Mo'XXII. Álgeciras 3 de Julio de 1897 Nam. 1.138

DEFENSOR DE LOS INTERESES MATERIALES DEL CAMPO DE GIBRALTAR Y CEUTA

& l'.uHica linios los Sábados. Redacción y Administración, liaza de la Constitución ÜIHU. „ , , ; f !

9. Precios de suscricién b rs. ai mes.

Constitución del Ayurtamiento El jueves, á la una de !a larde, con el cere­

monial dé costumbre, .se constituyó el nuevo Ayuntamiento de Algeciras, bajo la presidencia de n u e s t r o querido amigo I). Rafael de Muro y Joarizly.

Una grata esperanza para la más acortada dirección de los asuntos locales y una satisfacción grat ísima para Algeciras, es la aceptación que el señor Muro, por tercera vez, hace del difícil cargo del Alcalde presidente del Municipio con que le lia honrado S. M. la Reina Regente, en la presente ocasión.

Poique ni por vanidad puede haberlo acep­tado, ni por ceñir laurelosrtfue ya tiene conquis-do, va al Municipio.

El señor Muro deja un cargo honroso y tran­quilo, el de Diputado provincial, para emprender la obra siempre ingrata de la administración del pueblo; esa administración que, por todo fruto ofrece cosechas de disgustos y sinsabores, aquí romo en todas partes, cuándo de administrar los intereses procomunes se l í a l a ; razón porque

fia cía >rnrppralíttrtf^ftriVírsTfnuTay'or;'' ñaua ei crís-linguido jefe local del partido conservador de Algeciras.

El breve, pero sentido discurso, que el señor Muro pronunció el jueves en la sala de sesiones dá clara ¡dea de sos nobilísimos propósitos.

Sus principales frases se concretaron á mani­festar que sobre toda clase de compromisos par­ticulares y políticos, ha sobrepuesto siempre el interés del pueblo de Algeciras que. ha sido el único móvil que le ha hecho intevenir en los asuntos políticos.

Consignó su homenage de lealtad al trono y al gobierno de S. M. que por tercera vez depo­sitaba en él su confianza: hizo constar que al renunciar el puesto de Diputado provincial para ejercer la Alcaldía, hacíalo estimulado por los deseos de sus amigos, más queridos y por el suyo ile prestar más directamente sus servicios á la población en este puesto: dir igió un saludo á las autoridades con las que desea sostener las más cordiales relaciones, á los Alcaldes sus pre­decesores y á lodos los Concejales, dedicando un recuerdo á nueslro malogrado director I). Luis Pun ía , que había sido elegido Concejal y que no ha llegado á sentarle esta vez, en aquéllos es­caños.

Terminó su brillante discurso escitando á to­dos los señores Concejales sin distinción de filia­ción y procedencias á que, dejando esla fuera de Sala, consagren lodos juntos sus tareas al be­neficio de los intereses locales.

Después de estas sinceras manifestaciones que fueron oídas con el mayor agrado y visibles muestras de aprobación de parle dé los señores Concejales y del numeroso público que llenaba la espaciosa sala de sesiones, nada quedaba que decir al señor Muro.

V

El resultado de la votación fué el siguienle:

C A R G O S .

Para primer Teniente de Alcalde. D. An­tonio Ronany y Vargas Machuca,

1,1. 2.° D. Alfonso Vázquez. Id. íí.° » Augusto Almagro.

• Id. 4.° » Fél ix Flores. Id. Síndico 1.° » Francisco Trigueros. Id. 2 .° » Andrés Beuilez. Reciban todos, y con especialidad nueslro

querido jefe D. Rafael de Muro, nuestra franca y más cumplida enhorabuena.

Hecho glorioso del batallón de la Reina (CAPTURA DE RIUZ RIVERA)

Publicamos á continuación la siguiente rese­ña mililar, que nos fué remitida en su oportuni­dad, de las operaciones llevadas á cabo por el aguerrido Batallón de la Reina, incluyendo la gloriosa y decisiva campaña al derrotar y hacer prisionero á Rius Rivera, ululado Mayor General

«Je los insurrectos Retenidas estaban estas cuartillas en nueslro

poder por causas que no son desconocidas á nuestros lectores, pero ya hoy pasada á cosa juz­gada, la insertamos. Helo aquí :

