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Presidencia del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de Leòn

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Instituto Politcnico Nacional.Centro de Estudios Cientficos y TecnolgicosCuauhtmoc

Presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de Len(1994-2000)

Neoliberalismo, Globalizacin, y su influencia en Mxico Integrantes del Equipo:Montiel Leal Germn ArturoLpez Avalos Josu DavidMartnez Hernndez Manuel ArmandoVsquez Hilario Jos AlfredoChimalhua Reyes JessProfesora: Mara de los ngeles Gurrola BrionesAsignatura: HistoriaGrupo: 2IM5Turno: Matutino

Ernesto Zedillo Ponce de Len(1994-200)La Globalizacin en Mxico.Encontramos que La globalizacin es un proceso econmico, tecnolgico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicacin e interdependencia entre los distintos pases del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a travs de una serie de transformaciones sociales, econmicas y polticas que les dan un carcter global. Mas adelante hablaremos de la globalizacin en Mxico. La globalizacin es a menudo identificada como un proceso dinmico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrtico o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolucin informtica, plegando a un nivel considerable de liberalizacin y democratizacin en su cultura poltica, en su ordenamiento jurdico y econmico nacional, y en sus relaciones internacionales.En el caso de Mxico, se observa que en los ltimos aos la desigualdad tambin ha aumentado, sobre todo desde la mitad de los aos 80, cuando el gobierno inici la aplicacin de un programa de reformas neoliberales. En realidad, el empeoramiento de la distribucin del ingreso fue la norma general en los pases latinoamericanos en los aos 80, dcada en la que la crisis de la deuda con Estados Unidos hizo que toda la carga de la globalizacin recayera en el pas. En escala global, en las ltimas dcadas, hemos observado una gran difusin del capitalismo en el proceso de globalizacin, y tambin hemos presenciado el ensanchamiento de la brecha del ingreso entre las economas en vas de desarrollo y desarrolladas, como Estados Unidos y Mxico.La mayor desigualdad del ingreso no es el nico fracaso social generado por el xito de la globalizacin en general y por el TLCAN en particular. Es decir, la destruccin del medio ambiente se ve sin duda exacerbada con el xito de la globalizacin. Ya que la mayor movilidad del capital hace que sea ms difcil la organizacin de los ciudadanos de cualquier unidad poltica, para presionar a sus gobiernos para que impongan por ejemplo regulaciones a las industrias contaminantes. Tal vez la contradiccin social ms daina de la globalizacin, sea su impacto sobre la democracia. En este sentido, el TLCAN ilustra este proceso general porque venera al mercado como el principio organizador de la actividad econmica en Amrica del Norte. Y lo hace as, ya sea mediante una declaracin directa de principios, o de prohibir que el gobierno desarrolle nuevas actividades productivas en el sector pblico, al limitar efectivamente el poder del gobierno para regular empresas privadas. En esta forma, dicho tratado es un acuerdo explcito que empuja las fronteras de la produccin capitalista desencadenada, lo cual se manifiesta disminuyendo el poder de la gente para ejercer control poltico sobre su vida econmica. Lo anterior lo podemos corroborar con la crisis financiera mexicana que surgi a finales del primer ao del TLCAN, derivndose de sta problemas asociados con la forma neoliberal de la globalizacin. Esto es que al suscribir este tratado y alcanzar una integracin neoliberal ms general a la economa mundial, se reflej en que el gobierno mexicano cayera en una mayor dependencia del pas respecto al capital externo; en esta medida el gobierno perdi su capacidad de regular los mercados financieros del pas o de aislarlos de las vicisitudes de la especulacin en la economa mundial. El resultado de lo anterior se torn en un ciclo financiero inestable y extremo que condujo a la crisis. Pero a largo plazo, no es probable que esta inestabilidad financiera pueda fomentar el crecimiento en el pas y, en cambio, en la medida en que la crisis tiene consecuencias internacionales, sus implicaciones de crecimiento negativo probablemente tambin sean internacionales. En la actualidad, Estados Unidos tras haber pasado por su perodo de desarrollo inicial durante el cual el control estatal del comercio exterior fue muy amplio se cree que por lo anteriormente descrito podra obtener ganancias de crecimiento sustanciales con un rgimen de libre comercio. Pero no hay dudas de que muchas grandes empresas y corporaciones estadounidenses seguirn captando importantes beneficios con la imposicin del TLCAN y otros acuerdos paralelos al obtener el acceso a mercados y recursos al verse menos constreidas por la regulacin local, que sin duda se estn presentando en el actual proceso de globalizacin.El Neoliberalismo en Mxico.Tenemos que el trmino neoliberalismo es un neologismo que hace referencia a una poltica econmica con nfasis tecnocrtico y macroeconmico que pretende reducir al mnimo la intervencin estatal en materia econmica y social, defendiendo el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento econmico de un pas, salvo ante la presencia de los denominados fallos del mercado.[1]Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologas y teoras econmicas que promueven el fortalecimiento de la economa nacional (macroeconoma) y su entrada en el proceso globalizador a travs de incentivos empresariales que, segn sus crticos, es susceptible de conducirse en beneficio de intereses polticos ms que a la economa de mercado propiamente dichaNeoliberalismo econmico junto con el pacto neoconservador, son los modelos econmicos de las ultima dcada. En Mxico son claros los hechos del neoliberalismo.Con la introduccin del neoliberalismo como modelo econmico de Mxico, el estado perdi industrias importantes, una de ellas es Telmex, esta industria a pesar de estar manejada por el gobierno es sostenida por particulares, el transporte publico en la actualidad es llevado por particulares, tambin, el estado pierde fuerza da a da con respecto a los aspectos econmicos del pas.El estado mexicano no es principio ni por naturaleza un mal administrador; no es tampoco un mal empresario; lo que se cuestiona es si debe serlo convirtindose en un actor de la economa, en lugar de rector de la misma. Es fcil privatizar y desincorporar desde las aulas, medios de comunicacin, organismos internacionales o extranjeros, pero muy difcil hacerlo desde la ptica del gobierno, por que lo que para otros pases o economas puede llegar a convertirse en un lastre, o sea la intervencin directa del estado, para caso nuestro y nivel de desarrollo y consolidacin del sector privado, parece ser que la intervencin estatal es mas justificada y necesaria. Por lo tanto la privatizacin y la desincorporacin, al igual que otros rasgos del neoliberalismo, no debe verse cono la panacea, sino como una medida estratgica dentro de un enfoque de modernidad, a fin de dejar el espacio necesario para que la funcin publica logre un grado razonable de eficiencia.

