entre la política oficial y la experiencia urbana: la ... · 4.- del barro al asfalto: la...

95
Universidad Complutense de Madrid Facultad de Geografía e Historia Entre la política oficial y la experiencia urbana: la urbanización en Caño Roto durante el franquismo Between the official policy and the urban experience: the urbanization in Caño Roto during the Franco regime Mario Bañón Lorente Dirigido por: Rubén Pallol Trigueros Trabajo Fin de Máster Curso académico 2017/2018 Máster Interuniversitario en Historia Contemporánea

Upload: others

Post on 28-May-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Universidad Complutense de Madrid

Facultad de Geografía e Historia

Entre la política oficial y la experiencia urbana:

la urbanización en Caño Roto durante el

franquismo

Between the official policy and the urban experience: the

urbanization in Caño Roto during the Franco regime

Mario Bañón Lorente

Dirigido por:

Rubén Pallol Trigueros

Trabajo Fin de Máster

Curso académico 2017/2018

Máster Interuniversitario en Historia Contemporánea

En el barrio de Caño Roto,

lo primero que se ve,

niños tocando y bailando,

en la esquina de José.

Bebiendo de una misma fuente,

Caño Roto tenía que ser.

Los Chorbos

“Ole Caño Roto”

2

ÍNDICE

1.- Introducción 1

2.- Estado de la cuestión 6

2.1 Los efectos de las migraciones internas en Madrid 7

2.2 El estudio de los suburbios en las periferias urbanas 12

2.3 La producción bibliográfica sobre Caño Roto

2.4 Propuesta de trabajo y posibilidades

16

22

3.- Fuentes 24

4.- Del barro al asfalto: la urbanización en el sector de Caño Roto. Aproximación

analítica al objeto de estudio.

29

4.1 La ciudad de Madrid durante el franquismo 29

4.2 La crisis social de la vivienda durante la posguerra 32

4.3 Hacia el Plan Nacional de Vivienda y el Plan de Urgencia Social 35

4.4 El proyecto de Caño Roto 41

4.5 Conclusiones 44

5. El polígono de Caño Roto 46

5.1 Introducción 46

5.2 La Comisaría de Ordenación Urbana y la elaboración de los censos 49

5.3 La ocupación del polígono de Caño Roto 54

5.4 Las gentes del polígono de Caño Roto 60

5.5 El sistema de adjudicaciones 75

5.6 Notas finales: la evolución de los poblados 79

6. Conclusiones 81

7. Bibliografía 83

Prensa 89

Legislación 89

Índice de tablas e ilustraciones 91

Anexos 92

1

1. Introducción

“La urbanización, podemos concluir, ha desempeñado un papel crucial en la absorción de

excedentes de capital, y lo ha hecho a una escala geográfica cada vez mayor, pero a costa de

impetuosos procesos de destrucción creativa que implican la desposesión de las masas urbanas

de cualquier derecho a la ciudad”1

Desde que se inició el proceso de urbanización en las grandes ciudades europeas a

mediados del siglo XIX, la periferia se manifestó como uno de los principales

rompecabezas ante el que los gestores y planificadores de la ciudad debían hacer frente.

El caso de Madrid no fue diferente. Estos espacios situados en los márgenes servían para

contener las desigualdades sociales que se producían en el interior de la urbe, como la

señal más clara del desbordante crecimiento urbano que experimentaron las grandes

ciudades durante los siglos XIX y XX. El debate sobre qué hacer con estos espacios, sobre

qué tipo de ciudad se pretendía construir, basculó con el correr de los tiempos, y es el

historiador quién debe ubicar las manifestaciones de este proceso en sus respectivos

contextos. Pero hay un rasgo distintivo que, independientemente del período analizado,

siempre ha estado presente: su íntima relación con el diseño de la urbanización, pues no

hay organización del centro urbano que no implique siempre una manifestación de su

periferia.

Los espacios periféricos de la capital no han sido siempre los mismos, producto de un

desarrollo urbano desigual marcado por las rupturas y las continuidades, a caballo entre

la modernidad y la tradición. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, en el Anteproyecto

de Ensanche de Castro, se manifestaba la necesidad de expandir la ciudad más allá de los

límites previamente delimitados, signo de una nueva sociedad urbana emergente. El

antiguo mundo de los oficios estaba dejando paso a un mercado laboral mucho más

complejo y diversificado, y en los viejos arrabales se estaban desarrollando los nuevos

barrios de la capital. Pero este proceso no consistió en una línea ascendente hasta la

consecución de un Madrid moderno, símbolo de una nueva sociedad. Por el contrario, el

desarrollo urbano trajo consigo cambios en la fisonomía de la ciudad, y en cuanto a las

formas de vivir en la misma, pero también conllevó que muchos de sus habitantes

1 HARVEY, David, “Ciudades rebeldes. Del derecho de la ciudad a la revolución urbana”, Madrid, Akal,

2012. p. 45.

2

quedasen desplazados a sus aledaños, en un proceso de segregación espacial en el que se

decidía quiénes debían ocupar según qué espacios. Como se verá, durante el período

analizado, el Franquismo, hubo rupturas con respecto a todo lo anterior, pero muchas de

las realidades urbanas en la periferia de Madrid que ya estaban presentes se manifestarán

adquiriendo una dimensión diferente.

Con las destrucciones efecto de la guerra civil, una vez más se debía decidir cómo iba a

ser el desarrollo de la ciudad, pero ahora en el contexto de una dictadura. Qué hacer con

las zonas suburbiales era uno de los interrogantes presentes en la mente de instituciones,

técnicos, y personalidades vinculadas al régimen de una u otra manera. Una cuestión

parecía clara: había que controlar los posibles focos de insubordinación y la política

urbana era la mejor forma de proyectar los valores ideológicos del recién instaurado

régimen. Y así fue durante los primeros años de la dictadura, caracterizados por los

intentos de lograr una “España Nueva”, con una capital que fuera digno reflejo de ello,

recordando a los discursos sobre el Gran Madrid que ya estaban presentes a inicios de

siglo. Que hubiera un nuevo régimen no hacía desaparecer viejos problemas consecuencia

del crecimiento urbano madrileño, y la carestía de vivienda en las áreas situadas a las

afueras de la ciudad era buena prueba de ello. Una situación límite que se veía acrecentada

por las riadas de inmigrantes que año tras año arribaban a la capital. La solución parecía

clara: la ciudad se debía extender más allá de sus límites una vez más.

Durante la década de 1950 y 1960 surgieron nuevas áreas urbanas en la periferia

madrileña, por la iniciativa oficial de las instituciones encargadas de la urbanización de

Madrid. El objeto de estudio seleccionado en este trabajo es una de estas zonas surgidas

como consecuencia de la intervención de las autoridades sobre el extrarradio por un

desborde social a expensas de lo proyectado: Caño Roto. En la zona que comprendía este

espacio urbano se edificaron tres tipologías diferentes de poblados, fruto de la necesidad

de realojar a la población que habitaba en infraviviendas, y a aquellos que, por

motivaciones muy diferentes, procedían de otros puntos de la geografía española.

Acercarse a una de las áreas que se configuraron a través de núcleos concentrados de

infravivienda y chabolismo permite, por un lado, bosquejar la ocupación de este espacio

urbano, y, en segundo término, delimitar la actuación de las autoridades para reprimir,

orientar y controlar su crecimiento. ¿Qué organismos y actores sociales reorganizaron la

periferia madrileña? ¿Cuáles fueron las medidas emprendidas? ¿Y qué diferencias

presentaba el modelo de urbanización emprendido en Caño Roto respecto a otras áreas de

3

la capital? Estos son sólo algunos de los interrogantes que se pretenden despejar con la

realización de este estudio, o, al menos, apuntalar para su posterior desarrollo en una

investigación de mayor entidad.

Para dar cuenta de estas cuestiones, se ha decidido orientar la investigación en torno a

tres ejes principales. En primer lugar, es necesario dar debida cuenta de las

aproximaciones que han reflexionado sobre el objeto de estudio aquí planteado, con una

valoración crítica de la información aportada y delos enfoques hasta ahora ensayados.

Con el pertinente estado de la cuestión se pretende informar sobre los avances que en los

últimos años han tenido temas como la historia de las migraciones, las políticas de

vivienda del franquismo o la movilización vecinal, así como de las carencias aún

presentes en los estudios sobre el franquismo desde una perspectiva urbana.

Seguidamente, se procederá a situar al lector en el contexto en el que se desarrolló el

espacio urbano de Caño Roto, atendiendo a las diferentes medidas y organismos que

reorganizaron la periferia madrileña. Esto se realizará no sólo por medio de la bibliografía

disponible, que principalmente remite a la ciencia del urbanismo y la arquitectura, sino

también a través de los diferentes decretos sobre vivienda de tipo social y las noticias

recogidas en prensa. El último apartado estará dedicado, por un lado, al proceso de

urbanización emprendido en Caño Roto, dando cuenta del espacio concebido por los

arquitectos encargados de la elaboración del proyecto de vivienda social, y, por otro, a la

ocupación previa del polígono para tener en consideración el espacio vivido y percibido

por sus habitantes a través de su experiencia urbana.

Siguiendo la estela de autores como Henri Lefebvre o Jane Jacobs, que en sus trabajos

apuntan a la dimensión conflictiva del desarrollo urbano, este estudio parte de la premisa

de que es necesario considerar el espacio como un lugar en disputa. Esta disputa no se

debe circunscribir a un esquema interpretativo clásico arriba abajo, dominantes

dominados, gobernantes y gobernados. Por el contrario, concebir la pluralidad de agentes

que participan en el proceso de producción del espacio social -técnicos, autoridades,

habitantes, instituciones, etc.-, supone al mismo tiempo entender las diferentes visiones

sobre cómo se debe vivir en la ciudad. Como José Luis Oyón titulaba acertadamente a su

célebre investigación sobre la clase obrera en Barcelona, el espacio no es inocente, y

siempre podrán identificarse diferentes grupos sociales y agentes que intentan imponer

un orden determinado a través del espacio urbano. La ciudad y su morfología no puede

entenderse como el fruto del talento de un genio creador, ya sea un arquitecto, un

4

gobernante o un ingeniero, sino como la resultante de la lucha de estos diferentes intereses

y de estas fuerzas desiguales. Esta complejidad es una de las principales razones que hace

de la historia urbana una línea de investigación tan atractiva como necesaria.

A modo de preámbulo, antes de iniciar con el estado de la cuestión se va a proceder a

situar al lector ante el objeto de estudio, que a estas alturas se hará la misma pregunta que

me hacía cuando inicié la investigación: ¿Qué es Caño Roto? ¿Y dónde está?

Caño Roto se encuentra situado al suroeste de Madrid, limitando al sur con el camino de

las Ánimas, en la actual zona del barrio de Los Cármenes, que pertenece al distrito de

Latina. Este barrio nació de la iniciativa oficial del régimen durante la década de los

cincuenta, que proyectó tres tipos de poblados en el área que comprendía el polígono de

Caño Roto, a saber: un Poblado Dirigido, de Absorción y Mínimo o de Urgencia Social.

El primero de ellos, el Dirigido, tenía como objetivo dotar de vivienda a aquella población

que procedía de la migración, con un tipo de régimen en propiedad y cuyo elemento más

Ilustración 1. Localización del espacio urbano de Caño Roto Fuente: Elaboración propia a

partir de fotografía aérea 1965.

5

significativo es que se empleó la mano de obra de quiénes iban a habitar esta área para su

construcción. Los otros dos poblados, el de Absorción y Mínimo, tenían como función

realojar a la población chabolista que residía en núcleos de infraviviendas del polígono,

con una calidad constructiva inferior al Dirigido, especialmente este último.

Pero en esta investigación no sólo interesa cuál fue la política urbana emprendida por los

organismos encargados de la urbanización de Madrid en el polígono de Caño Roto, es

decir, el espacio concebido. Uno de los objetivos marcados es rastrear la ocupación

anterior a la proyección de dichos poblados, que supuso la expropiación y desaparición

material de los núcleos de infravivienda de este polígono. Este breve preámbulo solo

pretende situar al lector ante el área de estudio, que será descrita con más exactitud en el

apartado correspondiente. A continuación, se verá qué es lo que se sabe de Caño Roto y

cómo se ha estudiado este espacio urbano.

6

2.- Estado de la cuestión

Introducción

La realización de una investigación como la que aquí se propone requiere de la lectura

crítica de aquellos estudios que han prestado atención al tema planteado. Este ejercicio

tan necesario que supone controlar el tejido historiográfico sobre el que se va a asentar la

investigación permite reflexionar en torno a cuáles son las carencias que a día de hoy aún

presenta la historia del franquismo desde una perspectiva urbana. Y precisamente, a

diferencia de otras épocas y periodos y de otros lugares y escuelas historiográficas, en

España apenas se ha prestado atención a las posibilidades que otorga el análisis urbano

en perspectiva histórica. Una apuesta por la historia urbana que no debe entenderse como

la descripción de aquellos espacios simbólicos de las grandes ciudades, de forma aislada

y sin ningún tipo de reflexión en torno a procesos de urbanización de más largo alcance.

Así, mientras que determinados espacios y monumentos de Madrid como el Arco de la

Victoria han quedado en el discurso más extendido como la representación física y

emblemática del franquismo, otras áreas quedan sepultadas bajo muros de cemento y

hormigón y apenas son recordadas; los espacios periféricos de la ciudad habitados por

chabolas y casas bajas son buena prueba de ello. Al mismo tiempo no se debe concebir la

historia urbana como una disciplina autónoma y autosuficiente en sus temas de

investigación y debate, sino que debe aspirar a comprender la producción social del

espacio en relación a otros procesos más amplios. Los cambios y conflictos políticos, las

dinámicas productivas o los fenómenos culturales de distinta índole, no pueden ser

analizados sin referencia a uno de los procesos que de forma más radical ha transformado

las sociedades occidentales en los últimos 150 años: la urbanización.

Así, la labor de reconstrucción de determinados fenómenos en clave espacial requiere del

diálogo entre diferentes disciplinas. En el caso del franquismo, el estudio de los suburbios

en las periferias de la zona sur de Madrid no ha tenido grandes ecos en la historiografía.2

La mayor parte de las publicaciones que han centrado su atención en los municipios que

2 ESCOBAR, J.M; PÉREZ, J. y RAUNO, M, “Carabanchel Alto: historia de un pueblo” Madrid,

Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, 2002.; MORENO JIMENEZ, Antonio, “Carabanchel.

Recuperar el espacio vivido” Madrid, Ed Hauser y Menet, 1983.; SÁNCHEZ MOLLEDO, José María,

“Carabanchel. Un distrito con historia” Madrid, Ediciones La Librería, 1998.; GARCÍA-NIETO, María

del Cármen, “Marginalidad, movimientos sociales, oposición al franquismo. Palomeras, un barrio obrero

de Madrid, 1950-1980” en TUSELL, J; ALTED, A. y MATEOS, A. (coords) “La oposición al régimen de

Franco: Estado de la cuestión y metodología de la investigación.” Tomo II, Madrid, UNED, 1991.

7

comprenden este espacio urbano no han surgido de una vocación interdisciplinar, entre

arquitectura, urbanismo, historia social e historia cultural, como habría sido deseable.3

Un primer desafío de la investigación que aquí se presenta será integrar y entrar en diálogo

con todas ellas para realizar un análisis que trate de incluir procesos de transformación

urbana atravesados por múltiples vectores, que permitan reconstruir una realidad tan

compleja como difusa. Para ello se propone un estado de la cuestión vertebrado por tres

ejes principales a modo de diagnóstico en el que insertar la presente investigación. Al

repaso de la historiografía de Madrid, su proceso de urbanización y el proceso migratorio

que coadyuvó a todo ello, le seguirá el análisis de aquella bibliografía que se acerque al

objeto de estudio planteado, desde la historia social de Madrid en su conjunto, como a los

estudios que emplean la reconstrucción microhistórica de determinadas zonas de la

capital –especialmente de Caño Roto-, y reflexionan sobre determinados aspectos del

régimen en materia de vivienda. El estado de la cuestión aquí presentado finalizará con

una propuesta sobre las posibilidades que esta línea de investigación permite vislumbrar

para un proyecto de mayor envergadura.

2.1 Los efectos de las migraciones internas en Madrid

Desde hace varios años, la historiografía ha prestado atención a la relación entre el

proceso de urbanización experimentado por las principales ciudades españolas, y el efecto

que tuvieron los movimientos internos de población en todo ello4. En el caso de Madrid,

el proceso de expansión urbana iniciado a mediados del siglo XIX, que se hizo más

intenso durante el primer tercio del siglo XX y especialmente durante el franquismo, se

produjo sin un control ajustado a lo que las autoridades habían intentado imponer. Los

planes de Ensanche iniciados durante el despertar urbano de la capital fueron el ejemplo

3 Un factor que Rubén Pallol vincula a la falta de cristalización de la Historia Urbana en España, a diferencia

de otros países. PALLOL TRIGUEROS, Rubén, “Deudas pendientes de la historia urbana en España”

Revista Ayer, Asociación de Historia Contemporánea Marcial Pons, Ediciones de Historia, 107/2017 (3),

pp. 287-302. 4 Para una visión de conjunto sobre el efecto de los movimientos internos de población en España consultar:

SILVESTRE RODRÍGUEZ, Javier, “Las migraciones interiores durante la modernización económica de

España, 1860-1930”, Cuadernos económicos de ICE, nº 70, 2005, pp. 157-182. Para ver cómo afecto el

fenómeno migratorio al crecimiento urbano de Madrid: PALLOL TRIGUEROS, Rubén y GARCÍA

ABAD, Rocio (coords.), “Inmigrantes en la ciudad. Dinámicas demográficas, mercados de trabajo y

desarrollo urbano en la España Contemporánea” Universidad del País Vasco, 2017. De este volumen

presentan interés los capítulos: BARRAL CARBALLO, Borja y ALBARRÁN VICENTE, Fernando, “La

inmigración como factor de transformación de Madrid en la segunda mitad del siglo XIX” pp. 91-128; DE

MIGUEL SALANOVA, Santiago y DÍAZ SIMÓN, Luis, “Dinámica migratoria y niveles de alfabetización

en el Madrid del primer tercio del siglo XX” pp. 129-168; PALLOL TRIGUEROS, Rubén; CARBALLO

BARRAL, Borja y VICENTE ALBARRÁN, Fernando, “Inmigración y mercado de trabajo en el Madrid

de la segunda mitad del siglo XIX”, en Revista de Demografía Histórica, vol. 28, nº 1, 2010, pp. 131-166.

8

de que los habitantes no se adecuaron a lo que los técnicos habían proyectado, síntoma

de un problema endémico, de una ciudad que crecía más allá de los límites previamente

delimitados5. La consecuencia directa fue que la periferia se manifestó como problema y

solución al mismo tiempo6. Un problema porque no se pudo dar respuesta al desborde

social consecuencia de los intensos flujos migratorios, y una solución porque sirvió como

muro de contención que parapetaba la posibilidad de asentarse en determinadas zonas de

la capital, como frontera simbólica delimitada por un desigual acceso a la vivienda. Este

es un campo fértil para el estudio que desde hace unos años ha sido abordado por el Grupo

de Investigación Espacio, Sociedad y Cultura en la Edad Contemporánea para el primer

tercio del siglo XX, atendiendo a los cambios en las estructuras demográficas y su

influencia en la extensión de las barriadas madrileñas.

Como en otros periodos de la historia de Madrid, durante el franquismo la inmigración

interna supuso un aporte fundamental, y su llegada contribuyó sustancialmente a la

modificación de su paisaje urbano. La ciudad crecía extendiéndose más allá de sus

propios límites, absorbiendo a aquellos hombres y mujeres que tomaban la decisión de

abandonar sus lugares de origen para asentarse en la capital. Estos movimientos de

población coadyuvaron al surgimiento de nuevas barriadas en los aledaños de la ciudad,

lo que se tradujo durante la dictadura franquista en diferentes planes urbanísticos para

ordenar y encauzar su crecimiento. Así, es innegable la relación existente entre las

migraciones y el desarrollo urbano de las ciudades modernas; en el caso de Madrid

durante el periodo comprendido entre 1960 y 1970, se alcanzó en términos cuantitativos

las cifras más altas de su historia de llegada de inmigrantes.7

5 PALLOL TRIGUEROS, Rubén, “El Ensanche Norte. Chamberí, 1860-1931. Un Madrid moderno.”,

Madrid, Catarata, 2015; VICENTE ALBARRÁN, Fernando, “El Ensanche Sur. Arganzuela, 1860-1931”

Madrid, Catarata, 2015.OTERO CARVAJAL, Luis Enrique, “Tradición y modernidad en la España urbana

de la Restauración” en GÓMEZ FERRER, G, Sánchez, R. (coords.), “Modernizar España: proyectos de

reforma y apertura internacional (1898-1914)”, Madrid, Biblioteca Nueva, 2007, pp. 79-118;

BAHAMONDE MAGRO, Ángel y OTERO CARVAJAL, Luis Enrique (Eds.), “La sociedad madrileña

durante la Restauración (1876-1931)”, Vol. I, Alfoz-CAM-UCM, Madrid, 1989. 6 Charlotte Vorms ha sido quién más se ha interesado por el extrarradio madrileño durante el primer tercio

del siglo XX. La investigadora francesa aborda la forma en que se ocupó la periferia para levantar casas

bajas y chabolas autoconstruidas para hacer frente a la presión de la vivienda. VORMS, Charlotte,

“Bâtisseurs de banlieue à Madrid. Le quartier de la Prosperidad (1860-1936)”, Paris, Créaphis Èditions,

2012 7 Los datos aportados por Alfonso García Barbancho arrojan un total de 701.105 personas llegadas a Madrid

en el periodo 1961-70 como consecuencia de los movimientos internos de población. GARCÍA

BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas en 1961-70”, Madrid, Instituto de

Estudios Económicos, 1975, p. 90.

9

El objetivo de este apartado no es exclusivamente apuntar a los cambios demográficos

que experimentó Madrid durante el franquismo, esto es, limitarse a describir los diferentes

ritmos de los movimientos internos de población durante las distintas etapas del régimen

dictatorial. Por el contrario, problematizar el impacto e interpretación de las migraciones

para constatar cuál fue su efecto sobre la extensión de los suburbios, se antoja como uno

de los objetivos principales. Este es un factor más a tener en consideración para entender

cómo se agravó la situación en el Extrarradio madrileño ante la necesidad de albergar una

población en constante crecimiento.

Las primeras investigaciones centradas en los movimientos internos de población durante

el franquismo se realizaron de forma coetánea a este proceso. La necesidad de dar

respuesta a los problemas que generaban las migraciones llevó a autores como Alfonso

García Barbancho a aportar cifras que permitiesen vislumbrar la magnitud de este

fenómeno. El estudio realizado por Barbancho es exclusivamente cuantitativo,

interesándose por los saldos migratorios y su distribución espacial en la geografía

española. Los datos arrojados por este autor sitúan un saldo positivo para Madrid entre

1941 y 1960 de 686.000 personas, dando cuenta del masivo incremento de población en

la capital durante el periodo autárquico8. Si bien este trabajo destaca por la amplitud

cronológica al abordar las migraciones interiores desde 1900, en estudios posteriores

Barbancho estrecha el abanico cronológico a la década de 1960, enfatizando que estos

movimientos de población se circunscriben principalmente a factores de carácter

económico.9 Dejando de lado esa consideración, que ha sido discutida por otros autores10,

la amplitud de trabajos coetáneos pone de manifiesto la alarma que generaba llegada de

inmigrantes a la capital11. La realización de estos estudios coincidió con las iniciativas

8 GARCIA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas: estudio cuantitativo desde

1900”, Madrid, Instituto de Desarrollo Económico, 1967. 9 GARCIA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas 1961-1965” Madrid, Instituto

de Desarrollo Económico, 1970.; GARCIA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores

españolas 1961-1970”, Madrid, Instituto de Estudios Económicos” 1975. 10 Una crítica a la visión presentada por Barbancho es la vertida por Martí Marín por considerar que

establece una relación monocausal entre factores económicos y los movimientos de población, así como

por obviar las migraciones de la primera etapa del franquismo. MARÍN CORBERA, Martí, “Familiares

pero desconocidas: las migraciones interiores durante el régimen franquista” en ALBERTO GONZÁLEZ,

Damián, “El Franquismo y la Transición en España: Desmitificación y reconstrucción de la memoria de

una época” Madrid, Catarata, 2008 11 GONZÁLEZ ROTHWOSS, M, “Los problemas actuales de la emigración española”. Instituto de

Estudios Políticos, Madrid, 1949, 245 p.; TAMAMES, Ramón, “Los movimientos migratorios de la

población española durante el período 1951-1960”. Revista de Estudios Políticos, 1962. p. 105-140.;

CAREAGA DE LEQUERICA, Pilar, “La inmigración interior. Sus problemas psicológicos, económicos y

sociales: los suburbios” en los problemas de la migración española. Semanas Sociales de España XVIII

Vigo-Santiago, 1958. Madrid, Secretariado de la Junta de las Semanas Sociales, 1959, pp. 153-169.; DEL

10

emprendidas por los organismos oficiales encargados de la gestión de la ciudad, que

debían hacer frente al desborde social que se estaba experimentando. Para ello se avanzó

en la puesta en marcha del Plan Nacional de Vivienda en 1955 y el Plan de Urgencia

Social (PUS) en 1957, con objetivo de construir vivienda de tipo social para la población

localizada en las áreas suburbiales.

Desde la economía se han producido sugerentes aportaciones que relacionan el impacto

del éxodo rural y el desarrollo económico que se produjo en las grandes ciudades

españolas.12 Los bajos salarios presentes en el mundo agrícola habrían funcionado a modo

de incentivo para aquellos trabajadores rurales que buscasen empleo en la industria,

acentuando los desequilibrios regionales y la crisis en el sector de la agricultura. Y

precisamente gran parte de los expulsados del campo español contribuyeron al

crecimiento económico que se experimentó durante la década de 1960, asentándose en la

periferia de las ciudades y sirviendo como mano de obra barata al capital.

La complejidad de los fenómenos migratorios, como de cualquier otro proceso histórico,

impide que se expliquen con relación exclusivamente a una razón concreta. Con ello

únicamente se conseguiría emplear criterios homogéneos para tratar de comprender a una

amplia masa social que se desplaza de su lugar de residencia por razones muy diferentes,

aunque existan condicionantes que les sean comunes. Parece necesario romper con

explicaciones reduccionistas que pretendan interpretar los movimientos internos de

población exclusivamente en base a elementos de índole económica. Un ejemplo de este

tipo de análisis es el que ya realizaba Rafael Moneo en 1956 para la Revista Nacional de

Arquitectura. Moneo consideraba que las razones para la proliferación de núcleos de

infravivienda en Madrid se encontraban en el éxodo de labradores a la ciudad y al

aumento del nivel de vida en la capital, lo que conllevó la necesidad de mano de obra

barata para construir vivienda de calidad.13 Desde la historiografía sí se han realizado

estudios que ponen de relieve otros factores que intervienen en los movimientos de

VALLE, Florentino, “La inmigración en Madrid” en Los problemas de la migración española”, Semanas

Sociales de España, XVIII Vigo-Santiago, Madrid, Secretariado de la Junta de las Semanas Sociales, 1959,

pp. 375-392.; VÁZQUEZ, Jesús, “La inmigración a Madrid”, en Los problemas de la migración española,

Semanas Sociales de España. XVIII Vigo-Santiago, 1958. Madrid, Secretariado de la Junta de las Semanas

Sociales, 1959, pp. 393-414 12 ROS I HOMBRAVELLA, Jacint, “Capitalismo español: de la autarquía a la estabilización: 1939-59”.

Ed Edicusa. Madrid, 1973.; TAFUNELL, Xavier, CARRERAS, Albert, “Historia económica de la España

Contemporánea”, Barcelona, Crítica, 2011.; CARBALLO, Roberto; TEMPRANO, Antonio y MORA, José

Antonio, “Crecimiento económico y crisis estructural en ESPAÑA: 1959-1980” Madrid, Akal, 1981 13 MONEO, Rafael, “Los poblados de absorción de Madrid” Revista Nacional de Arquitectura, 176-177,

Agosto-Septiembre, 1956.

11

población, como es el caso de las razones de tipo político durante la primera etapa del

franquismo.14 Pero la presente investigación no pretende rastrear las diferentes causas por

las cuales un ingente número de personas decidieron desplazarse a las grandes ciudades,

ya sea por factores de tipo económico, por la imposibilidad de desarrollar sus vidas en

sus pueblos de origen como consecuencia del clima impuesto por la dictadura o por las

aspiraciones sociales que les atraían a las grandes ciudades. Por el contrario, el efecto que

tuvo la necesidad de albergar una población creciente y cómo ello trastocó completamente

la fisonomía de la ciudad, es el principal punto de interés para el objeto de estudio aquí

planteado.

