ernesto cruz sanchez
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El autor en la presente investigación muestra que la municipalización concebida en tres etapasTRANSCRIPT
RESUMEN
El presente articulo analiza las razones que
determinaron la decisión ministerial de
detener el Programa de Municipalización de
la Educación. Para ello, se acude a
argumentos de caracteres normativos,
técnicos y estructurales. Este análisis tiene
también el propósito de evidenciar que el
proceso de descentralización continuará, ya
que forma parte de las políticas de Estado y
están insertas en acuerdos internacionales.
Palabras Claves: Municipalización.
Región. Gobierno. Empoderamiento y
Descentralización.
ABSTRAC
This article analyzes the reasons that
determined the ministerial decision of
stopping the Process of Municipalization of
the Education. To do this, it uses normative,
technical and structural arguments. This
analysis is also intended to show that the
decentralization process will continue, as it is
a part of State policies and is embedded in
international agreements.
Key Words: Municipalization. Region.
Government. Empowerment and
Decentralization.
(1) Magister en Educación, Docente del Departamento de Lengua Nacional y Literatura
1. INTRODUCCIÓN
El anuncio hecho por la Ministra de
Educación, Patricia Salas O´Brien, sobre el
cierre del proceso de la Municipalización de
la Educación ha generado el unánime saludo
de la sociedad civil y el beneplácito del
magisterio en pleno. Este reciente episodio
ha confirmado, junto con otras medidas, la
seriedad y coherencia técnica que los
miembros de Foro Educativo y del Consejo
Nacional de Educación han impregnado en
las instalaciones ministeriales. En este
sentido, considero importante hacer una
retrospección sobre lo avanzado para
identificar los goznes anquilosados de lo que
pudo originar una desventajosa posición de
la Educación Básica Regular en nuestro país.
La Municipalización de la Educación formó
parte del Proceso de Descentralización, el
mismo que fue asumido como política
ministerial a inicios de la última década,
concretándose paulatinamente en el
protagonismo soc io-regional y la
descentralización en la agenda de transición
democrática. Estos episodios tuvieron el
soporte de un cuerpo normativo innovador
en dicha materia como la reforma
constitucional del Capítulo XIV, Ley de Bases
de la Descentralización (LBD), Ley Orgánica
de Gobiernos Regionales (LOGR) y la Ley
Orgánica de Municipalidades (LOM). Según
la reforma citada, ambos órganos de
¿Por qué no funcionó la municipalización de la educación? Lo perentorio de la trama: saliendo de Babel.
WHY DIDN'T THE DECENTRALIZATION
OF THE EDUCATION WORK?
THE IMPERATIVE OF THE PLOT:
COMING OUT OF BABEL
(1)Ernesto Cruz Sánchez
103
municipalidades distritales; la realidad se
impuso: los mecanismos de implementación
en los gobiernos locales nunca fueron lo
suficientemente claros y participativos, la
dinámica de pliegos del Ministerio de
Economía contribuyó a la burocratización y
l a y u x t a p o s i c i ó n d e f u n c i o n e s ,
principalmente, fueron los talones de Aquiles
de un programa concebido a la luz de una
trama vacía y poco conectada con nuestro
particular sistema.
Dadas, entonces, las actuales circunstancias,
revistió real urgencia la discusión de los
mecanismos técnicos de los cuales disponía
el programa de Municipalización, más
todavía cuando la titular del Ministerio, a
pesar de no ser maestra (Coincido con José
Rivero cuando afirma que esta realidad
debería cambiar en nuestro país), estuvo
vinculada a organizaciones civiles que venían
poniendo en tela de juicio los publicitados
éxitos parciales de dicho programa.
Repensando el tema, considero sintomático
su ausencia en las agendas del debate
político en las elecciones municipales, lo que
se convierte en un claro indicio de
desinformación y no de un olvido
involuntario, grave si nos percatamos que la
Ley de Municipalización formó parte del
marco legal del proceso de descentralización
del pasado gobierno.
Sobre su organización.