Poltica Exterior, Poltica Interna, y Economa*Debido a que, en este sexenio estos temas tiene mucha relacin, decidimos incluirlos juntos.Zedillo se present durante su gestin como un Gran Estadista, como el gran hombre, como un patriota que todo lo hizo por dar la alternancia poltica y sembrar las bases de la democracia y el pluralismo. Ernesto Zedillo Ponce de Len quiso demostrar que en el pas exista realmente la divisin de poderes, trat de demostrar que la existencia de la libertad de expresin e igualdad de oportunidades era una realidad. Y que la miseria fue combatida de modo frontal. Llego a mencionar al finalizar su gestin gubernamental que la divisin de poderes fue una realidad. Tambin manifest que l se marchaba con la satisfaccin del deber cumplido, de haber modificado el rostro de la nacin.Pero sabemos que esto no fue cierto, su gabinete trat de simular, casi por completo, el cavar la tumba para darle cristiana sepultura al viejo sistema que en alguna ocasin brill como ejemplo de La Dictadura Perfecta. Donde la terquedad presidencial de someter a la Suprema Corte de Justicia y a los rganos Legislativos defini por mucho tiempo la institucionalizacin del presidencialismo sin lmites. Pero este ejercicio de apertura de las estructuras poltico-gobernativas no fue cedido y propiciado por el PRI y Ernesto Zedillo. Si no que est fue arrancado de sus manos por acontecimientos sangrientos que marcaron huella en la historia de nuestro pas. Donde organizaciones sociales como ONGs, grupos y asociaciones civiles, grupos de presin formal e informal, partidos polticos de oposicin refrendaron su cuota de sangre, dejando en la transicin a la democracia a muchos militantes y lderes de esas organizaciones, como si de una guerra se tratara.Esta democracia que an hoy sigue sin cuajar, no es producto de la buena voluntad de rgimen Zedillista ni de la voluntad del PRI, sino que tuvo costos muy altos. Y es falaz decir o atribuirle a Zedillo que con l se inicio el periodo de docratizacin.

Superada la tormenta monetaria, y con inusitado vigor, pues 1996 iba a registrar una tasa de crecimiento del 5,1% con una inflacin disminuida al 28%, Zedillo, comedido y disciplinado, se concentr en una empresa no menos formidable: el cumplimiento de sus promesas de democratizacin del Estado y la sociedad sin poner en peligro la unidad del propio PRI, que se resista a librarse de obsolescencias y a permitir que otros partidos y organizaciones sociales ocuparan espacios de participacin en la esfera pblica, celosamente salvaguardados con pretensin patrimonial.

Al llegar a la Presidencia, Zedillo se haba comprometido a proseguir con las reformas electorales, y por tanto centr sus esfuerzos en asegurar la transparencia de los comicios y la completa imparcialidad del IFE. La primera concrecin de este objetivo fue el pacto Compromisos para el Acuerdo Poltico Nacional, suscrito el 17 de enero de 1995 por el PRI, el PAN y el PRD ms el Partido del Trabajo (PT), esto es, los cuatro partidos representados en el Congreso, con el fin de promover el dilogo poltico para conducir una reforma electoral definitiva y solucionar el problema sempiterno de los conflictos poselectorales.

Esta modernizacin decisiva de las reglas de participacin en democracia qued consagrada, en una manifestacin de consenso partidista que no tena precedentes, el 31 de julio y el 1 de agosto de 1996 con la aprobacin unnime por las dos cmaras del Congreso de la reforma de 19 artculos de la Constitucin. El PRI asumi la reforma en su XVII Asamblea Nacional, celebrada del 20 al 22 de septiembre del mismo ao, ocasin en la que el partido ratific de paso su compromiso social y revolucionario, plantendose la necesidad de un cambio "en el asfixiante modelo econmico neoliberal", el mismo que, paradjicamente, vena aplicando Zedillo por pregonados motivos coyunturales pero que en realidad era una fiel prolongacin de la lnea trazada por Salinas y antes que l ya esbozada por de la Madrid. Con todo, la doctrina de "liberalismo social" acuada por el ahora demonizado y autoexiliado Salinas al que Zedillo se neg a defender cuando estall el escndalo de la detencin y encarcelamiento de su hermano, Ral Salinas, acusado de estar involucrado en el asesinato de Ruiz Massieu-, fue removida de la declaracin ideolgica del partido.

La crisis interna de la formacin nacida en 1929 con el nombre de Partido Nacional Revolucionario, iniciada con las convulsiones del perodo salinista (debate ideolgico en torno al modelo econmico liberal, resistencias de los sectores tradicionalistas, alzamiento indgena en Chiapas desde el 1 de enero de 1994, magnicidios de Colosio y Ruiz Massieu) y prolongada desde que Zedillo dejara claro que no estaba dispuesto a gobernar bajo presiones, se vio agravada con motivo de las elecciones legislativas federales y estatales del 6 de julio de 1997, las primeras celebradas bajo la nueva normativa. En aquella ocasin, por primera vez en su historia, el PRI perdi la mayora absoluta en la Cmara de Diputados con el 38,8% de los votos y 239 escaos, 59 menos que en la legislatura anterior, as como los gobiernos de Quertaro y Nuevo Len, que pasaron a manos del PAN y que se sumaron a los que la agrupacin derechista ya posea en Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Baja California.