Como conclusión, cabe subrayar la llegada de inmigrantes a la capital durante el

franquismo transformó los aledaños de Madrid, que tuvo que reconfigurarse para dar

cabida a sus habitantes. De esta forma surgieron nuevas áreas urbanas en los límites

municipales mediante la ocupación a través de las fórmulas de autoconstrucción o por la

puesta en marcha de iniciativas públicas de vivienda. Esto permite delimitar una relación

entre los movimientos internos de población y el surgimiento de una nueva realidad

urbana en la periferia madrileña, que quedó reflejada en las diferentes intervenciones

oficiales para encauzar y ordenar el desbordante crecimiento de estas zonas. Sus

habitantes tuvieron que hacer frente no sólo a las carencias constructivas de sus precarias

viviendas, sino también a la carencia de servicios, transportes e infraestructuras. Este

proceso de segregación espacial quedó delimitado por un distintivo de clase, uno de los

elementos que contribuyó a que en estas áreas urbanas se gestase una identidad de barrio,

favoreciendo a las movilizaciones urbanas del tardofranquismo. Y precisamente esta

investigación surge de la necesidad de poner en relación estas nuevas realidades

suburbiales con la acción colectiva que se desarrolló a través de las asociaciones de

vecinos. Bajo esta premisa, con el análisis de la configuración de una de estas zonas

mediante el enfoque micro, el polígono de Caño Roto, se pretende dar cuenta de cómo la

producción del espacio ha afectado a la toma de conciencia y la movilización posterior.

Para ello se procederá a realizar una lectura crítica de la información disponible sobre

14 DOMENECH SAMPERE, Xavier, “Quan el carrer va deixar de ser seu: moviment obrer, societat civil

y canvi politic Sabadell (1966-1976)”, Barcelona, Publicaciones de l’ Abadía de Montserrat, 2002. En este

trabajo, Domenech documenta distintos casos de inmigrantes granadinos, que se ven forzados a emigrar no

sólo por cuestiones económicas, sino más bien por el clima político que existe en su pueblo de origen.;

MARIN CORBERA, Martí, “Franquismo e inmigración interior: El caso de Sabadell (1939-1960)”, Revista

Historia Social, nº 56, 2006, pp. 131-151

12

esta área urbana, con objetivo de analizar las lagunas y carencias y justificar su elección

como objeto de estudio.

2.2 El estudio de los suburbios en las periferias urbanas

El estudio de los suburbios en las periferias de la zona sur de Madrid durante el franquismo,

al contrario de lo que sucede con otros lugares y periodos, no ha tenido un extenso desarrollo

en la historiografía española. La información bibliográfica localizada remite a la historia del

urbanismo y la arquitectura, prestando atención a los principales organismos que llevaron a

cabo la ordenación urbana de Madrid, así como a las políticas de vivienda social

emprendidas para paliar la congestión de las zonas suburbanas15. Estos trabajos sirven como

punta de lanza para esta investigación, pero futuros análisis deben poner el énfasis en los

individuos no como meros receptáculos de lo proyectado por las instituciones, sino como

agentes activos que participan de la transformación de la ciudad. La atención a esta

bibliografía permite atender a cuáles fueron las principales intervenciones sobre el

extrarradio madrileño y las problemáticas presentes para su urbanización.

La distinción que realizaba Henri Lefebvre entre urbanismo y vida urbana en su obra El

derecho a la ciudad en 1968 es una de las líneas a tener en consideración para la realización

de esta investigación16. En las publicaciones académicas el urbanismo como saber técnico

ha recibido una amplia difusión, mientras que los estudios que contemplan interacciones

entre el espacio construido y las vivencias cotidianas siguen ocupando una posición

secundaria. Las reflexiones del sociólogo francés deben orientar el análisis hacia las

diferentes vivencias de la ciudad, y cómo a través de la experiencia urbana de los habitantes

se configuran las ciudades. También desde la sociología, Richard Sennett en su obra The

Uses of Disorder: Personal Identity and City Life, parte de la necesidad de considerar a los

15 MOYA GONZÁLEZ, Luis, “Barrios de promoción oficial. Madrid, 1939-1976. La política de promoción

pública de vivienda.”, Tesis Doctoral, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, 1983. SAMBRICIO,

Carlos, “Un siglo de vivienda social (1903/2003)”, Tomos I y II, Editorial Nerea, 2003. LÓPEZ DÍAZ,

Jesús, “La vivienda social en Madrid 1939-1959”, Madrid, Ministerio de la Vivienda, 2007.

VALENZUELA RUBIO, Manuel, “Vivienda marginal”, en SAMBRICIO, Carlos y HERNÁNDEZ,

Concha (eds.), “Madrid, siglo XX”. Madrid, Ayuntamiento de Madrid, 2002, pp. 315-316. ROJO DE

CASTRO, Luis, “La vivienda en Madrid durante la posguerra”, en Sambricio, Carlos (ed), “Un siglo de

vivienda social 1903-2003”, tomo I. Madrid, Nerea, 2003, pp. 226-243. 16 LEFEBVRE, Henri, “El derecho a la ciudad”, Madrid, Capitan Swing, 2017. La primera edición se

publicó en el año 1968. Entre otras obras de Henri Lefebvre en las que se reflexiona sobre el espacio urbano

cabe destacar: LEFEBVRE, Henri, “La producción del espacio”, Madrid, Capitan Swing, 2013 y

LEFEBVRE, Henri, “La revolución urbana”, Madrid, Siglo XII, 1976.

13

habitantes como agentes activos en la transformación de sus ciudades.17 Este estudio rompe

con un esquema de interpretación basado en una agencia de los sujetos completamente

determinada desde arriba, en este caso no sólo por el espacio construido, sino también por

quienes gobiernan las ciudades.

Los principales aportes teóricos en relación con los suburbios en las periferias urbanas son

los realizados por la escuela anglosajona, cuyo principal exponente es Harold James Dyos.

El análisis realizado por Dyos sobre los suburbios en época victoriana permite una primera

aproximación a cómo por parte de las autoridades se gestionó esta problemática y qué

dispositivos de control y criminalización se aplicaron sobre los individuos que habitaban

estas áreas18. Desde la geografía urbana también se han realizado sugerentes aportes, como

en el caso de Harris y Larkham19, que reflexionan acerca de qué rasgos constituyen a un

determinado espacio para su consideración como suburbio. Desde la escuela anglosajona,

posiblemente la aportación reciente que resulta más sugerente sea la realizada por Shane

Ewen en su obra What is Urban History?20, en donde el autor plantea los principales desafíos

de la historia urbana. En el segundo capítulo de este libro, “Cities, Spaces and Identities”,

aborda la relación entre las migraciones, la segregación residencial y los suburbios,

empleando ejemplos de las grandes ciudades de Norteamérica y Reino Unido. 21 La forma

en que estos elementos citados y muchos otros interaccionan en la constitución de las

ciudades, es uno de los aportes de los que se pretende nutrir la investigación en curso, así

como de la diferenciación entre una historia de las ciudades o una historia de la arquitectura

frente a una apuesta por una historia urbana en la que se relacionan procesos económicos,

políticos, culturales y espaciales. El recurso a la comparación de nuestro caso de estudio con

espacios urbanos que escapan las fronteras nacionales otorga fructíferos resultados para

constatar las semejanzas y diferencias en los procesos de urbanización que coadyuvan a la

configuración de las ciudades. El control de un tejido historiográfico que supere los límites

espaciales en los que se inscribe el análisis propuesto, permite romper con la tendencia a

realizar interpretaciones que subrayan en exceso las especificidades nacionales al tratar de

dar explicación a diferentes fenómenos urbanos, como es el caso de las migraciones o los

17 SENNETT, Richard, “The Uses of Disorder: Personal Identity and City Life”, New York, W.W Northon

& Co, 1992. 18 DYOS, Harold James, “Victorian Suburb: A Study of the Growth of Camberwell”, Leicester, Leicester

University Press, 1961. 19 HARRIS, Richard y LARKHAM, Peter, “Changing Suburbs. Foundations, Form and Function” London,

E & FN Spon, 1999. 20 EWEN, Shane, “What is Urban History?” Cambridge, Polity Press, 2015. 21 Ibídem, pp. 33-55.

14

problemas relativos a la vivienda. Por el contrario, los masivos movimientos de población y

la extensión de las áreas suburbiales no es un proceso exclusivo de España, aunque es

necesario poner en órbita cuál fue el contexto en el que se desarrolló durante la dictadura

franquista.

Los efectos de las migraciones en otros marcos espaciales son puestos de relieve por Marco

D’ Eramo, que atiende al proceso de urbanización experimentado por Roma después de la

Segunda Guerra Mundial.22 En este artículo, el sociólogo italiano aborda la manera en que

se configuró el desarrollo urbano de Roma ante la ausencia del Estado, mediante la

construcción ilegal y violando las normativas y ordenanzas vigentes. Este proceso fue

seguido por la especulación inmobiliaria en torno a la vivienda, en algunos casos incluso con

el consentimiento de las autoridades municipales. Así, se manifiesta que más allá de las

especificidades nacionales, se pueden rastrear algunas semejanzas en cuanto a la

planificación urbana emprendida en diferentes países durante la segunda mitad del siglo XX,

principalmente debido al acercamiento a las líneas del capitalismo internacional.

Las publicaciones sobre el crecimiento urbano de Madrid durante el franquismo proceden

en su mayoría de la ciencia del urbanismo y la arquitectura, como previamente se ha

apuntado. En materia de vivienda, uno de los estudios más detallados se encuentra en la obra

colectiva coordinada por Carlos Sambricio Un siglo de vivienda social (1903-2003),

publicada en el año 200323. Los diferentes capítulos que componen estos tomos realizan un

recorrido sobre las intervenciones de las autoridades oficiales encargadas de la urbanización

de Madrid durante el franquismo, los diferentes debates arquitectónicos y la legislación sobre

el suelo. Esta no es la única obra de Sambricio sobre política pública de vivienda durante el

franquismo. En Madrid, vivienda y Urbanismo, se recogen las diferentes propuestas de los

organismos oficiales hasta la década de 1960, con información detallada de tipo técnico.24

En una línea similar se sitúan los estudios de Fernando de Terán y Luis Moya González,

arquitectos de formación. El primero de ellos, Terán, fue fundador y director de la primera

revista española en urbanismo, Ciudad y Territorio, y cuenta con varias publicaciones sobre

22 D’ ERAMO, Marco, “La ciudad no tan eterna”, New Left Review, Septiembre-Octubre 2017, p. 83-115. 23 SAMBRICIO, Carlos, “Un siglo de vivienda social (1903/2003)” Tomos I y II, Editorial Nerea, 2003.

Para esta investigación presentan especial interés los siguientes capítulos. SAMBRICIO, Carlos, “El Plan

Nacional de Vivienda de 1955”, pp. 53-55; TUÑÓN, Emilio, “Caño Roto. Primera fase, 1957-1969” pp.

108-110. 24 SAMBRICIO, Carlos, “Madrid, vivienda y urbanismo: 1900-1960”, Madrid, Akal, 2004.

15

crecimiento y planeamiento urbano.25 Por su parte, Luis Moya González realizó una tesis

doctoral sobre los barrios de promoción oficial en Madrid, que presentó en el año 1976 y

cuyo arco cronológico abarca entre 1939 y 197626. La amplitud de temas abordados por

Moya en su investigación ha permitido que sirva como referente para las generaciones

posteriores interesadas en el estudio del urbanismo franquista desde la arquitectura.

Por su parte, desde la sociología se han realizado sugerentes aportaciones. Para Manuel

Castells el modelo urbano del tardofranquismo estaba basado fundamentalmente en tres

vectores. En primer lugar, la concentración de la actividad económica atendiendo al proceso

de industrialización, que durante la década de 1960 se acelera con el establecimiento de

industrias en el área metropolitana. Seguidamente, una falta de control social por parte de

las instituciones con respecto a la expansión urbana, con la entrada del capital financiero e

intereses especulativos. Por último, un estado de corrupción generalizada en las

instituciones, con relaciones interpersonales entre funcionarios y empresarios que

conformaban una “red de especulación”27. Castells presenta un marco explicativo interesante

y que puede servir de referencia para esta investigación. Se antoja necesario ver en qué

medida este modelo se cumple en el sector de Caño Roto, es decir, si la construcción de los

complejos urbanos en esta área responde únicamente a una necesidad de crear vivienda para

las clases más empobrecidas, o si, además de ello, entran en otro tipo de intereses

especulativos o de adhesión de bases sociales a través de una política social de vivienda.

Durante la década de 1950 se promovió la construcción de distintos modelos de vivienda

protegida para realojar a la población que residía en viviendas con malas condiciones

constructivas. Entre estas iniciativas destacó la puesta en marcha de los poblados Dirigidos,

de Absorción y Mínimos, que respondían a distintas tipologías arquitectónicas y

edificatorias, pero que tenían una misma finalidad: descongestionar la periferia madrileña.

El estudio más sistemático sobre estas modalidades de vivienda social se encuentra en la

25 DE TERÁN, Fernando, “Planeamiento urbano en la España Contemporánea (1900-1980)” Madrid,

Alianza Editorial, 1982; DE TERÁN, Fernando, “Historia del urbanismo en España”, Vol. III: siglos XIX

y XX. Madrid, Cátedra, 1999. 26 MOYA GONZÁLEZ, Luis, “Los barrios de promoción oficial en Madrid”, Tesis Doctoral, E.T.S

Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, 1976. 27 CASTELLS, Manuel, “La ciudad y las masas. Sociología de los movimientos sociales urbanos”. Madrid,

Alianza Editorial, 1986. p. 273-274. Otras obras de Manuel Castells que presentan interés por la dimensión

urbana de los movimientos sociales, CASTELLS, Manuel, “Ciudad, democracia y socialismo. La

experiencia de las Asociaciones de Vecinos de Madrid”, Madrid, Siglo XXI, 1977; CASTELLS, Manuel,

“Productores de la ciudad: el movimiento ciudadano en Madrid”, en PÉREZ QUINTANA, Vicente y

SÁNCHEZ LEÓN, Pablo (eds.), “Memoria ciudadana y movimiento vecinal: Madrid-1968-2008”, Madrid,

Catarata, 2008. Pp. 21-32.

16

obra de Fernández Galiano, en donde plasma los debates en torno a los criterios a seguir para

la construcción de estas colonias de viviendas.28 Más allá de las diferentes consideraciones

arquitectónicas, las viviendas promocionadas desde las instituciones del Estado seguían

siendo soluciones de baja calidad que únicamente pretendían frenar la extensión de los

suburbios. En el polígono de Caño Roto, donde se levantaron un poblado Dirigido, Mínimo

y de Absorción, da buena muestra de ello.

2.3 La producción bibliográfica sobre Caño Roto

La producción bibliográfica específica sobre el poblado dirigido de Caño Roto se ha

realizado también principalmente desde la arquitectura y la ciencia del urbanismo. La mayor

parte de las publicaciones al respecto atienden únicamente al estudio de su tipología y su

consideración como referente de la arquitectura moderna. La investigación realizada por

José Manuel Calvo del Olmo, El Poblado Dirigido de Caño Roto. Dialéctica entre

morfología urbana y tipología edificatoria, es posiblemente el estudio que, de forma más

pormenorizada, ha centrado su atención en este espacio urbano y su importancia dentro del

movimiento de la arquitectura racionalista.29 Los primeros capítulos de la tesis doctoral de

Calvo del Olmo están dedicados a enmarcar la construcción del Poblado Dirigido de Caño

Roto en las actuaciones de las diferentes instituciones encargadas de llevar a cabo la

urbanización de Madrid, y a explicar cómo se insertó este proyecto en dicho proceso. Esto

se sustancia en un profuso análisis descriptivo de la legislación presente en materia de

vivienda y los diferentes planes urbanísticos que se llevaron a cabo para paliar la congestión

de las zonas suburbanas. Una segunda parte de la investigación aporta información sobre las

diferentes fases que atravesó el proyecto, y las características arquitectónicas y tipologías

edificatorias empleadas, comparando el Poblado Dirigido de Caño Roto con otros proyectos

análogos. Lo más sugerente de la investigación de Calvo del Olmo son las fuentes empleadas

entre las que se despliegan los planes originales del proyecto, un recorrido fotográfico actual

por el área que comprendía este espacio urbano, y entrevistas orales a los arquitectos que

participaron en el proyecto, como Antonio Vázquez de Castro y José Luis Íñiguez de

Onzoño. La profusión de datos aportados por el trabajo de Calvo del Olmo es fundamental

para nuestra investigación, aunque todo ello queda limitado por circunscribirse al ámbito de

28 FERNÁNDEZ GALIANO, Luis, “La quimera moderna. Los Poblados Dirigidos de Madrid en la

arquitectura de los 50”, Madrid, Hermann Blume, 1989. 29 CALVO DEL OLMO, José Manuel, “El Poblado Dirigido de Caño Roto. Dialéctica entre morfología

urbana y tipología edificatoria”. Tesis Doctoral, Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad

Politécnica de Madrid, 2014.

17

la arquitectura. Y precisamente es necesario reconstruir no sólo el espacio construido del que

apenas quedan vestigios, sino también reflexionar en torno a quiénes habitaron estos

espacios, qué relaciones sociales se dieron en su interior y cómo estimuló la conformación

de una identidad de barrio que encontró su expresión en las movilizaciones vecinales del

tardofranquismo.

Una aproximación más cualitativa al sector de Caño Roto desde la historia de la arquitectura

se encuentra en la tesis doctoral de Ainoa Díez de Pablo30, en la que realiza un análisis de

tres barrios de promoción oficial en Madrid durante el franquismo. En el primer capítulo

dedicado a Caño Roto, Un Poblado Dirigido de Renta Limitada (1956-2015)31, la autora

atiende a la evolución física del terreno sobre el que se asentó el Poblado Dirigido de Caño

Roto, poniendo de relieve la ocupación anterior de chabolas, casas bajas y fincas rústicas

que hubieron de ser expropiadas y derribadas para preparar la intervención oficial de las

autoridades. Pese a que la autora presta especial atención al Poblado Dirigido, también aporta

información sobre el Poblado de Absorción y el Poblado Mínimo de los Cármenes, tratando

de analizar la realidad del polígono de Caño Roto en su conjunto. En un segundo capítulo,

Cohesión social e incertidumbre (Poblado Dirigido de Caño Roto, 1959-2015)32, Díez de

Pablo analiza las carencias que presentan estos poblados y las diferentes luchas emprendidas

por sus habitantes desde las asociaciones vecinales. Especialmente interesante es el empleo

de fuentes orales que, a diferencia de la investigación de Calvo del Olmo, no se limitan a los

arquitectos encargados de la construcción del Poblado Dirigido de Caño Roto, sino que

también dan voz a los vecinos que lo habitan. Quizá el principal problema que presentan los

capítulos dedicados a Caño Roto es el amplio arco cronológico del que se sirve la autora,

que se extiende prácticamente a la actualidad y que apenas permite desarrollar muchas de

las cuestiones planteadas. Aun así, esta investigación es buen ejemplo de cómo desde la

arquitectura se pueden realizar análisis cualitativos más ajustados a la realidad urbana.

En otro orden de publicaciones referidas a Caño Roto, se encuentran aquellas que atienden

al Poblado Dirigido desde una perspectiva puramente tipológica, atendiendo a su

importancia dentro del movimiento de la arquitectura racionalista. En el trabajo coordinado

por Luis Fernández-Galiano, Los Poblados Dirigidos de Madrid en la arquitectura de los

30 DÍEZ DE PABLO, Ainhoa, “La vivienda social como patrimonio urbano. Análisis de la

patrimonialización de tres Barrios de Promoción Oficial Madrileños” Tesis Doctoral, Escuela Técnica

Superior de Arquitectura. Universidad Politécnica de Madrid, 2015. 31 Ibídem, p. 113-145 32 Ibídem, p. 209-227

18

5033, se dedica un capítulo a Caño Roto en el que aparece fotografía de época y la planimetría

de los poblados. El autor considera al Poblado Dirigido de Caño Roto como el “mejor

ejemplo urbanístico de los poblados”34, cayendo en una estela de complacencia

arquitectónica donde el interés únicamente se refleja en la importancia del espacio

construido y su difusión en medios internacionales. Pero este estudio no es el único que solo

presenta interés por la complejidad tipológica de los poblados dirigidos, y concretamente en

el caso de Caño Roto. La descripción de las soluciones empleadas para la puesta en marcha

del proyecto y sus influencias más significativas, son dos vectores transversales a gran parte

de las publicaciones interesadas en este espacio urbano.35 Entre las críticas realizadas a este

tipo de análisis centrados exclusivamente en la experiencia arquitectónica, la más ilustrativa

es la realizada por Carlos Sambricio cuando indica que “dichos poblados quedaron aislados

de sus núcleos de referencia al trazarse sin establecer los accesos, servicios, sin fijar las

condiciones adecuadas para que en ellos naciera la vida urbana, y los poblados fueron en

consecuencia más experiencia arquitectónica que ejemplo de desarrollo urbano”36 En

cualquier caso, es pertinente matizar el concepto de vida urbana empleado por Sambricio,

con el que se refiere a la falta de equipamientos urbanos y a la dificultad de acceso al resto

de la urbe. O al menos defender su empleo en términos diferentes, considerando que la vida

urbana no surge ajustándose a unas necesidades previamente delimitadas. Con esto se quiere

reivindicar el empleo del concepto en términos lefebvrianos, esto es, fundamentando que los

habitantes producen socialmente el espacio en el que viven, adaptando y negociando sus

modos y formas de vida, cuestión que no ha sido desde luego abordada por estas

aproximaciones de tipo arquitectónico.37

Entre los años 1978 y 1979 la editorial Espasa-Calpe publicó una serie de fascículos sobre

la capital con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y bajo la dirección científica del Instituto

33 FERNÁNDEZ GALIANO, Luis, “La quimera moderna. Los Poblados Dirigidos de Madrid en la

arquitectura de los 50”, Madrid, Hermann Blume, 1989. 34 Ibídem, p. 65 35 Algunos ejemplos de estudios que siguen la estela de esa “complacencia arquitectónica”. CAPITEL,

Antón, “Arquitectura española años 50-años 80”. Madrid, Ministerio de Obras Públicas, 1986.; CAPITEL,

Antón, “Desarrollo del Gran Madrid en los años cincuenta y sesenta” en CAPITEL, Antón, WANG,

Wilfried (coords), Arquitectura del siglo XX: España, Sevilla, Ed Tanais, 2000; FLORES, Carlos, “El

poblado de Caño Roto”, Hogar y Arquitectura, nº 54, 1964.;. TUÑÓN, Emilio, “Caño Roto. Primera fase,

1957-1969” en SAMBRICIO, Carlos, “Un siglo de vivienda social (1903/2003)” Tomo II, Editorial Nerea,

2003. pp. 108-110. 36 SAMBRICIO, Carlos, “La vivienda en Madrid, de 1939 al Plan de Vivienda Social, en 1959” en

SAMBRICIO, Carlos, “La vivienda en Madrid en la década de los 50. El Plan de Urgencia Social”, Electa,

Ayuntamiento de Madrid. Gerencia Municipal de Urbanismo, pp. 13-85. p. 51 37 LEFEBVRE, Henri, “El derecho a la ciudad”, Capitan Swing, Madrid, 2017.

19

de Estudios Madrileños. Los diferentes tomos que componen la colección aportan

información sobre la historia de Madrid, realizando análisis particularizados de sus barrios.

En el Tomo I titulado De la Plaza de Oriente a Carabanchel 38 hay un capítulo dedicado al

distrito de Latina en el que se examinan los tres barrios que lo componen, Lucero, Los

Cármenes y Aluche.39 Sus autoras realizan una descripción del origen y evolución de estos

barrios, su población y las carencias que coetáneamente a la publicación de este estudio, en

1978, se observaban en estos espacios. En el epígrafe dedicado al Barrio de los Cármenes en

el que se encuentra localizado Caño Roto, se hace referencia al tipo y estado de viviendas en

los poblados y a la carencia de dotación sanitaria, escolar y comercial en el sector. La

información, aunque escasa, permite conocer cuáles eran las principales problemáticas en el

barrio en torno al que se movilizaron las Asociaciones de Vecinos del Poblado Mínimo y la

de Tercio-Terol-Cármenes.

En la Tesis Doctoral realizada por Mercedes Arranz Lozano, dirigida por Aurora García

Ballesteros, coautora del capítulo sobre el distrito de Latina previamente citado, se aborda el

papel del precio del suelo en la configuración espacial del barrio de Los Cármenes.40 Desde

la geografía humana, esta investigación trata el desarrollo urbano de estas zonas mediante el

estudio de las diferentes planes urbanísticos emprendidos por el régimen franquista, con

especial atención a las leyes sobre la propiedad del suelo. Las fuentes que utiliza la autora

son las licencias concedidas para construcción y demolición en el distrito Latina, que se

encuentran recogidas en la Gerencia de Urbanismo. Una de las principales carencias que

presenta este estudio es reducir el proceso de producción del espacio social exclusivamente

a elementos de índole económica, ignorando quiénes habitaban estos espacios y, en

definitiva, cuál era la experiencia urbana de sus habitantes. Aun así, la investigación de

Arranz permite poner en relación la profusión de licencias otorgadas en el distrito a partir de

la década de 1960, con la entrada del capital privado en materia de vivienda.

Esta vinculación entre mercados inmobiliarios y los índices sobre los precios del suelo ha

sido excepcionalmente abordada también desde la geografía por Horacio Capel, en el tercer

38 DE TERÁN ÁLVAREZ, Manuel. (coord.), “Madrid II. De la Plaza de Oriente a Carabanchel”, Madrid,

Espasa-Calpe, 1978-79. 39 ESTELLA IZQUIERDO, Elena; GARCÍA BALLESTEROS, Aurora, “Latina (Lucero, Cármenes,

Aluche)”, en DE TERÁN ÁLVAREZ, Manuel. (coord.), “Madrid II. De la Plaza de Oriente a

Carabanchel” Madrid, Espasa-Calpe, 1978-79, pp. 321-340. 40 ARRANZ LOZANO, Mercedes, “El papel de la propiedad en el desarrollo espacial de Madrid: Sector

SW”, Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 1989.

20

tomo de su obra La morfología de las ciudades.41 El marco teórico aportado por este autor

permite reflexionar sobre la manera en que se han configurado nuestras ciudades y qué papel

tienen la pluralidad de agentes urbanos en el proceso de producción del espacio. Estos

elementos se traducen en una desigualdad regional que queda reflejada en la configuración

urbana madrileña, con intereses especulativos enfrentados a los vecinos que habitan sus

distintos barrios.

¿Cómo reconstruir una realidad como la carestía de la vivienda, que quedó reflejada en los

barrios de chabolismo y autoconstrucción? La bibliografía académica no es la única vía que

permite adentrarse en cómo era este fenómeno, sino que el cine y la literatura pueden ser un

aporte fundamental. Por ejemplo, la novela La piqueta de Antonio Ferrés muestra la realidad

chabolista a través del barrio de Orcasitas, atendiendo a cómo se configuró una cultura de

barrio, un retrato excepcional de la realidad social en la periferia madrileña42. Un caso similar

se encuentra en la novela de Tiempo de silencio de Martín-Santos, que sitúa al lector frente

a los suburbios marginales de Madrid durante la crisis social de la posguerra43. En el caso

del cine, películas como Surcos estrenada en el año 1951, o El Inquilino en el año 1958,

ponen de manifiesto la importancia de las migraciones de las zonas rurales a las urbanas y

sus efectos en la carestía de vivienda.

Aunque escasos, existen estudios que han empleado la reconstrucción microhistórica para

dilucidar algunas lógicas urbanas durante el franquismo. Este es el caso del trabajo realizado

por Andrés Burbano44, una aproximación al modelo de urbanización marginal usando de

referencia el caso concreto del Pozo del Tío Raimundo. Mediante el repertorio documental

empleado, los censos de infraviviendas y las noticias de prensa, el autor consigue reconstruir

la urbanización en Vallecas en una dinámica de conformación del barrio a través de la

parcelación de terrenos calificados como zona verde para su posterior venta. Así, pone de

manifiesto que el negocio del suelo estaba presente en las zonas donde se asentó el

chabolismo madrileño. Esta investigación sirve no sólo como espejo en el que mirarse, sino

también como una forma de contrastar las semejanzas y diferencias con el sector de Caño

41 CAPEL, Horacio, “La morfología de las ciudades III. Agentes urbanos y mercado inmobiliario”

Barcelona, Ed Serbal, 2013. 42 FERRES, Antonio, “La piqueta” Madrid, Gadir, 2009. La primera edición se publicó en el año 1966 43 MARTIN-SANTOS, Luis, “Tiempo de silencio”, Barcelona, Seix Barrial, 1986. La primera edición se

publicó en el año 1962 44 BURBAÑO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid durante el franquismo: el

Pozo del Tío Raimundo”, Trabajo de Fin de Máster, Universidad Complutense de Madrid, 2015.

