exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

15
Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la esclavitud en Puerto Rico (1868-1873> Consuelo FERNANDa? CXNAI.E5 El 23 de marzo de 1873 el gobierno republicano español aprobaba, en la que había de ser la última reunión de la Asamblea Nacional, la Ley Definitiva de Abolición Total de la Esclavitud en Puerto Rico, que mar- caba el Final de un proceso iniciado en la segunda década del siglo xix. En este largo proceso se distinguen dos fases bien definidas: la primera (1812-1866) corresponde al planteamiento de las primeras iniciativas abolicionistas; la segunda (1867-1873), al de las resoluciones concretas. En 1812, el diputado mejicano José Guridi Alcocer presentaba en las Cortes de Cádiz el primer proyecto dc abolición de la esclavitud para las Antillas; al mismo tiempo, el diputado Agustín Argu~~elles ele- vaba una proposición relativa a la supresión de la trata de negros. Las dos propuestas fueron rechazadas, de modo que el Código doceañista no incluiría declaración alguna sobre la esclavitud. Sin embargo, el siglo xix, el de la conquista de la libertad y los derecros del hombre, estaba destinado a ser testigo del ocaso de la esclavitud. Los primeros embates los recibía esta institución en Viena, donde las potencias vencedoras de Napoleón redactaron una declaración de principios (8 de febrero de 1815), en la que condenaban el tráfico de negros y se com- prometían a ponerle fin. España al imprimir su firma a la Declaración de Viena quedaba vinculada a ella y debía, por tanto, extinguir el co- mercio de esclavos. Sin embargo, el incumplimiento de este compro- miso y la presión de Inglaterra condujeron a la firma de sucesivos tratados hispanobritánicos en 1817, 1835 y 1845 para la abolición del tráfico de esclavos en las colonias españolas. Pero a pesar de todo ello, durante algún tiempo más continuó el comercio de negros en territorio español. El 25 de noviembre de 1865, bajo el ministerio de la Unión Liberal Cuadernos de Historia Moderna y Contemporánea, n.’ 8, Ed. Unix’, Compí. Madrid, 1987

Upload: others

Post on 30-Jul-2022

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposicionesde la opinión pública antela abolición de la esclavituden Puerto Rico

(1868-1873>

ConsueloFERNANDa? CXNAI.E5

El 23 de marzode 1873 el gobiernorepublicanoespañolaprobaba,enla que había de ser la última reunión de la AsambleaNacional, la LeyDefinitiva de Abolición Total de la Esclavitud en Puerto Rico, que mar-cabael Final deun procesoiniciado en la segundadécadadel siglo xix.En estelargo procesose distinguendosfasesbien definidas: la primera(1812-1866)correspondeal planteamientode las primeras iniciativasabolicionistas; la segunda(1867-1873),al de las resolucionesconcretas.

En 1812, el diputado mejicano José Guridi Alcocer presentabaenlas Cortes de Cádiz el primer proyecto dc abolición de la esclavitudpara las Antillas; al mismo tiempo, el diputado Agustín Argu~~elles ele-vabauna proposición relativaa la supresiónde la trata de negros.Lasdos propuestasfueron rechazadas,de modo que el Código doceañistano incluiría declaración alguna sobre la esclavitud. Sin embargo, elsiglo xix, el de la conquistade la libertad y los derecrosdel hombre,estabadestinadoa ser testigo del ocasode la esclavitud.Los primerosembates los recibía esta institución en Viena, donde las potenciasvencedorasde Napoleónredactaronunadeclaraciónde principios (8 defebrero de 1815), en la que condenabanel tráfico de negrosy se com-prometíana ponerlefin. Españaal imprimir sufirma a la Declaraciónde Viena quedabavinculada a ella y debía, por tanto, extinguir el co-mercio de esclavos.Sin embargo,el incumplimiento de este compro-miso y la presión de Inglaterra condujeron a la firma de sucesivostratados hispanobritánicosen 1817, 1835 y 1845 para la abolición deltráfico de esclavosen las coloniasespañolas.Peroa pesarde todo ello,durantealgún tiempo más continuó el comercio de negrosen territorioespañol.

El 25 de noviembrede 1865, bajo el ministerio de la Unión Liberal

Cuadernosde Historia Moderna y Contemporánea,n.’ 8, Ed. Unix’, Compí. Madrid, 1987

Page 2: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

158 ConsueloFernóndezCanales

de Narváez,se decretó la creaciónde una Junta de Información desti-nadaa discutir las basesen que debíandescansarlas leyes especialesprometidasa Cuba y Puerto Rico por las Cortes de 1837 y la manerade reglamentarel trabajo de la población africana y asiática entreotros asuntos.Los trabajos de la Junta Informativa de Ultramar seiniciaron el 30 de octubre de 1866, prolongándosehastael 28 de abrildel año siguiente,con un total de treinta y seis sesioneso conferencias.Bien pronto las discusionestraspasaronlos límites del interrogatorioobjeto de debate,y los comisionados,principalmentelos puertorrique-fis, trataron directamenteel tema de la abolición de la esclavitud,llegando incluso a presentarproyectossobre la misma. Sin embargo,no habíasonadoaún la hora de la emancipaciónde los negros,aunquesí la del final del comercio libre y legal de éstos,ya que el 25 de febre-ro de 1867, en la vigésimosextaconferencia,la Junta declarabala tratade negrosacto de piratería. Desdeesemomento, sólo eí contrabandoproveeríade esclavosa las colonias.Había comenzadola fase de lasresolucionesconcretas,si bien todas las disposicionestomadashastala fecha se dirigían únicamentea la persecucióny castigo de la tratay dejaban intacta la institución de la esclavitud.

