Escoja una enfermedad infecciosa (parasitaria o no). Analice los factores más importantes implicados en su endemicidad. Deduzca, a partir de ellos, cuáles deberían ser a su juicio las medidas preventivas.‘’El paciente no pude estar ni de pie ni acostado, como un hombre loco se mueve de aquí para allá, se desgarra la piel con sus manos y siente una sed intolerable. Éste es el síntoma más alarmante, porque se asusta tanto del agua y de cualquier otro líquido que preferiría morir antes de beber o acercarse al agua. Es entonces cuando muerden a otras personas, tienen espuma en la boca, sus ojos se van desencajando y finalmente quedan exhaustos y emiten dolorosamente su último aliento’’.

Esta caricatura de 1826 muestra a ciudadanos equipados con armas para protegerse y eliminar a los perros rabiosos que deambulaban por las calles de Londres. Una vendedora ambulante cae por evitar al perro, mientras que una mujer corre para esconderse. En el siglo XIX la rabia canina o de la calle era un flagelo en todas partes, especialmente en Europa. Las víctimas de la rabia se suicidaban o morían después de ser mordidas por un perro rabioso.

Aunque hoy se cuenta con vacunas, la rabia sigue siendo un problema de la vida salvaje y de la salud pública. La educación es esencial en la prevención de la enfermedad.La epidemiología de la rabia es extremadamente compleja y difiere mucho de un continente a otro. Los programas de vigilancia se usan para encarar las siguientes cuestiones:• ¿Qué animales tienen rabia y en qué regiones de un país?• ¿Cuántas personas contraen rabia y a partir de que animales la contraen?• ¿Cuáles son las mejores estrategias para prevenir la rabia en el hombre y los animales?La rabia es una enfermedad de los mamíferos. En el plano mundial, es particularmente una enfermedad de perros, coyotes, zorros, mapaches, zorrillos, mangostas y murciélagos. Es menos frecuente en los perros domésticos, gatos, vacas, caballos, cerdos, ovejas y cabras.

En la siguiente figura se muestra el número de reservorios animales en el mundo en 2003. Adaptado de la Organización Mundial de la Salud, 2005.

La rabia fue estudiada extensamente en Tailandia, y se demostró que los perros son responsables del 95% de los casos, los gatos del 3% y las ratas, los conejos, las civetas, los monos, los tigres, las ardillas y otros animales del 2% restante, lo cual evidencia que el virus de la rabia es altamente infeccioso entre los mamíferos.Antes de 1992 se conocía a Ontario, Canadá, como la capital de la rabia de América del Norte. Pero desde la implementación de los programas de control, el número de casos de rabia silvestre se redujo en un 95%. Los programas se centraron en la vacunación de los zorros del ártico y los perros mapaches del Atlántico medio, y un enfoque educativo respecto de las varias especies de murciélagos. Un número pequeño pero creciente de casos de rabia en los seres humanos son el resultado de infecciones asociadas con los murciélagos, los cuales son un objetivo difícil para el control con los métodos convencionales. La rabia en los murciélagos está ampliamente distribuida en los Estados Unidos y representa el 17% de todos los casos de rabia en los animales que se informaron al Centers for Disease Control and Prevention (CDC) en 2001.

El programa de Servicios de Vida Silvestre, parte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, es responsable de proporcionar asistencia en el manejo de las enfermedades de la fauna silvestre. En el 2004 hubo 15 estados que distribuyeron vacunas orales para los mapaches; Texas distribuyó cebos para los zorros grises y coyotes.

La vacuna oral que se usa para inmunizar a las poblaciones de fauna silvestre se combina con una matriz de cebo externa que está compuesta por harina de pescado (para los mapaches y coyotes) o alimento para perros (para los zorros grises). La vacuna se introduce en el interior de un pequeño paquete y se sella con cera dentro del cebo. El paquete se perfora cuando el animal muerde el cebo y se liberan 1,5 mL de la vacuna oral de la rabia. En 2 a 3 semanas, los animales generan una respuesta inmunitaria contra el virus. Los cebos se distribuyen manualmente en las zonas urbanas o suburbanas, pero en las áreas rurales los aviones son el medio más efectivo para distribuir los cebos sobre grandes superficies de vacunación. Durante el vuelo, la vacuna oral antirrábica para la fauna silvestre se libera desde dispensador automático colocado debajo del ala del avión. El dispensador se apaga cuando se sobrevuela una casa o se cruza una ruta para evitar el contacto de los seres humanos con el cebo. En el año 2003 se distribuyeron más de 10 millones de cebos en Estados Unidos y Canadá.

En la rabia humana, el reservorio principal es el perro. La OMS estimó que más de 10 millones de seres humanos son vacunados anualmente después de la exposición de la rabia y que hubo más de 55.000 muertes por la enfermedad en 2004. Este número representa una fracción del número de casos reales. La rabia humana es más común en los niños varones de 5 a 14 años de edad. En los Estados Unidos, la incidencia más alta de vacunación contra la rabia posexposición se da en los niños varones de áreas rurales, sobre todo durante los meses de verano. Desde 1990 más del 92% de los casos de rabia humana en los Estados Unidos se asociaron con la mordedura de murciélagos. La transmisión entre los seres humanos por mordeduras es extremadamente rara. Además de las mordeduras de murciélagos hubo casos vinculados con la implantación directa de órganos infectados durante operaciones de transplante (como los transplantes de córnea). Se sospecha que la infección por aerosol puede ocurrir en las cavernas altamente contaminadas con excrementos de murciélagos y en los laboratorios.

Por lo tanto, se podría concluir que las medidas preventivas para la rabia en humanos son:

1. Profilaxis preexposición. Todas las personas de alto riesgo deben vacunarse contra el cirus de la rabia. Ejemplos de individuos de alto riesgo son: veterinarios, perreros, carteros,

investigadores, viajeros, etc.2. Todas las víctimas de mordeduras deben procurar atención médica, y al médico tratante se le

ha de proporcionar la información siguiente, para evitar la transmisión posterior:

• el animal involucrado• si la mordedura fue provocada o no

• el estado de vacunación del animal, si se conoce• la localización geográfica del incidente

3. Controlar la transmisión entre mamíferos silvestres, mediante vacunas orales.

4. Vacunación de perros domésticos y callejeros.5. La concienciación y educación a los más pequeños frente a la transmisión de la rabia desde

perros y, especialmente, los murciélagos.6. Medidas de control en transplante de órganos, sobretodo en transplantes de córnea.

7. Evitar mordeduras de individuos desconocidos, por si las moscas...

Le saluda atentamente,

Lucas Fernández Lalanne