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ESTADO ACTUAL DE LAS MICROEMPRESAS ANTIOQUEÑAS EN EL PROCESO
DE IMPLEMENTACIÓN DE LA FACTURACIÓN ELECTRÓNICA
Elaborado por:
DIANA CAROLINA TABARES MONTAÑO
Asesora: NATALY ANDREA SALAZAR RAIGOSA
Contaduría Pública
Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria
Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas
Medellín
2020
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
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Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas. Tecnológico de Antioquia Institución Universitaria
Trabajo de Grado. Ciclos Profesionales
ESTADO ACTUAL DE LAS MICROEMPRESAS ANTIOQUEÑAS EN EL PROCESO
DE IMPLEMENTACIÓN DE LA FACTURACIÓN ELECTRÓNICA
Diana Carolina Tabares Montaño
Estudiante de décimo semestre del programa Contaduría Pública
Asesor: Nataly Andrea Salazar Raigosa, Contadora Pública, [email protected]
Recibido (2 Junio 2020)
Revisado (9 Junio 2020)
Aceptado (16 Junio 2020)
Resumen
El problema motivador de la presente investigación es conocer de primera fuente, por
aplicación de encuestas a 20 empresarios, qué tan preparados están para asumir la
implementación obligatoria de la facturación electrónica. Derivado de esto, se traza como
objetivo principal, evaluar el estado actual de las Microempresas antioqueñas en el proceso de
implementación de la facturación electrónica por parte de la DIAN. De acuerdo con las
clasificaciones empresariales de Mincomercio, presentadas en la página gubernamental Mipymes,
en el decreto 957 de 2019 clasifica el sector empresarial colombiano en Micro, Pequeñas,
Medianas y Grandes empresas, según el tamaño por criterios de ventas brutas, ingresos anuales y
número de trabajadores. El año 2020 será el de la facturación electrónica, es un reto para el
manejo de la contabilidad, con lo que, la organización y las responsabilidades frente al Estado
colombiano varían de manera significativa. A noviembre de 2020 todas las compañías, sin
importar su tamaño deben haber adoptado la facturación electrónica frente a la DIAN. En el
diseño metodológico, se hace investigación documental en bases de datos especializadas; Esto se
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complementa con trabajo de campo, contactando directivos de Micro empresas de Medellín y
Antioquia, inicialmente, para evidenciar su punto de vista sobre esta nueva facturación y qué
cambios ha implicado en el trabajo empírico desde la contaduría.
Palabras clave: Facturación electrónica, Micro empresas, Colombia.
Abstract
The motivating problem of this research is to know from the first source, through the
application of surveys to 20 businessmen, how prepared they are to assume the mandatory
implementation of electronic invoicing. Derived from this, the main objective is to evaluate the
problems that are generated in the Antioquia microbusiness sector as a result of the imposition of
electronic invoicing by DIAN for the year 2020. According to the Mincomercio business
classifications, presented on the government page Mipymes, in decree 957 of 2019 classifies the
Colombian business sector in Micro, Small, Medium and Large companies, according to size by
criteria of gross sales, annual income and number of workers. The year 2020 will be that of
electronic invoicing, it is a challenge for accounting management, with which the organization
and responsibilities the Colombian State vary significantly. As of November 2020, all companies,
regardless of size, must have adopted electronic invoicing against DIAN. In the methodological
design, documentary research is carried out in specialized databases; this is complemented by
field work, contacting managers of Micro companies in Medellin and Antioquia, initially, to
demonstrate their views on this new billing and what changes it has implied in the empirical work
from the accounting office.
Key words: Electronic invoicing, Micro companies, Colombia.
1. Introducción
Las empresas, cualquiera que sea su tamaño, funcionan en un lugar geográfico, perteneciente a
un Estado, y se lucran de las ventas o las dádivas que los propietarios reciben por los productos,
bienes o servicios que prestan en un renglón específico de la economía, independientemente del
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sector económico al que pertenezcan. Dado que esa obtención de ganancias se debe a la
ubicación privilegiada en un territorio determinado, donde hay clientes que demandan de sus
servicios, y dichos clientes se tienen por las ventajas que se ofrecen en el espacio donde
funcionan estas compañías, es necesario retribuir con impuestos al Estado, asunto que, en
cualquier parte del mundo funciona de esta manera para que con ese tributo se puedan sufragar
los servicios básicos de la población.
Hasta hace muy poco en Colombia, el sector manufacturero, el de la construcción, el de los
servicios, el agropecuario y los demás, tenían un departamento contable, grande o pequeño, bien
regido por contadores titulados, o por auxiliares de contabilidad, que tienen como función,
registrar los estados financieros y las cuentas generales de la compañía. Lo que pasa es que esto,
tradicionalmente se hacía en forma manual, asentando los comportamientos contables en grandes
libros y folios, que debían evidenciar los gastos, las inversiones, las ganancias y los demás
asuntos contables.
Esto siempre fue riesgoso para el Estado colombiano que, a través de la Dirección de
Impuestos y Aduanas Nacionales - DIAN, exige una facturación y unas reglas de contabilidad a
fin de evitar la evasión de impuestos. Aunque la DIAN tiene un software bien organizado, aún
tiene falencias en este sentido. Fue por eso por lo que se ideó, como estrategia, la facturación
electrónica para todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño. Por eso, con el
presente trabajo, se pretende hacer una evaluación de tipo cualitativo y cuantitativo, del estado
actual que viene generando en las Microempresa Antioqueñas, la exigencia de facturación
electrónica.
