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  • 8/12/2019 Escuela Francisco Mora

    1/1

    FRANCISCO MORA TERUEL

    La neuroeducacin ser el ejede la docencia en el futuro

    25 de octubre de 2012

    LA CARA OCULTA DE LA LUNAOFICINADEJUSTIFICACINDELADIFUSIN

    ROSAM. TRISTN

    El cerebro humano ha dejado de ser el gran des-conocido que llevamos dentro. El neurocien-tfico Francisco Mora est convencido de quedesentraar ese conglomerado de conexioneselctricas ser la llave del progreso y la educacinen el siglo XXI y, para abrir esa puerta, ha publi-cado ya ms de 400 artculos cientficos y cercade una veintena de libros. Catedrtico de Fisio-loga Humana en la Complutense, Mora acabade regresar de la Universidad de Iowa (EEUU),

    donde ha pasado un ao investigando con algu-nos de los ms prestigiosos colegas del mundo.Ha vuelto con un libro en su cabeza. Versar so-bre neuroeducacin o, lo que es lo mismo, so-bre cmo aplicar al aprendizaje todo lo que se haaveriguado sobre ese kilo y medio de masa grisque tenemos sobre los hombros.

    Qu sabemos ahora del cerebro que no se cono-ca hace diez aos?

    Sobre todo que no hay razn sin emocin; esdecir, que cuando el cerebro crea los conceptosabstractos, las ideas, la informacin ha pasadoantes por el filtro de la emocin. Y ese paradigmapuede revolucionar el mundo del aprendizaje yla memoria. Hay que emocionar para ensear.

    Cmo aplicarlo ante un grupo de alumnos re-voltosos?

    Es simple. Mis alumnos suelen escucharme,pero si se paseara una jirafa por el aula no meatenderan. Y eso es porque la jirafa abre unaventana fundamental para el aprendizaje quetiene que ver con la supervivencia: la curiosidad,un integrante bsico emocional. As que hay queencontrar los ingredientes de esa curiosidad. Sesabe que para memorizar es preciso que el focoatencional dure entre 60 y 250 milsimas de se-gundo, que sin esa ventana no se aprende nada

    y que se abre cuando, mientras el pensamientovaga, de repente se agrupa el conjunto de neu-ronas de la corteza cerebral que dan sentido alo que entra por los ojos. Es entonces cuando sepiensa: Qu interesante.

    Pero no solo se puede educar con emociones.Es complejo, porque depende del que en-

    sea y del que aprende. De hecho, se sabe desdehace aos que existen varios tipos de inteligencia

    y ahora la neurociencia nos dice que, adems, laatencin tampoco es un fenmeno nico. Pue-

    de ser fija, como la que se genera ante un posiblepeligro; puede ser orientativa, como es reconoceruna cara entre mil; o puede ser ejecutiva, que esla que requiere el estudio, porque hay que pasarde un concepto a otro en un perodo de tiempocorto. Y tambin est la atencin difuminada,

    que es la que tienen los genios: no estn concen-trados y de repente dicen Eureka! Y dan con unasolucin.

    Con tanta variedad, es fundamental una formacinpersonalizada?

    Es un falso mito. Hoy sabemos que hay ni-os visuales (que memorizan por la vista) y otrosms auditivos (odo) o kinestsicos (tacto), y sehacen programas especficos para ellos, pero noes bueno. Si a los nios se les dirige muy pron-to, se pueden cercenar talentos potenciales. Solocuando el individuo ha expresado sus potencia-lidades de adulto es interesante pensar en focosatencionales para lograr el mximo rendimiento.Un ejemplo de focalizacin excesiva es el meca-nismo que genera que un nio pase entre cinco

    y siete horas ante una pantalla.

    Afecta a su cerebro?No sabemos lo suficiente, pero hemos ave-

    riguado que cuando ya existe una predisposi-

    cin, genera el sndrome de adiccin a Internet,por ejemplo. Y 25 millones de nios chinos lotienen. Para ellos es una necesidad interactuarvirtualmente con el mundo. As que no es ver-dad que las mquinas ayuden a centrar la aten-cin. De hecho, se est planteando que la causadel aumento de la hiperactividad y el dficit deatencin en la infancia se debe a esos cambiosdel foco de atencin en milsimas de segundo.A nivel cognitivo, en cuanto cogen el tranquillo auna mquina, deja de ser til.

