fanatismo deportivo - revista el rollo ed. 13

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Décimo tercera edición de la revista El Rollo, revista para el diálogo. > Fanatismo Deportivo

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Page 1: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13
Page 2: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

La revista El Rollo, proyecto de la Fundación Providencia 2000, cuenta con el apoyo del Ministerio de Culturaa través de su programa Nacional de Concertación Cultural 2012

E D I T O R I A LDirector

Pedro Zuloaga

EdiciónJorge Mendoza

María Helena Sandoval

Diagramación y diseñoJose Rodríguez

FotografíaRicardo Vejarano

IlustraciónJorge Mendoza

PortadaRicardo Vejarano Bolívar

Agostino AbateDirector Ejecutivo

Fundación Providencia 2000

Edición número 13Noviembre de 2012

ISSN 2027 - 3096

Para más información, colaboraciones y comentarios

[email protected]

Impreso en Litografía Luz

Armenia, Colombia

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C O N T E N I D O

@RevistaElRollo

ElRollo Revistaparaeldiálogo

Ministerio de CulturaRepública de Colombia

FUNDACIÓNPROVIDENCIA

2000

Page 3: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

El fanatismo, más que una conducta es una

forma de pensar que afecta todos los

ámbitos de la vida humana (la política, la

religión, el deporte, el trabajo…). Fanático

viene del latín “fanum” que quiere decir

templo. La palabra inglesa “fan”, que es la

abreviatura de fanático, hoy indica

personas exaltadas por un líder religioso,

por un cantante, por un divo, por un

hombre político, por un deportista. Los

fenómenos del fanatismo deportivo, la

devoción irracional hacia un líder

religioso, la exaltación de un movimiento

político o racial… son muy comunes hoy en

día.

En un barrio periférico de una gran ciudad

vive un médico abortista. Un grupo de

personas “religiosamente motivadas”

decide sabotear su presencia con acciones

de estorbo: cortan las llantas de su carro, le

ensucian las paredes de la casa con frases

vulgares, no lo dejan vivir en paz ni dormir

con continuas llamadas anónimas… hasta

que logran alejarlo de su barrio. Y están

convencidas de dar gloria a Dios. Una

especie de terrorismo religioso con el aval

del nombre de Dios.

Una pequeña tipografía logra un buen

contrato para la impresión de las

publicaciones de una secta religiosa. Una

verdadera lotería para quince trabajadores

al borde de perder el empleo. Uno de los

tipógrafos que es “profundamente

católico” se licencia con la motivación de

no querer hacer el mal... Consecuencia: su

familia (esposa y tres hijos) entra en una

grave crisis económica… y los impresos de

la secta continúan siendo publicados de

manera normal.

Casos de fanatismo como los anteriores se

dan a menudo. El hecho es que siempre se

piensa que el fanático es el otro, mientras

fanáticos son potencialmente todos… los

que se ponen de frente y no en diálogo con

l o s d e m á s , a v e c e s s e c o n f u n d e

consagración al trabajo, sentido de

pertenencia, deseo de hacer las cosas con

perfección, como fanatismo.

El fanatismo crea prosélitos y su principal

intento es reducir el otro a la propia opinión.

Avanza con preconceptos y clasificaciones

maniqueas, todo el bien por un lado y todo el

mal por el otro lado. El fanatismo no acepta

críticas ni acepta cambios y desconfía

c o n t i n u a m e n t e d e l a s d i s t i n t a s

manifestaciones de libertad.

Sin embargo, para estar en línea con nuestro

tema citaré un ejemplo muy conocido por

todos: el fanatismo de los seguidores de

Diego Armando Maradona.

En 1987 con 60 años de existencia el equipo

Nápoles de Italia consiguió el Campeonato

por primera vez, en gran parte por mérito de

Maradona. Se celebró en el estadio, en las

calles, en los hogares y en cualquier parte

del mundo donde vivía un napolitano. El

pueblo napolitano es creyente pero

t re me nd i s t a y f u nd ame nt a l me nt e

supersticioso. Nunca las iglesias se vieron

tan colmadas como en los últimos tres días

antes que terminara el torneo. El domingo

del triunfo cuando el árbitro Pairetto, tras

un lateral, pidió el balón y marcó el final, de

las cuatro tribunas surgió un último

suspiro, un unánime suspiro que sacudió

el alma de los ochenta mil espectadores en

un grito unánime ¡Diego! ¡Diego!

¡Diego!... Gritaban solamente eso.

Simplemente eso: su nombre. La ciudad

continuó el festejo durante días. Música y

estruendo se confundieron en un carnaval

sin límites. Diego, Diego, Diego repicaba

en los oídos y en el alma de todos. El

orgullo argentino, el conmovedor orgullo

argentino había sido transformado por los

napolitanos agradecidos desde el día del

título, en san Diego Armando.

En 1998 en Buenos Aires ha sido instituida

la Iglesia Maradoniana con su propio

Decálogo y Padre Nuestro. Desde 2006

celebra también matrimonios con

juramento especial sobre el balón y sobre

la imagen del D10. El sacramento del

matrimonio según la Iglesia Maradoniana

se celebra mediante un juramento sobre la

autobiografía de Maradona y sobre un

balón de fútbol, obviamente delante de un

altar donde campea un gran afiche que

representa a Diego, y también se da el

intercambio de los anillos. La Iglesia tiene

unos ochenta mil adeptos presentes en

sesenta países del mundo.

Cuando Maradona cumplió 43 años se

reunieron 200 miembros de esa Iglesia

en Buenos Aires y esa fecha marcó el

comienzo del año 43 D.D. (después de

Diego) para los “adoradores” del capitán

de la selección argentina campeona del

mundo en 1986.

revista3

D E L F A N A T I S M O

Agostino Abate Pbro.Docente

Universidad del Quindío

/ / Edición 13 Noviembre 2012

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revista / / Edición 13 Noviembre 20124

En la vida, a diferencia del fútbol, no existe el empate. Agostino lo había entendido mucho antes del silbatazo que daba inicio a su breve existencia sobre esta tierra. Agostino Di Bartolomei, había comenzado a dar sus primeras patadas a un balón en una de esas pequeñas canchas de la periferia romana. En poco tiempo, sin embargo, alcanzó a ser el número “10” del equipo Roma, el ídolo de “Los muchachos de la curva sur”, cuando su actual número “10” Francesco Totti, era todavía un niño en pañales, y sería aclamado como Ago el campeón. Era un hombre vertical, pensaba que la vida estaba llena de pases, a veces largos, a veces cortos y estrechos por la conciencia limpia de un verdadero hombre. Ago era un filósofo de la esfera y antes de cobrar una falta con sus famosos tiros-bomba, reflexionaba irónicamente acerca del misterio de la existencia.

Cuando anotaba un gol, en lugar de exultar loco de alegría y lleno de tatuajes como un Osvaldo de ahora, se encaminaba seráfico hacia la mitad de la cancha con el balón bajo el brazo, repensando el último museo de arte que había visitado el día anterior.

Agostino Di Bartolomei, 470 partidos en el torneo italiano, símbolo por años de la Roma, campeón de Italia de 1983, llegó a una final de la Copa de Campeones el 30 de mayo de 1984 contra el Liverpool: su Roma perdió por penaltis en el Olímpico de Roma. Desde aquella noche Ago no tuvo paz. No obstante las peticiones populares, Di Bartolomei se despojó de su segunda piel, la camiseta “giallorossa” para ponerse la rojinegra del primer Milán berlusconiano.

Un día sin embargo, el pasado ebrio de amor y el presente ávido de revancha, le jugaron la broma de enfrentarse y anotar el 2-1 a mamá Roma, y aquella fue la única vez que lo vieron festejar. Pero era el desahogo del amante traicionado. Fue en realidad el mundo del “calcio” desde siempre turbio y cómplice de un país que raramente premia los gestos de honestidad, el encargado de traicionar a Ago, el hombre triste y solitario, que frágil

ú n i c a m e n t e c o n o c i é n d o l a s perfectamente podrás poner a producir al máximo tus talentos.

3) Sé leal con el adversario. Nunca entres en la cancha con la intención de hacerle daño a alguien. Diviértete, el fútbol es alegría.

4) Ten el respeto máximo para con el árbitro y los auxiliares: recuerda que también ellos pueden equivocarse porque no es fácil dirigir un partido.

5) A l i m é n t a t e d e f o r m a equilibrada. Nutrirse bien no significa comer demasiado, sino comer con criterio eligiendo al imentos con a l to valor nutritivo.

6) Recuerda siempre que antes de ser un futbolista debes ser un atleta, la condición física en el fútbol es fundamental.

7) El gran capital de un futbolista es su cuerpo. Cuídalo, toma el d e s c a n s o n e c e s a r i o p a r a recuperar las energías gastadas diariamente.

8) De toda lesión deberás hablar bien sea con el preparador físico, con el médico del equipo, con tu entrenador. No escondas nada, por pequeño que sea el percance.

9) Después del entrenamiento y el p a r t i d o , h a z u n a d u c h a r e s t a u r a d o r a y s é c a t e b i e n … T r a t a a t u s p i e s exactamente como lo hace un pianista profesional con sus manos.

10) Recuerda que el fútbol es sencillez.

Fragmento extraído de un artículo de Massimiliano Castellani

del diario italiano L'Avvenire del 17 de septiembre de 2012.

e indefenso iba hacia su trágico fin.

A los 39 años, Di Bartolomei como signo de gratitud por todas las emociones que había regalado a la gente en los estadios, pedía realizar un único sueño: enseñar a los niños las maravillas de “este espléndido deporte”. Decir a los más pequeños, todavía no contaminados por el mundo podrido de los adultos, y con el tono afectuoso de un padre: “Recuerda que el fútbol es sencillez”. Era el último mandamiento se su decálogo escrito e insertado en un libro titulado, el Manual del fútbol. Un manuscrito salido de una de aquellas gavetas cerradas para siempre, como su secreto de eterno muchacho crecido de prisa y también con la misma prisa arrancado a la vida.