La Gloriosa Revolución de Septiembrede 1868, cuyos postuladosde libertad delinearon el firme propósito de los gobiernosmetropoli-tanos de poner fin a aquellatricentenariainstitución, abríanuevaspo-sibilidades al ideal abolicionista.La Ley Preparatoriade Abolición dela Esclavitud de julio de 1879, también conocidacon el nombrede LeyMoret, su autor, y la Ley de 23 de marzo de 1873 de abolición totalfueron el resultadopráctico de los nuevosidealespos-revolucionarios.Sin embargo,la aprobaciónde estos dos proyectos,especialmentedelúltimo, no fue fácil y se vio precedidade numerososy agrios debatesparlamentariosque pusieronde manifiesto el lugar primordial que enlos esquemasmentalesde la épocaocupabael tema de la esclavitud.Ahora bien, el abolicionismo no se configuró en una discusiónexclu-siva de la clasepolítica, sino que, traspasandolos límites del Parla-mento,saltó a la calle y dio lugar a un movimiento de opinión públicaque tomó parasi la responsabilidadde pronunciarseantecuestióntanImportantey trascendente.La expresiónprácticade aquelmovimientolo constituyenlas exposiciones’que peninsularesy antillanosenviarona los gobiernosmetropolitanos.

EL MOVIMIENTO DE OPINIóN PÚBLICA: LAS EXPOSICIONES

Las exposiciones,que se remitieron desde todos los puntos de lageografíaantillana y peninsular>y queteníancomo destinatariosmás

ARcHIVO HISTÓRIcO NACIONAL, Tiltramar, legajo 3554-3555. Expediente Ge-neral de Esclavitud en Cuba.

Page 3: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposicionesde la opinión pública ante la abolición... 159

frecuentesal Ministro de Ultramar y al Presidentedel Consejode Mi-nistros, tenían como objeto el solicitar al gobiernode la Penínsulalasupresióno la conservación,segúnlos casos, de la institución de laesclavitud. Estas solicitudes iban respaldadaspor argumentosen losque se ponía de manifiesto las opiniones de los remitentes respectoal tema. Estos documentos,también llamados representaciones,cons-tan de variasbojas: unasconteniendoel texto con las solicitudes delos firmantes, otras que recogenlas rúbricas de los mismos. Las opi-niones que se expresanen las exposicionesson claras y contundentes;los exponentesmantienenuna postura bien definida respectoal temade la emancipaciónde los esclavos,de manera que no dan cabida aposiciones tibias ni a juicios tímidos. Por ello, la clasificación ideoló-gica es bien sencilla y se reducea la distinción de dos clasesde expo-siciones: las que se manifiestanafavor de la abolición de la esclavitudy las que lo hacenen contra de dicha abolición.No obstante,se observaen ellas una evolución quetorre pareja a la sucesiónde los aconte-cimientos políticos y relativos a la emancipaciónde los esclavos,deforma que puedendistinguirse dos fasesen la argumentaciónde lasexposiciones:

1. De la Revolución de Septiembrea la Ley Moret (1868-70).2. De la Ley Moret a la Ley de Marzo (1870-1873).

1. De la Revoluciónde Septiembrea laLey Moret (1868-1870)

Las exposicionesenviadasal Gobierno metropolitano entre 1868y 1870 no reflejan mayor preocupaciónque la defensao la condenadela abolición de la esclavitud. En ellas> los abolicionistas esgrimenar-gumentosde carácterpolítico y moral en defensade la emancipaciónde los esclavos.Algunossostienenque muchos abolicionistaslucharonen el «glorioso alzamiento»de septiembrepara defender,ademásde lalibertad y la patria, la «santacausade los mártires esclavos»;otros,que las leyes que establecieron la esclavitud sólo atendieron a «laspasionesde un gobiernoinmoral» que,como los que despuésla conser-varon, «tuvo por norma de su política el embrutecimientode los ne-gros»,para poder así los blancos «mejor tiranizarlos’>. Y todos solici-tan la abolición de la esclavitud, institución a la que dedican los másvariadascalificativos, tales como «lepra social», «degradantey crimi-nal», «<‘inmoral»,«cáncerde la vida social» y «caprichosadesigualdad»,entre otros2

2 ibídem.

Page 4: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

160 ConsueloFernándezCanales

La mayoría de los exponentesconsideraque el primer deber delGobierno Provisional, una vez destruidos los «Gobiernosreacciona-rios», el «despotismode un puñadode hombres»y el «monstruode latiranía», es decretar la emancipación de «sus hermanosde Cuba yPuerto Rico’>, porque el grito de «Españacon honra», lanzado en lasplayas de Cádiz y ‘<repetido por toda la Península»,no es compatiblecon la esclavitud; porque «los principios proclamadospor la Revolu-ción estánen clara oposición con su mantenimiento»;porquees «con-traria a la religión, injusta a la humanidady afrentosaa la hidalguíaproverbial española»;porque «suponeun peligro para la nación quela tolera” y porque,en fin, «es un estigmaque mancha la bandera»y«afectaa la honra nacional»~.

