ficha de estudio - leff (2010). imaginarios sociales y sustentabilidad

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1 Materia: Introducción al Estudio de la Sociedad, la Cultura y el Ambiente. Ficha de Estudio N° 2: 1 “Imaginarios Sociales y Sustentabilidad” de Enrique Leff 2 Esta ficha de estudio intenta facilitar el acceso a la lectura del ensayo “Imaginarios Sociales y Sustentabilidad” de Enrique Leff. Este ensayo fue seleccionado como material de lectura para IESCA por haber sido considerado relevante para introducir la idea de imaginario social 3 en el estudio de las relaciones entre sociedad-cultura- naturaleza. Introducción Leff comienza su análisis en este ensayo partiendo de un doble supuesto. En primer lugar, que la humanidad avanza inexorablemente a la destrucción del planeta: “La alarma ecológica ha sonado en una cuenta regresiva que contrae los tiempos que con el avance irrefrenable del calentamiento global anuncian la muerte entrópica del planeta” (Leff, 2010, p. 43). En segundo lugar, que este es el resultado de “un modo de pensar y un modo de producir el mundo que han instituido globalmente un mundo insustentable(Leff, 2010, p. 45). El autor lo explica de la siguiente manera: “El proceso económico se alimenta de una naturaleza finita que constituye el insumo de un proceso productivo global que se expande impulsado por una racionalidad económica anti-natura, destruyendo la organización ecosistémica del planeta y degradando irreversiblemente la materia y la energía siguiendo la ley de la entropía (Georgescu- Roegen, 1971). En este sentido, la causa fundamental de la insustentabilidad deriva de las formas de racionalidad del pensamiento que han llevado a la racionalización de la vida, a los modelos actuales de organización social y de apropiación/transfor- mación económico-tecnológica de la naturaleza” (Leff, 2010, p. 45). Leff retoma el concepto de Beck y Giddens de “modernidad reflexiva”, el cual hace referencia a un mundo moderno que debe empezar a reflexionar sobre sus propios procesos. Mientras que durante los siglos XIX y XX las sociedades industrializadas avanzaban en una sola dirección hacia el crecimiento económico y el desarrollo científico-tecnológico, hoy en día deben reflexionar además sobre sus propios procesos en este avance hacia la modernización. Tienen que tratar con sus 1 Esta ficha de estudio fue elaborada por Mariano Malizia, Profesor en Ciencias Antropológicas y docente de la asignatura IESCA de la UNTDF. Este material es de uso interno de la materia. 2 Enrique Leff es Sociólogo ambientalista mexicano. Doctorado en Economía del Desarrollo en París, Francia en 1975. Investigador Titular del Instituto de Investigaciones Sociales y Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM en temas de Ecología Política y Sociología Ambiental. Trabaja en los campos de la Filosofía y la Epistemología Ambiental; la Ecología Política y la Economía Ecológica; la Educación y la Formación Ambiental. 3 Leff retoma la categoría imaginario social de Cornelius Castoriadis, filósofo y psicoanalista del siglo XX, quién desarrolló el concepto en profundidad. Para Castoriadis los imaginarios actúan como el motor del cambio social. Este es el sentido que a le Leff le interesa indagar.

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Imaginarios Sociales y Sustentabilidad

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    Materia:

    Introduccin al Estudio de la Sociedad, la Cultura y el Ambiente.

    Ficha de Estudio N 2: 1

    Imaginarios Sociales y Sustentabilidad de Enrique Leff2

    Esta ficha de estudio intenta facilitar el acceso a la lectura del ensayo Imaginarios

    Sociales y Sustentabilidad de Enrique Leff. Este ensayo fue seleccionado como

    material de lectura para IESCA por haber sido considerado relevante para introducir la

    idea de imaginario social3 en el estudio de las relaciones entre sociedad-cultura-

    naturaleza.

