final comunicacion para el desarrollo

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SENTIR ARIJUNA Arijuna en el dialecto Wayúu significa: Hombre blanco, per- sona extraña, posible enemigo, conquistador, que no respeta las normas Wayúu. Este significado viene de una etimología “Ari”, elemento que hace daño y “Juna” que traduce hombre. Así fuimos llamados durante una semana los aventureros que plasmamos las siguientes líneas, y lo maravilloso de la historia es cómo una tribu ancestral le abrió sus puertas de par en par a completos desconocidos. Dormi- mos y comimos en sus casas, nos bañamos y tomamos de su agua. Nos dieron todo lo más preciado, quizás vie- ron la inocencia que cargamos en el fondo del corazón. Solo un Arijuna puede ver a los Wayúu como se cuenta a continuación, ellos mismos jamás concebirán occidentalmen- te su mundo y su vida, y fue allí donde entendimos que no hay pobreza, ni falta de conocimientos sino que esas dos características allá en los límites de Colombia tienen un significado muy diferente al que se le da en el interior. Todo lo que como lector descubrirá a continuación es verdad y está cargado de sentimientos encontrados, de sonrisas, canciones, bailes e historias; está cargado de la magia que impregna el cuerpo desde que uno ingresa al territorio Wayúu; está rebosante del mundo oculto y por descubrir que es La Guajira, de sus paisajes, colores, temperaturas y aromas; está absolutamente lleno del sentir de un grupo de jóvenes estudiantes de comunicación social que entendie- ron que el primer paso para poder comunicarse es poner el corazón al descubierto frente a los encantos de la vida. No queda más que pedirle a cualquier persona que lea esta compilación de textos, que tenga la capacidad de cerrar los ojos e imaginarse por un momento los paisajes y como tal las escenas descritas, que sea capaz de capturar en su mente y su corazón el mensaje que intentamos transmitir, pero sobre todo que se tome el riesgo de pararse de su silla y hacer todo lo necesario, como lo hicimos nosotros, para poder llegar a ese paraíso que sigue allá inmóvil viendo pasar las épocas como si el tiempo no contara para ellos. Un agradecimiento muy especial a todos los que allí es- tuvimos, como aprendimos a decir allá ojalá su Dios y mi Dios permita que los recuerdos nunca se borren, que la ex- periencia permanezca para poder evocar en cada minuto de nuestras vidas que no hay nada malo, ni peor, solo dife- rente y en esa diferencia radica la perfección del mundo. ANTES DE EMPEZAR EL INTENTO POR HACER UN EDITORIAL por: VALENTINA SILVA AQUI PUEDE ENCONTAR: 1. El territorio: La Guajira para Dumies por Susana Ortiz 2.Gastronomía: Experiencia Gastro-Cultural por David Lara 3.Sueños: Arrastrame en tus Escamas por María Fernanda Burbano 4. El tejido: Sueños Plasmado por Valentina López 5.Juegos tradicionales por Juan David Castaño 6. Vvienda y Hábitat por Alejandra Cataño 7. Musicalidad por Vanessa Serna 8. Encerramiento: De Niña a Wayúu por Vanessa Abad 9. Religiosidad: El día que Juya descendió a la tierra por Carlos Castillo 10. Matriarcado por Ga briel Betancur 11.Danza: Así se baila la Yonna por Julio Correa TAMBIÉN ENCONTRARÁ DIFERENTES FOTOGRAFÍAS, ERRORES Y DESACIERTOS PERO TODO HACE PARTE DEL PASEO U.P.B - COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO MEDELLÍN- MAYO 23 DE 2013

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PERIODICO VIAJE A LA GUAJIRA

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Page 1: FINAL COMUNICACION PARA EL DESARROLLO

SENTIR ARIJUNA

Arijuna en el dialecto Wayúu significa: Hombre blanco, per-sona extraña, posible enemigo, conquistador, que no respeta las normas Wayúu. Este significado viene de una etimología “Ari”, elemento que hace daño y “Juna” que traduce hombre.Así fuimos llamados durante una semana los aventureros que plasmamos las siguientes líneas, y lo maravilloso de la historia es cómo una tribu ancestral le abrió sus puertas de par en par a completos desconocidos. Dormi-mos y comimos en sus casas, nos bañamos y tomamos de su agua. Nos dieron todo lo más preciado, quizás vie-ron la inocencia que cargamos en el fondo del corazón.

