entrevista yuyu

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José Guerrero Roldán “el Yuyu” “La gente fuera de Andalucía es muy siesa” G aditano por los cuatro costados y a las cua- tro, acostado”. Una de las frases más famo- sas de “el Chano de Cádiz”. personaje interpretado por el Yuyu en su chirigota “Tampax go- yescas, comparsa fina y segura”, ha representado, o eso ha hecho ver desde hace muchos años como fi- losofía de vida de este polifacético gaditano. Como filosofía propia y la del gaditano, una fama de flojo que no ha sentado bien a todo el mundo. “Eso fue una broma que sacamos y alguna gente se mo- lestó. Aún así, hay gente que nos ha acusado de ese cliché y luego lo han usado para sacarlo en su repertorio. La gente en Cádiz es floja alrededor de lo que le gusta a todo el mundo. Yo no conozco a nadie que le guste trabajar. Otra cosa es que te guste tu trabajo, como a mí. En Cádiz no es que nadie sea flojo, sino que hay una filosofía de vida, que se trabaja lo preciso para vivir bien. Yo mismo me he puesto de flojo muchas veces, y llevo 11 años en Sevilla dejando atrás mi casa, mi fami- lia y mis amigos. Yo lo veo normal, la verdad. El tío que es de Cuenca y se prejubila a los 54 años es más flojo que nosotros, ¿no? Son bromas que muchas veces la gente se hace demasiadas pajas mentales”. José Guerrero Roldán recibió su curioso apodo un día que estaba haciendo lo que mas le gus- taba y aún le gusta, charlar con sus amigos y decir tonterías y pamplinas. Así, José hizo una imitación de un curioso tarzán, con el que se le acuñó, ya de por vida, una de sus onomatopeyas, ‘Yuyu’. Curioso también son sus inicios, ya que, a pesar de la gracia y el ingenio que siempre le caracterizó, no pensó nunca dedicarse al carnaval o al humor. Tanto es así que estudió mecánico de automoción, administrativo, relaciones públicas y una licenciatura de magisterio musical. “La vida es así de rara. Hay gente que ha estudiado para esto y por desgracia está traba- jando en otros sitios. Aunque para mí no es por desgracia, ya que me gusta esto mucho más que mecánico, pero la vida da muchas vueltas, y por suerte y distintas circunstancias, estoy aquí”. En las distancias cortas, el chirigotero parece mucho más serio de lo que se puede esperar, aunque, según él, no necesita parecer gracioso ni demostárselo a nadie a cada momento. Además, con respecto al humor, siempre ha intentado ser transgresor, como con su chirigota: “Con los grupos que he tenido he intentado hacer cosas nuevas, romper un poco con Humorista, chirigotero y comunicador, es uno de los referentes de la gracia gaditana. Además, siempre que habla saca a relucir su mayor cualidad: enorme sinceridad. Por Guillermo Osuna Fernández José Guerrero Roldán, el Yuyu

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Entrevista perfil a uno de los mejores chirigoteros de la historia del Carnaval de Cádiz, haciendo reír ahora a media Andalucía gracias a su programa La Cámara de los Balones de la Cadena Ser.

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José Guerrero Roldán

“el Yuyu”“La gente fuera de Andalucía es muy siesa”

Gaditano por los cuatro costados y a las cua-tro, acostado”. Una de las frases más famo-sas de “el Chano de Cádiz”. personaje

interpretado por el Yuyu en su chirigota “Tampax go-yescas, comparsa fina y segura”, ha representado, oeso ha hecho ver desde hace muchos años como fi-losofía de vida de este polifacético gaditano. Comofilosofía propia y la del gaditano, una fama de flojoque no ha sentado bien a todo el mundo. “Eso fueuna broma que sacamos y alguna gente se mo-lestó. Aún así, hay gente que nos ha acusado deese cliché y luego lo han usado para sacarlo en surepertorio. La gente en Cádiz es floja alrededorde lo que le gusta a todo el mundo. Yo no conozco

