¿está contextualizada la enseñanza de las ciencias con los...
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¿Está contextualizada la enseñanza de las ciencias con los avances
científicos actuales?: Una discusión desde una experiencia de aula
MAURICIO GIL GALLEGO
UNIVERSIDAD DEL VALLE
INSTITUTO DE EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA
ÁREA DE EDUCACIÓN EN CIENCIAS
SANTIAGO DE CALI
Febrero de 2017
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¿Está contextualizada la enseñanza de las ciencias con los avances
científicos actuales?: Una discusión desde una experiencia de aula
MAURICIO GIL GALLEGO
CÓDIGO 200744920
Trabajo de grado para optar el título de:
LICENCIADO EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN CIENCIAS
NATURALES Y EDUCACIÓN AMBIENTAL
DIRECTORA:
MARIA CLAUDIA SOLARTE
UNIVERSIDAD DEL VALLE
INSTITUTO DE EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA
ÁREA DE EDUCACIÓN EN CIENCIAS
SANTIAGO DE CALI
Febrero de 2017
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ARTÍCULO DE REFLEXIÓN
“¿Está contextualizada la enseñanza de las ciencias con los avances
científicos actuales?: Una discusión desde una experiencia de aula”
"It is contextualized the science teaching with current scientific
advances?: A discussion from a classroom experience"
Mauricio Gil Gallego1
RESUMEN
Este artículo presenta una reflexión que contrasta entre lo que actualmente se enseña en
ciencias naturales vs. los avances científicos actuales en el marco de una práctica
pedagógica en una institución educativa de la ciudad de Cali. El problema radica en la
comunidad educativa, la cual se encuentra muy lejos del trabajo que es realizado en la
comunidad científica ocasionando desinterés en los estudiantes por aprender ciencia. Se
aborda el problema desde un análisis cualitativo a partir de una experiencia en el aula
con estudiantes de noveno grado, donde se pudo evidenciar que abordar la enseñanza de
las ciencias a la luz de la corriente de ciencia, tecnología y sociedad, tuvo un impacto
positivo en los mismos.
Palabras claves: Avances científicos, enseñanza, escuela, conocimiento científico.
1 Estudiante de último semestre de Licenciatura en educación básica con énfasis en ciencias naturales y
educación ambiental de la Universidad del Valle. Colombia. Email: [email protected]
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ABSTRACT
This article presents a reflection that contrast what is currently taught in natural science
vs. current scientific advances in the framework of a pedagogic practice in a educational
institution of the city of Cali. The problem begins in the educational community, which
is far from the work that is done in the scientific community and its favors an obsolete
science in the school, because shown decontextualized from realities of the students and
real problems of the world, causing a lack of interest in studying science.
The problem is approached from a qualitative analysis from a classroom experience
with students from ninth grade, which was evident to address the teaching of science in
the light of current science, technology and society, had a positive impact therein.
Keywords: Scientific advances, teaching, school, scientific knowledge.
INTRODUCCIÓN
El artículo pretende mostrar una reflexión que se encuentra en el marco de una práctica
pedagógica, donde se vivió una experiencia de aula en la que el comportamiento y
opiniones de los estudiantes propiciaron orientar la reflexión en torno a: ¿Cómo se está
enseñando las ciencias naturales a los estudiantes de básica secundaria respecto a los
avances científicos actuales?
Un maestro en pleno ejercicio de la labor docente en una institución educativa, puede
enfrentarse al anterior cuestionamiento en cualquier momento, como lo demuestra
también una experiencia descrita a continuación a la luz de algunos autores mediante
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una revisión bibliográfica, donde se discute lo sucedido en una institución educativa de
la ciudad de Cali en Colombia.
Podríamos empezar abordando la pregunta planteada anteriormente iniciando con la
premisa de que los avances científicos y tecnológicos han permitido transformar
diferentes espacios de las regiones distintas en el mundo. No se puede negar los
beneficios que han dado como resultado dicha transformación, pero también son
cuestionables los riesgos que han surgido de este apresurado desarrollo. Tanto
beneficios como riesgos, obliga a que la ciencia y la tecnología sean vistas con una
postura más crítica, puesto que ciertos avances no generan los mismos impactos en un
país con ciertas creencias, políticas, economía, cultura, etc. (Osorio M; 2002).
Algunos de los retos de la sociedad que la ciencia debería asumir como suyos en los
próximos años tienen que ver con atender el crecimiento de la población, con la
urgencia de asegurar un desarrollo sustentable, con la satisfacción de las crecientes
necesidades básicas y las aspiraciones de los que serán cinco mil millones de pobres en
el mundo en menos de veinte años, con el aprovisionamiento de empleos frente a los
cambios tecnológicos, entre otros. Pero en América Latina y el Caribe, considerada
como la región con más desigualdad del mundo y que requiere un fuerte desarrollo
científico-tecnológico para ayudar a contrarrestar la creciente miseria, se reporta un
reducido nivel de atención en ciencia, y el poco que existe se estima que está centrado
sólo en grupos minoritarios de población, agravando así la inequidad (UNESCO en
Osorio 2002).