Hay que decir que las pequeñas empresas colombianas no se encuentran suficientemente
preparadas para enfrentar este reto debido a que, por tradición, venían llevando la contabilidad de
forma manual, un tanto artesanal, asunto que no es bueno, por eso es importante hacer esta
investigación desde el programa de Contaduría en el Tecnológico de Antioquia, para que, se
entienda el funcionamiento del sistema de tributación en el país, se incursione en el campo
investigativo, y se obtengan bases suficientes para el desempeño profesional futuro. Analizar el
estado actual de las microempresas antioqueñas, sirve como valor agregado para un posterior
comparativo, elaboración de cartillas didácticas o material académico, que orienten a otras
empresas similares, donde se pueda revisar la literatura y el aspecto legal que obliga a la
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implementación de la facturación electrónica y analizar el resultado de las encuestas realizadas a
los directivos.
Para una mejor comprensión de este trabajo, por parte de los lectores, se dividirá en tres partes
básicas: inicialmente unos preliminares que darán cuenta del tratado general que se pretende con
el manuscrito. Enseguida, al abordaje del marco teórico, donde se dará cuenta de los
antecedentes, es decir, de lo que se ha adelantado sobre este tema objeto. Finalmente, un
despliegue conceptual y metodológico, en el que se contrastan los aportes teóricos y las voces de
los directivos de las empresas donde se solicitan datos que coadyuven en la comprensión de este
escrito.
2. Antecedentes del problema
La facturación electrónica en América Latina ha tenido un desarrollo e implementación a
partir de las herramientas tecnológicas, lo que ha facilitado la gestión gubernamental en estos
países. Esta tendencia inició aproximadamente en la década de los 90 como apuesta de los
Estados de la subregión para poner en marcha los lineamientos de las políticas de transparencia
(e-goverment), o gobierno digital (Roldán, 2020). De acuerdo con este lineamiento político, los
gobernantes de entonces deberían ser garantes de hacer este tipo de operaciones contables a
través de la tecnología. Todo tipo de operaciones debería estar soportado en un software, a fin de
reducir la evasión de impuestos.
Para la época era muy difícil esta situación porque la era del Internet apenas hacía sus
primeros asomos en estos países del tercer mundo. Distinto es hoy con los avances de las
maniobras de la generación E (electrónica). Es decir, propio de finales de los 90 y la primera
década del Siglo XXI se ha volcado hacia lo electrónico, mejor a lo digital, que incluye el E-
Commerce (comercio electrónico), E-Learning (aprendizaje en línea), y, con todo ello, la
Seguridad Informática, que en la actualidad hace parte de los programas académicos de posgrado
para tratar de proteger la información de los gobiernos y de las compañías privadas (Roldán,
2020).
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Los esfuerzos que se vienen pregonando tienen que ver con esto último, la seguridad
informática. Los gobiernos tienen verdaderos ejércitos de personas cualificadas para dos asuntos:
blindar lo mejor posible la vulnerabilidad de la información. Por supuesto que, en Colombia, la
dirección de impuestos a cargo de la DIAN, debe proteger la información, vigilar
permanentemente las operaciones, garantizar el pago de impuestos y, principalmente, inventar
estrategias para garantizar que las operaciones de las empresas se vean y tributen de manera
legal.
Por eso, en Colombia se ha entrado en la época de la facturación electrónica, a usanza de los
países latinoamericanos. Todo esto se percibe mejor en un interesante trabajo de Bermúdez sobre
Facturación Electrónica, tesis elaborada como requisito de grado en la Facultad de Economía de
la Universidad del Rosario (Bogotá). (Bermudez, 2018).
Particularmente en Colombia esta tendencia no es tan nueva. La Ley 223 de 1995 deja claro
que “Dentro de los seis meses siguientes a la vigencia de esta Ley el Gobierno Nacional
reglamentará la utilización de la factura electrónica" (Senado, 1995, pág. art. 37). Por supuesto
que hay un buen trayecto de tiempo entre 1995 y el año 2020 en el que, finalmente, se vuelve
obligatoria la facturación electrónica para todo tipo de empresas, grande, mediana o pequeña, que
tengan funcionamiento en el territorio nacional.
Desde la sanción presidencial de la Ley 223 (et all.), se tuvo como pretensión que, una vez
reglamentada la misma, y afinadas las características técnicas para su implementación posterior,
las compañías pudieran hacer la recepción, aceptación y conservación de su sistema contable en
medios digitales. Entonces, la aceptación de esta política gubernamental fue voluntaria. Con el
tiempo se fue presionando a las grandes empresas y a las Pymes para que la adoptaran y
registraran sus movimientos en forma electrónica.
Transcurrido este voluntariado, y ante la negligencia de algunas compañías para dar el salto,
en el año 2013, la DIAN se apega a los referentes de México, Brasil y Chile (que ya habían
implementado el modelo con éxito), para componer las cosas, corregir los errores anteriores, y
obligar el estricto cumplimiento de la facturación electrónica en el territorio nacional, con
obligatoriedad a los contribuyentes, con lo que se lograría en el corto plazo, masificar su uso. En
2015, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia, obliga definitivamente la
adopción de la facturación electrónica. Su entrada en vigor se hará en escala, primero con los
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grandes contribuyentes desde 2018 (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales - DIAN,
2018, pág. 2).
El decreto en mención soporta las transacciones de bienes y servicios, obliga su operación
computacional o informática, y se ajusta a las políticas públicas en la medida en que se entra en la
denominada ‘modernización administrativa’ con impacto global. Para el sector empresas, mejora
los procesos, facilita el cumplimiento de las obligaciones con el Estado, reduce los tiempos de
manera significativa, y disminuye los costos en este tipo de trámites, además de optimizar la
trazabilidad respectiva en el cruce de cuentas.
