existen bases bíblicas para la guerra

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Fernando Sánchez S. 2004-11-05

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Ensayo a cargo del Presbítero Fernando Sánchez“Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.” Gn 6.11-12.

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Fernando Snchez S.2004-11-05

INDICE

Introduccin I Vocabulario Bblico Veterotestamentario Aspecto Teolgico Guerra Santa Las guerras de Israel La guerra en la Monarqua como medio de opresin II Periodo Intertestamentario III Comunidad de Qumrn IV Bases bblicas en el NT La funcin del ejrcito romano y su actuacin blica Usos figurados de la guerra Actitud Bblica hacia la guerra Visin teolgica V La guarra santa y justa: una relectura bblica desde la resistencia popular contra la opresin de los poderosos VI La guerra en la Actualidad Es el hombre un gorila con fusil? CONCLUSION Bibliografa

EXISTEN BASES BBLICAS PARA LA GUERRA?Y se corrompi la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y mir Dios la tierra, y he aqu que estaba corrompida; porque toda carne haba corrompido su camino sobre la tierra. Gn 6.11-12.

INTRODUCCIN La violencia es siempre una manifestacin de poder, y es desencadenada por el deseo egosta de ser/tener/poder ms que otro, el cual se convierte en su receptor y en el perjudicado real1. De las manifestaciones ms perjudiciales de la violencia se encuentra una de las prcticas ms antiguas en la vida de los pueblos, cuyo ejercicio rompe el equilibrio de las relaciones interhumanas y conlleva o genera una serie de actos injustos, egostas e impositivos: La guerra. I VOCABULARIO BBLICO VETEROTESTAMENTARIO La guerra, producto de la violencia sm'(x' Hamas2 (aparece 42 veces), en el vocabulario hebreo aparece 313 veces. La palabra veces, mientras que su raz ~xl Laham aparece 242 veces. Su derivacin griega, tanto de la septuaginta como del N.T. es , que literalmente significa conflicto armado, batalla, guerra. Como consecuencia de la manifestacin de poder, la violencia genera conflictos de todo tipo, entre ellos estn los armados, y otros factores nocivos para todos los pueblos, como son: Destruccin, pobreza, odio, deseos de venganza, segregacin racial, esclavitud, enfermedad, muerte, ruptura de lazos familiares, ticos, identidad religiosa. En las escrituras se encuentran numerosos pasajes cargados de violencia blica, mayormente justificados por una visin teolgica y un proyecto ambicioso de nacin. Paralelamente, en esos mismos pasajes recorren las historias los sin nombre, hombres y mujeres de todas las edades, que resistieron, lucharon y murieron por defender su libertad, su pueblo y su familia de la ambicin desmedida de los poderosos.

hm'x'l.mi Milhama, aparece 92

ASPECTO TEOLGICOPara los israelitas, la guerra era algo a lo que siempre fueron llamados por deseo de Dios y en la cual, la victoria siempre llegaba por medio de la confianza en l. Las guerras siempre han sido cruentas, y han cobrado la vida de cientos de personas. En el caso de aquellas batallas que libraban los pueblos de la escritura tambin lo eran. Muchas veces se realizaban ataques fronterizos para vengarse, castigar, robar o capturar esclavos. Se utilizaban estrategias como la emboscada, la batalla campal y la guerrilla; los vencedores al final se repartan los despojos (1 S 17.53ss). Los soldados iban1

J. Severino Croatto, en Ribla No.2, San Jos(Costa Rica): DEI. 1988, en el artculo: Violencia desmesura y poder. Pg.9 2 Actualmente, existe un grupo extremista armado en la franja de Gaza llamado Hamas. Cuyo lema es defender y liberar al pueblo palestino de los ataques de los israelitas mediante el uso de la violencia.

armados de arcos y flechas, lanzas, espadas, cuchillos, ondas, escudos, cotas, yelmos, protectores de los muslos y otra armadura. Los objetivos podran ser variados. Desde vencer a los dioses contrarios, hasta deponer reyes, lderes o caudillos, tropas, territorios, recursos, o el pueblo entero. El pueblo de Israel, segn los escritos bblicos, reciba las rdenes del mismo Yhvh quien le fijaba los objetivos y el propsito de la batalla. Para muchos pueblos, la guerra tiene sus aspectos sagrados. En ellas se juega el honor del dios nacional. Vencer en la guerra es demostrar que el dios es ms poderoso que el del enemigo. Se crea que la divinidad misma era quien diriga la batalla, y a la que se deba obediencia hasta la muerte. Los escritores bblicos, muchas veces de corte sacerdotal, plantean a Yhvh como varn de guerra (Ex 15.3; Is 42.13), como Dios de los escuadrones (1 Sm 17.45) y Yhvh de los ejrcitos(1 R 22.19). Dicha concepcin, haca de Yhvh un Dios especial, un Dios guerrero que era superior a otros dioses porque se caracterizaba por ser un peleador, un jefe, el principal caudillo y lder de la batalla. Esta ltima concepcin, indicaba que Yhvh era quien diriga la lucha, quien determinaba el grado de agresividad y en quien deban de poner toda su confianza. Yhvh indicaba el momento preciso para atacar, los objetivos y la direccin de la toma o posesin del botn. Como la guerra tiene todo un trasfondo religioso, el pueblo de Israel adquiri el habito de llevar un objeto sagrado, un tipo amuleto que le sirviera de estimulo en la batalla. Este objeto sagrado era el arca del pacto o alianza (1 Sm 4.5-6). Llevar el arca de la alianza, era sentir la seguridad de que Dios mismo les acompaaba en el terreno de batalla (2 Sam 11.11) y les hara ganar la misma3. Despus de cada batalla, el ritual religioso les llevaba a ofrendar o consagrar ~r,xe herem territorios, posesiones o personas. La batalla era de Yhvh, nadie deba contravenir sus instrucciones. Aquel que lo haca, pagaba un castigo (Jos 7.1-15). Estas condiciones, formaban parte o justificaban el concepto veterotestamentario de la guerra santa4.

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Los pasajes donde aparece el arca como objeto sagrado con tintes militares, inclusive crean una gran admiracin, respeto y terror sobre sus adversarios. As parece indicar 1 Sam 4. 4 Tan comn es esta visin religiosa de la guerra, que hoy en da los guerreros musulmanes a su guerra santa le llaman Yihad. La Yihad, a diferencia de la guerra santa hebrea supone la obligacin de todo creyente a difundir la fe por la fuerza de las armas, en cambio, en el Yavismo hebreo, ms que la fe, la idea es la supervivencia y la existencia nacional.(c.f. Enciclopedia del Mundo Bblico. Pg. 489). En el vocabulario rabe, la palabra guerra lahama acomodar de forma compacta u ordenar un ejrcito para la batalla- mantiene una similitud fontica con el hebreo laham guerra con ejrcito y armas.

LA GUERRA SANTATodas las guerras son santas, os desafo a que encontris un beligerante que no crea tener el cielo de su parte. Jean Anouilh

Para el pueblo de Israel, la guerra era motivo de un acto de santificacin, segn Joel 3.9, la santificacin de la guerra hm'_x'l.mi WvD>q; y Jer 6.4, hm'x'l.mi

hyl, [' WvD>q;

especifican un tipo de ritual donde se preparaban sacrificios, generalmente un holocausto (Jue 6.20,26)5. Herem ~r,xe , era la frase hebrea usada para designar aquello que se hace con devocin o el hecho de consagrar algo. Se consagraba porque se le sustraa de todo empleo humano ya que estaba maldito. Aquello consagrado a Dios perda, deba perder o deba quitrsele todo uso comn. Por eso se le consagraba. En particular, herem ~r,xe indica el botn de guerra, como propiedad de Jehov, que por pertenecerle, deba destruirse (Dt 13.17; Jos 6.17s) para que nadie mas volviera o pudiera utilizarlo y toda infraccin de esta ley caa en herem, es decir, era abominable (Jos 7.1ss; 1 S 15.21). Abominable, maldito, censurado o prohibido (herem), era como se le denominaba a todo aquel que ejerca el paganismo y la idolatra. Ya fueran ciudades, reyes o personas, ser denominado herem, implicaba que deba ser apartada para el sacrificio o consagracin a Yav en el gran culto de la guerra santa. Es el holocausto definitivo6. Segn el mandato de Yhvh, deban ser exterminados o aniquilados para asegurar la supervivencia del pueblo de la alianza. Nada debe quedar de ella: ni muro, ni palacio, ni templo ni cuartel. Toda la vida de la ciudad debe ser tirada, todo objeto ser consagrado a Yav7. Todo lo que fuera hostil a Israel o a su Dios, deba ser destinado a la destruccin (Jos 6, 17.24) y no deba dejarse nada que pudiera permitir un nuevo brote de idolatra. El libro de Josu 7. 15 as parece indicarlo: y el que fuere sorprendido en el anatema [herem, la maldicin o prohibicin], ser quemado, l y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehov, y ha cometido maldad en Israel. La prctica no slo era el ser quemados, sino tambin asesinados de manera ejemplar. As lo registra el escritor bblico en Nmeros 25.4 dice: Y Jehov dijo a Moiss: Toma a todos los prncipes del pueblo, y ahrcalos ante Jehov delante del sol...

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Enciclopedia de la Biblia. Pg. 480 S. Gallazi. Celebremos las justicias de Yav. pg. 21 7 ibid. Pg.21

La obediencia al mandato, implicaba una bendicin ejemplar para el ejecutor y su descendencia: Entonces Moiss dijo a los jueces de Israel: Matad cada uno a aquellos de losvuestros que se han juntado con Baal-peor. Y he aqu un varn de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moiss y de toda la congregacin de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernculo de reunin. Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarn, y se levant de en medio de la congregacin, y tom una lanza en su mano; y fue tras el varn de Israel a la tienda, y los cort a ambos, al varn de Israel, y a la mujer por su vientre. Y ces la mortandad de los hijos de Israel(v.5-8).

Y entonces, Dios a manera de bendicin por el acto de fidelidad realizado por el sacerdote, dice: He aqu yo establezco mi pacto de paz con l; y tendr l, y su descendenciadespus de l, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Dios e hizo expiacin por los hijos de Israel. (v.12-13)

Segn la narracin deuteronomista, el hecho de que el sacerdote haya cortado al varn israelita y a la mujer madianita sirvi como una ofrenda de expiacin por los hijos de Israel, misma que Yhvh no rechaza, sino, por el contrario, recibe con agrado8. El uso de la palabra Ht'_b'q\-la, El-kabath (vientre, estmago), utilizada en Nm 25.8 parte por donde cort el sacerdote Finees al israelita y la madianita, slo tiene un uso paralelo en Deuteronomio 18.3 donde habla acerca del derecho de un sacerdote a tomar algunas partes del animal para su uso: Y ste ser el derecho de los sacerdotes departe del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darn al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el vientre.

