experiencias artístico-educativas para los obreros durante el primer peronismo-yanina andrea...

29
Yanina Andrea Leonardi Experiencias artístico-educativas para los obreros durante el primer peronismo [11/07/2012] Résumé | Index | Plan | Notes de l’auteur | Texte | Notes | Citation | Auteur Résumés EspañolEnglish Durante el primer peronismo (1946-1955) se diseñó una política cultural como parte de la planificación estatal que tenía en algunos casos a los obreros como receptores o productores exclusivos de la misma. Esta política cultural contenía una serie de experiencias, prácticas y formaciones artísticas donde se recurría frecuentemente a disciplinas como la música, la literatura y el teatro. Todas estas prácticas se caracterizaron por generar formas asociativas a la vez que establecer nuevos hábitos educativos y recreativos entre los trabajadores. En la planificación cultural del primer peronismo la educación, el esparcimiento y la capacitación conformaban sus núcleos centrales, complementando el objetivo de la inserción social. No solamente se le otorgaba al obrero el derecho a la recreación, al ocio y al consumo cultural, sino también a la capacitación. Nuestro propósito es analizar la particularidad y funcionalidad de estas prácticas y formaciones, el rol de los agentes intervinientes, y las creencias, conductas e imaginarios presentes en la conformación de una identidad obrera en el marco del primer peronismo. Haut de page

Upload: romina-sajnin

Post on 28-Sep-2015

214 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

estudios sobre el primer peronismo

TRANSCRIPT

Yanina Andrea Leonardi

Experiencias artstico-educativas para los obreros durante el primer peronismo

[11/07/2012]

Rsum | Index | Plan | Notes de lauteur | Texte | Notes | Citation | Auteur

Rsums

EspaolEnglish

Durante el primer peronismo (1946-1955) se dise una poltica cultural como parte de la planificacin estatal que tena en algunos casos a los obreros como receptores o productores exclusivos de la misma. Esta poltica cultural contena una serie de experiencias, prcticas y formaciones artsticas donde se recurra frecuentemente a disciplinas como la msica, la literatura y el teatro. Todas estas prcticas se caracterizaron por generar formas asociativas a la vez que establecer nuevos hbitos educativos y recreativos entre los trabajadores.

En la planificacin cultural del primer peronismo la educacin, el esparcimiento y la capacitacin conformaban sus ncleos centrales, complementando el objetivo de la insercin social. No solamente se le otorgaba al obrero el derecho a la recreacin, al ocio y al consumo cultural, sino tambin a la capacitacin. Nuestro propsito es analizar la particularidad y funcionalidad de estas prcticas y formaciones, el rol de los agentes intervinientes, y las creencias, conductas e imaginarios presentes en la conformacin de una identidad obrera en el marco del primer peronismo.

Haut de page

Entres dindex

Palabras claves :Arte, Cultura-Identidad, Obreros, Peronismo

Haut de page

Plan

Fundamentos y funcionamiento de las polticas culturales peronistas

El Teatro Obrero Argentino de la Confederacin General del Trabajo

Algunas consideraciones finales

Haut de page

Notes de lauteur

Una versin preliminar de este trabajo fue presentada en las XIII Jornadas Interescuelas, organizadas por el Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Catamarca, Argentina, agosto 2011. Agradezco los comentarios y observaciones de Carolina Barry.

Texte intgral

PDFSignaler ce document

1Peronism , Art , Workers, Culture - identity

1 Al respecto, la investigadora observa que las estrategias planificadoras instaladas con fuerza en (...)

2El proyecto llevado a cabo por los primeros gobiernos peronistas (1946-1955) estableci profundas transformaciones en la estructura social a partir de la intervencin y accionar del Estado. Las polticas pblicas -que tenan como objetivo alcanzar la integracin social- presentaban ciertas innovaciones para la poca, tanto a nivel nacional como internacional. Segn Patricia Berrotarn, sera la primera vez que la planificacin cumplira un rol central en la labor del Estado local, determinando las lneas de accin a implementar, el organismo centralizado encargado de su articulacin y el personal tcnico adecuado para conducir el mencionado proyecto1 .

3Esta planificacin tambin incursionaba en la esfera cultural con el objeto de alcanzar la homogeneizacin y democratizacin de la cultura a partir del uso de distintas vas como la educacin, el cine, el teatro, el deporte y la radio. En efecto, las polticas culturales de los primeros gobiernos peronistas -inscriptas en una concepcin pedaggica del arte- tenan como objetivo la inclusin de nuevos sectores sociales hasta el momento marginados, que operaran como factores determinantes a la hora de construir un consenso en una sociedad reticente a la incorporacin de las masas a la vida social, poltica, e incluso cultural.

4Entonces, el Estado del primer peronismo dise una poltica cultural que tena en algunos casos a los obreros, ya sea como receptores o productores exclusivos de la misma ; y estaba integrada por diversas planificaciones, entre ellas, una serie de experiencias, prcticas y formaciones artsticas fundadas en una concepcin social del arte- donde se recurra frecuentemente a distintas disciplinas como la msica, la danza, la literatura y el teatro. Todas estas prcticas en mayor o menor medida- se caracterizaron por generar formas asociativas a la vez que establecer nuevos hbitos educativos y recreativos entre los trabajadores.

2 Ver Juan Carlos Torre y Elisa Pastoriza, La democratizacin del bienestar, en J. C. Torre (Dir.) (...)

5La organizacin y concrecin de todas estas experiencias culturales -que respondan a objetivos polticos y educativos- tambin se vinculaban con el esparcimiento de los obreros y el uso de su tiempo libre. En su intento de generar una democratizacin de la cultura2, el primer peronismo promova el acceso de la familia obrera a la recreacin y al consumo cultural -actividades que hasta el momento le haban sido vedadas-, destacando este objetivo dentro de su aparato publicitario. Esta funcin de consumidor cultural brindada a los sectores populares, resida especficamente en su ingreso a los mbitos que anteriormente se haban establecido como patrimonio exclusivo de las clases media y alta, accediendo de este modo a una oferta cultural que hasta el momento les haba sido ajena.