También los esclavistaslanzaronsupropia campaña,conargumen-tos obviamente distintos a los sostenidospor los abolicionistas. Enla totalidad de las exposicionesantiabolicionistas de 1868 se habla dela esclavitudcomo institución tutelar y no como institución de explo-tación y servidumbre.Así, se refieren a ella como «institución domés-tica mal llamada «esclavitud»,afirmando que <‘hoy el esclavoestá entan buenascondicionescomo puedanestarlo los obrerosen Europa»;que los esclavos«no sufren rigoresni cruel severidad»y que los amos«sólo ejercensobreel domésticoy su trabajo una influencia de auto-ridad y respetoindispensabley no una presión y fuerzade dominio»~.

Con estasafirmaciones, los esclavistaspretendíandemostrarque losesclavosno vivían sometidosa un auténticorégimen de esclavitud,queesta institción había perdido muchosde los atributos que le caracte-rizaron en siglos pasadosy que, por tanto, anteestasituación la abo-lición era innecesaria.Los esclavistas,además,establecíanuna relacióncausa-efectoentre Ja emancipaciónde los negrosy los conflictos queella originaría, de maneraque,en opinión de estaspersonas,la manu-misión de los esclavostendríacomo efecto inmediato la insurrecciónde los mismos contra los blancos.

Los abolicionistas combatían estos argumentoscon otros que ha-cían buenala efectividad de la abolición. A la idea de los disturbios einsurreccionesreplicabandiciendo, por un lado, que los emancipadoscareceríande la necesariaorganización, de armasy de dinero paracomprarlas;además,‘<los esclavosantillanos son más dóciles que losde la costaoriental africana>por eso son todavíaesclavos’> t Por otrolado, ]a ventajanumérica de la población libre respectode la esclavaofrecía una absoluta garantía de seguridaden favor de aquélla, quetambiéncuentacon las escasasposibilidadesde refugio que la geografía

Ibiden>.Ibiden,.UNOS ABoI.JCJONISTA5, De la abolición dc la esclavituden Cuba y Puerto Rico,

Fortaner,Madrid, 1868.

Page 5: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposicionesde la opinión pública ante la abolición.. 161

de la isla de Puerto Rico ofrecería a los insurrectos.Por último, «sihoy la autoridadde un amo o de un mayordomo,con los medios derepresión de queambos disponen,son bastantea sujetar al esclavoaun régimende injusticia, ¿serianlomenosla ley y la autoridadpúblicapara mantenerel ordenen la libertad?»6

Con sus afirmacionesy argumentoslos esclavistaspretendíanre-trasar, cuandono evitar, la abolición de la esclavitud. Sin embargo,el tema seguíaadquiriendofuerza y resonanciay cada día eran másnumerososlos proyectos presentadospara su consecución.Se hacíaevidenteque, tardeo temprano,la emancipaciónde los esclavosse lle-varía a la práctica; había,pues,que cambiar de estrategia,de maneraque la discusión adquiría un nuevo enfoque: abolición inmediata oabolición gradual, defendidaspor abolicionistas y esclavistas,respec-tivamente.

La SociedadAbolicionista Española, en los primeros años de suandadura,esto es,en los años 1865 y 1866, considerabaque ante todoera preciso«ponerde manifiesto al esclavo»7; de ahí que adoptaralaideade la abolición lenta.El triunfo de la Gloriosa suponía,en opiniónde muchos, el triunfo de las libertadesy, para los abolicionistas enparticuar, de la libertad de los esclavos.Desdeeste momento, la So-ciedad Abolicionista pasabaa defenderla abolición inmediatay simul-tánea de la esclavitud. Así, en exposición dirigida al Ministro de Ul-tramar, con fecha5 de diciembre de 1868, la Sociedad,«considerandoque la experienciaenseñaque de cuantos sistemasse han adoptadopara conseguiraquel objetivo, el único que la Justicia, la Economíayla Historia señalancomo perfectoy eficaz, es el conocido con el nom-bre de abolición inmediata»,solicita al Gobierno la proclamacióndela misma ~. Todaslas exposicionesa favor de la emancipaciónde losesclavosenviadasa Madrid desdeseptiembrede 1868 solicitan, siguien-do el ejemplo de la SociedadAbolicionista Española,la abolición inme-diata y simultánea de la esclavitud como única forma de aboliciónposible.

Los esclavistas,por el contrario, defendíanla abolición gradual,ala que considebanun mal menor. En las exposicionespor ellos en-viadas son tres las razonesque, en suopinión, desaconsejabanla adop-

ción de la abolición inmediata de la esclavitud,y son:

— el esclavo,al verse libre, abandonaríael trabajopara dedicarsea la vida ociosa o, en el peor de los casos,a delinquir para sub-sistir;

R. M. LADRA, La abolición y la SociedadAbolicionista en 1873, Madrid, 1873,página5.

S.Ruíz, 3. 3. AcosíA y F. M. QUIÑONES, Informesobre la abolición inmediatade la esclavituden la isla de Puerto Rico, Madrid, 1867, p. 30.