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Respecto a este tipo de retos Osorio (2002) se pregunta: ¿qué podemos hacer desde la
educación en ciencia y tecnología?, ¿cómo podemos contribuir desde nuestros espacios
a favorecer una relación con estos saberes que sirva a los intereses y necesidades de
nuestra sociedad?, ¿qué podemos hacer para superar la tendencia en la enseñanza de las
ciencias centrada en los contenidos y con un fuerte enfoque reduccionista, la mayoría de
las veces soportada por un conjunto de elementos que refuerza el aprendizaje
memorístico, lleno de datos, acrítico y descontextualizado?, ¿cómo podemos superar la
tendencia en la educación en tecnología, focalizada con frecuencia en la adquisición de
conocimientos y habilidades para el empleo, y en otras en un encauzamiento netamente
instrumental?, ¿cómo lograr que la educación en tecnología contribuya a que los
sistemas tecnológicos sirvan realmente para la construcción de formas satisfactorias de
vida personal y comunitaria; que la educación en tecnología nos forme para participar
en la definición de tales sistemas tecnológicos, compatibles con un orden social que
disminuyan las desigualdades sociales?. Es entonces como se realiza un análisis de la
necesidad del cambio de estrategias de enseñanza divididas en categorías a la luz de la
ciencia, tecnología y sociedad, una cultura científica, el impacto de la transposición
didáctica y aspectos de la enseñanza de las ciencias naturales.
METODOLOGIA
La metodología desarrollada en este artículo se enfoca en un análisis de contenido
cualitativo, donde lo que se pretende es mantener las ventajas del análisis cuantitativo
que se obtuvo en la experiencia de aula y posteriormente desarrollar nuevos
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procedimientos de análisis interpretativo, como dice Abela (2000) “El análisis de
contenido cualitativo no sólo se ha de circunscribir a la interpretación del contenido
manifiesto del material analizado sino que debe profundizar en su contenido latente y
en el contexto social donde se desarrolla el mensaje. Los aspectos formales dentro del
proceso de comunicación así como sus inferencias estadísticas quedarían en las
primeras etapas del análisis de contenido”. A partir de esto, se realiza una revisión
bibliográfica donde se agrupan entonces una serie de categorías y subcategorías que
permiten esclarecer la finalidad de la reflexión propuesta y posterior a ello afirmar con
la vivencia en la experiencia de aula, el impacto de una enseñanza de las ciencias a la
luz de propuestas que pueden ser útiles en el aula de clase. Las categorías y
subcategorías que permiten guiar la reflexión propuesta son las siguientes: Ciencia,
Tecnología y Sociedad, que como subcategoría tiene “la interpretación del mundo
científico en el aula y confrontando Ciencia, Tecnología y Sociedad en el aula de clase”.
La siguiente categoría es la Cultura Científica, luego la Transposición Didáctica que
como subcategoría tiene: “los contenidos de la ciencia son productos de un proceso de
transposición didáctica” y la última categoría, Enseñanza de las Ciencias Naturales,
que tiene como subcategoría “la Enseñanza de las Ciencias debe contribuir a la
formación de una Cultura Científica”.
En la práctica vivida se inicia con la incentivación a tener una postura crítico-reflexiva
de la ciencia desde el interrogante planteado al inicio de este artículo, donde se puede
iniciar por considerar la postura de Morin (1999) en torno al pensamiento complejo
como saber necesario para una educación del futuro.
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1. CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
Se pretende abordar esta postura, direccionada hacia la ciencia y la tecnología en la
educación como lo es el enfoque en Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS). Puede
resultar complejo responder a todos los interrogantes planteados anteriormente por
Osorio (2002), aunque también desde este punto de vista se puede contribuir a la
comprensión del mundo científico y tecnológico en que vivimos, como al mismo tiempo
puede contribuir a que la formación de científicos e ingenieros implique conocer algo
más en ciencia y tecnología adicional desde una amplia perspectiva, conocimiento
necesario que se pierde en ocasiones en favor del conocimiento de la ciencia y la
tecnología.
Atendiendo entonces a las exigencias de un enfoque CTS con el supuesto de que las
investigaciones realizadas en el mismo, han arrojado resultados positivos en la
educación, se debe ser arriesgado al momento de poder dar un giro en la perspectiva de
la enseñanza, puesto que es posible que científicos e ingenieros sean escasos en un par
de años, teniendo presente que se ha venido haciendo un llamado muy insistente para
abordar diferentes modelos pedagógicos, corrientes o enfoques e incluso pequeñas
herramientas válidas para la utilización en la educación en ciencias que han surgido en
pro de generar alternativas de enseñanza que permitan generar interés en los individuos
por direccionar sus vidas profesionales en este gremio.