    Introduccin

    Leff comienza su anlisis en este ensayo partiendo de un doble supuesto. En primer

    lugar, que la humanidad avanza inexorablemente a la destruccin del planeta: La

    alarma ecolgica ha sonado en una cuenta regresiva que contrae los tiempos que con el

    avance irrefrenable del calentamiento global anuncian la muerte entrpica del planeta

    (Leff, 2010, p. 43). En segundo lugar, que este es el resultado de un modo de pensar y

    un modo de producir el mundo que han instituido globalmente un mundo insustentable

    (Leff, 2010, p. 45). El autor lo explica de la siguiente manera:

    El proceso econmico se alimenta de una naturaleza finita que

    constituye el insumo de un proceso productivo global que se expande

    impulsado por una racionalidad econmica anti-natura, destruyendo la

    organizacin ecosistmica del planeta y degradando irreversiblemente

    la materia y la energa siguiendo la ley de la entropa (Georgescu-

    Roegen, 1971). En este sentido, la causa fundamental de la

    insustentabilidad deriva de las formas de racionalidad del

    pensamiento que han llevado a la racionalizacin de la vida, a los

    modelos actuales de organizacin social y de apropiacin/transfor-

    macin econmico-tecnolgica de la naturaleza (Leff, 2010, p. 45).

    Leff retoma el concepto de Beck y Giddens de modernidad reflexiva, el cual

    hace referencia a un mundo moderno que debe empezar a reflexionar sobre sus

    propios procesos. Mientras que durante los siglos XIX y XX las sociedades

    industrializadas avanzaban en una sola direccin hacia el crecimiento econmico y el

    desarrollo cientfico-tecnolgico, hoy en da deben reflexionar adems sobre sus

    propios procesos en este avance hacia la modernizacin. Tienen que tratar con sus

    1 Esta ficha de estudio fue elaborada por Mariano Malizia, Profesor en Ciencias Antropolgicas y docente de la

    asignatura IESCA de la UNTDF. Este material es de uso interno de la materia. 2 Enrique Leff es Socilogo ambientalista mexicano. Doctorado en Economa del Desarrollo en Pars, Francia en 1975.

    Investigador Titular del Instituto de Investigaciones Sociales y Profesor de la Facultad de Ciencias Polticas y Sociales de

    la UNAM en temas de Ecologa Poltica y Sociologa Ambiental. Trabaja en los campos de la Filosofa y la Epistemologa

    Ambiental; la Ecologa Poltica y la Economa Ecolgica; la Educacin y la Formacin Ambiental. 3 Leff retoma la categora imaginario social de Cornelius Castoriadis, filsofo y psicoanalista del siglo XX, quin

    desarroll el concepto en profundidad. Para Castoriadis los imaginarios actan como el motor del cambio social. Este es

    el sentido que a le Leff le interesa indagar.

  • 2

    propias consecuencias por primera vez, y el riesgo ecolgico global es una de esas

    consecuencias (Name, 2004).

    La pregunta que plantea el autor es, entonces, a cerca de la capacidad de respuesta

    que esta modernidad reflexiva puede dar ante el riesgo ecolgico global. Es posible

    dar una respuesta desde los mismos marcos tericos e instrumentales que provocaron

    esta crisis? Es posible confiar en las capacidades de la economa y la tecnologa de

    ecologizarse? O es necesario recurrir a otra racionalidad, una que nos permita sentar

    las bases para un futuro sustentable?

    El objetivo de este ensayo es, por un lado, poner en cuestin las capacidades de

    la llamada modernidad reflexiva para comprender y afrontar la crisis ambiental; por otro,

    indagar en aquello que el autor denomina imaginarios sociales de la naturaleza y la

    sustentabilidad.

    Leff hace una diferenciacin clave entre las leyes derivadas del proceso de

    racionalizacin de la vida, es decir, todas las leyes que derivan de la economa, la

    tecnologa y el derecho como ejes del Estado moderno; y otras leyes que l denomina de

    la vida, de la cultura y de la naturaleza; refrindose a ellas en general como principios de

    la vida.

    Las leyes derivadas de la racionalidad moderna se incorporan al imaginario

    social por las va institucionalizadas del mundo moderno en lo que podramos

    denominar como proceso de socializacin. Por el contrario, el segundo tipo de leyes o

    principios de la vida, se arraigan en el imaginario social por fuera de las

    instituciones. Son fruto de otras formas de conocimiento y sedimentan

    inconscientemente en un imaginario social que Leff llama de la naturaleza y la

    sustentabilidad.

    El propsito de este ensayo es, en palabras del autor, entender cmo llegan a

    representarse los principios de la vida en imaginarios colectivos, cmo llegan a

    reflejarse en cosmovisiones y cmo llegan a verbalizarse y argumentarse frente a otras

    formas de la verdad institucionalizadas en la modernidad (Leff, 2010, p. 53).