AHN, Ultramar, legajo 3554-3555.

Page 6: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

162 ConsueloFernándezCanales

— como consecuenciade lo anterior, la ruina de la agricultura, laindustria y el comercio antillanos;

— finalmente, resultante de ello, la pérdida de los intereseseco-nómicos de muchosespañolesrelacionadoscomercialmenteconlas Antillas ~.

Al mismo tiempoque augurabanaquéllascatástrofesproponíanlasmedidas que las evitarían, señalandolas siguientes:

— preparar al esclavo para su futura condición de trabajadorlibre;

— convocar unas juntas de información en Cuba y Puerto Rico,que estuvieran integradaspor los propietarios de esclavos;

— respetarlos derechosadquiridos;— conservar sin menoscabola producción antillana.

A las tres razonesrecogidasen aquellasexposicionesJoséAntonioSaco,en sulibro La esclavituden Cubay tu Revoluciónde Septiembre,añadetres más, que son:

— la imposibilidad de que en España,lo mismo que en las Anti-llas, se puedaindemnizara los poseedoresde esclavos

— el ejemplo que han dado las nacionesesclavistaspreparandolaabolición por muchosañosy realizándolapor gradosy en plazos;

— por último, la casi seguridadde que las Antillas, con un decre-to radical de abolición, intentaríany conseguiríansuseparaciónde la Metrópoli ‘~.

Por su parte,Rafael María de Labra, conocido batalladorabolicio-nista, rebatíauno a uno los argumentosempleadospor Saco.Respectoa la indemnización,Labra sosteníaque aunqueéstano fuese posible,«la abolición se podría y se deberíahacer»“, y para ello proponeunsistema de indemnizacióna plazospagaderosparte en metálico, parteen bonos con interés y amortizable en veinte años.Rechazabala abo-lición gradualpropuestapor Saco,y afirmaba que las «turbulencias»de las que éstehablaba se produjeron con anterioridada los decretosde abolición y por causasajenasa los mismos,mientras que las leyesemancipadorasradicalesvinieron a cortar los conflictos 12 Porúltimo,refutabala idea de la separaciónafirmando, de unaparte,que,contra-

Ibidem.‘> R. M. LABRA, La abolición de la esclavituden las Antillas españolas,3. E Mo-

rete,Madrid, 1869, pp. 10-11.Ibidem, p. 14.

‘> ¡bidem, p. 21.

Page 7: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposicionesde la opinión pública ante la abolición... 163

riamentea lo quepudierapensarse,la insurrecciónde Cuba «havenidoa hacermás fácil la obra emancipadora’>13 y, de otra, que eseargu-mento no servia para Puerto Rico, pues la isla se encontrabaen com-pleta calma.

Ciertamente,no era Labra el único que rebatía los argumentoscon-trarios a la emancipación.En realidad, tanto abolicionistas como es-clavistas, amén de ofrecer argumentosque demostraranlas ventajasdel sistema por ellos defendido, llevaban a cabo una descalificaciónde los razonamientossostenidospor la parte contraria. Así, un defen-sor de la abolición gradualescribía:

«La emancipacióninmediata de los esclavos,cual se ha venido practicandohastaahorapor otros Gobiernos,lejos de redundaren beneficio del emancipadoy del país dondese ha ensayado,ha producido una verdaderacalamidad paraentrambos»“.

Por su parte, un defensorde la abolición inmediata escribíares-pecto de la gradual:

«La escitación(sic) de esperanzasperiódicamentedefraudadas,el fomento derencores...,el estrujamientodel negropor el amo antela perspectivade un tér-mino de esplotación(sic), el espíritu de rebeliónconstantementeanimadopor elpúblico reconocimientode la injusticia de la esclavitudy por las disposicionesdefensivas tomadaspor los amos,la oposición permanentedel capital y el tra-bajo, la inquietudde todas las esferasde la vida colonial.- -, todo esto y muchomás es la consecuencialógica de la abolición gradual» ‘.

Para los gradualistas,la abolición inmediata era sinónimo de de-lincuencia, improductividad y pérdida de intereses.Los inmediatistasrechazabanestasacusacionesimputándoselasa la abolición gradual ydefendiendoel buencarácterde los negros,a los que considerabanper-fectamentepreparadospara accedera la emancipación.Si los prime-ros declarabanque los esclavos«estánllenos de vicio de todo género,que les haceodiar el trabajo, que los impulsa al crimen y los conducea las prisiones y cadalsos»‘~, y que su inmediata liberación tendríacomo uno de sus primeros resultados el fin de la producción en lasAntillas y, por consiguiente,el «fin de la exportacióne importación dela Penínsulacon aquellasislas» ‘7 los inmediatistasmanifestabanquelas condicionesde trabajo y vida del esclavoanimaban poco a la la-boriosidad,que es más productivo el trabajo libre que el esclavo,que

Ibidem, p. 30.“ UN NEGRÓFILO cONCIENZUDO, Cuba y Puerto Rico. Medios de conservar estas

dosAntillas en su estadode esplendor,Imprentade JoséCruzado,1866, p. 12.R. M. LABRA, op. cit, p. 12.