El oficialismo se asegur, con 76 escaos, la mayora absoluta en el Senado, pero perdi la mayora de dos tercios necesaria para aprobar modificaciones constitucionales sin apoyos externos. El gran vencedor de la jornada fue el PRD, cuyo lder, Crdenas, arras con el 47,6% de los votos en las primeras elecciones a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, centro de poder muy importante por el peso demogrfico, poltico y econmico de la capital. Zedillo, confrontado a esta inslita cohabitacin en la Ciudad de Mxico, se apresur a felicitar a Crdenas y aadi que en lo sucesivo "ya nadie podr tachar al PRI de ser un partido de Estado". Ciertamente, los comicios de 1997 permitieron apreciar la articulacin de un nuevo sistema en el que la competitividad partidista era real y lo que antao era inimaginable, la alternancia en el poder federal, un supuesto posible.Pragmatismo en poltica exteriorLas dinmicas de integracin econmica guiaron, como en la mayora de los pases latinoamericanos, el hacer exterior de Zedillo, que se caracteriz por un equilibrio entre el pragmatismo liberal y la continuacin de la lnea diplomtica nacional que durante dcadas haban practicado las administraciones priistas, la cual se cea a principios como el respeto de la soberana nacional de los estados y la reserva de independencia para tender puentes de cooperacin con cualquiera de ellos, si bien esta ltima caracterstica haba tenido ms relevancia en el pasado, cuando el sistema internacional se ajustaba al rgido esquema de los bloques ideolgicos en el eje Este-Oeste y cobraba plena significacin la va tercerista impulsada por los pases no alineados.

As, por un lado, Zedillo alent el buen entendimiento con Estados Unidos, pas socio dentro del Tratado de Libre Comercio de Amrica del Norte (TLCAN) y que concentraba l solo las tres cuartas partes de todas las transacciones comerciales de Mxico. En 1998 el 76% de las exportaciones y el 70% de las importaciones mexicanas tuvieron a Estados Unidos como destino y origen; su valor sum los 187.000 millones de dlares, cifra que supona un incremento del 120% con respecto a 1993, el ao previo a la entrada en vigor del TLCAN. La tendencia sigui creciendo con rapidez hasta el final del sexenio zedillista, sobre todo en las exportaciones, consolidando a Mxico, colocado ya por delante de Japn y China, como el segundo socio comercial de Estados Unidos despus de Canad. Los bajos costes salariales de Mxico propiciaban fuertes inversiones empresariales de los socios del norte, fundamentalmente en el sector de las maquiladoras o empresas de ensamblaje de productos destinados a la exportacin, pero los crticos de la integracin comercial apuntaron los riesgos que entraara para la economa nacional una recesin en Estados Unidos.

Zedillo realiz en el vecino norteo su primer desplazamiento al exterior como presidente titular, el 10 de diciembre de 1994, con motivo de la I Cumbre de Las Amricas que tena lugar en Miami, y su homlogo estadounidense, Bill Clinton, devolvi la visita el 7 de mayo de 1997. En este encuentro los mandatarios firmaron un pacto de cooperacin para la lucha contra el narcotrfico, compromiso sin precedentes que apacigu slo parcialmente las desconfianzas suscitadas en el Congreso de Estados Unidos sobre la capacidad del Estado mexicano para combatir esta industria delictiva, pese a las espectaculares detenciones de capos y su extradicin a la justicia estadounidense.

Estas exigencias persistentes, ms el endurecimiento de la legislacin sobre el control de la inmigracin, dieron pie a recriminaciones mutuas y a algunos desencuentros diplomticos. Zedillo, los ministros del Gobierno y los congresistas del PRI tampoco dejaron de criticar el endurecimiento de las sanciones y de reclamar el levantamiento del bloqueo a Cuba, aunque el presidente someti a revisin la tradicional poltica mexicana de "entendimiento" con la isla caribea, que anteriormente haba supuesto un alivio para el rgimen comunista de Fidel Castro mientras era acosado por Estados Unidos y boicoteado por casi todos los pases de Amrica Latina.

As, Zedillo reaccion con desagrado ante determinados comentarios irnicos del presidente cubano sobre el acercamiento de Mxico al Norte rico, a costa, supuestamente, de aflojar los lazos tradicionales con los pases menos desarrollados al sur de sus fronteras y culturalmente hermanos. En los ltimos aos del sexenio, el Gobierno mexicano inst a su homlogo cubano a introducir mayores cotas de democracia y de libertad en la isla. Zedillo lleg a tildar implcitamente al sistema castrista de dictadura, reconvencin poltica sin precedentes que dej atnitos a los dirigentes de La Habana. A diferencia de sus cuatro predecesores en el cargo desde 1975, Zedillo no viaj a Cuba fuera de un evento multilateral como fue la IX Cumbre Iberoamericana, en noviembre de 1999, donde no se priv de exhortar crticamente a los anfitriones.

Para compensar la creciente dependencia econmica de Estados Unidos, el Gobierno de Zedillo prosigui con el hilvanado de una red de tratados de libre comercio (TLC) bilaterales. El Acuerdo de Complementacin Econmica suscrito con Chile en septiembre de 1991 dio paso el 17 de abril de 1998 a un TLC que entr en vigor el 1 de agosto de 1999; el 1 de enero de 1995 entraron en vigor los TLC adoptados con Costa Rica el 5 de abril de 1994 y con Bolivia el 10 de septiembre siguiente, y el 1 de julio de 1998 le toc el turno al establecido con Nicaragua; mientras tanto, continuaron las negociaciones con Panam, Per, Ecuador y, ya en el plano multilateral, con Honduras, Guatemala y El Salvador. Con estos tres pases, que forman el denominado Tringulo Norte Centroamericano, Mxico adopt el consiguiente TLC el 29 de junio de 2000, que para el pas norteamericano no iba a entrar en vigor hasta el 14 de marzo de 2001.

