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EXPOSICION DEL DA. MANUEL AZPURUA Dr. Tomás Enrique Carrillo Batalla La Academia le expresa al doctor Manuel Azpúrua Arreaza, Ministro de Hacienda, nuestra ratificación del reconocimiento por haber aceptado nuestra invitación para participar en este Foro, el cual no tiene otro objeto que el de contribuir al estudio, al de- bate, al mejor conocimiento de nuestros problemas relacionados con la Deuda Externa. Dr. Manuel Azpúrua Muchas gracias por sus palabras y quiero expresarle en nombre del equipo negociador integrado por el doctor Carlos Gui- llermo Rangel y el grupo de Asesores que lo acompañaron, en nombre del Director General de Finanzas Públicas que me acom- paña aquí hoy, el Dr. Jorge Marcano, y en el mío, a usted y a los miembros de la Academia de Ciencias Económicas por la invita-

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EXPOSICION DELDA. MANUEL AZPURUA

Dr. Tomás Enrique Carrillo Batalla

La Academia le expresa al doctor Manuel Azpúrua Arreaza,Ministro de Hacienda, nuestra ratificación del reconocimiento porhaber aceptado nuestra invitación para participar en este Foro, elcual no tiene otro objeto que el de contribuir al estudio, al de­bate, al mejor conocimiento de nuestros problemas relacionadoscon la Deuda Externa.

Dr. Manuel Azpúrua

Muchas gracias por sus palabras y quiero expresarle ennombre del equipo negociador integrado por el doctor Carlos Gui­llermo Rangel y el grupo de Asesores que lo acompañaron, ennombre del Director General de Finanzas Públicas que me acom­paña aquí hoy, el Dr. Jorge Marcano, y en el mío, a usted y a losmiembros de la Academia de Ciencias Económicas por la invita-

ción que se nos ha hecho a participar en este Foro sobre la Oeu­da Pública Externa de Venezuela en el contexto de la Deuda Lati­noamericana.

Como usted lo ha dicho nos vamos a limitar en nuestra ex­posición a señalar las razones particulares por las cuales nosotrosconsideramos que el acuerdo logrado por Venezuela con la ban­ca acreedora es un acuerdo favorable, y que debe ser firmadouna vez que se concrete el proceso final de revisión de Iqs con­tratos en donde se plasman los principios acordados en la hojade términos a que llegó Venezuela con el Comité Asesor de Ban­cos.

Mucho se ha dicho sobre la Deuda y se ha venido infor­mando al país de manera amplia, clara -como decíamos en una in­tervención en el Congreso- de manera transparente, para que elpaís esté informado de cómo se ha llevado este proceso de lasnegociaciones. Por eso me vaya limitar a exponer ante ustedespor qué consideramos que los acuerdos son favorables en lostérminos a que se ha llegado: y no repetir lo que ya se ha dichoen cuanto al monto de la deuda que, por otra parte, el doctor Jor­ge Marcano en unas láminas que les va a presentar explicará có­mo está configurada la Deuda Externa de Venezuela, su monto,las características particulares de ella y, en términos generales,en qué consiste el acuerdo de reestructuración logrado con labanca acreedora, que además es del conocimiento de todos; fi­nalmente vaya referirme de una manera breve a lo que Venezue­la ha considerado conveniente y saludable a los intereses delpaís, de incluir, de plantear ante el Comité Asesor de Bancos elque se contemple en los acuerdos una cláusula, o una declara­ción, que se ha denominado Cláusula de Contingencia, y quefue presentada por el señor Presidente de la República con moti­vo de su intervención ante la Organización de las Naciones Uni­das, en su viaje a Nueva York, para intervenir en nombre del paísante ese organismo.

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Dicho esto, voy a pasar a hacer la exposición en Jos tér­minos que les he expresado. Se ha discutido rrucho en torno alproceso de reestructuración de nuestra Deuda Pública Externa,y se ha también díscutido mucho sobre la conveniencia de.Uevaradelante esos acuerdos ante algunos cambios que ha habido enel mercado petrolero y en las posibilidades de nuestros ingresos.derivados de nuestro principal producto de exportación.

Ante estos planteamientos, quisiéramos hacer una seriede razonamientos, y exponerles cómo se ha llevado adelante elproceso de negociación y por qué consideramos que él debeconcluirse en beneficio de los intereses del país.

En primer lugar quiero plantearles el contexto dentro delcual se negociaron los acuerdos de refinanciamiento, una de lascondiciones que desde el comienzo se definió por el gobiernonacional como objetivo fundamental para obtener, con el re­financiamiento o reestructuración de nuestra Deuda Pública Ex­terna, que el servicio que de él resultase no comprometiera inne­cesariamente las posibilidades de cubrir las necesidades básicasdel país dentro de un programa racional de reajustes y ordena­miento de nuestra economía, y de propender a un desarrollo ycrecimiento ordenado de la misma.

El marco cuantitativo que permitió definir esas necesida­des se derivó del análisis de las proyecciones macroeconómicaselaboradas por Cordiplán, las cuales contemplaban, entre otros,estimaciones de ingresos petroleros, dentro de un escenario decrecimiento moderado, en base a las hipótesis elaboradas por Pe­tróleos de Venezuela y el Ministerio de Energfa y Minas, que enese momento se consideraron razonablemente prudentes. merefiero al momento en que se realizan las conversaciones con elComité Asesor de Bancos a finales del mes de julio de 1984. EnIntenciones y acciones en materia de política económica delGobierno Nacional, encuadradas dentro de un programa de a­Justes de la economía a la nueva realidad nacional e internacio-

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nal, conocen los principios básicos de esa política económicaque buscaba, lograr un equilibrio en nuestras cuentas externasde balanza de pagos, y un equilibrio en nuestras cuentas inter­nas en relación con eliminar los déficit fiscales en que se había in­currido en los últimos anos.

Por otra parte esa política ha perseguido y ha logrado de­volverle la autonomía y la solidez financiera a nuestra principal in­dustria petrolera, de tal manera que ésta pudiera emprender losprogramas de desarrollo en la forma conveniente para manteneresa industria en capacidad de generar los recursos necesarios pa­ra el desarrollo del país.

