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El artículo de José L. Sicre, tal y como él mismo afirma al comienzo del mismo, es “explicar cómo Israel afianzó su presencia Canaán”, a partir de cinco teorías, al tiempo que señala los principales problemas que un tema tan controvertido como este ha plantea y continúa planteando a los historiadores y arqueólogos. Las teorías sobre las que Sicre se aventura a elaborar su artículo, “recogiendo datos perdidos en libros y revistas de difícil acceso son: 1. Conquista 2. Asentamiento pacífico 3. Revolución campesina 4. Simbiosis 5. Evolución progresiva Antes de entrar a analizar estas teorías, el autor hace una breve exposición de lo más destacado del relato bíblico consignado en Josué y Jueces. Las tribus, lideradas por Josué, que en todo momento mantiene alta la moral del grupo, atraviesan Transjordania, se apoderan de Jericó y Ay Hacen un pacto con los gabonitas, lo que provoca el conflicto con los reyes cananeos del sur. Los israelitas terminan conquistado toda la zona. Liquidan, de igual modo, a los reinos cananeos del norte, lo que implica el dominio total de todo el territorio de Canaán. El cap. 1 de Jueces, ofrece una versión distinta: Las tribus actúan de manera independiente y, al parecer, muy desorganizadas. Josué no tiene un papel destacado. El cap. señala los territorios que los israelitas no fueron capaces de someter. -De acuerdo con el relato bíblico, encontramos a Y. Kaufman quien, admitiendo el ropaje literario y legendario que pudiera rodear el acontecimiento, defiende su realidad histórica. Todas las tribus, unidas en una alianza religiosa nacional participan en la conquista El papel preponderante de Josué es incuestionable: es un estratega magnífico, un psicólogo capaz de utilizar gestos significativos para sostener la moral del grupo: levanta piedras en Guilgal, maldice Jericó, da muerte al rey de Ay, etc. El cap. 1 de Jueces, no contradice a Josué quien, antes de morir, habría repartido el territorio, aunque la conquista no había sido consumada, lo que indica el trabajo individual de cada tribu. -En desacuerdo con Kaufman se posicionó el P. de Vaux, achacándole su desinterés absoluto por los datos aportados por la crítica literaria, las tradiciones y la crítica histórica, así como el negarle voz a la arqueología. 1.-MODELO DE ASENTAMIENTO PACÍFICO Preguntas inevitables a la hora de analizar la entrada de Israel en la tierra de Canaán: cuándo llegaron, de dónde venían, qué relaciones establecieron con los habitantes anteriores a su llegada, cómo afectó esta situación en la vida e ideas del pueblo. Es claro que ni los relatos bíblicos ni las hipótesis vertidas sobre ellos, allanan el camino, antes bien, lo dificultan 1.1.- Albrecht A. es el primero en trazar una división territorial de Canaán, antes y después de la llegada de los israelitas. Según el autor: -1-

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El artículo de José L. Sicre, tal y como él mismo afirma al comienzo del mismo, es “explicar cómo Israel afianzó su presencia Canaán”, a partir de cinco teorías, al tiempo que señala los principales problemas que un tema tan controvertido como este ha plantea y continúa planteando a los historiadores y arqueólogos.

Las teorías sobre las que Sicre se aventura a elaborar su artículo, “recogiendo datos perdidos en libros y revistas de difícil acceso son:

1. Conquista2. Asentamiento pacífico3. Revolución campesina4. Simbiosis5. Evolución progresiva

Antes de entrar a analizar estas teorías, el autor hace una breve exposición de lo más destacado del relato bíblico consignado en Josué y Jueces.

• Las tribus, lideradas por Josué, que en todo momento mantiene alta la moral del grupo, atraviesan Transjordania, se apoderan de Jericó y Ay

• Hacen un pacto con los gabonitas, lo que provoca el conflicto con los reyes cananeos del sur. Los israelitas terminan conquistado toda la zona. Liquidan, de igual modo, a los reinos cananeos del norte, lo que implica el dominio total de todo el territorio de Canaán.

El cap. 1 de Jueces, ofrece una versión distinta:

• Las tribus actúan de manera independiente y, al parecer, muy desorganizadas. Josué no tiene un papel destacado. El cap. señala los territorios que los israelitas no fueron capaces de someter.