Una trágica fatalidad quiso que exactamente diez años después de aquella final, el 30 de mayo de 1994, Di Bartolomei se quitase la vida. “¿En comparación a la grandeza de una vida humana, al amor de una esposa y de dos hijos, no era aquello si no un estúpido partido de fútbol?” escribió su hijo Luca. Y fue precisamente Luca quien al abrir aquella gaveta de recuerdos encontró, El manual del fútbol.

Una ética que Ago había hecho suya y que quería divulgar a través del más popular de los deportes. Páginas que habría querido leer durante los entrenamientos con los muchachos de una escuela de fútbol que nunca nació. Porque todas las puertas se le cerraron. El fútbol es un juego y tú eres fundamentalmente triste, le decían. Ago no era por nada un hombre triste, y todos los que lo conocían de verdad, lo sabían muy bien. Sabía que el deporte es un juego. A un muchachito un día le gritó: “Trata tus pies exactamente como un pianista de profesión… Diviértete. El fútbol es alegría”.

1) El fútbol es un juego de equipo. Nadie puede ganar un partido solo.

2) Aprende las reglas del fútbol,

Los mandamientos del balón

El decálogo de Ago,

el sencilloel sencillo

Massimiliano Castellani

Foto: taringa.net

Page 5: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Desde el mundial de fútbol de 1998 en

Francia, Colombia no participa en el más

grande evento de selecciones. Ya han

pasado tres mundiales donde las flojas

campañas, los malos manejos por parte

de la Federación y la falta de fortaleza

mental nos excluyen de la gran justa, tan

sólo nos queda ver los partidos por

televisión, sin la pasión que despierta

apoyar los colores del país.

Han pasado tres campañas que muchos

analistas catalogan como fracasos,

exceptuando la última alegría que

recuerdan los colombianos, el título de la

Copa América 2001 que se llevó a cabo en

nuestro país. Pero en el análisis general,

el fútbol colombiano retrocedió en los

últimos años, lejos quedó aquella época

dorada y la gran contribución del Pibe,

Asprilla, Leonel y compañía.

Variedad de técnicos se han sentado en la

silla caliente de la selección, Francisco

Maturana tomó el puesto de Luís

Augusto García a media eliminatoria

para el mundial de Corea y Japón 2002,

luchó hasta el final pero por diferencia de

goles no logró su cometido, Reinaldo

Rueda tomó el puesto de Maturana para el

mundial del 2006 en Alemania, el

resultado fue el mismo con la única

diferencia que se perdió el cupo por un

punto.

Ahora bien, si hablamos de la clasificación

para Sudáfrica 2010, campaña iniciada

por Jorge Luis Pinto, continuada con el

estratega Eduardo Lara, Colombia llegó a

la última fecha sin ninguna posibilidad.

A inicios del 2011, la selección fue tomada

por el controvertido Bolillo Gómez, quien

rápidamente dejó su cargo a principios del

2012 por su problema, ya muy conocido,

con una mujer.

Para la eliminatoria que transcurre,

Colombia sonaba como favorita por la

camada de jugadores jóvenes y exitosos en

el exterior, pero el inicio no fue el mejor,

debido a las dudas transmitidas por la

inexperiencia del buen estratega Leonel

Álvarez, que suprimió la calidad del

excelente material futbolístico con el que

contaba.

Una acertada decisión por parte de los

directivos fue darle el manejo de la

selección al argentino José Néstor

Pekerman, quien acomodó las piezas e

introdujo en la mente de nuestros

jugadores el ideal de buscar la victoria

completa, olvidando el conformismo en

que vivíamos.

E l j u g a d o r c o l o m b i a n o s e h a

conformado con muy poco y por tal

motivo el fútbol se ha estancado en la

balanza de la irregularidad y de las

decepciones. El nuevo cuerpo técnico,

con su fi losofía y pensamiento

triunfador arropó a los jugadores,

formando una familia, que comanda con

paso firme su ruta a la Copa Mundo

2014.

Hoy en día el furor de la tricolor contagia

a todo el país, que unido apoya en cada

partido a los dirigidos por Pekerman, y

alimenta el espíritu con su gran deseo de

ir al mundial 2014. Cada fecha Colombia

da pasos agigantados, con el ferviente

empeño de no estancarse en la puerta y

conseguir al fin el anhelado objetivo,

estar en la cita mundialista de Brasil.

revista5

CAMBIODE IDENTIDAD

Foto: deporteespectacular.com

Héctor Luis Galindo Naranjo

Universidad de Ibagué

Estudiante de Comunicación Social Periodismo

/ / Edición 13 Noviembre 2012

Page 6: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

revista / / Edición 13 Noviembre 20126

¡Vea! para un deporte se necesitan dos,

vos y yo. Nadie más. Si no querés, pues

allá vos, pero dejáme contarte primero.

Lo he bautizado Chamborilerilerom.

Con decirte que si aceptás mi juego,

ninguno de los dos perderá, he creado un

sistema para que ninguno pierda. Esto es

novedosísimo. Yo de vos, aprovechaba

rápido y me unía porque sólo queda un

cupo.

¡Ah!, se lo que estás pensando, que si no

hay perdedor, entonces pa' qué

esforzarse si siempre se podrá ganar; que

sería muy fácil, que qué sentido tiene

eso. Hacéme caso, ¿Reglas? No, nada de

eso, pa' que, si en el Chamborilerilrom no

va haber competencia. Que no te he dicho

que la rivalidad ha creado conflicto, es

que no viste cuando la selección de fútbol

perdió, se armó un zafarrancho de aquí a

Pekín, que el país entro en la olla, que no

te acordás que hasta los vidrios de tu casa

los quebró esa caravana de motociclistas

histéricos, que tu mamá se puso toda

verrionda, y que le tocó barrer al otro día.

Je je je yo si me acuerdo de eso, hermano.

¿Es que ya no te he dicho que no se

celebra el triunfo, sino la caída de los

otros? Es injusto, hermano, que haya tan

sólo un campeón de 32 que participan. Lo

que quiere decir que el 99,9 % de los seres

humanos vamos a ser perdedores. Sí, yo

sé cual es tu argumento, que antes vos

fuiste un espermatozoide, que le ganaste

la carrera de la vida a tus hermanos, bla,

bla, bla. Pero es que si te fijás bien,

murieron millones y se fueron por el

retrete otros tantos, y vos quedaste solo,

cabezón y piernilargo. Pero de eso no

vamos a hablar ahora. Dejá de hacer esa

cara de boloncho y más bien prestáme

Pero ni creás, no lo hago de rabón, lo hago

por los otros, lo hago por ¡vos! mi pana,

mi camarada o es que no sos mi mejor

amigo, decíme de una vez y yo no te

vuelvo a hablar ¿Qué hay de vos cuando

perdás?, pobre de vos que nunca has

perdido, decíme que será de vos cuando

probés el amargo sabor de la derrota.

Enhorabuena, os doy una última

oportunidad; vosotros cambiareis el

nombre de vuestro deporte si os queréis,

de Chamborilerilerom por Marioball o

Mariobolas, en vuestro honor, caballero,

todo os está permitido…

¯…Ya déjate de tantas películas

Federico, corréte que estás tapando la

meca. Es que creés que me voy a comer

ese cuentico, Nooo hermano, quítate más

bien, no me distraigás que voy a lanzar la

bola. ̄ La lanza, falla¯. Ah, si ves, por tu

culpa. Más bien dale que es tu turno.

Haber, pongo la bola entre el dedo gordo

y el corazón, apoyo la bola con el dedo

índice de mi mano contraria. Soplo la

bolita, por si las moscas. Pongo ojitos

chinos, retengo, retengo, y… ¡lanzo! ¯

Chaquiti, chaquiti POOM ¯. Ah, ¡Le di,

gané! ¡Perdiste, perdiste, perdiste! El

dulce sabor de la victoria. Yo gano, tu

p i e r d e s , y o g a n o , t u p i e r d e s ,

P E R D E D O R, perdedor, sos un

PERDEDOR, y Pasá pa´acá esas bolas

colombinas, las chinas, las petroleras, los

bolonchos, las chiquitas y las de los

helados. Yo soy Federico el Grande, el

victorioso, el magnifico. El gran

recolector de tesoros del mundo.

¡ C h a m b o r i l e r i l e r o m !

¡Chamborilerilerom!

atención: hay que buscar un deporte en el

que ganemos los dos (vos y yo). Hay que

cambiar el sistema, hermano. Eso es

como aquello que nos enseñan en la

escuela, cómo es que le llaman, lo tengo

en la punta de la lengua, el… el

capitalismo. El capitalismo, ¿No te

acordás? En clase de historia, esa

memoria tuya no da pie con bola.

Tenemos que liberarnos de nuevo de

España, (que si te fijás bien, nos la tiene

montada en el fútbol) revolucionar el

deporte, hay que volver el deporte

comunista, “camarada”. Que se

comparta la victoria, como se comparte el

pan, que no haya jueces porque donde hay

jueces hay injusticia, (y vos más que nadie

sabe que a mí no me gusta la injusticia).

Más bien decíme que sí y jugamos

Chamborilerilerom.

Sí, yo sé lo que está pasando por tu cabeza,

que sin reglas, ni arbitro, ni fans, el

Chamborilerilerom no sería deporte.

Pero ufff, yo digo que sí, creéme, o cuándo

te he dicho yo mentiras, ¡haber cuándo!

Y no me mirés con esos ojitos de sapo que

tenés, porque no soporto que me creás un

mentiroso, no vaya a ser que te ganés un

pescozón mío. En qué iba. Ah sí, que el

99% de las veces estemos destinados para

perder es un sistema muy primitivo: ley

de animales en la selva. Hay que caminar

hacia el progreso, transformar la lucha de

clases. Derrotar la esclavitud deportiva,

los mismos ganan, los mismos pierden.

¡Ah! Ya estoy es verraco chino, ¡verraco!

