escuelas aceleradas

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Se trata de un tipo de escuela en la que los niños, procedentes de ambientes desfavorecidos, tienen altas expectativas, en la que prima el trabajo en grupo, las estrategias de investigación y los proyectos de trabajo, en la que todos los miembros de la comunidad escolar están implicados y colaboran en su proceso de aprendizaje, y donde el libro es un recurso más.

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Escuelas aceleradasUn sueño que se hace realidad

Existe una escuela en la que los niños, procedentes de ambientes desfavorecidos,tienen altas expectativas, en la que prima el trabajo en grupo, las estrategias deinvestigación y los proyectos de trabajo, en la que todos los miembros de lacomunidad escolar están implicados y colaboran en su proceso de aprendizaje, ydonde el libro es un recurso más, y no el más utilizado ni el más importante. Lavisita a una escuela de primaria del South Central de Los Ángeles confirma que nose trata de un sueño, sino de un proyecto hecho realidad en el marco de lasaccelerated schools de los EE.UU. Descubrimos un modelo que rompe con la típicaenseñanza de este país y nos recuerda la Reforma que se intenta aplicar en España.

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Una mañana luminosa de julio típica deLos Ángeles nos acerca a lo que seríanuestra sorpresa. Recorremos un barrio

que muestra claramente los rasgos característicosde una población sin muchos recursos y con pro-blemas sociales de toda índole: casas algo desven-cijadas, algunos vagabundos por las calles, super-mercados de los que se dicen para gente humilde,y de vez en cuando alguna sirena de la policía.Nos encontramos en el South Central de LosÁngeles, una de las zonas más desfavorecidas deesta parte de California. Así, llegamos a lo que

José Luis Bernal y Ma Teresa Gil *

educación comparada, educación en Estados Unidos

antes era una antigua fábrica de telas, reconver-tida en escuela con la ayuda de diversas empre-sas. El centro, «The Accelerated School», cons-tituye una inusual primary school, cerrada al exte-rior con setos, flores, árboles, en un vecindarioque cuenta con un 40% de población afroame-ricana y un 60% de latinos, la mayoría de ellosinmersos en programas de ayudas federales.

A nuestra llegada, esperábamos ver una es-cuela donde el orden y la disciplina fuera el ele-mento de referencia, como en la mayoría de loscentros educativos de los Estados Unidos, preo-cupados de modo enfermizo por la violencia yla falta de valores en la sociedad. Nada más lejosde la realidad. Nuestra primera impresión nada

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más entrar nos la proporciona la visión de va-rios grupos de alumnos que van de una clase aotra con un coche en la mano impulsado por unglobo, que hace de motor. Se les ve ilusionadoscon «su» trabajo, y averiguamos más tarde queforma parte del proyecto de trabajo que están de-sarrollando ese día. Asimismo, otros adultos, pro-fesores y directores de otros colegios, visitan elcentro acompañados por los propios alumnos,que les van enseñando el colegio y las diferentesclases. Unos padres hablan en el pasillo con eldirector, y vemos cómo otros están en las clasescon los maestros trabajando con los niños. Éstepodría ser el retrato de una mañana de trabajoen la escuela, reflejo de su manera de entenderla educación.

Como nos explicaron más tarde, «The Acce-lerated School» fue fundada por los profesoresJohnathan Williams y Kevin Sved, los actualesdirectores, con el objetivo primordial de que losalumnos de una zona desfavorecida tuvieranigual acceso que los demás a una educación conaltas expectativas, de tal modo que desarrollaranal máximo sus posibilidades intelectuales, socia-les, emocionales, físicas y creativas. Se trata delograr alumnos autónomos en su aprendizaje,que consigan aprender por ellos mismos, que se-pan descubrir, explorar y participar en el mun-do que les rodea.

