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MANIFIESTOY N OTI CI A V E R I DI C A
D E L A S D E M O STR ACIO N ES D E JÚ EILO
QUE LOS H ABITAN TES
D E L A M U Y N O B L E 5 L E A L Y B E N E M E R IT A
CIUDAD D E T E R U E L Y SU AYU N TA M IE N TO
E X E C U T A R O N E N E L L A
DESDE E L MOMENTO QUE LLE G O L A N O TICIA O FIC IA I,
DE QUE NUESTRO ADORADO REY
E lL S E M O R D» F E R N A N D O V I I .
V E N I A P O R E S T A P O B L A C I O N EN E L T R À N S I T O i. L A D E V A L E N C I A , H A S T A QUE S. M. DESPUES DE H A B E R P E R M A N E C I D O CON SU C O M I T I V A D ES DE LAS T R E s D E L A T A R D E
D E L D I A 1 3 . D E A B R I L D E L P R E S E N T E A ÑO D E 1 S 1 4 . H A S T A l A S D IE Z H OR A S D E L A M a S a N A D E L D I A S I G U I E N T E ,
SIGUIÓ S ü C A R R E R A Y D E S T I N O *
C O N L IC E N C IA .S N V A L E N C I A X O F I C I N A D E D . B E N I T O M O N F O R T .
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Q u a n d o el Ayuntam iento de la ciudad de Teruel recibió con anticipación de pocos dias, aviso seguro por oficio del Señor Don Salvador C am pillo, Gefe Político Superior de la Provincia , de que el deseado R ey y Señor Don F e r n a n d o Séptimo , acompañado del Serenísimo Infante Don Carlos , y demás personages de su com itiva, venia á honrar su suelo con su Real presencia 5 y que llegaría aP medio dia del 13. de A b r il , mes entonces corriente ; y en el momento mismo en que su leal vecindario llegó á presentir este aviso ,*fue ya tal el efecto de su abrasado amor á S. Dfl. y A. Serenísima, como que abandonando el exeroicio de sus respectivos destinos, todos los habitantes sin distinción de sexos, personas , clases ni estados, concurrieron presurosos á la s , Casas Consistoriales, y cerciorados de una noticia tan fe liz , prorrum pieron no solo en cordiales vivas j aclamaciones, sino es también á manifestar en dulces lágrimas que derramaban el júbilo y regocijo que seguramente tendrá pocos exemplares ; y desde esta gloriosa ép oca, el Arte de Labradores , los Oficios , los Colegios de Médicos y Cirujanos, los Comerciantes y Careros, .la bizara Juventud 5 y todas las Corporaciones no tuvie--
ron mas objeto que el de preparar á sus expensas para prestar al R ey y sii Hermano Serenísimo quantos obsequios les fueron posibles, ofreciéndose voluntariamente en el mismo A yuntamiento con una gloriosa emulación de unos á otros.
Ya entonces cada uno se aplicó á discurrir las demostraciones festivas que habían de presentar á S, M. quando llegase á verse por las plazas y las calles , y esta fue su sola ocupación. Y a entonces olvidaron las dolorosas lágrimas que tantas veces les hizo verter el. yugo de la tiranía y esclavitud que sufrieron por cerca de treinta meses ; sus ojos se convirtieron en un manantial de imponderable gozo con sola aquella esperanza ; y el Ayuntam iento, uniendo sus sentimientos á los de los vecinos , tampoco trato otra cosa que de cum plir con el sagrado objeto á que llamó toda su atención , la próxim a venida de un R ey tan digno de ser amado.
Inmediatamente destinó una Diputación del mismo C u erp o , que con un Secretario , y dos Porteros vestidos á la antigua española , saliese la tarde del dia 12. á recibir y ofrecer la Ciudad á S. M. esperándole en el lugar de V illar- quemado ; y llegado este dia , los Representantes , colocados en un magnífico coche 5 y los Porteros en dos caballos , partieron desde las Casas Consistoriales por la plaza m ayor y calle del Salvador á cum plir su encargo.
E l P u e b lo , reunido en una inmensa m ultitud de personas que rodearon el coche acom-
pallándole hasta su salida , se deshacía en gri- tos de vivas bien manifestativos de que solo la aproximación de la esperanza de ver á su R ey le enagenaba : no dexaron de correr lágrimas por el rostro de estos fieles Españoles , y los Comisionados , .acompañándoles con las qtie el júbilo les hacia derramar , siguieron su viage, y llegaron felizmente á aquel pueblo.
Por la mañana del dia siguiente, de aquel dia feliz en que S. M. y A . Serenísima llenaron los deseos generales de estas disposiciones, la Comision se presentò con el coche en la carretera y parage que por su altura y disposición juzgó mas del caso ; y en el crítico punto en que llegó á descubrir la carroza que conducía las adorables prendas de ambos Hermanos, apeándose y formándose en cuerpo principió á caminar para encontrarles , y á recoger luego que se aproximó el mas copioso fruto de los desvelos de la Ciudad en estos debidos obsequios; porque la bondad sin límites de nuestro adorado R e y , mandó hacer alto , y saliendo de pechos á la ventanilla de dicha carroza, prestó benignos oidos á los Representantes, y puestos de ambas rodillas en tierra los Porteros , se hizo el razonamiento siguiente. Señor: L a vuestra Ciudad de T e r u e l, por medio de sus Representantes , se apresura á rendir á V . M. los primeros homenages y respetos debidos á vues- tra Real Persona : se congratula de que va prontamente á honrar su territorio su Señor y su R ey. ™ Espera mas adelante con su leal vecia-
odario á V . M ., y el amor que. os profesa os tiene preparado un recibim iento, no qual vos me- receis sino el que ha considerado mas del caso para que á vuestra vista se sacien los encendidos corazones de sus leales habitantes , pues que vuestra presencia , Señor , enjugará las lágrimas de dolor y sangre derramada en el rapto y cautiverio de su adorado R e y , con el consuelo de verle restituido al seno de la Nación.