En marzo de 2020, se reglamenta el articulado del Estatuto Tributario, establecido en la Ley
962 de 2005 y la posterior Ley 1607 del año 2012 (Decreto 358), que también es modificatorio
del Decreto 1625 de 2016 (único y reglamentario) en materia tributaria. Es con estas
disposiciones legales con las que se logra reglamentar los sistemas de facturación electrónica del
mencionado estatuto. De esta manera se definen el acceso al Software y el calendario para la
implementación de la Factura Electrónica de Venta. (Artículo 616-1)
En palabras de Sanz (2019), se gana mucho con todo esto, en especial en lo que respecta a la
forma de facturación, y el registro inminente de la venta, las notas débito y crédito y la
trazabilidad tecnológica. Aduce que lo establecido en la Resolución 20 de 2019 desde la DIAN,
hace que los obligados previamente, y los obligados con posterioridad por ley, definitivamente
masifica el uso de la facturación electrónica, con lo que, a la vez, se masifica también la
validación previa y la automatización del control fiscal desde el Estado (Sanz, 2019).
La más reciente resolución 42 del 5 mayo de 2020 emitida por la DIAN, se pronuncia respecto
al desarrollo de los sistemas de facturación, los proveedores tecnológicos, el registro de la factura
electrónica de venta como título valor, se expide el anexo técnico de factura electrónica de venta
y se dictan otras disposiciones en materia de sistemas de facturación, lo que en palabras de la
Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (2020):
La factura de venta o documento equivalente se expedirá, en las operaciones que se realicen
con comerciantes, importadores o prestadores de servicios o en las ventas a consumidores
finales. Son sistemas de facturación, la factura de venta y los documentos equivalentes. La
factura de talonario o de papel y la factura electrónica se consideran para todos los efectos
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como una factura de venta. Los documentos equivalentes a la factura de venta, corresponderán
a aquellos que señale el Gobierno nacional (pág. 2)
3. Revisión de literatura
En este punto se encuentran escritos previos y antecedentes necesarios respecto a la
facturación electrónica, asunto que ha sido imposición a nivel mundial. Con esta revisión
literaria se puede notar que hay investigaciones orientadas al tema, llevándolo así de manera
deductiva, mostrando un panorama general desde América Latina, pasando por el contenido
colombiano que da obligatoriedad a su implementación, hasta llegar al contexto local
complementando la práctica diagnóstica con las teorías y antecedentes plasmados en el presente
trabajo.
3.1 Teorías soporte del tema de investigación
Para este trabajo de investigación se adoptó, por su interés técnico un rastreo de información,
para iniciar, en cuanto a la Teoría del Cambio, se establecen proyecciones, una característica
importante es que el diseño se da antes de la implementación para que sea clara, efectiva y
relevante, además de tener presente los recursos, donde se tiene en cuenta a las personas e
instituciones en el cual al ejecutarse los cambios, son continuos y progresivos (Retolaza, 2018).
Al asociar la teoría con el objeto del artículo, se puede decir que si se habla de las futuras
proyecciones que podrían obtener desde la implementación de la facturación electrónica para los
diferentes gremios, se afectan de manera inicial por el cambio establecido para el medio de
emisión y recepción de la facturación electrónica y las contribuciones, tanto para las personas
naturales como jurídicas.
(Gómez & Sánchez, 2018), destacan que, por la expedición del Decreto 2242 de 2015 (et Al.),
se obligó, primero, a las grandes empresas a implementar facturación electrónica como forma
única de registrar sus operaciones, y que, a posteriori, hubo obligatoriedad para el resto, con lo
que Colombia gana en el sentido de masificar la facturación y mermar el tradicional vicio de la
evasión y la corrupción.
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En ese mismo sentido, (Montaño, 2019), se ocupa de que, con la imposición de la factura
electrónica, se obtendrá el beneficio del recaudo en tiempo real y se mejora el filtro para la
obligación en la declaración de impuestos. Esto permitirá al Gobierno colombiano anticipar lo
que se recaudará, además de las situaciones del caso, incluidas las proyecciones, no del gasto
público, sino de las inversiones sociales resultantes de la ecuación tributaria.
De otra parte, una fuente pertinente, autoridad económica y orientadora de lo social y lo fiscal
en la región, la (Comisión Económica para América Latina y el Caribe - CEPAL, 2018), advierte
que tradicionalmente América Latina ha tenido una alta evasión de impuestos, y adiciona que
esto traduce cuantiosos gastos tributarios, con lo que se retiene el anhelado desarrollo de estos
países que, valga la redundancia, están en vía de desarrollo, y que para lograrlo, necesitan
garantizar el recaudo respectivo. Esto se refuerza en que se puede reducir la evasión con uso de
tecnologías, es así como Chumaceiro, Hernández y Acuero, plantean que este flagelo es un
problema común en los países en vía de desarrollo. Esto se logra con más facilidad si se acude a
un sistema impositivo en la recaudación de impuestos (citado por Roncallo, 2019).
Con la facturación electrónica, América Latina logra que los impuestos sean una herramienta
de desarrollo (Roncallo, 2019), lo que redunda en beneficios para la población en general.
Entonces, la tributación es importante, imperiosa y necesaria, con lo que se avanza dese el
recaudo de rentas desde el ciudadano común y desde las personas jurídicas (Castaño & Ramírez,
2019), para que se reviertan desde el Estado obras, gracias a gravamen de propiedades,
mercancías y servicios.