El pasaje mencionado, muestra cmo estaba emparentada la guerra con los motivos religiosos. El sacrificio de los idlatras cautivos era visto como una manera de consagrar el botn de guerra. Todo aquel que era capturado, formaba parte del botn. As que, haba que quitarles lo inmundo, lo anatema, matndoles y consagrndoles a Yhvh en una especie de sacrificio. Algunos eruditos justifican esta prctica en primer lugar, porque es mandato directo de Yhvh. En segundo lugar porque Dios es justo y retribuye al inicuo de su pecado, as como lo hizo segn el relato bblico del diluvio.

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Valdra la pena analizar Gn 4.1-15. En este pasaje es interesante notar los motivos de la aprobacin de la ofrenda de Abel frente a la de Can, y a su vez, notar que el motivo de la desaprobacin de la ofrenda de Can fue que ofreca legumbres de la tierra manchada con sangre de justos/inocentes, misma que clama por justicia. En cambio, la ofrenda de Abel, es aprobada por Dios, porque es un animal sin mancha el que es sacrificado, es decir, un animal inocente. En el pasaje de Nm 25, el agrado de Dios respecto a la actitud del sacerdote israelita, justifica el asesinato como una ofrenda y la hace ser expiatoria. Notemos que, para que fuera expiatoria, tena que ser sangre inocente/justa, lo que nos hace pensar es si la pareja sacrificada o asesinada, eran inocentes/justos para que fuera una ofrenda expiatoria que liberara de los pecados y mortandad al pueblo israel y Dios la aceptara? Si es as, deba ser una prctica expiatoria dentro del gran culto de la guerra santa el matar a los nombrados herem? El sentido del texto de presentar a los abominables (herem) como inocentes/justos, no parecer indicar ms bien que Israel deba consagrar la vida en vez de matarla? Por otro lado, es interesante que el primer motivo que justifica la actitud del sacerdote Finees es el celo aNEqi que siente por su Dios, actitud que es bien aceptada por Dios y que calma su celo yti(a'n>qi consumidor(Nm 25.11), tal es que la mortandad en Israel termina.(c.f. Nm 21.9 La mortandad de Israel ces mediante la serpiente de bronce) Y en el caso del pasaje de Gn 4.1-5 Can, siente celo tanto por la ofrenda de su hermano, como por la actitud aprobatoria de Dios. Y el celo por una ofrenda lo lleva a matar a su hermano.

Lo que omiten es que al ofrecer el botn de guerra, en el caso de los prisioneros, va de por medio el sacrificio humano. Y sacrificaban para y en nombre de Yhvh, as como lo hacan para el dios Moloc9. Este dato de sacrificios humanos, lo notamos en Nm 31.9-11:Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, a sus nios, y todas sus bestias y todos sus ganados; y arrebataron todos sus bienes, e incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones. Y tomaron todo el despojo, y todo el botn, as de hombres como de bestias. [...] Y se enoj Moiss contra los capitanes del ejrcito, contra los jefes de millares y de centenas que volvan de la guerra, y les dijo Moiss: Por qu habis dejado con vida a todas las mujeres?... Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los nios; matad tambin a toda mujer que haya conocido varn carnalmente. Pero a todas las nias entre las mujeres, que no hayan conocido varn, las dejaris con vida... [v.28] Y apartars para Jehov el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; de quinientos, uno, as de las personas como de los bueyes, de los asnos y de las ovejas.

Esta actitud religiosa, seguramente atribuida a Yhvh, es muy parecida a la consagracin o sacrificio a Moloc. En vista de lo anterior, no es extrao que en Lv 18.21 y 20.25 se prohba terminantemente participar en los ritos de Moloc. En 1 R 11.3133 se da a entender que la divisin del reino se debi en parte a la introduccin de esta forma de religiosidad popular que fue ganando terreno. Las guerras, justificadas por los motivos ms loables y justos, implican siempre el sacrificio de inocentes. Como lo indica Boff en un reciente artculo (Guerra-masacre):La guerra inminente no es una guerra, es una cobarda, una masacre. No se trata de un enfrentamiento entre ejrcitos, sino de la matanza de civiles desde 16 mil metros de altura con bombas inteligentes. Max Born, premio Nbel de fsica (1954) denunci el predominio de la matanza de civiles en la guerra moderna. En la primera guerra mundial murieron un 5% de civiles, en la segunda, un 50%, en la guerra de Corea y Vietnam, un 85%. Y datos recientes mostraban que en la guerra contra Irak y la exYugoslavia el 98% de las vctimas eran civiles10.

El argumento de si son inocentes o no en la Biblia, siempre ser motivo de polmica, primeramente, bajo el argumento de la pecaminosidad e idolatra humana, segundo, porque el soberano Yhvh ordenaba acabar con las prcticas de maldad, por lo tanto, deban morir, y tercero, porque no eran de los elegidos, sino de los reprobados.Tomado literalmente, esto sugiere que Dios exige sangre, la sangre de una victima, para limpiar las manchas causadas por el pecado. Efectivamente, ciertas9

Deidad nacional de los Amonitas (Milcom en 1 R 11.5; 2 R 23.13 y Jer 49.1, 3), cuyo culto tal vez se basaba en el sacrificio de hombres, especialmente de nios. Las vctimas se colocaban vivas en los brazos enrojecidos por el fuego de la estatua hueca, de bronce, y con cabeza de becerro que representaba a Moloc. La vctima caa en el hoyo ardiente del dolo al sonido de flautas y tambores. La prctica de sacrificar nios estaba prohibida en Israel. Sin embargo, en este contexto el sacrificio o muerte de los nios no se quiere ver la similitud o posible influencia del culto a Moloc en el Yahvismo. Nuevo Diccionario Bblico. Pg. 925-926 10 L. Boff. Guerra- Masacre, en Revista Electrnica Latinoamericana, Koinonia. 12/X/04 www.uca.edu.ar

interpretaciones de la expiacin que abre para los pecadores el acceso al trono de Dios nos presentan una imagen violenta de Dios que no perdona libremente sino que exige la muerte del pecador o de un sustituto aceptable. El problema parece derivar de una interpretacin incorrecta del sistema levtico de sacrificios que eran permitidos y exigidosen tiempos bblicos11.

Matar animales o personas como una ofrenda a la divinidad o a los dioses es muy comn en muchos pueblos de la tierra. Es una prctica religiosa muy natural, que tiene su razn de ser en cuanto que:La comunin con la divinidad se establece mediante sacrificios de carne que se comparten entre el donante y la divinidad. Por as decirlo, el donante y Dios comen de la misma mesa, y una mesa que el ofrendante ha servido. Un elemento importante era la manipulacin de la sangre..., por ser la sangre continente misterioso de la vida12.

El argumento teolgico-religioso de la guerra santa es claro en el mensaje veterotestamentario. Dios ordena a Israel acabar con las naciones idoltricas, paganas debido a su infidelidad y a la posible influencia que puedan ejercer estas sobre su pueblo amado. Por otro lado, las muertes o ejecuciones ejemplares, la invasin territorial, la esclavitud, la destruccin y el despojo a las familias de los pueblos13, el botn de guerra, el vasallaje y el pago de tributos se justifican a la luz de una prctica de consagracin religiosa llamada herem, que le quita el carcter cruento de esta practica religiosa, para cobrar el sentido de una ofrenda de consagracin que asegura la bendicin de Dios, y en ocasiones, sirve de expiacin para calmar los mltiples castigos de Israel.

BASES BBLICAS EN EL A.T.A lo largo de toda su historia antigua, Israel se vio envuelto constantemente en guerras provocadas por su posicin geogrfica en el camino entre frica, Asia y Europa, debido a la existencia del gran desierto arbigo entre Egipto y Mesopotamia, asegurando que ambos siempre pasaran por Palestina. Israel al salir de la cautividad egipcia, dice Gn 13.18 que: Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados, lo que indica que su salida no fue del todo pacfica, sino que, aprovechando el desconcierto y confusin egipcios, crearon una revuelta, donde tomaron lo suyo y lo de los egipcios despojndolos. Las Guerras de Israel La historia de Israel como pueblo se inicia con su guerra de conquista de la tierra prometida. El pueblo recin liberado de Egipto encuentra ciudades fortificadas y un enemigo con armas militares superiores. Esta conquista se relata en Josu y contina en el libro de los Jueces.

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Jorge Pixley. En Exige el Dios verdadero sacrificios cruentos? RIBLA, No. 2, San Jos (Costa Rica): DEI, 1988. Pg. 109. 12 J. Pixley. Op.cit. Pg. 111. 13 Pero, matar a una persona por defender un ideal no es defender un ideal: es matar una persona.

La gran desventaja que Israel senta frente a los otros pueblos, los llev a un deseo exacerbado por consolidarse como nacin. Esa idea de ser como los otros pueblos, se repite constantemente en la historia del pueblo. Su complejo de inferioridad los llevaba a un gran delirio que cegaba y embotaba sus mentes. El episodio de 1 Samuel 8.1-22, parece indicar que ese delirio los llev a buscar otros dioses, adorar imgenes y a buscar el dominio sobre sus enemigos. Tras las advertencias del profeta, cierto grupo influyente repite un contracredo o contrapacto ante el profeta y Yhvh mismo, quien les advierte de los peligros de ser y hacer como los otros pueblos. Ya que esto implica, negar el pacto de obediencia, negar el gobierno divino, y autosometerse a un gobierno humano. El escritor bblico deja para sus lectores las siguientes frases: no te han desechado a ti, sino a m me han desechado, para que no reine sobre ellos.(v.7) Dentro de estas advertencias se encuentra el que el rey tomara a sus hijos para ponerlos en el ejrcito, y usufructuara sus bienes y posesiones al ejercer su gobierno14.

LA GUERRA EN LA MONARQUA COMO MEDIO DE OPRESINCuando los ricos hacen la guerra, los que mueren son los pobres. Jean Paul Sartre

Los trminos poder x;Ko Koaj, violencia sm'(x' Hamas, opresin #x;l; Lajats; van tomados de la mano. Y su canal preferido, la guerra. Que hoy como en ese tiempo, esencialmente muestran el mismo patrn. La subyugacin de los pueblos en vas de la carrera armamentista, poltica y econmica. Israel, luchaba con los filisteos no slo por el mandato de Yhvh, sino por la idea de posesionarse de los recursos que le permitan a los filisteos poseer yacimientos de metales con los que forjaban armas e instrumentos blicos, mismos que traficaban o comerciaban por mar y tierra, y lo que los haca ser una potencia en el armado y confeccin de armas. Los filisteos tenan un ejrcito bien organizado y armado (1 S 13.5; 29.2; 31.3), con elementos mercenarios y fuerzas de choque (1 S 13.17, 18; 2 S 21.1822). Conocan y manejaban el hierro y no permitan que los israelitas lo utilizaran libremente (1 S 13.19 22). Debido a esta superioridad militar, fueron el principal enemigo de Israel durante el perodo de los jueces (1 S 4.110).

