formación integral e incentivos docentes
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Formación integral e incentivos docentes,
desafíos de la jornada única
Con la postulación de 383 colegios, inició la segunda etapa
de este plan que ya deja algunos retos
Por: TATIANA LIZARAZO CORREA |
6:15 p.m. | 7 de abril de 2015
Foto: Archivo Particular
En la fase piloto arrancaron con 212 colegios, beneficiando a 135.000 estudiantes del país.
Ampliar la jornada escolar diaria de los estudiantes colombianos, de cinco a ocho horas,
con el propósito de mejorar sus resultados académicos en áreas claves de formación,
plantea enormes desafíos para el país. Sin embargo, según la Ministra de Educación, Gina
Parody, se realizarán tres tipos de inversiones: recurso humano docente, alimentación e
infraestructura. A esto se suman los procesos de formación docente y acompañamiento a
establecimientos educativos.
Pese a esto, este plan piloto ya deja ver algunos aspectos a mejorar que van más allá de la
alimentación y la infraestructura. Por ejemplo, en el Colegio Eduardo Santos, de Soacha
(Cundinamarca), según el rector de la institución, Rafael Fonseca Castillo, el plantel,
además de tener problemas con los almuerzos, no tiene recursos para la compra de
herramientas de trabajo para los docentes, “y se nos ha incrementado, de manera
considerable, el valor de los servicios públicos, que debemos cancelar nosotros mismo”,
dice Fonseca.
Así mismo, de acuerdo con la filosofía de la iniciativa, las horas adicionales de clase deben
usarse para reforzar matemáticas, ciencias, lenguaje e inglés, “pero no podemos tener a los
estudiantes haciendo lo mismo todo el día, por eso solicitamos mejorar aquí los recursos
tecnológicos”, señala el rector.
Ante esta situación, expertos en educación señalan que es un error insistir en ofrecer
únicamente ciertas materias en ese horario.
Julián de Zubiría Samper, educador e investigador pedagógico y director del Instituto
Alberto Merani, considera que lo ideal es que esta ampliación de la jornada le permita al
sistema educativo cumplir con una formación más integral, por lo que, en su criterio, es
importante que se atiendan áreas poco abordadas en la educación regular como artes,
educación física, formación en valores y desarrollo del pensamiento.
“Ojalá la jornada no se convierta en hacer más de lo mismo. No vale la pena una inversión
tan alta en salarios, almuerzos y planta física si mantenemos al frente de la nueva jornada
los currículos actuales. Ojalá no nos dediquemos a hacer repasos de ciencias y matemáticas
con los mismos docentes que no lograron que los estudiantes aprendieran”, dice.
En eso coincide Fabio Jurado, PHD, profesor del Instituto de Investigación en Educación
de la Universidad Nacional de Colombia, quien añade que la implementación de la jornada
única es una buena medida, pero considera que en ella deben darse espacios para la
indagación, la exploración, el juego, el desarrollo corporal y el contacto con las artes. “Es
claro que el tema de la extensión de la jornada escolar volvió a tomar fuerza por los pobres
resultados en las pruebas Pisa, y por eso el afán del Gobierno de querer fortalecer solo tres
o cuatro asignaturas, pero lo que deben saber es que la permanencia de los jóvenes hasta las
3 ó 4 de la tarde no garantiza absolutamente nada si no hay un currículo integral”, afirma.
Y es que las conclusiones de las pruebas Pisa no solo indican un mal rendimiento en
matemáticas, ciencias y lenguaje, sino que también dan conocer la poca capacidad de los
muchachos de 15 años, que fueron los evaluados, para la resolución de problemas
cotidianos, que según la Ocde, es una de las destrezas más importantes, porque les permite
a los a los jóvenes solucionar conflictos mediante los conocimientos adquiridos”.
Pero la pregunta es ¿cómo se adquieren estas destrezas? Según una investigación de la
Universidad Católica de Valparaíso (Chile), estas habilidades se generan a través de la
implementación del método científico, “porque es una herramienta, que mediante la
observación y descripción en un trabajo de campo, permite que los alumnos encuentren por
sí mismos soluciones a problemas reales. Por eso resulta vital que los estudiantes tengan
otro tipo de experiencias extracurriculares dentro de la escuela, para abrir su pensamiento y
generarles argumentación”, concluye el estudio, que fue publicado en la Red
Iberoamericana de Comunicación y Divulgación Científica.
De esta tesis es que nace una de las peticiones que hace la Federación Colombiana de
Educadores (Fecode): que haya una redefinición de los currículos, que éstos obedezcan a
las necesidades reales del país y no a copias fieles de otros naciones con realidades
diversas.
“Se deben tener en cuenta áreas tan importantes como la formación deportiva, musical,
ciencias, artes, medio ambiente, otros idiomas; en términos generales, queremos una
formación integral”, indica Carlos Enrique Rivas Segura, ejecutivo de la Federación
Colombiana de Trabajadores de la Educación.
Cualificar y pagar mejor a docentes
De Zubiría señala que que la jornada única requiere de nuevos maestros, muy bien
capacitados en las nuevas competencias que demanda la vida contemporánea como el
pensamiento, la creatividad, la convivencia y la lectura crítica. Y añade que es necesario
mejorarles los salarios, “ya que sería absurdo elevar su trabajo manteniendo sus
condiciones laborales actuales”, dice.
Rivas Segura, por su parte, afirma que a esta medida salarial se debe complementar con
garantías en la salud de los docentes, “porque en la actualidad afectan su vida y su labor
como formadores, teniendo en cuenta que los servicios son pésimos”, dice.
Para Ciro Parra, decano de la facultad de Educación de la Universidad de la Sabana, hay
que trabajar en la cualificación docente, no solo desde su formación académica, sino en el
servicio que prestan. Además, según él, faltan estímulos para que los jóvenes tomen esta
profesión como proyecto de vida.
TATIANA LIZARAZO CORREA