a nadie que le guste trabajar. Otra cosa es que teguste tu trabajo, como a mí. En Cádiz no es quenadie sea flojo, sino que hay una filosofía de vida,que se trabaja lo preciso para vivir bien. Yomismo me he puesto de flojo muchas veces, y llevo11 años en Sevilla dejando atrás mi casa, mi fami-lia y mis amigos. Yo lo veo normal, la verdad. Eltío que es de Cuenca y se prejubila a los 54 añoses más flojo que nosotros, ¿no? Son bromas quemuchas veces la gente se hace demasiadas pajasmentales”. José Guerrero Roldán recibió su curiosoapodo un día que estaba haciendo lo que mas le gus-taba y aún le gusta, charlar con sus amigos y decirtonterías y pamplinas. Así, José hizo una imitaciónde un curioso tarzán, con el que se le acuñó, ya depor vida, una de sus onomatopeyas, ‘Yuyu’. Curiosotambién son sus inicios, ya que, a pesar de la gracia

y el ingenio que siempre le caracterizó, no pensónunca dedicarse al carnaval o al humor. Tanto es asíque estudió mecánico de automoción, administrativo,relaciones públicas y una licenciatura de magisteriomusical. “La vida es así de rara. Hay gente que haestudiado para esto y por desgracia está traba-jando en otros sitios. Aunque para mí no es pordesgracia, ya que me gusta esto mucho más quemecánico, pero la vida da muchas vueltas, y porsuerte y distintas circunstancias, estoy aquí”.En las distancias cortas, el chirigotero parece muchomás serio de lo que se puede esperar, aunque, segúnél, no necesita parecer gracioso ni demostárselo anadie a cada momento. Además, con respecto alhumor, siempre ha intentado ser transgresor, comocon su chirigota: “Con los grupos que he tenido heintentado hacer cosas nuevas, romper un poco con

Humorista, chirigotero y comunicador, es uno de los referentesde la gracia gaditana. Además, siempre que habla saca a relucirsu mayor cualidad: enorme sinceridad.Por Guillermo Osuna Fernández

José Guerrero Roldán, el Yuyu

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lo que había, con un humor un poco particular,algo que, por suerte, ha cuajado entre la gente”.Es ese humor que le ha valido ganarse la etiqueta deser el hombre que dice más pamplinas por segundo:“Eso creo era que antes, porque ahora creo quelos que dicen más pamplinas por segundo son lospolíticos. A mí siempre me ha gustado mucho elhumor surrealista y absurdo, me gusta más que elhumor “previsible”. Eso lleva a muchas tonteríassin sentido. Hay mucha gente que lo asocia alhumor inteligente, al humor más elaborado. Yo,al menos, prefiero la tontería por la tontería. Si teríes, no hay que buscarle más explicación a lascosas, o si tiene sentido. Si te has reído, pues yaestá, eso es lo que importa”.Aunque ya está prácticamente desvinculado del car-naval, más allá de las contadas actuaciones en la quesu grupo interpreta su antología, sigue siendo uno delos referentes en chirigotas, tanto que se cuentan pormiles las voces que le ruegan que vuelva a concursaren el Gran Teatro Falla, pero es rotundo: “No, ganasno tengo ninguna, sinceramente. Además de quecansa, es que no me veo volviendo, más que nadapor trabajo y por cansancio. Con 20 años uno loaguanta todo, pero con 46 te apetece hacer otrascosas. Por otra parte, el concurso no está ahoramismo como para volver, ha cambiado mucho conrespecto a los que estábamos, está muy raro. Tam-bién creo que nuestro trabajo no se ha valoradolo suficiente, y eso te va quemando. Es que son 8segundos premios, alguno podía haber sido pri-mero. Pienso que ha sido muy fácil dejarnos se-gundos o fuera de la final. A la gente le gusta, peroa uno le cansa que no se vea recompensado por eljurado. Es un poco de todo. Eso sí, aunque esos 8segundos premios hubiesen sido primeros, tam-poco me estaría planteando volver”.José Guerrero Roldán comenzó su carrera dentro delcarnaval en 1986, con solo 20 años, a pesar de queasegura que su familia nunca fue gran aficionada alCOAC (Concurso Oficial de Agrupaciones del Car-naval de Cádiz). El veneno por el carnaval le entrógracias a sus amigos, que le convencieron para mon-tar una agrupación, debido a su gran facilidad paracrear humor. Los ordeñadores personales fue su pri-mera chirigota, cuyo título da buena cuenta delhumor que caracteriza al gaditano.