-De acuerdo con el relato bíblico, encontramos a Y. Kaufman quien, admitiendo el ropaje literario y legendario que pudiera rodear el acontecimiento, defiende su realidad histórica.

• Todas las tribus, unidas en una alianza religiosa nacional participan en la conquista• El papel preponderante de Josué es incuestionable: es un estratega magnífico, un psicólogo

capaz de utilizar gestos significativos para sostener la moral del grupo: levanta piedras en Guilgal, maldice Jericó, da muerte al rey de Ay, etc.

• El cap. 1 de Jueces, no contradice a Josué quien, antes de morir, habría repartido el territorio, aunque la conquista no había sido consumada, lo que indica el trabajo individual de cada tribu.

-En desacuerdo con Kaufman se posicionó el P. de Vaux, achacándole su desinterés absoluto por los datos aportados por la crítica literaria, las tradiciones y la crítica histórica, así como el negarle voz a la arqueología.

1.-MODELO DE ASENTAMIENTO PACÍFICO

Preguntas inevitables a la hora de analizar la entrada de Israel en la tierra de Canaán: cuándo llegaron, de dónde venían, qué relaciones establecieron con los habitantes anteriores a su llegada, cómo afectó esta situación en la vida e ideas del pueblo. Es claro que ni los relatos bíblicos ni las hipótesis vertidas sobre ellos, allanan el camino, antes bien, lo dificultan

1.1.- Albrecht A. es el primero en trazar una división territorial de Canaán, antes y después de la llegada de los israelitas. Según el autor:

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• Canaán estaba organizada un número de ciudades-estado, en la llanura mejor más organizadas que en las zonas montañosas, donde la población era más escasa

• Precisamente en estas zonas se asentaron los israelitas, sin aparente conflicto. La ocupación fue lenta y sólo destruyeron pequeñas ciudades.

Con posterioridad, el mismo Alt desarrollará más ampliamente estas ideas en un artículo que pivota sobre dos grandes etapas: ASENTAMIENTO y CONSOLIDACIÓ, señalando tres aspectos:

a.- Empresas militares

De haber habido conquista de las fortalezas cananeas, los israelitas las habrían convertido en centros políticos (como sucedió, según Josué y Jueces, con la conquista de Jerusalén, Jericó, Ay, betel, y Galilea). De esto se desprende, de entrada, la ausencia de conflictos armados. Éstos se darían durante la transición del asentamiento a la consolidación y ampliación del territorio. Las campañas militares recogidas en la Biblia tienen su significado, aunque no se llevaran a cabo:

La ausencia de conflictos armados, no tendría repercusión entre los israelitas; no quedaría memoria de ellos.

Estos conflictos justificarían las pretensiones territoriales de cada tribu. Los redactores de esta tradición, no hubieran imaginado que “la cosa”

fuera distinta a como la consignaron por escrito.

b.- Proceso pacífico Aceptar esta teoría supone admitir que no hubo enfrentamientos armados entre

israelitas y cananeos; teniendo en cuenta, además, que las tribus provenían del desierto, sin armas ni experiencia militar.

El paso del desierto a la tierra cultivada era un hecho normal en los países vecinos: Siria, Mesopotamia, etc. Pastores nómadas y seminómadas pasan con cierta regularidad del desierto a la tierra cultivada. Entre pastores y agricultores se da un importante intercambio comercial.

Entre los israelitas, el paso del desierto a la tierra de cultivo fue antes del asentamiento, quienes se asentaron en tierras retiradas no demasiado aptas para de la siembra.

Un nuevo modelo de economía , hizo que grupos israelitas se dedicaran a la agricultura, mientras otros, se movían con el ganado

c.- El momento histórico Es muy difícil situar cronológicamente estos acontecimientos El asentamiento del primer grupo (La Casa de José), pudo ocurrir entre los siglos XII y XIII. En este sentido, Alt, deja abierta la posibilidad a la palabra que provenga de la arqueología.

