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Andrea BAUDOIN FARAH  

Responsables:  

Thierry WINKEL,  Coordinador del programa ANR "EQUECO : Emergencia de la quinua en el comercio mundial", IRD

Richard JOFFRE, Equipo DREAM – Centro de Ecología Funcional y Evolutiva , UMR 5175 CNRS

Marianne LE BAIL, Profesora-investigadora en AgroParisTech, UFR Decisión, Explotaciones, Filiales (SIAFEE)

Manuela VIEIRA PAK, estudiante de doctorado, CIRAD, UR GREEN, miembro permanente del equipo Equeco

 

Junio‐ Julio 2009 

Evaluación y perspectivas del mercado de semillas certificadas de quinua en la región del Salar de Uyuni en el Altiplano Sur de Bolivia

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Sumario Sumario ......................................................................................................................................... 2 Tabla de ilustraciones ................................................................................................................... 2 Tablas ............................................................................................................................................ 2 Introducción ................................................................................................................................... 3 I)  El contexto del estudio .......................................................................................................... 4 

A)  El Altiplano Sur boliviano .......................................................................................................... 4 B)  Datos sobre el cultivo de quinua en el Altiplano Sur .................................................................. 5 C)  Las consecuencias de la transformación de la producción de quinua en cultivo para la exportación .............................................................................................................................................. 7 D)  El proyecto Equeco ..................................................................................................................... 8 

II)  Metodología utilizada para el estudio ................................................................................... 9 III)  Los criterios de selección de las variedades y semillas de quinua .................................... 10 Observaciones preliminares ........................................................................................................ 10 

A)  Los bancos de germoplasma y su papel en la selección de variedades ..................................... 11 B)  Los criterios de selección y las variedades deseadas ................................................................ 12 C)  El vínculo entre la investigación y las parcelas cultivadas........................................................ 14 

Conclusión parcial ....................................................................................................................... 15 IV)  Los productores y la producción de semillas certificadas de quinua en el Altiplano ...... 16 Observaciones preliminares ........................................................................................................ 16 

A)  Semilleristas organizados en asociaciones ................................................................................ 17 B)  Una producción delicada ........................................................................................................... 18 C)  Un proceso único de certificación de semillas de quinua ......................................................... 19 D)  Los objetivos y los efectos de la producción de semillas certificadas de quinua ...................... 21 

Conclusión parcial ....................................................................................................................... 22 V)  El mercado de semillas certificadas y no certificadas ........................................................ 23 

A)  El mercado de semillas certificadas de quinua hoy ................................................................... 23 B)  El manejo de las semillas por los agricultores .......................................................................... 25 C)  Perspectivas del mercado de semillas certificadas de quinua del Altiplano Sur ....................... 27 

Conclusión ................................................................................................................................... 28 Anexos ......................................................................................................................................... 29 Siglas et instituciones .................................................................................................................. 32 Lexico .......................................................................................................................................... 33 Fuentes ........................................................................................................................................ 34  Tabla de ilustraciones Ilustración 1: Localización de la región estudiada........................................................................................ 4 Ilustración 2: Chenopodium quinoa ............................................................................................................. 5 Ilustración 3: Proceso de obtención de variedades y semillas .................................................................... 16 Ilustración 4: Proceso de certificación ........................................................................................................ 22 Ilustración 5: Funcionamiento del mercado de semillas ............................................................................. 26  Tablas Tabla 1: Calendario cultural y de trabajo de la quinua ................................................................................. 6 Tabla 2: Datos sobre la producción de quinua en Oruro y Potosí, 2001 y 2003 ........................................... 7 Tabla 3: Los bancos de germoplasma y sus papeles ................................................................................... 12 Tabla 4: Variedades más ampliamente cultivadas ...................................................................................... 14 Tabla 5: Características de las asociaciones de semilleristas ...................................................................... 17 

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Introducción El Altiplano Sur de Bolivia se ha convertido desde hace unos veinte años en el escenario de la emergencia de un nuevo cultivo para la exportación. En efecto, la quinua cultivada desde hace miles de años en la región está viviendo desde los años 1980, un gran suceso en el comercio internacional. Ese nuevo entusiasmo por la quinua tiene un cierto número de consecuencias para el Altiplano Sur. Un cierto número de instituciones trabajan en esta zona para tratar de entender las nuevas dinámicas territoriales y proponer alternativas de desarrollo sostenible en el contexto actual de globalización. Tal es el caso del IRD con el proyecto Equeco. El mantenimiento de los precios remuneradores de la venta de quinua ha contribuido al aumento considerable de las superficies cultivadas. La mecanización, el traslado de las parcelas de las laderas hacia las planicies, del mismo modo que la disminución de las áreas de pastoreo, son algunos de los factores que explican los diversos problemas ecológicos que sufre la región hoy en día. Además, puede observarse desde algún tiempo un fenómeno de disminución de los rendimientos de forma paralela a la perdida de fertilidad de los suelos y la frecuencia aparentemente creciente de años de sequía. En este contexto, el tema de semillas se torna fundamental porque estas son la base de las elecciones de los agricultores sobre las variedades que serán cultivadas. Las estrategias de los productores para la campaña agrícola del año y las siguientes comienzan con el manejo de semillas. Resulta interesante entonces estudiar este tema bajo diferentes ángulos para poder tener una visión completa de todos los niveles de acción que conciernen la obtención, la producción y la utilización de semillas así como los efectos eventuales de estos procesos sobre la totalidad de la cadena productiva de quinua. En lo que se refiere a la obtención de semillas, hay que interrogarse sobre el papel de las instituciones de investigación, sus criterios de selección y el vínculo que existe entre estas y la cadena productiva. Por otro lado, desde hace algunos años, pude observarse la aparición de semillas certificadas en el mercado. Es importante por tanto estudiar detenidamente esta nueva producción para entender sus eventuales beneficios y riesgos así como su articulación real con el mercado. Finalmente, es importante intentar de entender cuál es la realidad del manejo de semillas por los productores, que estas sean certificadas o no, y apoyarse en ese análisis para emitir hipótesis sobre el futuro del mercado de las semillas certificadas en el Altiplano Sur boliviano.

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I) El contexto del estudio Antes de presentar los resultados es necesario hacer una descripción precisa del contexto físico e institucional del proyecto en cuyo marco se realizó este estudio. Las características del Altiplano Sur lo convierten en una región muy particular por la hostilidad de sus condiciones climáticas y los numerosos obstáculos que la agricultura tiene que superar para poder producir. Hoy en día, nuevos fenómenos transforman las dinámicas y los ecosistemas de esta región por la rápida expansión de la frontera agrícola y del monocultivo de quinua. Todo estudio realizado en la región tiene que considerar este cambio de contexto.

A) El Altiplano Sur boliviano El Altiplano es una gran extensión relativamente plana entre las dos Cordilleras de Los Andes (la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental o Real), situada a una altura media de 3 700 msnm. Es un conjunto heterogéneo en términos de pluviometría, de clima y de suelos.

Ilustración 1: Localización de la región estudiada

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En este trabajo, será estudiada la parte Sur del Altiplano, donde se encuentran una serie de lagos, particularmente salares, que forman parte de la cuenca endorreica del Altiplano. Esta zona se caracteriza por la inclemencia del clima y del medio. Efectivamente, el promedio de las precipitaciones varía entre 150mm/año y 350 mm/año. Además, 85% de esas lluvias se concentran entre los meses de octubre y marzo, particularmente en el mes de enero. Las lluvias son impredecibles y pueden ser muy violentas. Se puede decir, que la pluviometría es el principal factor limitante para el cultivo de quinua en la región aunque esta planta esté particularmente bien adaptada a la sequía. En lo que se refiere a las temperaturas, la diferencia entre estaciones es sobre todo una diferencia entre promedios de temperaturas mínimas mensuales. Generalmente no se observan diferencias superiores a 5ºC entre los promedios de temperaturas mensuales, que son positivos y varias alrededor de 2 à 3ºC. La helada es un riesgo importante porque pueden contarse hasta 270 días por año, e incluso más durante los años particularmente fríos. Los suelos son arenosos un presentan una fuerte salinidad. Por otro lado, por causa de las bajas temperaturas la materia orgánica contenida en los suelos se mineraliza muy lentamente. Casi toda esta zona está recubierta por vegetación de puna seca que se caracteriza por una aridez muy alta y por un número de especies reducido. La especie emblemática de este ecosistema particular es la « thola » (Lepidophyllum quadrangulare). Pueden encontrarse igualmente cactus (Opuntia flocossa) y « yaretas » (plantas apreciadas por su uso como combustible, Azorella yareta). La ganadería es casi exclusivamente la de camélidos (llamas y alpacas) por el hecho de su adaptación a ese clima extremo. La zona del Salar de Uyuni es considerada como la más árida del Altiplano por las recurrentes sequías, heladas, el viento y la escaza cobertura vegetal. No obstante, es en esta región que se encuentra también la mayor parte de la producción de quinua del país. Las condiciones son desfavorables al desarrollo de enfermedades como el mildiu, y, por otra parte, el tamaño de los granos es más grande que los observados en el Altiplano Norte.

B) Datos sobre el cultivo de quinua en el Altiplano Sur La quinua (Chenopodium quinoa) es una pseudo-cereal perteneciente a la subfamilia de las chenopodioideae, generalmente autógama de la cual las etapas de desarrollo pueden tener duraciones variables.

Ilustración 2: Chenopodium quinoa

La quinua es una planta especialmente bien adaptada a las condiciones pedoclimáticas difíciles del Altiplano boliviano. Los principales factores que limitan su cultivo son la helada, la sequía, el granizo, el mildiu y las orugas. La helada es el factor más peligroso para la construcción del rendimiento durante la floración y el crecimiento de los granos. En lo que se refiere a la sequía, la quinua se adapta muy bien a condiciones secas. Puede dar rendimientos de hasta 1,5 toneladas/ha para menos 200mm de lluvia durante su ciclo. La

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planta puede seguir realizando fotosíntesis durante episodios de sequía a causa de la morfología particular de sus hojas (limbo con relieve accidentado, estomas bien protegidos,…). Por otra parte, la temperatura límite de crecimiento de la quinua es -5ºC, lo que le permite seguir su crecimiento incluso con las grandes variaciones de temperatura del Altiplano. La quinua presenta también una cierta resistencia al granizo gracias a sus hojas enroscadas y a sus tallos y espigas sólidos. El itinerario técnico y el calendario de trabajo del cultivo de la quinua en el Altiplano Sur pueden resumirse en el siguiente cuadro:

Tabla 1: Calendario cultural y de trabajo de la quinua

Por otra parte, en los sistemas agrarios tradicionales de esta zona (que son bastante distintos según las condiciones climáticas locales, los tipos de suelos,…), la quinua entra en rotación y en complementariedad con otros cultivos como la papa (y con un descanso a menudo de más de siete años). Del mismo modo, la cría de camélidos (llamas y alpacas) y ovejas desempeña un papel a la vez en la diversificación de la producción para luchar contra los riesgos climáticos, el consumo de productos animales, el transporte y la renovación de la fertilidad de los suelos de los sistemas de cultivo.

