familia modelo y fisuras
TRANSCRIPT
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8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
1/20
c l ~ J
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k : i t D ~ G u
6
b .Y Ml
on
l o
f
1
1
r
j
1
1
1
l
1
. ;
Familia: modelos y fis uras
LA FAMILIA NO ES UN ASUNTO m
enor en
Chile. La famil
ia
es un campo
de batalla intelectual. A propsito de ella, se juega, ms o menos sut ilmente ,
incluso si envuelto en trminos acadmicos, un verdadero conflicto valrico
y poltlco. Con fre cuencia tas interpretaciones estn sobredeterminadas
por voluntades normativas. Aun cuando se describen procesos, stos son
juzgados implcitamente desde cmo las cosas deberian ser (ya sea desde
una
ptica conservadora o modernizadora). Puesto el horizonte normativo
en
la liberalizacin,
se
ha evocado
un
conservaduri
smo
fracturado
en la
familia (Martnez y Pa lacios, 2001 . Concebido este horizonte del _ado de
la modernizacin y la ind ividualizacin, se po ne el acento en la crisis
de
la
institucin familiar como efecto ycausa simu
ltnemente
de estos
proc
esos
juzgados ideolgicamente como positivosy deseables (PNUD, 2002 . Vistas
desde una perspectiva conservadora,
en
la que la familia es normativameme
garante del orden y estabil idad sociales, las tra nsformaciones en curso son
pensadas tambi
n
como signos de
una
evidente crisis, pero,
en este
caso, sus
repercusiones comportan un carcter de amenaza para la sociedad. En este
sentido, como Nelly Richard (1998: 201 lo ha sealado con razn , la familia
es un poderoso signo hegemnico de las ltimas dcadas, que recorre tanto
la dictadura como los gobi
ernos
democr
t
icos.
Ahora
bien, si agrupamos las diversas posiciones es posible constatar que
el debate
en
curso en Chile opone dos grandes concepciones de la familia.
Por un lado, aquellos que, aun reconociendo cambios, insisten en el carcter
fue
rtemente
institucional de la familia, su capacidad para producir el orden
socialy engendrar individuos a l vez autnomos
y
conformes a las exigencias
de
la sociedad Vale nzuela, Tironi yScully, 2006 . Por el otro, aquellos cue,
sin negar la remanencia de estas funciones, prefieren subrayar la desins
dcucional
iz
acin o la desrradicionalizacin
en
accin a nivel de Ja familia.
procesos asociados con un
au
mento
de
democr
atiza
cin de las relaciones
al
int
erior de la misma (Garretn,
2000: 70 ;
Valds, Castelain-Meunier y
- l43 -
/
-
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Palacios, 2006).
En
la primera lectura,
la
s no
rmas
son "trascendent
es
" a
los actores, y stos deben plegarse a las exigencias
de
l rol; en la segunda,
por el contrario, las normas son
el f ruto de
coproducciones sociales,
de
agenciamientos organizados circunstancialmente a partir de finalidades
mltiples ymuchas vece
s
contradictorias ent
re
s.
C
mo situarse frente a este debate? Ni en una posicin ni en otra.
La
fami
l
ia
en Chile , ciertam
ente,
est en muchas de sus relacion
es
an mas
i-
vamente gobernada por una lgica institucional qu e die.ta a sus miembros
un conjunto
de
obligaciones a las cuales se cien, comenza
nd
o por la
responsabilidad econmica que les toca a unos y otros, y sigu
ie
ndo, por
supuesto, por
la fu
ncin universal de
ap
oyo que todos es
pe
ran que ella
cumpla. La familia es, a
s,
una herramienta estratgica mayor, incluso si
no todos pueden desplegar estrategias igualmente eficaces. La fam ilia es
un compromiso, sellado institucionalmente, entre intereses econmicos
Ysimblic
os,
que facilita la acumulacin de bienes y permite construir
pr
otecciones
e
mo cionales y materiales- , las que se han vuelto
tamo
ms
important
es
cu
anto los individuosse viven en medio de una incons istencia
posicional
es
t ructural. La familia sigue, de esta ma nera, cumpliendo un
conjunto de fun
ci
ones esencialespara el mantenim
ie
nto
y a
reproduc
ci
n
del orden social.
Las
mutaciones que ella conoce desde hace dcad
as
no la
han vuelto
"i
ncierta" ni han des truido todas s
us
caractersticas tra diciona
les. Los matrimonios siguen gobernndose por la ley de la homoga mia (los
individuos tienden a casarse con alguien que pertenece a
la
misma categora
so
cial)
; los rol es sexuales ,a pesar de sus transform
aci
ones,s
igu
en siendo de
rigo
r;
la fami
li
a sigue componiendo el lazo entre las generacion
es
.
No
obs
tante, Yde otro lado, tambin es cierto que ciertas prcticas no tradicional
es
com
o,
por ejemplo, los nacimientos
fu
era del matrimonio ola convivencia,
aume ntan y, particu larm ente, obtienen hoy significaciones muy distintas
a l
as
que tuvier
on
en el pasado.
111
La
textura
de
las re laciones entre p
actres
e
hi
jos ha sufr ido transfonnaciones rel
ev
antes que renuevan las prcticas
e interpretacin de las jerarquas y las solidaridades . Las exp ectativas y
demandas hacia
la
fam
ili
a y desde e
ll
a han empezado un proceso
de
a
ju
ste
hetero
g
neo, cierto que a vec
es
lento, a valores conte
mp
orneos
(o
en su
ve
rsin contempornea. para ser ms exactos) como igualdad o autonoma.
C mo de finir, entonces, desde este ma.rco, la prueba fa miliar hoy da
en Chil e?
An
t
es
de
ent
rar
de
lleno a presentarla, empecemos por un punto
que es cemral
y
que separa
ag
uas: a lo que se
as
iste en el mbito
fa
m
ili
ar es
a una
pru
eba
u
al Por
un
lado, sobre todo en lo que respecta a Ja relacin
entre gen
ercici
on
es
, tanto con los pro pios padres como con los hijos , pero
en otras dimensiones (sociabilidad yfuncin de ayuda
),
prima, en
-
144
-
.
un con
ju
nto de consideraciones instituciona
le
s m
s
o menos corro -
ngor, . .
d
ar aspiracion
es
individualizadas. Po r el ot
ro
lado, esp
ec
ialmente en
as
p . . . . l . b l
lo que respe
ct
a ala conyugalidad, el quie
br
e mstituctona , sm
e r ~
so uto,
n l
uga
r adudas, elmarco d
es
de el cuales preciso leer lo esencial de las
es
, s1 l
trans
for
maciones
en
curso. En bre
ve,
la fami
li
a es instituc1ona en nertas
relaciones y no en otras. U
na
dualidad presente , en dosis di
ve
rsas, en
todas
las familias.
El
implcito a ser subrayado
de
la afirmacin anterior es que,
ms aU de una inte rpretacin que pone
el
acento en et peso de las clas
es
ates para definir las orientaciones ms o menos institucionales de las
SOCI l
familias (Valds et al. ,2005 )
1
164
pero sin ponerla en cuestin, ana 1s s
es
sensible a la ev idencia de un funciona
mie
nto disimil y prop'.o de es feras
al i
nt
e
ri
or de ella. U
na
distincin que, a ne
stro
juicio, permite
ele
manera. importante los anlisis. Es precisamente la fuerza que le at:1bu1mos
a la dualidad de la prueba fami1
ia
r la que explica por qu le ded
ic
aremos
dos captulos diferentes.
El pr
ime
ro,
ypresent
e,
centrado en las relaciones
entre las
ge
neraciones,
la so
ciabilidad
y
la f
un
cin de ayuda.
El
segundo,Y
siguiente, dedicado a
la
pareja conyugal. .
En
la primera vertiente de la prueba familiar los individuos pliegan
masivamentea reglas
ge
nerales.
Es ci
erto que no se puede ser excesivamente
tajante
al
descr
ib
ir este proceso, pero est
ju
sti
fi
cado insistir
en
l: la sepa
ra
cin ent
re
ro les sexuales, hay que reconocerl
o,
ha me
ng
uado, Y u e v s
constelacionesms singulares aparecen, pero, yesco es central. de runguna
ma nera
han
desaparecido; la autoridad
de
los mayores se ha transfo rmado,
pero no se debe olvidar que sta sigue
d
efin
ie
ndo una clara jerarqua entre
padrese hijos, en parte entre hombres
y
mujeres,
y
e
nt
re n ~ s y o r e s
yme nores.