La Municipalización de la Educación se
concibió como el proceso por el cual el
Estado delega las funciones administrativas,
pedagógicas y financieras a los gobiernos
locales (municipalidades distritales), con la
finalidad de mejorar la educación, teniendo
como criterio que son los propios actores
sociales locales quienes conocen de cerca el
p r o b l e m a e d u c a t i v o d e s u s
j u r i sd i c c iones .Sobre e s te c r i t e r io
descentralista, consideramos que si bien es
cierto la población objeto conoce de cerca la
problemática de su zona, no siempre poseen
la visión técnica suficiente para solucionar o
paliar, siquiera, los problemas que la
aquejan. El conocimiento de un problema no
implica pericia en su solución, así como
gobierno, Región y Municipio, comparten
responsabilidades: el primero promueve y el
segundo desarrolla políticas específicas en
Educación y Salud. En una primera etapa, el
proceso de descentralización siguió el norte
previsto; sin embargo bajo la lupa del
gobierno aprista, se priorizó tanto la
implementación como la ejecución a los
gobiernos locales, es decir, se inició el tan
controversial proceso de municipalización.
2. CONTENIDO:
Sobre sus etapas.
El proceso de municipalización tuvo una hoja
de ruta concebida en tres etapas. La primera
se denominó Etapa de Iniciación o,
propiamente dicho, Plan Piloto de
Municipalización (2007-2008) e implicó la
elección de municipalidades de acuerdo a su
ubicación geográfica, recursos financieros,
etc. La Etapa de Expansión (2009-2010)
comprendía un aumento significativo de
municipalidades en la gestión educativa. Y,
por último, la Etapa de Generalización (2011-
2 0 1 5 ) , f u e c o n c e b i d a c o m o e l
involucramiento total de cada una de las
municipalidades distritales en el país.
Esquema 1
GENERALIZACIÓN
2011-1015
EXPANSIÓN
2009-2010
INICIACIÓN
2007-2008
En líneas generales, este año nos hubiéramos
encontrado iniciando la última etapa, para la
cual se proyectó como línea basal 40% de las
104
tampoco la cantidad de participantes
garantizaun abordaje metodológico
coherente con su propósito.
La organización de la Municipalización
Educativa estipulaba la conformación del
Consejo Educativo Municipal (CEM),
integrado por representantes de las
Instituciones Educativas del distrito,
autoridades locales y representantes de los
diferentes sectores de la comunidad. La
función primordial del CEM era la
caracterización del tipo de educación en el
distrito, con la finalidad de tomar decisiones
acertadas y favorables en la búsqueda de la
calidad educativa. La competencia de
ejecutar las decisiones tomadas por el CEM
recaerían en la Secretaría Técnica, integrada
por el personal existente en la municipalidad.
La interacción de tres instancias en el marco
del proceso de municipalización originaría
competenc i a s a l t e rnas , s egún lo
determinado por el MINEDU. La lógica de las
funciones de las instituciones civiles y
gobernamentales (CEM, IE y Municipio)
sugirieron complementariedad normativa y
ejecutiva; sin embargo, en la hermenéutica
acusaron nocivas yuxtaposiciones que a
corto plazo redundaron en ambigüedades y
desconciertos.
Para una mejor visualización de algunas de
las competencias y funciones de cada una de
las instancias, usaremos el siguiente cuadro
Cuadro 1
Consejo Educativo Municipal (CEM)
105
De acuerdo a la experiencia aquilatada hasta
este momento, sabemos que la evaluación
de un instrumento técnico como el Proyecto
Educativo Institucional (PEI) debe pasar por
manos de especialistas en el tema, cuya
formación ha sido desarrollada en disciplinas
como la Economía o Ingeniería Industrial. En
este sentido, lo honesto e ideal sería
convocar a profesionales con experiencia en
Planif icación para la evaluación y
reelaboración, según sea el caso, del PEI.
Claro, todo esto, siempre y cuando
deseemos hacer un trabajo serio y
responsable. Significa que las Instituciones
Educativas debieron agenciarse de un
técnico o, de lo contrario, el CEM y la
Municipalidad les hubieran brindado el
soporte necesario para este trabajo
especializado, ya que de ello dependía la
proyección futura de la perspectiva
estratégica.