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En lo que se refiere a la producción de quinua se pueden observar los datos 2001-2003 de la Fundación AUTAPO: Département Province Surfaces cultivées en ha Production en tonnes Rendements kg/ha

2001 2003 2001 2003 2001 2003

Oruro Ladislao Cabrera 10658 10668 6981 6875 655 645

Avaroa 3568 3587 2337 2314 655 645

Potosí

Daniel Campos 3157 3175 2068 2048 655 645

Quijarro 1409 1427 923 920 655 645 Sur Lipez 1630 1642 1068 1059 655 645 Nor Lipez 593 609 388 392 655 645 Enrique

Baldivieso 263 287 172 185 655 645

Total 21278 21395 13937 13793 Tabla 2: Datos sobre la producción de quinua en Oruro y Potosí, 2001 y 2003

Obviamente no se pueden sacar conclusiones con la comparación de dos años puesto que muchos factores pueden haber influido en la composición de los rendimientos. Pero esto permite conocer órdenes de magnitud por lo que se refiere a las superficies cultivadas en los departamentos de Oruro y Potosí (en torno a 21.000 ha), la producción de quinua y los rendimientos. En 2008, la superficie cultivada de quinua (pero en ese caso total, contando con el departamento de La Paz) se evaluó en torno a 56.500 ha. Observación: Generalmente, los rendimientos se dan en quintales. Se trata de una unidad tradicional local equivalente a 46,7 kg, que no hay que confundir con el quintal métrico de 100 kg.

C) Las consecuencias de la transformación de la producción de quinua en cultivo para la exportación

Desde hace unos veinte años, el mercado internacional se interesa por la quinua por sus características nutricionales y culinarias. Los precios elevados y estables de esta nueva producción para la exportación han traído progresivamente cambios radicales en la cadena productiva y en las dinámicas de las comunidades de la zona. Sin entrar en los detalles de las evoluciones que han estado ocurriendo en las últimas décadas, se puede hacer una lista sintética de las transformaciones más significativas que pueden observarse hoy en este territorio y que han sido objeto de numerosos estudios:

• Primeramente, no se pueden negar las grandes ventajas del acceso al mercado internacional en términos demográficos. Los precios elevados de la quinua están disminuyendo el éxodo rural y hasta provocando el regreso al campo de algunos antiguos migrantes.

• Pero, por otro lado, pueden observarse también varios aspectos negativos. Una de las modificaciones principales es la mecanización de las operaciones del ciclo de cultivo. Esta práctica se generaliza de forma rápida puesto que permite aumentar de forma considerable la superficie cultivada por activo. La mecanización del barbecho, de la siembra y de la cosecha han traído como

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consecuencia el desplazamiento de las parcelas, tradicionalmente situadas en las laderas, hacia las planicies. La actividad ganadera se ve perturbada porque las superficies de pasturajes no dejan de disminuir.

• Esto causa una disminución del tamaño de los rebaños hasta incluso su

desaparición, y la acentuación del problema de restablecimiento de la fertilidad del suelo, consecuencia del monocultivo de quinua (antes, varias especies entraban en las rotaciones así como varios años de reposo según el tipo de suelo como papa y cañahua).

• La erosión eólica es también un problema grave, acentuado por el uso de tractores y por la disminución de la cobertura vegetal, particularmente en las planicies.

• La mecanización produjo también fenómenos de diferenciación social entre los agricultores que poseen o no un tractor. Las empresas de trabajos agrícolas se desarrollaron (aquellos productores que tienen un tractor se transforman también en prestadores de servicios) cambiando las relaciones tradicionales de solidaridad y entre-ayuda dentro de las comunidades.

Estas conclusiones son en parte los resultados de estudios realizados en la región por diferentes organizaciones e instituciones como el proyecto Equeco.

D) El proyecto Equeco El proyecto Equeco estudia la sostenibilidad de los territorios y de las sociedades rurales del Altiplano Sur de Bolivia en el contexto de auge del comercio internacional de la quinua, de intensificación de la producción y de apertura hacia los intercambios con el exterior. Se trata de un proyecto de investigación pluridisciplinaria orientado hacia la acción. El proyecto intenta mostrar como la noción de desarrollo sostenible permite encontrar nuevas vías de manejo para una agricultura definitivamente integrada en la globalización. El proyecto reúne varias instituciones francesas y bolivianas. Cada una de ellas tiene un ámbito de investigación preciso:

UMSA : Erosión de suelos y clima UTO : Producciones vegetales EHESS : Historia y sociología INRA : Política, sociología y economía UM3 : Geografía y sociología CNRS : Ecología vegetal y suelos IRD : Ecología agrícola CIRAD : Modelización del acompañamiento AVSF : Interacción investigadores/productores

Así, todas estas instituciones trabajan alrededor de cinco ejes temáticos de forma transversal (más un grupo de coordinación y un grupo de síntesis):

Vulnerabilidad ecológica Viabilidad de los sistemas de producción Expansión agrícola, variabilidad de la producción y del clima Organización, administración y uso del espacio de los recursos naturales Viabilidad de la cadena productiva en el contexto internacional

La duración del proyecto es de tres años, entre 2007 y 2009. Hoy en día está en su fase final. El proyecto Equeco produjo un estudio global pluridisciplinario de la situación agronómica, ecológica y socio-económica del altiplano Sur. Los resultados permitieron establecer un

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diagnóstico (del cual las grandes líneas fueron presentadas en el parágrafo anterior) y una agenda de investigación con la colaboración de otras instituciones como el PIEB. La fase siguiente será seguir los ejes de esa nueva agenda para proponer proyectos más precisos. La agenda está estructurada alrededor de cuatro ejes de investigación:

Capacidad del ecosistema en relación con las dinámicas territoriales (avance de la frontera agrícola, conflictos potenciales entorno a la tierra, etc.).

Modelos sostenibles para la producción de quinua (manejo integral, valorización de los saberes locales, efectos del cambio climático, conservación y recuperación de suelos degradados, etc.).

Tecnologías sostenibles para mejorar la producción, la post-cosecha y la transformación de los granos.

Comercialización y seguridad alimenticia (respuestas al funcionamiento del mercado, seguridad alimenticia, producción con valor agregado, etc.).

El estudio de semillas podría ser un proyecto interesante dentro del marco de esta agenda de investigación. Por eso es importante tener una visión sintética y generar cuestionamientos y problemáticas ligadas al estado del mercado hoy en día. El estudio del mercado de semillas certificadas de quinua interviene en la fase final del proyecto Equeco como un estudio complementario y una alternativa eventual de tema de investigación más preciso.

II) Metodología utilizada para el estudio Todo este estudio sobre el mercado de semillas certificadas de quinua fue re4alizado en base a entrevistas con las instituciones y personas vinculadas al mercado en diferentes niveles. Pueden ser distinguidos entre los actores, varios tipos de instituciones:

• Las instituciones de investigación como las Universidades (UMSA, UTO, UATF, etc.) y PROINPA

• Las organizaciones de productores (como la CADEQUIR) • Las instituciones administrativas (INIAF, Prefecturas, etc.) • Les instituciones que proveen asistencia técnica o financiamiento

(FAUTAPO, INIAF,...) • Los semilleristas y productores

Todas las entrevistas fueron realizadas en la ciudad de La Paz o durante viajes de campo (ver la lista de las entrevistas, Fuentes). Diferentes temas fueron abordados durante cada entrevista de forma transversal:

Bancos de germoplasma y mejoramiento varietal El papel y las acciones de cada organismo en relación al tema de semillas

certificadas de quinua El mercado de semillas certificadas de quinua Las prácticas y el manejo de semillas por los productores El mercado de semillas « no certificadas » Los procesos de certificación : las normas, las garantías, los controles y las

exigencias Las variedades más cultivadas y sus características

Las informaciones fueron luego confrontadas por temas según los tres ejes siguientes:

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La investigación, sus resultados y el vínculo de esta con la cadena productiva La producción y los productores de semillas certificadas El mercado de semillas certificadas y la realidad de las prácticas de los

productores de quinua en la región.

Algunas fuentes documentarias, publicadas por las instituciones entrevistadas fueron igualmente utilizadas para esclarecer dudas o completar las informaciones obtenidas durante las entrevistas. Los resultados de este estudio serán presentados en las partes III), IV) y V), cada una correspondiendo a uno de los ejes evocados anteriormente.

III) Los criterios de selección de las variedades y semillas de quinua

Observaciones preliminares Todos los lugares citados en este documento están localizados en el mapa del ANEXO 1. Antes de abordar el tema de las diversas actividades de las instituciones de investigación en términos de recursos genéticos, biodiversidad y selección de variedades, es importante aclarar algunos puntos de vocabulario. Los investigadores, técnicos, productores y las instituciones en general utilizan el término variedad únicamente para referirse a aquellas que son producto de un trabajo de caracterización, selección, eventualmente mejoramiento y finalmente de registro en el « Registro Nacional De Variedades ». En el caso de variedades locales que no pasaron por estos procesos, o que pueden tener nombres comunes diferentes según La región, se utiliza El término ecotipo. De forma general, se observa que existe una asociación entre “variedad” y Altiplano Norte y por otro lado, entre “ecotipo” y Altiplano Sur.

Para referirse a los tipos diferentes de quinua cultivados en el Altiplano Sur, se habla de ecotipos de la variedad o hasta de la « raza » Quinua Real. En realidad la Quinua Real se refiere a todas las variedades de grano grande cultivadas en el Altiplano Sur. Se trata por tanto de una denominación refiriéndose a una mezcla de características fenotípicas y de origen geográfico.

En este documento se utilizará el término variedad para referirse a un grupo taxonómico inferior a la especie que comparta características heredables, que esta sea resultado de un proceso de mejoramiento genético y registro o no. El término ecotipo será utilizado únicamente en citaciones o referencias.

Finalmente, será utilizado el término de mejoramiento genético para referirse a un proceso de selección, acompañada o no de cruzamientos, para encontrar las características heredables deseadas en un linaje de individuos. Esto no quiere decir que la planta obtenida sea necesariamente « mejor » puesto que su desempeño dependerá de las condiciones del medio ambiente en el que se desenvolverá, y la noción de « mejor » depende de los parámetros que se consideran para juzgar ese desempeño. En esta parte del documento intentaremos determinar cual es la relación entre los « bancos de germoplasma », la investigación en mejoramiento genético y la producción de quinua, sobre todo en lo que se refiere a producción de semillas.

