¿no estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿no soy la fuente...

4
Diciembre 2006 ´ todos los que se ocupan en conocer sus senti- dos, las mismas sensa- ciones y comprensiones que su acción y voca- blos suscitaron en Juan Diego, cuando contem- plaba su proceder o cuando la escuchaba. La imagen no era para los indios un mero re- cuerdo de alguien, sino la continuidad viva de su persona; a su vez, la tilma también era sacra- mento y símbolo de un sujeto o individuo. A la luz de esa última concepción, se com- prende cuánto los im- N uestra Señora de Guadalupe certifi- cará su comunicación por medio de una Ima- gen Sagrada, que es un auténtico amoxtli o códi- ce indio que manifestó glíficamente, a un pueblo acostumbrado a transmi- tir por medio de iconos, la totalidad de lo que Juan Diego les testimo- nió oralmente. La estampación de Nuestra Señora de Gua- dalupe dijo, y dice visual- mente, lo que por medio de su palabra confió a su mensajero. Sus formas y colores hablan y despier- tan a los ojos indios, y a presionó Nuestra Señora de Guadalupe al estam- parse en la tilma de uno de ellos, para continuar su impactante presencia en el Tepeyac. Aún hoy «...asombrosa e inexplicablemente, esa mismísima tilma no se ha destruido ni deteriora- do, y esa mismísima imagen continúa, ahí mismo, arrobando los corazones de los mexica- nos» y de peregrinos de todas las nacionalidades. Admirada por ser una obra maestra plasmada en una superficie no ade- cuada para ser pintada. Según el Nican mopo- hua, no fue obra de ma- no humana y esto lo co- rroborarían investigacio- nes de diversa índole. Si bien siempre ha sido objeto de estudios rigu- rosos, actualmente dis- ponemos de mejores instrumentos para reali- zar objetivos análisis científicos Los resultados de la aplicación de los mis- mos siguen maravillan- do: un examen de re- ciente realización con- cluye, que el rostro. «...está hecho con pig- Santa Maria de Guadalupe, Reina de Mexico Salva nuestra patria y ¡conserva nuestra fe! ¿no estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿no soy la fuente de tu alegría? ¿no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿tienes necesidad de alguna otra cosa? Este 12 de diciembre del 2006, al cumplirse 475 años de las históricas apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, concluirá solemnemente el año jubilar guadalupano Publicación al servicio del Centro de Formación para Maestros de Biblia Diciembre 2006 Número 39 Pastoral Bíblica Nuestra Senora de Guadalupe Viva y Presente en su Imagen

Upload: truongkiet

Post on 20-May-2018

219 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: ¿no estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿no soy la fuente de tu alegría? ¿no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿tienes

Diciembre 2006

´

todos los que se ocupan en conocer sus senti-dos, las mismas sensa-ciones y comprensiones que su acción y voca-blos suscitaron en Juan Diego, cuando contem-plaba su proceder o cuando la escuchaba.

La imagen no era para los indios un mero re-cuerdo de alguien, sino la continuidad viva de su persona; a su vez, la tilma también era sacra-mento y símbolo de un sujeto o individuo.

A la luz de esa última concepción, se com-prende cuánto los im-

N uestra Señora de Guadalupe certifi-

cará su comunicación por medio de una Ima-gen Sagrada, que es un auténtico amoxtli o códi-ce indio que manifestó glíficamente, a un pueblo acostumbrado a transmi-tir por medio de iconos, la totalidad de lo que Juan Diego les testimo-nió oralmente.

La estampación de Nuestra Señora de Gua-dalupe dijo, y dice visual-mente, lo que por medio de su palabra confió a su mensajero. Sus formas y colores hablan y despier-tan a los ojos indios, y a

presionó Nuestra Señora de Guadalupe al estam-parse en la tilma de uno de ellos, para

continuar su impactante

presencia en el Tepeyac.

Aún hoy «...asombrosa e inexplicablemente, esa mismísima tilma no se ha destruido ni deteriora-do, y esa mismísima imagen continúa, ahí mismo, arrobando los corazones de los mexica-nos» y de peregrinos de todas las nacionalidades.