6Asimismo, a la hora de concretar la organizacin de estas prcticas y formaciones, el Estado tom como modelos a muchas de las actividades destinadas a los sectores populares emprendidas por agrupaciones polticas desde los inicios del siglo XX en nuestro pas, tal es el caso de los anarquistas, socialistas y comunistas. Pero las mismas eran resignificadas, no slo porque en esta oportunidad eran planificadas y concretadas por el Estado, perdiendo as su carcter alternativo, sino tambin por las modificaciones presentes en sus fundamentos, contenidos y objetivos.

7En la planificacin cultural del primer peronismo, la educacin, el esparcimiento y la capacitacin conformaban sus ncleos centrales, complementando el objetivo de la insercin social a travs de prcticas y formaciones que incidan en la vida cotidiana y la sociabilidad del mundo de los trabajadores. De este modo, por estos aos se conform una cultura obrera, que si bien mantena aspectos del pasado, construy imaginarios y rituales propios al igual que una identidad obrera.

8Nuestro propsito es analizar la particularidad y funcionalidad de estas prcticas y formaciones artsticas, el rol de los agentes intervinientes, y las creencias, conductas e imaginarios presentes en la conformacin de una cultura e identidad obreras, al igual que la productividad de las polticas culturales en funcin de la inclusin social en el marco del primer peronismo.

Fundamentos y funcionamiento de las polticas culturales peronistas

9Recurrentemente a lo largo de muchos aos, los estudios acadmicos cuestionaron la existencia de una planificacin cultural por parte de los primeros gobiernos peronistas. Sin embargo, las mismas fueron un proyecto concreto, donde se establecieron objetivos, fundamentos y organismos destinados a ejecutarlas, a la vez que se convoc a figuras representativas de la cultura argentina, muchas de ellas adherentes al peronismo. Entre ellas, se encontraban Leopoldo Marechal, Claudio Martnez Payva, Juan Oscar Ponferrada, Alejandro Vagni, Catulo Castillo, y tambin artistas pertenecientes a la cultura popular como Enrique Santos Discpolo, Alberto Vaccarezza, entre otros.

3 Juan Domingo Pern, Discurso del Presidente de la Nacin, general Juan Domingo Pern a los intelec (...)

4 Manuel del Peronista, Publicacin oficial, Buenos Aires, 1954, p. 101.

10Juan Domingo Pern defini -tanto en sus discursos como en documentos oficiales donde se difundan los postulados de la doctrina peronista- los fundamentos en los que resida la revolucin cultural que se propona llevar a cabo el peronismo. En este sentido, su poltica cultural inscriba sus bases -segn las definiciones de Pern (1947)3- en el mapa de la cultura occidental y latina, a travs de su vertiente hispnica. De este modo, el gobierno peronista estableca su aparato cultural sobre postulados tradicionalistas, que no implicaban una actitud rupturista con el pasado, al contrario, retomaban valores de la cultura preexistente que seran resignificados en funcin del ideario peronista. Entre ellos, cobran relevancia los valores pertenecientes al cristianismo y nacionalismo. Es as como la oferta cultural del gobierno desde su primer mandato se centr en la postulacin de un arte nacional en desmedro de lo forneo, entablando cierto paralelismo entre la dependencia econmica -que el peronismo cuestionaba- y la dependencia cultural. Por ejemplo, en la publicacin oficial denominada Manual del Peronista, en lo concerniente a la Doctrina Social del Estado, se describan los derechos del trabajador a la Educacin y a la Cultura. En principio se sealaba que el Estado protege y fomenta el desarrollo de las ciencias y de las bellas artes, cuyo ejercicio es libre ; aunque ello no excluye los deberes sociales de los artistas y hombre de ciencia4.

11Y posteriormente se agregaba que :

5 Idem anterior.

Las riquezas artsticas e histricas, as como el paisaje natural, cualquiera que sea su propietario, forman parte del patrimonio cultural de la Nacin y estarn bajo la tutela del Estado, que puede decretar las expropiaciones necesarias para su defensa y prohibir la exportacin o enajenacin de los tesoros artsticos. El Estado organizar un registro de la riqueza artstica e histrica que asegure su custodia y atienda a su conservacin5.

6 Raymond Williams, Marxismo y literatura, Barcelona, Pennsula, 1980.

12Otra de las operaciones implementadas con el fin de disear su proyecto cultural y social fue la aplicacin de una tradicin selectiva6 en la opcin de sus contenidos, que consisti en la seleccin de determinadas tradiciones de representacin a las que se les otorg nuevas significaciones en el presente. Esta prctica se tradujo en la recuperacin de estticas populares como el nativismo, el sainete, el folklore y el tango, entre otras.

7 Esta transformacin supone una redefinicin sustantiva del status del organismo, asimilable al de (...)

13En el marco de este proyecto, hubo organismos oficiales, como la Secretara de Cultura y la Subsecretara de Informaciones del Gobierno de la Nacin, que eran los encargados de llevar a cabo la organizacin de los eventos culturales. La Subsecretara de Informaciones (SI) haba sido creada por las autoridades del golpe militar de 1943, en octubre de ese ao, especficamente por el General Ramrez -quien se haba hecho cargo del Poder Ejecutivo- con el fin de coordinar y organizar la informacin oficial y la propaganda del gobierno. Posteriormente, la SI pas a formar parte del Ministerio del Interior, retornando nuevamente bajo el dominio de Presidencia. De este modo, con esta ltima estructura organizativa, se integr al gobierno democrtico de Pern en junio de 1946, donde adquirira un rol dentro de la planificacin centralizada7. En 1949, Ral Apold pasara a presidir la SI, lo que significara la adquisicin de un rol protagnico trascendente por parte de este organismo durante la dcada peronista.

