguas porales marinas”.

“La disolución se presenta como un importante factor de generación de porosidad secundaria, tanto de tipo intergranular como intragranular afectando principalmente al cemento de carbonato, así como en menor proporción al cemento silíceo anteriormente desarrollado”. “Las condiciones de bajas temperaturas y poco enterramiento combinadas con aguas ácidas producto de la maduración de la materia orgánica, facilitaron el proceso de disolución de los carbonatos en una fase temprana de la diagénesis de las arenitas. Posteriormente leves variaciones del Ph originaron incipiente disolución del cemento silíceo, reacción química para la cual el rango de Ph oscila entre 9 y 9,5 de acuerdo con Seward (1974); los granos de cuarzo policristalino observados en las secciones delgadas son más susceptibles al cambio que los monocristalinos desarrollándose en ellos corrosión de sus bordes donde se generan minerales arcillosos”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “Los procesos de lixiviación selectiva están evidenciados en algunos sectores por la presencia de relictos de caolinita, moscovita y biotita que han sido atacados quími-camente y removidos por aguas meteóricas ricas en CO2. La fácil alteración que presentan estos minerales al ser sometidos a variación en las condiciones de temperatura, presión, concentración de sales o disolución de gas en los fluidos intersticiales, causan un incremento en la solubilidad y la consecuente migración de los filosilicatos creando espacios porales en forma de caverna”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “La estilolitización está generalmente asociada a los fenómenos de

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compactación, donde por sobrecarga litostática se presenta el desarrollo de estructuras penetrativas con forma de colmillo, y con orientación de dichas superficies paralelas a la estratificación. La zona de sutura de las superficies estilolíticas, producto de presión-disolución, observadas en las secciones delgadas presenta concentración de materiales tales como arcillas y materia orgánica”. (FONSECA Y MESA, 1995) interpretaron los diferentes ambientes de la Formación Une que aflora al noroeste y sureste de la Falla de Soapaga, con base en cuatro columnas estratigráficas localizadas en el Páramo de Cuchijao, al este del Municipio de Mongua, suroeste del Municipio de Betéitiva y al noroeste del Municipio de Pesca (Quebrada Aguacaliente). De acuerdo con las características que presentan estas columnas estratigráficas, Fonseca y Mesa (1995) identifican 16 facies, las cuales agrupan en asociaciones faciales así: Asociación Facial A. Las características de esta asociación facial, como son “las sucesiones granodecrecientes al tope y la gran continuidad lateral representan acumulación en canales migrantes en la lateral. La estratificación ondulosa no paralela continua (bases cóncavas hacia arriba de los depósitos de canal) es propia de canales de baja sinuosidad, en donde cada canal eroda a diferentes profundidades. (Coleman & Prior, 1982)”. Asociación Facial B. Según Fonseca y Mesa (1995), “la sucesión granodecreciente al tope y la variación gradual en la escala de las estructuras sedimentarias permite interpretar un ambiente de canales meandriformes, en el

cual la acreción lateral es el proceso dominante. (Boggs, 1987; Cant, 1982 y Reading, 1986)”. De acuerdo con Fonseca y Mesa (1995), “los cuerpos arenosos están rodeados por depósitos de planicie de inundación, lo cual restringe la extensión lateral del cinturón meandriforme y evidencia que los canales se desarrollaron en áreas con baja pendiente, cercanos a las llanuras de marea. (Reineck & Singh, 1980)”. Según Fonseca y Mesa (1995), “localmente al tope de esta asociación facial, se presentan barras de desborde (Chute bars), formadas cuando el río corta la superficie de la barra de meandro durante etapas de inundación (Galloway & Hobday, 1983)”. Asociación Facial C. Fonseca y Mesa (1995) señalan que de “acuerdo con Galloway & Hobday (1983) y Reineck & Singh (1980), esta asociación facial ha sido interpretada como depósitos de desborde de canal (Crevasse Splay) producidos durante etapas de inundación en las que se generan canales que cortan los albardones naturales”. Asociación Facial D. La característica de esta asociación facial es “la presencia de abundante siderita, materia orgánica y pirita framboidal, lo que indica un ambiente anóxico, que relacionado con canales de marea en una sucesión vertical continua permite postular un ambiente de ciénaga”. (FONSECA y MESA, 1995). Asociación Facial E. Esta asociación facial ha sido interpretada por Fonseca y Mesa (1995) “como de llanura mareal lodosa (mud flat), localizada en la zona supramareal y la parte superior de la zona intermareal (Reineck & Wündelich, 1969; Reineck & Singh, 1980) en un clima húmedo evidenciado por shales ricos en

