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Las relaciones políticas, económicas y culturales entre España y los Estados Unidos en los siglos XIX y XX ANTONIO ÑÍCUEZ BERNAL Universidad Complutense 1. INTRODUCCIóN El estudio de la historia, la literatura, la economía> las cos- tumbres> y> en general, todos aquellos aspectos relacionados con el «American way of life», han venido cautivando desde hace años a intelectuales, historiadores y políticos de diversos países y de ideologías dispares. Joaquín Ro>’, profesor de la Universidad de Miami> dice que: «Para bien o para mal, la realidad llamada Estados Unidos de América es el fenómeno más importante de la era moderna del mundo occidental, hasta poder llegar a aceptar que sin ellos el llamado mundo occidental no existiría: es una «invención» precisamente de los Estados Unidos»’. Para comprender mejor los acontecimientos que analizaremos posteriormente, debemos prestar cierta atención al año 1776, mo- mento en el que las trece colonias sublevadas en su lucha contra las imposiciones arbitrarias del Gobierno británico, lograron su independencia, comenzando entonces España a ser una aliada sin- cera de Ja naciente República. No obstante> desde esa misma fe- Roy, Joaquín, «Presencia de España en los Estados Unidos. Economía o Cultura. Una propuesta para el 92». Realidades y posibilidades de las relaciones entre España y América en los ochenta. Ediciones Cultura His- pánica. Instituto de Cooperación Iberoamericana. Madrid> 1896, p. 173.

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Las relaciones políticas, económicasy culturalesentreEspañay los EstadosUnidosen los siglosXIX y XX

ANTONIO ÑÍCUEZ BERNAL

Universidad Complutense

1. INTRODUCCIóN

El estudio de la historia, la literatura, la economía> las cos-tumbres>y> en general,todos aquellos aspectosrelacionadosconel «American way of life», han venido cautivando desde haceaños a intelectuales,historiadoresy políticos de diversospaísesy de ideologíasdispares.JoaquínRo>’, profesorde la Universidadde Miami> dice que: «Parabien o para mal, la realidad llamadaEstadosUnidos de América es el fenómenomásimportante de laera modernadel mundo occidental,hastapoder llegar a aceptarque sin ellos el llamado mundo occidental no existiría: es una«invención»precisamentede los EstadosUnidos»’.

Paracomprendermejor los acontecimientosque analizaremosposteriormente,debemosprestarcierta atenciónal año 1776,mo-mento en el que las trececolonias sublevadasen su lucha contralas imposicionesarbitrarias del Gobierno británico, lograron suindependencia,comenzandoentoncesEspañaa serunaaliadasin-cera de Ja nacienteRepública.No obstante>desdeesamisma fe-

Roy, Joaquín,«Presenciade Españaen los EstadosUnidos. Economíao Cultura. Una propuestapara el 92». Realidadesy posibilidadesde lasrelacionesentre Españay América en los ochenta.Ediciones Cultura His-pánica.Instituto de CooperaciónIberoamericana.Madrid> 1896, p. 173.

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cha, y hasta el año 1898> la cuestión de Cuba actuaríasiempre,cual obra fantasmagórica,entorpeciendotoda incipiente volun-tad de aproximaciónamistosaentrelos Gobiernosde Madrid y deWashington.

A lo largo del siglo xix> los EstadosUnidos, protegidospor elAtlántico —océano bajo control de una benévola marina britá-nica—, practicaron lo que vino en llamarseun splendid isolation>concentrandotodas las energíassobre su propio Continente.Elinterésexclusivo de América era impedir cualquier incursión en-trometedora desde Europa,contandocon la ayuda de los britá-nicos para el mantenimientodel equilibrio de poder, y, de estemodo, evitar el nacimientode un fuerte Estadoimperialista. Con-secuentemente,apenasteníanuna política exterior y puede afir-marse que sus tradiciones en este campo son relativamentenuevas.

Sin vecinosque los amenazarany siemprericos en espaciote-rritorial> los estadounidensesllegaron a finales del siglo xix a lamadurezqueHegelles habíaanunciado:«América del Norte estátodavía en estadode desbrozamiento;cuando, como en Europa,se hayanestancadoel crecimiento de los agricultores,y cuandosushabitantes, en lugar de expandirsehacia afuera, hacia nue-vos campos,se replieguen en masa sobre sí mismos, hacia lasindustriasy el comerciode las ciudades,y constituyanun sistemacompacto, sólo entoncessentiránla necesidadde convertirse enun Estadoorgánico.- - EstadosUnidos es> pues,el país del porve-nir, y allí se manifestará,en tiemposvenideros>la gravitacióndela historia universal, quizá medianteel antagonismoentreAmé-rica del Norte y América del Sur»2

Mario HernándezSánchez-Barba,catedrático de la Universi-dad Complutense>dice que: «Los EstadosUnidos postrevolucio-nariosofrecieron>junto asólidasgarantíasjurídicas al ciudadano,importantesoportunidadeseconómicas.A principios del siglo xix>cuatro quintaspartes de la población activa eran los dueñosdesuspropios medios de vida... Por suparte; la organizacióncons-titucional del Estadofederal se basabaen el supuestode ofrecer

2 Nin deCardona,JoséMaría, «La concepciónde la políticaexterior nor-teamericanaa través del pensamientodel profesorRaymondAron». Re-vista de Política Internacional. Institutode EstudiosPolíticos.Madrid, mar-zo-abril 1977, p. 244.

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una seguridad interior y exterior, así como la promoción de unpermanentefomento del igualitarismo democráticosobre dos in-dicativos fundamentales: la renta del trabajo y la igualdad deoportunidadescomo consecuenciasde una igualación educativafundadaen la emulación»~.

Centrándonosen los rasgoscaracterísticosde la política exte-rior norteamericana,observamos,en términos generales,que enella intervienen los factores determinantesde la naturaleza delos regímenesdemocráticos.No obstante>en algunasocasiones,la naturalezade la democraciaamericana>particularmentela des-centralización>la división de los poderesconstitucionalesy el im-pacto de la opinión pública (piénseseen la «prensaamarilla” yla guerra de 1898, o bien en la no ratificación del Tratado de Ver-salles de 1919, o, más próximo a nosotros>en la triste guerra delVietnam)> puedenser gravamenteperjudiciales para una políticaexterior eficiente, como ya apuntabaAlexis de Tocquevilleen suobra La democraciaamericana.

En la primeramitad del siglo xx los norteamericanos,que for-malmenteteníanpocao ninguna política exterior, seconvirtieronde repenteen una de las dos superpotenciasy suscompromisosmundiales les exigieron una reorientación mental total. Desde1945 abandonaronsu anterior política aislacionista—subsiguien-te a la 1 GuerraMundial—, porquela opinión pública americanapensóque eseera el «interésnacional»(deestemodo, cuandoIn-glaterra ya no podía continuar su tarea de contenerel comunis-mo en Grecia, los EstadosUnidosintervinieron en marzode 1947,convirtiéndoseen protagonistasde la «guerrafría»).

Entre 1945 y 1947 se produce la llamada«obsesión»legitima-dora norteamericana,actuandolos diplomáticosnorteamericanossegúnun doble principio de legitimidad: celebrareleccionesli-bres, expresiónde la voluntad popular, y adquirir de nuevo unpapel tradicionalde potenciainsular, opuestaa la monarquíauni-versal—en palabrasdel propio Montesquieu—o a la dominaciónincondicional de un sólo Estado sobre el continenteeuropeo.Igualmente, los Estados Unidos deseabanevitar que la UniónSoviética ocuparael puesto del desaparecidoReich alemán.

HernándezSánchez-Barba,Mario, Historia de América.América ame-ricana. Editorial Alhambra. Madrid, 1981, p. 138.

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A partir de 1947 la diplomacia estadounidensegiró en torno aun objetivo defensivo y preciso. Roosevelt y Truman siguieronplanteamientosdistintos con respectoa la forma de pensar deStalin> siendo criticado el primero por su desconocimientode lanaturalezadel régimen soviético.

Raymond Aron, en su obra République impériale-LesEtats-Unis dans le monde (1945-1972)(America’s Foreign Policy), diceque desdeel año 1955 asistimosa un radical recrudecimientoenlos procedimientosdefensivosnorteamericanos.A partir de 1956y, concretamente,de las crisis de Hungría y de Suez,Europa sedaperfectacuentade la superioridadmilitar norteamericanay deltributo que tenía quepagar por la seguridadque la garantizabanlos EstadosUnidos. El mismo profesor Aron considerótrascen-dental y brillante la llegada del PresidenteKennedy a la CasaBlanca, con fracasoscomo el desembarcoen la Bahía de los Co-chinos>y con éxitos como el de la retirada de los misiles soviéti-cos de Cuba.Kennedy dio al mundo una nuevaimagende los Es-tados Unidos, moviéndoseperfectamenteen el terreno de la gue-rra fría como en el de la distensión.El autor francésdice que conLyndon B. Johnson llegó, involutariamente, la decadenciaesta-dounidense>y con Richard Nixon la desorientaciónabsoluta>ne-gándosea perder la guerra de Vietnam y queriendoa toda costamantenerrelacionesnormalescon la mayoríade los Estados,in-cluidos los comunistas.El escándalode Watergatehundiría a Ni-xon irremisiblemente. Por último, este autor concluye que la di-plomacia estadounidensetriunfó en Europa no sólo por habercontenido al comunismo, sino porque también favoreció el pro-gresoeconómicoy la libertad humana.

Carter>con su política de defensade los derechoshumanos,y RonaldReagan,con el resurgimientodel prestigio perdido porAmérica —aunquerecientementeeseprestigio se ha visto cruda-menteafectadopor la venta de armasa Irán y desvio de fondoseconómicospara financiar a la contra nicaragiiense—,y sus in-tentos de diálogo con la Unión Soviética, han tenido grandesde-fensores y múltiples detractores,pero un hecho cierto es quehoy día, las principales cuestionesde la política exterior ame-ricana —militar, política, económica e ideológica— emanan desu posición como superpotencia,equilibrando el poder del Krem-lin. Así pues,a pesar de que su posición en el ámbito de las reía-

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cionesinternacionalessigue siendo «consensual»,«destinataria’>y«tecnocrática»>el elemento«conflicto» cobraunaimportanciasin-gular y los EstadosUnidos debenmantenersealerta.

Una vez trazado estebosquejohistórico>estamosen condicio-nes de afirmar que los principales interesesdirectos de la polí-tica exterior norteamericanase encuentranen el hemisferioocci-dental (en el caso de España,como analizaremosdespués,hancreadomomentosde dramáticatensióny otros de euforia y cor-dialidad para ambas partes)> mientras que la atracción de Asiadata tan sólo de finalesdel siglo xix. En la actualidad,el magne-tismo hacia el hemisferiooccidental persiste;pero,con el rápidocrecimiento de los centrosde población en el Pacifico, se da lacircunstanciade que Asia y el mencionadoocéanorivalizan conel interés por Europay el Atlántico Norte. No olvidemosla afir-mación de Henry Kissingercuando decíaque los EstadosUnidosno podían regular todos los problemasdel mundo> aunqueno de-bían renunciara desempeñarel papel de unapotencialglobal.

II. EL SICLO XIX, UNA CENTURIA CONFLICTIVA PARA LOS INTENTOS

DE APROXIMACIÓN ENTRE ESPAÑA Y LOS ESTADOS UNIDOS

En su Iclearium españoly el porvenir de España,Angel Gani-vet afirma que: «La evolución ideal de Españase explica sólocuandose contrastantodos los hechosexteriores de su historiacon el espíritu permanente,invariable>que el territorio crea> in-funde> mantieneen nosotros..- Españaes una península,o conmás rigor> “la península”,porque no hay penínsulaque se acer-que mása ser isla quela nuestra.Los Pirineossonun istmo y unamuralla; no impiden las invasiones,pero nos aislan y nos permi-ten conservarnuestro carácter independiente...Somos una islacolocadaen la conjunción de dos continentes,y si para la vidaideal no existen istmos>parala vida histórica existendos: los Pi-rineos y el Estrecho;son una “casa con dos puertas’>, y> por lo

4tanto, “mala de guardar . . - » -

Quiero resaltarcon ésto que el factor geográfico ha actuadocomo elemento condicionanteen la historia de Españay en sus

Ganivet,Angel, Ideariurn españoly el porvenir de España> pp. 9-53.

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relacionescon otros países. La PenínsulaIbérica se encuentraen un «paralelo de civilizaciones», algunasde las cualeshan in-vadido su suelo durantesiglos. Su complejo y accidentadorelie-ve ha supuesto,a veces,un infranqueableobstáculopara ejérci-tos extranjeros hostiles, potenciandoal mismo tiempo el senti-miento aislacionistade nuestro pueblo. El mar, por suparte>hasido uno de los elementosvitales a la hora de plantearnoscon-tacto con el exterior. Con respectoa la riquezadc algunos mine-rales en nuestrosuelo, éstefue un factor decisivo en épocaspa-sadaspara el fomento de las inversionesde capital extranjeroenEspaña,aunqueno siempreen condicionesventajosaspara nos-otros.Finalmente,en reiteradasocasiones,las malascosechasagrí-colas nos han obligado a importar múltiples productos, y, portanto, hemos tenido que mantener lazos de amistad con otrasnaciones>pagandofrecuentementeprecios excesivos.

Otro factor importante relacionado con nuestra política ex-terior ha sido la considerableexpansióndemográficaespañola:de 10,5 millones de habitantesa finales del siglo xvr¡i, pasamoshoy a rondar los 40 millones. Los períodosde mayoraugeemigra-tario han corrido paralelamentecon los momentos de nuestrosfracasosinternacionaleso bien de problemas internos, refleján-dosetodo ello en nuestraacción exterior. Como paradigmabastecon citar la pérdidaespañolade Cubaen el 98 y el distanciamien-to que esteeventosupuso para los Gobiernos español y norte-americano.Dando un salto en el tiempo, observamoscómo, pos-teriormente, a partir de 1960, las autoridadesgubernamentalesespañolasimpulsaron el fenómeno emigratorio con miras a pa-liar la crisis económicaque tanto comenzabaa afectarnos.

En diversos momentos de nuestrapolítica exterior han pri-mado las notas de incoherencia,falta de visión realistade la si-tuación internacional>y una manifiestadiscontinuidad; todo ellounido a un flagrante desconocimientode lo que verdaderamen-te podía favorecernos.Siguiendoesta línea, JerónimoBécker diceque: «Nuncahemos sentidounaaspiracióncompartidacon todoslos componentesnacionales...tan lejos estabala política exteriorde nuestros gobernantesde respondera un pensamientofijo yde inspirarseen los verdaderosinteresesnacionales,que si en al-guna ocasión sus resolucionesapareceninspiradaspor una cer-tera visión de la convenienciade España,en vez de persistir en

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ese camino> se retrocede o abandona,para dedicar nuestrosre-cursosy nuestrasfuerzasa empresasque no nos interesan»t

Progresivamente,en los siglos xix y xx, Españase convierteen una pequeñapotenciadesdeel punto de vista político> ya queeconómicamentesu debilidad y necesidadde dependerde otroses manifiesta, lo que conlíeva a una creciente intervención delcapital extranjero. Militarmente, tampocopertenecemosal grupode los privilegiados.A. Moussetllegó a decir que: «La orientaciónexternade Españano se revistede un conceptogeneralo una va-loración de los intereseseuropeos,sino que está condicionadaestrechamentepor la situación particular de España,es dccir> elproblemamediterráneo-africano...Una política exterior muy con-

creta quedejapoco margena la diplomacia»Las relacionesentreMadrid y Washingtonno han seguidoun

cursouniforme, sino quehanpasadopor períodosde grantensión,existiendo también intervalos de voluntarioso entendimiento.Noobstante,en el último tercio del siglo xíx y desdelos añostreintadel actualasistimosa unarelativa y esperanzadoraaproximaciónentreambasnaciones.Desdehacemenos de una centuria, la in-fluencia de Norteaméricasobrenuestropaís se ha basadoen evi-denciasconcretas:instalándoseen algunas de nuestrascolonias;luego, controlandogran parte de nuestraeconomía,y> finalmen-te, estableciendobasesmilitares sobre territorio español.

Nuestropaís>al haberperdido su prestigio de primera poten-cia> perteneceya al bloque de las pequeñasque pugnanhoy porsobrevivir, tratando de esquivarlos apetitos intervencionistasdelos grandescentros del poder mundial. En esteorden de cosas,los Gobiernosespañolestuvieron que mostrarseneutralesen lasdos grandesconflagracionesbélicas del siglo xx, llegando algu-nos pensadores—entre ellos, Salvador de Madariaga—,a dudarde la existenciade una verdaderapolítica exterior española~.

Hasta 1807 nuestrapolítica exterior giró en torno a los prin-cipios del equilibrio y de la neutralidad, para consolidar la se-

Becker,Jerónimo,Causasde la esterilidad dc la accidn exterior de Es-paña. Madrid, 1925, pi,. 10-18.

Mousset, A.> La política exterior de España> 1873-1918. Madrid, 1918,p. 278.

Madariaga, Salvadorde, España. Ensayo de historia cotemporánea.HuenosAires, 1964, p. 263.

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guridad del territorio peninsular, mantener el statu quo ameri-cano y revisar las espinosascláusulas del Tratado de Utrecht.Todo ello se vio afectado, negativamente,por la crisis internaespañolay por la guerra de la Independencia8

Despuésde declarar la guerra a Napoleón,Españalogró unacuerdocon Austria parael reconocimientode la Junta; se contócon el apoyo del embajadornorteamericanoIrving> pero la pe-tición de reconocimiento fue desestimadapor el Gobierno esta-dounidensealegándoseque la guerra era civil. En lo que respec-ta a Rusia se intentó una alianza contra Francia, pero Rusia senegó. En cuantoa Portugal, nuestravinculación seestablecióso-bre la compra de armasy de alimentos. Por su parte, las rela-ciones entreEspañae Inglaterra tomaron cuerpocon el Tratadode Paz, Amistad y Alianza del 14 de enero de 1809, medianteelque FernandoVII quedabalegitimado como Rey españoly seestablecieronvariascláusulasmilitares. Este Tratado se comple-mentó con la firma del Acuerdo de 21 de marzo de 1809 en elque aparecíaunacláusulacomercial que beneficiabaa Inglaterra.

En lo que atañeal levantamientoamericanocontrael Gobier-no español>JuanCarlos Pereira,profesor colaboradorde la Uni-versidadComplutense,dice que: «Las repercusionesque la guerrade la Independenciaespañolatiene respectoa América son fun-damentales.La crisis dinásticay los problemaspolíticos internos,a los que se unen el interéseconómicode Inglaterra y la actitudde los Estados Unidosque deseacontrolar política e ideológica-mente a los territorios americanos,hacen pensarque es el mo-mento adecuadopara llevar a cabo la independenciade todoslosterritorios americanos.La incidencia que la crisis bélica y los en-frentamientos entre los políticos liberales y los sectoresconser-vadores españolesdejan en España>perdurarándurantebastan-te décadas»9.

