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Abril 20063ª época, número 5REVISTA ALDEBARÁNes una publicación del

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Antonio Salas Ximelis

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Diario de abordo

a LOE ha sido aprobada. Y su ministra San Segundo cesada a las pocas horas del hecho. El seis de abril de 2006 va a erigirse como día en el que por enésima vez se puso en evidencia que el Senado no sirve para nada, que la voz del pueblo en la calle, tampoco y que nuestros gobernantes no tienen ningún pudor en legislar, en ocasiones, como ésta, desde el rencor, la revancha y desde una ideología muy alejada de la realidad de las aulas. Había que cargarse la LOCE, “como sea” y para ello se ha aproba-do una Ley que no ilusiona a nadie. La ley de Educación menos consensuada de la historia de nuestra democracia ya está en el BOE. Sus consecuencias, algunas de ellas nefastas, no preocupan al Gobierno que la ha promovido con ese único afán: tumbar una ley que buscaba “la calidad” del sistema educativo. Con estos “bueyes” nos tocará arar en las aulas. Pero no nos lo han puesto fácil ni han pretendido buscar soluciones a los problemas reales que se viven en los centros: desmotivación, nula búsqueda de la excelencia, ausencia de estímulos por aprender, por esforzarse, falta de respeto, malestar, agresi-vidad, poco interés por lo que se les enseña. Y qué decir acerca de la enseñanza de la Religión. Ha vuelto a ser el titular de todas las noticias acerca de la LOE. De nuevo se ha planteado su presencia como arma arrojadiza desde la ideología. De nuevo no se ha encarado el tema con altitud de miras –carecemos de estadistas de talla para ello- afrontando la cuestión desde el ámbito estrictamente educativo. Nadie ha puesto sobre la mesa algún argumento pedagógico. De nuevo habrá que esperar mejores tiempos. Habrá que esperar a políticos realmente pre-ocupados más por la cosa pública que por su escaño, su pervivencia en él, sus prebendas. De

la lectura del texto de la LOE como ha salido del Congreso en su disposición adicional segunda podemos afirmar que aún no es el “jaque mate” a la enseñanza de la Religión. Pero sí lo pueden ser los Reales decretos de desarrollo si en ellos se pretende contradecir lo que dice la Ley: “se ajustará a los Acuerdos Iglesia-Estado” –léase: equiparable a disciplina fundamental y que el hecho de recibirla o no, no puede suponer dis-criminación–, "se incluirá como área o materia en los niveles educativos que corresponda” y “será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos” Del texto no sólo no puede deducirse, como ya han hecho medios de comunicación, ni que no tendrá alter-nativa ni que no será evaluable, sino más bien lo contrario. Por lo tanto, si el real decreto apunta en la dirección del pretendido jaque mate, de nuevo habrá que ir a los tribunales de Justicia. El futuro, con el actual Gobierno, no da motivos a la esperanza, sino más bien a la desolación. Si existe la enseñanza de la Religión en la actualidad es sencillamente por el buen hacer día a día de sus profesores. Los profesores de religión con nuestra sincera preocupación por la formación integral de nuestros alumnos hemos logrado el milagro de que año tras año, curso tras curso, millones de niños y jóvenes hayan preferido nuestras clases a las ofertas de “patio”, “nada”, “actividades alternativas” o “casa”. Y hemos hecho posible que el “jaque” no acabara en un “jaque mate” tan deseado por los necios que tienen por obsesión hacer desaparecer el universo de lo trascendente que es capaz de dar sentido a nuestra vida. Aunque vencidos, no abatidos. Aunque arrinconados e ignorados, no desanimados. Que la ilusión y la esperanza siga reflejándose en nuestras clases.

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la brújula • Educar hoy (Benigno Blanco, Vicepresidente del Foro de la Familia)

el cuento • Cuentos de las cajas de la vida 1 (Julia González Blanco)

la parábola • Tallar nuestra propia vida (Marifé Ramos González)

interculturalidad • La paya me habla de Dios (María del Rosario Márquez Serrano)

sugerencias • ¿Esfuerzo...? ¡Sí! (José Luis García Peña)

el póster • Arriba el ánimo: ¡Un último esfuerzo!claves para entender • Gandhi y Jesús (Chema Pérez-Soba)

recursos • El Trivial del País de Jesús (Diana Murias)

para pensar • Gomis invitaba a pensar (Jorge Sans Vila)

cultura religiosa • Las campanas: nacidas para llamar (Ricardo Morant)

internet en el aula • El Reino de Dios, ¿es un problema informático? (Miguel Ángel Majo)

iconografía religiosa • Dios, vida y color (Silvia Martínez Cano)

Sumario

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la brújula

Educar hoy

Texto: Benigno Blanco.Vicepresidente del Foro de la Familia

ducar hoy exige una especial clari-dad antropológica: si quien educa no tiene una idea razonablemente clara de qué es el hombre, difícilmente podrá dar coherencia al proceso educativo, pues será como el viajero que ni sabe adónde va ni cuenta con un plano de cómo llegar a la meta. Con esa caren-cia se puede caminar, ocupar las horas, aparentar que hay esfuerzo por llegar al final del viaje... pero la verdad es que no se está yendo a ningún sitio, pues la meta no existe o, al menos, el viajero no la conoce.

La educación es un viaje en compañía: quien conoce la meta y cómo llegar a ella, identifica esa meta para quien todavía no ha podido conocerla y le enseña el camino a seguir acompañán-dole en parte del camino. El maestro es quien se acerca al niño para ayudarle a enfocar correctamente el proceso vital de adquirir conocimientos, formar hábitos y desarrollar aptitudes que le

permitan extraer al máximo sus poten-cialidades como ser racional y libre, como persona. Esto sólo puede hacerlo, es decir, sólo puede ser maestro quien sepa qué es ser persona.

En mi opinión, gran parte de los males de nuestro sistema educativo radica en que, personas que están instaladas inte-lectualmente en el escepticismo, preten-den transmitir a sus alumnos unas certe-zas intelectuales en las que no creen por

ser incompatibles con su escepticismo; personas que prestan asentimiento al relativismo moral pretenden enseñar a sus alumnos a ser buenos, a la vez que les transmiten que el bien objetivo no existe; personas que no están conven-cidas de la libertad humana pretenden enseñar a sus alumnos a ser responsa-bles, cuando responsabilidad sin liber-tad es imposible.

Si un maestro tiene una idea razonable de lo que es ser persona, podrá ayudar a sus alumnos a convertirse en mejores personas. Si un maestro está firmemente convencido de que el ser humano puede conocer con certeza la verdad y la false-dad y comunicar con razones objetivas ese conocimiento, podrá ayudar a sus alumnos a esforzarse por perfeccionar su conocimiento. Si un maestro está seguro de que el ser humano puede conocer y distinguir el bien del mal, podrá ayudar seriamente a sus alumnos a avanzar en ese conocimiento y plantearles el ser

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“Si un maestro tiene una idea razonable de lo que es ser persona, podrá ayudar a sus alumnos a convertirse en mejores personas”.

sintetizó Cicerón, es porque hay un suyo de cada cual que se le debe reconocer y respetar siempre, siendo además ese “suyo de cada cual” la vara para medir la justicia o injusticia de las leyes. Esta es la herencia que recibimos de Roma, y sin atender a la cual la educación no es posible.