    Se estn cayendo muchos mitos como este de lasmquinas?S. La neuroeducacin los est destruyendo.

    Como la creencia de que solo se utiliza el 10%del cerebro, que es falso. O que un joven de 18aos tiene todas sus capacidades. Otra falsedad.La mielinizacin, que es el aislamiento de axio-nes que permite que la informacin neuronalse transmita ntidamente de una neurona, noacaba hasta los 27 o 28 aos. A los 18 tiene capa-cidades mentales, claro, pero el matiz y la finurade relaciones, del respeto a los valores sociales, noexisten an, requieren ms tiempo.

    Es cierto, como dicen ciertas investigaciones, que elcerebro humano madura cada vez ms tarde, al igualque se retrasa la edad reproductiva o la muerte?

    Neurobiolgicamente no es as. El cerebrode nuestra especie es igual desde hace 15.000

    aos. Desde entonces solo nos modela la cultura.Va madurando y a los 27 aos ya comienza el en-vejecimiento; eso no ha cambiado. Digamos quecambia la concepcin cultural, el software, perono elhardware.

    Lo que s se sabe es que se puede modelar. Hastaqu punto los educadores son los escultores neu-ronales?

    Tienen una gran responsabilidad porque,en esencia, aprender y memorizar es cambiar elcableado del cerebro, las conexiones sinpticas yesa es su labor. Por ello, deben conocer su fun-cionamiento. Un neuromito educativo es elque dice que a los 3 aos hay una gran profu-sin neuronal y, por tanto, hay que ensear a esaedad todo lo que se pueda, cuando en realidades imposible memorizar conceptos abstractos.A esa edad, la plasticidad del cerebro la moldeael entorno emocional, ya sea familiar, educativoo social. Digamos que hay ventanas para cadaaprendizaje.

    Cules son esas ventanas?Una de las ms claras es la del lenguaje, que

    comienza en el nacimiento y se cierra a los 6aos. Hay otras en distintos perodos del desa-rrollo para las formas, los colores, el movimientoque se estn estudiando y permitirn lograr unaprendizaje ms eficiente. No se trata de hallarzonas concretas del cerebro para cada cosa, por-que funciona con los circuitos distribuidos. Laactividad mental son cdigos escritos en el tiem-po. As, cuando hablamos de moral o de religin,la informacin corretea por todo el cerebro bus-

    cando en qu sitio hay cosas guardadas, las juntay afloran a la conciencia. Pero no busques unvalor moral en el cerebro. No existe.

    Por qu creemos los seres humanos en lo queno existe?

    Tiene que ver con la predisposicin cerebral.Algunos son muy emocionales a la hora de con-cebir lo sobrenatural y otros no. De esa diversi-dad nace la necesidad de creer en lo que no se ve,

    y ese es el instrumento de las religiones. Pero amedida que crece el pensamiento crtico, dismi-nuye el sobrenatural. Primero fue la Fsica, luegola Biologa y ahora es la neurociencia. A la reli-gin solo le queda el rincn de la fe, pero cuandose alimenta en un nio con esa predisposicincerebral, este acaba con un agarre al ms all dela realidad.

    Qu consejos dara a los responsables educativos?El futuro del mundo depende de la educa-

    cin. Estos ltimos meses hemos descubiertoque estamos artificializando la enseanza enhabitaciones cerradas para nios pequeos,cuyo cdigo cerebral est pegado a la realidad.Cuando el nio de tres aos aprende en la natu-raleza, se activa su foco de atencin. En la pizarrase pierde, y as ocurrir hasta los diez aos. Asque, si hay que ensear en aulas, al menos quetengan grandes ventanales, que vean verde, algoque ya est en prctica en Estados Unidos. Se hademostrado que en ese entorno aprenden msdeprisa. Si no, el nio huye a inventarse algo.

    Cul ser el futuro de la neurociencia en la edu-cacin?

    Ser fundamental para el aprendizaje de laespecie. Hoy sabemos que hay 12 inteligenciasdiferentes, cinco formas de atencin. Profundi-zar en cada una de ellas nos har mejores sereshumanos.