ROBERTO CORREA, JUGADOR DEL RCD ESPANYOL

“Me gustaría que me recordasen como un currante del fútbol “MARCOS GARCÍA - 25/10/2015

’Rober’ posa para el club el día de su presentación Fuente: www.rcdespanyol.com

Roberto Antonio Correa Silva (Badajoz, 29/09/1992) está viviendo un sueño. Un sueño forjado a base de talento y trabajo duro, sobre todo trabajo duro, porque si algo tiene el joven lateral derecho del Espanyol es una constancia a prueba de bombas. Natural de Badajoz, su talento le llevó a formar parte de las canteras más importantes de la provincia –CA San José Promesas y CP Flecha Negra- antes de enrolarse en las filas del Rayo Vallecano ‘B’. Desde que llegó a Madrid para jugar en el Rayo nadie le ha regalado nada, y es que su primer año fuera de casa fue bastante duro. “Era la primera vez que salía de mi casa, entrenaba a tope y no jugaba”, dice. Inasequible al desaliento, siguió trabajando hasta hacerse un hueco y empezó a contar incluso para el primer equipo rayista, llegando a debutar en primera división. “Debutar fue increíble pero jugar contra el Barcelona fue lo más. Una experiencia única”, recuerda con ilusión. Las buenas actuaciones de ‘Rober’ le valieron su fichaje en 2013 por el RCD Espanyol y tras destacar

durante dos temporadas en el filial blanquiazul, el 12 de junio de 2015 firmaba su primer contrato profesional hasta 2018: “fue el día más feliz de mi vida, sin ninguna duda”.

PREGUNTA. El pasado viernes su equipo jugó en Vallecas. Un partido especial para usted, supongo.

RESPUESTA. Sí, en el Rayo se portaron genial conmigo y volver es un gusto porque deje buenos amigos en el club. Fue una pena la derrota y más siendo un tres a cero. Yo quiero que mi equipo gane siempre, pero la verdad que duele menos si es el Rayo quien se lleva los puntos. Me lo dieron todo. Estuve allí dos temporadas, la primera apenas jugué, pero en la segunda confiaron en mí y jugué muchos partidos, lo que me valió para estar donde estoy hoy en día. Les deseo lo mejor.

P. Usted no pudo jugar por decisión técnica. ¿Cómo lleva que el entrenador le mande a la grada?

R. Si que empieza fuerte la entrevista [se ríe]. Es normal. Hay muy buen nivel en la plantilla y jugadores importantes y con más experiencia que yo. Al fin y al cabo soy un recién llegado, tengo todavía mucho que aprender como profesional.

P. Entonces, ¿Se lo toma mejor que cuando no era profesional?

R. Nunca quieres ver los partidos desde fuera, pero siendo profesional entiendes que esto es un trabajo, que lo importante es el día a día. Cuando no vives de esto piensas que cada partido que no juegas es una oportunidad perdida, ahora lo ves de otra forma. Me lo tomo mucho mejor hoy en día. Por ejemplo, el primer año en el filial del Rayo fue complicado, era la primera vez que salía de mi casa, entrenaba a tope y no jugaba y me cabreaba muchísimo. Como profesional y siendo más maduro lo vivo muy diferente.

P. No entiendo. Entonces, ¿Se relaja uno cuando es profesional?

R. No, que va. Más bien todo lo contrario. Cuando firme mi contrato profesional fue el día más feliz de mi vida, sin ninguna duda, era lo que siempre había querido y me entrego cada día a ello en cuerpo y alma. Esa es la exigencia, pasar un examen en cada entrenamiento. Simplemente la presión es otra: en el filial te la juegas en cada partido, una vez a la semana, y si no pasas la prueba se acabó; como profesional te la juegas cada día, pero entiendes que los partidos han dejado de ser el filtro que podían ser en los equipos filiales, que son una parte más del trabajo.

’Rober’ durante un entrenamiento / www.rcdespanyol.com

P. ¿Quién es el mejor futbolista de entre sus nuevos compañeros?

R. No puedo destacar a uno solo. Hay un nivel impresionante. Marco Asensio es brutal, tiene muchísima imaginación, es rápido y tiene un gran golpeo con la zurda, la pone donde quiere. Felipe [Caicedo] es un portento físico, te chocas con él y parece que te ha atropellado un tren [risas]. Te podría decir algo de cada uno prácticamente porque por algo están a este nivel. Lo mejor es que puedo aprender cada día de todos y cada uno de ellos.

