ficha violencia

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teoría del significado de Frege, usando la distinción entre sentido y referencia. F. Elders: ¿Cree usted, señor Foucault, que podríamos calificar de democráticas nuestras sociedades, tras haber escuchado lo que termina de decir el señor Chomsky? M. Foucault: No, no creo en absoluto que nuestra sociedad sea democrática. Si se entiende por democracia el ejercicio efectivo del poder por parte de una población que no está ni dividida ni ordenada jerárquicamente en clases, está perfectamente claro que estamos muy alejados de la democracia. También está claro que vivimos bajo un régimen de dictadura de clase, de poder de clase que se impone mediante la violencia, incluso cuando los instrumentos de esta violencia son institucionales y constitucionales. Y esto ocurre en un grado que impide que exista una verdadera democracia. Bueno, cuando usted me preguntó por qué me interesaba la política me negué a responderle porque me parecía algo evidente, pero quizás lo que usted quería preguntarme era: ¿de qué modo estoy interesado por la política? .' Si usted me hubiese preguntado esto, algo que en CIerto sentido hizo, le diría que he ido mucho menos lejos, que he avanzado m,;,- cho menos en mi planteamiento que el señor Chomsky. Es decir, admito que no soy capaz de definir, y menos aún de proponer, un modelo de funcionamiento social ideal para nuestra sociedad científica o tecnológica. En contrapartida, una de las tareas que me parece urgente, inmediata, previa a cualquier otra, es que deberíamos indicar, mostrar, incluso cuando están ocultas todas las relaciones del poder político, todo aquello que actualmente controla el cuerpo social, lo oprime o lo reprime. Al menos en la sociedad europea es habitual considerar que el poder está localizado en manos del gobierno y que se ejerce gracias a un determinado número de instituciones específicas tales como 84 ESTRATEGIAS DE PODER DE LA NATURALEZA HUMANA: JUSTICIA CONTRA PODER 85 la Administración, la policía, el ejército y el aparato de Estado. Sabemos que todas estas instituciones están hechas para elaborar y transmitir un determinado número de decisiones en nombre de la nación o del Estado, para hacer que se apliquen, y castigar a aquellos que no las obedezcan. Pero creo que el poder político se ejerce también por mediación de un determinado número

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Bourdieu y Foucault principalmente. Incompleto