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A) Los bancos de germoplasma y su papel en la selección de variedades

Los bancos de germoplasma son antes que todo una colección de la gran diversidad de las variedades de quinua que existen en el Altiplano boliviano y en toda América latina. Pero, pueden también ejercer un papel activo en investigación. Existen hoy cuatro bancos de germoplasma de quinua en el Altiplano de los cuales tres (el Banco nacional BNGGA-PROINPA, el banco de la UTO y el CIPOCROMI) colectan semillas provenientes de la zona de estudio (el cuarto, el banco de la UMSA, solo contiene muestras de variedades que crecen en el Altiplano Norte y Central). Por otro lado, existen dos proyectos de nuevos bancos de germoplasma. Pueden distinguirse dos categorías de bancos de germoplasma: activos o pasivos según su papel exclusivo de conservación o activo en la búsqueda de nuevas variedades, o por lo menos en la purificación, multiplicación y promoción de cultivares.

BANCOS ACTIVOS BANCOS PASIVOS BNGGA-PROINPA

(Banco Nacional, público)

Este banco es el que ha recuperado los trabajos y las colecciones del antiguo IBTA, que cerró en 1998 (administrado por la Fundación PROINPA desde el 2001). Contiene 3121 muestras diferentes de las cuales 9 especies son parientes silvestres y 250 crecen en el Altiplano Sur. Es la sede de la investigación en mejoramiento genético pero las variedades producidas se destinan al Altiplano Norte con la excepción de 2. Trabajaron en la constitución de un núcleo de accesiones (267 accesiones, es decir 8,5% del total) que representa 95% de la diversidad de las semillas, basándose en huellas genéticas y marcadores. La idea es construir una reserva de caracteres particulares utilizados de forma privilegiada en cruzamientos y mejoramiento genético.

Banco de la UTO (Banco público, regional)

Conserva 1700 accesiones de las cuales 450, casi todas del Altiplano Sur, son compartidas con el BNNGA. Se hicieron varios trabajos de doctorado sobre la resistencia a la helada y a la salinidad de algunas accesiones (no se realizaron purificaciones y multiplicaciones de estas accesiones). De igual manera, se está trabajando en el establecimiento de un protocolo de multiplicación in-vitro que les permitiría convertirse en un banco activo y difundir semillas.

Banco de la UMSA (Banco público regional)

Trabajan en las zonas del Altiplano Norte y Central. En esta región han sido activos en la selección y distribución de variedades mejoradas (obtención de 6 variedades).

Proyecto de la Prefectura de Oruro (Proyecto público regional)

Hacer un banco de germoplasma en San Pedro de Totora, con el objetivo de mejoramiento genético y exportación de semillas (proyecto en estado de elaboración).

CIPOCROMI (Banco Comunal)

El centro se dedica casi exclusivamente a la recolección de accesiones. Tienen más de 262 y ninguna ha sido comparada con las colecciones de otros bancos. Trabajaron con la Fundación AUTAPO y algunos semilleristas en la evaluación participativa de algunas accesiones.

Proyecto de la UATF (Proyecto público, local)

Hacer un banco de germoplasma en el Suroeste de Potosí (Mañica o Llica) con el objetivo de construir una reserva para los productores de las variedades que utilizan para sus cultivos. El proyecto de distancia de la idea de coleccionar el mayor número posible de accesiones y preconiza la conservación de muestras de

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mayor tamaño capaces de abastecer en semillas a los productores (proyecto en busca de financiamiento). Tabla 3: Los bancos de germoplasma y sus papeles

Hay un gran número de instituciones que realizan caracterizaciones de esos ecotipos o variedades de Quinua Real, entre las cuales PROINPA, la UTO, la UATF, el CENTRO INTI y el INIAF. Pero no existe ninguna confrontación ni recopilación de los resultados y el mismo trabajo ha sido realizado numerosas veces (estudiando las variedades más cultivadas y requeridas por el mercado internacional, además del trabajo sistemático de cada banco de germoplasma de caracterización de casi la totalidad de sus accesiones). Esos estudios de caracterización reflejan el gran interés de las instituciones por las variedades de Quinua Real requeridas por el mercado internacional. Los criterios utilizados para seleccionar o hacer mejoramiento genético confirman esta hipótesis.

B) Los criterios de selección y las variedades deseadas En lo que se refiere a los aspectos técnicos de la selección varietal, esta se realiza a partir de las accesiones de los bancos de germoplasma. Las colecciones generalmente se enriquecen regularmente por aportes de nuevas accesiones encontradas directamente en las parcelas de los agricultores (por ejemplo variedades de ciclo corto). PROINPA por ejemplo trabaja sobre tres ejes de investigación. El primero es multiplicar las accesiones potencialmente interesantes y hacer una evaluación de sus características. Pueden en seguida realizar un proceso de selección masal para seleccionar individuos con las características deseadas. Por otra parte y en menor medida, se realizan también hibridaciones para intentar concentrar en un solo individuo las características parentales diferentes y deseadas. Finalmente, conjuntamente con el Laboratorio de Genética Molecular elaboraron un programa de investigación sobre los genotipos de quinua (análisis estadísticas, marcadores moleculares asociados a QTLs, etc.). En lo que se refiere a la orientación de esta investigación, existe una gran diferencia de enfoque de selección y promoción de uso entre las instituciones de investigación del Altiplano Norte y Central y las del Altiplano Sur. En el Altiplano Norte y Central las instituciones trabajan en un enfoque de incitación al consumo de quinua ya la conservación de esta planta en las rotaciones de las parcelas. Efectivamente, desde hace mucho tiempo, se observa una disminución progresiva del consumo de quinua de forma general, incluso en los medios rurales en los que es producida, por su reemplazo por productos de uso más fácil, que demandan menos tiempo de preparación a precios iguales (arroz y fideos). Algunos autores e instituciones hoy consideran que esta disminución es debida a la generalización de los cultivos para la exportación y los altos precios de la venta de quinua, pero esa relación no ha sido comprobada. La problemática en el Altiplano Norte es completamente diferente de la que se observa en el Altiplano Sur donde hay predominancia del monocultivo destinado a la exportación. Se observa en el Altiplano Norte una serie de iniciativas de recuperación de variedades locales de uso tradicional, experiencias de conservación in-situ, y una investigación orientada hacia la obtención de variedades con cualidades nutricionales interesantes, resistentes al mildiu (problema que solo concierne a esta región) y con granos grandes. En el Altiplano Sur por el contrario, el objetivo parece ser satisfacer al mercado y por tanto producir variedades que respondan a sus exigencias. Efectivamente, entre las instituciones que realizan mejoramiento genético (PROINPA, la UMSA, el Programa de Semillas de la Prefectura de Oruro, el INIAF de Oruro, etc.) se observa una jerarquización de criterios y características deseadas muy similar. Una « buena variedad » debe tener las características siguientes:

• Grano de gran tamaño • Color uniforme, casi exclusivamente blanco • Alto rendimiento

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• Ciclo corto si fuese posible • Resistencia a la helada, a la sequía y a la salinidad

Los criterios esenciales requeridos conciernen las características de los granos (gran tamaño, color uniforme generalmente blanco) y de forma secundaria el rendimiento agronómico y la duración del ciclo. Pocos trabajos han sido realizados en lo que se refiere a los diferentes tipos de resistencia los estreses del medio y ninguno desembocó en la obtención de variedades que puedan ser cultivadas en el Altiplano Sur (PROINPA una variedad resistente a la helada para el Altiplano Norte, la « Chucapaca »). El presupuesto destinado a este tipo de investigación es insuficiente y de hecho, la investigación en estos temas se realiza generalmente en el marco de tesis y no tienen continuidad en los programas de investigación y de selección de las instituciones. Se observa simplemente que, en algunas de las caracterizaciones realizadas sobre las variedades comerciales aparece o no la indicación “Resistencia Moderada a la Helada”. Parece que la búsqueda de variedades precoces se ha acelerado estos últimos años con la incidencia cada vez más frecuente de años muy secos y las previsiones de cambio climático que acentúan esta tendencia. La idea sería obtener variedades (que por otra parte posean las características de semilla ya mencionadas) que puedan alcanzar la madurez en 90 a 120 días; son las variedades llamadas “noventonas” *. El ciclo de la quinua en esta región es generalmente de 6 a 7 meses. No existe variedad que tenga un ciclo de 3 meses. No obstante, parece que haya agricultores que ya seleccionaron e identificaron plantas que alcanzan la madurez en 135 a 150 días. Algunas instituciones ya están haciendo trabajos para obtener o purificar variedades de ciclo corto y multiplicarlas para hacer semillas. Por ejemplo, PROINPA está tratando de obtener una variedad precoz, con semilla de gran tamaño y blanca a partir de segregaciones naturales de la variedad “Canchis”, que posee en general semillas rosadas o rojas. También poseen ya 1kg de “Lipeña” de 135 días, para hacer pruebas de estabilización, purificación y multiplicación. Del mismo modo, el Programa de Semillas de la Prefectura de Oruro ya ha recuperado semillas de una variedad con estas características por parte de un productor en Salinas de Garci Mendoza. Sin embargo, no hay aún semillas de variedades precoces certificadas en el mercado. Por otra parte, se plantea la cuestión de la calidad alimenticia de las semillas resultantes de estas plantas. Algunos productores no consideran que sea un carácter que debe buscarse porque el mercado internacional probablemente será cada vez más exigente en relación a las tasa de proteínas, de aminoácidos, etc. En su opinión hay incompatibilidad entre calidad alimenticia y precocidad. No hay ningún estudio hecho sobre este tema. Sin embargo, algunas iniciativas se destacan de esta tendencia general. Las preocupaciones sobre la pérdida de biodiversidad y la gran disminución del consumo de quinua por las familias productoras y el resto de la población sobre el Altiplano Sur, son la base de algunas propuestas diferentes.

• Por ejemplo, PROINPA lanzó una variedad híbrida (obtenida por cruce entre una variedad de Quinua Real con semillas de gran tamaño y una variedad dulce del Altiplano Norte), la “K'osuña”, que tiene semillas de gran tamaño y un gusto dulce, considerada favorable para promover el autoconsumo (ya que el trabajo de escarificación es menor). Ahora bien su implantación sólo dio resultados positivos en el Altiplano Central, y los agricultores que la utilizan tienen algunos problemas de depredación por pájaros (apetencia de las semillas dulces).

• La Fundación AUTAPO, que trabaja con asociaciones de semilleristas (ver parágrafo IV.A) prevé la idea de establecer variedades que han sido olvidadas por los agricultores y que podrían utilizarse para diversificar los productos derivados de la quinua. Se trata de la “Chillpi” que posee pequeñas semillas ricas en gluten, la “Wallata” que presenta dos colores de semillas, la “Koito” que posee semillas marrón rojizo, entre otras. Sin embargo, parece difícil establecer de manera duradera el cultivo de variedades no buscadas por el mercado internacional. Parece que, en estos casos, sería necesario

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garantizar la comercialización de la producción en el mercado interno con productos transformados, como fideos, harina o pipocas. En este sentido las instituciones organizan también ferias y exposiciones, intentando promover los distintos usos culinarios de la quinua.