Rincones para los más pequeñosEmpezamos observando el aula de educación in-fantil, donde un grupo de niños están ensartandoy construyendo collares de forma autónoma, ba-jo la atenta mirada de la maestra y de un padreque en ese momento colabora en las tareas edu-cativas. Nos metemos como uno más en los gru-pos y los niños ni se inmutan, hablan con noso-tros, nos preguntan cómo nos llamamos y, con lamayor naturalidad, uno de ellos se empeña enaveriguar dónde se ha comprado Mayte (autora

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de este artículo) el pendiente que lleva puesto, yque les ha llamado la atención. Con el alumna-do hispano hablamos en español sin ningún ti-po de timidez; sin embargo, las alumnas hispa-nas ya mayores prefieren hablar con nosotros eninglés, tal vez por la identificación del idiomaespañol con un grupo social de segundo ordenen los Estados Unidos. A este respecto, la coor-dinadora nos comenta con cierta desilusión queel programa bilingüe, tan arraigado en Califor-nia, va muriendo poco a poco. «En esta escuelano hay problema, pero en otras zonas bastantesniños tienen numerosas dificultades para comen-zar su escolaridad en inglés», nos dice.

El alumnado se organiza por rincones, y nosllama poderosamente la atención la tranquilidadque domina el clima de la clase. Los niños reali-zan varias actividades a la vez en los diferentes es-pacios sin levantar excesivamente la voz, y reco-giendo todo una vez utilizado. Las paredes son,en este sentido, una fuente de estímulos tre-mendo: el alfabeto, los nombres de los niños, elreloj, dibujos, pósters y láminas apenas dejan unespacio libre. La maestra termina la actividad enese momento. Mientras recogen, cantan una can-ción y se reúnen todos en torno a ella, sentadosen el suelo. La maestra les recuerda qué es lo quehan hecho esa mañana, y les explica alguna cosaque tienen que hacer en casa. Siempre les llamapor su nombre con cariño y sin levantar la voz,indicándoles individualmente qué es lo que tie-nen que hacer. Se ve claramente que ella es quiendomina la clase, y que los alumnos la aceptan.

Ordenadores, Matemáticas�.Nos acercamos a la sala de ordenadores, en laque acaba de entrar un grupo de 3o de primaria.Un ordenador para cada dos alumnos permiteviajar por Internet e investigar en la red de for-ma individual y autónoma. El maestro les da lasindicaciones oportunas, ellos abren una página

Compartir recursos y responsabilidadesLas escuelas aceleradas fundamentan su propuesta en tres principios básicos:- Trabajar juntos en un mismo objetivo: conjugar los esfuerzos de padres, profesores, di-rectores, alumnos, administradores y la comunidad local en un esfuerzo común.- Participar en las decisiones con responsabilidad: implicarse todos en las principales de-cisiones que se tomen en el centro y compartir la responsabilidad de desarrollarlas y susresultados.- Construir la escuela compartiendo y utilizando los recursos de la comunidad: utilizartodos los recursos humanos que alumnos, padres, profesorado, miembros del distrito yla comunidad local pueden aportar para la educación en la escuela.En la entrada de la escuela del South Central de Los Ángeles figura el siguiente lema, es-crito originariamente en inglés: «Nosotros, la �Accelerated School�, nos compromete-mos al desarrollo de pensadores críticos, que sean competentes, valientes y ávidos de rea-lizarse y contribuir a la sociedad. Somos una comunidad extensa y colaborativa, dedica-da a desarrollar un currículo competitivo en un ambiente seguro y creativo». Este textoes un extracto del documento «The Accelerated School�s vision Statement», aprobadopor todas las escuelas aceleradas en noviembre de 1994.

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A la izquierda,

los más

pequeños

ensartan collares.

A la derecha,

Sabina Mims,

codirectora de la

«Accelerated

School» de Los

Ángeles.

de Internet ya preparada de antemano y se po-nen a trabajar de manera totalmente autónomapor parejas.

«Se trata de que aprendan por ellos mismos,de que investiguen, de que busquen informa-ción de la forma más autónoma posible. Al prin-cipio les cuesta un poco, pero cuando ya llevanun tiempo en el colegio no saben hacerlo de otromodo», nos comenta el maestro que en ese mo-mento dirige la actividad. «Aunque en cada clasetienen dos ordenadores, conectados también aInternet, vienen periódicamente a esta aula, yaque consideramos que es importante estructu-rar un espacio de tiempo especial para este tipode trabajo», nos insiste el mismo docente, al quese ve entusiasmado con su labor.