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Segn el profeta Samuel, con la llegada de un rey se introducira en Israel la sociedad de clases. Ya no sera ms una confederacin tribal dirigida por un (caudillo) que garantizaba la justicia para todos, sino un dirigente aclamado como (rey) en remedo de los estados cananeos, con su correspondiente ejrcito y leva, y un sacerdocio y una administracin civil que dependera directamente del rey.

Es interesante saber que los israelitas contaban con un libro donde ponan por escrito los combates que libraban con la ayuda del Seor, aunque tambin podra ser un manual tctico para hacer la guerra. El libro de las guerras del Seor era una coleccin de cantos guerreros que enunciaban hechos notables, hroes y ciudades conquistadas. Esta posible tradicin literaria era la que sostena que Yhvh apoyaba la conquista blica y la defensa con las armas militares. Algunos eruditos sostienen que esa salmodia se conserva o influy en la redaccin de las victorias de los reyes de Israel. Una vez establecidos en la tierra de promisin, los israelitas tuvieron que luchar para que sus vecinos no los liquidaran. El libro de los jueces presenta esta poca. No haba ejrcito permanente. Segn la necesidad, Dios llamaba a un juez o jefe militar para guiar a su pueblo hacia la batalla, y era menester, consagrarse antes de cualquier combate15. El rey Sal, dentro de los moldes del Modo de Produccin tributario. Con el pretexto de la defensa eficaz contra los filisteos, se cre la necesidad de un pequeo ejrcito regular y permanente16, pero dependa de milicianos que servan nicamente en tiempos de peligro nacional. La contratacin de estos mercenarios, oblig a su adiestramiento especial y sostn, con el propsito de proteger al rey y sus intereses, por lo tanto, deba de existir las condiciones econmicas propicias para la conformacin de una lite que asumiera el servicio de la guerra. Ms tarde David y Salomn, con un ejrcito profesional permanente, siguieron una poltica expansionista; ambos dependan de generales y sus ejrcitos. David, con un reino fortalecido, llega a participar de una de las tradiciones militares regias. En 2 Sm 11.1 dice: en el tiempo que salen los reyes a la guerra, leemos que haban temporadas. Estas temporadas servan para fortalecer el vasallaje o liberarse de l. Algunas veces duraban aos, meses o semanas. Pero eran igual de cruentas y cobraban la vida de muchas personas, incluyendo nios y ancianos. Una de las cosas que hizo el pueblo de Israel en el tiempo de David fue ejercer con ms poder el vasallaje. Los reinos de los cereteos, peleteos, geteos y carios (2 S 15.18; cf. 1 S 30.14; 1 R 1.38, 44; 2 R 11.48), integraron la guardia real de la casa de David, debido a que fueron avasallados. El vasallaje era una prctica muy comn entre los reinos. Esta prctica consista en dominar a uno o varios pueblos con el fin de imponer un impuesto o sistema tributario bastante desigual, la explotacin de la mano de obra, y la formacin de ejrcitos que iran al frente de la batalla. Haba que ir hacer la guerra, pero para ir, haba que fabricarla, justificarla, y crear todas las condiciones necesarias para sostenerla, llevarla y lograr la victoria.

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Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prjimo. Voltaire 16 c.f. Carlos A. Dreher. Salomn y los trabajadores, en RIBLA, No. 5-6, Revista cuatrimestral, San Jos (Costa Rica): DEI, 1990, Pgs. 15-25.

As que los tributos se incrementaron, el botn de guerra fue cada vez mayor, y la produccin debi de incrementarse. El discurso poltico y religioso(teolgico), debi de justificar el derecho real de crear un tributo especial. Este tributo se conoci como leva. La leva o reclutamiento era una forma muy ventajosa de sostener la corte real mediante el servicio o trabajo, a cambio de obras pblicas, que serviran para la proteccin de la ciudad, el fortalecimiento del reino y la adoracin religiosa.Los cananitas hicieron el trabajo pesado de esclavos, ciento cincuenta mil de ellos (5.15; 9.2022), en tanto que treinta mil judos hicieron el resto del trabajo en levas. Diez mil estaban un mes en el trabajo y luego pasaban dos meses en sus casas. Esta leva representaba aproximadamente un 2.5% de los hombres disponibles en la 17 tierra, de modo que al principio no fue opresiva y el servicio era temporal .

Salomn, como su nombre lo indica, ascendi al trono en un momento de estabilidad y paz. David, su padre, haba dejado todas las condiciones necesarias para que el reino continuara por mucho tiempo. Sin embargo, la ausencia de guerra, colocaba al sistema tributario en estado de crisis18 y vulnerabilizaba el aparato del estado. Haba que perfeccionar el sistema, y Salomn tena los motivos apropiados para justificar los gastos de estado.La construccin del templo emerga como cobertura ideolgica para el sistema tributario. El rey construira la casa para Dios; el pueblo garantizara la mano de obra y la subsistencia de la corte. De esta forma, el trabajo de la construccin del templo sustentar a la monarqua salomnica. Y mientras construye la casa de Dios, Salomn tendr tiempo para fortalecer su propio ejrcito real, un mecanismo eficiente de represin que le garantizar la explotacin de sus sbditos19.

Salomn se apoy en la caballera, as como, de sus grandes carros de guerra, y una pequea flota de barcos en Etsin-Gueber, ciudad portuaria en el golfo de Acaba (1 R 9.26-28) para el trfico y comercio de armas, piedras y metales preciosos, especias aromticas, telas finas, transportacin de maderas, esclavos y trabajadores extras, as como de medios para transportar el pago a cada comerciante por sus servicios20. Pero a pesar de esto, la fuerza militar israelita no era preponderante, pero si lo suficiente para despertar admiracin de otros soberanos y pueblos por la eficiente campaa de dominio y estabilidad que prevalecan durante el reinado de Salomn. La construccin del templo representaba los esfuerzos cooperativos de muchas personas, tanto judos como gentiles. Los materiales que se usaron fueron slo los17

Wiersbe, Warren W. Bosquejos expositivos de la Biblia [computer file] : Antiguo y Nuevo Testamento / Warren W. Wiersbe.electronic ed.Nashville : Editorial Caribe, 2000, c1995. (Logos Library System) 18 Carlos A. Dreher. Op.cit. Pg. 16 19 ibid. Pg.16 20 ibid. Pg. 19. Dreher comenta que de acuerdo con 1 R 5.25, Jiram de Tiro [quien provea de la mejor madera de Cedro de Lbano] reciba 20 mil cargas de trigo y 20 cargas de aceite de oliva molida [1 carga pesaba 400 kilos. En total, reciba 8 millones de Kilos de trigo y 8 mil litros de aceite] cada ao.

mejores: grandes y costosas piedras talladas, las maderas ms finas, metales preciosos que dara gloria a la casa. En cuanto al poder militar, Salomn, compr los mejores carros (de Cilicia) y caballos (de Egipto) de guerra, como parece indicar 1 R 10.28. El costo del carro era de 600 monedas de plata y el del caballo era de 150, algo as como 6.8 kg de Plata pura para el carro y 1.7 Kg de plata para el caballo. Salomn, segn 1 R 10.26 posea 1400 carros y doce mil jinetes. Por lo tanto, el costo de inversin y sostn de cada una de estas piezas de ataque deba ser elevadsimo, tomando en cuenta que Israel no contaba con ningn yacimiento en su territorio. Los motivos dentro de la guerra siempre tienen tintes religiosos, sin embargo, su trasfondo, como ya vimos, son intereses polticos, econmicos y militares. El costo por el sostenimiento del aparato religioso, militar y del estado debi de ser alto, y conforme la monarqua se fortaleca, este se incrementaba. El pueblo de Israel, y los pueblos subyugados fueron los responsables de pagar todo este lujo y ambicin desmedida. El enriquecimiento y ambicin de los lderes israelitas cost la vida de muchos ancianos, nios, jvenes y adultos. La explotacin de los pueblos fue tan brutal como la guerra que la justificaba. Este aparente periodo de poder, riqueza, estabilidad y abundancia, slo reflejan miseria y crueldad. Poco tiempo despus de la muerte de Salomn, sus sbditos tratan de levantarse en armas frente a la injusticia y opresin ejercida por varios aos sobre ellos (1 R 12.4). Aprovechando la coyuntura y el vaco de poder, preguntan a Roboam uno de los hijos de salomn: Tu padre agrav nuestro yugo, mas ahora disminuye t algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos (En el v.14 Robom responde) Mi padre agrav vuestro yugo, pero yo aadir a vuestro yugo; mipadre os castig con azotes, mas yo os castigar con escorpiones.

Lo que indica que el resultado de la guerra es la opresin y el ensaamiento de los poderosos frente a los ms dbiles, a los inocentes y desamparados, sin importar el costo en prejuicio de ellos. Al final, los resultados de la guerra no eran la tan ansiada paz, sino la tragedia y la desgracia, el hambre, la desnudez y el odio racial. La guerra, con un tinte religioso, sugiere que Dios se complace de su proceso y resultados y sus bases bblicas ofrecen una dialctica, puesto que por un lado, parecen indicar que la guerra santa es el derecho que Dios ejerce sobre las naciones paganas de cobrar sus mltiples pecados, mientras que por el otro, existen textos que denuncian los grandes abusos y crueldad aplicados durante un conflicto blico, que al final de cuentas no resuelve esencialmente nada y en los cuales Dios nunca estuvo de acuerdo.