Los autores consultados coinciden en que son más las ventajas que desventajas en la
implementación de este tipo de herramientas. Esto se ve en Castaño & Ramírez (2019), quienes
recalcan que los beneficios que se encuentran por la implementación de la facturación electrónica
se reflejan en ahorros de papelería para registrar las transacciones y acciones contables.
La facturación electrónica de acuerdo con el concepto emitido por la DIAN (Dirección de
Impuestos y Aduanas Nacionales) es en primer lugar una factura electrónica al igual que una
factura en papel tiene el mismo efecto legal, pero se expide y se recibe por medio de un formato
electrónico, por lo tanto, sirve para soportar transacciones de ventas de bienes y/o servicios que
desde un punto de vista operativo se realizan por medio de un sistema computacional que de
igual forma cumple las características y condiciones en cuanto a expedición, recibo, rechazo y
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conservación. Para (Gómez & Sánchez, 2018), la factura se considera como el justificante fiscal
de la entrega de un producto o de la provisión de un servicio, que afecta al obligado tributario
emisor (el vendedor) y al obligado tributario receptor (el comprador). La factura es el único
justificante fiscal, que da al receptor el derecho de deducción del impuesto (IVA).
3.2 Revisión de la literatura
En la investigación realizada por (Gómez & Sánchez, 2018). En los resultados se puede
evidenciar que el mayor beneficiado con este nuevo modelo es el Estado colombiano, generando
un control fiscal más eficiente. El cual revelara en tiempo real la información de las transacciones
de compra y venta de las empresas, buscando desaparecer las malas prácticas que hoy en día
ejecutan algunas empresas colombianas, el cual a su vez genera una mayor confianza en los
consumidores finales. Este estudio también encontró que las pequeñas empresas y medianas
empresas mantienen el imaginario que al implementar este sistema se genera un costo bastante
elevado y prefieren continuar con la facturación de papel y todos los gastos y costos
administrativos que eso implica.
Rodríguez, Rodríguez y Martínez (2018) en su trabajo investigativo sobre el impacto fiscal
que genera la implementación del sistema de facturación electrónica, donde plantean como parte
del problema que para 2018 según la DIAN, la evasión fiscal está alrededor de los 42 billones de
pesos anuales. Es así como se plantea como objeto el determinar el impacto fiscal que genera la
implementación del sistema de facturación electrónica en las pymes y en las finanzas públicas, a
lo que se concluye que “es muy poco el conocimiento que se tiene acerca del proceso, el impacto
que se puede llegar a generar con la implementación del proceso para la facturación electrónica
es muy positivo, tanto para el Estado, como también para organización empresarial” (Rodríguez,
Rodríguez, & Martínez, 2018, pág. 36).
En cuanto a la implementación facturación electrónica en Colombia, (Beltrán, 2018), en su
proyecto de la Universidad Católica de Colombia, describe parte del problema que Colombia
infortunadamente es uno de los últimos países en implementar la facturación electrónica,
hablando de América latina, esta situación ha generado que en pleno 2018 se siga consumiendo
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una gran cantidad de papel, también se plantea el reto que tiene Colombia en lograr una efectiva
aplicación de este nuevo esquema, además de lograr su implementación en grandes y pequeñas
empresa. El objetivo de la investigación es analizar el desarrollo que ha tenido la facturación
electrónica en Colombia comparando el modelo implementado en otros países de la región y del
cual se producen conclusiones como:
El reto del país está en lograr que los pequeños empresarios puedan adoptarlo sin generarles
mayores traumatismos operativos y sobre todo económicos […]
La implementación de facturación electrónica traerá múltiples beneficios para los dos
principales actores involucrados, cliente – proveedor ya que quienes lo implementen en primer
lugar desde luego tendrán una sensible reducción en el consumo de papel reduciendo
ampliamente el impacto ambiental […]
El estado se considera que será el principal beneficiado ya que tendrá una gran facilidad y
oportunidad en la recepción de información de tal forma que pueda ser cruzada y validada con
mucha rapidez (Beltrán, 2018, págs. 21, 22).
En el trabajo Proyecto de emprendimiento para el desarrollo y comercialización de un sistema
de facturación electrónica, Rodríguez (2019), describen los pasos realizados para determinar la
viabilidad de la ejecución de un emprendimiento basado en el desarrollo y comercialización de
un sistema de facturación electrónica, el objeto de la investigación en mención, es realizar los
estudios de viabilidad financiera y económica, así como el diseño de arquitectura del sistema y
posteriormente el desarrollo de un prototipo. La principal conclusión a la que llegó el autor fue
que al realizar el análisis financiero, encontró que si durante los dos primeros años de
comercialización del sistema de facturación electrónica, se logra conseguir cinco nuevos clientes
al mes, la empresa no solo se va a sostener sola sin necesidad de inversiones externas, sino que
además va a producir ganancias a partir del tercer año de funcionamiento (Rodríguez H. , 2019).
Otra de las investigaciones que se recolectó asociadas al tema de facturación electrónica, es la
echa por Garzón (2019), la cual habla sobre el impacto económico y administrativo en la
implementación de la factura electrónica en las empresas del sector de la construcción –
ferreterías y cuyo objetivos se encaminan a la realización de un diagnóstico actual para el
cumplimiento del Decreto 2242 de 2015 y el analizar las características y procesos que manejara
la facturación electrónica, en el proceso se concluyó que el medio de facturación en el sector de
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la construcción – ferreterías de Fusagasugá es tradicional, la emisión de facturas mediante
talonario litográfico o computador.