La IE hubiera definido las temáticas y
necesidades de capacitación, el CEM
aprobaría la capacitación y la Municipalidad
la financiaría, es decir, se encargaría de los
costos. Consideramos que esta correlación
de funciones no entró en contradicción, sin
embargo debieron haber sido muy
concretos a la hora de definirse las temáticas,
porque la cultura escolar, a nivel docente,
está conformada por varias áreas, con
intereses específicos y diversos. También, se
pudo haber sopesado la pertinencia y
utilidad de la capacitación, sin embargo las
instituciones escolares y gubernamentales
carecen de instrumentos adecuados para
estimar ambas variables. Además, ¿cuál
hubiera sido el destino de los programas de
capacitación desarrol lados por las
universidades? ¿Los hubiera continuado
financiando el Ministerio o se los hubiera
endilgado a los municipios?
La participación de los padres de familia en la
gestión institucional debió normarse,
creando parámetros que no permitiesen
pervert ir la asistencia ni consulta
pedagógica, evitando la creación de un
espacio donde los neófitos opinen sobre
m e t o d o l o g í a s d e a p r e n d i z a j e o
diversificación curricular. Pues sin ánimo
discriminador, considero que así la
educación sea un campo atractivo para las
más dislocadas y evanescentes opiniones, el
rol pedagógico le compete solo al maestro.
Desde hace más de tres años el Instituto
Peruano de Evaluación, Acreditación y
Certificación de la Calidad de la Educación
Básica Regular (IPEBA) ha trabajado
arduamente en la construcción de
estándares e indicadores para los procesos
de acreditación. Sin embargo, el CEM estaba
facultado para construir también indicadores
de evaluación para la mejora de la calidad
educativa, entonces ¿con qué indicadores
hubiera trabajado el colegio, con los del
IPEBA o con los del CEM? Este punto sí
evidenció yuxtaposición de funciones.
La misma lógica del párrafo anterior
acompaña a la ejecución de los programas
de alfabetización, pues a nivel nacional ya
existe –aunque duramente cuestionado -
PRONAMA, que diseña, implementa y
ejecuta dichos programas, ¿acaso las
funciones de los Municipios se hubieran
supeditado al PRONAMA?
En líneas generales, las funciones debieron
especificarse con mayor detalle para evitar la
duplicidad de competencias. Con el tiempo,
esto hubiera finiquitado el proceso.
Concordancias y alcances.
El decreto supremo Nº 078-2006-PCM
marcó la pauta de transferencias de recursos
presupuestales y el engranaje de las
funciones y competencias compartidas, pero
no precisó el mecanismo técnico que
afianzaría el proceso. En lo referente a las
transferencias fue necesario crear una
plataforma jurídica que permitiese la
ejecución de las acciones. La Resolución
Ministerial Nº 0031-2007-ED significó la
respuesta a este requerimiento. En esta
resolución, se aprobó el Plan Piloto de
Municipalización y se establecieron las
concordancias entre la ley 27972,
específicamente el Art. 82 y la Norma de
Ejecución de Transferencia del año 2007 a los
106
Fuente: Manuel Iguiñez.
Gobiernos Regionales y Locales (Directiva
001-2007-PCM/SD), estipulando las
consultorías y capacidades de desarrollo.Creemos conveniente, para una mejor
Cuadro 2
Tanto el Art. 82º, inciso 2 como el Art. 73º,
inciso “b” concuerdan en la perspectiva
estratégica que debe tener el Municipio
antes de iniciar cualquier proceso de gestión
educativa. En la realidad, no todos los
municipios cuentan con este requisito, y
muchos de los que lo tienen han sido
elaborados desde una metodología débil y
con participación cuestionable de las
instancias civiles convocadas.
La diversificación curricular aludida tanto en
el Art. 82º, inciso 3 de la LOM y en el Art. 73º,
inciso “n” de la LGE requiere un marco
situacional actualizado del que carecen
muchos municipios. Además, esta tarea
cuenta con una metodología ad-hoc, cuyo
único óbice radica en las teorías implícitas de
los docentes. A menudo, se toma la
diversificación como la selección de
contenidos, según mejor parecer, cuando,
técnicamente, se origina en la relación de los
actores educat ivos con e l medio
sociocultural.
Sobre el contenido del Art. 82º, inciso 4 de la
LOM y el Art. 73º, incisos “c” y “d” debemos
afirmar que ningún municipio posee el
recurso humano especia l izado en
supervisión pedagógica, mucho más si se
107
trata de brindar un soporte de asistencia y
acompañamiento al docente, como lo
sugieren las últimas investigaciones del
Consejo Nacional de Educación.