Esta dialctica de la guerra hace suponer un tercer elemento que converge en el punto de crisis, que existe algo como la guerra justa. Que no esta justificada ni por la divinidad, ni por ciertos motivos religiosos. Y lo que la sustenta es el clamor de justicia de los pueblos oprimidos. II PERIODO INTERTESTAMENTARIO Durante el perodo intertestamentario surgi el dominio de los griegos y, como consecuencia, se produjo la guerra (o guerrilla) de los MACABEOS, familia juda que lider al pueblo y obtuvo temporalmente la independencia para su patria, hasta que los romanos extendieron su imperio a la Tierra Santa. Las conquistas de Alejandro Magno, en el siglo III a.C., ejercieron un influjo poderoso en las regiones por l dominadas. La cultura griega se propag rpidamente por todas las regiones occidentales de Asia y el norte de frica, constituyendo el movimiento cultural llamado helenismo. A la muerte prematura de Alejandro (ao 323 a.C.), sus generales, conocidos como los Didocos, se repartieron el imperio. Alejandro parece haber sido benvolo con los judos. Cuando se hizo la reparticin de su herencia, Palestina qued bajo la autoridad de los tolomeos; estos fueron tolerantes en materia religiosa y los judos no tuvieron mayores problemas. La situacin cambi cuando en el 199 a.C., Antoco III, selucida, derrot al general egipcio Scopas, y Palestina qued incorporada a la dominacin selucida. Al principio Antoco concedi a los judos cierta autonoma para seguir su religin. Pero pronto las relaciones entre selucidas y judos comenzaron a deteriorarse. Las causas parecen haber sido, por una parte, las dificultades de la economa selucida acosada por las guerras, y, por otra, las divisiones internas del judasmo. Dos partidos queran imponerse en Palestina. Uno, favorable a la cultura helenista (1 Mac 1.11); el otro, de orientacin ms tradicional, rgida y conservadora. En gran parte, las luchas que narran los libros de los Macabeos son el resultado de las rivalidades de estos dos partidos. La confrontacin entre las dos culturas no tena solamente aspectos filosficos y religiosos; hay que reconocer que el helenismo lleg al Oriente prximo como poder militar y poltico intruso. Cuando los judos luchaban contra la seduccin del helenismo, no solo elegan personalmente un modo de vida y una forma de pensar; tambin adoptaban una posicin frente a los poderes polticos, y esto de manera inevitable. La crisis se desarroll en forma violenta cuando Antoco IV Epfanes subi al trono selucida. Apoyado por el partido helenista comenz a tomar diversas medidas contra los judos tradicionales. Para hacer frente a la escasez de fondos del estado, Antoco vendi el cargo de sumo sacerdote al mejor postor entre los judos helenizantes; primero a Jasn en el 174 y, posteriormente, a Menelao en el 171 a.C. La historia de Israel es una crnica de guerra; y el libro de los Macabeos muestra su resistencia militar21. Esta resistencia contra los griegos continu, an con la alianza hecha con los romanos, quienes se comprometieron a respetarlos como pueblo22. Los griegos fueron vencidos,21

H. Haag. El pas de la Biblia.(Barcelona: Herder, 1992), Pg. 134-146

pero los romanos slo cumplieron una parte del trato, ya que, impusieron rey y sacerdote que les eran fieles. La resistencia se torn ms en forma de violencia y guerrillas, tipo terrorismo. Esas guerrillas ejercan un ambiente de temor e inestabilidad al imperio que deban combatirse con ms ahnco. Hubo muchas revueltas judas, todas ellas violentas y sanguinarias. Estas revueltas preocuparon a los romanos. Hasta que una ltima revuelta desde el 66-70 d.C., hizo que un ejrcito romano comandados por Tito, sitiara Jerusaln por unos meses, destruyendo sus murallas y tiempo despus, quemara la ciudad y destruyera el templo23. III COMUNIDAD DE QUMRAN En la comunidad esenia, se escribi una serie de cantos, poesas llamados La guerra de los hijos de la luz (1QM Regla de la Guerra). Ubicada en unas cavernas cercanas al mar muerto, esta coleccin forma parte de toda una biblioteca que conserv la comunidad. Este escrito blico, estaba rodeado de otros textos ms de carcter religioso, por lo que podemos seguir afirmando que el tema religioso esta muy relacionado con el blico. El texto 1QM(Regla de la guerra), ofrece instrucciones a la comunidad en la preparacinpara una lucha prolongada entre las fuerzas del bien representadas por los sectarios- y las fuerzas del mal. La guerra ha de ser librada de conformidad con todas las disposiciones dictadas por Moiss para tal fin24

La alusin a la guerra en estos documentos, muestra cul era el espritu que perneaba la esperanza escatolgica de la comunidad. La vida de ascetismo, no les librara finalmente de la visin de un conflicto armado. La secta no pudo separarse de la idea mesinica relacionada con el liberador caudillo, sacerdote y rey, que circul durante mucho tiempo en la ideologa juda. La guerra la iniciara el Mesas, y pese a la resistencia del sacerdocio oficial y al gobierno poltico en curso, el Mesas, sus huestes y los escogidos de Israel, lucharan por la ansiada libertad hasta obtenerla. La guerra era un smbolo catastrfico en la apocalptica y la denominada literatura proftica(pero, con sus distintos matices), pero a su vez, era un proceso ms dentro de los signos de la inminente venida del Mesas, que traeran el orden real de las cosas, la restitucin de lo saqueado y la ansiada libertad, que posteriormente, los escritores neotestamentarios retomaran para anunciar la venida de Jess.

IV BASES BBLICAS EN EL N.T.22

c.f. F. Qur. Los enemigos de Jess. Madrid (Espaa): Ediciones Paulinas. 1986. Hircano II pidi ayuda al general romano Pompeyo, quien puso bajo su tutela al pas, convirtindolo en protectorado (63 a.C.). La asesora de Pompeyo trajo ms estabilidad al pas, sobre todo, que los romanos permitieran a los judos celebrar sus cultos sin intervencin o imposicin de algn culto o dolo. As dur, hasta que poco a poco fue desplazado por un joven de Idumea llamado Herodes, quien fue nombrado rey de Judea en 37 a.C., y de inmediato acept el puesto y el vasallaje. 23 Por cierto, una obra clsica del historiador Josefo lleva por ttulo Las guerras de los judos, que consta de siete libros, y narra el sitio a la ciudad de Jerusaln. Otra obra es Antigedades judaicas, donde se narra la historia de los israelitas desde la creacin hasta la gran guerra(Ao 66), alabando a los israelitas. 24 Nuevo Diccionario Bblico. Et.al. Colombia: Ediciones Certeza. pg. 568

En el N.T. aparece la palabra guerra o de conflicto.

polemos y se usa 18 veces en el sentido de

LA FUNCIN DEL EJRCITO ROMANO Y SU ACTUACIN BLICA El ejrcito para los romanos fue fundamental, pues jug un papel muy importante en las conquistas, en la pacificacin(Pax Romana) y en la expansin de socio-poltica y econmica del imperio. El ejrcito romano era conocido por su eficacia y fiereza25. Para lograr esa efectividad en el campo de batalla se necesitaba un entrenamiento previo y especial.Mantener un ejrcito tan numeroso y disperso, requiri una poltica contributiva muy fuerte por parte del estado romano. Por otro lado, la presencia militar significaba cierta tranquilidad para el gran comercio(grandes rutas libres de ladrones y piratas), y cierta intranquilidad para los mercados pequeos(expuestos a la extorsin y saqueo militar)26

Para justificar el uso y aprobacin del ejrcito, el imperio estaba conciente que deba crear ciertas polticas que convencieran al pueblo de su uso. Haba que crear un cierto tipo de mentalidad en los ciudadanos que les permitieran aprobar el uso de la fuerza armada. Haba que crear, por lo tanto, los conflictos armados27, atacar algunos pueblos como muestra del poder y probar la capacidad de respuesta del ejrcito ante un conflicto. Esta familiaridad por parte del pueblo con la fuerza militar hara que el pueblo se convenciera de su necesidad. El imperio, no contento con esto, promovi el arte de la violencia de otra forma. Una de ellas era el circo romano. El circo romano mantena el ambiente blico en la memoria del pueblo, enfermndolo cada vez ms, y creando en el inconsciente, una actitud blica con la que poda resolver sus problemas. La violencia era parte de la cultura, y sus manifestaciones culturales eran evidentes. El estado romano, as como los otros imperios que le precedieron, continu el modelo imperialista. Y su modo de organizacin social fue de tipo piramidal. La base eran las clases pobres, pueblos conquistados y oprimidos, esclavos que haban sido convertidos, en cambio, en la punta se centraba el Cesar.

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Basta recordar el sitio a la ciudad de Jerusaln. La opresin que haba ejercido Roma mediante sus procuradores fue tal que deriv en una serie de revueltas que tuvieron su consumacin en el ao 66. Las tropas romanas fueron conducidas por Vespasiano, y que un tiempo despus seran comandadas por su hijo Tito. Tito sitio la ciudad y los habitantes, segn cuenta la leyenda, llegaron a tener tal sed y hambre que llegaron a comerse entre ellos, y tras la conquista, fueron objeto de una serie de muertes y ejecuciones ejemplares. El 10 de agosto del ao 70, Tito destruye Jerusaln y el templo es quemado en su totalidad. La ciudad qued en ruinas y muchos de sus habitantes asesinados. 26 N. Miguez. El imperio y los pobres en el tiempo neotestamentario. RIBLA. No. San Jos(Costa Rica): DEI. Pg. 97 27 De ah que la raz polemoj indique la accin de crear o hacer un conflicto.

La guerra facilit la anexin de nuevos territorios y facilit la poltica expansionista del imperio, que se beneficiaba econmicamente a travs de la mano de obra, los tributos y el empleo de soldados. El crecimiento del imperio romano y su stablishment se debi a su poltica netamente represora. Pero, el otro lado del discurso era que si se deseaba la tan anhelada pax, era necesario el uso de la fuerza armada. El factor teolgico no poda quedar excluido. El crecimiento del imperio, incluy el crecimiento y diversidad teolgica. Haba dioses de todo tipo para cada necesidad especfica. Esto permita que los pueblos sometidos adoraran libremente a sus dioses, pero bajo la supervisin del imperio. El Csar, o propiamente la figura que representaba, tom el lugar de la divinidad. Si era en la divinidad donde radicaba la fuerza, el imperio ceda al Csar ese uso de la fuerza para ejercer la Pax deorum. Las legiones romanas garantizaban la paz y la seguridad que el emperador declaraba. Las legiones, facilitaban el comercio y restauraban el orden, y se poda creer que su actividad blica era slo representacin del largo brazo del poder del emperador. La justificacin era muy clara, si Roma deseaba la paz a travs de todo el imperio, deba aceptar el uso de la fuerza.De esa manera, el mundo se ordena de acuerdo a los principios de poder: las cosas estn en su lugar, hay seguridad, hay paz. Los ricos son ricos, gobiernan y disfrutan; los pobres son pobres; se someten y trabajan; Roma es eterna y su dominio no conoce fin; es la paz definitiva28.

Los pueblos sometidos, no tenan otra opcin ms que aceptar tambin las polticas del imperio sin ninguna resistencia. En el periodo neotestamentario, el pueblo de Israel acept ciertas polticas del imperio, pero ejerci diversos frentes de resistencia y negociacin. Negoci el uso de las monedas. Puesto que en el templo las monedas del imperio no podan utilizarse, deban ser cambiadas por monedas que el templo acuaba. La resistencia era evidente por una diversidad de grupos, partidos religiosos o sectas que se oponan al imperio. Algunas sectas eran ms radicales que otras, como los Zelotes, los Sicarios, los Fariseos, mientras que otras ejercan otro tipo de resistencia, como los Fariseos, Saduceos y Esenios. La guerra para el pueblo de Israel durante el periodo neotestamentario, estaba encaminada solamente desde una visin nacional, que inclua liberar a Israel de sus enemigos, y su motivacin religiosa era ejercer con libertad el culto a Dios.