Lo que quiere decir que a la hora de obtener información acerca de un documento antiguo, se
debe destinar una gran cantidad de tiempo para poder encontrar el soporte del documento que se
necesita ya que los archivos son muy extensos, adicional, en cuanto a los avances de las empresas
para el cumplimiento del Decreto 2242 de 2015, el sector de la construcción de en Fusagasugá se
encuentra en un grado de avance medio-bajo (Garzón, 2019, pág. 88).
Con relación al tema se pude decir que generalmente la sociedad desconoce responsabilidades
como ciudadanos y en otros casos no se ha afianzado como una tradición en términos de la
cotidianidad y responsabilidad, muy de la mano este postulado con la tradicionalidad de la
facturación manual y a transición a la modalidad de facturación electrónica, en la cual no sólo las
empresas, sino la comunidad debe familiarizarse con el asunto, respecto a la forma en que se le
hará llegar la factura, por ejemplo, al correo electrónico y desacostumbrarse al papel. Se hace un
llamado imperativo a dar la vuelta hacia buenas prácticas institucionales y comunitarias que
construyan no solamente un hábito de pago de tributo, sino toda una cultura de legalidad con
relación a él. (Zapata & Usma, 2019).
Por último, cabe resaltar el decreto 358 de 2020, donde se decreta el Único Reglamentario en
Materia Tributaria, allí se establece que todas las facturas electrónicas para el reconocimiento
tributario, previamente debe ser validado y verificado por la DIAN, o, por un proveedor que sea
autorizado por dicha entidad y sólo puede ser expedida una vez haya sido validada. En el
parágrafo transitorio 1, se hace mención a un aspecto importante para la transición:
PARÁGRAFO TRANSITORIO 1. Los requisitos, condiciones y procedimientos establecidos
en el presente artículo, serán reglamentados por el Gobierno nacional; entre tanto aplicarán las
disposiciones que regulan la materia antes de la entrada en vigencia de la presente ley. Las
facturas expedidas de conformidad con los artículos 1.6.1.4.1.1 al 1.6.1.4.1.21. Del Decreto
1625 de 2016 mantienen su condición de documentos equivalentes. A partir del 1 de enero de
2020, se requerirá factura electrónica para la procedencia de impuestos descontables, y costos
o gastos deducibles (Presidencia de la República, 2020, pág. 3)
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Posteriormente sale la resolución 42 (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, 2020), en
esta se muestran los requisitos exigidos para la expedición de facturas de ventas, los cuales son
los siguientes:
Los responsables del impuesto sobre las ventas -IVA.
Los responsables del impuesto nacional al consumo.
Todas las personas o entidades que tengan la calidad de comerciantes, ejerzan profesiones
liberales o presten servicios inherentes a estas, o enajenen bienes producto de la actividad
agrícola o ganadera, independientemente de su calidad de contribuyentes o no contribuyentes
de los impuestos administrados por la Unidad Administrativa Especial Dirección de Impuestos
y Aduanas Nacionales -DIAN.
Los comerciantes, importadores o prestadores de servicios o en las ventas a consumidores
finales.
Los tipógrafos y litógrafos que no sean responsables del impuesto sobre las ventas -IVA, de
acuerdo con lo previsto en el parágrafo 3 del artículo 437 del Estatuto Tributario, por el
servicio prestado de conformidad con lo previsto en el artículo 618-2 del Estatuto Tributario.
Los contribuyentes inscritos en el impuesto unificado bajo el régimen simple de tributación -
SIMPLE. (Velásquez, 2020, pág. 2)
Adicionalmente, en el artículo 20, se promulga el nuevo calendario de implementación de la
facturación electrónica de venta. Según las fechas en las que se empieza a expedir la facturación
electrónica, se segmentará y cumplirá en cada grupo, a continuación, expuesto:
Tabla 1
Calendario de implementación facturación electrónica.
Grupo 1 15 de junio de 2020
Grupo 2 01 de julio de 2020
Grupo 3 04 agosto de 2020
Grupo 4 01 de septiembre de 2020
Grupo 5 01 octubre de 2020
Grupo 6, 7 y 8 01 noviembre de 2020
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Así mismo, Velásquez resalta la importancia de tener en cuenta el código CIIU que se
encuentra en el RUT de la entidad obligada a facturar. En el caso de las otras personas obligadas,
independiente de su actividad económica según el grupo perteneciente, el plazo será entre 15 de
junio, 01 de octubre y 01 noviembre de 2020. (Velásquez, 2020).
4. Materiales y métodos
Para dar a entender de forma más clara el propósito de este capítulo, es necesario acudir al
componente metodológico, en el que se marca la ruta por la cual se va a compilar la
información necesaria para contrastar lo que dice la teoría y lo que se percibe en el trabajo
práctico, o trabajo de campo como otros investigadores prefieren llamarlo.
El diseño metodológico elegido es mixto. Esto quiere decir que la metodología de
investigación tiene dos componentes fundamentales: el enfoque cuantitativo y el cualitativo. Lo
cualitativo, más propio de las ciencias sociales, se interesa por la comprensión del fenómeno,
que en este caso aplica porque se trata de interpretar el sentir de los propietarios, gerentes y
personal administrativo de las pequeñas empresas que funcionan en Antioquia, especialmente
en la ciudad de Medellín. Comprender esta situación, permite conocer la problemática que
presenta y se genera entre quienes, a partir de este año 2020, tienen la obligación de tributar de
forma directa a partir de la facturación electrónica.