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teora del significado de Frege, usando la distincin entre sentido y referencia.F. Elders: Cree usted, seor Foucault, que podramos calificar de democrticas nuestras sociedades, tras haber escuchado lo que termina de decir el seor Chomsky? M. Foucault: No, no creo en absoluto que nuestra sociedad sea democrtica. Si se entiende por democracia el ejercicio efectivo del poder por parte de una poblacin que no est ni dividida ni ordenada jerrquicamente en clases, est perfectamente claro que estamos muy alejados de la democracia. Tambin est claro que vivimos bajo un rgimen de dictadura de clase, de poder de clase que se impone mediante la violencia, incluso cuando los instrumentos de esta violencia son institucionales y constitucionales. Y esto ocurre en un grado que impide que exista una verdadera democracia. Bueno, cuando usted me pregunt por qu me interesaba la poltica me negu a responderle porque me pareca algo evidente, pero quizs lo que usted quera preguntarme era: de qu modo estoy interesado por la poltica? .' Si usted me hubiese preguntado esto, algo que en CIerto sentido hizo, le dira que he ido mucho menos lejos, que he avanzado m,;,- cho menos en mi planteamiento que el seor Chomsky. Es decir, admito que no soy capaz de definir, y menos an de proponer, un modelo de funcionamiento social ideal para nuestra sociedad cientfica o tecnolgica. En contrapartida, una de las tareas que me parece urgente, inmediata, previa a cualquier otra, es que deberamos indicar, mostrar, incluso cuando estn ocultas todas las relaciones del poder poltico, todo aquello que actualmente controla el cuerpo social, lo oprime o lo reprime. Al menos en la sociedad europea es habitual considerar que el poder est localizado en manos del gobierno y que se ejerce gracias a un determinado nmero de instituciones especficas tales como 84 ESTRATEGIAS DE PODER DE LA NATURALEZA HUMANA: JUSTICIA CONTRA PODER 85 la Administracin, la polica, el ejrcito y el aparato de Estado. Sabemos que todas estas instituciones estn hechas para elaborar y transmitir un determinado nmero de decisiones en nombre de la nacin o del Estado, para hacer que se apliquen, y castigar a aquellos que no las obedezcan. Pero creo que el poder poltico se ejerce tambin por mediacin de un determinado nmero de instituciones que aparentemente no tienen nada en comn con l, que aparecen como independientes cuando en realidad no lo.son. Esto se podra aplicar a la familia, a la universidad y, en trminos generales, al conjunto del sistema escolar que, en apariencia est hecho para distribuir el saber y en realidad para mantener en el poder a una determinada clase social y excluir de los instrumentos de poder a cualquier otra clase social. Las instituciones de saber, de previsin y de asistencia, tales como la medicina, ayudan tambin a mantener el poder politico. Y esto es asimismo evidente hasta un grado escandaloso en determinados casos ligados a la psiquiatra. La verdadera tarea politica, en una sociedad como la nuestra, me parece que es criticar el juego de las instituciones aparentemente neutras e independientes; criticarlas y atacarlas de tal manera que la violencia poltica que se ejerce oscuramente en ellas, o a travs de ellas, sea desenmascarada, y se pueda luchar contra ellas. Esta critica y este combate me parecen esenciales por diferentes razones: en primer lugar, porque el poder poltico cala mucho ms hondo de lo que sospechamos; el poder cuenta con centros y puntos de apoyo invisibles, poco conocidos; su verdadera resistencia, su verdadera solidez se encuentran quizs all donde no se piensa. Quizs no basta con decir que, tras los gobiernos, tras el aparato de Estado se encuentra la clase dominante; es preciso situar los puntos de actividad, los lugares y las formas bajo las cuales se ejerce esta dominacin, y dado que esta dominacin no es simplemente la expresin, en trminos polticos, de la explotacin econmica, sino que es su instrumento, y en una amplia medida la condicin que la hace posible, la supresin de la una se efecta mediante el esclarecimiento exhaustivo de la otra. Si no se es capaz de reconocer estos puntos de apoyo del poder de clase se corre el riesgo de permitirles que continen existiendo y de ver cmo se reconstituye ese poder de clase tras un proceso aparentemente revolucionario. N. Chomsky: S, estoy sin duda de acuerdo con eso, y no slo en la teora, sino tambin en la prctica. Hay dos tipos de tareas intelectuales: una, a la que yo me refera, que consiste en intentar crear una visin de una futura sociedad justa, crear una teora social humanitaria fundada, en la medida de lo posible, en un concepto slido de la esencia de la naturaleza humana. sta sera la primera tarea. La segunda tarea consiste en comprender claramente la naturaleza del poder, de la opresin, del terror y de la destruccin en nuestra propia sociedad. Esto incluye sin duda las instituciones que usted acaba de mencionar, tan legtimamente como las instituciones centrales de cualquier sociedad industrial, a saber, las instituciones econmicas, financieras y comerciales y, en el perodo que se avecina, las grandes multinacionales que esta tarde no se encuentran muy lejos de nosotros (Philips est en Eindhoven!). stas son las instituciones esenciales de opresin, de coercin y de ley autocrtica, que parecen neutras a pesar de todo 10 que dicen: somos dependientes de la democracia de mercado, 10 que significa que estamos a expensas de su poder autocrtico, y tambin de esa forma particular de control que consiste en la dominacin ejercida por las fuerzas del mercado en una sociedad desigual. Debemos sin duda comprender esos hechos, y tambin combatirlos; pues me parece que se inscriben claramente en el terreno de nuestros compromisos polticos, que son los que absorben lo esencial de nuestra energa, y de nuestro esfuerzo. No quiero sacar a relucir mi experiencia personal, pero en esto radica mi compromiso, y supongo que tambin el de los dems. Me parece, sin embargo, que sera vergonzoso dejar de lado totalmente la tarea ms abstracta y filosfica de reconstituir el vnculo existente entre un concepto de la naturaleza humana que proporciona su verdadera dimensin a la libertad, la dignidad y la creatividad, y otras caractersticas humanas fundamentales, y religada a una nocin de la estructura social en la que estas propiedades podran realizarse y en dnde se enraizara una vida humana llena de sentido. Y, de hecho, si pensamos en la transformacin o en la revolucin social, aunque sea absurdo querer definir en detalle el objetivo que perseguimos, deberamos saber un poeo ms haca dnde creemos que vamos, y una teora de este tipo podra aclarrnoslo. (p83 de EStrategias de poder por Foucault).