1.2.- Por su parte, Marthin Noth defiende que no todas las tribus se asentaron al mismo tiempo, sino que cada tribu tuvo una historia propia de instalación. Además, concede un valor relativo a los estudios arqueológicos)

La ocupación israelita fue un proceso lento en el que cada tribu necesitó tiempo para dominar su territorio, y asentarse en él.

La sangre tuvo mucha importancia en la formación de las tribus e incluso en la unión de algunas de ellas, promovidas, en algunos casos, por circunstancias históricas particulares

Importante es el origen geográfico del nombre de algunas tribus (Judá, Benjamín, Efraím, Neftalí); en otros casos adoptaron el nombre impuesto por las circunstancias en que tomaron posesión de su territorio (Isacar= recompensa/recompensar)

Las tribus no adquirieron un nombre hasta después de su asentamiento definitivo en Palestina.

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La ocupación de Canaán se integra en un acontecimiento histórico de mayores consecuencias: la aparición de pueblos en Siria, Mesopotamia, etc, (arameos) buscando tierras donde asentarse.

2.-MODELO DE LA CONQUISTA.Este modelo está representado, entre otros, por William F. Albright, de la “escuela

norteamericana”, quien, sin aceptar una lectura simplista del relato bíblico, defiende que hubo una conquista, cuyo momento más importante tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XII

Describe la conquista de Canaán como una subyugación a las ciudades-estado cananeas por medio de batallas, muchas de ellas eran destruidas por el fuego. Los israelitas, procedentes del desierto, se asentaron en estas áreas.

Como apoyo de esta teoría se invocaban tres pruebas: o La descripción literal de la Biblia. o Los restos de destrucción, atribuidos a los israelitas, encontrados en la época del Bronce

reciente (Lakish, Tell Beit, Bethel y Hazor)o Los paralelismos encontrados en la historia, en los que tribus nómadas que, a pesar de su exigua

cultura, trastornan las civilizaciones urbanas más desarrolladas.

La descripción de los acontecimientos por Wright: o Una campaña israelita (siglo XIII, para la destrucción de las ciudades-estado cananeas,

debilitando el poder local de tal manera que fue posible un nuevo asentamiento.o Evidencia de una gran destrucción, capitaneada por Josué, de Betel, Lakish, Qiriat Sefer ,

Hazor, etc. durante el siglo XIII sugieren una campaña organizada (capítulos 10 y 11 de Josuéo Durante el siglo XIII grupos de israelitas irrumpieron en Palestina gracias a una invasión bien

planificada.

Los defensores de este modelo decían que era el que mejor explicaba los datos obtenidos de la arqueología. Sin embargo, los datos revelados por la arqueología, han contradicho las conclusiones propuestas por el modelo de la conquista militar unificada: “Muchos de los lugares que se han podido identificar con grado notable de seguridad con los mencionados en el libro de Josué no presentan ningún resto del Bronce Reciente·

3.- MODELO DE LA REVOLUCIÓN CAMPESINA

Fue Mendenhall quien rompió el esquema entre "asentamiento pacífico" y "conquista", proponiendo una hipótesis totalmente nueva, si bien, gran propagador de este modelo fue N. K. Gottwald. Ambosw critican tres supuestos que admitían de forma acrítica los modelos anteriores

Que las doce tribus entraron en Palestina desde fuera, antes de la "conquista" o durante ella. Que las tribus israelitas eran nómadas o seminómadas. Que la solidaridad entre las doce tribus era étnica, y que el parentesco era el elemento diferenciador

entre israelitas y cananeos.

Gottwald a cometió estudios de tipo ecológico, sociológico, geográfico, etc. Su modelo se puede resumir en los siguientes puntos:

El primitivo Israel era una formación ecléctica de cananeos marginados y aventureros, pastores trashumantes, campesinos y pastores nómadas, probablemente campesinos itinerantes y sacerdotes descontentos. Estos aventureros son identificados por Mendenhall y Gottwald con los `apiru o habiru, de los que hablan las fuentes egipcias desde el 2000 a.C.: individuos que se sienten desplazados de la sociedad y que no encuentran protección en ella. El nombre `apiru/habiru tiene gran semejanza fonética con el término hebreo.