‘6 UN NEGRÓFILO CONCIENZUDO, Op. CiL, p. 40.‘~ AHN, Ultramar, legajo3554-3555.

Page 8: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

164 ConsueloFernándezCanales

los «negrosdelinquenmenosen Puerto Rico que en la mayorparte delas provincias de la Metrólopi»” y, finalmente, que el aumento de laproducción puertorriqueñahabía corrido paralelo al descensode lapoblación esclava.

Las discusionessobreabolición gradual o abolición inmediata ibana continuarhasta 1873. Sin embargo,la aprobaciónde la Ley Prepara-toria en 1870 parecíadar la razón,de momento,a los gradualistas.

2. De la Ley Moret a la Ley de Marzo (.1870-1873)

En el año 1870 se comienza la elaboración de las reformas socio-político-administrativasproyectadaspara las Antillas, que,comoanun-cia el nuevo Ministro de Ultramar, SegismundoMoret, en la sesión de30 de abril de aquelano ‘~, pronto se llevarían al senode las Cortes parasu discusión.Efectivamente,con posterioridadse elaboróun programade reformasen el que se incluían:

— la asimilación a la Metrópoli;— la separaciónde los mandos civil y militar;— la implantación de la Constitución vigente en la Península;— una nueva ley de ayuntamientos;— derechosindividuales:— sufragio universal;— abolición de la esclavitud.

En la mente de los legisladoresestabala idea de introducir esasreformasen el régimen,primero, de Puerto Rico y, después,hacerlasextensivasa Cuba una vez que la guerraexistenteen estaisla hubieracesado,de maneraque la pacificacióny los resultadosde la experienciapuertorriqueñaaconsejaransu aplicación en la gran Antilla.

La elaboraciónde las reformas y su ya segurapresentacióna de-bate en las Cortes supusieronun cambio de contenidoen la argumen-tación de las exposiciones.Las escritasentre 1868 y 1870 se referíanexclusivamenteal tema de la abolición de la esclavitud. Desde 1870,las exposicionesaludirán ademása las reformas políticas y adminis-trativas.

Los abolicionistas plantearonfrente a las reformasuna estrategiadistinta a la empleadapor los esclavistas.Aquellos se lanzaron, pri-mero, a la consecuciónde la abolición de la esclavitud y, luego, delresto de las reformas. Por el contrario, los esclavistasse referían a las

R. M LABRA, Op. cit., p. 59.Diario de Sesionesde las Cortes, núm. 270, Pp. 7580-7581.AHN, Ultramar,

legajo 5111, apte. 24. Expedientede abolición de esclavituden Puerto Rico.

Page 9: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposiciones de la opinión pública ante la abolición... 165

reformas en general, oponiéndosea todas ellas- Esta diferencia en laestrategiacorrespondea dos formas de pensar,distintas en la forma,pero semejantesen el fondo. Unosy otros pensabanquesi los esclavoseran emancipadoso,- lo que es lo mismo, si se modificaba el estatutosocial de la población antillana se podría conseguir,con mayor o me-nor dificultad, en más o menos tiempo, la modificación del estatutopolítico y administrttivo de Puerto Rico. Esta idea era común, no asísu posición ante ella, ya que los abolicionistaseran partidariosde lle-var a cabolas reformas, a diferenciade los esclavistas,que perseguíanel mantenimiento del status quo antillano.

El 28 de mayo, en comunicado a las Cortes, Francisco Serrano,Regentedel Reino, anunciaba su autorización a la presentacióndeun proyecto de ley sobre abolición de la esclavitud en las Antillas ~oEl proyecto disponía una emancipacióngradual de determinadascla-ses de esclavosprevia indemnizacióna sus dueños.La promulgaciónde la Ley Moret (4 de julio de 1870) constituíael primer ataquefácticoa la esclavitud desdela prohibición de la trata de negros, aunquenotodos la recibieron con igual entusiasmo.Para los abolicionistas, laLey era simplementeuna Ley preparatoriade otra de abolición total;para los esclavistas,la nueva legislación había resuelto satisfactoria-menteel problemade la emancipaciónde los esclavos.

La SociedadAbolicionista Españolacomenzóbien pronto su cam-pañaen contra de la nueva Ley. A los siete mesesde la promulgaciónde la misma, en un manifiesto a la Nación, la Sociedad,«acometiendouna grandey enérgicapropagandaen favor de la abolición inmediata»,manifestabasu oposición a una ley a la que se habían acogjdo «losamigos más o menos francos de la servidumbre.- -, sosteniendoquecon ella hemosborrado dc nuestrafrente el estigmade naciónesclavis-ta»”. El 16 de noviembre de 1871, en exposicióndirigida a las Cortes,la SociedadAbolicionista se lamentabadel incumplimiento, por partedel Gobierno, de ofrecer la ley definitiva de abolición prevista en laLey Moret, y de la actitud de los que,estandoafavor de la esclavitud,conveníanen admitir la suficiencia de dichaLey 22 La Sociedadya nose limitaba a pedir el cumplimiento de la nuevalegislación y la supre-sión de algunosde susartículos,como había hechoen una exposicióndirigida al Ministro Mosqueraen agostode esemismo año23; ahorayapedíala aprobaciónde unaley definitiva deabolición para los esclavos

~> Diario de Sesionesde las Cortes, apéndice1.~ al núm 292. AHN, Ultramar,legajo 5111.

