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ESTADO DE [,{tRELA!cloN ENTRE

JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATALEN LOS PAíSES ANDINOSEstudio de casos en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia

Eddie Cóndor ChuquirunaCoordinador

Rosembert Ariza Santamaría Colombia

Jean-Jacques Decoster / Eliana Rivera Alarcón Perú

Fernando García Serrano Ecuador

Marco Antonio Mendoza Crespo Bolivia

~ Comisión AndinaWde Juristas

I

Cóndor Chuquiruna, Eddie, coord.Estado de la relación entre justicia indígena y justicia estatal en los países andinos: estudio de casos en Colombia,Perú, Ecuador y Bolivia / Eddie Cóndor Chuquiruna y otros. - - Lima: Comisión Andina de Juristas, 2009.

250 p.

ISBN: 978-612-4028-03-8

ADMINISTRACiÓN DE JUSTICIA / PUEBLOS INDíGENAS / ESTUDIOS DE CASOS / BOLIVIA / COLOMBIA /ECUADOR / PERÚ

Estado de la relación entre justicia indígena y justicia estatal en los países andinos:estudio de casos en Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia

© Comisión Andina de JuristasLosSauces 285, Lima 27Teléfonos: (51-1) 440- 7907Fax: (51-1) 202-7199Internet: www.cajpe.org.peEmail: [email protected]

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2009-06989ISBN: 978-612-4028-03-8

Primera edición1000 ejemplaresLima, mayo de 2009Impreso en Tarea Asociación Gráfica Educativa

CorrecciónCecilia Heraud Pérez

Diseño y diagramaciónGisella Scheuch

Fotografía de la carátulaFranz Kundmüller

-

Contenido

Presentación 9

Introducción 11

CAPíTULO 1: ESTADO DEL RELACIONAMIENTO EN COLOMBIA 15

Presentación 17

1.1 Situación del relacionamiento en Colombia 18

1.2 Tres experiencias de coordinación en Colombia 20

1.2.1 PuebloTule 20

1.2.2 Asociación Zonal de Consejo de Autoridades Indígenas

de Tradición Autóctono - AZCAITA 24

1.2.3 Tribunal Superior Indígena del Tolima 28

1.3 Expectativas de relaciona miento entre sistemas jurídicos desde

la perspectiva de los pueblos indígenas 32

1.4 La perspectiva desde la jurisdicción ordinaria 34

1.5 Conclusiones 37

CAPíTULO 2: ESTADO DEL RELACIONAMIENTO EN PERÚ 39

Presentación 4 1

2.1 Estudios de casos 43

2.1.1 Caso de las comunidades indígenas del distrito de Ocongate, provincia de

Quispicanchi - Cusco, organizadas en rondas campesinas .43

2.1.2 Caso de las comunidades indígenas machiguengas ubicadas

en el río Urubamba, provincia de la Convención - Cusco 60

2.1.3 Caso de las comunidades indígenas originarias del distrito de Quehue,

provincia de Canas - Cusco 71

2.2 El relacionamiento entre sistemas de justicia indígena y estatal 91

2.2.1 El conflicto indígena 91

2.2.2 Las experiencias de relacionamiento en la Reforma Agraria:

Tribunal Agrario y juzgados de tierras 92

2.2.3 El Rimanacuy: conversando, dialogando 95

2.2.4 El "nuevo" relacionamiento 96

2.2.5 El Derecho y la racionalidad normativa indígena 97

2.2.5.1 Entre el individuo y la comunidad 97

2.2.5.2 Los principios de los sistemas normativos 992.2.5.3 La oralidad y el simbolismo 101

2.3 Conclusiones 103

CAPíTULO 3: ESTADO DEL RELACIONAMIENTO EN ECUADOR 105

Presentación 1073.1 Balance de la relación entre los sistemas de administración de justicia lOS

3.1.1 Contextualización de la experiencia de los tres pueblos indígenas lOS3.1.1.1 La nacionalidad achuar lOS3.1.1.2 El pueblo Chibuleo, nacionalidad kichwa 1OS3.1.1.3 El pueblo Tomabela, nacionalidad kichwa 109

3.1.2 Valores, normas y casos emblemáticos de los tres pueblos indígenas 1113.1.2.1 La nacionalidad achuar 1113.1.2.2 El pueblo Chibuleo y Tomabela, nacionalidad kichwa 127

3.2 El relacionamiento entre el sistema de justicia ordinario y los sistemas

de justicia indígenas 1453.2.1 La visión desde los sistemas de justicia indígenas 1453.2.2 Relación de los indígenas con el sistema estatal de justicia 153

3.3 Conclusiones 167

CAPíTULO 4: ESTADO DEL RELACIONAMIENTO EN BOI.IVIA 171

Presentación 1734.1 Presentación de casos: justificación de la elección de cada lugar 175

4.1.1 Principales características de las áreas geográficas de estudio 1764.1.2 Principales características de las organizaciones 17S

4.2 Resultados del estudio lS34.2.1 Guaraní 1834.2.2 Federación Regional Sindical Única de Trabajadores Campesinos de

las Provincias Hernando Siles y Luis Calvo del Chaco Chuquisaqueño 1914.2.3 Qhara Qhara Suyu 197

4.3 El relacionamiento en Bolivia 2124.3.1 Análisis conceptual 2124.3.2 Proceso de coordinación y cooperación entre los sistemas jurídicos propios

de los pueblos indígenas y el Poder Judicial en Bolivia 2164.3.3 La perspectiva indígena originaria campesina 222

4.4 Nuevo contexto constitucional 2274.5 Conclusiones 229

Concl usiones genera les 231

AnexoReconocimiento de la Justicia Indígena en las Constituciones Andinas 237

Bibliog rafía 241

..

PRESENTACiÓN

El presente informe pretende hacer un ba­

lance del relacionamiento entre el sistema

de justicia ordinario y los sistemas de justicia

indígena en el Ecuador en los últimos diez

cños"'", El informe comprende una contextua­

lización de la experiencia de los tres pueblos

indígenas elegidos para el estudio':": los casos

emblemáticos, sus valores y normas; las expe­

riencias o expectativas de relaciona miento entre

sistemas jurídicos tanto desde la perspectiva

de los pueblos indígenas como de la justicia

ordinaria y, finalmente, algunas conclusiones y

recomendaciones.

En el Ecuador desde la década del 90 el pa­

pel de los pueblos indígenas en la vida nacional

ha sido preponderante. El movimiento indígena

ecuatoriano es un actor político de importan­

cia y desde 1996 participa activamente en los

procesos electorales. Esta presencia indígena

en la escena pública nacional, especialmente

en el Poder Legislativo, ha contribuido a que

en la actualidad se cuente en Ecuador con una

Constitución que dispone una refundación del

Estado ecuatoriano, por su carácter plurinacio­

nal e intercultural.

La nueva Constitución ecuatoriana reco­

noce la administración de justicia indígena,

poniendo como límite la Constitución y los

derechos humanos. En estos momentos en el

Ecuador se están discutiendo propuestas para

normar los sistemas de justicia indígena y su

relación con la justicia ordinaria, tarea que se

ha convertido en una prioridad debido a los

casos de linchamiento ampliamente difundidos

por los medios de comunicación.

En este contexto, la investigación realizada

pretende aportar elementos para el análisis de

la justicia indígena en Ecuador. El soporte de

información requerido para el presente trabajo

implicó la revisión de material bibliográfico,

visitas a los tres pueblos indígenas en el terreno,

entrevistas con autoridades indígenas admi­

nistradoras de justicia así como con jueces del

sistema ordinario y abogados en libre ejercicio

de la profesión de las regiones en las cuales

se encuentran los pueblos indígenas elegidos,

en este caso, la provincia de Tungurahua en

la sierra central y la provincia de Pastaza en la

Amazonía central.

DI:OQ

~(,)W

107 A partir de la aprobación de la Constitución de 1998 los dos sistemas inician una relación de acercamiento contempladaen la norma constitucional.lOS Se trata de los pueblos Chibuleo y Tomabe/a de la nacionalidad kichwa, y del pueblo achuar.

107

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

3.1 BALANCE DE LA RELACiÓN ENTRE LOS SISTEMAS DE ADMINISTRACiÓNDE JUSTICIA

'3.1.1 Contextualización de la experiencia de los tres pueblos indígenas

3.1.1.1 La nacionalidad achuar

La Asociación Achuar de Copataza está compuesta por seis centros: Copataza, Santiak, Chumbí,

lwia, Wisui y Achuar. Pertenecen administrativamente a la parroquia Simón Bolívar, provincia de

Pastaza y son filiales de la Organización Indígena denominada nacionalidad achuar del Ecuador

(I~AE). La población total de la nacionalidad achuar asentada en las provincias de Pastaza y Morona

Santiago asciende a cerca de 6.000 habitantes.

Las comunidades de la Asociación están conformadas por pocos grupos familiares. El centro

mayor, Copataza, se compone de 20 familias. El centro achuar está compuesto por 12 familias.

El centro más antiguo de la Asociación es Copataza, y el más reciente es Santiak, conformado en

1998 a raíz de la separación de tres familias del centro achuar.

El Centro está organizado bajo el modelo comunal nacional. Tiene una directiva conformada

por un síndico, un vice síndico, un secretario y un tesorero. La misión de la directiva es administrar

el centro, velar por la paz interna, promover proyectos, organizar trabajos y garantizar el bienestar

de sus habitantes.

Esta breve descripción etnográfica muestra al centro achuar, al igual que los demás centros

que conforman la Asociación Achuar de Copataza, como comunidades que tienen contacto rela­

tivo con el mundo exterior, debido a las distancias ya las dificultades de acceso y comunicación.

Se configuran entonces como agrupaciones sociales con tradiciones y costumbres más arraigadas

y definidas que aquellas comunidades que mantienen relaciones más intensas con la sociedad

nacional. Su pertenencia étnica es clara y su apego al mantenimiento de costumbres, creencias y

prácticas propias y tradicionales es notorio.

3.1.1.2 El pueblo Chibuleo, nacionalidad kichwa

El pueblo Chibuleo, junto con los pueblos Salasaca, Quisapincha y Tomabela de la provincia de Tun­

gurahua, forma parte de la nacionalidad kichwa serrana en proceso de reconstitución. Este pueblo,

ubicado en la zona sur occidental de la provincia, pertenece administrativamente a la parroquia

Juan Benigno Vela del cantón Ambato. Cuenta con una población cercana a los 6.000 habitantes

asentados en una superficie de 2.334 hectáreas, de las cuales 2.000 corresponden a los páramos

comunales y el resto a parcelas individuales, localizadas entre los 2.800 y los 3.200 msnm.

El pueblo Chibuleo estuvo constituido hasta 1965 por una sola gran comunidad, considerada

como 'libre' de la dependencia de las haciendas y poseedora de una tradición claramente indíge­

na. En ese año, la comunidad se divide en cuatro sectores: San Francisco o central, San Alfonso,

San Luis y San Pedro. Esta división obedeció, principalmente, al crecimiento de la población, a la

influencia de la agencia estatal de Misión Andina, con fines de promoción, yola crisis del cultivo

de ajo, que en esos años se vio afectado por plagas y enfermedades, lo que provocó un acelera­

do proceso de emigración fuera de la comunidad. Otro hecho significativo es que en las nuevas

108

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

comunidades se asientan unas pocas familias mestizas, junto con las indígenas, conformándose

así las llamadas comunidades mixtas.