P. ¿Y el mejor futbolista contra el que se ha enfrentado?

R. ¿Quién va a ser? [En tono irónico]

P. ¿Messi, no?

R. Por supuesto. Lo que hace en el campo parece hasta mentira. Va a una velocidad superior al resto. Me enfrenté a él en mi segundo partido en primera división. Aquel día jugamos varios jugadores del filial, teníamos poca o ninguna experiencia en primera y delante teníamos a Messi. Marcó dos goles y dio dos asistencias y pareció que lo había hecho sin esfuerzo, como jugando en el jardín con su hijo. Perdimos por siete a cero, pero solo por

ver a Messi jugar a pocos metros te vas menos enfadado a casa, a pesar de la derrota tan abultada. Había grandes jugadores en el campo aquel día como Alexis Sánchez, Thiago, Dani Alves o Cesc, pero Messi tiene la capacidad de hacer que solo te fijes en él, el resto pasan a un segundo plano. Creo que es el mejor jugador con el que me he enfrentado y me enfrentaré en toda mi carrera.

P. Bueno, de los siete goles, solo dos fueron con usted en el campo…

R. Sí, porque el segundo me lo metí en propia puerta y encima me lesioné, sino vete a saber… [se ríe]. Le metieron un pase en profundidad a Alexis Sánchez, que es una bala, regateó a nuestro portero y tiró a puerta vacía, no golpeó bien y el balón iba muy lento. Yo pensaba que podía llegar a salvar la pelota antes de que entrara, pero no: fue gol y me estrellé contra el palo.

P. Eso debe doler.

R. Duele bastante, sí. Es el golpe solo pero es muy doloroso. Sin embargo, me dolió mucho más perderme lo que quedaba de partido. Eso fue en el minuto 25 y me tuvieron que cambiar. ¡Toda la semana esperando ese partido y me lesiono antes de la media hora! Al menos en el vestuario,

’Rober’ en su etapa en el Rayo / www.marca.com

después del partido, vino a visitarme el capitán del Barcelona, Carles Puyol. Siempre había sido un ídolo para mi, me encantaba el carácter que le ponía en cada balón y me solía fijar mucho en él porque empezó jugando de lateral derecho, la que es mi posición, pero más allá de eso me encantaba la conducta que tenía como deportista, y aquel día me confirmó que es una gran persona.

P. ¿Y eso?, ¿Qué le dijo?

R. Nada, que si estaba bien, que lo había hecho bien el ratito que había jugado y que le había recordado a él por tirarme contra el palo como un kamikaze [recuerda sonriente]. No tenía por qué venir a preocuparse porque me lesioné yo solo y sin embargo lo hizo. Fue un gesto muy bonito y que no olvidaré nunca.

P. ¿Se podría decir que aquel partido contra el Barcelona es el partido de su vida?

R. Espero poder jugar muchos partidos y muchos importantes para que pueda dudar cuando me pregunten eso al final de mi carrera, pero por ahora sí. Hay muchos más días importantes para mí, por ejemplo debutar fue increíble, pero jugar contra el Barcelona fue lo más. Una experiencia única porque aquel equipo estaba haciendo historia ganándolo todo.

P. Ha mencionado el final de su carrea. ¿Piensa en la vida después del fútbol?

R. Pienso bastante. Mi familia siempre se encarga de recordarme de donde vengo y que esto llega un momento que se acaba. Ahora mismo estoy centrado en trabajar duro para seguir cumpliendo mi sueño, pero llegará el día que no pueda seguir y hay que estar preparado para ello, por eso también procuro formarme y acudo a la universidad. Estoy muy centrado y lo tengo todo muy claro en ese sentido.

P. ¿Cómo le gustaría que le recordasen al acabar su carrera como futbolista?

R. Me gustaría que me recordasen como un currante del fútbol porque es lo que me considero. Como un buen tipo y un tío trabajador, sin más.