    Modernidad reflexiva, complejidad reflexiva, complejidad ambiental.

    La modernidad reflexiva, entonces, pone en evidencia el riesgo ambiental que sufre el

    planeta y pretende afrontar dicha crisis. Pero al hacerlo se enfrenta a una fuerte

    limitacin producto de sus propios horizontes racionales de pensamiento y accin.

    Leff pone el ejemplo de la teora de la Noosfera de Vernadsky (1997). La

    noosfera sera aqu la ltima fase de evolucin de la tierra. Primero tuvo lugar la

    geosfera, que corresponde a la materia inanimada que posibilit, condicion y se vio

    transformada por la bisfera, que corresponde a su vez a la vida y al mundo natural.

    Por ltimo emerge la cognicin humana, la noosfera, que transforma la esfera de la vida.

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    Leff identifica dos modos de interpretar la teora de la Noosfera: Por un lado, la

    que postula el control del nivel inferior. En este sentido, la cognicin humana permitira

    conocer y dominar la naturaleza. Esta interpretacin se correspondera con el imaginario

    de la racionalidad moderna. Por otro lado, cabra una segunda interpretacin que

    postula la emergencia de la complejidad: La Tierra como un sistema complejo donde el

    saber forma parte de esa totalidad. La naturaleza no es solo un recurso sino que es

    parte de un todo. El sistema se va complejizando en una integracin de niveles.

    Esta segunda interpretacin es antecedente, entre otras teoras, del pensamiento

    complejo propuesto por Edgar Morn (1993). Esta segunda va de la complejidad se

    funda en la necesidad de una pluralidad de saberes por sobre un pensamiento nico.

    Propone un saber participativo donde se incluyan las distintas formas de conocer de

    los diversos actores. Y este es, segn Leff, el camino para construir otro tipo de

    racionalidad:

    Es en el marco de estas vas alternativas donde se plantea la cons-

    truccin de una racionalidad ambiental: de una racionalidad fundada en

    los potenciales ecolgicos y en los sentidos culturales de la vida; en una

    tica de la otredad y una poltica de la diferencia (Leff, 2004). Esta nueva

    racionalidad se basa en la emergencia de una complejidad ambiental

    entendida como la intervencin del mundo por el conocimiento (Leff,

    2010, p. 51).

    Esta nueva racionalidad, fundada en otros principios, se basa en la perspectiva

    de la complejidad: la noosfera, la esfera del conocimiento, transforma la esfera de la

    vida, de la naturaleza, y la convierte y se convierte- en una totalidad compleja. En este

    sentido Leff dice que en la complejidad ambiental el mundo queda intervenido por el

    conocimiento.

    Aqu se vuelve trascendente en Leff la pregunta por los imaginarios sociales.

    Aquellos imaginarios sociales donde es posible rastrear esas leyes o esos principios que

    trascienden y tensionan con los principios de la racionalidad moderna.

    Lo que nos proponemos es explorar y comprender la capacidad de

    pervivencia de un principio de vida humana capaz, no slo de resistir a un

    proceso de globalizacin que va disolviendo a su paso todo origen, huella

    y rastro de las tradiciones (formas ancestrales, originarias y actuales del

    ser), sino de generar a partir de sus imaginarios, procesos sociales de

    construccin de mundos sustentables de vida (Leff, 2010, p. 52).

    La institucin de habitus, esquemas de prcticas e imaginarios sociales.

    El autntico desafo es, entonces, indagar en estos imaginarios sociales. Para esto Leff

    incorpora en su anlisis algunos conceptos desarrollados por otros autores. Este es el

  • 4

    caso del concepto de habitus de Bourdieu4. Por habitus entendemos las formas de actuar,

    de pensar y de sentir de una comunidad determinada. Es decir, un conjunto de

    prcticas y representaciones sociales particulares articulados por lgicas propias, como

    lo llama Leff un esquema de prcticas5. A su vez, para entender estas formas

    particulares de hacer, pensar y sentir debemos indagar en los saberes que all se

    encuentran incorporados, en el conocimiento acumulado.

