¿Está mi antena funcionando bien?

¿Está mi antena funcionando bien?

            Cuando emprendemos la tarea de construirnos nuestra propia antena tomamos, en la medida de lo posible, todas las recomendaciones que los autores no sugieren con el objeto que nos quede igual o lo mas parecida posible a la original en cuanto a su construcción, materiales y procedimientos de fabricación. Acto seguido, la sometemos a pruebas y salvo algún error muy importante observamos que nuestro enlace ha mejorado y nos damos por satisfechos.

                Regularmente, los diseñadores no proponen ninguna forma de ajuste de sus antenas y dan por sentado que funcionan satisfactoriamente por el sólo hecho que se hallan seguido los pasos de construcción. Esto no es necesariamente cierto porque basta que una soldadura no quede bien hecha para que ya tengamos una diferencia. Salvo algunas excepciones, el diseño de las antenas se efectúa por medio de programas de simulación, lo que en ningún caso invalida el diseño, pero al realizarlas en la práctica, podrían variar su comportamiento al no poder incluir en el programa todos los factores que influyen en la construcción de una antena. Los diseñadores saben que medir y ajustar una antena, para que opere correctamente, conlleva el uso de costoso instrumental  a los que la mayoría de los  aficionados al WIFI no tienen acceso.

                También es interesante considerar lo que en la práctica hacemos es instalar una antena externa que está ubicada en condiciones más ventajosas, comparadas con las antenas originales incluidas en nuestros equipos. Esta ubicación ventajosa se traduce en una mejoría de la señal pero no sabemos si es como consecuencia de la disminución de las atenuaciones por obstrucciones al despejar nuestra antena o porque nuestra antena está “trabajando” bien.

                Muchos de los programas de configuración de los dispositivos WIFI tienen la posibilidad de medir el enlace, ya sea expresado en porcentaje o en dBm. Con esa información podríamos comparar que tan buena nos quedó la antena que hemos construido pero no tenemos medios para comprobar si está operando de acuerdo a los parámetros de su diseño. Mas aún podemos caer en el error de creer que la antena que hemos fabricado esta “operando bien” porque la señal mejoró y no tomamos en cuenta que la estamos comparando con otra que no tiene la misma ubicación ni características y esto puede inducirnos a pensar que la mejoría de la señal se debe a la antena que hemos fabricado y no a que hemos disminuido la atenuación que hay entre los equipos a comunicar.

                Con frecuencia, nuestras pruebas las hacemos con un AP (Access Point) como referencia y si este esta instalado en el interior de una casa o edificio producirá

una señal que variará con cierta periodicidad debido a los cambios en las condiciones de propagación de la señal, ya sea por presencia de personas, por cambio de ubicación de objetos, apertura de puertas y/o ventanas, etc. Estas variaciones por mínimas que sean nos impedirá efectuar una comparación libre de errores al efectuar la medición de la señal recibida y por ende la medición relativa de la ganancia de nuestra antena.

                Durante mas de tres meses hemos realizado observaciones periódicas (prácticamente todos los días) del nivel recibido de una fuente (AP) ubicada en el vecindario, obteniendo lecturas que han variado +/- 4 dB. Este comportamiento de la señal se ha constatado utilizando, en nuestro equipo cliente, distintos tipo de antenas y ganancias, cambiando la polarización y los ángulos de orientación de ellas y utilizando distintos programas para la medición de la señal, siendo el resultado el mismo. Por razones que no hemos podido identificar con precisión, la señal recibida en nuestro equipo ha variado en torno a los 4 dB mencionados. En algunas ocasiones, está se ha mantenido estable durante más de dos horas, permitiéndonos hacer algunas pruebas relativamente precisas. Sin embargo, aún con las condiciones de prueba que hemos podido obtener, la variación que se nos presenta en nuestro conjunto de prueba no impide afirmar categóricamente que nuestra antena está operando bien y menos conocer su ganancia relativa.

                Como conclusión de nuestra experiencia, la respuesta a la pregunta inicial es: “No lo sabemos”. El modelo de prueba utilizado nos ha impedido sacar conclusiones totalmente válidas sobre el funcionamiento de nuestra antena. Aunque parezca obvio, para efectuar una medición o prueba, deberemos contar con una fuente de señal que sea estable en el tiempo.