CuandoCarlos Martínez Irujo fue nombradoSecretariode Es-do mejoraron las relacionescon EstadosUnidos, intentandoqueeste país alejara de su mentea América Central y a América delSur. El representanteespañolen EstadosUnidosfirmó el Tratado

Jover,JoséMaría, «Españaen la transicióndel siglo xviii al xix». Po-lítica, diplomaciay humanismopopular. Madrid, 1976, pi,. 180-181.

Pereira,JuanCarlos,Introducciónal estudiode la política exterior deEspaña (siglos XIX y XX). Akal Universitaria. Madrid, 1983, Pp. 109 a 111.

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de reclamacionesde 22 dc febrerode 1819> estipulándoseque losterritorios al Este del río Mississippi, es decir, Florida Orientaly Occidental pasabana pertenecera los EstadosUnidos. Igual-mente éstos adquiríanlos derechos españolesen Oregónen lacostadel Pacífico.

El problemade la llamada «cuestiónamericana»estuvo con-tinuamentelatente,tanto a nivel nacionalcomo internacional.Sehizo todo lo posibleporque el tema americano se incluyera enel Congresode Aquisgrándel año 1818,pero la diplomacia inglesaconsiguióque la discusión de la intervención europeaen las co-lonias españolas de América quedara fuera de las delibera-ciones~

Mario HernándezSánchez-Barbaafirma que: «En torno al ejede 1814, sobrela frontera de cambio 1811-1817,se produjo la de-finitiva posición en cuantoal ideal existencial de la independen-cia. El hecho clave está caracterizadopor el programa absolu-tista y derogatoriode los resultadosobtenidosen Cádizpor partede FernandoVII (1814)> y seapoya fuertementeen dos hechosin-ternacionalesde fuerte repercusiónen toda el área iberoameri-cana: la derrota definitiva de Napoleónen Waterloo (1815) y lareversión de todo el pesoindustrial y financiero británico en laayudaeconómicay militar a Iberoamérica;el enfrentamientobé-lico de los EstadosUnidos contra Inglaterra en lo que ha sidodenominado«segundaguerra de la independenciade los EstadosUnidos» (1812-1814),que fue, sobre todo> un ejemplo capaz dequebrantarcualquier índole de inhibición o miedo por parte delos iberoamericanos»‘~.

Las potenciasextranjerasante el fenómeno de la emancipa-ción americanase mostraronpartidarias de que el poderespañolfuese restauradoen los Virreinatos, fundamentalmentela SantaAlianza, en función de la solidaridadmonárquicay siguiendolaspautasmarcadaspor la política internacional del momento. Sinembargo,Inglaterraseopusotajantementeal restablecimientodeldominio españolen América, considerandolos beneficios comer-ciales y económicosque podría obtener de la insurrección.

o Droz, J., Europa: Restauracióny revolución. Madrid, 1977, p. 240.HernándezSánchez-Barba,Mario, ob. cit., p. 109.

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El pronunciamientomilitar de Riego en el año 1820 causóunimpacto enorme,tanto en Españacomo en nuestrascolonias deAmérica y en el resto del Continenteeuropeo.Estehechomotivóel que se comenzaraapensaren actuacionesde distinto tipo anteel problema español> ya que esta revolución incidió en diversospaísesy su influencia fue igualmentemanifiestaen América.

Una vez terminado el Trienio Constitucionalen España,tam-bién finaliza el procesoindependentistaen América,con la batallade Ayacucho en diciembrede 1824. Se ponía punto final al domi-nio español sobretoda la América continental, proceso que seinició• en 1492 y que terminabaahora con una derrota de tipopolítico, militar, económicoy moral, cuyos efectosnegativos so-bre Españatardaríanmuchos añosen borrarse.

EusebioIVIujal-León, profesor asociadoen el DepartamentodeGobierno de la Universidadde Georgetownen Washington,D. C.,y uno de los expertos sobre Españamás reconocido en EstadosUnidos, dice que: «Ninguna potenciaeuropeadio tanto de si mis-ma ni se identificó tanto con el desarrollode su imperio colonialcomo España.La ruptura de los lazos coloniales tuvo un profun-do impacto en España,desdesus inicios en el 1820 hasta la cul-minación en 1898> inspirandoentre la intelectualidaduna seriede exámenesde conciencia,especialmentea finales del siglo. Talintrospección,parte integral de la búsquedaespañolade unanue-va identidad y deuna nuevaposición en el sistemainternacional,produjo un movimiento cultural queproponíala existenciade unacomunidadde valoresanti-materialistasy humanísticos(distintosy superioresal humanismoy a la racionalidad anglosajones)en-

t2tre Españay América Latina» -

Los EstadosUnidos reconocieronpolíticamentea las nuevasrepúblicasdesdeel año 1822, mostrandosucomplacenciaanté e4fracaso español. Inglaterra firmó acuerdos con Estados Uni-dos para evitar posiblesintervencionesde las potenciasextran-jeras en América del Sur. Tales acuerdosperderíansu vigenciaaraíz del mensajedel PresidentenorteamericanoMonroe al Con-greso> exponiendosucélebre«doctrinaMonroe».

‘2 Mujal-León, Eusebio,«Iberoaméricaen la nueva política exterior deEspaña».Realidadesy posibilidadesde las relacionesentre Españay Amé-rica en los ochenta.EdicionesCultura Hispánica.Instituto de CooperaciónIberoamericana.Madrid, 1986> p. 135.

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Desde1836 el nuevo régimenliberal reconoció de jure a lasnuevasrepúblicas,mediantela Ley de 4 de diciembrede 1836, porla que las Cortes de Españadabanpermiso al Gobiernoparacon-cluir tratados de paz y amistad, con vados Estados,previa re-nuncia españolaa sus derechosde soberaníay a reivindicacionesterritoriales. De esta forma se firmaron Tratadosde Paz y Amis-tad entre Españay México (1836)> Ecuador (1841)> Chile (1844)>Venezuela(1845), CostaRica y Nicaragua(1850), RepúblicaDomi-nicana (1855)> Argentina (1859) y Bolivia (1861), entreotros.

A partir de 1845, el Gobiernonorteamericanose mostró cadavez más interesadoen obtenerel dominio de la isla de Cuba,que-riendocomprárselaaEspañapor cien millones de duros.Sin em-bargo> en 1850 la situación cambia positivamentepara nuestropaís con la política seguida por el PresidentenorteamericanoTaylor; pesea todo, en esemismo año,Narciso Lópezencabezabala primera expediciónde tipo independentista.

El Gobiernoespañolcelebróconversacionescon Franciae In-glaterra, presentándoseposteriormenteun acuerdo al Gobiernonorteamericanocon el fin de queno intervinieseen Cuba.La con-testaciónnorteamericanase centró en la Nota Everett de 1 dediciembrede 1852,en la que constabaqueno sesuscribíael acuer-do, no se alterabael status quo, se establecíanlas diferenciasencuanto al concepto de relacionesinternacionalesentre EuropayAmérica, y se estipulabaque todo tipo de iniciativas sobreCubasólo debíanpartir de los Estados Unidos. Más tarde, la Guerrade Secesiónnorteamericanadesviaría la atenciónde este país so-bre Cuba.Al mismo tiempo, desde1851, Españaexperimentaunrelativo fortalecimiento de su posición internacional en base ala mejoría económica,a la ausenciade luchasinternas y a la am-pliación de susrelacionesdiplomáticas.

En 1854, los ministros estadounidensesen Londres, París yMadrid, a través de la Declaraciónde Ostende>recomendaronini-ciar una rápida acción bélica en Cuba, en caso de fracasar todagestión de cesión política. Declaración arbitraria e intolerableque provocó la indignación del Gobiernoespañoly la de las gran-des potenciaseuropeas,por lo que los EstadosUnidos se vieronobligadosa desistirde todo intento anexionistadurantealgunosaños.Sin embargo,ya al bordede la Guerrade Secesiónde 1861,un Comité del Senadoamericano declaró que la adquisición de

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Cuba podía ser consideradacomo propósito decidido de los Es-tados Unidos.

En esteperíodo los EstadosUnidosprosiguencon su políticade apoyo encubiertoa los insurgentesy su deseoconstante deadquirir la isla, a lo que Españase niega rotundamente.En elcentro de esta problemática surge la «cuestión del Virginius’>,barco norteamericanoque había sido adquirido por la Junta re-volucionaria cubanay que servía para abastecera los insurgen-tes. El barco español«Tornado»lo capturóa finales de 1873, con-duciéndolo a Santiago de Cuba> donde cincuenta y tres de sustripulantes fueron fusilados. Washington resondió violentamen-te. El Gobierno español intentó suavizar la tensión mediante elProtocolo firmado el 29 de noviembre entre el Secretariode Es-tado Fish y el embajador Polo de Bénarbé,por el que Españaestipulabaque liberaría al buquey a los supervivientes,y quedes-gravaríapúblicamentea la banderanorteamericana.Españatuvoque pagar80.000dólaresen conceptode indemnización.

Esta panorámicainternacionaladversa,unida a la crisis inter-na española,favoreció el golpe de Estado del generalPavía>el 3de enero de 1874, contra la 1 República instaurada en nuestropaís. La excusaque se dio fue la amenazade intervención exte-rior, resultandoútil para tenerque admitir el hecho consumadoy parademostrarqueel régimenrepublicano no se adaptabaa lasituación política internacional.

Con la restauraciónde la Coronaen la personade Alfonso XII,en 1874, se inicia un periodo de cierta estabilidadpolítica, salpi-cada por varias crisis. El profesorJover afirma que,en políticaexterior, Cánovasse mostró conforme con la oiinión pública encuanto a practicaruna política de recogimientoy abstenersedepactoscon potenciamás fuertesque a la largapudieroncrearnosproblemas.Pesea todo, en Cánovasdebemésdiferenciardos tér-minos: «recogimiento» y «aislamiento».Para Jover «el asisla-miento es> como la gran política de alianzas,un lujo inasequiblea una pequeñapotencia que necesita, para sobrevivir, convivircon los grandessin comprometersepeligrosamenteen sus conflic-tos. Entre ambosextremos, el recogimiento se presenta,a prime-ra vista, como una continuación de la vieja política europeadela burguesíamoderada,enemigade alianzaspero generalmentebien relacionadacon Londres y con París, guardianesdel statu

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quo.. - El recogimientocanovistase define como la primera for-mulación conscientede la política europeade Españaen la épocadel imperialismo: la neutralidad»13,

La neutralidades el primer granconceptode Cánovasrespectoa la política exterior.Paraél, Españano debecomprometersecongrandespotenciasextranjerascapacesde obligar al país a inter-venir en problemasajenosasus intereses,ni tamposoabandonarunapulgadade territorio sobrela cual ejerzasu soberanía.Estatesisla expusoel político españolen una cartaa La Epoca, titu-lada «La crisis actualde EuroparespectoaEspaña»,en febrerode 1887, en la que añadiráque: «La neutralidadno consistíaenestarindefenso,sino en poseerlos mediosparahacerlaefectivasiempreque fuera necesario,y en no estarpendientesde ajenainiciativa o ajenavoluntad».Suposturano eramaximalista,como,en definitiva> no lo fue ningún acto de su política pragmática,dejandoabiertoun resquicioa la idea de tener que perder esaneutralidaden algún momento.

El gran alegatode Cánovassobrela neutralidadlo tenemosenla dramáticasesiónde Cortesde 7 de julio de 1896, cuandodijo:«Nosotrosno tenemoslos mediosnormalesquedebetener unanaciónquequieraintervenir en los conflictos de los interesesuni-versales».Había que ser neutral porque carecíamosde los me-dios parahacerotra cosa,y, por ello, la únicasalidaera no inter-venir en ningúntipo de conflicto para no vernos impuestaunavoluntad ajena.

En cuanto al statu quo, Cánovas,en su obra El solitario y sutiempo del año 1883, ya advertía: «No pretendáistanto adquirircomo conservar».La situación le veníaimpuestaa Españapor-que desde que en 1848 los EstadosUnidos habíanalcanzadolacostadel Pacifico, presionabaninsistentementepor ampliar susterritorios: primero> en Hawaii, y> luego, en el Caribe y Asia.Además> la hegemoníagermánicay británica era incontenible.Desdela derrotade Sedánde 1870 Franciano recuperasu pulsoexterior,completandola Inglaterrade la ReinaVictoria y de fis-raeli su hegemoníaimperial. Por todo ello, aEspaña>apartir delos años ochenta,se le presentanunas dificultades enteramentenuevasde cara ala conservaciónde sus posesionesultramarinas.

‘> Jover,JoséMan a, ob. cit., pi,. 130132.

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Comoconsecuenciade los principios del statu quo y de la neu-tralidad de la política exteriorcanovistase producesurasgomáscaracterístico:el «recogimiento».Cánovas> al preconizarel «re-cogimiento internacional»>coincide plenamentecon la opiniónpública españolaquepiensaque toda alianzacon potenciasmu-cho máspoderosas,podíacomprometera nuestropaísen proble-mas y contiendasqueno estábamosen condicionesde secundar.

Sin embargo,la política canovistade recogimientono puedeinterpretarsecomo aislamientodeliberado.El éstadistaespañolentendíael recogimientocomo medio de eludir todo tipo de com-plicacionesexterioresdado el estadode debilidad relativa y dedesorganizaciónde los recursosen que había quedadoEspañacomo consecuenciade la prolongadaalteraciónrevolucionariayde la guerra civil. Varios historiadores—entre ellós FernándezAlmagro— coinciden en que Cánovasbuscó el acuerdopolíticocon las grandespotenciascuandolo considerónecesariopara elinterésnacional,procurandono comprometersu futuro ni su in-dependenciaen alianzaso empresasparalas quedesgraciadamen-te no estabapreparada.

La recuperacióneconómicay política que Cánovasse propusocomo objetivo prioritario fue insuficiente para contrarrestarelenormeavance que las grandespotenciasexperimentaríandes-de 1870. La segundaoleadade la RevoluciónIndustrial aumentéel distanciamientoentreesospoderesy España,quedándoseéstarezagada>en unaposición de clara inferioridad cuandolos impe-rialismosestabanen pleno auge.Así pues>el estadistaespañolvioperfectamentela necesidadde conservarlas provinciasultrama-rinas frente a la avidezde las potenciasque directa o indirecta-mentepensabanejercersobre ellas su dominioe influencia.

La última ditectriz de la política exteriorcanovistaestuvoins-piradapor el principio del «honor»quehabíade manteneren to-das las circunstancias.Esta idea la expresórotundamenteen elaño 1891 cuando en más de una ocasióndijo que siempre queEspaña,con ventaja o desventajatuviera que defendersede al-gunaagresiónimpuesta,se defendería.

Centrándonosahoraen la crisis del año 1898> ésta no supusoúnicamenteun enfrentamientoentre EstadosUnidos y España>sino quenos sitúa en el seno de una «redistribucióncolonial» a

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escalainternacional‘t España,sin embargo>no fue el único paísque tuvo sudesastrefinisecular,ya quePortugal sufrió la «crisisdel ultimatunz»; Francia, los acontecimientosde Fashoda;Italia>Adna; Inglaterra,Jartumy la guerraboer, y Japón,Shimonoseki.

Todasestascrisis tuvieron un planteamientoidéntico,unaim-posición de fuerzaen torno a interesesimperialistas.Pero,mien-tras los demás paísesrenunciarona esesueñoimperial localiza-do y no se llegó a sus últimas consecuencias,como en el enfren-tamientohispano-norteamericano,Españafue violentamentedes-pojadade esesueñoimperial, ya queel nuestrofue el único 98 noaceptado.

En una conferencia pronunciadaen la Escuela Diplomáticade Madrid, en 1952, el profesor Pabón afirmaba lo siguiente:«Cuandoel españolse asomaa la vertiente internacionaldel 98abandonasin más el estudiodel mundoy vuelve acongojadoso-bre la esenciade España.Porqueencuentraindiscutible esta ver-sión de nuestrapolítica internacionalen el desastre:a) Podíamosproseguirjunto a la Triple Alianza; b) Entendernoscon la DobleAlianza; c) Aproximarnos,como Portugal,a Inglaterra,o cl) Bus-car en Américala amistadque en Europano halláramos.La con-ductadel aislamientosuicidafue, no obstante,la quese adoptó,..A esta tesis, indiscutida, sobrenuestro98, podemosoponerunanegación:No fue así,»

Estaspalabrasde Pabónresumenlas dos posturasde los his-toriadoressobreel porqué del desastre.Paraunosexiste una re-lación causa-efectoentre el aislacionismointernacionalde Cáno-vasy la pérdidade Cuba y Filipinas; mientrasquela historiogra-fía más modernaconsidera>acertadamente,como prácticamenteinevitable dicha pérdiday exonerade su responsabilidadhistó-rica a los políticosespañolesde la época.

Para el profesorPabónel 98 español fue el resultado de laconfluenciade tres procesoshistórico-diplomáticos: 1) El duelohispano-norteamericanoen torno a Cuba; 2) La rivalidad de Euro-pacontinental,dividida por la balanceof powersen Triple Enten-te y Dúplica; 3) La posición de aislamientode GranBretañaentrela Europacontinentaly los EstadosUnidos.

‘ Jover, JoséMaría, Teoríay práctica de la redistribución colonial. Ma-drid, 1979.

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La paz de Zanjón (1878),negociadapor MartínezCampos,es-tipulaba la deposiciónde las armaspor partede los insurrectos,pero, no resueltoel problemade la autonomizacióndel país,lológico era queel acuerdono fuera másallá de las necesidadesque lo inspiraron,y, por ello, el movimiento emancipadorresur-gió en la llamadaGuerra Chiquita.

- El aplastamientode estosconatosde sublevacióntranquilizópor unosañosa la isla. No obstante,la depresióneconómicapro-ducidapor la Ley Wilson-Shermanen la, industria azucarera(laLey prohibía la entradadel azúcarlibre de derechosen los Esta-dos Unidos) despertó de nuevo el malestary dio impulso a lainsurrección.Estafue la primera de las influencias americanasen el procesoemancipadorcubano.

Aprovechandola depresión,lanza Martí sumanifiestode Mon-tecristoy desembarcaen Cuba.Posteriormente,Martí caemuertoen Dos Ríos (1895>; sin embargo;la revolución prosiguey Maceoy Máximo Gómez redactan la Constitucióncubana,eligiendo aSalvadorCisneroscomo Presidentede la República.La sustitu-ción de Martínez Campos por Weyler, modelo de rigidez, resta-bleció la situación de la isla, llegándosea un control de toda laparteoccidental y de las principales ciudadesde la oriental. Noobstante,las medidasde Weyler tendieron a endurecerel con-flicto.

Maura, ministro de Ultramar de Sagasta,se convirtió a la so-lución autonomistay propugnótesiádescentralizadoras.En 1893llevó a las Cortesun proyecto quepretendíadejaren manoscu-banaslas actividadesadministrativasde tipo local; Esteproyectole costóaMauraelMinisterio,y los moderadoscubanossevieronlanzadosen manosde los extremistasde Martí.

Cánovas,comoapuntábamosanteriormente,vio clara la impo-sibilidadde queEspañaconservaraCubaa largoplazo,y quesólola concesiónde la autonomíapodíaponerfin a la guerra.Asesi-nado el estadistaespañolen 1897, trasun gobierno-puente,llegóSagastaal poder,en octubre de 1897, destitúyendoa Weyler ydandoa Cuba un gobiernoautónomo,lo quesuponíauna inver-sión de la política canovista.Los unionistascubanosse opusie-ron a dichapolítica> y sus algaradasmotivaron el envío del aco-razado norteamericano«Maine», paraprotegerlas vidas y pro-piedadesamericanas.