    Ahora bien, la importancia que encuentra Leff en el concepto de habitus es que,

    tal como los desarroll Bourdieu, los saberes puestos en juego no son siempre saberes

    racionalizados (verbalizados y explcitos). Dichos saberes son muchas veces adquiridos

    en forma inconsciente a travs de la experiencia. Son saberes que no se constituyen

    como saberes formales o institucionalizados. Son saberes prcticos.

    De esta manera el habitus pone en evidencia los saberes que los distintos actores

    sociales ponen en juego en sus prcticas, en sus formas de hacer y en sus formas de ver

    el mundo. Y esos saberes son saberes locales porque son adquiridos en la experiencia

    de los propios actores en su propio mundo. Como dice Bourdieu, es la historia

    encarnada en los cuerpos de los actores. Estos son los saberes que construyen un tipo

    de imaginario social sobre el que Leff quiere indagar en este ensayo, y a partir del cual

    va a reconstruir el propio concepto de imaginario social:

    Estas categoras significativas se vuelven inconscientes, se inscriben

    en el cuerpo, en los actos y en las prcticas: se vuelven habitus y se

    instituyen imaginarios sociales. En el mundo globalizado, esos

    imaginarios se convierten en bastiones de resistencia y medios de

    emancipacin; en significantes estratgicos para legitimar otras formas de

    vida frente a la invasin de la globalizacin y ante los imperativos de la

    sustentabilidad (Leff, 2010, pp. 56-57).

    En este sentido los imaginarios de la sustentabilidad no son reservorios de

    prcticas y saberes culturales tradicionales del pasado que han sobrevivido hasta hoy,

    sino los que emergen en las luchas de resistencia y de reinvencin de

    sus mundos de vida. ( ) En efecto, en ellos se manifiestan tambin

    diferentes formas de negociacin poltica por sus autonomas: sus

    resistencias y adaptaciones al conocimiento moderno; su encuentro con

    otros imaginarios solidarios que se construyen en diferentes contextos

    culturales, en una poltica de la diversidad y la diferencia, en las alianzas

    entre los imaginarios de la sustentabilidad de los pueblos indgenas y la

    racionalidad ambiental (Leff, 2010, p. 57).

    Conciencia Ecolgica / Imaginarios de Sustentabilidad

    4 Pierre Bourdieu, socilogo francs, es uno de los pensadores ms destacados del siglo XX. El concepto de habitus., que

    desarrolla a lo largo de su obra, es una de sus contribuciones fundamentales de a la sociologa. 5 Este concepto ha sido desarrollado por el antroplogo francs Philipp Descola.

  • 5

    Para seguir aproximndonos a la categora de imaginario social, Leff propone

    establecer una clara diferenciacin con la categora de conciencia ecolgica como

    posible respuesta de la humanidad ante la crisis ambiental(Leff, 2010, p. 58).

    Este tipo de conciencia partira del mismo proceso reflexivo de la modernidad.

    El conocimiento generado pone en evidencia su propia responsabilidad en el impacto

    negativo sobre el ambiente. De esta manera surge entonces una tica ambiental para

    la sustentabilidad de la vida humana fundada en la misma racionalidad a la que debe

    cuestionar.

    La tica ecolgica no ha logrado conformarse como un imaginario social

    generador de un proceso de transformacin social capaz de trascender a la

    racionalidad econmica dominante. Por ello los tomadores de decisiones

    anteponen el inters econmico a la supervivencia humana y al equilibrio

    ecolgico del planeta, negando incluso las evidencias cientficas sobre el

    cambio climtico (Leff, 2010, p. 59).

    Hay varios puntos que destaca Leff en la diferenciacin entre conciencia e

    imaginarios sociales. La conciencia ambiental nace como un proceso subjetivo que

    parte de la reflexin, de un proceso cognitivo; y no de una experiencia comn, de la

    vivencia de la catstrofe. La conciencia ambiental permite orientar nuestras prcticas

    (como cuidar el agua, separar los residuos, etc.), en este sentido podra actuar como

    una norma, o conjunto de normas, que regulan las acciones individuales. Pero de

    ninguna manera podra esperarse que esa conciencia se propusiera cambiar el orden

    mundial que origina y profundiza la crisis desde una perspectiva ecolgica. Incluso

    ms all de cun compartidas estuvieran estas normas entre los individuos de una

    sociedad. Por qu? Porque la estructura cognitiva, el orden mental donde nace esta

    conciencia, est configurado y determinado por la racionalidad moderna. Es la relacin

    entre la sociedad y la naturaleza impregnada en nuestro imaginario social lo que

    permanece como teln de fondo de la conciencia ecolgica:

    Porque toda conciencia ecolgica remite a un imaginario de dicha

    relacin, y sta es una concepcin especfica de cada cultura que configura

    desde sus cosmovisiones las significaciones que confiere a la naturaleza y

    la trama que entreteje con la propia cultura. [] De all que la postulacin

    de la autoconciencia del sujeto como fundamento de un proceso

    emancipador o de una reflexin cognitiva o institucional a partir de la

    racionalidad instaurada resulten en una aberracin similar a la accin

    desesperada del barn de Mnschaussen, quien al verse absorbido por el

    pantano, intenta rescatarse jalndose su propia cabellera (Leff, 2010, p.

    62).

    Es en los imaginarios sociales donde encontramos amalgamados los saberes

    que provienen de la relacin del ser con su entorno. En el imaginario de la

    modernidad esta relacin con la naturaleza se funda en principios econmicos, de

    recursos. En una relacin de dominacin y explotacin. La nocin de riesgo en este

    imaginario no est asociada al riesgo ecolgico de una crisis ambiental:

  • 6

    la inseguridad global est ms concentrada en la guerra generalizada y en

    la violencia cotidiana antes que en el peligro inminente de un colapso

    ecolgico. La amenaza que se ha establecido en el imaginario colectivo y que

    mantiene pasmado al mundo es la del terrorismo y la narcoviolencia (Leff,

    2010, p. 53).

    Es por esto que Leff propone que las respuestas a la crisis ambiental no deben

    buscarse en la llamada conciencia ecolgica, ya que esta se encuentra atrapada en su

    propia trampa. Esas respuestas deben buscarse en los imaginarios sociales sustentables

    para indagar las formas en que all se habran instaurado las leyes fundamentales de

    la naturaleza y de la cultura () estableciendo las formas posibles de la vida humana

    en el planeta vivo (Leff, 2010, p. 70).

    Leff pone en el plano de lo real a la naturaleza y en el plano de lo

    simblico a la cultura. Los imaginarios sociales ambientales son, entonces, aquellos

    imaginarios que reflejan en el orden de lo simblico, el plano de lo real. Donde se ven

    sedimentados en la cultura, las condiciones de sustentabilidad de la vida.

    Las leyes lmite de la naturaleza y de la cultura.

    Nos proponemos en este espacio indagar acerca de la instauracin en los

    imaginarios sociales de aquellas leyes fundamentales de la cultura y de la

    naturaleza por las que lo real (de la naturaleza) y lo simblico (de la cultura)

    han podido arraigar precisamente en ese estrato arqueolgico de dichos

    imaginarios sociales (Leff, 2010, p. 71).

    Leff se refiere aqu a esas leyes de la vida, o principios de vida, que son

    anteriores a las leyes de la racionalidad de la vida moderna. Y que son fuente de las

    distintas formas de ser, hacer y pensar en las distintas culturas. El autor refiere a lo que

    l considera como dos de estos principios fundamentales: la prohibicin del incesto y

    la ley de la entropa.

    stos funcionan como estructuras generativas fundamentales que originan

    el despliegue de esquemas de pensamientos y de prcticas que forjan las

    formas del ser cultural. Destacamos as dos leyes fundamentales que

    estructuran la naturaleza y la vida: la ley de la prohibicin del incesto que

    funda la cultura, y la ley de la entropa como ley-lmite de la naturaleza

    (Leff, 2010, p. 71).

    Leff aclara que no es de su inters especfico ver cmo estas leyes existen en

    imaginarios sociales tradicionales sobreviviendo en grupos culturales minoritarios.

    Sino cmo estos imaginarios se transforman y reinventan en el contacto con los

    imaginarios creados a la luz de la racionalidad moderna. Esta diferenciacin es

    sustancial en el pensamiento de Leff, ya que este entiende a los imaginarios de la

    sustentabilidad como escenarios dinmicos de resistencia y de lucha, como productos

  • 7

    de la historia; y no como supervivencias de tradiciones cosificadas y ahistricas, como

    una suerte de reservorio de culturas pasadas.