Malacatum y El que la lleva la entiende, que popu-larmente pasaron a llamarse Los borrachos, fueronlas dos chirigotas entre las que se iban turnando loscomponentes para cantar, pero fue, sin lugar a dudas,la segunda la que se ganó al público del Falla. Lagente amaba a esos borrachos, cutas letras han pa-sado ya a la historia del Carnaval de Cádiz. Los pro-blemas llegaron cuando llegó la gran final. A Yuyuno le tocaba salir, pero creía que tenía derecho de dis-frutar de ese momento único. Aún así, se celebró unsorteo en el que nuestro protagonista no salió esco-gido, algo que no recibió con agrado gran parte delgrupo, especialmente el Selu, la otra columna maes-tra de la chirigota, por lo que decidieron separarse.Esa sinceridad que siempre hizo lucir el Yuyu lecostó también más de un disgusto. Dos genios delhumor, cada uno por su lado. “Yo creo que el quemás ganó fue el carnaval, ya que cada uno por sulado ha sacado cosas muy buenas, y en vez de unabuena chirigota, la gente se encontró con dos. Seluy yo hicimos cuatro chirigotas juntos, pero a par-tir del año de ‘Los borrachos’ decidimos ir cadauno por su lado. Al principio no fue una separa-ción muy amistosa, aunque luego ya sí se arregla-

A partir de ese soñado (o fatídico) año 92, el Yuyu sevio solo con unos pocos integrantes de su grupo y sinparticipar en el COAC. Así, consiguió traer a algunosmás y comenzar en el año 1994 una nueva etapa, conun grado mucho más alto de humor surrealista y ab-surdo. La antología de la Zarzuela fue su primerachirigota como autor en solitario, la cual no tuvomucho calado entre el público. Sin embargo, para elaño siguiente dio con la tecla. Trajo a gente consa-grada en el carnaval como Carapalo, y presentó untipo en el Falla muy atrevido y que rompería todoslos cánones: Los últimos en enterarse. 12 maridoscon una cornamenta ostensible a las que sus mujeresles han sido infieles. Este grupo cautivó a todos losespectadores que se reunían en cada pase para dis-frutar de sus hilarantes letras. Para la historia tambiénquedó el estribillo de estos cornudos, en la que el te-atro completo coreaba un sonoro “¡cabr*n!” a lospresentes, algo que la gente no le ha importado re-cordar al gaditano cada vez que se encuentra con él.“Ya nos hemos acostumbrado. Además, eso curio-samente no surge en el año 1995, con la chirigotade Los últimos en enterarse, a la que la gente bau-tizó como ‘Los cabrones’, sino que fue el año si-guiente, donde íbamos de árbitros de fútbol (Losbordes del área), cuando la gente empezó a sol-tarse y a ponernos esa coletilla. Aún así, 18 añosdespués, ya no vamos a cambiar”.Se tuvo que conformar ese año con un segundo pre-mio, solo por detrás de Los lacios de su ex-compa-ñero Selu.No se rindió el Yuyu, e intentó seguir apretando lastuercas a su obra de ingeniería, que era modelo dechirigota, para seguir poniendo las cosas difíciles alas grandes. Y lo volvió a hacer. Los bordes del área,unos árbitros con mucho arte y muy poca vergüenzavolvieron a meterse en el bolsillo a una afición queya había encontrado a un nuevo ídolo. “Yo soy un ár-bitro casero, no lo puedo remediar, porque yo mevuelvo loco con una manta y con un sofá, y con unapizza familiar”. El estribillo da buena cuenta de lasaficiones del humorista. Pero no pudo ser, y otra vezvolvieron a repetir como subcampeones, a pesar delaclamo popular.El año siguiente ocurrió algo realmente curioso. JoséGuerrero se presentó en el Falla con De plaza enplaza, un tipo de palomas que parecía muy sencillo,

“Los políticos son las personasque dicen más pamplinas por

segundo”

ron las cosas. Pero bueno, loimportante es que nuestrasdos chirigotas han hechodisfrutar mucho a la gente”.Tal es el torrente creativo yhumorístico que emana, quelos que entienden siempre lehan recomendado que pruebe