Occidente se ha fundado sobre la con-vicción judeo-cristiana en la trascenden-cia de todo ser humano como criatura amada singularmente por un Dios Padre providente. Esta ha sido la inspiración de fondo de la clave humanista de nuestra cultura durante dos mil años, y sin atender a la cual la educación se vuelve hoy proyecto especialmente difícil y endeble.

Sugiero, como conclusión, que educar hoy —si por tal entendemos formar per-sonas, sujetos morales capaces de un ejercicio responsable de su racionalidad y libertad para actuar— exige incardinar a los educandos en la fe, en la razón socrática y en el sentido de la justicia ciceroniano y proponerles que refuercen esas convicciones con la fe en la tras-cendencia de todo ser humano. Para los profesores de religión me parece que puede ser especialmente ilusionante esta perspectiva.

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mejores como un objetivo razonable y asequible. Pero si un maestro no tiene una idea clara de qué es ser persona, si no tiene confianza en la eficacia de la razón humana para aprehender con certeza la verdad, si no cree posible la

existencia del bien y el mal y su cono-cimiento seguro por el ser humano, no podrá educar.

Sin proyecto de hombre, sin conocer la meta final del viaje de la formación, no es posible educar. Sin todo eso, será posible transmitir conocimientos aisla-dos, motivar la emotividad, despertar sentimientos, animar a respetar con-vencionalismos sociales...; pero educar personas, no.

Si castramos a los niños, no pode-mos pedirles que sean fecundos. Si les enseñamos el relativismo moral, no podemos pedirles que afronten seria-mente el esfuerzo de ser buenos; si les enseñamos que el bien y el mal son categorías subjetivas e incomunicables en términos de certeza intersubjetiva, no podemos pedirles que se atengan a normas objetivas de comportamiento; si les enseñamos que el único cono-cimiento cierto es el propio de las ciencias experimentales, no podemos pedirles que respeten como cierto e indubitable nuestro conocimiento sobre cuestiones no cuantificables como la dignidad humana o los derechos de las personas; si les enseñamos que el ser humano es un trozo de materia sin sentido ni destino, no podemos exigirles

un respeto ilimitado al ser humano. Si eliminamos las causas, no pode-mos llorar después porque los efectos desaparezcan.

Educar exige incardinarse en una tra-dición cultural, en una visión del hom-bre. Educar sin proyecto moral sobre la persona es imposible. Tratando con ordenadores podemos limitarnos a meterles información, a suministrarles datos; pero tratando con personas, eso no es suficiente.

Occidente se ha fundado sobre la convicción socrática de que el hom-bre por ser racional puede aclararse, puede formarse criterio cierto sobre lo cierto y lo erróneo, sobre lo mejor y lo peor. Será éste un esfuerzo arduo, incluso inalcanzable en sus últimos extremos, pero posible e incluso obli-gatorio para quien está dotado de razón. Esta es la herencia que recibi-mos de Atenas, y sin atender a la cual la educación no es posible.

Occidente se ha fundado sobre la con-vicción romana de que el ser humano es acreedor en justicia a que se le respeten sus características personales (lo que hoy llamamos derechos humanos). Si justicia es dar a cada uno lo suyo como

“Educar sin proyecto moral sobre la persona es imposible. Tratando con ordenadores podemos limitarnos a meterles información, a suminis-trarles datos; pero tratan-do con personas, eso no es suficiente”.

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el cuento

Cuentos de las cajas de la vida 1LAS CAJAS DEL GRAN ALMACÉN

Texto: Julia González Blanco

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rase una vez un charlatán que, con voz potente, gritaba a la puerta de un gran almacén.

- ¡Vengan y entren todos: Mayores y jóvenes, hombres y mujeres, niñas y niños. Todos! -¡Entren en el Gran Almacén. Aquí podrán elegir las cuatro cajas más impor-tantes para su vida. Hay más de mil para elegir. Hay cajas de Paz, de Deporte, de Fiesta, de Dinero, de...

Las gentes entraban en el Gran Almacén. Las estanterías estaban repletas. Había cajas con envolto-rios muy atractivos. En sus etiquetas se leía: Ganar Siempre, Ser más que los demás, Tener, Consumir, Poder,... Había otras que tenían envoltorios poco atractivos, o incluso

no estaban envueltas. Eran las cajas de Solidaridad, Estudio, Familia, Salud, Justicia, Ecología, Verdad, Pobreza, Libertad, Amor...

En sus carros iban echando las cuatro cajas más importantes para su vida. Algunas personas se deja-ban llevar por los envoltorios más atractivos y, otras, rebuscando y rebuscando, llegaban hasta un rin-cón del Gran Almacén, y a pesar que advertían de su contenido peli-groso, elegían cajas de Egoísmo, Violencia, Racismo, Intolerancia, Drogas o Mentira. Las gentes salían satisfechas del Gran Almacén y regresaban a sus casas y a sus trabajos. Allí las des-empaquetaban y las incorporaban a sus vidas.

ÉPistas para trabajar:

• En el cuento se citan las etiquetas de veinticinco cajas. Nómbralas.

• Elige las cuatro cajas que tú pondrías en el carro. ¿Por qué las eliges?

• ¿Qué caja te parece más importante para la vida?

• En un rincón del Gran Almacén hay cajas con contenido peligroso. Averigua qué contienen y por qué son peligrosas.

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Se echó a llorar y decidió no continuar su obra.

Su mujer le animó mucho a que continuara y le dijo: - Cierra los ojos y recuerda lo que soñaste. Céntrate sólo en esa ima-gen, hasta que salga de tus manos la escultura que un día llenó de alegría tu corazón.

Efectivamente, semanas después, de las manos del artista salió la imagen, tal como la había soña-do. Todo el pueblo reconoció que era de una belleza extraor-dinaria.

Con sus manos, golpe a golpe, había logrado plasmar su sueño sobre un gran bloque de mármol.

n artista, famoso por la belleza de las esculturas que realizaba, tuvo un sueño. Soñó que salía de sus manos una escultura realmente extraordina-ria; vio cómo transformaba un gran bloque de mármol en la imagen de un bebé que dormía plácidamente en los brazos de su madre.

Al despertarse, puso manos a la obra. Sus vecinos, al verle trabajar el mármol se atrevían a darle todo tipo de consejos:

- Podías hacer al niño como si estu-viera despierto, quedaría mejor. - Yo le cambiaría los rasgos de la cara a la madre. - Creo que junto a la madre deberías tallar la imagen del padre. - ¿Por qué no añades algún objeto que decore? - ¿Y si hicieras la escultura un poco más pequeña? El pobre artista estaba desesperado. Quería hacer caso a los consejos de sus vecinos y su obra no avanzaba, incluso algún día sentía que había estropeado el trabajo del día anterior.