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2. Israel surgió de una ruptura fundamental dentro de la sociedad cananea, no de una invasión o inmigración desde el exterior. Para Mendenhal y Gottwald el conflicto fundamental no se da entre pastores nómadas o seminómadas por un lado y agricultores sedentarios por otro, sino más bien entre el campo y la ciudad, ya que ésta oprimía a los campesinos. No se produjo ni una conquista ni un asentamiento pacífico, sino un proceso de alejamiento, no físico y geográfico, sino político y subjetivo, de amplios grupos de población con respecto a los regímenes políticos existentes, en resumen, una revolución campesina contra la red de ciudades-estado cananeas y su injusta estructura socio-política.

3. La estructura social de Israel fue un proceso deliberado y consciente de "retribalización". El primitivo Israel no se entiende como el resultado de un proceso desde una sociedad primitiva a una sociedad civilizada, sino más bien como el resultado de la ruptura de una parte de la población cananea con las estructuras clasistas que la oprimían y el establecimiento de una sociedad nueva con unas estructuras sociales igualitarias.

4. La religión de Yahvé fue un instrumento capital para cimentar y justificar todo el sistema social nuevo, marcado por un ideal igualitario frente al precedente sistema feudal de los señores cananeos. Según Mendenhall-Gottwald, lo que hizo cristalizar este movimiento revolucionario fue la llegada de un grupo de cautivos procedentes de Egipto, unidos por la misma fe en un nuevo dios, Yahvé, que los había liberado del poder del faráon y con el que habían establecido una alianza.

5. La sociología de la religión de Israel explica y justifica los rasgos distintivos de la religión israelita. En esta nueva religión, la posesión de la tierra, la guía militar, la "gloria", el derecho a mandar, todo ello se niega a los seres humanos y se atribuye sólo a Dios.

• La obra de Gottwald tuvo una difusión enorme en los años '70 y '80. Las revistas científicas de esos años recogen multitud de recensiones y críticas a favor y en contra esta hipótesis. El voluminoso libro de Gottwald, de 1000 páginas, se traduce al portugués-brasileño en 19861[6] y se lee en las comunidades de base de Brasil. Los sistematizadores de la teología de la liberación de esos años utilizan ampliamente sus conclusiones2[7]. Gran parte del éxito de Gottwald se debe a la época en que publicó su libro.

• Sin embargo, su modelo ha encontrado más detractores que seguidores. José Luis Sicre3[8] ve 3 objeciones principales:

1. La teoría de la revuelta campesina no termina de convencer, no por falta de datos, sino porque su valoración resulta demasiado unilateral, y el mismo Gottwald no parece totalmente convencido. Quizás su error consista en extender a

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todas las áreas geográficas y grupos algo que sólo parece claramente atestiguado para la zona norte.

2. La insistencia en el "ideal igualitario" del Israel premonárquico. Es sintomática, por ejemplo, que en el canto de Débora (Jc 5), Gottwald descubre la revuelta campesina contra los señores feudales cananeos, cuando otros autores ven aquí precisamente la existencia de diferencias de clases sociales. Así ocurre con otras tradiciones, que echan por tierra el mito del "ideal igualitario" del Israel premonárquico.

3. La elección de un modelo materialista para explicar la religión en Israel, que parece demasiado simplista para un fenómeno que resulta más complejo.

Desde la arqueología también le han llovido críticas. Se le echa en cara que crea su teoría desde su sillón, sin conocer de primera mano las condiciones ambientales de la zona del asentamiento israelita, y sin tener en cuenta lo que la arqueología ha sacado a la luz sobre la cultura material de estos pobladores. Para Gottwald, las clases bajas cananeas abandonan las ciudades y se instalan en la colina central, donde se ven obligadas a crear una agricultura con riego y terrazas, puesto que no podían subsistir sólo con el pastoreo. Pero Gottwald no tiene en cuenta otros datos que al final dan al traste con su hipótesis:

1) Las condiciones de las colinas centrales sí son aptas para mantener una población nómada de pastoreo menor, como se ha observado entre la población árabe del lugar hasta casi el siglo XX.

2) La agricultura de irrigación no se introduce hasta casi nuestros días. Las terrazas no son un elemento típico del Hierro I (ya empiezan en el Bronce Reciente), ni aparecen tampoco en las zonas de asentamiento más antiguas (zona más cercana al desierto)

3) No se observa un bajón demográfico en los tel cananeos en esta época que pudiera ser interpretado como un abandono o una revuelta de parte de la población.