21

Roto. El ejercicio comparativo puede permitir extraer algunas lógicas que no se limiten a un

área limitada de la ciudad, sino a consideraciones más amplias del urbanismo franquista.

El trabajo de Charlotte Vorms45 en el barrio de Prosperidad sirve para poner de relieve la

realidad de las viviendas de autoconstrucción durante el primer tercio del siglo XX. La

segregación espacial, la creación del tejido social o la perspectiva desde abajo son algunos

de los vectores que articulan su investigación. En este marco, su estudio permite entender la

realidad chabolista no como un fenómeno exclusivo del régimen franquista, sino como un

desafío heredado que encontró una nueva dimensión durante este periodo. No sólo eso, sino

que una de las inquietudes que guían la investigación de la autora es la de entender el

chabolismo como un fenómeno inherente a las grandes metrópolis europeas y

norteamericanas, que presenta características particulares en espacios urbanos determinados.

La investigación realizada por Daniel Oviedo46 sobre la barriada del Tercio y el Terol es otro

ejemplo de la selección de una determinada área urbana de Madrid para dar respuesta a las

hipótesis planteadas. En este caso, una aproximación al extrarradio madrileño que centra su

interés en los mecanismos de exclusión y control social. El autor emplea el caso de un

espacio declarado como zona devastada y posteriormente reconstruido durante la inmediata

posguerra para ver cuáles eran las directrices que siguió en materia urbanística el recién

instaurado régimen dictatorial. El control social se intentó vehicular a través de una trama

urbana y disposición arquitectónica que emulase un ambiente rural, en aras de reducir los

espacios de sociabilidad e incitar a la desmovilización. El análisis seguido se ajusta

perfectamente a la barriada del Tercio y el Terol aunque posiblemente este modelo no se

pueda aplicar al caso de Caño Roto, en donde, al tenor de las hipótesis planteadas, -que

deberán ser respondidas con las respectivas fuentes documentales-, no sólo operó una lógica

de control social y segregación socioespacial, sino también medió la incapacidad del régimen

franquista para remediar la carencia de la vivienda. Este intento de hacer tabula rasa con todo

lo anterior mediante la creación de nuevos espacios, que se ajustaron a los patrones urbanos

del régimen, se considera que tuvo más potencialidad durante los primeros años de la

posguerra. En definitiva, esta investigación sigue los designios de una historia urbana

45 VORMS, Charlotte, “Bâttiseurs de banlieue à Madrid. Le quartier de la Prosperidad (1860-1936). Paris,

Créaphis Èditions, 2012. 46 OVIEDO SILVA, Daniel, “La extinción de los focos irredimibles. Política de reconstrucción y control

en el extrarradio madrileño. El caso de la barriada del Tercio y el Terol” En Bellver Loizaga: Otras voces,

otros ámbitos. Los sujetos y su entorno. Nuevas perspectivas de la historia sociocultural, Universidad de

Valencia, 2015, pp. 101-120.

22

interesada en social y lo político, que resulta útil para conocer las intervenciones en el

extrarradio madrileño durante los primeros años de la posguerra.

La conformación de una cultura urbana en los barrios, que cristalizó en los movimientos

vecinales, ha sido excepcionalmente retratada por Ivan Bordetas47 en su Tesis Doctoral para

el caso de Barcelona. El tejido social que se conformó durante el tardofranquismo en las

áreas suburbiales fue un caldo de cultivo para las masivas protestas urbanas que se

desarrollaron en las grandes ciudades. El desarrollo necesario para reflejar estas

movilizaciones posiblemente vaya más allá de los límites de la presente investigación, que

necesitaría de un tratamiento más amplio. Pero precisamente este trabajo se inscribe en la

necesidad de reconstruir el espacio social sobre el que se asentó la movilización vecinal del

tardofranquismo, que tuvo en la mejora de la vida en el barrio su principal eje de

reivindicación.

2.4 Propuesta de trabajo y posibilidades

Las páginas que vertebran este estado de la cuestión han intentado plasmar los principales

ejes que desde diferentes disciplinas han abordado el tema en el que se inserta la

investigación. El objetivo después de trazar este recorrido historiográfico no es otro que el

de intentar paliar algunas de las carencias que se considera presentan a día de hoy los estudios

citados, siendo conscientes de la imposibilidad de responder a todos los desafíos planteados

en las líneas previas. Pero en la medida de lo posible se tratará de marcar una senda que

permita otorgar resultados fructíferos para una investigación de mayor envergadura.

El enfoque propuesto a través de la microhistoria parece acertado para sacar a relucir algunas

dinámicas del urbanismo franquista en la capital madrileña. Reducir la escala no sólo permite

prestar mayor atención a aquello que se analiza, sino mediante un caso de estudio muy

concreto, reflexionar sobre procesos de más largo alcance que afectan a la sociedad

madrileña en su conjunto.

Romper con la visión aséptica construida desde arriba por parte de los estudios realizados

desde la ciencia del urbanismo y la historia de la arquitectura debe ser uno de los objetivos

de la investigación. El espacio debe ser considerado como un lugar de disputa en el que

participan una pluralidad de agentes, desde las instituciones oficiales encargadas de la

47 BORDETAS JIMÉNEZ, I, “Nosotros somos los que hemos hecho esta ciudad. Auto organización y

movilización vecinal durante el tardofranquismo y el proceso de cambio político” Tesis Doctoral,

Universitat Autònoma de Barcelona, 2012.

23

urbanización del extrarradio, la iniciativa privada o los habitantes a través de su experiencia

urbana. Para ello hay que entrar en diálogo con otras disciplinas y evitar poner el énfasis en

el espacio construido exclusivamente, relegando el espacio vivido por los sujetos a un

segundo plano.

El estudio de estas zonas urbanas puede aportar algunas claves en torno a cómo se configuró

un tejido social que durante el tardofranquismo cristalizó en las movilizaciones vecinales.

Cómo se crearon esos lazos de solidaridad primarios que dieron lugar a una identidad de

barrio, cuáles fueron las principales reivindicaciones de las asociaciones de vecinos y qué

conflictos se dieron en su interior son algunos interrogantes a despejar. Es necesario acudir

a estudios de caso para reflexionar en torno a la creación de estas áreas urbanas y las oleadas

de acción colectiva que se produjeron al calor de los movimientos vecinales. El barrio y su

configuración debe situarse como elemento primordial de análisis que permita comprender

fenómenos como la generación de una identidad común entre sus vecinos.

Para una investigación de mayor calado se debería acudir a otros barrios de la periferia

madrileña y comparar los resultados obtenidos, para así reflexionar desde la teoría urbana

sobre en qué medida la configuración específica de estos barrios condicionó el tipo de acción

colectiva que se desarrolló en su seno. Puede resultar de interés el ejercicio comparativo

entre aquellos barrios constituidos por la iniciativa oficial del régimen, como es el caso de

estudio planteado, y otros como el Barrio del Pilar, que corrió a cargo de la iniciativa privada,

para cavilar sobre el diferente discurrir de su tejido asociativo. Esta es una línea de

investigación que desde la historiografía no ha sido suficientemente explotada, y que se

espera que en los próximos años de fructíferos resultados.

24

3.- Fuentes

En este apartado se procederá a enumerar no sólo las principales fuentes documentales de las

que se servirá la presente investigación, sino también aquellas que puedan servir en un futuro

para su ampliación en un proyecto de tesis. El primer objetivo que se persigue a través del

repertorio documental disponible es el de acceder a información cuantitativa que permita

realizar hipótesis y sacar conclusiones más ajustadas a la realidad urbana analizada. A

continuación, se describen las fuentes que se emplearán, así como los usos y potencialidades

que presentan respecto a un estudio de caso que metodológicamente tratará de ser abordado

desde el enfoque de una historia urbana multidisciplinar, con especial atención a los aportes

realizados desde la sociología y la historia cultural.

En primer lugar, se encuentra la documentación producida por los principales organismos que

se encargaron de la urbanización de Madrid, la Comisaría General de Ordenación Urbana de

Madrid y sus alrededores (CGOUM) y la Comisión de Planteamiento y Coordinación del Área

Metropolitana de Madrid (COPLACO). Estos fondos se encuentran localizados en el Archivo

Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM) y contienen información exhaustiva acerca de

la gestión que realizaron estas instituciones sobre los suburbios de la periferia madrileña. Los

proyectos de construcción de los diferentes tipos de poblados (“mínimos”, de “absorción” y

“dirigidos”) para alojar a la población que vivía en núcleos chabolistas se encuentran aquí

contenidos. Se pueden consultar los expedientes de adquisición de los terrenos (previa

expropiación) o los informes elaborados por estas instituciones para constatar la falta de

equipamientos básicos. En el análisis se centrará la atención principalmente en la

documentación disponible sobre los censos de infravivienda y los sistemas de asignación de

viviendas en el polígono de Caño Roto. La puesta en marcha de los censos coincidió con un

mayor interés de las autoridades y técnicos por ordenar el desbordante crecimiento urbano y

dar solución a la cuestión de los suburbios, aunque no se ha encontrado ninguna referencia que

haga mención explícita a cuál fue la causa de su elaboración en esas fechas concretas. Los

motivos se pueden encontrar en la necesidad de conocer la geografía de infraviviendas del

polígono de Caño Roto, ya que estas fechas coinciden con la puesta en marcha de la Política de

Poblados. La muestra que se ha seleccionado para analizar asciende a la cantidad de 363 fichas

y 1630 personas, concretamente entre 1956, 1957 y 1958.48 La metodología que se va a seguir

48 ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

25

consiste en un vaciado de la información para su posterior inclusión en una base de datos. Así

se podrán realizar análisis cuantitativos que permitan realizar interpretaciones teóricas más

precisas sobre el espacio urbano estudiado.

Las zonas de infravivienda que aparecen reflejadas en los censos están agrupadas en sectores

de la periferia madrileña (Carabanchel, Ventas, Vallecas, etc.) y a su vez en polígonos (Caño

Roto, Pozo del Tío Raimundo, etc.) Las fichas corresponden a una vivienda en la que podían

convivir más de una familia, considerada como tal aquella que tenga una sola puerta de calle

independientemente del número de habitaciones y residentes. En cada uno de los censos aparece

una fotografía de uno o varios inquilinos frente a la fachada de la casa, cueva o chabola, junto

al número de filiación de la vivienda.49

Fuente: ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

49 No en todos los censos aparece la fotografía de la fachada. En algunos casos las imágenes parecen haber

sido arrancadas de la ficha, y en otros únicamente aparece reflejada la vivienda sin ninguno de sus

habitantes.

ILUSTRACIÓN 2. MUESTRA DE UN CENSO DE INFRAVIVIENDAS DE 1956.

26

En cuanto a la información aportada por esta fuente documental, los datos remiten al cabeza

de familia, aunque en el anverso aparecen recogidos los nombres del resto de habitantes de

la vivienda. Respecto al cabeza de familia se contemplan diferentes aspectos: ciudad de

procedencia, estado civil, profesión, salario y lugar de trabajo. Del resto de habitantes de la

vivienda apenas se aporta información, únicamente se reflejan sus nombres y el parentesco

con el cabeza de familia. De la vivienda aparece en primer término su tipología, que se divide

en casas, chabolas y cuevas, y en casos contados se realiza una descripción algo más

detallada sobre el tamaño y el número de estancias. En el anverso de las fichas se señala el

tipo de propiedad, esto es, si la vivienda está alquilada y se paga una determinada renta, o

por el contrario si el cabeza de familia es el propietario. Y por último la asignación de

vivienda con el respectivo piso y poblado que corresponde a sus habitantes. Pero esta no es

la única información que aportan los censos. En algunos casos las fichas podían venir

acompañadas de otro tipo de documentación producida por la Comisaría, que advirtiese

sobre cualquier cambio posterior o por la apertura de un acta por residir más de una familia

en la vivienda.

Todas estas instrucciones para el equipo de campo que debía llevar a cabo la elaboración de

las fichas ponen de manifiesto la sistematización en la recogida de datos y la importancia

que tenía para la Comisaría el control sobre los núcleos de infraviviendas.50 Esto permite

que los historiadores contemos con una fuente excepcional para reconstruir un paisaje

urbano del que prácticamente ya no quedan restos, cuyo empleo proporciona una fotografía

más precisa en una de las áreas de la periferia madrileña. La posibilidad de recuperar un

espacio sepultado por los edificios de varias alturas y hormigón se presenta como una de las

principales posibilidades que otorga su utilización. Pero también es necesario advertir de las

carencias o problemáticas. En primer término, que muchas de las casillas que aparecen en

las fichas no aparecen cumplimentadas, posiblemente porque según en qué momentos la

Comisaría prestaba más atención a según qué aspectos. Incluso debido a la mala praxis del

técnico de campo o por su imposibilidad para recabar determinados datos. Este es el caso de

una nota enviada al jefe de la Sección de Viviendas de la CGOUM, Luis Martos Lalane, que

se encuentra recogida en el ARCM y en la que se queja de los reiterados errores de un agente

a la hora de elaborar las fichas.51

50 ARCM, 217516/9, CGOUM Sección Viviendas: Servicio de Información Social: Instrucciones para el

equipo de campo, sin fecha. 51 ARCM: 137480/8. Carta de Luis Martos Lalane. Comisario General de la Sección de viviendas al S.G

de la Comisaría de Urbanismo de Madrid, Eduardo Navarro, 5 de junio de 1963.

27

En el mismo Archivo, se conserva un amplio repertorio documental del Instituto de la Vivienda

de la Comunidad de Madrid (IVIMA), organismo creado en 1984. La rica información recogida

sobre Caño Roto se aleja de los límites cronológicos propuestos para la investigación, referida

principalmente a las décadas de 1980 y 1990 pero es pertinente dejar constancia de cara a una

posible futura investigación.

Las revistas de urbanismo producidas durante la época, como es el caso de Hogar y

Arquitectura, Nueva Forma o Gran Madrid, son susceptibles de ser analizadas. Estas fuentes

ofrecen información acerca de la política urbana emprendida por el régimen franquista y cómo

intentó ser promocionada a través de estas revistas especializadas. Los artículos, imágenes y

planos contenidos son una fuente indispensable a tratar, por lo que se tendrá en consideración

cualquier artículo relativo al polígono de Caño Roto.

El Centro de Documentación Especializada en Medio Ambiente, Administración Local y

Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid es otro de los archivos que cuenta con

copiosa información sobre el urbanismo franquista. Como antigua sede del gabinete técnico de

la COPLACO, recoge documentación que puede ser de interés para rastrear los diferentes

proyectos de ordenación urbana. Además, su fondo fotográfico quizá sea consultado para

ilustrar este trabajo.

El Archivo General de la Administración (Alcalá de Henáres) es apto para ser consultado

debido a la profusa documentación que almacena. El Padrón Municipal de 1965 en el distrito

de Carabanchel deberá ser consultado para conocer quiénes conformaban este espacio urbano.

Cualquier expediente relativo a las obras públicas, el urbanismo o la arquitectura puede

encontrarse aquí localizado.

Para el estudio de la legislación franquista en materia de urbanismo se deberá acudir al Boletín

Oficial del Estado (BOE). Desde la Ley de 1956 sobre régimen de suelo, hasta cualquier decreto

sobre construcción de vivienda de tipo social resulta fundamental para conocer la proyección

del urbanismo franquista sobre la ciudad; posteriormente se deberá cruzar con otras fuentes

para contrastar la actuación real sobre el espacio urbano.

La prensa constituye una fuente imprescindible no sólo para conocer los rompecabezas de las

autoridades en torno a la cuestión del suburbio. También para trazar esa experiencia en las

calles, una vida urbana que queda eclipsada por esa historia desde arriba que pone el énfasis en

lo urbano como espacio construido, relegando el espacio vivido a un segundo plano. ¿qué

28

problemas tenían los vecinos en los poblados construidos por la iniciativa oficial? ¿cuáles eran

las principales reivindicaciones presentes en sus agendas? ¿y con qué repertorios de actuación

contaban para hacerlas visibles? Estas son sólo algunas de las hipótesis que se pueden plantear

y que la prensa puede ayudar a descifrar. Sin embargo, hay que ser cauteloso con su empleo. El

carácter de Madrid como capital y la vocación durante el franquismo de ser el símbolo del

Estado, supone que muchas noticias sobre la periferia madrileña apenas tengan ecos en las

páginas de la prensa. Por ello no se trata únicamente de seleccionar la prensa escrita disponible,

sino también de interpretar esos vacíos ante los que tenemos que replantear nuestras hipótesis.

Es una fuente de un valor cualitativo innegable ante la que hay que tomar precauciones. Se

consultarán principalmente las noticias contenidas en los principales diarios de la época:

¡Arriba!, Diario Ya, ABC, Informaciones, Pueblo.

Por último, se encuentra la posible documentación custodiada por la Asociación de Vecinos de

La Fraternidad en los Cármenes. Y además los relatos orales, que permiten acceder a un retrato

de cotidianidad inaccesible únicamente a través de las fuentes archivísticas. Para ello se ha

decidido entrevistar al grupo de mujeres del Centro de Servicios Sociales Gallur, que han

desarrollado toda su vida adulta en el barrio. Estas fuentes orales son un relato personal único

e intersubjetivo y deben ser tratadas por cualquier persona que tenga que enfrentarse a una

realidad social como ante la que nos encontramos. Aun así, deberán ser tratadas con cautela

debido a que no dejan de ser discursos construidos que se erigen como verdad a través de la

propia experiencia vivida. Para ello la labor pionera del Seminario de Fuentes Orales

organizado por María Carmen García-Nieto en el ámbito de la investigación histórica, sirve

como referente metodológico para la presente investigación.52 De igual manera presentan

interés aquellos estudios centrados en el franquismo, que se han servido de fuentes orales para

su realización.53

52 GARCÍA-NIETO PARIS, María Carmen, “Marginalidad, movimientos sociales y oposición al

franquismo: Palomeras, un barrio obrero de Madrid (1950-1980)”, en TUSELL, Javier (coord.), “La

oposición al régimen de Franco”, Tomo II, Estado de la cuestión y metodología de la investigación. Madrid,

UNED, 1990, pp. 269-285. GARCÍA-NIETO PARIS, María Carmen, “Palomeras, un barrio obrero de

Madrid durante el franquismo. Marginación frente al mito del desarrollo”, VI Congreso Internacional de

Historia Oral, Mito e Historia. Oxford, 1987. Disponible en:

http://www.vallecastodocultura.org/cabecera/HISTORIA/PALOMERAS.htm. En esta obra, la autora

aborda el surgimiento de la Asociación de Vecinos del barrio de Palomeras mediante el empleo de los

relatos orales de sus vecinos. DÍAZ SANCHEZ, Pilar, GAGO GONZÁLEZ, José María, “La construcción

y utilización de las fuentes orales para el estudio de la represión franquista”, Hispania Nova. Revista de

Historia Contemporánea, nº 6, 2006. 53 ARRIERO, Francisco, “El Movimiento Democrático de Mujeres: de la lucha contra Franco al feminismo

(1965-1985)” Madrid, Catarata, 2016. HERNÁNDEZ HOLGADO, Fernando, “La prisión militante: las

29

4. Del barro al asfalto: la urbanización en el sector de Caño Roto.

Aproximación analítica al objeto de estudio.

“¿Son esas las chabolas? –preguntó D.Pedro señalando unas menguadas edificaciones

pintadas de cal, con uno o dos orificios negros, de los que por uno salía una tenue

columna de humo grisáceo y el otro estaba tapado con una arpillera recogida a un lado

y a cuya entrada una mujer vieja estaba sentada en una silla baja. ¿Esas? Contestó

Amador. No; esas son casas.”54

4.1 La ciudad de Madrid durante el franquismo

La expansión urbana de Madrid se produjo sin un control ajustado a lo que las autoridades

habían intentado imponer. Los planes de Ensanche ejecutados en la segunda mitad del

siglo XIX fueron el ejemplo de que los habitantes no se adecuaron a lo que los técnicos

habían proyectado, síntoma de un problema endémico, de una ciudad que crecía más allá

de los límites delimitados por las autoridades55. La periferia siempre actuó como solución

al desborde poblacional que se experimentaba en el interior de la ciudad, configurando al

mismo tiempo un problema que adquirió una nueva dimensión durante el franquismo56.

Y precisamente las primeras décadas de la dictadura fueron un periodo convulso en el

que se produjeron cambios en cuanto a cómo se debían controlar los suburbios, pero

también persistencias que anclaban sus orígenes en los intentos por poner límites al

crecimiento de Madrid.

La extensión de las zonas suburbiales en el extrarradio madrileño hizo necesaria la puesta

en marcha de diferentes planes urbanísticos para paliar la congestión de estas áreas

suburbanas. En los espacios habitados por chabolas, casitas bajas y cuevas, los

organismos oficiales llevaron a cabo diversas iniciativas de vivienda de tipo social con el

objetivo de ordenar y encauzar el crecimiento del extrarradio madrileño. La consecuencia

fue el surgimiento de nuevas áreas urbanas durante la década de 1950 y 1960 en la

periferia de Madrid, como es el caso de Vallecas, Fuencarral u Hortaleza, donde se

desarrolló una intensa movilización vecinal durante el tardofranquismo y la transición.

cárceles franquistas de mujeres de Barcelona y Madrid (1939-1945)”, Tesis Doctoral, Universidad

Complutense de Madrid, 2011. 54 MARTÍN SANTOS, Luis, “Tiempo de Silencio”, Madrid, Ediciones EL PAÍS, 2003. p. 38. La primera

edición fue publicada en 1962 por Seix Barral. 55 PALLOL TRIGUEROS, Rubén, “Una ciudad sin límites. Transformación urbana, cambio social y

despertar político en Madrid (1860-1875)”, Madrid, Catarata, 2013. 56 VORMS, Charlotte, “Bâtisseurs de banlieue à Madrid. Le quartier de la Prosperidad (1860-1936)”, Paris,

Créaphis Èditions, 2012.

30

¿Qué ocurrió en estas zonas para que, en apenas diez años, se fraguara una conciencia de

barrio y sus vecinos se movilizasen para mejorar sus condiciones de vida? Esta

investigación parte de la premisa de que para entender la forma en que se generó este

tejido asociativo es necesario comprender cómo se crearon estas áreas durante el

franquismo. En definitiva, se hace necesario establecer una relación entre tres procesos:

las riadas de migrantes llegados a la capital y su efecto en la extensión de los suburbios,

la segregación residencial presente en los núcleos de infravivienda sobre los que se

proyectó la iniciativa oficial del régimen, y por último el proceso de identificación que

cristalizó en la acción colectiva de los movimientos vecinales.

Para dar cuenta de estas cuestiones se ha decidido reconstruir a través del análisis

microhistórico una de las zonas de infravivienda que reflejó la actuación oficial de las

autoridades sobre el Extrarradio madrileño: el polígono de Caño Roto. Acercarse a una

de estas áreas permite bosquejar la ocupación de este espacio urbano y delimitar la

actuación de las autoridades para reprimir, orientar y controlar su crecimiento, con el

objetivo de dilucidar cuáles fueron las medidas emprendidas, y constatar las diferencias

y semejanzas del modelo de urbanización emprendido en Caño Roto con el de otras áreas

urbanas que surgieron durante el franquismo.

El ejercicio de reconstrucción microhistórica propuesto en esta investigación, requiere de

la exposición de las medidas llevadas a cabo por el régimen franquista en materia de

urbanismo y vivienda. Esa es la razón de que previamente al análisis del caso de estudio,

se proceda a situar al lector en las diferentes actuaciones de las instituciones encargadas

de la urbanización de Madrid durante el franquismo. En primer lugar, los inmediatos

efectos de la posguerra española sobre la capital y cómo se gestionó por parte de las

autoridades la crisis de la vivienda. En segundo lugar, la extensión de los suburbios

durante la década de 1950, para lo que se estableció una gestión urbanística unitaria

plasmada en el Plan Nacional de Vivienda de 1955 y el Plan de Urgencia Social de 1957.

Una vez planteadas las líneas maestras del régimen en el planteamiento urbano de Madrid,

el tercer apartado consistirá en el análisis de la configuración del barrio de Caño Roto

mediante el uso del repertorio de fuentes previamente expuesto, los censos de

infraviviendas y las entrevistas orales realizadas a sus vecinos. Para cerrar la

investigación, se apuntará a cuál fue la evolución y pervivencia de los diferentes poblados

que comprendían el polígono de Caño Roto, para demostrar que el estudio de cómo se

31

urbanizó esta área y quiénes la habitaron arroja claves para reflexionar sobre la

movilización vecinal.

32

4.2 La crisis social de la vivienda durante la posguerra

Los efectos de la guerra civil no hicieron sino acentuar el caos, la desorganización y el

crecimiento anárquico en la periferia madrileña. Un viejo problema, la extensión de las

zonas suburbiales en los aledaños de la ciudad, se produjo en una nueva coyuntura

marcada por la destrucción de viviendas y los estigmas del conflicto civil. Esta fue una

cuestión presente desde el proceso de urbanización iniciado a mediados del siglo XIX,

aunque en este momento adquirió unos tintes diferentes, conjugándose antiguas fórmulas

de ordenación del espacio con otras más novedosas de control social.

En 1940 Pedro Bidagor otorgaba un diagnóstico de la situación de la capital en la revista

Reconstrucción, marcando las líneas que debería seguir la política urbana para que

Madrid fuera una digna capital de una “España nueva”.57 Para este urbanista, los

principales problemas presentes en el extrarradio madrileño eran el carácter rebelde de

las clases que lo habitaban y la suciedad y falta de solidaridad presente en estas barriadas,

lo que favorecía un clima que calificaba de anarquía moral.58 La reordenación del espacio

urbano madrileño respondía no sólo a las necesidades de una ciudad que había quedado

completamente devastada tras la guerra, sino también al deseo control social de aquellos

focos de insubordinación que Bidagor, entre otras áreas, situaba en el extrarradio. Este

contexto permitía aprovechar las destrucciones de la guerra para discernir entre aquellas

zonas que podían adecuarse al nuevo orden urbano que se pretendía instaurar, y las

barriadas que debían eliminarse para ser reconstruidas ex novo, siguiendo los designios

del nuevo régimen.59 Las imágenes que proyectaba Bidagor sobre estas áreas de la ciudad

indican los pánicos morales compartidos por una parte de los encargados de gestionar la

reconstrucción de Madrid60. Pero también el deseo de recuperar un proyecto de Gran

Madrid que anclaba sus orígenes en la ciudad liberal del primer tercio del siglo XX, que

en este caso debía simbolizar la capital del recién instaurado régimen franquista.61

57 BIDAGOR, Pedro, “Primeros problemas de la reconstrucción de Madrid”, Revista Reconstrucción, nº1,

Abril 1940, pp. 17-21. 58 Ibídem pp. 17-18. 59 OVIEDO SILVA, Daniel, “La extinción de los focos irredimibles. Política de reconstrucción y control

en el extrarradio madrileño. El caso de la barriada del Tercio y el Terol” En Bellver Loizaga: Otras voces,

otros ámbitos. Los sujetos y su entorno. Nuevas perspectivas de la historia sociocultural. Universidad de

Valencia, 2015, pp. 101-102. 60 Sobre los dispositivos de criminalización y las imágenes negativas proyectadas sobre determinados

espacios de la ciudad en VICENTE ALBARRÁN, Fernando, “Los barrios negros: El Ensanche Sur en la

formación del moderno Madrid (1860-1931)”, Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 2011. 61 DÍEGUEZ PATAO, Sofia, “Un nuevo orden urbano: el Gran Madrid (1939-1951)”, Ciudad y Territorio:

revista de ciencia urbana, nº 83, 1990, pp. 77-86. Sobre el Gran Madrid durante el primer tercio del siglo

33

Para orientar el crecimiento de la ciudad y solucionar la proliferación de núcleos

chabolistas, la dictadura trazó diferentes planes urbanísticos. Desde la oficina técnica de

la Junta de Reconstrucción de Madrid (JRM), dirigida por Pedro Bidagor, se puso en

marcha una serie de medidas que pretendían establecer el desarrollo urbano de la ciudad

en la posguerra más inmediata. El Plan General de Ordenación de Madrid de 1941,

convertido en ley en 194662, buscó establecer los criterios de ordenación espaciales,

previendo la creación de anillos verdes para delimitar la expansión de la urbe, con una

serie de poblados satélite63, pero sin tener en cuenta que parte de los espacios sobre los

que planteó su actuación estaban muy próximos a núcleos de infraviviendas, como

Manzanares, Abroñigal o Arroyo de los Pinos, cuando no en contacto directo en los

espacios de Tetúan, Chamartín de la Rosa o Prosperidad. 64

Las propuestas de Pedro Bidagor para Madrid apenas tuvieron efecto en la fisonomía de

la ciudad por la falta de medios económicos y materiales para ser puestas en marcha.