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La intervenciónnorteamericanafue impulsadapor las obrasde Fiske,«ManifestDestiny»y de Mahan,‘<Influenceof SeaPowerupon History’>, pero fundamentalmentepor unaapasionadacam-pañade prensaamarilla—como fue el casode Hearts—y por losintereseseconómicosde la American SugarRefining Companyen Cuba y PuertoRico. La sustitucióndel PresidenteCleveland—cuya Administración mantuvo unaactitudformalmentecorrec-ta haciaEspaña—por el PresidenteMackinley precipitó la inter-vención a travésde tres fases:

1. En el verano del año 1897 fueron enviadasnotasnorte-americanasal Gobierno españolprotestandopor la dureza deWeyler y exigiendo la rápidapacificaciónde la isla.

2. Hayque destacarla gestiónextraoficial del Presidentenor-teanaericanocercade la RegenteMaria Cristina, encerrandounultimatum: «El Ejército de los EstadosUnidos invadirá Cuba siEspañano se la vendepor 300.000millonesde dólares’>.Estatur-bia negociaciónfue rechazadapor todos los políticos y partidosespañoles,queno aceptaronlo queel Duquede Maurallamó «pac-lo bochornoso»,sobrelo que era parteintegrantede la Patria.

Las reformas administrativasy la progresivaautonomíacon-cedidapor Españaa Cuba no fueron suficientesparaevitar queel ambienteen las relacionesEspaña-EstadosUnidosse fuera pro-gresivamentemalogrando,a lo que coadyuvóde maneradecisiva,cosaque en 1868 no habíaocurrido: el estadode opinión creadopor laprensaamericana,irresponsabley egoísta;los intereseseco-nómicos de los Estados,y el enormeatractivo estratégicodelMar Caribe.

En este ambiente,el 9 de febrerode 1898, el New York Jour-no! publicó una carta del Ministro españolen los EstadosUni-dos, Dupuy de Lome, dirigida a Canalejas,en la que —segúnlaprensaamericana—se vertían insultos contra el presidenteMac-kinley, así como contra los EstadosUnidos, Sin embargo,Dupuyde Lome no se retractó.

3. Por último> la voladura del «Maine’> el 15 de febrero de1898 dio pie a la definitiva intervenciónnorteamericanatras unultimatum exigiendoa Españala renunciaa la soberaníade laisla en el plazode tres días.

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El 11 de abril de ese mismo año,Mackinley, inflamadopor laprensaamarilla, solicita autorizaciónal Congresopara el empleode fuerzasarmadasen Cuba. El 25 de abril, el Congresodeclarael estadode guerraa Españaa partir del día 21, curiosocasodedeclaración de guerra con efectos retroactivos. Españapropusosometera arbitraje internacional el caso del «Maine», pero losEstadosUnidos no lo aceptarony el misterio de la explosiónensuscalderaspasaráa la historia como un casono resueltode res-ponsabilidad en el desencadenamientode una guerra trágica ydecisiva. Con la ruptura de relaciones,los EstadosUnidosencar-garon la representaciónde susinteresesen Españaa Gran Breta-ña; Españahizo lo propio en los EstadosUnidos>en singularcasode representacióndual> a Francia y a Austria-Hungría.

La escuadraespañolade Filipinas, mandadapor el almiranteMontojo, fue destruidaen la bahíade Manila por la escuadradelcomodoro Dewy. Sus consecuenciasfueron la rendición de Ca-vite y la generalizaciónde la insurrecciónfilipina. Porotra parte,el 3 de julio, la escuadraespañola,mandadapor el almiranteCer-vera, fue aniquilada en el combatenaval de Santiagode Cuba.Tres la capitulaciónde Santiago>las fuerzasnorteamericanasdes-embarcaronen Puerto Rico, ocupandola isla. Por fin, el 14 deagosto capituló Manila> prolongando un destacamentoespañolla resistenciahastajunio de 1899 en la isla de Luzón.

Siguiendola tesisdel profesor Pabón,debemosdestacarque,a raíz de 1898, contralo creído, litigaron en el pleito de Cubadoshombresfuertes (Cánovasy Cleveland)y dos débiles (SagastayMackinley): capaceslos primeros de mantener la paz; incapaceslos segundosde evitar la guerra.ParaPabón,dosconviccionesdic-taron la actitud de Españaante los EstadosUnidos en torno aCuba: 1) Considerara la isla como parte del territorio nacional.Cánovasdiría en 1896: «Es una guerra de conservaciónde nues-tro territorio; esunaguerra de integridad de la Patria»; 2) Creeren una posiblevictoria de Españaante los Estados Unidos. Sinembargo,el error lo padecióel pueblo duranteel desastre,perono los gobernantespara quienesla derrotaera inevitable. El pue-blo españolvivió un colosal error, una mentira alimentadaporlo que Pi y Margall llamó una «prensainfame», dandolugar a unbelicismo frívolo, causabásicade la reacciónante el desastre.

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A veces>esta prensano era tan infame ni frívola como se de-ducede lo escritopor Pérezde Guzmán,J., en La Epoca, Madrid,27 deabril de 1898: «Españaestámuy lejos de tratar de colocarsea la espaldade Europaparadefendersusderechos,dandopábuloa encenderunaguerrade continentes.Dócil desdeel principio delconflicto al consejode las potencias>de concesiónen concesiónse ha ido desnudandode todos susmediospolíticos y moralesdedefensa.Hastadespuésdela ruptura diplomática con los EstadosUnidosy de los primerosactosde pública y desenmascaradaagre-sión por por la potenciaenemiga>de Londres,de París,del Quiri-nal ha recibido en la cuestión de los neutrosla invitación de nue-vas concesiones,y aunquenotoria la inferioridad de sus mediosparasostenerla guerraa tanta distanciay con tan conocidasdes-ventajas,nadaha negadoa los queante el conflicto de la iniqui-dad y de la injusticia sólo han procurado poner a cubierto losinteresesde sucomercio.Se ha abrazadocon su soledad,seabra-za con su razóny sus derechos>y se presentaimpávida en el pa-lenquede David contra Goliath sin más armasque las de su in-génito valor. ¿Es el papel de mero espectador>sin embargo>elque a la Europacorresponde?15

Por su parte, A. Mousset comprendióperfectamentela reali-dad española:«Desdeel punto de vista exterior, la crisis de 1898tuvoparala Penínsuladolorosasy saludablesconsecuencias,mos-trándoleel peligro que encerrabala política de aislamiento.Espa-ña se reveló a sí misma susverdaderosintereses,tal como sede-rivan totalmente de su interésgeográfico.A unadiplomacia fun-dada en simpatíasdinásticaso sobreun concepto ideológico deconservatismopolítico, iba a sucederunadiplomacianacionaldetendenciarealista»¡6

El impacto que produjo el desastremilitar se tradujo en untrauma profundo, teniendo como portavoz un coro agorero, cuyavoz se hizo oir, ronca y amargaen Ganivet, penetrantey agudaen Unamuno,pesimista en Azorín, cadenciosaen Valle Inclán,destempladaen Baroja, pausadaen Maeztuy en estacatoen losjóveneshermanosMachado.Vocesqueen aquellosdíaseran casitodas europeizantes.

“Pereira,JuanCarlos> ob. cit., p. 250.Mousset,A., ob. cit., pi,. 130-131.

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Fue la destrucciónpública de la imagende Españacomo granpotencialo que convirtió la derrotaen un desastremoral sentidopor el pueblo—pese a la apatíade que acusabaSilvela en suarticulo «Sin pulso»— al que una prensainsensatapromete lavictoria. Siguiendoal profesor Carlos Seco,las reaccionesanteeldesastrese hicieron sentir tanto en la política oficial como en laEspañareal.

En cuantoa la política oficial, en el mundoartificial de la po-lítica españolade la época de la Restauración,la liquidación delImperio supusola crisis más grave con que se enfrentabael sis-temadesdela muerte de Alfonso XII. Las sesionesde las Cortes,reunidaspara autorizar al Gobiernoa las expoliacionesde la pazde París> pusieron derelieve una actitud nueva en los debates>lainsolidaridad de los distintos grupos anteeí fracaso: desdelasfulminacionesdel Conde de las Almenas en cl Senadocontra losmandos del Ejército y de la Escuadra,hasta el ataque desatadopor republicanosy conservadoresen el Congreso.Silvela llegóa afirmar queel Gobiernode Sagastaerael único responsabledetodas las últimas desdichasque sufría el país. Paralelamente,elturno de los partidos seharíacadavezmás difícil.

En cuantoa la reacciónen la Españareal, éstase reflejó enel augeregionalista; en lacrecida del socialismo; en la inquietudde los mesócratas(las clasesmedias), y en la crítica de los in-telectuales.

Con respectoal augeregionalista, tras lo que M. del Palaciollamase «la noble fanfarria del ciego patriotismo»>surgiría, enopinión de Carlos Seco,«la consternación,el dolor mudo del pue-blo sencillo anteuna realidad no prevista». Cuando llegó el mo-mento de la repatriación, duranteel otoñoy el invierno de 1898los puertosespañoles—como se observaen los apuntesde No-nelí— vieron desembarcarfilas de fantasmasamarillos, que ape-nassi podíantenerseen pie. Esta realidadtodavíapudo serper-cibida por RubénDarío, en 1899, a su llegadaa Barcelona.Todoello explica el estupor y sorpresadel primer momento,«senti-mientoquenadatiene quever —como dice FernándezAlmagro—con la frivolidad ni con la indiferencia quealgunoscronistasse-ñalan. El puebloespañol,mal informado> apartadode las tareaspúblicaspor la corrupciónpolítica, se replegóen sí mismo’>.

En opinión de Salvadorde Madariaga,«hubouña reacciónde

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sanaintensidad,ocultabajo una falsa calma».ParaVicens Vives,«hayalgo nuevoen el espíritu del puebloespañol,unaactituddeásperodesencanto,del queemergieronlos violentos radicalismosdel primer deceniodel siglo xx. Lain Entralgodice que: «Sepro-dujo una doble herida: la progresivaseparaciónentre los hom-bres y la crecientedisensiónentre las regiones».

El fracasodel Estado en las guerrastan desastrosamenteli-quidadaspor el Tratado de París,alentó, segúndice FernándezAlmagro, los particularismosregionalesallí donde la lengua, elDerechoforal y la Historia unilateralmenteinterpretada,podíanproducirel hechodiferencial.El regionalismocatalánya habíare-montadola fase inicial de la Renaixenga,y las Basesde Manresadieron forma aun posibleEstadocatalán investido de funcionesquedesbordabanel conceptode la autonomía.

En lo queatañea la crecidadel socialismo,los socialistasnodejaronpasarla ocasióndel desastreparapropagarsucredoma-ximalista, contrario a la guerra colonial, a la monarquíay a laredenciónen metálico. De estemodo, Pablo Iglesias llegó a afir-mar que todoshabíanfracasado:políticos,generales,administra-doresy la burguesía.En consecuencia,estimabaque el remediono seencontrabaen los quefracasaron,sino en las fuerzas pro-ductorasdel país y en el desarollode las mismas,es decir, los«marginados»del sistema.

Por lo que se refiere a los mesócratasde la Unión Nacional(las clasesmedias)se hallabanmovidospor el verbo de JoaquínCosta,profeta del regeneracionismo.Costa fustigó los defectosdel pueblo españolen su obra «Reconstitucióny europeizaciónde España».En esta época>Ganivet publicó sus «Ensayosibéri-cos»,y el también regeneracionistaMacías Picaveaescribió «Elproblemanacional;hechos,causasy remedios».Estospensadoresapelarona la autenticidadpolítica y a los valoresde una Españareal ,viva, frente al hedor de la oficial. Era la política de la «tec-nocracia»,de «escuelay defensa»y «siete llaves al sepulcrodelCid» -

En cuanto a los intelectuales>la Generacióndel 98 apuntó aun revisionismode toda la vida española>originandouna segun-da Edad de Oro de nuestrasletras.Desdeel punto de vista inte-lectual, la concienciade la crisispor la quepasabaEspañaes an-terior a la pérdida de las colonias. «En torno al casticismo»e

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‘<Idearium español»,vieron la luz en 1897. Sin embargo>la fechade 1898 resultó decisiva en un doble sentido: 1) La quiebraespi-ritual del desastresacudióa los hombresde la Generacióndel 98,haciéndolesque se plantearan,como afirma Pedro Salinas,unproblema esenciaL. España; 2) El desastreamplificó sucesiva-menteestascríticas intelectualesde forma que llegaran a todoslos ámbitos de la vida española.

Los intelectualesdel 98 sintieron el problema de Españaalmargende la política. Miraron hacia atrás, en la Historia> y, ha-cia dentro, en el alma españolaen buscade nuestro destino.Notrataronde recuperarel pasado>sino de interpretarlé,en sentidogeneral,contrastándolocon la piedra de toque que estabanvi-viendo. Fruto de esteespíritu fue la obra de Azorín. Libres es-peculaciones;nadacircunstanciales,fueron eHaciaotra España»,de Maeztu; «En torno al casticismo”, de Unamuno,e «Ideariumetpañol»,de Ganivet.

No estamosante un movimiento sino ante una actitud natu-ral y espontánea,quesemanifestóen formasindependientes.Una-muno y Ortega, quizá más concretamenteque Costa y Ganivet,fueron los dos protagonistasde las dos corrientesdel pensamien-to que alumbró la Generacióndel 98: una vio la salvación deEspañaen su propia sustancia; la otra, en su renovación por lainfluencia y el ejemplo de Europa.

Basándomeen la tesisdel profesorCarlosSeco,cabedecir quelos intelectualesdel 98 crearonunespíritude inconformismo,deinquietud> que envolvía una esperanza,la apelacióna la Españareal, oculta y oprimidatras los velos de la Españaoficial. Y detal modopesaráesadicotomía en la segundafase de la Restaura-ción —la quecorrespondeal reinadopersonalde Alfonso XIII—,quetoda la trayectoriapolítica del primer tercio de nuestrosiglopodría resumirse,a travésde los distintos intentosde regenera-ción interna que lo van jalonando,en el empeñode identificaresasdos Españas.

III. LAS RELACIONES POLÍTICAS> ECONóMICAS Y CULTURALESENTRE AMnOS PAISES EN EL 5LGÉO XX

Desdeel.año 1900 hastael 1902 surgeen la política españolael término «marroquismo»cada vez con más peso,en lugar del

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«africanismo’>.Esto estabaen consonanciacon las coordenadaseuropeasquehicieron girar la opinión y la diplomaciaen tornoa Marruecoshastael año 1906 ‘~.

Centrándonosen las relacioneshispano-norteamericanas,pue-den considerarseduranteeste período como francamenteamis-tosas,viéndosela aproximaciónentre ambas nacionesjalonadapor los siguienteshitos:

1. Con ocasiónde la mayoría de edady juramento del ReyAlfonso XIII, el 16 de mayode 1902> los EstadosUnidos enviaronuna Misión Extraordinaria,portadorade un cordial mensajedelPresidenteRoosevelt.El doctorCurry, presidentede dichaMisióny ex embajadoren Madrid, fue objeto de singularesmuestrasdeconsideraciónpor parte española.

2. El 3 de julio de 1902 se firmó en Madrid un Tratado deAmistad (B. Storer- Duque de Almodóvar del Rio, Ministro deEstadoespañol),por el que se reforzabanlos vínculosentre losdos países,regulándose,a lo largo de sus treinta y un artículos,todaclasede relacionesentreellos.

3. El 18 de mayode 1904 se fundó,bajo el patrociniodel ilus-tre hispanistaA. M. Huntington, la «Hispanic Society»,organis-mo clave parael mejoramientode las relacionesculturalesentreEspañay los EstadosUnidos.

4. El 15 de junio de 1904 se firmó un Tratadode Extradiciónentreambospaíses(Arthur 5. Hardy - FaustinoRodríguezSanPe-dro) regulandotodaclasede delitosqueseríanmotivo parapedirla extradición. Este Tratado no llegó a ejecutarsehastaque enSan Sebastián,el 13 de agostode 1907 se firmó un Protocoloqueresolvíaciertos puntos de desavenenciasurgidos de la interpre-tación del mismo.

5. Con motivo de la Conferenciade Algeciras> celebradadeeneroa abril del año 1906, la delegaciónamericana,invitada ofi-cialmente, firmó el Acta el 7 de abril, sabiendocolocarsea laaltura de las circunstanciasen relación con las conclusionesdela misma acercade los asuntosmarroquíesqueen ella se trata-ron (policía, aduanas,contrabandoe impuestos).

“ Morales Lezcano,Víctor, El colonialismohispano-francésen Marrue-cos (1898-1927).Madrid, 1976, p. 24.

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En la Conferenciade Algeciras participaron trece potencias-Españaactuó de árbitro entre Gran Bretañay Francia.La opi-nión francesa,previo acuerdocon el Gobierno español>respectoa la forma de repartir el territorio marroquíen zonasde influen-cia, fue apoyadapor los EstadosUnidos, Rusia,Italia> GranBre-tañay España.Con esta Conferencianuestropaís volvía a recu-perarpartede su perdido prestigioy pasabaaocuparun puestode cierto relieve en la escenainternacional.La Conferencianosólo fue favorablepara Españaanivel político o territorial, sinoque tambiénsupusoun granimpulso moral paratodo elpuebloespañol18

6. En 1908 se firmó un Tratadode arbitrajecon los EstadosUnidos,que se inspiraba en los artículos 9 al 36 del Conveniode La Haya de 1907 parael arreglopacífico delos conflictos inter-nacionales.Este Tratadofue mástarde completadopor otro, fir-madoen Washingtonel 15 de septiembrede 1914 (señorRiaño yel Secretariode EstadonorteamericanoBryan, notable pacifis-ta), y ratificado el 23 dc noviembre del mismo año, resultandodecisivo parala solución de conflictos entre ambospaíses.

7. Cabedestacar>por su especialsignificación, la presenciaen Españade unaComisiónExtraordinariaenviadapor los Esta-dos Unidos en 1908 con motivo de la celebracióndel CongresoInternacionalde la Guerra de Independenciaen Zaragozaparaconmemorarel centenariode la luchacontra el agresornapoleó-nico.

8. Como borrón aislado en esta cadenade acontecimientoscabríacitar el discurso pronunciadopor el Secretariode Esta-do Ph. Knox> con ocasiónde suvisita a las Antillas el 11 de abrilde 1913,en el queaireóel temadel 98, motivandola presentaciónde una solemneprotestadel Gobiernoespañoly la inmediatape-tición de excusaspor partedel americano.

9. Finalmente>en septiembrede 1913,apeticióndel Gobiernonorteamericano,seelevaronacategoríade Embajadaslas respec-tivas representacionesdiplomáticasen ambospaises> siendoen-viado aMadrid Mr. JosephWillard, quedesempeñaríasu puestohasta 1921, y aWashingtonadonJuan Riaño, queya habíasidoMinistro desde1910.

“ Renouvin, Pierre,Historia de las relacionesinternacionales.Tomo II.Madrid> 1960, p. 494.