E l R ey nuestro adorado Rey , que en el corto tiempo de aquel breve discurso no separaba sus Reales ojos de los Representantes, ni dexó de manifestarse enternecido al oirles, y hacerles también con sus benéficas demostraciones manifestar en los suyos el debido reconocimiento á tan particulares beneficios 5 con un rostro de Padre am oroso, prorrum pió diciendo: M ucho ha hecho Teruel; oyó la respuesta reducida á d e c irle : Señor , Teruel no ha hecho mas que cumplir con sus obligaciones ; repitió tan lleno de afabilidad como de exp len dor: S i , mucho ha hecho Teruel, y tengo ganas de llegar á Te- ruel, Fuele respondido : Sefior, iguales las tiene de ver á V, M . el vecindario , como V, M . lo verá quando honre su territorio con sus -Reales plantas ; y oida esta respuesta, prosiguió el Rey diciendo : también viene mi Hermano Carlos ; y S. A. Serenísima saliendo tan apresurada como amorosamente á la misma ventanilla , dispensó á los Representantes el imponderable favor de saludarles : les puso en la necesidad de arengarle cada uno en el modo que les dictaba su
Tamor y reconocimiento; y despues de un tiempo considerable en que estuvo parado S. M, que parecía afligirse de haber de m o ver, siem-- pre benéfico , amable y benigno , expresó : guid 5 en la Ciudad jios veremos, y con esto, precedidos los debidos acatamientos y puestos los Representantes en dicho coche , tuvieron el honor de no dexar á S. M. siguiendo siempre á sus inmediaciones, y acompañándole por toda la carrera hasta dexarle en el Palacio Episcopal , donde el Ayuntam iento tenia prevenido el alojamiento y hospedage.
Si hubiera de referirse las particularidades, las demostraciones de jú b ilo , y lo que la Comision vió y observó al pasar S. M. por los pueblos de Caude y de Gouind inmediatos á la carretera sobre que este breve relato se haria demasiadamente difuso , no se encontrarían palabras con que poder explicar los ardores amorosos de las indicadas poblaciones, y la paternal correspondencia del R ey hacia ellas ; bastando el decir , que las Justicias y Ayuntam ientos, los Párrocos y el Clero todos los vecinos de ambos sexós , los niños y niñas , y á mas m ultitud de personas de las masías y lugares próximos ó del contorno , se reunieron en inmensas tropas al frente de las dos referidas poblaciones 5 y constituidos en dicha carretera formaban puestos de rodillas al pasar S. M . los mas armoniosos coros en continuados vivas y aplausos : enarbolaban al ayre los sombreros, gorros y mantillas , descubriendo sus cabezas
i rhumildes , y prorrum pían en tales afectos de cariñ o , que enternecieron al I le y , cuya benignidad disponía caminar m uy despacio en estos tránsitos.
Así se llegó por fin al puente llamado del Cubo 5 distante de la ciudad de Teruel cerca de media hora de camino , y aquí es donde ya faltan palabras para poder hacer una narración cum plida de los acaecimientos que siempi’e serán gloriosos para T e r u e l, que sin duda quedaron grabados en las tiernas «ntrailas del adorado F ernando, y que jamás se podrán explicar dignamente ; porque desde este punto , donde se encontraba á la frente el A lcalde primero con varios individuos del A yuntam iento, los Mace- ros vestidos de rica grana y mazas de p la ta , y un niimero considerable de nobles Ciudadanos que salieron en caballos hermosos y preciosamente vestidos á recibir á su R ey desde las Casas Consistoriales á las once de la mañana, apearon en el mismo instante en que pudieron divisarle: este fue el dichoso parage donde S. M, mandando parar la carroza recibió al Alcalde, al Ayuntam iento y com itiva con las mas vivas expresiones de su encendido a m o r; y aquí fue donde postrándose los Maceros de ambas rodillas en la tierra y doblando las mazas , aquel A lca ld e , presentando las llaves de las puertas de la C iu d ad , doradas y hermosas, en una riquísima bandeja cubierta con una tohalla de finísimo tisú que llevaba el Secretario, tuvo el honor de pronunciarle á su nombre 5 y el de
esta venturosa poblaoion el discurso siguiente.— ^ wSenor: E i Alcaide primero de esta noble y leal ciudad de Teruel tiene la gloria de presentar á V. M. las llaves de sus puertas , únicaiiiente abiertas con los corazones de sus habitantes,, para s u legítimo , deseado y amado Rey F e r n a n d o el v i l . ~ Fiva.<:
S. M. prorrum pió en las contestaciones mas cariñosas según los afectos que se descubrían en sus acciones, y en su regio semblante, y que el jubilo y alborozo del inmenso Pueblo que concurrió á aquel sitio no dexó entenderse; porque al oir el viva del Alcalde primero toda la imponderable m ultitud lo re|)itió en dulces gritos tantas y tan innumerables veces, como que por bastante duración de tiempo fue imposible contenerles, y el puente del Cubo y la carretera se convirtió en un teatro del mayor triunfo que cabe en la imaginación del hombre , y que hará á la ciudad de Teruel y su leal vecindario un honor eterno.