Incluso hubo diferentes proyectos en torno a cómo se debía entender la vida en la ciudad

y el camino a seguir para reconstruir Madrid. Aun así, los planteamientos de Bidagor

ponen de manifiesto que el urbanismo siempre responde a un orden ideológico que

pretende ordenar y encauzar la vida urbana, intentando alcanzar un tipo ideal de

sociedad.65

Para cumplir este plan se creó la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid

y sus Alrededores (CGOUM) en 1941, uno de los principales organismos que impulsó la

urbanización de la capital y cuyo principal instrumento fue la política de suelo. La

CGOUM dependía de la Administración central y su labor consistía en preparar el suelo

XX, RODRÍGUEZ MARTÍN, Nuria, “La capital de un sueño. Madrid en el primer tercio del siglo XX”,

Madrid, Asociación de Historia Contemporánea. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2015. 62 BOE, “Decreto nº 74, B.O. del E., 15 de Marzo de 1946”, disponible en:

https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1946/074/A02007-02010.pdf. Decreto por el que se aprueba la Ley

de Ordenación Urbana de Madrid y sus alrededores. 63 SAMBRICIO, Carlos, “Plan Bidagor 1941-1946. Plan General de Ordenación de Madrid”, Madrid,

Nerea, 2003, pp. 121-302. 64 MUGURUZA, Pedro, “El futuro Madrid. Ordenación del complicado problema del Extrarradio”, Diario

Informaciones, 1944. MONEO, Rafael, “Madrid: los últimos veinticinco años”, Hogar y Arquitectura, Nº

75, marzo-abril, 1968. El autor apunta a que la proliferación de estos asentamientos fue consecuencia del

aumento de demanda de obra acomodada y el éxodo rural. 65 Esta línea ha sido ampliamente trabajada en las diferentes obras del sociólogo francés Henri Lefebvre,

interesado por la dimensión conflictiva del desarrollo urbano. LEFEBVRE, Henri, “El derecho a la

ciudad”, Madrid, Capitan Swing, 2016. La primera edición se publicó en el año 1968. Entre otras obras de

Henri Lefebvre en las que se reflexiona sobre el espacio urbano cabe destacar: LEFEBVRE, Henri, “La

producción del espacio”, Madrid, Capitan Swing, 2013 y LEFEBVRE, Henri, “La revolución urbana”,

Madrid, Siglo XII, 1976.

34

que previamente había sido expropiado para su posterior urbanización. 66 Una de las

soluciones para ordenar el extrarradio madrileño y hacer frente al retraimiento en la

construcción de viviendas de tipo social pasó por anexionar los términos municipales

limítrofes a Madrid, como Vallecas, Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo o Villaverde.

Esta anexión permitió a la CGOUM expropiar y por tanto generar suelo urbanizado para

la construcción de viviendas en virtud de la Ley de Bases de 1946, pero la falta de medios

económicos y materiales no permitió llevar a cabo la labor de reconstrucción necesaria

durante los primeros años de posguerra. 67

El retroceso en la construcción de viviendas tuvo como consecuencia que se extendiese

el cinturón de suburbios en torno a la capital. Y precisamente las licencias de construcción

concedidas por el Ayuntamiento de Madrid ilustran la escasa labor emprendida en esta

materia durante los primeros años de la posguerra.68 La incapacidad de los organismos

oficiales encargados de fomentar la construcción de viviendas de tipo social, la Obra

Sindical del Hogar (OSH) y el Instituto Nacional de la Vivienda (INV) -ambos creados

en 1939-, fomentó la autoconstrucción en las zonas suburbiales. Esta situación se vio

acrecentada por el afluente migratorio que llegó a Madrid durante toda la década de 1940,

cuya alternativa era acceder a las viviendas ofertadas por el mercado informal o en última

instancia levantar la suya propia.69 La realidad de la autoconstrucción, sin embargo, no

era algo nuevo para Madrid, en cuyos aledaños se levantaban chabolas y casas bajas ya

antes de la guerra. El rasgo distintivo durante este periodo es que en grandes sectores del

extrarradio madrileño como Vallecas u Orcasitas, las viviendas autoconstruidas se

edificaron sobre suelo en régimen jurídico no urbanizable.70 En el caso de Vallecas ha

quedado constatado el proceso de parcelación previo a la venta de terrenos sobre el que

66 “Fundación de la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid y sus Alrededores y del

sistema de remuneración de su personal”, Gran Madrid, nº 1, 1948, págs. 13-16 67 SAMBRICIO, Carlos: “La vivienda en Madrid, de 1939 al Plan de Urgencia de Vivienda Social, en

1959”, en SAMBRICIO, Carlos (ed.): La vivienda en Madrid en la década de los 50: el Plan de Urgencia

Social. Madrid, Electa, 1999, p. 20. 68 Según la revista Gran Madrid, las licencias de construcción concedidas en 1940 ascienden a las 751

viviendas; 1103 en 1941; 1881 en 1942; 1464 en 1943 y 840 en 1944. Esta cantidad era insuficiente en

función de las necesidades de la población madrileña. Gran Madrid, nº 19, 1952. Citado en SAMBRICIO,

Carlos: “La vivienda en Madrid, de 1939 al Plan de Urgencia de Vivienda Social, en 1959”, en

SAMBRICIO, Carlos (ed.): La vivienda en Madrid en la década de los 50: el Plan de Urgencia Social.

Madrid, Electa, 1999, p. 16. 69 Las cifras aportadas por Alfonso García Barbancho para la década de 1940 ascienden a la cantidad de

275.523 inmigrantes. GARCIA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas: estudio

cuantitativo desde 1900”, Madrid, Instituto de Desarrollo Económico” 1967 70 Esta cuestión queda puesta de relieve en el estudio realizado por la investigadora francesa Charlotte

Vorms para el distrito de Prosperidad. VORMS, Charlotte, “Bâtisseurs de banlieue à Madrid. Le quartier

de la Prosperidad (1860-1936)”, Paris, Créaphis Èditions, 2012.

35

se levantó el chabolismo madrileño, siguiendo un modelo de urbanización marginal.71 La

incapacidad por parte de las instituciones públicas para solventar los problemas de

alojamiento para los recién llegados a la capital, fomentó que los habitantes recurriesen a

la autoconstrucción como un medio de satisfacer sus necesidades más básicas. Estas

prácticas dieron lugar a un distintivo paisaje urbano madrileño, que ayudó a configurar

una experiencia urbana basada en la autogestión y autorregulación de sus espacios de

vida, germen de los futuros barrios de Madrid.

4.3 Hacia el Plan Nacional de Vivienda y el Plan de Urgencia Social

La década de 1940 estuvo marcada por el fracaso en la política de vivienda seguida

durante la autarquía franquista. La cantidad de viviendas construidas durante este periodo

fue insuficiente para albergar a la población madrileña, que aumentaba progresivamente

consecuencia de los intensos flujos migratorios. El discurso ideológico falangista72 que

promovía una “ciudad del Movimiento” no tuvo su reflejo en el espacio urbano de la

capital, perviviendo únicamente en la propaganda política.73 El cambio de orientación del

régimen en la segunda mitad de la década de 1940 como consecuencia del nuevo contexto

europeo tuvo influencia en la producción de vivienda de tipo social. No sólo por las

necesidades que imponía la derrota del Eje, sino también porque los arquitectos

vinculados a la OSH y el INV tomaron como referencia los modelos de estandarización

y prefabricación presentes en los debates sobre arquitectura racionalista de los modelos

europeos de reconstrucción.74 El objetivo principal de estos arquitectos era definir los

modelos mínimos de vivienda, acudiendo a la experiencia extranjera. Así, en 1949 se

celebró la V Asamblea Nacional de Arquitectos, y se debatió sobre la imposibilidad del

Ayuntamiento para poner en marcha el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en

71 BURBAÑO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid durante el franquismo: el

Pozo del Tío Raimundo”, Trabajo de Fin de Máster, Universidad Complutense de Madrid, 2015. 72 Para el ideario político proyectado sobre la vivienda social desde el falangismo consultar LÓPEZ DÍAZ,

Jesús, “Vivienda social y falange: ideario y construcciones en la década de los 40”, Scripta Nova. Revista

electrónica de Geografía y ciencias sociales, Vol VII, núm 146, 2003, disponible en:

http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-146. 73 Los diferentes conflictos entre las familias del régimen, así como la actividad propagandística del

falangismo está recogida en IÁÑEZ PAREJA, Eduardo, “No parar hasta conquistar. Propaganda y política

cultural falangista: el grupo de Escorial (1936-1986)”, Madrid, Trea, 2011. 74 Los debates en torno a los modelos de prefabricación e industrialización para la construcción de viviendas

se pueden consultar en SAMBRICIO, Carlos, “Madrid, vivienda y urbanismo: 1900-1960”, Madrid, Akal,

2004. La importancia que desde la ciencia del urbanismo se ha otorgado a los modelos traídos desde el

extranjero de arquitectura moderna aparece reflejado en POZO, José Manuel. (coord.), “Los años 50: La

arquitectura española y su compromiso con la historia”, Navarra, T6 editores, 2000.

36

1946, así como la necesidad de elaborar un Plan Nacional de Vivienda para resolver la

cuestión de los suburbios.75

Los diferentes coloquios celebrados y las publicaciones en las revistas especializadas de

arquitectura apuntaban a una misma línea: el fracaso de la política de vivienda que se

había venido desarrollando desde la instauración de la dictadura.76 Y la solución para gran

parte de los arquitectos pasaba necesariamente por la colaboración de los diferentes

agentes involucrados para la puesta en marcha de un plan unitario en el que quedasen

establecidas las bases a seguir en el desarrollo urbano madrileño. Consideraban que esta

tarea debía ser liderada por el Estado, puesto que el alto precio del suelo condicionaba a

que desde el sector privado se recondujeran las inversiones hacia otros sectores más

seguros y rentables como por ejemplo las viviendas de clases altas y medias,.77 Esta

situación incentivó a que, durante la década de los cincuenta, los poderes públicos

llevaran a cabo una serie de medidas legislativas y de promoción desde los organismos

del Estado en materia de vivienda.

Durante este periodo se produjeron cambios significativos en los organismos públicos

encargados de la política de vivienda, con el nombramiento de Julián Laguna como

Comisario de Ordenación Urbana de Madrid el 15 de mayo de 1954, y la llegada de Luis

Valero Bermejo al INV en octubre del mismo año78. Esta fecha coincidió con la redacción

del reglamento de la “Ley de Renta Limitada, que contemplaba un tipo de vivienda social

cuya superficie máxima debía ser 42m² y con un coste máximo de 25.000 pts.79 La entrada

en vigor del régimen de “Renta Limitada” fue la base legislativa en torno a la que se

orientó el Plan Nacional de Vivienda, aprobado el 1 de julio de 1955; de esta manera se

catalogaban todas las tipologías de viviendas, limitando los precios de venta y alquiler.

Con este cambio de rumbo en los organismos encargados de la urbanización de Madrid,

75 V Asamblea Nacional de Arquitectos. Madrid, 1949. Los debates presentes en esta asamblea aparecen

recogidos en la revista de arquitectura Gran Madrid, nº 6, 1949, p. 8. 76 GARCÍA BALLESTEROS, Aurora, “Chabolismo y viviendas marginales en el suroeste de

Madrid (barrio Lucero)”, en GUTIÉRREZ ESTEVE, Manuel; CID MARTÍNEZ, Jesús Antonio

y CARRERA, Antonio (coords.): Homenaje a Julio Caro Baroja, 1978. pp. 405-424.

GONZÁLEZ, Nazario, “La frontera del suburbio madrileño”, en Estudios geográficos, vol 22,

nº84-85m 1961, pp. 627-633 77 SAMBRICIO, Carlos, “La vivienda en Madrid, de 1939 al Plan de Urgencia de Vivienda Social, en

1959”, en SAMBRICIO, Carlos (ed.): La vivienda en Madrid en la década de los 50: el Plan de Urgencia

Social. Madrid, Electa, 1999, p. 41. 78 VAZ, Céline, “Una década de planes: planificación y programación de la vivienda en los años cincuenta”,

en SAMBRICIO, Carlos y LAMPREAVE, Ricardo (eds.) “La vivienda protegida: historia de una

necesidad”, Madrid, Ministerio de la Vivienda, 2009. pp. 145-171. 79 SAMBRICIO, Carlos, “La vivienda en Madrid, de 1939….,” Op. Cit., pp. 48

37

se dio un impulso a medidas que, por primera vez desde la instauración de la dictadura,

pretendían atajar el problema de la vivienda en la capital.

El día 1 de Julio de 1955 se aprobó por decreto-ley el Plan Nacional de Vivienda, en el

que se contemplaba la construcción de 550.000 viviendas de Renta Limitada en los

siguientes cinco años, a partir de 1956.80 En declaraciones realizadas por Valero Bermejo

el 16 de Julio del mismo mes, el director del Instituto Nacional de la Vivienda apuntaba

a las facilidades que recibiría la iniciativa privada que participase de esta empresa, con

auxilios del Estado en materiales y tributación. Además, Valero insistía en la necesidad

de que tanto las empresas particulares, como los organismos públicos y de carácter

técnico estuvieran en relación para proyectar este conjunto de viviendas en todo el

territorio nacional.81 Así, a partir de este momento la labor de los tres principales

organismos encargados de la urbanización de Madrid se coordinó. La Comisaría de

Ordenación Urbana definía la ubicación de los poblados y preparaba los proyectos,

expropiando los terrenos, el Instituto Nacional de Vivienda (INV) coordinaba y analizaba

la operación, y por último la Organización Sindical del Hogar (OSH) se encargaba de su

ejecución.82 Este labor de construcción fue aparejada de una vigilancia sobre la

edificación de nuevas chabolas, con un servicio de Vigilancia del Extrarradio formado

por guardias civiles y un equipo de derribo para que actuara antes de empezar las

construcciones.83

En las actuaciones del plan se esbozaron diferentes núcleos y tipologías constructivas, en

lo que se denominó como Política de Poblados. Dentro de este grupo se podía diferenciar

entre poblados “dirigidos”, de “absorción”, “mínimos” y “agrícolas”, proyectados para

diferentes poblaciones. Los poblados de “absorción” estaban destinados para realojar a la

población que residía en chabolas que iban a ser derribadas, por sus malas condiciones

constructivas o por localizarse en suelo no urbanizable. En 1956 se iniciaron las obras de

los poblados de absorción de Caño Roto, Canillas, San Fermín, Villaverde, Pan Bendito,

Zofio y Fuencarral. Este tipo de poblados consistían en viviendas de tipo social en

80 ABC, 2 de Julio 1955, p. 17. 81 ABC, 16 de Julio 1955, p. 15. 82 SAMBRICIO, Carlos: “La vivienda en Madrid, de 1939 al Plan de Urgencia de Vivienda Social, en

1959”, en SAMBRICIO, Carlos (ed.): La vivienda en Madrid en la década de los 50: el Plan de Urgencia

Social. Madrid, Electa, 1999, p. 49 83 Según apunta Fernández-Galiano, previamente a la puesta en marcha de los poblados se contrató a un

equipo de 40 o 50 guardias civiles para que vigilase la construcción de nuevas chabolas, y a un equipo de

derribo. FERNÁNDEZ GALIANO, Luis, “La quimera moderna. Los Poblados Dirigidos de Madrid en la

arquitectura de los 50” Madrid, Hermann Blume, 1989. p. 170

38

régimen de alquiler, con el objetivo de albergar a la población que llegaba a la ciudad.

Las viviendas eran unifamiliares con bloques de hasta cuatro alturas, que apenas

superaban los 30m².84

Fuente: ESTABAN MALUENDA, Ana: “Madrid, años 50: La investigación en torno a la

vivienda social. Los poblados dirigidos”, en Actas del Congreso Internacional ‘Los Años 50: La

arquitectura española y su compromiso con la historia’, T6 editores, 2000. p. 57

En este mismo plan se estableció edificar una serie de poblados dirigidos, que contaban

con un gabinete técnico in situ para que tramitase la obra. Así, a partir de 1956 se

construyeron los poblados dirigidos de Caño Roto, Entrevías, Canillas, Fuencarral,

Orcasitas y Almendrales. En estos últimos, las personas a las que se les iba a adjudicar la

vivienda tenían la posibilidad de aportar su fuerza de trabajo a cambio de costear

únicamente el terreno y los gastos generales de la obra. La tipología planificada en los

poblados dirigidos recurría a la corriente racionalista internacional, que pretende extraer

todo el rendimiento posible al espacio, dando lugar a bloques adosados. La calidad de los

84 ESTABAN MALUENDA, Ana: “Madrid, años 50: La investigación en torno a la vivienda social. Los

poblados dirigidos”, en Actas del Congreso Internacional “Los Años 50: La arquitectura española y su

compromiso con la historia”, T6 editores, 2000. p. 50

ILUSTRACIÓN 3. PLANO DE SITUACIÓN DE LOS OCHO PRIMEROS

POBLADOS DE ABSORCIÓN

39

materiales de construcción era de bastante más calidad, pero adaptándose a las

posibilidades constructivas de mano de obra no cualificada85. Por último, los poblados

mínimos cumplían una función similar a la de los poblados de absorción, albergar a

población migrante, pero con casas de menor calidad constructiva que remitiesen a un

ambiente de comunidad rural.

Si los poblados de Absorción, Mínimos y Agrícolas tenían como objetivo principal el

alojamiento provisional de aquellas personas que vivían en los suburbios, en el caso de

los Dirigidos sí hubo un intento de dotar a estas construcciones de un carácter permanente.

La fórmula seguida era una novedad dentro del programa de viviendas promovidas desde

las instituciones del Estado. Como informa Vázquez de Castro, “se planteó la

adjudicación en venta y no en alquiler, algo que no había sucedido hasta entonces”86.

Así, las instituciones encargadas de la urbanización de la capital incentivaron el régimen

en propiedad en lugar de en alquiler, marcando el cambio de signo en materia de vivienda.

Las medidas llevadas a cabo en el Plan Nacional de Vivienda de 1955 no fueron

suficientes para eliminar los focos de infravivienda. Aun así se producían discursos

triunfalistas como el de Valero Bermejo, que en 1956 declaraba para el diario Pueblo que

“el problema del suburbio desaparecerá completamente en 1958”87. La promulgación de

una serie de decretos que tenían por objetivo impedir los asentamientos clandestinos en

la capital, y controlar la llegada de migrantes a Madrid, devolviendo a su lugar de origen

a aquellos que no tuvieran domicilio, da buena prueba de que el problema del suburbio

estaba lejos de resolverse.88 En 1957, coincidiendo con la llegada del falangista José Luis

Arrese a la dirección del Ministerio de Vivienda, se llevaron a cabo una serie de medidas

para incrementar el ritmo en la construcción de viviendas. Arrese incentivó la inversión

del capital privado a través del Plan de Urgencia Social (PUS), con una previsión de

60.000 viviendas en dos años para Madrid89. En el año 1959 esa cifra fue superada en

85 Para un resumen de las diversas actuaciones realizadas en Madrid durante este periodo consultar LÓPEZ

DÍAZ, Jesús, “La vivienda social en Madrid, 1939-1959”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, Hº del Arte,

t. 15, 2002. pp. 297-338. 86 CALVO DEL OLMO, José Manuel, “El Poblado Dirigido de Caño Roto. Dialéctica entre morfología

urbana y tipología edificatoria”. Tesis Doctoral, Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad

Politécnica de Madrid, 2014. Anexos Documentales, IV, Entrevistas a los protagonistas, p. 86. 87 Pueblo, 18 de Septiembre 1956, pp. 1-2. 88 “Normas para evitar los asentamientos clandestinos: desaparición de las cuevas , chozas y barracas

existentes en Madrid” en Siete Fechas, nº 417, 24 septiembre 1957; “El censo de Madrid crece a pasos de

gigante. Disposición para regular la afluencia masiva de personas” en Semana, n. 965, 19 agosto 1958.

Estos artículos aparecen recogidos en SAMBRICIO, Carlos, “La vivienda en Madrid, de 1939….,” Op.

Cit., pp. 63 89 Ley 13 de noviembre de 1957 Plan de Urgencia Social en Madrid (BOE, nº 286)

40

22.884 pero también aparecían incluidas las viviendas asignadas por el Plan Nacional de

Vivienda de 1955.90 Y precisamente este es el momento en que se produce el célebre

discurso de José Luis Arrese en el que apunta a: “una España de propietarios y no de

proletarios”, coincidiendo con la entrada del capital privado y el proceso de especulación

inmobiliaria.91

El cambio de rumbo del régimen a partir de 1957, con la llegada de los tecnócratas del

Opus Dei a las grandes cabeceras ministeriales, impulsó que grandes empresas privadas

comenzasen a interesarse por el negocio del suelo. La operación más clara de este viraje

en el crecimiento urbano madrileño se manifestó en el poblado de Jaime el Conquistador,

derribado el 19 de agosto de 1957. Situado en la actual zona de Legazpi, próximo al centro

y en un área urbanizada, la desaparición de las chabolas permitió despejar un área

destinada a la construcción de vivienda por parte de la iniciativa privada.92 Lo sucedido

en este núcleo de la capital es uno de los ejemplos más representativos de cómo el

acercamiento a las líneas del capitalismo internacional modificó la política de vivienda,

y, como señala Sambricio,si durante años “la Comisaría fijó las pautas de crecimiento, a

partir de este momento serán las grandes inmobiliarias quienes definan y marquen el

futuro urbano.”93

Este viraje en la política emprendida desde el Ministerio de la Vivienda creado en 1957

por José Luis Arrese es apuntado por Antonio Vázquez de Castro, uno de los arquitectos

que participó en el proyecto de construcción del Poblado Dirigido de Caño Roto. En la

entrevista oral recogida en la Tesis Doctoral de José Manuel Calvo del Olmo, Vázquez

de Castro se refería a la serie de cambios que se produjeron en la Política de Poblados

durante los años finales de la década de los cincuenta en los siguientes términos:

“Al crearse el Ministerio de la Vivienda, con Arrese al frente, la política de vivienda se orientó a

ayudar a los constructores, en lugar de lo que se había hecho hasta entonces que era ayudar a los

compradores y a los autoconstructores. El marco legal de la segunda etapa de Dirigidos era el

mismo que en la primera, la ley de Renta Limitada – que como marco no estaba mal-, pero se le

dio una orientación radicalmente distinta.”94

90 ABC, 22 de Mayo 1959, pp. 57-58. 91 “No queremos una España de proletarios sino de propietarios” en ABC, 2 de Mayo 1959, pp. 41-42. Sobre

cómo se produce la entrada del capital privado en materia de vivienda ROCH PEÑA, Fernando, “Algunas

notas sobre el sistema inmobiliario madrileño en la década de los 50’”, en SAMBRICIO, Carlos (ed.): La

vivienda en Madrid en la década de los 50: el Plan de Urgencia Social. Madrid, Electa, 1999, pp. 85-119. 92 “Este barrio de chabolas ha desaparecido hoy de Madrid. Sus moradores ocuparán en adelante las nuevas

viviendas de San Fermín”, en Informaciones, 19 de Agosto 1957, p. 1. 93 SAMBRICIO, Carlos, “Madrid, vivienda y urbanismo”…, Op, Cit. p. 415. 94 CALVO DEL OLMO, José Manuel, “El Poblado Dirigido de Caño Roto..” Op. Cit,, p. 84.

41

La década de 1960 estuvo caracterizada por la participación desde las inmobiliarias

privadas en política de vivienda. Urbis, Inmobiliaria Roiz o Constructora Peninsular

fueron solo algunos de los ejemplos de cómo la ciudad dejó de pensarse desde la vivienda

social, para pasar a la construcción de edificios de bloques en altura con los que sacar el

máximo rendimiento posible al suelo disponible. Las demandas urbanas de quienes

habitaron los nuevos espacios constituidos en el extrarradio madrileño ya no sólo se

articularon frente a la Administración. También tuvieron que hacer frente a una nueva

realidad que se intensificó durante los años del “milagro español”: la especulación

urbanística.

La imagen del Madrid de la década de los cincuenta, queda por tanto lejos del actual

paisaje urbano dominante, con sus altos edificios de viviendas y hormigón. Por el

contrario, el cinturón del extrarradio se encontraba habitado de casas bajas que abarcaban

desde la vivienda autoconstruida a las soluciones de baja calidad de las viviendas

promocionadas desde las instituciones del Estado. Recuperar este espacio histórico de

Madrid es clave para romper con este relato de una modernidad idílica que se realiza a sí

misma a través de la transformación del espacio urbano. La producción del espacio

madrileño fue conflictiva y sufrida, y con grandes dosis de una necesidad de rápida

respuesta a los problemas sociales que surgían al calor de este proceso, alejado en gran

medida al simple desarrollo de un idealismo higienista y racional del discurso urbanista.

Madrid, como todo espacio urbano es en su historia prueba de la distancia que separa el

plano arquitectónico de la realidad de sus calles.

4.4 El proyecto de Caño Roto

El estudio propuesto en este trabajo parte del análisis microhistórico de una de las zonas

de infravivienda que reflejó la actuación oficial de las autoridades sobre el extrarradio

madrileño como consecuencia de un desborde social a expensas de lo proyectado: el

polígono de Caño Roto. Los poblados que comprendían este área urbana se edificaron a

través de la yuxtaposición de diferentes intervenciones oficiales, proyectadas en los

planes urbanísticos de la década de los cincuenta. Acercarse a una de las zonas que se

configuraron a través de núcleos concentrados de infravivienda permite, por un lado,

bosquejar la ocupación de este espacio urbano, y, en segundo término, delimitar la

actuación de las autoridades para reprimir, orientar y controlar su crecimiento. Para la

realización del análisis de la forma en que se desarrolló este área urbana se empleará tanto

42

la bibliografía secundaria que ha prestado atención a los diferentes poblados que

comprenden Caño Roto, como fuentes orales resultado de entrevistas a vecinos que

habitaron estas zonas.

Los poblados que comprendían el polígono de Caño Roto se edificaron a través de la

yuxtaposición de diferentes actuaciones oficiales. Esta área se encontraba situada al

suroeste de Madrid, limitando al sur con el camino de las Ánimas (Laguna), en la zona

que actualmente comprende el barrio de Los Cármenes. Este perímetro estaba atravesado

por la avenida de Nuestra Señora de Valvanera, conectando al norte con el tramo de

ferrocarril que conectaba Goya con Almorox. Constituida prácticamente como

archipiélagos en un mar de campo deshabitado, en su interior se edificaron un Poblado de

Absorción, un Poblado de Urgencia Social o Mínimo y un Poblado Dirigido.

Los terrenos seleccionados por la Comisaría de Urbanismo para construir los Poblados

estaban ubicados en suelo verde o rústico, por lo que el precio del suelo era bastante bajo

en comparación a otras zonas de la capital.95 Para la construcción de los poblados en el

polígono de Caño Roto, la Comisaría expropió 30 hectáreas de terreno en 1955 que

previamente habían estado ocupadas por 155 fincas rústicas96. Una parte de los terrenos

fueron cedidos a la Organización Sindical del Hogar, que construyó 582 viviendas de tipo

social, de las cuales 270 eran unifamiliares y con una superficie que no podía superar los

42 m². Este conjunto de viviendas, denominado Poblado de Absorción de Caño Roto, fue

proyectado por el arquitecto Luis Laorga, con objetivo de dotar de vivienda a los

habitantes de núcleos de infravivienda en un periodo marcado por la labor de represión

del chabolismo.97 Al noroeste de este poblado se construyó el Poblado Mínimo o de

Urgencia de los Cármenes, previo proceso de expropiación de 28 fincas rústicas y también

por iniciativa de la O.S.H. En este caso, el proyecto contempló la construcción de 672

95 En el caso de los Poblados Dirigidos, se permitió que fueran edificados en zonas al margen de las

ordenanzas urbanísticas por un decreto aprobado el 1956. LÓPEZ UJAQUE, José María, “Los poblados

dirigidos: urgencia, juventud y domingueros”, en CANOVAS ALCARAZ, Andrés y RUIZ BERNAL,

Fernando, “Poblado Dirigido de Caño Roto (fases I y II)”, Madrid, Cedex, 2013. 96 DÍEZ DE PABLO, Ainhoa, “La vivienda social como patrimonio urbano. Análisis de la

patrimonialización de tres Barrios de Promoción Oficial Madrileños” Tesis Doctoral, Escuela Técnica

Superior de Arquitectura. Universidad Politécnica de Madrid, 2015. p. 116 97 Para las diferentes fases de persecución sobre el chabolismo, VALENZUELA RUBIO, Manuel, “La

pervivencia del chabolismo en Madrid”, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 1975.; MONTES

MIEZA, Juan; PAREDES GROSSO, Manuel y VILLANUEVA PAREDES, Alfredo, “Los asentamientos

chabolistas en Madrid”, Ciudad y Territorio, nº 2-3, 1976, pp. 159-172.

43

viviendas de apenas 30m² que fueron adjudicadas entre 1958 y 196298. El Poblado

Mínimo de Caño Roto se realizó con materiales de derribo, ante la urgente necesidad de

alojar a las personas procedentes de núcleos de infravivienda, lo que conllevó a que

apenas una década después tuviera que verse sometido a varias remodelaciones.

