Evangelio segn San Juan 16,12-15.

Evangelio segn San Juan 16,12-15.

Todava tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espritu de la Verdad, l los introducir en toda la verdad, porque no hablar por s mismo, sino que dir lo que ha odo y les anunciar lo que ir sucediendo. El me glorificar, porque recibir de lo mo y se lo anunciar a ustedes. Todo lo que es del Padre es mo. Por eso les digo: 'Recibir de lo mo y se lo anunciar a ustedes'.

Extrado de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Cuando l vendr, el Espritu de la Verdad, os guiar hasta la verdad plena

Si quieres orar en tu corazn y no te sientes capaz, contntate con decir la oracin con los labios, y procura tener tu espritu atento a lo que dices. Poco a poco el Seor te dar la gracia de la oracin interior, y sabrs orar sin distraerte. No busques llegar a la oracin del corazn a travs de medios tcnicos; con ellos daars tu corazn, y al final, no hars ms que orar con los labios. Reconoce cmo has de ordenar tu vida espiritual: Dios concede sus dones al alma humilde y sincera. S obediente, conserva en todo la medida adecuada, en la comida, en las palabras, en todo lo que emprendas. Entonces ser el mismo Seor quien te dar la gracia de la oracin interior

El silencio espiritual nace del deseo de cumplir el mandato de Cristo: Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, con toda tu alma, con todas tus fuerzas (Mc 12,33). Este silencio viene suscitado por la bsqueda del Dios viviente por aquel que quiere liberarse de las tentaciones de este mundo para encontrar al Seor en la plenitud del amor, para vivir en su presencia por la oracin pura. Seor, cmo podra no buscarte? Te has revelado a mi alma de manera tan increble! La has hecho prisionera de tu amor y no puede olvidarte. En efecto, de repente, por el Espritu Santo, el alma reconoce al Seor; quin puede describir este gozo y esta consolacin? El Santo Espritu acta en el hombre todo entero, en su inteligencia, alma y cuerpo; de esta manera Dios es reconocido en la tierra tal como lo es en el cielo. El Seor, en su infinita bondad, me ha concedido esta gracia, a m que soy un pecador, para que los hombres le conozcan y se vuelvan a l.