Asistían en este venturoso parage , despues del Ayuntam iento y su noble comitiva , formadas en órden , todas las comparsas de los Oficios, bizarra Juventud y A rte de Labradores, vestidas respectivamente con los hermosos y varios trages con que despues se habian de presentar á la Magostad los bayles y mogigangas, y formaban en un largo distrito de la carretera la vista mas agradable y preciosa en la variedad de objetos que presentaban : los coros de müsi- ca y sus orquestas esparcían la ai’monía por los
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a y re s , y las alegres dnlzaynas resonaban por los vientos y conmovían los corazones; por ambos lados del camino había innumerables gentes : las tapias ó paredes de los huertos, y aun los hermosos árboles, estaban llenos de infinitas personas, á quienes el anhelo de ver á su Iley Ies hizo discurrir este arbitrio para conseguir y saciar sus deseos ardientes ; y en medio de tan lustroso y magnífico aparato , se ofreció j or dicho Alcalde á nombre del Ayuntam iento á S. M. una carroza, capaz de conducirle con S. A. Serenísima , D uque de San C arlos, y Don Josef Palafox y M elci que le acompañaban en la suya 5 para que puesto á la vista de todos , recibiese de todos y de cada uno los obsequios que deseaban tributarle.
S í : el bondadoso carácter de S. M. y su amor paterno no podía perm itirle negarse á recibir este obsequio : lo aceptó , y p lacentero, risueño, a legre, y ayudándole del brazo el A lcalde, que postró la rodilla en tierra , honró con S. A. Serenísima y demás de su acompañamiento á su noble y leal ciudad de T e r u e l, poniéndose todos quatro en el ofrecido carruage , que aunque adornado y dispuesto en el mejor modo posible , nunca podía ser correspondiente á su alta dignidad y Real Persona; porque nuestro adorado R ey el Señor Don F e r n a n d o el VIL no sabe estimar los ofrecimientos que se le presentan por lo que en sí puedan valer , sino por la pureza de intención, candor y rectitud de sus fieles y leales servidores.
Los Labradores robustos, y en su represen- tado su noble A rte , que precedida de su Comparsa con pares de labor ricamente enjaezados, sembrando el camino de blancas y hermosas peladillas con otras dulces confituras en la mayor abundancia , tuvieron la gloria de conducir á S. M ., A. Serenísim a, y demás en dicha venturosa carroza , que debe guardarse para monumento eterno de gloria , desde el puente del Cubo hasta el Palacio Episcopal donde le dexaron alojado : las fuertes y hermosas labradoras , vestidas uniformemente á su a y r e , pero de telas ricas y preciosas, adornadas de sus rubios cabellos en crecidos y vistosos rodetes que coronaban sus cabezas, y llevando una m ultitud de sonajas, tiraron el carruage de otras tantas cintas b lancas, para manifestar que también querían ser partícipes del honor que recibieron de nuestro bondadoso R e y , ó sus queridos padres, ó sus respectivos hermanos, que tenian que prestar la fuerza necesaria, y dispuesto todo así 5 se dio principio á caminar, precediendo las comparsas siempre en orden, acompañando á caballo á S. M. el Ayuntamiento y su Com itiva , é invirtieñdo en tan breve distancia cerca de dos horas de tiempo; porque el Rey y S. A . Serenísima trataron de contentar la insaciable ansia de ser vistos de todos, y de recibir de ellos y de cada uno sus afectuosos homenages , admirándose á cada paso, ya del inimitable amor que veían en to-
, y ya de los maravillosos afanes con que
á cada paso se les presentaba un expéctáciilo de hermosura y de admiración , que daba bien á entender los sinceros afectos de los habitantes.
Desde luego habia en la Real Casa de M isericordia 5 antes de llegar á la poblacion , y en su frontispicio y cai'rera, un Arco triunfal formado sobre quatro columnas de verdes y frondosos ram ages, que presentaba vistosas naranjas y otras frutas como si fuesen sus propias y peculiares producciones; en medio pendia una Corona : los niños expósitos rodeados y asidos á aquellas columnas que tenían entre sus tiernos y delicados brazos, daban bien á entender en dulce y encantadora alegoría, que su inocencia quería asegurar la preciosa vida y la Corona de la Real Persona , y mirando al cielo significaban graciosamente que dirigían al Todopoderoso sus encendidas oraciones por un adorado R ey 5 en cuya v ir tu d , piedad y religión se cifra la esperanza de todo el bien de la N ación y de la P a tr ia : quatro sillas humildes y liadas á las columnas mismas en una proporcionada altura , contenían otros tantos expósitos pequeñuelos y hermosos 5 con una naranja en la mano , como ofreciendo á la Magestad esta prenda para con ellos la mas estimada, en figura de que aman al R ey sumamente, porque lo reputan y tienen por su amoroso P a d re , no dudando de su ternura y de su carácter piadosísimo de que no dexará perecer á los niños expósitos , parte la mas mísera del género hum ano, que se merece la consideración
mas grande de tan religioso Monarca , á qnien de los quatro niños pendientes de las sillas, los tres dexaron caer al pasar las indicadas naranjas , de las q L ía le s se apresuró á tomar nna S. M. en sus Reales m anos, como si fuese el don mas precioso, estimándola por tal , y llevándola consigo en testimonio de su nobleza de espíritu y de su ap recio , que manifestó por la tarde de aquel venturoso día , dignándose visitar ¡personalmente el Real Hospicio , y honrando así este monumento de piedad y religión, como se\ dirá mas adelante.