Fuente: Elaboración propia a partir de “Fotos áereas históricas: 1961-67”

El poblado Dirigido es el núcleo de viviendas del polígono de Caño Roto del que más

información hay disponible. Este proyecto se realizó entre 1956 y 1961 bajo la dirección

de los arquitectos Antonio Vázquez de Castro y José Luis Íñiguez de Onzoño,

proyectando 1604 viviendas que se ejecutarían en dos etapas. Finalmente se realizó una

tercera fase en la que se incluyeron 301 viviendas de mayor categoría, así como

equipamientos y dotaciones urbanas.99 Este poblado colindaba al norte con el poblado de

Absorción, en los terrenos de una antigua escombrera. La fórmula seguida para la

construcción del poblado fue la de la prestación personal, que consistía en el empleo de

los adjudicatarios como mano de obra a cambio de restar el 20% del precio de ejecución

al total de la vivienda100. Este modelo de autoconstrucción significó que las viviendas

98DÍEZ DE PABLO, Ainhoa, “La vivienda social como patrimonio urbano. Análisis de la

patrimonialización de tres Barrios de Promoción Oficial Madrileños” Tesis Doctoral, Escuela Técnica

Superior de Arquitectura. Universidad Politécnica de Madrid, 2015. p. 117 99 CALVO DEL OLMO, José Manuel, “El Poblado Dirigido de Caño Roto..”, Op. Cit, p. 160. 100 SAMBRICIO, Carlos: “La vivienda en Madrid, de 1939 al Plan de Urgencia de Vivienda Social, en

1959”, en SAMBRICIO, Carlos (ed.): La vivienda en Madrid en la década de los 50: el Plan de Urgencia

Social. Madrid, Electa, 1999, p. 49

ILUSTRACIÓN 4. FINALIZACIÓN DE LOS POBLADOS DE CAÑO ROTO ENTRE 1961-67.

44

pasarían a ser propiedad de los inquilinos en un plazo de cincuenta años, a cambio de una

aportación mensual adaptada a las posibilidades económicas de los futuros inquilinos.101

La autoconstrucción fue una de las experiencias más llamativas del poblado Dirigido de

Caño Roto. Los “domingueros” era el nombre que recibían los futuros propietarios de las

viviendas debido a que dedicaban jornadas festivas para llevar a cabo esta labor. En

muchos casos, las personas que trabajaron en la realización de las casas bajas del poblado

no tenían ningún tipo de experiencia ni formación, lo que suponía la necesidad de que los

arquitectos supervisasen las obras. Mari Carmen, vecina que se instaló en el barrio durante

el proceso de construcción del poblado Dirigido, relata sus vivencias en el barrio durante

estos años.

“Cuando llegué al barrio a finales de los cincuenta todo estaba aún por construir. Mi padre

trabajó para construir nuestra casa, y a los que como él hacían lo mismo, los llamaban los

domingueros. Mientras nos instalaron en unos barracones que no estaban acabados y no tenían

las ventanas puestas (…) cuando llovía o hacía frio teníamos que refugiarnos de cualquier

manera.”102

El relato de esta vecina pone de manifiesto las precarias condiciones en las que se

construyó el complejo de viviendas de Caño Roto. Una práctica como la

autoconstrucción, propia de las dinámicas informales criminalizadas desde las

instituciones del Estado, quedó elevada a política nacional para la puesta en marcha de

los poblados dirigidos. El pragmatismo en la tolerancia represiva trazada por el régimen,

que ni podía ni pretendía controlar los suburbios madrileños, se adaptó a las necesidades

impuestas para eliminar los focos de infravivienda y chabolismo. Paradójicamente, una

de las prácticas que había tenido como consecuencia la extensión de chabolas en el

extrarradio madrileño, la autoconstrucción, impulsó la urbanización de estas áreas. Y así,

precisamente, se oficializó una práctica que ya era norma en la calle.

4.5 Conclusiones

En este apartado se ha pretendido abordar el proyecto de construcción de los diferentes

poblados de Caño Roto, principalmente desde la perspectiva de los arquitectos encargados

de la urbanización del extrarradio madrileño. El problema de este tipo de análisis, que es el

101 CALVO DEL OLMO, José Manuel, “El Poblado Dirigido de Caño Roto..”, Op. Cit, p. 162. 102 Entrevista realizada al grupo de mayores del Centro Social de Gallur, formado por vecinas del barrio de

Caño Roto.

45

que ha predominado en las publicaciones realizadas desde la ciencia del urbanismo, es que

no tiene en consideración a los sujetos que habitaban estos espacios. Esta investigación partía

de la hipótesis principal de que el espacio es un lugar en disputa, y por tanto la producción

del espacio no se debe limitar a algo impuesto desde arriba, proyectado por las instituciones

y aceptado por los sujetos. Uno de los objetivos no era otro que constatar la pluralidad de

agentes urbanos que participan en este proceso, las instituciones oficiales, la iniciativa

privada o los habitantes a través de su experiencia urbana. En cualquier caso, se debe advertir

que los diferentes agentes sociales –autoridades y técnicos, empresarios y vecinos- tienen

objetivos e intereses diferenciados, por lo que es necesario poner el conflicto como vector

principal en el análisis.

Una primera parte centrada en las diferentes iniciativas oficiales para urbanizar Caño Roto

ha sido abordada en el presente epígrafe. Este análisis es insuficiente para tratar una realidad

tan heterogénea como compleja, y en última instancia considera a los individuos que

habitaban estas áreas como mero receptáculo de lo proyectado por las instituciones. Al

mismo tiempo, los estudios centrados exclusivamente en el urbanismo o la historia de la

arquitectura responden a un orden ideal de sociedad, que no es carente de ideología. Esto

puede tener como consecuencia que se reproduzcan e interioricen tanto los discursos

realizados en materia de vivienda, como una dialéctica representada en un eje arriba-abajo

en el que la acción de los sujetos pasa a un segundo plano. A esta oposición entre el

urbanismo y la vida urbana se refería Henri Lefebvre cuando afirmaba que:

“el Estado, los centros de decisión y los poderes ideológicos, económicos y políticos son incapaces

de tratar sin una creciente desconfianza esta forma social [la vida urbana] que tiende a la autonomía,

que vive en su especificidad, que se interpone entre ellos y "el habitante", trabajador productivo,

obrero o no, pero hombre y ciudadano al mismo tiempo”103

Uno de los objetivos de esta investigación era romper con esa pretendida visión aséptica

presente en algunos estudios relativos al polígono de Caño Roto, poniendo el énfasis en

las relaciones sociales que se produjeron en este espacio urbano. Para lograr este objetivo,

la siguiente parte del análisis se servirá de los censos de infraviviendas, una fuente

excepcional que da cuenta de la ocupación anterior en el área donde se proyectaron los

diferentes poblados que componían el polígono de Caño Roto. ¿Quiénes habitaban estos

espacios? ¿cuáles eran sus formas de vida? ¿qué diferencias presentaban estos núcleos de

103 LEFEBVRE, Henri, “El derecho a la ciudad”, Madrid, Capitan Swing, 2016 [1967] pp. 101-102.

46

infravivienda con respecto a otros de la capital? Estas son solo algunas de las respuestas

que se pretenden esbozar en el siguiente apartado, para así realizar un análisis integrador

que no deje fuera del discurso histórico a ningún agente urbano.

5. El polígono de Caño Roto

“El problema social de la vivienda es el más universal de los problemas de

nuestro tiempo. La sociedad tiene el deber de sentirlo solidariamente, y no

confiar, exclusivamente en el Estado, quien, justo es reconocerlo, trata por todos

los medios de resolver o aminorar tan grave problema. Esta película intenta

sacar simbólicamente a la luz pública alguno de los fallos de la moderna

sociedad en torno a este ingente hecho que tanto preocupa a nuestro Estado y a

todos los hombres de buena voluntad”104

5.1 Introducción

Mientras los arquitectos pensaban cómo se debía configurar la ciudad, los habitantes del

polígono de Caño Roto estaban configurando su propia ciudad, o, al menos, la forma de

vivir en ella. A lo largo de este espacio urbano del que ya no quedan restos se levantaban

toda una serie de hogares de escasa calidad constructiva, que daban cuenta de las precarias

condiciones a las que se veían sometidas las clases más humildes. Para buena parte de la

población madrileña, tanto los recién llegados como aquellos que habitaban estas áreas

antes de la guerra civil, acudir a la periferia era una de las formas de solventar la carencia

de vivienda que sufría la ciudad, funcionando a modo de válvula de escape que permitía

a muchas familias edificar sus propias casas o, como alternativa, acceder a las viviendas

ofertadas por el mercado informal. El objetivo de este apartado es reconstruir una de las

zonas de infravivienda de la periferia madrileña sobre la que se proyectó la política urbana

del régimen: el polígono de Caño Roto.

Del mismo modo que otros espacios periféricos de la ciudad cubiertos por chabolas y

casas bajas de escasa calidad constructiva, este área ha quedado sepultada bajo muros de

cemento y hormigón, muestra de la yuxtaposición de las diferentes actuaciones oficiales.

A día de hoy, lo que se conoce sobre este espacio urbano se limita a la ocupación posterior

desarrollada en la Política de Poblados, que ha quedado descrita en el apartado anterior y

ha sido intensamente tratada desde la ciencia del urbanismo y la arquitectura. Por el

contrario, apenas se tiene información acerca de cómo era este área antes de la puesta en

marcha de las iniciativas de vivienda de tipo social. Para dar cuenta de ello, se ha decidido

104 Final censurado de la película “El Inquilino” de 1957, dirigida por José Antonio Nieves Conde.

47

emplear los censos de infraviviendas, que permiten arrojar información sobre la geografía

de infraviviendas del polígono de Caño Roto entre 1956, 1957 y 1958.105 Esta fuente es

excepcional no sólo por la información que contiene, sino también porque en cada una de

sus fichas aparece una fotografía de la fachada de las viviendas a las que se refieren, lo

que permite reflexionar sobre si las imágenes proyectadas sobre la infravivienda y el

chabolismo a través del cine y las novelas coetáneas reflejan con justicia las que

encontramos en los censos.

Es necesario advertir de que el espacio al que se refieren estos censos no coincide

exactamente con lo que en la actualidad se denomina Caño Roto. Como se apuntó en el

apartado de fuentes, las fichas están agrupadas en sectores de la periferia madrileña

(Carabanchel, Ventas, Vallecas, etc.) y a su vez en polígonos (Caño Roto, Pozo del Tio

Raimundo, etc.). En este caso, la denominación de polígono de Caño Roto es otorgada

por la Comisaria de Urbanismo para referirse al entorno en el que se construyeron los

poblados Dirigido, de Absorción y Mínimo, que se encontraban insertos en Los

Cármenes. En la actualidad, los vecinos no conciben esta área como un mismo barrio,

existiendo identidades en conflicto y una desconexión de los vecinos del Poblado Dirigido

con respecto a los Poblados Mínimo y de Absorción. El relato de una vecina del Poblado

Dirigido recogido en la Tesis Doctoral de Ainhoa Díez ilustra de forma acertada lo que

se trata de presentar:

“Hay una desconexión entre unas zonas y otras brutal (…). Es que cuando hablamos de barrio

hay muchos barrios, hay muchas formas de vivir el barrio muy distintas (…) Hablas del barrio y

resulta que parecen siete distintos.”106

Con este preámbulo no se pretende profundizar en la manera en que se han configurado

diferentes identidades en el área estudiada. Este inciso persigue situar al lector frente al

espacio urbano de Caño Roto, que si por algo destaca es precisamente por su

heterogeneidad. Y pese a que describir el proceso por el cual se desarrollaron diferentes

identidades de barrio en oposición no sea el objetivo principal de este trabajo, la

reconstrucción microhistórica de estas áreas puede arrojar algunas claves que permitan

entender cómo se tejieron esas sensibilidades vecinales. Entre alguno de los elementos

que deberían vertebrar este análisis se encuentran los diferentes perfiles de población que

ocupaban estas zonas, ya que mientras los Poblados Mínimo y de Absorción tuvieron

105ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto. 106 DÍÉZ DE PABLO, Ainhoa, “La vivienda social como patrimonio…”, Op. Cit., p. 218.

48

como principal aporte a la población chabolista realojada, en el Dirigido los adjudicatarios

eran fundamentalmente migrantes que habían llegado a la capital durante la posguerra.

La diferente calidad constructiva de los poblados también pudo tener influencia en que

los vecinos de estas áreas no se identificaran como pertenecientes al mismo barrio, debido

a que no compartían los mismos problemas y reivindicaciones.107

La muestra de censos de infraviviendas que se ha analizado asciende a la cantidad de 363

familias y 1630 personas. Como se ha apuntado, la virtud principal de esta fuente

documental reside en que es una de las pocas vías existentes para reconstruir una realidad

que no ha dejado huella material. Quizá la principal problemática se encuentra en que

gran parte de las casillas que conforman las fichas no aparecen cumplimentadas,

especialmente en los censos de 1956. Aun así, la información que presentan estos censos

permite esbozar algunos aspectos sobre este espacio urbano, como los perfiles

socioeconómicos de sus habitantes, la demografía y las redes personales y familiares. Este

es un ejercicio que ya ha otorgado fructíferos resultados en otras áreas de la capital,

concretamente en el Pozo del Tío Raimundo.108 Para el análisis de la información

contenida en los censos se ha realizado su recopilación en una base de datos, previo paso

a su tratamiento estadístico.109 No sólo se van a tener en consideración las diferentes

casillas que conforman los censos, sino que se va a proceder a un análisis exhaustivo que

relacione la forma en que se produjo esta fuente documental con las diferentes políticas

de ordenación urbana de la dictadura.

107 La forma en que el espacio construido transforma la experiencia de los individuos en la ciudad ha sido

excepcionalmente abordada por Leif Jerram en sus estudios sobre las ciudades alemanas durante finales del

siglo XIX y principios del XX. JERRAM, Leif, “Space: a useless category for historical analysys?”, History

And Theory, nº 52, 2013, pp. 400-419. JERRAM, Leif, “Streetlife: The Untold Story of Europe’s Twentieth

Century”, London, Oxford University Press, 2011. 108 BURBAÑO TRIMIÑO, Francisco Andres, “La autoconstrucción de Madrid..,” Op. Cit. 109 Para el tratamiento estadístico de los datos que arrojan los censos se ha empleado el programa IBM

SPSS STATISTICS 23.

49

5.2 La Comisaría de Ordenación Urbana y la elaboración de los censos

A lo largo de este estudio se ha insistido en la importancia que tuvo la Comisaría General

para la Ordenación Urbana de Madrid (CGOUM) en el impulso de políticas de vivienda

en la capital. Cabe recordar que este organismo fue creado en 1941 con el objetivo de

hacer cumplir el Plan General de Ordenación de Madrid ideado por el falangista Pedro

Bidagor, y su principal instrumento fue la política de suelo. Del mismo modo que otras

instituciones como la Obra Sindical del Hogar (OSH) o el Instituto Nacional de la

Vivienda (INV), no existen estudios específicos que informen acerca de cuál era su

funcionamiento. La mayor parte de la información disponible sobre la CGOUM se

encuentra localizada en aquella bibliografía procedente de la ciencia del urbanismo y la

arquitectura, en la que se informa acerca de sus realizaciones urbanísticas para ordenar el

extrarradio madrileño.110 Una deuda pendiente en las investigaciones del urbanismo

110 En los dos tomos realizados por Carlos Sambricio sobre la vivienda de tipo social durante el siglo XX,

aparecen recogidas las diferentes realizaciones de la CGOUM sobre el extrarradio madrileño.

SAMBRICIO, Carlos, “Un siglo de vivienda social (1903/2003)”, Tomos I y II, Editorial Nerea, 2003.

ILUSTRACIÓN 5. PERSPECTIVA DE MADRID DESDE CAÑO ROTO EN 1967.

Fuente: ARCM ES 28079

50

franquista es profundizar en la organización interna de esta institución, y en el personal

que la formaba.

En el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM), se ha localizado una

memoria de la actividad de la CGOUM, fechada en 1962, que da debida cuenta de la

organización de este organismo.111 En este documento se informa de los escasos medios

con los que contaba la Comisaría durante la posguerra más inmediata; en 1947

únicamente disponían de 5 arquitectos, 2 ingenieros, 9 delineantes, 1 Jefe de Sección, 2

de Negociado y 6 auxiliares, a lo que se añadía el personal directivo formado por un

Comisario General, un Secretario y un Director Técnico. El escaso personal de una de las

principales instituciones encargadas de la urbanización de Madrid pone de relieve los

medios precarios de los que se disponía para urbanizar los suburbios. Con el paso del

tiempo, la necesidad de dar respuesta a la problemática de la vivienda incentivó la

contratación de personal y la creación de las Secciones de Expropiaciones y Valoraciones,

Patrimonio, Reparcelaciones, Viviendas y Plan Provincial, insertas en la Dirección

Técnica. De apenas 47 empleados en 1947 se pasó a 214 en 1962, lo que informa del

desarrollo que tuvo la CGOUM durante la década de los cincuenta, con la puesta en

marcha de las principales iniciativas de vivienda de la dictadura franquista. Así, la

Comisaría pasó del Ministerio de la Gobernación al Ministerio de Vivienda, que había

sido creado en 1957. Pero también había importantes problemas con la gestión. En esta

memoria se citan tres problemas organizativos que estaban muy presentes a finales de los

cincuenta:

“el de la organización y coordinación de los servicios, el del personal y el de la retribución del

mismo, agravados con la integración de la Comisaría de Ordenación Urbana en el recién creado

Ministerio de la Vivienda y con la promulgación de importantes leyes de carácter administrativo,

como la Ley de Procedimiento Administrativo de Julio de 1958 y la Ley de Régimen Jurídico de

Entidades estatales autónomas de 26 de Diciembre del mismo año, que exigían una clasificación

en la estructura de los organismos y una puesta a punto de su funcionamiento, que en el caso de

la Comisaría, debía pasar de forzado y desbordante a normal”112

111 ARCM, 137480/8. Propuesta de reorganización de los servicios de la Comisaria de Ordenación Urbana

de Madrid y sus Alrededores y del sistema de remuneraciones de su personal. 112 Ibídem, p. 4.

51

TABLA 1: RELACIÓN DE PERSONAL DE TODAS CLASES EN CGOUM ENTRE LOS AÑOS 1947 Y 1962

AÑOS PERSONAL

1947 34

1948 36

1949 43

1950 50

1951 53

1952 98

1953 99

1954 100

1955 96

1956 157

1957 199

1958 184

1959 202

1960 197

1961 195

1962 214

ELABORACIÓN PROPIA A PARTIR DE LOS DATOS CONTENIDOS EN ARCM, 137480/8. PROPUESTA DE

REORGANIZACIÓN DE LOS SERVICIOS DE LA COMISARIA DE ORDENACIÓN URBANA DE MADRID Y SUS

ALREDEDORES Y DEL SISTEMA DE REMUNERACIONES DE SU PERSONAL.

Las distintas secciones que componían la Comisaría tenían funciones diferenciadas,

aunque sirviesen a un mismo objetivo: la urbanización de Madrid. Dependiendo de la

Secretaría General, una Sección Administrativa integrada por Negociados era la

encargada de tramitar los expedientes de expropiación de los polígonos de infravivienda.

A esta sección se le coordinaban otras tres que se centraban en el apartado estrictamente

económico, de Asesoría Jurídica, Intervención y Contabilidad y por último Económico

Financiera. La persona encargada de redactar esta memoria, propone la creación de una

Sección Administrativa de Expropiaciones, debido a que “es evidente que las

expropiaciones lleguen a constituir más de la mitad de la vida administrativa del

52

organismo.” Pero la función de la Sección de Viviendas es la que presenta más interés

para el objeto de estudio aquí planteado:

“La Sección de Viviendas viene a constituir un conglomerado técnico-administrativo cuyo

cometido es el control de los sectores sometidos a expropiación para la adjudicación de nuevas

viviendas, derribo de las casas expropiadas y abandonadas, control de las chabolas, vigilancia

por la Guardia Civil adscrita a la Comisaría para evitar las construcciones clandestinas, y

cuantos le puedan ser asignadas por la superioridad.”113

La descripción anterior ilustra que, dentro de la CGOUM, la Sección de Viviendas era la

pieza que se encargaba de controlar las áreas que aparecen reflejadas en los censos de

infraviviendas. Dentro de la misma caja que la memoria anterior, en una carpeta diferente,

se encuentra documentación que informa del proceso que se seguía desde este

departamento para la adjudicación y expropiación de viviendas, fechada el 24 de

septiembre de 1959.114 Los censos, que eran realizados por esta Sección, servían para

conocer las necesidades de estas áreas, estableciendo qué viviendas debían ser

expropiadas y derribadas y a qué familias se les debía adjudicar una nueva casa. Entre los

casos contemplados para llevar a cabo la adjudicación, en este documento se hace alusión

a tres: la expropiación forzosa, la absorción de un núcleo de chabolas y las razones de

tipo social. En el primero de los casos, la expropiación forzosa de estas áreas, se

diferencian entre las órdenes del Delegado de Gobierno, que constata la situación legal,

informando de si procede o no el derribo de la finca, o la solicitud del propio expropiado

debido al estado ruinoso de la vivienda. En segundo término, la absorción del núcleo de

chabolas responde a la necesidad de, por un lado, limpiar las áreas en las que se iban a

edificar los poblados de vivienda social proyectados por las instituciones del régimen, y

por otro, a solicitudes de la población chabolista, que debían ser estimadas por la Sección

Administrativa. En último lugar, las razones de tipo social se clasifican en dos supuestos,

la denuncia de los vecinos, o la solicitud del propietario por causas de orden social que

no aparecen contempladas en el documento. 115

Dentro de la Sección de Viviendas se podía distinguir entre tres ramas que estaban a su

cargo: Información Social, Adjudicación de Viviendas y Vigilancia y Derribos. La misión

113 Ibídem, p. 6-7. 114 ARCM, 137480, carpeta 9. Normas para la tramitación administrativa en la Sección de Viviendas de la

Comisión del Área Metropolitana, 1959. 115 Ibídem, p. 1-2.

53

del Negociado de Información Social era la realización de los censos de los que se sirve

esta investigación, para conocer qué familias habitaban estos espacios:

“La misión principal de este Negociado es la de filiación de las familias que habitaban las

edificaciones de toda clase enclavadas en los sectores y polígonos expropiados por esta Comisaría

o en proyecto de expropiación, así como los focos de chabolas que han ido surgiendo en esta

Capital y que la Superioridad ha estimado oportuno control. (…) En el momento actual tiene este

Negociado, en sus archivos los expedientes de filiación de más de cuarenta mil familias, con datos

de naturaleza, procedencia, profesión, etc., necesarios para la confección de una estadística que

refleja la aportación de la Comisaría General de Urbanismo a la aplicación de la Ley de Urgencia

Social.”116

En este documento también se especifica cuál era la organización del departamento de

Información Social, constituido por dos agentes de campo y un fotógrafo, que se

encargaban de filiar a las familias de los polígonos expropiados. La información recabada

iba a parar a un equipo de oficina que mecanografiaba todos los expedientes y se

archivaban en un fichero que podía ser consultado en cualquier momento. Así se daba

una estrecha colaboración entre los diferentes organismos que componían la Comisaría,

que intercambiaban documentación si existía una solicitud previa. Incluso el contacto con

otras instituciones como la Obra Sindical del Hogar y el Instituto Nacional de la Vivienda

era bastante usual, facilitando en muchas ocasiones viviendas para que fuesen

directamente adjudicadas por la Comisaría.

El Negociado de Información Social tenía ciertos problemas para contrastar la veracidad

de la información que se recababa en los censos de infraviviendas. En una evaluación de

los trabajadores de esta oficina realizada por el Delegado del Comisario en la Sección de

Viviendas, se hace alusión a la figura de José del Castillo Olivares, jefe del Negociado de

Información Social, que no sólo presta unos “servicios excelentes”, sino que además: “por

su propia iniciativa promueve inspecciones y comprobaciones en todos aquellos casos en

que tiene alguna sospecha de que en alguna ficha puede haber algo anormal o algún

intento de engañar a la Comisaría”.117 Este relato pone de manifiesto una de las

principales problemáticas presentes en los censos de infraviviendas, el defecto en alguno

de los datos recogidos. Se desconoce si esto vendría derivado de los errores del agente de

campo que recababa los datos, o que simplemente el o la cabeza de familia no

116 Ibídem, p. 3. 117 Ibídem, p. 4.

54

proporcionaba información veraz. Pese a que no se puede asegurar, esto último parece

poco probable debido a que los censos aseguraban a la familia filiada la posibilidad de

ser adjudicatarios de una vivienda, por lo que aparentemente no existiría la necesidad de

engañar a los agentes de la Comisaría. En el ARCM se localiza el testimonio de Luis

Martos Lalane, jefe de la Sección de Viviendas, que envía una carta al Comisario General

de la CGOUM para quejarse de los reiterados errores de un agente de campo a la hora de

obtener los datos.118 Pese a ello, la mayor parte de los errores responden a casos puntuales,

y no por ello comprometen el resto de la información contenida en la muestra.

Si algo pone de manifiesto toda esta documentación es el exhaustivo control ejercido

desde la CGOUM sobre los núcleos de chabolismo e infravivienda. Esto queda reflejado

en el equipo de la Guardia Civil adscrito a la Sección de Viviendas, cuyo principal

objetivo era denunciar las prácticas chabolistas clandestinas, además de proteger al

equipo de derribos y los agentes de campo en el ejercicio de su labor. La Comisaría

Urbana parecía tener claro que resultaba imposible hacer desaparecer las zonas de

infravivienda que se habían configurado desde la posguerra, al menos a corto plazo. Pero

al menos se debía intentar que no se extendiese aún más el cinturón de suburbios en torno

a la capital, y una política de tolerancia represiva sobre estos asentamientos parecía la

mejor solución.119

5.3 La ocupación del polígono de Caño Roto

Concepción Recio Pérez apenas tenía 15 años cuando estalló la guerra civil. Siendo muy

pequeña, se había trasladado con su familia al barrio de Caño Roto desde Paredes de

Escalonilla, un pequeño pueblo de Toledo. En estas fechas, la vida en las afueras de la

ciudad no era muy diferente a como había sido en su región de origen. Y es que, si por

algo destacaba el barrio en los años previos a la guerra, era por su escaso poblamiento.

La casa donde se creció Concepción (o “la Conce”, como era llamada por su familia), era

una pequeña finca rústica que contaba con dos hornos de pan donde trabajaban sus padres

y sus tíos. En la parte trasera tenían un pequeño corral con todo tipo de animales: borricos,

118 ARCM, 137480/8. Carta de Luis Marton Lalane, Comisario General de la Sección de Viviendas al S.G

de la CGOUM. 119 Para las diferentes fases de persecución de los asentamientos clandestinos se puede consultar MONTES

MIEZA, Juan; PAREDES GROSSO, Manuel y VILLANUEVA PAREDES, Alfredo, “Los asentamientos

chabolistas en Madrid”, Ciudad y Territorio, nº 2-3, 1976, pp. 159-172. Una buena síntesis de las diferentes

fases en las políticas de erradicación del chabolismo BURBANO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La

urbanización marginal durante la dictadura franquista: el chabolismo madrileño”, IV Encuentro

Internacional de Jóvenes Investigadores en Historia, 2018.

55

gallinas, conejos, ovejas, etc. Uno de los pasatiempos preferidos de Conce era dedicarse

a jugar con los borricos; se podía tirar horas y horas limpiándoles y dándoles de comer.

El primer trabajo de Conce consistió en transportar materiales de construcción con su

carro y tres mulas. El camino hasta Puerta del Ángel era muy correoso y siempre acababa

hasta arriba de barro porque las calles eran de tierra y no tenían alcantarillado. Las pocas

casas que había en la zona -no más de veinte o treinta- se concentraban entre la calle

Alhambra, el camino a Carabanchel y la calle Laguna. Cuando acabó la guerra, Conce ya

había cumplido diecinueve años. Los años de la posguerra más inmediata estuvieron

marcados por las destrucciones de viviendas y el estraperlo. El lugar más común para

realizar trueque de todo tipo de mercancías en el barrio era la estación del tren Madrid-

ILUSTRACIÓN 6. PEQUEÑA FINCA SITUADA MUY PRÓXIMA A LA VIVIENDA EN LA QUE CRECIÓ

CONCEPCIÓN.

Fuente: ARCM, 219362, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Legajo B. Ficha nº 92. Año 1957.

56

Almorox, donde acudían varias familias como la de Conce para intercambiar productos

de primera necesidad.

Con el discurrir de los años, Concepción conoció a quién más tarde sería su marido,

Miguel Francisco Ferreiro. Natural de Guadalajara, Miguel era una de las tantas personas

que había acudido a la periferia madrileña desde otras zonas de España para mejorar sus

condiciones de vida, en su caso trabajando como solador en la construcción. Durante la

década de los cuarenta e inicios de los cincuenta, nuevas familias se asentaron en el barrio,

y lo que antes parecía un mar de campo deshabitado, con apenas una decena de pequeñas

fincas rurales, pasó a estar ocupado por pequeñas casitas bajas y chabolas.