Ahora bien, podremos ver lo interesante que puede ser la utilización de este enfoque
educativo, en el que Osorio M. (2002) afirma que aporta para recuperar los espacios
críticos de esa relación conjunta entre ciencia, tecnología y sociedad, al devolver las
implicaciones y los fines del desarrollo científico tecnológico en un entramado social,
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político y ambiental, que se nos presenta como un campo de análisis propicio para
entender y educar en el fenómeno de ciencia y tecnología moderna.
Es así como la práctica vivida se inicia con un proceso de exploración acerca de los
intereses de los estudiantes en una institución educativa de la ciudad de Cali con el fin
de analizar las actitudes y aptitudes que tenían un grupo de estudiantes de básica
secundaria frente al mundo científico, donde se les propuso una serie de preguntas para
analizar sus intereses y posturas por la ciencia y la forma de abordarla para hacerla más
atractiva. El tipo de respuestas dadas evidenciaban el interés de los estudiantes para
opinar en temas CTS. Inicialmente se les explicó a los estudiantes cada uno de los
objetivos de las actividades pero sin describir el objetivo general del proyecto para
lograr un análisis más objetivo de su interés.
1.1. La interpretación del mundo científico en el aula
En las opiniones recopiladas en el aula de clase, los estudiantes reconocen que la ciencia
y la tecnología avanzan en mayor parte gracias a las necesidades del ser humano y por
mejorar la calidad de vida, y aunque no se evidencie en sus respuestas para especificar
que consideran que ésta avanza por la curiosidad de personas como los científicos, es
notorio el intento que se hace por describir las razones más acertadas por las cuales
avanza la misma, ya que se pretendía en el transcurso de la práctica lograr una buena
acogida por parte de los estudiantes debido a que muchos de los avances científicos
giran en torno a cuestionamientos que solo surgen a partir de la curiosidad, sin descartar
otras opciones implícitas en ello como los nexos que tienen estos avances hacia ciertos
intereses personales etc.
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Continuando con otra pregunta relacionada a los responsables del avance del
conocimiento científico, se cuestiona acerca de la imagen que tienen de las personas que
construyen y posibilitan los avances científicos y tecnológicos, los estudiantes
consideran que los científicos son personas estudiadas que ayudan al mundo, reconocen
que la ciencia y la tecnología avanzan en mayor parte gracias a las necesidades del ser
humano y por mejorar la calidad de vida, y aunque un poco porcentaje dedique su
respuesta para especificar que consideran que ésta avanza por la curiosidad de personas
como los científicos, es notorio el intento que se hace por describir las razones más
enlazadas a las diferentes posturas que explican el desarrollo del mundo científico.
Siguiendo en la dinámica de la práctica, se indagó respecto a un tema específico de tipo
más tecnológico, se propuso una actividad donde los estudiantes compartieron sus
aportes respecto a los alimentos transgénicos y evidenció en sus conclusiones que los
estudiantes realizan aportes que convierten a todo el curso con dos visiones diferentes
hacia los avances científicos y tecnológicos. Vale aclarar que ya había trascurrido un
tiempo de desarrollo de la práctica, por lo cual ya se evidencian posturas un poco más
críticas respecto a un tema de este tipo. También en las respuestas se puede evidenciar
un poco de esperanza respecto a los avances, ya que algunos sostienen rotundamente
que este tipo de investigación trae consigo problemas para el ser humano y no las
soluciones que desde un principio han planteado con sus respuestas respecto a las
finalidades de los avances científicos.
1.2. Confrontando Ciencia, Tecnología y Sociedad en el aula de clase
Ahora, acercándonos de manera más tangible a proporcionar respuestas de tipo CTS, se
les propuso a los estudiantes opinar acerca de la bioética, donde podían plasmar sus
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opiniones respecto a lo que significa la construcción de nuevos avances científicos y
tecnológicos controversiales que podrían generar una división de posturas.
Los estudiantes empiezan a comprender el sentido que tiene vincular los avances
científicos direccionados a ramas de otros tipos de conocimiento en los cuales se torna
importante abordar de manera crítica, pues como se mencionó anteriormente, debido a
la diferencia de creencias, leyes, economía y entre otros aspectos, los avances
científicos tienen un impacto socialmente diferente en las distintas regiones del mundo,
así que posiblemente la percepción de los estudiantes en otro territorio pueden alterar la
opinión en sus respuestas, pero lo realmente importante es que pueden tener una visión
de ciencia más vinculadas a su cotidianidad en discusiones socialmente activas.
