evolución y pensamiento ambiental
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Breve recorrido porTRANSCRIPT
Evolución Y Pensamiento Ambiental
Por: Martín Hernando Mosquera Ayala XXII-IV-MMXIII
Diseño y diagramación. Dayana Gualguan Ortega
La historia del hombre acontece en la plataforma de un escenario
sin raíces en el medio «natural». La sociedad parece organizarse por
mecanismos que nada tienen que ver con las leyes que regulan el proceso
mismo de la vida. Esta impresión es sólo una trampa cultural. A medida que
los sistemas sociales se desligan de los ambientes «naturales», los
procesos ideológicos se alejan del contacto con los «paraísos perdidos» de
la «naturaleza». (Ángel Maya: 1995 p.3).
La problemática a nivel ambiental es tan antigua como el mismo universo, si
se toma el origen de él, con la visión evolucionista (teoría del big-bang), se habla
de la gran explosión primaria dando origen una expansión que continua en la
actualidad. Desde la visión religiosa, se habla que: “en un principio, todo era caos
y oscuridad”. Como lo cita Ángel Maya “durante miles de millones de años, la vida
misma venía construyendo su propia casa, su OIKOS y venía alcanzando un
equilibrio maravilloso” (1996 p 27)
No es sino, imaginarse esa gran bola incandescente, posteriormente
llamada planeta tierra, bombardeada por inmensos meteoritos, para dimensionar
esos procesos sucesivos de construcción-deconstrucción, que buscaban acunar
posteriormente la vida. Una vez surgen las primeras manifestaciones de vida, el
proceso de crisis continúa, células primitivas en caldos primigenios luchando por
sobrevivir en medio de las condiciones adversas del medio que las ‘protege y las
acoge’, pero sujetas a la condición de la vida misma, satisfacción de sus
necesidades intestinas que la conducen a fagocitar aquellas más pequeñas y
débiles, dándose origen a la inclemente depredación. Adicional a lo anterior,
como parte del proceso de la lucha por la supervivencia, se inicia la expulsión de
gases contaminantes, desechados por esos organismos primitivos, producto del
proceso respiratorio, formándose una capa constituida por moléculas de oxígeno,
mortales para muchos de ellos.
De allí surge la paradoja de la vida, como lo cita Richard Bach “lo que la
oruga interpreta como el fin del mundo es lo que su dueño denomina mariposa”.
Donde muere la vida, nace la vida.
Finalmente, como cima de este proceso evolucionista, surge el principio: el
hombre, bípedo y racional, empeñado en conquistar lo inconquistable. ¿Será que
efectivamente ese depredador es el responsable de todos los desastres
ambientales que han acontecido, acontecen y sobrevienen sobre la superficie de
ese, ahora decadente, “planeta azul”?
Durante miles de años creció, se multiplicó y evolucionó en armonía con su
medio natural, era parte de él, satisfacía sus necesidades básicas en armonía.
Ese mismo proceso de evolución como ser, empezó a separarlo; al recibir el
‘fuego de Prometeo’, como cita Ángel Maya: “aparición de la posición erecta, la
conformación de la mano, el perfeccionamiento de la visión, la aparición del
aparato fonético, aparición de una primera computadora neuronal como es el neo-
encéfalo” O podría hacerse la analogía con el hecho de haber comido la ‘fruta del
árbol del bien y del mal’. Ya el nuevo hombre adquiere la técnica de los dioses, no
se somete a ellos sino que adquiere la facultad de imitarlos en torno a la creación,
los desafía. Lo que antes era armonía y concordia se transforma en disyunción. El
hombre inicia su camino solitario y como consecuencia de ello es expulsado del
paraíso ecosistémico.
Se apartó de ese medio al cual pertenecía
desarrolló las técnicas que le permitieron adaptarse al
medio, adaptar el medio a sí, a transformarlo, a
emprender la conquistar otros medios (carrera
espacial) y crear otros medios para su desarrollo y
para el desarrollo de otras vidas (plantas invitro,
clonación, vida artificial, entre otras). Entonces dejó de ser parte de él para
dominarlo.
A medida que avanzaba en conocimiento utilitarista, buscando el porqué de
las cosas, tendía a reducirlas, a separarlas olvidando que todo hace parte del
sistema y está relacionado con él.
De esta manera se inicia el nuevo proceso evolutivo del hombre, separado
de su entorno natural. Este hecho es el que finalmente genera la problemática
ambiental, debido a la acumulación de subproductos derivados de la texne, que se
ven reflejadas en la contaminación de recursos vitales como el agua, el aire y los
suelos y el surgimiento de unos nuevos saberes que fueron paulatinamente
aceptados por toda la especie.