14Asimismo, muchas de las actividades culturales fueron organizadas por la Confederacin General del Trabajo o por algunos gremios en particular. En el primero de los casos, generalmente se trataba de eventos de gran magnitud que tenan protagonismo en las festividades nacionales. En cambio, en el caso de los gremios, se trataba de una labor inserta en un espacio comunitario, donde el obrero encontraba en su mbito laboral una oferta de actividades que poda realizar junto a sus compaeros en un tiempo externo al del trabajo. En ambos casos, se trataba de mbitos donde comulgaban la educacin con el esparcimiento, el trabajo colectivo con el arte y las ideas polticas.

15Es as como el sindicalismo, a travs del desempeo de un rol oficial otorgado por el Estado, llev a cabo una serie de funciones -tanto a nivel poltico como social y cultura- que posibilitaron la integracin de la clase trabajadora a la poltica del gobierno peronista, proceso que tuvo su inicio simblico el 17 de octubre de 1945.

16Este proceso de integracin de la clase obrera a la poltica estatal, tuvo un avance progresivo y se sustent en la concepcin del obrero construida por el peronismo, o ms precisamente de la figura simblica del descamisado. Esta ltima, irrumpi el 17 de octubre y devino -en trminos de Marcela Gen- en un

8 Marcela Gen, Un mundo feliz. Imgenes de los trabajadores en el primer peronismo 1946-1955, Bueno (...)

17icono del triunfo popular y en una de las imgenes ms poderosas de la Argentina contempornea : la del hroe positivo y romntico, que amparado en la bandera argentina signaba el fin del pasado oligrquico y anunciaba el advenimiento de un nuevo orden, guiando al pueblo hacia el destino de grandeza sealado por el lder cautivo8.

9 Idem nota anterior.

18El peronismo construy tanto su discurso como sus aparatos publicitario y cultural sobre una concepcin moderna del trabajador, que lo distanci de las representaciones que del mismo realizaron el nazismo y el fascismo -concentradas en los tpicos de belleza, juventud y fortaleza-, y que en cambio, lo vincularon con las representaciones norteamericanas del Hombre nuevo de principios del siglo XX, que no se resuman en una figura nica, sino en la representacin de una multiplicidad de figuras sociales -trabajadores de distinta ndole, mujeres, ancianos-, que condensaban a la sociedad en su conjunto9.

19A su vez, la construccin del obrero peronista tambin pretenda sealar cambios con respecto al pasado. Esta intencin ligaba a dicha representacin con el proceso de industrializacin y modernizacin que afectaba al pas en este periodo : un obrero dotado de herramientas y uniforme con acceso a una capacitacin que era uno de los Derechos de los Trabajadores-, rompa con la explotacin y la precariedad laboral padecida anteriormente. En este mismo sentido rupturista operaba el acceso al ocio y la recreacin por parte de la clase trabajadora.

20Esta ruptura con la negatividad del pasado tambin afect a la conmemoracin de fechas representativas de los trabajadores, como el 1 de mayo, que sufri una resignificacin, otorgndosele un carcter festivo y de espectacularidad, incluyendo en dicho evento desde 1948, la eleccin de la Reina Nacional del Trabajo a la vez que el desfile de carrozas. De este modo, un gran despliegue artstico que se desarrollaba en el espacio pblico, creaba un clima de armona, contraponindose as a las escenas de violencia y represin vividas para esta fecha desde comienzos del siglo XX.

21Siguiendo los lineamientos antes mencionados, los sindicatos tenan a su cargo la organizacin de diversas actividades y entidades destinadas a la capacitacin y formacin cultural de los obreros como la Universidad Obrera, las escuelas sindicales, el Coro Obrero de la CGT, el Deporte Obrero, la Orquesta Sinfnica de la CGT, los certmenes de literatura, la danza folklrica, las funciones de teatro para obreros en las salas oficiales, el Teatro Obrero de la CGT, entre otras.

10 Hernn Camarero, A la conquista de la clase obrera. Los comunistas y el mundo del trabajo en la Ar (...)

22Todas estas formaciones y actividades se constituyeron en los instrumentos que integraron en ese periodo una cultura obrera, entendida como el desarrollo de formas asociativas y hbitos ligados a la instruccin y a la recreacin de los trabajadores10.

23A continuacin, analizaremos una de esas experiencias artsticas de intervencin poltica, a la que consideramos representativa por las dimensiones del proyecto. Igualmente, debemos aclarar que debido al acceso a las fuentes, es la que permite una mayor posibilidad de reconstruccin de la misma.

El Teatro Obrero Argentino de la Confederacin General del Trabajo

24En el marco de las polticas culturales del primer peronismo, el teatro -como disciplina artstica- fue posicionado en un espacio de relevancia debido al carcter pedaggico que ste ofreca. Ms all de ser una actividad recreativa, se trataba de un canal de comunicacin directa con el pblico, que lo constitua en un medio ideal para la difusin del ideario peronista. Es decir, el entretenimiento era un aporte, a la vez que la representacin escnica se converta en un ncleo difusor que se sumaba al aparato de propaganda del Estado como herramienta altamente efectiva. Por otra parte, no slo se explotaba el carcter didctico y propagandstico de la prctica teatral, sino tambin el asociativo, ya que al tratarse de una creacin colectiva -posibilitando la intervencin de una gran cantidad de sujetos- se establecan nuevas formas de sociabilidad para sus participantes y asistentes.