L a calle llamada de San Francisco y la del Salvador, por donde nuestro amado R ey siguió su carrera , rodeado siempre de dicho inmenso concurso , estaban transformadas en magníficas habitaciones y deliciosos jardines con la hermosura de su adorno y m ultitud de arcos triun fales , colgados de ricas frutas y formados de verdes ram as, que con aliño y primor indecible habia dispuesto su vecindario : pendian de sus colgaduras décimas y otras poesías alusivas á publicar el júbilo general de una Ciudad siempre leal y siempre noble. E l portal de ella ofrecia en ricos damascos la mas bz^ülante perspectiva 5 y la Iglesia del Salvador presentó en el arco de su torre á su amado F e r n a n d o el Séptimo un brillante Fiva el Rey , estampado en letras de plata.
L a plaza mayor , por donde sucesivamente habia de transitar S. M. desde luego le presentó en su su ela , en sus balcones y ventanas j y
hasta sobre sus tejados, otro numeroso gentío de todos sexós, edades y clases, que en el momento de divisar su Real Persona enarbolaron á porfía otros tantos blanquísimos y delicados pañuelos 5 y publicaban á voz en grito uniformemente : Viva nuestro adorado Rey el Señor Bon F e r n a n d o V II. Viva la Alteza Serenísima de nuestro estimadísimo Infante D. Carlos ; durando estas amorosas aclamaciones y transportes del amor afectuoso otro tanto tiempo como el que el concurso reunido en la plaza m ayor tuvo la imponderable felicidad de ver en eila á los deseados objetos de sus amorosas ansias.
L a Gasa Consistorial de esta p la za , que formaba en damascos ricos sobre pintadas y doradas columnas de madera un Regio Solio , presentaba el retrato de nuestro adorado R ey , con un Viva el Rey y Señor D . F e r n a n d o el V IL estampado en grandes letras de oro , para que todos pudieran repetir con sus lenguas estas dulces palabras, que ya tenian impresas en sus leales corazones.
L a fuente surtidor de agua cristalina y perene existente en aquella plaza , se había convertido 5 á expensas del Colegio de Médicos, C irujanos, Cereros y Com erciantes, en una fuente de vino generoso , que franqueaba este d u lce licor á quantos querían tom arle; y esta frontera , adornada de iguales triunfales arcos, ofrecía en su centro un hermoso pabellón de telas de seda , iluminado con muchas y lucientes velas de cera , y presentaba un quadro de San
Jorge 5 patrón de nuestra Provincia , figurándolo á caballo , con quatro vistosas banderas, en demostración de nuestras gloriosas victorias, ofreciéndolo todo á su R e y ; y las casas de los particulares y vecinos eran en la suntuosidad de sus adornos y colgaduras un prim or encantador que arrebataba-
igual pompa y magnificencia de adornos, arcos y colgaduras , é igual concurso de gentes presento á S. M. la calle de la Pescatería , hasta llegar á la plaza de la Santa Iglesia , ya próxima á el Palacio., Pero aquí no puede omitirse la famosa y alegórica invención con que se encontró el R ey al concluirse esta calle ; porque sus vecinos, é inmediatos habitantes de este punto 5 baxo la dirección de uno- de ellos^ construyeron un Arco triunfal á la elevación oportuna , sobre quatro columnas de madera pintadas y doradas , que formaban sobre ellas una grandísima Corona de ramas verdes y laureles , con niuchas frutas y m anzanas: debaxo pendia un Angel con otra Corona de plata en sus m anos, y qnando S. M. pasó por este sitio , descendiendo el Angel en tramoya y rápido v u e lo , puso esta en sus manos augustas, sorprendiéndole este alegórico pensamiento hasta el extremo de decir á S. A. Serenísima : mÍ7'a , mira lo que nos presenta este A n g el; porque entendió su alta penetración y su piedad , que el verdadero sentido de esta fiel alegoría era el reconocer que el regreso de nuestro joven y adorar do R ey á su tro n o , aunque debido en lo hu-
TUmano al valor de la Nación , de los Generales y de las fuertes tropas, y al régimen y gobier^ no de las Autoridades , es una obra de la Providencia y Supremo Ser , que sin merecerlo , ha querido restituirnos á nuestro amabilísimo Rey al dulce seno de nuestra P atria , para hacernos felices con un don que merece todo nuestro aprecio.
Así llego por fin S. M. por la plaza de dicha Santa Iglesia y la del Palacio Episcopal, no menos adornadas que las demás de ]a carrera, á su alojamiento , y rompiendo en ésta última plaza las Capillas de Teruel y de Albarracin, prevenidas al efecto , en una armoniosa orquesta , honró con sus Reales plantas y comitiva su preparado hospedage , donde le esperaba reverentemente para recibirle el A lcalde segundo, con otros individuos del Ayuntam iento , y los de la Diputación de la ciudad de Albarracin, que desde ella fueron nombrados para reunirse , con muchas personas clasificadas que se invitaron , y tuvieron el honor de concurrir á este solemne acto: el Jlm o. Señor Obispo, en unión con el lim o. C a b ild o , é Iltre. Capítulo Eclesiástico , y con ambos Ayuntamientos y Comisionados del Cabildo de dicha ciudad de Albarracin, también destinados por. su Cuerpo al objeto mismo, fueron los que recibieron entre los aplausx)s de vivas , aclamación y tern u ra , á nuestro adorado Rey , S. A. Serenísima , y recomendables y altos personages qué apearon á la misma puerta de Palacio 5 y uniéndose el A lcalde primero
^7 - 2 ^ oy su com itiva, le acompañaron á S. M. hasta ^ dexarle en la habitación que se le tenia preparada.