28

N. Miguez. Op.cit. Pg. 97

La guerra jugaba un papel importante, ya no como conquista, sino como forma de resistencia. Su aliento descansaba en la esperanza mesinica que estaba muy presente en el espritu nacional. Otro factor derivado era de tipo racial. Israel deba gobernar a los dems pueblos en una especie de revuelta o inversin de la escala social. El Mesas aplastara a los opresores y permitira que la nacin se burlara de ellos. USOS FIGURADOS Jehov de los ejrcitos es un ttulo que se usa para expresar el poder de Dios. Pablo emplea figuras de la guerra para hablar de nuestra batalla contra las huestes del diablo (1 Co 16.13; Ef 6.1118; 2 Ti 2.3, 4). La verdadera lucha es espiritual (2 Co 10.4) y su campo de batalla est en los cielos (Ap 12.7). El cristiano debe ser buen soldado y pelear una buena batalla (1 Ti 1.18; 2 Ti 2.3, etc.). ACTITUD BBLICA HACIA LA GUERRA Al principio la guerra en las Escrituras pareca tener significado religioso; se crea que al guerrear, los israelitas obedecan la voluntad de Jehov (Dt 20.14). Dios se conoca como un varn de guerra (x 15.3; Is 42.13) y se consideraba como capitn del ejrcito (2 Cr 13.12; 20.17). Se invocaba su nombre en el grito de guerra (Jue 7.18, 20). Prcticamente ningn pueblo de la antigedad, incluyendo a los judos, sala a la guerra sin alguna seal de aprobacin divina. Durante el tiempo de los profetas, la guerra muchas veces constitua un castigo divino, mientras que la paz se interpretaba como manifestacin del favor divino (Jer 16.5). Si bien el Nuevo Testamento no condena la guerra explcitamente, s instituye principios tendientes a eliminarla (Lc 10.27; Stg 4.13) y exalta la PAZ como estado deseable (Mt 5.9; 1 Ti 2.2) y fruto del Espritu de Cristo (Jn 14.27; Gl 5.22), el Prncipe de paz (Is 9.6). VISION TEOLGICA La postura en el N.T., respecto a la guerra siempre ser condenatoria. Los evangelios utilizarn el trmino polemoj con una idea escatolgica, para hablar de que las guerras antecedern a la venida de Jess. En Stg 3.16-4.4 se habla sobre las discusiones y pleitos que hay en las relaciones humanas, y se entiende que en la comunidad tambin los hay, y que son las manifestaciones del pecado, debido a que existe una ausencia de Dios en las personas. El trmino polemoj, utilizado en 9 ocasiones, describe en el libro de Apocalipsis un giro distinto.El libro de Apocalipsis es un llamado a la perseverancia(resistencia) y a la fidelidad de los cristianos en una situacin de persecucin. Esta persecucin se gener en una situacin muy concreta. El imperio romano se constituy paulatinamente, desde el siglo I antes de Cristo en adelante, como un sistema poltico militar que tom en sus manos el control del poder econmico y social, en todo el vasto territorio en el cual asent su imperio.

El texto de Apocalipsis est escrito desde la experiencia de aquellos sectores que resistieron al poder del Imperio RomanoEs la respuesta de aquellos que rindieron su vida, antes que someterse al poder idoltrico29.

La guerra contra los escogidos es inminente, pero en esa guerra no se encuentran solos, esta Dios y sus huestes anglicas. Para los enemigos de Dios, el conflicto ser por la sobrevivencia y permanencia de un estado, condicin o estilo de vida regido por el ser/tener/poder, para los escogidos por Dios, integrados por lo que perseveran hasta el fin, la guerra significa resistencia. Apocalipsis no insta a hacer frente a los poderosos con las armas, sino a utilizar la mejor arma: La fe en el reino de Dios y su justicia. Los escogidos deben resistir mediante la justicia y la no adhesin al sistema decadente. Deben luchar contra el sistema, aunque les cueste la vida. Depender de ello que la economa del imperio caiga30, que su ideologa caduca de muerte sea cambiada por, que los gobernantes poderosos sean desplazados, que sus ejrcitos sean combatidos con , que su riqueza sea devuelta, que su orgullo y grandeza sea considerada como signo de su debilitamiento y cada. Y es mediante la justicia de Dios que la resistencia de los escogidos habr valido la pena: Algrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apstoles y profetas; porque Dios os hahecho justicia en ella.(Ap 18.20)

Dios, utiliza la justicia para juzgar y luchar31 contra los poderosos de las naciones que se resisten a l como Seor. En Ap 18.18-19 se concentran todas las estructuras de poder que integran la opresin y le dan vigencia. Una lectura sociopoltica de la lista de los funcionarios y asistentes que se renen para hacer la guerra en contra del Rey de reyes y Seor de seores (v.16) y las huestes celestiales, nos muestra que toda la estructura imperial que permite su subsistencia sale al encuentro. Todos los que han llegado a hacer la guerra contra de Dios, son los mismos que durante un tiempo recibieron poder de la bestia porque le adoraron, se asombraron de ella, de sus poder y seales, y creyeron en su mensaje, y por tal motivo, fueron nombrados por ella para recibir un lugar en su reino. Hoy ha llegado el tiempo de defender los intereses del rey que son tambin los suyos. Este proceso lo vemos en los captulos: 11.7-11,18; 13,3-4.7.12-17; 17.8-14. A la voz de mando, la guerra se inici, el espacio/tiempo dentro de la narracin desaparece, lo nico que indica es que Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profetaque haba hecho delante de ella las seales con las cuales haba engaado a los que recibieron la marca de la bestia, y haban adorado su imagen.(v.20)29

Dagoberto Ramrez Fernndez. El juicio de Dios a las transnacionales. RIBLA. No. 5-6 Revista cuatrimestral. San Jos(Costa Rica): DEI. 1990. Pg. 57 30 Los escogidos no compran ni trafican por no tener el sello de la bestia. Y llegar un da donde los mercaderes llorarn debido a que nadie ms traficar con ellos. Ap 18.11-20 31 Entonces vi el cielo abierto; y he aqu un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.(Ap 19.11)

Para hacerle frente al que representa el peligro para el sistema se han reunido todos los aparatos de institucionales de poder. 1. En primer lugar se encuentra la Bestia: Que representa el poder mismo que devora a los pueblos. 2. En segundo lugar, el falso profeta: Que representa el discurso mentiroso que justifica la poltica y gobierno, y faculta a la bestia para hacer todo lo que dese. 3. En tercer lugar, los que haban recibido la marca, los cmplices del sistema. Este grupo esta integrado por: a) Reyes: Que representan a los gobiernos corruptos b) Poderosos: Que representan los intereses de los personajes pudientes. c) Capitanes: Que representan a los estrategas militares que realizan las labores de conquista. Las tropas, soldados, la armada. d) Caballos y Jinetes: Que representan la fuerza pblica, el brazo de la fuerza del poder imperial, el terrorismo, la paz mediante la invasin. e) Libres y esclavos, Pequeos y grandes: Representan a todas las fuerzas sociales que sustentan al imperio. Aquellos que sostienen la estructura social. Todos ellos haban adorado a la bestia. Lo que indica que haban jurado devocin a cambio de favores y proteccin. Y al recibirlos, se juegan la vida y la pervivencia del imperio en esta lucha si son derrotados. El texto nos indica que la bestia fue apresada. Esta imagen de cambios de estructura, cambios de situacin, es escatolgica, ya que, el represor ahora es apresado, la bestia devoradora ahora es sujetada. El falso profeta, que representa el discurso ideolgico que garantizaba y fortaleca el xito del sistema, es apresado, con lo que indica que todas las seales, representaciones o smbolos ideolgicos que maravillaron a muchos eran mentira. La bestia y su aparato eran legitimados por los tanques pensantes, operadores de discurso ideolgico que dan vida al sistema, quienes engrandecan al poderoso, y elevaban su imagen pblica para imponer miedo y respeto. La guerra, segn el pasaje ha terminado. Los poderosos, el sistema imperial junto con su aparato de poder ha terminado. La paz lleg por la justicia de Dios, y se hizo una realidad mediante la resistencia. Notemos que Apocalipsis 19.13 habla que este personaje celestial lleva un nombre, que esta vinculado con su esencia, que es: el verbo/palabra de Dios. El v.15 dice que de su boca sale una espada aguda con la que hiere y rige a las naciones, y el v.21 nuevamente menciona la espada que sale de la boca, queriendo indicar directamente a la palabra que sale del corazn de Dios (Mt 12.34 Porque de la abundancia del corazn habla la boca.) y que penetra hasta lo mas profundo. La palabra o el discurso es el nico medio de resistencia ms eficaz en momentos de crisis. Dice un dicho: un pueblo callado es un pueblo dominado. La palabra de Dios es proftica. Denuncia las atrocidades, anuncia el mensaje, enjuicia los malos actos, castiga a los inicuos, restaura a los lastimados.

Y es en este proceso de restauracin que, los siguientes captulos de Apocalipsis van clareando la situacin de crisis y opresin, revelando el nuevo reino. Un reino que desciende y se hace asequible. Y que es parte de la nueva creacin, del nuevo orden. Los que resistieron hasta el fin, no slo son los que esperan al Mesas, mientras las cosas se van poniendo en orden, sino son aquellos que escuchan la palabra y la ponen por obra, es decir, trabajan o construyen el reino. La confianza en el poder y soberana de Dios, la resistencia mediante la fe, la fidelidad a Dios a pesar del panorama, la lucha contra todo sistema opresor, son las condiciones que encontramos en este libro que hacen que Dios haga la guerra como movimiento de justicia, equidad, igualdad, restitucin, redencin.