En
breve,y
corno
veremos, los mandatos dela c i o n incluso
cuando aparecen com o insuficientes, siguen ordenando lo pnmord tal de
lgic
as de
accin de unos yotros.La dimensin estatutaria es la que exph.ca
ampliamente
Jos
diferenciales de las obligaciones
i ~ t r a f a m
permite
entender laslgicas de accin de sus miembros,as1 como tambten,define el
carcter de las relaciones y
la
sociabilidad. La fami lia
es
un modelo.
Pero
la
prueba comprende algo ms: se estructura como tensin.
~ r ~
el
p:so
de esta dimensin estatutaria
y
un conjunto
de
asp1ac1ones md1v
1d
ual
_s.
La prueba familiar, entonces, sepresenta como choques plurales n t ~ e
aspiracin de los individuos a la transforma
ci
n de l
as
formas de ec
rc
1c10
de las relaciones al inte rior de la misma, y una extremada fortaleza no.rma
tiva de los lazos fam
ili
aresexpresada en elpeso aplastante
de
las
fu.nc
1o
ne
s
estatutarias.
De
manera especf
tca,
las fricciones se desarrollan en
tr
e las
exigencias v ~ s para l cumplim ie
nt
o de las funciones rst
-
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v dinmicas ms singularizadas.
Las
esrn
tu
ra
ri
as chocan con la
~ m i c i de t
en
er
un
mayor espacio para so
lu
ciones
rrov
edosas que produz
can menos roces con otras demamla
;
t'>tructu ralcs actuales (trabajo-sin-fin,
lgica de la p
re
sencia, pluriact ivid :.it . expectativas de horizontali dad
en
las
ielacones, entre otras). pero talll Jin que permitan integrarotros aspectos
expe
ri
enciales y existenciales. No se trata aqu. as, tanto del corcocircuiro
encrc idea les tradicionales e idea le8 mo
dernos
sino
de
1as tensiones que se
producen debido a la pennanencia y fortaleza de
una
dimensin estatutaria,
en parte tradiciona l en parle moderna, vivida como aplastante.
Este captulo, se prop
on e, en
tonces,
argumentar
el peso de la dimensin
esta tu ta ria en la familia as como
en
hacer un
an
lisis detallado
de
las
fricciones ms importantes que se le asocian, privilegiando como foco la s
relaciones generacionales en el mbito de la parentalidad, la sociabilidad
y la funcin familiar de ayuda. Antes de e
mpe
zar el
desa
rrollo argume
nt
a
tiv
o,
resulta necesario subrayar que
no
se
no
s esca
pa
la
enorm
e cantidad
de declinaciones que esta prue
ba
tiene (debido a constelaciones
de g
nero,
generacin, clase social, configuracin familiar, enrre otras). las que han sido
bi
en
recogidas por
dif
erentes estudios.
No
nos dispensaremos, ciertamente,
de hacerlas
notar
y de analizarlas
en
detalle las
mu
c
ha
s veces
qu
e conside
ramos pertinente, pero vale la
pe
na recordar que lo que resulta
de
primera
prioridad en
un
estudio como el que hemos emprendido es presentar la
lgica marco de
una prue
ba
qu
e afe
cta
transversalmente a los individuos,
hombres y mujeres, en Chile. No nos cabe duda que una vez establec
id
a,
qL
1e
clarn tod ava
mu
cho s caminos abiertos para estudios futuros cuyo
ohetivo sea, precisamente, restitui r a la prueba los rasgo s particulares que
ella adquiere en contextos especficos
La parenta lidad
ran
s
s
iones generac
io
nal
es
Para compcen der la fuerza de los pmrones institucionales sobre los individuos,
y sus fricciones, un buen
fo
co de observacin es elejercicio
de
la parentalidad.
En este punrn, se quiera o no, hay gue asumir un rol. Un deber. Una forma
parccularyp lena de compromiso. Cristina (SP) lo expresa de
un
a manera
conmovedor\t "yo digo 's yo estoy mal, mi familia va a estar peor', porque
se supone
qu
e yo soy el centro aqu ,
ent
onces yo no puedo estar mal". Un
molde relacional que se impone cier to que con ca racrersticas distintas
para el ca so
de la
pa
ternida
d
y
de
la
macernidad. Antes de mostrarlo,
sin
embargo, vamos a detenemos
un
momenrn
en Jo
que nuestrosent revistados
--
14 6 -
[
f
+
-t
.
i
1
'
1
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l
i
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- 14
1
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'
qu
.eies t ~ q c n : > Q f ;
f r i a ~ ~ i h t o 4 : s u
porendil r c t i b : : ~ 1
del
SI LA DEPENDENCIA YLA FIJACIN
en
el
modelo de incapacidad prctica
m a . r ~ a ~
lo
s testimonios masculinos, yse acompaan, en general, de una gran
legmnudad de este tipo de
v
nculo
y
de la pos icin subjetiva que impli
ca
,
en el caso
de
las mujeres el deslizamiemo entre esposa y madre es vivido
con mucha mayor incomodidad. Una razn es, porcieno,
la
experiencia de
sobrecar
ga
que ello les provee. Ser madre del marido aumema la
ya
abultada
~ g e n ~ a
de.r:ireas prcticas y emocionales. Otra razn: Ja difusa pero incisiva
msausfacc10n
pe
rsonalde
te
ner que ocupar el lugar
de
madre con sus propios
- SO
~ , ,
'
;
. .':
::
.
ti:
.
. t . .
i:
I
.
T
r
maridos. Aqu
lo
que se condensa
es
el malestar por lo que pecciben
cor:1o la
d
.fi ultad
de tos
hombres para ocupar un lugar distinto
al
del nio depenchenre
t
lC
en la gestin de la cotidianidad prcti
ca
y afectiva. Un conjunto
de
J
UICIOS
negativos se articulan en torno
a
este
ce
ntro de r a v e d a d .
Pero
este malestar
se
vincula tambin con una critica muy extendida respecto
de
sus madres:
el papel que stas han desempeado en la transmisin interg_eneracional
de
las pautas de relacin entre hombres y mujeres. El
e c l a ~
t r a n s v ~ r s a
es
que ellas se hayan sometido a sus padres,
y
en consonancia,
e n u n c 1 ~ d o
a
sus vidas. Mi marido, a regaadientes de repente. No Je gusta, me t c e :
'te encama andar metida en cuestiones'
y
yo le digo, 'pero es que a
m1
no
me
pocls
tener en la casa'.
Yo
escucho, por ejemplo, a mi misma mam que
toda
su
vida
en
la casa, dedicada
a
l
os
nios, no tiene vida social, sale muy
poco. Yo le pregunto a mi mam, y
yo
creo que nis acuerda cundo. fue la
ltima vez
que fue al
cinc, al teatro. Enlonces,
yo digo
no poh, no quiero lo
mismo para m" Josefina (SP).
Si
bien se pud
iera.
considerar que
esta
incomodid
ad
tendra que ser
ms
activa en los sectores medios debido a la cercana de influencias culturales
que promueven a igualdad de gnero
y
por los
n i v e l e ~
e d u c ~ t que
alcanzan, en rigor no
es
asi. Son particularmente las muieres mas
Joven.es
de sectores populares, sea las entrevistadas o l
as
hijas de nuestras entrevis
tadas, las quefevelan un malestar ms profundo y activo, probablemente
porque son las que viven de manera ms aguda \a contradiccin entre las
expectativas ideales actuales
y
un modelo tradicional
de
relacion
es
entre
hombres
y
mujeres. Pero, al mismo tiempo, son ellas, en muchos casos.'
por
ejemplo, \asque intervienende manera decididaen a defensa, protccc1onY
establecimiento de la conciencia
de
derechos y de dignidad de sus mad
res
en las relaciones de pareja.
El
soporte intergeneracional
de
las hijas hacia
las madres es muy acti
vo
y muy temprano entre mujeres de los sectores
populares. Ms all de l soporte material, lo que las i j a S ' o f r e c ~ n es apoyo
para entender el mundo de una manera renovada y en ocas10nes,
mclu.
so,
facilitar la
co
nstruccin
de
nuevas imgenes
de
s.
con
mayor autoval
oraclOn
y mayor
au
coconfianza en sus madres.
Es
el caso de O
iga (SP)
, el qtte deta
Haremos un poco
ms
adelante, quien
ha
recib
id
o el apoyo permanem
e_
de
sus hijas para enfrentar la relacin con su par ea despus de m u ~ h o s anos
de abuso.