«l í i i Febrero del año pasado, desembarcó en La Coloma (Pinar del Rio) el 1er- Batallón del Regimiento de ' Infantería de la Reina número 2, y desde entonces ni un día ba dejado de operar, siempre con buen resultado, en la jurisdicción del entonces omnipotente Maceo. Del Mariel al Cabo de San Anionio, apenas si queda!zona qué uo haya recorrido, y si su planta victoriosa ha pisado repelidas veces las difíciles lomas del Ro­sario, de Soroa. del Brujitn, del Brujo, de Puerta Muralla y de Rangel, la parte de Occi­dente, por el Caimito, por Sabana Maíz y por las Tumbas de Torino ha presenciado sus triunfos mejores. Casi siempre ante enemigo superior en número, jamás le. cedió el lampo* y más de una vez el mismo Maceo, con su tálenlo induda­ble y su prestigio,'adquirido á fuerza de auda­cias, hubo de declararse vencido y huir de los soldados de la Reina: díganlo sino, entre otros, los campos de Torino, que presenciaron cómo este puñado de valientes destrozó las brillantes huestes de lan celebrado caudillo. Orgullosos pueden estar de su batal lón, como su batallón lo está de ellos, el teniente coronel l>. José. Roca y Calderón de la Barca, y el comandante D. José Noguera Porter ías, bizarros jefes que al frente 'de sus soldados dejaron las playas españolas y que no los han abandonado un sólo momento.

bajo, menos lucido y más molónomo, aunque se­guramente no menos provechoso de destruir al enemigo elementos de vida, arrasando los cam­pos que le sostienen y haciendo efectiva la re­concentración de sus moradores. Sin detenerse en los pueblos más que el tiempo indispensable para ei racionamiento, sin dar á los cuerpos más (pie el descanso preciso, ha recorrido una y otra vez lomas y llanos, recogiendo á miles los lla­mados pacíficos y en número incalculable las reses, destruyendo lodos los días bohíos y se­menteras, teniendo seguras confidencias y ha­ciendo muy buenas presas, y lodo oslo no sin an­dar con frecuencia con el leuaz insurrecto en el Brujo, en Perico Pozo, en Rangel, en el T o ­ro y en la cosía misma del Sur.

* * Y con todo esto no está satisfecho aún el Ba­

tal lón: quisiera hacer más, sueña con hacer más. El jefe ha sabido imbuir en sus subordinados las caballerescas ideas que son su uorte y guia y con ellos.la honrada ambición de ofrecer siem­pre un laurel más á la Patria.

En la noche tranquila y hermosa, noche de Cu basque lajitosMpoe^tas^caü¿at'3n; á la.

Y si en lo más riguroso de la campaña , ha sabido distinguirse el Batallón de la Reina, tam­poco de los demás ha ido en zaga, ni mucho me­nos cuándo al recio combale ha sucedido el lia-

las estrellas sembradas en el cielo azul, y ei palmas que, juguetonas, mécense á compás de suave y fresca brisa, recostado sobre el mullido césped, ¡cuántas veces los oficiales de la Reina, cuántas veces los soldados entrelazaron recuer­dos de la Patria y sueños de amores con la si­lueta de quiméricas empresas, de fantásticas glo­rias, alcanzadas como premio á su constancia y para mayor lustre y brillo (le la bandera de su batal lón! Cuántas veces, después de un día de trabajo y de peligros, arrostrados con el valor ingénito en el hijo de España, al dormirse, sa­tisfechos y tranquilos, como lo está el que tiene conciencia de haber cumplido con su deber, sonrióle el dulce ensueño de la victoria!

Mucho han trabajado, pero no están satisfe­chos aún; quisieran hacer más, sueñan con ha­cer más, Y van, en efecto, á sumar otro triun­fo á los muchos que tienen alcanzados.

Según la nueva organización dada á las tro­pas de Pinar del Rio, la demarcación en que ha de operar el batallón de la Reina tendrá por cen­tro á Sin Diego de los B.tños. Pero antes, de que marche á aquel punto, quiere el General Hernández de Velasco practicar, eon él y Cas-lilla, un reconocimiento por las lomas, y que le acompañe á Bahía Honda, á cuyo efecto el 2 7 de Marzo sale la media brigada de San Cristóbal: poco anles del Charco de. las Minas tiene Casti­lla, que va en vanguardia, algunos Uros con un,» avazada del enemigo, y se acampa y pernocta al pié del Brvjillo.

Amanece el 28, y el dia, con la explendidez del naciente sol y lo l ímpido de la atmósfera, no desdice en nada de la noche que acaba, como linda cubana, hermosa y poética.

(Se continuará.

1

EL ULTIMO TELEGRAMA.