El cabildo de la comunidad de San Francisco muestra un modelo de organización resultado

de diversas influencias y adecuaciones a través del tiempo. No corresponde a la conformación

de la ley de comunidades indígenas de 1937, tiene una composición más compleja. Se trata del

denominado Consejo de Coordinación y Administración del Cabildo, formado por un núcleo de

cinco miembros dirigentes: presidente, vicepresidente, síndico, secretario, tesorero y 18 miembros

adicionales -nueve secretarios de varios asuntos (disciplina, educación, salud, tierras, aguas y

regadío, transporte, iglesia y cementerio, mujer y juventud, y deportes) y nueve coordinadores de

cada uno de los sectores o bcrrios de la comunidad. A este organismo central se juntan otros grupos

organizados alrededor de las creencias religiosas, la producción, la edad y los deportes.

Vale la pena resaltar que en' 1998, el pueblo Chibuleo, luego de la división de 1965 y de

una serie de confrontaciones políticas y religiosas de los últimos años, se juntó en una sola gran

organización, la denominada Unión de Pueblos Chibuleos, inserta en la dinámica de reconstitución

de pueblos y nacionalidades que viven los indígenas luego de la Constitución de 1998. Un paso

importante de este proceso fue la elaboración, discusión y aprobación del reglamento interno de

la comunidad de San Francisco realizado en 1993 y actualizado anualmente; una parte importante

de este documento es la referida a la regulación de la administración de justicia.

3.1.1.3 El pueblo Tomabela, nacionalidad kichwa

El pueblo Tomabela se encuentra ubicado en la provincia de Tungurahua, cantón Ambato, parroquia

Pilahuin, en el límite con la provincia de Bolívar.

Estas comunidades se encuentran cerca de la capital de provincia, Ambato, y están asentadas

sobre la carretera Ambato-Guaranda, a las faldas del nevado Chimborazo. El viaje en automóvil

desde la capital de provincia demora 45 minutos.

Según los dirigentes la población estimada existente en la zona es de 400 familias, correspon­

diente a 1.600 habitantes. Los miembros de estas comunidades se identifican como miembros del

pueblo Tomabela 109, de la nacionalidad kichwa y su lengua materna es el kichwa; las generaciones

más viejas son bilingües kichwa y castellano; las más jóvenes están en proceso de pérdida de la

lengua propia.

Las comunidades históricamente formaban parte de los señoríos étnicos existentes en la zona

antes de la conquista inca, conocidos como los Tomabelas, Pilamungas y Chibuleos. De acuerdo a

las investigaciones arqueológicas y etnohistóricas (López 1992) realizadas, son descendientes de la

etnia de los Chimbus y Jambatos, actualmente desaparecidas. Estos señoríos mantenían control de

los diferentes pisos ecológicos desde las tierras calientes llamadas yungas, pasando por los valles

hasta las zonas de altura, lo que les permitía disponer de productos de subsistencia producidos

en cada piso (algodón, sal, coca, maíz y tubérculos). La organización social giraba alrededor del

109 Según la Ley Orgánica de las Instituciones Públicas de los Pueblos Indígenas del Ecuador que se autodefinen como Na­cionalidades de Raíces Ancestrales, aprobada por el Congreso Nacional el 11 de setiembre de 2007, en su artículo N°2,reconoce a las nacionalidades de raíces ancestrales, entre ellas la kichwa compuesta por 18 pueblos, uno de los cualeses el pueblo Tomabela.

'09

D::OQce~(,)W

ESTADO DE LA RELACION ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

señor étnico o cacique y eran grupos de parentesco basados en intercambios de bienes y mujeres

que se asociaban con otros señoríos en caso de guerra o invasión.

La investigación etnográfica realizada en los últimos SO años muestra que los tomabelas com­

parten una serie de rasgos culturales. Estos grupos viven en estos territorios antes de la conquista

española y luego debido a la presencia de españoles y mestizos por más de SOO años se vieron

obligados a disponer cada vez de menos territorio y a refugiarse en las zonas más altas que son

la que actualmente ocupan.

La presencia colonial trajo consigo una sensible baja demográfica debido a las enfermeda­

des introducidas por los conquistadores, el despojo de las tierras, la extirpación de idolatrías, la

destrucción de las evidencias arquitectónicas, la fundación de villas o ciudades, la concentración

de la población indígena en reducciones para el cobro de tributos y el reclutamiento obligado de

mano de obra indígena para el trabajo en obrajes y minas.

Con el inicio de la república las tierras de los españoles y sus descendientes pasaron a manos

de los criollos que conformaron las haciendas que explotaron el trabajo indígena a través del

trabajo de las comunidades vecinas. Esta práctica en la zona va a permanecer hasta el inicio de

la Reforma Agraria en 1964.

Una de las características de la zona es la presencia de fuentes de agua que sirven para el

riego y el consumo humano para la población asentada en el valle del río Ambato; las primeras

acequias se empezaron a construir en 1790, como la acequia Toaló que recoge los deshielos del

páramo de Pilahuin, y durante el siglo XIX se construyeron las demás acequias existentes: Chim­

borazo, Alta y Baja Fernández, Casimiro Pazmiño y otras. Esto trajo consigo conflictos entre los

usuarios de los turnos de agua situados en las partes altas y en el valle.

La Reforma Agraria en Tungurahua se limitó a entregar títulos de propiedad a los ex huasipun­

gueros y legalizar las tierras de varias comunas indígenas; previamente las haciendas de los valles

se desestructuraron en medianas y pequeñas propiedades y la lucha por la tierra fue importante en

los páramos de Pilahuin y Poaló, en especial en las haciendas de L1angahua y Chumaqui-Albornoz.

En la década de los años 70 fue importante la lucha de la Asociación de Trcbcjcdores Agrícolas

Rumipata-Pacobamba, durante la cual fue asesinado el dirigente indígena Cristóbal Pojuno.

Algunos mestizos, ex trabajadores de las haciendas, se habían apropiado del páramo de

Pilahuin y del trabajo de los comuneros. En 1990 fue expulsado de la zona Liborio Villacís, que

utilizando su carácter de comunero quiso mantener de explotación con el resto de comuneros

indígenas.

Este proceso histórico que han vivido las siete comunidades del pueblo Tomabela a través de

la información disponible muestra con certeza su presencia en la zona donde actualmente habitan

desde la época de sus antecesores al inicio del contacto colonial, durante el período republicano

hasta la fecha actual.

Las comunidades de la zona de Pilahuin, según el testimonio de los rucuyayas, los más viejos,

los sabios, que todavía viven, mencionan que los ayllus, grupos de parentesco y unidad productiva,

continúan siendo los núcleos sociales de organización y referencia. Cada ayllu tenía el nombre

de la persona más anciana o prestigiosa del grupo; los españoles a estos grupos de parientes los

llamaron parcialidades o partidos. En la zona se puede disti nguir en la actualidad diferentes troncos

familiares originarios como los Quisuntuña, Asas, Poaquisa, Toalombo, Ayme y Punina.

110

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

La orqcnizcción social actual basada en la estructura de la ley de Comunas Indígenas y

Campesinas de 1937 tiene como representantes al presidente, vicepresidente, tesorero, secretario

y vocales. Tiene como órgano máximo a la asamblea comunitaria. Esta organización sustituyó a la

anterior impuesta por los hacendados desde el siglo XIX y cuya vigencia se mantuvo hasta 1940.

Estaba representada por el varayuk (por el bastón de mando), capitán, teniente, alguacil y alcalde.

Eran elegidos con el auspicio de los funcionarios del gobierno y los comerciantes para asegurar la

mano de obra indígena en las obras públicas y el trabajo en las haciendas. Actualmente las comu­

nidades forman parte de la Central de Organizaciones Campesinas de Pilahuin (COCAP), afiliada

al Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT) que forma parte del ECUARUNARI la organización

de la nacionalidad kichwa de la sierra, que es miembro activo de la CONAIE.

La organización económica de los habitantes mantiene en forma parcial el aprovechamiento

económico ancestral de los pueblos indígenas andinos; esto es, la ganadería ovina, bovina y au­

quénidos y la agricultura de tubérculos y pastos. La primera requiere contar con un área geográfica

amplia que respete el ciclo reproductivo de los pastos y animales. Estas actividades se combinan

actualmente con la producción agrícola de cultivos comerciales (especialmente ajo y cebolla) que

se venden en los mercados urbanos para adquirir los bienes de consumo que no producen. Igual­

mente hacen uso de la venta masiva de su fuerza de trabajo en las ciudades cercanas (industria de

la construcción y servicios). Desde hace poco tiempo una de las comunidades mantiene el servicio

de turismo comunitario para las personas que visitan el nevado Chimborazo. Las actividades eco­

nómicas ancestrales propias de una economía de subsistencia interactúan con actividades propias

de una economía de mercado.

Los pobladores kichwas del pueblo Tomabela mantienen un conjunto de prácticas culturales

que les da identidad como comunidad y como pueblo indígena. Nos referimos principalmente a

la práctica del uso y propiedad comunitaria de la tierra. Las comunidades poseen actualmente

alrededor de 15.000 hectáreas de tierras comunales dedicadas principalmente al pastoreo de

animales. En algunas comunidades disponen también de tierras en propiedad individual que son

utilizadas con fines agrícolas. Otra práctica fundamental es el uso de la minga tanto para trabajos

de beneficio colectivo como familiares. La reciprocidad en estos casos es vista como una forma de

cohesión e identidad social y cultural.

Otro elemento cultural que caracteriza a la población es la existencia de un ciclo anual de

fiestas sociales y culturales. La mayoría de ellas están relacionadas con los ritos de iniciación de una

etapa de vida, la más conocida es la petición de la novia y la posterior celebración del matrimonio

civil y religioso; existe un conjunto de rituales vinculados con el baile, la música y la comida para

cada celebración. Otra práctica importante tiene que ver con la celebración de los difuntos que se

celebra en el mes de noviembre.

3.1.2 Valores, normas y casos emblemáticos de los tres pueblos indígenas

3.1.2.1 La nacionalidad achuar

La agrupación en comunidades modificó el estilo de vida tradicional de la familia achuar y tuvo

efectos tanto en la forma de relación interna como externa.

111

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDIGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAisES ANDINOS

~ La organización en centros supuso el agrupamiento de varias familias en un espacio territo-

e rial limitado y el establecimiento de un nuevo modelo de representación común, expresado en la

~ directiva del centro. Esto contribuyó a reducir las tensiones que existían entre unidades familiares(,)

1.1.1 antes del ingreso de las misiones.

«Antes de la llegada de los misioneros, dice el mayor del centro achuar, vivíamos en pro­

blemas por dos shamanes, Ushaap y Wajarí, que empezaron a matar a nuestras familias através de brujerías, ante lo cual nos organizamos y los matamos; al saber este acontecimiento

los familiares empezaron a vengarse de nosotros, después de algún tiempo». (Entrevista del 4

de enero de 2003)

Los misioneros evangélicos del Gospel Missionary Union, G.M.U., que actuaron en la zona

achuar de la provincia de Pastaza, se preocuparon, como lo describe Descola (1989:50), de la

deculturación total y la extirpación de todos los elementos de la cultura tradicional percibidos como

«satánicos»: poligamia, chamanismo, religión autóctona, guerra, entre otros.

La delimitación territorial significó la reducción de sus espacios de vida, que solo conocía el

significado del límite por el uso consuetudinario que le daba un determinado grupo familiar (área

de vivienda, chacras itinerantes y grandes espacios de caza y pesca). Antes, el espacio de vida se

construía mediante la ocupación y el uso de sus recursos de caza, pesca y recolección, y se peleaba,

no se delimitaba.

La gestión misionera «blanqueó» los nombres y apellidos familiares e implantó nuevos valores

religiosos y de comportamiento individual y social. No obstante, los habitantes de la comunidad

reconocen ciertos beneficios que trajeron las misiones para su pueblo. Un dirigente del centro

Pompuentsa, dice con energía:

«No podemos acusar a las misiones que han venido a cambiar nuestra cultura porque nos

dieron una apertura para terminar las peleas, para tratar mejor a nuestras mujeres, aunque

no estemos con nuestros trajes típicos». (Tercer Taller Achuar del 28 de julio al 1 de agosto de

2003)

Otros miembros contrastan opiniones acerca de los aportes misioneros, resaltando que abrie­

ron las puertas para la incursión de personas extrañas -empresas petroleras- cuyo ánimo fue

obtener beneficios económicos desconociendo los derechos de las comunidades.

