ÉTICA EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL DEL TRABAJO SOCIAL

Objetivos:    • Analizar detenidamente el material bibliográfico    • Recuperar críticamente el proceso de prácticas de formación profesional transitado.    • Realizar el ejercicio pedagógico de la elaboración de lineamientos éticos para la práctica de formación profesional.

Consigna:

Responder individualmente:

A partir de la recuperación crítica del proceso de formación profesional y, con el insumo material bibliográfico proporcionado, elaborar dos artículos que consideren que deberían incluirse en un posible código de ética de las prácticas de formación profesional. Fundamentar los mismos.

Material:

BARROCCO, MARÍA LUCÍA S. Ética y Servicio Social: Fundamentos ontológicos. Cortez Editora. San Pablo. 2004CÓDIGO DE ÉTICA de la Provincia de Buenos Aires. 1988CÓDIGO DE ÉTICA DE Brasil, (comentado). 1996IAMAMOTO, MARILDA. “El debate contemporáneo del Servicio Social y la ética profesional”. Artículo EN: BORGIANNI, ELISABETE; GUERRA, YOLANDA; MONTAÑO, CARLOS: Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto ético-político profesional. Cortez Editora. San Pablo 2003.MONTAÑO CARLOS. Introducción, Hacia la construcción del Proyecto Ético Político profesional crítico. EN: BORGIANNI, ELISABETE; GUERRA, YOLANDA; MONTAÑO CARLOS: Servicio Social crítico. Hacia la construcción de un nuevo Proyecto Ético-Político profesional. Cortez Editora. San Pablo 2003.NETTO, PAULO. “La construcción del proyecto ético-político del Servicio Social frentea la crisis contemporánea”. Artículo EN: BORGIANNI ELISABETE GUERRA, YOLANDA; MONTAÑO CARLOS: Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto ético-político profesional. Cortez Editora. San Pablo 2003.

Universidad Nacional de La PlataFacultad de Trabajo SocialTrabajo Social VAño 2009

Trabajo Práctico Nº 2: Ética Profesional.

                                                                                  Alumna: MARIANA PENSA

A lo largo de mis prácticas de formación profesional me he encontrado con dificultades y facilitadotes a la hora de incertarme e intervenir. Los facilitadotes, a mi entender, tuvieron mucho que ver con la buena predisposición de las personas con las cuales trabajamos y con poder aprehender las diferentes herramientas teórico- metodológicas y mediante ellas realizar acciones concretas y una lectura crítica de las diferentes situaciones de la realidad social que se nos presentaban. Los obstáculos, que fueron muchos ,pero con esfuerzo pudieron ser superados, o al menos llevados de la mejor manera posible, se relacionaron con la falta de espacio físico para realizar actividades, subestimación de la profesión por parte de compañeros de otras disciplinas, falta de recursos para dar respuesta a las demandas de la gente. Sin embargo, personalmente un gran obstáculo, quizás anímico, a la hora de intervenir fue la sensación de frustración al considerar que   como estudiante pasaba por la institución o por la realidad social de los sujetos sin aportar todo lo que yo hubiera deseado, cabe destacar que el tiempo acotado de la práctica limita muchísimo esta cuestión. Con respecto a este tema, creo que debe plantearse en el marco de la facultad una discusión acerca   de cual es nuestro proyecto ético-político no solo como futuros profesionales sino desde nuestro lugar concreto de estudiantes. Este debate no debe perder de vista que toda ética se vincula a determinado proyecto e interfiere reproduciendo valores sociales y políticamente direccionados. Queda hecha mi propuesta, la cual espero algún día se aborde con el compromiso y la seriedad que amerita, desde mi punto de vista.