La pareja se casó y se fue a vivir a una pequeña casita baja ubicada en las inmediaciones

del camino de la Laguna gracias a la ayuda del hermano pequeño de Concepción,

Victoriano, que le cedió la vivienda gratuitamente, sin tener que pagar ningún tipo de

alquiler. La casa consistía en dos diminutas habitaciones y una cocina, en ningún caso

superando los 40m2. Además de Concepción y su marido, en ese reducido espacio vivían

sus cuatro hijos, Antonio Francisco, Miguel, Julio y José Luis. Y más tarde tendría una

hija, Conchi, pero ella no llegaría a conocer esa casa.

Si durante la posguerra más inmediata apenas hubo control sobre esta zona por parte de

las autoridades, a partir de la década de los cincuenta se comenzó a intensificar la

vigilancia para impedir que se levantasen nuevas viviendas. Las instituciones encargadas

de la urbanización de Madrid, el INV, la OSH y la Comisaría, proyectaron un poblado de

Absorción para realojar a la población que habitaba núcleos de infravivienda en el área

donde se encontraba situada el hogar de Concepción y su familia. A la altura de 1956,

cuando Miguel contaba con 26 años y Conce con 36, les llegó la noticia de que iban a ser

expropiados por la Comisaría de Urbanismo. Urgía derribar aquellas construcciones que

entorpecían la labor de vivienda social emprendida por el régimen. En el mes de agosto

de ese mismo año, un par de funcionarios de la Comisaría de Urbanismo se personaron

en el barrio junto a un fotógrafo, que realizó una instantánea de la fachada de su vivienda.

Los agentes les realizaron todo tipo de preguntas, ¿de dónde procedían?, ¿cuánto tiempo

llevaban en Madrid? ¿cuántas personas residían en esa casa? Pero no todo eran malas

noticias. Estas personas les prometieron que, si bien su vivienda iba a ser primeramente

expropiada por la Comisaria, y posteriormente derribada por un equipo de demolición, a

cambio les sería concedido el piso número 2318 en uno de los poblados que se estaba

57

proyectando a través de la política social de vivienda del régimen: el Poblado de

Absorción de Caño Roto. Sí, deberían abandonar su hogar, pero seguirían viviendo en el

barrio. 120

Fuente: ARCM, 137067, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono

Caño Roto. Legajo B. Ficha nº 15. Año 1956

El testimonio de Concepción Recio da buena muestra del área sobre el que se asentaron

los diferentes poblados que componían el polígono de Caño Roto. La vida de “La Conce”

permite adentrarse en un espacio urbano que, a diferencia de otras zonas de la capital, no

120 La reconstrucción de la historia de vida de Concepción Recio Pérez se ha realizado a partir de la

entrevista realizada por la Asociación de Vecinos de la Fraternidad en el año 2017. Se puede consultar en:

https://issuu.com/avvlafraternidad/docs/mujeres_singulares_2017. Las conversaciones con la hija menor

de Concepción Recio Pérez, Conchi, también han servido para ilustrar este testimonio. Por último, se ha

cruzado la información de la entrevista oral previamente citada con la ficha del censo de infravivienda en

la que aparece filiada su familia, y su marido, Miguel Francisco Ferreiro, como cabeza de familia. ARCM,

137067, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto. Legajo B. Ficha

nº 15. Año 1956. Del mismo modo, se ha empleado la ficha del hermano menor de Concepción, Victoriano

Recio Pérez, para completar este relato de vida. ARCM, 137067, COPLACO, Censos de Infraviviendas,

Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto. Legajo B. Ficha nº 13. Año 1956.

ILUSTRACIÓN 7. ANVERSO DEL CENSO DE INFRAVIVIENDAS DE LA FAMILIA DE CONCEPCIÓN

RECIO PÉREZ.

58

sólo ha perdido su huella material, sino que apenas ha dejado vestigios en las fuentes.

Mediante la reconstrucción de las vivencias de una de las personas que habitó este área

antes de la guerra, se ha pretendido situar al lector en la ocupación previa de una de las

zonas de infravivienda de Madrid, el polígono de Caño Roto, y mostrar cómo la política

oficial del régimen no sólo transformó la fisonomía de este espacio urbano, sino la

experiencia urbana de Concepción y otras tantas familias. Dicho con otras palabras, el

espacio construido aquí actúa como un elemento necesario para entender cómo se

modifica la conducta de los habitantes, el espacio material, su disposición y el uso que

sus ocupantes dan al mismo es una relación inseparable, el espacio es vivido y percibido.

Esto es similar a los planteamientos de Leif Jerram sobre la Alemania de Weimar: “I tried

to show that material space was a significant tool to enable the state to interact with its

citizens: to shape citizens’ behavior in a way that they could not avoid”.121 Las

proposiciones de Jerram se sirven en gran medida de algunas ideas de Henri Lefbvre sobre

cómo el espacio es producido por sus ocupantes, pero este a su vez coproduce la conducta

de los mismos.122

No parece casual que la zona donde se encontraba la finca en que creció Concepción, que

en la actualidad corresponde con la localización de la Parroquia de la Crucifixión del

Señor, estuviera situada en la calle Escalonilla. Precisamente es necesario recordar que

su familia procedía de un pequeño pueblo de Toledo con el mismo nombre, Paredes de

Escalonilla. Una hipótesis plausible es que este nombre fuera otorgado como

consecuencia de que varias familias se desplazasen desde Escalonilla a esta área,

denominando así a esta calle por la ocupación de personas de este pequeño pueblo

toledano. Quizá simplemente por encontrarse aquí la finca de la familia de Concepción.

Sí se ha observado en otras áreas como Vallecas que los topónimos vendrían dados por

las personas que habitaban estos espacios.123 En cualquier caso, a raíz de la información

disponible no se puede constatar si realmente el nombre de esta calle vino dado de esa

manera.

121 JERRAM, Leif, “Space: a useless category for historical analysys?”, History And Theory, nº 52, 2013,

p. 401. 122LEFEBVRE, Henri, “La producción del espacio”, Madrid, Capitan Swing, 2017 123 Para el caso del Pozo del Tío Raimundo, Miguel Siguán indicaba que: “cerca de la vía del tren, en el

Puente de Vallecas, existía antes de la guerra una caseta de peones camineros y junto a ella había un pozo.

Durante años estuvo habitada por un hombre llamado Raimundo que dio su nombre al lugar” SIGUÁN,

Miguel, “Del campo al suburbio. Un estudio sobre la inmigración interior en España”. Madrid, CSIC,

1959. Citado en BURBAÑO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid..,” Op. Cit. p.

102.

59

Hasta la década de los cincuenta, resulta bastante complicado reconstruir el espacio de

Caño Roto, puesto que el poblamiento era muy poco intenso, con pequeños poblados

dedicados a la agricultura.124 Colindando al norte con la zona de estudio, en la Huerta de

Castañeda a la que se llegaba a través del camino de la Laguna, el modelo de ocupación

de suelo fue bastante similar al descrito por Concepción. Luis Sánchez, que llegó a la

huerta en 1911, con apenas seis años de edad describe con exactitud cómo era este espacio

durante el primer tercio del siglo XX:

“Vine al barrio con mis padres en 1911 con seis años de edad. En el barrio no había nada, nada.

(…) Los dueños de la huerta eran las viejas, que tenían una nieta que se llamaba la señorita Lupe.

Tenían alquilada la huerta a los Castañedas; su señora se llamaba Pepa y su yerno Ángel Las tres

primeras casas del barrio, hablamos de 1911, eran la de Petra del Álamo, la del Sr. Perejil y la

de la Sra. Juana. No había nada más. Yo estaba con los hortelanos para hacer los recados. (…)

Luego vino un tal Dionisio, después un tal Roque.”125

124 ESTELLA IZQUIERDO, Elena, GARCÍA BALLESTEROS, Aurora, “Latina (Lucero, Cármenes,

Aluche)”, en DE TERÁN ÁLVAREZ, Manuel. (coord.), “Madrid II. De la Plaza de Oriente a

Carabanchel” Madrid, Espasa-Calpe, 1978-79. p. 322. 125 Entrevista oral realizada a Luis Sánchez en 1981 y recogida en TALLER DE HISTORIA ASOCIACIÓN

VECINAL LUCERO, “Aproximación a la historia del barrio Lucero”, Madrid, Editorial Pluma de Cristal,

2017. p. 22-23.

ILUSTRACIÓN 8. LOCALIZACIÓN DE LA HUERTA CASTAÑEDA Y LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL

ENTRE 1916-1944

EL CUADRADO ROJO DELIMITA LA ESTACIÓN DE TREN GOYA-ALMOROX Y EL AZUL EL ÁREA DE

LA HUERTA CASTAÑEDA. FUENTE: “MAPAS TOPOGRÁFICOS HISTÓRICOS: 1916-1944. TOTAL

COMUNIDAD”

60

La conclusión que se puede extraer a raíz de los dos relatos presentados es que antes de

la guerra civil apenas había ocupación en estas zonas. En el caso de la Huerta Castañeda,

aquellos que vivieron en sus inmediaciones atestiguan que había como unas veinte

familias antes de la guerra civil.126 Las redes familiares hubieron de tener un papel

fundamental durante este período, con apoyo mutuo entre las diferentes personas que

residían en estos espacios periféricos. La forma en que se construyeron sus casas los

recién llegados se puede constatar para el caso de Lucero gracias al relato de Julián Frías:

“Llegábamos al barrio Lucero… Como mis tíos no tenían muchas veces trabajo… pues no tenían

dinero para hacerse su casa y entonces empezaron ellos mismos a fabricarse los ladrillos. Lo

mismo debía pasarles a los otros vecinos que había por allí en aquella especie de pueblo, pero un

pueblo con las casas muy separadas unas de otras donde cada uno compraba un trozo de terreno

para hacerse su casa y jardín. De este modo y poco a poco fueron construyendo penosamente, hoy

una, mañana otra, y aquel casi desierto campo en un principio se fue convirtiendo en una

Comunidad de Vecinos…”127

5.4 Las gentes del polígono de Caño Roto

Este testimonio sirve para ilustrar la forma en que muchos de los habitantes de estas áreas

ocuparon los aledaños de la ciudad. El proceso por el cual los vecinos edificaron sus

propias viviendas fue precedido por la compra de los terrenos, lo que rompe con la imagen

de descontrol y pretendida anarquía atribuida a la configuración del chabolismo y la

infravivienda. Para el caso concreto del polígono de Caño Roto, no se ha localizado

información que haga referencia a quién pertenecían estos terrenos, ni cómo eran

adquiridos. Pero en Vallecas sí se ha demostrado que la autoconstrucción fue precedida

de la parcelación y posterior venta de terrenos por parte de empresas como la Compañía

Madrileña de Urbanización, que a la altura de 1925 ponía en venta una serie de parcelas

en el futuro emplazamiento del Pozo del Tío Raimundo.128 Pese a que los

autoconstructores hubiesen comprado previamente el terreno sobre el que iban a edificar

su vivienda, en la mayor parte de las ocasiones se levantaban sobre zonas que no eran

126 Ibídem, p. 24. 127 Entrevista a Julián Frías, que nació en el barrio de Lucero en el año 1925. Revista GEFREMA, nº 19,

2011. La entrevista se encuentra reproducida en TALLER DE HISTORIA ASOCIACIÓN VECINAL

LUCERO, “Aproximación a la historia de…”, Op. Cit., p. 42-43. 128 Este modelo de urbanización marginal ha sido constatado por Andrés Burbano a través de la publicación

de la publicación Ciudad Lineal, vinculada a la Compañía Madrileña de Urbanización. Para nuestro caso

de estudio no se han localizado los agentes implicados en este proceso, pero se puede estimar que el proceso

hubo de ser similar. BURBANO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid..,” Op.

Cit. p. 102.

61

aptas para ser urbanizadas, ya fuera por localizarse en zona verde o rústica. 129 Este

fenómeno de parcelación y posterior venta de los terrenos no era algo exclusivo del

franquismo, sino que durante el primer tercio del siglo XX ya se observan estas dinámicas

en el extrarradio madrileño, al menos en el caso de Prosperidad.130 Retomando el caso del

Pozo del Tío Raimundo, se han localizado incluso algunos contratos de compraventa

firmados a nombre de los hermanos Santos Díez, lo que denotaba la existencia de un

negocio ilegal en torno al suelo con distintos agentes urbanos involucrados.131 Si algo se

pone de manifiesto con todo este proceso de urbanización marginal en algunos núcleos

de infravivienda y chabolismo, es la inhibición por parte de las diferentes instituciones

encargadas de la urbanización de la capital frente a estas prácticas, ya sea por la

incapacidad de controlarlas o simplemente por su permisividad. Este periodo es calificado

por algunos autores como de “política de tolerancia”, en donde los agentes responsables

del planteamiento de la ciudad son conscientes del tipo de crecimiento que se estaba

desarrollando en el extrarradio madrileño, pero aun así lo permiten.132

Cabe insistir en que este proceso no fue algo exclusivo del espacio urbano madrileño, ni

si quiera de España, sino que se pueden rastrear realidades similares más allá de las

fronteras nacionales. La misma permisividad o “política de tolerancia” se produjo en el

caso de Roma tras la Segunda Guerra Mundial, una realidad que para el caso italiano

queda reflejada bajo el concepto de abusivismo.133 Bajo este término se encuentran dos

elementos o fases diferenciadas. En primer término, la ocupación ilegal de determinadas

áreas de la ciudad para su posterior construcción al margen de las autoridades municipales

y estatales. La población que recurría a estas fórmulas en la mayoría de los casos procedía

de la migración. Un segundo elemento haría alusión a la especulación inmobiliaria por

parte de pequeños y grandes promotores, con cierta permisividad por parte de los gestores

129 En la tesis doctoral de Mercedes Arranz se afirma que el suelo sobre el que se levantaron las zonas de

infraviviendas de Los Cármenes era de tipo rústico, y por tanto no apto para la urbanización. ARRANZ

LOZANO, Mercedes, “El papel de la propiedad en el desarrollo espacial de Madrid: Sector SW”, Tesis

Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 1989. p. 176. 130 Vorms emplea los expedientes de venta de parcelas y licencias de obras para explicar los diferentes

agentes urbanos que participaron en el proceso de producción del espacio social en el distrito de Prosperidad

entre 1860 y 1936. La autora constata la existencia de una serie de redes y promotores en torno a la vivienda

que impiden circunscribir la urbanización de esta área en una lógica arriba-abajo. VORMS, Charlotte,

“Bâttiseurs de banlieue à Madrid. Le quartier de la Prosperidad (1860-1936) ” Paris, Créaphis Èditions,

2012. 131 BURBANO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid..,” Op. Cit. p. 110-114. 132 MONTES MIEZA, Juan; PAREDES GROSSO, Manuel y VILLANUEVA PAREDES, Alfredo, “Los

asentamientos chabolistas en Madrid”, Ciudad y Territorio, nº 2-3, 1976, pp. 159-172 133 D’ ERAMO, Marco, “La ciudad no tan eterna”, New Left Review, Septiembre-Octubre 2017, pp. 87-

88.

62

de la ciudad, cuando no con su beneplácito. Esta referencia no tiene otro objetivo que

ilustrar que el marco de estas transformaciones urbanas respondió al modelo del

capitalismo internacional. Por esa razón, las explicaciones que no tengan en

consideración esta dimensión, y exclusivamente atiendan a un pretendido carácter del

urbanismo español como de “anomalía”, se mostraran insuficientes para reconstruir la

ocupación de estas áreas urbanas y su posterior desarrollo.

Al mismo tiempo, la existencia de este tipo de redes informales y de particulares y

empresas haciendo negocio en torno a la vivienda invita a ser cauteloso a la hora de

realizar una reconstrucción de cómo se ocupó estos espacios exclusivamente en base a las

fuentes orales. Los relatos como el de Julián Frías, reproducido anteriormente, pueden

incitar a pensar exclusivamente en una vida participativa donde los ocupantes de estas

áreas se prestaban ayuda mutua para construir sus viviendas, prácticamente como un

germen de un asociacionismo vecinal. Esta es una de las problemáticas que presentan los

relatos construidos a posteri a través de la memoria, que en el caso de Julián se manifiesta

en la evocación de una realidad pasada reforzando los elementos que, desde su propia

subjetividad, considera más positivos sobre sus vivencias en el barrio de Lucero.134 Por

supuesto no se pretende negar que esta realidad existiese, los lazos familiares y las redes

de solidaridad mutua dan buena cuenta de ello, apuntando a una cierta autoregulación y

autogestión en la forma de vida en estas zonas. Pero también es necesario tener en

consideración a aquellos habitantes e intermediarios que hacían negocio con la vivienda,

así como las disputas y rencillas personales de sus ocupantes. Estas son cuestiones

difíciles de delimitar exclusivamente mediante el repertorio de fuentes disponible, pero

aun así se espera esbozar algunas características que permitan arrojar luz sobre el

funcionamiento de estos mercados informales en el polígono de Caño Roto, y las

relaciones de solidaridad y/o conflictividad entre sus habitantes.

134 La compleja relación entre historia, memoria y olvido es excepcionalmente abordada por el filósofo

francés Paul Ricoeur. RICOEUR, Paul, “La memoria, la historia, el olvido”, Buenos Aires, Fondo de

Cultura Económica, 2008.

63

Tabla 2. Provincias de origen de la población del Polígono de Caño Roto

Fuente: Elaboración propia a partir de ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector:

Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Ya se ha informado sobre el peso que tuvieron los desplazamientos internos de población

en la configuración del extrarradio madrileño. Las áreas como el polígono de Caño Roto

ofrecían a los inmigrantes la posibilidad de edificar sus propias viviendas ya fuera tras

haber adquirido la propiedad de los terrenos, o por la simple ocupación ilegal, y acceder

a aquellas ofertadas por el mercado informal. Para muchas de las personas que procedían

de pequeños pueblos de la geografía española, estas zonas emulaban un cierto ambiente

de comunidad rural, alejadas de la constante vigilancia por parte de las autoridades.

El empleo de la información aportada por los censos permite conocer la procedencia de

quiénes habitaron esta zona de la periferia madrileña. Como se observa en la gráfica, a

partir de la muestra seleccionada se constata la heterogeneidad de la población que

configuraba este espacio, con hasta 30 provincias españolas representadas, además de dos

familias procedentes de Lisboa. Pero dentro de esta aparente diversidad tres localidades

sobresalen sobre el resto: Madrid (39,14%), Toledo (13,43%) y Ávila (9,14%). Por

desgracia, que en gran parte de los censos dedicados al sector de Caño Roto no

apareciesen reflejados los pueblos de los que procedía la población inmigrante dificulta

la reconstrucción de las redes familiares y de paisanaje. Pese a ello, que prácticamente el

40% de las personas que habitaban estas zonas ya estuviesen afincadas en Madrid plasma

Procedencia Número Porcentaje

Madrid 137 39,14% Santander 3 0,86%

Toledo 47 13,43% Sevilla 3 0,86%

Ávila 32 9,14% Palencia 3 0,86%

Guadalajara 18 5,14% Soria 2 0,57%

Jaén 13 3,71% Cádiz 2 0,57%

Segovia 12 3,43% León 2 0,57%

Cáceres 9 2,57% Lisboa 2 0,57%

Badajoz 8 2,29% Ciudad Real 2 0,57%

Córdoba 8 2,29% Albacete 1 0,29%

Cuenca 8 2,29% Alicante 1 0,29%

Valladolid 7 2,00% Asturias 1 0,29%

Granada 7 2,00% Barcelona 1 0,29%

Burgos 5 1,43% Valencia 1 0,29%

Almería 5 1,43% Zamora 1 0,29%

Lugo 4 1,14% Zaragoza 1 0,29%

Salamanca 4 1,14% Total 350 100,00%

64

la importancia de la periferia para frenar el desborde social que se produce en el interior

de la ciudad. Ante la imposibilidad de asentarse en otros espacios, muchas familias

decidieron trasladarse a las afueras, ya fuera en Vallecas, Villaverde o el propio polígono

de Caño Roto. Así se trazaba una frontera simbólica que actuaba como espacio de

distinción entre aquellos que podían costear un alquiler en el interior de la urbe y quiénes

no tenían más opción que situarse en los márgenes de la ciudad.135 Sin embargo, no todas

las personas que ocupaban estos espacios necesariamente se veían forzadas a ello, como

si fuese la última de sus opciones. Este análisis sería reduccionista en exceso, pues no

tiene en consideración la propia toma de decisiones de los individuos, que estarían

completamente determinados por sus propias condiciones socioeconómicas. Y aunque así

fuera en algunos casos, muchas familias consideraban una opción mejor asentarse en

áreas de infravivienda como Caño Roto, en lugar de tener que vivir hacinados en un piso

del interior de la ciudad. Esta decisión les permitía, entre otras cuestiones, tener que

dedicar menos cantidad de su salario al alquiler de la vivienda, ya que el precio del suelo

en estas áreas era más reducido que en el interior.

En cuanto al resto de procedencias, no produce sorpresa observar que las provincias

meseteñas son las más afectadas por la emigración, como ilustra el caso de Toledo

(13,43%), Ávila (9,14%), Guadalajara (5,14%) y Segovia (3,43%). Los estudios

coetáneos a estos flujos migratorios ya hacían referencia al influjo que ejercía Madrid

sobre las dos Castillas, ejerciendo como polo de atracción.136 Pese a que la distancia

respecto al destino sea una cuestión de indudable importancia, no es un elemento

completamente definitorio. Como apunta Horacio Capel, la influencia de estas redes

inmigratorias llega más allá de las zonas circundantes, como en el caso de Extremadura

y Andalucía que durante la década de los sesenta enviaban más migrantes a Madrid que

algunas provincias colindantes.137 Para el polígono de Caño Roto esto se manifiesta en

Jaén (3,71%), por delante de otras provincias más cercanas como Segovia (3,43%). Esta

135 Tomo el concepto de espacios de distinción de la interpretación que realiza David Harvey de Pierre

Bourdieu y su aplicación al análisis urbano. HARVEY, David, “Ciudades rebeldes: Del derecho de la

ciudad a la revolución urbana.”, Madrid. Akal, 2012. p. 155. 136 El estudio más completo posiblemente sea el de Ángel Cabo Alonso, publicado en 1961, en el que

distribuye espacialmente la inmigración de la ciudad. CABO ALONSO, Ángel, “Valor de la inmigración

madrileña”, Estudios Geográficos, Madrid, 1961, pp. 353-374. 137 CAPEL SÁEZ, Horacio, “Los estudios acerca de las migraciones interiores en España”, Revista de

Geografía, nº 1, 1967, p. 77-101.

65

cuestión se ve mejor reflejada en el Pozo del Tío Raimundo, de cuya población de origen

un 32,41% procedía de Jaén, y un 10,47% de Córdoba.138

En cualquier caso, no se pretende en este apartado dilucidar las razones presentes tras

estos flujos migratorios, cuyo tratamiento requiere un espacio del que no se dispone.

Únicamente se ha pretendido esbozar la procedencia de los habitantes de un espacio

urbano del que apenas quedan rastros. Sería necesario en un futuro rastrear si los

contingentes de migrantes procedían en algunos casos de una misma comunidad. Este

ejercicio permitiría conocer no sólo las provincias de origen, sino también los pueblos de

los que procedían, con el objetivo de señalar si se dieron migraciones en cadena en las

que operaron redes familiares y un cierto tejido de solidaridad y convivencia vecinal.139

Estas cuestiones pueden aparecer reflejadas en el sincretismo presente entre las formas

de vivir en el campo adaptadas a un nuevo espacio urbano, con la celebración de

determinadas fiestas locales o el mismo hecho de otorgar el nombre de sus pueblos a las

calles que habitaron. Esta línea de investigación puede otorgar fructíferos resultados en

aras de comprender cómo se configuró una identidad de barrio en estas áreas, y se

pretende expandir en una investigación de mayor envergadura.

¿Dónde se encontraban localizadas las infraviviendas del polígono de Caño Roto?

Desgraciadamente, en muchos de los censos no aparece cumplimentada la casilla

correspondiente a la calle en la que se encontraban las viviendas. Como se apuntó en la

valoración crítica realizada sobre los censos de infraviviendas en el apartado de fuentes,

dependiendo del año en que se realizasen aportan más o menos información. Por ejemplo,

no se ha encontrado ninguna ficha del año 1956 en la que esté contemplada la calle en la

que residía la familia a la que hacen mención. Se desconoce si esto se debe a la mala

praxis del agente de campo que realizó los censos de este año, o simplemente que la

Comisaría de Urbanismo no priorizaba conocer las calles en las que se levantaban las

casitas bajas y las chabolas. Las fichas del 1957 sí contemplan de forma sistemática las

calles del sector referenciado, lo que permite realizar una cartografía que sitúe este núcleo

de infraviviendas. La proximidad de las calles General Gómez Ulla, Picaza y General

Martínez Anido al Hospital Militar Gómez Ulla, implicó filiar a las personas afincadas

en esta área para realizar cuanto antes la expropiación y posterior derribo de estas

138 BURBANO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid..,” Op. Cit. p. 106. 139 Esta relación ha sido abordada por Xavier Doménech, que arroja algunas claves para comprender este

fenómeno. DOMÉNECH SAMPERE, Xavier, “En la protohistoria del movimiento vecinal bajo el

franquismo”, Historia del presente, nº 16, 2011, pp. 27-42.

66

viviendas. Una de las razones que se puede argüir es la necesidad de limpiar estas zonas

por ser económicamente más rentables debido a su proximidad al hospital, ya fuese por

una posible ampliación sanitaria o para que interviniese la iniciativa privada.

La zona que comprendía el espacio entre los Poblados Dirigido y de Absorción, y el

Hospital Militar Gómez Ulla, donde se encontraba el núcleo de infraviviendas que

aparece reflejado en el mapa, concentraba los usos comerciales del polígono, y

posteriormente de los Poblados.140 Aún con la expropiación y derribo de muchas de las

viviendas, este área era la más consolidada del entorno del polígono previamente al

proyecto de construcción de los diferentes poblados que comprenden Caño Roto.

La iniciativa oficial había construido viviendas de tipo social para los vecinos del entorno,

pero la falta de dotaciones comerciales en el sector implicó que siguieran acudiendo a las

redes comerciales informales para buscar alojamiento. Hay que subrayar este fenómeno

para romper con la idea de vida urbana presente en ciertos trabajos realizados desde la

ciencia del urbanismo y la arquitectura, que únicamente la concibe en unas condiciones

140 DÍEZ DE PABLO, Ainhoa, “La vivienda social como patrimonio…”, Op. Cit., p. 121.

ILUSTRACIÓN 9. LOCALIZACIÓN DE LAS ZONAS DE INFRAVIVIENDA EN EL POLÍGONO DE CAÑO

ROTO SEGÚN LOS CENSOS DE 1957

Fuente: Elaboración propia a partir de Fotografía áerea 1961-1967. ARCM, COPLACO,

Censos de Infraviviendas 1957, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

67

muy determinadas.141 Siguiendo la estela del sociólogo francés Henri Lefebvre, en esta

investigación se parte de la premisa de que no existe un tipo ideal de vida urbana, sino

que los habitantes autorregulan y autogestionan sus formas de vida a través de su propia

experiencia urbana. En este caso concreto, ante la falta de equipamiento comercial, los

vecinos se sirven de los mercadillos populares y la venta ambulante para cubrir esas

carencias, sin tener que esperar a que las instituciones satisfagan sus demandas.

Los censos permiten ir más allá de reconstruir un espacio material del que no quedan

restos, que ha quedado oculto como consecuencia de un irrefrenable proceso urbanizador.

El uso de la información que contienen puede ser empleado para reconstruir el paisaje

social del polígono de Caño Roto, teniendo en consideración no sólo el espacio que

comprendía este área de la ciudad, sino también algunos rasgos de la población que la

habitaba. En primer lugar, se observa que los cabezas de familia referidos en las fichas

eran en su mayoría varones, con apenas un 10,74% de los casos en que la titularidad del

censo recaía en una mujer. El escaso porcentaje de mujeres representadas en las fichas es

una primera carencia a tener en consideración, puesto que dificulta reconstruir

determinadas cuestiones como el trabajo femenino. En buena parte de los casos

localizados, esto era debido a que su marido había fallecido, quedándose viudas. Además,

de las 39 mujeres que en las fichas aparecen como cabeza de familia, la profesión de 30

de ellas queda registrada como “sus labores”, lo que entorpece aún más el análisis del

universo laboral femenino. Esta ocultación estaba vinculada a los distintos roles de género

impuestos a hombres y mujeres por el discurso hegemónico: los hombres asociados a la

esfera productiva, y las mujeres al trabajo en el hogar, el espacio doméstico, aunque se

sabe desde hace tiempo que esto en realidad escondía muchas veces una participación

real y efectiva de las mujeres en el mercado de trabajo.142

141 Esta cuestión queda reflejada en los diferentes trabajos sobre el urbanismo franquista. SAMBRICIO,

Carlos (coord.), “La vivienda en Madrid en la década de los 50. El Plan de Urgencia Social”, Electa,

Ayuntamiento de Madrid. Gerencia Municipal de Urbanismo, pp. 13-85; SAMBRICIO, Carlos, “Un siglo

de vivienda social (1903/2003)”, Tomos I y II, Editorial Nerea, 2003; POZO, José Manuel. (coord.), “Los

años 50: La arquitectura española y su compromiso con la historia”, Navarra, T6 editores, 2000.