Respecto a los análisis realizados en el trabajo aplicado, se pueden mencionar las
posturas que nos permiten teóricamente idealizar el impacto que debería tener la
enseñanza de las ciencias en el aula de clase, desde el analizar algunas inconsistencias
en el proceso de enseñanza, como describir lo que se pretende alcanzar, mencionando
detenidamente aspectos que contribuyen a sustentar la necesidad de dinamizar los
procesos de enseñanza del mundo científico.
2. CULTURA CIENTÍFICA
La construcción de la ciencia y su desarrollo a través de la historia, ha dejado diferentes
huellas en la humanidad, logrando con sus aportes, realizados por los diferentes
especialistas en ella (científicos), un gran impacto social, pues vivimos en una sociedad
en que la ciencia y la tecnología ocupan un lugar fundamental en el sistema productivo
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y en la vida cotidiana. Parece difícil comprender el mundo moderno sin entender el
papel que las mismas cumplen. Las personas necesitan de una cultura científica y
tecnológica para aproximarse y comprender la complejidad y globalidad de la realidad
contemporánea, para adquirir habilidades que le permitan desenvolverse en la vida
cotidiana y para relacionarse con su entorno, con el mundo del trabajo, de la producción
y del estudio. Las ciencias naturales se han incorporado en la vida social de tal manera
que se han convertido en clave esencial para interpretar y comprender la cultura
contemporánea (Nieda J; Macedo B. 1997).
Como son llamadas hoy en día, la ciencia y la tecnología, llegaron al mundo como parte
esencial en el desarrollo de la civilización occidental, este desarrollo se ubica en el
período que se extiende desde renacimiento de los siglos XV y XVI hasta la Ilustración
de los siglos XVII y XVIII. Los doscientos años siguientes, desde finales del siglo
XVIII hasta finales del siglo XX, son generalmente considerados como un período en el
que “Occidente” dominaba el resto del mundo, precisamente por la superioridad de la
ciencia y la tecnología frente a los europeos, y, posteriormente, los emigrantes europeos
en Norte América, habían desarrollado. (Jamison, A. 2014)
La ciencia y la tecnología carecían de la forma o en el mismo sentido que han tenido
durante aproximadamente los últimos doscientos cincuenta años debido a la gran
variación regional y en la mayoría de los lugares, se desencadenó una brecha
relativamente grande entre lo que se ha llegado a llamar ciencia y lo que se ha llegado a
llamar tecnología (Jamison, A. 2014), ya hoy en día basta con detenerse a observar
hacia cualquier dirección para dar cuenta del estado avanzado en que se encuentra la
ciencia y la tecnología, que con el pasar del tiempo, se arraiga más al contexto social del
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ser humano, dando como resultado la necesidad de que el mismo, se introduzca en el
mundo científico en el contexto educativo, pues quien no se encuentre debidamente
actualizado y con ciertos conocimientos sólidos útiles en la sociedad actual, puede
llegar a carecer de buenas oportunidades. Como dice Gil, citado por Nieda y Macedo
(1997) «la influencia creciente de las ciencias y la tecnología, su contribución a la
transformación de nuestras concepciones y formas de vida, obligan a considerar la
introducción de una formación científica y tecnológica (indebidamente minusvalorada)
como un elemento clave de la cultura general de los futuros ciudadanos y ciudadanas,
que les prepare para la comprensión del mundo en que viven y para la necesaria toma de
decisiones».
De lo anterior, también nos permite decir que la formación en ciencias no es hecha
estrictamente para los futuros científicos, sino que otorga herramientas de cultura
general para la toma decisiones de un individuo en la sociedad actual, pues ciertamente
quien posee conocimiento, puede incluso actuar de una forma diferente a quien no lo
tiene, pero entonces, ¿dónde se puede tener acceso a este tipo de formación?
Como es visto en nuestra sociedad y por la experiencia de la gran mayoría, la escuela es
el ámbito donde hemos aprendido a conocer un poco más de nuestro entorno por medio
de diferentes áreas de conocimiento con algunos modelos de enseñanza. Más
específicamente, hemos tenido la aproximación al conocimiento científico gracias a la
enseñanza de las ciencias naturales.
Ahora bien, indagando un poco acerca de la concepción de las ciencias naturales,
podemos encontrarnos con la siguiente postura: Conjunto de conocimientos objetivos
acerca de la naturaleza, la sociedad, el hombre y su pensamiento (Fontes y otros 2008:
25 citado por Condón 2012). En síntesis, continúa afirmando la relación entre el
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hombre y su entorno sometidos a una interpretación que comunica al mundo. Sin
embargo, no es la ciencia con el complejo lenguaje científico, la que se enseña en la
escuela, sino un conocimiento que ha tenido un proceso de transformación para ser
aterrizado en las aulas de clase.