Estos tratados bilaterales, que se sumaron al alcanzado en el seno del G-3 (con Colombia y Venezuela) en septiembre de 1990 y cuya aplicacin comenz el 1 de enero de 1995, subrayaron la diversificacin de los tratos comerciales mexicanos, si bien su importancia real era relativa (menos, tal vez, los firmados con Chile y el G-3), dado que el volumen del comercio del pas con el conjunto de Amrica Latina era mnimo, no superando el 5% del total de sus intercambios. Adems, sus ventajas arancelarias iban a ser subsumidas en procesos multilaterales de mayor alcance, cuando entraran en servicio el rea de libre comercio entre el G-3 con Centroamrica, en 2003, y el rea de Libre Comercio de Las Amricas (ALCA), que afectaba a todo el continente y cuya fecha de arranque era 2005.

En una lnea de verdadero dilogo poltico se inscribi el acuerdo de libre comercio con la Unin Europea (UE), firmado por Zedillo en Lisboa el 23 de marzo de 2000. Aprobado el 24 de noviembre de 1999 y tratndose de hecho del captulo comercial del ms ambicioso Acuerdo de Asociacin Econmica, Concertacin Poltica y Cooperacin -firmado el 8 de diciembre de 1997 y en vigor el 1 de octubre de 2000-, el documento de Lisboa pronosticaba siete aos de trabajos hasta completar el desarme arancelario. ste comenzaba el 1 de julio de 2000 y deba culminar en 2003 por lo que respectaba a la UE y en 2007 en el caso de Mxico.

Ahora bien, a nadie escapaba el dato de que el comercio de la UE con el pas azteca haba crecido desde 1993 a menos de la mitad de la velocidad con que lo haba hecho el comercio con el TLCAN. Adems, se trataba de volmenes muy reducidos: en 1998 el comercio de Mxico con todos los pases de la UE supona el 4% de las exportaciones y el 8% de las importaciones, lo que no representaba ms que el doble del comercio realizado slo con Canad. La voluntad de Mxico de acercarse al viejo continente durante los aos de Zedillo, incluyendo la cooperacin en temas tan extraeconmicos como los Derechos Humanos y la democracia, qued suficientemente expresada en la entrada en el Consejo de Europa como observador permanente, el 1 de diciembre de 1999, compartiendo este estatus de excepcin con Estados Unidos, Canad y Japn.