A pesar de que no obtenían grandes éxitos en el con-curso, por las angostas calles de Cádiz ya resonabanlos nombres de estos chirigoteros por intentar hacerreír de manera diferente al resto. Aún sin saberlo, enesta primera etapa del grupo, coincidieron dos pepesde los que, a la postre, serían de los mejores chirigo-teros de la historia del carnaval: Guerrero Roldán, elYuyu, y García Cossío, el Selu. Tuvieron que pasar seis años para llegar a una de lasfechas más recordadas en la historia de la cita gadi-tana. Ese grupo de amigos que nació en una cafeteríade un grado de automoción se hizo leyenda. En elaño 1992, atentando así contra las normas del COAC,presentaron dos agrupaciones, debido a que se unie-ron más compañeros al grupo. El Ballet Zum Zum

a escribir un cuarteto, pequeño teatrillo de tres, cuatroo cinco personas donde se debe hacer reír y, ademásrimando. Pero él siempre ha visto en esta modalidaduna dificultad extrema, hasta el punto de preferirotra: “Una comparsa seguro que es más fácil queun cuarteto. Un cuarteto tiene mucha d i f i -cultad, aunque los de hoy no tienen nada que vercon los de antes. No me están gustando nada loscuartetos de ahora, aunque reconozco que es muydifícil estar haciendo reír en cada momento. Unacomparsa, a lo mejor por eso de no hacer lomismo que en tu trabajo, me motivaría. En unacomparsa haces música, escribes de otra manera,no tienes la presión de hacer reír… Sí sería posiblesacar una comparsa, aunque no me lo planteo”.

José Guerrero Roldán, el Yuyu

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con lo que parecía que se había rendido y Yuyu apos-taba por algo más convencional. Sin embargo,cuando comenzaron a interpretar su repertorio, lagente quedó fascinada, ya que descubrieron que laúnica pretensión del grupo era hacer reír, con sus pa-sodobles y cuplés como único arma. Esta chirigotaes de las más queridas entre los seguidores yuyistas,por evocar un carnaval más auténtico. Sin embargo,de cara al concurso, la apuesta no le salió nada bien,ya que estas palomas no consiguieron pasar a la finalsiquiera, en lo que se considera como uno de los ma-yores cajonazos (expresión con la que se conoce enCádiz al hecho de que una agrupación de calidad queno pase a la final) de la historia de la fiesta. En los

que se lo tomara mal, pero como no nombrába-mos a nadie, no podía decirlo. Es como el año de‘Los últimos en enterarse’ con los cuernos, si al-guien se molestaba, malo. Es verdad que dábamosmucha caña, pero si alguien se molestaba se dela-taba él solo”. Fue como un cuento de hadas, porquesu triunfo fue incontestable, arrasando en todos lospases y alzándose con un triunfo irrebatible, por fintras tantos años sin ganarse la aprobación del jurado.Además del primer premio, esa chirigota se quedó enla memoria del Yuyu gracias a momentos irrepeti-bles: “Ese año sacamos dos cuplés en semifinales,que fue el del móvil y otro más, que se formó untaco muy grande y la gente se tiró unos tres mi-nutos aplaudiendo ycantando “otro cuplé, otrocuplé”. Fue un momento muy bonito, igual que vi-vimos otros con ‘Los borrachos’, pero si tuvieseque elegir, me quedaría con ese”.Después de otro mal sabor de boca el año siguientepor otro segundo puesto más con Los que se vinieronde Leningrado porque no era de su agrado, decidióretirarse del carnaval. “Hay de todo un poco, el ex-ceso de trabajo es importante, sobre todo dondetengo el trabajo, en Sevilla, es muy complicadomontar una chirigota en Cádiz. Eso te obliga a en-sayarlo viernes, sábado y domingo, y eso son 6meses sin un fin de semana libre. Eso cansa

