exactamente no fue bernadette

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EXACTAMENTE NO FUE BERNADETTE Me envolví en una toalla el pene ensangrentado y telefoneé al consultorio del médico. Tuve que descolgar y marcar con la misma mano con que sujetaba el teléfono descolgado, mientras con la otra aguantaba la toalla. Y mientras marcaba el número, una mancha roja comenzó a empapar la toalla. Se puso la recepcionista del consultorio. —Ah, señor Chinaski, es usted. ¿Qué le pasa ahora? ¿Ha vuelto a perder los tapones dentro de los oídos? —No, esto es un poquito más grave. Necesito que me dé hora inmediatamente. —¿Qué le parece mañana por la tarde a las cuatro? —Señorita Simms, es una situación de emergencia. —¿Pero de qué naturaleza? —Por favor, debo ver al doctor inmediatamente. —Está bien. Venga y procuraremos que le vea. —Gracias, señorita Simms. Me fabriqué un vendaje provisional haciendo tiras de una camisa limpia. Por suerte, tenía un poco de esparadrapo, pero era viejo y estaba amarillento y no pegaba bien. No me resultó fácil ponerme los pantalones. Era como si tuviera una erección gigante. Sólo pude subirme la cremallera hasta la mitad. Logré llegar al coche, sentarme y salir hacia el consultorio. Al salir del aparcamiento, dejé estremecidas a dos señoras viejas que salían del oftalmólogo de la planta baja. Logré entrar en el ascensor solo y llegar a la tercera planta. Vi que venía alguien por el corredor, me volví de espaldas y fingí beber agua de un pilón metálico. Luego, enfilé el pasillo y llegué al consultorio. La sala de espera estaba llena de gente sin problemas serios: gonorrea, herpes, sífilis, cáncer o cosas por el estilo. Me fui directo a la recepcionista. —Hola, señor Chinaski...

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Fragmento de una de las obras de Charles Bukowski, del libro Factotum de 1975.

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EXACTAMENTE NO FUE BERNADETTEMe envolv en una toalla el pene ensangrentado y telefone al consultorio del mdico. Tuve que descolgar y marcar con la misma mano con que sujetaba el telfono descolgado, mientras con la otra aguantaba la toalla. Y mientras marcaba el nmero, una mancha roja comenz a empapar la toalla. Se puso la recepcionista del consultorio.Ah, seor Chinaski, es usted. Qu le pasa ahora? Ha vuelto a perder los tapones dentro de los odos?No, esto es un poquito ms grave. Necesito que me d hora inmediatamente.Qu le parece maana por la tarde a las cuatro?Seorita Simms, es una situacin de emergencia.Pero de qu naturaleza?Por favor, debo ver al doctor inmediatamente.Est bien. Venga y procuraremos que le vea.Gracias, seorita Simms.Me fabriqu un vendaje provisional haciendo tiras de una camisa limpia. Por suerte, tena un poco de esparadrapo, pero era viejo y estaba amarillento y no pegaba bien. No me result fcil ponerme los pantalones. Era como si tuviera una ereccin gigante. Slo pude subirme la cremallera hasta la mitad. Logr llegar al coche, sentarme y salir hacia el consultorio. Al salir del aparcamiento, dej estremecidas a dos seoras viejas que salan del oftalmlogo de la planta baja. Logr entrar en el ascensor solo y llegar a la tercera planta. Vi que vena alguien por el corredor, me volv de espaldas y fing beber agua de un piln metlico. Luego, enfil el pasillo y llegu al consultorio. La sala de espera estaba llena de gente sin problemas serios: gonorrea, herpes, sfilis, cncer o cosas por el estilo. Me fui directo a la recepcionista.Hola, seor Chinaski...Por favor, seorita Simms, no es ninguna broma! Es una emergencia, se lo aseguro. Dse prisa!Podr entrar usted, en cuanto el doctor acabe con el paciente que est atendiendo ahora.Me qued plantado junto a la pared divisoria que separaba la recepcin de la sala de espera y esper. En cuanto sali