Zedillo fue tambin el inspirador de la cumbre internacional especial contra la droga que del 8 al 10 de junio de 1998 reuni a una treintena de jefes de Estado y de Gobierno en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, y particip en las cumbres anuales de la Cooperacin Econmica de Asia-Pacifico (APEC), la Comunidad Iberoamericana y el Grupo de Ro, cuya decimotercera edicin presidi en Mxico DF el 28 y 29 de mayo de 1999.Sinceramente, creemos que Ernesto Zedillo Ponce de Len, en lugar de reparar los errores que cometi Salinas de Gortari, solo los empeoro.La crisis del modelo econmico neoliberalInesperadamente, cuando toda la atencin poltica del pas se encontraba centrada en la agudizacin del conflicto chiapaneco: El da 21 de diciembre la prensa nacional public la noticia de que los integrantes del Pacto para el Bienestar, la Estabilidad y el Crecimiento haban acordado ampliar en un 15% la banda de flotacin del peso. En dicho informe se explica que "...los llamados a la violencia que ha hecho el EZLN han creado un clima de incertidumbre que obstaculiza el desenvolvimiento econmico de Mxico." La finalidad de la medida, explicara despus Jaime Serra Puche en su carcter de Secretario de Hacienda.,...es aseguramos que los hechos recientes en el estado de Chiapas no afecten el buen funcionamiento que hemos venido observando en la economa. El problema financiero del pas tena como nica causa la posibilidad de que resurgiera el conflicto armado en esta entidad, y, en consecuencia, el culpable era el EZLN que haba rechazado el ofrecimiento de solucin del Primer Mandatario. La credibilidad del discurso oficial se puso de inmediato en cuestin: por la simplista explicacin del desastre financiero que se avecinaba, porque se supo que el documento dado a conocer supuestamente por los miembros del pacto no llevaba las firmas de las partes, y porque desde este primer da, ante lo evidente, se trat de minimizar el hecho, ni los funcionarios pblicos ni los miembros del partido oficial se atrevieron a sealar como devaluacin el fenmeno ocurrido.Al da siguiente qued claro que la crisis financiera estaba fuera de control. Ya no fueron los encapuchados chiapanecos los causantes de la inseguridad cambiaria. El Banco de Mxico y la Secretara de Hacienda hablaron ahora s de devaluacin y la atribuyeron a los desequilibrios de la balanza de pagos. Los integrantes del pacto volvieron a reunirse, reconocieron la inutilidad de la ampliacin de la banda de flotacin para detener el proceso especulativo en los mercados financieros, y decidieron que la oferta y la demanda de divisas determinara libremente el tipo de cambio. El peso entr en libre flotacin y la economa mexicana comenz a dislocarse.La situacin econmica del pas era ya alarmante y sus efectos polticos no tardaron en hacerse sentir. El da 29 de diciembre, en un mensaje a la nacin, el presidente Zedillo reconoci la gravedad de la crisis y tom como primera medida para enfrentara la creacin de un Programa de Emergencia Econmica con tres objetivos fundamentales: "reducir el dficit en la cuenta corriente a un nivel sanamente financiable, crear las condiciones para una pronta y sana recuperacin de la actividad econmica y del empleo, y hacer que el efecto inflacionario de la devaluacin sea lo ms reducido y breve posible para evitar que la economa caiga en una espiral inflacionario A partir de este momento, el problema prioritario fue buscarle una solucin inmediata a la crisis financiera. Igual que en 1976, 1982, 1986 y 1987, el recurso para salir del atolladero fue el gobierno de los Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional. El riesgo, por dems conocido despus de casi 20 aos de "apoyo", lo constitua el hecho de tener que aceptar la continuacin de un modelo econmico que, despus de tanto tiempo de aplicacin, haba mostrado su incapacidad para lograr el cambio estructural de la economa nacional: incentivar los procesos reprivatizadores, reducir el dficit, el gasto y el empleo en el sector pblico, apoyar la liberacin de precios y reforzar el control de los salarios. Pero como, de acuerdo a la experiencia, de tales medidas no ha resultado un mejoramiento del aparato productivo nacional, todo hace suponer que el saldo comercial de la balanza de pagos continuar siendo deficitario y, seguramente, se pensar que con la inversin improductiva de capital extranjero podrn cubrirse las saldos negativos de esta cuenta nacional. En este marco de exigencias y necesidades, el da 3 de enero de 1995, los sectores integrantes del Pacto firmaron ante el Ejecutivo Federal un Acuerdo de Unidad para Superar la Emergencia Econmica Igual que en 1983, la austeridad y el realismo de la economa volvieron a ser el componente principal del discurso oficial. La esperanza de recuperacin se haba esfumado. Se aplaz, de nueva cuenta, la promesa presidencial de empleo, salario y recuperacin de las condiciones de vida de la poblacin. Para fines de este primer mes del ao, se hicieron un poco ms explcitas las condiciones de la banca y del gobierno de los EUA para otorgar los crditos que se requeran para evitar la quiebra financiera del pas. De acuerdo a la opinin del secretario del Tesoro de los EUA, Robert Rubn, adems de que el emprstito de 20 mil millones de dlares concedido por EUA sera garantizado con las facturas de la venta de petrleo mexicano, las exigencias impuestas por el FMI y por esta secretara seran, en lo esencial, las siguientes: Control sobre el crecimiento del crdito interno, sobre el circulante monetario, sobre el dficit fiscal y sobre la contratacin de prstamos forneos, as como por la implantacin de las medidas requeridas para fortalecer la independencia del Banco de Mxico. Y en un terreno ms poltico se insinu, ahora en voz del secretario de Estado norteamericano Warren Christopher, que la asistencia econmica a Mxico incrementara la cooperacin en otros renglones de las relaciones bilaterales como inmigracin y narcticos. Pero esto slo era una parte del problema, la otra, ms obscura, tena que ver con la forma particular como iban a aplicarse estos recursos. Segn informes de la Secretara de Hacienda, de los principales crditos adquiridos por el gobierno federal vencern en este ao 26 mil millones de dlares en Tesobonos y 18 mil en Certificados de Depsito, cuentas pendientes que, ante la falta de divisas, resultaban impagables. Era por dems claro el destino de los prstamos, y ante el hecho, coincidimos con la contundente afirmacin de un reconocido intelectual norteamericano: "El rescate financiero aprobado para Mxico est diseado para proteger a los ricos de la disciplina del mercado.En efecto, ante la descontrolada huida de capital a lo largo de 1994, con particular nfasis en los tres ltimos meses del ao, el dficit de la cuenta corriente se increment, a tal punto, que las deudas a corto plazo contradas por el gobierno federal a travs de tesobonos y cetes resultaron impagables. Otra vez volvieron a expresarse los efectos perversos del modelo econmico escogido para que Mxico transitara a la modernidad. El capital especulativo que cubra el permanente dficit de la cuenta corriente, fue, como todo capital con esta orientacin, una inversin de fabulosas ganancias pero de enormes riesgos para la economa del pas. Su evidente divorcio del aparato productivo hizo que huyera al momento en que se desmejor el clima poltico nacional. Ms an, no sera descartable la hiptesis de que buena parte de este capital fugado, de origen nacional, haya tenido la intencin poltica de presionar al nuevo gobierno desestabilizando econmicamente al pas. Despus de todo, las contradicciones al interior del centro del poder seguan latentes. A pesar de lo inesperado del fenmeno devaluatorio, no debi ser del todo sorpresivo. La realidad econmica haba dado varias seales de alarma ignoradas por funcionarios y polticos. A fines de 1993, ante la incertidumbre