entrevista a thomas szasz, psiquiatría responsabilidad€¦ · grullo. sin embargo, su...

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q ThomasSzasz, de 73 años,es un húngaro de nacimiento que,siendo muy joven, emigró a Estados Unidospara escapar con su familia del terror nazi, que les amena. zaba especiabnente por su condición de judíos. Estudió psiquiatría y en 1961 hizo tambalearse las grandesverdades de su especialidadcon la publicación de "El mito de la enfermedad mental". Otras obras suyas traducidas al castellanoson: "La fabricación de la locura", "El segundo pecado" y "Nuestro derechoa las drogas". Actualmenteesprofesor emérito de psiquiatría en el Health Science Centerde Syracuse, de la Universidaddel Estadode NuevaYork,y uno de los pensadores más briHantesdel momento. , sí en persona, no pa- receThomasSzasz el fiero sabio radical que pinta la leyénda ---le precede. Este hombre, cordial, curioso y apasio- nado en su conversación, fue acu- sado de hereje y expulsado de la AsociaciónAmericana de Psiquia- tría por afirmar categóricamente que la homosexualidad no era una enfermedadmental. Claro que eso ocurría en los años sesenta, y hoy nadie duda de esaverdad de Pero- grullo. Sinembargo,supensamien- to independiente -que goza de gran influencia en el mundo de los llamados trastornos mentales- ha estado siemprerodeado de polémi- capor poner enentredicho muchas de las verdades establecidas. Pero sería muy pobre a~alizar Este polemlco psiquiatra estadounidense de origen húngaro se ha dedicado a cuestionar el concepto de los llamados tras- tornos mentales. del Papa, y no pensamos nuncaque éstees al fin y al cabo un hombrey nada más, alguien que puede equivocarse. Me pareceque deben existir todas las religiones que se quiera, pero sin que éstastengan poder sobre la vida de la gente; o sea, separando el poderde la Iglesia y el Estado. En caso de existir un Dios, no parece muy lógico eso de que estépendiente de quién come carne de cerdo o de cordero. Pero las religiones, tal y como están planteadas, marcan mucho la vida individual. Igual ocurre conlos mo- vimientosde cualquiertipo, aunque éstos sean psiquiátricos. Deben exis- tir diferentes formasde entender las enfermedadespsiquiátricas, pero sin que ninguna de ellas suponga verdades absolutas, tanto si te gusta Jung,como si prefieresa Freud o a Adler. Es tan simple como preferir la comidaespañola a la francesa: no tiene nada que ver con la salud o con la enfermedad, porque cual- quiera de esas preferencias no puede ser la solución de todo. Yo estoy en contra de cualquier cosa que se establezca como verdad absoluta, y los movimientos de cual- quier tipo eliminan las diferencias individuales porque dictan lo que es correcto e incorrecto en la manerade entender la vida. -En su obra siempre habla de religión y diceque últimamenteésta ha sido sustituida por la medicina. ¿Enqué sentido? -Para controlar a la gentey tam- biénparahacerle pensar que su vida vaa sermás feliz. Ahora se deposi- ta una fe ciegaenla medicina, pero antessehacía en la religión. Así se llega a pensar que con la cirugía plástica, las dietas, el no fumar o sea, con las prohibiciones-, seva a ser más feliz. Pero todos sabemos que al final vamos a morir. Enton- cesescomo si la idea última fuera llegar a ser un cadáver saludable, : porque ninguna medicina nos librará de esa gran verdadque es la muerte. -Pero actualmentetodo el mun- do se apunta a cuidarse el cuerpo. ¿Estoquiere decir que somos más infelices? -No. Es sólo que ahora tener un cuerpo sanoy hermoso ha sustitui- do a la antigua concepción religiosa de seruna persona virtuosa. Hasta los políticos lo hacen.Por ejemplo, muy 119 u e sólo desde la psiquiatrla a Thomas Szasz. Suinquietud innatale ha lle- vadoa aventurarse enlos tenitorios I de la historia de las religiones, los problemas sociales contemporá- neos, las drogas, la política, la cultura... En definitiva, en todo aquello que tiene que ver con el ser humano y con la vida. Este sabio inclasificable, que se confiesa conservador en lo político y en lo personal, pero radical en su percepción de la psiquiatrla, hace suya la cita de Samuel Butler: "Nun- caescribosobretema alguno, salvo cuando creo equivocada la opinión de quienes gozan de fe pública, y esto implica como consecuencia necesariaque todos los libros que escribo luchan contra quienesaca- paran un campo". A tenor de lo prolija que es suobra, debe de ser que Szasz percibe muchos errores a su alrededor... -Muchos le vieron desde el prin- cipio como cabeza de un movi- miento psiquiátrico critico. Usted era alguien que discutía la eficacia de algunos métodos tradicionales, como el internamiento o el electro- choque. Y, sin embargo, nunca I quiso abanderar ninguna corriente, ni siquiera se puso aliado de la I llamada antipsiquiatrlaen los años setenta. ¿Por qué? -Porque la sola idea de movi- miento me parece que distorsiona las cosas. Yo comparo mucho la psiquiatrla con las religiones.Si to- mamos las dos grandes, eljudaísmo I y el cristianismo, vemoscómo los primeros secreenel pueblo elegido por Dios, y eso es una tontería. Igual que el cristianismo centra gran parte de su poder enla infalibilidad Entrevista a Thomas Szasz, Psiquiatría Responsabilidad