V LA GUERRA SANTA Y JUSTA: UNA RELECTURA BIBLICA DESDE LA RESISTENCIA POPULAR CONTRA LA OPRESIN DE LOS PODEROSOS Los argumentos anteriores me permitieron exponer la visin teolgico-religiosa de la guerra a lo largo de la historia de Israel, su influencia y alcances en la mentalidad del pueblo, as como el desarrollo de la tcnica y estrategia blica, justificada por la aprobacin y direccin de Yhvh contra las naciones paganas. Pero una relectura de la historia de Israel y sus intervenciones blicas en esa historia parecen dar un sentido distinto a nuestro estudio sobre la guerra. Existen diversas corrientes de estudio que han dado paso a la lectura literaria del texto, y que han arrojado otros puntos importantes respecto a la historia del pueblo de Israel y sus conquistas que han permitido suponer que el pueblo de Israel, mas bien se conform por una serie de clanes o grupos de familias(pueblos) que tenan en comn varias cosas y que se fueron aliando bajo un nombre y Dios. La alianza de clanes estaba compuesta por campesinos autctonos que se alzaron contra ladominacin de los reyes de Canan con el propsito de fundar una sociedad netamente campesina. Esta sociedad estaba organizada por clanes autnomos que se aliaban circunstancialmente con otros clanes similares para defenderse y fortalecerse ideolgicamente con la celebracin de sus victorias32

Ante este argumento, cul sera una lectura de la guerra realizada por Israel? Como vimos en los puntos anteriores, Israel apareca como una extensin de la justicia implacable de Dios sobre los dems pueblos paganos que deban ser aniquilados sin importar condicin, edad o sexo. Por otro lado, dicha manifestacin de poder tena una justificacin religiosa bajo la idea de que todos deban humillarse ante el Seor de Israel, as como de participar de una gran liturgia de consagracin de la tierra y todo lo que habita en ella llamado herem. Dicha consagracin consista en inmolar, sacrificar y destruir lo inmundo o anatema32

J. V. Pixley. Biblia y Liberacin de los pobres. Mxico D.F.: CAM, 1986. Pueblo de Dios: la conquista segn el libro de Josu. Pg. 69. El autor cita la teora de George E. Mendenhall y Norman K. Gottwald respecto a la formacin del pueblo de Israel durante su salida de Egipto, su trayecto hacia la tierra prometida y su conquista a Canan.

para que pasara a ser consagrado o apartado mediante el proceso de expiacin o dedicacin. La relectura de los textos permite descubrir que fueron ms bien los intereses de ser/tener/poder los que realizaron grandes movilizaciones de los pueblos para someter a sus vecinos y mantener el control mediante impuestos, levas o vasallaje. La relectura propuesta presente la guerra de manera distinta. Se muestra como el uso de la violencia mediante una revolucin. La violencia revolucionaria es una respuesta contra el sistema y las personas que se valen de la violencia estructural para dominar. Esta forma de liberacin ha sido utilizada a travs de la historia de casi todas las naciones, ya sea para alcanzar independencia o para transformar las estructuras que explotan y dominan a las personas. Las conquistas aparentes eran ms bien conflictos entre los campesinos contra los habitantes de las ciudades33. Segn esta teora, el conflicto fue una LUCHA DE CLASES. Esta lucha se ve desde Egipto, donde son los marginados, los explotados, los siervos que se levantan contra sus opresores. La formacin del pueblo se agrupo por clanes o familias que simpatizaban o convergan ideolgicamente. Todos ellos compartan una situacin lamentable, por lo que eran hermanos de la misma desgracia o circunstancia. Muchos de ellos se haban mezclado, por lo que tenan lazos sanguneos. Otro tanto, trabajaba cotidianamente por muchos aos en un mismo lugar y eso los haca compaeros de trabajo. Tambin fue una LUCHA IDEOLGICA. La cosa ms importante es que tienen anhelos de su tierra y de su libertad, y que tenan una fe en comn. Esa fe en comn converga en diversos ancestros o patriarcas que eran familiares, los cuales les haban dado una promesa de una tierra, por la cual haban salido de sus tierras y de sus casas para ir en pos de las promesas recibidas, pero lo ms importante, que la manera en que conocan a sus dioses, no eran mas que atributos o expresiones diversas de un solo dios llamado Yhvh. El relato religioso de la salida del xodo nos confirma que les sirvi a esas tribus o clanes el tener una fe en comn. En su trayecto de salida, muchos otros pueblos o clanes aprovecharon para emanciparse, y como presente en los primeros puntos de este trabajo, la salida de estos pueblos no fue pacifica, sino armada. Lo que indica que si se dio una lucha de clases y si existieron resistencias contra el sistema egipcio que convergieron en un punto con la manifestacin de Dios mediante las plagas.

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J. V. Pixley. Pg. 70

Inspirados por la rebelda de los hebreos que haban salido de la servidumbre otros pueblos fueron sumndose. Este fue el caso de los madianitas, quienes se aliaban a Israel en casos difciles o les traicionaban cuando vean la oportunidad. As como los madianitas, encontramos tambin a los moabitas, etc. En el trayecto hacia Canan, Israel fue aprovechando las resistencias campesinas o las luchas de clases entre los pueblos levantndose en nombre de Yhvh 34. Este es el caso de Raab, la mujer que era explotada como prostituta35, quien ayud a los espas a conquistar Jeric.La verdad, en medio de este pueblos llamado Israel hay quenitas(Nm 10.29-32; Jue 4.11.17), madianitas (Ex 2.21), cuchitas(etopes negros)(Nm 12.1), y una, no muy bien identificada, multitud que posea ganado y ovejas (Ex 12.38). El Libro de los jueces nos habla de innumerables grupos que convivieron con los israelitas (Jue 1.27-36)36.

Por lo tanto, la guerra o conflictos armados no son de Israel contra las poblaciones de campesinos, sino contra las ciudades estado cananeas.Por un lado, el campo: fuerza productora, generadora de riqueza, pero explotada, oprimida, pobre. Del otro, la ciudad: fuerza explotadora, que se sustenta concentrando y comercializando la riqueza producida por el campo. Este es el centro de conflicto: el clan, el campo, la familia, la herencia estn siendo oprimidos y espoliados por el palacio, por el templo y el cuartel Yav y Baal, tambin, son los polos ideolgicos de este conflicto. La fe en Yav supone la adhesin al proyecto del campo libre, autnomo, dueo de su producto. La fe en Baal(es la idolatra en general, en la Biblia) tiene por detrs el proyecto del palacio, del tributo. Yav es el garante del derecho del pueblo productor. Baal es el garante del derecho del rey. En esta relacin conflictual existe la semilla de la violencia37.

Inevitablemente, el derecho del rey deba ser defendido y el aparato intentara ahogar cualquier brote de insurreccin. Esto generaba nuevos y mayores males agravando as la situacin de los mismos pobres y oprimidos. Para lograr la superacin de la violencia estructural no basta con cambiar la estructura social, la historia nos ensea que los que usaron la violencia para quitar al opresor, posteriormente podan volverse privilegiados y opresores. As que la violencia revolucionaria, puede ser con justicia, pero no con amor. Puede ser la opcin momentnea de un pueblo oprimido, pero no el remedio final.

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ibid. Pg. 84 Las prostitutas eran consideradas en la escala social como de las ms repugnantes y bajas. Junto a ellas se encontraban los jornaleros, los pescadores, entre otros. En el caso de Raab, ella y su familia continuarn habitando en medio de Israel (Jos 6.25) 36 Op. Cit. S. Gallazi. Pg. 19 37 Op. Cit. S. Gallazi. Pg. 20

La guerra en las escrituras, puede tener diversos orgenes y a la vez, diversos fines. La guerra como forma de opresin, conquista, esclavismo, de abuso y acaparamiento por parte de los ricos y poderosos es un signo de pecado porque su causa es injusta En cambio, la guerra, como forma de libertad o emancipacin por parte de las clases populares es un signo de justicia, para que todos los pueblos de la tierra conozcan que lamano de Jehov es poderosa; para que temis a Jehov vuestro Dios todos los das.(Jos 4.24)

En esto radica la santidad de la guerra, no en que se destruya y se abuse de los inocentes, sino que se busque la justicia divina equitativa para todos. La guerra santa no se da entre reyes que buscan dominio mayor, ni entre ciudades en procura de un mayor control territorial. Guerra santa es la eliminacin del centro del poder opresor38. Yhvh, que liber a estos clanes de Egipto, quien les dio un nombre y un lugar, es quien luchar a su lado en pro del establecimiento de la alianza. La alianza o pacto no slo es de carcter redentor, sino liberador y creador de justicia. Esta justicia se ver en la memoria histrica de Israel, ya que muchas de las estipulaciones o mandamientos que reciben siempre buscan la proteccin del pobre, el hurfano, la viuda, el desvalido, nios y ancianos. En resumen, todos los que son vctimas del afn de ser/tener/poder manifestado a travs de la violencia y el uso de las armas. Es indudable que hay ciertos indicios en algunos pasajes del A.T., que refieren el sacrificio humano. Sacrificar a los primognitos aparece como un mandato de Dios: "No te retrases en traerme los primeros frutos de tu grano y de tu via. Me entregars a los primognitos de tus hijos" (Ex 22, 28). Sin embargo, encontramos tambin reproches y prohibiciones en distintos textos bblicos: "Tomaste a tus hijos y a tus hijas, a quienes habas dado a luz para mi, y los inmolaste como alimento para los dolos. Como no bastaban tus prostituciones" (Ez 16, 20). "Han construido el mausoleo de Tfet, en el valle de Ben-Hinn, para sacrificar en la hoguera a sus hijo e hijas, cosa que yo no les mand ni se me pas por la cabeza" (Jr 7, 31; 19, 5-6; 32, 35). Durante la renovacin religiosa del reinado de Josas, l mismo "profan el crematorio del valle de Ben-Hinn, para que nadie inmolara a sus hijos en honor de Moloc" (2Re 23, 10). Dios reprueba las prcticas paganas: "No te comportars as con el Seor tu Dios, ya que no hay nada ms odioso y detestable para el Seor que lo que hacan estos pueblos por sus dioses, pues incluso quemaban a sus hijos e hijas en honor de sus dioses" (Dt 12, 31). "No dars a tus hijos para sacrificarlos a Moloc, ni profanars el nombre de tu Dios. Yo soy el Seor" (Lev 18, 21).38