A las quatro de la tarde , hora señalada por S. M. acompañado con S. A. Serenísima y demás del Ayuntam iento y Diputación de Albar- racin , se constituyó en la Santa Iglesia , á cuya puerta esperaba el limo. Señor Obispo vestido de medio pon tifical, el limo. Cabildo con los Representantes del de Albarracin , y Capítulo general, todos con capas p luviales, y recibiéndole con cruz alta y p alio , se celebró un solemne Te Beum entonado por dicho limo.Señor Obispo , y fue tal la devocion con que el R ey y Serenísimo Infante asistieron á esta función piadosa, como que imprimiéndola en el inmenso concurso, que llenaba hasta lo sumo este santo T em p lo , sus lágrimas de ternura y gratitud al Dios de los Exércitos, destiladas dulcemente , y los agradables suspiros de amorosos afectos, daban el mayor realce á las voces y música de ambas Capillas y sus instrumentos; porque mirar á S. M. baxo del suntuoso dosel, y sitial al efecto dispuesto al lado del Evangelio , que tenia fixos sus Reales ojos en la Ara del Supremo Rey , de rod illas, con las manos plegadas , y el ver asimismo á su Serenísimo Hermano Infante D. Carlos, no podia dexar de inspirar los afectos mas tiernos y piadosos.
Desde aquí S. M. fue servido pasar , siempre seguido de igual concurso y del Ayuntamiento, y siempre aclamado en vivas y bendiciones, á
là Iglesia Parroquial (le San P ed ro , donde despues de haber hecho fervorosa oracíon en su altar m ayor , de rod illas, oyendo los dulces cánticos que su Capítulo Eclesiástico le tuvo prevenidos , vid en su sacristía los celebrados Aman- tés de T e ru e l, instruyéndose de su historia verdadera en unas décimas que el mismo Capítulo tenia colocadas en dicha sacristía , y se sirvió tomar S. M. ; y desde allí no pudierido olvidar el Real Hospicio de la Casa de Misericordia 5 se constituyó en ella , visitó todas sus oficinas 5 vió la fábrica de paños , y tuvo la inim itable bondad y caridad de ver hasta los pobres dormitorios y camas de los miserables expósitos, sin desdeñarse de visitar un lugar á los ojos del mundo indigno de ello , pero lugar feliz , que con muda y eloquente voz publica y publicará eternamente á S. M. de un Rey mag-' nánimo y piadoso, que solo desea la felicidad de sus vasallos , y la verdadera grandeza de los Reynos.
Así es 5 que el R ey y Señor Don F e r n a n d o el Y l l . por medio del D uque de San Carlos, puso en manos del Canónigo M agistral, uno de los individuos destinados al cuidado de aquella Casa , dos m il reales vellón , para que se Sirviese una comida á los niños de ella: dádiva preciosa y mas estimadai en las circunstancias de nuestro amado Monarca , que millones de reales en otras circunstancias diferentes ; dádiva que hará eterna su m em oria, y dádiva que ■Unida con las expresiones afectuosas de S. M.
acerca de la utilidad de estos piadosos establecimientos y deseos de protegerles, hará que los inocentes niños no cesen de dirigir sus votos a l Todopoderoso por la salud de un Monarca tan benéfico , y hará , como ya lo hace, que estos ñiños con sus balbucientes lenguas digan á sus nodrizas: quándo vuelve el Rey ? ; y exclamen en sus juegos pueriles y transportes de su jú bilo , como lo executan : Viva el Rey F e r n á n - 1)0 : viva aquel Padre lleno de misericordia, que nos dió y da de comer; y viva aquel Rey en- mado del cielo , que se interesa en nuestras deS" ■dichas y procura aliviarnos de ellas; viva : viva: viva,
A l fin regresó S. M. al Episcopal Palacio, -donde se le sirvió una comida y mesa de estado dispuesta por el Ayuntamiento , que si np fue decente á su dignidad R e a l, al menos mereció su aprobación, la de S. A . Serenísima y de quantos asistieron á e lla : finada que fue, su bondadoso corazon admitió el besamanos, y principiando á conseguir esta gracia el Alcalde prim ero, el Ayuntam iento en reunión con los comisionados del de Albarracin , que en el mismo acto hicieron presente su comision con los representantes de la misma, y siguiendo el Cabildo 5 Capítulo general y las personas ilustres de ambos sexós á quienes se proporcionó la ocasion , todos por su óren disfrutaron de aquel favor besando igualmente la mano á S, A. Serenísima. .