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Page 1: Entrevista a Thomas Szasz, Psiquiatría Responsabilidad€¦ · grullo. Sin embargo, su pensamien-to independiente -que goza de gran influencia en el mundo de los llamados trastornos

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Thomas Szasz, de 73 años, es un húngarode nacimiento que, siendo muy joven,emigró a Estados Unidos para escapar consu familia del terror nazi, que les amena.zaba especiabnente por su condición dejudíos. Estudió psiquiatría y en 1961 hizotambalearse las grandes verdades de suespecialidad con la publicación de "Elmito de la enfermedad mental". Otrasobras suyas traducidas al castellano son:"La fabricación de la locura", "El segundopecado" y "Nuestro derecho a las drogas".Actualmente es profesor emérito depsiquiatría en el Health Science Center deSyracuse, de la Universidad del Estado deNueva York, y uno de los pensadoresmás briHantes del momento.

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sí en persona, no pa-rece Thomas Szasz elfiero sabio radicalque pinta la leyénda---le precede. Este

hombre, cordial, curioso y apasio-nado en su conversación, fue acu-sado de hereje y expulsado de laAsociación Americana de Psiquia-tría por afirmar categóricamenteque la homosexualidad no era unaenfermedad mental. Claro que esoocurría en los años sesenta, y hoynadie duda de esa verdad de Pero-grullo. Sin embargo, su pensamien-to independiente -que goza de graninfluencia en el mundo de losllamados trastornos mentales- haestado siempre rodeado de polémi-ca por poner en entredicho muchasde las verdades establecidas.

Pero sería muy pobre a~alizar

Este polemlcopsiquiatraestadounidensede origenhúngaro se hadedicado acuestionar elconcepto de losllamados tras-tornos mentales.

del Papa, y no pensamos nunca queéste es al fin y al cabo un hombre ynada más, alguien que puedeequivocarse. Me parece que debenexistir todas las religiones que sequiera, pero sin que éstas tenganpoder sobre la vida de la gente; osea, separando el poder de la Iglesiay el Estado. En caso de existir unDios, no parece muy lógico eso deque esté pendiente de quién comecarne de cerdo o de cordero. Perolas religiones, tal y como estánplanteadas, marcan mucho la vidaindividual. Igual ocurre con los mo-vimientos de cualquier tipo, aunqueéstos sean psiquiátricos. Deben exis-tir diferentes formas de entender lasenfermedades psiquiátricas, perosin que ninguna de ellas supongaverdades absolutas, tanto si te gustaJung, como si prefieres a Freud o aAdler. Es tan simple como preferirla comida española a la francesa: notiene nada que ver con la salud ocon la enfermedad, porque cual-quiera de esas preferencias nopuede ser la solución de todo. Yoestoy en contra de cualquier cosaque se establezca como verdadabsoluta, y los movimientos de cual-quier tipo eliminan las diferenciasindividuales porque dictan lo quees correcto e incorrecto en lamanera de entender la vida.

-En su obra siempre habla dereligión y dice que últimamente éstaha sido sustituida por la medicina.¿En qué sentido?

-Para controlar a la gente y tam-bién para hacerle pensar que su vidava a ser más feliz. Ahora se deposi-ta una fe ciega en la medicina, peroantes se hacía en la religión. Así sellega a pensar que con la cirugíaplástica, las dietas, el no fumar osea, con las prohibiciones-, se va aser más feliz. Pero todos sabemosque al final vamos a morir. Enton-ces es como si la idea última fuerallegar a ser un cadáver saludable, :porque ninguna medicina noslibrará de esa gran verdad que es lamuerte.