El enfoque cuantitativo tiene que ver con las cifras. En efecto, para ponderar lo que dicen los
empresarios, es menester contrastarlo con los resultados tangibles de la experiencia en la
facturación electrónica. Aquí habrá que detectar, desde la aplicación de encuestas, las
respuestas de tipo cerrado que se aplicaron desde las cuales, una vez identificadas en la
estadística arrojada en los resultados para el análisis, deja ver situaciones que permiten
interpretar lo que está sucediendo en estas pequeñas compañías. Sin duda, se detectarán
prácticas que son difíciles de enfrentar desde la facturación electrónica directa, donde la DIAN
va a tener la información en línea y, por tanto, obligará, sin posibilidades de evasivas, a que se
tribute lo reflejado por las ventas y los movimientos reflejados en el departamento contable.
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En el libro Metodología de la Investigación, Hernández, Fernández y Baptista (2018),
respecto de la cualificación dicen que: “Las investigaciones cualitativas se fundamentan más en
un proceso inductivo (explorar y describir, y luego generar perspectivas teóricas)” seguidamente,
el enfoque cuantitativo “Usa la recolección de datos para probar hipótesis, con base en la
medición numérica y el análisis estadístico” (Hernández, Fernández, & Baptista, 2018). Nótese
cómo el enfoque cualitativo direcciona los métodos, técnicas y herramientas para la obtención y
tratamiento de la información, a partir de la inducción, para generalizar posteriormente y aportar
conceptos.
Como herramientas cuantitativas se privilegiará la encuesta, con unas preguntas formuladas a
los propietarios y directivos de las empresas seleccionadas. Eso sí, para romper el hielo, se
establece un contacto el que surge una pequeña conversación inicial sobre lo que se quiere hacer,
desde donde se percibe el imaginario cualitativo. Aquí, se exponen algunos puntos de vista sobre
la nueva experiencia de la facturación electrónica.
Las herramientas cuantitativas, por su parte, arrojan resultados cuantificables, que se
interpretan desde la estadística, y donde pueden compararse los resultados de un grupo
determinados de empresas, y las implicaciones de recaudo directo por parte de la DIAN. Se habla
de números específicos al aplicar 20 encuestas a directivos de pequeñas empresas en diferentes
puntos de Antioquia, a fin de comparar esos datos.
La normatividad existente en Colombia sobre el tema, también es de doble vía, por una parte,
porque se puede cuantificar el número de empresas pequeñas existentes, las que primero
adoptaron este sistema electrónico de facturación, y las que faltan. Las preguntas que,
tentativamente se pretenden aplicaron en la encuesta, forman parte del componente cuantitativo,
principalmente porque son preguntas cerradas que solo admiten un Sí o un No como respuesta
(ver anexo 1), o un solo dato específico, todo esto es más cuantificable. Véanse las preguntas:
1. ¿En qué municipio está ubicada su empresa?
2. ¿Tiene conocimiento de que se trata o qué es la facturación electrónica en Colombia?
3. ¿Esta su empresa preparada para la implementación de la facturación electrónica?
4. ¿Cuenta su empresa con un software contable que soporte la facturación electrónica?
5. ¿Tiene usted profesional capacitado para la implementación y manejo de la misma?
6. ¿Emite su empresa facturación electrónica en la actualidad?
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
16
0
20
Bello Copacabana
Envigado
Marinilla
Medellin
Rionegro
Sabaneta
Poblacion 1 1 1 1 14 1 1
¿En qué municipio está ubicada su empresa?
7. ¿Recibe su empresa facturación electrónica en la actualidad?
8. De estas opciones, como califica usted la plataforma de la DIAN
9. Entre las siguientes opciones, cual le parece a usted mejor
10. ¿Siente usted que con la implementación de la facturación electrónica la empresa se
beneficiaría?
5. Análisis y discusión de los resultados
En esta parte se evidencian los resultados y la explicación de lo obtenido, mediante la
realización de una encuesta a directivos de pequeñas empresas, donde se amplía el panorama con
sus opiniones sobre la adopción de la facturación electrónica, lo cual se realizará analizando las
diez preguntas anteriormente planteadas, sobre la situación en la que se encuentran sus
compañías.
5.1 Resultados
Para la realización de la investigación cuyo objetivo es conocer el estado actual de la
facturación electrónica para pequeñas empresas en el departamento de Antioquia-Colombia, se
llevó a cabo un proceso de recolección de datos utilizando como instrumento la encuesta a 20
pequeñas empresas, cuyos resultados fueron:
Figura 1. Ubicación de empresas encuestadas
Elaboración propia.
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
17
85%17
15%3
¿Tiene conocimiento de que se trata o qué es
la facturación electrónica en Colombia?
Si
No
45%9
55%11
¿Esta su empresa preparada para la
implementación de la facturación electrónica?
Si
No
La figura 1 es el resultado a la pregunta ¿En qué municipio está ubicada su empresa? se puede
evidenciar que un 70% de los directivos de las empresas encuestadas son del municipio de
Medellín, el 30% restante son de municipios como Bello, Copacabana, Rionegro, Envigado,
Marinilla y Sabaneta.
Figura 2 Conocimiento sobre la facturación electrónica en Colombia
Elaboración propia.
La figura 2 es el resultado a la pregunta ¿Tiene conocimiento de que se trata o qué es la
facturación electrónica en Colombia?, se puede evidenciar que un 85% de los directivos
encuestados, tiene conocimiento acerca de la facturación electrónica, lo cual nos indica un gran
porcentaje contra un 15% que aún no tiene conocimiento o no sabe.
Figura 3. Empresas preparadas para la implementación de la facturación electrónica
Elaboración propia.
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
18
60%12
40%8
¿Tiene usted profesional capacitado para
la implementación y manejo de la
misma?
Si
No
65%13
35%7
¿Cuenta su empresa con un software
contable que soporte la facturación
electrónica?