Admirada por ser una obra maestra plasmada en una superficie no ade-

cuada para ser pintada. Según el Nican mopo-

hua, no fue obra de ma-no humana y esto lo co-rroborarían investigacio-nes de diversa índole. Si bien siempre ha sido objeto de estudios rigu-rosos, actualmente dis-ponemos de mejores instrumentos para reali-zar objetivos análisis científicos

Los resultados de la aplicación de los mis-mos siguen maravillan-do: un examen de re-ciente realización con-cluye, que el rostro.

«...está hecho con pig-

Santa Maria de Guadalupe, Reina de Mexico Salva nuestra patria y ¡conserva nuestra fe!

¿no estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo?¿no soy la fuente de tu alegría? ¿no estás en el hueco de mi manto,

en el cruce de mis brazos?¿tienes necesidad de alguna otra cosa?

Este 12 de diciembre del 2006, al cumplirse 475 años de las históricas apariciones de Nuestra

Señora de Guadalupe a San Juan Diego, concluirá solemnemente el año jubilar guadalupano

Publicación al servicio del Centro de Formación para Maestros de Biblia

Diciembre 2006 Número 39

Pastoral Bíblica

Nuestra Senora de Guadalupe Viva y Presente en su Imagen

Page 2: ¿no estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿no soy la fuente de tu alegría? ¿no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿tienes

Diciembre 2006

garon gustosos a sus hijas y hermanas, pero que nunca esperaron la infamia de que, al nacer los hijos de esas uniones, los padres los abandona-sen y considerasen a las madres infamadas por el hecho de serlo...»

Como consecuencia de lo anterior, muchos niños fueron rechazados por ambos padres y quedaron sometidos a la orfandad y pobreza; y Ella, precisa-mente, asumió el color de esos hijos abandonados y humillados.

En este apartado se presenta una síntesis

de algunos de los datos que nos ayudan a enten-der el significado que los indígenas le dieron a la imagen de Nuestra Seño-ra de Guadalupe.

Los pueblos mesoame-ricanos trasmitían la me-moria de su historia de

generación en genera-ción por medio de poe-mas y cantos, que al ser trascritos mediante figu-ras y símbolos en papel amate o en pieles for-maban los llamados có-dices. Los expertos co-inciden en que la Vir-gen de Guadalupe quiso mostrarse a los antiguos pueblos indí-genas con un atuendo lleno de símbolos (a manera de códice) que los habitantes de estas tierras pudieron enten-der fácilmente.

Para que desde nues-tra visión moderna po-damos comprender la profundidad del mensa-je contenido en la ima-gen Guadalupana es necesario conocer el significado básico de los símbolos presen-tes en la Santa Ima-gen según estas cul-turas indígenas.

La estatura de la Vir-gen en el ayate es de 143 centímetros y representa a una joven cuya edad aproximada es de 18 a 20 años.

Su rostro es moreno, ovalado y en actitud de

profunda oración. Su semblante es dulce, fresco, amable, refleja

amor y ternura, además de una gran fortaleza.

Sus manos están juntas en señal del recogimiento de la Virgen en profunda oración. La derecha es más blanca y estilizada, la izquierda es morena y más llena, podrían simbo-lizar la unión de dos razas distintas.

Lleva el cabello suelto, lo que en-tre los aztecas era señal de una mujer glorificada con un

hijo en el vientre. Está embarazada. Su

gravidez se constata por la forma aumentada del abdomen, donde se des-taca una mayor promi-nencia vertical que tras-versal, corres-ponde a un em-barazo casi en su última etapa.

La flor de cuatro pétalos o Nahui Ollin: es el símbolo principal en la imagen de la Virgen, es el máximo símbolo ná-huatl y representa la pre-sencia de Dios, la pleni-tud, el centro del espacio y del tiempo. En la ima-gen presenta a la Virgen de Guadalupe como la Madre de Dios y marca el lugar donde se en-cuentra Nuestro Señor Jesús en su vientre.

El Cinto marca el em-barazo de la Virgen. Se loca-liza arriba del vientre. Cae en

Página 2 aroztoi

efectuados sobre Ella, sigue hablándonos «...con el lenguaje que hoy nos maravilla y convence: el de los análisis de la Ciencia».