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materia orgánica. (Coleman et al, 1970, en Galloway & Hobday, 1983)”. Asociación Facial F. Esta asociación facial corresponde según Fonseca y Mesa (1995) “a una llanura mareal mezclada (mixed flat) en la que las alternancias de arena y lodo están la mayoría de las veces relacionadas con la alternancia de corrientes mareales y períodos de quietud, localizada en la zona intermareal (Reineck & Singh, 1980)”. Asociación Facial G. Esta asociación facial ha sido interpretada por Fonseca y Mesa (1995) como de “llanura mareal arenosa, situada en la zona submareal (por debajo del nivel de marea baja)”, pero consideran además “que no necesariamente se restringe a ella, (Reineck & Singh, 1980)”, ya que la “estratificación y laminación cruzada se originan por óndulas de corriente unidireccionales”. Asociación Facial H. Las características de esta asociación facial permitieron interpretarla “como de canales de marea (Elliott en Reading, 1986), en donde las sucesiones granodecrecientes al tope son producidas por la migración lateral de canales mareales de tipo meandriforme (Reineck & Singh, 1980)”. Asociación Facial I. Esta asociación facial fue interpretada por Fonseca y Mesa (1995) “como de canales de estuario”, y según estos mismos autores, “el carácter granodecreciente al tope de rellenos estuarinos se asemeja a los depósitos fluviales (Miall, 1978; en Clifton, 1982)”; sin embargo, consideran que “la abundancia de laminación flaser permite descartar un origen netamente fluvial para estos depósitos. (Elliott en Reading, 1986)”. Asociación Facial J. Esta asociación facial

ha sido interpretada por Fonseca y Mesa (1995) “como de frente de playa superior, en donde los sedimentos son dominados por arenas (Elliott en Reading, 1986), y la estratificación cruzada planar de bajo ángulo representa fondos de acumulación con pendientes muy suaves. (Galloway & Hobday, 1983)”. Según Fabre (1985), la Formación Une (K4) en la Sierra Nevada del Cocuy se puede dividir en tres conjuntos: “en la parte inferior (K4a) alternan bancos espesos de areniscas de grano medio, con laminación inclinada y bancos de lodolitas negras carbonosas que contienen a menudo plantas bien conservadas. Las areniscas representan depósitos de playas y barras litorales, mientras que las lodolitas se depositaron en lagunas litorales protegidas en las cuales una gran cantidad de restos vegetales se conservan en ambiente poco oxigenado” (FABRE, 1985). La parte intermedia (K4b) de la Formación Une está “constituida casi exclusivamente por bancos muy espesos (hasta 50 m) de areniscas de grano medio a grueso, a veces microconglomeráticas. Estas facies representan probablemente depósitos de playas y de barras litorales sometidas a la acción de olas y corrientes de deriva litoral. La superficie de estratificación superior de estos bancos está a menudo bioturbada y se observan tubos verticales o en forma de U”. La parte superior de la Formación Une (K4c) “está constituida por unas veinte secuencias granocrecientes que representan episodios de progradación durante los cuales las areniscas del “foreshore” o del tope de barras arenosas avanzaban, cubriendo las areniscas muy finas y lodolitas del “shoreface” y las

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lodolitas depositadas por debajo del nivel de base de las olas. El espesor de estas veinte secuencias regresivas es siempre menor de 15 m, lo que indica aproximadamente la profundidad máxima del nivel de base de las olas (Allen, 1980, Heward, 1981, p. 223). Las areniscas del conjunto K4c son ricas en minerales verdosos (glauconita o chamosita ?), los cuales por deshidratación producen una porosidad secundaria característica” (FABRE, 1985).