4) La cultura material de la población de la colina central es muy distinta de la encontrada entre la población cananea, sobre todo en la cerámica y la arquitectura.

• Con todo, Gottwald tiene razón al considerar que el pastoralismo nómada de esta región ha sido mal interpretado. En aquel tiempo, este modo de existencia tenía una importancia secundaria, y era un ramal de la vida rural, y no el estilo de vida de una población originaria del desierto. Antes de la domesticación del camello (siglo XI) no se encuentra una población significati-va en los desiertos de Oriente medio, y por tanto, no se puede buscar el origen de los nuevos pobladores en esas regiones.

Queda pendiente la cuestión del origen de los israelitas. No pueden venir del este, del desierto, como era la opinión de ALT y ALBRIGHT, por las razones expuestas por GOTTWALD: el desierto sólo es habitado perma-nentemente tras la domesticación del camello en el siglo XI. Por tanto hay que

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pensar en la población pastoril que habita por temporadas en la colina central, y que entra en contacto con la población urbana.

n fuerza probatoria. En la actualidad no contamos con ninguna de las obras de estos historiadores traducida al castellano, y en España no han alcanzado todavía un grado notable de divulgación, ni siquiera entre la comunidad científica. Pero es de suponer que sus conclusiones no tarden en llegar a las aulas y las bibliotecas, e incluso no será de extrañar que lleguen hasta el público medio. En cuanto estudiantes, profesores y pastores el tema puede tener su interés.

1. La conquista militar unificada Este modelo está representado, entre otros, por

William F. Albright, De la edad de piedra al cristianismo. El marco histórico y cultural de la Biblia (Santander 1959)

John Bright, Historia de Israel

George E. Wright, Arqueología bíblica (Cristiandad, Madrid 1975).

• Los aspectos arqueológicos de esta línea de investigación fueron formulados por primera vez por Wiliiam Albright en los años '30. Este enfoque se ceñía a la descripción de la conquista de Canaán de los primeros capítulos del libro de Josué, en los que las ciudades-estado cananeas a lo largo del país eran subyugadas en una serie de batallas, y muchas de ellas eran destruidas por el fuego. Tras sus victorias, los israelitas, que procedían del desierto, se asentaron en estas áreas.

• Como apoyo de esta teoría se aducían tres tipos de pruebas:

1) La descripción literal de la Biblia.

2) Los restos de destrucción encontrados al final de los niveles correspondientes al Bronce Reciente encotrados en lugares como Lakish, Tell Beit Mirsim, Bethel y Hazor, y atribuidos a los israelitas.

3) Los paralelismos encontrados en la historia, en los que tribus nómadas que, a pesar de su bajo nivel cultural, causan el colapso de civilizaciones urbanas más desarrolladas.

• G.E. Wright describe los acontecimientos de esta forma:

Hubo una campaña israelita de gran violencia y éxito durante el siglo XIII. Su objetivo era la destrucción de las ciudades-estado cananeas existentes, debilitando el poder local de tal manera que fue posible un nuevo asentamiento, especialmente en la colina central.

La gran evidencia de una destrucción terrible sufrida por las ciudades de Betel, Lakish, Eglón, Debir (Kiriat Sefer) y Hazor durante el siglo XIII sugieren con un fuerte grado de certeza que una campaña planificada, tal como la que se describe en los capítulos 10 y 11 del libro de Josué, fue llevada a cabo. [...] Podemos concluir con seguridad que durante el siglo XIII al menos una porción de lo que más tarde será la nación de Israel irrumpío en Palestina de manos de una invasión cuidadosamente planfiicada

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• Los seguidores de este modelo aducían que era el que mejor explicaba los datos obtenidos de la investigación arqueológica, que para ellos se reducía a la excavación de los grandes tells cananeos de finales del Bronce Reciente.Sin embargo, los datos revelados por la arqueología más tarde han contradicho las conclusiones propuestas por el modelo de la conquista militar unificada. Según Israel Finkelstein,