-Pero actualmente todo el mun-do se apunta a cuidarse el cuerpo.¿Esto quiere decir que somos más

infelices?-No. Es sólo que ahora tener un

cuerpo sano y hermoso ha sustitui-do a la antigua concepción religiosade ser una persona virtuosa. Hastalos políticos lo hacen. Por ejemplo,

muy 119

u

e

sólo desde la psiquiatrla a ThomasSzasz. Su inquietud innata le ha lle-vado a aventurarse en los tenitorios

I de la historia de las religiones, losproblemas sociales contemporá-neos, las drogas, la política, lacultura... En definitiva, en todoaquello que tiene que ver con el serhumano y con la vida.

Este sabio inclasificable, que seconfiesa conservador en lo políticoy en lo personal, pero radical en supercepción de la psiquiatrla, hacesuya la cita de Samuel Butler: "Nun-ca escribo sobre tema alguno, salvocuando creo equivocada la opiniónde quienes gozan de fe pública, yesto implica como consecuencianecesaria que todos los libros queescribo luchan contra quienes aca-paran un campo". A tenor de loprolija que es su obra, debe de serque Szasz percibe muchos errores asu alrededor...

-Muchos le vieron desde el prin-cipio como cabeza de un movi-miento psiquiátrico critico. Ustedera alguien que discutía la eficaciade algunos métodos tradicionales,como el internamiento o el electro-choque. Y, sin embargo, nunca

I quiso abanderar ninguna corriente,ni siquiera se puso aliado de la

I llamada antipsiquiatrla en los añossetenta. ¿Por qué?

-Porque la sola idea de movi-miento me parece que distorsionalas cosas. Yo comparo mucho lapsiquiatrla con las religiones. Si to-mamos las dos grandes, el judaísmo

I y el cristianismo, vemos cómo losprimeros se creen el pueblo elegidopor Dios, y eso es una tontería. Igualque el cristianismo centra granparte de su poder en la infalibilidad

Entrevista a Thomas Szasz, Psiquiatría Responsabilidad

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mundo se piensa que se deben ile-galizar algunas sustancias, pero nola Coca-Cola, el café o el jamón decerdo ibérico. Los gobiernos nos tra-tan como a niños. Si nos tratarancomo adultos no tendrían derecho adeterminar lo que los demás debe-mos o no tomar. Cada uno debesaber lo que le hace daño o le bene-

desempleados, por ejemplo, sonvíctimas que caminan hacia esa malllamada enfermedad mental.

-Según usted, hay muchas drogasde farmacia que son tan malignascomo las ilegales, pero las recetanlos médicos y así están legitimadas.¿Se puede hablar de drogas buenas?

-No es correcto plantear ese de-bate desde el maniqueís-mo. Las mismas drogasson buenas o malas, segúnquién las tome, cómo ycuándo. Da igual que ha-blemos de drogas de far-macia o drogas de la calle.El inconveniente añadidoes que las drogas ilegales,por definición, tienden aser peligrosas. En una far-macia, al comprar una as-pirina se tiene la certeza dela composición química.

como ténnino para describir lasconductas que no nos gustan, lasque rechazamos. Piense sólo quetenemos un hígado, unos riñones,un cerebro. Son órganos que pue-den enfennar, pero como la menteno es nada, no puede enfennar. Poreso no es correcto decir que existenenfennedades mentales. La locuraes un invento del hombre. Comocuando se pone una autopista y elhombre marca un límite de veloci-dad que si se rebasa se debe casti-gar. Igualmente, son los hombresquienes marcan unas pautas decomportamiento que deciden lo quees o no correcto. El asesinato, porejemplo, antes era un gran pecado yahora también en Estados Unidos setrata como locura.

Si queremos debatir por qué elhombre se comporta como lo hace,tendríamos que entrar en un debate

"En nuestra sociedad, a los queno tienen éxito se les va

marginando y acaban locos" Se declara conservador y confonnistaen su vida personal, pero muchos

le consideran un hereje por sus ideas.

que nos remontaria a Aristóteles y asu teona sobre el libre albedrio.