    El autor manifiesta que es detrs de estos proceses de cambio, resistencia y

    renovacin, donde podremos rastrear las formas en que se manifiestan hoy los

    imaginarios sociales de la sustentabilidad.

    Ahora bien, Leff aclara que es necesario tomar ciertos recaudos a la hora de

    analizar estos principios de vida. En primer lugar, no cometer el error de pensar que

    estas leyes universales se manifiestan de manera unvoca en todos los imaginarios

    sociales, ya que estos son manifestaciones de un ser cultural que se construyen

    desde su autonoma y diversidad.

    Por otro lado, tanto la ley de entropa como la ley de prohibicin del incesto

    son dos formulaciones tericas producto de los esquemas de pensamiento cientfico y,

    por lo tanto, posterior a las sociedades no modernas. Sin embargo estas leyes,

    formuladas como tales, son manifestaciones de estos principios de la vida (de la

    naturaleza y la cultura). Qu quiere decir esto?

    Segn el autor estos principios fundamentales (verdades ontolgicas) de la

    naturaleza y la cultura, se decantan en los imaginarios sociales y se traducen en

    saberes culturales. Es as como estos principios fundamentales, en el imaginario de la

    racionalidad moderna, se traducen en leyes cientficas unvocas.

    En el caso de la prohibicin del incesto, esta consiste en una norma social

    construida y aprendida para conservar la vida y organizar la sociedad. Esta norma

    social reproductiva decanta y se instala en los imaginarios de la mayor parte de los

    pueblos de la Tierra. Luego, la tragedia de Sfocles y el complejo de Edipo en Freud

    son formas culturales que adopta la prohibicin del incesto al entrar en contacto con el

    imaginario de la racionalidad moderna, pero esta ya ha quedado inscrita como una

    norma social en los imaginarios culturales de la humanidad (Leff, 2010, p. 77).

    La ley de la entropa emerge como una ley universal de organizacin de la

    materia y degradacin de la energa. (Leff, 2010, p. 77) La entropa remite al proceso

    irreversible de desorganizacin de la materia y prdida de energa que se produce en dicho

    proceso. Cuando la materia pasa de un nivel ms complejo de organizacin a otro

    menor, hay una prdida inevitable de energa. Este proceso es siempre irreversible.

    En este sentido, el calor es la manifestacin de la degradacin irreversible de la

    energa que marca el camino ineluctable hacia la muerte trmica del universo y del

    planeta (Leff, 2010, p. 77). El incremento en la utilizacin de recursos naturales para

    incrementar el desarrollo econmico sera el proceso que acelerara la produccin de

    entropa en la Tierra. El calentamiento global, sera la demostracin emprica de dicho

    proceso.

    Lo que Leff se pregunta es por qu este principio Universal pareciera no estar

    arraigado en el imaginario social.

  • 8

    Entonces aqu hace una distincin. Si bien este principio puede considerarse

    como universal, la formulacin en forma de ley es producto del pensamiento

    cientfico, por lo cual lo cual resulta lgico que no haya quedada inscripta en los

    imaginarios de las sociedades tradicionales. Para estas sociedades, segn Leff, existira

    un principio de la vida que niega la entropa y que es propio de sus cosmovisiones y de

    la forma en que all se plasma la relacin del ser humano con la naturaleza. Como

    algunos ejemplos podramos mencionar la nocin circular del tiempo en relacin a la

    concepcin lineal. Una concepcin circular est fundada en los ciclos de la naturaleza.

    En este sentido todas sus prcticas estaran sujetas a condiciones ecolgicas de

    sustentabilidad, a la conservacin y el cuidado del patrimonio natural. Esto es lo que

    Leff entiende como el principio neguentrpico de la vida.

    Imaginarios Sociales y Sustentabilidad

    Despus de todas estas aproximaciones, arribamos finalmente a la idea de imaginario

    social que pretende elaborar el autor. Vale aclarar primero que el concepto de

    imaginario social que retoma Leff fue previamente elaborado por Cornelius Castoriadis.

    Comnmente es utilizado como sinnimo de representaciones sociales, es decir, como las

    formas en que las sociedades se piensan y representan su ambiente, su comunidad, sus

    relaciones, sus instituciones.