Muchos de los lugares que se han podido identificar con grado notable de seguridad con los mencionados en el libro de Josué no presentan ningún resto del Bronce Reciente. En regiones densamente pobladas por los cananeos, y que supuestamente fueron conquistadas, no hay evidencia de asentamiento israelita antes del siglo X a.C. De modo inverso, en la mayoría de las zonas de asentamiento israelita de la colina central, donde tuvo lugar el resurgimiento demográfico del Hierro I, los lugares cananeos eran pocos en número, y prácticamente no hay ninguna evidencia de un asentamiento israelita que siguiera inmediatamente a la destruccción de esas ciudades cananeas. La evidencia cronológica indica, además, que los centros cananeos fueron devastados no simultáneamente, sino durante un largo período de tiempo. Ahora tenemos la certeza, por ejemplo, de que ciudades cananea como Lakish todavía estaban florecientes en el tiempo en que iba teniendo lugar el asentamiento israelita en las colinas centrales.4[1]

Además,

La atribución automática de todos o casi todos los niveles de destrucción en torno al 1200 a.C. en las ciudades cananeas de la Tierra de Israel a una campaña de conquista por las tribus israelitas cierra los ojos a otras posibilidades históricas: campañas militares egipcias, como la desarrollada por el faraón Mernefta; conflictos locales entre ciudades cananeas rivales; y la infiltración de los filisteos en la costa sur y la Sefela duranrte la primera mitad del siglo XII.5[2]

2. La infiltración pacífica • El promotor originario de este modelo fue Albrecht Alt, quien expone

sus ideas en un artículo publicado en 19256[3]. Examina el episodio del asenta-miento israelita a la luz de la situación política, territorial y demográfica de Palestina en el período del Bronce Reciente, como se refleja en la Biblia y en las fuentes egipcias del Imperio Nuevo

• Alt describe el asentamiento israelita como una pacífica infiltración de grupos de pastores seminómadas desde las zonas limítrofes al desierto hasta las regiones de Canaán que en esa época estaban escasamente pobladas, como uno más de los procesos de transhumancia entre la franja del desierto y la colina central. Poco a poco esas poblaciones se van sedentarizando y van adquiriendo una cierta técnica agrícola.

• Sólo en un segundo momento, estas poblaciones entran en conflicto con las ciudades cananeas y establecen escaramuzas locales. Cuando en la

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época de la Monarquía se elaboran las descripiones este período bíblico, y se da forma a lo que hoy es el libro de Josué, la memoría de esas guerras de conquista está todavía fresca, y se asocian al período inicial de la instalación en la tierra. Así, según Alt, el largo y laborioso proceso de la posesión de la tierra fue dramatizado y narrativizado en la época de la Monarquía. Noth, discípulo de Alt, y uno de los seguidores de este modelo, escribe en su Historia de Israel:

Las tribus penetraron en comarcas que en la Edad del Bronce habían estado escasamente habitadas o no lo habían estado en absoluto. [...] En las zonas ocupadas por los israelitas sólo había escasos y dispersos poblados cananeos, que, más pronto o más tarde, las tribus debieron tomar por la fuerza; pero eso no significa que se produjeran luchas en masa de los cananeos que no habitaba los territorios israelitas. [...] En general, las tribus se instalaron en el país de forma tranquila, pacífica, sin que sus primitivos ocupantes se preocuparan por ello. Podemos suponer que esto se produjo de manera parecida a lo que hacen en nuestros días los seminómadas y su ganado menor. [...] Los israelitas eran seminómadas ansiosos de tierras, y al trashumar, cuando empezaron a penetrar en el país, acabaron por establecerse en las regiones de escasa densidad de población, desde las cuales fueron extendiéndose, aun cuando al principio la expansión tuvo un carácter pacífico.

• Noth además piensa que no todas las tribus se asentaron al mismo tiempo, sino que cada tribu tuvo una historia propia de instalación:

Esto significa que la ocupación israelita fue un proceso que se prolongó bastante, no solamente debido a que cada tribu necesitó cierto tiempo para hacerse dueña de su territorio, sino también porque no todas las tribus se asentaron al mismo tiempo.

[...] La prehistoria de las tribus y su instalación constituyen hechos más complejos de lo que nos presenta más tarde la tradición del Antiguo Testamento.