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la parábola

Tallar nuestra propia vida

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Texto: Marifé Ramos González

Dialogamos...• ¿Qué personas nos ayudan a “tallar bien nuestra vida”, a sacar lo mejor de nosotros mismos? ¿Cómo nos ayudan? ¿Qué consejos nos dan?

• Haz un dibujo que refleje cómo te gustaría que fuera tu vida dentro de unos años (tipo de familia, casa, profesión...). ¿Qué tienes que hacer ahora para conseguir todo eso en el futuro?

• ¿Cómo podemos destrozar “la escultura de nuestra vida”?

“Cierra los ojos y recuerda lo que soñaste. Céntrate sólo en esa imagen, hasta que salga de tus manos la escultura que un día llenó de alegría tu corazón”.

e integración, sino todo lo contrario; es el sitio en el que se reúnen con los compañeros de su etnia, excluyendo el juego con otros niños. Pero hay un tiempo en el que ellos se sienten felices, participan activamente y solicitan con insistencia un trabajo protagonista: la clase de Religión.Expresan con esa actitud, totalmente distinta a la que presentan en el resto de las materias, que allí hay algo especial, diferente, que “la paya les habla de Amor....”. Y, pese a su mundo desestructurado, los gestos de afecto, el ambiente entrañable que entre todos aportamos, son percibidos como nexos que allanan el camino de una vida dura en la que, la Palabra de Dios, es escuchada con interés. Pero resulta doloroso saber que el futuro para ellos es tremendamente

difícil y complejo, que en este proce-so de aculturación hay un momento en que todo vuelve al punto de parti-da: cuando regresan al asentamien-to, a su medio y al de su familia. Entonces se enfrentan a una realidad muy distinta a la que el resto de sus compañeros vive al regresar de la escuela. Vuelven a la miseria, al juego entre ratas, basuras, a la vida en un mundo sin límites. Y mañana, volveremos a pedirles que se sienten en el pupitre, que no hablen, que presten atención al profesor, que sean respetuosos, en definitiva, que acepten y vivan las normas de una sociedad que les excluye y de la que se autoexcluyen. Mientras tanto, yo seguiré rezando para que, cuando me encuentren en los pasillos, digan: “Paya, háblame de Dios”.

ntre el abanico de culturas que hoy conviven en la escuela, hay una sobre la que quisiera reflexionar: la etnia gitana.

El contacto directo y continuado entre grupos de distinta cultura, y los cam-bios y modificaciones culturales que producen, bien sean de asimilación, rechazo, préstamo cultural o sincretis-mo, convierten mi trabajo en la escuela en una vivencia de tierra de misiones. Romper su desconfianza hacia una sociedad en la que, en absoluto se sien-ten integrados, ni tienen el menor inte-rés en estarlo, es el reto más complejo que los alumnos gitanos presentan. Su comportamiento intelectual es pasivo, y, en raras ocasiones, muestran deseos de aprender. No es fácil hacerles participar en actividades de grupo, e, incluso el recreo, no es lugar de juego

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La paya me habla de DiosTexto: María del Rosario Márquez Serrano.

Profesora de Religión de Sevilla

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interculturalidad

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rar un cartel para exponer en la clase.• Investigar acerca de personas que han alcanzado importantes retos, superando grandes dificultades personales o sociales; como ejemplo, atletas que han participa-do en los juegos paralímpicos,.... Pueden elaborar una ficha de cada una de las personas y los valores que descubren.• Realizar un decálogo con los mandamien-tos que consideran necesarios en una perso-na trabajadora y que busca la superación. Una vez decididos los mandamientos, los pueden escribir sobre una gran decaedro que previamente han construido.• Dramatizar, a modo de cuentacuentos; la parábola de los talentos, la fábula de la cigarra y la hormiga u otros cuentos y parábolas que hablan del esfuerzo.• Manifiesto para el esfuerzo: Cada grupo elabora un manifiesto siguiendo estos pasos: A) Observamos que... B) Proponemos.... C) Nos comprometemos a....

3.1. Pensamientos-refranes para comentar• A Dios rogando y con el mazo dando.• El pan más sabroso, la comodidad más grata es la que se gana con el propio sudor (C. Cantú).• El Trabajo es vida (Carlyle).• La pereza hace que todo sea difícil; el trabajo lo vuelve todo fácil (Franklin).• Una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.• En este mundo no se logra nada útil ni grande sin esfuerzo ni sacrificio.• Las cosas no son difíciles de hacer, lo difí-cil es ponerse en disposición de hacerlas.

3.2. Internet.• Cuentos y parábolas clasificados por valores:http://www.webdepastoral.salesians.info/nou6.php?visualitza=contes• Juegos paralímpicos:http://www.specialolympics.org/Special+Olympics+Public+Website/Spanish/Competicion/Paraolimpiadas.htmhttp://paralimpicos.sportec.es/web/ate-nas2004/main.htm• Para conocer el significado del valor del esfuerzo:http://130.94.75.135/seccion.php?f_doc=21&f_tipo_doc=6

2.1. Paso 1º: Partimos de la experiencia• Diálogo-reflexión en gran grupo acerca de experiencias que hayan realizado de sende-rismo, marchas por la montaña, entrenamien-tos en equipos para participar en competi-ciones deportivas, aprendizajes musicales... También se puede dialogar acerca de cómo les está marchando el curso...A partir de estas experiencias se puede ir focalizando el diálogo en: qué metas se pro-pusieron, qué se consiguió, qué dificultades internas y externas encontraron, cómo las superaron, en qué o quiénes se apoyaron... ¿Qué conclusiones pueden sacar de todo ello?

2.2. Paso 2º: ¿Imposible?• Trabajo a partir del póster: se hacen pequeños grupos y se reparte la fotocopia del póster. Primeramente comentan lo que ven y cuáles son las metas que pretenden alcanzar quienes aparecen en él. Para desde ahí, indicar cuáles son sus metas (no sólo académicas). A estas personas las está acompañando la presencia del Espíritu, ¿quiénes les acompañan a ellos en sus pro-yectos y objetivos?Es de destacar que las personas son de diferentes edades y todas pretenden llegar a la cima, todas tienen objetivos, todas pue-den encontrar dificultades, todas necesitan esfuerzo,... hay quien ayuda a otras,... No se trata de competir. Lo imposible suele ser lo que no se intenta.

2.3. Paso 3º: Haciendo realidad lo im-posible• Los Apóstoles, junto con María, fueron capaces de superar el miedo y la tristeza tras la experiencia de Pentecostés (Hechos 2, 1- 4). Es un acontecimiento que transforma sus vidas y que les lleva a superar las difi-cultades.• ¿Qué motivaciones pueden llevar a algu-nas personas a luchar por un ideal, a esfor-zarse y a trabajar sin descanso para superar obstáculos y así poder alcanzar metas?

2.4. Paso 4º: ¡A Trabajar!• Comentar, descubrir los valores y elaborar conclusiones a partir de los textos de las can-ciones que aquí se proponen o refranes y pensamientos referidos al esfuerzo, trabajo, responsabilidad, superación. Pueden prepa-

Texto: José Luis García Peña

...Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado...” (Mt. 25, 14-30).