¡Ve! Imaginémonos un mundo sin

perdedores. Eso sería lo máximo, ya sé

que vos pensás que todo lo que estoy

diciendo lo digo porque no soy bueno ni

para el fútbol, ni el baloncesto, ni el

atletismo, ni el ciclismo, ni para nada. Dayron Londoño Cubides

Universidad del Quindío

Estudiante de Comunicación Social Periodismo

Chamborilerilerom.. ..

... .. .

.. .. .. ..

. ...

..

Page 7: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Si algo faltaba para exacerbar y hallarles

cauce a prosaicas pasiones en el

comportamiento humano, en tiempos de

vertiginosos cambios, declive de toda

suerte de… ismos y guerras, distancias

extintas, orbital imperio de la electrónica y

el mercado, sociedad del tercer milenio, a

partir de la invasión de los mass media, se

ha redescubierto, se ha redefinido, el rol

social del deporte. Desde luego no me

refiero a la actividad que combinaba fuerza

y habilidad corporal con la mente, con

aquel indefinible que convenimos en

llamar alma, sin propósito de beneficio

material; origen y sostén del llamado

espíritu olímpico exaltado por el idealismo

de Pierre de Coubertin, esgrimido en el

discurso pedagógico como deseable

empleo del tiempo no lectivo en la juventud

estudiantil. El olimpismo, la búsqueda de

perfección espiritual, la afirmación de

valores positivos en la persona y en sus

colectivos, como la disciplina, el esfuerzo,

el alcance de metas, la solidaridad, por

medio de la actividad deportiva, dio paso

hace ya un siglo al deporte espectáculo, al

deporte negocio; en años más recientes, al

deporte dentro del marco de la concepción

neoliberal de la sociedad, la economía y la

política. En el escenario contemporáneo,

cual acciones del infeliz Rey Midas, todo

cuanto se acerque al ámbito humano, aun

los sentimientos, se convierte en mercancía

transable en dinero. El deporte no escapa.

Usado hace tiempo, quizás desde el

surgimiento de la modernidad, como

instrumento de control de multitudes, de

canalización inocua de energía personal y

social, el deporte-espectáculo es hoy,

además de inagotable fuente de dinero -más

en beneficio de avezados empresarios o de

apostadores clandestinos que de los mismos

deportistas-, expresión de elementales

instintos e ímpetus. Masas anuladas en la

brega cotidiana por la subsistencia,

acosadas por carencias de afecto,

atomización familiar y frustraciones de todo

orden, de espaldas a la participación

ciudadana, al involucramiento en temas

públicos, sustraídos de su campo de interés

entre otros factores por el desprestigio de

atavismos políticos, hallan en la emoción

deportiva un refugio distractor. Para

contento de gobiernos ineptos, corruptos,

siempre existe la alternativa del fútbol. Un

equipo profesional, una selección nacional,

con figuración y protagonismo en alguno de

los publicitados torneos, sirve de

apaciguador, de eficaz amortiguador de

descontentos. “Pan y circo”, expresión del

poeta latino Juvenal, síntesis perfecta de la

manida estrategia de control social,

encuentra más que nunca aplicación en

nuestras precarias sociedades.

En el “hinchismo”, entendido como la

identificación o apego a un deportista o a un

equipo, a una enseña, el individuo suple la

falta de un propósito colectivo, una filiación

simbólica o real a una causa, solidaridad

entre adherentes, sentido de pertenencia. Si

a tal actitud se agregan componentes

perversos característicos del fanatismo en

cualquiera de sus manifestaciones,

obtenemos el explosivo resultado de las

“barras bravas”, hordas reactivas con gran

poder de destrucción, terror dentro y en

vecindades de los estadios. Bajo pretexto

de afición deportiva, cánticos y consignas a

toda voz, movimientos corporales de

evocación fascista, pieles tatuadas y

pintarrajeadas como para una batalla entre

tribus, la intransigencia, la violencia, se

hacen presentes. No importa el contendor,

tampoco el resultado a favor o en contra del

equipo de sus preferencias; cualquiera sea

el rival en el campo de juego o el marcador

final, la ferocidad del barra brava se

manifiesta.

A veces dentro, a veces por fuera del

terreno donde se desarrollan las lides, la

violencia ha hecho presa del deporte. La

sangre, la contundencia de los golpes

trascienden el ring de boxeo o similares y se

toma, como en el caso del fútbol, las

graderías atestadas de espectadores.

Instintos fuera de control por el marco

mismo del espectáculo, sumados al fervor

colectivo del momento, a la fidelidad y

apego a una enseña, un color, un escudo o

bandera, convierten a los fanáticos en seres

elementales dispuestos a causar y recibir

daño, con el señuelo de la confrontación

“deportiva”.

¿Es de veras la violencia en los escenarios

deportivos motivo de desvelo para

gobiernos, autoridades policivas, o para los

mismos protagonistas?, ¿es acaso válvula

de escape de pasiones reprimidas

cuidadosamente calculada y permitida por

la misma sociedad?

No sería extraño que una sentencia de la

Corte Constitucional de Colombia

declarara la violencia en el deporte como

tradición cultural, tal como ocurrió con la

malograda prohibición de la actividad

taurina.

revista7

Hugo Hernán Aparicio Reyes

Radicado en Calarcá Quindío

Cronista bogotano

DEL OLIMPISMO las barras bravasA

Fotografía: Ricardo Vejarano

/ / Edición 13 Noviembre 2012

Page 8: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

revista / / Edición 13 Noviembre 20128

En términos normales no es más que un

perímetro de forma rectangular, cuyas esquinas

se encuentran levemente curveadas, en su borde

externo hay varias tribunas que lo rodean de

manera casi total, mientras que en su borde

interno hay un edificio en forma de pagoda, una

torre luminosa que indica posiciones desde el

número 1 hasta el 33, una sección de garajes y

algunos otros edificios.

El Indianapolis Motor Speedway fue construido

en 1909, y ese mismo año fue testigo de los

primeros eventos de carreras de los que se tenga

registro, una carrera de globos y una de

motocicletas. Pasaron 2 años para que se llevara

a cabo la primera carrera de automóviles. Tal

evento ocurrió el domingo 30 de mayo de 1911,

que hace parte de las celebraciones del

“Memorial's day” o día de los caídos para

conmemorar a los soldados norteamericanos

muertos en combate. El ganador de esa mítica

carrera fue Ray Harroun a bordo de un vehículo

de la marca Marmon pintado de color amarillo,

por la forma del mismo, recibió el sobrenombre

del Avispón Amarillo o “Marmon Wasp” en

inglés. Desde entonces, se corren las 500 millas

de Indianápolis el último domingo de mayo con

toda la parafernalia que esto implica.

Yo nunca he estado ahí, pero es de los lugares

que conozco a fuerza de ver mapas,

transmisiones por TV, fotografías satelitales,

documentales y cuanto registro audiovisual pase

por mis manos. Sé que queda a algo menos de 8

viento. Durante las 200 vueltas que dura la

carrera, el sonido de los motores es todo lo que se

necesita para experimentar ser parte del evento

con mayor cantidad de asistentes a un escenario

deportivo, 500 mil almas sentadas viendo el

espectáculo automovilístico más grande del

mundo.

Si algún día llegase a ir, quiero sentarme en las

gradas de la curva 3, la penúltima del trazado

oval, no es la ubicación más cómoda para ver la

carrera, si hace un día soleado, puesto que no hay

cubierta para protegerse, pero quienes somos

aficionados a las 500 millas de Indianápolis,

sabemos que no hay nada más sobrecogedor que

saludar a los pilotos en la vuelta de formación,

mejor si es con una gorra en la mano. Es extraño

que usted apreciado lector entienda de qué se

trata, pero tiene su encanto, por muy estúpido

que parezca, hasta yo lo hago mientras la inerte

pantalla del televisor muestra a los vehículos

pasar por la curva 3 en las vueltas de formación.

Han pasado miles de historias en ese óvalo, sé de

parejas de esposos que se conocieron un último

domingo de mayo y ahora llevan a sus nietos a

ver cada año las 500 millas de Indianápolis,

también sé de personas que compran abonos

para ir a la carrera durante 20 años consecutivos.

Para nosotros los latinos acostumbrados a otros

deportes resulta extraño que algo como una

carrera de autos genere tanta pasión, pero aquí

me veo, contando los días que faltan para el

último domingo de mayo.

kilómetros del área urbana de Indianápolis, al

noroccidente para ser más precisos. Las curvas 1

y 2 del trazado dan al sur mientras que las 3 y 4 al

norte. También sé que el Indianápolis Motor

Speedway tiene la particularidad de ser parte de

la ciudad de Speedway Indiana, es decir, la

construcción de la pista dio paso a una ciudad,

entre otras cosas, para salir del paso de la alta tasa

de impuestos que impondría un escenario

deportivo de ese tamaño.

El último domingo de mayo es para mí una

celebración especial, quienes me conocen saben

que no en vano ese día me siento más feliz que si

estuviera en navidad, año nuevo o incluso mi

propio cumpleaños que también es en mayo. Ese

día repaso algo de mi archivo personal sobre la

historia de la carrera, y espero con ansias todo el

ritual previo a la carrera, desde ver al cantante

Jim Nabors interpretar “Back Home Again in

Indiana” acompañado de la banda marcial de la

Universidad de Purdue, hasta esa frase que

desencadena litros de dopamina en el cerebro

que no dice nada más que “Ladies and

Gentlemen, start your engines” (Damas y

Caballeros, enciendan sus motores).

Las vueltas previas de los 33 automóviles que

participan cada año son momentos de extraña

euforia, porque yo estoy aquí, sentado a miles de

kilómetros de distancia contagiado por una

mística particular, la de la velocidad; aquí no hay

barras bravas ni cánticos de aliento, no se lucen

camisetas, tampoco se sacuden banderas al

ultimo Domingo de Mayo

Foto: answers.com

Juan Francisco Jaramillo

Universidad del Quindío

Comunicador Social Periodista

Page 9: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

El deporte ha estado presente en la historia de la humanidad desde sus inicios… Aparecen las prácticas competitivas en los registros de las más antiguas civilizaciones y también, por supuesto, sus protagonistas. Desde tiempos remotos el deporte en sus diversas manifestaciones ha movido las emociones de los pueblos, ha hecho parte de las más profundas sensibilidades humanas y ha propiciado la movilización de sus fervores y aficiones. Se puede decir, que desde sus inicios, la humanidad ha experimentado pasión por el deporte.