Socíco,xr,ABOLícIONIsTÁ ESPAÑOLA, La cuestión de la esclavitud en 1871, Ma-drid, 1872, p. 4.

22 C. COLL y TOSTE, Historia de la esclavituaen Puerto Rico, SociedaddeAuto-res Puertorriqueños,SanJuande Puerto Rico, 1972, p. 98. SOcIEDAD ABOLICIONISTAEsPAÑoLA, Op. cit., It 22.

“ AHN, Ultramar, legajo3554-3555.

Page 10: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

166 Consuelo Fernández Canales

de Puerto Rico. El 22 de septiembre,continuandocon su campaña,laSociedadAbolicionista envía una exposiciónal Senadoen la que soli-citaba la abolición inmediatade la esclavitud argumentandoque:

— no se habíapromulgado la Ley definitiva a que se refería la LeyPreparatoria;

— que esta Ley había estadoen suspenso,pesea su carácterdeurgente,hasta la aparición del Reglamentoque la ponía en eje-cución (12 de agostode 1872);

— que no sehabíacumplido la promesahechapor muchosposeedo-res de esclavosde enviar al Gobiernoun proyectode abolición;

— finalmente, que se había reducido el número de esclavosal ha-berles sido concedida la libertad «graciosamente»por sus

24amos -

Antes de finalizar el año, la Sociedadenviabaunanuevaexposición,estavez al Ministro EduardoGasset,en la que manifestabasuesperan-za de que «para el 1.0 de enero de 1873, el pueblo de Puerto-Ricoseaenteramentelibre», y en la que acusabaa los esclavistasde ponerobs-táculos para retardar o impedir la publicación de la Ley de 1870 enlas Antillas; de dejar en suspensosus principalesartículos con el pre-texto de un Reglamentoque tardó dosañosy medio en salir, y de tro-car el calificativo de preparatoria que aquellaLey tenía desdeel prin-cipio, en el de definitiva ~.

Pero no era la SociedadAbolicionista la única que expresabasuoposición a la Ley Moret. Las exposicionesabolicionistas enviadasdesdeel año 1872 aportabantres razonesque, en opinión de los fir-mantes,exigía la aprobaciónde una nuevay definitiva ley de abolición,y son:

— que la Ley de 1870 no secumplía;— que Españaera la única nación civilizada que todavía consen-

tía la esclavitud;— que los antillanos, siempreque habíansido consultados,habían

expresadosu deseode una ley de abolición inmediata.

Como ejemplo resumende la opinión de los abolicionistas sirvenlas palabraspronunciadaspor uno de ellos en un mitin celebradoenel teatro de la Opera de Madrid el 23 de enero de 1873: «Se ha dadola Ley Moret, que ha merecido los elogios de los esclavistas;y esteesel cargo más grave que a esa Ley puedehacerse»26

‘• Ibidem.

‘~ Ibidem.26 PROPAGANDA ANTIESCLAVISTA, Grandezasde la esclavitud, Madrid, 1873, p. 23.

Page 11: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposicionesde la opinión pública ante la abolición... 167

En efecto, los esclavistasrecibieron la Ley Preparatoriacon ma-yor regocijo que los abolicionistas. Para aquéllos, la Ley era la so-lución adecuadaal problema de la esclavitud,ya que,si bien daba unpasoadelanteen el caminode la emancipación,ésteno era lo suficien-temente grandeni peligroso para socavarlos fundamentosde la ins-titución esclava.Al contrario, la Ley ofrecíauna abolición gradual quecolmaba todas las esperanzasde aquellos hombres.Por todo ello, sepropusierondefenderla Ley Moret de los ataquesabolicionistasy pre-sentarla como la legislación más convenientepara solucionar el pro-blema esclavo.Sin embargo, a diferencia de aquéllos, los esclavistassólo hicieron efectiva sudefensaa partir de 1872, cuandose anunciabala elaboraciónde una Ley definitiva que emanciparíaa todos los es-clavos. A partir de octubrede aquel año, las exposicionesllegadasaMadrid contenían,entre otros, los argumentosde los beneficiosde laLey Preparatoriay su estricto cumplimiento en Puerto Rico. Así lomanifestabael Centro Hispano Ultramarino de Madrid en la Junta ce-lebrada en estaciudad el 14 de octubre~, y también la exposiciónquevarios cubanosy puertorriqueñosenviaron al Ministro EduardoGas-set el 3 de diciembre, y en la que asegurabanque:

«Desdeel 27 de septiembrede 1870 en que sepublicó oficialmente la ley enla Gacetacíe la Habana, y desdeel l.~ de noviembredel mismo año en queCo-menzóa plantearseen Puerto-Rico,la abolición fue un hechoreconocidoy acep-tado por los dueñosque solicitaron sólo del Gobiernoalgún tiempo paraconce-der espontáneamentela libertad a sus esclavospara que no la debieransólo ala iniciativa del poder, sin que hayahabidoninguno de los obstáculosque indicala SociedadAbolicionista para plantear las disposicionescontenidasen la leyde 1870»”.