Las relaciones de los centros con el mundo exterior también se modificaron. La apertura de

pistas aéreas y la dotación de radios significaron la intensificación del contacto con el mundo ex­

terior. Fueron transformados de «jíbaros y feroces guerreros» en poblaciones objeto de atención y

servicios públicos como escuelas, colegios o servicios de salud. Pero también significó la presencia

estatal con proyectos de extracción de recursos no renovables, concesionando espacios de su te­

rritorio a empresas petroleras. En el territorio achuar están ubicados los Bloques 23 concesionado

a la empresa argentina Compañía General de Combustibles, CGC, yel Bloque 24 concesionado

a la Compañía norteamericana Burlington.

El reconocimiento del nuevo liderazgo comunitario ha sido paulatino; también se ha dado un

proceso de apropiación de esta nueva forma organizativa, que ha empezado a cobrar sentido a

partir de la reafirmación actual de los valores propios y la cosmovisión achuar.

112

ESTADD DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

El síndico es denominado irutkamajuntri, que significa <da persona encargada de velar por la

comunidad». Este dirigente siempre comentará con los mayores sobre todos los asuntos para ob­

tener su opinión y sus consejos. Las decisiones que toma la directiva están casi siempre precedidas

por un proceso de legitimación que surge del seno familiar, en donde la opinión de la mujer es

valorada y escuchada.

El centro no contempla la dirigencia de la mujer en su estructura, pero en las reuniones y

asambleas están presentes temas como el adulterio, las peleas por celos o el maltrato conyugal,

como aspectos que afectan a los derechos de las mujeres. Se ha planteado ya la necesidad de una

participación política de la mujer en las estructuras comunitarias, aunque no se llega, en el caso de

la Asociación Achuar, a tomar una decisión positiva al respecto. Algunos centros achuar, así como

la NAE han creado dentro de su estructura una dirigencia de la mujer.

La actitud de la persona que origina malestar en el hogar yen la sociedad es catalogada como

una transgresión, que significa desobediencia o incumplimiento de las normas establecidas en el

hogar o la comunidad. Un problema es un conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la

consecución de algún fin o una acción dudosa que se debe esclarecer.

En la lectura de los conflictos y problemas se establece una tajante diferenciación entre el

antes y el ahora. El antes representa una vida armónica y respetuosa. En la antigüedad, dicen los

participantes en el primer taller de trabajo con la comunidad:

«No existía desobediencia, nunca se criticaba y todos trabajaban en armonía. No realizaban

trabajos para la comunidad porque ésta no existía, y cuando no avanzaba una persona con

su trabajo, pedían ayuda a otras, quienes lo ayudaban voluntariamente. Nunca peleaban por

gusto; cuando peleaba de borrachos el problema era de ese momento y al día siguiente se lo

olvidaban; por tal razón nadie intervenía en el asunto».

Los participantes que trabajaron en grupos, describen qué sucedía cuando los hijos desobe­

decían a los padres,

«Eran disciplinados de la siguiente forma: preparaban guayusa y les hacían levantar a la

madrugada para dar consejos; una vez aconsejados los padres olvidaban el problema. Para

orientarles a 105 hijos, les llevaban caminando una cierta distancia del bosque y allí prepara­

ban y tomaban la planta de guanduc (maikiua) o tabaco (kasak) en ayunos de 2 o 3 días, con

el objetivo de ver una visión y alcanzar el espíritu de 105 antepasados (arutam). Si un hijo no

cumplía 105 mandatos de sus padres les llevaban donde un anciano (a) para que sea ortigado.

Un incumplimiento de mandato podía ser que una mujer joven castigue cruelmente a su hijo.

También existía el castigo simple de jalar la oreja o poner tabaco en los ojos a los niños lloro­

nes». (Primer Taller Achuar del 12 0114 de marzo de 2003)

El sentido de armonía y reciprocidad que se le otorga a la vida de antes de la agrupación en

centros, sirve como referente ideológico para determinar lo que debe ser la comunidad ahora, a

pesar de los cambios ocurridos.

Se apela también a las referencias de la vida del pasado para indicar que la vida actual está

plagada de conflictos resultantes de la relación con el mundo exterior. Antes, el control de sus

vidas y sus espacios de vida era total, mientras que hoy compiten por el control de su espacio de

113

a::O;ow

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

vida con el muniCipiO, con instituciones del Estado, con las misiones, las empresas privadas de

extracción petrolera, etc.

El centro achuar, como parte de la Asociación Achuar de Capataza y de la NAE, se encuentra

en un proceso de fortalecimiento de su identidad. En este proceso se generan espacios de forma­

ción, capacitación y reflexión, en los cuales se intercambian y sintetizan ideas para reconocerse

cada vez con más fuerza como una nacionalidad. Ello repercute, obviamente, dentro del manejo

interno de los asuntos de la comunidad, en favor de un mayor auto reconocimiento de su auto­

nomía interna.

En cuanto al manejo de conflictos y la resolución de litigios, el iruktamajuntri (síndico) es la

autoridad encargada de conocer, tratar y establecer las sanciones correspondientes a quien haya

cometido actos que transgredan la paz de la comunidad, aunque también llegan a su conocimiento

casos originados en el ámbito familiar y personal.

Con frecuencia se apoya en la opinión de los mayores, especialmente cuando los problemas

atañen a la comunidad; pero acude también al Presidente de la Asociación o a su Asamblea cuando

se trata de casos considerados difíciles. Las Asambleas de la NAE también son un espacio para

considerar conflictos y problemas comunitarios, a partir de los cuales esta instancia ha podido

legislar sobre algunos aspectos y establecer normas generales para la nacionalidad achuar.

Por la historia de enfrentamientos y las significaciones transmitidas por las misiones, los cha­

manes son identificados como brujos y son generalmente, mal vistos. Se reconoce el poder que

tienen pero no se les considera como autoridad dentro de la comunidad. Por el contrario, para los

achuar, las actividades del chamán representan un poder que debe ser sometido al control de la

comunidad para evitar su mal uso.

Los principales problemas que activan el sistema de justicia en el centro achuar, según sus

propios actores, son los siguientes:

chismes

problemas familiares

incumplimiento de las obligaciones

inmoralidad sexual

robos

peleas

mentiras

constante ingreso de la nacionalidad shuar

cacería indiscri m inada

problemas territoriales con empresas extractivas

Esta primera identificación no da cuenta de otros conflictos, como la muerte por mala práctica

de la brujería, conflictos por prácticas poligámicas de nuevo tipo, conflictos producidos por actos

incestuosos; todos los cuales, si bien surgen espontáneamente, no son reconocidos inmediatamente

114

ESTADD DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

como problemas, pero lo van siendo a medida que avanza el diálogo. Los participantes de la

Asociación Achuar de Capataza expresaron una rotunda negativa frente a la existencia de casos

de incesto en sus centros y tímidamente mencionaron que son casos que a veces ocurren en otras

asociaciones. El incesto parece ser un tabú celosamente guardado por las familias, debido a los

efectos que produce en la composición familiar achuar, sin embargo, para comprobarlo se requiere

de un examen más minucioso y prolongado.

Haciendo una clasificación de los casos, los agruparemos en: problemas familiares, proble­

mas personales, problemas relacionados con la propiedad, problemas de linderos, problemas

comunitarios, mala práctica chamánica, control de recursos, finalizando con una breve revisión

de los casos irresolubles.

Los problemas catalogados como familiares son los relacionados con peleas entre esposos,

adulterio, discusiones entre hijos, peleas entre padres e hijos, voluntad del marido de tener dos

muieres, mentiras, robos. De éstos, las discusiones entre hijos, entre hijos y padres, entre esposos

por causas menores como celos y otras desavenencias, mentiras o robos de los niños y jóvenes,

son considerados problemas menores y son tratados en el núcleo familiar.

Los robos se identifican como actitudes de jóvenes que adoptan costumbres de afuera. Estos

problemas son corregidos por las familias implicadas mediante diálogos y consejos que se dan al

niño o joven que ha incurrido en la falta.

En las discusiones dentro del hogar no intervienen otras personas a menos que sean graves o

reiteradas. En el caso de parejas jóvenes, el responsable de dar consejos es el padre. Cuando la

pareja es mayor, no se considera necesaria la intervención de nadie.

Las peleas frecuentes entre esposos, los maltratos, los celos, según la intensidad y frecuencia,

llegan a requerir la intervención de los mayores de la comunidad, quienes mediante consejos en­

señan a la pareja el valor de convivir en armonía dentro del hogar. Si no se alcanza una solución

puede llegar a intervenir el síndico y establecer sanciones.

A los problemas de maltratos y celos se les da más atención. Cuando una de las partes

acude a sus familiares para buscar una solución al problema, ellos procuran aportar criterios

constructivos.

Cuando se evalúa el aporte de un familiar como no positivo, se le pide que se retire de la

reunión y puede ser fuertemente criticado por el resto de los asistentes:

«Un hombre valiente -dice un informante mayor- nunca celaba si no tenía razón. Hombre

celoso sin razón es un hombre cualquiera, debe ser burlado». (Tercer Taller Achuar 28 de julio

al 10 de agosto del 2003)

Se considera que el hombre tiene «razón» en materia de celos, cuando la mujer es vista en

público conversando con otro, cuando desobedece al marido o se muestre muy atenta con un

visitante. Las normas de comportamiento femenino son, evidentemente, rígidas y celosamente

guardadas por la familia achuar. Por su parte, la mujer tiene razón de celar a su marido cuando

éste pretende a otra mujer o no cumple con sus responsabilidades maritales.

Desde el punto de vista del marido, los maltratos y los celos siempre tienen una razón de ser.

Ellos buscan argumentar los motivos de su actuación. Los parientes, por sv parte, intentan dilucidar el

, '5

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

problema evaluando si el origen de las desavenencias conyugales -sean reclamadas por el hombre

o por la mujer- se debe a chismes provenientes de un miembro exterior al núcleo familiar.

Si se concluye que es la actitud de uno de los cónyuges la que ha originado el problema, se

le llama la atención y se le advierte que puede ser catalogado como celoso, calificativo que resta

prestigio al acusado. Pero si concluye que el problema es producto de chismes de terceros, se con­

voca a las personas involucradas, a quienes se exige un cambio inmediato de actitud e, inclusive,

se le impone sanciones como multas o trabajos comunitarios.

Cuando interviene el síndico, éste hace una convocatoria a la pareja. Les llama la atención y

les aconsejo. Puede llegar inclusive a sancionar a la pareja rebelde con trabajos comunitarios, o

puede enviarles a tomar natem (ayahuasca, bebida sagrada) por dos días.

A quien acusa a la otra parte de mal comportamiento sin tener razón, la comunidad lo des­

precia y pasa a considerarlo una persona de poco valor. Este es un juicio grave porque representa

la marginación del sistema de cargos y representaciones sociales de la comunidad.

Los conflictos derivados de la práctica actual de la poligamia y los relacionados con el adulterio

son los que más trascienden el ámbito familiar, dado que involucra valores tradicionales fuertemente

arraigados que el colectivo resguarda y sobre los cuales presiona, por diversos medios, para que

no queden en la impunidad.