Las
hijas, en diferentes momentos de la vida desde iovenes, la
aconsejan, le dan informacin legal
y,
finalmente, le consiguen
un
trabajo
para que pueda
salir de ta
casa. . , .
Ahora bien las experiencias de omnipresencia materna tamb1en ttenen
efectos p e ~ c o de los cuales las mujeres no exhiben la misma distancia
como lo
hace
n con respecto a los modelos de relacin entre los sexos.
La
- 151 -
-
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omnipres encia de la madre tiene como resultado la produccin de un ideal
del yo maternal muy elevado
al
qu
e,
en su inmensa mayora, nuestras en
trevistadas fina.lmente adhieren. Apesar de que algunas puedan ser crticas
con modelos ma
te
mos s
ac ri
ficiales, la c
r
tica se articula principalmente,
como lo vimos, respecto a la relacin de las madres con sus parejas. En con
traposicin, excepco en muy contados casos, la entrega materna a los hijos
es puesta en cuestin. Aun ms ,
en
posiciones que explcitamente buscan
distanci
ar
se de formas tradicio nal
es
de ejercicio
de
la maternidad, el peso
del ideal materno omnipresente
en
cuestiones prcticas y afectiv
as
contina
funcionando como una referenc ia respecto a sus propios desempeos corno
madres. Deeste modo, si bien paranuestras entrevistadas es necesarioponer
a raya
en
la identificaci
n
con la madre la sumisin femenina a las figuras
masculin
as
, fa contracara, la exigencia de ser la proveedora afect iva por
mediacin de hacerse cargo de cuestiones prcticas, corno prueba de amor
principal a los hijos, :se mantiene
en
todo vigor.
En breve, es posible subrayar dos cuestiones
en
estas experiencias por
lo
dems tan dismiles. Dos elementos que ponen el marco para el ejercicio de
la parentalidad de los y las entrevistados/as. Por
un
lado, que el padre que
apareca como todo simblicamente, resultara en ve rdad muchas veces casi
nada prcticamente .. Es. precisamente,en contra de este desequilibrio que,
en
el
fondo, Yen medio de co ntradicciones, muchos de l
os
entrevistados
buscan, como lo veremos, enfrentar hoy su rol paterno. Por otro lado, que
la madre, autoridad secundaria simb
li
camente, res ultara paradjicamente
fig ura omn
ip
reseme en el mundo prctico y afecvo, fundamento para
el establecimiento de dependencias y el ejercicio de poder ..
Es, en ri
gor, .
a semejanza y comparacin con este modelo que nuestras entrevistadas
intentan establ ecer de manera co nflictiva,
y
con frecuencia culposa, su rol
materno, en un contexto de exigencias estru.c:turales y relacionales distintas
a
las de
sus
madres.
Ser
madre ser padre
y
En
lo que concierne a la relacin
co
n los hijos, la prueba familiar no sevive
de
la mi
sma manera entre hombres y mujeres.
En el
caso de estas ltimas,
Ja maternidad se ha complejizado dando forma a un con jumo de nuevas
tensiones. Si las s a ~ son variadas , lo que inte resa recalcar aq u en funcin
de nues tro argumento es e l papel que tiene para ellas una figura ideal de
madre omn
ip
resente extremad
-
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Las
m u j e n
c1tf 111 1
.
11 1: , 1;1 11cccsidad de construir la vida personal
a travs dt' repn
s
1111 arnHrc's rn lt'ctivas contradictorias, esto es, entre la
madnJlill li11 11
v .1
111al tT11 ida d
pan time.
Entre ambas, los devaneos son
crn 1sw
1 1 1 ~ ; y
a tl'
11
si11 interiorizada patente
(Olava
rra
yCsp
edes,
2002).
l'fo rcs11l1;1
dilit il dt:scubrir
Jo
que estos sentimientos denotan: la inscrip-
1i11 11 lll 1n;s ntimo de s de las consecuencias de uno de los grandes
r;111 rl iios socioculturales que ha vivido el pas. Por un lado, la ampliacin
de los h
or
izomes posibles para las mujeres , la expansin de un discurso de
la
i ~ u
el aumento de autonoma econmica por el ingr
eso
masivo al
me
rcado labora
l,
entre otros aspecrns, alientan vidas femeninas asentadas
en proyectos de tipo individual (Grupo Iniciativa Mujeres, 2002). Por el
otro, la permanencia de un discurso que pone
en
el centro a la familia, la
maternidad y los valores de cuidado y entrega, aumentan
la
pregnancia de las
obligaciones
del
rol femenino y
ma
terno
(Gra
u et
al..
1997).Finalmente, las
presiones de un ideal estatutario materno co lectivo, la
ma
dre omrpresente,
inscrito individualmente, proveen el mo tor afectivo de la contradiccin.
El extremado
pe
so de la sombra de la imagen ideal, e ideali
za
da, de
"la"
figura estatutaria
de
la Madre, por la entrega de s que supone, se expresa
claramente ea el temor de lasms jvenes de que la maternidad las despo
je
de sus proyectos de vida o de sus sue
os
en beneficio exclusivo de una
matern
ida
d de carcter absorbente
y
excluyeme de toda otra dimensin
vital.
"Yo
no que
ra
tener guagua, yo quera estudiar y
pe
lebamos y yo ..
O sea de hect\Q sie
mp
re pens en un aborto, yo tena a la Josefina, no s,
tena
un
mes embarazo
y y
culpaba a Martn, no de que me hubiese
ob
li
gado ni nada de
eso,
sino que
le
deca t vas a poder hacer lo mismo de
siempre,
si
t quieres vas a estudiar, yo n
o,
soy yo la que me vo y a quedar
con
laguagua'. Tena mucha rabi a, mucha rabia , cuenta Claudia (CM)
.
Este
temor, por supuesco, no siempre se materializa,
y
ello,
en
mucho, de bido
a
la
s estrategias
de div
ersificacin y de inversin temporal y ener
g
tica
femenina,'
94
o, si lo hace, la dece
pci
n tiendea mitigarse debido aldescubri
miento de
la
dimensin placerdel
te
ner
hi
jos,como
lo
veremos.
An
ms,
como lo muestran otros estudios , las mujeres de las generaciones menores
pueden interpretar de maneras renovadas la maternidad y
pr
esenrarse en
adecuacin aello; no obstante, el fantasma sigue siendo activo. Si l
as
nuevas
representaciones habilitan a la poste-rgacin de la matemidad,'
95
no condu
cen a la transformacin de las concepciones de las formas de ejerc icio de
las mismas. Lo inreres.ante, una vez ms, y en el marco de un
es"tudio
como
el nu
es
[f
o,
es tratar
de
entender la ecuacin soc
ial
que se revela detrs de
estos
te
mores a la maternidad. Se est frente aun miedo cuyas razones, sin
clej
ar de ser mltiples,'
96
se
retrotraen,
carnbi
n, a la fuerza de una figura
- 1
54
-
r
[
1
a
tutaria materna queaplasta
-en
su ex igencia idealizaday en el sacrificio
es t ,
de s. que exige-, a muchas mujeres de "carne yhueso.Elena (CM) ~ ~ o
este temor de manera muy clara al refe
ri
rse a la suerte de lobotom1zac10n
ue observab a entre sus am
igas
cuando tenan
hij
os:
Y es
ta cabra que era
q
...
. ,
entretenida
y
ahora lon ico que habla es de la guagwta que se uro un
tan 1 1 h d
pedo y que no s qu .. Esa
cos
a como de centrarnos so o en os
os
Y e
ver lo que les pas a nuestras am igas como que no .. como que hace que se
lile
quiten
gan
-
8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
8/20
ellos,
mu
cho ms , especialmeme para
Jos
ho b d
1
-
m res e
os
sectores medi
as cnt1cas a sus propias figuras
pater
n
1 . .
os.
' as y a expe
nenc1a
de l
r .
de
[a c ~ r i e
de u
na ta
l figura , fun cionan corno impulso
~ ; : t e l s l
pero, a mismo tiempo . . a a,
, , es, precis
am
ente, frente a ese mucho ms l
mas se
ven
embargad . que os
no
t,
l .
os po
r
un
cierto desasosiego. Esta responsabilidad
emos
o,
es considerada con cierta regulari
da
d como un peso oo ,
; : ~ ~ o p n e :
: : ~ l ~ n e
una
e x p ~
i e n c
ct
e
profun
da
e a l i z
a ~ ~
h
..
..' g a
de
logro en
el
cam
ino
de
constitu
ci
n de s Te
t
os es
fundam
ental
po
. ner
, rque te g
en
era
un
nivel de responsabilidad
uno
nunca
ha te nido.
y
al final les
te
rminan d . . es que
sostiene Gabriel
(CM).
ando sen tido a las cosas ,
. . ..