el paciente, entr como una bala en el consultorio del mdico.Qu pasa, Chinaski?Una emergencia, doctor.Me quit los zapatos, los calcetines, pantalones y calzoncillos, me ech sobre la camilla.Qu tiene usted aqu? Vaya vendaje!No contest. Con los ojos cerrados senta al mdico quitarme el vendaje.Sabe dije, conoc a una chica en un pueblecito. Tena menos de veinte aos y estaba jugando con una botella de Coca Cola. Se la meti por all y no poda sacarla. Tuvo que ir al mdico. Ya sabe cmo son los pueblos. La cosa se corri. Le destroz la vida. Qued condenada. Nadie se atrevera ya a tocarla. La chica ms guapa del pueblo. Acab casndose con un enano que iba en silla de ruedas porque tena una especie de parlisis.Esa es una vieja historia dijo el mdico, desprendiendo el ltimo trozo del vendaje. Cmo le ha pasado esto?Bueno, se llamaba Bernadette, 22 aos, casada. Cabello largo y rubio; se le cae continuamente sobre la cara y tiene que retirrselo. ..Veintids aos?S, vaqueros...Es una fea herida.Llam a la puerta. Pregunt si poda entrar. Claro, le dije. Estoy lista, dijo. Y entr corriendo en mi cuarto de bao, y sin cerrar la puerta del todo se baj los vaqueros y las bragas, se sent y se puso a mear. OOH! JESS!Calma, calma. Estoy desinfectando la herida.Sabe, doctor, la sabidura llega a una hora infernal... cuando la juventud se ha ido, la tormenta se ha alejado y las chicas se han marchado a su casa.Muy cierto.AY! UY! JESS!Por favor. Hay que limpiarlo bien.Sali y me dijo que anoche, en su fiesta, yo no haba resuelto el problema de su desdichada aventura amorosa. Que, en vez de eso, haba emborrachado a todo el mundo y me haba cado sobre un rosal. Que me haba rasgado los pantalones, me haba cado de espaldas y me haba dado en la cabeza con un pedrusco. Un tal Willy me haba llevado a casa y se me haban cado los pantalones y luego los calzoncillos, pero que no haba resuelto el problema amoroso. Dijo que el problema haba desaparecido, de todos modos, y que al menos yo haba dicho un par de verdades.Dnde conoci a esa chica?Vino a la lectura de poesa en Venice. La conoc despus, en el bar de al lado.Puede recitarme un poema?No, doctor. En fin, ella dijo: No puedo ms, hombre. Se sent en el sof. Me sent enfrente en la butaca. Ella bebi su cerveza y me lo explic: Le quiero, sabes, pero no puedo establecer ningn contacto. No habla. Le digo: "Hblame!", pero, santo cielo, no hay forma, no habla. Me dice: "No se trata de ti, es otra cosa." Y no hay modo de sacarle de ah.Ahora voy a coserle, Chinaski. No ser agradable.S, doctor. En fin, se puso a hablarme de su vida. Me dijo que se haba casado tres veces. Le dije que no pareca tan gastada. Y me dijo: No? Pues he estado dos veces en un manicomi. Le dije: T tambin? Y ella dijo: Has estado en un manicomio? Y yo dije: Yo no; algunas mujeres que he conocido.Ahora dijo el mdico, un poquito de hilo. Eso es todo. Hilo. Trabajo de aguja.Hostias, no hay otra forma?No, es una fea herida.Me dijo que se haba casado a los quince aos. La llamaban puta por ir con aquel tipo. Sus padres le decan que era una puta, as que se cas con el tipo, para fastidiarles. Su madre era una borracha que iba de manicomio en manicomio. Su padre le pegaba sin parar. OOOOHH DIOS SANTO! POR FAVOR! QUE HACE?Chinaski, no he conocido a ningn hombre que tuviera tantos problemas como usted con las mujeres.Luego, conoci a la lesbiana. La lesbiana la llev a un bar homosexual. Dej a la lesbiana y se fue con un chico homosexual. Vivieron juntos. Discutan por el maquillaje. Oh! Dios mo! Por favor! Ella le robaba el lpiz de labios a l y luego se lo robaba l a ella. Luego, se casaron...Habr que dar bastantes puntos. Cmo se lo hizo?Estoy explicndoselo, doctor. Tuvieron un hijo. Luego se divorciaron y l se larg y la dej con el cro. Consigui un trabajo, tena un canguro para