Los problemas relacionados con la poligamia, ocurren cuando un hombre atiende solo a una

de sus esposas ya los hijos que con ella tiene, descuidando la atención y cuidados de las demás

mujeres y de sus hijos. Aunque se considera que la poligamia no es una norma sino una decisión

personal, esta práctica aún está legitimada en la comunidad. Existen varios casos de hombres que

tienen dos o tres mujeres, sin embargo, ahora es vista por la mayoría de sus miembros como una

práctica difícil de sostener y causante de muchos problemas. En el imaginario achuar, solo puede

practicar la poligamia quien ha tenido «una visión», es decir, quien se ha visto a sí mismo como

un hombre valiente, capaz de sostener a más de una mujer. El valor se demuestra manteniendo la

armonía en el hogar, al atender por igual a todas sus mujeres, tanto en el aspecto material como

sentimental.

«Los jóvenes de ahora, dice un participante del Tercer Taller Achuar, sin tener visión quieren

tener más de una mujer». (28 de julio al 10 de agosto de 2003)

Los participantes sostienen que la poligamia achuar funcionaba cuando las otras mujeres eran

hermanas de su primera mujer y todas, junto con sus hijos, vivían en la misma casa. Esta realidad

cambió debido a que los hombres, en sus frecuentes salidas fuera de la comunidad, adquieren

compromisos sentimentales con mujeres que no tienen ninguna relación consanguínea, e inclusive

son de otros pueblos indígenas. Sin embargo, aun en los casos en que las mujeres pertenecen

al mismo grupo consanguíneo y viven en el centro, se hace difícil convivir en la misma casa y las

mujeres optan por construir otra casa para ella y sus hijos.

Uno de los mayores de Capataza tiene tres mujeres y es el centro de la crítica de los partici­

pantes en el taller por tenerlas en tres casas distintas, a lo que se defiende diciendo:

«Yo he vivido en poligamia y por e/ número de hijos en un momento decidieron mis mujeres

hacer cada una su casa para vivir con sus hijos. Por falta de materia/es no he podido hacer una

casa grande». (Tercer Taller Achuar 28 de julio al 10 de agosto de 2003)

116

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

El testimonio público -poco frecuente entre las mujeres achuar- de la primera mujer del

líder de uno de los centros de la Asociación Achuar de Capataza, confirma que la poligamia solo

es admitida si se practica de manera tradicional. Ella dice:

"Cuando el hombre quiere tener otra mujer, a una le da rabia y dolor, y ganas de darle con

el machete, pero luego se acepta siempre que se nos atienda a todas por igual porque todastenemos necesidades». (Primer Taller Achuar 12 al 14 de marzo de 2003)

En la actualidad, los cambios de valores incentivados por la religión y por la promoción de los

derechos de la mujer, provocan una opinión contraria generalizada a esta práctica. Un participante

joven en el tercer taller, dice:

"Ahora los jóvenes estamos pensando que la poligamia es mala y pedimos a los mayores

que reconozcan que han hecho mal, porque es una daño para la mujer». (Tercer Taller Achuar

del 28 de julio al 10 de agosto de 2003)

Los problemas relacionados con la práctica actual de la poligamia trascienden las fronteras

de los centros, a tal punto que en una Asamblea de la NAE realizada en setiembre de 2002, con­

vocada para tratar el problema petrolero, se aprovechó la oportunidad para poner a discusión el

tema. La Asamblea debió tratarlo y terminó estableciendo como norma general que quien quiera

tener otra mujer debe atender por igual a todas sus mujeres.

Dentro de las comunidades los padres dan constantes consejos a las jóvenes, respedo de los

problemas y sufrimientos que acarrea el casamiento con un hombre casado. A los hombres se les

aconseja que sepan dar igual atención a sus mujeres e hijos, tal como antes.

"A X le dije -expresa un participante del Tercer Taller Achuar- que si tienes 3 mujeresépor qué vives solo con una? Así no funciona el sistema; ahí se origina el problema porque una

mujer desprotegida no funciona, también las mujeres tienen iras y necesidades. No se puede

decir -continúa- que Xtenga tres mujeres porque no vive con ellas».

Como una medida para evitar problemas en familias poligámicas, se está exigiendo al síndico

vigilar que el marido atienda a todas las mujeres por igual, y evitar que la mujer se busque otro

marido. Por la gravedad que implica el adulterio dentro de los achuar, ahora se considera que si

la mujer se consigue otro compromiso debido a la desatención del marido, se puede alegar tal

hecho para que no se le dé muerte, y en su lugar, se castigue al marido. La sanción es establecida

por el síndico.

Los casos de adulterio acarrean problemas igualmente graves y existe una fuerte presión social

para enfrentarlos con severidad.

Un mayor prestigioso del centro achuar dice con energía:

"El que causa la muerte es el adulterio. Este tipo de delito es muy terrible porque corrompe

la amistad dentro de una sociedad y en el hogar. Una mujer casada no es una comida para

compartir con otros, si no pertenece a un solo hombre. Hombre o mujer que cometen adulterioel pago es lo muerte o también un castigo tenaz. Entonces, yo como anciano, les advierto a

todo lo juventud en general (casados o jóvenes) no cometer este tipo de problema porque trae

117

a::OCl

~(,)W

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

consecuencias negativas. Si un achuar no mata o castiga a su mujer que cometió adulterio, tal

persona pierde su autoridad y es burlado por otras personas», (Primer Taller Achuar del 12 al

14 de marzo de 2003)

El adulterio y la mala práctica del chamanismo representan las faltas más graves dentro del

mundo achuar. En vista de que es admitida la poligamia, quien comete adulterio es solamente la

mujer:

«Cuando la mujer comete adulterio se le debe quitar la vida o debe ser maltratada -dicencon pleno convencimiento. Si el hombre les encuentra en el acto, puede matarles a los dos.Cuando es otra persona que ve, no vale la pena avisarle al marido, sino que es él mismo el que

deberá descubrir». (Segundo Taller Achuar 23 al 24 de mayo de 2003)

Esto, debido a las implicaciones que acarrean tanto el hecho en sí como lo que representa el

verse involucrado en un «chisme» de este tipo.

Se sostiene que en vista de que no hay una ley para matar, debe quedar a conciencia del ma­

rido el matar o no a los adúlteros: «si es valiente puede matar», dicen. Con semejante sentencia,

nadie desea ser reconocido como un hombre sin valentía, por lo que todo adulterio derivará en

la muerte de los implicados.

«En un caso -cuenta uno de los participantes en el segundo taller- le localizó en Perú

después de dos años al hombre que cometió adulterio con su mujer, y alió lo mató».

Los chismes sobre adulterio son considerados un problema por el número de casos, y porque

pueden producir reacciones injustas. En el relato de un participante del segundo taller,

«Una persona de Morona Santiago a quien le dijeron que su mujer había estado con otro,

llegó a matarlos, y luego de un tiempo se comprobó que no era verdad».

El marido a quien le comentan de un posible adulterio de su mujer, para evitar cometer una

posible injusticio se toma su tiempo, hasta dos años dicen los participantes del taller, para perse­

guirlos y esclarecer la verdad. El marido deberá desarrollar sofisticadas estrategias para obtener

pruebas contundentes contra su mujer.

Los chismes de adulterio son mal vistos, por lo que hacen continuas apelaciones para no verse

involucrados en estos actos. Una persona que se vea envuelta en un falso chisme también correrá el

riesgo de perder su honor y prestigio, por lo que no es algo que suceda con mucha frecuencia.

Puesto que la sanción por adulterio es drástica y existe presión social para ello, los asistentes

al taller comentan de los esfuerzos que están promoviendo en varios centros para modificarla por

sanciones menos severas. Una de ellas es un acuerdo que se está difundiendo por los centros, en

el sentido de que si el esposo decide no matar a los adúlteros, todos deben aceptarlo, y si alguien

apoya la muerte, debe ser sancionado. Este tipo de medidas, sin embargo, no tiene un apoyo ge­

neralizado, pues no se llega a restituir el prestigio del marido ofendido dentro de la comunidad.

El incesto es denominado akamamau, en lengua achuar chicham, que es el nombre de un

gusano que se relaciona «entre sí»; y representa el maumaru, espíritu que convierte al hombre.

118

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

Según los informantes, el incesto ha ocurrido desde la antigüedad y, a pesar de ello, nunca se ha

dado ninguna sanción. Cuando se casaba el padre y la hija, la hermana y el hermano, no eran

expulsados de la comunidad, pero se les retiraba la confianza, sostiene un informante en el tercer

taller. En la actualidad, las comunidades que han tenido casos de incesto están pidiendo expulsión

de la comunidad y la pérdida de derechos para los implicados. Se apela también a los consejos

que puedan dar los mayores, padres y dirigentes, para evitar estos hechos.

El recuerdo de la vida de la familia achuar antes de la constitución de las comunidades está

todavía presente. La imagen de una vida en armonía es permanentemente evocada por todos los

informantes. «No se conocían la minga, lo reconocen, sino la colaboración de los miembros con­

sanguíneos y sociales de la familia: cuñados, tíos, hermanos compadres, prestando la mano para

realizar algún rrobojo». La participación de los familiares era voluntaria, sin embargo, se esperaba

obtener una actitud recíproca en caso de necesitarlo.

En aquella época, sostiene un participante del primer taller, las peleas se olvidaban fácilmente:

«el/os no conocían técnica de pelear, dice, simplemente se daban de trompones y se acababa el

problema».

Essignificativo constatar la aparente contradicción en los relatos achuar, que por un lado invocan

la vida pasada como una vida de armonía y respeto generalizado, y por otro lado, la recuerdan

como una época de guerras intestinas. La tajante diferenciación entre el «dentro» y el «fuera», entre

el «nosotros» y el «otro», que resalta Laura Rival (1996) en las construcciones ideológicas de los

Waorani, que por lo demás son similares en casi todos los pueblos de foresta tropical con fuertes

prácticas autárquicas, haría pensar que también es el sustento del entendimiento achuar respecto

de la familia, esto es, del espacio de la casa como la delimitación del «dentro» y el «nosotros» que

representa lo conocido, lo manejable, lo armónico, diferenciado claramente con el «afuera» y el

«otro» que representa lo desconocido, lo incierto, esto es, el caos, la guerra.

Las evocaciones de vida ideal armónica, entonces, se refieren a la vida de las antiguas familias,

mientras que las evocaciones de la vida en guerra se refieren a las luchas inter tribales que ocurrían

por disputas territoriales, alianzas fallidas, raptos de mujeres, guerras chamánicas, etc.

Los conflictos personales, en la actualidad, se refieren a las disputas personales o peleas fruto

de discusiones en estado de embriaguez que, por lo general, ocurren al interior del centro. Aunque

las peleas o discusiones personales continúan siendo vistas como problemas menores, pueden

derivar o ser la oportunidad para problemas más graves, como lo que sucedió con la división del

centro achuar en 1998.

El hecho ocurrió dentro de la celebración del día de la madre y se desató fruto de una pelea

entre varias personas que practicaban un juego. El relato del problema descrito por el investigador

achuar del proyecto es muy significativo para mirar la evolución de actitudes y conductas aparen­

temente intrascendentes, y constatar que en ellas pueden encerrarse viejas rencillas que pueden

derivar en peleas y divisiones de gran envergadura. El relato dice:

«Por el aumento demográfico se iba originando problemas internos o externos pero no

de mayor escala. El primer día del mes de mayo de 1998 el profesor de la escuela y colegio

convocó a una reunión para planificar el programa del dío de la madre. Reunidos entre todos

quedamos de acuerdo a celebrar este día tan importante para las madres. El día señalado

fue la fecha 12 de mayo. Llegó la fecha indicada y se realizó el programa preparado por los

profesores y luego se pasó al programa deportivo. El problema se originó dentro del deporte

119

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

de vo/ey; entre compañeros empezaron a discutir y luego intervinieron otras personas. Por este

acontecimiento, tres familias empezaron o dispersarse de lo comunidad y no participaban en

los mingas yen los otros eventos programados por los profesores y síndicos; únicamente deci­

didos a irse a otro lugar)).