142 BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación, “Retrocesos y modernización en el mundo del trabajo de

las mujeres en el primer Franquismo”, en ALBERTO GONZÁLEZ, Damián; HERAS ORTIZ, Manuel y

SINISIO PÉREZ, Juan (Eds.), XIII Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea, Albacete, 2017.

Para las relaciones de género en Madrid durante el primer tercio del siglo XX DE PEDRO ÁLVAREZ,

Cristina, “Lolitas, amancebadas y busconas: relaciones de género en los barrios populares madrileños

(1900-1936)”, Trabajo de Fin de Máster, Universidad Complutense de Madrid, 2015.

68

Si algo destacaba de la población del polígono de Caño Roto era la juventud de sus

habitantes, caso similar a lo que ocurría en otras áreas de infravivienda y de chabolismo

de la capital.143 Se ha tomado como referencia la edad de los cabezas de familia que

aparecen en las fichas, pues que en gran parte de las fichas no aparece indicada la del

resto de personas que componían el núcleo familiar. Los datos recogidos manifiestan que

hasta un porcentaje del 56,66% de la población de esta área se encontraban en la franja

comprendida entre los 25 y los 39 años.

TABLA 3. EDAD DE LOS CABEZAS DE FAMILIA EN EL POLÍGONO DE CAÑO ROTO

Edad Número Porcentaje

19-24 6 1.67%

25-29 57 15.83%

30-34 90 25.00%

35-39 57 15.83%

40-44 35 9.72%

45-49 19 5.28%

50-54 29 8.06%

55-59 17 4.72%

60-64 23 6.39%

65-69 14 3.89%

70-74 8 2.22%

75 o más 5 1.39%

Total 360 100.00%

Fuente: ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

En la documentación consultada, se comprueban ejemplos de cómo a menudo existían

alquileres no autorizados en aquellas viviendas en las que residía más de una familia.

Precisamente, este tipo de prácticas se llevaban a cabo debido a que, si en un mismo hogar

vivían dos núcleos familiares distintos, la Comisaría de Urbanismo adjudicaba una

vivienda para cada una. Por tanto, los censos eran una manera de registrar a la población

para constatar cuántas familias habitaban en cada vivienda, y cuáles eran las necesidades

habitacionales en este sector de la periferia. Esto fomentaba todo tipo de prácticas por

parte de algunas personas que trataban de ser adjudicatarias de más de una vivienda,

mientras que la Comisaría abría expedientes ante cualquier caso que se manifestase

irregular. Un ejemplo se encuentra en la ficha 62 del censo de 1957, cuyo cabeza de

143 En el caso del Pozo del Tío Raimundo, un 27,5% de su población se situaba en la franja de edad entre

los 26 y los 30 años. BURBANO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid..,” Op.

Cit. p. 179.

69

familia era Antonio Poles González, un ebanista de 38 años que residía en el número 3

de la calle General Martínez Anido. En el interior de su vivienda residían siete personas

que pertenecían a núcleos familiares diferentes. Por una parte, la mujer y el hijo de

Antonio, y por otra, una mujer llamada Justa López Andrino junto a sus tres hijos. En

unas anotaciones adicionales de la ficha, el agente de campo que recogió los datos apuntó

que: “no está claro que aquí viva Justa López Andrino y sus hijos pero se les incluye en

otra ficha para adjudicación de vivienda nº 2744 del Poblado de Caño Roto”144 Vista la

situación, el técnico de la Comisaria decidió realizar otro censo a nombre de Justa López

Andrino, una mujer de 46 años que residía en la misma calle que Antonio Poles, General

Martínez Anido, y que no tenía contrato por ser hermana política del propietario145. En

esta ficha, aparece un documento adicional enviado al Arquitecto jefe de la Sección de

Viviendas el 3 de septiembre de 1957, poniendo en conocimiento a la Comisaría de la

situación. En este documento se informa que:

“ni aclara su permanencia de manera concreta ni exhibe justificante que así lo

acredite, pese a ello se le adjudica la vivienda. (…) se jacta públicamente de

haber conseguido su vivienda sorprendiendo la buena fe de los funcionarios de

esta Comisaría”146

El caso de Justa López Andrino pone de manifiesto que existía todo un repertorio de

prácticas mediante el que los vecinos intentaban ser adjudicatarios de más de una

vivienda, donde las relaciones interpersonales hubieron de tener un papel fundamental.

El hecho de que en la carta enviada por el agente de campo éste fuese consciente de que

Justa se jactaba públicamente de haber obtenido una vivienda por medios ilícitos,

posiblemente se debiese a algún tipo de denuncia oral expresada por alguno de sus

vecinos.

144 ARCM, 137179, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Legajo nº 93. Ficha nº 62. Año 1957 145 ARCM, 137179, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Legajo nº 93. Ficha nº 91. Año 1957 146 Ibídem,

70

ILUSTRACIÓN 10. FOTOGRAFÍAS DE LAS VIVIENDAS CENSADAS POR LA CGOUM. CAÑO

ROTO. ARCM

Sí se han localizado casos donde vivían varias familias en el mismo hogar y se les

adjudicó más de una vivienda, pero esto debía ser confirmado por un equipo de

inspección.147 Para prohibir la edificación de nuevas casas en las barriadas, o la ocupación

de las ya existentes por más de una familia, existía un Cuerpo de Vigilancia del

Extrarradio. El procedimiento consistía en emitir una orden de expulsión en un plazo de

ocho días, y amonestar con sanciones administrativas. Pero sí que hubo algunos casos en

los que los propietarios conseguían permisos temporales e incluso indefinidos en función

de su situación económica, y de si la Comisaría disponía en ese momento de suficiente

cupo de viviendas. Lo realmente importante para las autoridades no era tanto reprimir,

147 Este es el caso de Sofía Lara Moreno, una asistenta de 51 años que residía en una chabola junto a otras

8 personas. En las anotaciones de la ficha aparece recogido que “Información de inspección indica que

viven dos núcleos familiares distintos”. En la asignación de vivienda se puede comprobar cómo se les

adjudicó los pisos 282 y 276 del Poblado de Urgencia de Caño Roto. ARCM, 217649, COPLACO, Censos

de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto. Legajo nº 93. Ficha nº 48. Año 1957

71

sino controlar estos focos suburbiales para que no se extendiesen aún más los núcleos de

infraviviendas.148

TABLA 4. NÚMERO DE PERSONAS RESIDIENDO EN LA MISMA VIVIENDA EN EL POLÍGONO DE

CAÑO ROTO

Nº de personas Cantidad Porcentaje

1 6 1.66%

2 48 13.30%

3 72 19.94%

4 71 19.67%

5 65 18.01%

6 42 11.63%

7 27 7.48%

8 15 4.16%

9 9 2.49%

10 5 1.39%

11 1 0.28%

Total 361 100.00%

Fuente: ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Como se observa en la tabla, eran casos contados en los que había más de una familia

residiendo en la misma vivienda. La elevada cantidad de hogares habitados por dos

personas (13,30%) posiblemente se pueda vincular con la juventud de la población del

polígono, en buena parte de los casos parejas recién casadas que no tenían hijos. En la

mayor proporción de viviendas vivían tres, cuatro y cinco personas, suponiendo un 57%

del total. Las situaciones singulares de nueve o más personas compartiendo techo, se

pueden relacionar con los intentos de ciertas familias por ser adjudicatarias de más de una

vivienda, como el caso de Justa López Andrino anteriormente expuesto. Aun así, también

debió haber situaciones en las que, ante la falta de medios económicos, a algunas familias

extensas no les quedase más alternativa que convivir hacinados en una misma vivienda.

Al contrario de lo que se puede pensar a priori, el fenómeno del chabolismo y la

infravivienda no era algo espontáneo y desorganizado, sino que algunos de los individuos

que habitaban chabolas y casas bajas eran propietarios de muchas otras que alquilaban en

zonas colindantes. Por supuesto, esto no quiere decir que necesariamente tuvieran la

propiedad sobre el terreno en el que se levantaba la vivienda, puesto que pudo mediar un

proceso de ocupación ilegal. Tampoco podían realizar ningún tipo de obra adicional para

148 OVIEDO SILVA, Daniel, “La extinción de los focos irredimibles. Política de reconstrucción y control

en el extrarradio madrileño. El caso de la barriada del Tercio y el Terol” En Bellver Loizaga: Otras voces,

otros ámbitos. Los sujetos y su entorno. Nuevas perspectivas de la historia sociocultural. Universidad de

Valencia, 2015, pp. 101-120.

72

mejorar o ampliar la vivienda, teniendo que elevar una petición a la Comisaria de

Urbanismo, que dictaminaba si era necesaria o no esa reforma. En los censos de Caño

Roto no se han localizado casos de traspaso sobre los derechos de las infraviviendas entre

los vecinos del polígono. En el Pozo del Tío Raimundo, el padre Llanos se quejaba ante

Martos Lalanne, jefe de la Sección de viviendas, de las dificultades existentes para llevar

a cabo este tipo de operaciones. En su respuesta, Lalanne afirmaba que si el vendedor,

además de propietario sobre la construcción, lo era sobre los terrenos en que se levantaba,

la venta podía realizarse.149 Este es un universo muy complejo donde hubo multitud de

casos particulares, y era en la Sección de Viviendas de la CGOUM en quién residía la

decisión final. El ser propietario sobre los terrenos en los que se levantaban las

construcciones era un factor fundamental, pero al menos en Caño Roto se desconoce el

porcentaje de sus habitantes que lo eran más allá de la propiedad de la infravivienda.

TABLA 5. PROPIEDAD SOBRE LA VIVIENDA EN EL POLÍGONO DE CAÑO ROTO

Propiedad sobre la vivienda Número Porcentaje

Inquilinos 200 55.10%

Propietario 101 27.82%

Familiar del propietario 39 10.74%

No consta 23 6.34%

Total 363 100.00% Fuente: ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Los datos en el polígono de Caño Roto reflejan la predominancia del régimen en alquiler

frente al régimen en propiedad de las viviendas. Como se ha indicado anteriormente, en

este caso las cifras se refieren exclusivamente a si se tenía la propiedad sobre las

construcciones, pero si se desconoce cuántos eran los casos en que también se tenía sobre

los terrenos. Que en un 10,74% de los casos los habitantes de las viviendas fueran

familiares del propietario, pone de manifiesto la importancia de las redes familiares de

apoyo mutuo. En estos casos, se optaba por no cobrar ningún tipo de alquiler, o

simplemente una aportación simbólica que justificase la ocupación del familiar,

independientemente del lazo de parentesco que les uniese. Toda esta información permite

constatar la existencia de un mercado informal en torno a la vivienda en el polígono de

Caño Roto, pero se desconoce cuál era su funcionamiento exacto. Por citar un ejemplo,

Francisco Callejón Hernández, peón con un exiguo salario de 800 pesetas, tenía

149 ARCM, FC, CI, 137518/1. Citado en BURBANO TRIMIÑO, Francisco Andres, “La autoconstrucción

de Madrid..,” Op. Cit. p. 179.

73

alquiladas siete viviendas que le suponían un aporte mensual de 820 pesetas.150 Del

mismo modo, en este caso se desconoce si Francisco Callejón poseía la propiedad de los

terrenos en que se levantaban las casas que tenía alquiladas, o eran fruto de la

autoconstrucción tras una ocupación ilegal del suelo. Un ejercicio de reconstrucción más

minucioso podría aportar claves en torno a cómo se compraron muchos de estos terrenos

-situados en zona rústica, no apta para edificar-, y si hubo alguna empresa intermediaria

que se lucrase a través de su venta, como ha quedado constatado en el caso de Vallecas

con los Hermanos Santos.

150 ARCM, 137358, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Legajo nº 172. Ficha nº 122. Año 1958

TABLA 6. MERCADOS LABORALES EN CAÑO ROTO (SEGÚN CLASIFICACIÓN HISCO)

Hombres Mujeres Total

MAJOR GROUPS Nº % Nº % Nº %

0/1- Profesionales técnicos y trabajadores similares

17 5,28% 32 82,05% 49 13,50%

2- Trabajadores administrativos y de gestión

3 0,93% 0 0,00% 3 0,83%

3-Trabajadores de oficina, funcionarios y similares

10 3,11% 0 0,00% 10 2,76%

4-Trabajadores de ventas 17 5,28% 2 5,13% 19 5,26%

5- Trabajadores del servicio 28 8,70% 4 10,26% 32 8,87%

6-Trabajadores agropecuarios, forestales, cazadores y pescadores

2 0,62% 0 0,00% 2 0,55%

7/8/9- Trabajadores de la producción, operadores de equipos de transporte y

jornaleros 245 76,09% 1 2,56% 247 67,99%

TOTAL 322 100% 39 100% 363 100,00%

Fuente: Elaboración propia a partir de ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector:

Carabanchel. Polígono Caño Roto

74

El análisis del mercado laboral de Caño Roto mediante los censos de infraviviendas ilustra

que las principales ocupaciones profesionales en esta área de la periferia madrileña eran

las de las ramas 7/8/9, representando un 76,09% del total. Si un sector predomina es el de

la construcción, que se disparó notablemente como consecuencia de la expansión urbana

madrileña. Así, los migrantes que recién llegaban a las ciudades demandando empleo,

ocuparon los sectores que requerían una cualificación inferior, en muchos casos

jornaleros que apenas tenían experiencia en el trabajo industrial. La propia experiencia de

vida de los migrantes que llegaban a la ciudad, procedentes de comunidades rurales,

fomentó su organización para así plasmar sus reivindicaciones laborales.151

Fuente: Elaboración propia a partir de ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector:

Carabanchel. Polígono Caño Roto.

151 MOLINERO, Carme; YSÀS, Pere, “La anatomia del franquismo. De la supervivencia a la agonía,

1945-1977”, Madrid, Editorial Crítica, 2008. pp. 27-39.

TABLA 7. PRINCIPALES OCUPACIONES EN EL POLÍGONO DE CAÑO ROTO (SEGÚN

CLASIFICACIÓN HISCO)

75

Dentro de la pretendida homogeneidad que caracteriza las imágenes mentales proyectadas

sobre los espacios periféricos, las principales ocupaciones del sector apuntan a cierta

diversificación del mercado laboral. Sí es cierto que una buena parte de la población que

habitaba estas áreas se dedicaba a la construcción, hasta un 36,64% (código 95), y, en

general, a actividades manuales. Pero esto no excluye a que en estos espacios se apuntase

hacia un mercado diversificado, como destacan algunas profesiones como los agentes del

metro, con un 4,13% (código 39). La existencia de una estación de la E.M.T en una zona

próxima al barrio pudo funcionar a modo de polo de atracción para fomentar la

inmigración a esta área por parte de algunas familias. El mercado laboral de esta área da

cuenta de que, pese a que se apunta a un modelo de construcción que predominó en el

periodo 1960-1973 en la capital madrileña, hubo otro tipo de ocupaciones profesionales

más diversificadas.

5.5 El sistema de adjudicaciones

Los censos eran una manera de registrar a la población que residía en chabolas, casas

bajas y cuevas del extrarradio madrileño. Como ya se ha apuntado, el instrumento

principal de la Comisaría Urbana era la política de suelo, de forma que los terrenos en los

que se encontraban edificadas las casas a las que hace alusión las fichas, eran expropiados

para la construcción de vivienda de tipo social. Así se ratificaba la ocupación de las

infraviviendas por parte de las familias filiadas, asegurando que, pese a que sus hogares

iban a ser expropiados, les sería concedida una vivienda a un precio modesto, además de

la correspondiente indemnización. Estas asignaciones aparecen reflejadas en el anverso

de los censos, en una casilla denominada “Asignación correspondiente de Vivienda”, en

la que se determinaba a qué lugar iban a ser destinadas estas familias. La adjudicación se

realizaba en los poblados de vivienda construidos por iniciativa de las instituciones

públicas, y lo más común era que hubiese cierta continuidad en la ocupación. El

propietario de la vivienda expropiada indicaba sus preferencias y la CGOUM debía dar

el visto bueno. Los diferentes presupuestos para adjudicar una vivienda quedaban

contemplados en unas normas establecidas por la Comisaría, que oscilaban en función

del tipo de vivienda y familia expropiada.152

Se han localizado varios casos en los que el cabeza de familia muestra sus preferencias

por un poblado alejado del área donde había estado residiendo hasta ser expropiado. Este

152 ARCM, 252414/1. Normas Generales para la Adjudicación de viviendas. 1956

76

es el caso de Enrique Paricio Parra, un mecánico de 31 años que habitaba una choza en la

calle General Martínez Anido nº 19, muy próxima al Hospital Militar Gómez Ulla. Pese

a que se le había concedido el piso 331 del Poblado Mínimo o de Urgencia de Caño Roto,

en el interior de la ficha se encuentra una anotación en la que se indica que: “El Comisario

ordena se autorice un cambio a cualquier poblado que solicite excepto General

Ricardos”153 Esto pone de manifiesto que había cierta capacidad de elección sobre los

poblados en los que se pretendía ser adjudicatario de una vivienda, siempre que la

Comisaría tuviese pisos disponibles en esas zonas. Por otro lado, también nos obliga a

relativizar el arraigo que os realojados podían haber tenido con la zona en la que habían

habitado en infraviviendas. Algunos, como en este caso, preferían dejar atrás una periferia

y cambiarse a otra.

Fuente: ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño

Roto

En algunos casos, con el sistema de adjudicación de viviendas también se trató de

reorganizar la sociedad mediante criterios de ordenación espaciales. A Antonio Giménez

Pérez, trapero de profesión que residía en una vivienda habitada por otras siete personas,

se le adjudicó una vivienda en la barriada de General Ricardos, pero posteriormente le

fue denegada. La razón que aducía un técnico de la Comisaría era que no podía ser trapero

153 ARCM, 137179, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Legajo nº 93. Ficha nº 54. Año 1957

152

44

154 1 1 1 1

020406080

100120140160

Pobladode

Urgenciade Caño

Roto

Barriadade Caño

Roto

BarriadaVirgen de

losRemedios

BarriadaGeneralRicardos

PobladoAgrícola

deOrcasitas

Fuencarral"A"

BarriadaSan

Fermín

Barriadade

Vallecas

Asignación de viviendas en el polígono Caño Roto

TABLA 8. ASIGNACIÓN DE VIVIENDAS SEGÚN LOS CENSOS DEL POLÍGONO DE CAÑO ROTO.

77

en esta área, que para eso debía ir al Poblado Agrícola de Orcasitas, separado del otro

núcleo familiar que vivía en esta vivienda.154 En última instancia, lo importante no era la

profesión desarrollada por Antonio, pues también había otras personas en el polígono de

Caño Roto que se dedicaban a mercadear con objetos usados. Lo que realmente

importunaba a la Comisaría era que pretendiese ser trapero en General Ricardos, defiendo

en cierta manera qué era legítimo y qué no lo era en según qué espacios.

Fuente: Elaboración propia a partir de ARCM, COPLACO, Censos de Infraviviendas,

Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto

En el caso concreto de Caño Roto se manifiesta que hubo una continuidad en la

ocupación, siendo las mismas familias que habitaron los núcleos de infravivienda las que

posteriormente se afincaron en los Poblados Mínimo y de Absorción. En ninguna de las

fichas consultadas se reflejan adjudicaciones en el Poblado Dirigido de Caño Roto,

debido a que estas viviendas estaban reservadas para la población migrante, realizadas

bajo la fórmula de la prestación personal que consistía en el trabajo del futuro propietario

para cubrir un 20% del coste total de ejecución. En cualquier caso, es necesario resaltar

154 ARCM, 137179, COPLACO, Censos de Infraviviendas, Sector: Carabanchel. Polígono Caño Roto.

Legajo nº 93. Ficha nº 83. Año 1957

ILUSTRACIÓN 11. ADJUDICACIONES REALIZADAS POR LA COMISARÍA EN CAÑO ROTO Y SUS

INMEDIACIONES

78

que, de las 363 fichas analizadas, únicamente en 222 aparece cumplimentada la casilla de

asignación de vivienda, por lo que se desconoce el destino de las familias inscritas en las

141 fichas restantes. De entre la escasa población que fue adjudicataria de una vivienda

en otro poblado, destacan aquellos desplazados a la barriada Virgen de los Remedios,

colindando al sur con el polígono de Caño Roto.155

El proceso de adjudicación en el Poblado Dirigido de Caño Roto estuvo dirigido por la

Sección Femenina de Falange, por lo que sería necesario consultar la documentación

existente para constatar cómo se desarrolló este proceso.156 Íñiguez de Onzoño, uno de

los arquitectos encargados del proyecto, lo ilustra de la siguiente forma:

“Para adjudicar las viviendas se hizo una selección de beneficiarios,

estableciendo una preferencia para aquellos que tenían ingresos más bajos. Sobre

la marcha se decidió también ampliar al máximo posible el número de viviendas

destinadas a la autoconstrucción. (…) La prestación personal estaba dirigida a

la gente de menor nivel económico, los que estaban dispuestos a trabajar los

domingos a cambio de pagar menos por la casa; pero fueron tantas las solicitudes

que hubo que extenderla a todas las unificamiliares”157

A partir del relato de Íñiguez de Onzoño se extrae que el proceso de adjudicación de

viviendas en Caño Roto no hubo ninguna irregularidad. Esta versión difiere de la

presentada en Retrato de chabolista con piso, un análisis sobre el chabolismo y la

infravivienda publicado en 1989, donde se afirma que los poblados dirigidos “forman

parte de una operación de realojo colectivo para usuarios de escasa solvencia que tenían

alguna relación con las distintas administraciones, los sindicatos verticales, la policía,

etc.” y que además producen “una cierta marca de clase en términos relativos”158 Se

desconoce si esta lógica operó en el caso de Caño Roto, que es negada tanto por los

autores del proyecto, como por los vecinos que en la actualidad habitan en el entorno del

155 Estas adjudicaciones se pueden consultar en ARCM, 219597, COUMA, Relación de viviendas

adjudicadas por la Comisaría de Urbanismo en su labor de represión del chabolismo entre 1949 y 1962. 156 CALVO DEL OLMO, José Manuel, “El Poblado Dirigido de Caño Roto. Dialéctica entre morfología

urbana y tipología edificatoria”. Tesis Doctoral, Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad

Politécnica de Madrid, 2014. p. 170 157 Ibídem, Anexos Documentales, IV, Entrevistas a los protagonistas, p. 96. 158 VV.AA. ,“Retrato de chabolista con piso (Análisis de redes sociales en la remodelación de barrios de

Madrid)”. Madrid, Alfoz-CIDUR, 1989. p.34.

79

Poblado Dirigido.159 En un proyecto más ambicioso se podría contrastar si estas

adjudicaciones fueron transparentes, o si por el contrario hubo preferencias en función de

la vinculación con el régimen, para lo que se puede realizar un análisis intensivo de la

documentación producida por los diferentes organismos en materia de urbanismo. La

información disponible indica que, al menos en el caso de Caño Roto, no hubo ningún

tipo de irregularidad a la hora de adjudicar las viviendas.

5.6 Notas finales: la evolución de los poblados

Durante la década de los 60, ya se habían eliminado los focos de infravivienda en el

polígono de Caño Roto, pero los problemas no habían desaparecido. En una noticia

recogida en el diario ABC titulada “En Caño Roto falta iglesia y abunda el barro” pone

de manifiesto cuál fue la evolución posterior en los poblados. 160 Con un subtítulo muy

acertado, “nuevas barriadas viejos problemas”, se realiza hincapié en las carencias que

presentaba el barrio a mediados de la década de 1960: iglesias, escuelas, otro mercado,

comisaría, urbanización, transportes, agua en el poblado mínimo y un campo

polideportivo. La definición que realiza el autor del artículo sobre las diferencias

presentes en los poblados es bastante ilustrativa:

“El poblado dirigido, edificado en parte con la aportación personal de los propios

beneficiarios, es el mejor. La Colonia es una edificación de un poco más categoría, para

cuya adquisición tuvieron que anticipar cuarenta mil pesetas cada inquilino. El Poblado

Mínimo es una franca desgracia, tanto por su deficiente edificación como por la falta de

agua y otras deficiencias. Fue hecho con materiales de derribo, para instalar, con

máxima urgencia, familias a las que se les hundía el techo o eran expulsadas de sus

viviendas por necesidades de expropiación municipal”161

Esta descripción pone de manifiesto las diferentes realidades presentes en las tres

barriadas que comprenden el sector de Caño Roto. A la hora de analizar este espacio

histórico de Madrid hay que tener en consideración su heterogeneidad, ya que muchas

diferencias quedan ensombrecidas como consecuencia de una segregación con respecto

al resto de la urbe. Al mismo tiempo hay que romper con el relato de una pretendida

159 En el encuentro mantenido con varias vecinas del barrio, se indicó que no hubo ningún tipo de

preferencia en el proceso de adjudicación. Entrevista realizada al grupo de mayores del Centro Social de

Gallur, formado por vecinas del barrio de Caño Roto. 24 de marzo de 2018. 160 ABC, 1,12, 1966 p. 69 161 Ibídem.

80

modernidad que se realiza a sí misma a través de la transformación del espacio urbano,

que en última instancia responde a un paradigma lineal de progreso y donde no opera el

conflicto como principal categoría desde el que construir nuestros análisis. Las

deficiencias constructivas, la falta de espacios de sociabilidad o de transportes puede

permitir aportar algunas claves en torno a cómo en apenas una década se consiguió

fraguar una identidad de barrio que cristalizó en las movilizaciones vecinales más

numerosas de toda Europa. Pero abordar esta cuestión excede los límites planteados en el

propio trabajo, por lo que se deberá dar cuenta en una investigación de mayor envergadura

en la que se ponga en relación el surgimiento de áreas urbanas como Caño Roto por

iniciativa oficial del régimen, y la acción colectiva que se desarrolló durante el

tardofranquismo y la transición.

81

6.- Conclusiones

Durante la década de 1950 surgieron nuevos espacios en la periferia madrileña, sobre los

restos de una ocupación anterior, de una huella material y humana que parecía perdida.

Esta investigación ha pretendido indagar en esas pequeñas trazas que permiten reconstruir

una parte del espacio vivido por parte de la población madrileña. Los censos de

infraviviendas han servido como las pequeñas piezas de un puzzle mediante las que

acceder a la realidad de un núcleo de infravivienda y chabolismo de la capital que había

desaparecido. El caso concreto del polígono de Caño Roto ha permitido situar los

diferentes modelos de urbanización emprendidos por la dictadura franquista en el

extrarradio. El enfoque propuesto desde la microhistoria otorga fructíferos resultados,

pero debe ir acompañado del análisis comparativo con otros espacios urbanos para así

intentar superar los límites espaciales del sector analizado.

¿Cómo eran estos espacios? ¿Quiénes los habitaban? ¿qué relación tenían con respecto a

las instituciones? Estos son solo algunos de los interrogantes que se han planteado en esta

investigación y a los que se ha pretendido responder a través del repertorio documental

disponible. Con más incertidumbres que certezas, esta primera aproximación a uno de los

espacios periféricos de la capital, el polígono de Caño Roto, ha permitido apuntalar una

serie de cuestiones que se espera desarrollar más profusamente en un futuro próximo.

La primera de ellas es la importancia de los flujos migratorios en la configuración y

extensión de las zonas suburbiales, no como elemento determinante pero sí

condicionante. Los datos obtenidos permiten romper con cualquier tipo de explicación

monocausal que pretenda limitar la extensión de la infravivienda y el chabolismo como

consecuencia de las migraciones. Como se ha pretendido señalar a lo largo de la

investigación, la extensión de estas áreas no fue ninguna novedad para la capital. Este

proceso, el de la extensión de las barriadas de construcción informal, es un continuum en

la historia de Madrid, e incluso en las grandes ciudades europeas, y está estrechamente

relacionado con el proceso urbanizador experimentado desde mediados del siglo XIX. En

conclusión, sin negar su importancia, las migraciones funcionaron como un altavoz que

hacía más perceptibles las problemáticas presentes en el extrarradio madrileño.

Por otra parte, el análisis de los censos permite romper con ciertas ideas preconcebidas e

imágenes mentales sobre la infravivienda y el chabolismo, en muchos casos transmitidas

por medio del cine o las novelas. Tiempo de Silencio o La Piqueta apuntan a una cierta

82

erotización de estas áreas, situando a los individuos que habitaban estos espacios como

meros sujetos pasivos sin capacidad decisoria, que quedarían relegados a estas áreas por

su escasa solvencia económica. Y no necesariamente hubo de ser así. En algunos casos,

acudir a estos espacios de la periferia madrileña no era la última de sus opciones, sino que

correspondía a una decisión previamente calculada.