Si
No
La figura 3 es el resultado a la pregunta ¿Esta su empresa preparada para la implementación de
la facturación electrónica?, se puede evidenciar El 55% de los directivos en las empresas
respondieron que no están preparadas para la implementación de facturación electrónica, lo cual
es más de la mitad, contra un 45% que si lo está.
Figura 4. Porcentaje de empresas con un software contable que soporte la facturación electrónica
Elaboración propia.
La figura 4 es el resultado a la pregunta ¿Cuenta su empresa con un software contable que
soporte la facturación electrónica?, se puede evidenciar que un 65% de directivos encuestados
cuentan con un software contable que le soporte la facturación electrónica, contra un 35% que no
cuenta, es alto este porcentaje entre la población encuestada.
Figura 5. Proporción de empresas con un profesional capacitado para la implementación y manejo de la
facturación electrónica
Elaboración propia.
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
19
75%15
25%5
¿Recibe su empresa facturación
electrónica en la actualidad?
Si
No
35%7
65%13
¿Emite su empresa facturación
electrónica en la actualidad?
Si
No
La figura 5 es el resultado a la pregunta ¿Tiene usted profesional capacitado para la
implementación y manejo de la misma?, se puede evidenciar que un 60% de los directivos de las
empresas cuentan con personal capacitado, frente a un 40% que manifiesta no contar con ello.
Figura 6. Porcentaje de empresas que emiten facturación electrónica en la actualidad
Elaboración propia.
La figura 6 es el resultado a la pregunta ¿Emite su empresa facturación electrónica en la
actualidad?, se puede evidenciar que un 65% de las empresas, responden los directivos que aún
no emiten facturación electrónica, un 35% si lo hace.
Figura 7. Porcentaje de empresas que recibe su empresa facturación electrónica en la actualidad
Elaboración propia.
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
20
45%9
55%11
Entre las siguientes opciones, cual le parece a
usted mejor
Facturación electronica
Facturación tradicional
La figura 7 es el resultado a la pregunta ¿Recibe su empresa facturación electrónica en la
actualidad?, se puede evidenciar que un 75% afirma sí recibirla, mientras que el 25% manifiesta
no recibirla de forma electrónica.
Figura 8. Calificación de la plataforma de la DIAN
Elaboración propia.
La figura 8 es el resultado a la pregunta De estas opciones, como califica usted la plataforma de
la DIAN, se puede evidenciar que un 45% la considera regular, seguido de éste concepto está el
30% que opina que es buena, el 15% piensa que es excelente, y por último está un 10% que opina
que es mala.
Figura 9. Percepción de la mejor modalidad de facturación
Elaboración propia.
0%30%
6
45%9
10%2
15%3
De estas opciones, como califica usted la
plataforma de la DIAN
Excelente
Buena
Regular
Mala
No la conozco
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
21
30%6
30%6
40%8
¿Siente usted que con la implementación
de la facturación electrónica la empresa
se beneficiaría?
Si
No
Tal Vez
La figura 9 es el resultado a la pregunta Entre las siguientes opciones, cual le parece a usted
mejor, se puede evidenciar que un 55% prefiere la facturación tradicional, mientras que el 45%
opina que es mejor la facturación electrónica.
Figura 10. Percepción de beneficios con la implementación de la facturación electrónica
Elaboración propia.
La figura 10 es el resultado a la pregunta ¿Siente usted que con la implementación de la
facturación electrónica la empresa se beneficiaría?, se puede evidenciar que un mayor porcentaje,
con el 40% dice que tal vez, frente a un 30% que responde que sí y un 30% que dice no.
5.2 Discusión de los resultados
Para realizar un diagnóstico frente al tema tratado que es la implementación de la facturación
electrónica en las pymes, se utilizó como técnica de recolección de información, una encuesta de
10 puntos a 20 pymes, las cuales como se muestran en la (figura 1) están ubicadas en, Medellín
(14), Bello (1), Copacabana (1), Envigado (1), Marinilla (1), Rionegro (1) y Sabaneta (1). Hablar
de facturación electrónica no es un tema nuevo (figura2) o por lo menos así lo responde la
mayoría de los administrativos de las pymes encuestadas, los cuales manifiestan conocer sobre
éste proceso de cambio en el sistema de facturación en Colombia, Sin embargo, el conocer no
significa apropiarse de la información ni del desarrollo del nuevo requerimiento de facturación,
pues en el estudio aplicado como se muestra en la (figura 3) es evidente que aunque sepan que
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
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deben realizar facturación electrónica, más de la mitad (55%) de los directivos administrativos
encuestados de las empresas, no se siente preparada para dicha implementación, y, es algo que
permite indagar por qué las empresas aún no están preparadas aun cuando la resolución 30 de la
DIAN del 29 de abril de 2019, señala los requisitos de la factura electrónica de venta con
validación previa a su expedición, así como, las condiciones, términos y mecanismos técnicos
para su implementación de forma muy clara, y a la cual se le ha dado un tiempo de transición
considerable.
Esto concuerda con que la mayoría de las empresas como se muestra en la (figura 6)
específicamente el 65% de la población del estudio, no emiten facturación electrónica, lo que no
contrasta como se muestra en la (figura 4) con que éste mismo porcentaje tiene software contable
para sus empresas y el 60%, (figura 5) cuenta con asesoría contable y personal capacitado para el
cumplimiento de la ley 1819 de 2016. En este punto se puede ver la contradicción, ya que, se
tiene información del tema, se cuenta con insumos como software contable, y talento humano que
conoce del tema, sin embargo, no se pone en funcionamiento lo anterior para llevar a cabo la
facturación electrónica.