Carlos, un maestro en prácticas de origen his-pano que está terminando la carrera, nos expli-ca los ejercicios en grupo que están realizandolos alumnos de 5o y 6o en su clase de EducaciónFísica. Los juegos y la iniciación a la práctica de-portiva constituyen la base de estas actividades.Incluso en este tipo de clases más activas, nor-malmente predispuestas a que los niños de 11 a14 años se desmanden, no observamos violenciaalguna en las relaciones establecidas entre losalumnos, que normalmente van de un espacio aotro en orden, sin pegarse, sin correr. Eso sí,siempre se desplazan con un maestro delante yotro al final.

Este mismo grupo de alumnos, nos explica elmaestro al hablarnos de otras actividades, hancreado también un conjunto de modelos de laguerra de Troya basados en las lecturas de Ho-mero, han publicado un periódico de la antiguaGrecia, e incluso han preparado un vídeo acer-ca de la historia de La Ilíada y la Odisea. Para elloha sido fundamental el uso de las fuentes de in-formación que proporciona Internet. «La ma-yoría solamente había oído hablar de Homero

por Los Simpson, pero ahora conocen y valoranal poeta», nos comenta riéndose.

Los alumnos de 2o están haciendo una fichade escritura, hablan entre ellos, se levantan de vezen cuando, pero siempre en un clima de trabajoagradable, que se mantiene durante todo el tiem-po que estamos en el aula. También nos explicanque recientemente han llevado a cabo un estudiosobre cómo funciona la economía �lógicamen-te, adecuando las exigencias a su edad�. Una vezconocido cómo funcionaban las tiendas de suentorno, una oficina de correos y un supermer-cado, crearon su propia firma, su empresa, e in-vitaron al resto de las clases a conocer lo quehabían hecho.

La clase de Matemáticas de 4o curso parecetodo menos una clase. El aula está totalmentedecorada con estímulos por todas partes; la me-sa del maestro no ocupa la parte central, sinoque es un espacio más. Los alumnos se distribu-yen en grupos, y hay varios adultos presentes enla clase; el director entra un momento, se sien-ta, observa y se va. Todo natural: los alumnossiguen escuchando al maestro, que está expli-cando con la ayuda de un retroproyector; el do-cente pregunta de vez en cuando, los alumnosno hacen el menor ruido y, finalmente, se po-nen a realizar la actividad que se les propone des-pués de la explicación.

Ana Ponce, que coordina el programa en la es-cuela, nos comenta que «la reducida ratio alum-no-adulto en cada clase ayuda en gran medida aléxito de este aprendizaje activo. Hemos reduci-do esta ratio a una proporción de 10 a 1. Con lascredenciales y la preparación adecuada, algunosmaestros en prácticas, varios padres y otros asis-tentes llevan a cabo un trabajo directo con pe-queños grupos de niños, siempre bajo la supervi-sión de un maestro». También llama poderosa-mente la atención el hecho de que los alumnos

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nunca están con un solo docente, sino que siem-pre hay por lo menos dos o tres personas adultascon ellos �y eso que hablamos de clases con unmáximo de 25 niños por aula�. En cualquier ca-so, el director nos cuenta que los niños tienensiempre muy claro quién es el «maestro de refe-rencia». Eso sí, la media de edad de todos los pro-fesionales es de 30-35 años, y se les ve en sus ros-tros ilusión por lo que hacen y cómo lo hacen.

Asimismo, el hecho de que sea un colegio pe-queño, con seis clases y 140 niños solamente,ayuda también al éxito de este tipo de enseñan-za, aunque, como nos comentan, cada curso au-menta una clase más, ya que la demanda de pla-zas es muy grande y la satisfacción de los padresalta. Además, «vamos disponiendo cada cursode más posibilidades de financiación, ya que gran-des industrias y compañías van colaborando coneste proyecto». «Cuando los niños terminan suescolaridad aquí en primaria, nos vienen los pa-dres y nos presionan para que establezcamos lasecundaria, ya que no quieren cambiar a sus hi-jos de colegio; les da auténtico terror el pensarque tendrán que ir a otro centro, donde saben quetodo es diferente», nos explica uno de los direc-tores, con una dosis de satisfacción y amargura

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al mismo tiempo. Y al hablar de uno de los di-rectores decimos bien, porque es una escuelaatípica también en su organización, ya que exis-ten dos codirectores al mismo nivel. Se distribu-yen las responsabilidades y tratan de gestionar laescuela de forma democrática y participativa.