Solo un Arijuna puede ver a los Wayúu como se cuenta a continuación, ellos mismos jamás concebirán occidentalmen-te su mundo y su vida, y fue allí donde entendimos que no hay pobreza, ni falta de conocimientos sino que esas dos características allá en los límites de Colombia tienen un significado muy diferente al que se le da en el interior.

Todo lo que como lector descubrirá a continuación es verdad y está cargado de sentimientos encontrados, de sonrisas, canciones, bailes e historias; está cargado de la magia que impregna el cuerpo desde que uno ingresa al territorio Wayúu; está rebosante del mundo oculto y por descubrir que es La Guajira, de sus paisajes, colores, temperaturas y aromas; está absolutamente lleno del sentir de un grupo de jóvenes estudiantes de comunicación social que entendie-ron que el primer paso para poder comunicarse es poner el corazón al descubierto frente a los encantos de la vida.

No queda más que pedirle a cualquier persona que lea esta compilación de textos, que tenga la capacidad de cerrar los ojos e imaginarse por un momento los paisajes y como tal las escenas descritas, que sea capaz de capturar en su mente y su corazón el mensaje que intentamos transmitir, pero sobre todo que se tome el riesgo de pararse de su silla y hacer todo lo necesario, como lo hicimos nosotros, para poder llegar a ese paraíso que sigue allá inmóvil viendo pasar las épocas como si el tiempo no contara para ellos.

Un agradecimiento muy especial a todos los que allí es-tuvimos, como aprendimos a decir allá ojalá su Dios y mi Dios permita que los recuerdos nunca se borren, que la ex-periencia permanezca para poder evocar en cada minuto de nuestras vidas que no hay nada malo, ni peor, solo dife-rente y en esa diferencia radica la perfección del mundo.

ANTES DE EMPEZAR EL INTENTO POR HACER UN EDITORIAL por: VALENTINA SILVA

AQUI PUEDE ENCONTAR:1. El territorio: La Guajira para Dumies por Susana Ortiz

2.Gastronomía: Experiencia Gastro-Cultural por David Lara

3.Sueños: Arrastrame en tus Escamas por María Fernanda Burbano

4. El tejido: Sueños Plasmado por Valentina López

5.Juegos tradicionales por Juan David Castaño

6. Vvienda y Hábitat por Alejandra Cataño

7. Musicalidad por Vanessa Serna8. Encerramiento: De Niña a Wayúu por Vanessa Abad

9. Religiosidad: El día que Juya descendió a la tierra por Carlos Castillo

10. Matriarcado por Gabriel Betancur

11.Danza: Así se baila la Yonna por Julio Correa

TAMBIÉN ENCONTRARÁ DIFERENTES FOTOGRAFÍAS, ERRORES Y

DESACIERTOS PERO TODO HACE PARTE DEL PASEO

U.P.B - COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO MEDELLÍN- MAYO 23 DE 2013

Page 2: FINAL COMUNICACION PARA EL DESARROLLO

Territorio

Son muchas las personas en Colombia y el mundo que desean conocer La Guajira del modo tradicional Wayuu ya sea por su riqueza cultural o por su belleza geográfica y natural; cualquiera que fuera la razón, la verdad es que la gran mayoría de estas personas que recurren a esta experiencia jamás han vivido en las condiciones que un indígena Wayuu vive cotidianamente; pero ese es el objetivo del viaje, conocer lo que muchos desconocen, valorarlo y principalmente, vivirlo para contarlo.Muchos creíamos en el simple hecho de que una ranchería típica consistía en un espacio construido de casitas pequeñas más bien incomodas hechas con barro donde cuelgan un par de hamacas a falta de camas cómodas, enramadas abiertas, un cercamiento de cactus para la cocina al aire libre pero a esto sumarle además chivos, burros y gallina sueltos por todas partes fuera de sus corrales sin ley ni orden.Lo cierto es que para mucho de nosotros acostumbrados a vivir en grandes ciudades con edificios y casas, centros comerciales, restaurantes y pubs de diversión esto puede significar muy poco pero para ellos es motivo de gran alegría perdurar esta tradición que los caracteriza.El territorio wayuu es sagrado para sus habitantes, es un todo no solo tierras áridas y casas; constituye su vida cotidiana desde sus ancestros hasta la actualidad donde se construyen los lazos familiares y a su vez entre castas. Todas se identifican con nombres de plantas o animales resaltando la importancia simbólica que representa para ellos la naturaleza y todo lo que los rodea aunque no sean las mejores para vivir.Al llegar lo primero que percibes es que no existe energía eléctrica alguna lo cual te desconecta totalmente del mundo exterior situación que a muchos nos paralizó; cuando olvidas ese pequeño aspecto y hechas un vistazo encuentras un lugar bien organizado, con personas esquivas inicialmente principalmente los niños y adultos mayores pero luego de algunas frases se rompe el hielo y son ellos mismo los que te llevan a explorar la ranchería. Al principio note que las casitas eran demasiado pequeñas para realizar las actividades diarias de una familia “normal” desayunar, almorzar, trabajar…en fin actividades comunes, la cocina se hallaba al aire libre y de manera rudimentaria, a un lado había una especie de choza simulando una sala o algo parecido; caí en la cuenta de que lo único que hacen en la casa es dormir ya que para ellos es fundamental sociabilizar constantemente con los miembros de su familia y demás rancherías.Todas las actividades son realizadas al aire libre con el fin de forjar lazos entre los miembros de la familia o entre una comunidad y otra en actividades como la preparación de la comida por las mujeres, los tejido de bolsos, el pastores de los hombres y hasta una simple charla sobre los quehaceres diarios. El tema del baño al principio fue un dolor de cabeza simplemente porque en muchas rancherías no los hay, el baño es todo y se considera un arte encontrar el lugar perfecto para hacerlo o como lo decíamos “sembrar el arbolito”.