3. TRANSPOSICIÓN DIDÁCTICA
Ciertamente, sería muy complejo intentar explicar a los estudiantes un modelo del
mundo que nos rodea exactamente desde la producción científica, sin dejar de un lado
que se torna complejo desde este punto ligado y permeado por varios ítems que rige
nuestra sociedad, como lo es la política, la economía, la religión etc. En este sentido,
(Díaz en Jamison 2014, pág. 256) dice: “No se puede ignorar que existen tensiones
dialécticas que sobrepasan el ámbito del trabajo de los medios y hacen referencia a las
relaciones de poder en las que se integran estos. Ni tampoco desconocer la lógica
mercantil que desaconseja abordar temas complejos y sensibles que se entiende
interesan a un público minoritario, y que silencia cuando afectan, directa o
indirectamente, a los intereses de los círculos de poder, a los actores financieros
relacionados con los medios o a las grandes corporaciones que conforman el mercado
publicitario. Una cuestión que, de no tenerse en cuenta en los planteamientos de
partida, puede impedir una interpretación correcta de los resultados del análisis de
contenido, como es conocer las razones por las cuales no se publican determinadas
informaciones y se manifiestan ambigüedades en la presentación de la información”.
Es por ello que el conocimiento científico es especial en el sentido arduo para ser dado a
conocer en las aulas; un ejemplo de ello es detenerse a pensar en cómo abordar un
artículo científico teniendo presentes las apreciaciones de Díaz, es por esto que algunos
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decidieron analizar la posible articulación del producto de los avances de la ciencia,
adaptados a contenidos que pueden ser abordados en la escuela.
3.1. Los contenidos de la ciencia son productos de un proceso de
transposición didáctica
Para desglosar de manera efectiva el conocimiento científico y ser adaptado a un
conocimiento pertinente para el aula de clase, debe ser sometido a un proceso de
transformación, que implica entonces tomar el consenso de los científicos respecto a un
nuevo aporte, pasando por diferentes filtros para poder llegar hasta las aulas de clase,
dicho proceso ha sido denominado por Chevallard como trasposición didáctica, el cual
consiste en entender el proceso depuración que se realiza con el conocimiento científico
presentado en la escuela, es decir que “hace la transformación del saber sabio al saber
enseñable”. El proceso de transposición se presenta siempre que se ha hecho una
interpretación del trabajo científico y este se ha llevado a la escuela mediante modelos
pedagógicos. (Solarte 2006).
Para hacer trasposición didáctica, solo basta con comprender que en la enseñanza de las
ciencias, los conceptos con el transcurrir del tiempo pueden volverse obsoletos y ello
genera preocupación en la comunidad educativa, como al mismo tiempo, justifica hacer
transposición didáctica para actualizar permanentemente los objetos de enseñanza, ya
que estos evolucionan con los adelantos de la ciencia. Pero en algún momento, estos
conceptos pueden ser interpretados de forma diferente, es decir que influye el contexto y
la cultura donde están inmersos. En otro caso, este saber puede también ser tocado por
la obsolescencia, la cual puede coincidir con una pérdida del sentido científico. (Solarte
2006)
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Cuando hablamos de obsolescencia, analizado desde la perspectiva en cómo se puede
tornar el conocimiento científico en el aula, suele suceder que el aprendizaje sobre
ciencia se centra en brindar información estrictamente ligada a lo que deben saber los
estudiantes para estar mejor preparados en una realidad superior como lo puede ser la
universidad y en este sentido nos explica Miller (Jamison 2014 pág. 87): Muchos
estudiantes y adultos jóvenes aprenden sobre la naturaleza de la materia en la escuela
secundaria y en los cursos de ciencias. Con frecuencia este nivel de comprensión a
menudo se centra en el rol de los átomos y moléculas en la materia (sólido, gaseoso o
líquido), y no es errado el enseñar este tipo de conceptos, sino la forma en como son
abordados que hacen que un estudiante prefiera realizar otro tipo de actividad cuando su
maestro explica, así pues, si un estudiante pierde el sentido científico o el interés por
aprender ciencia, su vida en el ambiente escolar se torna complejo y de ninguna manera
disfruta escuchar a su profesor de ciencias, pues uno de los aspectos que no se pueden
esconder, es que el conocimiento científico se debe presentar a los estudiantes con el
carácter actualizado con que siempre permanece la ciencia, con el fin de que los mismos
se vean interesados por aprenderla. Nieda y Macedo (1997) afirman: No podemos ni
debemos conformarnos con que sólo unos pocos alumnos se sientan atraídos por las
clases de ciencias mientras que la mayoría se aburren, les resulta difícil y pierden el
entusiasmo. Como bien señala Claxton, (1994), sea cual sea el currículo y sea cual sea
su grado de pertinencia, algunos estudiantes lo seguirán mejor que otros. La cuestión
es que sea lo que sea lo que los estudiantes se lleven consigo, deberá ser
verdaderamente útil por derecho propio.
