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FEINMAN La emergencia de la desigualdad. Un enfoque sobre estrategias y procesos Introducción Se argumenta que una serie de avances importantes han hecho relevante el tema de la emergencia e institucionalización de la desigualdad durantes las últimas décadas. Los cambios conceptuales incluyen la separación entre los orígenes de la agricultura y la emergencia de la desigualdad, y el reconocimiento de que un grado de desigualdad por sexo, por edad, por habilidad y por temperamento, existe aún en los sistemas sociales y humanos más igualitarios. Un tema final de este ensayo sugiere que durante la historia humana, se ha seguido más de una estrategia general o camino procesual hacia la desigualdad institucionalizada. Separando los orígenes de la agricultura de la emergencia de sistemas sociales no igualitarios En los orígenes de la desigualdad, los influyentes escritos de White y childe fueron particularmente significativos en el establecimiento de la visión ampliamente sostenida de que el advenimiento de las economías avícolas, más o menos mecánicamente, transformó las relaciones socio-políticas alejándolas de las formaciones igualitarias. Teóricos evolutivos más recientes todavía entrelazan directamente la desigualdad institucionalizada a las explicaciones de los modos de producción. Dentro de la disciplina ha ocurrido una significativa revalorización. Algunos estudios han ilustrado que la producción agrícola no puede ser considerada una precondición necesaria para formaciones sociales desiguales. Esto ha forzado a la mayoría de los técnicos a considerar el tema de la emergencia de la desigualdad social en sus propios términos, más que simplemente situando la cuestión como un epifenómenos de explicaciones para los orígenes de la agricultura. Resituando la causalidad Hay dos corrientes divergentes que intentan explicar la desigualdad. La primera aproximación explica la emergencia de la desigualdad institucionalizada en la abundancia de recursos y la densidad de población, mientras la segunda ve su fundamento en la presión poblacional/ etsres de recursos. La tesis de que la abundancia de recursos promueve el sedentarismo, el excedente, las altas densidades de población y la diferenciación social, sigue los mismos eslabones causales básicos que las ya mencionadas interpretaciones de la Revolución Neolítica. Sin embargo, las poblaciones densas y los recursos abundantes por sí mismos claramente no engendran ni los producción de grandes excedentes ni la emergencia de la desigualdad institucionalizada. No es la mera acumulación de riquezas y status lo que es importante, sino la transformación y justificación de los contextos sociales en los que esto sucede y las vías en que estos contextos son reproducidos y se les permite persistir. 1

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Historia

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FEINMANLa emergencia de la desigualdad. Un enfoque sobre estrategias y procesos

IntroducciónSe argumenta que una serie de avances importantes han hecho relevante el tema de la emergencia e institucionalización de la desigualdad durantes las últimas décadas. Los cambios conceptuales incluyen la separación entre los orígenes de la agricultura y la emergencia de la desigualdad, y el reconocimiento de que un grado de desigualdad por sexo, por edad, por habilidad y por temperamento, existe aún en los sistemas sociales y humanos más igualitarios. Un tema final de este ensayo sugiere que durante la historia humana, se ha seguido más de una estrategia general o camino procesual hacia la desigualdad institucionalizada.

Separando los orígenes de la agricultura de la emergencia de sistemas sociales no igualitariosEn los orígenes de la desigualdad, los influyentes escritos de White y childe fueron particularmente significativos en el establecimiento de la visión ampliamente sostenida de que el advenimiento de las economías avícolas, más o menos mecánicamente, transformó las relaciones socio-políticas alejándolas de las formaciones igualitarias. Teóricos evolutivos más recientes todavía entrelazan directamente la desigualdad institucionalizada a las explicaciones de los modos de producción.Dentro de la disciplina ha ocurrido una significativa revalorización. Algunos estudios han ilustrado que la producción agrícola no puede ser considerada una precondición necesaria para formaciones sociales desiguales. Esto ha forzado a la mayoría de los técnicos a considerar el tema de la emergencia de la desigualdad social en sus propios términos, más que simplemente situando la cuestión como un epifenómenos de explicaciones para los orígenes de la agricultura.