LA GUAJIRA PARA DUMMIES

POR : SUSANA ORTIZ

El aspecto de la ranchería que más conmoción genera entre los visitantes es cuando se hacen la pregunta ¿Dónde vamos a dormir? La respuesta es aún más escalofriante, en las hamacas de las enramadas ¿quién podría dormir a la intemperie en una hamaca? Cuando lo vives es diferente, al principio no te acostumbras ni te acomodas pero luego de un rato el mismo ambiente te arrulla, el brisar es discreto, los sonidos son armónicos y las noche se hace perfecta para soñar; por primera vez sentí la euforia que sienten los wayuu cuando hablan inspirados a los alijuna sobre esta forma de vida.Lo mejor de la experiencia es la manera como te desconectas del mundo esclavizaste a las tecnologías y monótono delineado por rutinas; el encontrarse consigo mismo, con los otros que nos rodean y con la cultura que nos invita a reflexionar sobre el mundo mismo.Es un pueblo que como muchos otros nos abre las puertas de su casa para que podamos admirar lo bello de su cultura y cómo luchan cada día para perdurarla pese a las exigencias de una sociedad moderna y cambiante.

Page 3: FINAL COMUNICACION PARA EL DESARROLLO

Después de trabajar toda la mañana y la tarde bajo los picantes rayos del sol, Andrés camina desde Riohacha hasta su vereda. Es tanto el cansancio y el dolor de pies que decide desviarse de su camino, pues a lo lejos ve un pequeño arrollo de agua dulce y al parecer bastante fresca, perfecta para refrescarse. Lo que Andrés no entiende es porque nunca antes habría visto este hermoso lugar.

Una corazonada acelera sus pasos y de repente está corriendo en medio del desértico camino hasta llegar a probar con sus labios, el dulce sabor del agua. Fue en ese momento cuando la conoció, Su nombre: Marina, sus gustos: nadar; su afición: Andrés.

Hablaron por horas, la fría noche rodeó sus cuerpos, y cuando él ya no podía más, le pidió que saliese del agua para sentir su ser y así percibir el calor de una fogata ardiendo por sus cuerpos. Marina lo intento, pero cuando Andrés quiso sentir el calor de su piel, descubrió que no era tan suave como creía, era de una textura escamosa, y cuando esto no importó, se sintió decepcionado al notal que su cuerpo no emitía el calor que él esperaba, sin embargo, la seguridad y felicidad que sentía a su lado, no se comparaba con nada.

Su rojizo cabello largo y ondulado acariciaba el rostro de Andrés, su suave y dulce voz lo arrullaba y sus labios… Sus labios eran el paraíso que siempre soñó no iba a alcanzar.La presión del cansancio empezó a cerrar sus ojos, y entre sus brazos Andrés se dejo llevar, con la corriente y la seguridad propinada por su amada.

Tan solo minutos después abrió los ojos, y un lágrima rodó por su mejilla al darse cuenta que fue un sueño, y no uno bueno, pues Marina es una Sirena Puroi, aquella que se encarga de avisar que la enfermedad terminal se apoderará de su ser.