11. ESTRATOTIPO

La sección tipo (Holoestratotipo) de la Formación Une se encuentra al sureste de Bogotá, en la carretera Bogotá-Villavicencio, entre Chipaque y Cáqueza, donde presenta un espesor que varía entre 400 y 500 m, compuesta por una sucesión de “estratos gruesos de areniscas, separados por bancos de arcillas esquistosas, duras, que en la parte alta presenta un pequeño nivel de carbón antracítico” (HUBACH, 1931b). Las siguientes secciones podrían considerarse como de referencia:

UNE-FOSCA. (SECCIÓN DE REFERENCIA SUPLEMENTARIA) Esta sección, levantada por Arciniegas y Montoya (1992), se halla localizada a lo largo de la carretera que desde la población de Une conduce a Fosca y Gutiérrez. Se accede a esta sección tomando la carretera Bogotá-Villavicencio, y luego en el sitio denominado Puente Caraza un carreteable que se desprende de la carretera entre Chipaque y Cáqueza, y que conduce a las poblaciones de Une, Fosca y Gutiérrez.

La Formación Une en esta sección presenta un espesor de 472 m y ha sido dividida por Arciniegas y Montoya (1992) en siete litofacies de base a techo así: “La litofacie 1, está compuesta por intercalaciones de cuarzoarenitas y arcillolitas en ciclos de granodecrecimiento hacia el techo”. “Las cuarzoarenitas son de grano fino, generalmente de color gris y ocasionalmente micáceas, en capas con espesores entre 5 y 40 cm, tabulares y cuneiformes con contactos ondulosos y ocasionalmente planos. Presentan estructuras sedimentarias internas tales como estratificación flaser, laminación interna inclinada en artesa y ondulitas lingüoides”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “Las arcillolitas son de color negro y gris, laminares y lenticulares con contactos ondulosos, presentan niveles de concreciones calcáreas con siderita, paralelos a la estratificación y en cuyos núcleos ocasionalmente se encuentran fósiles de bivalvos, gasterópodos y amonitas. En algunos niveles de arcillolita se observa bioturbación (icnofósiles), fósiles de bivalvos, gasterópodos, amonitas y corales, así como la presencia de restos fósiles vegetales y lentes de carbón”. “En esta litofacies se encontró una capa de caliza fosilífera de 2,40 m de espesor, con presencia de conchas de bivalvos sin orientación preferencial”. “La litofacies 2, está constituida por cuarzoarenitas de grano fino a medio en ciclos granocrecientes hacia el techo”.

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“Las cuarzoarenitas son de grano fino a medio, de colores claros, tabulares, con contactos plano paralelos y en ocasiones ondulosos, con espesores entre 0.40 y 2 m, observándose laminación inclinada en artesa y esporádica estratificación flaser. En esta litofacies es frecuente la presencia de niveles bioturbados y hacia la parte basal de la secuencia, estructuras de carga”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “La litofacies 3, está compuesta por cuarzoarenita de grano fino a grueso en ciclos granocrecientes hacia el techo”. “Las cuarzoarenitas varían en tamaño de grano fino a grueso hacia el techo, en capas tabulares con contactos planos paralelos y curvos, en capas lenticulares; sus espesores oscilan entre 0.50 y 2 m. Dentro de los estratos se observa laminación interna inclinada en artesa multidireccional de pequeña a mediana escala con origen en dunas incipientes. En esta litofacies es común encontrar bioturbación, restos fósiles vegetales y lentes de carbón”. “La litofacies 4, está compuesta por cuarzoarenitas de grano grueso a fino en una secuencia con granodecrecimiento hacia el techo”. Esta litofacies ha sido dividida por los autores en tres segmentos: “el inferior, formado por cuarzoarenita blanca, de grano grueso a conglomerática hacia la base, en estratos tabulares, con contactos plano paralelos y erosivos en la base, con espesores que varían entre 0.10 y 2 m; dentro de este segmento se presenta laminación interna en artesa de pequeña a mediana escala. El segmento intermedio está compuesto por estratos cuneiformes de cuarzoarenita blanca, de grano medio a fino hacia el techo, con contactos ondulosos, curvos y