"...Me siento una hormiga, tan solamente. Un pobre insecto es una hormiga sola, es un cero sin ningún valor. Un granito de arena es para ella una monta-ña, pero en compañía no la detiene nada. Y así una hormiga, mueve la montaña. Una hormiguita sola es imposible, pero espe-ra porque sabes ya, que igual que muchas gotas forman mares, muchas hormigas, lle-gan a formar una gran comunidad.” Las hormigas (El diluvio que viene).

“...De todos depende esta humanidad. Somos el futuro de un mundo ejemplar.Hay que echar para adelante, nunca, nunca para atrás. (¡Camina!)Por eso te digo que hay que trabajar (¡Ponte a laborar!)Hay que trabajar, hay que trabajar.Hay que ser responsableHay que trabajar, Hay que trabajar.Hay que ser responsableHay que trabajar, Hay que trabajar...” Tito Puente

Vivimos en una sociedad que busca lo fácil, que descarta, en la medida de lo posible, aquello que supone esfuerzo, una sociedad que pregona el éxito a “costa de lo que sea y de quien sea”. Puede que en este momento los alumnos estén ante el tramo final del curso o en el inicio del mismo. En cualquie-ra de ellos se hace necesario dar un impulso al esfuerzo personal y de grupo.A través del póster y de las siguientes suge-rencias se invita a la reflexión, comprensión, aceptación y experiencia personal de la necesidad del esfuerzo y la superación, porque todos constatamos que a gran parte de nuestros alumnos se les da todo hecho y van buscando lo fácil, olvidando valorar lo que supone esfuerzo. Nuestra propuesta es la del triunfo personal y colectivo desde la superación y el esfuerzo.En los textos bíblicos y en la historia actual y pasada encontramos personas que han sido capaces de triunfar, de superar dificul-tades a base de esfuerzo, de constancia y superación.

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¿Esfuerzo...? ¡Sí!

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3. Recursos

2. Objetivos

sugerencias

1. Justificación

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claves para entender

Texto: Chema Pérez-Soba

andhi es, sin duda, uno de los grandes legados del siglo XX a la Historia mundial. Su demostración del poder de la "no violencia" activa como defensa frente a la injusticia y la coherencia de su vida personal, marcada por la austeridad y la abs-tinencia, han convertido su figura en un icono de la Paz.

Menos conocido es el aprecio de Gandhi por Jesús de Nazaret. Aunque las fuentes de su acción y de su vida

hay que buscarlas en la tradición hindú, de la que siempre se sintió miembro, Jesús fue para él un autén-tico referente vital. De hecho, llegó a afirmar que “el men-saje de Jesucristo, tal y como yo lo entiendo, está con-tenido en el Sermón del Monte y rivaliza con el Bhagavad Gita1 , casi en igua-les condiciones, por el señorío de mi corazón”.

En efecto, Gandhi sentía que la imagen de Jesús en la cruz, fiel a su amor a los hombres, incapaz de responder a la violen-cia con violencia, es la imagen del autén-tico satyagrahi, del verdadero practican-te de la "no violencia" como camino hacia la Verdad. Por ello se sentía, en cierta medida, seguidor del ejemplo de Jesús: “El ejemplo del sufrimiento de Jesús es un factor integrante de mi fe fundamental en la no violencia; fe que dirige todas mis acciones seculares y temporales”.

El desprendimiento absoluto de Jesús, el ejemplo de su amor, son una fuerza que le impulsa a buscar el origen de ese amor tan desbordante, que le animan a profundizar en su propia experiencia de la verdad, a seguir constante en la práctica ética y religiosa que marca su vida. Como dice mejor que nadie él mismo: “Cuando contemplo la maravi-llosa cruz donde muriera el príncipe de la gloria, pierdo cuenta de mis mayores ganancias y cubro de desprecio todo mi orgullo. Aunque fuere mío el reino de la naturaleza, sería una ofrenda demasiado deleznable. Mi vida, mi alma, todo mi ser demanda ese amor tan asombroso y divino”.

Sin embargo, esa fascinación por la entrega de Cristo no vincula a Gandhi al personaje histórico de Jesús. Para él no es importante que Jesús existiera o no, sino que la fuerza de su mensaje se haga vida hoy, empuje a las perso-nas actuales. De esta manera, como

gran parte de la tradición hindú, desva-loriza el significado de la Encarnación, el poder de la afirmación de la acción de Dios en la Historia. Jesús es, para él,

más un símbolo que como una persona real. Así, afirma que “Dios no sólo llevó su cruz hace die-cinueve siglos. La sigue llevando hoy, muere y resucita día tras día. Pobre consuelo tendría el mundo si tuviera que depender de un Dios histórico que murió hace dos mil años. No predi-quéis, pues, el Dios de la Historia, mos-tradlo tal y como vive hoy a través de vosotros”2.

Los cristianos no compartimos ese poco valor que otor-ga a la acción de Dios en la historia,

pero sí puede resonar en nosotros la carga ética de su afirmación: si no hacemos verdad el mensaje del Reino, si no somos auténticos buscadores de la verdad en nuestra vida (ese es el signi-ficado de satyagrahi), ¿cómo podemos decir que Jesús es el Cristo y su entrega es, en verdad, la muestra definitiva del amor infinito de Dios? Gandhi, pues, aún manteniendo su diferencia con el cristianismo, ejerce de profeta para nosotros y nos llama a ser, en verdad, imágenes de Cristo, demostraciones vivientes de que sí es verdad que Dios se hizo ser humano, por amor, hace dos mil años.

Gandhi y Jesús

“Gandhi sentía que la imagen de Jesús en cruz, fiel a su amor a los hombres, incapaz de responder a la violencia con violen-cia, es la imagen del auténtico satyagrahi, del verdadero practi-cante de la no violen-cia como camino hacia la Verdad.”

G 1 El Bhagavad Gita significa ‘el canto del Señor’ y es, probablemente, el texto religioso más importante del actual hinduismo. Muestra el camino del despren-dimiento de las acciones propias como camino de unión a Dios y de salvación y paz personal.

2 Todas las citas están tomadas de J. Dupuis, "Jesucristo al encuentro de las religiones", Madrid, Ediciones Paulinas, 1991. También se puede consul-tar la obra monográfica sobre el tema de E. Martínez González, "Ghandi, Experiencia de Dios y exigencia ética", Desclée de Brouwer, Bilbao, 1999.

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recursosMetodología:- Dividiremos a los alumnos en distin-tos grupos. A cada uno se le adju-dicará un libro distinto de la Biblia. Leyéndolo, deberá sacar cada grupo 10 preguntas para poder utilizar en el juego del Trivial, siempre con la temá-tica de la geografía (lugares donde se hicieron determinados milagros, lugares de nacimiento de personajes famosos, ciudades importantes en la Biblia...).

La división por grupos será de la siguiente manera:• Evangelio de Marcos y Evangelio de Mateo.• Evangelio de Lucas y Evangelio de Juan.• Hechos de los Apóstoles y Cartas (dos grupos).• Antiguo Testamento (Génesis y Éxodo).• Antiguo Testamento (Profetas y demás libros).