Por otra parte, esa política ha buscado sincerar y corregir lasobrevaluación de nuestra moneda, eliminando el tipo de cambioexistente para ese entonces de 4,30 bolívares por dólar, yendoa una paridad más realista que se estableció en 7,50 bolívarespor dólar, que permitiera proteger nuestra producción nacional ydotarnos de una capacidad para estimular, de una manera efec­tiva, las exportaciones no tradicionales.

Este conjunto de elementos permitió definir la capacidadde pago del país en relación con su deuda externa en un es­cenario que, a juicio del Gobierno. podía calificarse de realista; di­chas proyecciones fueron discutidas y ampliamente analizadascon organismos nacionales y con algunas entidades y espe­cialistas extranjeros, proceso en el cual participaron el nego­ciador de la deuda y los miembros de la Comisión Asesora. Vistaslas observaciones que surgieron a este respecto en ese enton­ces, y con el fin de procurar que en la mayor medida posible la re­estructuración de nuestra deuda pública externa fuese com­patible con un desarrollo ordenado de la economía, la ComisiónAsesora se avocó a definir un escenario menos favorable que elanterior, incluyendo un crecimiento más moderado de los in­gresos petroleros, un mayor crecimiento de las importaciones, yun comportamiento más conservador de algunos rubros de in-

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greso de capital, especialmente lo relacionado con el endeu­damiento externo privado Este escenario se dio en llamar pru­dente, previendo en esencia la posibilidad de que los resultadosde la política de ajuste fuesen menos positivos de lo esperado; lanecesidad de reactivar la economía interna motivó que se inten­tara preservar, de manera especial. los anos iniciales previstos enel refinanciamiento con ellos aspirábamos a procurar que. en lamayor medida posible, los pagos por servicios de la deuda pú­blica externa pudiesen hacerse puntualmente, y aquí quiero se­ñalar que en el momento que se iniciaron las negociaciones unade las primeras acciones que tuvo que tomar el Gobierno Na­cional fue establecer las medidas necesarias para que el serviciode la Deuda Pública Externa de Venezuela fuera puesto al día, ylos compromisos atrasados tanto en materia de intereses comoen pagos de capital de deuda -que por su naturaleza no podíaser reñnancraca. como eran las derivadas de cartas de créditoscomprometidos por algunas empresas del Estado- fueran pues­tos al día, y que la República se encontrara en una situación favo­rable para negociar con sus acreedores. y en este sentido el Go­bierno Nacional por ínstruccíones especiales del senor Presi­dente de la República se empeM en cumplir y que se pusieran aldía todos estos compromisos atrasados que para ese momentoalcanzaban una cifra del orden de los 400 millones de dólares. enesta forma se restablecería el crédito externo del país. se elimi­naría la incertidumbre que condicionaba peligrosamente la ac­ción gubernamental en la materia económica. y se aceleraría lanormalización de las transacciones externas del país en general.

Dentro de esos parámetros se diseM el esquema de re·estructuración que una vez aprobado formalmente se fijó comometa de las negociaciones.

Todas estas consideraciones fueron expuestas de ma­nera exhaustiva. por supuesto, al Gobierno Nacional, a las autori­dades de los partidos y a la dirigencia fundamental de los par­tidos Acción Democrática. Copei y Movimiento al Socialismo en

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su oportunidad y antes de comenzar el proceso de negociaciónformal con el Comité Asesor de Bancos.

Para que los pagos por servicio de la Deuda Pública Ex­terna fuesen compatibles con la capacidad de pagos del país. lareestructuración y el acuerdo con el Comité Asesor de Bancosdebía lograr que el Plan de Pagos diese lugar a montos relati­vamente estables año a año: que el perfil de vencimientos no pre­sentara concentraciones indebidas en algunos períodos, el doc­tor Marcano les explicará cuál fue la propuesta presentada por Ve­nezuela, pero en todo caso debo señalar aquí que las instruc­ciones impartidas al grupo negociador eran que se buscara unmecanismo que permitiera al país que los pagos fueran estables,que no hubiera concentraciones indebidas para evitar proble­mas, como ocurrieron en el pasado. en que en los anos 83 y 84.Y especialmente en el afio 83, la concentración de vencimientosde deudas era tal que era imposible de cumplir y honrar por la Re­pública. por cuanto gran parte de esa deuda fue contraída a largoplazo y en condiciones tales. en cuanto a su programación. quellevaban a que solamente entre los años 83 y 84 se vencieranunas sumas del orden de los 14 mil millones de dólares.

El objetivo era lograr un sistema de cuotas niveladas. paraque de esa manera se pudiera planificar en forma cierta. y paraque no ocurrieran concentraciones en los pagos en los próximosperíodos constitucionales. sino que fueran unos pagos regu­lares y ordenados en el tiempo. Y en este sentido. y es bueno de­cirlo aquí, por instrucciones expresas del señor Presidente tam­bién se deseaba que se iniciara la amortización de la deuda den­tro de este período constitucional, de manera que quedara clara.y en una forma responsable y honesta por parte del Ejecutivo an­te el país, que no se estaba pretendiendo trasladar a futuros go­biernos la responsabilidad de ir cumpliendo y honrando los com­promisos y de ir amortizando de una manera prudente,moderada, nuestra Deuda Pública Externa; que el pago del ser­vicio de la deuda pública no refinanciada, la que verán, que funda-

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mentalmente está integrada por los bonos emitidos por la Re­pública en el mercado financiero internacional, las cartas de cré­dito derivadas y operaciones comerciales, sobre todo, las empre­sas del Estado y de los bancos del sector público. los contratosde arrendamiento financieros, los préstamos de los organismosmultilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericanode Desarrollo, que se han venido pagando puntualmente las cuo­tas correspondientes.

Para lograrlo era necesario reestructurar por lo menos losvencimientos de los anos 83 al afio 87, se logró reestructurar has­ta el ano 88. que es aproximadamente el 94 por ciento de la Deu­da Pública Externa de Venezuela que puede ser reestructuradacon un plazo total de amortización en el entorno de 12 anos, ycon un sistema de cuotas especialmente diseñado en funciónde nuestras necesidades; conviene recordar que el refinan­ciamiento debía lograr también otros objetivos no menos impor­tantes a saber:

Que se excluyera el plan rey y se basase el acuerdo de re­estructuración en tasas pasivas de mercado, o sea la tasa Libor, osu equivalente en el mercado doméstico de los Estados Unidos.