Estos fenómenos siguen siendo sin embargo marginales y no bastan para cambiar la tendencia a orientar la producción en torno de algunas variedades. Se puede decir que las instituciones buscan variedades con las características susceptibles de satisfacer al mercado internacional, que exige productos estandarizados y uniformes en sus características y su calidad. Es entonces pertinente preguntarse hasta qué punto esta uniformización puede ser compatible con la sostenibilidad del sistema agrario en cuestión.

• Es necesario sin embargo preguntarse cuál es la influencia de la investigación de estas instituciones en la determinación de las variedades de quinua cultivadas realmente, y cuáles son las ventajas o los riesgos de este enfoque de selección de variedades. Es importante preguntarse también si hay una continuidad entre los procesos de promoción de algunas variedades y la producción de semillas, y cuáles son los métodos de difusión de estas variedades elegidas ante los productores.

C) El vínculo entre la investigación y las parcelas cultivadas Todas las instituciones y los productores están de acuerdo para decir que el número de variedades o “ecotipos” diferentes cultivados en la región ha disminuido y no deja de disminuir con el transcurso de los años. Una evaluación cuantitativa de esta pérdida de biodiversidad es difícil ya que la distinción entre dos variedades es a menudo sutil, porque la quinua presenta elevados tipos de segregación y que ningún censo o catálogo de variedades se remonta al tiempo previo al auge de la quinua. No hay tampoco ninguna confrontación de la información detenida por los bancos de germoplasma (excepto entre el BNGGA y el Banco del UTO) para saber el número exacto de muestras diferentes que existen para el Altiplano Sur a nivel nacional. Ahora bien, se sabe que hay al menos 250 tipos diferentes de quinua que pueda cultivarse en la región, y unos cuarenta “ecotipos” de Quinua Real. Cada productor administra una serie de variedades, en general entre 5 y 8, algunos de las cuales se destinan a la venta y otras a su consumo personal. Estas últimas se cultivan cada vez menos puesto que el autoconsumo disminuye progresivamente. La gran mayoría si no la totalidad de las variedades cultivadas son del tipo “Quinua Real”. Se pueden citar aquellas que más ampliamente se cultivan (pueden encontrarse sus características principales en el ANEXO 2):

Real Blanca « amarantiforme *» o « Chojllo » Real Blanca « glomerulada* » o « Challa M’oko »

Pandela Rosada (granos rosados antes de la escarificación) Utusaya Toledo Puñete

Negra (granos negros) Rosa Blanca

Pisankalla Tabla 4: Variedades más ampliamente cultivadas

Se ha observado un súbito aumento de la demanda de la variedad Negra hace algunos años. Este entusiasmo se habría vinculado con la fabricación de bebidas. Sin embargo el fenómeno no parece haberse instalado de manera duradera (se asiste hoy a una reducción de la

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demanda). Este fenómeno puede servir de ejemplo para mostrar la relación que existe entre la demanda del mercado (en particular, internacional) y la respuesta masiva de cultura de las variedades capaces de responder estas exigencias. Parecería lógico que los resultados de selección, con la posible obtención de variedades que presentan características buscadas se reflejen en un aumento de estas variedades entre las que se cultivan en la región. Sin embargo, la realidad parece ser otra. En el Altiplano Sur prácticamente no hay variedades mejoradas, las Universidades, el INIAF y PROINPA trabajaron más en la purificación y la multiplicación de “ecotipos” que respondían a sus criterios para crear material de “alto potencial genético” (certificado o no) y promover su utilización. La difusión de su material se hace a menudo en el marco de evaluaciones participativas, donde, alrededor de 8 variedades escogidas, purificadas y multiplicadas se cultivan en parcelas experimentales al mismo tiempo que unas o dos variedades locales de la comunidad donde se hace la evaluación. Los agricultores eligen aquellas que más les convienen por sus características y se distribuye entonces la semilla. Se incita a los agricultores también a difundir el material entre los otros miembros de la comunidad o las comunidades vecinas. Uno de los problemas de esta forma de proceder es que hay raramente un retorno sobre las experiencias de los productores y las instituciones no hacen prácticamente ningún seguimiento de la gestión de las semillas. Las cantidades distribuidas son escasas y los agricultores las mezclan con otras semillas. Algunas iniciativas como la de FAUTAPO, de integrar nuevas variedades en la producción de los semilleristas se encuentran con el obstáculo del suministro inicial de semillas. Los bancos poseen en general solamente 60g de cada accesión y no pueden proporcionar suficiente material. Una solución alternativa prevista por FAUTAPO consiste en negociar directamente con agricultores para comprarles semillas de las variedades que buscan. No se observa entonces in situ, al menos en lo que se refiere al Altiplano Sur, la utilización de material resultante de los laboratorios de investigación o los bancos de germoplasma en una escala significativa. Conclusión parcial Se puede concluir que la investigación se orienta hacia la obtención de variedades y semillas que puedan satisfacer las exigencias del mercado internacional, en términos de producto. Es decir, plantas que produzcan semillas de gran tamaño, de color uniforme, generalmente blanco. Los criterios agronómicos más importantes son el rendimiento y la duración del ciclo agronómico. Las resistencias a los estreses del medio entran de manera secundaria en la lista de las prioridades, aunque algunas instituciones están concediéndoles una mayor importancia, como el INIAF de Oruro. Es comprensible que sea una prioridad garantizar la venta de la producción, y esto, en particular, ya que los precios son remuneradores actualmente. Sin embargo, no se pueden descuidar los riesgos vinculados a esta homogeneización creciente. No solamente se asiste a una pérdida de biodiversidad (lo que impide la diversificación de los productos derivados) sino también de las utilizaciones tradicionales para el consumo alimenticio y medicinal (aunque esta disminución del autoconsumo no sea una consecuencia del desarrollo del cultivo de quinua para la exportación). La homogeneización de los cultivos implica también riesgos considerables vinculados al clima imprevisible del Altiplano Sur. Pero, parecería que esta homogeneización creciente sea el hecho más de la selección que los agricultores hacen en sus parcelas para elegir su semilla, que la influencia real de las investigaciones y de la selección realizada en laboratorio. En efecto, la promoción de las variedades seleccionadas o mejoradas y sus efectos son escasos, y no se observan estas variedades de forma representativa entre las cultivadas por la mayoría de los agricultores.

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Las semillas proceden en su gran mayoría no de la distribución hecha por los centros de investigación sino de una fuente distinta. Queda por preguntarse sobre la producción de semillas, que sea certificada o no certificada. Del mismo modo, es esencial examinar la utilización y el manejo que hacen los agricultores de sus semillas.

IV) Los productores y la producción de semillas certificadas de quinua en el Altiplano

La producción de semillas de quinua comenzó hace alrededor de 6 años sobre el Altiplano Sur. Es una actividad reciente. Para otros cultivos como la papa, el maíz o la soja, estos sectores existen desde hace mucho más tiempo y están ya consolidados. Es necesario interrogarse sobre la organización de este sector desde un punto de vista técnico, y también prestar una atención especial a las causas y consecuencias de su instauración, así como las posibles perspectivas. Observaciones preliminares Por cuestiones de claridad se utilizará el término quinua comercial para referirse a la quinua producida para ser vendida en forma de granos en el mercado interno o internacional. Se llamarán semilleristas a los productores de semilla cuya producción tiene por objetivo abastecer a los productores de quinua comercial. Se los distingue de las instituciones como PROINPA que producen semillas con un objetivo de difusión, pero no de suministro (y que realizan más bien el suministro de los semilleristas y no de los productores de quinua el comercial).

Falta de seguimiento de las instituciones

Poca cantidad distribuida Mezcla de semillas

Cultivo y aumento de la proporción de la variedad en las parcelas

X

EstabilizaciónMultiplicación

Variedad purificada

o mejorada

Promoción Evaluaciones participativas

Banco de germoplasma

Purificación

Cruzamientos Hibridación

Ilustración 3: Proceso de obtención de variedades y semillas

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A) Semilleristas organizados en asociaciones La producción de semillas certificadas de quinua es realizada en su casi totalidad por asociaciones de productores. Se cuentan tres asociaciones principales de semilleristas cuyas características pueden describirse en el siguiente cuadro:

LOCALIZACIÓN * NÚMERO DE SEMILLERISTAS

NÚMERO DE SEMILLERISTAS CUYA PRODUCCIÓN FUE

CERTIFICADA EN LA CAMPAÑA 2008-2009

Asociación de Productores de Semillas de Quinua Real Orgánicas – Salinas de Garci Mendoza « Suma Jatha Juira » (APSQUIOSA)

Salinas de Garci Mendoza, Ladislao Cabrera, ORURO

10 De los cuales 5

en la comunidad de

Lia 5

Asociación de Productores de Semillas Orgánicas de Quinua Real- Uyuni K (APSOCQUIRU)

Uyuni K, POTOSÍ 22 18

Asociación Comunal de productores de Quinua real – Copacabana (ACOPROQUIRCO)

Copacabana, POTOSÍ 18 5

Tabla 5: Características de las asociaciones de semilleristas

Cada semillerista posee entre 4 y 20 ha entre las cuales solamente entre 0,20 y 1 ha (a menudo 0,25 a 0,5 ha) se dedican a la producción de semillas. El resto se dedica a la cultura de quinua comercial. Todos producen semillas dichas orgánicas. Se obtienen alrededor de 10 quintales de semilla por ha. Todas estas asociaciones reciben asistencia técnica y financiera para la producción de sus semillas por parte de FAUTAPO y del INIAF. Según los semilleristas entrevistados (de cada una de las tres asociaciones) fueron las instituciones las que los incitaron a organizarse y producir semillas. Y, la elección de las comunidades no fue aleatoria.

• APSQUIOSA es la asociación más antigua, trabajaron previamente con la UTO y su localización es estratégica ya que Salinas de Garci Mendoza es la zona donde se produce la mayor cantidad de quinua. La desventaja de su producción con relación a la de las otras asociaciones es que las semillas son más pequeñas.

• La asociación de productores de Copacabana fue creada ya que sus semillas tienen ventajas comparativas con relación a las otras. En efecto, las precipitaciones son muy raras en esta zona y las semillas resisten relativamente bien a la sequía aunque no se hayan seleccionado por este carácter.

• Y en Uyuni K, hay suelos especialmente limonosos para la región que permiten tener buenos resultados en la producción de semillas en términos de rendimiento y uniformidad.