Es entonces necesario pensar en los insumos que se están utilizando en la enseñanza de
las ciencias para captar el interés de los estudiantes en el aula, pues lo dicho
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anteriormente podría generar preocupación al momento de saber que algunos maestros
pueden quedarse con un mismo texto en el transcurso de un largo periodo de tiempo,
convirtiendo todo ello en una acción que podría estarse repitiendo diariamente en las
aulas de clase de la enseñanza de las ciencias a nivel de escuela, sustentando aún más lo
obsoleto que puede tornarse la misma.
4. ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS NATURALES
No es extraño dudar que algunos elementos de la enseñanza tradicional trate de
fomentar en los futuros científicos las destrezas mentales básicas para hacer frente a lo
inesperado. Es frecuente que los guiones sean cerrados, con todos los desarrollos
matemáticos y conceptuales finalizados y con una orientación detallada, tipo receta, de
los pasos a seguir, con poco espacio para lo inesperado (Campanario, 1999). Mientras
tanto, el ritmo de desarrollo de la ciencia, es acelerado y en constante crecimiento,
evidenciado a diario en las noticias y destacadas revistas del mundo; en redes sociales y
diarios, es muy notorio que todo habla de ello pero poco probable que se puesto como
conocimiento en contexto en el aula de clase.
Una publicación que realiza la revista electrónica de España se titula lo siguiente: “El
ununseptio, confirmado como nuevo elemento de la tabla periódica”. Podemos pensar
en que este tipo de avances científicos actuales tengan una baja posibilidad de
inmiscuirse en la clase de ciencia, más aun, no se tendría el conocimiento de que un
colombiano participa en la investigación llevada a cabo para la obtención de lo que sería
el elemento número 117 de la tabla periódica. Es por ello que Campanario nos deja en
tela de juicio respecto a la articulación de estos avances científicos en el aula, para la
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enseñanza de las ciencias y no cabe duda de la necesidad actual de poder emprender un
nuevo camino en la enseñanza de la misma.
Es válido tener claro que se pretende aportar una reflexión a los docentes de ciencias,
respecto a la forma en cómo se están abordando los contenidos en las asignaturas
correspondientes a las ciencias naturales, en contexto con los avances científicos
actuales desde las determinadas posturas, que describen la enseñanza de la ciencia
actual como desactualizada y descontextualizada, logrando incentivar al docente en la
utilización de las nuevas alternativas de enseñanza o en la búsqueda de las propias,
donde articulen los contenidos escolares con los avances científicos actuales de una
forma estratégica sin apartarse de los lineamientos a seguir en las regiones donde se
enseñe la misma.
Respecto al discurso anterior, la necesidad de analizar lo que acontece con la enseñanza
de las ciencias se vuelve necesaria cuando se puede leer lo siguiente:
“Los jóvenes ya no quieren aprender ciencia”
Así lo titula una edición del año 2009 del diario Publico.es, uno de los diarios digitales
más importantes y leídos de España, donde en encuestas aplicadas, es considerable la
disminución de estudiantes en carreras que correspondan a ramas de la ciencia e incluso
matemáticas, pues describen que: “Las carreras de Física, Química y Matemáticas han
perdido un 30% de alumnos desde 1997. Los expertos alertan de una caída en la
vocación investigadora”. Tal como lo dice esta frase, no es una exageración pensar en
que si no hay personas interesadas en asumir una carrera científica, no habrá personas
preparadas para hacer ciencia y si no hay ciencia, no hay desarrollo científico e incluso
tecnológico al que estamos acostumbrados a experimentar. Hemos notado como dichos
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avances en un solo parpadear, han entrado con fuerza en la humanidad y nos inundan a
diario con sorpresas de constante novedad, fenómeno que podría cambiar por las
causales descritas anteriormente.
Cuando pensamos la educación en ciencias, encontramos algunas inconsistencias de las
que muchos especialistas en la educación, ya sea pedagogos, sociólogos, plantean
posturas que giran en torno a cambiar el modo de enseñar, ya que si queremos obtener
buenos resultados el día de mañana, debemos de buscar alternativas de enseñanza de
manera inmediata para cambiar la imagen de ciencia que tienen los estudiantes del
presente.
La obra de Kuhn es considerada una reacción académica contra la visión clásica de la
imagen de la ciencia; en la obra se analiza como la ciencia, no se desarrolla de manera
acumulativa y progresiva, como la entiende el empirismo lógico, sino a través de saltos;
para ello se apoya en un modelo de desarrollo de la ciencia que contempla entre otros
conceptos, los de «ciencia normal», «paradigma», y «revolución científica», «ciencia
extraordinaria», etcétera. De cualquier manera, niega el antihistoricismo observado en el
empirismo lógico, subraya el papel que juegan las comunidades científicas como sujetos
de la ciencia y, aunque no desarrolla específicamente el problema de la historia externa,
es decir, de los factores no específicos de la teoría en cuestión (psicológicos,
sociológicos, políticos, entre otros) que influyen en la elección de teorías, menciona
explícitamente su importancia para la comprensión del proceso científico (Kuhn,
1962:16 citado por Arana, 2005).