25Desde la funcin social que se le haba adjudicado al teatro, se planificaron una cantidad de actividades que tenan a los sectores populares como principales destinatarios, con el propsito de contrarrestar, de este modo, el elitismo de la cultura preexistente. La organizacin de eventos masivos y de representaciones teatrales para obreros y tambin para sus hijos, a precios populares o gratuitos, en los teatros oficiales o el espacio pblico, fueron quizs las actividades que obtuvieron mayor trascendencia.

26Sin embargo, la planificacin cultural en materia teatral, que no se redujo a ellas, inclua la construccin y remodelacin de edificios teatrales, la creacin de elencos vocacionales a nivel nacional, la programacin de un repertorio especfico para las salas oficiales, la creacin de experiencias teatrales educativas -como el Teatro Obrero Argentino de la Confederacin General del Trabajo y el proyecto Un Teatro para los Nios de la Nueva Argentina-, la organizacin de concursos de obras dramticas, el dictado de conferencias sobre historia del teatro nacional y de seminarios dramticos, la creacin de organismos teatrales como el Museo de Teatro Argentino, y la produccin de obras dramticas que respondan al ideario peronista. En suma, la poltica cultural teatral fue un proyecto de gran complejidad donde intervinieron una gran cantidad de agentes, que no se restringi a personalidades de la alta cultura portea, sino tambin de la cultura popular y a intelectuales provenientes de las provincias.

27Muchas de las actividades anteriormente mencionadas existan o haban sido llevadas a cabo previamente al proyecto cultural de la Nueva Argentina, tal es el caso de las funciones especiales de teatro y recitales destinados a los obreros, que se haban realizado durante la estada de Pern en la Secretara de Trabajo y Previsin. Pero lo que sucede durante estos aos de gestin peronista es un proceso de sistematizacin y complejizacin de las mismas, respondiendo a la planificacin del Estado.

28Durante el segundo mandato del gobierno peronista, se le otorg continuidad e intensidad a las actividades que mencionamos anteriormente, acentuando el rol social adjudicado al teatro, que extenda su labor a las provincias. Considerando al pueblo como el eje central, el teatro deba brindarle a ste -a travs de un repertorio de calidad- nuevas vas de educacin.

11 El Teatro Obrero de la CGT no fue abordado por los estudios acadmicos con la misma asiduidad como (...)

12 Ver Juan Carlos Torre y Elisa Pastoriza, La democratizacin del bienestar, en Juan Carlos Torre ( (...)

29El Teatro Obrero Argentino de la Confederacin General del Trabajo (CGT)11 fue una de las experiencias ms significativas del peronismo en materia teatral, debido a que en ella convergan una serie de factores relevantes a la democratizacin del bienestar12 instaurada por el gobierno a lo largo de este periodo. La construccin de un proyecto que reuna a los obreros, la educacin, el esparcimiento y los sindicatos como elementos centrales, concretara el inicio de un proceso de modernizacin cultural que se sustentaba en este ingreso masivo de nuevos agentes culturales, que modificara notablemente la estructura social de la Argentina, a la vez que contribua a la constitucin de los trabajadores como una nueva fuerza social que adquira representacin en la vida poltica nacional.

30Creado en 1948, el Teatro Obrero de la CGT fue dirigido por el escritor, poeta, director cinematogrfico y guionista santafesino Jos Mara Fernndez Unsan, y codirigido por el dramaturgo Csar Jaimes. El funcionamiento del elenco resida en la reunin de obreros pertenecientes a distintos gremios, que despus de su jornada laboral concurran a los ensayos y clases formativas que estaban a cargo de las autoridades del grupo.

13 Ver Perla Zayas de Lima, El teatro bajo el peronismo: el teatro obrero de la CGT (Una aproximaci (...)

31El estreno de las producciones del Teatro Obrero se realizaba generalmente en el Teatro Nacional Cervantes, con la presencia -en la mayora de los casos- del Presidente y la Primera Dama, al igual que de otras autoridades nacionales o municipales. Algunos de ellos, habitualmente emitan un discurso luego de que se cantaran el Himno Nacional y la Marcha peronista. En este sentido, el ritual escnico se configuraba estrechamente ligado a un ritual poltico13. Posteriormente, el elenco iniciaba una gira que comprenda la realizacin de funciones en las salas barriales de la Capital Federal y el conurbano, al igual que en los teatros ms representativos de las ciudades provinciales. En algunas ocasiones, adems, se brindaron representaciones en el Teatro Coln, espacio usado por el gobierno con asiduidad tanto para eventos artsticos como polticos.

14 Este material se encuentra en el Archivo Histrico Municipal de Olavarra, provincia de Buenos Air (...)

32En una segunda etapa de labor de este proyecto, coincidente con la mayor centralidad que le otorgaba al teatro el Segundo Plan Quinquenal, se formaron nuevos elencos obreros en el interior del pas que adoptaban la misma metodologa de funcionamiento que el grupo inicial. Tal es el caso, por ejemplo, del Teatro Obrero de la Confederacin General del Trabajo-Delegacin Olavarra, que ofreci la puesta en escena de la obra Madre Tierra, de Alejandro E. Berruti, el 17 de octubre de 1953, en homenaje al aniversario de esta fecha, en el cine Teatro Municipal Eva Pern de la mencionada localidad, contando con la presencia del autor en el estreno14.

33El programa de mano -que reproduca las palabras de Pern El Estado promover una nueva conciencia Nacional agraria, y enunciaba su apoyo al Segundo Plan Quinquenal- haca hincapi en la problemtica rural a travs de la alusin a la temtica de la pieza : El intenso drama del campo argentino de una poca ya superada. Un principio de Justicia Social en defensa del agro y del trabajador de la tierra nuestra.