. . r
:
El
enfrentamiento con la resp
on
sabilid
ad
e
1 , - , . . .
que es para muchos la paternid
ad
Po . se nucleo del nt o de pasaje
voca
fu
e
nes sent
imientos de frente a
est
e desafo,
qu
e pro -
Patricio (S
P)
es un P d . '
g u n o ~ v ~ n z n
Yotros retroceden.
an
cia
na
la que se ocupa
~ t e q u ~
se re1vmd1ca como tal. Es su madre
JO,
y e o a pesar de
que viven
en la mi
sm
a
- 156 -
;:
.
. f.
r
1
l
i
1
cas
a.
Una actitud
de
dimisin paterna que , nos d ice, es an ms acentuada
c
on
su otro hijo, el menor, del cual reconoce tener poca
re
sponsabilidad
en
su educacin, porque vive ms con
la mam
.
y
con los abuelos matemos .
La
literatu ra y las ciencias sociales
han
dado cuenta de es ta actitud a
part
ir de
la figura del padre ausente.
1
1
i
bien, y con razn, la verosimili
tud
de la tesis
ha sido pue
sta en
cuestin en vistas de su re alidad emprica (Va lds , 2007:
79), su innegable valor estriba en su capacidad para capturar
un
imaginar
io
social a
pa r
tir del cual se concibe la paternidad como ausencia. El
padr
e
ause
nt
e es la cristalizacin representacional de aquellos que retrocede n ,
ya sea como a usencia real o como cesin simblica .
2
Un retroceso que,
como lo mu
estra
nuestro materia
l,
es azuzado
por
el
peso implacable de la
figura ideal del padre est
atut
ari o.
Es
te ideal no solo asusta
por
las dificul tades para su cumplimiento debido
a razones estructurales (flexibilidad en el mercado de trabajo, bajos salario
s,
etc.), sino que lo hace porque exacerba el miedo a perder l
a li
bertad, o, dicho
en
ot
ros trminos, a no dispon er de ciertos espacios de auton
om
apersonal.
Esta experiencia se constituye, as,
en
el encuentro de dos aflue
nt
es. Por
un lado, lo que es dificil no calificar, desde el
punto
de vista
de
los actores,
como el miedo a
una
irresponsab ilidad hacia los
pr
opios hijos
y,
en
este
sentido,
un
a transgresin alprincipio mismo de la familia como in
stit
ucin
de ayu
da
mutua, y,
por el
otro,
un
anhelo
de
adhesin a un modo de vida
despojado de responsabilidades que busca prolongane
en
el tiempo, al q
ue
no d udaron en tilda r de egosmo.
Es en este sentido
que un n
mero impo rtante
de
nuestros entrevistados
evoc el ing reso en
la
paternidad como la ob
li
gacin de tener que dejar
ele
pensar en yo o de poder seguir diciendo
no
sotros (la pare
ja).
para aceptar
ser por encima de todo
un
a familia, esto es, centrarse alrededo r de los hijos .
L
os nios te
pone
n
una
cuot
a de inmediatez, de respo
nsa
bilidad,
un
tema
de se acabaron los yo', se acabaron los 'nosotros'. Durante dos aos
lo
nico
que
hadamos
era hablar
de
los ni t1os'', recu
er
da Gab riel
(C
M).As. el hecho de
que
la
paternidad se perciba como una renuncia de la propia individualidad,
es lo
que
da cuen
ta
de la reticenciaque
se
tiene an te ella (sobre t
odo
cuando
la vida fuera de la familia a
pa
rece como uno de los mbitos p rivilegiados
de expresinde esa individualidad). A
un
mundo juvenil q
ue
se representa ,
sin lugar a d
uda
s
de manera
fi
ct
icia, como de t
ota
l irres
pon
sabilidad se le
opone la responsab ilidad ili
mitad
a de la familia y la pate rni
da
d.
Como
fu
e referi
do
con
frecuencia, y pa ra
rernmar
el lenguaj e lle los
e
nt
revistados, cuesta
mu
cho
de
jar de ser ego
st
as, o para decirlo en
trminos, renunciar a
un
a experiencia de individualidad. Me cost la pa
temidad , confiesa Roberto (SP), porque era egosta .. S, es que lo que pasa
- l.57 -
-
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9/20
es qu e yo tc11ia 11m cn :;;1; y t">t al1;111 ;1lii, y si :sala y luego vo lva, esrnban ah,
y
despus
ya
no na lo 111is11u1 . . l'lltonces
me cost igual. A m me cost
un
1
11do t ti
n 1il.'nJ:;
c 1 1 ~ : 1 s
1\c
l;1do y dar
me c
uenta
de que
la
otra persona
(1
la f111ilia ) 1 1 i a
lo
s 111is111os derechos que yo". Muchos otros comenta
rio:; 1C'l:itaron 1e11sil>11cs s imilares. Incluso Luis (CM), qu ie n nos habl de
;1 p:11n
11id;ul
l
-
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10/20
sugiere
qu
e
la
importancia
de
los
hijo
s no
de
be leerse solamente
como re
sultado
de
su
importancia
en
el marco de los mandatos culwrales de gnero, sino
que
va
ms all.
To
do s hablaron de la re lacin filial esencialmeme a travs
de historias, recordando situaciones o ancdotas, nombrando
Ja may
ora
de
las veces a s
us
hijos por sus nombres, una necesidad en la narracin que
testimonia de la singularidad anhelada de este vnculo. No se habla de los
hi
jos . Se habla de los propios hijos. Oc juan o de Ma ra .
El
centro de la vida.
O, meior dicho, el centro declarado de
la
propia vida
Los
hijos son el centro de mi vida
Esta centralidad se inscribe, por cierto, en un proceso de largo aliento
propio
de
lm
Lm
do oc cidental, como lo ponen en evidencia
el
deba te abierto
an acerca de si el amor filial na
ci
o no en
el
siglo
XVlll
o si hubo o no
una era susceptible de ser asociada con lo que se
ll
am el mundo del nh'io
rey (Ari es,
1960); la
s tesis acerca de
la
conso
li
dacin del amor ha
c
a lo
s
hijos basadas en razones demogrficas
(Sh
orter,
1975; Go
ody,
2010}
o, ms
re ciemememe, las discusiones acerca del hecho que
el
lugar de los hijos
en la dinmi.ca familiar
se
haya modificado a medida que la horizontalidad
re
lac
ional gan terreno
a
nivel de las gene
ra
ciones
(De
Singl
y, 1996).
Pero,
ms all de este recorrido, lo que interesa aqu es subrayar el altsimo peso
especfico que esta relacin ene
en
el caso chileno hoy.
Los y las ent rev istados/as h icieron gala de un autnt ico volumarsmo
declarativo para auropresenta rse como perso nas cuyo eje cent ral de
vi
da se
organiza alrededor
de los
propios hijos. En algunos, estas declaraciones se
produjeron en l
as
entrevistascomo una incisiva entre dos relatos principales;
en otros. como una declaracin explcita y solemne. Las palabras e
sc
ogdas
s quieren co ntundentes y encamadas. Algunos de los m
uy
nume rosos tes
timonios recabados pueden servir pa
ra
iluminar lo anterior.
Los
hijos son
un mundo. Mis hijos son mi mundo, s, so n m mundo Danie
la
SP).Son el
centro de inters vita
l.
No existe otra cosa ms inte resante en
mi
vida cue
estar con mis
hi
jos jugando o mirndolos ,o haciendo cosas Lu is (CM) .
Un
renacim iento persona l. Mira
yo
creo que cuando naci mi hijo como que yo
tu
ve
la sensacin que estaba viviendo por a
lg
n motivo .. Digamos que ant
es
estaba viv
iendo por
vi
vi
r
Adolfo
(CM).
1
1
El sentido
de la
vida. Lo mximo
que
me
ha pasado
en
la vida. lo mejor, no
me
ha pasado nada mejor que
tener hijos. Es lo que
m
s me ha llenado
el
corazn. Yo siempre pens que
los nifios los iba a cu id ar
la
nana, que yo iba a ser p rofesional. Pe
ro
cuando
.nacieron cambi mivid
a.
Mis nios, mis hijos es lo que ms quiero.
Lo
qu e
ms amo, es Jo l timo a lo que renunciara, o sea renunciara a m antes que
-
160
-
.,
.
r
t
['
l
1
:
.
..
'
l
f
r
a ellos, cach
i? ,
Marisol (CM).'