Efectivamente,algunos propietarios de esclavosconcedieronla li-bertada sus negrosaun antesde la publicación de la Ley Moret. Estehecho, que para el Gobernadorde Puerto Rico no entrañabaningúnpeligro ni ningún abuso,no era bien visto por el Ministerio de Ultra-mar, dondese le considerabaun medio de eludir las responsabilidadesque los propietarios adquirirían respectoa sus esclavosen virtud deaquella Ley 29 No obstante,los dueñosde esclavos,a medida que sepercataronde la dilación en la implantaciónde la Ley, fueron suspen-diendo las manumisiones,de tal maneraque si en los mesessiguientesa su aprobaciónlograron su emancipación6.106 esclavosen PuertoRico, entre1871 y 1872 sólo 1.862 esclavosadquirieron la condición delibertos en aquellaisla.

2> AUN, Ultramar, legajo 3554-3555.

Ibidem.AUN. Ultramar, legajo 5111.

Page 12: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

168 ConsueloFernández Canales

En resumen,la Ley Preparatoriade abolición de la esclavitudsatis-facía a unos, disgustabaa otros y dejaba sin solución el problema delos esclavosantillanos. La discusión,pues,continuabaabierta,aunquea ella se iban a añadir ahoraotros temasde carácterpolítico y econo-mico, que iban a hacermás difícil la adopciónde unaLey definitiva deabolición total.

Sin embargo,pesea todos los obstáculos,el ideal abolicionistaibaa ganar la batalla con la presentación,el 23 de diciembrede 1872, deun nuevo y definitivo proyectode abolición total de la esclavitud,quedaría la libertad a 30.000esclavospuertorriqueños,porque,a diferen-cia de la Ley Morct, decretadapara Cuba y Puerto Rico, la nuevaLeysólo se aplicaría en la pequeñaAntilla, teniendoque esperarlos escla-vos cubanoshasta 1886 para alcanzar su condición de ciudadanosyhombres libres. El nuevo decretode abolición presentadoa la Cámara—convertida en AsambleaNacional desdeel 11 de febrero de 1873,trasla abdicacióndc Amadeo 1 de Saboya—fue sancionadocomo Ley el22 de marzo de aquel año de 1873, el mismo día en que se disolvió laAsambleaNacional.Aquel decretofue una Ley de transacciónque des-cansabasobre tres puntos fundamentales:

plena libertad civil;— contratación temporal forzosa, y— aplazamientode los derechospolíticos de los libertos.

La Ley tropezó con una serie de contratiemposque comenzaronasurgir al entraren vigor el Reglamentoque la ponía en ejecución.Esteprimitivo Reglamentofue modificado, el 10 de abril de 1874, por otronuevo que,en opinión de Díaz Soler, daba carácterde provisional alde 1873, sin respetarsucondición de definitivo 30 Así pues,las críticasse hicieron más que a la letra de la Ley al contenido del Reglamentode ejecuciónde la misma. Tambiénhubo unagran desorganizaciónensu aplicación,con el propósito de demostrarlo utópico de aquellale-gislación; se hacían esfuerzospara que el liberto comenzaraa sentirodio hacia la pregonadaventaja de la libertad. Asimismo, se llevarona cabo varios intentos para revisar la Ley, perotodos fracasaronantela firme determinación del Gobierno de Madrid en hacerlacumplir.

La Ley de Marzo cerrabael número de trabajossobre abolición dela esclavituden Puerto Rico —los abolicionistascomenzabanahora sucampañaen favor de unaLey de abolición para los esclavoscubanos—,aunque no cerraba el tema, pueshasta el año 1890 no se cumplió elpago total de las indemnizacionesprevistas por la Ley para los dueños

‘> L. M, DIAz SOLER, Historia de la esclavitudnegra en Puerto Rico, EditorialUniversitaria, Universidad de Puerto Rico, 1974, p. 356.

Page 13: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposicionesde la opinión pública ante la abolición... 169

de esclavos.Habíantranscurrido diecisiete años desdela aprobacióny publicación de la Ley de Abolición, y diez años desdeque se decre-tara abolida la institución en Cuba.