AL

C U E S T I O N E S J U R Í D I C A S — M I H E R E N C I A —

COMENTAMOS

ARTÍCULO 222 DEL CÓDIGO ClVIL U K U G Ú A Y O .

— Á JUAN SÁNCHEZ LÓPEZ —

Lo cierto es que estoy mal . Como se sabe, Pobre. . . completamente abandonado Tengo apenas quien me ame, quien me alabo. La austera sociedad me tin condenado Es justo: represento un alentado A las buenas costumbres... Esto es grave!

Más ser bastardo ni por un momento Me parece sensible ni ttumj liante A l contrario: ¡me gusta! Estoy contento De ser asi . ¡Lo encuentro interesante, Original, feliz, basta elegante! Te lo digo, lector, como lo siento.

Hallo mi situación decadentista... La bailo propia de un hombre que no anhela— Más que ser muy moiierno, muy artista!— Es fina, impertinente; me revela! Hasta puedo ser héroe de novela Romántica.. . y también naturalista!

El acto de nacer, como es sabido, 'Es preciso efectuarlo seriamente Con rectitud: deben haberse unido Nuestros padres, al menos, civilmente. Más yo, siempre discorde con la gente. Prescindiendo de. formas, he nacido.

A mi capricho, sin tener que ver Con mi cuna, la Ley ni la Moral, Lo comprendo: la cosa fué informal. Pero es así que escribo; asi es mi ser, Ese modo rebelde de nacer Es muy mió. Lo encuentro personal!

JLÍe-üündi-i;» á rair si sa nifi «umara

En cualquier' ocasión, como un ullrage M i nacimiento irregular, en cara! ¡Tanto bastardo recibió homenage! ¡Lo há sido Enrique cuarto, un personaje! ¡Dou Juan de Austria! ¡El señor de Tras-

(lamára.)

Más debo de tener la vanidad Del valor. . . ¡Escribir sobre tal cosa! Me estoy arrepinliendo... A la verdad M i conducta es indigna, escandalosa, ¡Qué poesía! dirán ¡Es horrorosa! ¡Ése joven no tiene dignidad!

Y yó primo también: no se conciüa Esto con mi habitual delicadeza... Me pierdo si el buen gusto no me auxilia! Y acaso á muchos les dará tristeza Que publique, estos versos... Con certeza Les deberá un disgusto mi familia . . .

A causa de ellos misinos se ocupaba De mi Deslino gente de cultura: ¡Si llega á publicarlos, opinaba Nunca hallará mi empleo . . Es cosa dura: Y para completar mi desventura. Tampoco hallaba novia, aseguraba.

Viviría sin novia fácilmente. Pues mi alma á ese respeto está muy fria Pero en cambio me afecta enormemente One no pueda vivirse do poesía, Y que al talento so le obligue hoy dia A emplearse, sencilla y burguesmeulo!

¡Oh Musa! ¡Oh Musa tierna, encantadora Que abriste mi existencia atribulada A la rosada lumbre de la aurora! Desde hoy no puedo amarte.. . ¡Desgraciada! Te condena la suerte! ¡Estás sitiada, Por hambre. Va á llegar tu última hora!

¡Oh sueños de otro tiempo, alegre Eden, Desde el quo á veces contemplaba el cielo! La vida extravagante en su vaivén Do ti vieue á arrancarme... ¡Aunque «n mi

(duelo)

Una cosa me sirve de consuelo: Esta poesía está saliendo b i e n . . .

( Continuará.)

A V U E L A P L U M A L A FUERZA DE UNA ORACIÓN.

¡Gracias á su hijo; gracias á aquél pequeño á n ­gel de cinco años, que Dios le habia conservado pa­r a a l iv io de sus amarguras, Carmen veía deslizarse los momentos de su vida entre l a paz y l a guerra, entre el dolor y l a alegría. . . ; aquel ser, alma de su alma, carne de su carne, era el rayo de sol que peno-traba en su pecho espantando las obscuras sombras de u n pesar, que cual la yedra que se adhiere á l a planta y poco á poco la aprisiona y l a mata, eonsu-mia lentamente su existencia!

A m ó con todas las fuerzas de su corazón; levan­tó en su mente u n altar dedicado al ídolo de sus sueños.. . y arrastrada por el furioso oleaje de una pasión desbordada, acompañó al A l t a r á un hombre, sin otro patrimonio que un caudal de vicios y u n a fortuna en costumbres poco edificantes...; á u n j u g a ­dor de oficio.