34Estos elencos obreros provinciales emprenderan giras nacionales, que incluan funciones en los teatros oficiales provinciales y tambin de la Capital Federal, como el Nacional Cervantes y el Teatro Municipal de la Ciudad de Buenos Aires.

35El repertorio interpretado por el Teatro Obrero Argentino de la CGT responda a los lineamientos de las polticas culturales del gobierno peronista. Es decir, por un lado, se recuperaban estticas populares como el nativismo y el sainete, y por otro, se seleccionaban textos representativos del teatro universal, que pretendan por medio de esta disciplina artstica, establecer un contacto entre el pueblo y la cultural universal.

36Es as como el Teatro Obrero de la CGT -tanto el grupo inicial como las formaciones provinciales posteriores- represent piezas nativistas como Hacia las cumbres y Cuando muere el da, ambas pertenecientes a Belisario Roldn, La emocin de la tierra, de Porfirio Zappa, La isla de don Quijote y Se dio vuelta la casa, ambas de Claudio Martnez Payva, Madre tierra y La nueva fuerza, las dos de Alejandro Berruti, y sainetes como Mateo, de Armando Discpolo, al igual que clsicos universales como el Mdico a palos, de Molire, en versin de Pedro Escudero.

37Asimismo, se incluyeron piezas escritas especialmente para el elenco, afines al ideario peronista, sumndose al teatro de propaganda, que realzaban el carcter nacional del corpus. Precisamente, El hombre y su pueblo, de Csar Jaimes, pieza elegida para el debut del elenco, realizaba una lectura revisionista de la historia argentina, donde se emulaban distintos hechos significativos de la misma, como la Revolucin de Mayo de 1810 o la declaracin de la Independencia en 1916, con el surgimiento del peronismo y los sucesos del 17 de octubre de 1945. De este modo, se resaltaba el accionar del colectivo pueblo, al que se le otorgaba una tradicin de representacin del patriotismo. Esta homologacin del pueblo en distintos momentos de la historia como un nico sujeto, exaltaba el carcter nacionalista y triunfal del surgimiento del peronismo. Otro de los ttulos escritos especialmente para el elenco fue Octubre heroico, tambin de Csar Jaimes, que responda al mismo carcter pico-histrico de la pieza anterior, que pretenda celebrar el 17 de octubre en tanto fecha fundacional del peronismo.

38Esta vinculacin con la historia argentina, que fue recurrente en el repertorio interpretado por el Teatro Obrero de la CGT, tambin estaba presente en piezas como Hacia las cumbres, de Belisario Roldn y el Sainete de la accin de Maip, representadas en 1950 con motivo del Ao del Libertador Gral. San Martn. Esta permanencia de lo histrico en el repertorio responda a la intencin didctica de las polticas culturales, a la vez que al propsito del peronismo de reinventar su propia historia, recuperando selectiva y voluntariamente hroes y sucesos del pasado, que en este caso en particular, se remita a la figura de Jos de San Martn.

39Por otra parte, con estas piezas dramticas, se integraba a los obreros en un proceso de produccin de representaciones y de una memoria colectiva donde se seleccionaban y recuperaban momentos del pasado, que contribuan a la construccin de la identidad presente. Es decir, la identidad obrera sufra un proceso de resignificacin que se realizaba en el marco de la concrecin de las polticas culturales ideadas por el Estado, cuyo parmetro central era la historia nacional, dejando de lado los referentes internacionales que haban definido las identidades obreras anarquistas y comunistas.

40Del mismo modo, este carcter nacional del repertorio, tambin se vio reforzado por la presencia de los textos nativistas, que tuvieron una notable participacin en la poltica cultural teatral del peronismo de este periodo.

41La planificacin realizada por la Confederacin General del Trabajo para 1952 pretenda destacar el carcter popular del Teatro Obrero, no slo a travs de los ttulos que integraban su repertorio. Con ese propsito, se convoc a distintas figuras populares pertenecientes al mbito nacional -como Lola Membrives, Luis Sandrini, o Iris Marga, entre otras-, que se hicieron cargo de la direccin de las puestas en escena del elenco. Las piezas representadas seguiran siendo las mismas, con la diferencia de que intervenan algunos de estos artistas en carcter de director o directora. El peronismo consider como agentes culturales de su gobierno a una cantidad importante de stos, quienes contaban con una gran aceptacin entre las clases medias y bajas. Es decir, el Estado encontr en ellos elementos altamente valiosos y productivos para su proyecto, que funcionaban como estrategias de inclusin e identificacin con respecto a las masas. Si el fin era brindarle al pueblo un puente hacia la cultura nacional y universal por medio del teatro, estas figuras que los obreros conocan a travs de su desempeo en el cine argentino, el teatro popular y los medios de comunicacin -como la radio y las publicaciones populares- se convertiran en herramientas altamente efectivas para lograr ese fin.

15 En lo que respecta al disciplinado conjunto, se descuenta que ha de repetir y acaso superar sus ac (...)

42Las actividades del Teatro Obrero de la CGT eran promocionadas en la prensa a travs de la publicacin de notas sobre el estreno -donde se describan las ceremonias que se generaban en torno a las autoridades-, de crticas de los espectculos y breves comentarios o recordatorios sobre las programaciones. En estas ltimas, se detallaba la informacin de las funciones, incluyendo el reparto con el nombre de los obreros que participaban en la puesta. Esta mencin no era ms que otro de los elementos que intentaban resaltar la labor artstica de los trabajadores como tales, ya que el elenco se defina como no profesional15.