08
Una experiencia de trascendencia.
Los
hijos aportan una sensacin
de
trascendencia.
Una c o s ~
que hombr
es
estamos poco relacionados a otros seres, pero cuando terns un hlo
es
como
que u hijo o tu hija est bien es parte de
u
necesidad, cachi?
No
es un
otro, es una proyeccin de uno mismo , Rod
rigo
(CM)-'
9
Qu es lo que se puede cole
gi
r de
es
ta obsesin de clarativa acerca de
la tmportancia absoluta y central de los hijos en la propia, i d a Este
tramiento, por lo menos declarati
vo,
colectivamente legltlmo de la.vtda
personal alrededor de
lo
s hi j
os de be
entenderse
en
toda su cor:ip
le
1dad.
Ms exactamente, en su triple complejidad. Pata empezar,
es
mnegable
que debe ser cargado a cuenta de la legitimidadque o t o r g ~ la i d ~ d
y de lpeso
de
la dim ensi
n
estatutaria en la familia, q u ~ ~ e r n m o s de dt scuur.
Inneg
ab le
.
Pe
ro, en rigor, ni esste el nico afluente,
rn
s1qu1e ra, nos a r ~ ~ e
el ms importante. La segunda entrada explicativa
es
que ella
es,
tamb1cn,
una consecuencia colateral de la profunda crisis que vive la
co
n
yu
galLdad,
una situac in por la cual el centro de la familia se desliza descle la pareja
conyugal hacia los hijos.
21
Porque si no hubiese sido por esta chiquitina,
yo le digo habra sido ms fom e pa' uno p o r q h a b r a ~ o ~ : e s t a ~ o
los
dos. En cambio ella ahora nos da, no nos dea tranquilos adm1te VlVlana
(
SP).
Muchos son explcitos en reconocer, en este marco, que
s i ~
los h
ij
os
,
sus matrimonios
ya
habran estallado. Gabriela (CM) reconoce abiertamente -
que, por momentos, se qued en su vida de pareja por inercia, po rqu
e
los
nios me necesitaban . Volveremos sobre esta dimens i n en el capitulo
siguien te .En tercer lugar, la retrica ab ultada de la centralidad l o ~ ~ i j o s
denota, sin lugar a dudas, el efecto del fuerte em
puj
e a la smgulanzac1on
de
los lazos a
pe
sar de, ymuchas
ve
ces en friccin con, la fuerza de los deberes
estatutarios, aspecto en el que nos de tendremos a
co
ntinuacin.
l corazn
del
cambio:
la
proximidad con los hijos
La posicin adquirida po r l
os
hijos en la familia
te
stimon
iad
: un cues
tionamientode la primaca simblica estatutaria de la
co
nyugahdad sobre
los otros component
es
familiares,
pero,
tambin rel.eja lo que es uno de l ~ s
principales cambios de la familia chi
le
na contempornea:
la
conso lldaCton
de
una
relacin afectiva ms hor
i1.0nt
al co n los h ijos. Por supuesto , esta
transformacinse insc
ri
be en la
es
tela de la transformacin ms generalde
la horizontalidad de l lazo evocado en el tomo 1, pero toma aqu ribetes
propios.
Los
testimo nios insistieron en subrayar la contrapos
ic
in entre los
ad res muy estrictos y distantes que se tu
vo,
y a y a r s ~ a c e ~ ~ a la
relacin
muy
es trecha y afectiva'' que se tiene con los propios h1os .
- 161 -
-
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Re acim1ts alcc1 ivas yp1xirnas:detrs de su apareme banalidad se esconde
lo lJ llt pndr l'lJ11:;idcL1 rse el corazn de la re volucin de la vida privada
rn
Cltil1
Cada < ti
a ex presa esta proximidad de manera distinta y, como
v111111os, ~ u s
rn1secuencias son diferenciales en elcaso de las mad res y
lo
s
p:1dn:;. Un
elemento transversal es que se
ex
presa subrayando la oposicin
11 di:
I
ancia emre lo que hicieron sus padres
y
lo que ellos h
ce n,
frmula
especialmente presente en los hombres, con certeza debido a la no ved ad
del
mandato
de
proximidad
en
lapatemidad.
212
"C
uandolos nios salieron,
estaban en la clnica, yo tom un curso en la clnica para camb iar paales'',
en cambio. comenta Gabriel (CM), mi pap nun ca fue as".2'3
En esra dinmica, los cambios percibidos
o,
al menos, apelados por
considerarlos legtimamente deseables, son mltiple
s. Bla
nca
(CM
) es
transparente: la gran diferencia entre generaciones en lo que concierne
a
. la filiaci n "es la comunicacin entre padres e hi jos".
214
Pero la diferencia
reside tambin en una relacin ms estrecha, ms fsica, corporal. El rega
loneo.
La
sensualidad de los cont ctos. Margarita
SP)
est muy content
de que sus
ruja
s searr
muy
ca
ri
osas. Una de sus hijas, por ejemplo, lle
ga
a las cinco de Ja carde ac, y 'salgamos juntas ', o sea, ella.es as, estoy acos
tada en mi cama y ella se acuesta al lado
mo.
No,
son bien cariosas (mis
hijas) .
Un
tercer cambio enunciad
o,
en particular por las mujeres, es la
aparicin de una rel
ac
in de complicidad producto
de un
mayor cercana
culwral. Josefina (SP) lo expresa del siguiente modo: no s, h e tratado
de
ser c:omo ms am
iga
, porque antiguamente los paps tenan la idea de que
entre
m
s estrictos eran, mej ores paps,
y
ahora co mo que ha cambiado
un
poco . Finalmeme,
la
transfo rmacin
se
enca
m
en que la insatisfa
cc
in
del deseo de proximidad es vivida hoy co mo frustracin activ
a.
Lo que fue
un experiencia comn para los propios
p
dres ("mi pap, yo lo conoc
muy
po co.
Mi pap trabajaba, llegaba y
yo
ya estaba durmien
do,
no tengo
recuerdos
ele
m pap participando en casa - Sergio,
CM).
se vive ahora con
verda
de
ro
descomemo por muchos. '
El
sentimiento de haber pasado al
costado de al
go"
se generaliza a medida que se acenta la experiencia del
contacto con los hijos, y la importancia de la bsqueda de es te co ntacto.
- 162 -
;
'"
.
.
' .
r
t
l
[ ~ ~ ~ e ~ t ~ ? ? , } ~ b i 1 ' . ~ ~ ~ f f : ; r 1 J :
j
l t ~ r
~ ~ Q .
n u : ~
f 1 e
? Y ~
~ ~ ~ W ~
. s ~ ~ .. ,: .
;, G ' i i ~ a ~ t i ~ a . .'Yo. l . P r t ~ : : - ~ q \ : 1 \ ~ I ' ~ e r , t ~ ._
i ' . t i t l ~ ~ ;
: i e
d.ic:e
:
d e ' t o
l a s :
rb
'
rta
.s
u i r "
~ l f i l ~ t l i g a
.
es
-
:
f i c ~ l , T l ~
i ~ ; '
o qti p a s ~ ~ ~ o .
l
c : u a ' . ~ < l 6
i r u v o
p r n e r a
regia,
M . e : ~ \ : ~ s ~ ~ ~ P : ~
t ~ ~ g 8 ~ 1 g o
9 1 : l ~ :.
1 ' - ' ' - ' ,
~
t e r r : ~ " ' y o
~ ~ i j : r ~
1 ~ ~ ~ g i ? ~ t
P . a ~ ~ s ' . e ~ d ~ t ~
q ~ e ~ 9 _
: te voYa uidar la ~ a g u a e y a w
v,1
uqa so,ta . l l J ~ s 1 _ r ~ t ~ v e m s
\
l 1 i 9
fe
h . a ~ ~ r r r l e qe y : P ~ r ~ ~ r - ~ e
- i f i i
f ~ qi4ete;ua
i . ( a ~ t
q u e
q a m 1 g a s
de
f : r i i s f f i o
cd
t
eB qeYa e r i ~
g u g t i a
a ~ l ' q u e . s e d ~ c.uenrn que
\;
::' y;IJt
-
8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
12/20
>-. ;
..
,
..- . -, ,
_. y u c 1 m u t u r s o U c i a r i c t M g e n ~ r i c ; a f g E r i e r a ~ i t j n ; U i l t t d M 1 a J a f u i i h i \ ;
e x p r e ~ ~ . juswnnte, a travs de la fusio nl idad re a C i o r i A L f r i t ~ l - '
hija.
