escolma de poesía amorosa
DESCRIPTION
Collection of love poemsTRANSCRIPT
Escolma amorosa
Atopa o teu poema e adícallo a quen queiras.
Tamén disfruta das obras oupelículas da biblioteca
sobre o tema. Fai a túa reserva.
Darío Xohán Cabana
Bendito sexa o ano, o mes, o día
que te encontrei no medio do camiño,
e andabas escollendo a flor do espiño
sen te mancar na espiña que fería;
bedita sexa a hora en que eu prendía
no teu vlaro mirar de trigo e liño
e o instante en que probei o manseliña
mel da palabra túa de amavía:
bendito sexa o intre e o segundo
en que determinei ser teu amigo
e camiñar contigo polo mundo,
bendito sexa o porto e a cidade
onde embarquei para navegar contigo
nun navío de amor e de saudade.
Antonio Gª Teijeiro
Toma esta chave.
Abre os meus beizos
pero non me raches
o meu silencio.
Abre os meus labios,
tes moito tempo.
Ti be coñeces
a voz do vento.
Faino con calma.
Faino con xeito.
Quero vivir
nun beixo eterno.
Gustavo Adolfo Bécquer
XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
----------
Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera
abrasada,
que el alma que hablar puede con
los ojos,
también puede besar con la
mirada.
Pedro Salinas
Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.
El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
Luis Cernuda
Te quiero.
Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano tempestuoso;
Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas.
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;.
Te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
Lope de Vega
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde,
altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño:
creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.
Pablo Neruda
Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno.
Todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
Carlos E. de Ory
Te amo tanto que duermo con los ojos abiertos.
Te amo tanto que hablo con los árboles.
Te amo tanto que como ruiseñores.
Te amo tanto que lloro joyas de oro.
Te amo tanto que mi alma tiene trenzas.
Te amo tanto que me olvido del mar.
Te amo tanto que las arañas me sonríen.
Te amo tanto que soy una jirafa.
Te amo tanto que a Dios telefoneo.
Te amo tanto que acabo de nacer.
Francisco de Quevedo
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco
día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de es otra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión
ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego
han dado,
Médulas, que han gloriosamente
ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Pablo Neruda
Amo el trozo de tierra que tú eres,
porque de las praderas planetarias
otra estrella no tengo. Tú repites
la multiplicación del universo.
Tus anchos ojos son la luz que tengo
de las constelaciones derrotadas,
tu piel palpita como los caminos
que recorre en la lluvia el meteoro.
De tanta luna fueron para mí tus caderas,
de todo el sol tu boca profunda y su delicia,
de tanta luz ardiente como miel en la sombra
tu corazón quemado por largos rayos rojos,
y así recorro el fuego de tu forma besándote,
pequeña y planetaria, paloma y geografía.
Xulio L. Valcárcel
Regreso ao teu corpo
no que me afundo
para esqucelo todo
Afondo en ti
xa me levas
no claro día dos teus ollos.
Mergúllome no mel
da túa herba e dos teus labios.
Sinto un río
de bolboretas lenes
enchendo as miñas veas
mar arriba a desbordarme.
Celso Emilio Ferreiro
Cando quero vivir digo Moraima.
Digo Moraima
cando semento a espranza.
Digo Moraima
e ponse azul a alba.
Cando quero soñar
digo Moraima.
Digo Moraima
cando a noite é pechada.
Digo Moraimae ponse a luz en marcha.
Cando quero chorar
digo Moraima.
Digo Moraima
cando a anguria me abafa.
Digo Moraima
e ponse a mar en calma.
Cando quero surrir
digo Moraima.
Digo Moraima
cando a mañá é crara.
Digo Moraima
e ponse a tarde mansa.
Cando quero morrer
non digo nada.
E mátame o silencio
de non decir Moraima.
Mónica Góñez
Sube por mín
arrastrándote e rozando as miñas
pernas
envolvendo, torpe e irto,
as miñas coxas.
Debuxa como sabes o meu corpo,
construíndote en mín
como acostumas,
inventándote quizais en nova pel.
Crea a figura que coñeces
e agarda a que te abotoe.
De mar e vento
Cinco Poetas de Fisterra
Antón Avilés de Taramancos
Chamo á porta do amor na noite escura
E está o teu corazón coa luz prendida,
A tua man socorre-me a ferida
E cura-me o teu lábio a desventura.
A auga que me dás é fresca e pura
É da fonte limpísima da vida:
Mel da tua roseira florecida
Entre as coxas, as sedas, a espesura …
E xa por sempre irei de ti cautivo
Pois dás-me a vida e dás-me a sepultura
Dun amor imposíble e furtivo.
Como me doe a tua fermosura
Da que devezo e ando fuxitivo
Pois sei que o mal que teño non ten cura!
Federico García Lorca
Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores,
con un puñal, con besos y contigo.
Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.
Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con decrépito sol y luna vieja.
Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.
Luis Alberto de Cuenca
Dile cosas bonitas a tu novia:
«Tienes un cuerpo de reloj de arena
y un alma de película de Hawks.»
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que le estás diciendo
(a saber, que sus piernas son cohetes
dirigidos al centro de la tierra,
o que sus senos son la madriguera
de un cangrejo de mar, o que su espalda
es plata viva). Y cuando se lo crea
y comience a licuarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
bébetela.