- Dedicaremos una clase para que los gru-pos lean los textos y saquen las pregun-tas. Deberán traerlas preparadas –todos con el mismo formato– para la siguiente clase. A algunos de los chicos se les pe-dirá elaborar el tablero.Algunos tipos de preguntas:

A.T.¿Dónde nació Abrahán?EN UR DE CALDEA.

N.T.¿En qué monte tuvo lugar la muerte de Jesús? En el Gólgota; En el monte de los Olivos o En el Sinaí.

HECHOS Y CARTAS En cuáles de estos lugares estuvo Pablo: Éfeso. Atenas. Corinto. Olimpia. Roma.

A.T¿A qué ciudad le mandó ir Dios a Jo-nás?A Jerusalén; a Samaría; a Jericó o a Ní-nive

Reglas del juego:- Se divide la clase en grupos, según el número de alumnos que haya, y cada uno elegirá un color. - Cada grupo toma una ficha del color que escogió. Se utilizarán las del Trivial, para utilizar el sistema de quesitos.- Para conseguir los quesitos se deberá

acertar una pregunta, estando situada la ficha en alguna de las casillas temáticas. Estos cuatro temas estarán relacionados con la geografía del país de Jesús, pero se dividirán en: • Nuevo Testamento. • Hechos y Cartas. • Antiguo Testamento. • Preguntas Religiosas. Este tipo de preguntas puede servir para repasar con ellos temas ya vistos en cla-se, u otros importantes para nuestra fe. Por ello, las preguntas serán elaboradas por el mismo profesor. Serán del tipo:

PERSONAJES¿Cómo se llamaba el grupo judío re-volucionario que había en tiempos de Jesús?- Fariseos, Celotas, Escribas o Sanedrín.

BIBLIA ¿Con qué instrumento acompañaba el rey David sus canciones?La Lira, el arpa o la flauta.

- Una vez conseguidos todos los quesitos, se deberá llegar al centro del tablero para poder proclamarse ganador del juego.- En todas las casillas se debe contestar a una pregunta. Si se acierta, el grupo se-guirá tirando el dado. Así, hasta que falle una pregunta y el turno pase a otro gru-po. Cuando la pregunta respondida esté relacionada con alguno de los sitios que están reflejados en nuestro mural, el grupo deberá acercarse al mapa y completarlo, para lograr así que tengan una visión más realista de todos los lugares que se men-cionan sobre un mapa geográfico.

veces hay temas que tenemos que presentar a los chicos en las clases de Religión, que para ellos no son nada atractivos, y por ello están menos pre-dispuestos a escuchar y aprender algo acerca de él. La mejor solución es hacer-les partícipes de la clase, auténticos protagonistas. Una vez que les das a los chicos cierta responsabilidad en clase, son mucho más receptivos.Otra forma de ganarse la atención de los alumnos es utilizando para lograr nuestros objetivos el juego, mucho más motivador para ellos que la simple y repetitiva charla de uno de nosotros.Nosotros vamos a intentar aunar estos dos aspectos para tratar uno de los temas que debemos tratar con los alum-nos en nuestra asignatura de Religión: el País de Jesús.Para muchos la geografía no es su fuerte, ni lo que más le gusta en la vida. Pero, sin embargo, para saber de la vida de Jesús, es importante que los alumnos conozcan el país donde nació y donde desarrolló su vida y ministerio. Es importante conocer los distintos lugares por donde pasó, porque nos ayudará a comprender costumbres de la gente de ese lugar, significados nuevos de las parábolas de Jesús...Nuestra propuesta es elaborar con los alumnos un Juego del Trivial, que nos ayude a conocer los distintos lugares que tienen alguna relación con la vida de Jesús.

Objetivos:- Constatar el nivel de conocimiento que los chicos tienen sobre la vida de Jesús.- Trabajar la utilización de la Biblia como recurso en las clases de Religión.- Conocer la geografía de Israel.

Materiales:- Tablero, dado y las tarjetas de las pre-guntas.- Fichas y quesitos de un juego de Trivial tradicional.- Biblia, para comprobar las respuestas si llegara a ser necesario.- Mural “El país de Jesús” de Editorial Everest.

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El Trivial del País de Jesús

Texto: Diana Murias

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para pensar

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La mirada del maestro (20.05.02)

l chico era un experto en armas de fuego y tiro al blanco. Se entre-naba con regularidad. No tan bri-llante era, en cambio, en la escuela. Suspendía. Una contrariedad, porque había dicho que quería ser famoso. Por desgracia, lo ha sido, aunque no haya podido disfrutar del placer de haber alcanzado su objetivo. La trage-dia ha conmovido a toda Alemania. El chico compareció un día en la escuela y mató con disparos precisos en la cabeza a catorce profesores. Y a otras dos personas. Hubiera quizá matado a más si no se hubiera cru-zado con un profesor de Historia del Arte, que le dijo:

-¡Mátame, pero mírame!Allí acabó la matanza. -Ya hay bastante, señor... -murmuró el chico, bajando el arma y pronun-ciando el apellido del profesor. Pero todavía faltaba una víctima. Sería el propio muchacho, que después de haber matado a tantos pensaría que no podía vivir y se suicidó. El último disparo iba a ser para él.El suceso ha impresionado a todo el mundo. El gesto del profesor ha despertado asombro y curiosidad. En una conferencia de prensa le llamaron héroe. -No soy un héroe -contestó él.Quizá sea cierto. No es un héroe, es un maestro. Quizá en una escuela sea más importante ser un maestro que ser un héroe. Un maestro con un arma, la mirada.

“Mi arma, la mirada”, había escrito en un cuaderno un joven profesor que tuvimos en los jesuitas de Sarrià los que el otro día recibimos la medalla correspondiente a la promoción de 1942. ¡Sesenta años! Los jesuitas tenían entonces la costumbre de inte-rrumpir los estudios de sus candidatos al sacerdocio para dedicarlos un par de años a la enseñanza. Les llama-ban “maestrillos”. Pero para nosotros eran un jesuita como los demás. Se comprende que al que le encarga-ban enseñar latín y literatura a treinta muchachos desconocidos le preocu-para la tarea de mantener el orden, de hacerse respetar. Y en los cuader-nos de nuestro profesor, el padre José Feliu, cuando se preparaba para esa batalla pedagógica –se conocieron después de su temprana muerte– escri-bió esta frase: “Mi arma, la mirada”. Y así fue. El primer día de latín nos bombardeó a preguntas que revela-ron la fragilidad de nuestros conoci-mientos. Él sabía mucho y nosotros nada. Ganó fama de severo y estricto y le respetamos y hasta temimos desde el principio. Pronto pasamos a la admiración: era un gran profesor y lograba que aprendiéramos incluso con gusto. Y de la admiración pasa-mos al cariño cuando le conocimos y nos conoció.Montó una Academia Literaria para los que queríamos adiestrarnos en el arte de escribir y de hablar en públi-co. Era un trabajo voluntario por su parte y por la nuestra. Un día encar-gó a un compañero que escribiera una redacción sobre la bandera. La bandera era un objeto próximo, que se izaba y se arriaba solemnemen-te cada semana. El profesor quería poner a prueba la creatividad del estudiante. Pronto comprobó que lo había logrado, quizá con exceso. Era una descripción colorista y animada de una mujer empeñada en la tarea de hacer la colada. No existían en la época las lavadoras mecánicas y en las orillas de los ríos y los lavaderos de las casas el jabón, la lejía, el agua se combinaban con la robusta musculatura y el ánimo decidido de la mujer. Nuestro compañero puso a su redacción el título que correspondía: “Lavandera”. El padre Feliu, que se había removido inquieto y molesto en el asiento, nos miró finalmente con inteligencia y sonrió. Había aceptado

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El 31 de diciembre falleció Llorenç Gomis. Durante meses he regalado a mis amigos su artículo de los lunes en La Vanguardia. «Gomis invitaba a pensar». Leyendo estos dos artículos lo verá el lector.