La asistencia técnica proporcionada comienza con la preparación del suelo y termina con la comercialización. Como será visto en el parágrafo IV) B), la producción de semillas requiere un itinerario técnico diferente y el papel de los técnicos es formar a los productores para seguirlo de forma precisa. Por otra parte uno de los objetivos de FAUTAPO es financiar la certificación los primeros años, hasta que las asociaciones estén consolidadas y la producción se estabilice (hoy financian aún la certificación para todas las asociaciones). FAUTAPO ayuda también a los productores en lo que se refiere a comercialización. Para ello, financian su participación en ferias y mercados, y los forman a vender sus productos. Por otra parte, les proporcionaron zarandas para clasificar las semillas. El INIAF intenta también ayudar a reforzar la estructura de las asociaciones.

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Por otra parte, las prefecturas de Oruro y Potosí tienen proyectos de producción de semillas. Para la prefectura de Oruro se trataría de trabajar con 25 nuevos semilleristas. Poseen ya suficientes semillas para cultivar 50 ha (comprada, en particular de las asociaciones citadas arriba). Para la prefectura de Potosí, se trataría de un proyecto que instale suficientes semilleristas para cubrir toda la superficie cultivada de quinua comercial. Se trataría según sus cálculos en 2005, de 685 ha dedicadas a la producción de semillas si todos los agricultores comprasen sus semillas todos los años (consideran en la definición de su proyecto una tasa de renovación de semillas que disminuiría esta superficie pero que no está detallada). Este proyecto está en espera de financiamiento desde 2005. Ahora bien, puede cuestionarse si es razonable movilizar una superficie tan importante para la producción de semillas, e incluso, si desde un punto de vista técnico y logístico, el proyecto es realizable. Se puede también observar la existencia de algunos productores que trabajan individualmente. No son numerosos y esto puede explicarse debido a que:

• La formación de asociaciones de semilleristas se debe al incentivo de las instituciones y el mismo incentivo no se hizo para productores individuales.

• La asistencia técnica es mínima a causa de la gran distancia que separa a las comunidades en esta región (los técnicos se desplazan más fácilmente para una decena de productores que para uno sólo).

En Llavica existía también una asociación de productores que dejó de funcionar ya que tuvieron dificultades para organizarse y obtener la certificación. Sin embargo, algunos productores siguen trabajando independientemente. Por el momento no existen empresas privadas en este ámbito.

B) Una producción delicada El itinerario técnico para la producción de semillas es más complicado que el de la quinua comercial. Sin entrar en detalles, hay que considerar algunas etapas claves para entender la dificultad de esta producción:

• Siembra: pueden sembrarse solo semillas seleccionadas, de gran tamaño (> 2,5mm de diámetro).

Las semillas utilizadas por los semilleristas no proceden de las instituciones de investigación como PROINPA o las Universidades (se vio en el parágrafo III la falta de continuidad entre la producción de semillas al nivel de investigación y su cultivo en pleno campo). Proceden de un proceso de selección a partir de la propia producción de los agricultores según los criterios de tamaño, uniformidad en color y en tiempo de maduración así como en vigor de las plantas. Este proceso demora en general de 3 a 4 años, después de los cuales los productores pueden acceder a la certificación de sus semillas (detalle en el parágrafo IV.C.). Lo que quiere decir en realidad que si la producción de semillas comenzó hace seis años aproximadamente, se encuentran semillas certificadas a la venta en el mercado solo desde hace dos o tres años. Las variedades o “ecotipos” cultivados son los mismos que se utilizan para quinua comercial (lo que parece lógico puesto que el objetivo del semillerista es abastecer a los productores de quinua comercial con las variedades que desean cultivar).

• Deshierbe: las normas de certificación son muy estrictas en lo que se refiere a las malas hierbas. El deshierbe es manual (se trata de una producción orgánica).

Es necesario añadir al deshierbe la eliminación de las plantas dichas “atípicas” que se encuentran en gran cantidad a causa de la alta tasa de segregación de la quinua. Estas plantas son las que tienen semillas de colores distintas de la deseada, o una forma diferente de espiga.

• Selección de las mejores plantas: se hace según el criterio de madurez fisiológica. Cuando se cosecha quinua comercial, no se hace esta distinción.

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• Post-cosecha: es la etapa más delicada. Es necesario asegurarse de guardar solamente semillas de gran tamaño, y de color uniforme.

El pequeño tamaño de las semillas hace que una selección manual sea imposible. Es necesario tener especial cuidado de no mezclar las distintas variedades ya que los productores utilizan a menudo los mismos sacos y las mismas máquinas para trillar el grano (“venteadoras*”). Además, es necesario clasificar las semillas con zarandas que dejan pasar solamente las semillas inferiores a 2mm de diámetro. Esta etapa es a menudo la que impide la obtención de la certificación, y además, si tal es el caso, las semillas son rechazadas cuando ya se pagaron las inspecciones de campo.

El hecho de que la producción sea orgánica acentúa el problema de la lucha contra plagas y enfermedades (que se hace en teoría sin productos fitosanitarios pero con ayuda de mezclas de plantas o trampas). Este problema se plantea también para la producción de quinua comercial, pero las exigencias de los certificadores hacen que esta etapa sea también más complicada en el caso de la producción de semillas.

C) Un proceso único de certificación de semillas de quinua La certificación de semillas es realizada por una única institución pública. Hasta hace un año esto era la ORS, presente en cada departamento del país. Desde enero del 2009, las ORS ya no existen y es el INIAF que tiene la competencia de registrar productores y variedades (Registros Nacionales) así como de certificar las semillas. No se entrará aquí en el detalle de las disposiciones jurídicas que regulan la certificación pero es importante entender las exigencias que deben satisfacerse para poder acceder a la certificación, así como las garantías para el consumidor.

• Es necesario que exista una Norma Específica de Certificación para la especie en cuestión. Es el caso para la quinua (véase ANEXO 3).

• Es necesario que el lote certificado corresponda a una única variedad, y que ésta esté inscrita en el Registro Nacional de Variedades (que existe para cada especie cultivada que posee una Norma Específica de Certificación).

• Es necesario que el productor en cuestión esté registrado como semillerista en el Registro Nacional.

• Es necesario pagar y pasar dos inspecciones de campo en las que se verifica: Uniformidad en color y forma espigas Uniformidad en tiempo de maduración y tamaño de plantas Vigor Ausencia de plagas

• Es necesario pagar y pasar un análisis de laboratorio: Uniformidad en color y tamaño (>2mm de diámetro) de las semillas (pureza) Porcentaje de germinación superior al 80% Humedad inferior o igual al 13%

La garantía para el consumidor se refiere a las características de las semillas (tamaño y uniformidad) y a la tasa de germinación, pero con las condiciones climáticas imprevisibles y a menudo extremas de esta región la germinación es una etapa difícil que no depende únicamente de la calidad de las semillas (es necesario tener, en particular, en cuenta la erosión eólica que puede cubrir las semillas). Si se compara el número de productores miembros de cada asociación y el número de productores que consiguen tener la certificación de su producción, se observa que casi la mitad de los productores no obtienen la certificación (cifras de la campaña 2008-2009). Esto puede ser explicado por varias razones:

• Cada asociación decide al principio de la campaña agraria cuáles serán los productores que van a pedir la certificación y que variedades se cultivarán en cada

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parcela. Así pues, todas o casi todas las variedades se cultivan cada año (véase Tabla 2). Algunos productores no solicitan la certificación en una campaña dada posiblemente porque consideran no estar en condiciones de pasar los controles (en particular, por problemas de plagas).

• Algunos productores están aún a la etapa de transición, de selección año tras año para purificar las semillas y poder certificar su producción. A menudo piden la certificación sin éxito ya que las semillas no son uniformes en tamaño y color.

• Según instituciones como el INIAF y FAUTAPO que se encargan de la asistencia técnica y los controles de campo, los agricultores no hacen los esfuerzos necesarios para eliminar las plantas atípicas de sus parcelas y para separar las variedades. En efecto, la norma prevé en general una distancia de 2 metros entre dos variedades para evitar contaminaciones posibles o mezclas durante la cosecha. Del mismo modo, aconsejan a los semilleristas de no manejar más de tres variedades sobre sus parcelas. La post cosecha es también una etapa durante la cual muchos productores que pasan los primeros controles pierden la certificación por causa de mezclas (véase parágrafo IV.B.).

Al parecer, los técnicos y los certificadores han sido flexibles con las exigencias estos últimos años (en particular, en términos de tasa de germinación y pureza) ya que los productores están en formación y no tienen aún la tecnicidad necesaria para conducir sus semillas hacia la certificación cada año. Pero piensan volverse cada vez más estrictos frente al cumplimiento de las normas a medida que las asociaciones y la producción se consoliden. Un problema que queda por solucionar es la certificación orgánica de las semillas. Se certifica una gran parte de la producción de quinua comercial de la región como orgánica, y en consecuencia los productores necesitan teóricamente semillas garantizadas orgánicas. Ahora bien, la certificación de las semillas por el INIAF busca ser solamente una garantía de calidad y no incluye en sus normas, normas específicas para la producción orgánica. Esto hace que los productores se vean obligados a producir semillas orgánicas para garantizar su venta, pero bajo normas de control no necesariamente adaptadas. FAUTAPO está pidiendo al INIAF, la creación de estas normas y de una certificación específica de “semillas certificadas orgánicas” para la campaña 2009-2010. Por otra parte, existen varios tipos de semillas certificadas. Para cada especie registrada para la producción de semillas, teniendo en cuenta sus características, en particular de reproducción, se establecen distintos rangos. Estos rangos son determinados por el INIAF en las Normas Específicas de Certificación para cada especie. Cada rango corresponde a una generación, comenzando con las semillas obtenidas en laboratorio dichas “Genéticas”. A cada generación una semilla disminuye su rango de una unidad, y el número de generaciones posibles al partir de la más alta (antes de la “degeneración” de la semilla) determina la tasa de renovación mínima de las semillas (es decir, el numeró máximo de años en que se pueden volver a sembrar las parcelas con la cosecha anterior sin perder todas las características de las semillas). Para la quinua pueden haber hasta 4 generaciones a partir de las semillas dichas “Básicas”, (primera generación después de la obtención de semillas en laboratorio o equivalentes en calidad, dichas “Genéticas”, véase ANEXO 3). El suministro de los semilleristas en semilla “Básica” está normalmente a cargo de “mantenedores *” de variedades. Aún no hay mantenedores, solamente productores preseleccionados por el INIAF y FAUTAPO para pasar a serlo. La instauración de una serie de mantenedores en las regiones productoras de semillas es un problema que las instituciones que desean establecer grandes proyectos de producción de semilla (como las prefecturas de Oruro y Potosí), deben solucionar para garantizar el suministro de los semilleristas en semillas uniformes y de calidad.