Es bueno que los eventos deportivos

movilicen emociones humanas, es genial que una comunidad se congregue alrededor de un partido de fútbol o de baloncesto, que acompañe a un atleta que vistiendo la camiseta de su respectiva Nación – o territorio –, se convierte en embajador de buena voluntad.

¿Cómo olvidar el legendario marcador 5 a 0 del partido Colombia – Argentina? ¿O el heroísmo de “Luchito Herrera”? ¿O la fuerza y constancia de María Isabel Urrutia? ¿O la magia que en la cancha tenían personajes inolvidables como el “Pibe Valderrama”? ¿O el vértigo de Juan Pablo Montoya que pone a “rodar” los sueños de tantos colombianos? ¿O la

sonrisa victoriosa de Mariana Pajón? La lista es extensa, porque las glorias de nuestros deportistas son el orgullo de la Nación completa y porque los momentos donde se agita con fuerza el patriotismo, es cuando ondea, en un escenario deportivo, nuestra bandera.

Es importante recalcar que este fervor, debe tener una orientación constructiva. La pasión por el deporte no puede tornarse en exclusión o violencia en cualquiera de sus manifestaciones, debe serlo en torno a conductas positivas como:

revistarevista / // / Edición 13 Edición 13 Noviembre 2012Noviembre 20129

Ángela María Alzate Manjarrés

Conferencista - Columnista diario La Crónica

Abogada Universidad La Gran Colombia

Primero: Disciplina. Es quizás la palabra emblemática de los triunfadores en las disciplinas deportivas y debe ser el ejemplo que tomemos todos. Persistencia, constancia, consistencia en el entrenamiento y en la búsqueda de los ideales. De nuestros admirados deportistas podemos todos aprenderla e imitarla.

Segundo: Sana competencia. Competir es bueno, genera que cada cual busque dentro de sí lo mejor que tiene, para orientarlo hacia la búsqueda de la victoria. Es bueno que la competencia esté acompañada del reconocimiento de las cualidades del contendor, y del mejor trato hacia él, y por supuesto, hacia sus seguidores. La competencia debe ser edificante, y generar armonía, nunca lo contrario.

Tercero: Respetuosa afición. La vocación de la afición es acompañar con su energía, confianza y entusiasmo a sus deportistas. Debe ser un factor generador de positivismo y ser ejemplo y orgullo. El acompañamiento en los escenarios deportivos, puede ser avasallador con su alegría y frenesí, manteniéndose siempre dentro de los límites del respeto y las buenas maneras.

Cuarto: Tolerancia con los contendores. Quienes piensan diferente, tienen otras inclinaciones o convicciones, o han movido su propia pasión hacia otros deportistas o equipos, no deben por ello ser estigmatizados, excluidos o maltratados. Al contrario, tener contendores es parte de la emoción en el deporte, y por eso, deben ser tratados de la mejor forma posible con altura y gentileza.

Pasión por el deporte

Fotos: Oficina de Prensa Deportes Quindío

Page 10: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

DeportivoDiferentes actividades, dinamicas y manualidades que permiten explorar opciones de vida a traves de la educacion, a ninos entre los 7 y 13 anos en el barrio Regivit de la ciudad de Armenia, hacen parte de un proyecto

comunicativo, el cual integra a los padres; fomentado por Maira Escobar, Jessica Quintero, Ivone Valencia, Camila Álvarez y Alejandro Camelo, estudiantes de VI semestre de Comunicacion Social - Periodismo

de la Universidad del Quindio.

Agradecemos al grupo de trabajo por la recopilacion del material para esta seccion.

Diferentes actividades, dinamicas y manualidades que permiten explorar opciones de vida a traves de la educacion, a ninos entre los 7 y 13 anos en el barrio Regivit de la ciudad de Armenia, hacen parte de un proyecto

comunicativo, el cual integra a los padres; fomentado por Maira Escobar, Jessica Quintero, Ivone Valencia, Camila Álvarez y Alejandro Camelo, estudiantes de VI semestre de Comunicacion Social - Periodismo

de la Universidad del Quindio.

Agradecemos al grupo de trabajo por la recopilacion del material para esta seccion.

Maria Helena SandovalCoordinadora El Rollito.

Page 11: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Maria Helena SandovalCoordinadora El Rollito.

Diferentes actividades, dinamicas y manualidades que permiten explorar opciones de vida a traves de la educacion, a ninos entre los 7 y 13 anos en el barrio Regivit de la ciudad de Armenia, hacen parte de un proyecto

comunicativo, el cual integra a los padres, fomentado por Maira Escobar, Jessica Quintero, Ivone Valencia, Camila Álvarez y Alejandro Camelo, estudiantes de VI semestre de Comunicacion Social - Periodismo

de la Universidad del Quindio.

Agradecemos al grupo de trabajo por la recopilacion del material para esta seccion.

Diferentes actividades, dinamicas y manualidades que permiten explorar opciones de vida a traves de la educacion, a ninos entre los 7 y 13 anos en el barrio Regivit de la ciudad de Armenia, hacen parte de un proyecto

comunicativo, el cual integra a los padres, fomentado por Maira Escobar, Jessica Quintero, Ivone Valencia, Camila Álvarez y Alejandro Camelo, estudiantes de VI semestre de Comunicacion Social - Periodismo

de la Universidad del Quindio.

Agradecemos al grupo de trabajo por la recopilacion del material para esta seccion.

Page 12: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Danilo Gómez HerreraPeriodista deportivo Caracol Radio

revistarevista / // / Edición 13 Edición 13 Noviembre 2012Noviembre 201212

Identificarse con unos colores, una divisa

deportiva o un deportista en particular es algo

que mueve a muchas personas dentro de esa

inclinación del ser humano por creer en algo o

pertenecer a un grupo determinado. En charlas

de café, en tertulias, o en el sitio de trabajo es

muy común encontrar un punto de discusión

ligado con el mundo del deporte, porque es

importante tener una opinión, y hacerse

escuchar genera un vínculo.

En el trasegar periodístico por más de tres

décadas he sido testigo de la transformación

que sufre una persona metida en el plan de

hincha o fanático del deporte. En el estadio no

hay diferencia de clases sociales. Quienes están

en el círculo del poder y quienes están para

obedecer, integran la misma masa que llega

hasta el paroxismo con una victoria, o explota

sin control para demostrar su inconformidad

ante la derrota.

Allí la pasión no tiene límites y todos los

individuos convertidos en un colectivo, ven la

vida con otros ojos. La razón es desplazada por

el desenfreno y eso queda ratificado en una

reacción en cadena perdiendo el control de las

emociones, (se han visto estampidas mortales o

invasión de la cancha con nefastas

consecuencias). Muchas veces hemos oído

hablar de ese monstruo de mil cabezas que es el

público, aquellos que quieren desahogar las

tensiones, las frustraciones del hogar y la

oficina.

Pero también, hemos sido testigos de

manifestaciones espontáneas por la aparición

de algunos deportistas que han puesto muy alto

la bandera de Colombia.

En los tiempos de Juan Pablo Montoya en la

Fórmula Uno, muchos se volvieron expertos en

automovilismo y se convirtieron en fieles

madrugadores. Los medios de comunicación

adelantaron un seguimiento y una campaña de

promoción que provocó el interés general. Comenzando la década de 1990, muchas

los locutores deportivos.

Es muy frecuente escuchar algunas críticas que

apuntan a los hombres del dial, advirtiendo que

el apasionamiento en la forma de transmitir el

mensaje fue el combustible de algunas

reacciones brutales de los hinchas. Todo puede

ser posible en un medio donde la improvisación

y el ingenio dominaban la escena, sobre todo en

la transmisión del torneo del fútbol colombiano

donde se identificaron periodistas con

camiseta.

¿Cuántas veces usted sintió que estaba viendo

el partido o la carrera de ciclismo? Todo gracias

al poder de la descripción, y a ese juego

gramatical cargado de adjetivos que nos

pintaban la llegada de Lucho Herrera a la meta,

o un gol de Willington Ortíz con la Selección

Colombia. Hoy disponemos de la imagen y

muchos ´pelaos` saben recitar de memoria la

alineación de cualquier club del balompié

europeo. Y son críticos, e identifican a los

buenos futbolistas, o basquetbolistas de la

NBA. En la creación de una afición y de tantos

ídolos que marcaron el camino de los Falcao y

compañía, que triunfan hoy, estuvo el mensaje

de esos hombres invisibles que le trasladaron la

cancha a la comodidad de su hogar en el relato

deportivo radial.

Un mal ejemplo para nuestros hinchas y

fanáticos fueron las temibles barras bravas

inglesas, calificados como los hooligans,

protagonistas de una de las tragedias más

grandes en la historia del fútbol. 41 personas

murieron en la tribuna del estadio de Heysel en

Bruselas en 1985, antes de iniciarse la final de

la Liga Europea entre Liverpool y Juventus por

el ataque brutal de esos hinchas ebrios y

drogados. En Colombia el Congreso ha

expedido medidas, que reglamentadas por el

gobierno, pretenden regular la presencia de

los violentos en los estadios de fútbol. Está

claro que quienes ingresan a un estadio con el

propósito de agredir a los hinchas del equipo

rival, sin importarle el espectáculo futbolero,

deben ser erradicados del ambiente de las

barras.