Esa noche Andrés salió al patio de su casa, y mirando la luz de las estrellas, dejó que su ser se fuera con ella.

arrastrame en tus escamaspor: maría fernanda burbano

Había sido un día duro tras una noche peor, en la que concebir sueño fue difícil. Dormí un tanto en el bus que iba de Santa Marta hasta la ranchería Los Guajiritos, cerca de Riohacha. Toda la mañana estuve bajo el sol y el calor conociendo poco sobre los tímidos Wayúu. Al fin fue hora de ir a almorzar y de gestionar la dormida de esa noche en una de las enramadas de la ranchería Dividivi. Sólo tuve que acostarme en una hamaca dispuesta a unos metros de la enramada, bajo un árbol, y esperar a que llegara el almuerzo. Antes de comer, tomé unas fotos del lugar y con permiso de Nellys, de la manera en que se preparaba el almuerzo.Uno a uno fueron recibiendo sus platos y no tardaron en zambullirse en él, sin pronunciar palabra. Comimos arroz con fríjol guajiro, carne de chivo preparada en Friche (frita) y bollo de maíz. Estoy seguro que en el plato hubo pizcas de amor y carisma, las cuales Nellys había impreso secretamente, con el fin de conservar la barrera que existe entre los Wayúu y el hombre blanco, pero yo noté que ella cocinó con esfuerzo y algo de cariño (palabra que puede ser reemplazada con respeto). El chivo no sabe muy distinto a la costilla y su textura chicluda hace que el masticarlo haya sido un placer. El arroz preparado con fríjol recogido de las pocas cosechas que se logran, no tenía un sabor sobresaliente, pero fue un buen complemento. Y por último, el bollo de maíz había que probarlo y quedarse pensando y sintiendo el sabor que éste tenía, para descubrir, muy a fondo, un sabor dulce y suave de textura agradable. A algunos compañeros no les gustó el bollo, entonces yo comí varios y fue sublime. Hubiese sido muy agradable tener palillos de dientes conmigo. Algunos compañeros tenían seda dental pero la alta temperatura y el confort de mi chinchorro (hamaca) me impidieron hacerme con un poco. Tuve hasta por la noche de ese día pedazos de chivo entre mis dientes, que aún sabían delicioso.

EXPERIENCIA GASTRO-CULTURALpor: DAVID LARA

Page 4: FINAL COMUNICACION PARA EL DESARROLLO

Un lugar desértico, la arena cálida y suave habita en cada rincón, y un atardecer mágico en la orilla del mar me permite saber que estoy en la punta del norte de Colombia, en el departamento de La Guajira, en donde no solo existe una diversidad en la naturaleza, sino también en los colores que acompañan a cada familia Wayúu en sus vestimentas, que se caracterizan por sus mantas tejidas, sus mochilas y los chinchorros (camas colgantes donde descansan los Wayúu), todo esto creado por las mujeres indígenas. El tejido es un trabajo ancestral del cual está a cargo la mujer Wayúu. En el proceso de pubertad de las niñas entre los 14 y 15 años se les enseña a tejer durante 4 meses de encierro, donde no ven la luz del sol y su pensamiento cambiará por pasar de niña a adulta. La abuela materna se encarga de esta situación, le habla todos los días de su función como mujer en la cultura, aprendiendo a ser una buena ama de casa. Ella recibe una dieta, medicinas y baños especiales durante este tiempo, ella acepta y escucha lo que su abuela le habla, así se asegura que la suerte de su vida no se dañará. Los hilos y las agujas hacen parte del diario vivir de los Wayúu. De elementos de su entorno, como figuras geométricas, plantas y animales, surgen los diseños de las mochilas y chinchorros que se crean a partir de los sueños que los Wayúu tienen, y es así como tejen el reflejo de sus vidas, de su organización social y de sus castas.

ElTejido SUEÑOS PLASMADOSpor: VALENTINA LÓPEZ

En septiembre se le rinde un culto especial a los juegos tradicionales Wayuu, los cuales tienen gran importancia como instrumento de enseñanza, convivencia, tolerancia y solidaridad, fortaleciendo el modelo de liderazgo propio de la comunidad. Estas lúdicas wayuu nacen como un mecanismo para aprovechar el tiempo y también los espacios alternos durante el cuidado del rebaño, después de sus largas tertulias tratan de terminar de manera relajada su jornada y solucionar alguna rivalidad o rencilla o para demostrar cuales son los más fuertes, creando a su alrededor una garantía de fortaleza ante su grupo.