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D) Los objetivos y los efectos de la producción de semillas certificadas de quinua

Las instituciones que incitaron a los productores a organizarse para producir semillas y todas aquellas que tienen proyectos de producción de semilla, se inscriben en la lógica de satisfacer el mercado internacional, que busca un producto con características precisas y uniformes. Sus objetivos son:

• Aumentar los rendimientos por la utilización de semillas de calidad, como respuesta a la disminución de los rendimientos durante los últimos años.

• Garantizar el acceso al mercado de exportación con la producción de semillas homogéneas que respondan a las características requeridas por este mercado.

• Aumentar la renta de las familias productoras (directamente para los semilleristas, indirectamente para los productores de quinua comercial a través del aumento de los rendimientos).

Puesto que se trata de un sector reciente resulta difícil evaluar los resultados y saber si se lograrán los objetivos de estos proyectos. Y, esto para los tres objetivos ya que:

• El aumento de los rendimientos no depende exclusivamente de la calidad y las características de las semillas.

• Las exigencias del mercado pueden cambiar y sería necesario entonces prever adaptaciones posibles, en particular, en lo que se refiere a variedades y en consecuencia solucionar el problema de suministro y vínculo con la investigación.

• La renta de las familias de semilleristas dependen de la existencia de una demanda estable, la consolidación de un mercado de semillas certificadas y el mantenimiento de precios remuneradores para las semillas. Según el INIAF de Potosí, el costo de producción de un quintal de semillas alcanza 800 Bs, contra 550 Bs para un quintal de quinua comercial. De ahí la necesidad de mantener los precios elevados de las semillas (un quintal se vende hoy entre 1100 y 1250 Bs, casi el doble de un quintal de Quinua Real comercial).

Por lo que se refiere a los efectos, hay muy poca distancia, perspectiva para poder observarlos efectivamente. Se puede por el contrario imaginar algunos efectos posibles, en particular gracias a las experiencias que ya existen:

• La producción de semillas sólo concierne las pocas variedades que son cultivadas. Además, los criterios para evaluar lo que es una “buena semilla” se basan en la uniformidad. Se puede entonces entrever que si la producción de semillas se volviese masiva y, generalizada la compra de semillas, esto contribuiría a la pérdida de biodiversidad que ya existe en la región.

• En Challavinto, durante la campaña 2007-2008 se perdió toda la cosecha debido a la sequía. Habían sembrado semillas certificadas y consideran que si hubieran hecho una mezcla, puede ser que una parte de la cosecha habría podido salvarse.

Esto ilustra los peligros de la homogeneización en una región donde los riesgos climáticos son muy importantes. Si no se puede hablar de adaptaciones particulares a una escala muy local, en particular debido a esta imprevisibilidad del clima, se puede por el contrario mencionar la importancia de una diversidad intra-varietal en la lucha contra los riesgos.

• Por otro lado, existen otras experiencias positivas (en términos de tamaño y color de las semillas, así como en tiempo de maduración pero no realmente en rendimiento) por parte de productores que compran las semillas todos los años (son muy poco numerosos).

• Parecería que por el momento las familias de semilleristas estuvieran satisfechas puesto que el precio de venta es en gran medida superior al de la quinua comercial. Pero, puesto que no pagan aún la certificación ni los desplazamientos necesarios para la promoción y comercialización de su producto resulta difícil concluir sobre este punto.

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• Se puede considerar también que el desarrollo del sector sería generador de empleo en los sectores de certificación y posteriormente en embalaje, distribución, comercialización, etc. Para los productores se trata de una diversificación de la producción y no de una creación de empleo, puesto que no existen semilleristas dedicados, aunque sea por el momento, exclusivamente a esta actividad.

• Algunos consideran que la instauración de un sector de semillas de quinua aceleraría el avance de la frontera agrícola (aunque no sea un factor necesario). Esta consideración viene del hecho de que el sector de semillas permite abastecer a nuevos agricultores.

Conclusión parcial La producción de semillas certificadas de quinua es muy reciente. Hoy no concierne mucho a más de 50 familias. Pero, con los proyectos realizados por las instituciones y los Gobiernos locales, es probable que este número aumente en los próximos años. La producción de semillas encuentra una serie de dificultades técnicas que no le permiten a todos los semilleristas certificar su producción cada año. Parecen haber problemas que solucionar sobre todo en lo que se refiere a la post-cosecha y a la trilla de semillas. Es importante también indicar que por el momento no hay semillas certificadas orgánicas, aunque todas las semillas producidas sean para el mercado de producción orgánico de quinua comercial. Por otra parte, es aún pronto para evaluar los resultados y los efectos de esta producción. Es innegable que la producción de semillas puede ser una fuente interesante de renta para las familias (aunque por el momento no se enfrentan a los gastos vinculados a la certificación). Pero, la orientación de esta producción corre el riesgo de acelerar la pérdida de variedades locales de quinua e implica una serie de riesgos para la producción vinculados a la homogeneización de las plantas (y en consecuencia de sus respuestas a los estreses del medio, plagas y enfermedades). El vínculo que podría existir entre la instauración de un sector de semillas de quinua y la aceleración del avance de la frontera agrícola no ha sido establecido aún, pero no se debe dejar de lado esta hipótesis.

Queda analizar quienes son los compradores de estas semillas, estudiar el mercado y sus perspectivas. Del mismo modo, es importante preguntarse si se certifican todas las semillas comercializadas. Existen otras vías de utilización y manejo las semillas, tradicionales o no, que es esencial conocer.

?

¿Qué mercado?

Registro del productor como

semillerista

Demanda de certificación

Control de parcelas 1

Control de parcelas 2 Control de

laboratorio

Post-cosecha

(trilla)

Éliminación de plantas atípicas y control de plagas

Campaña agrícola

Cosecha(mejores plantas)

Siembra (granos

seleccionados)

3 o 4 años de selección a partir

de sus propias semillas, de una

variedad registrada

Obtención de la certificación

Rechazo de la certificación

Comercialización

Ilustración 4: Proceso de certificación

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V) El mercado de semillas certificadas y no certificadas

A) El mercado de semillas certificadas de quinua hoy Es indispensable estudiar la demanda de semillas certificadas de quinua, sobre todo teniendo en cuenta que las instituciones parecen estar convencidas del interés y la importancia de desarrollar este sector. ¿Quiénes son los compradores de semillas certificadas de quinua? Se pueden distinguir varias categorías de compradores principales:

• Las instituciones mismas (como las Prefecturas, las Universidades, la Fundación Altiplano…) y las ONGs que trabajan en la región. Sus objetivos son diversos: investigación, proyectos propios de producción de semillas (es el caso de la Prefectura de Oruro), incentivo a la utilización por distribución en una comunidad o un grupo de productores, entre otros. Estas instituciones y las ONG son los principales compradores de semillas certificadas. En esta misma idea de promocionar la utilización de semillas certificadas, ANAPQUI también compra semillas regularmente.

• Los nuevos productores, a menudo no vienen de Oruro o Potosí, sino de otros

departamentos como por ejemplo La Paz, Tarija o Chuquisaca (que tienen también una parte de Altiplano dónde se puede potencialmente cultivar la quinua). Al parecer, habría regiones en estos departamentos donde se está intentando producir quinua y para ello los productores están probando las variedades de Quinua Real producidas en el Altiplano Sur. Según algunos semilleristas, estas experiencias no habrían sido satisfactorias debido a la diferencia de condiciones climáticas y enfermedades. Existen también nuevos productores que se instalan en el Altiplano Sur y compran semillas certificadas.

• Los productores individuales compran semillas pero en muy escasa cantidad. En general 2 o 4 kg (es decir, 1 o 2 bolsos de semillas), y mezclan estas semillas a las otras que utilizan para sembrar sus parcelas. Solo unos cuantos productores compran suficiente semilla para toda una parcela, pero no necesariamente todos los años ya que consideran que la calidad de las semillas se conserva durante varias campañas. El precio de las semillas impide también que los agricultores las compren sistemáticamente.

• Por el momento no hay empresas privadas que compren semillas certificadas.

Las cantidades certificadas son relativamente bajas. Según el informe de actividades de 2007 del INIAF (no se publicó aún el informe 2008), no hubo certificación para el Altiplano Sur (1,58 toneladas para el Altiplano Norte), fuera de algunas toneladas de Quinua Real “Certificada B” (véase ANEXO 3, al final del documento). Se pueden evaluar las cantidades certificadas en 2008 en aproximadamente 1,5 toneladas de la siguiente forma:

Los semilleristas de las tres asociaciones presentadas en el parágrafo IV.A produjeron el equivalente de 12 ha de semillas certificadas (se consideran rendimientos medios de producción de semillas de 10 quintales por ha, cifra de FAUTAPO). (12 ha de las asociaciones de semilleristas + de 3 ha de productores individuales, cifra arbitraria) x 10 quintales/ha = 150 quintales. La totalidad de la producción de las asociaciones de semilleristas fue vendida en 2008.

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Es necesario sin embargo considerar dos factores importantes:

• Por un lado, el papel que FAUTAPO desempeña en la ayuda a la comercialización es clave para vender la producción en las ferias y gracias al vínculo con instituciones como las Universidades. Se encargan por el momento de todos los costos de desplazamiento de los productores para la promoción de su producción. Es pertinente preguntarse si cuando los agricultores deban desplazarse por sus propios medios, estarán tan presentes en este tipo de acontecimientos o en los mercados. Las distancias entre algunas de las comunidades productoras de semillas (por ejemplo Copacabana) y los centros de comercialización (como Challapata) son grandes y los medios de transporte son escasos.

• Las cantidades de semillas certificadas que son comercializadas no reflejan necesariamente la cantidad de semillas producidas. Un productor certifica parcelas y no volúmenes, paga la certificación por hectárea con limitaciones de tamaño por parcela (véase ANEXO 3). Una vez que se obtuvo la certificación de la parcela, el productor puede hacer certificar el volumen que desee proveniente de dicha parcela. Entre la solicitud y la obtención de la certificación, hay un determinado tiempo de espera, y coincide para algunos semilleristas con la época en que la que es necesario pagar la cosecha al “tractorista *”. Entonces sucede que venden una parte de sus semillas como quinua comercial para tener la liquidez necesaria para pagar el servicio. Es necesario añadir a eso una parte de las semillas que se venden sin certificarse. Dentro de las comunidades y entre comunidades vecinas, los semilleristas venden semillas por puñados, en muy pequeñas cantidades (los venden a 5 ó 10 Bs*). Los volúmenes implicados no son importantes, por el momento los agricultores están probando estas semillas.

Es necesario pues preguntarse si se venderían todas las semillas si se certificaran en su totalidad, sabiendo que se hace un esfuerzo particular por parte de las instituciones para comercializarlas.