Nada de esto sabía antes de unirse á él con el indisoluble lazo del matrimonio; nada averiguo, ñ i observó para venir en conocimiento, de quien era el que durante toda una existencia iba á ser su compa­ñero ante Dios y la humanidad. L o s diez y ocho años y l a venda de un amor rayano en del ir io , no dejan ver estas cosas, la expeiúencia lo enseñará des­pués, y l a verdad fr ia y desnuda es l a encargada do señalarnos con su terrorífico dedo la espantosa equi­vocación que desde uu mundo de risueñas ilusiones, uos hace caer al negro abismo del sangriento desen­gaño.

E l día á que me refiero, Carinen, sentada junto á la cama donde dormía su tierno infante, observa­ba con esa ansiedad sublime de las madres, los me­nores movimientos de aquél pedazo de sus entrañas.

E l insomnio de toda una noche había impreso sus terribles huellas en el rostro de aquélla mujer •a4te£ftd«4)©£4&4li«ia^ de con­tinuo asaltan a l alma, que en pago al cariño que atesora, recibe el abandono, la indiferencia y el des­precio del sef á quien adora.. . ; ¡las ocho de la maña­na, y aún no había vuelto su esposo!; quizás a lgún garito infame lo tendría retenido junto a l tapete verde, ó Ja orgia impúdica le aprisionaba entre sus brazos, bril lantes como el oro, pero formados del más v i l de los metales.

E l niño despierta, una sonrisa infant i l , p u r a y suave como las auras de primavera, dibújase en sus labios; aquélla ronrisa, es, para su madre; es, el p r i ­mer beso que le servía su inocente alma ansiosa de una caricia ó de u n alago.

¿ Y papaito; mamá? Como si esta pregunta, hecha por u n ángel h u ­

biese tocado las fibras del corazón de l a madre, se extremeció ésta; pareció salir como de uu letargo, y acercándose a l hijo é imprimiéndote u n beso en la frente, quizás para tomar, fuerzas, le respondió con l a amargura del que sufre.

N o ha venido todavía, hi j i to , ¡Dios sabe si le ha­brá ocurrido algo!.. .; pide á la V i r g e n del Carmen, t u patrona, que lo salve, que lo guíe, que lo ampare bajo su manto misericordioso.

E l hi jo, cual si hubiese adivinado l a idea de la madre, al expresarse del modo que lo hizo, colócase de rodillas en l a cuna; cruza las manos, alzándolas al cielo, y sus labios balbucientes se abren para ex­clamar. . .

¡Virgoncita del Carmen, salva á mi papá, proté-jele con tu manto, l íbralo de las cosas malas. . . ! V i r -genoita, que lo quiero mucho.. . ; el niño no pudo acabar; un'hombre con el rostro descompuesto, las facciones alteradas, entra rápidamente en la alcoba, diríjese á l a cuna, y estrechando entre sus brazos a l pequeño, gritó , ¡hijo de m i alma! ¡bendito seas t ú , y l a q u e te dio el ser, que me habéis salvado de la per­dición eterna.. . !

• * • . ..;•''

. L a regeneración fué completa: el esposo de Car­men no volvió á jugar; fué desde entonces un esposo modelo; la paz y l a alegría reinaron en aquélla casa y después, cuándo el padre recordaba aquélla es­cena, exclamaba con profundo convencimiento.

¡Lo que puede una oración, en boca de u n angelí JOSK PANTOJA Y RAMOS.

L A NOVILLADA D E L J U E V E S .

Güeñas tardes ¿se puede pasar? * Adelanto

Dios le guardo D. Francisco.

Voy á allá ¿Quienes?.. Válgame el Santo Angel {

Caracoles de mi alma ¡Censor ilustre del arte! ¿Qué le trae por esta casa? ¿Cuándo has llegado compadre? Aspero V. on Francisco Resuelle V. y descanse Que jabla más uisparao Qué un picaro ziquilraque. Estaba yo en mi palacio Descansando en mis dominios Cuándo recibo un despacho Telefónico: ya V. sabe, al oído De mi compañero er Grande Der muy sapiente Barquero Der que hoy no dua nadie Es er primer revistero, Que dacía «Caracoles» ¿estás? —-Pa V. siempre estoy compadre. —Pues mira ya cayó que hacer. —Pus empiezo V. y mando. —Oye; alia en Algeciras Que es un pueblecilo grande ¡Más bonito que una onza! De la provincia de Cádiz Van á dar una corrida Toreros de gran empaque Y según rezan carteles La presiden cuatro ángeles, Hay que ir y yo no puedo, Toma el billete al instante Y te embarcas en el fren. Para que tú allí no falles: Observa bien lo que ocurra Para que bien lo relates. —Dicho y h«cho; ar momento -Jago la maleta (un cuello) Tomo viv. sta&oa-do ;> dos ules A r tren. . . me duermo.. . y ahora allego Conque amigo on Francisco V . mande y yo obedezco.