Op. Cit. S. Galazzi. Pg. 21

En la legislacin del libro del Levtico, esta prctica merece la muerte: "...Cualquier hombre, israelita o extranjero residente, que sacrifique alguno de sus hijos a Moloc, ser castigado con la muerte; el pueblo lo apedrear. Yo castigar a ese hombre y lo expulsar de su pueblo, pues al sacrificar su hijo a Moloc ha manchado mi santuario y profanado mi santo nombre" (Lev 20, 2-3). Los argumentos que muestran a Dios exigiendo el sacrificio (Herem) de los nios y adultos, Nm 31.9 ss., parecen chocar con aquellos que prohben el sacrificio de los mismos con motivos religiosos. Estas dos posturas contradictorias, muestran que la prctica ritual se volvi tan hostil e idlatra, que hubo que regularla, ya que tena mas parecido con el culto de sacrificio a Moloc. El error Teolgico o Hermenutico, parte de desde dnde el sujeto hace la lectura o comprensin del propsito de Dios. Para un cierto grupo nacionalista, que ha crecido en un ambiente expansionista y de acaparamiento hostil, que ha sido amaestrado desde su infancia para la guerra o para aceptar con normalidad la guerra, con una visin de pureza racial, con un celo religioso, quiz con cierto grado de venganza, podra entender que el herem deba acatarse en razn de aniquilamiento, destruccin, esclavitud, sometimiento, saqueo, violacin, en virtud de que Dios los ha escogido para someter todas las cosas, para que reine la paz, la dicha y la justicia sobre la impiedad pagana. En todo caso, la guerra ser una forma de promover esa visin existencial de vida que esta sujeta al mandato del poderoso. En cambio, otro grupo, que ha crecido bajo un imperio poderoso, que le ha privado de toda garanta y derecho, que ha ejercido coaccin violenta, que le impuesto cargas y deudas que le han ahogado cada vez ms, que les han hecho experimentar la injusticia y la miseria, que han costado la vida de muchos mientras otros gozan de riqueza y lujo, podra entender que herem es la manera de librarse de sus opresores. En todo caso, la guerra ser una forma de resistir al opresor mediante la bsqueda de Dios, su reino y justicia, dignidad, igualdad, paz, etc. Ser la forma de frenar los sacrificios humanos que exige el rgimen, y rescatar de las garras del hambre y de la muerte a muchos. En los textos aparece tambin el tema de la sustitucin: "A la primera cra del burro la puedes sustituir por un cordero, pero si no la sustituyes la desnucars. A tus hijos primognitos los rescatars. No te presentes a mi con las manos vacas" (Ex 34, 20). La guerra justa es en realidad el acto de resistencia o lucha popularcontra toda forma deopresin y de explotacin del pueblo pobre; lucha contra toda ciudad y el sistema violento por ella representado. Esta lucha, nunca ser llamada violenta: ser siempre guerra de Yav, guerra santa, guerra bendita y bendecida.39

La Biblia, presenta por un lado, suficientes argumentos que justifican la guerra y la violencia. Presentan a un Dios sdico, que se complace en la sangre de los paganos que le es sacrificada, que motiva a su pueblo a destruir a las naciones paganas, a quitarles sus posesiones, y a acabar con todo rastro de idolatra. Pero por otro lado, da pasos en busca de los derechos humanos. Presenta a Dios preocupado por los ms dbiles, defendindolos y luchando contra los que los oprimen.39

S. Gallazi. Pg. 22

Y esa preocupacin, la trasmite a su pueblo para que no los oprima, ni los maltrate, ni los esclavice. Hay suficientes bases bblicas que sustentan el amor al prjimo, el perdn, la restitucin, el trato justo, la igualdad. Qu hacer? Jess, retoma el espritu de la ley y habla sobre el amor. No hay nada mejor que el amor. La guerra y la violencia son detonantes de la venganza. Y el que entra en su proceso de muerte, termina muerto. Por eso Jess dice en Mt 26.52: Guarda tu espada en su lugar. Porque todos los que pelean con la espada, tambin a espada morirn. Por lo tanto, la guerra no es el camino. Jess ensea que la violencia genera ms violencia. Y entiende que ese camino lleva a la muerte. Para Jess, no hay argumentos que justifiquen que su pueblo ejerza la violencia sobre otros. Jess ordena guardar la espada. El cristiano no puede leer la Biblia buscando justificantes para hacer la guerra. As que esa prctica tan antigua debe desaparecer en la comunidad de creyentes. Los pleitos y las luchas son diablicos. El herem, que implicaba sacrificar o consagrar para Dios objetos, ciudades o personas puede seguirse utilizando pero de otra manera. Pablo dice en Rm 12.1-2: As que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, quepresentis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conformis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Lo que hay que consagrar de manera consiente y comprometida es la vida misma, un sacrificio vivo y santo, que agrade a Dios. Rm 12.9-21 habla sobre la actitud que debe prevalecer en la iglesia. Ellos deben resolver cmo amar a pesar de que los dems no vivan o entiendan como nosotros. Y dice del 19-21: No os venguis vosotros mismos, amados mos, sino dejad lugar a la ira deDios; porque escrito est: Ma es la venganza, yo pagar, dice el Seor. 20As que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonars sobre su cabeza. 21No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.

Quien haga lo contrario, estar atribuyndose el lugar de Jess. El ser humano, esta por lo tanto, advertido. No puede constituirse en el lugar de Dios. De hacerlo, recibir l mismo la paga.A la luz de todos estos pasajes, es lgico esperar que la cuestin de la guerra y la violencia se hubieran resuelto para siempre. Sin embargo, despus de varios aos, la discusin contina abierta; aclaraciones, posturas ambiguas, vacilaciones, astucias diplomticas, compromisos. Continuamos balancendonos como juguetes entre el concepto de guerra justa e injusta, entre agresin y defensa...40

40

A. Pronzatto. Pg. 38

VI LA GUERRA EN LA ACTUALIDAD En la actualidad, la guerra es el tema que ocupa los encabezados y las portadas de revistas y peridicos. Esta en los discursos de los polticos y en los juegos y caricaturas de los nios. Hoy la guerra se mira por televisin. Y se ha anexado a la programacin del canal muchas veces como una forma de entretenimiento. La guerra se ha convertido en impersonal. Se habla de todo tipo de armas dirigidas por computadora, a las que se llaman inteligentes. Las cuales son 95% eficaces a la hora de caer en sus objetivos y destruirlos. El margen de error es muy vago y garantiza la conquista de los objetivos. Aunque, la vaguedad en el margen de error ha costado la vida de cientos de personas inocentes.A consecuencia de los atentados del 11 de septiembre, como jefe de la nica superpotencia global, verdadero imperio no-territorial, Bush ha decidido dominar el mundo por la fuerza. Inaugur la guerra permanente y la justicia infinita, pasando por encima de convenciones y leyes internacionales. En sus pronunciamientos est clara una escalada peligrosa. El primer paso fue convocar al mundo para una guerra implacable contra el terrorismo internacional. El slogan era: "quien no est con nosotros est contra nosotros"[Una manipulacin de los textos bblicos de Mc.9.40; Lc 9.50, 11.23] . El segundo, fue identificar los pases susceptibles de abrigar y fomentar el terrorismo global. Contabiliz cerca de sesenta, llamados pases "parias" y "bandidos", tres de los cuales forman el eje del mal, Irn, Irak y Corea del Norte. Y finalmente proyect la guerra preventiva. En el discurso del 7 de octubre de 2002, dirigindose a la nacin, Bush dice claramente: "En vista del evidente peligro, no podemos esperar a tener pruebas decisivas", haremos la guerra. Ahora bien, es premisa del derecho pblico e internacional que toda decisin se base en pruebas decisivas. Los inspectores internacionales no han encontrado hasta ahora ninguna prueba decisiva, y tampoco fueron convincentes las expuestas por Colin Powell. Pero para Bush esto no es impedimento para una accin unilateral. Quien amenace y desafe militarmente al pas debe ser, inmediatamente, desarmado. Y Bush amenaza con usar todas las armas disponibles en una accin militar preventiva41

No cabe duda que el pronunciamiento de uno de los jefes ms poderosos del mundo va en contra de todo principio bblico, an cuando us del aparato poltico e ideolgico para justificar la guerra con pasajes de la escritura, y con asesores religiosos 42, convencer a las masas que Dios estaba de su lado. Con un raciocinio como este no queda la menor duda que la civilizacin no suprime la barbarie, la perfecciona. 43 La guerra, se ha convertido en un arte, en una tcnica, en un oficio, en un discurso barato que justifica la destruccin de la imagen humana por la imagen animal.41 42

L. Boff. Guerra-masacre. RELAT. www.koinonia.com.ar/boff Ante tal actitud, Alejandro Pronzatto dice: el delito de Can es siempre justificadoy la sangre contina vertindose da tras da. Mientras tanto, esos telogos siguen justificando la guerra. Confo en que elSeor perdonar esa idiotez blasfema

Uno de sus asesores religiosos es el renombrado evangelista Billy Graham, quien junto con su hijo, se han encargado de justificar y promover la guerra en los crculos protestantes. Pater dimitte illis non enim sciunt quid faciunt! 43 Voltaire

ES EL HOMBRE UN GORILA CON FUSIL? Dice el dicho homo lupus homus, el ser humano se ha convertido en su propio depredador. El Adn bestial, justifica sus ideas homicidas transformando el arte de labrar y trabajar el huerto, en el arte de producir muertitos con toda precisin y eficacia44. En vez de preservar el sistema y su equilibrio, lo manipula y destruye con sus propias manos. Lo que hominiza al hombre es el trabajo 45, dice Engels, ms no la violencia, ya que, la utiliza para empuar garrotes, con los que ataca a sus enemigos, o para bombardear a estos con frutos y piedras. La violencia, por tanto, lo destruye como un animal que esta al acecho en la puerta(Gn 4.7), lo transforma en mono.Alguien ha lanzado la hiptesis de que la violencia es un instinto natural en el hombre. Un hombre que no sea violento no es normal. La hiptesis surge desde el hallazgo de un mono armado con un hueso de antlope del que ech mano, sin duda, para romper el crneo de un adversario[]La deduccin de los investigadores es que el instinto de la violencia es propio del homo sapiens[]En nuestro progreso de evolucin hemos llegado a un punto crucial, si no logramos superar el nivel [de la violencia como instinto] al que habamos llegado hace un milln de aos, terminaremos muy pronto desapareciendo como el dinosaurio46

La violencia que hay en el ser humano no puede ser justificada como slo la respuesta instintiva o animal ante una situacin de peligro. Hay algo ms profundo de fondo que exige ser desentraado. No se puede seguir justificando al ser humano de no ser culpable de sus actos.Por qu nuestra alta criminalidad satura y congestiona nuestras prisiones, y el porcentaje tan alto de enfermedades mentales ha crecido a tal grado que los enfermos mentales ocupan hoy una de cada seis camas de los hospitales? El doctor Karl Menninger, psicoanalista y fundador de la mundialmente famosa clnica Menninger responde en el libro "Qu ha pasado con el pecado"?", dice que nuestras prisiones e instituciones mentales estn saturadas porque el hombre moderno no puede descubrir su pecado. El doctor Menninger aboga porque de nuevo hagamos el saludable descubrimiento de que somos pecadores, puesto que un pecador es el que dice, "Soy responsable de mis acciones no amorosas y puedo cambiar"47.

Cul debe ser la postura del cristiano frente a la guerra y la violencia? Abstenerse de ella, ya que es una manifestacin del pecado. No existe, ni existir una guerra justa. La lectura de la Biblia nos mostrar los procesos blicos de liberacin o de dominacin, justificados o injustificados, y el espacio de significado que crea en cada lector, permitir que cada uno emita un juicio al respecto. Muchos al tener esa libertad, abusan del texto, manipulndolo.

44

S. Palomino. Acldama: La planificacin social de la muerte. Pg. 125, en Plpito cristiano y justicia social. Mxico, D.F.: El Faro, 1994. 45 F. Engels. El papel del trabajo en la transformacin del mono en hombre. 4 ed. Mxico, D.F.: FONTAMARA, 1995. 16 Pp. 46 A. Pronzatto. Pg. 39-40. 47 D. LINN; M. LINN; S. FABRICANT. Sanando las heridas en las ocho etapas de la vida. 2 ed. Mxico D.F.: Librera Parroquial de Clavera. 1995. 238 Pp.