L a ciudad de Teruel., que en, Iqs nebulq&os
tiempos de consternación , y en la época desgraciada de hallarse nuestra Península inunda-- da de los enemigos por todas partes, la capital Zaragoza asediada, y nuestro adorado R ey cautivo y preso , tuvo el inimitable valor de incendiar piiblica y vergonzosamente en el mercado 5 por mano del pregonero, la infame Constitución de Bayona , que el tirano pudo por medios artificiosos dirigir á la Junta de Arm amento , Defensa y Partido , cuyos individuos decretaron públicamente este justo castigo y desprecio de la tiranía y de su perfidia , exponiéndose á los riesgos mas atroces ; juzgó que no podia presentar á su R ey otra cosa mas de su agrado que una copia literal de aquel deci’e- t o , y así escrito todo en v ite la , forrado de terciopelo carm esí, con las armas de S. M. y Ciudad en dos medallas de p la ta , y colocado en una hermosa bandeja , que cubierta con una tohalla rica de tisú , la conducía el Secretario, la tomó dicho Alcalde prim ero, quien postrado de una rodilla al besar la mano al Rey^ hizo en clara é inteligible voz el discurso siguiente. 3*) Señor : En este documento que traslado á las Reales manos de V . M, si se digna adm itirlo , se cifra el a m o r, lealtad y constancia de esta Ciudad y su Partido ; la intriga del tirano puso en las manos de su gobierno la infame Constitución de Bayona 5 pei'O su heroy- co patriotismo no dudó dar á este papel la suerte de las llam as, como lo hubiera exeeu- tado 3 si le hubiera sido posible 5 con sus pér-
fidos autores ; porque siempre Teruel reconoció, reconoce y reconocerá á V . M. por su único R ey y Padre.cc
E l júbilo con que admitió nuestro adorado F e r n a n d o esta p ren d a , se manifestó á la vista de todo el concurso ; y la alegría que inundaba su Real rostro, dió bien á entender quán gustosa le era la misma oferta , y quánto aprecio hace su Real corazon de la lealtad de su N ación siempre constante. S. A. Serenísima tampoco dexó de manifestar los mas íntimos sentimientos de amor , gratitud y beneficencia ; y ambos , finalizada esta función , trataron de ver en el balcón de su alojamiento las que las comparsas le teniaa prejiaradas.
Y a la negra noche habia tendido sus sombras sobre nuestro horizonte, quando constituidos en dicho balcón , las ardientes hachas de cera hacían parecer á la plaza de Palacio con sus adornos aun mas brillante y lucida que la presentan los rayos del sol al medio día : toda la Ciudad ilum inada generalm ente, presentaba iguales resplandores ; y la bella Juventud , el A rte de Labradores, y los Oficios en sus comparsas , aguardaban en la misma plaza á S. M. y Alteza Serenísima para divertirlos. Cada una de estas comparsas presentaba en la hermosa variedad de trages é invenciones muchos objetos de diversión y buen gusto : entre los vivas y aplausos resonaban infinitos cantares con bellas alegarías , y las músicas con las altisonantes y alegres dulxajnaSj entU;$iasmabaa I03 áoi-
rnos y los éspíriíus quando se did principio á ■ este , acto.
Los Labi’adores presentaron á S. M. en sus íiñogigangas torres y castillos tan asombrosos que formándolos de quatro cuerpos de a ltu ra , coii Ja particularidad de ponerse de cabeza al fin el cubielo , causaron una admiración general, •demostrando la infatigable fuerza y robustéz de ^ste noble Arte. L a inflamada Juventud danzó ‘-primorosamente entre doce parejas vestidas al -buen uso y delicadeza , contradanzas inglesas, £uyos primorosos arcos y figuras embelesaban. Los Zapateros , también ricamente vestidos , á nías de baylar con p rim o r, hicieron en la mo- giganga titulada la toma de Mahon castillos y torres con hachas de cera encendidas en las manos. Las parejas de Turcos de los Texedores; perfectamente adornados á este estilo , llamaron la atención de los circunstantes. Los Herreros y Cardaros presentaron once hermosas Doncellas, que vestidas de blanco , tendidos sus cabellos ru b io s, ceñidas sus sienes de guirnaldas, y con palmas en las manos , danzaron en la entrada a l rededor del R ey , y unieron sus delicadas voces á los aplausos de los espectadores. Los A lfareros danzaron entre ocho parejas con uniformidad y gusto 5 igualmente á la inglesa, sus contradanzas. Los Sastres en parejas vacanales, precedidas de un Cupido despojado de sus atributos 5 y coronadas sus cabezas de yedra y laurel , executaron un bayle ideal formando con SUS arcos verdes y frondosos la. perspectiva mas
deléytable ; j el R ey y S. A. Serenísima , siem- 7 ^^ J pre risueños , alegres y festivos, se retiraron á tomar el necesario descanso para poder proseguir al próximo dia su jornada.
Hubo despues por disposición del Ayuntamiento un bayle general en casa del Conde de la Florida , al que concurrieron varios perso- nages de la comitiva R e a l, y así ¡carece que nada faltó de quanto puede contribuir á manifestar los leales sentimientos de Teruel hácia unas: personas tan adorables.,
Por la mañana del dia 14. á cosa de las diez: horas 5 dispuso S. M . su partida.. E l Ayuntamiento en pleno , con los Comisionados del de Albarracin , el lim o. Cabildo , y los Diputados de aquella ciudad a l efecto , y el Capítulo general Eclesiástico 5 con todas las personas distinguidas , concurrieron á pie al Palacio ; las’ comparsas se presentaron por su órden en la plaza ; el oficio de Sogueros lo verificó con u a Carro triunfal con que habia salido ya á recibir al R e y , y formando una bella perspectiva de una barca tirada de tres pares de gallardas muías 5 conducían un Retrato de nuestro adorado R e y , á q u ien , custodiado con dos guardias de Corps 5 entonaron con alegre música diferentes y primorosos cantares , todos en obsequio de S. M. y Serenísimo Infante, que puestos en la carroza, con su com itiva, que tiraban los Labradores y Labradoras , y acompañados de aquellas Corporaciones, Comparsas é inmensa concurso hasta e l portal del Salvador y car-
refera de V a len cia , aclamados como siem pre, y sumamente agradecidos se trasladaron á su carroza , que conduxo con sus arrogantes y bien enjaezados mulos aquel A r te , y siguieron su via- ge 5 pronunciándoles el Alcalde primero al tiempo de marchar el discurso siguiente. — r> Señor: Parta V . M. en buena hora con S. A. Serenísima á ocupar el Regio Trono que tan constantemente le ha defendido la Nacion.w Mereciendo en recompensa las mas corteses demostraciones de amor y beneficencia.