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Al producirsela declaraciónde guerra de las Potenciasalia-dascontra las Centrales>el Gobiernoconservadorde Dato> me-dianteReal Ordende 7 de agostode 1914, proclamabala neutra-lidad absolutade los súbditosespañolesen la 1 GuerraMundial,reconociendola deficientepreparaciónde nuestrosejércitosy elpeligro queparanuestroterritorio podría suponerunaparticipa-ción españolaen el conflicto. En el plano económico, la inter-vención de Españahubierasido funestadadala inestabilidad denuestraeconomía. Idéntica posturaneutral fue observadaporlos EstadosUnidos, cuyos Secretariosde Estado,Bryan primeroy RobertLansing,a partir de julio de 1915 pusieronrepetidasve-cesde manifiestosu solidaridady estrechasrelacionescon el Go-bierno de Madrid, cuyos interesesmilitares> estratégicosy eco-nómicosseveían igualmenteamenazadosque los de los EstadosUnidos en los teatrosde la contiendapor las accionesagresivasde los submarinosalemanes.

El 21 de diciembre de 1916> el PresidenteWilson se decidióa respaldarlos intentospacificadoresdel Rey Alfonso XIII> yenvió unanotaa Madrid queno suponíaya la interposicióndebuenosoficios de mediación,sino la comparaciónde fines comu-nesentreEspañay los EstadosUnidos> con ánimode iniciar unaacciónpor la quese llegaraa la pacificación.El Gobierno de SuMajestad contestóel 28 de diciembre del mismo año, alabandola iniciativa de Wilson pero inhibiéndosede llevar a cabo cual-quieracciónconcreta—por el momento—,considerándolade todopunto ineficaz.

Cuandoen el año 1917 los EstadosUnidos declaranla guerraa las Potenciascentrales,seproduceun giro hacia unacolabora-ción todavíamás estrechacon España,aunquepreservandosiem-pre su voluntaden cuantoala neutralidad.Sin embargo,por ne-cesidadbélicaslos EstadosUnidos se verían obligadosa limitarsus exportacionesde carbóna España,mientrasésta hiciese lomismo con su mineral de hierro hacia GranBretaña. Igual ocu-rría con el algodón y el petróleo,pero dejandosiemprea salvoquela limitación del comercionuncapodíaconsiderarsecomo unembargo.Las exigenciasbélicas,y no unasanción,motivabanlareducciónde suministros.

Ante la necesidadde llegar a un acuerdocomercialque, porla vía de una Juntade Comercio Bélico> regulaseel intercambio

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recíprocode licenciasy permisosde exportación,y no llegándoseasolucionesconcretasen estamateria,se pusieronen vigor lasproclamaspresidencialesnorteamericanasde 9 de julio y de 27de agosto>por las quese prohibía la exportaciónde una lista,deproductosnecesariosparael esfuerzobélico> y por telegramadelDepartamentode Estado,de 8 de enero de 1918> se procedió alembargode dichosproductosa España.

El .7 de marzode 1918 se llegó aun arreglo comercialcircuns-tancialparael incrementode las relacionescomercialesentream-bos paísespaliandolos efectosproducidospor el telegramadel8 de enero,y, finalmente> el 29 de agostose firmó en SanSebas-tiánun acuerdofinanciero>complementodel arreglo anterior,porel que se poníanen circulación créditosy letrasde cambio,vién-dose implicadosen dicho acuerdo:por parteespañola,el BancoUrquijo y el Banco de Barcelona>y, por parte norteamericana,el Banco quedesignaseel Departamentode Hacienday el Bancode la ReservaFederal.

El 11 de noviembre de 1918 se firmó el armisticio> y Españamanifestósu voluntadde participar al lado de las demáspoten-cias en la Conferenciade Pazde diciembrede 1918. Fracasadoelintentode unaentrevistaWilson-AlfonsoXIII en la Rábida>Roma-nones, acompañadode Willard, embajadornorteamericanoenMadrid, fue recibido por Wilson en París el 18 de diciembre de1918. En la entrevista,Romanonesdejó clara suvoluntadde frus-trar las pretensionesde Franciaen la zonaespañolade Marrue-cos; logró acallarla agitacióncatalana(SemanaTrágicade 1917)>fomentadapor las ideas de Wilson sobrela libertad de los pue-blos paraelegir su propio destino;y colocóel nombrede Españaa la alturade las demásnacionesquesehallabanen situacióndedecidir el futuro de Europa.

En cualquiercaso>las relacionesentre Españay los EstadosUnidos se verían pronto inmersasen un vacio profundo> puesante las negativasdel Congresoamericanoen cuanto a aprobarel ingresodelos EstadosUnidosen la Sociedadde Naciones,Wil-son desaparecióde la escenapolítica, sumiéndoseen el silencio>y sus sucesivossustitutos>los PresidentesHarding y Coolidge,no consiguieronromper el aislamientoexterior americanoni sudesinteréspor los problemasde Europa.Finalmente,en 1921 ce-sabaWillard como embajadornorteamericanoen Madrid y con

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él su positiva labor como gran amigo de España,desempeñadadesde1914.

En el plano mundial, tras la firma del Tratado de Versalles,Españase adhirió al Pactode la Sociedadde Naciones,medianteLey de 14 de agostode 1919, y también aceptólas estipulacionesde la 0.1.T. La adhesión pasó a ser firme el 10 de enerode 1920’~.

Comoconclusiónal periodo del Rey Alfonso XIII, hemosob-servadoque la política exterior de Españase caracterizapor unvigoroso impulso de las relacionescon todo el continenteameri-cano, siendo éstas particularmentecordiales con América delNorte. En cuanto a Hispanoaméricatambiénse fomentaronloslazos de unión, pasandoEspañaa erigirse en cabezáde puenteentreEuropay América,desarrollándoseel flujo de recursoseco-nómicosdesdela Península.

El 13 de septiembrede 1923, a raíz del golpe de Primo de Ri-vera,consideradodesde el principio por la opinión americanacomo un golpea la democraciay unatraición de Alfonso XIII asu juramentode 1902, las relacionesentre los dos paisesinicianun período de tiranteces cuyos hitos podrían resumirse así:1) En el año 1924 se creó la CompañíaTelefónica Española>filial-de la 1. T.T, pero cuandolas relaciones,por la vía de lo econó-mico, parecíanmejorar, en virtud del Decreto de 28 de juniode 1927 se creó la C.A. M. P. 5. A.> que> por su condiciónde mo-nopolio,provocó el boicot económicode la Shell y la StandardOil; 2) En 1926, trasdieciséisaños de gestión,cesó Riaño comoembajadoren Washington>siendo sustituidopor don AlejandroPadilla, quien al poco tiempo de su llegada inaugurabael Pabe-llón Españolen la Exposiciónde Filadelfia de octubrede 1926;3) Tal vez porel precarioestadode las relacionescon los EstadosUnidos durantela Dictadura, Españano firmó en 1928 los trata-dos bilaterales de arbitraje> ajustandolos de Root de 1908 yBryan de 1914 a los nuevosrecursosde arbitraje y conciliaciónde la Sociedadde Naciones;4) Sin embargo>el 10 de mayo de1929, los EstadosUnidos fueron especialmenteinvitados a la Ex-posición Iberoamericanade Sevilla, pesea quesietedíasdespués

‘> Sote, G., «La incorporaciónde Españaa ¡a Sociedadde Naciones».Hispania,132. Madrid, 1976,Pp. ¡31-169.

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habíantambién de asistir a la ExposiciónInternacional de Bar-celona. Relaciones,pues,espasmódicasdurantela Dictadura, ti-rantesy superficiales,con mejoría a medida que se aproximabael final de la misma.

La II Repúblicaespañolafue instauradael 14 de abril de 1931,siendoacogidacon alborozoen los EstadosUnidos, por corres-pondera suideal de forma de Estadocon plenitud.Irving Laugh-ling y ClaudeBowersfueron los dos embajadoresnorteamerica-nosduranteesteperíodo>plasmandoel segundosu visceral repu-blicanismoen su libro «My Mission to Spain»> editadoen NuevaYork en 1953. Sin embargo>la política de acercamientoal NuevoMundo sufrió un retrocesode 1931 a 1936, periodoen queEspañacarecíarealmentede una verdaderapolítica exterior seria y bienestructurada.Ello se debió, en gran parte, a los muchosproble-masinternosespañolesquenecesitabanunaatenciónprioritaria.

Entre los hechosquecabe destacarse encuentranlos siguien-tes: En primer lugar> el 10 de diciembrede 1931 se envió a lasCortesun Proyectode Ley por el que se expropiabanlos intere-sesamericanosen la CompañaTelefónica. Hubo momentosver-daderamenteconflictivos, sobre todo en el año 1932 cuando sequiso anular el contrato. El Proyecto fue retirado, tras ciertaspresiones.En segundolugar, por Decretode 22 de diciembrede1931, sedispusoaplicar a los productosnorteamericanosel siste-ma de contingenteso cuotas,viéndoseNorteaméricadiscrimina-da por la política españolade tarifas, y privadadel trato de na-ción másfavorecidaen sus relacionescon España.El PresidenteHoover amenazóentoncescon hacer lo propio en España,cui-dandosiemprede distinguir las quejas de un lado y las nego-ciacionesseparadaspor productos,de otro, por considerarlosasuntosindependientes.Finalmente,no se llegó a ningún tratadocomercial.

El 18 de noviembrede 1932, un nuevoproyectodecidíala na-cionalizaciónde la CompañíaTelefónica y la anulacióndel con-trato con los EstadosUnidos.El 23 de noviembre,el Gobiernonorteamericanopresentóunanota de protesta,y el 7 de diciem-bre se retiraba el proyecto.

El 12 de junio de 1934, el PresidenteRooseveltobtuvo auto-rización del Congresoparaelevaro reducir las tarifas aduanerasexistenteshastaun 50 por 100 para aquellasnaciones,queestu-

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vieran dispuestasa otorgarconcesionesrecíprocas.El 13 de sep-tiembrede esemismo año se produjo un canje de notas,conce-diendo mutuasgarantíascomercialesen esperade un ya próxi-mo tratado,pero el 18 de agostode 1936, el AlzamientoNacionaltruncó dicha posibilidad.Cuandoen noviembrede 1934 accedióla C. E. D. A. al poder> la balanzacomercialespañolacon los Es-tadosUnidos presentabaun déficit de 300 millones de pesetas.La necesidadde un tratadocomerciala basede concesionesrecí-procasera manifiesta.

En esteperiodo brilla en la Sociedadde NacionesSalvadorde Madariaga.De 1932 a 1934 fue nuestro embajadoren Parísy centrode todas las gestionesentreEspañay cl altoOrganismointernacional. SeñalaJuan Carlos Pereiraque: «Nuestra labor>heredadadel periodoanterior>paraconsolidarla Sociedadde Na-ciones fue continua> responsabley de acuerdoa los principiosinternacionalesde la II República»20

El 18 de julio de 1936 estallóla guerracivil en España,reper-cutiendoampliamenteen laescenamundial debidoanuestraubi-cación geográficaen el Mediterráneo;a la posible intervenciónde nuestropaísen una previsibleconfiguración internacional,enbasea la escisión política e ideológicadel continenteeuropeo;y al deseointervencionistadevanaspotenciasque teníanpuestossus ojos en nuestroterritorio patrio.

Miguel Angel Aguilar Tremoya, miembro del Instituto Inter-nacionalde Prensa,dice que:«Lo quese llamó la no-intervención,más bien fue la farsade la no-intervenciónen la guerra civil es-pañola;y frenteaesafarsade la no-intervenciónde las potenciasdemocráticas,la clara, la decisiva ayudade la Alemania nazi yde la Italia fascistaa la sublevaciónmilitar. Y esa ayudaademáscanalizadano a cualquierade los miembros de la Juntamilitar>sino precisamenteen favor de un general>el generalFranco»21

La guerracivil hizo quela intervenciónde otras potenciasensuelo españolfuese una realidad. Los dos bandoscontendientesprecisabande la ayudaprocedentede otros paísesdebidoa la es-

Pereira,JuanCarlos, ob. cit., p. 167.21 Aguilar Tremoya, Miguel Angel, «Origen, función y perspectivasde

los Convenioshispano-norteamericanos».Realidadesy posibilidadesde lasrelaciones entreEspafia y Américaen los ochenta.Ediciones Cultura His-pánica.Instituto de CooperaciónIberoamericana.Madrid, 1986, p. 17.

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casezde mediosqueambossufrían. Hugh Thomasdice que: «Hade quedarperfectamenteclaroque fueronlos mismosespañolésquienesdesearon’e incluso imploraron la ayuda del exterior, yno las potenciasde Europaquienesinsistieronparaintervenir»

Ante el Alzamiento,el Congresode losEstadosUnidós decidióabstenersede apoyara uno u otro bando,peromantuvo relacio-nesdiplomáticascon el Gobiernorepublicanohastael 31 de mar-zo de 1939. Quienes defendieronlos interesesnorteamericanosdurantela contiendafueron Bowers>hastael 1 de marzode 1939,viviendo en SanSebastián,primero,y luego en SanJuande Luz;Eiic C. Wendelin,Secretariode Embajada,y Walter C. Thruston,Consejero,en Madrid, y CharlesA. Hay, como Cónsul en Sevilla.Por parte republicana>don Fernándode los Ríos, acreditadoenWashington,y por partede los sublevadosy en calidadde agenteoficioso, don JuanFranciscode Cárdenas.

La Ley de Neutralidadamericana,de 31 de agostode 1935,no era aplicableen lo relativo al embargode armasy municiones,por tratarse,como ocurría en España>de un casode guerraqueno se producíaéntre dos naciones.Era unaguerra civil, y, portanto,nadaimpedía el envíode armamentoa uno u otro bando.El 5 de agostode 1936> sin erñbargo,el Gobiernode los EstadosUnidosdeclaró suno intervenciónde acuerdoconel compromisoadquirido al haberfirmado la Convenciónde la ConferenciaPan-americanade Montevideoen 1933. Además>los EstadosUnidosaprobaronlas decisionesdel Comité Internacionalde no-interven-ción, cuyaprimera sesiónse celebróen Londresel 9 de septiem-bre de 1936.

El 8 de enero de 1937, el Congresonorteamericano,por reso-lución conjunta,con un sólo voto en contra, resolvió enmendarla Ley de Neutralidadde 1935 para no tenerqueaccedera peti-ciones privadasde permiso de exportaciónde armas, como yahabíaocurrido. Se permitiría el envio de médicosy enfermerasalistadosa la Cruz Roja americana,pero no el de unidadesmé-dicas independientes.

Los voluntarios de la Brigada Lincoln, siempre de acuerdocon las medidasadoptadaspor el Gobiernonorteamericano,iri-fringirían con sus accionesel CódigoPenalamericano.Finalmen-

22 Thomas,Hugh, La Guerra Civil española.París,1967, p. 241.

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te, cl 29 de febrerode 1936, se renové la Ley de Neutralidadde1935. EstaLey debíaexpirar el 1 de mayo de 1937, pero, tras es-tudiarsesu puestaal día, se le otorgócarácterpermanentejuntocon dos proclamacionesen las que se regularonel problema dela definición de las armasquepodíano no enviarse,así como eldel embargoen si.

En e] otoño de 1937, tras seriasdudas, el PresidenteRoose-velt, previa consulta a sus embajadoresen Europa, decidió noembargararmasa Alemaniae Italia, cuya ayuda a los sublevadosespaño]asera creciente.E] 19 de noviembre de esemismoaño,don Fernandode los Ríos presentóunanotade protestaa la Se-cretaríade Estado,alegandoque la no intervenciónpor parte delos EstadosUnidos eracontrariaal espíritu del Tratadode Amis-tad de 1902. Se le contestódiciendoque las Leyes de 8 de eneroyde 1 de marzode 1937 hacíanimposibleel levantamientodel em-bargo.

Tras las entrevistasdel Cónsul en Sevilla, Bay, con el Go-bierno de Burgos, en abril de 1938, aquél solicité de dicho Go-bierno quese otorgaraa los funcionadosconsularesamericanoslas facilidades querequería el desempeñode su misión en laszonasocupadaspor Franco.Por su parte,el Gobiernode Burgossolicitó el 21 de mayo el reconocimientodel Gobiernonorteame-ricano al agentedel generalFrancoen NuevaYork, paraun mejorarreglo de las cuestionesde interés mutuo.No obstante,el 16 dejunio del mismoaño, el Secretariode Estadocontestódesalenta-doramente,alegandola imposibilidadde otorgarigual trato a ungobiernocon el que manteníarelacionesdiplomáticasquea otrocon el que dichasrelacionesno existían.

Despuésde algunos problemasreferidos al asilo diplomáticoy al canje de prisioneros,el 28 de marzode 1938 cayóMadrid, yel día 31 se cerró la Embajadarepublicanaen Washington.Eldía 1 de abril, los EstadosUnidos solicitaronel establecimientode relacionescon el Gobierno de Franco, e inmediatamenteseprodujoel intercambiode embajadores:WeddellaMadrid y Cár-denasa Washington.(RamónSerranoSúñerescribiósobreel pri-mero: «ConMr. Weddell, el primer embajadorde losEstados.Uni-dos, habíatenido,en los tiemposde mi estanciaen Gobernación,una relación francamenteamistosa.Era un hombre simpático.Mejor diría que era un matrimonio simpático,puesto que con

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la señoraWeddell constituían—como en otro tiempo los Faup-pel— un matrimonio embajador’>)W Por último, el PresidenteRoosevelllevantóel embargode armasa Españay ésta se com-prometióano dañarlos interesesnorteamericanosen su territo-rio; a abstenersede represaliasy ejecucionespolíticas; y aponeren libertad a los «leales»encarcelados.

En 1938> año de Munich, Franciaperdió su influencia tradi-cional en Europa. Casi todos los paíseseuropeosobservabanaAlemaniay reflexionabansobresu crecientefuerzapolítica. ParaRamónSerranoSúñer,«los EstadosUnidos,pesea sus inmensasriquezasnaturalesy a su ingentecapacidadtécnica e industrial,no ofrecían>entonces,soluciónalgunani supolítica permitíacon-tar con su futura intervención,puessi el PresidenteRooseveltnose cansabaen su orientación intervencionista,el pueblo, en sumayoría,permanecíafirme en su actitud aislacionista.Y la ver-dades que sin el factor estadounidensepodiaseasegurardesdeMunich —aun contando con la asombrosaresistenciainglesa—que GranBretañay Francia estabanperdidas,irremisiblemente,en una guerraen Europa»24

Con Francoya comoJefedel Estadoespañol,en marzode 1939se firmaron los Tratadosdc Amistady No Agresión con Portugal,y de Amistad hispanoalemán.En ese mismo mesEspañase adhi-rió al PactoAnti-Komintern, produciéndoseasí un vínculo secre-to de Españacon el Eje, ya queel GeneralFrancono erapartida-rio de comprometerÉede forma oficial ál no estaren condicio-nes de menospreciarla posible ayudaeconómicadel bloque oc-cidental, tan necesariaparasacara Españade las ruinas en quese hallaba.