riores a nosotros, es verdad que todo el mundo lasdaba como ganadoras. Pero otros años no estoytan de acuerdo: el año de Los que vinieron de Le-ningrado… ganó Ojú ya saltó el levante, que no esde las mejores del Love; el año de Los que noparan de rajar nos ganó Los aguafiestas del She-riff, que tampoco es otra de las gordas. Pudiendoganar cualquiera, nunca hemos ganado nosotros”.¿Es esa sinceridad, quizás demasiado incómoda, laque le ha propiciado algún primer premio de menos?Todo apunta que nunca lo sabremos.Durante su etapa ha dejado momentos para el re-cuerdo, por lo absurdo y surrealista que parece, comosus famosos pasodobles al ‘peo’, a las pelusas delombligo o al chopped pork. “Hay cosas que no seme ocurren a mí, que son idea de otro colega. Elpasodoble de las pelusas del ombligo se le ocurrióa José Sánchez Reyes, por ejemplo. Me propusola idea y entre los dos le metimos mano y salió algomuy surrealista. El del ‘peo’ fue curioso porquenos faltaba un pasodoble para terminar el reper-torio, y estábamos buscando cosas raras. A mísiempre me ha gustado llevar cosas que la genteno lleve, así que si cantas algo como un pasodobleal peo te aseguras que nadie más lo va a llevar. Tepuede gustar más o menos, pero no se puede negarla originalidad. Si además la letra te gusta, puesla alegría es doble. Nuestra chirigota siempre hafuncionado trabajando en las letras alrededor deunos cubatitas y unas cervecitas, y pasarnos hastalas tres o las cuatro de la mañana diciendo tonte-rías, donde nos hemos reído mucho y sacado muybuenas letras”.Aunque el carnaval ya no le da de comer, sabe queel Yuyu es quien es gracias a la fiesta que da vida aCádiz en febrero. No obstante, ha sido lo suficiente-mente importante en la fiesta como para opinar enqué se está convirtiendo el carnaval. La populariza-ción que ha ido adquiriendo gracias a la televisiónestá repeliendo a los más puristas. “Creo que ha pa-sado como en el fútbol, que dices: “¿es buena latele?” Sí y no. Es buena porque se comercializanproductos y te ve más la gente, pero es negativoporque Cádiz absorbe un volumen de personaspara la que no está preparada, se transforma laidea original del Falla… Está la cosa en el filo dela navaja. Para mí se ha desmadrado un poco. Lagente ahora viene a Cádiz con un concepto que espoco menos que los Sanfermines”. Esta populari-

“Me he terminado acostumbrandoa que la gente me diga:

“¡¡Yuyu, cabrón!!”

años siguientes fue alternando grandes pelotazos,como fueron Los arapajoe que joe y Los rockeros dela puebla, segundos premios con otras menos brillan-tes, como fue Los rebañadores de ollas de menudo,la que Yuyu ha reconocido en alguna que otra ocasiónque ha sido de sus tipos más cortitos. Así vemos loque comentaba Yuyu anteriormente, sus chirigotasgustaban al público, pero no se veía recompensadopor el jurado en el concurso.Pero llegó el año 2001, sin duda el más recordadopor este carnavalero.El Yuyu consiguió reunir ungrupo perfecto para llevar a cabo una idea muy atre-

mucho. Además,mi trabajo escrear humor, y elfin de semana ten-dría que hacermás humor toda-vía, y eso llega unmomento en elque te agota”.Su reaparición en

el carnaval en 2006 vino acompañado de un mo-mento soñado por todo gaditano: ser el pregonero delcarnaval de su tierra, de su casa. Así, a través de supersonaje, el Chano de Cádiz, hizo un repaso enclave de humor a través de la historia de la tacita deplata, con un emotivo remate en el que profesa suamor eterno a su ciudad natal. En ese mismo carna-val, con su chirigota Los que no paran de rajar, vol-vió a toparse con la misma historia de siempre, otrosegundo puesto.Sus últimos años en el carnaval alternó otros segun-dos premios con semifinales hasta su retirada defini-