Por tres dias se continuaron la iluminación y regocijos públicos, porque todo era necesario para desahogar los volcanes de amor de una ciudad encantada en la beneficencia de un Monarca tan digno de ser amado.
Y el Ayuntam iento dispuso dar una buena y abundante comida á los pobres presos , á los enfermos del santo H ospital, y á los niños expósitos 5 para que todos ruéguen incesantemente por la felicidad de su R e y , S. A . Serenísima , y prosperidad de su reynado.
Teruel 24. de A bril de 1814.
N O T APara que los lectores no carezcan de los co
nocimientos necesarios para la inteligencia de algunos de los particulares de la anterior noticia y manifiesto , se ponen á continuación las décimas referentes á la historia de los Amantes de T e r u e l, que tuvo á bien llevar consigo S. M. y el acordado del 3. de Agosto de 1808. de la
Junta de Gobierno que esta Ciudad presentó al Rey al tiempo de besar su Real mano.
En la sacristía de la Iglesia de San 'Pedro, á donde fue S. M. á ver los Amantes , se pusieron las cinco siguientes décim as, que dan una breve noticia de la historia.
D ECIM AS.
I.aEste antiguo monumento
logra hoy la grande excelencia de que á vuestra Real presencia debe su descubrimiento: y el amoroso portento que esta lápida eterniza, d ic e , con voz no enfermiza, que en Teruel seiscientos año* vive el amor , sin engaños, hasta en la fria ceniza.
2.aEsta sepultura encierra
( F e r n a n d o , R ey y Señor) dos víctimas del amor entre troféós de guerra.Hombre y muger de esta tierra se quieren bien ; mas los hados de estos dos enamorados hacen que , aunque bien queridos, vivan , en la muerte unidos, y en la vida separados. (•>
L a suerte , que es mas escasa con D iego , que merecía, con Isabel le impedia de su casto amor la basa ( i) .Parte luego de su casa; de la guerra en el empeño gana honor-; y m uy risueño vuelve otra vez á Teruel, donde encuentra ya á Isabel en los brazos de otro dueño,
4 -Esta tan funesta suerte
la voz á Diego le anuda, y su vivo rostro muda en las sombras de la muerte,N iJ a Isabel es mas fuerte; antes, de puro sentida, el amor se hace homicida de su aliento ; y con impune crueldad , al morir une Á los que no unió en la vida.
Estad c ie rto , R.ey F e r n a n d o , Teruel os ama fiel,
sin que la suerte á Teruel le impida estaros amando.Porque 5 Señor , cada y quando
O) Basa slgalñca a()uí la unión conyugal, d el inatninonia«
la buena suerte , <5 la dura, ^en dicha, ó en desventura,OS ponga; con tal Cartilla ( r ) .Todo hombre sex’á Marcilla (2),Toda M atrona, Segura (3).
(i) Cartilla significa aquí el exemplo ó lección de amor constante que daii los Amantes.
(a) E l galan se llamaba D . Diego Garcés de M arcilla.(3) L a dama se llamaba Doña Isabel de Segura ; ambos de
Teruel.
JtiN T A DE G o b ie r n o d e l a C iu d a d d e T e r u e l .
Acuerdo del 3. de Agosto de 1808.