T]na
trasformadn imporlantc
que
hay que poder an ali:r.i1i cori
m.s ~ t e n c i l , y q ~ e s e e x p r e s a en
i
tlecho
de
q11c
c
contra de
lo qti
durante
mucho
tiernpo fucde rigor
en
nmchas
s o r n ~ d a d l s ,
a saber. la
p r , e f e r e n c i a ~ u e las111adresdeiossectores )opularcs tenan pcir el hijo
v a r ~ ) S d ~ w ' a r t z ; 200'2)
1
e:ntre,mJcbas de n u c ~ t r a s entrevistadas fue
pate:iteel
~ s e o
d 1 a c ~ r ( l i f r e l ~ c ; i n
nadre-hija
el
vi1clll(J
privilt;giado .
,
.- .
. -
,
' -
'
.
: ' ' - ' - - : . '
- . 1
El ideal romntico se ha plasmado menos e la parcj;1
y
ms rnucho
ms, en relacin con los hijos. La ~ e n s u a l i d a c l . Jlr.na de pudor, con la que
se dio cuenta ele esca.relacin, salta a la vista.
Lo
impon.ant.e con
los
hijos.
por encima
de todo, son los afectos, el tocarse,
el
trans
1111l r
cariro
abra
zarse. En fuerce oposicin a lo que nos fue relatado a nivd l E ~ la pareja,
en
donde la corporalidad est prcticamente auseme, la expresin afectiva
corporal ocupa
un
espacio relevante en los relatos, excepto en el caso de
los hombres
de
sectores populares, menos atingidos por
la
expectativa de
164 -
una parentalidad ms cercana an ms fieles a la dimensin estatutaria
(Olavarra,
1998
y
2001;
Rebolledo,
2008). La
familia, la relacin.con os hijos,
ms precisamente, es
un
espacio de sensualidad (en el sentido amplio de
la palabra) y de l ibidinizacin privilegiado. Para Javier (CM). la paternidad
fue la
primera
vez en mi vida que me enamor, por primera vez en la vida
puedo estar con alguien abrazndola, tocndola, a una
mujer
c h i q u i t ~
de
este porte,
pero
la gozo todo el da, un
amor
incansable . Una sensualidad
y afectividad familiar que no sustituye a las obligaciones estatutarias fami
liares. pero que,
con
seguridad,
las
complejiza notablemente.
De
hecho, es
precisamente debido a que este lazo es ms afectivo, ms prximo, que se
desarrolla
un
empuje, conflictivo, a repensar los deberes estatutarios. pero,
tambin, es por ello que la relacln
con
los hijos puede convertirse, para
muchos,
en
el eje de la realizacin personal.
La
relacin con
Jos
hijos est, as, enmarcada, por
un
lado,
por
una res
ponsabilidad absoluta y aplastante (el deber estatutario)
y
por el otro,
por
una alta sensualidad (el placer de la paternidad y a maternidad). Aqu est
uno de los grandes desafos de la prueba familiar: articular al mismo tiempo
el
mantenimiento de los deberes estatuta rios yuna relacin muy afectiva Y
prxima en la gescin cotidiana
de
los lazos con los hijos.
LA PROXIMIDAD Y LA GESTIN DE LOS AFECTOS que se le asocia tienen
un efecto
de
recomposicin relacional. Dos dimensiones de esta transfor
macin son funclamentales. Por Lm lado, la agudizacin
de
la funcin ele
soportes que tienen los hijos. Por
el
otro, la compleja
y
desafiante gestin
de la auroridad
en
lJ relacin con ellos. Veamos
con
ms detalle ambas.
La pro:dmidad afectiva con los hijos
y el
empuje a la horizontalidaden
la relacin puede dar lugar a experiencias particulares. No se trata, sin
duela, ele algo
a b ~ o l u t a m e n t e
novedoso, pero su significacin no es por ello
menos importante, como lo demuestra la e
mocin
con la cual nos fueron
usualmente contadas
estas historias. Qe qu se trata? De
que
los hijos s.
convienen,
explcitamente, en soportes existenciales de los padres . Para
algunos, ncluso, el trmino es apenas exagerado, se vive como
un
verdadero
milagro relacional.
El
hijo se descubre
en
facetas distirrtas. Es un amigo .
En verdad, un hijo
que
asume, desde y gracias a los afectos instaurados,
una funcin diferente. La emocin en el relato fue palpable: detrs de los
deberes estatutarios que quisieron o debieron
asumir y
que
por momentos
ejercieron
una presin
muy fuerte sobre ellos), hab[a
-tambin haba-
un
universo asombroso ele afectos
y
de singularidades. Se trat, para muchos,
de un descubrimiento, de aquellos grandes en la vida.
-
8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
13/20
Felipi.: (CM) In 1.vw a
11 hablar de
su bancarrota econmica y de las serias
dificultad1s
qt1'. vivi. En ese momento descubri que sus "hijas, eso
es
1111.1
clw
~ ; i11q 11111 ;1mc ,en los momentos dificiles me apoyaron, qu se yo
..
x p l i i a r k
a 11n a hija
, yo
lo
cuento
con mucho orgullo,
en
esa poca tena,
110 s1\ 1;1 ai1os ti na, u aos la otra, y explicarles que no les poda regalar
11 u :1 p;u a
1
-
8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
14/20
rayarles la
ca
ncha; puta, siempre he escuchado yo 'de los hijos no hay que
ser amigo
s,
hay que ser pap'
.. Y
yo, huen, me cuesta poner el lmite, el
rayado entre que no se te pasen pa'
la
punta y ser
el
pap que te respeten,
cosa que yo no s; no soy mucho de la idea de tirar los galones para que te
respeten, no soy mucho de esa teora medio autoritaria".
la sociabilidad familiar o la fuerza del clan
Para decirlo directamente y
de
ent rada, un aspecto destacado que revela el
peso
de
esta institucinen
el
caso
de la
sociedad chilena es que lasociabilidad
de las personas tiende a restringirse a
la
familia. An ms, la sociabilidad
fa miliar aparece como altamente legitima, esto es, aparece como nonnati
vamentc primaria, a lo que h
ay
quesumarle que se trata de una sociabilidad
caracte
riz
ada por a fijeza delos roles estatutar[
os. Lo
s individu
os
enfrentados
a esta realidad evidencian sentimientos de asfixia
y
encierro.
La so ciabilidad familiar como exigencia se expresa, para empezar, en
la
exigidad de los lazos sociales y amicales, los que se suelen justificar en
nombre
de
la dinmica y
de
la fuerza de los lazos familiare"s.'
2
Vale decir
que
es
en el permetro familiar
qu
e muchos
de
sarrollan
lo
esencial
de
su vida
socia
l.
A
saditos", se hacen, cuenta Eugenio
(SP).
con "cierta frecuencia
'
,
pero se hace n
en
familia solamente
.
Yo soy mucho de familia, para
m ,
por ejempl
o,
ten
go
varios hermanos, entonces, a ver, y como que siempre
he ce
ntrado
mi
vida en lo que es la familia , siempre estoy rodeada de mucha
fa milia,
preocup
ad
a por
ell
os",
co
menta Alicia (CM).
El
testimonio anterior
no es ais
la
do. En el caso de Su sana se expresa en el hecho de que una vez
po r
semana
se renen todas las
en
casa de
la
madre y cada una
ccn sus hi jos
re
spectivos.
"Somos sper aclanados", como
lo
enun
ci
a Magdalena
CM),
es, proba
blemente, el mo do ms co mn y extendido
tic
dar lin gsticamente forma
al
peso
de
la familia en las prcticas
de
sociabilida
d,
cu estin
que
aparece
no solo en su
fo
rma positiva sino tambin en su forma negat
iva.
"
No
puedo
quejarme de
mi
s hermanos", dice
Javi
er (CM) , "pero
no
somos hermanos
muy cercanos, no somos un clan, nos
ju
ntamos muy ra ra
ve
z, porque (mis
padre
s)
crearon una
re
alidad muy co mpetitiva, muy pelotuda, si se puede
decir
en
ben castellano, muy pelo uda, mucha rencilla menor, y debo decir
con tristeza que de l
os
tres
y fui
el nico exitoso entre comillas
..
y soy
el
me nor,
y
esa diferencia me
ha
marcado en elsentido de
que
soy el ejemplo
a seguir y soy el me nor .. Yeso gen
er
a .. claro , celos .. y me ha costado y
le
s
ha costado an ms at ll
os .>
21
- 168 -
\
t
'
,
.1
La familia
es
no rmativamente un clan
y la
s relaciones estrech
as Y
exclu
.vistas que ello supone
fo
rmatean la sociabilidad.