“Llevaba 9 años con la idea deTampax Goyescas esperandotener un grupo adecuado”

vida y original: Tampax goyescas, comparsa fina ysegura, una parodia de una comparsa muy gaditana.“Llevaba mucho tiempo pensando esa idea. Desdeel año 92, el año de ‘Los borrachos’, llevaba yocon ese tipo en la cabeza, y finalmente se sacó 9años después. Lo que pasa es que esa chirigota erapara sacarla como se sacó, que sonara a com-parsa. Entonces, en el 2001, se dio la circunstanciade que cambiamos de grupo y todos los de la chi-rigota, menos Juanma y yo, habían salido en com-parsa. Así que cuando vimos que eso sonaba bien,

tiva, al menos por el momento, en 2010, con unos je-ques muy guasones, Los emires por donde se mire.Echando un vistazo atrás, ya con mayor perspectiva,Yuyu hace un crítico análisis de su trayectoria en lafiesta: “Con Los que no paran de rajar, por ejem-plo, pienso que se fue injusto. Hay otras veces quelas chirigotas que nos han ganado se han salido:el año de Los bordes del áreaganó Una chirigotacon clase, el de los Arapahoe que joe ganaron Losjuancojones, el año de Los rockeros de la pueblaganó Los de capuchino. Aunque no fueran supe-

decidimos sa-carlo”. Un tipoarriesgado, ya quedetrás de ese brilloy esa magia quedespierta el carna-val, hay un venenoque corroe lafiesta. “Segura-mente hubo gente

José Guerrero Roldán, el Yuyu

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zación de la fiesta ha hecho que muchos actores cam-bien su concepción del concurso, dedicando unmayor protagonismo a la escenificación y la bús-queda del espectáculo antes que la calidad de sus le-tras. “Sí, por desgracia sí. Verás, no te digo que lonuestro y lo de antes era lo mejor, pero nosotrosahora, por ejemplo, cuando vamos con la antolo-gía, cantamos letras que tienen 20 años. Yo no sési ahora mismo hay agrupaciones que dentro de20 años puedan cantar letras en una antología sinque se queden desfasadas. Se está prestando de-masiada atención a la representación antes que ala letra”.Al igual que la pasión por el carnaval de su tierra, suamor por el Cádiz CF tampoco conoce fronteras, in-cluso más aún ahora con el equipo hundido en la ter-cera división del fútbol español. “Uff, ahora mismo,ruina gorda. Pero la ruina que tiene el Cádiz es laque tienen muchos otros equipos. Hoy día el fútbolsolo está montado para los grandes, y los peque-ños están desapareciendo porque no se puedenmantener. Las entradas caras, la televisión ba-rata…”La vida del Yuyu ha cambiado desde hace algunosaños, cuando Manolo Casal le propuso hacer un es-

Una boda de arteCon la moda de los programas de cocina moderna entelevisión, el concepto de presentación de la comidaha cambiado, algo que en las bodas ha supuesto unantes y un después, ya que se han refinado aperitivosy platos. Y como al Yuyu le gusta sacar punta a todo,en su reciente boda con su novia María, decidió re-volucionar su menú hasta cruzar la raya del surrea-lismo. Empanada mental, beicon cuidado,montaditos en su pony como entrantes; pisto parasentencia, solomillo al whisky sin solomillo y concoca-cola, pringá hasta las trancas, pollo sin curryjunto a mostrador del INEM con papas panaderas ysin ayuda familiar como platos principales; y nadacon nueces o brazo de gitano con anillos de chocolatey Rolex de nata como postres son algunas de las de-licias que adornaban el menú de bodas de este genialhumorista. Algo que no tardó en recorrer las redessociales como la pólvora. “Lo único que queríamoses hacer una cosa simpática para que la gente seriera, porque entre que entras al convite y te sir-ven, hay unos minutos de espera, así que metimosun chistecito para que se lo pasaran bien. Cuandoempezó a rular por ahí nos quedamos un poco fli-pados, pero me alegro que gustara”. Un menú debodas que abrió el apetito entre los presentes graciasa las carcajadas provocadas.

José Guerrero Roldán, el Yuyu

pacio deportivo de humor para competir en Canal SurRadio con los grandes nocturnos, como El Larguero.El invento le salió bien y El Pelotazo se hizo líder enAndalucía. “Esto me ha venido un poco de rebote,el carnaval me ha traído a la radio. Siempre meha gustado la radio, pero nunca había pensado de-dicarme a ella. Puede ser que la gente nos vea muynaturales y espontáneos y eso es lo que les gusta”.Tal fue su éxito que en 2011 fue su principal rival, laCadena Ser la que se hizo con sus servicios. DesdeLa Cámara de los Balones, además de participaciones