Tienen gran importancia como instrumento de enseñanza, convivencia, tolerancia y solidaridad, fortaleciendo el modelo de liderazgo propio de la comunidad. Por lo que con estos juegos se busca integrar a los diferentes clanes de la etnia, fomentar y promover la práctica de los juegos tradicionales y sus

El cuerpo de las mochilas es la vida del Wayúu y la tira que permite que se pueda colgar representa el destino del indígena. Nellys, una Wayúu casada con un arijuna (persona no indígena), siempre lleva consigo mantas largas de colores y un turbante amarrado en su cabeza que le acompaña durante todo el día. Ella fue nuestra anfitriona durante dos días que estuvimos alojados en la ranchería DiviDivi. Nellys afirma, “la mujer Wayúu siempre tiene algo para estar tejiendo. La mujer que inicia tejiendo una mochila, una manta o un chinchorro, es la misma que debe terminarla, porque es quien está plasmando un sueño. Dependiendo de lo que se esté tejiendo se elijen los colores del hilo, los fucsias y los rojos representan alegría, los utilizamos para las mantas de ceremonias importantes, como el Baile de la Yonna (un rito y una tradición Wayú); el café representan los colores de la tierra, tienen mayor uso en los hombres; el azul significa seriedad. El tejido es la muestra de lo que sentimos”.A pesar de que algunas veces no era fácil dialogar con mujeres Wayúu porque únicamente hablan en su dialecto Wayuunaiki y no español, logré hablar con algunas de ellas sobre la importancia del tejido en su cultura y además como recuerdo de esta experiencia inolvidable compré una mochila que al momento de pagarla la niña Clara, quien me la vendió, aseguró: “que usted compre esta mochila es un orgullo para mí y mi familia, porque ahí está representada mi casta y un sueño particular”.

modalidades en todas las poblaciones del resguardo indígena wayuu de la media y alta Guajira.Algunos ejemplos de los juegos son el llamado Chiipajawa que es el lanzamiento de flecha y el cual da como ganador a aquél que con un arco y flecha,

tire esta última lo más lejos posible. Otro juego tradicional wayuu es el trompo ochochojowa que está elaborado en totumo.Uno de los juegos más conocidos y de más practicantes dentro de la cultura Wayuu de todas las edades es el Apirawa, el cual consiste en el forcejeo entre dos hombres tomándose de un cinturón, o del taparrabos y gana quien pueda tumbar al piso al contrincante.Otros juegos tradicionales son los carros de cardón y las competencias a caballo. En esa semana de septiembre donde se celebran estos juegos tradicionales en los colegios, la comunidad puede dar mantas por un costo de 300.000 pesos para las niñas como premio por ejemplo. Los juegos son una expresión cultural de las comunidades y en los wayuu refleja muchas de sus tradiciones más arraigadas al igual que en su música. Una cultura que

ha conservado su esencia con el pasar del tiempo.

Juegos Tradicionales por: J. David Castaño

Page 5: FINAL COMUNICACION PARA EL DESARROLLO

La Guajira, donde el mar se funde con el desierto, con un clima cálido, seco y agreste, aloja a los Wayúu, cultura indígena legendaria que habita en pequeñas comunidades y rancherías distantes unas de otras, conformadas por agrupaciones de parientes cercanos.Los Wayúu, son una cultura infinitamente rica en costumbres, tanto así que tienen amplia autonomía extralegal reconocida constitucionalmente, y se caracteriza por la aplicación del derecho propio en todo su territorio.Estos indígenas no viven en asentamientos estables, es frecuente que las familias se trasladen a habitar temporalmente a otro lugar cuando se agota el pasto para sus animales o cuando deben cumplir un compromiso social. Tradicionalmente se organizan en cinco o seis viviendas ubicadas de forma dispersa con distancias de varios minutos de camino, conformando una ranchería o

Vivienda caserío (piichipala o miichipala).La casa es construida con barro y techo de “yotojoro”, una planta que constituye la materia prima que utilizan los Wayúu para la construcción de sus viviendas. De esta madera también se hacen las puertas, ventanas y cercas. Casi siempre la cocina se construye al lado de la casa, y todos los materiales de construcción se consiguen alrededor de la ranchería.Las viviendas normalmente tienen una forma rectangular, sin divisiones, con techos en los que se cuelgan los chinchorros o hamacas para dormir, las mochilas y la ropa. Junto a la casa se ubica la cocina, algunas veces es encerrada en plantas de cactus para protegerla del viento y la arena. Además, se encuentra, aparte de la casa, un espacio techado y sin paredes donde se realizan las actividades diurnas y sociales. Cuentan además con un corral para los animales, en la