-¿Qué aporta entonces la psi-

quiatría?-Cualquier comente psiquiátrica,

tanto la tradicional como la llama-da antipsiquiatría, se empeña enbuscar una explicación al compor-tamiento de las personas: "Si bebeses porque hay una causa que teimpulsa a ello", dicen. Es absurdo,porque no hay causas. Pretenden ex-plicarlo todo con un razonamientocomo si hablaran de la ictericia o lahepatitis. Pero no tiene nada quever. Y, desde luego, la esquizofre-nia no se trata recetando fármacosantiesquizofrénicos. Tan equivoca-do es eso como pretender mandarunas pastillas anticristianismo oantiespañolismo. Una persona secomporta de una manera porquedurante años lo ha hecho así; se vadespegando de la sociedad, se vuelveperezosa y los demás le van llevan-do también a esa locura diciéndoleque es de tal o cual modo. En defi-nitiva, hay un montón de motivos.Así también, en nuestra sociedad alos que no tienen éxito se les va mar-ginando y acaban siendo locos. Los

LOS pecaDOS Del pasaDO llenen paraél una nueva definición: "Antes se ibaal confesionario y ahom se acude al

psiquiatra para curar una depresión".

ficia. No porque algo sea legal hayque consumirlo. El exceso de cual-quier cosa es siempre malo, pero ladecisión de tomarlo es personal.Tan dañino es abusar de la comida,como de la religión o de las drogas.Moderarse significa madurez ydetrás de las prohibiciones haypocas ganas de que los hombres sea-mos adultos de verdad. De hecho,

Pero al compraruna droga ilegal,Dios sabe lo que tevenden. Por esome parece unaestupidez mayús-cula tomar drogas

ilegales. Aunque,bueno, también esuna tontería to-mar cualquier cla-se de drogas. Noes que yo crea enDios, es que pien-so que el cuerpono está hechopara que lo atibo-rremos de sustan-cias extrañas. Igual que tampoco hasido creado para sufrir operacionesquirúrgicas. Ambas cosas resultanagresivas para él.

¿La solución al debate de las dro-gas debe pasar entonces por lalegalización?, ¿por la prohibiL'ión?,¿por la revisión de fármacos?..

-No es ésa la cuestión. Las drogasson para Occidente como el corderopara Israel: lo que hay que prohibir.Ambos planteamientos parten decuestiones moralfs. En nuestro

a un candidato a presidente de losEstados Unidos ya no se le pregun-ta cuántas veces va a misa, pero sí sifuma, si bebe o si su mujer hace

gimnasia.-Entonces, ¿el hecho de que haya

cada vez más trastornos mentaleses porque éstos han sustituido a 10que se entendía que eran los peca-dos de la religión?

-Absolutamente. Es algo claro ytransparente. Ejemplos hay mu-chos: la homosexualidad, la mas-turbación e incluso la depresióneran antes pecados de la carne o delalma. Ahora decimos que se sufre deestrés y de depresión y se acude alpsiquiatra. Antes se hablaba de de-sesperación, de la pérdida de la fe,como uno de los mayores pecadosdel cristianismo. Los grandes santos

se infligían torturas que hoy la-psiquiatría considera como

puro masoquismo. Igual quelos intentos de suicidio ytantos otros ejemplos. Todosesos pecados del pasadotienen una nueva definiciónen la psiquiatría.

-¿Son las enfermedadesmentales un invento del mun-do moderno?

-Sin duda. En Arabia Saudíy en otros muchos países ára-bes, cuando un hombre robale cortan la mano, mientrasque en Estados Unidos le en-carcelan y le tratan como a uncleptómano, que es otra espe-cialidad mental. Creo que esevidente que se trata de unasustitución de valores religio-sos. Antes del siglo XIX, todas

{.Stas cosas no existían. Fue a partirde la Revolución Francesa cuandose empezó a hablar de locuras. Pri-mero en Europa y luego pasaron aEstados Unidos, donde tomaronuna dimensión mayor. Además,como ahora hay una invasión plane-taria de la moda americana,también se exportan una serie depelículas en las que todo es puraenfermedad: fumar, no fumar, laanorexia, la bulimia, la depresión...La cultura, como la moda, es algocontagioso, y los comportamientosno son una excepción.

-Ahora se habla mucho de enfer-medad mental, pero ¿qué es exacta-mente la mente?