En el presente siglo, la comprensión del proceso científico ha sido una de las cuestiones
que más se discuten, pues se han evidenciado problemas en la educación que son
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atribuidas al exceso de tecnología que vivimos en el presente y a que los estudiantes no
quieren aprender sobre dichos procesos, como lo describe en un artículo de enseñanza
de las ciencias: una amplia mayoría de estudiantes describe el contenido de las clases de
ciencias como aburrido, difícil y alejado de su propia realidad (Jenkis y Nelson; 2005 et,
al. citados por Márquez 2010), prefieren pasar horas en internet antes de ir al colegio a
escuchar otro discurso acerca del origen de la vida, meiosis, mitosis, sistemas,
movimiento parabólico etc.
4.1. La enseñanza de las ciencias debe contribuir a la formación de una
cultura científica
La enseñanza de las ciencias aparte de generarnos la posibilidad de tener conocimientos
de cultura general, permite en el ser humano desarrollar capacidades interesantes, Nieda
y Macedo (1997) postulan la importancia de que niños y adolescentes tomen conciencia
de la riqueza de las implicaciones e impactos que tienen las ciencias en la vida
cotidiana. También, favorece en niños y jóvenes el desarrollo de sus capacidades de
observación, análisis, razonamiento, comunicación y abstracción; permite que piensen y
elaboren su pensamiento de manera autónoma. Además, construyendo su cultura
científica, ese niño-adolescente desarrolla su personalidad individual y social. El aporte
de las ciencias naturales debería facilitar la aproximación de los alumnos a la realidad
natural y contribuir a su mejor integración en el medio social.
Es importante que al conocer de los avances científicos actuales, los estudiantes puedan
tener la capacidad de asumir posturas que desarrollen su pensamiento crítico a temas
controversiales de la ciencia como la manipulación genética, células madre, eutanasia,
etc., puesto que estos temas abordan posturas de ciencia, tecnología y sociedad que
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propiciarían un interés grande por los estudiantes, donde les resultaría relevante poder
compartir su opinión y que ésta sea escuchada. En esta misma línea, Nieda y Macedo
(1997) resalta lo importante de introducir en los estudiantes el valor funcional de la
ciencia, donde sean capaces de explicar fenómenos naturales cotidianos y dotándolos de
los instrumentos necesarios para indagar la realidad natural de manera objetiva, rigurosa
y contrastada, proponiendo también que la enseñanza de las ciencias naturales debe
estimular varios aspectos, entre ellos:
La curiosidad frente a un fenómeno nuevo o a un problema inesperado
El interés por lo relativo al ambiente y su conservación
El espíritu de iniciativa y de tenacidad
La confianza de cada adolescente en sí mismo
La necesidad de cuidar de su propio cuerpo
El espíritu crítico, que supone no contentarse con una actitud pasiva frente a una
«verdad revelada e incuestionable»
La flexibilidad intelectual
El rigor metódico
La habilidad para manejar el cambio, para enfrentarse a situaciones cambiantes y
problemáticas
el aprecio del trabajo investigador en equipo
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El respeto por las opiniones ajenas, la argumentación en la discusión de las ideas
y la adopción de posturas propias en un ambiente tolerante y democrático.
Estos aspectos y entre otros son los que debería favorecer una enseñanza de las ciencias
naturales que se enfoque en poder potenciar las cualidades de los estudiantes, lo que
posiblemente se lograría con lo mencionado anteriormente respecto a la permeabilidad
del enfoque CTS en la enseñanza de las ciencias. Este enfoque, como uno de los más
importantes a nivel global y como lo describe Jamison, A. (2014), surge debido a una
brecha, sobre todo en la educación, entre lo que el químico británico reconvertido en
escritor C. P. Snow denominó las “dos culturas” en una famosa conferencia en 1959. El
argumento de Snow fue que los científicos y los ingenieros por un lado y los humanistas
y literatos por otro habían llegado a formar identidades culturales independientes en la
era de la posguerra y existía una necesidad por parte de ambas partes de saber lo que el
otro estaba haciendo.
Uno de los resultados de los debates de la década de 1960 fue la aparición de programas
de enseñanza e investigación de la ciencia, la tecnología y la sociedad (CTS) en las
universidades de todo el mundo, en gran parte, para tratar de superar la ruptura de las
“dos culturas”. El campo CTS, al menos en sus inicios, era parte de un interés más
general en las universidades para fomentar estudios interdisciplinares en una serie de
áreas nuevas. (Jamison, A. 2014)
Este enfoque trata sobre esos tres conceptos: ciencia, tecnología y sociedad, con lo que
se podría decir que CTS no aporta nada nuevo sobre las propias disciplinas resumidas
por las tres palabras que componen el acrónimo. Incluso, cuando CTS forma parte de
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los currículos educativos como contenido o materia diferenciada, podría considerarse
como redundante. (Grupo Agro 2003).