Que se obtuviera el mejor margen posible de acuerdo conlas circunstancias imperantes en el mercado, en ese sentido seobtuvo un diferencial o un margen de 1 y 1/8.

Que se eliminase el pago de las comisiones que hasta esemomento se habían venido pagando por los acuerdos de rees­tructuración alcanzados por otros países, lo que se logró.

Que se excluyera del Acuerdo de Refinanciamiento todocompromiso con el Fondo Monetario Internacional.

Que se excluyera del refinanciamiento de nuestra DeudaPública Externa toda vinculación con la Deuda Privada, quiero de-

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cines que esta materia fue uno de los puntos más difícíles den­tro del cursode las negociaciones, que costó mucho tiempode a­nálisis, de discusiones, de planteamientos, y donde el Gobiernode Venezuela mantuvo una posición firme de no aceptar ningu­navinculación entre la Deuda Pública Externa y los compromisosexistentes porelsector privado con laBanca Internacional.

Obtenerun acuerdo que no sujetase la acción del Gobier­no de Venezuela a condicionamientos de la Banca y, un meca­nismo de nivelación deintereses.

Este punto del mecanismo de nivelación de intereses fuediscutido ampliamente, en todo momento estuvo planteado porpartedel Gobierno de Venezuela, y hemos hechoparte de nues­tros planteamientos en los diferentes foros internacionales, enlos paísesdel Consenso de Cartagena, la posición de Venezue­la ha sidomuyclara, que hayque seguirbuscando mecanismos yseguir luchando para que se establezca un mecanismo que pro­teja a los países contra las alzas que en el futuro pudiesen ocu­rrir, lasalzas significativas en lastasasdeinterés.

Sobre esto, la posición de la Banca ha sido que entiendenel problema pero que es necesario, parabuscaruna solución de­finitiva, que haya la participación de los gobiernos y de los orga­nismos financieros internacionales, porcuanto la Banca, ella sola,no puede resolver este problema ya que ellos también captansusfondos enelmercado sobre labasede intereses variables.

A lo largode las negociaciones buenaparte de los esfuer­zos debieron dedicarse, en ese momento, a justificar nuestro es­cenario prudente con el fin de lograr un refinanciamiento cón­sono con las necesidades y limitaciones que nos habíamos fija­do, y esto porque en ese momento la Banca sostenia que noveía la razón por la cual -y estefue un punto tambiéndifícilde dis­cutir, por variassemanas fue objetode análisis en la mesade ne­gociaciones- Venezuela se empeñaba en que debía mantener

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un nivel tan alto en sus reservas internacionales; el Equipo Ne­gociador sostenía (nos habíamos fijado que en ningún momentodentro de las proyecciones de balanzas de pago, nuestras re­servas deberían mantenerse en un nivel que considerábamosprudente, del orden de 9 mil millones de dólares) la Banca soste­nía que este nivel era realmente muy alto, que consideraba quepara un país como Venezuela que en los últimos anos había man­tenido en el alío 83 y ya en el ano 84 -el ano 83 fue un ano un po­co anormal- aunque ya en el ano 84 regularizadas las importa­ciones del país sin que hubiera desabastecimientos en las áreasfundamentales de la producción, las importaciones se situaronen un nivel de 7.200 millones de dólares, entonces la Banca sos­tenía que no entendía el empeño de Venezuela en mantener unnivel de reserva que no balase en todo caso de 9 mil millones dedólares, cuando eso era más de un ano de sus importaciones;quiero decirles que en este momento las reservas internacio­nales del país se encuentran en un nivel de 3.340 millones dedólares, y un nivel de reservas operativas de) orden de aproxi­madamente 7.800 millones de dólares.

El punto de vista nuestro, y que sostuvimos de una mane­ra muy clara y firme, era que Venezuela siendo un país depen­diente. fundamentalmente, de un solo producto de exportación,de sus ingresos de divisas, corno era el petróleo; ameritaba y jus­tificaba que nosotros nos estableciéramos un margen de segu­ridad y prudencia que cubriera las eventualidades y los cambiosque pudieran producirse dentro del mercado petrolero; despuésde una serie de argumentaciones y razonamientos, en definitiva,fue entendida por el Comité Asesor de Bancos, la posición deVenezuela en ese aspecto.

. Por supuesto, la estrategia de los Bancos era cuestionar laposición del país, para plantear que el país estaba en capacidadde aceptar un acuerdo que supusiera mayores compromisos encuanto a los pagos del servicio de nuestra Deuda Externa.

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Como tuvimos la oportunidad de explicar en !os informesque presentamos al Congreso Nacional en octubre de 1984, losBancos aspiraban a refinanciar un monto menor al planteado pornosotros a un plazo más corto, con mecanismos que conferíanmucho menor autonomía al país, involucrando al Fondo Mone­tario Internacional en el refinanciamiento y vinculándolo a la solu­ción de los problemas del sector privado.

Dentro de la actividad en la cual nos correspondió, nego­ciar, procuramos lograr un acuerdo que ajustándose a las metasque nos habíamos fijado fuese aceptado por la Banca acreedora,y pudiese entrar en vigencia a la mayor brevedad posible. paraasí caoitanaar las ventajas de un rápido restablecimiento de la nor­malidad en las relaciones financieras internacionales del país; enel momento en que se lograron las bases del acuerdo en se­tiembre del 84, el ambiente nacional e internacional era muy favo­rable para nuestro país, el programa de ajuste económico y la se­riedad con que el gobierno había encarado la puesta al día de lospagos de intereses y amortización de la deuda pública, y las ne­gociaciones mismas le habían ganado el respeto de la comuni­dad financiera internacional y de los organismos internacionales.

Cuando, posteriormente, continuó el proceso de negocia­ciones; cuando el avance del proceso de análisis y revisión de ladeuda externa del sector privado; cuando se reanudan las con­versacíones en el mes de febrero del aOO 85 -tendientes a fini­quitar los puntos pendientes del acuerdo, en este caso la cláu­sula de représtamo que ustedes conocen y sobre la que muchose ha hablado- y los detalles operativos de la conversión de mo­nedas, comenzó a hacerse evidente que había un proceso de e­rosión del mercado petrolero.