el nio, pero el trabajo no le renda mucho y despus de pagar el canguro apenas le quedaba dinero. Tena que salir de noche y hacer la calle. Diez billetes por polvo. Sigui as un tiempo. Pero aquello no tena salida. Luego, un da, en el trabajo (trabajaba para Avon) empez a gritar y no haba forma de pararla. La llevaron a un manicomio. CUIDADO! CUIDADO! HOMBRE, POR FAVOR!Cmo se llama la chica?Bernadette. Sali del manicomio, vino a Los Angeles y conoci a Karl y se cas con l. Me cont que le gustaba mi poesa y que se quedaba admirada al verme conducir mi coche por la acera a noventa por hora despus de mis lecturas. Luego dijo que tena hambre y la invit a una hamburguesa con patatas fritas, as que me llev a un MacDonald. HOMBRE, POR FAVOR! VAYA MS DESPACIO! O BUSQUE UNA AGUJA BIEN AFILADA, POR DIOS!Ya casi he terminado.En fin, nos sentamos a una mesa con nuestras hamburguesas, las patatas fritas, el caf, y entonces Bernadette me cont lo de su madre. Estaba preocupada por su madre. Estaba preocupada tambin por sus dos hermanas. Una hermana era muy desgraciada y la otra era simplemente tonta y se senta satisfecha. Luego, estaba el cro y a ella le preocupaban las relaciones de Karl con el cro...El doctor bostez y dio otra puntada.Le dije que llevaba demasiada carga sobre las espaldas, que lo que tena que hacer era dejar que la gente se las apaara. Entonces me di cuenta de que la chica estaba temblando y le dije que senta haberle dicho aquello. Le cog una mano y empec a acaricirsela. Luego le acarici la otra. Deslic sus manos por mis muecas arriba, por debajo de las mangas de la chaqueta. Lo siento le dije. Lo nico que haces es preocuparte por los dems, eso no tiene nada de malo.Pero cmo fue? Cmo se hizo usted esto?Bueno, cuando bajbamos las escaleras, la llevaba cogida de la cintura. Ella an pareca una estudiante de bachiller, una colegiala, aquel pelo largo y rubio y sedoso; aquellos labios tan sensibles y atractivos... El nico sitio donde asomaba el infierno era en sus ojos. Estaban en un perpetuo estado de conmocin.Por favor, vaya a los hechos dijo el mdico. Ya casi he terminado.Bueno, el caso es que cuando llegamos a mi casa, haba en la acera un imbcil, con un perro. Le dije que siguiera con el coche un poco ms arriba. Aparc en doble fila y le ech la cabeza hacia atrs y la bes. Le di un largo beso, retir los labios y luego le di otro. Ella me llam hijo de puta. Le dije que le diera una oportunidad a un viejo. La bes otra vez. Un beso de verdad. Eso no es un beso dijo. Eso es lujuria, casi una violacin!Y qu pas entonces?Sal del coche y ella dijo que me telefoneara a la semana siguiente. Entr en casa y entonces fue cuando sucedi.Cmo?Puedo ser franco con usted, doctor?Pues claro.Pues, en fin, de mirar aquel cuerpo, y aquella cara, el pelo, los ojos..., orle hablar, luego los besos, me puse... muy caliente.Y? Entonces fue cuando cog el jarrn. Es de mi medida, me va perfecto. As que la met y empec a pensar en Bernadette. Todo iba muy bien hasta que el maldito chisme se rompi. Ya lo haba usado antes varias veces, pero supongo que esta vez estaba demasiado excitado... Es una mujer tan atractiva...No se le ocurra nunca meter el chisme en nada que sea de cristal.Me curar, doctor?S, podr usted volver a utilizarlo. Ha tenido suerte.Me vest y me fui. An me haca dao el roce con los calzoncillos. Subiendo por Vermont par en la tienda. No tena nada de comer. Hice un recorrido con el carro y compr hamburguesas, pan, huevos.Tengo que contrselo algn da a Bernadette. Si me lee, lo sabr. Lo ltimo que he sabido de ella es que se fue con Karl a Florida. Qued embarazada. Karl quera que abortase. Ella no quiso. Se separaron. Ella sigue an en Florida. Vive con el amigo de Karl, Willy. Willy hace pornografa. Me escribi hace un par de semanas. An no le he contestado.