Y en efecto (como diría un matemático literario) por complacer al gran Caracoles, inseparable asesor do Caamaño, en un coche análogo al que empleara en Madrid para ir á la estación, á las cuatro y media nos personamos en la plaza.

Un derroche de color, de hermosas notas tomadas de la paleta de un Goya ó de un Fortuny, presentaba aquélla, con tanta cara bonita orlada con la preciosa mantilla, con lauto traje do tonos claros, alegres como la fiesta v la estación.

Instalados mi amigo y yo en ganga y como de gan­ga, muy pacientemente esperamos la hora prefijada: las :> de la larde, en la cual me llevé el susto más grande que se inventó para atormentar almas: mi a m i ­go Caracoles que hasta aquí había permanecido cal la­do, se agarraámí, y convulso, más amarillo que la cera más feo que un tiro, mirando con extraviados ojos, la entrada del palco de la presidencia me decía con voz ipio atragantaba la emoción. «¡Ay on Paco de mi arma que lo de los ángeles es verdad! mire V . , mire por Dios.

Y tenía razón el pobre Caracoles que no podía dar­se cuenta, como los propios ángeles se dignaban presi­dir una corrida de loros. . . do loros, s í . . . loros y ele­fantes parecieron á algunos (no hay que apurarse que no digo á quien) los novillos encerrados.

¿lian vislo Vs. alguna vez en sueños un rinconcito del ciclo? ¿nó? ¿y el paraíso do Mahoma con las prome­tidas huríes? ¿tampoco? ¿y las Valkirias de los pueblos del Norte? ¿menos?; pues lodo eslo y más, podrán ha­berlo vislo los que no fueron, que los que yendo cum­plieron como buenos, no podrán olvidar la mezcla de sol. de gloria, de luz, colores, de cuánto Dios hizo para dicha y deleite de alma y sentidos do los desagradeci­dos mortales, que acompañada (¡dolorosa ley de los contrastes!) por cuatro pollos y gallos bien barbudos y crecidilos, se nos entró por la puerta de la presidencia.

Dígame Y . on Paco ¿quien es?... ¿como digo?... esa criatura . . esa monería.. . eso que yo no he vislo nun­c a . . . ¿pero que me pasaría viendo loa mi Via? ¿eslá V. seguro, que es una mujé, ó es la propia Venus, cuándo tenia quince años?... déme V. el lápiz que también yo

EL ULTIMO TELEGRAMA.

voy á jasor por primera vez, un verso á la presidenta en el primer bicho.

Tienes Anita hermosura , * En tu cuerpo y e u tu cara. . .

¿Qué tiene, on Paco, en su cuerpo y en su cara? ¿dome V. una mano que mi atasco y yo quiero decirle a esa mujer que me estoy muriendo en de que la he visto?

$¡Ay Caracoles, mal te veo; calma hombre, calma, qué todo se andará! no le digas (pie le está3 muriendo, que eso no le importa á nadie, y pon debajo de esos dos versos otros dos para que digan:

Tienes Anita hermosura l'u lu cuerpo y en lu cara Belleza que si se compara Supera á la de la rosa.

Te sobran dos sílabas, pero le las guardas en los bolsillos y . . . no vuelvas á meterte á poeta, ó empieza bien para poder concluir como Dios y la Preceptiva mandan.

¡Güeno! ello no será verso, pero es venia. Hecha la convenieule señal por la presidencia, p i ­

dió las llaves el niño Faustino Zaldívar, que con singu­lar maestría montaba una bonita jaca alazana.

Sale después la cuadrilla que so detiene en su pa­seo, para obl«ner j'in'a fotografía de ella, y pocos mo­meólos después pisa la arena el primer bicho.

Colorado, bravo, ostentando la bonila moña de la presidenta Sita. fionell, (pie por caerse no copó ningún lidiador, fué saludado a su salida por el segundo espa­pada Sr. .laiinon. con tres verónicas muy puradilas y con todas las reglas del arte; des másd« Paco Lacárcel. buenas también y entrando con los varilargueros loma una puya muy buena de Tórralo seguida de una colada otra puya del señor (jabino Moreno, y vamos á ban­derillas.

Debuta el señor fiouza con un par de frente, lle­gando bien, a {Vetando y moliéndose en los terrenos del becerro, saliendo por donde, manda el arte.