Una palabra la seala casi la simboliza, una de las ms frecuentes que hay oportunidad de encontrar en los libros del internado: la de "furiosos". El "furor", ya lo veremos, es un trmino tcnico de la jurisprudencia y de la medicina; designa muy precisamente una de las formas de la locura. Pero en el vocabulario del internado, dice, al mismo tiempo, mucho ms y mucho menos; hace alusin a todas las formas de violencia que estn ms all de la definicin rigurosa del crimen, y de su asignacin jurdica: a donde apunta es a una especie de regin indiferenciada del desorden, desorden de la conducta y del corazn, desorden de las costumbres y del espritu, todo el dominio oscuro de una rabia amenazante que parece al abrigo de toda condenacin posible. (Foucault en Historia de la Locura).

Finalmente todas estas luchas giran en torno a la pregunta: "Quines somos nosotros?". Son un rechazo a las abstracciones de la violencia econmica e ideolgica, que ignoran quienes somos individualmente como tambin son un rechazo a la inquisicin cientfica y administrativa que determina quien es uno. Para concluir, el objetivo principal de estas luchas no es atacar tanto a tal o cual institucin de poder, grupo, elite, clase, sino ms bien a una tcnica, a una forma de poder. Esta forma de poder emerge en nuestra vida cotidiana, categoriza al individuo, lo marca por su propia individualidad, lo une a su propia identidad, le impone una ley de verdad que l tiene que reconocer y al mismo tiempo otros deben reconocer en l. Es una forma de poder que construye sujetos individuales. Hay dos significados de la palabra sujeto; sujeto a otro por control y dependencia y sujeto como constreido a su propia identidad, a la conciencia y a su propio autoconocimiento. Ambos significados sugieren una forma de poder que sojuzga y constituye al sujeto. (...)Obviamente la puesta en escena de las relaciones de poder no excluye el uso de la violencia como tampoco la obtencin del consentimiento, no hay duda que el ejercicio del poder no puede existir sin el uno u el otro, sino a menudo con la presencia de ambos. Pero a pesar de que el consenso y la violencia son los instrumentos o los resultados, ellos no constituyen el principio o la naturaleza bsica del poder. El ejercicio del poder puede producir tanta aceptacin al punto de ser deseado: puede acumular muerte y cubrirse a s mismo detrs de cualquier amenaza imaginable. En s mismo el ejercicio del poder no es violencia, tampoco es consentimiento, que implcitamente es renovable. Es una estructura total de acciones tradas para alimentar posibles acciones; el incita, induce, seduce, hace ms fcil o ms difcil, en el extremo, el constrie o prohibe absolutamente; es a pesar de todo siempre, una forma de actuar sobre un sujeto o sujetos actuantes en virtud de sus actuaciones o de su capacidad de actuacin. Un conjunto de acciones sobre otras acciones. Seguramente la naturaleza equvoca del trmino conducta es una de las mejores ayudas para arribar a trminos especifcos de las relaciones de poder. "Conducir" es al mismo tiempo "liderar" a otros (acorde a los mecanismos de coercin, los cuales son -en diferentes grados- estrictos) y un modo de comportarse con un campo ms o menos abierto de posibilidades. El ejercicio del poder consiste en guiar la posibilidad de conducta y poner en orden sus efectos posibles. Bsicamente el poder es ms una cuestin de gobierno que una confrontacin entre dos adversarios o la unin de uno a otro. La palabra "Gobierno" debera considerarse en su ms amplio significado, el que tuvo en el siglo XVI, la cul no haca referencia slo a las estructuras polticas o a la direccin de los estados, sino que designaba la forma en que la conducta de los individuos o de los grupos debera ser dirigida: el gobierno de los nios, de las almas, de las comunidades, familias, de la enfermedad. "Gobernar" no slo cubre las formas legtimamente constituidas de sujecin poltica o econmica, sino tambin modalidades de accin ms o menos