Sin embargo, nuestra evaluación permitió concluir que noquedaba afectada nuestra capacidad de cumplir con el acuerdologrado sin desmejorar significativamente nuestras perspectivasde desarrollo, a nuestro juicio el riesgo de reabrir las negocia-

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ciones era el de perder las ventajas obtenidas, y por otra parte elesfuerzo hecho por el país en lograr reafirmar su crédito Inter­nacional necesario para atender también los programas de Inver­siónydedesarrollo quesehaplanteado elGobierno Nacional.

Cuando se procedió a prepararla gira de presentación delAcuerdo a la bancaacreedora, en abril y mayode 1985. la Comi­sión Asesoray el Gobierno Nacional revaluó las proyecciones e­conómicas, la estimación de ingresos petroleros y el comporta­miento de las variables representativas de la accon del GobiernoNacional enmateria económica.

A los efectos de la elaboración del Memorándum eco­nómico presentado otlcíatmente a los bancos acreedores, se utili­zaronnuevascifrasde ingresos petroleros suministradas por Pe­tróleos de Venezuela; si bien estas cifras, a nuestro juicio, toda­vía podríantener un estimado que posiblemente sobreestimaranlos ingresos petroleros, convinimos en que el país en ese mo­mento no debía presentarcifras que deteriorasen la posición dela OPEP, estamos hablando en el mes de junio del ano 1985, ynuestro papel individual dentrode la organización, sobre todo an­te la inminencia de las reuniones de ministros de la OPEPque serealizarlan enesosdías;noobstante, analizamos cuálsería nues­tra capacidad de pago en escenarios petroleros menos favora­bles. pero aún razonables en esos momentos, nuestra con­clusión apuntaba a ratificarlaconveniencia de ir adelante conel a­cuerdo, por cuanto las proyecciones de las balanzas de pagosdefinían un contexto en el cual se podríanatender los pagoscon­venidos sin pe~uicio de atender los requerimientos del país; enlas reuniones de la gira de común acuerdo con Petróleos dé Ve­nezuela, representantes de esta empresa nos acompanaron enla gira que hicimos de presentación de los términos del acuerdo,ante la banca acreedora; presentamos. a título ilustrativo y extraoficial, un escenario petrolero menos favorable. en ese entoncesconsiderado. razonablemente. prudente.

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Las d¡ferencias fundamentales entre estos escenaros, eloficialy el másconservador. el doctorJorge jI/_arcano se las seña­laráen lasláminasquevan aserpresentadas, y dondeestá lapro­yeccíén de balanza de pagos de los anos 85 al 89 de acuerdocon una estimación prudente de los ingresos petroleros y las o­tras exportaciones. y de los ingresos provenientes de la coloca­ciónda nuestras reservas internacionales en el exteriory el saldofavorable que presenta la balanzade pagos. deducidoel serviciode la deuda pública externa de la deuda privada. las impor­taciones y los otros gastos de la república en el exterior. La con­tratación de dichas cifras permitió evidenciar la dísponoíüdad derecursos en el perfodo 85-89 globalmente considerado paraatender los pagos por servicios de la deuda pública externa sindesmedro de lasnecesidades dela economfa extema.

En 1985 se presentaba un déficit en la balanza de pagosperfectamente manejable dado el nivel de reservas internaciona­les del país. sin embargo. quiero decirles que los resultados hansido mas favorables que los presentados en las proyecciones, aestafecha tenemos un superávit en el año85 de nuestrabalanzade pagos del orden de 900 mil!ones de dólares. que se verá dls­minufdo. desde luego, si firmados los acuerdos -corno espera­rnos que se haganesteano- la república haceel pago de la cuotainicial acordada en los convenios de reestructuración, que es delorden de 750 millones de dólares. Pero aún asl nosotros espera­rnos, y ya estamos a dos mesesde concluir el ario 85, que nues­tros resultados en balanzas de pagos van a ser bastante más fa­vorable de lo se que habían previsto en las propias proyeccio­nes;esto debido a varias circunstancias que quisiera señalar:

En primer lugar. desde luego. a que en el país el serviciode la deuda pública, con la baja de los intereses Q1.Je ha habidoen-el mercado financiero internacional, ha tenido una importanteeconomía de divisas en el pago del servicio de la deuda públicaexterna y de ladeudaprivada enelafio85.

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En segundo lugar, hay una economía importante en las im­portaciones y ha sido materia de discusión en estos días la pro­ducción récord que se está obteniendo en sorgo, cana de azú­car, en arroz, que nos han llevado en algunos casos a suspenderlas importaciones de esos productos y en otros a disminuírlas deuna manera importante y significativa,allí estimamos que habrá unahorro de divisas del orden de 180 millones de dólares.

En tercer lugar, hay una economía importante y un esfuer­zo importante del sector industrial en sustituir importaciones y entratar de usar mayor volumen de materias primas de origen nacio­nal. Y en ese sentido las importaciones, sin que haya habido de­sabastecimientos en las áreas de la producción -y de eso tene­mos manifestaciones de íos.propios interesados como son el sec­tor industrial y el sector empresarial del país- se ha logrado una e­conomía significativa.

En cuarto lugar, el restablecimiento del crédito inter­nacional del país ha llevado a que nuevamente se esté lograndofinanciamiento por parte del sector productivo del país de sus im­portaciones, financiamientos por parte de los proveedores hastanoventa, y en algunos casos hasta ciento ochenta días, lo quesignifica que el país ha vuelto a normalizar su comercio y sus rela­ciones financieras y comerciales internacionales, dichas cifrascontenían diversos elementos.