Los cambios no son fáciles de asumir y requieren de tiempo para generar costumbre, esto
quiere decir que las empresas no están ajenas a las diferentes obligaciones establecidas por la ley
(como lo es la implementación de la facturación electrónica), aunque tradicionalmente se haya
manejado el método físico para la emisión de facturas; muestra de ello (figura 9) es que el 55%
de los encuestados prefieren la facturación tradicional, la de papel y que se ve hace décadas,
además, pone en vilo la disyuntiva que se presenta entre los encuestados sobre sus opiniones
frente a lo beneficioso que puede ser la facturación electrónica, pues (figura 10) muestra un 30%
cree que puede tener beneficios, contradiciendo esto, otro 30% que no lo cree bueno, y como no
ha de faltar la incertidumbre, un 40% dice que tal vez le traerá beneficios. Este resultado también
evidencia el desconocimiento de los pro, contra, beneficios, debilidades y oportunidades de la
facturación electrónica, y en este punto deja en entre dicho el asesoramiento de los profesionales
que hacen la labor en estas empresas, qué tanto están tratando el tema de facturación electrónica y
sus especificaciones legales.
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
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6 . Conclusiones, recomendaciones y limitaciones
Definitivamente la facturación electrónica en Colombia es un hecho. Primero, se obligó a los
grandes contribuyentes desde 2019, a emitir su facturación de manera electrónica, sin embargo,
para la cobertura definitiva el proceso de transición ha sido extendido hasta noviembre de 2020.
Aunque este año 2020 se hará realidad el hecho en que todas las compañías, grandes o
pequeñas deben implementar la facturación electrónica, puede decirse que hay un
desaprovechamiento general sobre aspectos relevantes por parte de las empresas frente a la
modalidad de facturación, pues, las mismas deben optimizar los recursos que tienen, como
software contable y el talento humano conocedor del tema, para empezar correctamente el
proceso electrónico.
La migración a lo electrónico puede generar un cambio abrupto en la forma de emisión, sin
embargo, este es un método que el Estado colombiano implementó para generar control sobre
evasión de impuestos y sobre el uso de papel para las impresiones y entregas físicas de las
facturas. Ahora, si se hace el cambio definitivo, se verá reflejado en mejor organización para las
pequeñas empresas, que es el sector que se privilegió para esta investigación.
Es indispensable mejorar la publicidad y las campañas desde las Cámaras de Comercio, la
DIAN y el Ministerio de Hacienda, para que se afiancen los conocimientos de los empresarios y
del talento humano a cargo del departamento contable, para clarificar que la factura electrónica
tendrá la misma legalidad, igual que ocurría con la física, tanto para el que recibe como para el
contribuyente que la emite.
Aunque hay software gratuito para la emisión de facturas electrónicas, a las pequeñas
empresas se les debe brindar apoyo y acompañamiento en el proceso de transición, no solo con la
gratuidad del software, sino también con información que permita el empoderamiento sobre este
nuevo paradigma en las pequeñas empresas.
Hay también, una labor significativa por parte de los contadores que acompañan a las
empresas y a las personas naturales, tanto en la orientación para la implementación de esta forma
de facturación, como para la declaración de impuestos. Ellos son un valioso soporte, un puente,
para que las partes involucradas en estos procesos, entiendan los pasos a seguir, eviten
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
24
equivocaciones, y, en el peor de los casos, sanciones por omitir información o por no hacer los
procedimientos en forma adecuada.
Con la aplicación de las encuestas a las 20 personas de las empresas seleccionadas, se pudo
percibir que, sí conocen la obligatoriedad de la facturación electrónica, que sí saben que deben
mutar hacia ella, pero, preferirían continuar con la facturación manual. Y lo que es peor, algunos
ni siquiera han conseguido el software, lo que será riesgoso en el mediano plazo.
Solamente en el bloque sur de América Latina se ha hecho lento el tránsito de la facturación
manual a la electrónica. En Norteamérica es un asunto de uso común, así se deja ver en una
publicación de la compañía Tidal Commerce, donde se puede leer que:
La facturación electrónica no es un concepto nuevo en estos días. De hecho, como los
teléfonos celulares, es algo a lo que nos hemos acostumbrado tanto que se ha convertido en el
tejido básico de cualquier negocio moderno, suponiendo que estemos discutiendo exclusivamente
los mercados del primer mundo. Pero los sistemas de facturación electrónica no están
perfeccionados ni tienen una variedad significativa. Los componentes que componen la
facturación electrónica a menudo son similares, pero sus capacidades de integración. (Tidal
Commerce, 2019, pág. 2).
En los países que manejan de manera común los pagos y transacciones con tarjeta y que están
acostumbrados a la facturación electrónica, es común que los bienes y servicios se paguen con
tarjetas, lo que facilita la facturación electrónica. Existen compañías especializadas en brindar
servicio de software, asesoría y soporte para que la transacción se realice con el beneficio
inmediato de la factura electrónica y se obtengan ahorros y beneficios para la empresa que lo
adquiera. Desde BluePay se recomienda: “Evite las facturas perdidas y los pagos atrasados
enviando facturas digitales y recordatorios con los servicios de facturación electrónica de
BluePay. Nuestra conveniente pasarela de pago en línea integrada con el software de facturación
electrónica que puede reducir drásticamente los costos asociados con la facturación y la
facturación en papel tradicionales hasta en un 60% a 65%” (Edwards, 2018).
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
25
Referencias
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facturación electrónica
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Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
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Anexos
Anexo 1 Encuestas sobre el estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de
implementación de la facturación electrónica
Estado actual de las microempresas antioqueñas en el proceso de implementación de la
facturación electrónica
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