consideradas y calculadas, orientadas a actuar sobre las posibilidades de accin de los otros. Gobernar, en este sentido, es estructurar el posible campo de accin de los otros. El efecto de relacionamiento propio del poder no se encontrara en todo caso en el campo de la violencia o de la lucha, tampoco en el campo de la unin voluntaria (todas las cuales son, en el mejor de los casos, instrumentos del poder) sino en el rea de modos de accin singulares que son el gobierno; modos de accin que no son necesariamente ni jurdicos ni de guerra.Cuando se define el ejercicio del poder como un modo de accin sobre las acciones de los otros, cuando se caracteriza esas acciones como el gobierno de los hombres por otros hombres, -en el sentido ms amplio del trmino- se incluye un elemento muy importante: la libertad. El poder slo se ejerce sobre sujetos libres, y slo en tanto ellos sean libres. Por esto entendemos sujetos individuales o colectivos que estn enfrentados a un campo de posibilidades en el cual diversas formas de comportarse, diversas reacciones y comportamientos pueden ser realizados. Cuando los factores determinantes saturan la totalidad, no hay relacionamientos de poder, la esclavitud no es una relacin de poder en tanto los hombres estn encadenados. (En este caso se trata de una cuestin de relaciones de constreimiento fsico). Consecuentemente no existe la confrontacin cara a cara entre el poder y la libertad, los cuales se excluyen mutuamente (la libertad desaparece en todo lugar donde es ejercido el poder), sino un juego mucho ms complicado. En este juego la libertad bien puede aparecer como la condicin para ejercer el poder (al mismo tiempo que es su precondicin, ya que la libertad debe existir para que el poder pueda ser ejercido, y a la vez ser su apoyo permanente, ya que sin la posibilidad de resistencia, el poder podra ser equivalente a la imposicin fsica). No puede entonces separarse el relacionamiento entre el poder y el rechazo de la libertad a someterse. El problema crucial del poder no es aquel de la servidumbre voluntaria. (Cmo podramos desear ser esclavos?). En el corazn mismo de las relaciones de poder y constantemente provocndolas, estn la resistencia de la voluntad y la intransigencia de la libertad. En vez de hablar de una libertad esencial, sera mejor hablar de un "agonismo", de una relacin que es al mismo tiempo recprocamente incitacin y lucha, es una provocacin permanente, en vez de una confrontacin cara a cara que paraliza a ambas partes. Como se pueden analizar las relaciones de poder? Se puede analizar tales relaciones de poder e incluso dira que es perfectamente legtimo hacerlo, focalizando cuidadosamente determinadas instituciones. Estas ltimas constituyen un punto de observacin privilegiado, diversificado, concentrado, puesto en orden y llevado al punto ms alto de su eficacia. Es aqu que, -como una primera aproximacin- uno puede esperar ver la apariencia de sus formas y la lgica de sus mecanismos elementales. De todas maneras, el anlisis de las relaciones de poder circunscriptas a ciertas instituciones, presenta un cierto nmero de problemas. En primer lugar, el hecho de que una parte importante de los mecanismos puestos en funcionamiento por una institucin sean designados para preservar su propia conservacin, traen consigo el riesgo de funciones descifrantes que son esencialmente reproductivas, especialmente en relaciones de poder entre instituciones. Segundo, en el anlisis de las relaciones de poder desde el punto de vista de las instituciones le permite a uno abrir la explicacin y el origen del primero en el ltimo, lo que es decir, explicar el poder por el poder. Finalmente, en tanto las instituciones actan esencialmente trayendo a la accin dos elementos: regulaciones explcitas o tcitas y un aparato institucional, se corre el riesgo de dar a uno u otro un privilegio exagerado en las relaciones de poder y por lo tanto ver en el ltimo slo modulaciones de la ley y la coercin.