-No existe, no es nada. Sólo escuestión del lenguaje. Lo utilizamos

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históricamente las prohibicionesSOl! bastante recientes. Por ejemplo,en Estados Unidos no se prohibió laheroína hasta 1914. Ahora puedecomprarse tranquilamente un arma,pero no una jeringuilla hipodérmi-ca. Es absurdo.

-Observo que es muy critico consu profesión. ¿Qué hace, pues, sien-do psiquiatra?

-iJa, ja, ja...! Bueno, son otros losque me llaman psiquiatra. Yo sólointento pensar claramente sobre lapsiquiatría. Personalmente nuncahe trabajado con pacientes queestuvieran recluidos contra suvoluntad y nunca he adIninistradofármacos ni tratamientos de cho-

r

Según Ihomas Szasz, las prohibicio-nes nos impiden ser adultos:

"Resulta absurdo permitir la venta dearmas y no la de jeringuil/asn.

un poder moral que le marque lo

que debe hacer.

-No es idea mía. Muchas de las

grandes novelas de Dostoievski ya

hablan de esos temas, de cómo la

gente necesita consejo y orientación.Ahora confiamos en grandes políti-

cos, como Clinton, para que nosdigan lo que es bueno o malo que

hagamos. Al principio siempre haymucha euforia, pero luego viene una

gran decepción personal. Es porquelas nuevas sociedades son todavía

más infantiles en el sentido de las

dependencias. Esperamos que lasrespuestas nos las den los políticos,el psicoanalista o la televisión.

-¿ y qué deberíamos hacer para

no sentimos decep-

--cionados?

-Hay varias alter-nativas. Una es el

sometimiento, otraretirarse a un monas-terio. La tercera vía es

ser uno mismo su

propio amo, su propiomaestro, aunque teconsideren antisocial.

Porque ningún siste-ma te va a dar una

respuesta de vida: nila psiquiatría, ni lapolítica, ni la econo-

mía. Cada uno debetomar sus propiasdecisiones. Yeso te

hace responsable detus propios errores. Ahí es donde

muy pocos quieren aventurarse.

-Muchos le han tachado de herejepor sus ideas. ¿Cómo se siente al ser

llamado así?-Si criticas la sabiduría conven-

cional, te conviertes en un hereje.Pero yo en mi vida personal soy con-servador y conformista. Si miramos

la historia cientffica de los últimos

150 años, cuando alguien discrepade las teorías imperantes no se le lla-

ma hereje, sino que se le considera

una persona con buen comporta-

miento científico por poner en en-tredicho las teorias anteriores. En fí-

sica siempre se había pensado quela energía y la materia eran dos co-

sas separadas, pero llegó Einstein yaseguró que iban unidas, y aunque

su afirmación desmentía lo dichopor Newton, a nadie se le ocurrió

llamarle hereje, de modo que yo

tampoco debería ser llamado así.

ÁngelesAguilera

El 8 de noviembre de 1895, 'por pura ca:

lidad, Conrad Wilhelm Rontgen, investiga

sobre las propiedades de los rayos catódil

descubrió los rayos X. Unos rayos capace~

atravesar nuestro cuerpo e imprimir el inte

de éste en una placa fotográfica. Fue la prirr

radiografía.Sin saberlo, C.W. Rontgen revolucioné

diagnóstico médico.

y también sin saberlo, proporcionó a los r

dicos el primer instrumento eficaz en la lu(

contra del cáncer: la radioterapia.

Si quiere saber más sobre C.W. Rontgen,

historia y su aportación a la ciencia médica. ~

curioso. Busque en Crónica de la Medlclr

Encontrará, noticia a noticia. 27.000 años

medicina. Todos los remedios, todas las curé

todos los descubrimientos desde el princi~

del hombre hasta nuestros días. --

que. En mi vida profesional lo únicoque he hecho ha sido escuchar ycharlar tranquilamente como loestamos haciendo ahora. Hay unaanécdota sobre psiquiatras que secuenta siempre: se dice que estabauna vez una consulta llena de gen-te para ver al terapeuta. La mitad delas personas se encontraban allíporque estaban casadas y teníanproblemas por ello, y la otra mitadporque eran solteras y deseaban en-contrar una pareja para casarse. Deahí se deduce que el problema enrealidad es no estar bien con lo quese tiene o lo que se es. Antes, estascosas se contaban al confesor yahora, sin embargo, se consultan

I con el psicoanalista.-Usted también critica mucho en

sus libros la idea de que la socie-I dad se infantiliza y la gente nP-cesita

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