Texto: Jorge Sans Vila

Gomis invitaba a pensar

la broma, comprendido la ironía. El profesor que inspira respeto logra de paso que sus alumnos aprendan a defenderse con inteligencia. Uno y otros superan el estadio tradicional del castigo físico. Días atrás en una serie de televisión veíamos a unos chiquillos en los años setenta emprendiendo una huelga de hambre contra un maestro que los acuciaba a capones y golpes con la regla. No comían y las familias no pararon hasta que el director del colegio logró que el maestro prome-tiera públicamente a los niños que no lo haría más.

En los actuales debates es común oír que las familias se quejan de que los maestros no sepan imponerse y éstos repliquen que es la familia la que tiene que hacerse responsa-ble de la conducta de su vástago. Probablemente ni unos ni otros se bastan para evitar la apatía estu-diantil ni las agresiones verbales. La educación es un asunto social delicado y difícil en el que se debe lograr que ni unos ni otros abusen de su poder –la tarima y el suspenso en unos y el número y los malos modos en otros– y se logre desarrollar la educada ironía en los de abajo y el magnetismo de la mirada en los de arriba. La mirada del maestro puede ser un prodigio de autoridad y de saber. Que logre incluso hacer caer de las manos el arma asesina.

Confirmación en Sant Ildefons (13.06.2005)

Yo no recuerdo cuándo fui confirmado. No sé si fue alrededor de mi primera comunión, a los nueve años, cuan-do iba a los escolapios de la calle Balmes, o más tarde. Pero acepté con gusto hace poco ser padrino de con-firmación de mi nieto Laurence, que se llama como yo, pero en inglés.Mi participación en el rito era modes-ta. Se limitaba a poner mi mano en el hombro derecho de mi nieto y decir: - Laurence. Era una información que le iba a servir al obispo para empezar diciendo tam-bién al imponerle las manos: - Laurence. Al terminar la misa hubo un refrigerio en los sótanos de la parroquia de Sant Ildefons, cuya catequesis viene

dirigiendo con tanta dedicación y tino Frederic Bassó. Allí vi al arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y le felicité por la facilidad con que había captado y repetido el nombre. -Es que lo has dicho muy claro- comentó, compartiendo amablemente el mérito conmigo.¿Qué es la confirmación? Quizá la explicación más sencilla era la que había dado Laurence días antes en la mesa familiar. -Cuando te bautizan, los mayores se comprometen en tu nombre a que seas cristiano, pero tú no te enteras. En la confirmación tú mismo confirmas que efectivamente quieres serlo.Laurence tiene doce años.

Eso de la edad es lo que preocupaba a Nicholas, según cuenta su madre, Diana Klein, en un reciente número del semanario The Tablet. Un domingo en misa el párroco dijo que los que tuvie-ran 14 años en junio y quisieran ser confirmados le escribieran para decir por qué querían ser confirmados. Nicholas estaba a punto de cum-plir trece, pero escribió una carta que su madre considera convincente. Explicaba al párroco que, aunque sólo tuviera 13 años en junio, ya había decidido ser católico cuando tenía cuatro y desde entonces no había cambiado de idea. Le decía además que no iba a ninguna escuela católica y tenía compañeros de clase que eran judíos y celebraban a los trece años su rito de paso a la ado-lescencia –el mismo que él, Nicholas, suponía que el propio Jesús había cumplido–, de modo que quería saber por qué los católicos tenían que espe-rar a cumplir catorce años. El párroco no le contestó y le remitió al catequis-ta, que le dijo que eran las normas de la diócesis de Westminster. En vista del interés que la madre, Diana Klein, tomaba en el asunto, el párroco le preguntó si quería ayudarle en la preparación de la confirmación del próximo año. Y así, con un poco de paciencia y estudio de teología, Diana se convirtió en consejera de la catequesis de la diócesis y autora de un programa de preparación que ha publicado la editorial McCrimmons. Ahora le gusta recordar a la gente joven que en el cristianismo primiti-vo el catecúmeno pasaba tres años rezando y haciendo buenas obras

con la comunidad antes de bautizar-se y alguien tenía que apadrinarle y decir que su estilo de vida era el de un seguidor de Cristo. La confirmación es sacramento de iniciación en el proceso de convertirse en cristianos adultos. ¿Tendrá que ver el renovado interés por la confirmación con la perplejidad que despierta en los mayores de hoy la turbulenta adolescencia con que se enfrentan padres y maestros? Que los chicos y chicas entren en ella con un propósito firme de ser lo que quieren ser, y en el caso de que quieran ser cristianos, cristianos confirmados, puede significar a la vez un compro-miso y una ayuda. "Nuestras comu-nidades parroquiales", escribe Diana Klein, "tienen que ser lugares donde la gente joven encuentre sentido de pertenencia, re-conocimiento de sus dotes e invitación a usarlos".

No sé si entre nosotros interesa esa actualidad de la confirmación. Por la prensa veo más bien que el tema que se debate es algo distinto, la Religión como conocimiento escolar, como asignatura. Cuando un puñado de estudiantes sacamos hace medio siglo la revista El Ciervo, recuerdo el título de una ponencia en no sé qué foro: “La religión no es una asignatura”. Lo que queríamos decir, imagino, no es que la religión fuera menos que una asignatura, sino más. Ahora parece que muchos se con-forman con que sea una asignatura como cualquier otra, es decir, con notas que cuenten. Otros temen por el contrario que no sólo los centros ten-gan que ofrecerla, sino que haya otra alternativa más o menos parecida a la misma hora. Los que se oponen a la asignatura de religión renuncian también a otra de ética o civismo, candidatas alter-nativas presuntas. Y a que se valoren con notas –que en el lenguaje de la enseñanza es el signo externo de garantía– Religión, Ética y Civismo, es decir, todo lo que tiene que ver con el difícil y conveniente ejercicio del bien, con la conducta que encuentra sentido en ser buena.Luego nos asusta el fragor de las navajas y el olor de la droga en el entorno escolar.