«Ante la demanda de plazas que normalmen-te existe cada año, queremos que los padres secomprometan a cooperar con la escuela, por loque firmamos una especie de contrato con elloscon el fin de que sepan realmente a qué les obli-ga de algún modo el traer a sus hijos a esta es-cuela. Si los padres abandonan sus obligacionesy no colaboran con el centro, se les aconseja queles lleven a otra escuela», afirma con rotundidadElena Fernández, coordinadora de la Asocia-ción de Padres. Así, se les exige tres horas al mesde colaboración por el primer hijo matriculado,y una hora por cada uno de los otros hijos. «Sonhoras en las que colaboran con la escuela, traba-jando en las clases, supervisando actividades an-tes de entrar o después de salir de la escuela,ayudando en la comida, en el recreo, en la ofi-cina o a menudo echando una mano en la lim-pieza», continúa diciéndonos Elena. Insiste enque ésa es la única forma de poder mantener la

Un proyecto en expansión

Una de las sorpresas agradables de la visita fue en-contrarnos con Sabrina Mims, codirectora de«Los Angeles Accelerated Schools Center», cuyaspalabras reflejan las esperanzas puestas en un pro-yecto que contagia ilusión. Ella nos explicó demanera detenida en qué consistía este proyecto.Nació cuando Henry Levin, profesor en la Uni-versidad de Stanford, tuvo que llevar a sus hijos ala escuela y se dio cuenta de que aquello no le gus-taba. Desde aquel momento, empezó a pensar encómo podría cambiar la escuela y crear una seriede centros a los que acudieran los niños con el de-seo de «querer aprender» realmente. Se quedóperplejo cuando observó que había grupos de po-blación que estaban destinados claramente al fra-caso. La escuela no respondía a sus necesidades nia sus expectativas. Así que decidió, hace ya doceaños, aplicar sus conocimientos e ideas sobre elámbito de la economía a la educación. «Sus ideasacerca de cómo funciona la economía y los nego-cios han ayudado mucho a que este proyecto salgaadelante y se vaya expandiendo cada vez más»,afirma con rotundidad Sabrina.Este proyecto nació en San Francisco en 1986,con dos escuelas piloto y el objetivo prioritario deque cada niño tuviera la oportunidad de triunfarcomo un miembro creativo, crítico y productivode nuestra sociedad. Se intentaba que las bajas ex-pectativas de su medio ambiente se tradujeran enaltas expectativas de futuro, aprovechando sus ca-pacidades y posibilidades. Se persigue esencial-

mente establecer una comunidad formada porprofesores, padres, estudiantes y representantesde la Administración y de la comunidad local, pa-ra trabajar juntos en un proyecto común. «Des-pués de algunos años, se han obtenido resultadosalentadores, ya que ha mejorado considerable-mente el dominio de destrezas básicas, el nivel derazonamiento, los métodos de enseñanza, las ac-titudes con respecto al aprendizaje, la participa-ción de los padres y, en suma, el clima escolar»,nos comenta Sabrina con esa ilusión que propor-ciona el hecho de saber que las cosas funcionan.«Concretamente, en �The Accelerated School�,según las últimas puntuaciones de los tests pasa-dos a los alumnos (cada año se realizan unos testsestandarizados de Inglés y Matemáticas a todos losalumnos de California), el incremento ha sido na-da menos que del 50% en Matemáticas y del 16%en lectura. El 95% de asistencia a clase se encuen-tra entre los más altos del distrito.»Actualmente, más de 1.000 escuelas de primaria ysecundaria comparten el proyecto en 41 estados, yse dispone de diez regional satellite centers, que coor-dinan estas escuelas en su ámbito de influencia. Detodos modos, «cada escuela es única, el movimien-to está creciendo, tiene vida propia y cada escuelarecoge las necesidades de su propio entorno. HenryLevin tiene claro que cada centro debe crear y desa-rrollar su visión y controlar su propia organiza-ción». Países como China, Japón o Sudáfrica dis-ponen en estos momentos de escuelas aceleradas.

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La implicación

de los padres y

madres es un

factor prioritario.