por el rechazo o la aceptacin del TLC por parte del Congreso de los EUA, los especialistas hablaron de la posibilidad de un derrumbe econmico parecido al de 1982. Sin embargo, se deca, la economa podra resistirlo, no en balde se contaba con una reserva de divisas de ms de 20 mil millones de dlares, y un fondo de contingencia, creado con el importe de la venta de paraestatales, que sobrepasaba los 30 mil millones de dlares. Ya nunca supimos como fue -nunca se inform- de que manera se agotaron estas reservas, aunque no resulta difcil suponerlo: el proceso de fuga de capitales se inici el da 1 de enero de 1994 y fue aumentando su caudal conforme se enrareca el ambiente poltico nacional. El dficit comercial dej de ser cubierto por el capital especulativo y comenz a ser salvado por las reservas federales. En suma, todo indicaba que el macro prstamo en nada iba a beneficiar a la economa nacional. Su objetivo era otro: proteger el capital invertido en el mgico mundo de la bolsa, aunque para ello se hipotecara el pas y, como siempre, sern los trabajadores quienes terminen pagando la aventura especuladora de los dueos de las grandes fortunas improductivas. Por lo dems, el aparato productivo en Mxico, a excepcin hecha de los grandes consorcios por lo general representantes de la empresa transnacional, continua esperando la prometida transformacin de fondo que le permita ser competitivo en los mercados globales. El tan mentado cambio estructural, eje del trnsito a la modernidad y objetivo prioritario de los dos ltimos gobiernos, sigue siendo una promesa.SociedadEZLNEl 1 de enero de 1994, el Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional puso en cuestin el orden poltico construido en los dos ltimos sexenios: el liberalismo social. La realidad poltica nacional haba engendrado una coyuntura que posibilit un cambio substancial en los tres principales pilares que sostienen el sistema de dominacin en Mxico: presidencialismo, esquemas corporativos de control social y partido de Estado.La posibilidad tena un plazo: el 21 de agosto de 1994, da de la eleccin presidencial. Las fuerzas polticas de oposicin, con el EZLN a la cabeza, pensaron que los comicios de agosto marcaran el inicio de un real trnsito a la democracia, impulsado por un gobierno de transicin electo por la voluntad ciudadana a travs del voto, que terminara por desmontar los viejos estilos de ejercer el poder en Mxico.por ms que se quisiera, el orden impuesto a travs del nombrado liberalismo social, ya no poda ser el mismo. La realidad poltica le iba a exigir al nuevo gobierno cambios importantes al orden construido por las dos anteriores administraciones, empeadas, desde 1983, en facilitar el trnsito del pas a la modernidad. Tres grandes acontecimientos as habran de mostrarlo:El mantenimiento de la insurgencia armada en Chiapas, ahora complicada con una fuerte resistencia civil a los resultados de los procesos electorales locales y con un cada vez ms polarizado enfrentamiento entre poseedores y no poseedores de tierra en la regin. La profundizacin de la crisis en el centro del poder, expresada el mes de noviembre en el asesinato del lder priista Jos Francisco Ruiz Massieu. El agotamiento de una poltica econmica que mostr con la devaluacin del mes de diciembre su incapacidad para llevar a buen trmino el cambio estructural que requera el pas en su aventura globalizadora. El conflicto chiapaneco en la encrucijadaEl 9 de febrero, de manera por dems inesperada, el presidente Zedillo decidi girar rdenes de aprehensin contra los recin desenmascarados lderes del EZLN, con el subcomandante Marcos a la cabeza: Dichas rdenes tenan que ser cumplidas en la Selva Lacandona, dentro del territorio considerado zapatista, por agentes de la PGR que apoyaran el cumplimiento de sus instrucciones en la fuerza de los contingentes armados del Ejrcito Mexicano destacados en la regin. Los motivos de tan sorpresivo decisin tuvieron que ver -segn el mensaje del Primer Mandatario a la nacin- con el descubrimiento por parte de la PGR de dos arsenales, uno en el DF y otro en Yanga, Ver., con armas destinadas al Ejrcito Zapatista. La interpretacin oficial del hecho, apoyada en las presuntas declaraciones de los detenidos, fue la siguiente: mientras el gobierno de la Repblica realiza sus mejores esfuerzos para lograr una paz negociada -expres el presidente Zedillo- el EZLN se prepara para extender el conflicto ms all de las fronteras de Chiapas.La declaracin presidencial sacudi polticamente al pas. El problema econmico engendrado por la devaluacin del peso en diciembre, los conflictos poselectorales en Tabasco y Chiapas, la discusin sobre el dilogo nacional para impulsar la reforma del poder y las expectativas causadas por los avances en la investigacin del caso Colosio, pasaron a un segundo plano de importancia. Las consecuencias del hecho se perciban como graves. Veamos.Dejando de lado los formulismos jurdicos y atendiendo al razonamiento poltico, el mensaje a la nacin del presidente Zedillo el da 9 de febrero slo pudo ser interpretado como una declaracin de guerra al EZLN. En cierta medida, y de no ser por los acontecimientos ocurridos despus de la devaluacin del peso, tal decisin pareca congruente con su concepcin del conflicto. No olvidemos que Ernesto Zedillo, desde sus tiempos de candidato a la presidencia de la Repblica, siempre pens que la solucin al problema de Chiapas era social y reducida a ese espacio geogrfico. Hasta donde recordamos, nunca hizo mencin a los reclamos polticos que articulan las demandas sociales del EZLN. Ms an, ya como presidente electo, ignor el hecho de que cualquier posibilidad de paz en la regin tena que ir de la mano con la transformacin radical del ejercicio de la dominacin en la entidad, con la supresin de arcaicas formas de poder caciquil que impiden cualquier trnsito posible a la democracia. Resultaba evidente que, ms que llamados abstractos a la negociacin, se requera de una autntica voluntad de paz que necesariamente tendra que pasar, en ese momento, por la renuncia de Eduardo Robledo Rincn al cargo de gobernador del estado de Chiapas.No fue as, como ya sabemos, el presidente Zedillo, haciendo caso omiso del acelerado proceso de resistencia civil que se viva en la regin, decidi sostener al candidato priista a la gubernatura de la entidad. Y no slo eso, llev su apoyo al extremo de ser testigo de honor en su toma de posesin, acto que, vale la pena recordarlo, fue realizado en medio de las bayonetas. El Primer Mandatario le haba apostado a la guerra para solucionar el conflicto guerrillero en la entidad. Las consecuencias polticas fueron inmediatas, a partir de este momento el estado de Chiapas se parti polticamente en dos: dos territorios, dos gobernadores, dos ejrcitos y una sociedad al borde de la guerra Civil. En esta peligrosa situacin de incertidumbre se encontraba el pas, cuando un no deseado acontecimiento vino a crear condiciones polticas nuevas que volvan a abrir posibilidades de solucin al conflicto en Chiapas. A partir del anuncio devaluatorio del peso mexicano, la mano dura del poder se suaviz. Y no era para menos, ante la presin poltica que levant la inconformidad de todos los sectores sociales afectados por la crisis financiera, ante la enorme prdida de credibilidad del gobierno de la Repblica, y ante la urgencia por buscar soluciones en el extranjero que aliviaran la falta de liquidez de la economa nacional para enfrentar sus compromisos, el Ejecutivo Federal prefiri distender los diferentes frentes polticos que anunciaban posibles desbordes sociales. Frente a la inesperada e inquietante presencia de una crisis econmica que amenaz desde el inicio con salirse de control, el Ejecutivo decidi no polarizar los conflictos sociales. As, contrariando sus primeras acciones, fue reconfortante observar como la administracin zedillista tomaba medidas realmente