[...] Parece cierto que la sangre tuvo una importancia básica en la formación de las tribus e incluso en la yuxtaposición de algunas de ellas. Pero, además, hubo circunstancias históricas particulares que provocaron la unión de los clanes más o menos emparentados hasta llegar a la formación de una tribu, y a la fusión de cierto número de tribus hasta formar un conjunto tribal.

[...] Algunas tribus israelitas llevan nombres de origen geográfico, derivados del país en que se instalaron (casos de Judá, Benjamín, Efraím y posiblemente también Neftalí); ocurrió en otros casos que ciertas tribus adoptaron el que les fue impuesto por las circunstancias en que tomaron posesión de su territorio (Isacar), lo cual muestra que las tribus no adquirieron un nombre hasta después de su asentamiento definitivo en Palestina.7[4].

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• En sus orígenes, los seguidores del modelo de la infiltración pacífica desconfiaron bastante de que la arqueología pudiera aportar algún dato útil para el conocimiento de este período, sobre todo después del uso que había hecho de ella la escuela de Albright. Sin embargo, los datos obtenidos por la investigación arqueológica reciente han terminado por apoyar este modelo.

3. La "revolución campesina" • En 1962, G.E. Mendenhall rompe el bipartidismo entre "asentamiento

pacífico" y "conquista", y propone una nueva hipótesis totalmente revoluciona-ria en un artículo publicado en Biblical Archaeologist8[5]. Pero el gran propaga-dor de este modelo ha sido Norman K. Gottwald en los años '70, sobre todo con su voluminoso libro The Tribes of Yahweh. A Sociology of the Religion of Liberated Israel, 1250-1050 B.C.E. (SCM Press; London 1979).

Estos autores critican tres supuestos que admitían de forma acrítica los dos modelos anteriores:

1) Que las doce tribus entraron en Palestina desde fuera, inmediantamente antes de la "conquista" o durante ella.

2) Que las tribus israelitas eran nómadas o seminómadas.

3) Que la solidaridad entre las doce tribus era étnica, y que el parentesco era la base del contraste entre israelitas y cananeos.

• El modelo propuesto por Gottwald incluye, al menos en teoría, estudios de tipo ecológico, sociológico, geográfico, etc. Su modelo se puede resumir en 5 puntos:

1. El primitivo Israel era una formación ecléctica de cananeos marginados y aventureros, pastores trashumantes, campesinos y pastores nómadas, probablemente campesinos itinerantes y sacerdotes descontentos. Estos aventureros son identificados por Mendenhall y Gottwald con los `apiru o habiru, de los que hablan las fuentes egipcias desde el 2000 a.C.: individuos que se sienten desplazados de la sociedad y que no encuentran protección en ella. El nombre `apiru/habiru tiene gran semejanza fonética con el término hebreo.

2. Israel surgió de una ruptura fundamental dentro de la sociedad cananea, no de una invasión o inmigración desde el exterior. Para Mendenhal y Gottwald el conflicto fundamental no se da entre pastores nómadas o seminómadas por un lado y agricultores sedentarios por otro, sino más bien entre el campo y la ciudad, ya que ésta oprimía a los campesinos. No se produjo ni una conquista ni un asentamiento pacífico, sino un proceso de

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alejamiento, no físico y geográfico, sino político y subjetivo, de amplios grupos de población con respecto a los regímenes políticos existentes, en resumen, una revolución campesina contra la red de ciudades-estado cananeas y su injusta estructura socio-política.

3. La estructura social de Israel fue un proceso deliberado y consciente de "retribalización". El primitivo Israel no se entiende como el resultado de un proceso desde una sociedad primitiva a una sociedad civilizada, sino más bien como el resultado de la ruptura de una parte de la población cananea con las estructuras clasistas que la oprimían y el establecimiento de una sociedad nueva con unas estructuras sociales igualitarias.

4. La religión de Yahvé fue un instrumento capital para cimentar y justificar todo el sistema social nuevo, marcado por un ideal igualitario frente al precedente sistema feudal de los señores cananeos. Según Mendenhall-Gottwald, lo que hizo cristalizar este movimiento revolucionario fue la llegada de un grupo de cautivos procedentes de Egipto, unidos por la misma fe en un nuevo dios, Yahvé, que los había liberado del poder del faráon y con el que habían establecido una alianza.