Sobre estas

líneas, una

sesión en el aula

de Informática.

filosofía de este proyecto y lograr la implicaciónde los padres. Este curso se ha abierto tambiénel TAS Parent Center, o sea, un espacio en laescuela para los padres, donde éstos encuentranun lugar en el que pueden descansar, hablar yenterarse de lo que se hace en las clases, prepa-rar el trabajo, tutorizar o trabajar con alumnos,celebrar reuniones...; en suma, como dice unpadre, Victor Wilson, «el Parent Center ha lle-gado a ser con rapidez uno de los lugares conmás ingenio e iniciativa del campus».

La diabetes, un proyecto de trabajo«Trabajar juntos en un mismo objetivo», «Parti-cipación en las decisiones con responsabilidad»,«Desarrollar las capacidades de cada uno», cons-tituyen los principios de todas las escuelas acele-radas, que se concretan en el proceso de apren-dizaje que se lleva a cabo en ellas. Lo cierto es quehemos podido comprobar que no trabajan conlibros de texto, solamente con fotocopias, librosde referencia, ordenadores, materiales diversos ...«Ellos descubren el proceso manipulando; refle-xionan, lo ponen en práctica y llegan a la teoría.Es un aprendizaje auténtico», nos comenta lamaestra de 5o. Uno de los problemas con los quese encontraron al inicio de este proyecto veníadado por las bajas expectativas que poseía estegrupo de alumnos, su baja autoestima, la escasaconfianza en su futuro. Por ello, los docentes delcentro siempre insisten en que hay que aprove-char sus capacidades, talentos, recursos, que sonmuchos, pero que están aún por desarrollar, pro-curando que lleguen a tener confianza en sus po-sibilidades. Para ello, la metodología empleadano puede ser tradicional, directiva, libresca. Sugran obsesión es que quieran aprender, y para elloutilizan el aprendizaje por descubrimiento co-mo su gran arma.

Preguntamos a una maestra cómo lo consi-gue, ya que los planteamientos son una cosa y la

realidad otra bien distinta. Ella nos pone comoejemplo la actividad que se ha desarrollado ensu clase, y que nos parece paradigmática de estemodelo educativo. Un día la enfermera del cen-tro entró en el aula de 4o y se fue con uno de losniños. De repente, una niña le preguntó dóndeiba; la maestra le dijo que era diabético, y quetenía que ponerse una inyección. «¿Qué es serdiabético?» La maestra no sabe en principio quéresponder, ya que no conoce gran cosa sobre esaenfermedad: «El cuerpo de Joshua funciona demodo distinto al de vosotros y al mío; él necesi-ta inyecciones para que su cuerpo funcione me-jor», se le ocurre decir. Pero las preguntas con-tinúan: «¿Cómo funciona su cuerpo?», «¿qué pro-blemas tiene?». La maestra se queda algo perpleja.Tiene que trabajar una actividad de Matemáticasantes de que se vayan a comer, pero no puedeignorar aquellas preguntas y el interés de susalumnos. Así que deja las Matemáticas de lado yse ponen a trabajar sobre el cuerpo humano.

La maestra comienza indagando sobre lo quesaben sus alumnos, y lo que quieren averiguar, ydecide trabajar sobre cómo funciona el organis-mo, qué necesita para sobrevivir y lo que las in-yecciones significan para el organismo de Jos-hua. También opta por recurrir a diversas fuen-tes de información. La enfermera del centro vaa la clase con un esqueleto, y los alumnos pasana tocar los huesos y a señalar las partes de sucuerpo en el esqueleto. Cuando Juanita señalaun hueso, «fíbula», la maestra aprovecha paraexplicar la influencia del latín en la evolucióndel idioma inglés. Asimismo, salen a colaciónpalabras tan comunes como insane o sanitation.

También se recurre al hospital local; la maes-tra pregunta qué programas educativos ofrecenpara la comunidad. Le informan de que puedellevar a sus alumnos al centro hospitalario. Allí,un médico del laboratorio de análisis de sangreles explica el sistema circulatorio mediante un

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La clase de 4o

desarrolla un

proyecto de

trabajo sobre

la diabetes.

modelo tridimensional, y luego les enseña el pro-ceso usado para donar sangre. Cuando preguntanpor el sida y otras enfermedades contagiosas,también les explica cómo se examina a los do-nantes de sangre y en qué consiste la diabetes ysu efecto en la sangre humana. Asimismo, lespermite usar la máquina centrifugadora. «¡Quésusto!», exclama un alumno cuando toca un tu-bo de ensayo con sangre. ¡Nunca había tocadosangre! Pero sonríe junto con su grupo cuandoel médico le señala que en ese mismo momen-to corre sangre bajo su piel.