mayoría de los casos chivos y gallinas, pero también se crían bovinos. Es posible observar en las rancherías diversos tipos de vivienda desde las viviendas más sencillas, hasta los bohíos, y cocinas o fogones elaborados con bellos entramados de madera, generalmente también en su hábitat y vivienda se observa el paso de la interculturalidad, cuando siendo una cultura clásica y tradicional por décadas, van adoptando formas y estilos modernos con el paso del “hombre blanco” por sus tierras. Los Wayúu son gente de arena, sol y viento, llevan adentro la moral del desierto, han resistido durante siglos en la península de la Guajira, son grandes artesanos, y comerciantes, luchadores incansables por sus derechos históricos, que han sido muy violentados por la discriminación y el racismo.

por: ALEJANDRA CATAÑO

El celebrar motivos especiales cautivan la esencia y la vivencia de la cultura Wayuu, las manifestaciones de amor, felicidad y alegría se reflejan en la construcción de cantos y composiciones que surgen naturalmente y especialmente de cada uno de los hombres de esta comunidad indígena ubicada en el Caribe colombiano.A 35 grados centígrados entramos a un lugar desértico y nuevo para muchos, todos llevamos una intensión conjunta de expectativa, ganas de aprender y sentir una experiencia que sería única; arribamos a la ranchería los Olivos que acoge a más de 60 niños todos los días; después de entran en confianza con ellos y con ganas de apreciar y aprender una de sus expresiones culturales autenticas dijimos “queremos bailar”, la yonna al igual que los cantos y la música

se utiliza en momentos especiales y ese fue para los que estábamos por primera vez ahí, un momento especial.La profesora que nos recibió pidió todo lo necesario para que pudiéramos bailar, el tambor instrumento esencial para el baile llegó, lo particular es que no todos lo saben tocarlo porque lleva un ritmo particular “es algo que se lleva en la sangre” fue lo único que nos dijeron y después de creer que no había nadie entre todos los que estábamos, llegó un hombre joven que supo ponerle el ritmo al tambor.Escuchar cantar no pudimos, pero bailar fue algo especial, diferente, fue sentirnos como ellos por un momento.Dentro de sus instrumentos musicales esta la caja (tambor) y la flauta Wayuu, elaborado por ellos mismo en donde también plasman sus costumbres, sentimientos y el amor por la naturaleza.

Musicalidadpor: vANESSA SERNA

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EncerramientoDe niña a Wayúu

por : Vanessa Abad Ramírez Es un gran día, al menos eso me dice mi abuela. Mi tía mayor comienza a buscar diferentes ingredientes para prepararme diferentes bebidas que purificarán mi alma y prepararán mi cuerpo para el gran cambio que va a tener mi vida.En realidad siento vergüenza, me da pena que toda mi familia esté pendiente de lo que sucede en mí. Ya mi hermana salió a buscar el Palabrero quien también tiene unas bebidas para mí. ¡Y tan solo pensar que ayer era una niña más que jugaba con sus amigas! Mis hermanos ya salieron para el colegio, yo no podré ir, no sé hasta cuándo. Mi abuela acaba de decirme que cuando tanto mi alma y mi cuerpo estén preparados para ser mujer. ¿Cómo así?, ¿no lo soy desde que nací?Ya pasó el primer día. Ayer me cortaron el cabello, ahora no me alcanza ni para recogérmelo. No puedo comer lo que mis hermanos comen, para mí hay algo especial, eso me hace sentir importante. Nunca había soñado con este momento. Nunca quería que llegara. Lo que más me gusta es que mi abuela se la pasa a mi lado enseñándome a coser, eso sí que me había interesado desde pequeña. Todos los días me enseña algo nuevo: cómo se prepara la comida, las bebidas, a quién acudir en caso de problemas, cuál debe ser mi comportamiento frente a mi futuro esposo. No sé cuántos días más tendré que quedarme “encerrada”. Eso ya no me atormenta. Me gusta aprender cosas nuevas sobre mi gente, cosas que antes pasaba por alto. Ya creo saber cómo comportarme ante lo nuevo que suceda. Ya no me da miedo admitir que me he convertido en una verdadera Wayúu.

“El encerramiento Wayúu”, es una práctica que se realiza en la comunidad cuando la niña tiene su primera menstruación. Allí se le aparta del grupo y se prepara

en cuerpo y espíritu mientras se le enseña el rol de ser mujer en la comunidad. Esta práctica puede durar desde

meses hasta años.