El
aclanamiento aparece
SI .
como modelo relacional paradigmtico, ya seap
or
presenciaoporausencia,
aunque es cierto que no todos sepliegan a
l,
lo que es importante recalcar
:s que incluso
en
es tos casos la fuerza normati
va
de la familia aclanada
est presem
e.
La ausencia de una relacin cercana y de contacto permanente co n la
familia ti n que ser explicadapor los individuos,
es
decir, si esta sociabilidad
familiar es
t
insuficientemente desarrollada o simplemente auserrte, les
indivduos se sienten obligados a dar una explicacin justificati
va
. "Todos
untos -
3
hermano
s-
casi no nos
vem
os, porque se murie
ro
n mi ma m Y
pap'', Fabiola
(C
M). Otros ex plican esta toma de distancia
p_
artir de un.a
situacin familiar complejam o por conflictos o, con frecuencia, por env1-
dia .m se
tra
ta
de
una
so
ciabilidad cu
yo
fundamento es una inco ntestada
legitimidad, la que, como ya vimos en el captulo sobre
m p o r l i d d
vtales en
el
primer tomo, hace que, por ejemplo, la pres10n por
dechc_
ar
m
s
tiempo
a
la fam
ili
a se consti tuya en un afluente
ce
ntr
al de
la
tiva articulacin de las diferentes esferas de vida desde
un
punto de vista
temporal en la sociedad chilena.
Segundo pun to a considerar: lo que prima en la mayora de
lo
s
c ~ s o
ms all
de
que las relaciones sean buenas o malas, ce rcanas o dtstend1da_,
frecuentes o espaciadas,
es
una sociabili
da
d institucional y estatutaria
entre los
miembros de
la
fam
ili
a.
El
peso del
rol
estatutario
es
tal que s te
puede, incluso, llegar a bloquear ciertas formas de com unicacin, como
comenta Daniela (SP). quien se v imposibilitadade co ntar sus prob lemas
a sus
hermanas porque a ver.
pa
ra
mi
s hennanas,
yo
soy (desde chica)
la
que
soluciona los prob
le
mas, enton
ce
s
y
no podra ir con un tema donde
ellas' . No s explica: "porque son ms chicas".
Se
corrige. Bueno, "no son
ms chic
as
... pero tienen 2 anos menos que yo
.
O sea, la relacin aparece
como co ngelada en el rol estatutario que en tanto hermana mayor le
fu
e
endosado en el pasado.
Por supuesto, apenas se entra en detalle en Ja materia, las imgen
es
son
ms contrastadas. Cualquiera que sea la fue ria de la lgica institucional y
sobre todo, el peso de las convenciones y obHgaciones, los lazos fami l
ia
r:s
estn siempre envueltos, aunque sea
de
manera
te
nue en gen
era l.
p
r
:ilgun
tipo de
consideraciones afines ent
re
sus miembros. . .
En efecto, en los mismos relatos aparecen evident
es
signos
de
g u l
zacin relacional. En algunos, ello supone un al
ej
am
ie
nto e los hermanus.
0
de los padres, o de distancias que se establecen
en
funcin justamentede
afinidades
0
de su
ausencia.Con
su
hermana mayor, com cnt
;1
Cuillcrnw
(SP)
-
169
-
"
1
-
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15/20
nos llev
-
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16/20
se evidencia aqu, con inusitada frecuenc ia, es que la
fam ilia
supone una
verdade ra exigencia de don o sacrifi
cio
de si, sea que se la considere o no
problemtica. Como es de esperar (aunque veremos
lu
ego que las cosas son
ms complejas
),
es en el contexto de la maternidad en que esta n1odalidad
de afirmacin aparece de manera ms frecuente: en la fam ilia, con los hijos,
lo
importante es que sientan "que uno siempre est, para bien o para mal,
en todas. Para
m
una familia es un ncl eo que se apoya y que se quiere, y
se demuesLra", resume Soledad (CM).
En concordancia
co
n muchos otros resultados, a fanlilia es percibida como
particularmente imp
on
ante por los chilenos: para
un
alto porcen taje ella
tiene mucho ms importancia que
lo
s amigos, el trabajo o la religin.2
14
Su
funcin es central en la vida de los individuos.Si es ciertoque identicariamente
no dependen exclusivamente de ella (como lo fue quizs en el pasado),
en
trminos
de
oportunidades
y
soportes, los individuos se piensan a
s
mismos
como indisociables de sus vnculos fami liares.
"Lo
ms importante es la
familia", sosene con co nviccin
Alej
andro (CM), "yo creo que las energas
tienen que estar puestas ah, en tu familia. Cuando uno tiene un problema,
los primeros en ayudarte, los primeros en apoyarte son la familia.
Yo
siento
que trabajar la familia te ayuda tambin a la felicidad". Ya sea desta
ca
ndo su
presenc ia o lamentando su ausencia, las personas refieren a Ja fami
li
a como
d surtidor ms importante de soporte material e inmaterial. Claudia (CM)
encontr los trminos para darle sentido a esta diferencia con simplicidad.
Proteccin materia
l:
"
Si
no puedo ir a buscar a mi hijo, yo
ll
amo
pa
ra la casa
de mi hermano, que yo s que lo va a ir a buscar; a ellos les co nfo mis hijos
como si fuera, no s po', como si fuera y mi sma, yo llamo y si necesit0 algo
ahi estn mis hermanos".
Pro
teccin inmaterial: cuan.do evoc el vnculn de
apoyo fam iliar "que me emrcga sep,11riclad, yo c
reo q1
1c si yo a
nd1>
1p11ru
t riste
y
me voy a sentar un rato donde mi
m
am
y
el
h
echo
de esc
ir s r da
en el silln ah con mis hermanos tomn
-
8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
17/20
Bemardita
(SP)
se encargade las salidas escolar
es
de su nieta,
co
nsiderndolo
parte natural
de
sus
ob li
gaciones. Cecilia (SP) sabe que ante una urgencia
siempre puede, dice, recurrir a su hermana. "Siyo tengo que hacer a
lgo
muy
urgente, yo le digo a
mi
hermana, 'me pods ver a los nios?' y
me
los ve .
Pero no solo es la claridad de las obligaciones estaturarias
lo
que ex
plica la adhesin que garantiza el cumplimiento de esta funcin fo miliar,
tambin hay una dimensin motivacio[la]: el empuje al cumplimiento de
las obligaciones estatutarias
en
la familia
es aguzado por el hecho de
que
wdos saben
qu
e
son
suscept ibles de depender,
en
algn momento, del
otro. El ciclo entre las generaciones refleja bien esta pauta. Paula SP) tuvo
que ponerse a trabajar muy joven para ayudar en su casa, algo que lamenta
profundamente y relata con tono de reclamo. No obstant
e,
no duda, en el
momento de la ent revista, y estando "corta de dinero", en pedirle ayuda a
sus hijos.El apoyo familiar disea un permetro en el cual la memoria de las
adiciones
y
las sustracciones se pierden en el tiempo. Mariana SP) reciba
en el momento de la entrevista
un
a ayuda fin anciera de su hija:
Me
ayuda,
porque
yo
no puedo complementar. De hecho estamos haciendo una solaolla,
para ella y para
m
en la casa de ella".
Y
no solo eso. Su hija
y
su yerno "han
sido
mi
aval para que me entregu
en
mi
casa
..
Ella me ayuda con los nios,
e
lla
ha truncado su
pr
ofesin para ayudarme a m". Una ayuda, en verdad
manifiestamente un sacrificio, que ella lamenta como madre, y tanto ms
que
su
yerno "siempre le recalca eso a
ell
a (su hija) y yo me siento culpable,
eso es lo nico qu me due le .
La ayuda ent re
lo
s miembros de la familiano es vivida conscientemente
ni como una retribucin ni como una deuda, por supuesto. En trminos
retricos, la formulacin suele enfatiza
r,
especialmente en el caso de las
muje res, pero no solamente, que se trata de dar todo y in pensar.