“Las mejores ideas noshan salido gracias a unascervezas y unos cubatas”

en otros programas de la casa,hace disfrutar y reir con todoslos personajes que interpreta sumagnífico equipo de imitado-res: Ronquillo, Lara y Sena. Lacreación del programa a diarioes tan sencilla como con suchirigota. “Pues sobre las 11de la mañana quedamosFran (Ronquillo) y yo, y nossentamos para ver de lo que vamos a hablar esedía, aunque ya vengamos un poco con la idea pre-concebida. Charlamos un par de horitas y vamoshaciendo el guión sobre la marcha. Se lo enviamosa Luis (Lara) y Bienvenido (Sena) por mail y elloslo interpretan desde Cádiz”. Sin embargo, el hu-morista no ve viable el formato de su programa en lapequeña pantalla: “Yo lo resumiría, y sin que estosuene prepotente, que el producto en la radio lodomino y en televisión no. En la radio sé lo quetengo qué, cómo y cuándo tengo que hacer algo.En televisión siempre hay alguien que te dice “esteplano no es bueno”, “esto no llega”… Tambiénhay otra cosa que son las audiencias. En la radiolas audiencias llegan cada tres meses con losEGM, y tiene que ser una debacle muy grandepara que te tiren de las orejas. En televisión, sinembargo, desayunas con las audiencias, y en fun-ción de ellas te pueden dar la vuelta al programa.La televisión es demasiado estresante. Además, entelevisión hay mucha más oferta, y en la radio lagente es fiel a lo que escucha: te acuestas escu-chando a De la Morena y te levantas escuchandoa Pepa Bueno, por ejem-plo. La televisión es unmundo que me gustamuy poco; se gana más,pero es demasiado volá-til”. Algo ha hecho cam-biar de opinión al Yuyu,ya que desde la realiza-ción de esta entrevista hacomenzado una nueva an-dadura en un programa detelevisión, llamado Yuyu& Cía, en la que ha co-piado el formato de suprograma radiofónico a latelevisión, con sus cola-boradores. Bien es ciertoque se emite en 8tv, y enesta cadena existen menospresiones con respecto aaudiencias que en otroscanales. Otras voces, sinembargo, lo achacan aque el humor típico delsur no suele gustar en elresto de España. “Pues no

lo sé. El humor de Cádiz sí gusta, pero es verdadque fuera la gente es muy siesa, no sé si será porel frío o por qué. Creo que todo obedece a una fi-losofía de vida. La gente de fuera no es que no leguste el humor, sino que se han acostumbrado aun “mamoneo” raro y no saben disfrutar. No tedigo que no se viva mejor. En Cádiz no se vivebien, lo que hay es una filosofía de vida maravi-llosa. Fuera de Andalucía, tienen como obsesióntrabajar para guardar dinero…Y desde fuera senos acusa de ser muy flojos. A mí, por ejemplo, me

produce mucha tristeza a Cuenca o Ciudad Realy que no haya un puñetero bar para tomarse algo.No ya solo por el hecho de irte al bar, sino por to-marte algo y salir de tu casa un rato. Tampocodigo que lo ideal sea lo de Andalucía que hay unopor cada habitante, pero aquí sabemos que lo quehay es que disfrutar de la vida y trabajar cuandohaya que trabajar. Eso creo que condiciona a lagente de fuera; por ahí las personas son muy se-rias. No sé, no creo que sea el humor, sino que todoestá condicionado por su filosofía de vida”.Desde su retirada del carnaval, ha puesto su granitode arena en varias agrupaciones. En 2011, ayudó auna eminencia en la fiesta como Antonio Martín, es-cribiendo los cuplés para su comparsa Las locuras deMartín Burton,como en el 2013 hizo con la comparsade Sevilla y Los tipos. Entre estas dos colaboracio-nes, tuvo una curiosa cooperación con otro de los his-tóricos de la fiesta. En una de sus conversaciones conJuan Carlos Aragón, le comentó la idea de hacer unaño algo sobre el carnaval de Venecia, tantas vecescomparado con el gaditano. Coincidió que Aragónhizo un viaje a Italia, y cuando vio ese ambiente de