Para evitar que el problema se agrave, planificaron reuniones para tratar el tema, buscando

una reconciliación de los implicados, lo que no se logró porque en la primera reunión tres familias

manifestaron su decisión de irse a otro lugar a crear un nuevo centro.

«En una segunda reunión, continúa el relato, el consejo directivo del centro convocó a los

dirigentes de la asociación y a las autoridades de las comunidades Capataza y Chumpi para

tener una reunión amplia para tratar el asunto.

En la fecha indicada mantuvimos la reunión con la presencia de los invitados y juntos

realizamos la investigación y analizamos para detectar cuál era el problema grave. En con­

clusión descubrimos que el asunto no era de gravedad ya que ellos intentaban abandonar la

comunidad para perjudicarnos a nosotros y así fundar una nueva comunidad y ser dueños de

todos y vivir sin control. En la dicha reunión no obtuvimos ninguna solución. En una tercera

reunión intervinieron misioneros evangélicos achuar para apoyar las conversaciones, pero no lo

lograron, y fue ahí cuando estas tres familias salieron de la comunidad en una pequeña canoa,

río abajo, a formar el nuevo centro (actual centro Santiak)>>. (Segundo Taller Achuar 23 al 24

de mayo de 2003)

Estos hechos, según el relato, son vistos por sus adores como positivos y negativos. Positivos

en cuanto la comunidad se quedó con todos los servicios básicos adquiridos de las instituciones y,

además, sigue recibiendo el apoyo de la misión, y asimismo, porque la conformación del nuevo

centro fortalece a la asociación. Negativos, porque la población achuar disminuyó, fruto de lo

cual se cerró la escuela y el colegio por un año. Los que abandonaron la comunidad perdieron los

bienes que tenían dentro de ella y sus hijos perdieron el apoyo que recibían de parte de la misión

(se refieren a la escuela y colegio).

Entre los aspectos más relevantes del relato, es importante notar la calificación de «problema

no grave» que dan al deseo expreso de separarse del centro para formar otro. Para los achuar no

es extraño el deseo de un grupo familiar de querer formar otro centro, así no cuente en principio

con las ventajas materiales que haya alcanzado su centro matriz. Cuentan, sin embargo, que han

tenido acuerdos al interior de la asociación Capataza para evitar seguir dividiendo a las comu­

nidades, y por el contrario trobcicr para fortalecerlas con más servicios y beneficios que puedan

obtener de organismos de apoyo.

El relato nos muestra, por otro lado, una suerte de predisposición a zanjar los problemas con

medidas radicales. Confirma, por lo demás, la constatación de Descola (1989), respecto del poco

apego a una convivencia comunitaria prolongada, tradicional en los achuar desde los tiempos de

la vida en familia. Demuestra, por último, que los derechos patrimoniales y comunitarios se fijan

por la permanencia en la comunidad y no por su pertenencia.

La desobediencia y falta de respeto a la autoridad constituyen los problemas intracomunitarios

en el mundo achuar. Estas actitudes están asociadas, según los participantes en el primer taller,

con los cambios de costumbres y valores a partir de la formación de comunidades, que rompió

120

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

la vida armónica anterior. Aunque no son frecuentes esta clase de problemas, se refieren a ellos

como hechos que provocan importantes problemas comunitarios. Las actitudes rebeldes frente a

la autoridad son atribuidas, por lo general, a los jóvenes que salen de la comunidad y regresan

con comportamientos que alteran la vida cotidiana.

Aparte de los problemas relacionados con la autoridad comunitaria, los problemas intraco­

munitarios se dan por discusiones entre vecinos, por travesuras de niños o animales, como por

robos menores.

Los conflictos intracomunitarios no son vistos como graves y nadie recuerda que algún proble­

ma de desobediencia a la autoridad o de discusiones entre vecinos haya derivado en problemas

mayores. Tampoco se mencionó la existencia de importantes problemas de linderos entre miembras

de la comunidad. Esto se debe a que los centros achuar aún disponen de una importante extensión

de tierras que cubre las necesidades de subsistencia de sus habitantes obteniendo, inclusive, exce­

dentes productivos, lo que reduce la posibilidad de conflictos por recursos. Aunque no se hicieron

estudios en este sentido, la falta de referencia a los problemas de linderos o de robos de chacras,

hace pensar que aún se mantienen vigentes los sistemas productivos y de abasteci miento de recursos

alimenticios internos que Descola (1989), describió con detalle en su investigación.

Las históricas luchas ínter étnicas entre los pueblos shuar y achuar también fueron apaciguadas

en el proceso de nucleación di rigido tanto por los católicos salesianos como por los protestantes del

G.M.U, según lo describe Descola (1989:52), estos últimos actuando en las poblaciones localizadas

en la parte norte y sur del Pastaza, en donde se encuentra Copataza.

Este apaciguamiento, sin embargo, no ha evitado que ocurran conflictos, tanto con los shuar

como con los kichwas que también son sus colindantes, debido a incursiones en su territorio o

conflictos de tipo personal, que potencialmente reeditan las viejas rencillas interétnicas.

Los conflictos relacionados con el acceso a los recursos naturales tienen que ver, básicamente,

con incursiones de gente de otras comunidades (shuar y kichwasL a sus espacios naturales en busca

de caza, pesca y demás productos del bosque.

Como se mencionó anteriormente, ninguno de los informantes dijo que al interior de las

comunidades se dieran conflictos por el acceso a los recursos del bosque o de los ríos; esto hace

que los conflictos por recursos naturales sean, básicamente, conflictos inter étnicos. Cuando las

incursiones son frecuentes o reiteradas y han fallado las negociaciones directas, el síndico es el

encargado de poner en conocimiento de su par, esto es, del dirigente de la comunidad a la que

pertenece el invasor, la existencia del conflicto a fin de afrontar conjuntamente el problema y llegar

a un acuerdo de no incursión.

La estructura comunitaria resulta muy efectiva para afrontar estos problemas, los de acceso

ilegítimo a recursos naturales dentro de su territorio, así como los demás conflictos inter comuni­

tarios. El diálogo y la negociación directa con los dirigentes de la comunidad implicada son los

mecanismos más utilizados. El espíritu que guía estas negociaciones es el de terminar el conflicto en

el menor tiempo posible y sellar los acuerdos mediante la suscripción de un acta. En pocos casos se

han aplicado mecanismos de indemnización económica por causa del acceso a recursos; de hecho,

en Copataza no se ha dado ningún caso, aunque cuentan de casos en otras asociaciones.

Como el objetivo de la negociación es terminar el conflicto, aunque se trata de forzar las

pretensiones al punto más favorable para cada parte, siempre se termina en un punto en donde

,~,

tsnuo OE L~ REL~CIÓN ENTREJUSTICI~ INDíGEN~ yJUSTlCI~ EST~T~L EN LOS P~íSES ANDINOS

cada parte ceda algo, lo que se hace explícito en el acuerdo. En los relatos referidos a problemas

de este tipo se resalta, por lo general, las ocasiones en las que tuvo que ceder la comunidad para

alcanzar el acuerdo, en aras de la convivencia pacífica entre las comunidades implicadas.

Los conflictos con individuos de otras nacionalidades pueden ocurrir debido a rencillas, disputas

personales, o accidentes personales ocurridos en la circunscripción territorial achuar. Estos conflictos

son, en ocasiones, la oportunidad para reeditar los viejos enfrentamientos entre nacionalidades,

que crean un ambiente de tensión generalizado en la zona y movilizan no solo a los centros impli­

cados sino a otros centros aledaños, e inclusive a las respectivas federaciones en la búsqueda de

mecanismos de apaciguamiento del conflicto.

En el caso de una muerte ocurrida el24 de noviembre de 2001, cuyo relato fue reconstruido por

el investigador achuar del proyecto, se constata el modo en que tales hechos derivan en conflictos

inter étnicos y cómo actúan los diversos actores. Es relevante, también, para identificar la lógica

acusatoria que manejan las partes dentro del conflicto. El relato es como sigue:

« ... una señora shuar que se encontraba frente a Capataza, se ahogó al cruzar el río, cuando

pretendía traer su canoa que había quedado en la otra orilla debido a que un shuar residenteen Capataza había utilizado la canoa para cruzar el río. Al saber de la muerte, la gente de

Capataza se organizó para buscar el cadáver, y a los 4 días fue hallado en las playas del río

Pastaza frente a la comunidad Kayantsa. De inmediato, los familiares de la señora fallecida

estuvieron en Capataza acusando a la gente por la muerte, y para evitar problemas, las auto­

ridades convocaron a una reunión urgente para explicar a los familiares lo ocurrido. En dicha

reunión se informó lo ocurrido se /legó a un acuerdo ¡ 10 Y se firmó el documento de no crear más

problemas entre ambas partes. Por la insistencia de los familiares, el cadáver fue trasladado a

la comunidad de ellos (San Pedro) donde el cadáver fue chequeado por los familiares y según

ellos, observaron las señas o heridas y luego comentaron que la señora fue asesinada; esto

complicó más el problema. Por las investigaciones realizadas por la gente de Capataza se llegó

a conocer que los familiares de la fallecida identificaron al shuar que tomó la canoa de la señora

para pasar el río, como causante de su muerte -por el hecho de haber tomado la canoa. Esto

hizo que la persona escape del centro achuar y se dirija a su comunidad. Buscando liberarse

de tal responsabilidad, esta persona informó en su comunidad que la gente de Capataza es

la responsable del asesinato de la señora. Estos comentarios fueron transmitidos por medio

de la radio, por lo que pronto llegaron a conocimiento de los familiares de la víctima, quienesasumieron como cierta la acusación. Esto dio inicio a una disputa abierta con el centro achuar,

mediante mensajes por la radio, Amenazando y dando un plazo de cuatro días para que lamisma comunidad mate a la persona responsable, y en caso de incumplimiento, atacarán a

la comunidad Capataza para terminar con todos. Capataza como una comunidad autónoma

y democrática se organizó de manera inmediata para enfrentar esta amenaza y también el

ataque... Los shuar no cumplieron con la amenaza porque saben las estrategias que tenemos en

cuanto a defensa y solamente buscaron otra forma de vengarse, con brujería. Para resolver el

problema, la autoridad comunitaria con su directorio, en coordinación con el consejo directivo

de la asociación señaló una fecha para tener una asamblea extraordinaria para realizar una

investigación sobre la muerte de la señora y sobre las amenazas. El 15 de diciembre del 2001

110 Esle acuerda se refiere a la aparenle aceptación de los familiares de la fallecida, de los argumentos de descargo deresponsabilidades que hiciera la gente de Capataza.

122

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

se dio la asamblea en la sede de la asociación a la que asistieron un total de 54 delegados

de 6 comunidades (Copataza, Chumpi, Santiak, Achuar, Kuankua y Mashient) ¡ ¡ ¡ en donde se

realizó una investigación, análisis y discusión sobre la muerte de la señora, mediante testigos,

luego se resolvió de la siguiente manera:Afirmamos que la señora fallecida, el 24 de noviembre de 2007 fue ahogada en el río

Copataza, nadie asesinó.

Rechazamos totalmente las amenazas de los shuar de parte de los familiares de la señora

y de otros.Anulamos totalmente los comentarios (mentiras) del señor que acusó a la comunidad dela muerte de la señora,

La asociación Copa taza mantenga un diálogo urgente con la asociación Pupunas paratener una reunión amplia para definir este conflicto»,

Todo este documento fue enviado en las organizaciones indígenas de la región para quetengan conocimiento y les apoyen en esta situación. Solo así se logro defender nuestro derechocomo nacionalidad achuor».

En ningún momento del conflicto se planteó algún tipo de indemnización por la muerte de

la señora. Lo importante en su lógica acusatoria era dilucidar quién fue el responsable y quién se

encargaría de cobrar la muerte.