Es interesante destacar también que Nuestra Se-ñora, que está a punto de iniciar una danza, que era para los indios la máxima forma de reverenciar a Dios se manifiesta con un rostro mestizo. «...el mes-tizaje fue entusiastamente

mentos desconocidos, mezclados de tal manera que aprovechan las cuali-dades de la difracción de la luz causada por la tela sin apresto, para impartir el matiz oliva al cutis. Además, la técnica se sir-ve de las imperfecciones del tejido de la tilma para dar una gran profundidad a la pintura. La cara es de tal belleza y de ejecución tan singular, que resulta

inexplicable para el es-tado actual de la cien-cia».

Impresiona cómo la imagen de Nuestra Se-ñora de Guadalupe tie-ne una inculturación y consecuente competen-cia comunicativa, que trasciende la de su mo-mento originario. Hoy, 5 siglos después, y vuen-do los resultados de los estudios científicos

aceptado y promovido por los indios, que entre-

Interpretación indígena de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe

Page 3: ¿no estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿no soy la fuente de tu alegría? ¿no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿tienes

Diciembre 2006

de un ciclo y el nacimiento de una nueva era.

dos extremos trapezoida-les, que en el mundo ná-huatl representaban el fin

En la imagen sim-boliza que con Jesucristo se ini-

Página 3Pastoral Bíblica

cia una nueva era tanto para el viejo como para el nuevo mundo.

La Virgen está rodea-

Desde principios del siglo XX diversos

investigadores, fotógra-fos y oftalmólogos han afirmado haber descu-bierto en los ojos de la Virgen de Guadalupe el reflejo de figuras que parecieran correspon-der a siluetas humanas.

1. UN INDÍGENA

OBSERVA CON

ATENCIÓN

Aparece de cuerpo entero, sentado en el suelo. La cabeza del indígena está ligera-mente levantada y pa-rece dirigir su mirada hacia arriba, en señal de atención y reveren-cia. Destacan una es-pecie de aro en la oreja (arracada) y huaraches

en los pies.

2. EL ANCIANO

A un lado del in-dígena se aprecia el rostro de un anciano, de calva

grande, nariz prominen-te y recta; ojos hundi-dos que ven hacia aba-jo y barba blanca. Los rasgos coinciden con los de un hombre de

da de rayos dorados que le forman un halo lumino-so o aura. El mensaje trasmitido es: ella es la Madre de la Luz, del Sol, del Niño Sol, del Dios verdadero, ella lo hace descender hacia el “centro de la lunna” (México en náhuatl) para que allí nazca, alumbre y dé vida.

La Virgen de Guadalu-pe está de pie en medio de la luna, y no es casual que las raíces de la pala-bra México en náhuatl son “Metz-xic-co” que sig-nifican “en el centro de la luna”. También es símbo-lo de fecundidad, naci-miento, vida.

Un ángel está a los pies de la Guadalupana con ademán de quien acaba de volar. Las alas son como de águi-la, asimétricas y muy coloridas, los tonos son pareci-dos a los del pájaro mexicano tzinitzcan que Juan Diego oyó cantar anun-ciándole la aparición de la Virgen de Guadalupe.

Sus manos sostienen el extremo izquierdo de la túnica de la Virgen y el derecho del manto

raza blanca. Su gran pa-recido a la cara del obis-po Zumárraga, como aparece en las pinturas de Miguel cabrera del si-glo XVIII, permite supo-ner que se trata de la misma persona.

3. EL HOMBRE

JOVEN

Junto al anciano está un hombre joven con fac-ciones que denotan asombro. La posición de los labios del jo-ven parecen dirigir la pala-bra al presunto obispo. Su cercanía con él ha llevado a pensar que se trata de un traduc-tor, pues el obispo no hablaba náhuatl. Se cree que se trata de Juan González, joven español nacido entre 1500 y 1510.

4. JUAN DIEGO

Se evidencia el rostro de un hombre maduro, con aspecto indígena, con barba rala, nariz aguileña y labios entre-abiertos. Lleva un som-brero con forma de cucu-

rucho, de uso co-rriente en-tre los indígenas dedica-dos a las faenas del campo en esa época.

Lo más interesante de esta figura es la tilma que lleva anudada al cuello, extiende el brazo derecho y la despliega en dirección a donde se encuentra el anciano; la hipótesis del investiga-dor supone que esta si-

lueta corres-ponde a Juan Diego.

5. UNA MUJER

NEGRA, UN HALLAZGO SORPREN-DENTE

Detrás del supuesto Juan Diego, aparece una mujer de ojos pene-trantes que mira con asombro. Sólo pueden verse el busto y la cara.