encaminadas a solucionar el conflicto chiapaneco, acciones que entonces parecan buscar la paz. Primero fue el anuncio del EZLN de que aceptaba dialogar con el gobierno. Ese mismo da el Ejrcito Mexicano recibi la orden de retirar tropas de dos municipios en el territorio zapatista. Y al da siguiente, despus de una audiencia con el Presidente, el titular de la Secretara de la Reforma Agraria declar: "Con el propsito de resolver a fondo el problema agrario en Chiapas sern fraccionadas las propiedades que excedan el lmite establecido por la ley y que esconden latifundios utilizando fraudulentamente las formalidades legales", y de las informaciones que proporcion result que a partir de ese da se iniciara el reparto de 31 mil 139 hectreas a campesinos chiapanecos. Al da siguiente, en correspondencia a la accin del gobierno, el EZLN comunic el repliegue de sus fuerzas de los puestos de avanzada en 8 municipios, y reafirm adems su disposicin de crear las condiciones necesarias para una tregua estable que "facilite -declar el subcomandante Marcos- un dilogo serio y responsable." El 15 de enero se realiz la primera entrevista de los representantes del gobierno y del EZLN, de la cual surgira un acuerdo de cese de hostilidades por tiempo indeterminado. Y dos das despus, ante el presidente de la Repblica, las principales fuerzas partidarias del pas iban a firmar Los Compromisos para el Acuerdo Poltico Nacional, inicio de un dilogo orientado, segn expres el Primer Mandatario, a impulsar la reforma del poder.Acuerdo que supona, entre otras cosas, una solucin poltica al conflicto postelectoral en Chiapas.Por supuesto, hubiera sido inocente suponer que todo marchaba sobre ruedas y que la tan ansiada paz en la regin estaba a la vuelta de la esquina. No, no era as, y qu mejor ejemplo al respecto que el conflicto entre poseedores y desposedos de tierra, que, lejos de amenguar, arreciaba. O la resistencia de los poderes locales a aceptar una solucin poltica negociada al conflicto postelectoral en la entidad. Sin embargo, era difcil imaginar entonces que pocas semanas despus el presidente Zedillo iba a abandonar sus promesas de concertacin para incursionar por el camino de la guerra.Es cierto, desde la formalidad jurdica, la decisin adoptada por el Ejecutivo Federal responda a derecho. Pero no menos cierto fue el carcter selectivo con que el gobierno aplicaba la ley. De inmediato surgieron preguntas que, como siempre, quedaran sin respuesta: por qu no se actuaba con el mismo rigor contra todos aquellos que al menos en el ltimo ao haban violentado el Estado de Derecho en el pas? Por qu se permite la violencia organizada de ganaderos, finqueros y comerciantes chiapanecos a travs de guardias blancas?, y los transgresores electorales?, y los asesinos de Colosio y Ruiz Massieu?, Fue obvio. La decisin presidencial era poltica. Su carcter legal conforme a derecho slo una mscara de pretendida legitimidad. El Primer Mandatario de la nacin le haba declarado la guerra al EZLN y los riesgos eran muy grandes. No slo el del combate armado con su caudal de muertos y heridos, tambin el de una posible escalada de violencia en contra de organizaciones sociales opositoras o, en general, contra todos aquellos que actan y piensan diferente.Pero si la decisin implicaba riesgos, ms inquietud causaba no saber de los motivos que haban impulsado al Ejecutivo a tomarla. Era presumible que la determinacin presidencial tuviera que ver con los recientes prstamos que la banca internacional y el gobierno de los EUA otorgaron a Mxico. Aunque ms influy de seguro el hecho que, desde la ptica del poder, no era posible aceptar por ms tiempo que una porcin importante del territorio nacional viviera fuera del orden constituido, la imagen de debilidad que este tipo de situacin provoca podra tener altos costos polticos para un gobierno recin formado. Y si a lo anterior agregamos la presin que seguramente ejerci el sector empresarial sobre el Presidente de la Repblica, o quiz las preocupantes advertencias de los asesores militares, o la insistencia de la jerarqua eclesistica para resolver el conflicto y castigar a los culpables, incluyendo al obispo Samuel Ruiz, podramos suponer las razones de tal comportamiento. Esto sin olvidar que tambin desde su propio partido, el PRI, los apoyos a su gestin comenzaban a ser condicionados.Lo preocupante era que, de esta combinacin de factores, de cualquier manera se expresaba la figura de un Ejecutivo dbil, obligado, convencido a avalar una clara tendencia de derechizacin de la sociedad. Y ante esto, slo se poda contar con los destacamentos sociales que, desde la sociedad civil, luchaban por el trnsito democrtico del pas.Y esto fue lo que por fortuna sucedi: El fracaso de la accin punitiva del Ejrcito y de la PGR destinada a descabezar al movimiento zapatista, junto a importantes y frecuentes movilizaciones ciudadanas, y a decenas de desplegados de muy diversas organizaciones e individuos, a nivel nacional e internacional, obligaron al Ejecutivo, en unos cuantos das, a echar marcha atrs en su ofensiva militar disfrazada de accin judicial. La PGR orden detener la persecucin de los lderes zapatistas en contra de los cuales se haba librado una orden de aprehensin. El presidente Zedillo le encarg a la Comisin Plural legislativa que buscara nuevamente entablar contacto con el subcomandante Marcos, y llam al Congreso a un periodo extraordinario de sesiones para discutir y aprobar en su caso una nueva ley de amnista. Y, lo sorpresivo, el 14 de febrero el gobernador del estado de Chiapas, Eduardo Robledo Rincn, solicit licencia a su cargo.Logros en la educacin Alcanzamos la mayor proporcin en nuestra historia de recursos federales destinados a la educacin, tanto en relacin al gasto total, como al producto interno bruto. Esta es una buena base para plantearse metas ms ambiciosas. La matrcula escolarizada del sistema educativo nacional lleg a cerca de 30 millones de alumnos, casi 90 por ciento de ellos en instituciones pblicas. El nmero de escuelas lleg a 220 mil, una de cada siete ha sido construida en este sexenio. De la planta total de maestros, de un milln y medio, la sexta parte se incorpor durante esta Administracin. Han aumentado significativamente las proporciones de los nios y jvenes que acuden a la primaria, de los que la terminan, de los que ingresan a secundaria y la concluyen, y de los que avanzan hacia los niveles medio superior y superior. Se ha logrado multiplicar apreciablemente las oportunidades y opciones de educacin superior gracias a la creacin de 106 nuevas instituciones pblicas de ese nivel. En su conjunto, el subsidio a la educacin superior ha crecido 32 por ciento en trminos reales desde 1995. La matrcula de educacin superior es ya de ms de dos millones de alumnos. El total de los recursos destinados a ciencia y tecnologa aument durante este Gobierno, casi 45 por ciento real, si bien todava son muy insuficientes.Formacin DocenteEn este periodo se implementaron algunos programas dirigidos a impulsar la actividad docente, por ejemplo el Programa Nacional para la Actualizacin Permanente de los Maestros de Educacin Bsica en Servicio (PRONAP), que fue creado en 1995, y el Programa para la Transformacin y el Fortalecimiento Acadmico de las Escuelas Normales, creado en 1997, a fin de impulsar la modernizacin de la formacin inicial de los profesores de educacin bsica. Otro de los programas de apoyo al docente que tuvo un notable impulso fue el Programa Nacional de Carrera Magisterial, que estableci un sistema de estmulos econmicos independiente de los que se otorgan por antigedad o por cambio de funcin administrativa de promocin horizontal, en el que los docentes participaban en forma individual y voluntaria. El propsito del programa era fomentar la profesionalizacin y actualizacin de los maestros, as como el aprovechamiento escolar de sus alumnos.