Lo cierto es, que la guerra por ser manifestacin del pecado, nunca ser opcin para el pueblo de Dios, en cambio, la lucha mediante la resistencia, crea espacios valiosos y es la opcin que el creyente debe de asumir con madurez. La resistencia, es el cimiento de toda dignidad humana48. Y Las formas de resistencia pueden ser:Culturales, ticas y espirituales al interior del sistema de globalizacin. Esta resistencia no es terica o ideolgica, sino que se identifica con la lucha por la vida humana y por la integridad del cosmos, la lucha por la reconstruccin de la sociedad civil y del Estado y por una cultura y tica de la vida, en contra de la ideologa de muerte del neoliberalismo. Es sta la resistencia y la lucha que nos permite pensar y construir alternativas al actual sistema de globalizacin neoliberal. Los cristianos no se enfrentaron directamente con el sistema, pero en cambio vivan una resistencia cultural, tica y espiritual que a largo plazo termin destruyendo su legitimidad. Las armas que deben usarse en este combate: la verdad, la justicia, la paz, la fe, la oracin, la vigilancia permanente y, especialmente, "la espada del Espritu que es la Palabra de Dios" (Ef 6, 13-20). El cristianismo, en esta reconstruccin de la vida, del espritu y de la esperanza, tiene en sus manos toda la fuerza histrica de la Palabra de Dios.49.

La palabra es y ser el nico medio eficaz para ser la voz de los sin voz, voz proftica acuciante, voz de libertad. En una sociedad de ese tipo, es normal que se pretenda silenciar a los que piensan y se expresan con libertad. La voz de los cristianos debe hacerse escuchar. Frente a la guerra, la postura institucional de la INPM es de rechazo total, pero en las mentes de muchos presbiterianos an no es muy clara la postura o el argumento en contra. El caso es que la violencia brota en el corazn del hombre, para extirparla de latierra ser menester antes no dejarla brotar en nosotros mismos. El mal, antes de explotar fuera, corroe primero las conciencias. Muchas veces, en la historia humana, la conciencia ha sido cmplice de la guerra, porque lentamente ha ido disminuyendo su resistencia interior. Si dentro del corazn, en el espritu, en la conciencia, no es uno hombre de paz, no construiremos la paz jams. El primer desarme que hay que realizar es librar la conciencia de todo prejuicio, desarmar el corazn dentro del cual todos llevamos dentro un polvorn que podra explotar en cualquier momento.50

Ante la amenaza de la guerra, el cristiano debe cumplir su vocacin proftica. A Isaas se le dice: Grita, alza tu voz y denuncia la transgresin (sobre un individuo o nacin) y pecado de mi pueblo. (Parfrasis de Is 58.1) Pero, reconozcmoslo con mucha humildad, aunque tambin con inmensa pena. El grito proftico se nos queda en la garganta, se ahoga entre los espinos de la frivolidad, de la insensibilidad y la abdicacin neuronal.48 49

Seix Barral P. Richard. Palabra de Dios: Fuente de vida y esperanza para el nuevo milenio. 50 U. Vivarelli en Evangelios molestos. A. Pronzzato, Pg. 46

Resistir con la palabra es hacerse escuchar denunciando la opresin, los prejuicios, los intereses egostas, los dogmas fundamentalistas, la envidia, la ira, las verdades crueles, la cobarda, la pereza mental y fsica, el desnimo y los estrpitos de la sociedad de hoy. Para los mexicanos presbiterianos esta es una hora magnfica para resistir la anestsica tentacin de quedarse callados, someterse o entregarse a los poderes esclavizantes que da a da se juntan para pelar contra el Cordero(Ap 17.14).Meditemos en las siguientes palabras duras y tristes de un telogo moderno: el gran escndalo actual consiste en que haya a estas alturas del siglo XX, telogos, moralistas, miles de cristianos que estn por la teologa del terror, la casustica del crimen y la moral del asesinato. Por favor! Si la iglesia de Dios todava no es capaz de dar al mundo la paz que los hombres necesitan, por lo menos que no nos ensee a jugar astutamente con el evangelio. Por una terrible desgracia humana siempre buscaremos y encontraremos razones para coger armas y matar: seremos dbiles y miedosos frente al formidable apremio de los estados rebeldes. En verdad, no necesitamos a la iglesia para darnos el placer de manchar nuestras manos con sangre ajena. Pero nos es necesaria la repulsa clara y terminante de la iglesia, para unir a ella nuestra repulsa, un decidido non possumus, que nos ayude a gritar no con todas nuestras fuerzas, mientras la carne y el mundo nos arrastran a decir si a la clera y a la guerra.51

Ante la guerra, para el cristiano no hay ms postura que la no-violencia. La no-violencia de los fuertes; no la de los dbiles, la de los impotentes o la de los resignados[que salen con rifles de madera]. porque el cristiano que ataca al maligno con los mismos medios del maligno, ya es presa del maligno.52 CONCLUSIN A lo largo de este anlisis es evidente que en el A.T. la guerra era todo un fenmeno que abarcaba diversos conceptos. Los factores religiosos, polticos, y econmicos, se mezclan para justificar una guerra santa en el nombre de Dios. Israel adopt e imit la conducta y estilo de gobierno de otros pueblos. Por lo que, como ya vimos, la guerra no fue la excepcin. La guerra para Israel tom dimensiones religiosas en formas, pero en el fondo, los intereses de ciertos grupos eran en realidad los que pervivan y motivaban la misma. La desilusin sobre la prctica de la violencia, orill a ciertos grupos a buscar otro tipo de resistencias. La relectura del A.T., muestra los primeros brotes de resistencia desde el lado de los pobres y explotados. La guerra tom un sentido de liberacin del yugo opresor mediante las alianzas campesinas que fueron inspirando y motivando a la formacin del pueblo de Israel.

51 52

H. Chaigne, en: Los evangelios molestos. A. Pronzatto. Pgs.47-48 Mazzolari., en: Los evaangelios Pronzatto. Ibid. Pg. 48

La estructuracin del pueblo fue orillando a estratificar grupos mediante los oficios. Pronto Israel, la agrupacin de clanes esclavos que buscaban libertad con la idea de un solo Dios Yhvh, se convirti en lo que tanto le prohibieron. Nuevamente se organiz la sociedad por estratos sociales y los niveles sociales ms bajos estaban constituidos por esclavos, extranjeros, hurfanos, viudas, prostitutas, etc., los cuales Dios no desampara y exige a su pueblo un trato digno, sin embargo, el pueblo de Israel torci su camino, y eso le cost nuevamente su libertad. La vuelta de mentalidad vino de ciertos crculos profticos que hablaban de un Lder hacedor de paz, reconciliacin y amistad. Las imgenes mesinicas del lder blico fueron menguando, ante un Mesas que instaurara la esperanza en medio de la opresin, no con espada, ni con ejrcito, sino con su espritu. Para la lectura de la iglesia primitiva, la figura del lder de paz encarnaba a Jess mismo -aunque, para otros, la figura del Soberano que hace la guerra contra los opresores incrdulos al final de los tiempos- y fue una herramienta literaria con fines teolgicos para crear esperanza. Finalmente, si la resistencia en todas sus formas y manifestaciones es la nica manera de acabar con la opresin de los poderes de este mundo, recordemos las palabras del apstol Santiago: Resistid al diablo y l huir de vosotros. Stg 4.7 As que, la primera tarea es, resistir la opresin diablica de este mundo, que es librarse y ayudar a otros a ser librados. (Stg 5.19-20). La segunda, cosa es resistir la tentacin de tomar el garrote y matar al hermano(Gn 4.8), de tomar la primera piedra y lanzarla(Jn 8.7), de abrir la boca y daar con nuestras palabras(Stg 1.26, 3.5-8), de arrastrar a los hermanos ante el concilio(Hch 9.1-2). Deca Charles de la Montaigne; Cudame, Dios, de mi! Es necesario resistir con fortaleza la tentacin de iniciar las formas de violencia desde nuestro interior. La tercera cosa, es resistir con el uso de la palabra. Puesto que la palabra es viva y eficaz, es necesario llevarla a aquellos que mueren en su condicin de pecado. La palabra sana el corazn y restaura las relaciones entre Dios y el hombre. Por otro lado, la palabra genera espacios de concientizacin, cuando denunciamos profticamente las manifestaciones de la violencia, mediante instituciones, estructuras de poder(econmicas, polticas, culturales e ideolgicas), que dominan, oprimen, explotan o excluyen a los seres humanos. Y resume Ramonet, y nosotros/nosotras con l, que resistir es decir que no y es tambin decir que s y soar que otro mundo es posible, y contribuir a construirlo. Otra Iglesia es posible tambin y desde todas partes y de muchos modos la vamos haciendo. Siendo comunidad de oracin, de fraternidad, de compromiso. 53 La no violencia de los fuertes es la resistencia en y por la sangre de Jesucristo. Hay que romper esa concatenacin de actos de violencia con un hecho nuevo. Para eso nos sirve el sermn del monte: bienaventurados los pacificadores53

Pedro Casaldliga. So Flix do Araguaia, MT, Brasil febrero 2005. Publicado en http://www.servicioskoinonia.org/pedro/cartas/2005Circular.htm

Pero si seguimos opinando que la violencia se acaba con las armas, seguir todo como en aquella tarde ensombrecida del primer delito de Can. Y el Padre continuar preguntando: Qu has hecho? An sigues matando? No sabes que la sangre de tu hermano sigue clamando desde la tierra? La constitucin conciliar Gaudium et spes de la Iglesia Romana dice:la providencia divina nos pide insistentemente que nos libremos de la antigua esclavitud de la guerra. Si renunciramos a este intento, no sabemos adnde nos llevar este mal camino por el que hemos entrado (n.81) Finalmente, con firmeza y sin vacilaciones el concilio pronuncia sentencia de condenacin para todo acto de guerra que indiscriminadamente lleve a la destruccin de ciudades enteras o de vastas regiones y de sus habitantes. Porque eso es un crimen contra Dios y contra la humanidad.54

Descubrir al hombre, al ser humano, al prjimo es descubrir la verdadera esencia del sentido existencial de la vida. Y detrs de l a Cristo. El cerrarse al hermano es asesinarlo y matar la imagen de Jess que habita en l. Concluyo con las siguientes frases de Leonardo Boff: No basta estar a favor de la paz.Tenemos que estar contra la guerra. No hay ninguna guerra santa, justa o humana. Todas son perversas55.

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A. Pronzatto. Op.cit. pg.42 L. Boff. op.cit.

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