Enterada la Junta del impreso , cuyo título e s : Constitución de España é Indias , remitido por medio de postillon, con carta de guia también impresa , firmada por D. Manuel de San- tistéban , de orden y como Secretario del Consejo de C astilla , y teniendo en consideración lo prim ero, que hasta de hoy no ha venido posr tillon alguno de M adrid ni de Zaragoza en mas de tres correos ; lo segundo , que la Capital de este Reyno se halla con la Junta Suprema y el Excmo. Señor Capitan General dentro de sus m uros, bloqueados por el enemigo de la Patria, y por consiguiente interceptada su comunicación con esta Junta : acordó, que de esta Constitución y carta de g u ia , se saque un testimonio literal , firmado por lo5 dos Secretarios y
2Ô ^
el Señor Presidente : hecho, se cierre con lacre, y se ponga sobre ella el sello de esta Ciudad: en seguida se deposlíe en el sitio mas reservado del a rch ivo , anotándose en el libro de sus entradas el lugar que sea, designándose con estas palabras : Testimonio de la Constitución del hár- baro Josef Bonaparte , formada atrevidamente para el gobierno de España é Indias^ y quema-- da original pública' j solemnemente por disposi don de la Junta de Teruel. Estando formada, se saque la Constitución original y la carta de guia por el Señor Presidente Alcalde mayor de esta C iu d ad , acompañad» de los dos Secretarios, y los tres á caballo con todos los Alguaciles de esta ciu d ad , y una partida de cincuenta soldados con su tambor batiente , pasen á la plaza m ayor á las diez de la mañana siguiente á esta fecha , en cuyo medio esperará el pregonero con dos cargas de estepas y una porcion de paja , prevenido todo> para encenderse en grand e y humosa hoguera al primer aviso ; luego que llegue la Ju sticia , se pondrá el fuego á estos cam bustibles, y el Secretario mas antiguo irá leyendo al pregonero para que en voz alta re p ita , teniendo en sus manos la Constitución y carta de guia , este bando. = Manda el Rey nuestro Señor Don F e r n a n d o el V II. (qu e Dios guarde) y en su Real nombre la Junta de Gobierno de esta ciudad de T e r u e l, que este papel impreso , titulado báx'bara y atrevidamente: Constitución de España é Indias , dictado por un pionstruo', conocida baxo el nombre de Josef
Bonaparte, y remitido á la Junta por los es- pañoles que formados en cuerp o, tuvieron en otro tiempo la honra de llamarse Consejo de C astilla , se arroje á las llamas piíbliea é ignominiosamente 5 como se haria con su Autor, si pudiera ser habido ; y para que sus cenizas no puedan deshonrar lugar alguno fix o , ni elemento alguno pueda quexarse de que le sirve de morada ni por un imperceptible momento, Gonlundanse con las de la leña feble y paja ligera que formen la h oguera: que así hecho, se arrojen á los vientos todas junta&.cí Y concluido este bando , echará el pregonero en el suelo con la mano izquierda la Constitución y carta , y con los pies la arrojará luego á las llam as: en seguida se volverá la Comision á la Junta , que esperará form ad a, dará cuenta de la execucion, extenderán de ello testimonio los dos Secretarios , y unido este al expediente, se archivará en el mismo sitio señalado al testimonio de los papeles originales. Esta providencia se pondrá en noticia de S. E. y de la Junta Suprema , tanto de Aragon como de Valencia , y al mismo tiempo se les hará presente que esta Junta de Teruel ha acordado como acuerda, que el Consejo de Castilla por ahora no existe , y en conseqüencia de ello ningún vecino 6 habitante en este Partido le reconocerá para efecto alguno por tribunal de F e r -
NAKßo el VJL que su Suprema Autoridad para quantos ramos de este Partido tocaban á su dotacion j reside en el Excmo, Señor Gapitau
General del Reyno y la Suprema Junta de Aragon , no estando bloqueados , y su comunicación con las Comunidades ; pues estándolo , entonces esta Junta se declara Suprema del Partido para los negocios de urgentísimo despacho, cuyo discernimiento se dexa á su gran prudencia y patriotismo. Que esta providencia se ponga en noticia de los partidos de Albarracin, Daroca y Calatayud , para su inteligencia ; y que además se proceda por el Señor Don A ndrés B o rre ll, Administrador de Correos de la presente Ciudad , para los efectos convenientes^ á la averiguación de la causa de haber venido de Daroca este postillon para un pliego tan subversivo del orden y tranquilidad p u b lica , no habiendo venido el correo ordinario , tan im portante á estos leales vasallos 5 en ocho dias. Que el Señor Presidente no conteste el recibo de los pliegos como lo espera la Junta , y se lo ha prometido ; y festa providencia se circule por vereda á los Pueblos. Así lo acordó y firmó la Junta general de esta Ciudad de Teruel, en ella á 3. de Agosto de 1808. = Licenciado Tomás Canet., = E l Obispo de Teruel. = E 1 M arqués de Uztariz. =: Pedro de. Aguavera. = Dr. Terreu. — Juan Romero y Alpuente. = E l Doctoral. — Josef Vicente. =: Isidoro de An tillon. =; E l Prior del Capítulo General. — Francisco Iñigo de Iñigo. — Jayme Gonzalo. ~ Antonio N avarro, zr Francisco Feced. = E l Prior de Carmelitas Descalzos, rz E l P. Ministro de la Trinidad. “ E l Guardian de San Francisco. — E l Guar-
dian de Capuchinos. = Prior de Dominicos, rz Alexandro Barrachina. = Ramón Navarrete. — Juan Arascot. =: Joaquin García. = Juan Bautista. = Bernardo Jarque. = Ignacio Ahijado. =: Salvador Campillo. = Pedro Perez Elipe. = Josef Almengod. i= Ignacio Ortiz. = Ignacio Julian. — Antonio Gómez. — Pedro Calza, in Ambrosio Campos. “ Comendador de la Merced. = Lázaro Fuertes. ™ M artin Maicas. =: Antonio Farque. =: M anuel Sanchez. ~ Cuyo acuerdo se executd la mañana del siguiente dia quatro con la mayor solem nidad, y con el mas vivo entusiasmo de estos fidelísimos naturales , solícitos siempre en repetir las pruebas de su amor al Soberano legítimo , y de su odio á la tiranía y usurpación. = Todo lo qual está extractado de los Acuerdos originales de esta Junta de Gobierno, de que certifico. ~ Teruel y Agosto i8 . de 1808, “ Pedro Antonio Marco 5 Secretario.
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U n vasallo, que en lealtad Nadie hasta aquí le ha excedido, Con afecto el mas rendido Habla con su Magestad: Dígnese pues su bondad, L la n w toda la atención En la siguiente Canción,Que ofrece á sus reales pies Mediante á que solo es rasgo de un buen corazon.
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