Otro punto también importante es el hecho de que las ex­portaciones no tradicionales, sobre todo de las industrias básicasde Guayana, en este caso, el aluminio y el acero, se han incre­mentado en el curso del ano 85 casi en un 75 por ciento, si secompara con el ano 84 hay un incremento significativo de las ex­portaciones por parte de las otras empresas del sector público eneste caso la industria del aluminio, la industria petrolera, la indus­tria petroquímica, la industria siderúrgica, dichas cifras conteníandiversos elementos de flexibilidad que nos permitirían manteneral día las obligaciones sin provocar desajustes internos designifJ-

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cacen, tales elementos serían: las exportaciones no petrolerasfueron estimadas a una tasa de crecimiento básico, suponiendoque se mantendría inalterado el esquema vigente en esta mate­ria, una polftica más agresiva de fomento a estas exportacionespodría redundar en mejores resultados dentro del período anali­zado, efectivamente, eso se está logrando, no podemos preten­der que lo vamos a hacer de la noche a la mañana

Corno les decía hay mejoras realmente tmportantes en lasexportaciones de las empresas básicas del Estado y también enalgunas áreas del sector privado, donde se está logrando una res­puesta favorable, positiva, de empel'lo para mejorar e incremen­tar nuestras exportaciones no tradicionales, de ahí pues tambiénla posición firme que ha mantenido el Gobierno Nacional, y queseguirá manteniendo y seguirá luchando en favor de ella, de queen contra de las restricciones que se pueda tratar de imponer alas exportaciones de nuestros productos, fundamentalmente, almercado norteamericano, y en este sentido Venezuela ha man­tenido una posición firme, clara, ante la comunidad internacional,y hemos sido solidarios con los demás países de América Latinapara dejar oír nuestra voz de que es neceario combatir y lucharcontra el proteccionismo y las barreras arancelarias que se quie­ran imponer a nuestras exportaciones.

Las importaciones, si bien son algo inferiores en el escena­rio más conservador, como reflejo de una reacción a la caída de In­gresos, se estimaron a una tasa de crecimiento real interanual del5 por ciento en promedio, que se consideró representativo deun esfuerzo relativamente débil de sustitución de importaciones;una polltica global de desarrollo agrícola e industrial más incisiva­mente dirigida a promover la expansión eficiente de la pro­ducción interna, y la sustitución de importaciones a lo que me re­feria y que hemos venido logrando -pocría conducir a que el paísredujese su coeficiente de importación de modo de hacer com­patible una mayor actividad económica interna y un menor ritmode crecimiento de las importaciones; estimamos que es razona-

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ble suponer que en Venezuela existe una buena posibilidad dealcanzar estos objetivos.

En materia de inversiones extranjeras los ingresos de divi­sas fueron estimados en el orden de los 100 a 200 millones dedólares anuales -que como ustedes verán es una estimación bas-

o tante conservadora- nivel este que simplemente refleja los alcan­zados en el pasado reciente que no ha sido, por supuesto. muysignificativo en materia de inversiones extranjeras; si efectiva­mente se pone en práctica en Venezuela una política destinadaa promover y facilitar la inversión extranjera que complemente a lanacional como hemos dicho. que signifique una real transferen­cia de tecnología que venga a contribuir a la generación de em­pleo, tal como ha sido anunciado por el Gobierno Nacional. estosingresos bien podrían resultar superiores a los previstos en lasproyecciones.

Los préstamos a ser obtenidos de instituciones bilateralesy multilaterales que originalmente habían sido estimados por elGobierno en 4 mil millones de dólares para el período 84-89 fue­ron reducidos. para ser más prudentes en nuestras estimacio­nes. a 3 mil millones de dólares a los efectos de las proyeccio­nes, reflejando un menor esfuerzo de la obtención de fondospor esta vía debido al superávit de balanzas de pagos obtenidosen 1984 que fue del orden de 2.300 millones de dólares, obvia­mente el país puede -y está en condiciones y ha logrado restable­cer su crédito internacional- desplegar esfuerzos masivos más in­tensos en lo que respecta a la obtención de créditos de estas ins­tituciones multilaterales. fundamentalmente, y bilaterales, las cua­les a todas luces son convenientes para el país.

El señor Presidente ha aprobado ir adelante con unprograma de créditos para proyectos específicos por parte delBanco Interamericano de Desarrollo, y en este sentido ustedeshan visto que se han obtenido aprobaciones por parte del BancoInteramericano, al que Venezuela voluntariamente había renun-

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ciado a tener acceso a ese crédño, que es un crédito a largo pla­zo en condiciones bastante favorables, un crédito a 15 y 20 anosde plazo con variosaños de gracia; y en este momento nosotroshemoslogradoaprobación de un créditopara CONARE con el finde intensificar nuestras acciones en el campo forestal; se ha lo­grado un crédito para el FONAYAP para incrementar la investi­gación y mejorar la productividad en el campo agropecuario; sehaaprobado el créditoa EDELCA; paratraer la energíade Gurialcentro del país (una parte para el financiamiento de la Iír,tea detransmisión de 800 kilovatios, de Guri); está próximoa ser apro­badouncréditoparafinanciar conjuntamente con aportes que ha­rá el Gobierno Nacional el desarrollo de los yacimientos minerosde bauxita de los Pijiguaos, que va a permitir la integración denuestra industria de aluminio; se ha aprobado un crédito para fi­nanciamiento globalparaeldesarrollo industrial paracapitaldetra­bajo y expansión de la capacidad instalada. del sector industrial atravésde FONCREI y también por el Banco Interamericano de De­sarrollo; y están en proceso de análisis y estudio otras solicitu­des. y realmente creemos que es saludable y conveniente parael país haceruso de nuestra capacidad de crédito, de nuestro cu­po de crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo por lascondiciones peculiares yfavorables deestos créditos.

Porotraparte,también se nos hanabierto las líneasde ex­portactón, las agencias de créditoa la exportación que se agluti­nan en lo que se denomina El Clubde París y donde se ha logra­do también el restablecimiento de las líneas de crédito hacíaVe­nezuela; una demostración de ello esel avance que se ha dadoyque estánpróximos a firmarse los contratos respectivos para el fi­nanciamiento de las obrasdel Metrode Caracas, dondeuna par­te importante de ese financiamiento es otorgado por la Agenciade.Exportación Francesa Lacofasa paralaadquisición de losequi­posnecesarios paralaterminación delMetro de Caracas.