Las barras bravas:

personas desconocían lo que era Parmalat, pero

lucían esa camiseta porque en Italia Faustino

Asprilla anotaba goles espectaculares con el

equipo Parma que era patrocinado por esa

marca de lácteos. En la década de 1970, en los

tiempos de Pambelé, recordado durante estos

días al conmemorarse los 40 años de la

obtención del título mundial de Boxeo,

seguíamos sus combates con inusitado interés

pegados a la transmisión radial.

Quién no recuerda a nuestros narradores que

acompañaban el canto de los gallos con su relato

épico y madrugador de la consagración de

Lucho Herrera en los Alpes franceses. Y en el

fútbol, todavía está fresco el recuerdo de

muchos pequeños que lucían esas pelucas

amarillas, para emular a Carlos ´El Pibe`

Valderrama en los momentos gloriosos de la

selección Colombia que asistió a los mundiales

de fútbol.

Existe el fanatismo deportivo, como también el

religioso, político, o vinculado con las estrellas

del espectáculo; es decir, el ser humano siempre

necesita descargar sus angustias, pero también

expresar su simpatía y admiración por quienes

fueron tocados por la magia y el talento de

dominar un arte en particular. Esos artistas de

la música y de la fatiga física que nos llenan de

emoción con sus triunfos, y nos causan

decepción con sus derrotas generan un vínculo

con la fanaticada, convirtiendo en ídolos a estos

personajes que en muchas ocasiones saltaron

del anonimato y la miseria a un estrellato para el

cual no estaban preparados.

En esta época de las redes sociales y la

comunicación al instante, hay un medio que

permanece con fuerza respondiendo a la dura

competencia con la imagen televisiva: es la

radio. Nuestro deporte fue construido por

grandes atletas y buenos dirigentes, pero

también tiene su propio relato, ese que

protagonizaron gargantas desgarradas con

ideas geniales de aquellos hombres invisibles,

La radio y el deporte:

Una pasión que transformaUna pasión

que transforma

Foto: Ricardo Vajarano

Page 13: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

El término Barra Brava nace de un

fenómeno que surgió a partir de los años 60

conocido como el ''hooliganismo''; que

hace referencia al hincha británico de

comportamiento violento y agresivo. El

concepto apareció en América Latina,

primero en Argentina, y luego se

extendió por otros países.

En Colombia, las barras bravas surgen en la

década del 90, con hinchas de ciudades

c o m o B o g o t á , M e d e l l í n , C a l i y

Barranquilla. En Ibagué, la pasión por el

fútbol comienza en 1950, en las canchas del

barrio Belén; se masif ica con la

construcción del estadio que comienza el 27

de Mayo de 1955.

Gracias al auge del fútbol en el Tolima, nace

en Ibagué la barra “Revolución Vinotinto

Sur” (R.V.S), creada en el año 2000 en los

salones de la Universidad del Tolima, por la

iniciativa de unos estudiantes que

buscaban unificar las diferentes barras que

existían en ese entonces en la ciudad de

Ibagué. La barra se empezó a conformar en

el año 1992, pasó por varios procesos y

nombres como: 1280 almas, Manicomio

Pijao, Gaitán y Barra de la Calle 25, hasta

que se logró consolidar la R.V.S.

“El loco” fue uno de los pioneros en la

creación de la barra e impuso el Bunde, el

aliento constante, los cánticos, las

banderas, los instrumentos y los viajes,

para que la barra y el equipo tuvieran un

mayor reconocimiento local, regional y

nacional.

El fútbol se convirtió en un símbolo cultural

generador de pasiones, así el equipo se

convierte en una parte de sí mismo para el

aficionado; y lo impulsa a defender sus

ideas incluso de manera violenta. “El futbol

despierta sentimientos muy bonitos ya

sean de felicidad o de tristeza y poco a poco

empieza a ser parte de la vida de uno”

afirma, Uriel Londoño “Ratón” líder de la

barra.

Evolución de las barras

En sus inicios, las barras bravas sólo tenían

presencia en los estadios y sus alrededores,

cuando las autoridades empiezan a tomar

el control total de los escenarios a causa de

los disturbios, los enfrentamientos se

desplazaron a otros puntos de las ciudades,

en los que la fuerza pública tiene menor

presencia.

Antes las peleas se generaban de manera

espontánea, hoy en día, la mayoría se

producen de forma premeditada utilizando

medios como Internet, específicamente las

redes sociales, para provocarse, ofenderse y

planear con anticipación encuentros

hostiles. “la barra es un sentimiento una

pasión, pero los pelados creen que esto es un

campo de peleas y aún no la tienen clara, es

por esto que se desvían del camino, pero

para eso estamos para ayudarles a

entender el verdadero significado de la

barra” afirma, “Carlitos” integrante de la

barra.

En sus inicios, las barras bravas eran

conformadas por personas de clase

trabajadora, hoy se puede notar lo híbrida

que es la composición social de estos grupos,

donde se pueden encontrar miembros de

distintas clases socioeconómicas, raciales y

culturales. Las edades de los integrantes

oscilaba entre los 35 y 40 años de edad, hoy

se encuentran entre los 12 y 25 años

aproximadamente, esto debido a la

masificación del deporte y a la flexibilidad de

algunas normas de ingreso a los estadios, “el

hecho que entren menores de edad al

estadio perjudica de cierta manera el buen

nombre de la barra, ya que los pelados son

difíciles de manejar y siempre quieren

imponer su ley” afirma “Ratón”.

En la actualidad y gracias a la presencia

constante de la fuerza policial y las

restricciones sobre las barras, estas

decidieron organizarse de manera

adecuada para imponer reglas dentro de la

estructura y de ese modo evitar disturbios.

¿Barrista o aficionado?

Se suele llamar barra brava a quienes

asisten al estadio a alentar, cantar, gritar y

apoyar al equipo, pero que al mismo

tiempo buscan problemas y atacan a sus

contrarios, creando así una mala

interpretación de los ideales que tiene una

barra.

Los aficionados también hacen parte de la

barra, pero ellos son conscientes del

verdadero objetivo e importancia que

representa asistir al estadio, “se dedican a

apoyar el equipo y están con él, gane o

pierda sin importar el rival o el resultado

del partido, su sentimiento y pasión lo

defienden con ideales más no con guerra”,

señala “Ratón”.

La violencia en el fútbol se genera por la

necesidad que sienten los barristas de

defender lo que representan, su club, su

ciudad, y sus colores; como ellos mismos

lo expresan, también por rivalidades

regionalistas que se han ido desplazando a

confrontaciones o por la intolerancia de

algunos que quieren hacer valer sus

creencias a toda costa.

A causa de la inexistencia de un

instrumento jurídico que penalizara a

quienes cometían actos violentos en los

estadios, estas acciones fueron cada vez

más frecuentes y difíciles de controlar por

parte de la fuerza pública.

Una problemática bien conocida es el

ingreso de menores de edad a las tribunas

populares, ya que son muy influenciables,

revista13

Barras, más que violenciauna pasión

/ / Edición 13 Noviembre 2012

Page 14: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Yuri Fernanda Vargas Sánchez

Universidad de Ibagué

Estudiante Comunicación Social y Periodismo

Fotografía: lahinchadatolimense.blogspot.com

Fotografía: tolima1954.blogspot.com

revista / / Edición 13 Noviembre 201214

estos menores en algunas ocasiones

“juegan a sentirse grandes”, y en la

búsqueda de emoción y reconocimiento

por parte de los demás integrantes de la

barra, realizan lo que creen hazañas físicas

y verbales en contra de sus oponentes.

“Hay quienes creen que el ingreso y

aceptación en la barra se da por lo

reconocido y malo que sea, pero no es así,

el verdadero requisito para lograr el

ingreso es querer al equipo y estar con él

en las buenas y en las malas” como asegura

Martha, joven integrante de la barra.

A petición de la comunidad en general, y de

los mismos miembros de las barras se

establecen la Ley 1270 del 2009, Comisión

Nacional para la Seguridad, Comodidad y

Convivencia en el Fútbol, y la Ley 1453 de

Junio de 2011 que hace reformas al código

de procedimiento penal, en lo que hace

referencia a la violencia en los estadios.

Luego de poner en marcha estos

instrumentos, el DETOL toma cartas en el

asunto debido a los constantes disturbios

protagonizados por hinchas no sólo del

Deportes Tolima, sino también de

equipos como América, Millonarios y

Nacional. Se decide entonces realizar la

integración comunidad, barras y policía,

así nace el proyecto municipal “Barras

Vivas, Futbol en Paz”, que tiene como

objetivo apoyar a las barras en sus

reuniones, generar conciencia ciudadana y

evitar problemas en el estadio y sus

alrededores.

Este plan surgió en el 2009, bajo el lema

“Vive la emoción con paz en tu corazón”, y

ha permitido controlar la violencia no sólo

microempresa, también se ofrece un

puesto en San Andresito donde tienen la

posibilidad de vender manillas, llaveros,

busos y elementos alusivos al equipo,

productos realizados por algunos barristas.

A demás de esto, con el acompañamiento

de la Policía Comunitaria, se ha logrado que

los miembros de la Revolución Vinotinto

Sur, poden, recojan escombros, basura,

arreglen y pinten las atracciones infantiles,

según “Ratón”, la acogida por parte de los

habitantes de los barrios Boyacá, Mártires y

Santa Helena, que fueron afectados por los

disturbios, es bastante buena y han

cambiado la idea que tenían con respecto al

barrista, se ha generado una conciencia y

una diferenciación entre barras y

aficionados, ahora se cuenta con un apoyo

por parte de la comunidad, Fidelina Castro

asegura, “Debido a la colaboración de la

policía y la orientación que se le brinda a los

de la barra he cambiado un poco mi

perspectiva entendiendo que por unos no

se puede culpar a todos y que los

verdaderos barristas que quieren al equipo

son quienes están aquí colaborando con la

comunidad”.

La Revolución Vinotinto Sur, es catalogada

como una de las mejores barras en el

Tolima, gracias a la buena labor que se

logró realizar entre policía, barra y

comunidad, logrando prevenir los

disturbios.

1. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2009/ley_1270_2009.html 2. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/2011/ley_1453_2011.html

1

2

dentro y fuera del estadio sino también

cuando las barras hacen presencia en otras

ciudades. Gracias al apoyo brindado por el

Departamento de Policía Tolima, se logró

coordinar el acompañamiento a los buses

de las barras con personal uniformado a los

diferentes estadios del país, generando una

unión con los diferentes Comandos de

Policía, donde las unidades policiales,

asumen responsabilidades para evitar

enfrentamientos antes, durante y al

culminar los encuentros.

Este plan no acoge sólo a los integrantes de

la Revolución Vinotinto Sur, sino que

también, cuenta con barras de Millonarios,

Nacional, América y Cali. Se brindan

capacitaciones en el sub-proyecto “Jóvenes

a lo bien”, dentro del cual se encuentran 42

jóvenes en el curso de corte de maquinaria

plana, 40 en panadería y 21 en mecánica,

generando así la posibilidad de crear

Page 15: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Foto: dailypeloton.com

Foto: rankopedia.com

.El 13 de julio del 2000, se corrió la etapa

número 11 del Tour de Francia de ese año,

un recorrido de 149 kilómetros entre

Carpentras y el mítico Mont Ventoux.

A nueve kilómetros del final un lote de seis

corredores comandaba la prueba, Joseba

Beloki (España - Festina), Richard

Virenque (Francia - Team Polti), Roberto

Heras (España - Kelme-Costa Blanca),

Jan Ullrich (Alemania - Deutsche

Telekom), Santiago Botero (Colombia -

Kelme-Costa Blanca) y Lance Armstrong

(EEUU – US Postal Service). Desde atrás

un longilíneo corredor con un vistoso

uniforme color rosa, ponía su físico a

prueba para tratar de conectar con el lote

de punta, era “El Pirata” Marco Pantini

(Italia – Mercatone Uno).

Mientras “El Pirata” luchaba para

recuperar los 24 segundos que lo

separaban de la punta, Virenque se

mantenía último en el lote líder, a la

expectativa, mientras tanto Ullrich ponía

paso seguido de cerca por el líder de la

prueba, el portador de la camiseta

amarilla, Lance Armstrong.

Después del retiro de Bernard Hinault y

Laurent Fignon, los franceses pasaron a ser

actores de reparto dentro su propia obra.

Cuando Richard Virenque despunto en el

deporte de las bielas y los pedales, los

anfitriones de la más importante carrera

ciclística por etapas del mundo, creyeron

que él los pondría de nuevo en lo más alto del

podio. Virenque es el corredor que más veces

ha logrado ganar la camiseta blanca con

puntos rojos en el Tour, se coronó siete veces

rey de la montaña (94, 95, 96, 97, 99, 03, 04)

pero nunca alcanzó el nivel que sus

compatriotas esperaban, además en el año

2000 se vio implicado en problemas de

dopaje y fue sancionado.

Faltando 5 kilómetros y medio para la

meta, mientras Virenque tiraba del lote de

punta, Pantani llegaba de atrás como una

exhalación para unírseles. Haciendo honor

al escenario en que se corría la etapa, “El

Monte Calvo”, este corredor con su alopecia

prematura, sus grandes orejas y sus típicas

arracadas mostraba sus condiciones para

la montaña.

Pero “El Pirata”, apodo que se ganó por la

pañoleta que utilizaba en ocasiones para

tapar su cabeza rapada, no tenía

intenciones de permanecer mucho tiempo

en el lote y empezó el ataque, en este primer

intento fue seguido de cerca por Heras.

El español Roberto Heras, se inició como

corredor elite en el equipo Kelme. Después

pasó a las filas de US Postal Service donde

fue uno de los grandes gregarios de

Armstrong entre el 2001 y 2003. Pasa a las

filas del equipo Liberty Seguros en 2004

como capo escuadra. Tuvo una destacada

actuación en la Vuelta a España en la cual

se consagró campeón en tres ocasiones

(00, 03, 04). Fue despojado de su cuarto

título (05) por dopaje y fue sancionado

durante dos años.

Heras fue uno de los tantos ciclistas

vinculados con el doctor Eufemiano

Fuentes, acusado de comandar una red de

dopaje que se especializaba en mejorar el

r e n d i m i e n t o d e l o s a t l e t a s c o n

tratamientos de hormonas (EPO,

Testosterona), transfusiones sanguíneas y

medicamentos. Al volver de su sanción,

Roberto Heras sintió el veto de los equipos

Pro Tour y decidió retirarse.

Este primer ataque fue conjurado por el

grupo, pero en ese preciso instante

Pantani realiza un segundo intento de

fuga, Heras y el resto de corredores

intentan reaccionar pero “El Pirata”

mantiene una ligera ventaja. Santiago

Botero se pone al frente del sexteto y dan

alcance al italiano quien se mantiene a la

cabeza del pelotón. Virenque es el primer

damnificado por el remezón y empieza a

perder la rueda.

revista15

Porque los titanes son

1

1. http://www.youtube.com/watch?v=_bMBTRqctF02. Fue detenido en 2006, en el marco de la Operación Puerto contra el dopaje. Al registrar dos de sus propiedades le fueron incautadas 185 bolsas de sangre y 39 de plasma. Se cree que sus prácticas alcanzaron a jugadores profesionales de fútbol.

2

/ / Edición 13 Noviembre 2012

simples mortales

Page 16: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Foto: dieselryder.blogspot.com

Foto: officina177.it

El Mont Ventoux, está ubicado al sur de

Francia, en la región de la Provenza, y una

de sus principales características son los

fuertes vientos que azotan la montaña,

que en ocasiones alcanzan los 320

kilómetros por hora.

Virenque realiza un gran esfuerzo para

retornar al grupo, pero en ese mismo

momento Pantani ataca y deja sin

reacción a sus compañeros de fuga. El

grupo reacciona encabezado por Joseba

Beloki y se reagrupa al lado del italiano.

Virenque vuelve a perder la rueda.

Al igual que los franceses, España estaba a

la expectativa de encontrar un corredor

que los colocara en posición de volver a

pelear el Tour. Joseba Beloki, emergía

como la nueva promesa del pedalismo

español. En el año 2000 alcanzaría el

podio como tercero en la general, repetiría

ese puesto al año siguiente y lograría el

segundo escalón en 2002.

Beloki se perfilaba como el nuevo rival de

Armstrong en la lucha por el tour, pero el

futuro no le depararía grandes cosas. El 14

de julio de 2003, marcó el principio del fin

de la carrera profesional del ciclista

español. Descendía junto a Lance

Armstrong en la novena etapa, cuando

perdió el control de su bicicleta en una

curva y rodo por el suelo, Beloki sufrió

fractura de fémur, codo y muñeca.

Armstrong esquivó al español y descendió

a campo traviesa hasta encontrar de nuevo

la carretera. Beloki nunca retomó su nivel

de corredor elite, en España se argumenta

Armstrong ataca, deja sin reacción a

Ullrich, Beloki y Heras, alcanza a Botero y

lo pasa como si estuviera parado al lado de

la carretera, finalmente, conecta con “El

Pirata” y se forma una dupla de punta

faltando dos kilómetros para la meta.

Botero es alcanzado por Ullrich y

compañía, la cuarteta luce impotente ante

este ataque.

Jan Ullrich fue el eterno rival de

Armstrong. El alemán de físico portentoso

fue un gran contrarrelojero que se defendía

en los otros terrenos, logró el título del tour

en 1997 antes de la era del tejano. Fue

segundo cinco veces (1996, 1998, 2000,

2001, 2003) y tercero en 2005, aunque este

último podio se le retiró por una sanción

que le impusieron por dopaje en febrero de

2012.

Se esperaba que después del retiro de

Lance Armstrong, Ullrich lograra al menos

otra victoria en esta carrera, pero al igual

que muchos otros, fue vinculado a la

Operación Puerto, antes del Tour de

Francia de 2006, y se le prohibió participar

en la competencia. Finalmente en 2012 se

le sancionó por dos años (05, 06) y no se

concedió el pedido de la UCI de retirarle la

licencia deportiva de por vida.

Armstrong y Pantani intercambian

que se recuperó de las lesiones físicas pero

nunca de las mentales.

Mientras Ullrich y Armstrong controlaban

el grupo de seis pedalistas, “El Pirata”

saltaba de nuevo faltando tres kilómetros

para la meta, el italiano lograba una ligera

ventaja, esta vez es el colombiano Santiago

Botero, quien reacciona pero no logra

alcanzar a Pantani y queda flotando.

Santiago Botero debutó con el equipo

Kelme en el año 1996. Empieza a cosechar

triunfos en la temporada 99 ganando sus

primeras etapas en carreteras europeas,

pero en este mismo año enfrentó su primer

roce con el dopaje al lado de Eufemiano

Fuentes, médico del equipo. Botero dio

positivo por testosterona y fue suspendido

por seis meses, Fuentes argumento que

estos niveles altos eran producidos de

forma natural por el organismo del ciclista.

En el año 2000 gana la montaña en el tour y

una etapa. En 2001 ganó dos etapas en la

vuelta a España y la medalla de bronce en el

Campeonato del Mundo Contrarreloj. En el

año 2002 fue cuarto en el tour y ganó dos

etapas, también logró la medalla de oro en

el Campeonato del Mundo Contrarreloj.

En el 2006 fue vinculado con la Operación

Puerto, como uno de los clientes de la red de

dopaje de Fuentes. Dicha acusación fue

archivada por la Federación Colombiana de

Ciclismo por falta de pruebas, pero el

escándalo marcó el fin de la carrera europea

de Botero.

revista / / Edición 13 Noviembre 201216

3. http://www.youtube.com/watch?v=h_8m5-sR6I4

4. Operación antidopaje realizada al interior del deporte de elite en España. Como clientes de la red se encontraban ciclistas, tenistas, futbolistas y atletas. Se vincularon 58 ciclistas, aunque se cree que entre los nombres claves sin descifrar se encontraban connotados futbolistas.