En el entendimiento achuar, de igual modo en el shuar por su herencia guerrera, una muerte

solo puede subsanarse con otra muerte, y toda muerte ocurre por algo, por lo que siempre habrá

un responsable. A pesar de los cambios culturales, esta concepción no ha variado y aflora cada

vez que ocurre una muerte.

Como se puede ver también en el relato, una muerte puede ser el detonante de un generalizado

estado de inquietud y pérdida de la paz de toda la región, es por ello que para apaciguarlo, todas

las comunidades que tienen oportunidad intervienen directamente en las reuniones o asambleas

que se organizan para tratar el tema, o por medio de otros medios como la radio, dando opiniones

y contribuyendo en la búsqueda de mecanismos para terminar con el conflicto.

El problema más crítico para las comunidades en la actualidad es la concesión de campos

petroleros a empresas extranjeras, cuya presencia provoca daños ecológicos y sociales, como efecto

del ingreso de maquinaria, personal de las compañías, enfermedades desconocidas, y otras formas

de intervención que dividen a las comunidades.

Esta situación es enfrentada por la comunidad mediante el control y sanción de las personas

que se dejan seducir por los ofrecimientos de las petroleras. Se cuenta el caso ocurrido en el 2002,

en la asociación Pumpuentsa, en donde Rubén Yankuam fue sancionado «según la ley cchuor»

por haber participado en un taller realizado por la compañía y haber hecho uso de un vuelo de la

compañía. El infractor fue convocado a una asamblea extraordinaria en donde se corroboraron los

hechos mediante testimonios de personas que los conocieron así como porque el mismo acusado

los admitió. El infractor sostuvo, además, que la compañía representaba beneficio y desarrollo

para la comunidad, criticó a la I'IAE por su actitud de resistencia frente a la compañía, y se ratificó

en su deseo de colaborar con la petrolera.

111 Los dos ú\limas cornorudcdcs na pertenecen a la Asocicrión Copotczo. sin embargo, asistieron por contribuir a lasolución dol probtornn.

ESTADO DE LA IULACIÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJU5TICIA E5TATAL EN L05 PAím ANIlIN05

a:: La actitud del acusado y su resistencia a variar su posicion llevó a que el presidente de laOe asamblea ordenara su castigo público mediante ortiga, designando a 10 jóvenes de la comunidad

~ para que lo ejecuten. Luego de ello, el presidente, junto con los ancianos presentes en la asamblea,

~ decidieron despojarle de sus derechos como miembro de la comunidad.

En la actualidad la NAE cuenta con un reglamento, así como con varias resoluciones y acuerdos

tomados en Asambleas y Congresos que establecen la prohibición de entablar diálogos y nego­

ciaciones con las petroleras a título individ ual, o como centro de manera aislada de la federación,

bajo pena de castigos y pérdida de derechos comunitarios.

La defensa territorial se ha tornado en el eje fundamental del proceso de fortalecimiento

identitario de los pueblos indígenas del Ecuador. Ha dado lugar a una unificación de nuevo tipo

al interior de los pueblos y comunidades, al fortalecimiento de los espacios comunitarios, y al re­

planteamiento de las relaciones pueblos indígenas-Estado. La fuerza de la demanda territorial ha

impedido, hasta los momentos actuales, la incursión de proyectos petroleros en la zona centro-sur

de la amazonía ecuatoriana. Esta estrategia, compartida por todos los estamentos organizativos

que van desde las comunidades y centros hasta las federaciones y confederaciones indígenas,

sirve de sustento a otra estrategia más general que trabaja por la reconstrucción como pueblos y

nacionalidades desde hace una década atrás.

Brujos y chamanes

Se considera que hay brujos conocidos y brujos escondidos. Los brujos escondidos, dicen, se acer­

can a las familias en son de amistad para luego provocar daños. Solamente otros brujos pueden

saber si el brujo en cuestión hace daño o no.

La poca densidad poblacional de las comunidades achuar es atribuida a las malas acciones

de los brujos, lo que crea una abierta resistencia hacia ellos y plantea la necesidad de controlar

sus actuaciones.

Antiguamente, una muerte atribuido a un brujo daba inicio a un ciclo de matanzas entre la

familia del muerto y la familia del brujo. «Bruios astutos se encubrían acusando a otro de serlo y

por elfo las familias tenían que investigar para saber la verdad», dice un informante en el primer

taller comunitario. Ahora se plantea la posibilidad de no vengar la muerte del brujo con el fin de

evitar nuevos episodios de matanzas entre familias; sin embargo, no resulta fácil para la comuni­

dad alcanzar consensos alrededor de tales medidas. Mantener vigente la amenaza de muerte, y

la muerte misma resulta, hasta hoy, la medida más efectiva para prevenir la denominada «mala

práctica chamánico»:

«En la actualidad, dice un mayor del centro achuar, la familia del bruio que hace daño,

le da conseios al briúo a la hora de tomar la guayusa o cuando está tomando nateem (aya­

guasca). El bruio también puede ser citado por el síndico para recibir consejos, y en caso de

desoír los consejos, el chamán debe pagar con la muerte». (Primer Taller Achuar del 12 al 14

de marzo de 2003)

Estas y otras razones han hecho que el prestigio de los chamanes haya decaído de manera

significativa al interior de los centros achuar.

124

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

«Antes de la llegada de los misioneros y en esta actualidad, dice un mayor del centro achuar,

la muerte -por mala prácticar éhamánica- sigue igual, porque los brujos son personas que

dañan a la gente con enfermedades que no pueden curarse en los hospitales, sino donde ellos

mismo, caso contrario el paciente se puede morir». (Entrevista del 31 de diciembre de 2002)

«Elbrujo o chamán es una persona que tiene un poder de los espíritus malos para hacer daño

a la gente o curar a los enfermos. Para ser brujo una persona tiene que irse donde un chamán

y paga una cierta cantidad de dinero o especia valorada, y luego el chamán le da su poder de

curar a los pacientes y también de brujear (wawek) a las personas. Esto lleva un cierto tiempo

en ayunos y después la persona se queda profesional». (Entrevista del 2 de enero de 2003)

El mal uso de la brujería es uno de los problemas de mayor gravedad dentro de las comu­

nidades achuar, desde el tiempo de la vida en familias. La constitución de comunidades buscó

desterrar las prácticas chamánicas sustituyéndolas por otras de base cristiana, sin embargo, éstas

han subsistido como muchas otras costumbres, creencias y prácticas. El chamanismo es un poder

que posee una persona -hombre o mujer-, pero que también se lo liga a su familia, es por ello

que la mala práctica chamánica derivaba en una guerra entre familias.

En la actualidad se ubica la responsabilidad en la persona, aunque aún se considera que la

familia puede ejercer control sobre las actividades del chamán, evitando que cause daño a otras

personas. Aunque se requeriría otro estudio, parece ser que la venganza por mala práctica chamá­nica en la actualidad representa un rezago de las guerras familiares que se libraban anteriormente,

y que hoy han tomado nuevas características y modalidades.

Se considera que los brujos hacen daño por envidia, por venganza, por peleas, por problemas

anteriores con familias o por dinero. Los centros han buscado medidas alternativas para establecer

controles a las actividades de los chamanes; una de ellas es someter a los brujos a la autoridad

de la comunidad haciendo que ésta legitime y legalice su actividad, para lo cual la asociación le

otorga una licencia expedida por su presidente.

La guerra chamánica representa uno de los mecanismos de ajuste entre los habitantes de la

selva amazónica. En la actualidad, parece ser que no solo representa una guerra entre familias

sino una confrontación al interior de las comunidades y entre comunidades. El simbolismo de las

actuales guerras chamánicas y de las disputas entre comunidad y chamán, requieren de una inda­

gación más profunda que escapa al ámbito del presente trabajo.

Autoridades y procedimientos

A una autoridad tradicional (mayores, ex dirigentes) se le reconoce por su prestigio, valentía, res­

ponsabilidad, experiencia alcanzada y la sabiduría reflejada en su forma de vida. El mayor es aún

hoy en día considerado un guía espiritual y sabio de la comunidad. Tanto en las reuniones familiares

como en las comunitarias, el o los mayores de la comunidad ocupan el lugar central de la casa

tradicional, ubicado en la viga central de la casa achuar. Allí permanecen durante el tiempo que

dura la reunión y, aunque no participan siempre en las discusiones, cuando uno o varios de ellos

toman la palabra son escuchados con atención y respeto por todos los asistentes.

En las reuniones comunitarias también son invitados a participar los mayores, y si el sitio de

reunión no es la casa tradicional, se les ubica en los primeros lugares, de manera que se encuen­

tren visibles para todos.

125

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ESTADO DE LA RELACIÚN ENTRE JUSTICIA INDíGfNA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

La autoridad comunitaria es designada mediante asamblea del centro para cumplir los

mandatos de la comunidad. Son elegidas como autoridades comunitarias las personas que han

dado muestras de mantener un buen comportamiento familiar y social, son dinámicas, honestas

e interesadas por los asuntos de la comunidad. Para ser a utoridad comunitaria se debe ser socio

activo del centro y pertenecer a la nacionalidad achuar.

En el conocimiento y tratamiento de conflictos inter-familiares dentro de la comunidad, los

ancianos actúan como apaciguadores de conflictos, aunque llegan a aplicar los denominados

«castigos consuetudinarios» a quienes cometen errores o faltas, especialmente cuando éstos son

reiterados. Sin embargo, en los conflictos inter-comunitarios, su rol es menos conciliador y pacifi­

cador llegando, en ciertos momentos inclusive, a azuzar peleas.

Por su lado, a la autoridad comunitaria se le otorga la potestad de juzgar a los socios que

cometen delitos o incumplen las normas y reglamentos establecidos. Actúa basada en las normas

comunitarias, aunque apela a los consejos y a evocaciones de los valores tradicionales. La autori­

dad comunitaria tiene la potestad de juzgar a los socios que cometen delitos y faltas comunitarias,

sociales, morales y familiares.

La directiva de la Asociación es considerada la autoridad superior del centro y se le otorga

facultades para vigilar a sus bases; es vista, además, como una instancia para resolver ciertos pro­

blemas al interior de las comunidades. «Los síndicos de los centros, dice la autoridad comunitaria

del centro achuar, acuden a la Asociación cuando no pueden resolver algún problema». (Entrevista

del 31 de diciembre de 2002)

A la autoridad comunitaria se le encarga vigilar y administrar a su comunidad, organizar

eventos, reuniones, talleres; convocar a sus socios, planificar y programar actividades, resolver

problemas, realizar gestiones, organizar y convocar a mingas. Tiene la potestad de hacer cumplir

los reglamentos internos, así como sancionar a los infractores.

Las autoridades comunitarias no reciben ningún pago por sus funciones porque es un cargo

de compromiso con la comunidad, no de lucro personal. El buen desempeño en sus funciones es

recompensado con reconocimiento social, ¡espeto y diversas muestras de aprecio.

Cuando se pone en conocimiento de la autoridad comunitaria un conflicto o problema, ésta

generalmente convoca a las partes para ser escuchadas, aunque en ocasiones acude directamente

a dialogar con la parte acusada con el fi n de hacerse una mejor idea del problema presentado.

Lo primero que hace es tratar de persuadir, mediante consejos, a las partes para que lleguen a un

acuerdo. Si no lo logra, prolonga los diálogos y las reuniones hasta ubicar las respectivas respon­

sabilidades y las formas de solución. Si ve que su actuación personal no es suficiente, convoca a

personas mayores o familiares políticos o consanguíneos a conocer el caso y apoyar en la búsqueda

de la mejor solución.

La autoridad comunitaria puede establecer sanciones de tipo pecuniario o personal, mediante

multas o trabajos comunitarios, y sus decisiones son, por lo general, cumplidas. En los casos en

los que no logre encontrar una salida satisfactoria para las partes, que las partes no ceden sus

posiciones o que desobedecen sus resoluciones, acude al presidente de la asociación para hacer

valer su autoridad.