Cuando los gallos llenaban de aire sus pulmones para cantar, el viento helaba los cuerpos de los Arijunas que dormían casi a la intemperie en hamacas y los chivos se movían en sus establos desorientados. Nadie se imaginaba que ese día iba a llover, al menos los occidentales que se revolcaban incómodos en sus “camas” de tela y que ese día iban a repartir donaciones (ropas, útiles, zapatos) a la comunidad. El sol iba ascendiendo en el firmamento y los rayos solares ya presagiaban un día caluroso. Todo iba con cierta naturalidad (los Arijunas sudando), cuando de repente el cielo se puso opaco, cerca de los once de la mañana éste se rompió, Mareiwa se apiadó y Juyá mandó el agua a fertilizar la humanidad, bueno algo así debió suceder, como lo cuenta Javier Andrade, este hombre Wayuu que actualmente estudia derecho en la Universidad de Antioquia, dice que para él, el mito de Mareiwa y Juyá es uno de los más importantes del dossier de creencias ancestrales. “Mareiwa es Dios, Juya es el hombre y cae en la tierra que es femenino, de allí nace los árboles, los animales, y de allí viene el origen del matriarcado” y añade “Cuando en la Guajira es escaso el agua (y cae) se hace un tipo de ritual en agradecimiento a Mareiwa que es la Llona o Chichamaya (baile), a raíz de que Mareiwa contactó a Juya para que mandara el agua para sobrevivir, es decir, sí Juya no manda el agua no hay chivo, no hay plata, no hay supervivencia”Rafael Apizar, hijo del Palabrero de la comarca, se le

notaba la felicidad en el rostro por lo que está sucediendo. Cae lluvia. Después de 5 meses de sequía parece un buen presagio para la comunidad “La lluvia es importante para que se llenen los jabueyes (pozos) el molino casi no bota agua, y ahora con esta lluvia ponemos baldes para recogerla”. Rafael sólo se limita a observar el agua que cae en su tierra ancestral y en las cabezas de varios niños que corren feliz bajo la lluvia, quizá como lo hacía

él con ese mismo entusiasmo hace varios años.Los Wayúus no poseen imágenes religiosas, no tienen lugares para rezar como el occidental (tampoco se les ve rezando), no celebran la Semana Santa, navidad, pascuas. Solo el fin de año y los matrimonios.Nellys Andrade profesora de la comunidad dice que a pesar de la sequía no se le había pedido nada a Mareiwa porque para ese tiempo ya se esperaba la lluvia. Otros como Javier a pesar de haber crecido con ese mito señala la causa de las largas e inciertas temporadas sin lluvia: el calentamiento global “La transformación de la capa de ozono a cambiado mucho y eso ha transformado la comunidad.

Nosotros teníamos una certeza para que mes llovía y habían unos preparados para recoger el agua y así tener agua para podernos abastecer en las épocas de sequía”.La lluvia no duró más de 10 minutos, como agua que moja los labios del sediento así fue esta bendición, la cual logró regar tenuemente los campos y abastecer medianamente los jabueyes donde sacan el agua gracias a un molino de viento donado hace cinco décadas por el Gobierno de Rojas Pinilla.

ReligiosidadEL DÍA QUE JUYÁ DESCENDIÓ A LA TIERRA

por : CARLOS CASTILLO “Sí Juyá no manda el agua no hay chivo, no hay plata, no hay supervivencia”

Page 7: FINAL COMUNICACION PARA EL DESARROLLO

Matriarcadopor: GABRIEL BETANCURNelly llega pedaleando sin afanes como si no hubiese nada que le preocupara. Pienso en ese momento, en qué tipo de preocupación puede llegar a sentir una mujer wayuu, luego entiendo que el estilo de vida y la cultura de su comunidad me darán muchas respuestas sobre eso. Ella lleva un vestido rojo que le tapa las rodillas mientras el resto de éste reposa arremangado en el tubo del marco de su bicicleta, calza una especie de alpargatas azules adornadas con una bola de lana de un tamaño considerable, símbolo de su estatus económico dentro de esta sociedad indígena.Ella está casada con un Ariguna (hombre mestizo), y tiene con él dos hijos Elizabeht y Francisco, se dedica al cuidado de ellos, a educar a los hijos de sus parientes en la escuela de la ranchería y a liderar la actividad turística que ha incrementado en los últimos años y que trae ingresos adicionales para el sostenimiento de la familia. Mientras sus hijos juegan con los Arigunas visitantes, ella en compañía de otras mujeres preparan en una cuerda que pende de dos árboles, toda la exhibición artesanal que es otra de las principales actividades económicas a la que se dedican las mujeres. En dicho lugar Nelly ofrece una charla para explicar todo sobre las costumbres de la sociedad wayuu. Desde la concepción de la vida, hasta el matrimonio y la muerte la mujer es figura fundamental en todos los aspectos de su cultura. “Nuestra comunidad está dirigida y organiza por nuestros ancestros de forma matriarcal, pero todas las actividades y responsabilidades están repartidas entre mujeres y hombres. Nuestra riqueza y la economía está basada en los chivos, son estos y la cantidad de tierra donde podamos tenerlos lo que nos posiciona en nuestra sociedad