El tema del mantenimiento de la
infraestructura de los locales educativos de la
jurisdicción, estipulado tanto en el Art. 82º,
inciso 5 y en el Art. 73º, inciso “m”, es el único
punto sobre el que los municipios poseen
experiencia comprobada, con varios
ejemplos que así lo demuestran.
Gestión Municipal.
Según el marco legal explicitado en el
acápite anterior, la gestión municipal se
centró en cuatro aspectos básicos, los
mismos que necesitaron funcionar de
manera sincronizada, de lo contrario
ninguno hubiera podido ser evaluado de
manera integral. A nivel técnico, el reto que
representó la construcción de un modelo de
evaluación del proceso de municipalización,
una vez implementado, resultó sumamente
interesante. A nivel de capital social, el
proceso de municipalización necesitó
recursos humanos altamente calificados, que
pudieran trabajar en equipos y bajo la
modalidad de proyectos de corto plazo. A
nivel político, sencillamente, voluntad. Y por
último, a nivel social, urgió la construcción de
un diseño de entrada capaz de convocar en
pos de un objetivo común.
Las capacidades de gestión de las
municipalidades que exigió el Proceso de
Municipalización fueron:
1. Planificación de la Educación.
2. Administración de recursos e
insumos del proceso educativo.
3. Supervisión y apoyo de la labor
docente en aspectos pedagógicos y
curriculares.
4. Provisión de condiciones materiales
y logísticas.
De las cuatro capacidades, solo en la última
tienen experiencia los municipios. Las tres
primeras fueron novedosas para la gestión
municipal. Curiosamente, las menos
tomadas en cuenta a la hora de hacer un
análisis retrospectivo del proceso de
municipalización. Estas tres capacidades
fueron asumidas con un enfoque netamente
burocrático, con prejuicios fundamentados
en la sistemática campaña de desprestigio
de la que fue objeto el magisterio peruano
hace no más de cinco años. Esta situación
hubiera generado más de lo mismo y,
difícilmente, las bases de la descentralización
se hubieran construido de manera adecuada.
Una experiencia latinoamericana, tentativa
de un fracaso.
La reforma educativa chilena, en los últimos
veinte años, representó un claro ejemplo de
las perspectivas y consecuencias sociales en
uno de los países más adelantados de
Latinoamérica, con mayor relevancia todavía,
en estas últimas semanas, cuando Camila
Vallejo ha puesto en jaque al Gobierno de
Sebastián Piñera. Es anecdótico que la
s i empre l úc ida i zqu ie rda re su r j a
sorpresivamente en uno de los países con,
aparentemente, más abyección hacia las
ideas marxistas. Lo paradójico no es más que
el disfraz con se agazapa la dialéctica en la
historia, debo apuntar.
La transferencia de la administración de la
educación a los municipios significó el inicio
del proceso de descentralización. A
diferencia de otros países, que priorizan la
cantidad de plazas docentes para su
financiación, en Chile, el desembolso de
pagos mensuales a los municipios estaba
basado en una subvención por alumno, cuyo
valor era variable de acuerdo al nivel y
modalidad de enseñanza. Precisamente, uno
de los puntos de la agenda propuesta por los
estudiantes universitarios chilenos es el
cambio de modelo presupuestal, bajo un
enfoque más inclusivo.
Como las escuelas f iscales fueron
transferidas a los municipios, a los docentes
públicos se les canceló una indemnización y
pasaron a ser empleados municipales. Esto
originó recortes significativos en las
garantías del salario mínimo y el sistema de
ajustes de salarios anuales. “Los docentes
108
perdieron garantías de seguridad laboral, el
derecho a un salario durante vacaciones,
escala salarial estándar, una semana laboral
de 30 horas y el derecho a negociar
colectivamente” (Rojas, 1998, p. 87).
El rendimiento demostrado por los alumnos
d e t e r m i n a b a l a s a s i g n a c i o n e s
presupuestales a las escuelas. Si una escuela
no pasaba el estándar de alumnos
aprobados definido por el Ministerio,
entonces la asignación de recursos para su
institución se recortaba. El sueldo de los
profesores era proporcional al número de
alumnos que tenía a su cargo, por esa razón
se implementó la modalidad de subvención
por alumno.