Con respecto a la cuestión particular de la ética profesional del Trabajo Social, me parece importante rescatar algunas cuestiones de la bibliografía consultada a fin de aclarar el panorama con respecto al tema que nos compete: En la sociedad capitalista existen proyectos en oposición y las formas particulares en que surge el Trabajo Social como profesión se enmarcan en el contexto del Capitalismo Monopolista, como respuesta del Estado y de las clases dominantes a las necesidades del capital y del trabajo configuradas históricamente a partir de la Cuestión Social, es decir, que nuestra disciplina en su origen responde al proyecto político hegemónico. Pero existió en el Trabajo Social a nivel latinoamericano un período en que las condiciones sociales particulares   posibilitaron una lectura crítica que permitió replantear el proyecto ético político de la profesión: este período entre las décadas del 60 y el 80 fue el llamado el movimiento de reconceptualización, contexto de las luchas democrático-populares y de la resistencia a las dictaduras militares, la Revolución Cubana y el Cordobazo del año 69 como antecedente en nuestro país.Con respecto al fundamento objetivo de la ética, esta es la capacidad de crear valores y alternativas, elegir entre las alternativas de valor y proyectar idealmente la acción objetivando la realización de estos valores. Siendo así, la ética es un conjunto de valores que forma parte de los proyectos sociales, profesionales e individuales y su realización supone una acción práctica y consciente en dirección de algo colectivamente considerado como justo. La objetivación de la ética profesional remite a la organización política del colectivo que supone un gran desafío que es el de traducir en la práctica cotidiana los valores y principios legitimados en el código de ética. Por eso el código también indica la relación entre el compromiso profesional y la capacidad teórica y técnica. Esta relación entre Trabajo Social y ética es una construcción colectiva, que requiere la participación de todos los miembros del colectivo profesional. A partir de lo expuesto hasta el momento comencé a pensar en la relación que existe entre mis expectativas con respecto a las prácticas de formación profesional y el significado de la ética en relación al trabajo social, y se me ocurrieron los siguientes artículos   que considero podrían ser incluidos en un código de ética de las prácticas de formación profesional:    • Los estudiantes de Trabajo Social   deberán proyectar sus prácticas de formación atendiendo a los intereses y necesidades de las partes involucradas, trazando objetivos humanamente realizables en el tiempo previsto de intervención.    • Los estudiantes de Trabajo social deberán realizar las prácticas de formación profesional con la responsabilidad y el respeto que merecen las personas e instituciones con las cuales intervenimos, fortaleciendo las libertades individuales como sujetos de derecho y propiciando espacios para el ejercicio real de los mismos.  Ambos artículos apuntan al abordaje de cuestiones bastante similares, en hacer hincapié en el respeto y en la afirmación de derechos inalienable. A la hora de escribir estos artículos tuve en cuenta algunos de los principios éticos importantes a la hora de estar pensando un código de ética, principios que, cabe aclarar no pueden ser tratados y analizados aisladamente ya que existe una lógica que los articula. El primer principio es el de la libertad y su reconocimiento como valor ético central. Autonomía, emancipación y plena expansión de los individuos sociales. Este principio solicita que se tenga la comprensión   en el Trabajo Social de que la necesidad de la libertad no puede suplantar el ideal de igualdad: la igualdad requiere la libertad y viceversa. El principio de la ampliación de la ciudadanía viene de la mano al reconocer a las personas como sujetos de derecho al propiciar espacios donde se aliente el ejercicio real de los derechos. La plena realización de la ciudadanía se identifica con el proyecto societario que estamos comprometidos desde nuestra formación universitaria.  Cuando realizamos nuestras prácticas de formación, muchas veces no podemos visualizar nuestra contribución sino a la distancia, y una revisión de las mismas es importante porque contribuye no solo a realizar un análisis crítico de nuestra intervención y tratar de corregir errores y falencias, sino también para visualizar los logros obtenidos, porque en la medida que intervenimos provocamos modificaciones en la dinámica social. Pensando retrospectivamente mis prácticas, a pesar de muchas veces no quedar conforme y angustiarme por no poder modificar ciertas cuestiones que me excedían por demás, puedo reconocer que algunas de mis intervenciones propiciaron la construcción de espacios de ciudadanía,(al realizar talleres de Derechos de la mujer vinculados con la salud sexual y reproductiva, y contribuir a la socialización de las leyes, el trabajo en grupo de las mujeres a partir de la lectura y la realización de plenarios de discusión, propiciando la apropiación de herramientas concretas en la defensa de sus derechos) y el ejercicio de las

libertades individuales (Trabajo de prevención y promoción de la salud sexual y reproductiva, charlas sobre métodos anticonceptivos, haciendo hincapié en la libertad de elegir teniendo la opción real de elegir sobre opciones reales). Viéndolo desde esta óptica no tan pesimista con la que comencé el trabajo si bien queda mucho por trabajar siento que voy por la dirección correcta