En un estudio realizado, Solbes y Vilches 1995 afirman: dos terceras partes de los
profesores participantes consideraba que la ausencia de las interacciones CTS en la
enseñanza es causa del desinterés de los estudiantes. Sin embargo, casi el 90% de los
profesores encuestados ignoraba estos aspectos al analizar materiales de uso habitual
en las clases de física y de química. Como consecuencia de ello, el desinterés que se
genera, propicia visiones deformadas de la construcción del conocimiento científico. En
esta misma línea, otros autores coincidieron con los trabajos de Schibeci, 1986;
Aikenhead, 1987 y 1988; Boyer y Tiberghien, 1989; Ryan 1990 (citados por Furió, C.,
& Vilches, A. (1995), donde describen que los estudiantes no poseían una visión de
ciencia conforme al mundo que habitan, ya que al analizar lo que piensan los
estudiantes del mundo científico obtuvieron lo siguiente:
Describen una imagen tópica de la ciencia.
Tienen una imagen esquematizada de los científicos y el modo en que trabajan
Desconocen las mutuas relaciones entre la ciencia, la tecnología y el medio
natural y social en que están inmersas.
Generalmente ignoran el papel jugado por la ciencia a lo largo de la historia de
la humanidad.
También ignoran la influencia del medio social en el desarrollo científico y
tecnológico.
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Por tanto, podemos percibir que se trata de la manera de enseñar la ciencia en la escuela
lo que está dando lugar a un desinterés en la población estudiantil de nuestra época; así
también, se muestra que la aplicación de las interacciones CTS en el aula podría ayudar
a cambiar la visión de ciencia que tienen generalmente los estudiantes, ya que el primer
objetivo de la perspectiva CTS es favorecer una percepción más ajustada y crítica de los
temas de ciencia y tecnología, sumada sus relaciones con la sociedad para promover la
participación pública de los ciudadanos en las decisiones que orientan los desarrollos de
la ciencia y la tecnología a fin de democratizar y acercar a la sociedad las
responsabilidades sobre su futuro.
Respecto a lo logrado en la práctica y sustentado a la luz de varios autores se logra
demostrar que es menester aterrizar la ciencia hacia otros horizontes en el aula y aclarar
que no se trata de buscar quienes son los que han permitido que los estudiantes posean
visiones diferentes alejadas de la realidad de la ciencia y la tecnología, sino que se trata
de empezar a buscar alternativas que contribuyan a la solución a la necesidad actual en
la enseñanza de las ciencias. De esta manera se pretende captar la atención de los
estudiantes hacia una ciencia aplicable de la que cada uno está llamado a conocer más
acerca del historial de trabajo que construyen seres humanos para las necesidades de los
mismos; es decir, la ardua labor realizada por los científicos para aportar soluciones a la
sociedad con el fin de garantizar una mejor calidad de vida, pues estamos viviendo en
un siglo donde la ciencia y la tecnología avanzan a pasos agigantados y para cada uno
de los estudiantes que pertenecen a un plantel educativo es necesario pensar en otras
alternativas de enseñanza de las ciencias sin necesidad de entorpecer el currículo.
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CONCLUSIÓN
Cada escalón que se ascendió en el proceso de conseguir explorar la capacidad de los
estudiantes en ser crítico-reflexivos, dio paso a la planeación de actividades que
pudieran contribuir en ello de buena manera, de tal forma que los estudiantes estuviesen
sintiendo que existía una relación muy estrecha entre lo que aprendían en conjunto con
algo tan simple como lo es un programa de televisión, ya que sus respuestas a varios de
los cuestionamientos planteados, fueron sorprendentes y esperados en lo que se
pretendía al aplicar la corriente CTS en el aula.
Ahora bien, lograr captar la atención de los estudiantes hacia la ciencia no es una labor
sencilla, puesto que no se desconoce el gran esfuerzo que se requiere el realizar un
proyecto ejerciendo la labor docente especialmente en nuestro país, ya que se necesita
ser muy cuidadoso con las políticas y normas de cada plantel educativo y los
lineamientos a seguir propuestos por el ministerio de educación, pero aun así, siendo
conscientes de que ejerciendo un cambio en la estrategia de enseñanza, puede traer
beneficios bidireccionales, pues es evidente como el planteamiento de situaciones
contextualizadas en el aula de clase a la luz de la corriente CTS puede marcar algo de
diferencia en pro de estimular una cultura científica, solo se trata de buscar opciones
que permitan un sano desarrollo de la enseñanza de las ciencias pensado
primordialmente en sus finalidades.
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