El 1 de septiembrede 1939,al estallarla SegundaGuerraMun-dial, Francoseapresuréa lanzarun llamamientoparala limita-ción y localización del conflicto. Los EstadosUnidos contestaronsolidarizándosecon la iniciativa española.En los primerosmesesde laguerra>el GeneralFrancoadoptóunapolítica de neutralidad«forzosa»,motivadapor los problemasde índole interna~. Noobstante,la actitud españoladio un giro con el acuerdodel Con-

“ y ~ SerranoSúñer,Ramón,Entre Españay Gibraltar. Ediciones Nau-ta, 5. A. Madrid, 1973, pp 355 y 239.

Morales Lezcano, Victor, .xNeutralidad y no beligerancia en la Españadel siglo xn, en Historia 16, 53. Madrid, 1980, pp. 11-12.

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sejode Ministros celebradoel 12 de junio de 1940, especificandoque: «Extendidala luchaal Mediterráneopor la entradade Ita-lia, en guerra con Franciae Inglaterra,el Gobiernoha acordado

- 26la no beligeranciade Españaen el conflicto» -

Los hitos másinteresantesde esteperíodoson los siguientes:

- Cárdenasentablé negociacionescon el DepartamentodeEstadopara obtener,por mediación norteamericana,la protec-ción delcomerciohispano-norteamericanoperjudicadopor las res-tricciones impuestaspor Gran Bretañapara la navegaciónen elAtlántico. La respuestaobtenidafue favorable, y, salvo algunasdificultades—como la de los Navycerts—,el comercioentre Es-pañay los EstadosUnidos fue muy ventajosoen 1939.

2. El 7 de septiembrede 1940Weddell solicitó a su GobiernoayudaparaEspaña(trigo, algodóny gasolina),dadoslos momen-tos críticos por los queatravesaba.De no concedersetal ayuda,Españase vería forzadaa acudir al Eje, junto al que,por el mo-mento,se resistíaa entrar en Guerra.Los EstadosUnidos pusie-ron algunascondiciones: la no reexportaciónde los bienes reci-bidos: la obtención de resultadoseconómicospositivos y dura-deros; la distribución de los envíospor la Cruz Roja norteame-ricana, y que aparecierainformación detalladaen la prensaes-pañola.

El momentopsicológicoera importantísimo.El 17 de octubrede 1940 Serrano Súñersustituíaa Beigbederen el Ministerio deAsuntos Exterioresespañol.El 20 de octubredel mismo año secelebró la célebreentrevistade Hendaya, con Franco y Hitlercomo principalesprotagonistas;y, anteel giro de la política espa-ñola hacia el Eje, los envíosnorteamericanosa Españafueronsuspendidos,siendoinútiles las garantíasofrecidasa Weddell dequeEspañano entraríaen guerra.

El Eje se cierne sobre España(OperaciónFélix; Bordighera,Berchtesgaden;viaje de Canariasa Madrid), pero, finalmente,el 7 de enero de 1941, ante las presionesinglesas,se firmó unAcuerdoanglo-americanopor el que la Cruz Roja enviaríaa Es-paña,al igual que a la Franciade Vichy, contingentesde harinay productoslácteos.Nada seresolvió, sin embargo,sobrela con-

Boletín Oficial del Estado, 12 de junio de 1940.

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cesiónde créditosnorteamericanosaEspañaparaqueéstaadqui-rieseproductossobrantesamericanos,de los que tantanecesidadtenía.

3. Los exiliadosrepublicanosespañolesen los EstadosUni-dosy las campañasde prensacrearonunestadode opinión con-trario a la ayudaanuestropaís.La tirantezy el distanciamientoprogresivoparecíanplasmarseen las frías relacionesWeddell- Se-rranoSuñer.Sin embargo,en basea la petición personalde Fran-co, el 6 de octubrede 1941, anteel embajadornorteamericano,elGobiernode Washingtondecidió abasteceraEspañade productosde primeranecesidad—a cambiáde otros que Españales suml-nistraría—,bajo la doble condiciónde no reexportarlosal Eje yde admitirel control de agentesnorteamericanosvigilandosu dis-tribución en territorio español.

El ataquejaponésa PearlHarbour,el 7 de diciembrede 1941,y la entradade los EstadosUnidos en guerrasupusieronla sus-pensiónprovisional del enVío. Pesea todo, tras la revisión delsistemade control —sustituyéndolopor otro de vigilancia mixtainglesa,americanay española—,se iniciaron, de nuevo las nego-ciacionesbilaterales,que culminaríanen el Acuerdo firmado el5 de mayo de 1942.

4. En abril delmismo año,Weddelldimitió; le sustituyóCarl-ton Hayes como embajadoren Madrid, iniciándoseuna nuevaetapaen las relacionesentreambospaíses.

No debemospasarpor alto que en junio de 1941 Hitler habíaavanzadosobrela Unión Soviética,iniciándoseasí la participaciónespañolaen la guerramundial.La llamadaDivisión Azul dirigidapor Muñoz Grandes,con unos 18.000 soldados,fue enviada alfrente ruso,permaneciendoallí desdeoctubrede 1941 hastafina-les del año 1943. Mientras tanto, los Estados.Unidos condenaronestaactitud de Españay pensaronen aliarsecon Gran Bretañaparaocuparpartedel sueloespañol.El Gobiernode Londrespusotrabasal comerciocon nuestropaísy cesaronlos créditosde susBancos.

En 1942 la posturadel Gobiernoespañola favor de Hitler fuecambiandocon la intervenciónde los EstadosUnidos en el con-flicto; Jordanareemplazóa SerranoSúñer.El desembarcode losaliados en Africa y el envío de la célebre carta del PresidenteRooseveltal GeneralFranco,asegurándoleel respetode la nen-

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tralidady de la integridad del territorio español,fueron factoresque influyeron decisivamenteen el giro dado por nuestro Go-bierno, apoyandoa los aliados: se pusierontrabasa los subma-rinos alemanesy se permitió queel Gobiernode Washingtonms-talara Consuladosen las ciudadesde Ceutay Tánger.

Caríton Hayes (que nos legó sus memoriasen su «WartimeMission in Spain»,Nueva York, 1945),profesorde la Universidadde Columbia,desempeñóuna labor prácticay posibilista en Es-paña,defendiendolos interesesde su Gobiernopero compaginán-dolossiemprecon la estrictainterpretaciónde la neutra]idades-pañolay su significado. Presentósus cadascredencialesel 9 dejunio de 1942; y el 3 de septiembre,el Condede JordanasustituíaaSerranoSúñeren la carterade Exteriores.

La primera actuaciónimportantede Hayes fue la de disuadirasuGobierno,en el mesde septiembre,de los planes que—urdi-dos en la sombrapor Miaja y Asensio—teníaparadesembarcarun cuerpoexpedicionarioen Canarias, con la ayuda británica,como medida de precauciónante la posibleocupaciónde Gibral-tar por el Eje. Inmediatamente,Cárdenasexigió un desmentidooficial de la noticia y pronto se le dieron explicaciones.En unmensajede 2 de noviembrede 1942, el Gobiernonorteamericano,por bocade Hayes,garantizólano violación de la soberaníaterri-torial española.

Seis días más tarde, sin embargo, tras una larga noche deincertidumbres,HayesentregóaFranco,de madrugada,unacartade Roosevelt,anunciandola ocupaciónestratégicallevadaa cabopor los aliados,de las posesionesfrancesasen el nortede Africa.España,se decíaen la cada,nada debíatemer, y se le ofrecíanplenasgarantíasde que los EstadosUnidos respetaríansu neu-tralidad.

El tránsito por territorio españolde refugiadosfrancesesha-cia Argel, así como el buentrato concedidoa los refugiadosame-ricanos,estrechabanlas relacionesde amistadentre los EstadosUnidos y España,quea cambio exigíaqueno seatacasea Cana-rias. El cierre de la frontera de los Pirineosa personassin docu-mentaciónlegal —dadala angustiosasituacióneconómicade Es-paña—,queserealizó el 25 de marzode 1943,acabótambiénpron-to, trasunanota de protestapresentadapor Hayes. Las órdenesde devoluciónde refugiadostambién se suspendieron.

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Dos acontecimientosvienen a completarla historia de esteperíodo:

1. El 29 de julio de 1943, con ocasiónde su entrevistaen ElPardo,Rayespidió a Francoel cesede la propagandacontra losaliados en la prensaespañolay la retirada de la División Azuldel territorio soviético. Pero para Jordana,lo mismo que paraFranco,los ataquesaRusia eran ataquesal comunismo,y forma-banaúnpartede la «cruzada»de liberaciónnacional contradichosistema.ParaRayes,la Unión Soviéticaera una PotenciaAliaday no conveníainvolucraría en las reminiscenciasideológicas deunacampañaya cóncluida.

2. Fueentoncescuandose desencadenóla llamada «batalladel wolframio» —tema estudiadopor Meddlicot, entreotros mu-chosautores—,que tantasconsecuenciastraeríaparalas relacio-nesentre Españay los EstadosUnidos.Cuandose habíaninicia-do las conversacionespara la suspensiónde las exportacionesdeestemineral (muy preciadopara efectos bélicos) por parte deEspañaal Eje, el Gobiernode Washingtonutilizó el pretexto deun incidente marginal paraforzar sus exigenciasa nuestro paíshasta límites insospéchados.

En efecto, el 25 de octubrede 1943, el Gobiernode Madridenvió un telegramade felicitación a Laurel,colaboracionistafili-pino, con ocasión de su subidaal poder en la administración«quisling>’, apoyadoy colocadopor los japoneses.Inmediatamen-te, el Gobiernonorteamericano,indignado, exigió a España: elembargototal de las exportacionesde wolframio al Eje; la liber-tad para los buquesde guerray mercantesitalianos, y la expul-sión de los agentesalemanesen Tánger. Las notas de Cárdenas,de 29 y 30 de octubre,dandoexplicacionesy negandoqueel tele-gramaa Laurelsignificaseel reconocimientode la independenciade la RepúblicaFilipina, sirvieron de mtiy poco.

De nuevo,la intervenciónde Rayesresulté decisiva.El 11 denoviembrede 1943 envió unanotaaWashingtonintentandoápla-car la gravecrisis y proponiendosolucionesintermedias,razona-bles y compensatorias.Washingtoncontestóamenazandocon re-ducir el suministro de petróleoa Españay regular su distribu-ción en la Península.El mesde febrerode 1944, antelas respues-tas dilatoriasde Madrid, se suspendierontodos los envíos de pe-

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tróleo procedentesde los EstadosUnidos. Finalmente,ante lapresión de GranBretaña,que discrepabaradicalmentecon losEstadosUnidos en este temay que estuvoa punto de rompersus relaciones,el 29 de abril de 1944 se llegó a un acuerdodefi-nitivo de reducciónprogresivade las exportacionesespañolasdewolframio al Eje, acuerdoqueen julio se hizo inútil por la inva-sión de Normandía,que supusoya el corte radical de dichossuministros.

Paracomprendermejorel giro en la posturadel GeneralFran-co, debemosrecordarque él mismo habíadicho que: «El con-flicto entrelos dos bandostienedos vertientes: la lucha contraRusia,a la queprestasu apoyola División Azul, y la luchaentrelos aliadosy el Eje, en la cual la no beligeranciaespañolase mcli-na hacialos primeros.»Por fin, el 1 deoctubrede 1943 el Gobiernoespañoldeclarabanuevamentela neutralidadespañola,y el 3 denoviembrela División Azul abandonóla Unión Soviética.El cam-bio en la actitud del Jefe del Estadoespañolcon respectoa unacercamientototal hacia los aliadosy su alejamiefitode Musso-lini y de Hitler lo observamosen el acuerdosecretoentreEstadosUnidos,GranBretañay España,el 2 de mayode 1944, por el queEspañareduciríaal máximolas exportacionesde wolframio aAle-mania,obligaría a los agentesalemanesa queabandonarannues-tro país,haría regresarsus soldadosen la Unión Soviética,cerra-ría el Consuladoalemánen Tánger,pondríafin a la misión japo-nesay ayudaríaalos EstadosUnidosy aGran Bretañaen cuantoa la exportacióny comprade ciertasmercancías,así como a lafacilidad que debíabrindarles nuestroGobierno en lo referentea medidasmilitares.

Con ello Españase asegurabatambiénel queesasdos poten-cias volvieran a enviarle el petróleodel que carecíay tantonece-sitaba. Igualmente,en mayo de 1944, la CorporaciónComercialAmericana, compradoradel wolframio español, fue autorizadaparainvertir en nuestropaís145 millonesde dólares.En septiem-bre del mismo año JoséFélix de Lequericapasóa ocuparla car-terade Exteriores,produciéndoseun mayoracercamientocon losaliados. Sin embargo, debido a la discrepanciaideológica deRoosevelty de Churchill con respectoal GeneralFranco, basán-dose en la ayudaque ésteúltimo habíaprestadoal Eje, le hicie-ron saberqueun gobiernode codefascistaseríaexcluido de la

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comunidadinternacional.De este modo, terminadala II GuerraMundial, Españase vio obligada a aceptarun aislamientofor-zoso,impuestopor las grandespotenciasdel bloqueoccidental.

CuandoLequericareemplazaal Condede Jordana,por muertede éste,en agostode 1944, tambiénRayes le presentóuna seriede demandas—tendentessiempre a la ruptura total de Españacon él Eje—, quesefueron progresivamentesatisfaciendoduran-te el breveplazoquele restabadeestanciaen nuestropaís.El 9 denoviembre Hayespresentósu dimisión a Roosevelt,incorporán-dosea su labor docente.Pronto seríasustituido por Norman Ar-mour, llegandoéstea Españael 11 de mario de 1945. Rooseveltescribió a su embajadorunacartaen la queponíade manifiestolas reticenciasfuturas para aceptaren la Comunidadde Nacio-nesa «Gobiernosque, habiendoapoyadoal Eje, se fundaranenprincipios fascistas».

Paralelamente,la presiónde la propaganda,la opinión públicay la voluntad popular en contra de España,se iban filtrando alos mediosoficiales amedidaqueel resultadode la contiendasedecantabahacia los aliados. Por lo demás,en abril de 1945 Tru-mansustituyóa Roosevelten la presidenciade los EstadosUni-dos; y en el mesde julio de esemismo año,ClementAtlee reem-plazabacon su gobierno laborista al conservadorChurchill enGran Bretaña.En el mesde octubre, las eleccionesgeneralesenFrancia dieron a los comunistasmás de la cuartaparte de losescañosen la AsambleaNacionaly condujerona suparticipaciónen el Gobierno. Todo estoinfluyó decisivamenteen los aconteci-mientos que se irían desencadenandosucesivamente.

En la Conferenciade SanFrancisco,celebradadel 15, de abrilal 26 de junio de 1945,cuandoseredactóla Cartade las NacionesUnidas,el delegadomejicano, señorQuintanilla, consiguióla au-torizaciónde la Comisión Primera para quese añadieseal Pro-tocolo la siguientedeclaración:«Queel párrafo segundodel capí-tulo II de la Carta no puedeaplicarseaaquellosEstadoscuyosregímeneshan sido establecidoscon ayuda de las fuerzas arma-das de paísesque han combatido contra las NacionesUnidas,entanto queesosregímenescontinúenen el poder»Además,Quin-tanilla solicité de. la Conferenciala repudiacióndel RégimendeFranco y el reconocimientodel GobiernoRepublicanoen el exi-

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íío, como único legitimo y con capacidadde representacióndelpuebloespañol.

Durante la Conferencia de Postdam(julio-agosto de 1945),Stalin condenéabiertamentea España,pero Churchill y Trumanse mostraronmenosrigurosos,aunqueunánimesen que el temade Españadebíaser tratadoen los Ministerios de Asuntos Exte-riores. Se prohibía la intervención en los asuntosespañoles;lospaisesoccidentalesluchabanpor la democracia;igualmenteseacordóno facilitar la entradaespañolaen las NacionesUnidas.

El 5 de agostode 1945 el Gobierno españolpublicó una notaen la que rechazaba,por injustas, las calumniasvertidasen laDeclaraciónfinal de la Conferenciade Postdam,afirmandosuvo-luntad de seguircontribuyendoal mantenimientode la paz en elmundo. Asimismo declarabasu intenciónde no mendigarpuestoalguno en las Conferenciasinternacionales.El 21 de noviembrede esemismo añodimitía Armour. Con la declaraciónde Postdamsepusieron los cimientosa la condenaoficial de España.Todoslos actos de hostilidad posterioresfueron argumentadosen sujustificación con la declaraciónmencionada.

El profesorfrancésde la Universidadde Burdeos,JacquesSou-beyrol, ha defendidoreiteradamentela tesisde que «espocoseriosostenerqueEspañaconstituíaunaamenazaparala pazen 1946».Irónicamenteha dicho que «el régimen españolno se proponíaen absoluto reconstruir el Imperio de Carlos V». Por su parte,Alberto Llenonarty Amselem,en «Españay la ONU: la “cuestiónespañola” (1945-1950)», revista de política internacional, julio-agostode 1977, dice que: «Españaganó en la ONU la “cuestiónespañola”porque la razónno le faltó, sino que le sobró en mu-chos momentosde tan singular batalla diplomática.»

Entre los actosy medidashostilesde los EstadosUnidosconrespectoa Españapodemoscitar ~ossiguientes:

- La resolución de la Asambleade las NacionesUnidas enLondres,el 9 de febrero de 1946,por la que se recomendabaa susmiembrosobrar de conformidadcon la declaraciónde Postdam.

2. La inaudita nota tripartita de los Gobiernosde Londres,Parísy Washingtonde 4 de marzosiguiente,por la que«seespe-rabaque los dirigentesliberalesespañolesencontrasenpronto lamanerade desprendersepacíficamentede Franco».

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3. La publicación, el mismo día, del llamado «Libro Blanco»de los EstadosUnidos,en el que se incluíandocumentoscompro-metedorespara España,recogidosen Italia y Alemania. Publica-ción tendenciosay provocativapero quecreaba«ambiente»,comose deseabaen los EstadosUnidos.

4. La acusacióndel delegadode Poloniaen las NacionesUni-dascontraEspaña,tachándolade «peligro parala paz»,quepasóal Consejode Seguridady mástardeal Comitéde los Cinco, dan-do origen a: la mociónaprobadapor la Asambleade las NacionesUnidas,del 13 de diciembrede 1946, sobreel acuerdode retiradade embajadoresy ministrosplenipotenciariosacreditadosen Ma-drid; y a la exclusión de Españade los beneficiosde la ayudanorteamericanaa Europa, plasmadaen el «Plan Marshall».Des-puésde habervotado,en marzode 1948, la Cámarade Represen-tantesla inclusión de Españaen dicho Plan, el PresidenteTru-many el Departamentode Estadoobtuvieron, sin embargo,queel Senadose negaraa dar su aprobaciónal proyectode inclusiónde España.

Todasestasmedidas,ataquesy sanciones,lejos de atemorizaral Régimeny al puebloespañolestuvieronun claro efectoantipsi-cológico. España,herida en su honor, se cerrabacada vez conmásfuerzacontraelcomunismo,mientrasque,al mismotiempo,las relacionesentre las democraciasoccidentalesy la Unión So-viética sedeteriorabanen el inicio de lo que más tarde se llama-ría la «guerrafría». En los círculosoficiales americanosse em-pezó entoncesa observaruna reacción cada vez mayor a favorde España,reacciónfuerte también en los serviciosarmados yen el Senado,pero vacilanteaún y a regañadientesen la CasaBlancay en el Departamentode Estado.En virtud de la mencio-nada«guerrafría» y del contextobipolar que iba adquiriendolafaz del planeta,Españafue paulatinamenterevalorizándoseantelos ojos de los EstadosUnidos, pues su valor estratégicoresul-taba a todas luces indudable.