Lorenzo Gomis

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ño. Al amanecer, el toque del alba o de maitines, constituía la “diana del campe-sino", pues despertaba a los habitantes en colaboración con el sol y el canto del gallo. En mitad de la jornada, el potente toque de Ángelus anunciaba la hora de realizar un paréntesis en el trabajo para reponer fuerzas. Se tocaba hace años cuando se comía al mediodía-mediodía, es decir, a las 12 de la mañana. Al ano-checer, el toque de ánimas señalaba la hora de la recogida, el final del día.En la actualidad tenemos la cotidianidad organizada por medio de la televisión: ésta nos despierta con el primer telenoti-cias de la mañana; comemos con el infor-mativo de las dos, de las dos y media o de las tres, y nos acostamos al acabarse la película, la serie o el partido de fútbol. b) Informar a la colectividad sobre acontecimientos ordinarios (misa) y ex-traordinarios (fuego), sobre noticias reli-giosas (procesiones) y civiles (juntas de concejo) era otra de las misiones enco-mendadas a las campanas. Sus tañidos han acompañado a los habitantes de pueblos y ciudades desde la cuna a la sepultura, en los momentos más alegres y en los más tristes. Entre éstos últimos sobresalía la muerte de un niño en cuyo caso sonaba el toque de Gloria, porque era segura su entrada en el cielo. En la comunidad de Castilla-León, según Ar-gimiro Crespo, el estribillo que traducía esta melodía era:

Volarán – volarán – volarán.Volarán al cielo.Volarán al cielo, volarán al cielo.Volarán – volarán – volarán.y allí quedarán,y allí quedarán,y allí quedarán.

Al percibir este mensaje sonoro la gen-te decía: “¡Un angelico más en el cielo! ¡Que ruegue a Dios por nosotros, como nosotros ahora rogamos por él!Hoy la emisión de estas noticias se realiza a través de los medios de comunicación locales (tele, radio, prensa...), y en deter-minados municipios, por medio del alta-voz instalado en lo alto del campanario. c) Para actuar sobre determinados fenómenos meteorológicos, como las tormentas, se empleaban asimismo las campanadas. Así, cuando se acercaban nubes peligrosas a un poblado, antes de que se asentaran sobre él, se emitía el toque de tempestad con el fin de que ésta se detuviera o se alejara. Ante el temor

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cultura religiosa de que el temporal arrasase la cosecha o

perjudicara a los animales y las personas que se encontraban en el campo o en la montaña, se lanzaban al aire conjuros con voz de bronce. Por ejemplo, en San Pedro del Valle la letrilla de una de las me-lodías mágicas contra "nublaos" decía:

Detente, detente.Detente, nublao.No mates a la gente.Ni tampoco al ganao.

En nuestros días para romper las tem-pestades ya no se recurre a éste u otros toques, Sino que se valen de los co-hetes antigranizo. Y es que el princi-pio en el que se basa es idéntico al de la campana. Según Luis Racionero “el sonido es una onda expansiva que perturba el aire, pues se transmite por sus moléculas; y una determinada onda de sonido podía dispersar las nubes y alejar el granizo”.

3 El silencio de las campanasActualmente los campanarios se van quedando afónicos. Parece que el único momento del año en que la gente está pendiente de las campanadas es durante la Nochevieja, en ese instante crucial en el que se despide el año con uvas y en el que se inicia el nuevo ciclo brindando con cava. Una de las razones del enmu-decimiento de las campanas es que la ciudadanía ha declarado la guerra a los ruidos que rompen su ocio, de tal forma que incluso se llegó a debatir en el Sena-do, en el 2001, una moción en la que algunas intervenciones de sus señorías consideraban el tañido de los bronces eclesiales como contaminación acústica. Sin embargo, los motivos fundamentales de la pérdida de protagonismo de esta voz multisecular son la progresiva secula-rización de la sociedad, la mecanización, los modernos medios de comunicación y el desarrollo de las nuevas tecnologías. Aun así, las campanas siguen a la vista y todavía pueblan con algunas notas y soni-dos nuestro paisaje sonoro. Ellas han mar-cado el compás de la vida comunitaria, han llevado sobre sus hombros la enorme responsabilidad de mantener informada a la colectividad y de sus labios han salido mensajes de alabanza a Dios.Esperemos que esta voz de la memoria, a la que hemos oído voltear, repicar, do-blar, sonreír y llorar, gritar y cantar, salu-dar y despedir, no descanse en paz por los siglos de los siglos.

ablar de las copas metálicas que sue-nan a golpe de badajo y de su significado en la sociedad tradicional, es el objetivo del siguiente artículo.Queremos reflexionar sobre el papel que han desempeñado esas voces multisecu-lares y etéreas, porque creemos que las campanas son una ventana que nos per-miten asomarnos al mundo religioso de antaño. Para razonar sobre la trascen-dencia de “esas santas señoras, que con un diente convoca(ba)n a toda la gente”, dividiremos la presente sinfonía escrita en tres movimientos: en el primero, la breve introducción sobre este instrumento univer-sal; en el segundo, comentaremos la misión de estas mensajeras celestiales y civiles y, finalmente, trataremos de explicar por qué van enmudeciendo los campanarios.

2 ¿Por qué doblan las campanas?Estos artefactos sonoros con nombre pro-pio han sido el medio de comunicación de masas tradicional para una sociedad impregnada del sentimiento religioso, en el que la mayoría de la gente era analfa-beta. En ese entorno sonaban los latidos del bronce con una triple función: a) Marcar el paso de los días y de las horas. Las campanas de las iglesias han regulado la actividad cotidiana de anta-

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Las campanas: nacidas para llamar

Texto: Ricardo Morant.“A mi padre, porque es único y lo es todo”

1 ¡Luces, campana, acción!

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como sea necesario hasta que CRÍTICA.EXE y RESENTIMIENTO.COM hayan sido borrados completamente.

U:...Ok... listo. AMOR ha empezado a instalarse automáticamente. ¿Es esto normal?

S T: Sí. En breve recibirá un mensaje que dice que AMOR estará activo mientras CORAZÓN esté vigente.

U: Oh, oh... Ya me apareció un mensaje de error. ¿Qué hago?

S T: ¿Qué dice el mensaje de error? ¿Me lo puede leer?

U: Dice “ERROR 412 - PROGRAMA NO ACTIVO EN COMPONENTES INTERNOS”. ¿Qué significa eso?

S T: Es una de esas cosas técnicas com-plicadas de la programación, pero en términos no técnicos significa que tiene que “AMAR” a su propio equipo antes de poder “AMAR” a otros.¿Puede localizar el directorio lla-mado “AUTOACEPTACIÓN” en la Unidad C:\?

U: Sí, aquí lo tengo. ¿Qué hago ahora?

S T: Debe eliminar AUTOCRITICA_EXCESIVA.EXE de todos los directorios, y después borrar todos los archivos tem-porales de la papelera de reciclaje, para asegurar que se borre completamente y nunca más se active.

U: Entendido ¡Anda! Mi CORAZÓN se está llenando con unos archivos muy bonitos. SONRISA.MPG se está desplegando en mi monitor e indica que PAZ.EXE y FELICIDAD.COM se están replicando.