Es de tez morena, na-riz achatada y labios gruesos, rasgos que co-rresponden a los de una mujer de raza negra.

El padre Mariano Cue-vas en su libro: “Historia de la Iglesia en México” comprueba que el obis-po Zumárraga había concedido en su testa-

El Secreto de sus Ojos

Page 4: ¿no estoy aquí, yo, que soy tu madre? ¿no estás bajo mi sombra y resguardo? ¿no soy la fuente de tu alegría? ¿no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿tienes

Diciembre 2006

Página 4 aroztoi

perplejidad; mantiene la mirada hacia el lugar en donde el indígena des-pliega su tilma.

UN MISTERIO DENTRO DEL MISTERIO

Compuesto por las fi-guras 7, 8, 9, 10, 11,12 y 13

En el centro de ambos ojos aparece lo que se ha denominado “grupo familiar indígena”. Las

mento la libertad a la es-clava negra que le había servido en México.

6. EL HOMBRE

BARBADO

En el extremo derecho de ambas córneas apare-ce un hombre barbado, con facciones europeas al que no ha sido posible identificar. Muestra una actitud contemplativa, su rostro expresa interés y

imágenes son de diferen-te tamaño a las demás, sin embargo estas perso-nas guardan entre sí un mismo tamaño y compo-nen una escena diferen-te.

(7) Una mujer joven de rasgos muy finos que pa-rece mirar hacia abajo. Tiene sobre su cabello una especie de tocado: trenzas o cabello entrete-jido con flores. Sujeto a su espalda se distingue la

cabeza de un bebé en un rebozo (8).

A un nivel más bajo y a la derecha de la joven madre está un hombre con sombrero (9) y entre ambos, se observa una pareja de niños (10 y 11).

Otro par de figuras, esta vez de hombre y mujer maduros (12 y 13) se encuentra de pie, atrás de la mujer joven.

Este hombre maduro (13) es la única figura

Significado de las Imágenes

ambos ojos de la Virgen de Guadalupe, son las figuras más importantes de las que se encuen-tran reflejadas en sus córneas pues están ubi-cadas en sus pupilas, lo que quiere decir que María de Guadalupe tiene a la familia en el centro de su mirada compasiva.

Pudiera ser una invi-tación a buscar la uni-dad familiar, a acercar-se a Dios en familia, especialmente ahora que la sociedad moder-

na ha devalua-do tanto a la familia.

Se afirma que en el mo-mento en que Juan Diego fue recibido por el

que el investigador no ha podido encontrar en am-bos ojos de la Virgen, só-lo está presente en el de-recho.

E l 9 de diciembre de 1531, la Virgen María

pidió a Juan Diego que le construyeran un templo en el Tepeyac para dar a conocer a Dios,“y para realizar lo que pretende mi compasiva mirada mi-sericordiosa(...)”, Nican Mopohua Núm.33.

Estas 13 figuras en conjunto nos revelan un mensaje de la Vir-gen María dirigido a la humanidad: Ante Dios los hombres y muje-res de todas las razas son iguales.

La presencia del grupo familiar en

obispo Zumárraga, la Virgen María se encontraba presen-te, invisible para los que allí estaban, pero observando toda la escena, y por tanto, tenía re-flejadas en sus ojos las imágenes de todos los ahí presentes, incluyendo al mismo Juan Diego.

Cuando Juan Diego desplegó la tilma y caye-ron las rosas, la imagen de Nuestra Señora se estampó en el ayate, tal como estaba en ese

instante, es decir,

llevando en sus ojos el reflejo de todo el grupo de personas que obser-vaba el milagroso aconte-cimiento.

De esta manera la Vir-

gen de Guadalu-pe quiso dejar-nos una “fotografía del hecho” de su estampación milagrosa. Es legítimo pensar

que si Juan Diego hubie-ra traído la imagen ya estampada en el ayate, Zumárraga no le habría creído.

Se comprueba, con admirable exactitud,

que en el manto de la Virgen de Guadalupe está reproducido el cielo del momento de la apari-ción: la mañana del sols-ticio de invierno de 1531.

En el manto están re-presentadas las estrellas más brillantes de las principales constelacio-nes visibles desde el Va-

Que hay en el manto de la Virgen de Guadalupe?