    Ahora bien, el concepto de imaginario social (tal como fue elaborado por

    Castoriadis y retomado por Leff) es ms complejo. El imaginario social no solo es una

    forma de pensar la realidad, sino que es una forma de hacer la realidad. En qu

    sentido?

    Por un lado, los imaginarios sociales estn conformados por una serie de

    significados que encarnan las prcticas sociales, en lo que llamamos habitus o

    esquemas de prcticas. Por lo tanto, estos imaginarios regulan las prcticas de una

    comunidad. Entonces, en su aspecto normativo, los imaginarios sociales, no son ya

    una forma de pensar la realidad (una cosmovisin), sino que producen realidad.

    Otra de las cualidades fundamentales del imaginario social en su elaboracin

    conceptual, es que all se encuentra, en potencia, la posibilidad de cambio, de

    transformacin: En los imaginarios arraiga el sentido y la potencia creadora de la

    cultura. Porque los imaginarios son algo as como el resultado de la contingencia

    socio-histrica con la experiencia de lo real, de lo vivido.

    Como tales los imaginarios sociales dan cuenta de la pluralidad de los

    mundos sociales y de las creaciones culturales en las diversas formas en que han

    asimilado y significado sus condiciones ambientales de existencia(Leff, 2010, p. 89).

    En este sentido, lo que Leff define como imaginario social de la sustentabilidad

    se constituira como un potencial de creatividad y alteridad en la construccin de

    sociedades sustentables (Leff, 2010, p. 92). Porque este tipo de imaginarios son

    autnomos, estn emancipados, de la lgica de la racionalidad moderna.

  • 9

    El Imaginario del vivir bien y del buen vivir

    Para Leff, la idea de progreso de la modernidad, asociada al crecimiento tecnolgico y

    econmico, como forma de acceder al bienestar, es fuertemente cuestionada a partir de

    la crisis ambiental:

    La crisis ambiental ha venido a cuestionar los propsitos de la humanidad

    centrados en el progreso, en el crecimiento y en el desarrollo como los

    sentidos y destinos supremos de la modernidad, de los cuales habra de

    derivar el bienestar, el control, la justicia y hasta la felicidad de la existencia

    humana (Leff, 2010, p. 95).

    A partir de este cuestionamiento de los fundamentos mismos de la

    racionalidad moderna entran en escena lo que Leff denomina imaginarios de la

    sustentabilidad. En este escenario es donde imaginarios de otros mundos sociales,

    de otras culturas, empiezan a manifestarse y a hacer ms evidente la necesidad de

    otros saberes que intervengan en la discusin de la crisis ambiental. Este es el caso

    del imaginario del vivir bien arraigado en las cosmovisiones de los pueblos andinos

    que va tomando lugar en la esfera pblica: la tica del buen vivir y los derechos

    de la naturaleza se han inscrito ya en la nueva Constitucin de Ecuador como prin-

    cipios rectores de la planificacin del Estado ecuatoriano (Leff, 2010, p. 97).

    El imaginario del vivir bien, como imaginario de la sustentabilidad, no busca

    la salida de la crisis apostando al futuro desarrollo tecnolgico ni a la capacidad de la

    economa de volverse sustentable. El imaginario del vivir bien, se funda en otra

    concepcin de la relacin del humano con la naturaleza. En el imaginario del vivir

    bien, la naturaleza est en un plano de igualdad con el humano, y como tal, se vuelve

    sujeto de derecho. Por supuesto, en el mundo andino, esta relacin no se expresa en

    estos trminos propios de la filosofa occidental. Esta forma de concebir la naturaleza

    en relacin al humano forma parte de su ser cultural, de la forma de ver el mundo y

    actuar en l, de las formas de sociabilidad con otros sujetos y con la naturaleza.

    Por lo tanto, el imaginario del vivir bien es la reafirmacin de valores

    tradicionales andinos en el mundo moderno, pero tambin es la confluencia con una

    reflexin crtica de la filosofa occidental. Y, en este sentido, este imaginario de

    sustentabilidad es una herramienta de reivindicacin poltica de culturas acalladas e

    invisibilizadas por el imaginario de la racionalidad econmica, al mismo tiempo que

    se plantea como una bsqueda de alternativas para el bien comn de la humanidad y

    la sustentabilidad planetaria (Leff, 2010, p. 98).