El principal logro de la reforma fue el alto
nivel de calidad educativa alcanzada; pero el
fracaso, a nivel social, está siendo
devastador, pues la ausencia de equidad ha
obligado a nuestro vecino país a
replantearse el modelo, lo cual a la luz del
peso de las estadíst icas y de la
institucionalidad de la política educativa,
resultará más que complejo. Por esa razón, el
movimiento estudiantil chileno se ha
constituido en una verdadera fuente de
inspiración para un gran porcentaje de la
población que no comulga con el discurso
hegemónico gubernamental.
Tres voces, un mismo acento.
Aunque técnica y funcionalmente existen
diferencias concretas entre los modelos de
municipalización, la finalidad es la misma:
delegación de competencias en pos de
mejorar la calidad educativa.
Los tres modelos de municipalización, con
referentes en la praxis, tanto en Europa como
en América Latina - cuyas implementaciones
políticas nunca se desarrollaron sin
experimentar núcleos de resistencia -
poseen aspectos diferenciales que
pasaremos a puntualizar con ánimo
dilucidador.
El Modelo Subnacional se diferencia del
Modelo Subnacional con Responsabilidad
Compartida en cuanto al grado de
autonomía, pues el primero posee relación
directa con las regulaciones nacionales sobre
financiación y administración del personal;
en tanto que para el segundo, el grado de
autonomía está en relación con las
responsabilidades territoriales. Además,
existen mayores niveles de participación en
cuanto a la racionalidad polít ico-
administrativa de este último con respecto al
primero.
Cuadro 3
109
El modelo que hubiera seguido nuestro país
tomó del Modelo de Autonomía Escolar y del
Modelo Subnacional con Responsabilidad
Compartida. Resaltó la existencia de actores
políticos intermedios a nivel local, como el
CEM y los Municipios, pero también existió
un rol político de las Instituciones Educativas,
como lo vimos en el cuadro 1.
Con respecto al criterio de autonomía, cabe
mencionar que cumplió con la afectación de
responsabilidad territorial, demostrado en la
jurisdicción del distrito, para todo lo que
t i ene que ve r con e jecuc ión de
infraestructura, capacitación, asistencia
pedagógica y relaciones administrativas.
Este criterio no poseía características del
modelo de autonomía escolar.
Ocurrió lo mismo con el criterio de
racionalidad. El modelo que se hubiera
ejecutado en el Perú tenía racionalidad
político-administrativa, con niveles de
participación, como por ejemplo de los
padres de familia y demás actores
involucrados.
Las características del modelo peruano nos
llevan a enmarcarlo dentro de una peculiar
hibridez por sus actores polít icos
involucrados y por la autenticidad de sus
relaciones territoriales de corte distrital. Esto
implica transitar un camino relativamente
conocido, es decir, con una hoja de ruta en
continuo hacerse.
Foncomuge
FONCOMUGE se concibe en respuesta
antelada a las desigualdades de la
distribución de la riqueza, verbigracia de las
zonas rurales y marginales. Su objetivo
tangible fue financiar proyectos de inversión
educativa, mobiliario y equipamiento,
mantenimiento de los locales educativos,
programas de capacitación y asistencia
técnica.
Bajo este parámetro, el Estado hubiera ido en
auxilio de las municipalidades con
limitaciones para ejecutar la gestión
educativa. Sin embargo, para acceder a los
beneficios de Foncomuge debió existir una
normatividad concreta y clara de las
atribuciones, requisitos y procedimientos.
Por esa razón y en vista del vacío legal
existente, se destinó un millón de soles para
los gastos de operaciones, los costos de
remuneraciones y la asesoría jurídica
externa; lamentablemente, a pesar del
cumplimiento de algunas municipalidades
en la presentación de documentos, el primer
año no pudieron acceder al fondo. Wanuz,
(2009) lo describe así:
El problema se originó en el trámite que
exigía el Ministerio de Economía, pues como
la afectación de los montos era de pliego a
pliego, fue imprescindible establecer,
p r i m e r o c a d e n a s p r o g r a m á t i c a s
presupuestarias, lo cual solo era posible
después de aprobarse la transferencia de
recursos presupuestales.
Por esta razón, las municipalidades no
r e c i b i e r o n a p o y o d e l F o n d o d e
Compensación para la Municipalización de la
Gestión Educativa ni el 2007 ni gran parte del
2008. Lo que se inició con voluntad política,
se trabó por la falta de previsión técnica y
Cuadro 4
110
legal. Durante los siguientes años, se
estipularon otros requisitos y se priorizó una
mal concebida política de sensibilización.