El restablecimiento del créditoexterno al sectorprivadoseestimó que producirla fondos por el orden de 3.200 millones de

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dólares durante el lapso 1985-1989, si se supone que la DeudaPrivada registrada estará en un orden -y así lo hemos venido di­ciendo y las cifras se van confirmando- en un orden, repito, quepuede variar poco, pero estará bastante próximo a los 6.500 mi­llones de dólares, y que se amortizará en 20 cuotas trimestrales apartir de 1986 hasta 1989, se habrán amortizado por la vía normalno menos de 5.600 millones de dólares, de la deuda privada ex­terna, más aún dicha cifra bien puede resultar superior ya que lasdeudas inferiores por deudor a 500 mil dólares. de acuerdo conlos convenios bancarios, se puede amortizar inmediatamentedespués de registrada, y una parte de dicha deuda inclusive deesta deuda privada de 6.500 millones de dólares que hemos ha­blado que va a ser regisrada, ya hemos hablado que fue prepa­gada antes del 24 de febrero de 1984; éste es el caso de la Deu­da de la mayoría de las instituciones financieras, obtener enton­ces nuevos créditos durante el período 85-89, por parte del sec­tor privado en un orden de 3.200 millones de dólares, llevaría elsaldo de la Deuda Externa Privada a menos del 50 por ciento delnivel que tenía el 18 de febrero de 1983, lo cual no luce imposi­ble de lograr, o sea que el sector privado pueda lograr ese finan­ciamiento porque aun logrando en ese período 85-89 un finan­ciamiento del orden de 3.200 millones de dólares, eso suponeque ha disminuído su nivel de endeudamiento externo en un 50por ciento.

Las proyecciones relativas a pago de intereses fueron he­chas en los escenarios presentados a la Banca, estimando una ta­sa del 13 por ciento, una tasa base en 1984 y 1985; Y saben quela tasa de interés ha estado en el ano 85 en un orden de un 8,8,25 hasta un 8,50 por ciento promedio, ha estado la tasa Lloor,de allí lo que les decía del ahorro que ha habido en el servicio dela Deuda Pública Externa en materia de intereses y de 12 porciento de allí en adelante, en el resto del período del acuerdo.

En fa realidad las tasas han estado en un nivel más bajo. locual ha implicado un ahorro considerable en las erogaciones por

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este concepto, además hoy en día las proyecciones a corto pla­zo se estiman que las tasas continuarán estabilizadas o con pe­quenas fluctuaciones. con lo cual se produce un cierto margenen los recursos disponibles a !o largo del período proyectado.

Difícilmente se pueden hacer pronósticos en un periodotan largo de doce años, pero en el plazo inmediato pareciera, yéste es el análisis que tenemos nosotros. que las tasas debenmantenerse en niveles más o menos similares a los actoates.

La reacción a las cifras presentadas fue razonable no sólopor su contenido sino porque reflejaban una actitud consciente,realista y responsable por parte de Venezuela de llevar a cabo lapolítica de ajuste anunciada por el Gobiemo Nacional y por el se­110r Presidente de la República cuando se dirigió al país el 24 defebrero de 1984.

Tengo el compromiso firme, establecido por el Jefe de Es­tado, de honrar los compromisos de la República y de restablecerla normalidad en las relaciones financieras internacionales delpaís. ante la situación que hoy se vislumbra en el mercado petro­lero, hemos reestudiado las proyecciones con base todavía enescenarios que reflejan de una manera más prudente y respon­sable los ingresos petroleros y las demás variables represen­tativas de la evolución de la economía. dichos resultados que pre­sentará el doctor Marcano se resumen en un contexto generaldentro del cual los compromisos de los acuerdos de reestructura­ción pueden cumplirse sin menoscabo de las necesidades nor­males del país.

Eso sí, manteniendo la disciplina y la austeridad que no esinc,ompatib!e -yeso también \o hemos dicho de una manera muyclara- con el impulso que debemos darle a la economía y queuna vez reordenadas las finanzas públicas creemos que el paísse encuentra con unas bases más sólidas y firmes para empren­der ese camino: pero en ningún caso se puede señalar que el go-

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bierno continuará insistiendo en la necesidad de que haya disci­plina, de que haya austeridad, de que se corrijan y se tomen me­didas de reorganización y de ordenamiento de aquellas empre­sas e institutos que han venido presentando déficit recurrentesen el pasado no es incompatible con planes de desarrollo y conplanes para impulsar nuestra actividad económica.

LoS inconvenientes que hemos visto nosotros de reabrirlas negociaciones en el momento en que se planteó que debe­rían revisarse los términos de los acuerdos; en primer lugar crea­ría un importante elemento de incertidumbre que afectaría las re­laciones de Venezuela -que hemos logrado mejorar considera­blemente- con la comunidad financiera internacional, con las a­gencias gubernamentales de exportación y con los organismos fi­nancieros internacionales. Las expectativas propias de los agen­tes económicos en Venezuela con todas sus implicaciones.

Nosotros necesitamos establecer un clima claro, cierto,que permita estimular y crear la confianza necesaria no sólo enlos venezolanos sino también en las posibilidades que tienenuestro país de crecer de una manera ordenada y de estimulartanto las inversiones nacionales como las inversiones extranjerasdel país, los elementos necesarios para una razonable planifi­cación fiscal y financiera para el gobierno; ditrcilmente se puedehacer una planificación ordenada, racional, si no se tiene definidoun elemento fundamental como es el que se tiene con los com­promisos que acarrea la Deuda Extema del país. Podría tambiénpermitir a los Bancos replantear las discusiones, una serie de te­mas que pudieron descartarse ya los cuales ya me referf que sonfavorables dentro de los términos del acuerdo.

Ante la clara evidencia de que Venezuela podrta estar ca­lificada hoy, si se quisiera ver así, porque el argumento sería quenuestros ingresos, y nuestra capacidad de cumplir los compro­misos, se han disminuido sustancialmente no sólo por la cardade los ingresos, sino también por la consistencia que pudiera ts-

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ner nuestra actuación, la tendencia probable, por parte de la co­munidad financiera que el nuevo refinanciarniento no sea una so­lución a largo plazo y a doce anos, como fue establecido en losacuerdos, sino que más bten sea una reestructuración que obli­gue a renegociar periódicamente, como ha sido el estilo de Mé­xico, quien ha tenido que replantearse y renegociar su Deuda envarias oportunidades, claro la característica de los países son dis­tintas, y a eso también me voy a referir, por ende la tendencia po­dría ser a recortar el monto refinanciado y el plazo de tal manerade que los Bancos pudieran tener un mejor control en el procesode negociaciones.