estratificación ondulosa no paralela, laminación interna inclinada en artesa, con espesores que varían entre 5 y 40 cm; dentro de este segmento, se presentan esporádicas intercalaciones de delgadas láminas de arcillolita negra entre 4 y 5 cm de espesor. El segmento superior de esta litofacies presenta capas de cuarzoarenita gris clara de grano fino con variación hacia el techo a materiales más finos, en espesores de 5 a 20 cm; los estratos de este segmento son tabulares y cuneiformes con contactos ondulosos paralelos y curvos respectivamente”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “La litofacies 5, corresponde a una cuarzoarenita de grano fino a muy fino en secuencia granodecreciente hacia el techo. Las cuarzoarenitas son grises, de grano fino a muy fino, en estratos en su mayoría tabulares y algunos cuneiformes, los contactos son ondulosos y ocasionalmente plano paralelos; el espesor de las capas se hace más delgado hacia el sector superior, variando entre 0.60 y 1.50 m, presentando laminaciones internas plano bimodal y en artesa; en algunos sectores se observa abundante bioturbación y alto contenido de restos fósiles vegetales”. “La litofacies 6, está compuesta por cuarzoarenitas de grano muy grueso a fino con intercalaciones de limolitas y arcillolitas en secuencia granodecreciente hacia el techo. Las cuarzoarenitas son blancas a amarillas, de grano muy grueso a fino, en capas tabulares y cuneiformes, con contactos ondulosos paralelos y curvos, respectivamente; en los sectores basales de grano grueso, los contactos son erosivos. El espesor de los estratos varía entre 10 y 40 cm, presentando laminación interna inclinada en artesa bimodal a

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pequeña escala e incipiente desarrollo de estratificación flaser”. “Las limolitas son de color gris a negro, micáceas, con contactos ondulosos y capas en espesores entre 10 y 30 cm, en las cuales es abundante la bioturbación y la presencia ocasional de restos fósiles vegetales. Las arcillolitas son de color gris con laminación discontinua plano paralela”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “La litofacies 7, está constituida por cuarzoarenita de grano grueso a fino con granodecrecimiento hacia el techo y aparición hacia el tope de arcillolita”. “Esta litofacies presenta en su base una cuarzoarenita blanca, de grano grueso a medio, en estratos tabulares y cuneiformes, con espesores que varían entre 1.5 y 2 m, limitados por contactos plano paralelos, curvos y erosivos hacia el sector inferior. Se observan laminaciones internas inclinadas plana y en artesa, con granodecrecimiento hacia el techo en ciclos de unos 4 cm aproximadamente. Hacia el sector superior la secuencia presenta cuarzoarenitas blancas, de grano fino, con espesores que oscilan entre 20 y 80 cm, con contactos plano paralelos en su mayoría. Las cuarzoarenitas presentan laminaciones internas inclinadas planar y plano paralela, así como estilolitos verticales producidos por compactación. Cubriendo la secuencia arenosa aparece arcillolita negra con laminaciones paralela discontinua y lenticular”. En esta sección, la Formación Une suprayace e infrayace a las formaciones Fómeque y Chipaque respectivamente en contacto concordante y transicional (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992).