Resituando la causalidadHay dos corrientes divergentes que intentan explicar la desigualdad. La primera aproximación explica la emergencia de la desigualdad institucionalizada en la abundancia de recursos y la densidad de población, mientras la segunda ve su fundamento en la presión poblacional/ etsres de recursos.La tesis de que la abundancia de recursos promueve el sedentarismo, el excedente, las altas densidades de población y la diferenciación social, sigue los mismos eslabones causales básicos que las ya mencionadas interpretaciones de la Revolución Neolítica. Sin embargo, las poblaciones densas y los recursos abundantes por sí mismos claramente no engendran ni los producción de grandes excedentes ni la emergencia de la desigualdad institucionalizada.No es la mera acumulación de riquezas y status lo que es importante, sino la transformación y justificación de los contextos sociales en los que esto sucede y las vías en que estos contextos son reproducidos y se les permite persistir.El modelo alternativo de estricto determinismo infraestructural ubica el estrés de recursos en el núcleo de estas transiciones socioeconómicas. La complejidad socioeconómica es determinada como una amalgama de datos codificados para almacenamiento, sedentarismo, desigualdad social y el uso de un medio de intercambio. El punto de la discusión no ha sido redirigir el debate concerniente a la emergencia de la desigualdad completamente aparte de los estudios empíricos de recursos, dieta, y cambio medioambiental, sino confrontar a largamente sostenida presunción de que factores exógenos o infraestructurales solos pueden explicar tales cambios. Las explicaciones adecuadas requieren un enfoque sobre la dinámica entre los factores internos (societales) y los externos, no una exclusiva concentración sobre uno y la exclusión del otro.La abundancia o la escasez de recursos pueden crear oportunidades y tensiones. Pero estos factores no proveen una explicación necesaria y suficiente para las reestructuraciones significativas que caracterizan la institucionalización de la desigualdad.

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Considerando a la “población” como una categoría más que como una variablePor la menos tres décadas, los estudios interculturales han reconocido una relación generalmente fuerte entre el tamaño de la población y la complejidad social.Recientemente ha habido adelantos sobre importantes sugerencias en lo concerniente al rol de la población en el cambio organizacional. Quizás el más convincente es la advertencia de Drennan de que en el análisis evolutivo, la “población” es demasiado frecuentemente tratada como una variable más que como una categoría. Aún así Drennan muestra interculturalmente las diferentes variables demográficas no necesariamente co-varían en modo simple o lineal. El tamaño del grupo podría tener menos implicaciones organizacionales directas que los tamaños de entidades sociales interactuando ajustadamente, como las comunidades. Un diverso rango de condiciones medioambientales y económicas indican que la naturaleza de la interacción entre los miembros del grupos tiene implicaciones críticas para la relación entre tamaño de la población y organización.Aún queda por decidir su ciertos tamaños de la comunidad necesitas formas sociales particulares, o si ordenamientos societales específicos promueven o permiten nuevos niveles de nucleamiento de la población.

Redefiniendo el concepto de igualdad Las perspectivas antropológicas en el igualitarismo enfatizan aquellas condiciones que permiten a la población permanecer en un “estado natural”. Las visiones más actuales ponen énfasis en marcar las diferencias de género, edad, autoridad y habilidades o prestigio en las sociedades igualitarias y cuestionan la existencia de las “verdaderas” sociedades igualitarias.Antes de 1970, la mayoría de las interpretaciones del cambio se empeñaban en definir condiciones exógenas específicas que llevaron al surgimiento de individuos selectos para liderar desde un estado de igualdad utópico. Estos individuos fueron generalmente percibidos como administradores, los cuales eran mantenidos por el resto de la población dada su función orientada al bien común.Otros modelos se desprenden dando importancia a los factores endógenos. La atención debe ser puesta en aquellos mecanismos en lo que las sociedades igualitarias se han apoyado para nivelar las desigualdades antes que éstas se institucionalicen, como así también en las condiciones internas y/o externas que trabajaron para negar aquellas estrategias y sanciones niveladoras de modo que a las desigualdades existentes se les permita volverse más institucionalizadas.Claramente es difícil ver a los liderazgos y al surgimiento de la desigualdad como mecanismos de solución a problemas societales. Es válida la tesis que dice que los individuos actúan guiados por un interés personal. Pero no se descarta la propuesta funcionalista. Las funciones que desarrollan los líderes, así como las condiciones a las cuales corresponden, no pueden ser ignoradas en la institucionalización de la desigualdad.

Identificando caminos alternativos hacia el cambio socialDos estrategias o modos económico-políticos generales, el “corporativo” y el de “redes”, representan la dualidad de caminos hacia la desigualdad.Las estrategias de redes y corporativas son presentadas como modos organizacionales que, en verdad, atraviesan la variación societal en grados relativos de estratificación y complejidad jerárquica.El modo “corporativo” está caracterizado por el énfasis en el ritual colectivo, construcciones públicas, segmentos sociales integrados, la importancia del parentesco y una supresión relativa de la diferenciación económica. En contraste, el modo de “red” pone gran significación en el prestigio individual, la acumulación de riquezas, intercambio a larga distancia, intercambio de riquezas exóticas y una especialización en artículos manufacturados de bienes relacionados con el prestigio o el status. Sin embargo, cunado las estrategias basadas en corporaciones o en redes toman lugar, uno no debiera presumir que la estrategia político-económica específica será necesariamente predominante o inalterable a través de una secuencia histórico cultural específica.

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Caminos alternativos para la emergencia de la desigualdad: un ejemplo final comparativoAlgunas proposiciones teóricas han planteado recientemente que en el desarrollo de la de desigualdad instucionalizada se debe considerar el énfasis en la desproporcionada acumulación personal, influencia y riqueza como el manejo de factores universales en esa transición.

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