y lo que garantiza el sustento de nuestras familias”. Todas las actividades económicas se traducen en obtención de chivos, ya que con estos los clanes basan su alimentación y además los ofrecen para sus rituales: En el matrimonio 200 chivos son ofrecidos por parte del hombre para garantizar el sustento de la familia que tendrá con esa mujer, en la muerte cada familia ofrece chivos para hacer ofrendas a su dios y alimentar a toda la comunidad que se reúne para el velorio, en caso de una mujer no ser virgen; que es un deber de las madres garantizar la virginidad de sus hijas, la familia de la mujer debe pagar cierta cantidad de chivos para compensar a la familia del hombre por el engaño, la abuela quien lee los sueños, en caso de augurar un mal presagio que dé un sueño de alguno de los habitantes de la comunidad, se ofrece al dios el sacrificio de chivos para pedir que ese sueño no se cumpla.Mientras termina la charla algunas niñas se acercan ofreciendo manillas tejidas en hilo con nombres ilustrativos del lugar, todas visten una manta que llega casi a sus tobillos, pero no vi ninguna con una manta más corta que al menos llegara a sus rodillas, porque me causo curiosidad cuando Nelly explicó que la mujer que no sea virgen antes del matrimonio debe vestir de esta manera para ser distinguida. Anoche tuve un sueño, tendré que ir a la Guajira a que la abuela me diga qué significa. Estaba yo en pleno desierto sediento de sed, camina hacia mí una joven con falda hasta las rodillas y un chivo detrás diciendo: veee veee. Y en el fondo pude ver que Nelly se iba en su bicicleta. Luego el tiempo se detuvo.

LA DANZAASÍ SE BAILA LA YONNA

POR: JULIO CORREASe cruzan las miradas y comienza el corte-jo, las mujeres alzan sus manos enlazadas en una manta y con un correteo consecuti-vo persiguen a un caballero que viste un taparrabos y juega a no dejarse tumbar dando pasos hacia atrás cautelosamente.Son tres “hembras contra un macho”, quien compiten con persistencia por tumbar al que terminará casándose con la que con una zancadilla lo derrumbe al piso.Tres mujeres hacen una invitación con la mirada al chico que les guste y si este atiende al miramiento inmediata-mente está aceptando un posible compro-miso con la Wayuu que logre derivarlo.Son horas de correteo, en la cual la más as-tuta saldrá comprometida de tan extenuante disputa. Esta es la jonna o chichamaya, una danza ancestral wayuu que la realizan para adorar a Maleiwa el dios de esta comunidad.“Mi primo Calixto Apshanai, le gusta-ba andar detrás de los chivos por la ca-rretera y tenía un arma de palo que el mismo había construido, la policía lo vio y el salió corriendo, cuando él lle-gó al caserío lo golpearon hasta dejar-lo herido”, relata Nelis Apshana, Wayuu del Rancherio de Divi divi Guajira.Esa noche se convocó para bailar la Jonna y pedirle mediante la danza a Maleiwa su dios, que los protegiera de este tipo de situa-ciones para impedir que vuelvan a suceder.Ese día fue la primera vez que de forma

oficial Nellis bailó la Jonna, pero a la hora de danzar no hizo invitación con su mirada a los hombres presentes y así dejó claro que no quería casarse, ya que por medio de la Jona se comprometen los Wayuu, “bailaba con los que no estaban en función de contraer matrimonio, y amanecía brincando por pura diversión” relata Nelis.Al día siguiente por bailar durante horas y ser la mejor bailarina de la noche, Nelis se llevó la mejor parte del chivo, y durante muchos ocasiones se ganaba chivos enteros por ser la bailarina de la noche.