126

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

3.1.2.2 El pueblo Chibuleo y Tomabela, nacionalidad kichwa

Si se pregunta a los miembros de las comunidades indígenas escogidas para la investigación

cuándo una determinada situación social es considerada como conflictiva para necesitar la aplica­

ción de alguna forma de administración de justicia, las respuestas provenientes de la información

recolectada son diversas:

«Cuando hay desentendimiento entre dos o más personas acerca de intereses comunes,

cuando no hay cómo ponerse de acuerdo en forma pacífica, cuando no hay comprensión, cuandono se actúa con conciencia, sin meditar, cuando hay falta de respeto a los demás, cuando hayuna situación triste, algo que no está claro o es algo incógnito».

Todos estos testimonios muestran y esconden algunas concepciones sociales y culturales comu­

nes. Las investigaciones antropológicas sobre resolución de conflictos, realizadas desde fines del

siglo XIX, demuestran que cada cultura o sociedad posee una concepción propia de orden social;

este orden dispone de reglas que norma n el convivir social, el rompimiento del cual se genera un

conjunto de acciones y procesos orientados a recuperar el orden alterado o perdido.

El orden social observado en las comunidades indígenas kichwas no necesita un aparato

institucional específico de autoridades y funcionarios, un conjunto establecido de leyes, agentes

de coacción y lugares exclusivos de reclusión para ser mantenido, como ocurre en el resto de la

sociedad ecuatoriana. Esta verificación nos plantea dos asuntos claves: ¿Cuál es la noción de orden

social y cultural? y ácórno se mantiene?

Los comuneros en sus relatos hablan de la presencia de conflictos o 'problemas' (así los de­

nominan), en los que pueden estar involucradas dos o más personas, familias, vecinos, grupos

antagónicos -políticos o religiosos-, comunidades o grupos étnicos. Estos actores, generalmente,

se encuentran en una situación de falta de entendimiento, falta de acuerdo, falta de comprensión,

falta de respeto; en otras palabras, todas son situaciones de desorden social que exigen recuperar

el orden, la armonía.

Como se puede observar, la nocron de orden social y cultural encontrada poco tiene que

ver con la noción que posee y aplica el resto de la sociedad nacional. Tal es el caso de lo que

constituye lo legal o jurídico en una sociedad determinada. Para el derecho positivo la respuesta

es sencilla: es jurídico todo aquello que cae bajo el amparo de la ley. En el caso que nos ocupa,

lo correspondiente sería la violación a una costumbre reconocida y compartida por el grupo, y

su sanción sería considerada como un mecanismo de control que permita restablecer la armonía

interna del grupo.

De ahí que diversas situaciones sociales y culturales, reconocidas por los pueblos indígenas

como violación a la costumbre, no sean consideradas como transgresiones legales en el derecho

positivo, por ejemplo el chisme, los celos conyugales, las disputas religiosas y el suicidio. En el

derecho indígena, estos hechos son sancionados por ser motivo de desorden. Lo opuesto ocurre en

el caso de sanciones aplicadas por el derecho indígena a los casos de brujería. La práctica judicial

ha documentado numerosos y dramáticos casos de homicidios cometidos por causa de brujería,

homicidios que son sancionados por el derecho penal nacional, pero admitidos como forma de

hacer justicia o de legítima defensa personal y social por la costumbre indígena.

127

a::Oel:§(,)11I

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

El clásico estudio de Bronislav Malinoswki, Crimen y costumbre en la saciedad salvaie (1926),

al analizar el caso de las islas Trobiand del Pacífico Occidental, contesta la pregunta: ¿por qué la

gente mantiene el orden social y por qué obedece a la ley yola costumbre?

«Las reglas iurídicas ... no están sancionadas por una mero razón psicológica, sino por una

definida maquinaria social de poderosa fuerza obligatoria que, como sabemos, está basada en

la dependencia mutua y se expresa en un sistema equivalente de servicios recíprocos lo mismo

que en lo combinación de toles derechos con lozas de relación múltiple. Lo manero ceremonial

como se realiza la mayoría de las transacciones, que implico control público y crítica, contribuye

aún más a su fuerza unificadora». (Malinoswki 1982:70)

Tal como lo plantea la antropóloga Laura Nader (1998:62), para el caso de los zapotecos de

la montaña de Oaxaca (México), el sistema social kichwa, como cualquier otro sistema, no solo

sirve para mantener el orden y control social y cultural, sino que también debe ser reconocido

como un sistema de poder que resuelve, exacerba los intereses, derechos y obligaciones sociales

e individuales y produce conflictos. En este sentido, la organización social kichwa posee reglas de

juego y cada conflicto desencadena una forma de juego diferente. Siguiendo con la comparación

hay jugadores de diverso tipo, procedimientos e instituciones que norman el juego y la presencia

de jugadas individuales inusuales que se salen del control social.

La autora antes mencionada distingue tres dimensiones que atraviesan la organización social

del pueblo zapoteco, que en el caso que nos ocupa parecen plenamente aplicables. Se trata de la

jerarquía, la simetría y la vinculación o asociación cruzada. Las líneas jerárquicas que caracterizan

a los grupos sociales de las comunidades estudiadas se asientan en la edad, el género, la experien­

cia, la escolaridad y la posibilidad de servir sin remuneración. Así los hijos e hijas obedecen a sus

padres, las esposas a sus maridos, los menos letrados a los más letrados y los menos acomodados

a los más acomodados.

La simetría cumple un papel complementario o contradictorio al de la jerarquía que descansa

en la subordinación. Los principales mecanismos de nivelación sirven para mediar los aspectos más

severos de la jerarquía, aunque al mismo tiempo no llegan a impugnar la base de las relaciones

entre superiores y subordinados. En la familia, aunque los hermanos mayores tienen autoridad

sobre los menores, en la práctica todos los hijos heredan por igual. En las fiestas religiosas, la

comida y bebida se espera que sean financiadas por los que poseen más recursos económicos,

esto no impide la colaboración material de los que menos tienen.

La asociación cruzada reúne a un número de grupos o individuos a la vez que les divide.

Aunque todos los comuneros tienen una misma condición, la pertenencia a la iglesia católica,

evangélica o mormona de cada uno de ellos los diferencia y separa. Los miembros de un mismo

sector o barrio de la comunidad pueden no ser miembros de un mismo equipo deportivo. Las

oposiciones entre los grupos que forman parte de la comunidad pueden ser balanceadas o crear

desigualdades irreconciliables.

Las tres dimensiones de la organización social están afectadas por factores y cambios externos

e internos de la comunidad, así como por las relaciones individuales. Las presiones, tensiones y

brechas entre los grupos son motivo de rompimientos del orden social y, por lo tanto, ocasión para

el accionar de las formas de administración de justicia. Nader plantea que en el contexto legal

« .. . /as dimensiones de lo ierarquía y de la simetría sirven paro mantener los volares tradicionales

128

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

o actuales (que pueden oponerse). La vinculación cruzada asegura la presencia de terceros para

mediar en las disputas». (1998:64)

Las nociones de orden social y cultural, y de cómo mantenerlo al interior del mundo kichwa,

juegan un papel importante para entender la concepción y distinción de las ocasiones sociales en

las que la justicia indígena se pone en funcionamiento.

Ante todo, es importante precisar que en el mundo kichwa el control legal como tal, es decir,

como un equivalente a lo que los juristas llaman derecho, no es sino una faceta del control social

y cultural. Por eso, la justicia indígena debe ser considerada en el marco de los denominados por

la ciencia jurídica como 'equivalentes extrajudiciales'. En el desarrollo de la investigación hemos

denominado a la ocasión social susceptible de activar la justicia indígena como transgresión, con­

flicto o 'problema'; entendiendo esta transgresión como el rompimiento temporal del orden social

y cultural establecido.

Los principales 'problemas' identificados en las comunidades analizadas son de diferente tipo

y naturaleza. Los hemos agrupado como problemas relacionados con asuntos familiares, sexuales,

sociales, de la propiedad y contra la vida. Esta distinción responde a la información encontrada

sobre el tema, no pretende ser exhaustiva y se la usará principalmente con fines de sistematización

y análisis.

Los conflictos se desarrollan a partir de una serie de eventos percibidos por los actores invo­

lucrados como afrentas. En el caso de los asuntos familiares encontramos separación de parejas,

divorcio, adulterio de hombres y mujeres, celos, violencia física del marido a la mujer, desobedien­

cia de hijos a padres, peleas entre parientes. Estos problemas generalmente se desarrollan en los

espacios domésticos o en situaciones de encuentros familiares.

Los problemas sexuales se refieren a violaciones y a los casos en que una joven queda em­

barazada de su enamorado y él no reconoce su paternidad. Estos hechos suceden al interior de la

comunidad y no tienen un espacio definido para su realización.

Las transgresiones de orden social están relacionadas con chismes, injurias y calumnias, peleas

que alteran el orden de la comunidad y son protagonizadas generalmente por comuneros en es­

tado de embriaguez, impugnación a los dirigentes comunitarios por no cumplir con sus funciones,

falta de respeto a las autoridades, inasistencia a asambleas y trabajos comunales yola elección

de autoridades comunitarias.

Hay transgresiones que son reconocidas como tales y que tienen un nuevo carácter, se trata

de la marginación de la mujer en la toma de decisiones comunitarias y en el acceso a nomina­

ciones de poder, así como de la aparición de pandillas de jóvenes de la comunidad que atentan

contra la seguridad colectiva y la propiedad. Los espacios privilegiados en los que suceden estas

transgresiones son las asambleas y trabajos colectivos, los caminos, las cantinas, las tiendas y las

plazas de mercado.

Los problemas contra la propiedad se reducen a robos de animales y de bienes materiales,

disputas por herencias, conflictos de posesión y límites de tierras comunales e individuales, falta

de pago de deudas individuales y comunales, destrucción de los bienes y servicios comunitarios.

Situaciones que se desarrollan alrededor del medio doméstico, productivo y colectivo.

Por último, los conflictos contra la vida están vinculados a los homicidios e intentos de homici­

dios, los suicidios y las muertes provocadas por accidentes de tránsito y por acusación de brujería.

129

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INOíCENA y JUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

Los espacios en los que se provocan estos conflictos son las celebraciones comunales y familiares,

cominos y carreteras; aunque muchos de ellos se desarrollan fuera del espacio comunitario.

El conjunto de 'problemas' mencionados es motivo suficiente para poner en movimiento los

procedimientos propios del derecho indígena kichwa. Del análisis de la información recolectada

aparecen tres instancias privilegiadas de administración de justicia: el ámbito familiar, el de las

autoridades comunitarias y el de la asamblea comunal. En el primero, son protagonistas funda­

mentales: los abuelos, los padres, los parientes consanguíneos cercanos, los parientes afines, los

padrinos y los vecinos. En el segundo y en el tercero, son las autoridades tradicionales, las autori­

dades comunales, los mediadores comunitarios y el conjunto de comuneros.

Hay una serie de problemas que cuando no pueden ser solucionados en el ámbito familiar,

el adulterio por ejemplo, se lo hace en el ámbito comunitario y eventualmente en el ámbito del

sistema jurídico nacional, como ocurre con los casos de homicidio.

En el caso de una desavenencia entre esposos, uno de ellos acude en busca de una persona

o personas de confianza -los padrinos de matrimonio, por ejemplo, que en la mayoría de casos

son también parientes- que puedan convocar a la pareja, a sus respectivos padres ya parientes

cercanos a una reunión social. En este evento se brinda comida y bebida a los asistentes y se

discute abiertamente el problema con la mediación de los más viejos hasta llegar a una solución

que concilie a los cónyuges. La práctica del consejo (amashina en kichwa) de los más viejos a \os

más jóvenes es la más utilizada para lograr el arreglo, luego del cual los primeros bendicen a los

segundos con el fin de formalizar y ritualizar la nueva situación y los hacen abrazar como señal

de reconciliación.