Riesgos inminentes.
El proceso de Municipalización generó
algunos pronunciamientos de carácter
institucional como es el caso de GRADE, Foro
Educativo, Tarea y del Instituto de
Investigación y Políticas Educativas de la
Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
Todos ellos coincidieron en reclamar mayor
atención técnica y política a los resultados
intermedios por parte de la entidad
ejecutora. Coincidimos, en su oportunidad,
plenamente con este pedido.
Si bien, el Proceso de Municipalización,
según el MINEDU, poseía un carácter
innovador, porque intentó plasmar la lógica
de los procesos propios de la gestión de los
municipios; en conjunto no existieron
indicadores claros del monitoreo del
proceso. Asimismo, la evaluación realizada
hasta la fecha no permitió deslindar los
aspectos donde se ha avanzado de aquellos
que requirieron más apoyo. Por ello, la
evaluación debió ser de carácter integral,
incluso de corte cualitativo, para identificar
las percepciones y aquiescencias de la
comunidad, de tal manera que pueda
corregirse o afianzarse el proceso de
ejecución, con la finalidad de garantizar las
dinámicas participativas.
Según la página web del MINEDU, hasta
octubre de 2009 se había invertido 15
millones de soles de su presupuesto
ordinario y, además, las municipalidades
participantes invirtieron 71 826 559, 49
nuevos soles de sus propios recursos. A la luz
del ministerio, esto fue cifrado como un
éxito. Sin embargo, el Informe Defensorial Nº
148 y el estudio del Grupo de Análisis para el
Desarrollo (GRADE), concordaron en que la
debilidad clave del proceso había sido la falta
de recursos para financiar las actividades y
planes de trabajo propuestos por los
Consejos Educativos Municipales (CEM).
Indudablemente, este desfase entre el
monto de la inversión y los resultados
obtenidos originó una serie de dudas desde
las benevolentes hasta las más suspicaces.
El deslinde de responsabilidades de gestión
siempre resultó confuso, pues las
competencias de los Gobiernos Regionales
compartieron varias funciones de los
Gobiernos Locales. Si este problema hubiese
continuado, las iniciativas de acción se
hubieran diluido en trámites infructuosos
por que no se precisaron bien las
competencias; sumando a esto las riñas de
corte partidario, que por lo general campean
en las relaciones institucionales entre
Regiones y Municipios, el proceso estaba ad
portas del fracaso.
Nunca se priorizó la implementación de un
soporte de monitoreo o seguimiento en
todas y cada una de las instancias con la
finalidad de corregir, sobre la marcha, lo
problemas surgidos en el proceso final de
generalización. Recordemos que el Estado
estaba delegando su poder a las instancias
locales; por ello fue imprescindible la
implementación de un sistema de evaluación
de la política en general.
3. CONCLUSIONES:
La agenda pendiente.
S i b i en e s c i e r to , s e de tuvo l a
Municipalización de la Educación, el proceso
d e d e s c e n t r a l i z a c i ó n c o n t i n u a r á ,
indiscutiblemente. Según nuestro humilde
parecer solo quedan dos opciones viables: el
empoderamiento de las regiones o la
autonomía institucional de la escuela. Esto
irá de la mano con la tónica que adopte la ley
de responsabilidad social, lo cual –según
prevemos- generará nuevas tensiones
discursivas, como es de esperarse en un país
latinoamericano multicultural, de ímpetu
intercultural, protagonista de relaciones de
producción desventajosas y tan mágico
realista como el nuestro.
El proceso de descentralización no tiene
marcha atrás, solo resta informarnos y
modelar su impacto mediante los órganos
de participación democrática. Pero si
tardamos en la decisión de involucrarnos,
111
estos temas seguirán formando parte de en
una incómoda agenda pendiente y nuestra
salida de Babel será, cada vez, más remota.
Referencias Bibliográficas:
Iguiñez, Manuel. (2008). Descentralización
del Sistema Educativo. Tarea Ediciones: Lima.
Rojas, Rocszen. (1998). El Programa P-900.
Fondo Editorial de la Pontificia Universidad
Católica de Chile: Santiago de Chile.
Wanuz, Karima. (2009). Políticas Educativas
de Descentralización en América Latina.
Revista de Educación, IX(13), 69-92.
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