El viraje en la posturanorteamericanahacia Españase refle-ja ya en noviembrede 1947 cuandoen la Asawbleade las Nacio-nesUnidas se trata la «cuestiónespañola».El 10 de febrero de1948 el Gobierno francésvolvió a abrir su frontera; y el 30 demarzo de esemismo añola Cámarade Representantesnorteame-ricana quiso que nuestropaís se incluyera en el Plan Marshall

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norteamericanode ayudaa Europa.Sin embargo,la reacciónge-neral contra Españahizo que esa ayuda no fuera posibleen elcasoespañol,aunquese nos brindé la posibilidad de pedir cre-ditos a los grandesbancosestadounidenses.Por último, en abrilde 1948, Españafirmó acuerdoscomercialescon GranBretañayFrancia,y en esemismo mes tuvo lugar la firma del Protocoloentre Españay Argentina,por el quenuestropaísse beneficiabaeconómicamente.A finales de año nos visitó una misión militarestadounidense.

El 18 de enero de 1950, Dean Acheson, Secretariode Estadonorteamericano,exponía,en cartaenviadaal senadordemócrataConnally, presidentedel Comité de AsuntosExterioresdel Sena-do, sus dudas acerca de la oportunidady eficacia de la acciónrecomendadaporla Resoluciónde 1946. Achesonpropusoque losEstadosUnidos presentaranuna resolución en las NacionesUni-das,con el fin de que cesaranlas anteriorescondenasal régimenespañol.Acto seguido,dadoqueNorteaméricaestabaintervinien-do en laguerrade Corea,el GeneralFranco,en pruebade gratitudhacia Washington,mandócontingentesarmadosespañolesa Co-rea para que lucharan,junto con los americanos,contra el co-munismo.

Por fin, el 4 de noviembre de 1950, el procesode revaloriza-ción de Españay de deshieloen sus relacionesinternacionales,culminabacon una resoluciónde la AsambleaGeneralde las Na-ciones Unidas queobligabaal cesede las condenascontra Espa-ña; los embajadoresde diversospaísespodrían regresara susEmbajadasde Madrid; y se aceptabaa Españacomo miembrode las Agencias Internacionales,establecidaso puestasen con-tacto por las NacionesUnidas. (Pasamosapertenecera la FAOen 1950,y a la OrganizaciónMundial de la Salud y a la UNESCOen 1952.) Los EstadosUnidos votaron a favor de la propuesta,pero no así Gran Bretañay Francia.

El 27 de diciembrede 1950 StantonGriffis fue designadocomoembajadornorteamericanoen España,y JoséFélix de Lequericapasóa serembajadoren Washington.Se iniciaba unanueva eta-pa en las relacionesentre ambospaíses,períodoquecomenzaríacon la firma de los Conveniosde 1953.Peroantesde pasara ha-blar de dichosConveniosdebemosdestacarla visita aEspaña,en

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juliode 1951, del almiranteSherman,comenzando,de estemodo,las conversacionespara un pacto militar entreambospaíses.

El año 1953supusolaaceptacióntotal españolaen elpanoramapolítico internacional. En cuanto a nuestrasrelacionescon losEstadosUnidos, se inicia una línea ascendente,de plena intimi-dady de mutuo conocimientoy comprensión.La vacilante trayec-toria de esasrelacioneshasta1953, se irá jalonando,a partir deeste momento, de acontecimientosfundamentales,todos ellosdentro del mismoespíritu de aproximación.En eseaño sefirma-ron los Acuerdoshispano-norteamericanos,el 26 de septiembre,y tambiénel Concordatocon el Vaticano.

Alberto Martín Artajo representóa Españaen la firma de di-chos Convenios,quecon~tabande trespartes:AsistenciaTécnica,Ayuda parala DefensaMutuay Suministrosde material de gue-rra y Ayuda Económica,conun períodoestipuladode vigenciadediez años. Se establecieronlas basesaéreasde utilización con-junta en Torrejón de Ardoz, Morón y Zaragoza,así comola navalde Rota. Españarecibiría, en conceptode ayuda, 226 millones dedólaresduranteesosdiez años.En cuantoa las basesmilitaresse especificabaque losEstadosUnidospodrían«desarrollar,man-tenery utilizar zonase instalacionespara fines militares junto alGobiernoespañol,quedandobaje pabellón español,con vigilan-cia americana’>.Sobreel material bélico seestipulabasu entrega,pero «sólo podríaserutilizado cuandono interfiriera los compro-misos internacionalesde los EstadosUnidos».

Miguel Angel Aguilar Tremoyaéxplicalas razonespor las quelos EstadosUnidos firniaron esosAcuerdos: «Sonlas necesidadesde la guerrafría, sonlas nuevasconcepcionesestratégicasque laguerrafría generalas que llevan a los EstadosUnidos a firmary negociaresosacuerdoscon el régimen de Franco. Y esafirmaes, desde luego, oxigeno,vital para el franquismoque vivíá unasituación de precariedadverdaderamenteangustiosa»~‘.

La nota adicional al párrafo segundodel artículo III de losConveniosdecía: «En caso de evidente agresióncomunista queamenacela seguridadde Occidente,podríanlas fuerzasestadouni-denseshaceruso de las zonase instalaciones-situadasen territo-rio españolcomo basesde acción contra objetivosmilitares, en

Aguilar Tremoya,Miguel Angel, ob. cit., Pp. 18-19.

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la forma que fuere necesariopara la defensa de Occidente, acondición de que,cuandosurja tal situación,se comuniquen,conla máximaurgencia,suinformación y propósitos.En los demáscasosde emergenciao de amenazao de agresióncontra la segu-ridad de Occidente,el momentoy el modo de utilización de laszonase instalacionessituadasen territorio españolseríanobjetode consultaurgenteentreambosGobiernosy serándeterminadosa la vista de las circunstanciasde la situacióncreada»~.

JuanCarlos Pereiradice queesta nota adicional «significabaun chequeen blancopara los norteamericanosque duré hasta1970 y quecomprometíaa Españay a sushabitantes,en casodetensión internacional,a las represaliasbélicas de todo tipo quesurgenen estassituaciones...En suma, las basesfueron conce-bidas como auténticaszonasnorteamericanas,arriesgandola se-guridadde España,sin reforzarla defensaespañolay sin contra-partidasinteresantes.A suvez, supusola adhesiónglobalala polí-tica norteamericana,entrando en su órbita y dandounanuevacaracterísticaa nuestra acción exterior contemporánea.Estosacuerdosdieron el espaldarazodefinitivo al GeneralFrancoy nosignificaron el apoyonorteamericanoa nuestrasreivindicacionespolíticas»~.

En 1955 Españaingresódefinitivamenteen las NacionesUni-das.Los temas sobre nuestrapolítica internacionalque han ve-nido discutiéndoseestos últimos años en dicho organismohansido, fundamentalmente,el contenciosode Gibraltar, el colonia-lismo y nuestrasrelacionescon los paisesárabes.Posteriormente,Españaingresó también en la OECE, en 1958, así como en elFondoMonetario Internacionaly en el Banco Mundial, pasandoaengrosarel grupo de paísespertenecientesal GATT en 1963.

A modo de paréntesis,debemosrecordarqueFernandoMaríaCastiella, ministro de Asuntos Exteriores español,se esforzó in-tensamentepor modificar las concesionesiniciales de los Acuer-dos de 1953, queél considerabadesequilibradas.Igualmente,nohay quepasarpor alto las gestionesllevadasa cabo en Madridpor Horacio Ribero,embajadornorteamericano,que logró delVicepresidenteCarreroBlanco el cesede Castiella.

Viñas, Angel, consultar su obra, Los pactos secretosde Franco conEstadosUnidos. Barcelona,1981.

» Pereira,JuanCarlos, ob. cit., PP. 189-190.

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Por su parte,Angel Viñas,catedráticode la UniversidadCom-plutensede Madrid, dice que: «Duranteel régimen del GeneralFranco la acción exterior trató de adaptarsea un entornoqueevolucionabarápidamentea la vez quecontribuíaa mantenerlaspeculiaridadesinstitucionalese ideológicasde la dictaduraa tra-vés de la respetabilidadconseguiday de la manipulaciónde laopinión pública española.Sin embargo,el desarrollofáctico dedichaacción creó un perdurableestilo de improvisación,super-ficialidad y desconfianzacon respectoalmundoexterior...el fran-quismo logró lo que se proponía: sobreviviren un contextoqueterminósiendomenoshostil a la dictaduraquecuandoéstainiciósu evoluciónhistórica»~.

En 1959, el PresidenteEisenhowervisitó España,siendoéstala primera visita de un Presidentede los EstadosUnidos a mies-tra nación. Con ella se con~olidabanformalmentelas relacionesiniciadas en 1950, así comolos Conveniosde 1953. También en elaño 1959 el Plan de Estábilizaciéneconómicaespañolobtuvo unéxito considerable,permitiendoequilibrarnuestraeconomíay au-mentarlas reservasen oro y en divisasfuertesque tanto escasea-ban en nuestrasarcas.Con dicho plan y el progresivoaumentodel númerode turistasquevisitaron España—de los que 650.000fueronamericanosen el período 1967-1968—,la balanzade pagosespañolaquedómuy saneada.

El 26 de septiembrede 1963, los Gobiernosespañol(FernandoMaría Castiella)y norteamericano(DeanRusk) firmaron en Nue-va York unaDeclaraciónConjuntapor la quese prorrogabaporcinco añosel Convenio Defensivo de 1953, y en la que constabala necesidadde queEspañaformasepartede los arreglosde segu-ridad de las zonasdel Atlánticoy del Mediterráneo,y se establecíaunagarantíade la seguridade integridad territorialesde Españay los EstadosUnidos. Los ministrosprocedieronigualmentea uncanje de notas,creándoseun Comité Conjunto HispanoNortea-mericanoencargadode discutir los problemasde defensade inte-réscomún.Se suscribióunaCarta Económica,y, días más tarde,

“ Viñas, Angel, «La política exteriory de seguridaddel Gobierno socia-lista español».Realidadesy posibilidadesde las relacionesentre EspañayAméricaen los ochenta.EdicionesCultura Hispánica.Instituto de Coopera-ción Iberoamericana.Madrid, 1986, p. 215.

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en Washington,se verificó un intercambiode cartassobrecoope-ración científica y cultural.

A partir de la prórrogade 1963, la polémicade las basesapa-reció frecuentementesobreel tableropolítico español: desdelasposicionesgubernamentales,o paragubernamentales,hastalas te-sis sustentadaspor la oposiciónclandestina,medié una variadagama de maticesque no incidieron en el hecho decisivo de losnuevosacuerdosde 1970.

En efecto,alcaducarseotravez el AcuerdoDefensivo,Castiellay Mr. Rogers intercambiaronen Washington>el 20 de junio de1969—tras arduastentativas,que se prolongaronduranteun año,y en las queEspañaadopté una posturanacionalista,exigiendomayores garantías—,sendasnotas diplomáticaspor las queseprorrogabael Conveniode 1953 hastael 26 de septiembrede 1970.Por fin, el 6 deagostode 1970, GregorioLópez Bravo y W. Rogersfirmaron en Washingtonun Conveniode Amistad y Cooperación,con una validez de cinco años,prorrogablepor otros tantos,ini-dándosecon él un nuevo tipo de relación entre ambospaíses.Ademásdel aspectomilitar, el Convenioabarcabavariossectoresen materia de educación,agricultura, medio ambiente,espacio,ciencia y tecnología.Desaparecíael conceptode «basesde utili-zaciónconjunta»,al no existircesiónni arriendode ellas,sino pre-senciaconsentidade un socioen la comúnempresadefensiva.

La pieza fundamentaldel nuevo sistema de defensa fue lacreación de un Comité Conjunto Hispano-Norteamericano,quellevaríaacabola coordinacióndefensivade Españacon el dispo-sitivo occidental,ademásde encargarsedel cumplimiento de losAcuerdos.Un elementonuevo fue el Centro Conjunto de Opera-ciones y Control Aéreo.El Convenio,en sus aspectosjurisdiccio-nales, laboralesy fiscales, fue complementadopor un Acuerdode desarrollo, firmado en Madrid el 25 de septiembrede 1970,junto con diez anejosde procedimientosreferentesa temasmili-tares.Con ocasiónde la firma del Convenio, los Jefesde Estadorespectivosintercambiaroncartas de amistad.Volvióse a subra-yar ésta en el curso de la visita que el PresidenteNixon realizó aMadrid en el mesde octubresiguiente.

A travésde la historia de los Acuerdosejecutivosde coopera-ción con los EstadosUnidos, desdelos años 50, Españase preo-cupó del progresivoperfeccionamientode los mismos,y parala

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obtencióndel máximo de garantíaspretendiósiempresituarseenposicionesde máxima igualdadcon respectoa los EstadosUni-dos. Poreso,presionóy esperéhastaconseguirque los Acuerdostuviesencarácterde Tratado entreEstados,ratificados tanto porel Congresode los EstadosUnidos como por las Cortesespaño-las. Finalmente,estametase logró con la firma, y posterior rati-ficación, del último Tratadode Amistad y Cooperaciónentre Es-pañay los EstadosUnidos de Américade 24 de enerode 1976. ElTratadofue suscritoen Madrid, actuandocomo representantesdesusrespectivosGobiernosHenryKissinger y JoséMaría de Areil-za, conde de Motrico.

En la misma fecha, y siempredentro del espíritude la Decla-ración de Principios firmada por ambospaisesel 19 de julio de1974, se suscribrieronsiete Acuerdoscomplementarios,conel finde desarrollarlos principios del Tratado,principios quedefinie-ron unaestrechacooperaciónen todoslos asuntosde interésco-mún, sobrela basede la igualdadsoberana.El articulo primerodel Tratado dice que la cooperaciónabarcará-los asuntoseco-nómicos, educativos,culturales,científicos, técnicos,agrícolasyde defensa,así como aquellos que mutuamentese acuerden.Aestosfines seestablecióun ConsejoHispano-Norteamericano,bajola presidenciadel Ministro de Asuntos Exteriores de Españaydel Secretariode Estadode los EstadosUnidos. El 24 de enerode 1976, apartedel Tratadoy de los siete Acuerdoscomplemen-tarios, sesuscribióun Acuerdoespecíficode desarrollodel artícu-lo y del Tratado,de aquélen que se establecíauna relacióndefen-siva entre los EstadosUnidos y Españapara el reforzamientode su propia seguridady la del mundo occidental. En dichoAcuerdode desarrollose pasó revista, regulándosecon detalle,a todotipo de cuestionesrelacionadascon la cooperaciónmilitarentre los dos países;cuestionesadministrativasy militares, dejurisdicciónpenaly reclamaciones,laborales,fiscalesy aduaneras.

En cualquier caso, lo más destacabledel Tratado y de losAcuerdosde 1976 fue la voluntadde mantener,de la forma máseficaz posible, un auténtico equilibrio de beneficios,una igual yefectivaparticipaciónde ambaspartesy unacoordinacióny ar-monización de sus esfuerzoscon los que pudieranrealizarseenotros marcosbilaterales y multilaterales.

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Convienedestacarahoraquehastael fallecimientodel GeneralFranco el 20 de noviembrede 1975, nuestrapolítica exterior sevio afectadapor unaseriede circunstanciasquepasoa explicar:el cambio político se inició en 1974 con el «espíritudel 12 de fe-brero», propulsadopor Arias Navarro, Presidentedel Gobiernoespañol.Por otra parte,el 24 de marzo, el «caso Añoveros»pro-dujo unagravefricción entreel Estadoy la Iglesia.El 25 de abrilestalló un golpe militar en Portugal,evolucionandoel país máshacia la democracia.El Bloque Ibérico sufrió entoncesel im-pacto de este hecho, quedandocongeladaslas relacionesentreambospaísesvecinos.

En Julio del mismo año Grecia fue objeto de un golpe de Es-tado, instaurándosetambién un régimen democrático. Españaaparecíaentoncescomo el único ejemplo de régimen militar yautocráticoen Europaoccidental.En el mes de septiembre,elrey HassanII de Marruecosafirmó queel Sáharaestabavincu-lado históricamentea supaís, sin que fuera tierra «res nullius»cuandosurgió Españaen esosterritorios. Por último, en noviem-bre de 1974, las negociacionespara renovar el Acuerdo de Amis-tad y Cooperacióncon los EstadosUnidos atravesaronpor unaetapacrítica.

En marzo de 1975 se producennuevasfriccionesentreEspañay el Vaticanocon motivo de la prohibición de algunasAsambleasCristianas.A continuación,en el mes de agosto tiene lugar laConferenciade Seguridady CooperaciónEuropeaen Helsinki.Nuestro Presidentedel Gobiernoasistió a ella. El prestigio polí-tico internacionalestabaen sus límites mínimos. En el mes deseptiembretuvieron lugar las ejecucionesde diez terroristasdeETA y el FRAP, con la consiguientereacciónde protestade va-nospaíses.Nuestrasrelacionescon el ParlamentoEuropeoy conel MercadoComúnsevieron seriamentedañadas.Por su parte,laAsambleade la OTAN condenórotundamentelas sentenciasdic-tadas por el Gobiernoespañol.En el seno de las NacionesUni-das, el Presidentede Méjico Luis Echevarríapidió abiertamentequeseexpulsaseaEspañade esa Organización.La RepúblicaDe-mocráticaAlemana suspendiósus relaciones diplomáticas connuestropaís, mientrasque la Unión Soviéticadesaprobabalasejecuciones.Al mismo tiempo, el Papa Pablo VI decía que susruegosde clemenciahabíansido desoídos.En cuanto a las reía-

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ciones entre Españay los EstadosUnidos, quedarontotalmenteestancadasy aniveles bajísimosde entendimiento.En resumen,todoel.mundonos miraba con bastanterecelo.

En octubrede 1975 el Tribunal de La Haya emitió su Dicta-mensobre el Sáhara,y HassanII inició la llamada «marchaver-de». El 14 de noviembre,la Declaraciónde Madrid entreMarrue-cos,Mauritania y España,establecíael repartodel territorio sa-harauientrelos dos primerospaíses.Por último, el 20, de noviem-bre de esemismo año fallecía Franco, terminandoasí un tristey conflictivo períodode nuestra historia reciente, pasandoEs-pañaa integrarseen la esferade influenciade la política exteriornorteamericana.

JuanCarlosPereiradice que: «La crisis de la política exteriorquecomienzaen 1974 significaba el trasladohacia el exterior dela descomposicióndel régimeniniciada trasla muertede CarreroBlanco. De nuevo una situación interna, llevadaa cabo en unaactitud incomprensible,provoca el tan temido aislamientoporpartedelGeneralFrancoy la condenaa suobra política,ponién-doseen marchagran parte de los erroresquesiemprehancarac-terizadoanuestrapolítica exterior en la EdadContemporánea»JI.

