floral de tus encantos
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Floral de tus encantos
Mario Esparza
Juntos
Cada pétalo de tu mirada es un rayo de alegría.
Cada pétalo de tu mirada es un tierno
verso. Caminamos, sonreímos, avanzamos de la mano
por una calle cualquiera
en una tarde de un día cualquiera. Tan sólo de la mano
con un manantial de pétalos
que esbozan el querer del caminar juntos.
Arroyo de tu nombre
El arroyo que viene de la montaña,
trae tu nombre, la frescura de tu ser,
del ensueño. Desde un lejano sendero
hacia el floral de tus mejillas, respiro a gusto
en el arroyo tu carmesí, tu néctar;
mientras tus pupilas destellan
nuestra alegría en mágico juego,
juego etéreo en el arroyo
que corre y corre ya extasiado
desde la áurea montaña ensueño
hacia todo el universo.
Corazón al viento
Corazón al viento, al viento del amor
que llevamos, cantamos, abrazamos. Las horas aromadas
de tus labios ahondan
el sentimiento en tu rostro
celeste que amo
con este viento hogareño
de vuelos y sueños. Más allá de nebulosa
y ruedos tu figura es ternura
de este mismo viento que un día
en un caminar nos conoció, alzó tu pelo,
nos dio su canto, nos dio el albor.
Entre la lluvia de tus velos
Quizás la calle ya cerró sus violetas
y el hielo afuera invada los techos; pero yo aquí tengo tu aliento y el sol
de tu cuerpo, que beso a verano
y a colosal primavera; y si la calle
ha traído a la lluvia, yo tengo la lluvia
de tus velos en delicia,
en vehemencia; y eres mía, y te abrazo
a lluvia, a tormenta, como sea: tu palpitar
reina.
Paisaje contigo
Ni las hojas El andar, el tenerte ni la hierba en esta bella armonía con su rocío es igual, es más del amanecer, de aquel instante, pueden olvidar de aquel día. nuestro andar, Y aunque ronden porque en cada otros tiempos cima de su faz de nuevas hojas esta la miel y hierbas, de nuestro infinito. seguirá la dicha Así, el resplandor del estar amándote de nuestros labios en este paisaje da en cada rincón dorado de tu piel de este paisaje. en serpentear Al tenerte de caricias. entre mis brazos, al estar contigo: giran también senderos y golondrinas en eco de lo que somos a unísono corazón como en simple mirar, o en melodía, o en el silencio.
Amanecida
Arrimo tu sonrisa y el horizonte en viaje de nueva amanecida
con el jardín de tu talle.
Estelar de tus gemas
Las finezas de tus almendras
van tornando de cálidos colores estos momentos en que estrecho
tu cintura y el latir
de tus piernas; así, poco a poco
voy sintiendo el plácido estelar
de tus gemas, llenando
las cabalgantes fronteras
de intensa maravilla en tus senos
y del hechizo ondular de tu vientre.
Delicias de noche y mar
Lentamente la noche nos toca con su fulgente
céfiro; y navegamos delicias:
el arrullo de tus brazos que mis manos versan, mis labios y tus labios
y la pleamar de tus caderas; y entonces tu espumada
silueta vibra más deseo;
la delicia de la barca se hace inmensa.
La noche da rojo encanto en tus encantos
sobre la placentera mar, la mar danzante, la mar festiva,
la mar de espuma enamorada
con todas tus delicias.
En claro de tus ojos Tomo tu pelo y ya en este nocturno el brillo somos la tarde de tus cabellos, y la misma noche y vuelvo hacia claro amanecer a besarte, en el mismo claro a verte hermosa. de tus ojos El sol que estremece e íntimo cielo. los cristales prendió una canción de nuestro idilio. Tomo tu pelo, beso tu cuello, tu cuerpo pleno ¡y más me gustas y más te quiero! Las notas del cuarto ahora oscureciendo elevan pasiones, el caudal de lo nuestro acariciándonos con los rayos que la tarde nos brindó;
Floral de tu seda
Déjame acariciarte con este aire
de sinuosa ruta, déjame acariciar tu hermosa seda;
suavemente, beso a beso
en alas de dulce verano
con tu perfil y ambrosía,
enloqueciendo más este fuego hacia la mañana
llena de flor, la flor que eres tú,
flor romántica querida, flor dulce verano, flor dulce fantasía.