3

4

Page 17: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

Foto: inquisitr.com

Foto: cyclopunk.blogspot.com

posiciones mientras el grupo de Ullrich los

sigue a 19 segundos, pero sin las fuerzas

suficientes para dar cacería al dueto de

punta que se perfila para definir la etapa.

Marco Pantani, “El Pirata”, medía 1,72

metros de altura y pesaba 54 kilos. El

italiano fue el último escalador clásico en

lograr el título del Tour de Francia en 1998.

“El Pirata” tenía que liquidar a sus rivales

en la montaña para soportar los ataques

contra el cronómetro. En la etapa 15 del

tour de 1998 entre Grenoble y Les Deux

Alpes, Pantani atacó a Ullrich y logró una

ventaja de 9 minutos, la potencia del

italiano dejó sembrado en la carretera al

alemán. Esa ventaja le permitió aguantar la

contrarreloj y coronarse campeón del Tour

de Francia, el último monarca antes de la

era Armstrong. Ese mismo año se consagró

campeón del Giro de Italia.

En 1999 lideraba el Giro cuando fue

descalificado por altos niveles de

hematocrito en su sangre. En el 2000

mostró su calidad en la montaña al ganar

dos etapas en el tour, las cuales le sirvieron

como antesala a su triste despedida.

El 14 de febrero de 2004 se le encontró

muerto en la habitación de un hotel. Las

primeras versiones hablaron de suicidio

debido a la gran cantidad de antidepresivos

que se encontraron en el lugar, finalmente se

estableció que, “El Pirata” falleció por una

sobredosis de cocaína, en esos días el

corredor atravesaba una crisis depresiva.

L o s d o s c o r r e d o r e s d e p u n t a s e

acompañaron hasta la meta ubicada a los

1 . 9 0 9 m e t r o s d e a l t u r a , a l l í e l

norteamericano se hizo a un lado y permitió

al italiano ser el vencedor de la etapa.

Pantani repudió siempre la falta de

competitividad de Armstrong en el final y

esto generó malas relaciones entre ambos,

que se acrecentaron cuando el tejano se

refirió al italiano como “Il elefantino” en

relación a sus grandes orejas, Pantani

odiaba ese sobrenombre.

Beloki fue tercero a 24 segundos, Ullrich

cuarto a 28, Botero quinto a 47, Heras sexto

con el mismo tiempo del colombiano y

Virenque arribó séptimo a 1 minuto 15

segundos.

En ese momento Lance Armstrong

empezaba a sentenciar su segundo título

consecutivo en el Tour de Francia,

completaría siete victorias consecutivas (99,

00, 01, 02, 03, 04, 05). Una hazaña que se

engrandeció aún más ya que el corredor

había logrado superar un cáncer testicular

antes de su primer título.

Años después, el manto de duda se posó

sobre Lance Armstrong por las acusaciones

de dopaje de algunos de sus ex compañeros,

a pesar de haber asistido a un sinnúmero de

controles y haber salido negativo en todos.

Los nombres de Floyd Landis, despojado

título del Tour 2006 por doping, Tyler

Hamilton, vinculado a la Operación Puerto

y George Hincapie, quien admitió haberse

dopado, figuran entre los testigos. A pesar de

no haber pruebas científicas en su contra y

ante la negativa de Armstrong a seguirse

defendiendo de las acusaciones, la Agencia

Antidopaje estadounidense (USADA),

decidió suspenderlo de por vida y retirarle

todos sus títulos, incluidos los siete tours,

esta decisión fue ratificada por la Unión

Ciclista Internacional (UCI), dejando

vacantes los títulos de esos años.

Al finalizar el Tour versión 2000, la

clasificación general entregó a Lance

Armstrong como ganador de la

competencia con un tiempo de 92 horas 33

minutos y 8 segundos, título que hoy se

encuentra catalogado como desierto al

igual que las otras seis versiones

conquistadas por el tejano. El segundo

lugar lo ocupó Jan Ullrich a 6 minutos y 2

segundos, como tercero finalizó Joseba

Beloki a 10 minutos y 4 segundos. Roberto

Heras se clasificó quinto a 11 minutos y 50

segundos, Richard Virenque fue sexto a 13

minutos y 26 segundos, Santiago Botero

terminó séptimo a 14 minutos y 18

segundos. “El Pirata” lograría su segunda

victoria parcial tres días después entre

Briançon y Courchevel; finalmente se

retiraría de la competencia en la etapa 17.

Estos Titanes dieron ese día una épica

batalla en las cumbres alpinas, aunque en

el recuerdo pesan más los infortunios que

acosaron a estos gigantes del pedal, que

con el paso del tiempo se transformaron en

lo que siempre fueron, simples mortales.

revista17

Jorge Alberto Mendoza

Editor de la revista El Rollo

Comunicador Social Periodista

5

5. http://www.youtube.com/watch?v=123Xo9mFqeE

/ / Edición 13 Noviembre 2012

Page 18: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

El fanatismo se define como el apasionamiento de una persona que defiende con tenacidad desmedida una creencia, un gusto, una opinión o un personaje, pero son relativamente pocos q u i e n e s i n t e n t a n e x p l i c a r satisfactoriamente los orígenes de esa condición, inevitablemente atada a la cosmovisión del sujeto que la padece.

En una sociedad como la nuestra, en la cual, las formas de percibir el mundo son modificadas, maquilladas por la clase dominante a través de sus aparatos ideológicos, que le vendan los ojos a la gente sobre las cosas materiales y se los abren sobre los misterios y la superstición, es muy fácil deducir que el grueso de la comunidad actúa de acuerdo con los lineamientos que trazan aquellos que sustentan el poder político y económico.

Los fantásticos y fabulosos dramas bíblicos, le interesan más a la gente que sus propios dramas, porque estos han sido encadenados espiritualmente a ellos desde la familia y la escuela, y reforzados por los medios masivos de comunicación que fabrican falsos personajes de la vida cotidiana, los endiosan y los convierten en ídolos por sus “hazañas” políticas, religiosas y deportivas principalmente. El ex presidente Uribe, Messi, Cristiano Ronaldo y ahora Falcao, en lo político y deportivo, se suman al Corazón de Jesús y la Virgen del Carmen, en lo religioso, como expresiones relevantes del fervor popular que despiertan sus “virtudes”.

El fanatismo deportivo, que es una verdadera pasión para los hombres y cada d í a p a r a m á s m u j e r e s , c u y a s manifestaciones llegan a niveles de verdadera irracionalidad y a determinar hasta formas de vida muy particulares, es una conducta modelada, desde la masa ignorante, por los dominadores sociales que conducen la opinión del público hacia sus propios puntos de vista, en otras palabras hacia sus intereses.

Apoyados en la teoría conductista, según la cual, el entorno no es más que un

de la oligarquía utilizó para reencauchar unas rosas que se le marchitaban en el huerto de su reino.

Desde el punto de vista práctico, ¿de qué le sirve a una persona del tumulto que nuestra selección clasifique al mundial del Brasil? ¿En qué la perjudican sus derrotas? Para el campesino que abandona sus labores y se desplaza hasta dos horas por caminos difíciles para mirar un partido por tv, y se emborracha tras la victoria, su rutina y sus dramas de pobreza serán los mismos aunque Colombia sea campeón mundial. El fútbol, como todos los espectáculos, no debe ser más que un instrumento de distracción y de descanso.

El fanatismo es una pasión que esconde miedos y alimenta esperanzas, pero no deja de ser una conducta aprendida, una reacción ante los estímulos, ante las mentiras convertidas en verdades por los medios masivos de comunicación. Y sus 3 principales manifestaciones: política, religiosa y deportiva son igualmente nocivas. Creo que me quedo corto con ese adjetivo, puesto que, efectivamente estas f o r m a s d e a p a s i o n a m i e n t o s o n generadoras de violencia en todo el mundo. Las guerras del medio oriente tienen su origen en el fanatismo religioso. La violencia que desangra a Colombia desde tiempos inmemoriales comenzó y se nutre del fanatismo político, y en los estadios mueren inocentes, por lo general menores y jóvenes por causa del fanatismo deportivo.

La dominación ideológica precede a la

conjunto de estímulos y respuestas, que s u r g i ó d e l a s i n v e s t i g a c i o n e s evolucionistas de Darwin con las que demostró que el individuo se adapta a su medio, los ideologistas burgueses diseñan mecanismos –léase trampas- con las cuales conducen a las masas hacia los puntos de vista, hacia los anhelos de los poderosos, hasta crear sentimientos como el falso patriotismo o patrioterismo, según el cual, quien no apoye a la selección Colombia es un apátrida. En otras palabras, es poner a la gente del común a pensar, a sentir y a esforzarse para vivir como los miembros de la clase dominante. Pero el interés que mueve la modificación de la conducta de los sectores populares no es meramente ideológico. Obtenida la respuesta de las masas a los estímulos ofrecidos a través de los grandes medios de comunicación, viene la cosecha, es decir, el usufructo económico de esa condición de sometimiento, y es cuando se disparan las ventas no sólo de las camisetas sino también de productos promocionados por esos ídolos de barro. Todo desemboca en el consumismo innecesario. El deporte, y particularmente el fútbol, es el eje de uno de los negocios más prósperos del planeta.

Ídolos de barro que se desmoronan, estrellas que se apagan después de haber sido utilizadas para los propósitos comerciales de vender mercancías o ilusiones; tal es el caso de Lance Armstrong, despojado recientemente de los 7 títulos que obtuvo en la carrera ciclística más importante del mundo mediante dopaje sistemático. Y Álvaro Uribe, quien pasó de ángel a demonio en cuestión de meses, a quien la crema y nata de la oligarquía utilizó para reencauchar

revista / / Edición 13 Noviembre 201218

Foto: Ricardo Vejarano

la llama que funde a la gente con sus opresores

Fanatismo deportivo,

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dominación económica y se ejerce a través de los medios masivos de comunicación, de la Iglesia y de la educación, con el fin de crear un monopolio del pensamiento que facilite la manipulación de las masas, grandes consumidoras de mercancías y también de ilusiones conformistas.