ManifestacionesZedillo tambin prometi esforzarse por mantener el crecimiento econmico y combatir la inflacin ``que devora los salarios de los trabajadores''. Los numerosos manifestantes que recorrieron las calles plantearon distintas demandas, a veces contradictorias. Los sindicatos oficialistas, que en los ltimos aos evitaron muchos desfiles del Da del Trabajo, expresaron apoyo a Zedillo pero demandaron mejores condiciones. Los sindicatos independientes atacaron la poltica econmica liberal del gobierno. Los estudiantes en huelga de la Universidad Nacional Autnoma exigieron la eliminacin de los aranceles de estudio. Tuvieron lugar las masacres de Acteal en Chiapas y de Aguas Blancas en Guerrero. En ambos casos, la impunidad rein y los culpables, de quienes se sospecha fuertemente que eran funcionarios del gobierno, nunca fueron llevados a prisin.Con todo esto Tenemos que: El Jefe del Ejecutivo, Ernesto Zedillo, da ultimtum por huelga en la UNAM " El Gobierno de la Repblica quedara slo en espera del preciso mandato democrtico de la mayora universitaria para poner en accin otros medios legtimos del Estado, con el fin de restaurar el funcionamiento de la Universidad". Varios cientos de miles de obreros marcharon el 5 de Mayo de 1999 por las calles en celebracin del Da del Trabajo, y el presidente Ernesto Zedillo dijo que trataba de prevenir las crisis econmicas que a menudo ocurren al concluir el mandato presidencial.En el sexenio de Ernesto Zedillo no s logr abatir la delincuencia ni la impunidad, y el pas se tornaba cada vez ms convulsionado. Al inicio del sexenio zedillista, el PNUD colocaba a Mxico en el lugar nmero 53 con un ndice de Desarrollo Humano (IDH) de 0.842. La escala mide el bienestar completo y para todos con valor de uno. Seis aos despus, lo ubica en el lugar 55, con un valor de 0.784.De acuerdo con el Programa de Reforma del Sector Salud 1995-2000, durante el sexenio que concluye, la cobertura de la seguridad social debi ampliarse para eliminar la duplicacin en la operacin de los servicios e introducir incentivos en la calidad de la atencin. En los hechos, la poblacin sin acceso regular a servicios de salud se redujo de 10 millones en 1994 a 700 mil en el 2000, al incluir a este sector de manera gradual al Paquete Bsico de Servicios de Salud, de acuerdo con el reporte Mxico Salud 2000, de la Secretara de Salud. En tanto, el porcentaje de ocupacin en hospitales para poblacin abierta se increment de 56.7 por ciento en 1994 al 65 por ciento en el 2000, segn el mismo documento.Conclusiones y Comentarios.Al iniciar el gobierno de Ernesto Zedillo se enfrent a una crisis econmica inmediata, cuando los inversores extranjeros y nacionales perdieron la confianza en un peso sobrevalorado, provocando, en pocas semanas, la cada de su valor en ms de un 40% frente al dlar. Pero se elaboraron planes para nivelar un poco la economa mexicana pidiendo apoyo a otros pases.Durante el gobierno de Zedillo hubo cambios algunos para el bien del pueblo y otros para el bien de los ricos. El pas se enfrento contra el FOBAPROA y despus contra el ahora llamado IPAB.En el sexenio de Zedillo tambin se atent contra la paz del pas, ejemplos muy claros son los levantamientos armados en el estado de Chiapas y las matanzas de civiles en el mismo lugar. Pero Zedillo no solucion el problema en Chiapas solo mantuvo una aparente calma.Tambin se realizaron protestas estudiantiles en la capital del pas, una gran parte de estudiantes de la UNAM se declararon en huelga y algunos otros organismos se les unieron. El problema se solucion despus de un largo periodo en el que no se realizaban actividades escolares en las diversas instalaciones de la UNAM, actualmente se reanudaron las clases pero la reputacin de dicha Universidad bajo demasiado.La inseguridad en el pas entero pero principalmente en la capital fue un gran problema que no se combati con eficacia la mayora de las ocasiones, pero tambin hubo algunos pocos aciertos por parte los encargados de impartir justicia. El narcotrfico es un gran problema en el pas.La educacin en el pas fue muy recalcada en los informes de gobierno de Zedillo, pero en realidad muchos jvenes abandonan la escuela por falta de recursos, para ponerse a trabajar y algunos se deciden por partir hacia los Estados Unidos de Amrica a seguir el sueo americano. Y los que se quedan no encuentran trabajo por falta de estudios.En el periodo de gobierno de Zedillo no se avanz con eficacia para mejorar los servicios de salud, ni se disminuy la gran pobreza que existe en Mxico.En el gobierno de Zedillo se comprob que la democracia es posible en el pas, en 1997 Cuauhtmoc Crdenas candidato del Partido de la Revolucin Democrtica (PRD) gan las elecciones para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, y en el 2000 Vicente Fox candidato del Partido Accin Nacional result electo Presidente de la Republica.Pero al final Zedillo logr estabilizar un poco el pas, a comparacin de la situacin en la que lo entrego Carlos Salinas. Pero an en la actualidad una minora vive rodeada de lujos producto de la corrupcin e injusticia, mientras una gran parte vive en la total miseria.