Qu
es
lo ms gratificame? Que uno cuando da a los hijos, da pero sin condiciones,
o sea uno se da por entero y puede servir y puede hacer todo sin medida",
dice Caterina
(CM). La
lgica del don (dar-recibir-devolv
er) es
la
qu
e
emm
cia con ms justicia Ja modalidad de este tipo de relacin (Mauss,
1991
. Sin
embargo, incluso esta l tima caracterizacin es en parte insuficiente. Lo
que importa subrayar aqu es la exigencia
mor
al que pesa sobre los indivi
duos en tanto que
mi
embros de una familia,
una
de tal magnitud que no
pueden sustraerse a ella legtimamente. De ah que a pesar de las mltiples
denegaciones fcricas la familia pueda ser tan masivamente vista como
una garanta frente a los problemas,
al
punto que termina por suscitar la
experiencia, para no decir la conviccin, de que en el mundo como que no
ests solo. La
fa
mili a siempre ha estado ah, siempre ha escado ah, nunca
me ha fallado" dice Jorge
(SP).
- 174 -
l
'
. l
l
i
f
I
l
t
Sin embargo, no todo es luminoso. Ex isten var ias aris tas sombras . Una
de ellas es
qu
e esta concepci
n
multifuncional
y
multidireccional de la
familia como soporte privilegiado en tanto manera de paliar una serie de
riesgos o insuf iciencias institucionales co tidianas, hace que las relaciones
afectivas no estn jams enteramente inm
un
es al clculo insu umenta
l.
No se trata de cinismo en esta actitud. Las relaciones son, con mucha
probabilillacl, sinceras y los afectos profundos, pero sobre ellas sobrevuela
siempre
-
8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
18/20
situacin en Chi le es otra.A pesar de la importancia de las po lticas pblicas,
los individuos,como lo hemos vis co ya ap ropsito de otras pruebas, cienen
que encarar constantemente los lmites de los apoyos institucionales. Por
supuest
o,
los beneficios estatales, tanto bajo la
forma
de derechos
co
mo
de elementos ms discrecionales
y
asistencia listas, existen, pero stos no
alcanzan para transmitir a los individu
os
elsencimiemo de estar al abrigo de
los riesgos ms frecuentes de la vida social. Por el comrario,
lo
s
ac
tores tienen
la conviccin de que deben encontrar, y
forj
ar, por s mi s
mos
estos soportes.
Y para ello, los otros,
en
rigor las relaciones famil
.i
ares, dada la irritacin
en las relaciones con l
os
otros no fa miliares. se convierten necesariamente
en recursos potenciales indispensabl es. Es a partir de la concienciade esta
realidad que se per
fil
a una lnea de continuidad, dentro delmbirn familiar,
entre relaciones afec tivas e instrumentales. Una situacin que r
es
ulta tierra
frtilpara las re
cr
iminaciones cruzadas.
El un iverso de
la
cr t
ca
fa miliar
La salud de la institu cin
fam
iliar est resguardada por las dimensiones que
acabamos de sealar. Sin embargo, estas realidades son.,a1mismo tiempo,
objeto decrticas ms om
en
os virulent
as.
Parece desaconse
ja
ble, sin embargo,
ver
en
e
ll
as un mero fruto
ele
un proceso inc
ip
ien
te
de des ins
ti
tucionaliza
cin. Ellas, tambi
n
, y alcontrario,
res timoni 111 bajo1ma
modalidad cr
ti ca
sobre la fuerza del mo delo institu cional y de las
cxp cc
carivas Jeg1 mas q11c
ste supone. Es, en efecto, en nombre de es
1c
ideal inst iwcional n
0
los
ind.ividuos ejercen la crlica en
el
;mbi1n familiar.
La dimisin de l
os
roles t a r i o lm truns
miso
cs
gener cion les
Las recriminaciones son mltiples y se inscribe c
ad;11111a1.k
l'ilas
rn
u11
registro profunda.mente singula
r,
pero en
ro
das
lu
que aflora
es la
diswncia
con el ideal. Es en referencia a una figura norma1iva anhelada como se j
uzga
la propia situacin: ''Yo tuve una fami
li
amuy disfuncional
,
nos dice
F;
1biola
(CM), "entonces, cuando form una familia,
yo
saha todo
lo
que 1H1 ha ba
que hacer (r
e)"
. La formulacin c
rci
ca se dir
ig
e haci;i l < H
l
w; aquellos
qu
e no
son capaces de eje rcer convenientemente, o sea, en acmrc o con elideal, sus
funciones estatutarias, y, sin sorpresa, se centran en las
f i g n r ~
parenta les,
pero con una clara diferenciaen las modalidades segn se trate del padre
o de la madre, siendo las dirigidas al primero significativamente mayores.
- 176 -
f
i
1
L
1
1
1 .
,.
.
'
No
es sorprendente,
ciado
el ya analizado desfase entre
un
fuerte
Y
com
eto rol es tacutario y su debilidad relativa, que los padres sean el blanco
pa . .
rincipal. Tampoco es de extraar
que
sea prectsamen
te
la denuncia a
sus
i l i d a d e s la que adquiera un carct
er
ms radical.
Pu
esto que el padre
es
principal
me
nte aquelque asume
tm ro
l inequvoco de proveedor de recursos,
es..esta limitacin la que e.sen primer lugar subrayada, pero, no s o ~ o ella,
mbin lo es, nor ejemplo, su funcin de gua en el mundo: M t papa es
un
ta , "' . , . . l M 1
poco de ese pensamiento que dce,
Le
eduque, a
h1
uenes el..rnu o. 1 ~ n t . l f a .
A
hora dime lo que hago Ahora dame tus valores Que hago, que hago
1
ara manejar mi vida, qu rumbo tomo, con qu estrategias juego,
pongo ms priorizacin. a qu le pon
go
ms energa, dnde aplico
yo,
que
a c i d a d e s
hago, por qu, cmo, cmo hacer?
, exclama Javier en
un fraseo en el que no es
di
fcil percibir la profundidad de su frustrac1on.
Los relatos expresan u n desasosie
go
profundo y ms general, que se
desarrolla en tomo a las implicancias de la frase "el padre no estuvo". Es la
ausencia de los padres
lo
que est en juego, y si bien sta u e ~ e ser
r.e
al
("
no
tuve a mi pap
,
se me borr del mapa, se fue enojado con mi
ma
ma,
se fu
e
a otra ciudad, y yo no tuve pap en
e
fo ndo" -Patricia, CM), no es esto lo
esencial. La ausencia que verdaderamente cuenta es aquella que se produce
en la dimisin de los padres de sus funciones
es
tatutarias: "Fue m
u_y,
muy,
muy buen pap hasta que empez a pelear con mi mam o m ~ p a r ~ i a
Y
eso
transinitt su papel como padre" como clice Jav ier
(CM ),
o
"m1
papa no era
irn icho lo
qu
e aponaha.
No
estaba nunca" como testimonia Mara (SP). El
1
d aJartir de este
padre es rm1s un
ro
l 4ue una persona, y os JU ICIOS se o t enan , .
ptimo 1le partida. El testimonio de Denisse (SP) es r a n ~ p ~ r e n . t "La
~ m c a
ve
z que necesit de l fue para resolver un tema econom1co de la
n t v e r
sida, no estuvo, y eso fue hace dos aos, y bueno, va n a ser dos anos que
11
0
hablo co n l". Cierto. nos dice , "es mi pap, lo respeto.
De
bo quererlo Y
respetarlo por el hecho de ser mi pap
.
Pero mayor contacto con l,no hay"
Difc
il
enunciar con ms claridad que el padre es, por sobre todo, un rol, Y
la e
xi ge
ncia
es
que se ajuste a
l.
La
0
crtica a Ja madre es de otro talante y se concentra c l u s e n t ~
las muj eres
em
revistadas .
6
Entre stas, la principal crtica no es la d1
m1
-
sin de las funciones estatutarias.
Lo
que se cuestiona aqul, es el tenor de
la transmisin imergeneracional. En este marco, como ha sido
ya
expuesto,
el tono crticose concentra de mane ra sobresaliente en el machismo ante
cual se doblegaron yque se esforzaron en exceso en n ~ m i "M i
siempre nos ense a cocinar para que los hombres estuvieran comentos. ,
recuerda Magdalena
(CM)
. "Mi mam fue
una
persona
mu
y :iach1 ta
..
'to
am mucho a mi madre. la cuid mucho, la ayud hasta el ulumo d1a de su
-
177
-
-
8/11/2019 Familia Modelo y Fisuras
19/20
vida, pero mi mam fue muy machista, mi mam era de las personas >ara as
cuales la mujer tena que ser eso, estarahi, criar hijos, ;11rnd1r al
111aridu,
de
ti.echo, cuando
yo
era chica,
yo
tena que barrer la (;allc :11ltt's del dl'sayuno,
mientras mis hermanos tomaban desayuno", "C:uandn
sorrws
drn1asiado
machistas, somos nosotras las culpables, n
j1n
1
,
1l'a d liomhr(''',
-
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