S T: Eso indica que AMOR se está instalado y ejecutándose correctamente. Problema resuelto. Nos tiene a su disposición siempre que quiera. Adiós y gracias por habernos llamado. Ah, una cosita más antes de irme... AMOR es un software de distri-bución gratuita. Asegúrese de dárselo, junto con sus diferentes módulos, a todos los que conozca y se encuentre.

(Cosas que te encuentras nave-gando por la Red)

e encuentro en casa, me siento ante mi ordenador de sobremesa, lo conecto y me aparece un mensaje de error. Preocupado, tomo el teléfono y...

USUARIO: ¿Estoy llamando al departa-mento de Atención al Cliente?

SOPORTE TÉCNICO: Así es. Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?

U: He encendido mi equipo y encontré un programa que se llama AMOR, que me está dando problemas. ¿Me puede ayudar a resolverlos?

S T: Claro que sí. Pero yo no puedo desplazarme a su casa; tendrá que ins-talarlo usted mismo, mientras yo lo dirijo por teléfono, ¿le parece bien?

U: Bueno. La verdad es que no sé mucho de estas cosas, pero lo intentaré. ¿Por dónde empiezo?

S T: Lo primero que ha de hacer es abrir su CORAZÓN. ¿Ya lo tiene loca-lizado?

U: Espero un momento... Ah, sí, sí, ya lo tengo. Pero hay varios programas abiertos en este momento. ¿No habrá complicaciones de instalación mientras siguen ejecutándose?

S T: Dígame cuáles son esos progra-mas.

U: Déjeme ver... Tengo...COMODIDAD.EXE, BAJAESTIMA.EXE y RESENTIMIENTO.COM.

S T: No hay problema. AMOR borra-rá automáticamente COMODIDAD.EXE de su sistema operativo actual. Puede que se quede grabado en su memoria permanente, pero ya no afectará a otros programas. AMOR eventualmente reemplazará a BAJAESTIMA.EXE con un módulo propietario del sistema llamado ALTAESTIMA.EXE. Sin embargo, tiene que apagar completamente el programa RESENTIMIENTO.COM

U: No sé cómo apagarlos. ¿Me puede decir cómo?

S T: Con mucho gusto. Vaya al menú INICIO y haga doble-clic sobre PERDON.EXE. Ejecútelo tantas veces

Minterneten el aula

El Reino de Dios,¿es un problema informático?

Texto recogido por: Miguel Ángel Majo

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iconografía religiosa

Dios, vida y colorTexto: Silvia Martínez Cano

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n nuestra vida la luz es muy impor-tante. Sin ella, no sería posible la vida a ningún nivel. No se producirían los ciclos biológicos de las plantas, ni los ciclos climáticos del agua, que tanto necesitamos; o mantener unas temperatu-ras adecuadas para el desarrollo de la vida. Tampoco podríamos ver los objetos como en realidad son. La luz penetra en ellos y éstos nos devuelven el color que no pueden absorber. El color es, por tanto, el reflejo de la luz en los objetos. Es una característica imprescindible de los objetos y sujetos, que los define.

Pero la luz también puede transformar la realidad, incluso sacarnos de sus límites y transportarnos momentáneamente a otra dimensión. En el ámbito religioso occidental, a través de la tradición bene-dictina se usaron estos tres elementos –luz, color y espacio– para el encuentro con Dios. El ejemplo más importante son

las catedrales bajomedievales. La luz del sol penetraba por las ventanas esbeltas y multicoloreadas de la catedral, trans-formándose en miles y variados tonos de color y convirtiendo el ambiente interno del templo en un espacio irreal, en donde la piedra perdía esa imagen pesada de objeto inerte, el vacío del aire se hacía denso y parecía que el oxi-geno respirado, lleno de color, se podía agarrar. El edificio se elevaba. La altura del templo se prolongaba y parecería que en el silencio que abrumaba, o en el bellísimo ruido atronador del canto gregoriano, los cristianos se separaban del suelo y se acercaban a Dios.

Hoy día quedan muy pocas vidrieras originales. En España, las catedrales de León y Burgos son las que conservan mejores ejemplares, pero siempre incom-pletas y retocadas en siglos posteriores. Cada vez que se perdían en terremotos, guerras, accidentes o derrumbamientos, se intentaban recuperar. El problema es que perdían su función prioritaria, que era transformar ese espacio vital religio-so, y se convertían en meras ventanas coloreadas. Y es que si debajo de la mano del artista no hay sentimien-to y búsqueda de infinitud, difícilmen-te el arte religioso cumple su misión de trascendencia.

En Zúrich, a la orilla del río, se encuen-tra Fraumünster. Esta iglesia fue edi-ficada en el siglo XII sobre las ruinas de un convento de monjas fundado en el 853 por Luis el Germánico. En el interior, las bóvedas ojivales enmarcan unas vidrieras al más puro estilo de las vanguardias. En 1970, Marc Chagall, cuando contaba 83 años de edad, diseñó y creó las vidrieras del brazo sur del crucero y del presbiterio.

Cada uno de los ventanales tiene como base un tema y un color. Verde, rojo, amarillo y azul, mezclan sus tonalidades proyectándose con intensidad sobre la piedra de la abadía. La iglesia se oscu-

rece, pero parece más viva todavía, al presenciar cómo las representaciones de la crucifixión, los temas marianos o los pasajes del Antiguo Testamento se recrean y parecen flotar alrededor nuestro, como si hubieran bajado de los ventanales en forma de hologramas. La presencia de Cristo y los santos es real, de tal manera que el creyente puede entablar relación con ellos y, así, iniciar su oración.

Chagall, que aunque fue judío practican-te toda su vida, siempre estuvo muy próxi-mo a los misterios cristianos. Tal vez por el espanto de las dos guerras mundiales y por los destinos a veces coincidentes de algunos cristianos con el holocausto judío. Chagall supo encontrar en el dolor de Cristo crucificado el dolor de los pueblos sufrientes, y a lo largo de toda su vida defendió el diálogo entre los pueblos. Cuando en 1961 pronunció el discurso de inauguración de la sinagoga del hospital de Hadassah de Jerusalén, donde había realizado doce vidrieras (representaban a las doce tribus de Israel) dijo:

”Nuestra época renuncia a ver el com-pleto organismo del mundo y se contenta sólo con una peque-ña parte de su piel; por eso mi corazón se aflige al observar este gran cuerpo que es el mundo en su ritmo eter-no, y sale fortalecido mi deseo de ir contra corriente del espíritu de nuestra época. Se me antoja que los colo-res y las líneas fluyen como lágrimas de mis ojos, aunque no llore. Y no penséis que estoy hablando así en un momento de debilidad. Al contrario, cuantos más años me toca vivir,

más absolutamente seguro estoy de lo que quiero y de lo que digo”.

Este espíritu de lucha y de trascendencia más allá de lo puramente superficial del mundo hace que un artista sea un buscador del infinito, un creador de conexiones con lo divino, un amante de la luz, del color, de la vida plena, en definitiva, de Dios.

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“Este espíritu de lucha y de trascendencia más allá de lo puramente superfi-cial del mundo hace que un artista sea un buscador del infinito, un creador de conexiones con lo divino, un amante de la luz, del color, de la vida plena, en definitiva, de Dios.”

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