El individuo y la sociedad crean su propia cultura, como cita Ángel Maya “la
cultura es el conjunto de herramientas, conocimientos y comportamientos
adquiridos que se transmiten de una generación a otra” (1996 p 43). Esto crea un
movimiento antagónico, se es parte del medio o se es dominador del medio, como
cita el mismo autor posteriormente: “El problema ambiental surge de los posibles
conflictos entre ecosistema y cultura. (…) el ecosistema tiene su propio orden,
pero no coincide con el orden cultural (…) el problema ambiental no consiste en
conservar el orden ecosistémico, sino en saberlo transformar bien” (1996 p 46). En
la actualidad, a pesar de existir movimientos
en pro del medio ambiente, se observa que
la problemática ambiental continúa con
tendencia creciente, ello puede radicar en
que se sigue concibiendo al hombre y su
cultura separado del medio natural, como su
contradictor y depredador; dejó de ser parte del ciclo del ecosistema para pasar a
ser centro del de él manejándolo y controlándolo casi en su totalidad, empleando
la ciencia y la técnica que está a su alcance; siempre separándolo en partes con
fines utilitaristas, conociendo, pero tratando de ignorar, la fragilidad y limitación del
mismo. El hombre ha sido desterrado del paraíso ecosistémico, pero sigue siendo
parte del reino de la naturaleza (Ángel Maya: 1996 p 35)
Ante la problemática ambiental y la imperiosa necesidad de mitigar la misma,
Ángel Maya plantea 1995: “La perspectiva que se abre con la dimensión ambiental
pretende superar, tanto el ultranaturalismo filosófico que concibe al hombre como un
conquistador advenedizo, como la interpretación biológica, que lo percibe como una
especie más del reino animal”. (Ángel Maya: 1995 p.2). Posteriormente cita: “en Este
punto se requiere hacer consciencia y comprender “el problema ambiental como
un problema que abarca la totalidad de la vida, incluso la del hombre mismo y la
de la cultura” (1996 p 4)
Ahora bien, debido a que todos los procesos humanos son influidos por la
academia, le corresponde a esta, liderar y generar desarrollos que conduzcan a
una real toma de actitudes y aptitudes frente a lo que se está viviendo en materia
ambiental, a lo que se ha venido discutiendo y teorizando a lo largo de tanto
tiempo, pero que no ha sido eficaz; se debe “cambiar de piel y construir una
nueva cultura” (Ángel Maya: 1996 p 75)
Cuando el hombre llega a la cima del desarrollo tecnológico, que por lo
general, está fuera de sí, en su entorno, se miraría por dentro y se encontraría: “El
perfeccionamiento técnico acrecienta igualmente el poder de abstracción. El hombre
se convierte cada vez más en un constructor de símbolos” (Ángel Maya: 1995 p.7).
Para ello, el hombre debe partir por reconocerse como una inflorescencia más del
ecosistema y del universo, una parte de ese todo y un todo de esa gran parte del
‘medio equilibrado y frágil’.
De esta manera se podría avizorar un panorama esperanzador, como un ‘no
llegaremos al fondo’, antes de esto se alcanzaría una media razonable entre el medio
y la cultura: “Es muy posible que el agotamiento de la fauna haya incidido también en
las formas de organización social” (Ángel Maya: 1995 p.7).
Frente a todo el proceso de cambio de cara a la depredación ambiental,
liderado por la academia, soportado en una sociedad consciente de la misma, se
deben generar métodos socio-políticos-psico-culturales que conduzcan a una
planificación que armonice con las necesidades humanas pero que mantengan
balanceado el uso de recursos. Se debe tener en cuenta que el paso del homo
sapiens hacia el homo-tecnológico es parte del proceso evolutivo, por ello cualquier
acción que se emprenda se debe articular con las necesidades humanas, con el
potencial de los recursos naturales y la resiliencia del medio.
En este punto, es cuando debe hacer su intervención la educación como
proceso integrador. (…)
(…) El trayecto para aproximar el sistema natural y la cultura se debe iniciar
en el aula-patio. (…)
BIBLIOGRAFÍA
ÁNGEL MAYA, Carlos Augusto. (1996). el reto de la vida: ecosistema y
cultura una introducción al estudio del medio ambiente. Editorial Universidad
Nacional: Instituto de Estudios Ambientales. IDEA. Colombia. 91 p.
--------. (1995). La Fragilidad Ambiental de la Cultura. Editorial Universidad
Nacional: Instituto de Estudios Ambientales. IDEA. Colombia. 87 p.
BACH, RICHARD. Ilusiones. Descargado el 16 de Marzo de 2012
http://www.bibvirtual.ujed.mx/Libros/Ilusiones.pdf
ICONOGRAFIA
http://ingenieros-ambientales.blogspot.com/2011/11/que-es-educacion-
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http://josesande.com/tag/expulsion-del-paraiso/
http://philosophia2b.blogspot.com/2012/12/creacion-ser-esencia-y-
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http://www.blumex.net/quien-hubiera-dicho-que-hoy-la-tecnologia-ha-
avanzado-tanto/
http://www.meaus.com/dali-egg-birth.htm
http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/IDEA/2009121/lecciones/unidad1/unid
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