El Periodismo alternativo, que modifique el actual estilo de comunicación vertical –un emisor para muchos receptores- por uno horizontal –muchos, para muchos- y despojado del poder jerárquico de los grandes medios, en el que cualquier p e r s o n a s e i n f o r m a , p e r o simultáneamente ofrece información para el colectivo, a partir de las experiencias y vivencias cotidianas, nos ayudará significativamente a la construcción y fortalecimiento de la identidad nacional, que exprese y represente los verdaderos intereses y anhelos populares.

Los grandes medios imponen condiciones laborales miserables a los profesionales de

.Quién sabe cuál será nuestro actuar si nos toca vivir el drama de quien muere entre sufrimientos. Sin embargo, desde siempre el hombre sufrió y murió; ¿por qué la eutanasia ahora, cuando debería ser menos urgente que nunca?

De hecho para quien se va, ahora están a su disposición drogas y terapias que quitan el dolor, inimaginables en el pasado; para quien se queda, la estrategia de esconder al enfermo terminal en un hospital, la reclusión en un ghetto tecnocrático, debería hacer más llevadero el dolor moral.

Entonces ¿por qué precisamente ahora?

Porque la civilización médica tiende a transformar el dolor y la muerte en un problema técnico. La cultura religiosa enfrentaba el dolor y la muerte como un desafío que exigía una respuesta del individuo en dificultad, mientras ahora la sociedad y la empresa médica moderna, intentan hacer por cuenta de los demás lo que los otros, gracias a su patrimonio genético y cultural, estaban capacitados para hacer solos.

En el pasado, el hombre, que ahora se transformó en consumidor de anestésicos y analgésicos estaba educado en la verdad no

la comunicación, con lo cual los limitan y los exponen a las tentaciones del chantaje y el soborno, y los atan a las ventas de publicidad, a la politiquería y al Gobierno. El poder de los grandes medios se refuerza con el ejercicio del periodismo de biberón, que se alimenta de los presupuestos oficiales y por tanto es acrít ico, complaciente y mentiroso.

El periodismo alternativo es pues, una opción que nos permite cortarle la carótida a la politiquería en la información, y romper esa cadena que condena a los comunicadores a su dependencia del gobierno, de los poderosos, del comercio y hasta de las congregaciones religiosas.

Un periodismo alternativo que, además, por su carácter horizontal, se retroalimenta de manera constante y pone la controversia fraternal como elemento fundamental en la dinámica informativa que, del mismo modo, genera grupos de estudio y trabajo

en la hipocresía y en el sueño. No se le escondía que la vida es dura, que la muerte es ineludible y estaba llamado a aprender el arte de vivir en un mundo donde el sufrimiento y el final no se pueden eliminar.

Afirman: “Si es el mismo enfermo quien solicita que se le ahorre el sufrimiento, ¿no sería inhumano negarle este acto de piedad?

El hecho es que si un enfermo llega al punto de pedir la eutanasia siempre es porque algo o alguien le faltó o le falló.

Le llegó a faltar (mejor le robaron) aquella capacidad de vivir enfrentando la realidad con sus alegrías y sus dramas, porque la actual educación suprimió el concepto de muerte y de su imagen. Esto generó una fragilidad psíquica que reacciona de forma irracional, histérica, infantil frente a toda amenaza.

Le llegó a faltar una visión coherente, orgánica que tenía lugar para la risa y para las lagrimas, para la alegría y para el dolor, para el nacimiento y para la muerte; una visión según la cual, ningún sufrimiento podría ser juzgado inútil. Aquella visión no fue remplazada por otra, aún más está prohibido, so pena de excomunión social, buscar otro significado para el vivir y para el

que no sólo contribuyen al registro verdadero de los hechos, sino que también impulsa procedimientos dirigidos a transformar la realidad en donde se ejercita.

El periodista alternativo es, asimismo, un generador de ideas, un inquieto creativo de circunstancias, un inventor de nuevas formas de mostrar los hechos y de explicar s u s i m p l i c a c i o n e s , u n a n a l i s t a permanente y a su vez autocrítico que corrige las fallas en un aprendizaje permanente.

El periodista alternativo es un verdadero fanático de la verdad y de la libertad.

morir que remplace la visión tradicional.

Le llegó a faltar la solidaridad humana que siempre alivió el drama solitario de la muerte. Todo y todos le llegaron a faltar a quien lanza el desesperado grito para “ser suicidado” que la cultura de hoy está tan pronta a escuchar. Si alguien llega a pedir la eutanasia no es porque se sienta físicamente muerto, más bien porque se siente del todo socialmente muerto.

Como frente a un embarazo indeseado, la eliminación del feto es la solución más fácil, pero también la más superficial, así frente a las dificultades de los parientes a aceptar y a enfrentar su propia muerte, la solución más fácil y más superficial, es suprimir al enfermo jactándose además de la propia humanidad. “Lo pidió él mismo, ¿no hubiese sido cruel rechazar su deseo?

Nadie puede poner en duda que la solicitud por parte del paciente de la eutanasia (como todo intento de suicidio del cual la eutanasia aceptada no es más que un aspecto), es un último grito desesperado del que sufre para que se le preste una atención más personal, un amor más intenso, una ayuda más eficaz.

revista / / Edición 13 Noviembre 201219

La eutanasia, ¿por qué ahora?regunta al teólogo

Agostino Abate Pbro.

Jesús María Cataño Espinosa

DocenteUniversidad del Quindío

Page 20: Fanatismo deportivo -  revista El Rollo Ed. 13

El 28 de octubre de 1972, cuando Antonio Cervantes “Kid Pambelé”, obtenía el primer título mundial de boxeo para Colombia, en la categoría Welter Junior, derrotando a Alfonso “Pepermint” Frazier, yo aún no había nacido y faltaban unos cuantos años para eso.

A mi generación, la que vio la luz en la segunda mitad de la década de los 70, le fue difícil entender la trascendencia de este acontecimiento en la manera de pensar de la sociedad colombiana, ya que nuestras primeras referencias sobre el gran peleador colombiano fueron las de un hombre en el ocaso que entregado al alcohol y las drogas generaba escándalos por todo el país.

No entendíamos por qué el país entero se preocupaba por este hombre, por qué todos querían ayudarlo cuando era evidente que a él no le interesaba, por qué era más importante que otros en situaciones similares o peores, pasó mucho tiempo para que lográramos contextualizar la trascendencia de sus triunfos y también de sus derrotas. Alberto Salcedo Ramos en su libro “El oro y la oscuridad. La vida gloriosa y trágica de Kid Pambelé”, nos muestra las diferentes facetas de esta historia, cómo un hombre humilde asciende al trono de los elegidos para luego lanzarse en caída libre al vacio del alcohol y las drogas.

no fue noqueado por la vida, fue noqueado por el mito llamado “Kid Pambelé”.

“Pambele: el coloso que decidió ponerle dinamita a su propia estatua” Juan Gossain.

RecuadroEl Oro y la oscuridad, la vida gloriosa y trágica de Kid PambeléAutor: Alberto Salcedo RamosEditorial: AguilarAño: 2012Número de páginas: 192

A través de su habilidad narrativa podemos descubrir cómo Antonio Cervantes transforma un país, le muestra que el camino al triunfo es posible a través del trabajo duro y resistiendo a la adversidad. “Pambelé fue el hombre que nos enseño a ganar, antes de él éramos un país de perdedores, nos convenció de que sí se podía, y nos enseñó para siempre lo que es pasar de las victorias morales a las victorias reales” Juan Gossain.

De igual manera, el autor nos permite caminar por los traicioneros senderos de la fama y la opulencia económica, de las malas compañías, para finalmente enfrentar la incapacidad de una persona para procesar el paso del tiempo y de sus épocas de gloria. Para descubrir cómo un personaje creado en el ring se apoderó del ser humano, llevándolo a inmolarse, y de paso destruir a todos aquellos que lo rodean, cómo esos escándalos que llenaron titulares en los medios de comunicación eran la tragedia viva de las personas alrededor del ídolo, antes adorado y luego repudiado.

Salcedo Ramos nos devela a ese hombre humilde que se labró el camino con sus puños, al que todos reconocen como una buena persona cuando está en sus cabales, pero que perdió el rumbo al punto de convertirse en un ser despreciable, poseído de sí mismo y arrastrado por el infierno de la adicción. Antonio Cervantes

EL ORO Y LA OSCURIDADEL ORO Y LA OSCURIDAD

Es algo único, pero sufrido a la vez, eso es lo que sentimos en la mayoría de los torneos los hinchas fervientes del equipo de la ciudad milagro de Colombia.

Hasta cuándo el aficionado del Deportes Quindío tendrá que estar padeciendo ulceras, dolores de cabeza y de estomago, por apretar tanto desde las tribunas del estadio Centenario.

No hay partido en que el fiel al equipo cafetero no salga para su casa, gane ó pierda, con el estrés alborotado. Eso lo sabemos y sentimos quienes somos fervientes y estamos ahí desde pequeños; escuchando, vibrando, sintiendo a nuestra divisa.

Ese emblema que visten unos jugadores que no lo sienten con propiedad y compromiso. Por momentos no padecen,

viven, ni sudan de la misma forma que lo hace un hincha cafetero desde las gradas cuando porta la verde de la v amarilla en el pecho jornada tras jornada.

No la viste de igual forma, con el orgullo y el honor pujante de ese quindiano que paga su boleta juicioso cada jornada en la que su equipo salta a la cancha del Centenario, sin pena y con el orgullo verdadero de ser hincha del Deportes Quindío, aunque sufra y coma uñas, pues eso no le quita el cariño y el sentimiento por el equipo de la tierrita.

Foto: Ricado Vejarano

Ser hincha del Deportes Quindío es…

Carlos Arturo BarragánEstudiante de Comunicación Social Periodismo

Universidad del Quindío

Jorge Alberto Mendoza

Editor de la revista El Rollo