    Esta dimensin poltica est muy claramente expresada por Leff en el siguiente

    pasaje:

    Abrir y conducir un proceso civilizatorio hacia la sustentabilidad no slo

    implica pensar coherentemente, sino construir estratgicamente futuros

    posibles en la negociacin con los intereses instaurados e inercias

    establecidas; en la hibridacin de los conocimientos generados por la

  • 10

    ciencia y la tecnologa moderna con el pensamiento crtico y los saberes

    culturales; en el reencuentro entre los imaginarios y los deseos de vida con

    la potencia recuperable de la productividad ecolgica y la creatividad

    cultural para inventar nuevos mundos posibles (Leff, 2010, p. 103).

    Imaginarios sociales, racionalidad ambiental y dilogo de saberes en la institucin

    de la sustentabilidad.

    Llegados a este punto, el autor identifica claramente el papel de los imaginarios

    sociales de la sustentabilidad como el lugar que debemos indagar parar lograr

    articular una nueva racionalidad ambiental capaz de enfrentar los desafos que

    exceden a la modernidad reflexiva, que se encuentra constreida por su propia lgica.

    Interrogar los imaginarios sociales es indagar las diversas formas

    culturales de comprensin del mundo para contrastarlos con las formas de

    conocimiento de la naturaleza derivadas del modo de produccin de

    conocimientos de la ciencia (Leff, 2010, p. 107).

    La modernidad ha generado problemas que no pueden solucionarse por

    la va de una modernidad reflexiva, porque el problema de la ciencia no es

    solamente su limitada capacidad para conocer el mundo de la vida, sino

    para explicar y anticipar los impactos que ha generado y continua

    produciendo en el planeta, en la naturaleza y en la vida su forma

    hegemnica de comprensin del mundo, su conocimiento para el control y

    dominio de la naturaleza que ha llevado a la degradacin del ambiente, al

    riesgo de la vida y a la prdida del sentido de la existencia humana (Leff,

    2010, p. 108).

    Entonces, ante la imposibilidad de la modernidad de afrontar la crisis ambiental

    desde su propia lgica, desde su propia racionalidad, se abre el camino de la

    contingencia. La contingencia alude a los acontecimientos que no son necesarios, pero

    tampoco son imposibles. Pensar en un fenmeno contingente, en lugar de un

    fenmeno necesario, implica abandonar el camino determinista de la historia para

    ampliar el campo de lo posible: La racionalidad ambiental busca abrir el campo de lo

    posible, () hacia el devenir de un futuro sustentable. () Pero antes de abandonar la

    razn a la contingencia del mundo, la racionalidad ambiental funda una nueva manera

    de pensar el mundo posible. La racionalidad ambiental se abre al dilogo con una

    diversidad de imaginarios sociales () (Leff, 2010, pp. 108 - 109).

    Pero Leff advierte que esta posibilidad de contingencia que abren los

    imaginarios de la sustentabilidad, capaces de expandir el campo de los posible; no

    implica que el mundo pueda reordenarse () liberado de los constreimientos de esa

    racionalidad.(Leff, 2010, p. 109). Por eso se torna fundamental convocar a los

    imaginarios sociales a la arena poltica () de donde emergen nuevos actores sociales

    en el encuentro con la racionalidad moderna, ante la globalizacin y en la perspectiva

    de la construccin de sociedades sustentables. (Leff, 2010, p. 110).

  • 11

    Esta incursin en la arena poltica de los imaginarios sociales implica poner en

    juego el dilogo de saberes como estrategia poltica para construir la sustentabilidad.

    El dilogo de saberes es una apertura hacia otros mundos, renunciando a

    entenderlos dentro de los cdigos de comprensin del mundo establecido.

    () Lo que implica no slo el respeto al otro, sino tambin asumir una

    tica de la otredad y una poltica de la diferencia y la convivencia en el

    encuentro e hibridacin de una multiplicidad de mundos de la vida.(Leff,

    2010, p. 114)

    Bibliografa

    Leff, E. (2010). Imaginarios sociales y sustentabilidad. Cultura y representaciones

    sociales, vol. 5 nm. 9 Mxico: UNAM, 42-121.

    Name, J. (2004). Riesgo, globalizacin y la nueva tica de autolimitacin. Poder y

    hegemona hoy. Mxico: Plaza y Valds, 271-285.