Page 5: Entrevista Yuyu

“En Cádiz no es que se viva mejor,sino que existe una filosofía de vida

maravillosa”

la fiesta veneciana, pidió permiso al humorista parasacar el año siguiente La Sereníssima, una de lascomparsas más controvertidas de la historia recientede la fiesta gaditana. “Pues sí que le ha salido bien,sí. Se lo dije, le gustó la idea y le ha salido unacomparsa fantástica. Venecia es una ciudad queme encanta, aunque nohaya estado nunca en sucarnaval, pero sí quedaba juego para unacomparsa”.Ahora, una vez casado,prefiere la tranquilidad, asíque ha adquirido comohobbys el golf, la fotogra-fía y viajar, algo que más de uno se ha tomado aguasa y le achaca que es algo que va mucho en su es-tilo, la flojera. En todo genio, hay que buscar lafuente en la que bebe, de donde ha adquirido esehumor descarado y surrealista. Así que, si hablamosde surrealismo en el humor, se vienen a la cabeza dospalabras: Monty Phyton, por los que el Yuyu siempreha profesado una intensa admiración: “Este tipo dehumor siempre me ha gustado porque te sor-prende con algo que no te esperas. Como el humores una parodia de la realidad, cuanto más se alejede ella, más gracia te hace. En mi casa me pongomuchas veces los episodios de los Monty Phyton,que los habré visto ya mil veces, pero me sigoriendo igual que la primera vez, con cosas ademáshiperridículas”.Siempre que alguien habla con el Yuyu, intenta po-nerlo a prueba, atestiguar la tremenda creatividad queatesora este gaditano. Así, le propusimos una prueba,

no mucho más difícil que lo que hace día tras día consus guiones para la Cámara de los Balones. Relacio-nar personajes de actualidad con el carnaval deCádiz. El resultado, como es habitual en él, es total-mente impredecible.Mariano Rajoy: “Más que a Rajoy, metía a todos

los políticos, porque creo que han perdido com-pletamente el norte. Serían Los últimos en ente-rarse, por lo de los cuernos”.Jose Mourinho: “Siempre estaba llorando, no sécómo hubiese encajado si se ve como nosotros conlos ocho segundos premios”.Cristiano Ronaldo: “Sería el Ángel Subiela de lostiempos buenos de Martínez Ares. Un tío vacilóny que mandaba sobre el escenario”.Rodrigo Rato: “Joé, como para llevarlo de tesorerocon una agrupación…Ruina gorda este también.Entre políticos y banqueros está la cosa comopara meterlos a todos en un cuarteto y que nopasen de preliminares”.Rey Juan Carlos: “Ha dado mucho juego para elcarnaval, sobre todo con esa gran chirigota comoLos pavos reales del Bati. Ha pegado sus caídas yha dado para muchas letras. Aunque tambiéntiene lo suyo con la familia…”

Por alusiones. Iñaki Urdangarín: “Pa’ echarlo direc-tamente, como para meterlo de postulante y quete lleve la venta de discos…”Angela Merkel: “Esta nos tiene a todos cogidos porlos huevos. Por culpa de la Merkel estamos todostiesos y hay menos actuaciones de carnaval”

Antonio Muñoz: “Otropersonaje que ha dadomucho juego en el car-naval. Sin Antonio elcarnaval hubiese sidoun poco menos. Nocreo que haya sido tanmalo como lo han que-rido pintar, pero debió

irse en su momento”Manuel Ruiz de Lopera: “Es mucho más personajede Cámara de los Balones que de carnaval. Inde-pendientemente de que te guste o no, es un perso-naje muy carismático, y con el que he disfrutadomucho interpretando de alguna u otra manera”.La espontaneidad que le caracteriza no hace faltabuscarla, sale sola. El Yuyu es un personaje que,como él mismo ha afirmado para alguno de las cele-bridades que interpreta, “si no existiera, habría queinventarlo”. Cuesta creer que lo volvamos a ver sobrelas tablas del Falla, pero día a día nos sigue haciendoreir con su ingenio, algo que es su plena satisfacción:“Es un trabajo muy estresante, porque te levantastodos los días sabiendo que tienes que inventartealgo para hacer reír. Pero cuando te encuentras agente que tiene problemas y te comenta que gra-cias a tu trabajo era un poco más feliz, es algomuy gratificante”.

José Guerrero Roldán, el Yuyu