Por otra parte, todas las comunidades donde hay asociaciones de productores no venden la misma cantidad de semillas. En Copacabana y Uyuni K, la venta de semillas se hace más fácilmente a pesar de la distancia que separa estas últimas de los mercados ya que las semillas que proponen son de mayor tamaño y, puesto que fueron producidas en condiciones de sequía y frío extremo se consideran más resistentes. En Salinas de Garci Mendoza tienen más de dificultad en vender las semillas a causa de su relativo pequeño tamaño. Por lo tanto, los fenómenos de venta sin certificación y en forma de quinua comercial parecen ser más importantes en esta comunidad.

El mercado de semillas certificadas de quinua parece débil y artificial por el momento sabiendo que organizaciones como ANAPQUI o las Prefecturas se encargan de generar la demanda, y otras como FAUTAPO se encargan de la comercialización y el financiamiento. Es difícil saber hoy si sin la presencia de estas instituciones el sector seguiría existiendo. Queda resolver la cuestión de las razones por las cuales el mercado de las semillas certificadas es tan reducido. Una de las razones importantes que se tienen que considerar es la escasa cantidad de semillas requerida para sembrar una hectárea. Según las fuentes las cifras varían, pero se puede considerar que es necesario entre 6 y 8 kg para siembra manual y hasta 3 o 4 kg para siembra mecanizada (cifras de PROINPA para la siembra mecanizada). Entonces, no es indispensable que los productores compren semillas para sembrar sus parcelas, incluso si amplían sus superficies de una campaña a la siguiente. La gran mayoría de las semillas que sirvieron durante los últimos veinte años para sostener el avance de la frontera agrícola no proceden de un proceso de producción de semillas certificadas (su procedencia se enumerará en el parágrafo V.B). Las instituciones toman en cuenta este factor en sus previsiones y consideran que las tres comunidades productoras de semillas son suficientes para abastecer a toda la región, y es por eso que la elección de las comunidades debe justificarse y razonarse. Dentro de estas comunidades nuevos miembros parecen querer añadirse a las asociaciones, ya que el precio

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de venta de las semillas permite tener una fuente de ingresos interesante. Esto podría ir en el sentido de un desarrollo del sector, a condición de encontrar la demanda necesaria. Según las instituciones como FAUTAPO o el INIAF, varias razones (fuera de la escasa cantidad de semillas requerida para sembrar una hectárea) pueden explicar la debilidad de este mercado:

En primer lugar el hecho de que es reciente, y al comparar con el de semillas de papa, parece necesario esperar una decena de años para ver los resultados.

Habría también un problema vinculado al hecho de que las semillas no sean certificadas orgánicas. Esto implicaría una determinada desconfianza de los productores en relación a las semillas.

No se conocen aún los resultados sobre la eficacia de estas semillas a causa de la mezcla de semillas realizada a menudo por los agricultores y de las escasas cantidades utilizadas. Entonces, habida cuenta del precio de las semillas certificadas, los productores no toman riesgos.

B) El manejo de las semillas por los agricultores Hasta hace algunos años, casi ninguna de las semillas utilizadas por los agricultores procedía de una producción específica, ni pasaba por un proceso de certificación. Como se lo indicó en el parágrafo anterior, el avance de la frontera agrícola no requiere de tal sector por causa de la escasa cantidad de semillas necesaria para la siembra. Los agricultores siempre han tenido métodos de manejo de sus semillas, aunque algunas instituciones parecen afirmar lo contrario. Se escucha a menudo decir que una producción de semillas certificadas es necesaria porque los agricultores no saben seleccionar sus semillas o que no las seleccionan. Es posible que estos métodos estén perdiéndose con la uniformización de los cultivos y los cambios en la estructura social que dificultarían la transmisión de conocimientos. Pero, aunque la situación fuese tal, no se pueden descuidar los fenómenos de selección y de manejo que existen desde hace mucho tiempo. Inclusive, la mayoría de los semilleristas utilizan semillas de sus parcelas comerciales y no sus semillas certificadas. La información sobre este tema no es fácil de encontrar, y algunas instituciones como el INIAF de Oruro y AVSF decidieron trabajar sobre este tema y describir “el camino de las semillas”. La idea sería determinar el ciclo de vida de las semillas y su manejo. Para empezar, es importante indicar que las semillas de quinua pueden conservarse y ser viables durante mucho tiempo. Según las conversaciones realizadas, si las condiciones de almacenamiento son convenientes (ambiente seco y frío) las semillas pueden guardarse hasta 15 años sin problema. Del mismo modo, parecería que una gran proporción de los productores guarda una cantidad de semillas suficiente para garantizar la siembra de varias campañas. Estas semillas proceden de un proceso de selección que comienza por marcar las plantas más vigorosas (se tienen en cuenta la longitud y el diámetro de los tallos) y libres de enfermedades y plagas. Los criterios de selección de los productores varían ciertamente con el paso del tiempo y hoy la satisfacción del mercado internacional en términos de características de los granos desempeña un papel fundamental (semillas de gran tamaño, redondas y de color uniforme, a menudo blanco). Del mismo modo, la mecanización de la producción y, en particular de la cosecha, impone nuevos criterios que deben tenerse en cuenta (como un escaso número de ramificaciones para tornar más fácil la cosecha con segadora). Una vez seleccionadas las semillas, pueden ser sembradas en la campaña siguiente, guardadas para campañas posteriores, intercambiadas o vendidas. El intercambio y el regalo de semillas parecen ser procesos frecuentes pero que disminuyen con el tiempo. Por ejemplo, en las fiestas o acontecimientos importantes como matrimonios o nacimientos, es frecuente

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ofrecer semillas como regalo. La venta es también relativamente frecuente entre regiones donde la cosecha ha sido buena y otras dónde ha sido mala. Los tipos de intercambio y de circulación de semillas parecen ser fenómenos bastante diversos y relativamente complejos que deben estudiarse. Por otra parte, contrariamente a lo que se podría creer cuando se trata de comunidades andinas donde lo colectivo desempeña un papel a menudo muy importante, no hay manejo colectiva de semillas. La selección se realiza en la unidad de producción únicamente. Sin embargo, la solidaridad entre miembros de una comunidad se aplica también a las semillas en caso de cosecha catastrófica para una familia. Parecería también que nuevos fenómenos acompañan el desarrollo del cultivo de la quinua en lo que se refiere a la circulación de semillas. Según un estudiante de doctorado de la UTO, los tractoristas serían un vector de transporte y venta de semillas entre “antiguos” y nuevos productores (los cuales necesitarían semillas). Un punto muy importante es el de la lucha contra los riesgos. En un clima extremo e imprevisible como el del Altiplano Sur, la lucha contra los riesgos climáticos es esencial. Tradicionalmente, esto se hacía en parte por el control vertical de varios pisos ecológicos y por la diversificación de la producción. Hoy con el monocultivo de la quinua y la uniformización de los cultivos, los riesgos para la unidad de producción son muy altos. La mezcla de variedades tan criticada por las instituciones y los asistentes técnicos es también una forma de luchar contra los riesgos, puesto que las distintas variedades de quinua (y sobre todo gracias a la variabilidad intra-varietal) tienen niveles diferentes de resistencia a los estreses del medio (así mismo en lo que se refiere a las enfermedades y a las plagas). Esta mezcla es por el momento posible ya que el mercado sólo exige características morfológicas de las semillas y no pureza varietal.

Se puede entonces decir que la mayoría de los agricultores sigue seleccionando semillas a partir de sus propias parcelas por distintos métodos, y con criterios que cambian con el tiempo. Existen también fenómenos de intercambio, venta y más generalmente de flujo de semillas bastante complejos, que se acompañan a menudo de un almacenamiento que puede durar mucho tiempo. En este contexto, ¿cuáles son las perspectivas posibles para el mercado de las semillas certificadas de quinua?

Nuevos productores de

quinua

Productores de otros departamentos

VentaFinanciamiento,

asistencia técnica,

…

Semilleristas

Instituciones (FAUTAPO, Prefecturas, …)

Semillas Certificadas

Venta

Productores individuales del Altiplano Sur

Semillas provenientes de parcelas :

Selección Almacén

Intercambio Venta

Utilización

Difusión e incitación al uso de semillas certificadas

Ilustración 5: Funcionamiento del mercado de semillas

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C) Perspectivas del mercado de semillas certificadas de quinua del Altiplano Sur

Parece lógico que para que el mercado de las semillas certificadas de quinua pueda desarrollarse de forma autónoma (es decir, sin el apoyo financiero y técnico de las instituciones que hasta hoy organizan el sector), sería necesario que la demanda se consolide. Es decir que los compradores sean agricultores o agrupaciones de productores y no las mismas instituciones que intentan desarrollar el sector. ¿Cuáles son las condiciones necesarias para que esto pueda producirse?

• Sería necesario que el mercado evolucione de modo a que las mezclas de variedades no sean aceptadas, o que se superpongan a las características morfológicas de las semillas, las características alimenticias y/o varietales como exigencias de los compradores de quinua comercial. Según algunos técnicos, las distintas utilizaciones industriales y culinarias que pueden hacerse de la quinua van a traer cambios en esta dirección. Por otra parte, consideran también que la clasificación de las semillas por tamaño es una de las exigencias que corren el riesgo de acentuarse con el tiempo (es lo que se produjo para otros sectores como el maíz o las habas).

En ese caso, la compra de semillas podría tornarse necesaria (incluso si no necesariamente todos los años) para los productores. La condición sería también que las respuestas a estas nuevas exigencias no pudieran hacerse por una selección más estricta por parte de los agricultores, o que ésta sea tan complicada (o que demande tanto tiempo) que la compra de semillas sea la solución más eficaz.

• Se podría también imaginar una obligación de utilización de semillas certificadas orgánicas para la producción de exportación.

En el contexto actual, todo indica que las condiciones necesarias para la consolidación de la demanda en semillas certificadas de quinua por parte de los productores se conectan directamente a las normas y exigencias del mercado. Se plantea entonces la cuestión de saber si sería deseable que estas condiciones estén reunidas. Por el momento sin embargo, parecería que sin la ayuda de las instituciones, y sobre todo sin su incentivo a la producción de semillas, el mercado no crecería autónomamente puesto que no hay una demanda suficiente para propulsar la oferta. Es entonces interesante para los semilleristas producir en tales condiciones de asistencia y de financiamiento puesto que tienen gastos reducidos para un precio por kilogramo muy elevado, pero ¿seguirían produciendo sin subvenciones?

La orientación de la producción y el futuro del mercado de semillas certificadas parecen estar estrechamente vinculados a la evolución de las exigencias del mercado internacional y de los consumidores, exactamente como para la producción de quinua comercial. Las instituciones que incitan a la producción de semillas certificadas afirman prever una evolución que haría su utilización indispensable en los próximos años. Sin embargo, parecería que si la utilización de semillas certificadas no se convierte en una condición necesaria para garantizar la comercialización de la producción de quinua comercial en la escala de la zona de estudio, el mercado de las semillas certificadas de quinua seguirá siendo dependiente de un mantenimiento artificial de la demanda y en consecuencia mínimo con relación a la totalidad de semillas utilizadas.