En 1976 el hechomássignificativo de nuestrasrelacionesconWashingtonfue, comoya apuntéanteriormente,la firma del Tra-tado de Cooperacióny Amistad, auténticoTratado y no meroacuerdoejecutivocomo habíasido hastaese momento.En el as-pectomilitar, ademásde la relacióndefensivamutua y de la de-fensa de Occidente(coordinación de defensacon las fuerzas dela OTAN) ya citadas,se obteníanimportanteslogros en materiade seguridadinterna: no almacenamientode material nuclearenEspañay retirada de submarinosnuclearesde Rota a partirde 1979

En el aspectono militar se continuabay ampliaba la coope-ración lograda en 1970, destacandolos Acuerdos complementa-ríos 2, 3 y 4 sobrecooperacióneconómica,científicay tecnológica,materiasculturalesy educativas.No obstante,en el aspectoeco-nómico,unanuevaoleadaproteccionistanorteamericanahizo des-cenderel comerciobilateral entre Españay los EstadosUnidos—lo que constatamosobservandolas Balanzasde Pagos de los

‘~ Pereira,JuanCarlos: ob. cit, pp. 196-197.

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últimos años—,como consecuenciade trabas administrativaseincrementode arancelesa algunosproductosclave de nuestrasexportaciones:calzadoy aceituna.Así pues,éstafue unaactitudcontrariaal espíritu del Tratado de 1976.

Lasfuerzas políticas españolascon representaciónparlamen-taria, incluido el Partido Comunista,coincidieronen manteneryrenovar los acuerdossobre las basesmilitares norteamericanasen nuestropaís.Pero no huboconsensoen cuantoa la incorpora-ción de Españaa la OTAN. «Incorporaciónque todavía los pri-merosgobiernosde la democraciaya constitucional—porque laConstituciónse hace en 1978—, los primerosgobiernosde Suá-rez no planteancomo algo urgente...Sino más bien comoun le-jano horizonte de la ubicaciónde la democraciaespañola»32

Tras el fallido intento de golpe de Estado de 23 de febrerode 1981, el régimenconstitucionalprosiguiósumarcha,surgiendoen la escenapolítica LeopoldoCalvo Sotelocomo nuevoPresiden-te del Gobierno,quien decidió la entrada,un tantobruscay pre-cipitada,de Españaen la Alianza Atlántica.Angel Viñas dice que:«Es posibleque los acontecimientosulterioresal intento de golpede Estado del 23 de febrero de 1981 robustecieranuna decisiónque ya había sido previamenteadoptaday que empezóa ejecu-tarsesin dilación. El último Gobiernode UCD resistióunafuertecampañadirigida por los partidosde la oposiciónde izquierdas.Pocosen ella veníancomo deseableque en aquellacircunstanciaconcretaEspañaingresaraen la Alianza y se reclaméque la deci-sión fuera sometidaa referéndumpor ser un asuntode gran im-portanciapara el Estadoy la nación’> ~.

Ya con el PSOEen el poder,lo primero quenos llama la aten-ción es su esloganfamoso: «OTAN de entradano». Asistimos sim-plementea una inversión de las encuestas;observandolas publi-cadaspor el Centro de EncuestasSociológicas,vemosquepronos-tican mayoríaa los partidariosdel ingresode Españaen laOTAN,pero a partir de ahí, en basea la campañaorganizadapor el Par-tido Socialista,las encuestasexperimentanun cambio y reflejanque gran parte de los ciudadanosespañolesson reacios a quenuestropaíspasea pertenecera la Alianza Atlántica.

32 Aguilar Tremoya,Miguel Angel, ob cit., p. 21.>‘ Viñas Angel, ob. cit., en nota 30, Pp. 216-217.

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Los ejes de la política exterior y de seguridaddel Gobiernosocialistason:. cooperaciónen lo querespectaa la continuidaddel sistemade equilibrio mundial; sentar las basesparael logro,a largoplazo,de la evolución favorablede la economía;manteni-miento del statu quo en el entornode seguridadespañol,y ayudaa la democratizaciónde Hispanoamérica.

FernandoMorán, exministrode AsuntosExteriores,en suobraUna política exterior para España,aducíaquela entradaespañolaen la OTAN más queunacuestiónde orden estratégicoo militar,erafundamentalmentede ordenpolítico.Paralos EstadosUnidosnuestro ingreso en la Alianza Atlántica tiene un interés políticopero-ademáshan insistido en ello porque el sistemadel tratadode los acuerdossucesivossobrelas basesmilitares pasacíclica-mentepor períodosde inestabilidaddebidoa su caducidadtem-poral.Estamosanteunanecesidadde subsumirlos acuerdoshis-pano-norteamericanosdentro de un sistemacon indefinicién deplazos,y que dejaríaa cubierto la veleidadde un determinadogobiernoturnante,como ocurreen los sistemasdemocráticos,coneleccioneslibres.

- Con respectoa la posturainicial del PSOE, opuestaa la en-tradade Españaen la OTAN, basadaen razonesde tipó electoral,observamosposteriormenteun viraje radical,repletode ambigtie-dadcalculada,en el que se propugnabala imperiosa necesidadde pasarasermiembrode la Alianza Atlántica, aunqueimponien-do unas condicionesbastantepeculiaresy no demasiadoclaras.El puebloespañolaceptó estecambio medianteun referéndum,celebradoa principios de 1986, que hizo correr ríos de tinta alsermuy dispareslas opinionesde los partidospolíticos españolesqueteníanquepronunciarsesobre tan espinosotema. Reciente-mente,en noviembre del mismo año, las leccionessacadasporla OTAN del referéndumde Españapara su permanenciaen eseOrganismofue uno de los asuntoscentralesde la XXXII SesiónAnual de la Asambleadel Atlántico Norte, celebradaen Estam-buí (Turquía).El informe del británico David Clark, presentadoen la Comisiónde AsuntosSociales,decía que: «Aunque el resul-tado del referéndumfue favorablementeacogido,debeinterpre-tarsemáscomo unavictoria del Presidentedel Gobierno, FelipeGonzález,que como un claro éxito de la OTAN ante el puebloespañol.»

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En 1982,JoséPedroPérezLlorca, entoncesministro de Asun-tos Exteriores,llevó a cabola ardua tareade renovarlos Conve-nios hispano-norteamericanos,renovaciónque fue endosadaporel Gobiernosocialistamedianteun protocolo adicional, fechadoen febrerodel año 1983. Es importanteseñalarqueen los Con-venios de 1982 ya aparecennuevascláusulascomo: el nuevo es-tatuto de las fuerzas americanasen España,queviene a ser elvigente estatutode las fuerzasamericanasen los otros paisesdela Alianza Atlántica; otra novedades el reforzamientodel controlsobreZas actividadesmilitares y estratégicasen cuantoa las ins-talacionesde apoyoy a las autorizacionesde uso que las fuerzasestadounidensesllevan a cabo en nuestro país. En el apartadonuclear, existeun Conveniocomplementarioqueestipulaquenose desplegaránni estacionaránen Españaarmasnuclearessin elconsentimientodel Gobierno,ademásde otros condicionantesconrespectoaaeronavesy buquesnorteamericanos.Sin embargo,lapolémica sobrela posturaque debe adoptarEspañaen cuantoal desplieguede armamentonuclear sigue en pie, aunqueestostemasvienen siendoobjeto de discusiónen las Cortes.

El 1 de diciembrede 1986 las Delegacionesde Españay delos EstadosUnidos reanudaronen el palacio de SantaCruz lasconversacionespara la reducción de la presenciamilitar nortea-mericanaen las basesde Rota,Morón, Torrejóny Zaragoza,ade-más de en las denominadas«instalacionesde apoyo». Es la ter-cera vez que americanosy españolesse reúnencon esteobjeto.Lasperspectivasde avanzaren la negociaciónson, segúnla parteespañola,muy limitadas.

La Delegaciónespañolaestuvopresididapor el secretarioge-neral de Política Exterior, Máximo Cajal, acompañadode altosfuncionariosde Exteriores,Presidenciadel Gobiernoy Defensa.Por parteamericana,el embajadoren Madrid, ReginaldBartho-lomew,junto con altos funcionariosdel Departamentode Estadoy de Defensa.

Las dosprimerasreunionespara la reducciónde la presenciamilitar norteamericanase celebraronen Madrid y Washingtonlos días10 dejunio y 15 de octubre.Al finalizar la primera rondade conversacionesen Madrid (la Delegaciónamericanaestuvopre-sididapor el embajadorsaliente,ThomasEnders)se hizo públicaunadeclaraciónen la quese expresabala voluntadde ambaspar-

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tespor discutir la disminuciónescalonadade la presenciamilitarnorteamericanaen España,basadaen la asunciónpor lasFuerzasArmadas españolasde determinadasresponsabilidadesy misio-nesrealizadasen la actualidadpor las FuerzasArmadas de losEstadosUnidos en España.

Antes de comenzarla segundaronda de las conversacionesenWashington,el ministro de AsuntosExteriores,FranciscoFernán-dez Ordóñez,se entrevistécon el Secretariode Estadonorteame-ricano, GéorgeShultz,en relacióñcon las reducciones.Todo in-dica que la posturade Shultz fue reticenteen cuantoal principioe inflexible en cuanto a las sugerenciasconcretasespañolas.

En unaintervenciónantela Comisiónde Defensadel Congreso,Ordóñezdijó también.que«algunasmisionesde las FuerzasArma-dasnorteamericanasdestinadasen las basesde utilización con-junta en Españaseránsuprimidasy otrassustituidas».Ahí está,segúntodoslosexpertos,la clavede la negociación.La parteame-ricanarechazala ideade la «supresiónde misiones»y encaracondesconfianza-la - sustituciónmientrasEspañay la Alianza Atlán-tica no definan la fórmulá de participación en la defensaoc-cidental.

Aunqueen las últimas semanasla posiciónamericanaparecehaberseflexibilizado, al Departamentode Estadoy al Pentágonono les agradaque la suprésióndé ciertasmisioneso su defectuosasustituciónsirva para degfadarel nivel de seguridaden unadelas zonasclave para-la estrategiaglobal de los EstadosUnidos.La exigencia de quela sustitución de misionesse haga «una auna»—tal y como dijo el embajadorEartholomew,un negociadorduro y experimentado—parece- haber sido abandonadapor laparte americana,que admitiría una «evaluación global» de lasmisionessustituidas;siemprequeseaceptaransus indicadoresdeevaluación,algo con lo que,desde luego, no estáde acuerdolaparteespañola.

No se trata, en el momentoactual, de «cuantificarlas sustitu-ciones y supresiones’>de fuerzas,instalacioneso material, sinode aceptartino u otromodeloparadespuésvolcarseen cantidadesy lugares dondela reducción se llevará a cabo. De modo que lareducciónsustancialde efectivosy material en las basesde To-rrejón y Zaragoza(se habló de la supresióndel ala tácticaame-ricana y el trasladode los 79 avionesF-16 a la RFA) no parece

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quevaya a serobjeto de discusiónpormenorizada,aunqueen elhorizonte españolesté,desdeluego, esta supresión,e incluso elcierre de la basede Torrejón en un plazo razonable.

Siguiendoel estudiodel procesode nuestrasrelacionespolí-ticas,económicasy culturalescon los EstadosUnidos, no debe-mos ignorar el crecienteinterés del Gobierno socialistaespañolpor los problemasde Centroamérica,a vecescontrapuestoa losdeseosde Washington.Se trata de unaregión de alta sensibilidaddentro de un equilibrio global. Eusebio Mujal- León dice que:«Como un componenteprincipal de la política exterior españoladel siglo xx resaltala búsquedade unarelaciónespecialconAme-rica Latina. La potenciacolonial dominanteen el HemisferioOc-cidental por casi cuatro siglos, España,ha hecho énfasis recien-tementeen suvocaciónde puente,interlocutor, e intérpreteentreAmérica Latina y el mundo occidental.Convencidade queun lazosingularune a toda la comunidadiberoamericana,España,sinembargo,ha encontradodificultades en convertir sus interesespolíticos y culturales en una influencia efectiva. Ha tenido aún

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menoséxitos en cultivar unarelación económicaprivilegiada» -El diputadoespañolMiguel Angel Martínezdice que: «La cri-

sis centroamericanaes un ejemplo paradigmáticode la proble-mática-Norte-Sury Europa,partealtamentesignificativa y cua-lificada del Norte, no puedepermanecer,sin descrédito,ajenaaldesarrollode un procesocuya génesisle concierney cuya reali-dadactualle interpela...Europadebedejarbien claro al aliadoque son los EstadosUnidos queprecisamenteesa alianza nos daderechoa exigir coherenciacon los principios democráticosquenosunen,en las actuacionesde todosy, en particular,en las suyasrespectoa CentroaméricaEspañatiene, por su parte, una espe-cial vinculación, reconocidaen el propio Informe Kissinger,don-de se mencionanunasrelacionesculturales,lingúísticasy comer-ciales importantesen la región»~.

Dentro de un relativo paralelismo con el caso español, Jo-seph5- Tulchin, profesortitular de Historia y director de la Ofi-cina de ProgramasInternacionalesde la Universidadde Carolina

“ Mujal-León, Eusebio,ob. cit., p. 135.Martínez, Miguel Angel, «Una visión españolade la crisis centroame-

ricana». Realidadesy posibilidadesde las relacionesentre España y Ame-rica en los ochenta.Madrid, 1986, Pp. 124-125.

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del Norte, afirma que la característicacentralde la política lati-noamericanade los EstadosUnidos hoy en día es su preocupa-ción obsesivapor Centroamérica.Cita un testimonio del ex Se-cretario de Estado,AlexanderHaig, ante la Comisión de Estudiode la SituaciónenCentroamérica,presididapor Henry Kissinger:«Nuestroproblema en América Central es primero y antesquenadaglobal> segundoesregional>con foco en Cuba,y tercero eslocal»... ProsigueTulehin con las declaracionesde Henry Kis-singer: «Si no podemoscontrolar Centroamérica,seráimposibleconvencera paisesamenazadosen el Golfo Pérsicoy en otraszonasque nosotros sabemoscómo mantenerel equilibrio glo-bal»‘~.

Por su parte,Ambler H. Moss, Jr., diplomático americanoyactual decanodel GraduateSchoolof International Studies,Uni-versity of Miami, Coral Gables,dice que: «Por razonestal vezun poco distintas, Españay los EstadosUnidos tienenalgo encomún respectoa Iberoamérica: son los dos paísesque tienenmuchomásinterésen ella quecualquierotro. Aquí hay unapara-doja.Hoy en día, comolas palabraspronunciadaspor el Presiden-te Felipe González en Bogotá demuestran(—«Si queremosqueel 92 puedacelebrarsesin quehayani un solo ciudadanoibero-americanoqueno puedaafirmar quevive en la libertad. Si que-remosqueesoocurra,empecemosa trabajaren esadirección»—),los objetivos de la política de ambospaísestienenmuchoen co-.mún, pero si hay elementosde cooperaciónson casi invisibles»~

El Gobiernode FelipeGonzálezha venidoprestandounaaten-ción destacadaa la problemáticahispanoamericana,como se de-duce de su presenciaen la ceremoniade investidurade los Pre-sidentesRaúl Alfonsín (diciembre de 1983), Jaime Lusinchi (fe-brero de 1984)y Julio Sanguinetti(enerode 1985). Recibió aFidelCastroy a Daniel Ortegacuandoambos llegaron a Madrid enfebrerode 1984. El líder nicaraglienseregreséa Madrid en mbyode 1985. En noviembre de 1986 Felipe Gonzálezvisitó de nuevoHispanoamérica—Ecuador,Perú y Cuba—,expresandosu soli-daridadaAlán García,Presidentedc laRepúblicaperuana,en lo

“ Tuichin, JosephS., «EstadosUnidos y la crisis en Centroamérica:unaperspectivahistórica»,ob. cit. en nota 35, p. 200.

“ Ambler H. Moss,Jr., ‘Españay EstadosUnidos en la problemáticaibe-roamericana»,ob. cit. en nota 35, p. 130.

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que a la deudaexternase refiere, asegurándoleel apoyode Es-pañaen el Club de Paris cuandoPerú intenterenegociarsu deu-da, así como la voluntadde equilibrar, «en la medidade lo posi-ble», los intercambioscomercialesbilaterales.También se firma-ron acuerdoscomplementariosde cooperación:uno de caráctertécnico agrario,industrial y cultural (por dos millones y mediode dólares)y otro de tipo sociolaboral.

Los resultadosde estavisita al Perúno fueron espectacularesen el terreno económico,comercial o financiero, pero, política-mente,en cambio>sirvieron paracontrastarconvergenciasy reac-tivar las relacionesbilateralesentre Españay Perú.En lo querespectaal encuentro,también en noviembre de 1986, entre elPresidentedel Gobiernoespañoly Fidel Castro en La Habana,no debemosignorar que Cuba es todavía un casusbelli y eso losaben todaslas partesqueentran como protagonistasen eseas-pectode la política mundial. En estecontexto,cuandola presen-cia cubanaen Nicaraguaes ostensible,a Castropuedeinteresarlela máximacordialidadcon Madrid. De ahíque el españolGutié-rrez Menoyo puedaserliberado de la cárcel cubana,brindándoleasí a Felipe Gonzálezuna baza política de indudablerelevanciaante la opinión pública española.

En contrapartidaa esa atenciónqueel Gobiernosocialistahadedicado a Hispanoamérica,la casi totalidad de los ministrosde Asuntos Exterioresde ese vasto continentehan visitado Es-paña,mostrandosus buenos deseosde cooperacióna diversosniveles.Por otra parte, los Reyesde Españatambién hanreco-rrido, en visitas oficiales, la mayoríade los paíseshispanoameri-canos,y su presenciaen Brasil y Uruguay influyó decisivamenteen sus procesosde democratización.

Ademásde estasrelacionesmeramentediplomáticas debemosresaltarlos acontecimientospolítico-culturalesorganizadospor elInstituto de CooperaciónIberoamericanaen España—un ejem-pio fue el «Encuentroen la Democracia”,de abril de 1983—, asícomo los seminariossobretransicionesa la democraciacelebra-dosen diversasciudadessudamericanas,invitando a quetomaranparteen ellos personalidadesde la transiciónespañola.Igualmen-te debemosrecordarque Felipe Gonzálezfue protagonistaa lahora de fijar las directricesde la política exterior españolaconrespectoaláreadel ConoSur en el año 1980. En sus propiaspala-

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brás, Españadebía«favorecerunasalidademocráticaaestos re-gímenes,sin llegar a fotzar la rupturade relacionesdiploiná-ticas».-Aquí se reconocíala limitada incidencia que nuestropaíspodría tener en naciones tan extensas,geográficamehte,comoBrasil y Argentina.

Uno de los hecho~quemásenturbiaronlas relacionesentrelosGobiernosde Españay de Nicaraguafue un artículo, de octubrede 1983, afirmandoque la policía costarricensehabíadescubier-to 5’ encarceladoaun comandode la organizaciónterrorista vas-ca--ETA, cuya misión era matar a Edén Pastora.El ministro delInteriornicaragliense,TomásBorge, vino a Madrid paraconven-cer al Gobietno de que Nicaragua no tenía ningún-vinculo conETA. Sin embargo,el Ministerio del Interior éspañolpublicó unosinformes poniendode manifiesto la~ conexionesentre ETA y lossandinistas.El informetambiénreflejabaqueel Ejército Revolu-cionario del Pueblo (ERP), de El Salvador,se habíabeneficiadode dinero y - armamentoprocédentedel grupo térrorista vasco.