http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1668-81042010000100004&script=sci_arttextEl problema de la vaguedad, en cambio, remite la peligrosa confusin entre dos planos distintos de los usos del discurso para la legitimacin del poder. Estos pueden ser demarcados del siguiente modo: el primero remite al conjunto de creencias que justifica la autoridad del poder porque su ejercicio redunda en un beneficio material de las condiciones de vida del colectivo; mientras que el segundo es aquel cuyo conjunto de creencias es manipulada y controlada por retricas que encubren formas de dominacin y alienacin de los individuos. (...)As el motivo final del trabajo consiste en mostrar que el conjunto de creencias que permite manipular y controlar por medio de retricas del discurso formas de dominacin y alienacin de los individuos, hacen estallar la condicin humana oprimida en conductas violentas.http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S1316-37012009000100012&script=sci_arttextViolencia de gnero en el trabajo: acoso sexual y hostigamiento laboral*

Violencia estructuraluna ilustracin del concepto Autores:Jos Mara Tortosa Blasco,Daniel La Parra Casado Localizacin:Documentacin social,ISSN0417-8106,N 131, 2003(Ejemplar dedicado a: Violencia y sociedad),pgs.57-72 Idioma:espaol Resumen El trmino violencia estructural es aplicable en aquellas situaciones en las que se produce un dao en la satisfaccin de las necesidades humanas bsicas (supervivencia, bienestar, identidad o libertad) como resultado de los procesos de estratificacin social, es decir, sin necesidad de formas de violencia directa. El trmino violencia estructural remite a la existencia de un conflicto entre dos o ms grupos de una sociedad (normalmente caracterizados en trminos de gnero, etnia, clase nacionalidad, edad u otros) en el que el reparto, acceso o posibilidad de uso de los recursos es resuelto sistemticamente a favor de alguna de las partes y en perjuicio de las dems, debido a los mecanismos de estratificacin social. La utilidad del trmino violencia estructural radica en el reconocimiento de la existencia de conflicto en el uso de los recursos materiales y sociales y como tal, es til para entender y relacionarlo con manifestaciones de violencia directa (cuando alguno de los grupos quiere cambiar o reforzar su posicin en la situacin conflictiva por la va de la fuerza) o de violencia cultural (legitimizaciones de las otras dos formas de violencia, como, por ejemplo, el racismo, sexismo, clasismo o eurocentrismo).

Tenemos el caso de la virilidad para los hombres. La virilidad es indisociable de la virilidad fsica que es a su vez asociada a la fuerza y potencia sexual. La diferencia sexual de los hombres (en comparacin a las mujeres) se basa en lo delantero y en lo activo (mientras que lo femenino a lo trasero y a lo pasivo). En consecuencia, se adjudica a los hombres un modo de comportarse en el mundo social asociado a lo pblico, a hablar ms fuerte, a mirar a los ojos, a tomar la palabra; mientras que a las mujeres se le adjudica lo privado, no mirar a los ojos, hablar ms bajo (o no hablar del todo), aceptar interrupciones, no opinar. Las manifestaciones de la virilidad se sitan en la lgica de la proeza, de la hazaa, que los glorifica y enaltecen (en base a nuestro objeto de estudio, el acoso callejero). Sin embargo, el privilegio masculino no deja de ser una trampa y encuentra su contrapartida en la tensin y la contencin permanente, a veces llevadas al absurdo, que impone en cada hombre el deber de afirmar en cualquier circunstancia su virilidad. La virilidad, entendida como capacidad reproductora, sexual y social, pero tambin como aptitud para el combate y para el ejercicio de la violencia (como en el acoso callejero), es fundamentalmente una carga. El hombre realmente hombre es el que se siente obligado a estar a la altura de la posibilidad que se le ofrece de incrementar su honor buscando la gloria y la distincin en la esfera pblica.Esas divisiones constitutivas del orden social (y por tanto de las relaciones de dominacin) se inscriben en hbitos bajo la forma de hexeis corporales opuestos y complementarios que conducen a clasificar todas las cosas y prcticas del mundo segn distinciones reductibles a la oposicin masculino y femenino. Los dominados contribuyen a su propia dominacin, unas veces sin saberlo y otras a pesar suyo, al aceptar tcitamente los lmites impuestos: adoptan a menudo la forma de emociones corporales (vergenza, humillacin, timidez, ansiedad, culpabilidad) o de pasiones y de sentimientos (amor, admiracin, respeto) emociones a veces an ms dolorosas cuando se traducen en unas manifestaciones visibles.

Violencia simblica en la estructura socialViolencia fsica en movimientos socialesViolencia de gnero en la cotidianidad social