Este tema se integra en el currículo del semes-tre de todas las materias de cuarto curso, algoque no estaba previsto. Así, después de la visita,aprenden a hacer los cálculos necesarios para leerlos resultados de los análisis, se toman el pulsounos a otros y calculan su presión sanguínea,aprendiendo a la vez el desarrollo del proceso.También el origen latino de las palabras derivaen un proyecto de Lenguaje e Historia acercadel origen y la etimología del idioma inglés; losalumnos investigan y preparan una obra teatralque explora los orígenes de varias palabras.

Diseñar un sueñoTal vez sea necesario señalar que estamos ha-blando de una escuela que se ha tomado comocentro piloto para desarrollar este modelo. Ca-si todos los días vienen profesores, directores,padres o administradores de otros distritos ociudades a conocer su funcionamiento. Diga-mos que es el modelo a seguir, y que todo estámuy cuidado. Es el espejo en el que se miran elresto de las escuelas que quieren llegar a formarparte de este proyecto. Disponen de financia-ción de diferentes empresas, algunas de ellasmuy poderosas, ya que hablamos de donacio-nes de más de 100.000 $, o sea, de 16 millonesde pesetas. Pero también hay que decir que to-do lo que se proponen se hace realidad, no sequeda en intenciones. Actualmente, el sueñoes ir aumentando el tamaño de la escuela, hasta

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llegar a convertirse en unainstitución que atienda a losniños desde la educación in-fantil hasta el grado doce, osea, todo lo que es primaria ysecundaria. «Nuestro sueñoes llegar a atender a 1.200alumnos en las mismas con-diciones que los 140 actua-les, desarrollando un com-plejo de edificios con espa-cios para reuniones, recursospara la educación de adultos,el desarrollo profesional, cla-ses de Arte y Música, y ungimnasio totalmente equi-pado», nos explica el direc-tor. «Pensamos que la escue-la desempeña un papel fun-

damental en el desarrollo de una comunidad, yqueremos llevarlo a cabo. Parte del presupues-to que tenemos lo estamos dedicando a planifi-car poco a poco este futuro, a que este sueño sehaga realidad.» o

* José Luis Bernal es profesor del Departamento deCiencias de la Educación de la Universidad de Zaragoza.María Teresa Gil es maestra en el CP «Andrés Manjón»de Zaragoza.

Más información:Correo-e: [email protected]

PARA SABER MÁSBonal, X. (1992): «Escuelas aceleradas para alum-

nos desaventajados», Cuadernos de Pedagogía, 201(marzo), pp.60-65.

Finnan, Ch.; St John, E.; McCarthy, J., y Slo-vacek, S. (eds.) (1996): Accelerated schools in ac-tion: lessons from the field, Thousand Oaks, CA:Corwin Press.

Hopfenberg, W.; Levin, H., y asociados (1993):The accelerated schools resource guide, San Francisco:Jossey- Bass Inc., Publishers.

Levin, H.M. (1994): «Aprendiendo en las escuelasaceleradas», en Volver a pensar la educación, vol. II,Madrid: Morata, pp. 80-95.

Levin, H.M. (1998): «Accelerated schools: a deca-de of evolution», en A. Hargreaves; A. Lieberman;M. Fullan, y D. Hopkins (eds.): International hand-book of educational change Part two. Norwell: KluwerAcademic Publishers, pp. 807-830.

Mims, S.; Brunner, I., y Meza, J. (1997): «Theaccelerated schools movement: expansion andsupport through accelerated schools centers», enThe Forum of Teacher Education Journal (7)1, pp.3-13.

Páginas webhttp://www.stanford.edu/group/ASP/. Ofrece

una información exhaustiva acerca de las escuelasaceleradas. Se pueden consultar los artículos deAccelerated Schools, una revista publicada tres vecesal año por The National Center for the Accelera-ted Schools Project.

http://www.stanford.edu/group/ASP/sel_pubs.html. Ofrece bibliografía muy completa sobre es-te movimiento.