Posteriormente,en 1984, los contactosdel Gobiernoéspañolcon el nicaragilensepasaron por un período crítico, ya<que elFSLN y el Partido Comunistacubano-se unieron para benefi-ciarsede las fricciones existentesen la InternacionalSocialistasobrela problemáticacentroamericana.No obstante,y aúnconel receloque inspirabael expansionismosoviético-éubanoen todaAmérica Central; el régimen socialistaespañolmantuvo- sudefen-sa del Gobieri-io nicaragliensey su no aceptacióñde la políticade Washingtonconrespectoa Nicaragua.Estose explica,en par-te,-por la- similitud ideológicaentre el FSLN y el PSOE.Los ~o-cialistaseranconscientes-del marxismo-leninismodel FSLN peropensabanque con la ayuda política y económicaespañolaaquélpasaría-a una posturamás moderada.

EusebioMujal-León dice que las objecionésdel -Gobierno es-pañol a- la linéa dura tomadapor la administraciónReaganerandos: «La-primera, dé - carácterético-moral: los EstadosUnidosno teñíanderechoaintervenir en los asuntosinternosde Ñicara-gua, y su política hacia la región era indistinguible a la de -laUnión Soviéticaen Afganistáno Polonia. Lá segundaobjeción-te-níaunfundamentomás-táctico. Si el objetivo de los EstadosUni-dos era fomentarla democratizacióndela sociedadnicaragiiensesu política era contraproducente.Una postura confrontacional

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creían los socialistas,solamentealentaría a los elementosmar-xista-leninistasdentro del FSLN a adoptarmedidasinternasmásradicalesy a profundizar sus vínculos con Cuba y la Unión So-viética. Si dicha radicalizaciónocurriera, la administraciónRea-gan responderíacon el envio de tropas, un hecho que tendríaimplicacionesdevastadoraspara las relacionesbilateralesEspaña-

38EstadosUnidos y parala Alianza Atlántica» -

De todo lo dicho, podemosconcluir queuno de los aspectosmásimportantesdestacadospor el Gobierno socialistaen su vi-sión de la crisis centroamericanaes la propulsión del naciona-lismo como impulso motriz de los movimientos revolucionariosen Centroaméricay de la misma revolución en Nicaragua Estefactor nacionalistano ha sido totalmentecomprendidopor losEstadosUnidos en su justo valor, y ello conlíevaun aumentodefricciones y recelos entre Washington y los Gobiernosde esospaises.

Recientemente,la «Unión DemocráticaInternacional»(IDU)presentóen el ParlamentoEuropeo(Estrasburgo,noviembrede1986) un informe sobre Centro-América,denunciandola imposi-bilidad de una solución militar para los conflictos que se super-ponenen esta región estratégica,subrayandola crisis gravedelprocesode Contadora.En e? informe se comentaqueen los Esta-dos Unidos seenfrentanhoy dos posiciones:«La de un PresidenteReagandispuestoa pasara la historia como un Presidentepaci-ficador,en la línea de sus encuentroscon Gorbachov;o bien,des-de otro ángulo, hay quienesopinan queReaganno terminarásumandatosin resolver lo quepara él y para muchos americanoses una amenazavital paralos interesesde los EstadosUnidos.Por nuestraparte, pensamosque la solución debepasarpor laspresionesanteel Gobiernonicaragíiense»

IV. VÍNCULOS CULTURALES Y ECONÓMICOSEN LA ACTUALIDAD MÁS RECIENTE

Antes de pasar a analizar las relacionesmeramenteculturalesy económicasentre ambospaíseshoy día, debemosapuntarque

Mujal-León, Eusebio,ob. cit., p. 150.

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la poblaciónespañola>registraday legal, en los EstadosUnidoses de sólo 28399 personas(segúndatos publicadosen 1985 porla Agenda del Instituto Español de Emigración). Esta cifra re-sulta muy reducidasi la comparamoscon los 515fl00 de la Argen-tina o conlos 297.000de Venezuela.Sin embargo,estasestadísti-cas se refierena los españolesquecontrola el Instituto Españolde Emigración>ya que> por ejemplo> el Consulado general deMiami, cuya jurisdicción abarcahasta las Carolinas> tiene ins-critos amásde 10.000españoles,estimándoseque en esajurisdic-ción residenmásde 50.000 españoles.Por otra parte>los expertosdiplomáticoscalculanqueen los EstadosUnidos hay actualmenteun máximo de 170.000 residentesespañoles.

Ciñéndonosal terrenoestrictamentecultural, la prensa,el ciney la televisión-han servidoparacrearen Españauna imagende-formadade los EstadosUnidos.Tenemosunavisión bastanteequi-vocadade la realidad norteamericanaactual y el conocimientoque los norteamericanostienen de nuestropaís es también muydeficiente.Cuandolos españolesleemosPresenciaespañolaen losEstadosUnidos, de Carlos FernándezShaw,sentimosprofunda-menteel desconocimientoculturalmutuo imperanteactualmente,salvando honrosasexcepciones.

Otro hechocultural bastantetriste es el enormeabjsmoqueexisteen los EstadosUnidos entrela imagenacadémicay la realquese tienede España.Causamucha penacomprobarquegranpartede los estudiantesnorteamericanosestudiannuestralenguay cultura con textos editadosen - los EstadosUnidos>e inclusopensadosy redactadospor profesoresnorteamericanos.Sedamu-chomáslógico que fueraneditorialesy profesoresespañolesquie-nesexportarany escribierantales libros.

El profesorJoaquínRoy dice que: «Españaparalos EstadosUnidos es unamezclade tasca,un museo,una líneasde Heming-way y una lista de nombresy lugares diseminadospor todo elterritorio de la unión con escasadecodificación.- - El panoramadesoladortambiénse aplica a la imagen queen el extranjero,yen España,se tiene de los EstadosUnidos: unanotablemayoríade los viajerosque llegaron a estepaísy luego escribieronsobresu experiencia>exteriorizaronsu sorpresaal comprobarque laslecturas anterioresno servían para nada.Norteaméricaha sido

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mitificada porla prensa,el cine y la televisión.Suverdaderacaraes otra»39.

No debemosignorar queen el terrenomeramenteidiomático,el tener que andarpreguntandoen diversosforos norteamerica-nos si la comunicacióndebehacerseen inglés o en castellano,generalmenteperjudicaa España,ya que la lenguanormalmenteelegidaes la inglesa.A esterespectorecomiendola lecturade miarticulo «La importanciadel inglés en el mundo actual», publi-cadoen el Diario «Información»de Alicante, el 25 de septiembrede 1986. A modo de panacea,acabade crearseuna asociación,«U. 5. English»,parahacerde la lengua de Milton y de HenryJamesel idioma oficial de los EstadosUnidos, con másde unmillón de firmas en el Estadode California, habiendologradosuobjetivo en las eleccioneslegislativasnorteamericanasdel pasadomesde noviembrede 1986.

El hispanistabritánico Anthony Gooch,profesorde la LondonSchool of Economics,ha declaradorecientementeque el inglésejerceuna influenciasumamentenotoriasobreel idioma español.Opina queel modelo británico o el norteamericano—tanto mon-ta, monta tanto— está vigente en expresionestales como «des-pegueindustrial»,«congelaciónde salarios»o «deshielodiploma-tico», por citar tan sólo algunas.En esteorden de cosas,hablaringlés estáde modaen España.Anglicismoscomo«briefing», «offthe record»y «marines»se hallana la orden del díaentrenuestraclasepolítica.

La enseñanzadel inglés, norteamericanoo británico,ha expe-rímentado—en estaera de la energíanuclear,de los misiles anti-balísticos,de la amenazaconstantede una guerra de las gala-xias, del stress(perdónenmeel anglicismo)y del desasosiegodelos espíritus,pero también épocade optimismo en el campo delaciencia y de la tecnología—,un augee impulso impresionante,siendosu dominio requisito casi imprescindiblepara quienesde-seanestaral día y no perdersus puestosde trabajoen estasocie-dadque resultacadavez más competitiva(«a rat race»en termi-nología norteamericana).

En lo que conciernea los EstadosUnidos, un dato curiosoa resaltares que mientrasque a principios de la décadade los

Roy, Joaquín, ob. cit., pp. 176-177.

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sesentacualquiercentro universitario podía tener inscrito másdel doble de alumnosen francésque en español,a finales de esamismadécadala situación se hizo radicalmentedistinta. Segúnuna encuestade la «Modern LenguageAssociatiónof America»,los cambiosen tanto por ciento en la matrícula universitaria delos cinco principalesidiomas extranjerosen el periodocompren-dido entre 1968 y 1978 fueron los siguientes:

Idioma 19d8-1978

Español 3,2Francés... ... —36,6Alemán ... . ... —37,4Italiano ... . ... 9,8Ruso —31,7

El profesorJoaquínRoy afirmaque: «Mientrasla cultura sub-vencionadadesdeEspaña,vía una docenade instituciones,siguesiendola clásicay mal llamadacastellana,las-autonomíaschocancon mil obstáculosrealesy externos,y otros tantos imaginadose internos,para la promociónde supropia identidaden el exte-rior. Por ejemplo,Machadoy su imagen de Castilla sigue siendosubvencionable,mientras Gaudí y Barcelonaestána la mercedde la generosidadprivada de algún magnatenorteamericanoo alos magrosrecursosexterioresde la Generalitat.- - Mientras tan-to, con la desventajadel desbarajustede jurisdicciones,en lasUniversidadesnorteamericanasimperaestepanorama:los Depar-tamentosde Historia, salvo raras excepciones,no tienen cursossobreEspaña;los de CienciasPolíticasapenasmencionanla tran-sición española;los de Arte entierran el españolen el contextogeneral-europeo,y la cultura españolaquedalimitada a los pr¿-gramasde literatura,que seguiránproduciendoquecontinuaránlos mismos programasde estudiosgeneradosen los años vein-te» ~».

Lo cierto es que,apesarde todo, másde trescientosmillonesde personashablan nuestro idioma a nivel mundial. Por su ex-

130

Ibid.

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tensiónterritorial y política, el castellanoes ya la segundalen-gua del orbe; pero el hecholamentablees queesteenormepoten-cial idiomático está siendoservidocon criterios propios de unalenguamenor. ¿Con quécontribuye Españaa la defensay difu-sión de suidioma?Apenassi contamosconun Instituto de Coope-ración Iberoamericana,muchasde cuyas sedesno estánplena-menteconsolidadas;con las agregacionesculturalesde las Em-bajadas,que son la cenicientadel presupuesto,y con los Insti-tutos en el extranjeroque,prácticamente,se limitan a educaralos hijos de los emigrantes.Mientrastanto, hemosperdidoen elantiguo Marruecosespañolla batalla que Franciaha sabido ga-nar en el territorio mogrebípor ella administrado,y todopareceindicar queen GuineaEcuatorialva aocurrir lo mismo. En cuan-to a Filipinas, sepretendeotorgaral castellanorango de lenguaoptativa, mientrasdisminuyealarmantementeel númerode quie-nes lo hablan.Estasituaciónno debecontinuar.Estáen juego elpresentey el futuro de nuestralenguay de nuestracultura, y esaComunidadHispanoamericanade Nacionesquepodría desempe-ñar un papel decisivo en el equilibrio geopolitico del mundo.

Un capitulo importantea teneren cuenta,y cuyasprevisionesde futuro se desconocen,es el de los mediosde comunicaciónqueempleanúnicamenteel castellano.Las grandesciudadesnor-teamericanassuelen teneruna delegaciónde la <cSpanishInterna-tional Networtk», televisiónen español,ademásde estacionesderadio queemitenen lenguacastellana.Del mismo modo,NuevaYork, Los Angelesy Miami cuentancon periódicosen español;y diversasempresasde publicidad lanzantambiénsus publicacio-nes en estalengua.Es muy probableque estosmediosde comu-nicación en españolcontinúen,aunquepuedeocurrir que,alargopíazo, la oficialidad de la lenguainglesales afectede algunafor-ma. Seriaconvenientequenuestrascadenasde televisiónconsti-tuyeranunaespeciede pooí y que enviaranprogramasen videoa las norteamericanasde tipo local, a la televisión pública y ala ingentecantidadde centrosculturalesde EstadosUnidos. Re-sulta vergonzosoque Españano tenga todavía unaprograma-ción convincentede enseñanzade españolen video. Corremoselriesgode que los norteamericanosemitanesosvideosy nos ganenterreno,como sucediócon los libros de texto.

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Sin embargo,no debemosincurrir en un pesimismoexagera-do; hay que dar paso a la esperanzay actuarcon decisiónparaque las relacionesculturales bilaterales entreEstadosUnidos yEspaña,y entre esta última y las demásnacioneshispanoameri-canas,inicien unafaseascendentey brillante. A esterespecto,cabeseñalarla recientevisita de la ReinaDoña Sofía a WashingtonyNuevaYork, en noviembrede 1986,conel fin de inauguraren la«National Gallery of Art» una fabulosaexposiciónde obrasdeGoya, en la que se exhibieron,entre-otros, retratosde «La mar-quesade Pontejos»,«La duquesade Chinchón»,cuandotenía dosaños; «Mariano Goya», nieto del pintor, y el «Verbo de brujas»,asícomo«El autorretratode Goya antesu caballete»,y «La Anun-ciación», junto con otros cuadros de la colección del Museo deWashington.Igualmente, la Reina asistió al estrenode la ópera«Goya’>, del -compositorMenotti, en el Centro Kennedyde las Ar-tes Interpretativas,siendosu protagonistael célebretenor espa-ñol Plácido Domingo y dirigida por Rafael Friibeckde Burgosalfrente de la OrquestaSinfónica Nacionalnorteamericana.

También en noviembrede 1986 la UniversidadamericanadeHofstra,en Long Island, organizóun simposiocon el fin de con-memorarel cincuentenariode las muertesde Unamuno (citadoen el catálogo de la exposición bibliográfica de Hofstra como«thegreatestsuporterof the Spanishliberation»),Valle-InclányGarcíaLorca. Un buenexponentede la vitalidad de los estudioshispánicosen los EstadosUnidosha sido estesimposio,convoca-do con e! titulo generalde «Singularidady trascendencia».Du-rante tres días las grandesfiguras desaparecidasen el año 1936fueronobjeto de profundo estudio.

En esteCongresode la Universidadde Hofstra se sacarona laluz algunos puntos de sumo interés cultural. Un ejemplo fuecuandoel profesorRodolfo Cardona,uno de los grandesexpertosen la obra de Valle-Inclán, aseguréque «Aguilas de blasón» seestrenéen Barcelona,en 1907, poco despuésde habersido-escri-ta. De estemodo, las discusionessobrelá teatralidadde las «Co-mediasbárbaras»sesitúan anteunanuevaperspectiva.ParaVa-lle-Inclán ni paralos queacometieronla primera representaciónno existíadudasobrela condición dramáticade las comedias.

En este mismo simposio, Carlos Blanco Aguinaga,desde su-puestomarxista, defendió brillantementela vigencia del libera-

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lismo unamuniano.Vino a decir quefrente aquienespostulanlamuertedel yo,~on la subsiguienteanulacióndel individuo, y ata-can la noción de progresoen nombredel eternoretorno nietzs-cheano,el liberalismode donMiguel —aunqueburguésy no «eter-no», como él afirmaba— continúa siendoválido: no somospie-zas destinadassóloa produciry acallar; en modo algunoes circu-lar la Historia, pues sehalla abiertaa la acción, quepuede mo-dificarla. Por último, tambiénresultémuy eficaz la intervencióndel profesorAntonio F. Cao, ilustre lorquista,queen 1985 publicóun interesantelibro titulado «FedericoGarcía Lorca y las van-guardias:haciael teatro».

Una vez hecho este ligero esbozode las relacionesculturalesmásrecientesentrelos EstadosUnidosy España,pasamosaana-lizar brevementeel plano estrictamenteeconómico.Las importa-ciones españolasprocedentesde su vecino al otro lado del Atlán-tico sufrieronun descensode un 20 por 100 en 1983, mientrasque las exportacionesespañolasa ese país experimentaronunaumentode un 7 por 100. Un hechoconstatadoes que los Esta-dos Unidos siguen siendoel primer proveedorde España,y, acorto plazo, no se puedepronosticarquenuestradependenciadeWashingtonvaya a disminuir.

En el ranking de nuestrasexportacioneslos EstadosUnidosocupanel cuarto lugar,precedidospor Francia,Alemaniay ReinoUnido. Aproximadamenteexportamosa los EstadosUnidos un6 por 100 de nuestrasexportacionesglobales,fundamentalmentecalzado.Un datoa tenerpresentees queel ingresode Españaenla ComunidadEconómicaEuropeaha causadobastanteimpactoa nivel norteamericano,siendoasí que variasempresasmultina-cionalesamericanasse han instaladoya en diversasciudadeses-pañolasdispuestasa no perderla oportunidadquese les brinda.

V. CONCLUSIONES

La historia de las relacionespolíticas, económicasy cultura-les entrelos EstadosUnidos y Españadesde1800 hastala actua-lidad, como fácilmentesedesprendede los acontecimientoshastaaquí estudiados,no podría representarsecomo lineal y definida,sino con infinitud de altibajos, de avancesy de retrocesosbrus-

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cos; con vacíospeligrososy tensosen momentosconcretos,y, enotros, con tímidas aproximacionesy - reticencias~’o bien, en unplano de intimidad y -cooperaciónoptimistay positiva, comoocu-rre actualmente,simbolizadopor los viajes de los - Reyesde Es-pañaa los EstadosUnidosy a Hispanoamérica;por las visitasofi-ciales del Presidentedel Gobiernoespañol,- Felipe González,a di-versospaísesdel -continenteamericano,y por la,estanciadel Pre-sidentenorteamericano,RonaldReagan,en nuestropaís conmo-tNo de su relativamenterecienteperiplo europeo.

- Despuésde analizar dichas relaciones,llegamosa la conclu-sión de que su principal impulso ha nacido siemprede los inte-resesmutuos de-losGobiernosde-Washingtony de Madrid, bási-camenteeconómicosy defensivos(estratégicos,influidos por losproblemasinternosde cadaunade las dosnaciones,así como porlas dos guerras-.mundiales y - sus- trágicasconsecuencias),y, enmenor escala,los de caráctercultural.

En -cualquiercaso, desde1953, Españaha visto -revalorizadasuposición con respectoalosEstadosUnidos,y, hoy en día, des-puésdé la firma de los TratadoÉy Acuerdosde 1976 y su poste-rior refrovación en 1982, la voluntad de cooperacióndesde unplano de igualdadse ha puestode manifiesto,- iniciándoseunanuevaetapacuyoanálisis resultaaúnprematuro,pero queaugurauna auténticasolidaridaden un futuro brillante que ~a es- pre-sente, reflejándoseen un camino a recorrer juntos, sin incerti-dumbresni falsasalarmas,en el que imperen-la paz, el entendi-miento mutuoy la esperanzade un mañanamejor.