—Apunte V. on Paco que muchos banderilleros de fama quisieran ponerlos iguales.

Tiene V . razón, lio Caracoles, hay que decir y yo digo «ole la genio de mi facultad.»

Paco Lacércó) pone un buen medio par, y por al cacarse, demasiado, resbalan los palos sobro los cnsjb,

trocado y revolcado en el se­gundo que intentó poner.

Después do brindar á su linda presidenta, el primer espada D. Emilio Morillas, con valentía y decisión, s» acerca á ta res y emplea la faena siguiente: un pase ayudado saliendo embrocado por lomar los terrenos del auimalilo; olio idem, uno lia!Ural, dos con la dere­cha y uno más ayudado para media estocadr buena; otra sin pases, ida; olro pase ayudado, una estocada ahondando y el becerro se echa.

El público obsequia al diestro con palmas y la se­ñorita presidenta con tabacos habanos.

Segunda presidencia y segundo soponcio del ilustre ('/•rucóles: no es extraño.

Hay en Trinidad Barborán tantas simpatías, lanío ángel y lanía modestia unidos á una lindísima cura, que considero muy justos los entusiasmos del viejo amigo (pie sintiéndose olra vez poeta me redactó ésta redondilla:

En tu bellísimo rostro Hay Trinidad lauta dulzura Que á los moribundos curas Y ante él me siento olro.

¿Qué se siente V. lío Caracoles? Me siento con cien años menos que ya es ya un p i ­

quillí)'on Pace, y capaz de habérmelas con el bicho (pie vá á salir.

Benditas sean bis.caras bonitas que tales milagros hacen. Sale el becerro segundo, sin lazos en la magnífi­ca moña concedida por la presidenta, y que cwislituia una verdadera obra de arle.

E l animal trae el mismo color de traje que sus her­manos y de la misma condición.

E l puntillero Sr. Martínez, con gran limpieza, lanío más difícil cuánto el estado en que había quedado la dicha moña no era el más apropósito para quitarla, la coge siendo aplaudido.

Gabina Moreno moja tres veces; una bonísima; tres Tórrelo y el morucho pasa á poder de la gente de palos Lledó sale en falso cuatro veces y pone medio par; Jannon, matador, coloca uno algo abierto, pero con va­lentía.

D. Luis brinda y hace lo siguiente: cinco pases Gon la derecha, tres ayudados, siete naturales y una esto­cada eu jju sitio magnifica; otra corla, dos pinchazos y media (fue manda al auimalilo al desolladero.

La presidenta regaló al matador dos palomos y una magnífica caja de cigarros.

Vamos al tercero amigo y veterano, Caracoles V mientras los toreros obsequian á las Srtas. que presi­den con el bien dispuesto lunch, vamos á echar un pá­rrafo sobre...

¿Sobre qué on Francisco? Sobro la belleza y la gracia de la tercera presiden­

ta Sita . Paca Guerrero. On Paco no me sea V . malino ni me saque de mis

casillas; ¿que quie V.ique le diga? ¿que el azúcar cande, que el turrón, que la canelilla lina, que loas esas cosas buenas no son na comparaa con las olías más dulces y más buenas (pie encierra en su cara y carácter esa señorita.

¡Qué bruto eres y que comparaciones! On Paco no me farle que son muy gárficas. E.t pues, disponte á ver que ahí están ellas y ya

sale el tercer becerro. Grande, mucho más grande que sus hermanos d i ­

funtos y con el mismo color de pelo, cobarde y algo flaco.

Jannon le saluda con una verónica y repetición: Tórrelo pono dos varas; Gabino Moreno una: los ban­derilleros oslaban ocupados no por miedo ni mucho menos, sino por olra cosa. . . y el valiente D Luis su­ple la falta lomando los palos y colocando medio par algo pescuecaro: Morilla (it .) pono uno y medio bueno.

E l matador después de un solo pase natural da un pinchazo con tendencias; el bicho se huye; ahondan el esloque y el puntillero acierta á la primera.

¿Que te parece Caracoles? Que las presidentas están cada vez más guapas. Y tú más viejo, mamarracho. Vamos, da tu opinión sobre la cuarta presidenta

que se llama Teresita Carpinlier. Que es un capullilo de rosa té, la más linda y la

más simpática de todas las rosas. El cuarto novillo tenia la color, como es natural,

colorada; era bravo, correntón y de pies. A l salir to­pa con Jannon y sufro éste las consecuencias; un salu­do hasta los pies; consigue sin embargo quitar la moña y el bicho toma siete varas de Torrello y Moreno. Al llegar á banderillas estaban los toreros de viaje y la lidia encomendada á los auxiliares; Bim

loca al cúarieo, primo hermano del primero que puso: eso es banderillear.