CÁQUEZA-VEREDA CARAZA. (SECCIÓN DE REFERENCIA SUPLEMENTARIA) Está localizada sobre la carretera Bogotá-Villavicencio, entre las poblaciones de Cáqueza y Chipaque, al norte de la sección Une-Fosca, y ha sido levantada por Arciniegas y Montoya (1992), con un espesor de 469 m, y dividida en nueve litofacies de base a techo así: La litofacies 1, está compuesta por “cuarzoarenita de grano grueso a fino con intercalaciones de arcillolita negra en secuencia con granodecrecimiento hacia el techo”. “Las cuarzoarenitas son blancas y amarillas, de grano grueso a fino hacia el techo, en capas plano paralelas y cuneiformes. Los contactos son plano paralelos y de manera esporádica curvos. El espesor de los estratos varía entre 30 cm y 4 m; los niveles arenosos de esta litofacies presentan estratificación flaser e icnofósiles”. “Las arcillolitas son carbonosas, de color gris y negro, laminares con estratos ondulosos, presentando marcas de hojas y troncos, con aparición de algunos pequeños lentes de carbón. El espesor de los niveles arcillosos varía entre 10 y 30 cm”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 2, está conformada, por “cuarzoarenitas de grano fino a muy fino con ocasional aparición de arcillolitas en una secuencia granodecreciente hacia el techo”. “La cuarzoarenita varía en tamaño de grano fino a muy fino hacia el techo, madura composicionalmente, con colores claros, en estratos tabulares y algunos

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pocos cuneiformes, exhibiendo contactos ondulosos, plano paralelos y curvos, respectivamente. Sus espesores oscilan entre 10 y 35 cm, dentro de los cuales se observan estructuras internas tales como estratificación flaser y esporádica laminación interna inclinada planar hacia el sector intermedio. La arcillolita se observa hacia los sectores basales de los ciclos granodecrecientes hacia el techo, en delgadas láminas de colores crema, gris y negro, con presencia de restos vegetales y laminación plano paralela discontinua (Campbell, 1967)”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 3, está constituida por “cuarzoarenita de grano fino a medio en ciclos granocrecientes hacia el techo, con algunas intercalaciones de limolitas y lodolitas”. “La cuarzoarenita es de grano fino a medio con aumento de tamaño de grano hacia el techo, de color blanco, madura en composición y con buena selección. Los estratos son tabulares y lenticulares, con espesores entre 10 y 40 cm; presenta contactos ondulosos, curvos y algunos erosivos. Las estructuras internas presentes son laminaciones internas inclinadas en artesa y planar, y capas acuñadas de bajo ángulo en juegos con estratificación planar. Hacia el techo aparecen capas de arcillolita de color gris claro con laminación plano paralela, variando a limolita violácea, con espesores entre 10 y 15 cm, dentro de las cuales se hallan restos vegetales, lentes de carbón y bioturbación”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 4, está compuesta por cuarzoarenita de grano fino a medio, en ciclos granocrecientes hacia el techo”.

“Las cuarzoarenitas son de grano fino a medio hacia el techo, de color blanco y bien seleccionadas, en estratos tabulares y cuneiformes, con espesores que oscilan entre 15 cm y 1.5 m; presentando contactos ondulosos y planos. Hacia la parte inferior se observa laminación interna inclinada planar, en estratos de 15 a 80 cm y estratificación subhorizontal, mientras que en el sector superior se presenta en secuencias cíclicas, laminación inclinada en artesa bimodal”. “El límite superior de la secuencia muestra un contacto erosional que corta abruptamente las estructuras internas hacia el tope, marcando un fuerte contraste con las estructuras internas de los estratos suprayacentes de las facies cinco, contacto que se considera correspondiente a un límite erosional bien marcado”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 5, está compuesta por “cuarzoarenita de grano medio a fino en secuencia granodecreciente hacia el techo”. “La cuarzoarenita de esta litofacies es de grano medio en la parte basal variando a grano fino en el sector superior, de color gris, con estratos lenticulares y subhorizontales, cuyo espesor varía entre 15 y 50 cm, limitados por contactos curvos, ondulosos y erosivos. Aparecen laminaciones internas inclinadas en artesa y planar de tipo multidireccional a escala media”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 6, está formada por “cuarzoarenitas de grano grueso a fino en secuencia granodecreciente hacia el techo, con intercalación esporádica de limolitas y arcillolitas”.