5. La sociología de la religión de Israel explica y justifica los rasgos distintivos de la religión israelita. En esta nueva religión, la posesión de la tierra, la guía militar, la "gloria", el derecho a mandar, todo ello se niega a los seres humanos y se atribuye sólo a Dios.

• La obra de Gottwald tuvo una difusión enorme en los años '70 y '80. Las revistas científicas de esos años recogen multitud de recensiones y críticas a favor y en contra esta hipótesis. El voluminoso libro de Gottwald, de 1000 páginas, se traduce al portugués-brasileño en 19869[6] y se lee en las comunida-des de base de Brasil. Los sistematizadores de la teología de la liberación de esos años utilizan ampliamente sus conclusiones10[7]. Gran parte del éxito de Gottwald se debe a la época en que publicó su libro.

• Sin embargo, su modelo ha encontrado más detractores que seguidores. José Luis Sicre11[8] ve 3 objeciones principales:

1. La teoría de la revuelta campesina no termina de convencer, no por falta de datos, sino porque su valoración resulta demasiado unilateral, y el mismo Gottwald no parece totalmente convencido. Quizás su error consista en extender a todas las áreas geográficas y grupos algo que sólo parece claramente atestiguado para la zona norte.

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2. La insistencia en el "ideal igualitario" del Israel premonárquico. Es sintomática, por ejemplo, que en el canto de Débora (Jc 5), Gottwald descubre la revuelta campesina contra los señores feudales cananeos, cuando otros autores ven aquí precisamente la existencia de diferencias de clases sociales. Así ocurre con otras tradiciones, que echan por tierra el mito del "ideal igualitario" del Israel premonárquico.

3. La elección de un modelo materialista para explicar la religión en Israel, que parece demasiado simplista para un fenómeno que resulta más complejo.

Desde la arqueología también le han llovido críticas. Se le echa en cara que crea su teoría desde su sillón, sin conocer de primera mano las condiciones ambientales de la zona del asentamiento israelita, y sin tener en cuenta lo que la arqueología ha sacado a la luz sobre la cultura material de estos pobladores. Para Gottwald, las clases bajas cananeas abandonan las ciudades y se instalan en la colina central, donde se ven obligadas a crear una agricultura con riego y terrazas, puesto que no podían subsistir sólo con el pastoreo. Pero Gottwald no tiene en cuenta otros datos que al final dan al traste con su hipótesis:

1) Las condiciones de las colinas centrales sí son aptas para mantener una población nómada de pastoreo menor, como se ha observado entre la población árabe del lugar hasta casi el siglo XX.

2) La agricultura de irrigación no se introduce hasta casi nuestros días. Las terrazas no son un elemento típico del Hierro I (ya empiezan en el Bronce Reciente), ni aparecen tampoco en las zonas de asentamiento más antiguas (zona más cercana al desierto)

3) No se observa un bajón demográfico en los tel cananeos en esta época que pudiera ser interpretado como un abandono o una revuelta de parte de la población.

4) La cultura material de la población de la colina central es muy distinta de la encontrada entre la población cananea, sobre todo en la cerámica y la arquitectura.

• Con todo, Gottwald tiene razón al considerar que el pastoralismo nómada de esta región ha sido mal interpretado. En aquel tiempo, este modo de existencia tenía una importancia secundaria, y era un ramal de la vida rural, y no el estilo de vida de una población originaria del desierto. Antes de la domesticación del camello (siglo XI) no se encuentra una población significati-va en los desiertos de Oriente medio, y por tanto, no se puede buscar el origen de los nuevos pobladores en esas regiones.

Queda pendiente la cuestión del origen de los israelitas. No pueden venir del este, del desierto, como era la opinión de ALT y ALBRIGHT, por las razones expuestas por GOTTWALD: el desierto sólo es habitado perma-nentemente tras la domesticación del camello en el siglo XI. Por tanto hay que pensar en la población pastoril que habita por temporadas en la colina central, y que entra en contacto con la población urbana.

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