Jannon pone otro abierto: esle previo tres pases naturales y con la derecha, dá un pinchazo y una esto­cada (pie basta.

Se acabó tio Caracoles ¿y ahora? — Pus ahora nos vamos: yo pa er tren, V . pa su

casa y en lo (pie puea, mande. Pero antes dame Lu opinión sobre lo que hemos

visto. Pus allá va: que ver una cuadrilla de toreros, (pie

lo serán.. . lo serán. . . no tenga V . d u a . . . cuatro bece-¡ rros bravos y antes que eso y sobre too eso.. . ver al ¡ cielo desde la tierra por medio de, esas cuatro presí-¡ dentas... loo ello por un duro, no se vé más (pie en es­

ta tierra que Dios bendiga. FRANCISCO DE P. MORENO.

N O T A S D E L A S E M A N A .

Nuestro querido amigo el Sr. Muro, apenas hubo lomado posesión de. la Alcaldía, visitó á las autorida­des que ejercen jurisdicción en AIgeciras. al Exorno. Sr. Comandante General., Comandante de Marina, Juez

' de 1.* instancia y Sr. Cura Párroco, ofreciéndoles sus | respetos, cuyos señores tuvieron la bondad do devol-| vérsela al siguiente día, dándoles testimonio de la es-i timacíón y afecto que el Sr. Muro les merece. I ' Y ~ - ' •. ••jjpw¡iíji

En el presente número empezamos á publicar un i extenso y notable artículo que, en honor del Regimíen-j lo de la Reina, insería la notable revista de la Habana

titulada La Crónica Militar. Es un tríbulo de justicia que rendimos con gusto

á valiosos hijos de la patria y amigos predilectos de Algeciras. que de aqui partieron á derramar su gene­rosa sangre y coronar sus sienes con los laureles i n ­marcesibles del heroísmo.

El miércoles, según informes que hemos tenido, se hizo entrega de la primera pieza de dieciocho montada en el fuerte de Tarifa, haciéndose, dos disparos. Hay Además oirás tres baterías ya montadas (pie serán en­tregadas eu breve.

Termiuada la visita de Inspección á las escuelas

publicas de este Campo, el Sr. D. Isidoro Hernández se encuentra en Vejer desde donrfa pasará á Medina, Conil, Alcalá de los Gazules, etc.

En Jimena propuso el cierre de la escuela pública de niñas y su traslado á otro local, por hallarse en es­tado ruinoso, cuya medida mereció los mayores aplau­sos por haber evitado así un inminente peligro.

El Sr. Hernández, que es un funcionario digno y celoso, salió muy satisfecho del estado de ins­trucción en que se encuentran las escuelas públicas de niñas, párvulos y niños de Algeciras, consignándolo así en las honrosas actas de. viví ta que fiemos tenido ocasión de leer.

Terminados los exámenes, el Ayuntamiento dis­puso que les fueran repartidos á. los niños dulces y (pie tuvieran de vacaciones tres días.

Nuestro querido paisano el joven y aventajado pin­tor pensionado por este Ayuntamiento D, José Alcoba Moraieda, que llegó á esta hace unos días, pronto mar­chará una temporada al campo acompañando á su señor lio I). Enrique, con objeto de descansar do sus penosas larcas.

Beciba nuestro más cariñoso saludo.

El correo especial de Tarifa sale de A'geriras á las cinco de la mañana, y de Tarifa á las diez de la noche.

na fallecido en Madrid D. Ralael García de la To­rre, padre político de nuestro htiep amigo I). Julián García Criado, y lío de D.* Dolores García de la Torre, viuda de Cubero, antiguo colaborador de esle semana­rio.

Reciba su apreciable familia el pésame más sincero de esla redacción.

PÍLADES.

ENHORABUENA =Hemos tenido el gusto de visitar el ga bi n e I e Ib tog rá fleo, une en esta ciudad djr

conocido fotógrafo do esté* mismo nombre (q. e. g. e ) y admirado en él, el mag­nífico muestrario, que acaba de exhibir al público. La limpieza con que están hechas las fotografías y la c la­ridad de las lineas y los perfiles, colocan al joven G ó ­mez, á la altura de los mejores fotógrafos; reciba pues, por su admirable trabajo, nuestra más cordial enhora­buena.