Esta investigación partía de la necesidad por recuperar el conocimiento histórico sobre

uno de los espacios sobre el que se articuló un tejido social sin el que se pueden entender

las movilizaciones del tardofranquismo y la transición. La relación entre las riadas de

migrantes que llegaron a la capital, la extensión de los suburbios con el consecuente

surgimiento de nuevas áreas urbanas durante el franquismo, y la movilización que se

produjo en estas zonas de la ciudad durante los últimos años de la dictadura, es un campo

fértil a desarrollar en los próximos años. El conocimiento sobre estos espacios puede

arrojar algunas claves para entender cómo, en apenas una década, se fraguó una identidad

de barrio que coadyuvó a la movilización urbana. En una investigación más amplia se

podría rastrear cómo se crearon esos lazos de solidaridad primarios, cuáles fueron las

principales reivindicaciones de las asociaciones de vecinos de Caño Roto y qué conflictos

se dieron en su interior. Estas líneas esperan ser desarrolladas, si las condiciones lo

permiten, en un futuro proyecto de Tesis Doctoral.

83

7.- Bibliografía

ARRANZ LOZANO, Mercedes, “El papel de la propiedad en el desarrollo espacial de Madrid:

Sector SW”, Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 1989.

ARRIERO, Francisco, “El Movimiento Democrático de Mujeres: de la lucha contra Franco al

feminismo (1965-1985)” Madrid, Catarata, 2016.

BAHAMONDE MAGRO, Ángel y OTERO CARVAJAL, Luis Enrique (Eds.), “La sociedad

madrileña durante la Restauración (1876-1931)”, Vol. I, Alfoz-CAM-UCM, Madrid,

1989.

BARRAL CARBALLO, Borja y ALBARRÁN VICENTE, Fernando, “La inmigración como

factor de transformación de Madrid en la segunda mitad del siglo XIX” pp. 91-128. En

PALLOL TRIGUEROS, Rubén y GARCÍA ABAD, Rocio (coords.), “Inmigrantes en la

ciudad. Dinámicas demográficas, mercados de trabajo y desarrollo urbano en la España

Contemporánea” Universidad del País Vasco, 2017

BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación, “Retrocesos y modernización en el mundo del

trabajo de las mujeres en el primer Franquismo”, en ALBERTO GONZÁLEZ, Damián;

HERAS ORTIZ, Manuel y SINISIO PÉREZ, Juan (Eds.), XIII Congreso de la Asociación

de Historia Contemporánea, Albacete, 2017.

BIDAGOR, Pedro, “Primeros problemas de la reconstrucción de Madrid”, Revista

Reconstrucción, nº1, Abril 1940, pp. 17-21.

BORDETAS JIMÉNEZ, I, “Nosotros somos los que hemos hecho esta ciudad. Auto organización

y movilización vecinal durante el tardofranquismo y el proceso de cambio político” Tesis

Doctoral, Universitat Autònoma de Barcelona, 2012.

BURBANO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La urbanización marginal durante la dictadura

franquista: el chabolismo madrileño”, IV Encuentro Internacional de Jóvenes

Investigadores en Historia, 2018.

BURBAÑO TRIMIÑO, Francisco Andrés, “La autoconstrucción de Madrid durante el

franquismo: el Pozo del Tío Raimundo”, Trabajo de Fin de Máster, Universidad

Complutense de Madrid, 2015.

CABO ALONSO, Ángel, “Valor de la inmigración madrileña”, Estudios Geográficos, Madrid,

1961, pp. 353-374.

CALVO DEL OLMO, José Manuel, “El Poblado Dirigido de Caño Roto. Dialéctica entre

morfología urbana y tipología edificatoria”. Tesis Doctoral, Escuela Técnica Superior de

Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, 2014.

CAPEL, Horacio, “La morfología de las ciudades III. Agentes urbanos y mercado inmobiliario”

Barcelona, Ed Serbal, 2013.

CAPITEL, Antón, “Arquitectura española años 50-años 80”. Madrid, Ministerio de Obras

Públicas, 1986

CAPITEL, Antón, “Desarrollo del Gran Madrid en los años cincuenta y sesenta” en CAPITEL,

Antón, WANG, Wilfried (coords), Arquitectura del siglo XX: España, Sevilla, Ed Tanais,

2000.

CARBALLO, Roberto; TEMPRANO, Antonio y MORA, José Antonio, “Crecimiento económico

y crisis estructural en ESPAÑA: 1959-1980” Madrid, Akal, 1981

CAREAGA DE LEQUERICA, Pilar, “La inmigración interior. Sus problemas psicológicos,

económicos y sociales: los suburbios” en los problemas de la migración española.

84

Semanas Sociales de España XVIII Vigo-Santiago, 1958. Madrid, Secretariado de la

Junta de las Semanas Sociales, 1959, pp. 153-169.

CASTELLS, Manuel, “Ciudad, democracia y socialismo. La experiencia de las Asociaciones de

Vecinos de Madrid”, Madrid, Siglo XXI, 1977.

CASTELLS, Manuel, “La ciudad y las masas. Sociología de los movimientos sociales urbanos”.

Madrid, Alianza Editorial, 1986.

CASTELLS, Manuel, “Productores de la ciudad: el movimiento ciudadano en Madrid”, en

PÉREZ QUINTANA, Vicente y SÁNCHEZ LEÓN, Pablo (eds.), “Memoria ciudadana

y movimiento vecinal: Madrid-1968-2008”, Madrid, Catarata, 2008. Pp. 21-32.

D’ ERAMO, Marco, “La ciudad no tan eterna”, New Left Review, Septiembre-Octubre 2017, p.

83-115.

DE MIGUEL SALANOVA, Santiago y DÍAZ SIMÓN, Luis, “Dinámica migratoria y niveles de

alfabetización en el Madrid del primer tercio del siglo XX” pp. 129-168. En PALLOL

TRIGUEROS, Rubén y GARCÍA ABAD, Rocio (coords.), “Inmigrantes en la ciudad.

Dinámicas demográficas, mercados de trabajo y desarrollo urbano en la España

Contemporánea” Universidad del País Vasco, 2017

DE PEDRO ÁLVAREZ, Cristina, “Lolitas, amancebadas y busconas: relaciones de género en

los barrios populares madrileños (1900-1936)”, Trabajo de Fin de Máster, Universidad

Complutense de Madrid, 2015.

DE TERÁN ÁLVAREZ, Manuel. (coord.), “Madrid II. De la Plaza de Oriente a Carabanchel”,

Madrid, Espasa-Calpe, 1978-79.

DE TERÁN, Fernando, “Historia del urbanismo en España”, Vol. III: siglos XIX y XX. Madrid,

Cátedra, 1999.

DE TERÁN, Fernando, “Planeamiento urbano en la España Contemporánea (1900-1980)”

Madrid, Alianza Editorial, 1982

DEL VALLE, Florentino, “La inmigración en Madrid”, en Los problemas de la migración

española, Semanas Sociales de España, XVIII Vigo-Santiago, Madrid, Secretariado de la

Junta de las Semanas Sociales, 1959, pp. 375-392.

DÍAZ SANCHEZ, Pilar, GAGO GONZÁLEZ, José María, “La construcción y utilización de las

fuentes orales para el estudio de la represión franquista”, Hispania Nova. Revista de

Historia Contemporánea, nº 6, 2006.

DÍEGUEZ PATAO, Sofia, “Un nuevo orden urbano: el Gran Madrid (1939-1951)”, Ciudad y

Territorio: revista de ciencia urbana, nº 83, 1990, pp. 77-86.

DÍEZ DE PABLO, Ainhoa, “La vivienda social como patrimonio urbano. Análisis de la

patrimonialización de tres Barrios de Promoción Oficial Madrileños” Tesis Doctoral,

Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad Politécnica de Madrid, 2015.

DOMÉNECH SAMPERE, Xavier, “En la protohistoria del movimiento vecinal bajo el

franquismo”, Historia del presente, nº 16, 2011, pp. 27-42.

DOMENECH SAMPERE, Xavier, “Quan el carrer va deixar de ser seu: moviment obrer,

societat civil y canvi politic Sabadell (1966-1976)”, Barcelona, Publicaciones de l’

Abadía de Montserrat, 2002

DYOS, Harold James, “Victorian Suburb: A Study of the Growth of Camberwell”, Leicester,

Leicester University Press, 1961.

85

ESCOBAR, J.M; PÉREZ, J. y RAUNO, M, “Carabanchel Alto: historia de un pueblo” Madrid,

Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, 2002.

ESTELLA IZQUIERDO, Elena; GARCÍA BALLESTEROS, Aurora, “Latina (Lucero,

Cármenes, Aluche)”, en DE TERÁN ÁLVAREZ, Manuel. (coord.), “Madrid II. De la

Plaza de Oriente a Carabanchel” Madrid, Espasa-Calpe, 1978-79, pp. 321-340.

EWEN, Shane, “What is Urban History?” Cambridge, Polity Press, 2015.

FERNÁNDEZ GALIANO, Luis, “La quimera moderna. Los Poblados Dirigidos de Madrid en

la arquitectura de los 50”, Madrid, Hermann Blume, 1989.

FERRES, Antonio, “La piqueta” Madrid, Gadir, 2009.

FLORES, Carlos, “El poblado de Caño Roto”, Hogar y Arquitectura, nº 54, 1964.

GARCÍA BALLESTEROS, Aurora, “Chabolismo y viviendas marginales en el suroeste de

Madrid (barrio Lucero)”, en GUTIÉRREZ ESTEVE, Manuel; CID MARTÍNEZ, Jesús

Antonio y CARRERA, Antonio (coords.): Homenaje a Julio Caro Baroja, 1978. pp. 405-

424.

GARCIA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas 1961-1965” Madrid,

Instituto de Desarrollo Económico, 1970.

GARCIA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas 1961-1970” Madrid,

Instituto de Estudios Económicos, 1975.

GARCÍA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas en 1961-70”, Madrid,

Instituto de Estudios Económicos, 1975.

GARCIA BARBANCHO, Alfonso, “Las migraciones interiores españolas: estudio cuantitativo

desde 1900”, Madrid, Instituto de Desarrollo Económico, 1967.

GARCÍA-NIETO PARIS, María Carmen, “Marginalidad, movimientos sociales y oposición al

franquismo: Palomeras, un barrio obrero de Madrid (1950-1980)”, en TUSELL, Javier

(coord.), “La oposición al régimen de Franco”, Tomo II, Estado de la cuestión y

metodología de la investigación. Madrid, UNED, 1990, pp. 269-285.

GARCÍA-NIETO PARIS, María Carmen, “Palomeras, un barrio obrero de Madrid durante el

franquismo. Marginación frente al mito del desarrollo”, VI Congreso Internacional de

Historia Oral, Mito e Historia. Oxford, 1987. Disponible en:

http://www.vallecastodocultura.org/cabecera/HISTORIA/PALOMERAS.htm.

[consultado el día 27 de Agosto de 2018].

GARCÍA-NIETO, María del Cármen, “Marginalidad, movimientos sociales, oposición al

franquismo. Palomeras, un barrio obrero de Madrid, 1950-1980” en TUSELL, J; ALTED,

A. y MATEOS, A. (coords) “La oposición al régimen de Franco: Estado de la cuestión

y metodología de la investigación.” Tomo II, Madrid, UNED, 1991.

GONZÁLEZ ROTHWOSS, M, “Los problemas actuales de la emigración española”. Instituto

de Estudios Políticos, Madrid, 1949

GONZÁLEZ, Nazario, “La frontera del suburbio madrileño”, en Estudios geográficos, vol 22,

nº84-85m 1961, pp. 627-633

HARRIS, Richard y LARKHAM, Peter, “Changing Suburbs. Foundations, Form and Function”

London, E & FN Spon, 1999.

HARVEY, David, “Ciudades rebeldes. Del derecho de la ciudad a la revolución urbana”,

Madrid, Akal, 2012. p. 45.

86

HERNÁNDEZ HOLGADO, Fernando, “La prisión militante: las cárceles franquistas de mujeres

de Barcelona y Madrid (1939-1945)”, Tesis Doctoral, Universidad Complutense de

Madrid, 2011.

IÁÑEZ PAREJA, Eduardo, “No parar hasta conquistar. Propaganda y política cultural

falangista: el grupo de Escorial (1936-1986)”, Madrid, Trea, 2011.

JACOBS, Jane, “Muerte y vida de las grandes ciudades”, Madrid, Ed Península, 1973

JERRAM, Leif, “Space: a useless category for historical analysys?”, History And Theory, nº 52,

2013, pp. 400-419.

JERRAM, Leif, “Streetlife: The Untold Story of Europe’s Twentieth Century”, London, Oxford

University Press, 2011.

LEFEBVRE, Henri, “El derecho a la ciudad”, Madrid, Capitan Swing, 2017

LEFEBVRE, Henri, “La producción del espacio”, Madrid, Capitan Swing, 2013

LEFEBVRE, Henri, “La revolución urbana”, Madrid, Siglo XII, 1976.

LÓPEZ DÍAZ, Jesús, “La vivienda social en Madrid 1939-1959”, Madrid, Ministerio de la

Vivienda, 2007.

LÓPEZ DÍAZ, Jesús, “La vivienda social en Madrid, 1939-1959”, Espacio, Tiempo y Forma,

Serie VII, Hº del Arte, t. 15, 2002. pp. 297-338.

LÓPEZ DÍAZ, Jesús, “Vivienda social y falange: ideario y construcciones en la década de los

40”, Scripta Nova. Revista electrónica de Geografía y ciencias sociales, Vol VII, núm

146, 2003, disponible en: http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-146.

LÓPEZ UJAQUE, José María, “Los poblados dirigidos: urgencia, juventud y domingueros”, en

CANOVAS ALCARAZ, Andrés y RUIZ BERNAL, Fernando, “Poblado Dirigido de

Caño Roto (fases I y II)”, Madrid, Cedex, 2013.

MARÍN CORBERA, Martí, “Familiares pero desconocidas: las migraciones interiores durante el

régimen franquista” en ALBERTO GONZÁLEZ, Damián, “El Franquismo y la

Transición en España: Desmitificación y reconstrucción de la memoria de una época”

Madrid, Catarata, 2008

MARIN CORBERA, Martí, “Franquismo e inmigración interior: El caso de Sabadell (1939-

1960)”, Revista Historia Social, nº 56, 2006, pp. 131-151.

MARTIN-SANTOS, Luis, “Tiempo de silencio”, Barcelona, Seix Barrial, 1986.

MOLINERO, Carme; YSÀS, Pere, “La anatomia del franquismo. De la supervivencia a la

agonía, 1945-1977”, Madrid, Editorial Crítica, 2008. pp. 27-39.

MONEO, Rafael, “Los poblados de absorción de Madrid” Revista Nacional de Arquitectura, 176-

177, Agosto-Septiembre, 1956.

MONEO, Rafael, “Madrid: los últimos veinticinco años”, Hogar y Arquitectura, Nº 75, marzo-

abril, 1968.

MONTES MIEZA, Juan; PAREDES GROSSO, Manuel y VILLANUEVA PAREDES, Alfredo,

“Los asentamientos chabolistas en Madrid”, Ciudad y Territorio, nº 2-3, 1976, pp. 159-

172.

MORENO JIMENEZ, Antonio, “Carabanchel. Recuperar el espacio vivido” Madrid, Ed Hauser

y Menet, 1983.

87

MOYA GONZÁLEZ, Luis, “Barrios de promoción oficial. Madrid, 1939-1976. La política de

promoción pública de vivienda.”, Madrid, Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid,

1983.

MOYA GONZÁLEZ, Luis, “Los barrios de promoción oficial en Madrid”, Tesis Doctoral, E.T.S

Arquitectura, Universidad Politécnica de Madrid, 1976.

MUGURUZA, Pedro, “El futuro Madrid. Ordenación del complicado problema del Extrarradio”,

Diario Informaciones, 1944.

OTERO CARVAJAL, Luis Enrique, “Tradición y modernidad en la España urbana de la

Restauración” en GÓMEZ FERRER, G, Sánchez, R. (coords.), “Modernizar España:

proyectos de reforma y apertura internacional (1898-1914)”, Madrid, Biblioteca Nueva,

2007, pp. 79-118

OVIEDO SILVA, Daniel, “La extinción de los focos irredimibles. Política de reconstrucción y

control en el extrarradio madrileño. El caso de la barriada del Tercio y el Terol” En

Bellver Loizaga: Otras voces, otros ámbitos. Los sujetos y su entorno. Nuevas

perspectivas de la historia sociocultural, Universidad de Valencia, 2015, pp. 101-120.

PALLOL TRIGUEROS, Rubén y GARCÍA ABAD, Rocio (coords.), “Inmigrantes en la ciudad.

Dinámicas demográficas, mercados de trabajo y desarrollo urbano en la España

Contemporánea” Universidad del País Vasco, 2017

PALLOL TRIGUEROS, Rubén, “Deudas pendientes de la historia urbana en España” Revista

Ayer, Asociación de Historia Contemporánea Marcial Pons, Ediciones de Historia,

107/2017 (3), pp. 287-302.

PALLOL TRIGUEROS, Rubén, “El Ensanche Norte. Chamberí, 1860-1931. Un Madrid

moderno.”, Madrid, Catarata, 2015

PALLOL TRIGUEROS, Rubén, “Una ciudad sin límites. Transformación urbana, cambio social

y despertar político en Madrid (1860-1875)”, Madrid, Catarata, 2013.

PALLOL TRIGUEROS, Rubén; CARBALLO BARRAL, Borja y VICENTE ALBARRÁN,

Fernando, “Inmigración y mercado de trabajo en el Madrid de la segunda mitad del siglo

XIX”, en Revista de Demografía Histórica, vol. 28, nº 1, 2010, pp. 131-166

PALLOL TRIGUEROS, Rubén; DE MIGUEL SALANOVA, Santiago y DÍAZ SIMÓN, Luis,

“HISCO en Madrid: una propuesta metodológica para el estudio de los mercados

laborales en el pasado”, Revista de Demografía Histórica, vol 32, 1 (2014), pp. 103-143.

POZO, José Manuel. (coord.), “Los años 50: La arquitectura española y su compromiso con la

historia”, Navarra, T6 editores, 2000.

RICOEUR, Paul, “La memoria, la historia, el olvido”, Buenos Aires, Fondo de Cultura

Económica, 2008.

ROCH PEÑA, Fernando, “Algunas notas sobre el sistema inmobiliario madrileño en la década de

los 50’”, en SAMBRICIO, Carlos (ed.): La vivienda en Madrid en la década de los 50:

el Plan de Urgencia Social. Madrid, Electa, 1999, pp. 85-119.

RODRÍGUEZ MARTÍN, Nuria, “La capital de un sueño. Madrid en el primer tercio del siglo

XX”, Madrid, Asociación de Historia Contemporánea. Centro de Estudios Políticos y

Constitucionales, 2015.

ROJO DE CASTRO, Luis, “La vivienda en Madrid durante la posguerra”, en Sambricio, Carlos

(ed), “Un siglo de vivienda social 1903-2003”, tomo I. Madrid, Nerea, 2003, pp. 226-

243.

88

ROS I HOMBRAVELLA, Jacint, “Capitalismo español: de la autarquía a la estabilización:

1939-59”. Ed Edicusa. Madrid, 1973.

SAMBRICIO, Carlos y LAMPREAVE, Ricardo (eds.) “La vivienda protegida: historia de una

necesidad”, Madrid, Ministerio de la Vivienda, 2009. pp. 145-171.

SAMBRICIO, Carlos, “El Plan Nacional de Vivienda de 1955”, en SAMBRICIO, Carlos, “Un

siglo de vivienda social (1903/2003)” Tomo II, Editorial Nerea, 2003. pp. 53-55.

SAMBRICIO, Carlos, “La vivienda en Madrid, de 1939 al Plan de Vivienda Social, en 1959” en

SAMBRICIO, Carlos (coord.), “La vivienda en Madrid en la década de los 50. El Plan

de Urgencia Social”, Electa, Ayuntamiento de Madrid. Gerencia Municipal de

Urbanismo, pp. 13-85.

SAMBRICIO, Carlos, “Madrid, vivienda y urbanismo: 1900-1960”, Madrid, Akal, 2004.

SAMBRICIO, Carlos, “Un siglo de vivienda social (1903/2003)”, Tomos I y II, Editorial Nerea,

2003.

SÁNCHEZ MOLLEDO, José María, “Carabanchel. Un distrito con historia” Madrid, Ediciones

La Librería, 1998.

SENNETT, Richard, “The Uses of Disorder: Personal Identity and City Life”, New York, W.W

Northon & Co, 1992.

SIGUÁN, Miguel, “Del campo al suburbio. Un estudio sobre la inmigración interior en España”.

Madrid, CSIC, 1959

SILVESTRE RODRÍGUEZ, Javier, “Las migraciones interiores durante la modernización

económica de España, 1860-1930”, Cuadernos económicos de ICE, nº 70, 2005, pp. 157-

182.

TAFUNELL, Xavier, CARRERAS, Albert, “Historia económica de la España Contemporánea”,

Barcelona, Crítica, 2011

TALLER DE HISTORIA ASOCIACIÓN VECINAL LUCERO, “Aproximación a la historia del

barrio Lucero”, Madrid, Editorial Pluma de Cristal, 2017.

TAMAMES, Ramón, “Los movimientos migratorios de la población española durante el período

1951-1960”. Revista de Estudios Políticos, 1962. p. 105-140.

TUÑÓN, Emilio, “Caño Roto. Primera fase, 1957-1969” en SAMBRICIO, Carlos, “Un siglo de

vivienda social (1903/2003)” Tomo II, Editorial Nerea, 2003. pp. 108-110.

VALENZUELA RUBIO, Manuel, “La pervivencia del chabolismo en Madrid”, Madrid,

Universidad Autónoma de Madrid, 1975

VALENZUELA RUBIO, Manuel, “Vivienda marginal”, en SAMBRICIO, Carlos y

HERNÁNDEZ, Concha (eds.), “Madrid, siglo XX”. Madrid, Ayuntamiento de Madrid,

2002, pp. 315-316.

VAZ, Céline, “Una década de planes: planificación y programación de la vivienda en los años

cincuenta”, en SAMBRICIO, Carlos y LAMPREAVE, Ricardo (eds.) “La vivienda

protegida: historia de una necesidad”, Madrid, Ministerio de la Vivienda, 2009. pp. 145-

171.

VÁZQUEZ, Jesús, “La inmigración a Madrid”, en Los problemas de la migración española,

Semanas Sociales de España. XVIII Vigo-Santiago, 1958. Madrid, Secretariado de la

Junta de las Semanas Sociales, 1959, pp. 393-414.

89

VICENTE ALBARRÁN, Fernando, “El Ensanche Sur. Arganzuela, 1860-1931” Madrid,

Catarata, 2015

VICENTE ALBARRÁN, Fernando, “Los barrios negros: El Ensanche Sur en la formación del

moderno Madrid (1860-1931)”, Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid,

2011.

VORMS, Charlotte, “Bâtisseurs de banlieue à Madrid. Le quartier de la Prosperidad (1860-

1936)”, Paris, Créaphis Èditions, 2012.

VV.AA.“Retrato de chabolista con piso (Análisis de redes sociales en la remodelación de barrios

de Madrid)”. Madrid, Alfoz-CIDUR, 1989.

LEGISLACIÓN

BOE, “Decreto nº 74, B.O. del E., 15 de Marzo de 1946”. Decreto por el que se aprueba la Ley

de Ordenación Urbana de Madrid y sus alrededores.

BOE, “Decreto nº 197, B.O del E., 15 de Julio de 1954”. Ley sobre las “viviendas de renta

limitada”.

BOE, “Decreto nº 249, B.O del E., 23 de Agosto de 1957”. Decreto por el que se dictan las normas

a fin de evitar los asentamientos clandestinos en Madrid.

BOE, “Decreto nº 286, B.O. del E., 16 de Noviembre de 1957”. Decreto por el que se aprueba el

Plan de Urgencia Social en Madrid.

PRENSA

“Declaraciones del director del Instituto Nacional de la Vivienda, Luis Valero Bermejo”, en ABC,

16 de Julio 1955, p. 15.

“El censo de Madrid crece a pasos de gigante. Disposición para regular la afluencia masiva de

personas”, en Semana, nº 965, 19 agosto,1958.

“El número de viviendas proyectadas en el Plan Nacional de Vivienda en Madrid ha sido superado

por 22.884.”, en ABC, 22 de Mayo, 1959, pp. 57-58.

“El problema del suburbio habrá desaparecido en 1958”, en Pueblo, 18 de Septiembre, 1956, pp.

1-2.

“Este barrio de chabolas ha desaparecido hoy de Madrid. Sus moradores ocuparán en adelante las

nuevas viviendas de San Fermín”, en Informaciones, 19 de Agosto, 1957, p. 1.

“Fundación de la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid y sus Alrededores y

del sistema de remuneración de su personal”, en Gran Madrid, nº 1, 1948, págs. 13-16.

“No queremos una España de proletarios, sino de propietarios”, en ABC, 2 de Mayo 1959, pp. 41-

42.

“Normas para evitar los asentamientos clandestinos: desaparición de las cuevas, chozas y barracas

existentes en Madrid”, en Siete Fechas, nº 417, 24 septiembre 1957.

“Nuevas barriadas, viejos problemas”, en ABC, 1 Diciembre, 1966 p. 69

“Se van a construir 550.000 viviendas de Renta Limitada en los próximos cinco años”, en ABC,

2 de Julio 1955, p. 17.

90

“V Asamblea Nacional de Arquitectos”, en Gran Madrid, nº 6, 1949

Licencias de construcción concedidas entre 1940 y 1944, en Gran Madrid, nº 19, 1952

91

Índice de tablas e ilustraciones

Tabla 1. Relación de personal de todas clases en CGOUM entre los años 1947 y

1962

51

Tabla 2. Provincias de origen de la población del polígono de Caño Roto 63

Tabla 3. Edad de los cabezas de familia en el polígono de Caño Roto 68

Tabla 4. Número de personas residiendo en la misma vivienda en el polígono de Caño

Roto

71

Tabla 5. Propiedad sobre la vivienda en el polígono de Caño Roto

Tabla 6. Mercados laborales en el polígono de Caño Roto (según clasificación HISCO)

72

73

Tabla 7. Principales ocupaciones en el polígono de Caño Roto (según clasificación

HISCO)

74

Tabla 8. Asignación de viviendas según los censos del polígono de Caño Roto 76

Ilustración 1. Localización del espacio urbano de Caño Roto

4

Ilustración 2. Muestra de un censo de infraviviendas 25

Ilustración 3. Plano de situación de los ocho primeros poblados de absorción 38

Ilustración 4. Finalización de los Poblados de Caño Roto entre 1961-67 43

Ilustración 5. Perspectiva de Madrid desde Caño Roto en 1967. 49

Ilustración 6. Pequeña finca situada muy próxima a la de Concepción Recio Pérez 55

Ilustración 7. Anverso del censo de infraviviendas de la familia de Concepción Recio

Pérez

57

Ilustración 8. Localización de la Huerta Castañeda y la estación de ferrocarril entre

1916-1944

59

Ilustración 9. Localización de las zonas de infravivienda en el polígono de Caño Roto

según los censos de 1957

66

Ilustración 10. Fotografías de las viviendas censadas por la CGOUM. Caño Roto. 70

Ilustración 11. Adjudicaciones realizadas por la Comisaría en Caño Roto y sus

inmediaciones

77

92

Anexos

Anexo 1. Modelo de cuestionario empleado para entrevistar al grupo de mayores del

Centro Social de Gallur, formado por antiguas vecinas del barrio.

1. ¿Usted vive o vivió en Caño Roto?

2. ¿Dónde vivió cuando llegó al barrio? y ¿Dónde vive actualmente?

3. ¿Qué edad tenía cuando llegó?

4. ¿De dónde venía y por qué se trasladó aquí?

5. ¿Ha vuelto con frecuencia a su pueblo/ciudad de origen?

6. ¿Con quién llegó?

7. ¿Cómo era el barrio cuando llegó?

8. ¿Cómo era su casa?

9. ¿Cómo era la vida en el barrio?

10. ¿Y qué relación tenía con los vecinos? ¿dónde se reunían?

11. ¿A qué se dedicaba? ¿está casada? ¿y tiene hijos?

12. ¿Qué ha cambiado en el barrio desde que llegó?

13. Usted ha indicado que a Caño Roto le faltaban muchas cosas [Sólo si lo ha

mencionado previamente] ¿cómo se organizaron para mejorar la situación?

¿Crearon alguna asociación?

14. ¿Qué papel ha tenido la iglesia en el barrio?

15. ¿Se siente usted de Caño Roto?