Xulio L. Valcárcel
Chegaches entre a chuvia
fendendo a singradura
de días outonizos,
camiño do inverno.
Traías
a brétema dunha dor
no teu sorrir sereo
e un ramallo de soños,
durmindo no teu pelo,
agardaba facerse
árbore de luz no vento.
Chegaches. Eras ti.
O que esperara tanto tempo.
O que sempre soñara
sen sabelo.
Antonio Gª Teijeiro
Voz sen verbas:
silencio.
mar sen auga:
deserto.
Sol sen raios:
misterio.
Luz sen brillo:
coitelo.
Man sen man:
un berro.
Dor sen laios:
o tempo.
Eu sen ti:
inferno.
Marica Campo
O mundo era unha praia e ti volvías
de percorrer a nado o firmamento:
ecos doutras galaxias coma un vento
constelado de voces, profecías,
Palabras como raios me traías,
velocidade en luz de tempo lento,
talismáns como estrelas de contento, siderais aves brancas, cotovías,
Cabelos de cometa alporizados,
sons de luceiros, sons extraviados,
cósmico po, astral orballo aceso,
Xasmins de sol, planetas isolados,
estraños alieníxenas varados
do fondo do teu ser, ¡Ai, tanto peso!
Gerardo Diego
Porque tú no eres yo.
Porque yo no soy tú.
Porque la luna lu.
Porque tú ya eres tú.
Porque yo soy yo ya.
Porque la luna na.
Porque el sí ya no es no.
Porque el no se ha hecho sí.
Porque la vida vi.
Porque el si sube a do.
Porque el do salta a la.
Porque la vida da.
Porque me quieres tú.
Porque te quiero yo,
la sol fa mi re do.
García Lorca
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
Yolanda Castaño
Canta ledicia abranguimos entón,
cando a tarde era
inaprazablemente nosa, e o amor era coma un xogo…
e nós eramos os nenos que somos para
trenzarnos en gargalladas de pracer,
e o leito era unha randeeira
para rir e soñar coma nenos cativos.
E o amor era un xogo divertido e precioso.
(…)
Lope de Vega
No sabe qué es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello,
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma enrama.
Tu boca como lirio, que derrama
licor al alba; de marfil tu cuello;
tu mano el torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.
¡Ay Dios!, ¿en qué pensé cuando, dejando
tanta belleza y las mortales viendo,
perdí lo que pudiera estar gozando?
Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré, que un hora amando
venza los años que pasé fingiendo.
Garcilaso de laVega
Escrito está en mi alma vuestro gesto, y cuanto yo escribir de vos deseo; vos sola lo escribiste, yo lo leo tan solo, que aun de vos me guardo de esto.
En esto estoy y estaré siempre puesto, que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida:por hábito del alma misma os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir y por vos muero.
Darío Xohán Cabana
Por amor nacín da terra
por amor son o que son.
Por amor canto o meu canto,
por amor.
Por amor sángranme os
pulsos
e ábreseme o corazón.
Por amor dóenme os ollos.
Por amor, só por amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su
llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por
otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo
amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé
aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré
yo?
Blas de Otero
Besas como si fueses a comerme.
Besas besos de mar, a dentelladas.
Las manos en mis sienes y abismadas
nuestras miradas. Yo, sin lucha,
inerme,
me declaro vencido, si vencerme
es ver en ti mis manos maniatadas.
Besas besos de Dios. A bocanadas
bebes mi vida. Sorbes. Sin dolerme,
tiras de mi raíz, subes mi muerte
a flor de labio. Y luego, mimadora,
la brizas y la rozas con tu beso.
Oh Dios, oh Dios, oh Dios, si para
verte
bastara un beso, un beso que se llora
después, porque, ¡oh, por qué!, no
basta eso"
Eduardo Blanco Amor
Se o certo é o teu amor
é cobiza a sospeita
perdóame.
Si son eu o que fuxe
eres ti que te quedas
perdóame.
Se é engado teu querer
e o certo é a miña dúbida
engádeme.
Si para a túa ledicia
precisas miña anguria
engádeme.
José Angel Valente
Estabas a mi lado
y más próxima a mí que mis
sentidos.
Hablabas desde dentro del amor,
armada de su luz.
Nunca palabras
de amor más puras respirara.
Estaba tu cabeza suavemente
inclinada hacia mí.
Tu largo pelo
y tu alegre cintura.
Hablabas desde el centro del amor,
armada de su luz,
en una tarde gris de cualquier día.
Memoria de tu voz y de tu cuerpo
mi juventud y mis palabras sean
y esta imagen de ti me sobreviva.
Antonio Gala
Tu amor, ayer tan firme, es tan ajeno,
tan ajenas tu boca y tu cintura,
que me parece poca la amargura
de que hoy mi alrededor contemplo
lleno.
El mal que hiciste lo tomé por bueno;
por agasajo tu desgarradura:
ni yo abro el pecho a herida que no
dura
ni con vinos de olvido me sereno.
Mi corazón te tiene tan presente
que a veces, porque vive, desconfío
que sienta el desamor como lo siente.
Yo he ganado en el lance del desvío:
de nuestra triste historia únicamente
el arma es tuya; todo el dolor, mío.
De….
Para….
De….
Para….