CONCLUSIÓN

Habida cuenta de la gran cantidad de documentosque a ella serefieren y la abundanciade libros que dedicansuspáginasa esainsti-tución, puededecirseque la esclavitudconstituyó uno de los grandesproblemasde la política peninsularrespectoa las Antillas, y su aboli-ción, uno de los mayoresretos que tuvieron que afrontar los Gobier-nos revolucionarios.Rotas las primeraslanzasen defensade la eman-cipación de los esclavosantillanos en lo que parecíaun movimientoabocado al fracaso —la Sociedad Abolicionista Española creada en1865 fue suspendidaun año más tarde—, a partir de 1868, y con laSociedadreorganizadaese mismo año, llegó a adquirir la suficientere]evanciacomo para dividir a la opinión públicaen dos faccionescla-ramentedefinidasa favor y en contra de la abolición de la esclavitud,de tan añejo y profundo arraigo. La reacciónante el anuncio de suposible extinción no se hizo esperar,y de todaspartes llegaron solici-tudes que defendíansu continuidad o abogabanpor su abolición. Sinembargo,en vista de los pasosque se siguieron,na pareceque los su-cesivos Gobiernosmetropolitanos tuvieran muy en cuenta las exposi-ciones, porque cuandomás numerosaseran las que solicitaban unaLey de abolición total e inmediata, se promulga la Ley Preparatoriade 1870, que preveía una emancipacióngradual; mientras que cuandomayor era el númerode exposicionesque se oponíana la abolición to-tal y a todas las reformas planeadaspara el régimen de las Antillas,unas y otras se aprueban.Estos documentostuvieron como destinofinal la «Comisión de peticiones»,y allí debieronpermanecersin ejer-cer la más mínima presión e influencia sobre la intención y planesdelos legisladores.Sin embargo,pesea quesuinfluenciasobrela decisiónúltima de los gobernantespuedehabersido escasa,no hay que restarimportancia a las exposiciones,pues en ellas puede rastrearseel pen-samientode las distintas faccionessocio-políticasde la época y suevo-lución. Esta evolución es clara en los esclavistaso, en sentidomás am-plio, antirreformista,ya que de una relativa aceptaciónde la aboliciónen los años de 1868 y 1869 pasarona un rechazoradical, total y abso-luto a cualquier modificación en el régimen antillano, especialmentedesde1870, año en el que se apruebay promulga la Ley Preparatoria,en lo que venía a ser un anunciode lo quepodría sucedery de hechosucedió,la aprobaciónde una Ley de abolición total y de otras refor-masde carácterpolítico-administrativoen aquellasislas. Por su parte,

Page 14: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

170 Consuelo Fernández Canales

en los escritosde los abolicionistas o reformistas seaprecia una mayorcontinuidad y fidelidad en sus peticiones,ya que desdeel principiosolicitaron la aprobaciónde una Ley de abolición inmediata y simul-tánea.Sólo la parcialidadde que hacengala unosy otros puedeconsi-derarsecomo nota común de las exposiciones.Todos se acusabanentresi de pretenderlo peorpara las Antillas, en general,y paraEspaña,enparticular; los antirrefornutistastildando de separatistasa los defen-sores de las reformas, y éstos calificando de explotadoresa los de-tractores de las mismas.

Esa parcialidad,lógica siempreque se debatengrandescuestiones,y la abolición de la esclavitud lo era sin duda, vino determinadanosólo por la importanciadel tema en si, sino tambiénpor causasajenasal mismo. A la inestabilidad política pos-revolucionaria,determinadapor la ausenciade rey y, una vez elegido el candidato su prematuraabdicacióny la proclamaciónde la República,vino a sumarsela insu-rrección cubana,que desde 1868 a 1878 tuvo en jaquea los Gobiernosmetropolitanos.Todo ello fue el caldo de cultivo apropiadopara quegerminara la oposicióna cualquier reforma que pudiera acrecentarlaya de por sí acusadainestabilidad. La abolición vino a plantearseenel momentomenosapropiado;derrumbarlos cimientos de una institu-ción de tan larga vida en circunstanciastan desfavorablesno era, cier-tamente,el mejor augurio de éxito para aquella empresa.Pero de todaslas circunstanciasde que se vio rodeada,la que se constituyó en mayorobstáculo de la emancipaciónfue la insurrección de Cuba, que pre-juzgó el caso puertorriqueñodificultando el natural desarrolloy evo-lución de la pequeñaAntilla. Fue precisamentela insurreccióncubanael argumentoque con mayor fuerza y constanciase empleó para soli-citar el aplazamientode la abolición y del resto de les reformas.

El temor a que la guerra se extendieraa Puerto Rico y a que lasreformas proyectadaspara esta isla empeoraranla situación de Cubacarecían,contemplandolos hechosdesdeuna perspectivaactual, defundamento,ya que ni el conflicto se extendióa PuertoRico ni la apli-cación de las reformas en éstavarió lo más mínimo la situación cuba-na. No obstante,la corta vida que disfrutó el nuevo régimen político-administrativopuertorriqueño,suspendidopor el golpe de Estado delGeneral Pavía (4 de enerode 1874), impiden juzgar los auténticosresul-tados de las reformas. Efectivamente,tras el golpe, del programa re-formista únicamentesobrevivió la abolición de la esclavitud, precisa-menteel punto de aquel programa que más temor había despertadoen las faccionesconservadorasneninsularesy antillanas.y el de mayorarraigo en el régimen socio-económicode las Antillas.

A modo de resumen,puedeconcluirse que la abolición de la escla-vitud tuvo tres firmes y poderososobstáculos: primero, la insurreccióncubana;segundo,el profundo arraigode esainstitución y los grandesy

Page 15: Exposiciones de la opinión pública ante la abolición de la

Exposicionesde la opinión pública ante la abolición.~ 171

poderosos interesesa ella ligados, y tercero,el haber sido incluida enun programa de reformas más amplio. Si la emancipaciónde los es-clavos ya era de por sí temida, más lo fue al ir acompañadade otroscambios político-administrativosen el régimen puertorriqueño. Perotambién fueron muchoslos factoresque se conjugaronpara lograr suimplantacióny suéxito, entrelos quedestacanla presióninternacionalejercida sobre los Gobiernos españoles,fundamentalmentepor GranBretañay los EstadosUnidos; la labor de los abolicionistas,encauzadapor la SociedadAbolicionista Española,y la determinaciónde los Go-biernos revolucionariosen conseguirla.