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Conclusión La idea de aumentar los rendimientos de la producción de quinua comercial, en particular, por la utilización de semillas seleccionadas de calidad, mientras que la frontera agrícola no deja de extenderse es muy interesante. Pero, la investigación en mejoramiento genético parece orientarse prioritariamente hacia la satisfacción de las solicitudes del mercado internacional y no hacia criterios agronómicos que podrían disminuir los riesgos de pérdida de las cosechas. Por otra parte, estos criterios de selección acompañan el proceso de pérdida de biodiversidad iniciado desde hace varios años a causa de la uniformización de las semillas y plantas en tamaño, color y duración de ciclo. Del mismo modo, la producción de semillas certificadas que comienza a desarrollarse en la región, sólo se refiere a algunas variedades y tiene por objeto satisfacer las exigencias crecientes del mercado internacional. La uniformización tiene ventajas prácticas para la cosecha y puede garantizar una comercialización fácil de la producción. Pero, además de la pérdida de biodiversidad, no pueden olvidarse los riesgos vinculados, puesto que el Altiplano Sur es una región sujeta regularmente a catástrofes climáticas. El mercado de las semillas certificadas de quinua sólo tiene algunos años, y los productores siguen siendo muy dependientes del financiamiento, la asistencia técnica y la ayuda para la comercialización. En la actualidad, la demanda por parte de los productores es muy baja. La gran mayoría de las semillas utilizadas para la producción de quinua comercial, e incluso para la extensión rápida de la frontera agrícola, proceden de un proceso complejo de selección, almacenamiento, intercambio y hasta venta de las semillas provenientes de la cosecha de los agricultores. Estos flujos de semillas no se conocen con precisión dentro de su complejidad. Su estudio podría permitir la comprensión del manejo que hacen los agricultores de sus semillas durante varias campañas y así prever alternativas adaptadas para aumentar los rendimientos tomando en cuenta los riesgos climáticos, el mantenimiento o incluso la recuperación de una determinada biodiversidad, tal vez en vínculo con una orientación no exclusiva de venta y exportación.

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Anexos Anexo 1 Mapa de Bolivia con los lugares citados en este documento indicados por puntos de colores

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Anexo 2 Ejemplos de caracterización e indicadores fenotípicos de las variedades más cultivadas Duración

de ciclo Diámetro

tallo principal

Tamaño planta

Forma espiga

Diámetrogranos

Peso de 100

granos Color grano

Real Blanca « amarantiforme *» o

« Chojllo » 184 días 1.7 cm 119.5 cm A 3.1 mm 0.41 g Blanco

Real Blanca « glomerulada* » o « Challa M’oko »

184 días 1.9 cm 112.0 cm G 2.43 mm 0.48 g Blanco

Pandela Rosada (granos rosados

antes de la escarificación)

189 días 1.0 cm 122.0 cm G 2.21 mm 0.41 g Rosado oscuro

Utusaya 161 días

Toledo 184 días 1.6 cm 100.0 cm A 2.43 mm 0.42 g Amarillo dorado

Puñete 2.0 cm 127.0 cm A 2.34 mm 0.42 g Blanco Negra (granos

negros) 1.8 cm 106.0 cm A 2.32 mm 0.42 g Marrón oscuro

Rosa Blanca 181 días

Pisankalla 186 días 1.2 cm 99.5 cm A 2.38 mm 0.43 g Marrón rojizo

A : Amarantiforme* G : Glomerulada* Celda vacía: información no disponible en las fuentes consultadas

Anexo 3 Norma Específica para la certificación de semillas de quinua

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32

Siglas et instituciones ACOPROQUIRCO Asociación Comunal de Productores de Quinua Real – Copacabana ANAPQUI Asociación Nacional de Productores de Quinua APSOCQUIRU Asociación de Productores de Semilla Orgánica Certificada de Quinua Real – Uyuni K APSQUIOSA Asociación de Productores de Semilla de Quinua real Orgánica- Salinas de Garci Mendoza AVSF Agrónomos y Veterinarios Sin Fronteras (“Agronomes et Vétérinaires Sans Frontières”) BNGGA-PROINPA Banco Nacional de Germoplasma de Granos Altoandinos

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33

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34

Noventonas: Se dice de las variedades precoces, teóricamente con ciclo de 90 días. En la realidad el término se utiliza para variedades con ciclos de menos de 145 días. Pisnado: Labor cultural que realizan los productores de quinua para el sombreado y protección de las plagas de tipo roedores del cultivo de la quinua con el empleo de ramas o espinas del lugar. QTL : Un locus de caracteres cuantitativos (QTL por Quantitative Trait Loci) es una región más o menos grande de ADN estrechamente ligada a un carácter cuantitativo, es decir, una región cromosómica en la cual están localizados uno o varios genes que dan origen al carácter en cuestión. La transmisión hereditaria de esos caracteres cuantitativos se relaciona a una característica fenotípica que varíe en grados, y que pueda ser atribuida a la interacción entre dos o más genes y el medio ambiente (llamada también transmisión hereditaria poligénica). Los QTL pueden ser identificados molecularmente (por PCR, por ejemplo) para ayudar a cartografiar regiones del genoma que contienen genes implicados en la especificación de un carácter cuantitativo. Esto puede ser un primer paso hacia la identificación y la secuenciación de estos genes. (Traducción de http://fr.wikipedia.org/wiki/QTL ) Tractorista : Se dice de la persona que posee el equipo necesario para laburar la tierra, sembrar y/o cosechar de forma mecanizada. Esta persona presta servicios a los productores que no posees este equipo. Venteadoras : Máquinas que permiten la trilla rápida del grano. Pueden tener un motor o funcionar con una manivela que se acciona de forma manual. Fuentes Lista de entrevistas:

Prénom NOM Institution Date Lieux (ville, département)

1 Alejandro BONIFACIO PROINPA 03/06 Quipaquipani, Viacha, LA PAZ

2 Felix MAMANI PROGRANO – UMSA, profesor- investigador 05/06

La Paz, LA PAZ

3 Melquiades VELIZ CONACOPROQ - Presidente 09/06 4 Cristian ALIAGA INIAF, dirección de semillas 5 Cristal TABOADA QUINAGUA – UMSA

12/06 6 AOPEB, antigua empleada de BIOCERT

7 Jesús CÁRDENAS UTO, profesor- investigador 17/06 8 Ruth ESPINOZA UTO – Banco de germoplasma

18/06

Oruro, ORURO

9 Ermindio BARRIENTOS UTO, Decano Facultad de Agronomía 10 Irene CALAHUARA PROQUIOR

11 Ramiro CACERES Programa de Semillas, Prefectura de Oruro

12 Gladys VASQUEZ

FAUTAPO, Técnico Componente « Sostenibilidad de la Producción

Orgánica »del programa « Fortalecimiento al complejo de la

quinua »

19/06

13 Mario ARCE UATF, profesor- investigador

24/06 Potosí, POTOSÍ 14 Edgar LLANOS INIAF Potosí

15 Hector RIOS Prefectura de Potosí, Desarrollo Productivo

16 Sandro LOPEZ Gerente de CADEQUIR 25/06 Uyuni, POTOSÍ

35

17 Luz TICONA Administración

CENTRO INTI 18 Edgar TICONA

Responsable Componente

« Recursos Naturales y Seguridad

Alimentaria » 19 Genaro ARONI PROINPA 20 Cleto VILLCA MAMANI Semillerista, comunidad Lia

26/06 Salinas de Garci Mendoza, ORURO 21 Margarita CRUZ Semillerista, comunidad Copacabana

22 Alicia LUCAS COPA Semillerista, comunidad Uyuni K 23 Raúl SARAVIA PROINPA 24 José MALDONADO INIAF Oruro 30/06 Cochabamba,

COCHABAMBA 25 Fredy RAMOS A. INIAF Potosí Imágenes : Portada : http://ccbolgroup.com/comp/quinoa/quinua7.jpg Chenopodium quinoa: http://www.becauseumatter.com/public/wp-content/uploads/2009/09/Chenopodium_quinoa0.jpg Amarantiforme: http://www.bioversityinternational.org/publications/Web_version/203/p12b.gif Glomerulada: http://www.bioversityinternational.org/publications/Web_version/203/p12a.gif Bibliográficas et documentarias: « Caracterización del Germoplasma de Quinua (Chenopodium quinoa, W.) de ecotipos utilizados por productores del Sudoeste de Potosí », M.Sc.Ing. Mario Arce, 2008 « Catálogo de Quinua y Cañahua de la Colección de Trabajo de la Universidad Técnica de Oruro », Ing. Ruth Espinoza e Ing. Luis Gonzalo Cabita, 2007 « Proyecto: Producción y Certificación de Semilla Orgánica de Quinua Real en el Altiplano Sur de Bolivia », Mario Delgado Flores y David Soraide Lozano, 2005 « Módulo 2: Manejo agronómico de la quinua », Jaime Cossio, Juan Carlos Aroni, Genaro Aroni, Raúl Saravia, Reinaldo Quispe - Fundación PROINPA « Informe Anual 2007, Programa Nacional de Semillas INIAF », 2007 « Quinua y Territorio », VSF-CICDA y comunidades del Intersalar, 2009 « Fair Trade and Quinoa from the Southern Bolivian Altiplano », 2006, Zina Caceres, Aurélie Carimentrand, y John Wilkinson, en « Fair trade: the challenges of transforming globalization », p. 180 a 199, Laura T. Raynolds, Douglas L. Murray, John Wilkinson « Estudio Linea Base 2001-2004, Programa Quinua Altiplano Sur », Ing. David Soraide, Ing. Mirko Carvajal, Lic. Pedro Claver Mamani, Ing. Willy Choque Marca, 2005 www.infoquinua.bo www.bo.ird.fr http://www.la-razon.com/versiones/20090816_006821/nota_268_861988.htm

Citación Baudoin Farah A. 2009. Evaluación y perspectivas del mercado de semillas certificadas de quinua en

la región del Salar de Uyuni en el Altiplano Sur de Bolivia. Tesis de Pasantía de 2do Año.

AgroParisTech. Paris, Francia. 35 p.

Este trabajo se realizó bajo la dirección de Th. Winkel (IRD), R. Joffre (CNRS), M. Le Bail

(AgroParisTech) y M. Vieira Pak (CIRAD), con el apoyo financiero de la ANR (Agence Nationale de la

Recherche – Agencia Nacional de la Investigación, Francia) dentro del programa "Agricultura y

Desarrollo Sostenible", proyecto "ANR-06-PADD-011, EQUECO".