«'La familia está para aconsejar', dice textualmente uno de los informantes, esta frase es

muy representativa de los arreglos familiares. En todos elfos siempre se trata de que estén pre­

sentes los miembros más jóvenes de la familia para que observen cómo se soluciona este tipo

de problemas e interioricen los conocimientos y valores morales de los antepasados. Todo este

proceso analizado no sería posible si al interior de la cultura quichua los vínculos familiares no

se presentaran tan estrechos -tal como ocurre cuando estos vínculos se rompen temporalmente

y se pugna por restablecerlos-y si la solidaridad entre parientes no fuera considerada como

un valor privilegiado de la comunidad indígena».

Uno de los viejos dirigentes de una de las comunidades consideradas, al comentar sobre cómo

funciona el derecho indígena dice:

«Han dicho que nosotros hacemos justicia con mano propia, sí la hacemos pero sabiendo

cómo la hacemos, acaso que es cosa de matar por matar, hay que tratar de educar al hombre,

a la mujer, para que sepan trabajar, nosotros no hacemos nada simplemente por hacerlo, todo

tiene su razón».

Este testimonio muestra un hecho fundamental, nos referimos a que la administración de [usticio

entre los kichwas está sujeta a procedimientos social y cultural mente establecidos y compartidos

por el conjunto de la población. Analicemos más profundamente qué sucede cuando un problema

no se puede solucionar al interior del ámbito familiar.

130

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

Primero, una de las partes involucradas en el problema, los demandantes que han peleado o

sufrido un robo, se acercan ante la autoridad comunitaria competente, el secretario de disciplina o

el síndico, para poner la denuncia. Éste estudia el caso y elabora un oficio, aceptando la deman­

da, en el que constan el lugar, la fecha, la hora, los nombres de los involucrados y la descripción

del problema. También se cita a la 'otra' parte a la oficina del cabildo, fijando fecha y hora. Los

demandantes llevan el oficio a los demás miembros del cabildo para que lo revisen y tengan

conocimiento de la denuncia. Si la falta es leve, las demandas y su trámite se resuelven durante

los días de la semana señalados para el efecto; si la falta es grave, una vez hecha la demanda se

resuelve inmediatamente.

Luego el secretario de disciplina envía la citación correspondiente, con la firma del presidente

y del secretario de disciplina y el sello del cabildo, al representante del cabildo en el que vive el

demandado para que proceda a su entrega. Este funcionario cumple el papel de 'policía' comu­

nitario. Nunca se hace comparecer a ninguna de las partes utilizando la violencia física; lo que

se hace, si no comparecen a la hora y día señalados, es llamarlos por los altavoces de la plaza

de la comunidad y si entonces no acuden se envía una comisión del cabildo para proceder a la

detención del demandado y presentarlo ante las autoridades comunales. En el caso de que la falta

sea grave el demandado es detenido y llevado a la cárcel de la comunidad hasta que se considere

y solucione el caso.

Es importante mencionar el hecho de que cuando el demandado, sea indígena o mestizo, se

encuentra o vive fuera de la comunidad y se niega a comparecer es conducido por los represen­

tantes comunales a la «cárcel» para su posterior juzgamiento ante las autoridades comunitarias. El

apresamiento, en estos casos, cumple un papel preventivo, se trata de dar cumplimiento al mandato

de los cabildos y de 'ablandar' al demandado para que enfrente el conflicto, reconozca su falta

y acepte la sanción. El tiempo que dura el encarcelamiento depende de la rapidez con la que se

llegue a un acuerdo entre las partes. Una de las autoridades tradicionales explica el sentido de

mantener una cárcel en la comunidad:

«La cárcel como medida preventiva es anterior al iuzgamiento, ya que si es el caso se le

encierra por 24 o 48 horas. La cárcel es para que obedezcan, porque si no se desaparecen

y vuelven a aparecer después de un tiempo cuando creen que todo está olvidado, y no se les

puede cobrar la multa, la cárcel nos sirve para asustarlos y que así cumplan».

Una de las autoridades comunitarias habla de las condiciones de la cárcel:

«Existe una cárcel dentro de la comunidad de San Francisco, desde hace varios años, y está baio

la responsabilidad del cabildo, cuando el acusado está en la cárcel se le atiende y tiene todos los

servicios necesarios. Los que monejornos el sistema iurídico indígena no la tomamos como cárcel,

ya que es un término mós del otro sistema en donde la idea es acabar mental y psicológicamente al

ser humano, aquí existen servicios adecuados para atender como a lo que es, un ser humano, hay

respeto y solidaridad de acuerdo al problema de los implicados».

De igual manera lo confirma una autoridad tradicional:

«En la cárcel, cuando estó preso alguien que no es de la comunidad se le da alimentación

a nombre de la comunidad, pero si es alguien de aquí o de una comunidad cercana, son los

131

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

familiares los que le dan alimentación; iamás se les tortura, por eso algunos presos rompen los

candados y se van, se escapan, por eso los familiares del agredido deben mantener guardia y

deben vigilar día y noche, hasta que haya el arreglo, como una especie de policías».

Cuando las partes asisten a la convocatoria de las autoridades empieza el proceso con el careo

de los involucrados en presencia del cabildo en pleno y de las autoridades tradicionales, que son

consideradas como los padres de familia de toda la comunidad. También asisten los familiares de

los involucrados. Las autoridades luego de escuchar a las partes y a los testigos del hecho, bus­

can la causa del problema, ven si es una causa grave o no, quién tiene la culpa o quién causó el

problema, o si las dos partes tienen culpa. «Hacemos un estudio psicológico, ya que podemos ver

en sus labios, en sus ojos. en su gesticulación, quién es el verdadero culpable o quién es inocente»,

comenta un dirigente comunitario. Una vez descubierto el culpable o culpables, se procede a acon­

sejarle para que tome conciencia del daño causado y no reincida en la falta. Existe la posibilidad

de apelar la sanción impuesta por las autoridades comunitarias, es decir, el derecho a defenderse,

consiste en poner a consideración de la asamblea de la comunidad la sanción impuesta para su

confirmación o cambio.

Las penas o sanciones son variables. En el caso de las faltas leves o graves, el consejo por

parte de la gente mayor siempre está presente. Las primeras incluyen también sanciones econó­

micas y materiales, tales como la restitución de lo robado o el pago de los costos causados por las

lesiones físicas. La parte medular de las sanciones la constituye el compromiso moral de las partes

para no volver a romper el orden social y cultural, sin embargo, por petición de cualesquiera de

ellas se acostumbra también a firmar un acta de conciliación, cuya finalidad principal es servir

de antecedente, para castigar más severamente en el caso de reincidencia. También, a petición

de las partes, el proceso puede ser desarrollado a puerta cerrada, pero generalmente es abierto

al conjunto de la comunidad para que la gente común conozca el procedimiento y los culpables

reciban la sanción del colectivo.

La separación de la pore]o, muchas veces provocada por el adulterio, tiene también su sanción

específica. Involucra la intervención de la familia y de las autoridades tradicionales y comunitarias.

Se agotan todos los recursos de arreglo amistoso para evitar el divorcio, o separación definitiva,

que es muy mal visto por la comunidad. Revisemos algunos testimonios:

«A la persona que cometió el problema (adulterio) se le encierra durante 24 horas y no se

le da alimentación; esta sanción se da en el caso del adulterio, de quien tiene una amante, no

es responsable con la muiet, con los hiios, no respeta al cabildo».

«Cuando se da el caso de separación del esposo por tener una amante, la sanción es en­

cerrarle en la cárcel por 3 o 4 días, sin ninguna clase de comida, excepto la que le proporciona

su verdadera esposa, si recibe la comida hasta los 5 días, quiere decir que se reconcilian y no

va a estar con la amante. Se le aconsejo manifestándole que si vuelve a cometer problemas el

castigo o la sanción serán más drásticos, por lo cual son más respetuosos».

El hecho de que un joven deje embarazada a una joven, sin ser su pareja, también desencadena

una determinada sanción, que como se puede apreciar está en contradicción con las sanciones

que impone el sistema jurídico estatal en situaciones semejantes.

132

ESTADO DE LA RELACiÓN ENTRE JUSTICIA INDíGENA YJUSTICIA ESTATAL EN LOS PAíSES ANDINOS

«En el caso de que los ¡óvenes les de¡en embarazados o los chicos y luego no quieran

reconocer, lo sanción que se impone es de 5 millones de sucres, cuando lo chica ha sido pura,

es decir, que ha estado solo con él, y el ioven reconoce que en verdad estuvo solo con ello, el

pago económico que se realizo es definitivo, es decir, no hay reconocimiento con el apellido alniño, ni con pagos mensuales como se lo hoce en el Tribunal de Menores».

En el caso de maltrato físico de los esposos o los esposos, el agresor recibe un castigo físico y

moral, en algunos casos los mismos mujeres perjudicados hocen mención, en su demanda, sobre

el castigo que se debe imponer 01 infractor: «En una demanda se habla de que se maltrató a una

mujer por parte del esposo, y que el agresor se encuentra prófugo de la comunidad, y la esposo

agredida pide que se le capture y se le castigue mediante el látigo).

El chisme, como contravención social, también tiene su respectiva pena: «Cuando ha habidocasos de chismes la sanción es de dos o tres látigos al chismoso o chismosa».

En el coso de peleas, las sanciones combinan castigos físicos con aportes económicos, a

manera de indemnización. Si no se cumple con el pago de la multa económica las autoridades

comunitarias tienen mecanismos de control y seguimiento, incluida lo prisión o la retención de una

prenda material hasta que se efectúe el pago fijado.

«El cabildo interviene en los arreglos e incluso cuando se producen indemnizaciones, el

tnoneio de dinero puede ser vigilado para que se utilice con responsabilidad y en beneficio dequienes sean los afectados y haya una verdadera ¡usticia».

«Si son peleas se les sanciona con el látigo o con una multo, debe pagar con dinero lapersona que agredió primero, por provocar, una cantidad más fuerte, que serían 20.000 sucres,

y 01 otro solo 70.000 sucres, todo depende de las rozones, el causante debe pagar más que elque respondió o lo agresión, pero los dos deben pagar, eso es iusticio. En las peleas, las multas

consisten en el pago de las curaciones, los gastos como medicamentos y transporte, que si no

es muy grave llego a unos 300.000 sucres»,

Cuando se trata de deudos pendientes la sanción se resuelve con prisión 'preventiva': «En casosde deudas, la persona que hizo el préstamo y luego no quiere pagar ni los intereses. se le encierraen la cárcel de tres a cinco días, hasta cuando dice: sí vaya pagar, y luego queda en libertad».

La aparición de pandillas de jóvenes, de lo mismo comunidad o de otras vecinas, que come­

ten desmanes y abusos en contra de la comunidad, es un nuevo motivo de preocupación entre

las autoridades, en ese caso el castigo tiene carácter igualmente preventivo, de control social yafrenta pública:

«Se dio el caso de que se estaba formando un grupo de pandillas en la comunidad. se lescogió a los ¡óvenes y se les castigó con un látigo al frente de toda la comunidad, de igual forma

se les llamó a sus padres para que les oconsejoron a sus hiios».

«El eiemplo de la pandilla, se les encerró durante cinco días en la cárcel de la comunidadsin comida y se les dieron tres latigazos a las cinco personas, total recibieron quince latigazos

y se les advirtió que si siguen haciendo problemas se les iba a hacer caminar descalzos por elcamino de ripio. piedras. haciéndoles cargar la ortiga en tronco desnudo».

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