43Los diarios oficialistas publicaban otras notas, donde se evaluaba la labor del Teatro Obrero en estrecha relacin con los postulados de las polticas culturales peronistas. Estas notas aparecan reiteradamente, girando siempre en torno de estos contenidos. Por ejemplo, el peridico El Lder (30/06/1951), bajo el ttulo Vehculo de cultura es el Teatro Obrero, a propsito del estreno de la puesta en escena de Mdico a palos, de Molire, resaltaba -partiendo de la oposicin entre el pasado y el presente-, por un lado, el vnculo fructfero que entablaban los obreros con el arte como producto de la labor del peronismo :

Esta presentacin ha sido motivo, una vez ms, para poner de relieve las dotes y condiciones de que son poseedores cada uno de los componentes del conjunto obrero. Ha quedado evidenciado, por otra parte, que el arte no era inaccesible para los trabajadores y que, muy por el contrario, estos son capaces de pensar y de sentir con los grandes maestros de ha tenido la humanidad. Se hubiera pensado alguna vez que trabajadores de las ms diversas actividades, salidos de la fbrica, el taller, la oficina, el comercio, etc., podan encarnar un personaje de Moliere, maestro de la escena francesa ? Hace 10 aos, seguramente que no, en cambio en la Nueva Argentina Justicialista, no slo nos es dable pensar que si, sino que tenemos la experiencia de contemplarlo y admirarlo con nuestros propios ojos.

44Y, por otra parte, se sealaba la reparacin cultural que el peronismo vena a saldar con respecto al pasado :

45Lo que fue negado al pueblo por los cerrados crculos oligrquicos que hicieron de la cultura una cuestin de lites vuelve ahora, por accin de la revolucin justicialista, a manos del pueblo.

46Una de las caractersticas que distingue al Teatro Obrero de la CGT de los dems proyectos culturales teatrales llevados a cabo por el peronismo es que los obreros no slo ejercan el rol de espectadores, sino tambin el de productores culturales. Es decir, no era una actividad que se limitara exclusivamente al consumo. En efecto, participaban preferentemente en calidad de actores, aunque en algunas oportunidades lo hicieron como dramaturgos. Tal es el caso de la obra en verso titulada El borracho y el doctor, perteneciente a ngel Costa, obrero de la Fbrica Argentina de Alpargatas, que pas a integrar el repertorio del elenco. Resulta relevante esta participacin debido a que esa obra signific la presencia de un productor cultural perteneciente a los sectores populares, ya que en su mayora, los dramaturgos que produjeron en este periodo y en el circuito oficial provenan de sectores letrados.

16 Juan Suriano, Anarquistas: Cultura y poltica libertaria en Buenos Aires, 1890-1910, Buenos Aires, (...)

47El proyecto del Teatro Obrero de la CGT no puede ser considerado como una experiencia ideada exclusivamente por las polticas culturales peronistas, ya que la misma retomaba caractersticas pertenecientes a otras tradiciones centradas en la cultura obrera -que incluyeron al teatro entre sus actividades-, que fueron llevadas a cabo en nuestro pas en pocas anteriores, por agrupaciones que respondan a otras ideologas. Los anarquistas entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, utilizaron al teatro como una actividad de propaganda a la que le adjudicaron un carcter didctico. Consideraban al teatro como una herramienta propagandstica de las ideas que se vincula con la concepcin de arte social, de un arte comprometido con la causa de los oprimidos en franca oposicin al arte por el arte16. Esta disciplina funcionaba como un medio de comunicacin directa con el pblico a la vez que se constitua como un acto de creacin colectiva.

17 Idem anterior.

48Si bien los grupos de teatro obrero peronistas retoman estas caractersticas, al igual que otras como el orden binario que rega las obras dramticas o el lugar que deba ocupar el teatro en el tiempo libre de los obreros en tanto actividad educativa y recreativa, hay otras que los distancian notablemente de la experiencia anarquista. Mientras que, el teatro libertario presentaba un carcter internacionalista, el peronista se empeaba en otorgarle a su repertorio un carcter nacional. Por otra parte, en lo que respecta al circuito comercial profesional, el teatro anarquista pretenda romper lazos con ste, ya que la obra adquira en ese mbito el valor de una mercanca, y el propsito del teatro anarquista no era el lucro sino la difusin de ideas17.

49Adems se despreciaban todos los elementos que provenan de la cultura popular, entre ellos, el carnaval. Si bien las experiencias teatrales peronistas pretendan nuclear obreros y difundir por medio de estas disciplinas el dogma peronista, no exista una incompatibilidad con el teatro comercial ni la cultura popular, al contrario, muchas de las figuras ms representativas del teatro comercial popular fueron invitadas a formar parte de esta experiencia, tal como sealamos anteriormente.

50Otra de las tradiciones de las que la experiencia peronista retoma y reformula algunos elementos es de la cultura obrera comunista desarrollada en nuestro pas y cuyo momento de auge fue durante el periodo comprendido entre los aos 1920 y 1935.Con el fin de constituir una cultura alternativa, el comunismo planificara una serie de actividades que funcionaban como espacios de sociabilidad -entre las cuales el teatro ocupaba un lugar relevante-, de carcter educativo y recreativo. Todas ellas se sustentaban en postulados antipopulares, internacionalistas, anticlericales, opuestos al arte comercial. La alternatividad buscada por el comunismo se fijaba en oposicin a la cultura impulsada por las clases dominantes.

51La cultura obrera peronista se distancia de la comunista y la anarquista no slo por los fundamentos que la movilizaban, sino tambin porque su diseo y planificacin era llevado a cabo por el Estado. Es decir, se educa y entretiene a los obreros desde el Estado, incluyendo y acentuando la cultura popular nacional.