ACADEMIA .=Tenemos entendida que muy en breve se establecerá en esta población una academia de Música bajo la dirección del reputado profesor D. Joaquín Pa­lomares, discípulo de nuestro querido amigo y eminen­te violinista I). Be.gino Martinez.

TOROS.—Mañana se jugará en La Línea la corrida do loros anunciada, en la que lomarán parte los dios-Iros Mazzanlini y Parrao.

S e ñ ó l a grandísima animación entre la buena afi­ción algecirena que, como en otros, años concurrirá á

ver tan famosa corrida de la que tenemos buenos i n ­formes en lo que al ganado se refiere.

FOTOOIIAFÍAS Y AMPLIACIONES .=Ha caido de pié, como vulgarmente, se dice, el nuevo fotógrafo, accí-

| denial mente establecido en la calle Sacramento, en 1 donde exhibe una valiosa colección de magníficos re-,

tratos y ampliaciones al tamaño natural, cuyos traba-bajos, dignos de lodo elogio, honran á los distinguidos artistas que se hallan al frente de dicho estableci­miento.

E l sábado 10 de J u l i o , se c e l e b r a r á , á las 9 de la mañaua, uua misa dé resquieut en

. sufragio del E x c m o . Señor

Don Rafael García de la Torre que falleció en M a d r i d el 2-i de J u n i o de 1897

á las 8 de la noche, después de recibir los Santos Sacramentos.

La familia del finado ruega á ms numerosos amigos le encomienden á Dios y asistan á tan religioso acto.

EL ULTIMO TELEGRAMA.

G E R O G Ü F I C Q

Solución del geroglifico anterior V E S T I R S E P O R L A . C A B E Z A .

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las disposiciones del Código de Comercio y auto-izada por R . D . de 1." de Octubre de 1873.

G A R A N T Í A S Capital liberado . . . Fondo para incendio . \

» de conflagración. ! » de reserva. . . )

Saldo de pérdidas y ganancias. F o n d o sobre vidas . .

PTAS. 9 . 3 1 7 , 5 5 0

79.585,250

108.544,600

Total Pesetas

Paeadij por siniestros 197.847,400 434.535,350

I L a s pólizas de esVá Compañía pueden rescindir­

se al fin de cada año. E l infrascrito habiendo sido nombrado Gerente

de l a Compañía , por G i b r a l t a r y su Campo, dará los informes que se deseen, para efectuar seguros sobre incendios, y sobre la v i d a .

GIBRALTAR.

Gabinete Médico-Quirúrgico del Liceociado Ventura Morón Gonzalez.

€Ji*2MiAbal t o l o j i j 7, \i c e c i n i * .

C I R U J A N O D E N T I S T A . Extracciones, empastes, orificaciones, dentaduras

postizas, etc. C A L L E J E R E Z N.° 11.

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del Estado francés son los manantiales:

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Véndese en las principales farmacias y dro­guerías y en ios depósitos de aguas minerales. P a r a evitar toda clase de abusos y substituciones los consumidores deben siempre pedir y exigir el nombre del manantial .

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D R . R O U X , recibido directamente del labora torio I'ASTI

París , se expendo en la DEL LICENCIADO

I). A U G U S T O A L M A G R O C A L L E CRISTÓBAL C O L Ó N ,

E S Q U I N A A L A D E J E R E Z .

E n este Gabinete, montado con arreglo á los últimos adelautos de la ciencia, so celebran C O N ­S U L T A S D I A R I A S de doce á dos de la tarde.

P a r a los pobres gratis.

Atrapamoscas Garibaldi. E s el mejor invento que se conoce para des­

truir estos penosos insectos. Se vende FARMACIA F R E N T E A LA IGLESIA CATÓLICA

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JOAQUIN P IÉLAGO saldrá de Algeciras para Tánger y Cádiz ¡ los martes, jueves y sábados, alas 7 de la j mañana, retornando para dichos puntos los lunes, miércoles y viernes.

Lo despacha los S E É S . O N C A L A , en la Marina.

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no titubean en purgarse, cuando lo neee-' ' sitan. No temen el asco ni el causando, •

T porque, contra lo que sucede con los demás] i purgantes, este no obra bien sino cuando se I toma con buenos alimentos y bebidas torti-I ficantes, cual el vino, el café, el té. Cada cual I 1 escoge, para purgarse, la hora y la comida i •.que mas le convienen, según sus ocupa-liciones. Como el causando que la purga \ocasiona^ueüa completamente anulado/

\porelefectodelabuenaalimentación 4 ^•^empleada, uno se decide fácil-

jtnente é volver á empezar fek. cuantas tuces sea

necesario.

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