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Esta litofacies, “se caracteriza por tener en el sector basal cuarzoarenita de grano grueso, blanca, en estratos cuneiformes y en ocasiones planos, con espesores entre 15 cm y 1 m, limitados por contactos curvos, planos y erosivos; en el sector inferior se presenta laminación interna inclinada plana y laminación plano paralela. Suprayaciendo este depósito dentro de la tendencia granodecreciente hacia el techo se hallan estratos de cuarzoarenita fina, blanca y gris, con espesores que varían entre 10 y 80 cm, que poseen geometría lenticular, con contactos curvos y ondulosos. Las estructuras internas presentes son laminación paralela, laminaciones internas inclinadas planar y en artesa, con aparición de superficies estilolíticas paralelas a la estratificación como respuesta a los procesos de compactación del depósito por sobrecarga litostática” (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). “Las limolitas y arcillolitas son de color negro con espesores entre 20 y 50 cm, microplegadas, bioturbadas (madrigueras) y con alto contenido de restos fósiles vegetales. Estos niveles finogranulares aparecen en el tope de los ciclos granodecrecientes hacia el techo”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 7, está compuesta por “cuarzoarenita fina a muy fina con granodecrecimiento hacia el techo, aparición hacia el tope de arcillolita negra”. “La cuarzoarenita es de grano fino a muy fino, oxidada, en una capa tabular con contactos ondulosos, cuyo espesor es de 60 cm. El estrato presenta alto contenido de óxido de hierro y abundantes restos de bivalvos y gasterópodos de menos de 5 cm, distribuidos de manera caótica.

Suprayaciendo la cuarzoarenita se encuentra una capa de arcillolita negra de 2 m de espesor con laminación paralela discontinua”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 8, está formada por “arcillolita intercalada con cuarzoarenita de grano fino y cuarzoarenita de grano fino a medio con ciclos granocrecientes hacia el techo”. “El sector inferior de esta litofacies está compuesto de arcillolita negra, en capas tabulares con contactos ondulosos y estratificación interna lenticular de cuarzoarenita de grano fino, blanca; este nivel finogranular presenta alta bioturbación. Intercalados con los niveles arcillosos se observan delgadas capas de cuarzoarenita blanca, de grano fino, en capas tabulares con contactos ondulosos e irregulares, exhibiendo estratificación planar a subhorizontal y estratificación “hummocky”. El espesor de las capas de cuarzoarenita y arcillolita varía entre 20 y 45 cm”. “El sector superior consta de cuarzoarenita blanca, de grano fino a medio en estratos tabulares y cuneiformes, con contactos ondulosos y planos; el espesor de los mismos varía entre 30 y 80 cm, presentando laminaciones internas inclinadas planar y en artesa bidireccional”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992). La litofacies 9, está compuesta por “cuarzoarenita de grano fino intercalada con arcillolita en secuencia granodecreciente hacia el techo”. “La cuarzoarenita es de color blanco, en capas tabulares y cuneiformes, de contactos planos y ondulosos, con espesores que varían entre 5 y 80 cm; las

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capas presentan laminación interna en artesa”. “La arcillolita es de color negro, carbonosa, con estratificación plano paralela continua, variando de espesor entre 40 y 50 cm”. En esta sección, “los contactos de la Formación Une con la Formación Chipaque y la Formación Fómeque son considerados de tipo transicional, dada la aparición hacia el tope y la base de la formación de intercalaciones de capas de cuarzoarenita de grano fino y arcillolitas carbonosas”. (ARCINIEGAS y MONTOYA, 1992).