52A su vez, la cultura obrera peronista no presentaba una especificidad en si misma que la definiese tal como ocurra con las anteriores, es decir, no se constitua como una cultura alternativa a la dominante. En todo caso, su alternatividad no resida en la oposicin a la cultura de las clases dominantes, sino en el gesto de brindarle una mayor difusin, democratizacin y consumo de los contenidos de una cultura ya existente, que esas clases consideraban como patrimonio exclusivo. Por otra parte, los contenidos difundidos por la cultura obrera peronista respondan a parmetros nacionales, occidentales y cristianos, a diferencia de las otras experiencias ya mencionadas.

53El peronismo adopt de los modelos anteriores las formas organizativas y de funcionamiento, a la vez que una concepcin del teatro basada en la comunicacin, que le permita construir y difundir representaciones e imaginarios sociales distintos a los formulados por los comunistas y anarquistas. En este sentido, se produjo un proceso de resignificacin de la cultura obrera vigente por estos aos y en consecuencia de la identidad obrera.

54A travs de los imaginarios sociales difundidos por el peronismo, se redefini esa identidad obrera, en tanto identidad colectiva, centrando sus parmetros determinantes dentro de la situacin de la clase obrera en la historia argentina y no en el plano internacional, como ocurra anteriormente. La apropiacin de los bienes culturales, a la vez que el acceso a determinadas prcticas sociales y culturales por parte de los sectores obreros, es decir, la oposicin pasado-presente, sera uno de los factores fundamentales que operaran en la definicin de la identidad obrera peronista por estos aos.

18 Ver Michel De Certeau, La invencin de lo cotidiano I. Artes del hacer, Mxico, Universidad Iberoa (...)

19 Ver Raymond Williams, Marxismo y literatura, Barcelona, Pennsula, 1980.

55Una de los aspectos a considerar, en el marco de esta experiencia teatral educativa que introduce a los sectores populares a la esfera del consumo, es el uso que de la misma realizan estos sujetos de modo individual. El Teatro Obrero de la CGT -en tanto estructura de formacin- ofrece una cantidad de contenidos culturales que provienen en su mayora de la alta cultura. Siguiendo la nocin de uso planteada por Michel de Certeau18, observamos que los usuarios realizan sobre esos contenidos una serie de manipulaciones u operaciones que les son propias, que responden a sus propias prcticas. De estas acciones se desprende, por un lado, la adquisicin de una competencia cultural que el sujeto ir modificando a partir de los usos realizados sobre los conocimientos dados, y por otro, la obtencin de una conciencia prctica19 que se genera a partir de lo que se est viviendo, donde cobran relevancia la elaboracin de nuevas pautas de sociabilidad.

Algunas consideraciones finales

56A partir del anlisis de una de las experiencias artstico-polticas acontecidas durante el primer peronismo el Teatro Obrero de la CGT- intentamos conocer la particularidad y funcionalidad de las mismas al igual que el proyecto cultural en el que estaban insertas. Como una de los rasgos destacados del periodo se desprende la constitucin de una planificacin cultural con objetivos claros y agentes intelectuales destinados a su ejecucin, hecho que rebate la critica que sostiene la inexistencia de las polticas culturales durante el primer peronismo. Al respecto, debemos aclarar que el proyecto cultural del Estado peronista ocup siempre un lugar marginal dentro del campo intelectual, a pesar de los reiterados intentos por lograr un mejor posicionamiento.

57Una de las consecuencias que debemos destacar de estas polticas culturales, y en particular de estas experiencias, reside en la inclusin y formacin de nuevos espectadores que el peronismo realiz a travs de la organizacin de las actividades teatrales. La participacin activa de los obreros en ellas tuvo consecuencias pedaggicas, convirtindolos en espectadores teatrales, potenciando su competencia cultural. En este sentido, se experiment un desplazamiento de estos nuevos espectadores hacia otros circuitos teatrales.

58Entonces, a partir de las modificaciones econmicas y culturales que afectaron a los sectores populares, estos se constituyeron en consumidores habituales de productos culturales preexistentes al peronismo, tales como el teatro del circuito profesional-popular. Cabe destacar que el Estado peronista no promovi modelos culturales propios, sino que postul la inclusin de las masas a un sistema de consumo cultural ya existente ligado en algunos casos a otros sectores sociales. Las masas peronistas participaron de costumbres y estilos de vida de los sectores medios, incluyendo los modos y conductas del consumo cultural propias de este sector social. De este modo, los gobiernos peronistas a partir de la inclusin de nuevos espectadores en forma masiva llevaron a cabo un proceso de modernizacin cultural.

59A partir de la ejecucin de estas experiencias tambin se posibilit la consolidacin de una cultura obrera que inclua entre sus contenidos, tanto elementos de la alta cultura como de la cultura popular.

Haut de page

Notes

1 Al respecto, la investigadora observa que las estrategias planificadoras instaladas con fuerza en los pases capitalistas una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, respondan a la necesidad de fecundar un nuevo pacto social con la ciudadana y a la conviccin segn la cual el estado era capaz de torcer el rumbo de los fenmenos econmicos y sociales.

Por otra parte, en lo concerniente a la presentacin del plan de gobierno, tambin conocido como Primer Plan Quinquenal, afirma que, ste manifestaba la vigencia de una forma de pensar el Estado, que entraba en sintona con ese ideario internacional, y asimismo, con la necesidad de construir la legitimidad del movimiento poltico.

Ver Patricia Berrotarn, La planificacin como instrumento: polticas y organizacin en el Estado peronista (1946-1949), en Patricia Berrotarn, Anbal Juregui y Marcelo Rougier (Ed.), Sueos de bienestar en la Nueva Argentina, Buenos Aires, Imago Mundi, 2004, p. 15-45.