Reabrir las negociaciones eqinvate a declararse además in­capaz de tomar iniciativas constructivas manteniendo buenas rela­ciones con la Banca y al mismo tiempo desarrollando una pollticaordenada de crecimiento económico, todo lo cual es posible y elGobierno Nacional ha venido tomando las medidas para enrurn­bar en ese sentido la economía del país.

Por otra parte mientras no se concreten los acuerdos dereestructuración se están pagando tasas de intereses más altasque las convenidas e inclusive en .algunos casos intereses demora. Ello representa sumas importantes de divisas que no tie­nen ninguna contraprestación para nosotros, por eso el interésdel gobierno de que se firmen y se cumplan los acuerdos de re­estructuración y de tal manera pasemos a pagar los intereses conel margen establecido en esos acuerdos

También podrían creársenos problemas en cuanto a la ob­tención de nuevos créditos que requerimos, eso si, de una ma­nera ordenada y siempre que estén plenamente justificados -co­mo sef'laló en sus palabras el señor Presidente de la Repúblicacon motivo de los inicios de los trabajos de la Autopista Oriente

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Venezuela sí va a recurrir al mercado internacional, pero de unamanera ordenada cumpliendo todos los trámites previstos ennuestro ordenamiento legal y para proyectos específicos que ha­yansido bien analizados yque estén plenamente justificados.

Cuando se dice -y a eso quisiera referirme brevemente­que se va a pagar la Deuda, debemos entenderlo, y ustedes locomprenden así, que Venezuela lo que está haciendo es orde­nando y reestructurando su Deuda en unos términos y en unascondiciones más favorables, pero que a medida que se haya lo­grado el restablecimiento del crédito, y se vayan haciendo las a­mortizaciones previstas en los acuerdos, Venezuela puede acce­der y hará uso de su crédito internacional (como hacen uso todoslos países y en general todas las empresas cuando acuden almercado financiero) o sea, lo que se pretende es ordenar nues­tra Deuda, cumplir nuestros compromisos y, a medida que se va­yan haciendo las amortizaciones respectivas, utilizar nuevamenteel crédito para programas específicos de inversión que contribu­yanal desarrollo económico del país.

Por otra parte, y aquí quiero referirme a la verdadera inci­dencia del refinanciamiento, y así debemos entenderlo. los a­cuerdos de reestructuración están dados por la parte de los pa­gos destinados a la amortización de la deuda reñnanclada -por­que los intereses de toda la deuda y la amortización de ésta queno puede ser reñnancíada-por su misma naturaleza- deben man­tenerse al día, y se han venido manteniendo al día, o sea quecuando se ha dicho que los acuerdos de refinanciamiento creanproblemas a fines de atender otras necesidades del país, debe­rnos ver que la parte sustancial del servicio de la deuda es el pa­go de los intereses, que en todo caso tenemos que pagar, y quetodos los países los han venido pagando.

Muy importante está la deuda no refinanciable y lo que a­ñaden los acuerdos de reestructuración en todo caso, es la partede las amortizaciones que están previstas en los acuerdos rete-

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rentes a la Deuda reestructurada o a la Deuda que va a ser refi­nanciada en un plazo de 12 anos, Eso es bueno que quede cla­ro para que se vea, cuando se habla de los compromisos, en quéconsisten ellos y qué es lo que están anadíendo los acuerdos dereestructuración. Igualmente se dice, que se están comprome­tiendo, con los acuerdos de reestructuración, las posibilidadesdel país hacia el futuro; se comprometieron las posibilidades, nocon los acuerdos de reestructuración -y quiero ser muy claro conesto- sino cuando se adquirió la Deuda, porque la Deuc;la estáallí, y como dijimos nosotros cuando nos tocó presentar el Pro­yecto de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal de 1986, ante elCongreso de la República, ni un dólar de esa Deuda que se estáreestructurando y de esos compromisos que se están sirviendoy del monto de la Partida destinada en el Proyecto de Presu­puesto del ano 86 al servicio de esa deuda son compromisos ad­quiridos por este gobierno. Lo mismo sucede, y aquí voy a haceruna digresión, cuando se habla de la ley de los compromisos encuanto al compromiso de la deuda externa y de la deuda interna,los compromisos derivados, los que se han regularizado a travésde la Ley Habilitante son compromisos anteriores al 1Q de enerodel año 84, o sea que no son compromisos tampoco de esta ad­ministración, eso es bueno que quede claro y sobre todo quequede claro hacia el futuro.

El refinanciamiento -y así lo vemos nosotros- es un instru­mento para la normalización de las relaciones financieras del paísy por ende un apoyo al proceso de reactivación y lo calificamosde instrumento, porque nosotros creemos que si bien el refinan­ciamiento despeja una incertidumbre, crea unas condiciones fa­vorables, no es sino una parte de un programa que tiene que ir o­rientado hacia el proceso de recuperación de nuestra economía,con el se logra, desde luego, y así lo vemos nosotros, o se contri­b'Jye a lograr el restablecimiento de la confianza y a reabrir pro­gresivamente el crédito interno al sector público y al sector pri­vado; sus resultados, obviamente, no serán suficientes por sí so­los -yeso lo hemos dicho de una manera muy clara- se deberán

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complementar con el resto de las acciones que en materia de po­lítica económica ha venido poniendo en práctica el gobiernonacional y las que en el futuro se implementen, que es donde seencuentra la verdadera esencia del proceso de recuperación dela economía;dentro de esa política puedo referirme: al estfmulo,a la sustitución de las importaciones, a la de fomento, a las de ex­portaciones no tradicionales, al estímulo a las inversiones ex­tranjeras que cumplan con las condiciones establecidas por elpaís, a que se logre una racionalización del consumo interno dehidrocarburos -tat como se ha hecho- que se le ha devuelto la au­tonomía y la solidez financiera a nuestra principal industria, se bus-.ca que haya una política sostenida y reiterada de austeridad y dis­ciplina fiscal, y que se continúe dentro del proceso de reorgani­zación administrativa del sector público -para ello es necesariouna respuesta de todos- ¿no es la recuperación y la reactivaciónde nuestra economía? -y también lo hemos dicho de una maneraclara- una responsabilidad que debe ser compartida por el Gobier­no Nacional, los trabajadores y los empresarios, cada quien cum­pliendo la función que le corresponde en la economía del país.