12. RECURSOS MINERALES

En rocas de la Formación Une se conocen muy pocas manifestaciones de minerales, y las reportadas son muy pequeñas y carecen de importancia económica.

12.1. RECURSOS METALICOS Dentro de estos recursos y pertenecientes al grupo de los metales básicos, Rodríguez (1971, p.15), menciona una manifestación de galena en el Municipio de Zetaquira, “localizada en la Quebrada Porras, aproximadamente a 5 km en línea recta al noroeste de la población de Zetaquira. Se trata de pequeños nidos de galena como rellenos de fisura en arenisca de la Formación Une. El mineral principal se encuentra asociado con esfalerita, y parece que se trata de una manifestación puramente local”. (Figura 12) 12.2. RECURSOS NO METALICOS Las arenitas de la Formación Une, pueden utilizarse como materiales de construcción. Por el alto contenido de sílice, las arenitas de la Formación Une podrían ser utilizadas

como materia prima en la fabricación de vidrio; en algunos casos, por su moderada consolidación, para la obtención de arena de peña, e igualmente por su considerable resistencia, las arenitas de la Formación Une podrían emplearse para la construcción de muros, de cimientos, para afirmados de carreteras, y con fines ornamentales. 12.3. RECURSOS ENERGETICOS (HUBACH, 1931b), menciona dentro de la Formación Une niveles de carbón antracíticos que fueron explotados en el Río Une (finca Querenté), en la región de Ubaque (ascenso de Ubaque hacia el oeste) y en la región de Choachí. Algunos de estos afloramientos de carbón fueron estudiados por De La Espriella (1959a), en la hacienda San Bernardo, región de Choachí y la hacienda Querenté. Igualmente se presentan los carbones de la región de Garagoa, dentro de la Formación Une, los cuales fueron estudiados por Rincón (1995). Los afloramientos de carbón de la hacienda San Bernardo están ubicados entre 1 y 2 Km al sur de la entrada de la mencionada hacienda, “situada en el Km 32 + 150 m de la carretera Bogotá – Choachí” (Figura 12). “En el área estudiada existen varios socavones abandonados y sólo en uno de ellos se observó un manto de carbón de unos 0,60 m de espesor; en general los estratos tienen un rumbo N 45o E y buzamiento de 40o. El manto de carbón yace entre lutitas negras carbonáceas y los estratos de los alrededores son bancos delgados de areniscas y lutitas compactas bien estratificadas que forman riscos con buenos afloramientos”(de la Espriella, 1959).

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Una muestra de esta etapa de carbón analizada químicamente dio los siguientes resultados (de la espriella, 1959).

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FIGURA 12. Localizacion de Recursos Minerales en la Formación Une

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“El afloramiento de carbón de la hacienda Querenté está situado en la ribera norte del Río Une, unos 500 m aguas arriba de la desembocadura de la Quebrada de Niguá (Figura 12). La casa de la hacienda Querenté está comunicada con la carretera Chipaque – El Seminario por medio de un camino de herradura” (DE LA ESPRIELLA, 1959). “En un socavón abandonado en el Río Une, se observó un manto de carbón de 0,20 m de espesor superpuesto por 0,50 m de arenisca y encima lutitas negras compactas, intercaladas por bancos delgados de arenisca y caliza. Por debajo del manto de carbón se encuentra hasta el Río Une una lutita negra, dura, con intercalaciones hasta de 1 mm de agujas de carbón”. (DE LA ESPRIELLA, 1959a). El análisis químico de una muestra de la capa de carbón dio el siguiente resultado:

“Ambas muestras de carbón fueron clasificadas como bituminosas bajo en volátiles,” sin embargo De la Espriella (1959a) indica que “las muestras fueron recogidas de superficies muy meteorizadas y sólo muestras frescas podrían dar resultados representativos y en este caso sería probable que estos carbones

pudieran llegar hasta semi-antracíticos”. (DE LA ESPRIELLA, 1959a) Para De la Espriella (1959a) “la pobreza en cantidad y calidad de afloramientos de los carbones impide hacer una cubicación siquiera aproximada de las reservas explotables”, e indica que “preliminarmente se puede decir que parece tratarse de depósitos lenticulares, cuya extensión puede determinarse sólo por medio de una exploración muy detallada”. “Aún cuando los carbones son de muy buena calidad, el poco espesor de las capas, justifica sólo una explotación a pequeña escala para consumo local”. (DE LA ESPRIELLA, 1959a). En la región de Garagoa, y a unos 21 km por la vía que comunica los municipios de Garagoa y Miraflores (Figura 12), la Formación Une presenta dos mantos de carbón de 1,70 y 4 m de espesor, localizados estratigráficamente en la parte superior del nivel inferior y cerca a la base del nivel superior, respectivamente. (RINCÓN, 1995). El manto 1, con un espesor de 1,70 m, presenta buzamientos que oscilan entre 15 y 25o NW y con una continuidad a lo largo del rumbo de 1.000 m, teniendo como respaldos superior e inferior, areniscas y arcillolitas, respectivamente. El manto 2, con un espesor de 4 m y buzamientos que varían entre 40 y 45o SE, tiene una continuidad observada a lo largo del rumbo de 150 m, y sus respaldos están conformados por areniscas cuarzosas el superior y por arcillolitas el inferior. (RINCÓN, 1995). Estos carbones han sido clasificados como

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antracíticos o semiantracíticos, y sus recursos ascienden a 507.000 toneladas de carbón, de los cuales, según Rincón (1995), 390.000 y 81.900 toneladas de carbón son recursos medidos y corresponden a los mantos 1 y 2, respectivamente.

13. AMENAZAS GEOLOGICAS

Se considera como amenaza geológica la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno potencialmente catastrófico, que se presenta en un área dada debido especialmente a fenómenos de remoción en masa, erosión, sismicidad y vulcanismo. Teniendo en cuenta los parámetros utilizados por la GOBERNACION DE CUNDINAMARCA-INGEOMINAS (1998) para la caracterización de los fenómenos de remoción en masa, y con base en las características de la Formación Une, como son: su morfología de fuertes escarpes, su composición litológica, tales como el predominio arenítico, formando potentes bancos arenosos, su estratificación en capas gruesas a muy gruesas, de grano

fino a grueso, bien cementadas, con intercalaciones de lodolitas negras, y con un mayor grado de fracturamiento en las zonas de fallas y donde es cortada por ríos, la Formación Une puede clasificarse en el nivel de competencia del material en grado medio (4) en zonas altamente fracturadas y en grado alto (5) en zonas de menor fracturamiento. Los principales fenómenos de riesgos que se han observado en la Formación Une, a lo largo de la Cordillera Oriental durante los trabajos de cartografía geológica regional, son las caídas de roca; en la contrapendiente se forman derrubios de diferente tamaño en los contactos entre la Formación Une y la Formación Fómeque, ocasionando taponamientos en los lugares donde las carreteras cortan la contrapendiente. Otro tipo de riesgo es el de los deslizamientos translacionales en las pendientes estructurales cuando queda expuesta la parte superior de la unidad por erosión (Figura 13). Debido a que los deslizamientos y caídas de roca que ocurren en la Formación Une son de poca extensión, éstos no se hallan localizados en los mapas de riesgos.

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FIGURA 13. Fenómenos de Remoción en Masa Caidas y Deslizamientos en la Formación Une.

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