FARISEOS

Fariseo es un apodo que daban los antiguos judíos a cualquier persona que tenga comportamientos similares a los antiguos habitantes de Farisea o descendientes de Fariseos, una secta judía babilónica que tenía creencias distintas, a pesar de ser descendientes de los judíos, los fariseos fueron aquellos cautivos de Babilonia, aquellos judíos que fueron apresados y secuestrados por fariseos, o aquellos judíos aceptaron las ideas y las leyes babilónicas, o sea las ambigüedades que planteaba el thorá, entre las que se encontraban la creencia en la resurrección y en el Pentateuco de la Thorá, el thorá es el libro de los judíos. Que más tarde se convertirá en una parte del antiguo testamento de la Biblia y en el 700 en parte del islamismo. 

Los fariseos tuvieron su mala fama a raíz de los continuos señalamientos a los saduceos que eran judíos de Siria, eran de la descendencia de Jesucristo. 

Los fariseos a raíz de la instauración de los dogmas judíos, le apostaron a interpretar ambiguamente las creencias de los judíos, la resurrección de la carne y en la creencia de los Ángeles, en la providencia del ayuno, tal intención molestó a los saduceos, gran mayoría en Judea y samaria, tanto que durante los reinados de Alejandro Janeo y Aristóbulo 1 se crucificaron 3000 fariseos y se empeñaron a desterrarlos hasta su desaparición. La alianza de los grupos étnicos mayoritarios en Judea propicio a que la gente los recordará como los grandes blasfemos y malditos del judaísmo, llegando a nosotros como personas funestas para cualquier coalición cristiana, islámica y judía.

Los fariseos eran xenófobos, tal como lo vinieron a ser los judíos y los credos contemporáneos, a no permitir el ingreso de foráneos y extranjeros a sus cultos y tradiciones por más voluntad de cambio, tal como lo hacen los judíos que tienen la descendencia como requisito.

Emiliano Gómez Méndez