Antes de terminar me voy a referir a dos puntos, uno deellos a la posición que Venezuela, en conjunto, ha mantenido desolidaridad con el resto de los países latinoamericanos; y por ellohemos venido participando de manera continúa y reiterada en lasreuniones y en los planteamientos y somos sotidarios con ellos;los países integrantes del Consenso de Cartagena hemos pre­sentado planteamientos completos, los últimos de ellos en la reu­nión técnica celebrada en el Uruguay; creemos que el problemadefinitivo de la Deuda Externa de Latinoamérica no se resuelveúnicamente con los acuerdos de reestructuración. que es ne­cesario seguir luchando para lograr mecanismos que protejan alos países en relación a las alzas que puedan ocurrir en las tasasde interés, es necesario continuar manteniendo una políticasolidaria, de defensa de nuestras exportaciones, y de luchacontra las tendencias proteccionistas que han surgido, sobre to­do en los Estados Unidos de Norteamérica. y que es lo que nos

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va a permitir el incremento de nuestras exportaciones. que va apermitir a los patses latinoamericanos en definitiva, atender suscompromisos y poder honrar sus compromisos. creemos que esnecesario que los paises se enrumben en una etapa clara y de­finida hacia una solución conjunta al problema de la deuda. y estolo hemos dicho de una manera clara en los foros en que hemosparticipado los funcionarios del gobierno. y también lo hemospuesto de manifiesto en las reuniones que hemos tenido con lasautoridades económicas y financieras de los principales países in­dustrializados y que además son los países en donde están losprincipales bancos acreedores en el caso de Venezuela, es de­cir. lo hemos planteado ante las autoridades económicas y finan­cieras de los Estados Unidos. del Japón, de Inglaterra. de Fran­cia. del Canadá y de Alemania. y lo seguiremos planteando deuna manera clara. y creemos que es necesario buscar nuevos me­canismos que aporten a la solución del problema de la Deuda, yesto quería mencionarlo especialmente porque mucho se ha di­cho que Venezuela quizás no ha sido todo lo participativa quealgunos piensan. no es así y podemos decir, que nuestra partici­pación ha sido muy activa y muy clara en esta materia. y que lo se­guirá siendo. porque es un compromiso que sentimos todos losque estamos en el gobiemo. y que además sabemos que es uncompromiso del país.

El otro aspecto al que me cuería referir es a lo que he ha­blado y que se ha denominado Cláusula de Contingencia; el go­bierno de Venezuela ha presentado de una manera seria y res­ponsable. con argumentos claros y muy bien razonados, la ne­cesidad de incluir en los acuerdos una cláusula donde esta­blezca que de ocurrir hechos de fuerza mayor, hechos fortuitos.o cambios sustanciales en el área económica, en las premisasque sirvieron de base a 105 acuerdos de reestructuración. comopodrían ser cambios sustanciales en las tasas de interés, en losprecios de nuestro principal producto de exportacíón, que real­mente lleven a que el cumplimiento de los compromisos en lostérminos acordados no se puedan hacer, o signifiquen una carga

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que afecte. de manera sustancial, las posibilidades de nuestropaís de atender las necesidades internas; tanto la comunidadbancaria como Venezuela, se comprometen a realizar sus mejo­res esfuerzos y a actuar de buena fe para establecer nuevas fór­mulas que permitan afrontar esas circunstancias que se puedanpresentar en el futuro. y en ese sentido nosotros consideramosque es una cláusula prevísíva, puesto que estamos efectuando yvamos a celebrar un acuerdo por un perIodo de doce anos, ello a­merita que se establezcan todas las previsiones y todas las pre­cauciones necesarias para que en el momento determinado po­damos plantear de una manera seria, clara, ante la comunidad fi­nanciera internacional que las condiciones han variado y han va­riado en una forma sustancial, luego se justifica plenamente quenos sentemos a revisar los términos que se hayan acordado.

Por otra parte, dentro de este texto propuesto por el Go­bierno de Venezuela, que fue senaíado y presentado ante la Co­munidad Internacional por el señor Presidente en su interven­ción ante las Naciones Unidas, se establece también que de a­cordarse en el futuro nuevos mecanismos que permitan a los paí­ses protegerse de esos cambios imprevistos que puedan ocurrir,por ejemplo en las tasas de interés, que se establecieran meca­nismos a través de los organismos financieros Internacionales co­rno puede ser el Banco Mundial, o con intervención de los go­biernos y también de la Banca Internacional, que esos nuevosmecanismos puedan incluirse o hacerse parte de los acuerdosde reestructuración firmados o que firme el Gobierno de Vene­zuela.:

Creemos que ésta ha sido una iniciativa importante, y asíha sido reconocida por la Comunidad lnternacional,no solamentepor las autoridades de algunos de los principales países indus­trializados,sino que ha sido reconocida asl, por los paIses Inte­grantes del Consenso de Cartagena y por los países latinoameri­canos. Una iniciativa seria. clara. que va a ir contribuyendo a to-

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mar las previsiones necesarias para los cambios que puedan ocu­rrir en el futuro.

Estamos seguros que más adelante se presentarán nue­vas iniciativas, pero sí debemos tener claro en ese sentido queVenezuela ha sido quien ha presentado, en los últimos tiempos,una iniciativa clara y concreta que permita por lo menos en parteproteger a los países de los cambios que ocurran imprevista­mente durante el plazo de estos acuerdos de refinanciamientp.

Con esto termino; nosotros creemos y seguiremos insis­tiendo en la necesidad, repito, del diálogo entre los países deu­dores y los países acreedores con participación de los organis­mos financieros internacionales y también de la Comunidad Fi­nanciera Internacional, o sea de la Banca Internacional y creemosque poco a poco se' irá avanzando en este proceso tan difícil dereestructuración, de refinanciarniento y atención de la deuda ex­terna de los países latinoamericanos.

El doctor Marcano les completará mi exposición y reflejarálas características particulares de nuestra Deuda Pública Externay los acuerdos de reestructuración y reñnanclarníento porquenosotros sostenemos que el país puede cumplir, dentro de losesquemas prudentes conservadores de estimación de ingresosde divisas y de proyecciones de nuestra balanza de pagos.

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