2 Ver Juan Carlos Torre y Elisa Pastoriza, La democratizacin del bienestar, en J. C. Torre (Dir.), Nueva Historia Argentina. Vol. XIII. Los aos peronistas (1943-1955), Buenos Aires, Sudamericana, 2002, p. 257-312.

3 Juan Domingo Pern, Discurso del Presidente de la Nacin, general Juan Domingo Pern a los intelectuales argentinos, 13 de noviembre de 1947.

4 Manuel del Peronista, Publicacin oficial, Buenos Aires, 1954, p. 101.

5 Idem anterior.

6 Raymond Williams, Marxismo y literatura, Barcelona, Pennsula, 1980.

7 Esta transformacin supone una redefinicin sustantiva del status del organismo, asimilable al de un ministerio que acta como estructura de enlace entre todas las dependencias de gobierno, coordinando la informacin interna y su distribucin en los medios, y planificando la accin la accin propagandstica directa

Marcela Gen, Polticas de la imagen. Sobre la propaganda visual del peronismo, en Patricia Berrotarn, Anbal Juregui y Marcelo Rougier (Ed.), Sueos de bienestar en la Nueva Argentina, Buenos Aires, Imago Mundi, 2004, p. 327-346.

8 Marcela Gen, Un mundo feliz. Imgenes de los trabajadores en el primer peronismo 1946-1955, Buenos Aires, Fondo de Cultura Econmica, 2005.

9 Idem nota anterior.

10 Hernn Camarero, A la conquista de la clase obrera. Los comunistas y el mundo del trabajo en la Argentina, 1920-1935, Buenos Aires, Siglo XXI, 2007, p. 219.

11 El Teatro Obrero de la CGT no fue abordado por los estudios acadmicos con la misma asiduidad como ocurri con otros aspectos culturales del primer peronismo. En este sentido, reconocemos como un aporte significativo el estudio de la investigadora Perla Zayas de Lima, en tanto una de la primeras producciones sobre el tema.

Ver Perla Zayas de Lima, El teatro bajo el peronismo: el teatro obrero de la CGT (Una aproximacin critica), en Osvaldo Pellettieri (ed.), Tendencias criticas en el teatro, Buenos Aires, Galerna. Facultad de Filosofa y Letras (UBA), 2001, p. 237-246.

12 Ver Juan Carlos Torre y Elisa Pastoriza, La democratizacin del bienestar, en Juan Carlos Torre (dir.), Nueva Historia Argentina. Vol. XIII. Los aos peronistas (1943-1955), Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2002, p. 257-312.

13 Ver Perla Zayas de Lima, El teatro bajo el peronismo: el teatro obrero de la CGT (Una aproximacin critica), en Osvaldo Pellettieri (ed.), Tendencias criticas en el teatro, Buenos Aires, Galerna. Facultad de Filosofa y Letras (UBA), 2001, p. 237-246.

14 Este material se encuentra en el Archivo Histrico Municipal de Olavarra, provincia de Buenos Aires.

15 En lo que respecta al disciplinado conjunto, se descuenta que ha de repetir y acaso superar sus actuaciones anteriores, cumplidas en salas de esta capital y del interior del pas, en las que mereciera el aplauso caluroso y entusiasta de los espectadores y en las que sus integrantes revelaran las grandes condiciones artsticas de que estn capacitados (El Lder, 6/06/1951).

16 Juan Suriano, Anarquistas: Cultura y poltica libertaria en Buenos Aires, 1890-1910, Buenos Aires, Manantial, 2001, p. 162.

17 Idem anterior.

18 Ver Michel De Certeau, La invencin de lo cotidiano I. Artes del hacer, Mxico, Universidad Iberoamericana, 2007.

19 Ver Raymond Williams, Marxismo y literatura, Barcelona, Pennsula, 1980.

Haut de page

Pour citer cet article

Rfrence lectronique

Yanina Andrea Leonardi, Experiencias artstico-educativas para los obreros durante el primer peronismo , Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En ligne], Questions du temps prsent, mis en ligne le 11 juillet 2012, consult le 20 octobre 2014. URL : http://nuevomundo.revues.org/63699 ; DOI : 10.4000/nuevomundo.63699

Haut de page

Auteur

Yanina Andrea Leonardi

CONICET- Universidad de Buenos Aires

Haut de page

Droits dauteur

Tous droits rservs

Haut de page

SommaireDocument prcdentDocument suivant

INDEX

Auteurs

Mots cls

Gographique

Chronologique

Index thmatique

Annes

RUBRIQUES

Dbats

Questions du temps prsent

Images, mmoires et sons

Colloques

Comptes rendus et essais historiographiques

Extraits de thses

Guide du chercheur amricaniste

Liens - Notre slection de sites amricanistes

PRSENTATION

Prsentation et normes ditoriales

Modalits dvaluation

Rdaction 2014

Rfrencement

ANCIENNES RUBRIQUES NUEVO MUNDO 2001-2010 1ERE POQUE

Nuevo Mundo Anniversaire 2010 - Une dcennie amricaniste en ligne

Bibliographies

Critiques de sites web

Mmoires de l'amricanisme

Matriaux de sminaires

Images en mouvement

Varia

Expositions virtuelles

Carnets de voyage

Bibliothque des Auteurs du Centre

INFORMATIONS

Contacts

Crdits

SUIVEZ-NOUS

Twitter Page Facebook Flux RSS

LETTRES DINFORMATION

Lettre de Nuevo Mundo

La Lettre dOpenEdition

Logo Lcole des hautes tudes en sciences sociales

Logo Centre national de la recherche scientifique

Logo Directory of open access journals

Revues.org

ISSN lectronique 1626-0252

Plan du site Contacts Crdits Flux de syndication

Nous adhr